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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGÍA

ASIGNATURA: PATOLOGÍA GENERAL


TEMA: RESÚMEN DE LA EXPOSCIÓN

ESTUDIANTE: JEFFREY CHALEN A.


SEMESTRE: III
PARALELO: 3-1
DOCENTE: GALO ZAMBRANO

PERÍODO LECTIVO 2022 – 2023


Edema fisiopatología, hiperemia y congestión, hemorragia.

El edema es una hinchazón causada por el exceso


de líquido atrapado en los tejidos del cuerpo. Si bien
el edema puede afectar cualquier parte del cuerpo,
se puede observar con mayor frecuencia en las
manos, los brazos, los pies, los tobillos y las piernas.

El edema puede producirse como consecuencia del


uso de medicamentos, debido al embarazo o a una
enfermedad preexistente, con frecuencia,
insuficiencia cardíaca congestiva, una enfermedad
renal o cirrosis hepática.

A menudo, el edema se alivia al tomar medicamentos para eliminar el exceso de líquido y al


reducir la cantidad de sal en tus comidas. Cuando el edema es un signo de una enfermedad de
fondo, la enfermedad en sí misma requiere un tratamiento diferente.

Los signos de edema comprenden los siguientes:

• Hinchazón o inflamación del tejido que está directamente debajo de la piel,


especialmente, en las piernas o en los brazos
• Piel estirada o brillante
• Piel que retiene un hoyuelo (fóvea) después de presionarla durante varios segundos
• Aumento del tamaño abdominal

Hiperemia y congestión

Estos trastornos hemodinámicos se producen por un


aumento de volumen sanguíneo dentro de los tejidos, cada
uno con mecanismos subyacentes diferentes, al igual que
sus consecuencias.

La hiperemia es un proceso activo en conjunto con la


dilatación arteriolar, produce un aumento de flujo
sanguíneo, los tejidos se tornan rojizos (eritema). Por
ejemplo, en: zonas de inflamación y en el musculo
esquelético durante el ejercicio.

La congestión es un proceso pasivo, secundario a una menor


salida de sangre de un tejido. Puede ser sistémica (p. ej.
Insuficiencia cardiaca) o localizada (obstrucción venosa
aislada)

La congestión pasiva crónica, es por consecuencia del


aumento de la presión hidrostática, por lo que genera
una hipoxia crónica que dará una lesión isquémica en el
tejido y cicatrices.

Estos tejidos crónicamente congestionados provoca la


rotura de capilares y por ende focos hemorrágicos,
además un catabolismo de los eritrocitos extravasados
que deja cúmulos residuales
Los tejidos congestionados se tornan de un color azul rojizo oscuro (cianosis), debido a la
estasis de eritrocitos y presencia de hemoglobina desoxigenada.

- Congestión pulmonar aguda. - tiene capilares alveolares dilatados, edema septal alveolar y
hemorragias intraalveolares.

- Congestión pulmonar crónica. - causada a menudo por insuficiencia cardiaca congestiva,


las paredes están engrosadas y fibróticas, y los alveolos contienen células de la insuficiencia
cardiaca (Macrófagos con hemosiderina).

- Congestión hepática aguda.- la vena central y los sinusoides hepáticos están distendidos, los
hepatocitos centro-lobulillares sufren necrosis isquémica, y los hepatocitos peri portales, solo
desarrollarían degeneración grasa.

- Congestión hepática pasiva crónica. - las regiones centrolobulillares tienen un color marrón
rojizo y levemente hundidas.

HEMORRAGIA

Se llama hemorragia a cualquier herida con


gran salida de sangre de sus cauces
habituales, los vasos sanguíneos.
Técnicamente se nombran hemorragias
exanguinantes, o sea aquellas con un
sangrado muy profuso. Existen varias formas
de clasificar las heridas, aquí se exponen las
que mejor nos pueden ayudar a la hora de
evaluar una hemorragia y saber su gravedad.

Atendiendo al tipo de vaso que se ha roto:

ARTERIAL. La sangre sale de una arteria, a impulsos y con un color rojo intenso. Muy peligrosas
por la gran pérdida de sangre que presentan.

VENOSA. La sangre sale de una vena y lo hace de forma continua y con un color rojo oscuro.

CAPILAR. Las heridas más comunes y menos peligrosas. Son superficiales y con poca salida de
sangre.

Según el destino final de la sangre:

EXTERNAS. Son aquellas en las que la sangre sale al exterior a través de una herida. Las
hemorragias externas más comunes se producen en las extremidades porque por ellas las
arterias pasan de forma más superficial y porque son zonas del cuerpo muy expuestas, sobre
todo los brazos con los que manejamos multitud de herramientas y realizamos tareas peligrosas.
Son las que vamos a ver en este artículo.

INTERNAS. Son aquellas que se producen en el interior del organismo, sin salir al exterior, por
lo tanto, la sangre no se ve, pero sí que se puede sospechar por el tipo de accidente sufrido y
por los signos y síntomas de shock.

EXTERIORIZADAS. Son aquellas hemorragias que siendo internas salen al exterior a través de un
orificio natural del cuerpo: oído, nariz, boca, ano o genitales. Su principal peligro no es la pérdida
de sangre si no la lesión interna (cráneo, vísceras, órganos...)

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