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¿EL NUMERO DE 144000 ES LITERAL O


SIMBOLICO?, ¿QUIENES SON?
(PARTE 1)

Las visiones de Revelación o Apocalipsis en general dan un cuadro muy completo


sobre el reino de Dios que va a gobernar sobre la tierra. Sin embargo, si alguna
persona tiene en su mente una idea preconcebida que no corresponda con la
visión global que muestra el espíritu de Dios a través de todas las Escrituras
acerca de ese futuro, no puede entender las visiones.
El simple hecho de que la esperanza de los judíos no era celestial, basta para
darse cuenta que no todas las personas van a vivir en los cielos, El antiguo
testamento asi lo atestigua, el termino inmortal y vida en el cielo no aparece en el
Antiguo Testamento.
Ecle 3:17-22; Job 14:14-15; Isaías 26.:19; Daniel 12:2; Oseas 13.14.
De hecho, Abraham mismo creía en la resurrección terrenal, pues El autor de
hebreos nos pone un buen ejemplo de ello:
(Heb 11:17-19) "Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el
que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho:
En Isaac te será llamada descendencia: pensando que Dios es poderoso
para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado,
también le volvió a recibir."
Las palabras de Marta en Juan 11.24 expresan la opinión popular de los judíos
cuando ella dijo que esperaba la resurrección de su hermano “en la resurrección,
en el día postrero”.
La concepción bíblica del término «resurrección», que experimentó una
revelación lenta a través de la Biblia hebrea, y que leemos en los libros del
Antiguo Testamento y que luego continúa presente en el judaísmo, en el
cristianismo y en el islam, no tiene punto de comparación con el ideario
antiguo de inmortalidad típico, por ejemplo, de la concepción griega.
Entendida en las Sagradas Escrituras primero como rescate del šeol, en
algunos casos como retorno a la vida anterior, y luego como continuidad en
la vida eterna de toda la persona humana, (Vocabulario de Teología Bíblica (18ª
edición). Barcelona: Biblioteca Herder. pp. 774-780).
El Reino de Dios es mencionado frecuentemente en el Tanaj. Está unido al
entendimiento judío de que Dios habría de intervenir directamente para restaurar
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la nacionalidad de Israel y luego reinar sobre ella. Luego fue interpretado como
que de la descendencia de David saldría el Mesías de Israel, que se sentaría en el
trono de David y gobernaría por la eternidad. Por lo tanto los judíos esperan la
intervención divina, en lo político y en lo espiritual.
El Reino de Dios fue expresamente prometido al Rey David, haciéndose un pacto
entre él y Dios y prometiéndole que reinaría siempre alguien en el trono de su
«casa» — la de David —.
En hebreo se utiliza la palabra chayah - kjaiá ((khaw-yaw') (Strong 2421) que
significa vivir, revivir, reanimar o Resucitar, como en Génesis 5:5, Génesis 12:13 y
Exo 1:16.
Asi que La palabra hebrea que los judíos utilizaban para resucitar es techi·yathʹ
ham·me·thimʹ, que significa “revivificación de los muertos” o Reanimación de
los muertos, y asi lo pensaban los antiguos fieles de las escrituras hebreas,
tenemos algunos ejemplos:
Job: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y
después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” (Job 19: 25–
26).
Oseas: “De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte,
yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol” (Oseas 13.14).
«Yahvé da muerte y vida, hace bajar al šeol y retornar» (1 Samuel 2:6).
«Ved ahora que yo, sólo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mí. Yo doy la
muerte y doy la vida, hiero yo y sano yo mismo (y no hay quien libre de mi
mano)» (Deuteronomio 32:39).
Después de vivir la prueba del exilio, el profeta anuncia que Dios restaurará
a Israel. Para ello, se utiliza la imagen de los huesos secos que se revisten
de carne y nervios y vuelven a la vida (Ezequiel 37:1-14). La Biblia de
Jerusalén sugiere que este pasaje orienta por primera vez hacia la idea de
una resurrección individual de la carne.
Devolverá la vida a los muertos, hará que se levanten sus cadáveres, que se
despierten los que están acostados sobre el polvo (Isaías 26:19).
Otro punto bastante interesante, es como los Hebreos Bíblicos veían y entendían
la palabra Cielo.
La palabra cielo en Hebreo es Shamayim (‫)ָׁש מַ י ִם‬, (shaw-mah'-yin) (Strong 8065) y
significa cielo, cielos, el cielo, bóveda celeste, como en Jeremías 10:11.
Pero esta palabra Shamayim es la palabra hebrea corriente para la «bóveda
celeste» y el «ámbito celeste» donde vuelan las aves. Dios prohíbe a Israel
hacer «semejanza de cualquier figura… ni en forma de cualquier animal que esté
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en la tierra, ni en forma de cualquier ave alada que vuele en los cielos» (Deu 4:17
RVA).
Cuando los cabellos de Absalón se enredaron en las ramas de un árbol, quedó
suspendido entre «cielo» y tierra (2Sa 18:9). Este ámbito, por encima de la tierra
pero debajo de los cuerpos celestes, es a menudo lugar de visiones: «David alzó
sus ojos y vio al ángel de Jehová que estaba entre el cielo y la tierra, con una
espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén» (1Cr 21:16).
Pero este cielo llamado en hebreo Shamayim, no es el lugar de residencia de
Dios, pues este lugar donde vive el Eterno no es Shamayim, y asi lo muestra el
Génesis.
Primero, Shamayim es la palabra hebrea corriente para la «bóveda celeste» y el
«ámbito celeste» donde vuelan las aves. ... Este significado de Shamayim aparece
en Gén 1:7-8: «E hizo Dios la bóveda (Expansión) y separó las aguas que
están debajo de la bóveda (Expansión) de las aguas que están sobre la
bóveda (Expansión), Y fue así”.
Pero se debe tener en cuenta que la palabra hebrea Shamayim también es plural
(Cielos), para los judíos antiguos existían 7 clases de cielos, pero ninguno de esos
cielos es para la morada de los hombres.
Como vemos la palabra Shamayim da a entender que el cielo es aquella que está
dentro del planeta, es decir la expansión que esta entre la estratosfera y la tierra.
La otra Palabra para cielo es raqia, (raw-kee'-ah) (Strong 7549) y significa
expansión, extensión, firmamento, una extensión, el firmamento, arco visible del
cielo, como en Ezequiel 1:22; Génesis 1:14.
La palabra raqia se asocia con la creación del universo en el espacio exterior, por
eso el génesis habla de “abierta expansión de los cielos” como referencia al
espacio exterior donde se encuentran planetas, galaxias y demás entes exteriores.
Y no existe ninguna evidencia Bíblica del antiguo testamento, donde la expectativa
de vida de los antiguos Judios Bíblicos haya sido vivir en Shamayim o raqia,
traducido al español como cielo.
La palabra cielo como se entiende en español viene de la palabra Latina Caelus,
que en Roma era el Dios del Cielo, equivalente del dios griego Urano (Οὐρανός,
Ouranos).
Existe un relato en el Evangelio de Lucas donde se utiliza La expresión: “En el
seno de Abraham”, utilizado mucho por los judíos, como en Lucas 16:22-23,
La Enciclopedia Católica relata esta expresión y lo que significa: “Su origen se
remontaba a la costumbre universal de los padres de tomar en sus brazos, o
colocar sobre sus rodillas a sus hijos cuando estaban fatigados, o cuando
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volvían a casa, y hacerles acostarse a su lado durante la noche (2 Sam. 12,3;


1 Rey. 3,20; 17,19; Luc. 11,7ss.), haciéndoles así disfrutar de descanso y
seguridad en el seno de un padre amoroso. De la misma manera se suponía
que actuara Abraham con sus hijos tras las fatigas y dificultades de la vida
presente, de ahí la expresión metafórica “estar en el seno de Abraham”,
significando estar en reposo y felicidad con él. Desde la venida de Nuestro
Señor, “el seno de Abraham” dejó gradualmente de designar un lugar de
felicidad imperfecta, y se convirtió en sinónimo del propio Cielo.
(Enciclopedia Catolica).
Además Apocalipsis menciona en el capítulo 21: 1-4 que el Tabernáculo o templo
de Dios desciende del cielo hacia la tierra y Esta está tomada de una profecia del
profeta Isaías (Isaías 11:6-8 y 25:8).
Compare Apocalipsis 21:1 con Isaías 65:17, 66:22 y 2 Ped 3:13.
En hebreos 11:13-16 se nos dice que los fieles del Antiguo Testamento eran
“extranjeros y peregrinos sobre la tierra”, pues buscaban una “patria
celestial”, pues Dios les había preparado una ciudad. ¿No es todo esto prueba
suficiente de que los fieles vivirán en el cielo?
¿Y qué hay acerca de 2 Reyes 2:11 donde dice que “Elías subió al cielo en un
torbellino? , la palabra cielo que aparece en este texto es Shamayim.
¿Y qué hay acerca de Enoc, a quien “le llevó Dios” en Génesis 5:24? Las
Escrituras nos dicen en hebreos 11:5 que “Enoc fue traspuesto para no ver
muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese
traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.”
Y que respondemos ante MATEO 8:11: “Y os digo que vendrán muchos del
oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el
reino de los cielos.”
LUCAS 13:28-29: “Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a
Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y
vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del
norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.” (Con respecto a
la separación de las ovejas y las cabras) Leer (Mateo 24:31, 25: 31-46)
¿Pero significa que estos personajes antiguos subieron o subirán al cielo?
Para iniciar el cielo donde fue llevado Elías no es el cielo donde moran Dios, Cristo
y los ángeles, porque el propio Cristo dijo siglos después que NADIE subió al
cielo: "Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del
Hombre" (Juan.3:13). Por lo tanto, si Cristo dijo bien claro que NADIE subió a ese
cielo, entonces es mentira que Elías fuera llevado a ese tercer cielo.
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Resulta que años después de que Elías fuera alzado al cielo- Shamayim, en un
carro volador y luminoso, le llega una carta al malvado rey Joram, de Judá, DEL
PROPIO PROFETA ELÍAS: "... Le llegó una carta del profeta Elías, que decía:.. (2
Cro.21:12-15).
Por lo tanto, el profeta Elías jamás fue arrebatado al cielo, donde moran Dios,
Cristo y los ángeles, sino que fue alzado al cielo ATMOSFÉRICO, a la Bóveda
celeste cuya palabra en el hebreo es Shamayim.
Los textos en cuestión mencionan que Elías subió en un carro o vehículo volador
enviado por Dios, y seguidamente fue TRASLADADO EN ESE CARRO
VOLADOR A OTRO LUGAR DE LA TIERRA, y desde ese lugar es donde escribió
esa carta dirigida al malvado rey Joram, de Judá.
Ahora Algo que debemos de aclarar es que, la Escritura no dice, que Enoc no
murió sino dice que: “Caminó con Dios y desapareció porque le llevó Dios”
(Génesis 5:24).
La versión NTV lo vierte: “andando en íntima comunión con Dios. Y un día
desapareció, porque Dios se lo llevó”
La TLA lo vierte: “Como obedecía a Dios en todo, ya no volvió a saberse de él
porque Dios se lo llevó”
Encontramos que la palabra hebrea para llevó o lo tomó en el hebreo es “lacákj”
– Strong 3947 que significa tomar, aceptar, acercar, admitir.
La RAE define llevar como: “Conducir algo desde un lugar a otro alejado de
aquel en que se habla o se sitúa mentalmente la persona que emplea este
verbo”
Y Tomó lo define como: “Recibir o aceptar de forma voluntaria una persona,
un animal o una cosa”
Asi que el llevar o tomar no indica exegéticamente que Enoc allá sido llevado al
cielo.
La carta a los hebreos también registra el mismo caso: Por la fe Enoc fue
traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios, y
antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios (Heb.
11:5).
La palabra que la RVR traduce como Traspuesto y que otras versiones vierten
como llevar en griego es “metatídsemi” – Strong 3346 y significa pervertir: —
alejar, cambiar, convertir, trasladar, trasponer.
De manera que las Escrituras registran que Enoc “no fue hallado porque lo
traspuso Dios, o, en otras palabras, fue trasladado”. La Biblia no dice que
Enoc fue llevado al cielo, sino fue traspuesto o trasladado y no fue hallado.
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Ciertamente Enoc fue trasladado o traspuesto. Y no fue hallado, ¿qué significa


esta palabra? Aunque parezca extraño a muchos, en ninguna parte de las
Escrituras trasladar o trasponer significa hacer inmortal al ser humano, la palabra
Griega original para trasladar o trasponer es: matatithemí, (Strong 3346) que
significa, trasferir, permutar, transportar, mutación, cambiar de un lugar a otro.
Esta misma palabra está empleada en Hechos 7: 15-16. Donde dice que Jacob.
¡Después que murió, su cuerpo fue llevado o traspuesto a Sichem donde fue
sepultado! ¡Esto es lo que la Biblia dice! En el caso de Enoc. Que fue trasladado
de un lugar a otro. Esta es la razón, porque la Escritura dice que Dios tomó a Enoc
y lo transportó a otro lugar donde nadie lo pudo encontrar o sea que nadie lo vio
morir.
En el libro de Deuteronomio 34:6 leemos que Dios tomó a Moisés y antes de
entrar a la tierra prometida le mostró toda aquella tierra y después de verla murió
Moisés, sin que nadie viera donde lo sepultó Dios. De modo que tanto Moisés y
Enoc tuvieron una muerte similar, que nadie supo donde fueron sepultados.
Solamente que moisés era de ciento veinte años y Enoc era de edad de
trescientos sesenta y cinco, cuando fueron llevados por Dios.
De manera que es imposible mostrar con la Sagrada Escritura que Enoc se
transformó y se inmortalizó gozando de una vida celestial. Estos santos de Dios y
otros más, ciertamente vivieron una vida piadosa, pero ninguno ha heredado los
cielos como premio por vivir una vida santa.
Recordemos lo que dice hebreos 11:39-40 “Debido a su fe, todas esas
personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo
que Dios le había prometido. 40 pues Dios tenía preparado algo mejor para
nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros” NTV.
Por su manifestación en la Tierra hace diecinueve siglos, el Hijo de Dios arrojó “luz
sobre la vida y la incorrupción por medio de las buenas nuevas.” (2 Tim. 1:10) Por
medio de él Dios les dio a muchas personas “un nuevo nacimiento a una
esperanza viva . . . a una herencia incorruptible e incontaminada e
inmarcesible . . . reservada en los cielos.” (1 Ped. 1:3, 4) Jesucristo mismo fue
el primero que fue resucitado a la plenitud de la vida, el primero resucitado a los
cielos, es decir en un ámbito no terrenal, sino en otra morada de las muchas que
tiene listas el Padre —Rev. 1:5.
Por lo tanto Jesús fue el “precursor” de los que reciben vida en el cielo. El
inspirado escritor cristiano dijo de la esperanza celestial: “Esta esperanza la
tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme, y entra hasta dentro
de la cortina [en el Santísimo del templo, que representa la propia morada
celestial de Dios], donde un precursor ha entrado a favor nuestro, Jesús, que
ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre.”
(Heb. 6:19, 20)
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El mismo escritor muestra que la cortina del compartimiento del Santísimo en el


tabernáculo del desierto representaba la carne de Jesús. (Heb. 10:20; compare
con Éxodo 26:1, 31, 33.) Mientras Jesús estuvo en la carne, no pudo entrar en el
cielo, porque “carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios.” (1 Cor.
15:50).
El nivel vibratorio de un ser que no sea terrenal es mucho más elevado que el
actual terrícola. Al entregar su carne, y al ser resucitado “en el espíritu,” el camino
para los que serían invitados al reino de los cielos quedó abierto. —Juan 6:51; 1
Ped. 3:18.
La razón de esto es que “Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para
que él sea el primogénito entre muchos hermanos” – Romanos 8:29
Es decir el humano fiel a los preceptos Divinos esta destinado a tener un nivel
vibratorio igual que los seres Esprituales y de acuerdo a la morada que el Padre
asi lo tenga predestinado, porque tanto el planeta como sus moradores deben
vibrar a la imagen de Dios.
Fue Jesus quien dio inicio a la oportunidad de vivir en el cielo , estando en vida
menciono: “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha
levantado otro mayor que Juan Bautista; pero el más pequeño en el reino de
los cielos, mayor es que él.12 Desde los días de Juan el Bautista hasta
ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.13
Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.14 Y si queréis
recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.15 El que tiene oídos para oír,
oiga”. (Mat 11:12-15)
La escrituras Hebreas se escribieron con un solo objetivo el conducir al pueblo de
Israel hacia el Mesías y todas las profecías y escritos desde el Génesis hasta
Malaquías hablaban o conducían hacia el Escogido por Dios que fue Jesús (Luc
1:26-33).
La invitación inicial para ser parte de este estado se extendió inicialmente a los
judíos naturales y en esto Jesús fue muy claro (Mat 15:21-24), pero los judíos no
aceptaron en su gran mayoría al Mesías, al matar al escogido por Dios y luego
perseguir a sus seguidores el pueblo judío sello su suerte y Dios se alejó de ellos,
por eso Dios fijo su mirada en los Gentiles o gente de las naciones que no eran
judías, en una parábola de Jesús él así lo explico.
“Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:2 El reino
de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;3 y
envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no
quisieron venir.4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los
convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales
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engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.5
Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus
negocios;6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.7 Al
oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos
homicidas, y quemó su ciudad.8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la
verdad están preparadas; más los que fueron convidados no eran dignos.9
Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos
halléis.10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que
hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de
convidados.11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un
hombre que no estaba vestido de boda.12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste
aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.13 Entonces el rey dijo a
los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera;
allí será el lloro y el crujir de dientes.14 Porque muchos son llamados, y
pocos escogidos”. (Mat 22:1-14).
En la ilustración Jesús explica como Dios extendió la invitación a los Judíos y
estos la rechazaron, por eso el creador escogió a los que encontró en el camino
es decir los gentiles, también Jesús lo menciono en otras partes (Luc 19:41-44),
(Mat 23:37-38).
Los apóstoles escribieron sobre como Dios escogió a los gentiles y abandonaba
por un tiempo a los Judíos para que formaran parte de esta real Esperanza (Hech
10:34 y 11:1-17), Está claro que de los gentiles también saldrían aquellas
personas que residirían en la morada celestial designada por el Padre junto con
los judíos del primer siglo que aceptaron al mesías y un remanente al final de los
tiempos (Rom 11).
Todo lo anterior fue predicho con miles de años de anticipación, cuando el pueblo
de Israel fallo al cumplir el primer pacto que se celebró entre Dios y los Judios en
el monte Sinaí. Moisés predijo que Israel fracasaría en guardar el antiguo pacto
(Deut 29:22-28), pero luego él ve un tiempo de restauración (Deut 30:1-5) En ese
momento, Moisés dice, "Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el
corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas" (versículo 6). El nuevo pacto
supone un cambio total de corazón, para que el Pueblo de Dios le agrade de
manera natural.
El profeta Jeremías también predijo el nuevo pacto. “He aquí que vienen días,
dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la
casa de Judá. . . . Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la
escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo"' (Jer 31:31-33).
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El nuevo pacto también se menciona en Ezequiel 36:26-27, "Os daré corazón


nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro
de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis
preceptos, y los pongáis por obra". Ezequiel enumera varios aspectos del
nuevo pacto aquí: un corazón nuevo y un espíritu nuevo, el Espíritu Santo
morando en nosotros, y una verdadera santidad. La ley mosaica no podía
proporcionar ninguna de estas cosas.
Por esta razón Dios estableció un nuevo pacto y este entra en acción por medio
de Cristo (Luc 22:20), “De igual manera, después que hubo cenado, tomo la
copa, diciendo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros
se derrama””.
¿Qué significa este Nuevo Pacto?, ¿Quiénes están en ese nuevo pacto?,
¿Quiénes son los 144.000? en el próximo estudio lo veremos.

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