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MONOGRAFIA

NOMBRES: JUAN FERNANDO RAYA

HENOCH MAMANI BATALLANOS

MATERIA: DERECHO ECONOMICO

AÑO: 2022
I.INTRODUCCIÓN

Los fenómenos de privatización son, en principio, distintos e independientes, pudiendo


o no coincidir en el tiempo. Es posible que el Estado decida introducir un programa de
privatizaciones manteniendo simultáneamente sectores regulados y monopolios
públicos, e incluso, puede darse el caso de que un Gobierno decida privatizar un
monopolio público, pero sin someter paralelamente el sector a la competencia, con lo
que se estaría sustituyendo un monopolio público por otro privado. La confusión entre
los dos términos tiene su origen en que, generalmente, en la presentación política de
las privatizaciones se destaca, como un elemento positivo, el estímulo de las fuerzas
competitivas y, de hecho, las privatizaciones frecuentemente se acompañan de
medidas liberalizadoras. Privatizar no es suficiente para fomentar la competencia, es
necesario crear un mecanismo que la defienda.

Durante la década de los 80 la economía en Bolivia sufrió desequilibrios


económicos estos cambios se pudieron evidenciar entre los años 1984 y 1985 por la
hiperinflación que afectaba nuestro país. Con el transcurso de los años se
tomaron medidas para nacionalizar las empresas privatizadas en anteriores
gobiernos.

En agosto de 1985 Bolivia inició un proceso de reformas que han implicado un cambio
radical en el patrón de desarrollo del país. Las reformas se enmarcan en el Consenso
de Washington, el cuál presenta un enfoque económico radicalmente distinto al que se
había seguido hasta fines de la década de los setenta. La privatización de las
empresas públicas bolivianas comenzó a principios del año 1992 y es la reforma que
Bolivia más se demoró en iniciar. El trabajo se divide en dos partes debido a que la
enajenación de las empresas estatales en Bolivia presenta dos patrones diferentes.
Por una parte, la enajenación de las empresas pequeñas y medianas que operan en
mercados competitivos mediante el traspaso del 100% de la propiedad al sector
privado y, por otra, la capitalización de los grandes monopolios estatales que exige al
inversionista estratégico que aporte el 100% del valor de mercado de la empresa para
ser de esta manera propietario del 50% de la firma y además obtener el control de la
empresa. Adicionalmente, el Estado distribuirá gratuitamente las acciones que sean
de su propiedad en las empresas capitalizadas a todos los ciudadanos bolivianos
legalmente hábiles para este fin.
II. DESARROLLO

La privatización se puede definir como la transferencia de recursos del sector público


al sector privado por medio de una compra o adquisiciones sus bienes; realizando
cambios en las funciones internas que muchas veces son beneficiosas.

Domberger y Piggott (1994:228) reconocen tres fórmulas alternativas de privatización:


transferencia de activos del sector público al sector privado, en general, mediante su
venta; desregulación o liberalización de los monopolios legales (con o sin venta de
activos) y con un énfasis particular en eliminar las restricciones de entrada y, por
último, la concesión de franquicias o contrataciones externas para la oferta de bienes
y servicios comerciales concedidas a empresas del sector privado

Durante la década de los 80 y 90 en Bolivia se evidencio una oleada


de privatizaciones es decir que el control que tenía el Estado sobre las empresas de
telecomunicaciones, electricidad, hidrocarburos, agua, minas y otras áreas se
traspasó al sector privado en busca de una mayor eficiencia.

El plan de privatización de las grandes empresas públicas fue establecido por el


Movimiento Nacionalista Revolucionario, partido político que tomó el poder después
de las elecciones de junio de 1993. Este partido presentó en su plan de gobierno
1993-1997 la privatización de las mayores firmas estatales mediante su capitalización
y la continuación de la enajenación de las empresas pequeñas con el traspaso del
100% de su propiedad al sector privado. La razón de esto estriba en el hecho que la
sociedad boliviana definitivamente no veía con buenos ojos la venta de las principales
empresas estatales al sector privado y es por esto que la actual administración puso
en marcha esta vía alternativa de privatización.

Podemos decir que la privatización es una asociación entre el Estado que aporta sus
empresas públicas y un inversionista estratégico que aporta el valora cordado en
capital, creando una nueva sociedad. Además, se espera que la privatización atraerá
nueva tecnología y una mejor administración para que las empresas sean más
eficientes y brinden mejores servicios a la población. Por el temor de que las
empresas privatizadas abusen de su poder, brinde un servicio de baja calidad y se
transformen en un mercado monopólico se crea el Sistema de regulación sectorial
con el objetivo de regular y controlar a las empresas privatizadas. En Bolivia se
han dado varias modalidades de privatización, entre las cuales están encuentran
las siguientes: Concesión de servicios públicos: Se aplicó a los aeropuertos y
empresas de agua potable y alcantarillado. Transferencia total de empresas:
Se aplicó a las empresas de las corporaciones regionales de desarrollo (por
ejemplo, los ingenios azucareros, la industria lechera, una fábrica de cemento, varias
hilanderías, etc.) Transferencia de activos: Se aplicó a las refinerías de
YPFB. Joint venture: Se aplica a los proyectos de exploración y
explotación de hidrocarburos entre YPFB y el sector privado. Venta parcial de
acciones de empresa: Se aplicó en la fábrica de cemento FANCESA. Venta de
acciones del Estado: ELFEC y TDE. En 1994 se promulga la Ley de
Capitalización, que estableció una nueva modalidad de privatización en el país.
Capitalización: Se aplicó a las principales empresas de servicios público ENDE,
ENTEL, ENFE, LAB Y a las actividades de transporte, exploración producción de
hidrocarburos que realizaba YPFB. La Privatización en Bolivia, estableció que el
principal objetivo de esta medida fue el de aumentar la eficiencia de las
empresas públicas, mejorando ya aumentando la competitividad de la economía en
su Conjunto. Posteriormente se dio inicio a la nacionalización de todas las
empresas privatizadas. A partir del año 2000 surgieron voces del pueblo
reclamando una mayor participación del estado en las empresas
privatizadas principalmente en el sector de los hidrocarburos.

Así, la privatización boliviana consistió en una autorización a las entidades públicas


para transferir sus activos, pero también para aportarlos a la constitución de
sociedades de economía mixta, figura jurídica que constituyó, como veremos
posteriormente, el paso inicial del proceso de capitalización. De ahí, podemos señalar
que la Ley de Privatización, si bien no expresamente, ya contenía el concepto base de
la capitalización. La privatización de las empresas públicas bolivianas pretendía lograr
que su administración por parte del sector privado, además de mejorar y promover la
competencia en la economía, produzca y libere recursos que el Estado podría destinar
a la inversión social e infraestructura, es por eso que el artículo 7 de la Ley señaló:

Los recursos netos obtenidos por la venta de los activos, bienes, valores y acciones
de propiedad de las empresas públicas departamentales deberán ser destinadas a
proyectos de inversión social del departamento donde se encuentren ubicadas. Los
recursos provenientes de la venta de las empresas públicas pertenecientes al
Gobierno Central, serán programados en el presupuesto de inversión pública. En
ambos casos, se priorizará la inversión dirigida al área social en los grupos de
extrema pobreza y en ningún caso los recursos provenientes de la venta de las
entidades, instituciones y empresas del sector público podrán ser destinados ni
utilizados como fuente de financiamiento del gasto corriente del sector público.
(BOLIVIA, 1992)

Por otra parte, el artículo 2 de la Ley de Privatización dispuso:

“La privatización de las entidades públicas de servicios no sujetas a libre competencia,


deberá someterse a un procedimiento especial cuya reglamentación expresa tomará
en cuenta las disposiciones legales que sean necesarias”.

Como observamos, la Ley estableció una especie de reserva en cuanto a las


empresas no sujetas a libre competencia, es decir, respecto a las empresas que
operaban monopolios naturales que, como veremos después, son en su mayoría las
empresas que se capitalizaron. A partir de lo dicho, podemos hablar de una relación
entre las leyes de privatización y capitalización, o más bien de una
complementariedad de la segunda respecto a la primera, ya que, en los hechos, con
la capitalización se dispuso la privatización de las empresas que debían someterse a
un procedimiento especial. El artículo 4 de la Ley, al establecer los procedimientos, a
través de los cuales se privatizarían las empresas estatales, indicó:

Las transferencias a que se refiere la presente Ley, se efectuarán necesariamente


mediante licitaciones públicas, subasta o puja abierta, o a través de las bolsas de
valores, proporcionando para ello la información adecuada que permita una amplia
participación de los interesados y que se asegure la transferencia e idoneidad del
proceso. (BOLIVIA, 1992)

La Ley de Privatización fue complementada por el Decreto Supremo No. 23991, que
dispuso el reordenamiento de todas las empresas y entidades del sector público, y por
la Resolución Suprema No. 215521 que estableció los procedimientos para la
ejecución de dicho reordenamiento. La privatización fue la medida que más
obstáculos enfrentó al ser aplicada, ya que en ella se encuentra implícito un aspecto
central del nuevo modelo de desarrollo: los roles del Estado y del sector privado. En
los hechos, las empresas privatizadas en el período 1992-1994 fueron algunas de las
fábricas y los hoteles que el Estado poseía a través de las prefecturas y de las
corporaciones regionales de desarrollo, habiendo transferido la totalidad de la
propiedad de dichas empresas al sector privado, algunas a empresarios privados
nacionales o extranjeros y otras a los mismos trabajadores.

Entre las diversas razones que utilizaron el Gobierno y el sector privado para justificar
la privatización, se exponen las principales:
a) A lo largo de diferentes foros, seminarios y publicaciones se argumentó que la
privatización permitiría mejorar la eficiencia global de la economía nacional,
abriría oportunidades de inversión al sector privado y liberaría recursos del
sector público para ser destinados al área social de la economía.
b) Se afirmó que la política de privatización era un movimiento mundial que
eliminaba el capitalismo de Estado y ponía al mercado y a la propiedad privada
de los medios de producción como principales elementos en la asignación de
recursos. La privatización era un instrumento que ayudaba a redefinir el rol del
Estado en la economía boliviana y derivaba en una reforma global del Estado y
de la sociedad en función de las nuevas tendencias de la economía mundial
(Foro Económico/ILDIS, 1990).
c) Las autoridades de ese tiempo establecían también que el Estado debía
concentrar sus recursos en la atención de las áreas específicas que no pueden
ser atendidas por el sector privado y así se buscaba crear un Estado pequeño
en tamaño pero capaz de ejercer su función de fiscalización del funcionamiento
del aparato económico y de focalizar los escasos recursos de inversión en la
provisión de la infraestructura física adecuada para el desarrollo de la sociedad
y en la generación de los servicios básicos de salud y educación para los
sectores más pobres y desprotegidos ( Doria Medina ,1992).
d) Se afirmó que la privatización llevaría a una mejora de las finanzas públicas ya
que el cambio de propiedad anulaba una de las fuentes de presión del Estado
sobre los mercados de crédito y se eliminaba también de esta manera un
instrumento de absorción ineficiente de los recursos públicos. El Gobierno
también destacó que la ley de privatización obligaba que los ingresos
generados por la venta de las firmas estatales se destinaran al área social y a
la inversión en infraestructura. De esta manera, la utilización de los recursos
obtenidos tendría un efecto redistributivo. Un efecto redistributivo adicional
también era posible a través de la implementación del mecanismo de
capitalismo laboral y de la utilización de la Bolsa de Valores para evitar la
concentración de la propiedad (Doria Medina, 1992).

AI momento de iniciarse el proceso de privatización, en el año 1992, la estabilidad


económica se encontraba consolidada. La inflación alcanzaba tan sólo un 10.5% y la
tasa de interés para depósitos a plazo en dólares, aunque alta para el nivel
internacional, ya reflejaba la escasez del dinero y el riesgo país (11.2%).
Adicionalmente, la economía del país experimentaba tasas de crecimiento que
oscilaban entre el 3.5% y el 4%, el déficit fiscal se situaba en niveles inferiores al 4.5%
del PIB y era financiado con recursos externos, dichos recursos además permitían
financiar con cierta holgura los déficits en cuenta corriente de la balanza de pagos, al
extremo que el país había acumulado reservas que le permitían financiar entre 4 a 5
meses de importaciones. (Banco Central de Bolivia, 1993).

En total, en el período de 1992 a 1997 se transfirieron 37 empresas por un monto de


US $ 76.481.025.45 Cabe aclarar, que paralelamente al desarrollo del proceso de
capitalización a partir de 1994, la privatización en su modelo inicial, continuó siendo
aplicada por el gobierno para la transferencia de empresas estatales al sector privado,
prueba de ello es que el Decreto Reglamentario a la Ley de Privatización data de
1995.

III. CONCLUSIONES

Las políticas de privatización pretenden cumplir una serie de objetivos o argumentos


que los propios gobiernos manifiestan como justificación o defensa de sus programas
de privatización:

a) Razones económicas: incrementar la eficiencia del sistema para conseguir una


mejora del bienestar social.

b) Razones financieras: generar recursos para el sector público y reducir el déficit


público.

c) Razones políticas: reducir la implicación del Estado en la toma de decisiones


empresariales y limitar el peso del sector público empresarial, ampliar el número de
propietarios fomentando el denominado “capitalismo popular”, poner freno al poder de
los sindicatos del Sector Público,

Los críticos del análisis económico manifiestan que las políticas de privatizaciones
abren nuevos espacios a la acumulación y la ganancia privada, a costa de una mayor
destrucción de fuerzas productivas y de regresión social. Tras cada proceso
privatizador existe una tendencia a la reducción del empleo, tanto por el cierre de
actividades como por la búsqueda de una mayor rentabilidad del trabajo ocupado,
presionando a su vez a la baja en los niveles salariales. Las privatizaciones, por una
parte, favorecen la consolidación de grupos económicos muy poderosos que pueden
influir en la política, en la comunicación y en la cultura.
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Domberger, S. y Piggott, J. (1994): “Políticas privatizadoras y empresa pública: una


visión panorámica”, Hacienda Pública Española, núm. 128-1, págs. 219-236.

Banco Central de Bolivia, Boletín Estadístico. La Paz, Bolivia

Doria Medina, Samuel (1992), "La política de Privatización del Gobierno", editado por
ILDIS en La privatización de Empresas y Servicios Públicos en Bolivia. ILDIS, La Paz,
Bolivia.

Central Obrera Boliviana (1991), "Privatización de las empresas públicas" en


Privatización en Bolivia: Mitos v Realidades. CEDLA, Serie Análisis Temas
Económicos, La Paz, Bolivia.

Villegas, Carlos (1991), "Características básicas de los programas de privatización" en


Privatización en Bolivia: Mitos v Realidades. CEDLA, Serie Análisis Temas
Económicos, La Paz, Bolivia.

Foro Económico/ILDIS (1990), "El proceso de Privatización", Foro Económico No 28,


Julio, 1990, La Paz, Bolivia.

Aguirre, Álvaro (1991), "Privatización, Estado y Empresas Públicas" en Privatización


en Bolivia: Mitos y Realidades. CEDLA, Serie Análisis Temas Económicos, La Paz,
Bolivia.

UDAPE (1992), "Estadísticas Económicas de Bolivia", UDAPE, septiembre, La Paz,


Bolivia.

BOLIVIA, H. C. (24 de ABRIL de 1992). LEVIVOX. Obtenido de


https://www.lexivox.org/norms/BO-L-1330.html#:~:text=%2D%20Se
%20autoriza%20a%20las%20instituciones,de%20nuevas%20sociedades
%20an%C3%B3nimas%20mixtas.1992

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