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Armagedón,
la batalla final
Tengo cáncer, ¿qué hago?
Una mujer cristiana nos cuenta
sus vivencias ante una terrible
noticia / 10
“Buscamos una iglesia Cómo controlar la ira Cuando la vida es injusta
discipuladora” Nueve pasos prácticos para ¿Dónde está Dios cuando la
Dialogamos con el Pr. Liessi, que el enojo no se apodere de tragedia golpea? ¿Por qué sufre
presidente de la UCh / 15 nosotros / 16 la gente buena?/ 28
La batalla del
Armaged
6 | $EULOûrA
 Por Alejandro Medina Villarreal
Coordinador editorial en la editorial adventista Safeliz, España.
amedina@safeliz.com
Un poco de luz bíblica en relación con los últimos
acontecimientos mundiales.
D
urante los meses de octubre y
noviembre de 2012, se desataron
nuevas hostilidades entre Israel
y los palestinos, lo que encendió alarmas
en Medio Oriente. Sin embargo, el 30 de
noviembre del mismo año, la Asamblea de
la Organización Mundial de las Naciones
Unidas (ONU) aceptó a Palestina como un
Estado observador. De esta manera, la orga-
nización más representativa de la voluntad
internacional reconoció “implícitamente
la soberanía de los palestinos sobre el te-
rritorio ocupado por Israel desde 1967”.
Las protestas de Israel y de los Estados
Unidos no se hicieron esperar; en espe-
cial, el sector evangélico de los Estados
Unidos reaccionó, muy molesto. Y es que,
de acuerdo con ellos, Israel juega un papel
muy importante en la historia profética.
Pero ¿por qué? Sencillo: una interpreta-
ción equivocada de la profecía bíblica. La
mayoría del protestantantismo estadouni-
dense cree en el dispensacionalismo, una
comprensión profética que asegura que
los judíos regresarán a Israel y que luego
se convertirán al evangelio, para dar paso,
así, a la última batalla: el Armagedón.
De modo que, para apuntalar a Israel, los
cristianos apoyan todo tipo de medidas,
ón
incluyendo las más violentas, con la inten-
ción de fortalecer su situación en Oriente
Medio. Esta extraña alianza entre Israel y
los cristianos conservadores se inició en
1977, “cuando Menájem Beguin y el Likud,
partido de derecha israelí, accedieron al
poder por primera vez”.
Grandes cantidades de dinero fluyen
hacia Israel de parte de miles de creyentes
estadounidenses, que creen que así “apre-
suran” la venida de Jesús. Los israelíes se
aprovechan de ello, y se aseguran el apoyo de
los conservadores estadounidenses. Cuando
Ariel Sharón aparecía ante los cristianos
sionistas, según un observador, se llevaba
“ovaciones reservadas, por lo general, a las
estrellas de rock”. Para ellos, Sharón era “el
hombre que Dios ha elegido para cumplir
las profecías del fin de los tiempos”. Y
agregaban que solo estaban respondiendo
“a la llamada de Dios, tal como se formula
en el Antiguo Testamento”.
Por si esto fuera poco, los eventos de la
Primavera Árabe entre 2010 y 2012 –que
estremecieron a varios países del norte de
África y condujeron a la caída de los man-
datarios en Egipto, Túnez, Libia, Yemen, así
como a una terrible guerra civil en Siria–
han encendido el alerta de quienes creen
que se acerca la batalla del Armagedón.
En realidad, detrás de las principales
directrices que conducen a los grandes
líderes de este mundo, se pueden observar
interpretaciones proféticas –no necesaria-
mente aclaradas de la mejor manera–, así
como la idea de una guerra santa. Mucha
gente se sorprendería del profundo interés
de los gobernantes del planeta en este tema.
Una perspectiva bíblica
La palabra armagedón aparece solo una
vez en la Biblia, en Apocalipsis 16:16. Lo
más probable es que sea una construcción,
a partir de palabras hebreas, que significa
“Montaña de Meguido”, en referencia a un
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La batalla del Armagedón
antiguo campo de batalla donde el pueblo
de Dios siempre obtenía la victoria. También
se lo denomina Valle de Josafat (Joel 3:9-16).
Ahí ocurrieron, por lo menos, tres batallas
muy conocidas en la Biblia: la victoria de
Judá, bajo el rey Josafat, frente a una triple
alianza (1 Crón. 20); la victoria de Débora y
Barac (Juec. 4); la victoria de Gedeón frente
al ejército madianita (Juec. 6).
En la Biblia, existe una clave muy im-
portante para entender a qué se refiere la
batalla del Armagedón, a saber, la referencia
al secamiento del río Éufrates, en el marco
de las siete postreras plagas. ¿Qué trata de
decir el apóstol Juan, autor del Apocalipsis?
Está comparando la caída de un poder
extraordinario que surgiría en el futuro,
y cuya influencia sería semejante a la de
la antigua Babilonia, ciudad considerada
impenetrable para los ejércitos enemigos, así
como un símbolo de seguridad y estabilidad.
Y ¿qué condujo a la caída de Babilonia?
Resulta ser que Nabonido, rey de Babilonia,
había provocado una debacle en el país
gracias a su mala administración; además,
había trasladado la sede de su gobierno
hacia Tema, en Arabia. Ahí se dedicó a
adorar a Sin, diosa de la luna, en vez de
a Marduk, el dios principal de Babilonia.
En su lugar, su hijo Belsasar permaneció
en Babilonia. Durante un enfrentamiento
con Ciro, general medopersa, en Opis (a
185 kilómetros al norte de Babilonia), su
propio pueblo se le rebeló. Finalmente, el
10 de octubre de 539 a.C. se rindió en Sipar
(a 80 kilómetros al norte de Babilonia),
sin haber combatido, y huyó hacia el sur,
a Borsipa. Entonces, en un momento de
sumo peligro y con el ejército medopersa
a las puertas de la ciudad, amenazando la
caída de la nación, ¡a Belsasar se le ocurrió
celebrar una fiesta desenfrenada!
El 12 de octubre de 539 a.C., el ejército
medopersa entró en la ciudad desviando
el cauce del río que cruzaba la muralla; es
decir, ocurrió el secamiento del Éufrates.
Eso dio lugar a que Ciro entrara triunfante
en Babilonia, y pusiera fin a aquella hege-
monía. Esa noche, Belsasar y sus súbditos
estaban ebrios, y no representaron una
gran oposición para los rivales. También,
Ciro fue el libertador del pueblo de Israel.
La Biblia lo llama “Mesías” (Isa. 45:1-3).
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Interpretación para este tiempo
La batalla del Armagedón forma parte
de una serie de condiciones que ocurren
dentro de las siete últimas plagas del Apo-
calipsis, también conocidas como los juicios
de Dios sobre este mundo. Dichas plagas
incluyen crisis de carácter ambiental,
sanitario y político. Todo esto creará las
condiciones para obligar a los gobiernos
del planeta –tanto débiles como podero-
sos– a buscar soluciones en común, con el
objeto de enfrentar la situación. Algunas
de ellas incluirán la pérdida de libertades
básicas (como la libertad religiosa), esce-
nario común cuando se enfrentan graves
dificultades.
¿Dónde se llevará a cabo la batalla del
Armagedón? Esta es una lucha de carácter
espiritual, que se verifica en el ámbito de la
conciencia de cada ser humano. Cada quien
habrá de decidir de qué lado estará; el resto
consistirá en asumir las consecuencias.
En un planeta que parece navegar al ga-
rete y en medio de una orfandad de valores,
es evidente la necesidad de un rumbo en
cuestiones morales, el cual disminuya los
altísimos niveles de violencia, que hoy son
parte de la vida cotidiana de los habitantes
de este mundo. Se necesita una nueva
organización del mundo que contemple la
economía, la política, la moral, la ecología,
la educación, la ciencia, la religión y la
cultura. Todos sabemos que un cambio
es necesario, pero no entendemos cómo
podría darse. Anhelamos un mundo mejor,
pero aún no tenemos el camino correcto.
El mundo necesita urgentemente un
conductor creíble, en quien depositar la
confianza. La escasa confianza de la socie-
dad en los políticos, así como sus frecuentes
escándalos en situaciones de corrupción
e inmoralidad, obligan a la gente a voltear
para ver hacia una figura que se mantiene
expectante: el papa de Roma. Por eso, hoy
se observa un sólido liderazgo del Vaticano,
el cual será cada vez mayor, hasta aglutinar
a los principales dirigentes del planeta en
su principal objetivo. No obstante, lo que
muchos no consideran es que Roma no ha
cambiado sus temerarias actitudes, de un
pasado marcado por medidas draconianas
de intolerancia religiosa.
Pero ¿qué será lo que terminará con
el apoyo de los gobernantes nacionales
al liderazgo del Papado? La aparición de
las siete plagas. Grandes desastres natu-
rales nunca antes vistos despertarán sus
conciencias, y les hará ver que han sido
engañados. La gran seguridad que hoy
ensoberbece a millones de personas pronto
se vendrá abajo. Roma perderá su apoyo
(secamiento del Éufrates). Eso preparará
el camino para el regreso de Jesús a este
mundo, y la destrucción de los impíos.
Jesucristo es el único que puede estable-
cer un gobierno justo, y libre de maldad y
corrupción. Él vuelve pronto; los tiempos
así lo indican. ¿De qué lado del conflicto
desea usted colocarse?
Las plagas del Apocalipsis
1 a Aparición de grandes epidemias
en los incrédulos. Se desencadena
una úlcera maligna y pestilente
sobre los adoradores de la bestia y
su imagen.
2 a Contaminación del mar. El mar
se vuelve sangre.
3 a Contaminación de ríos y manan-
tiales. Los ríos y las fuentes de las
aguas se vuelven sangre.
4 a Efectos del cambio climático.
Sobreviene un calor insoportable.
5 a Crisis en el liderazgo del clero.
El trono de la bestia es cubierto
de tinieblas.
6 a Roma papal es abandonada por
sus aliados. El secamiento del Éu-
frates. Lucha por el dominio de la
conciencia humana. Unión de pode-
res espirituales en contra del pueblo
de Dios. Batalla del Armagedón.
7 a El cataclismo final. Cristo vuelve
a la Tierra.