Está en la página 1de 22

SESIÓN 1

INTRODUCCIÓN

FUNDAMENTOS DE INVERSIÓN
POR DIVIDENDOS
APRENDE A OBTENER RENTAS PASIVAS
CON UNA CARTERA DE ACCIONES
SESIÓN 1
INTRODUCCIÓN
CONCEPTOS BÁSICOS
Para explicar los conceptos básicos de esta sesión vamos a contar la historia de Antonio
y Rocío, un matrimonio que decide montar una panadería.

¿Qué es el dividendo?
Antonio y Rocío deciden constituir una sociedad empresarial aportando 5.000 € cada
uno. Ambos son dueños al 50% de su sociedad, que tiene solo dos acciones: una la tiene
Antonio y la otra Rocío. El capital aportado conjuntamente es de 10.000 €.
Al principio la panadería no les da mucho dinero. Al cabo de un año, Rocío decide ofre-
cer también pastelería y bollería artesanal elaborada con recetas tradicionales de su familia.
La panadería empieza a crecer y, aunque el primer año no generó beneficios, el segundo
genera unos beneficios después de costes e impuestos de 6.000 € que ambos deciden
repartirse en concepto de dividendo. Cada uno cobra 3.000 €.
Dividendo: Es la parte del beneficio que la empresa decide repartir a los accionistas. Se
suele ofrecer en cantidad por acción; por ejemplo: «AT&T dará un dividendo de 0,52 $ por
acción». Para tener derecho a ese dividendo el accionista debe poseer las acciones desde
una fecha concreta, también llamada —fecha ex dividendo— y se cobrará en la llamada
fecha de pago.

¿Qué es una acción?


Antonio comenta con Rocío que le gustaría añadir más partícipes a la empresa. La pana-
dería va bien y sería interesante montar otra en otro barrio. Para ello deciden hablar con los
hermanos de Rocío, Manuel y José, que han decidido aportar 2.000 € cada uno.
Al haber ahora cuatro propietarios con distintos porcentajes, Antonio y Rocío, que tenían
cada uno el 50% de la empresa, deciden definirla en acciones de valor nominal de 1 €. Así,
Antonio y Rocío tendrán 5.000 acciones cada uno y Manuel y José 2.000 acciones cada
uno.
Acción: Una acción es un título emitido por una empresa, ya sea una sociedad anónima
o comanditaria por acciones, que representa el valor de una de las partes iguales en que
podemos dividir su capital social. Su posesión generalmente da derecho al beneficio de la
empresa y al voto en la junta de accionistas en la misma proporción de su posesión.

1
¿Qué significa ser accionista de una empresa?
—¿Esto qué implica? —le pregunta José a su hermana Rocío.
—Muy sencillo, José: si hacemos una junta de accionistas ambos tendremos derecho a
voto, pero yo tendré 5.000 votos y tú 2.000.
—¿Pero tendré derecho a dividendo igual que tú?
—Claro, si repartiéramos 10 céntimos por acción, como tú tienes 2.000 acciones,
cobrarías 200 € y yo 500 €.
—Entonces, el número de acciones es una forma de ver fácilmente la parte de la que
soy dueño de la empresa.
—Así es, José.
Accionista: Es el dueño de una o varias acciones de una empresa.

¿Todos los ingresos son beneficios?


José se da cuenta de que los beneficios de la empresa son la mitad de los ingresos y no
entiende por qué pasa esto, así que decide llamar a Rocío para que se lo explique. Rocío
le explica que los ingresos que tienen por cada venta no son todo beneficios, dado que
hay que pagar muchas cosas: el sueldo de los empleados, los alquileres de los locales, la
materia prima para elaborar los productos, otros costes del local como la luz, el agua, etc.
También hay que pagar impuestos. Después de todos esos pagos, queda un beneficio neto
que puede repartirse a los accionistas o dedicarse a inversión.
Diferencia entre ingresos y beneficios: Los ingresos son todo el dinero que entra en la
caja de la empresa. Los beneficios son el resultado de restar a los ingresos los costes de la
actividad de la empresa y los impuestos.

¿Qué es el BPA?
Manuel ve un número muy grande en un informe que le facilita Rocío sobre los beneficios,
pero no termina de entenderlo. ¿A cuánta parte de los beneficios le dan derecho sus
acciones en el momento en que se reparta un dividendo?
Antonio, al verle preocupado, le explica que el beneficio total de la empresa ha de
dividirse entre el número total de acciones para calcular el beneficio por acción o BPA.
El número resultante, que será bastante inferior, le ayudará a entender el beneficio de la
empresa y, sobre todo, qué parte del beneficio corresponde a sus 2.000 acciones.
BPA (beneficio por acción): Es el resultado de dividir el beneficio total de la empresa
por el número de sus acciones en circulación.

2
¿Qué tiene que ver el beneficio con el PER?
Manuel lee en un periódico de finanzas que algunas empresas cotizan a PER 20 pero no
consigue entender qué significa. Después de investigar un poco, descubre que el PER es
lo que cotiza una empresa respecto al beneficio anual. Si una empresa tiene un beneficio
anual de 10 € por acción y su cotización es de 100 €, la empresa estaría a PER 10.
Como sus acciones no cotizan en bolsa, Manuel calcula el PER sobre lo que le costó
cada acción: 1 €. Y como tiene un beneficio anual de 0,20 € por acción, considera que tiene
respecto al precio de compra un PER 5. Manuel se da cuenta que quizás fue tan barato por
no cotizar en bolsa.
PER (Price to Earnings Ratio): Es el resultado de dividir el precio de la acción entre
el beneficio anual por acción. Nos indica cuántas veces está «incluido» el beneficio de la
empresa en el precio que pagamos por una acción.

¿Qué ocurre cuando una empresa no reparte todo el beneficio?


Otro año ha pasado y la empresa de panadería y bollería convoca una junta de sus ac-
cionistas. El orden del día incluye votar si se acepta o no el nuevo nombre de la empresa:
SuperRocíosCake. La nueva denominación se aprueba con el voto a favor de Manuel, José
y Antonio; Rocío votó en contra, pero sus 5.000 acciones otorgan a su voto menos peso
ante el de los demás propietarios, que suman 9.000.
A continuación, todos constatan que han tenido 14.000 € de beneficios. Los cuatro están
de acuerdo en que es mejor usar una parte para abrir una cuarta panadería. Así, deciden
repartirse el 50% de los beneficios y usar el otro 50% para la nueva panadería.
Payout: Es la parte del beneficio neto repartida al accionista, expresada como porcentaje.
Si el beneficio neto es 100 € por acción y se reparten 20 € por acción, se dice que el payout
es del 20 %. Lo calculamos dividiendo el dividendo anual abonado entre el beneficio por
acción.

¿Cuánto dividendo consigo por acción?


Manuel ve que el beneficio por acción es 1 € y que se están repartiendo 0,50 € por
acción. Entiende que el payout es del 50 %, pero la empresa SuperRocíosCake no cotiza,
así que hace el ejercicio hipotético de ponerle un precio de 10 € a su cotización ficticia. Si
este fuera el precio, ¿cuánta rentabilidad le está sacando en términos de dividendo?
Manuel hace algunas cuentas y calcula una rentabilidad por dividendo —o RPD— de un
5 % anual por acción, y lo hace dividiendo el dividendo por acción que recibió en el año
entre la cotización: (0,50/10) x 100.

3
RPD: La rentabilidad por dividendo (RPD) es la rentabilidad obtenida —expresada como
porcentaje—respecto al precio de la acción. La RPD puede calcularse respecto al precio de
compra o al precio actual del valor.

¿Y si salimos a bolsa?
Tras varios años de actividad, SuperRocíosCake se ha convertido en una empresa de
éxito. Después de meditarlo, los cuatro accionistas deciden salir a bolsa emitiendo 15.000
acciones nuevas.
Dado que es la primera vez que SuperRocíosCake emite acciones que van a cotizar en
bolsa, lo hace en el mercado primario mediante colocación directa de las acciones a un
fondo de inversión y a un banco.
Concluida la operación, el fondo de inversión y el banco sacan las acciones al mercado
secundario con el ticker $SRC, de manera que cualquier persona física o jurídica pueda
comprar y vender esas acciones al precio que acuerden las partes de la transacción.
Mercado primario/secundario: El mercado primario o de emisión es aquel al que acuden
las empresas que deciden emitir instrumentos como acciones o bonos por primera vez. En
él sólo pueden participar intermediarios financieros profesionales como brókeres, bancos
y otras instituciones habilitadas. A su vez, estas colocarán esos instrumentos en el mercado
secundario o de negociación, que es en el que todos participamos cuando invertimos en
bolsa. Aunque una empresa puede, si lo ve conveniente, colocar sus acciones directamente
en el mercado secundario, esto no suele ser habitual.

¿Quién vela por el pequeño accionista?


Antonio, Rocío, Manuel y José son ahora grandes ejecutivos de la compañía y toman la
mayoría de las decisiones de la empresa. Pero ahora no solo están ellos. Varios accionistas
con un gran número de acciones en su poder deciden en la siguiente junta nombrar a otras
personas para el consejo de Administración.
Tras varias votaciones, se forma un nuevo consejo con José y otros cuatro consejeros
independientes recomendados por accionistas de la empresa. Este consejo protegerá
los intereses de los accionistas y hará de intermediario con los cuatro fundadores, que
desempeñan cargos ejecutivos.
Consejo de administración: El consejo de administración es un órgano colegiado que
dirige la marcha de una empresa, supervisando y guiando la actuación de su equipo direc-
tivo. Sus componentes son elegidos y ratificados por la junta general de accionistas.

4
¿Quién tiene el poder en la empresa?
SuperRocíosCake sigue creciendo y en la junta de accionistas se pide ratificar los pues-
tos del equipo directivo. Rocío es ahora la CEO o directora general de la empresa y será
quien tenga siempre la última palabra; ya lo era en la práctica, pero dado el crecimiento de
la empresa, conviene hacerlo oficial.
José será el consejero delegado, un representante oficial del consejo de administración.
La diferencia con Rocío es que José tendrá un contrato mercantil y Rocío uno laboral. Con
este contrato José tiene un contrato de iguales y la empresa y él son independientes; en
cambio, Rocío, como directora general, tiene un contrato laboral como el resto de los em-
pleados. Entre las funciones de José estarán convocar la junta de accionistas y establecer
la política de la empresa relacionada con las acciones y participaciones propias, autocarte-
ra, etc.
Antonio es nombrado director de operaciones («Chief Operating Officer», en inglés) y
queda al mando de todas las decisiones diarias de la empresa; solo deberá rendir cuentas
a Rocío.
Manuel, que llevaba todas las finanzas de la empresa, es nombrado director financiero y
queda encargado de controlar los costes y las compras, de conseguir financiación para la
empresa, ya sea con acuerdos con bancos, proveedores (retrasando pagos) o de clientes
(adelantando cobros), etc. Además, se asegurará de que haya suficiente liquidez para las
diferentes necesidades de la empresa, por lo que estará pendiente de las previsiones de
cobros y pagos. También será el encargado de que la empresa esté al día de sus obliga-
ciones tributarias.
Por último, se incluyen dos ejecutivos más encargados de diferentes tareas. Esto es ha-
bitual, ya que puede haber más ejecutivos que los cuatro citados anteriormente.
El poder en una empresa: El poder de una empresa está dividido en diferentes partes y
se ejerce desde distintos puestos; los principales son: director general o CEO—la persona
con máxima autoridad en la empresa—, consejero delegado —el representante oficial del
consejo de administración—, director de operaciones —al frente de todas las decisiones
diarias de la empresa— y el director financiero —responsable de todo lo relacionado con la
financiación y los pagos de la empresa.

¿Por qué le interesa a una empresa estar en bolsa?


Rocío le está contando a su madre todo lo que han tenido que hacer para poder salir a
bolsa. Viendo todo el trabajo que han tenido que hacer, su madre, le pregunta:
—Pero, hija, ¿qué necesidad teníais si no vais a ganar más por estar en bolsa?
—Mamá, no sabes la cantidad de ventajas que nos va a dar esto. La primera es la
publicidad que nos han hecho los medios al salir a bolsa. Nuestro negocio se ha hecho

5
mucho más conocido que antes y muchos se preguntan qué tienen nuestros bollos para
haber crecido tanto.
—No sé, hija, pero ahora la empresa va a tener muchos dueños y solo por publicidad lo
veo excesivo.
—Pero, mamá, no es solo la publicidad. Al estar en bolsa podemos ampliar capital de
una forma mucho más sencilla que sin estar. Emitimos acciones nuevas al mercado secun-
dario (la bolsa tradicional) o al primario, dándoselas directamente a alguna entidad que las
quiera. Además, aumentamos la liquidez de nuestras acciones. Antes, si queríamos vender
una parte de nuestras acciones, necesitábamos buscar un inversor concreto; ahora solo
tenemos que ponerlas en el mercado normal.
—Pero, ahí está el mundo entero.
—Es que esa es otra ventaja mamá. Ahora puedo conseguir financiación fácilmente del
mundo entero sin problemas. Antes, para montar más panaderías tuvimos que hablar con
José y Manuel y convencerles de que pusieran capital; ahora podemos lanzar ampliaciones
y cualquier persona del mundo puede entrar en ellas. Esto nos abre un mundo de
posibilidades que antes solo soñábamos.
—Bueno, hija, visto así, sí que parece que es buena cosa.
A una empresa le interesa estar en bolsa: Las empresas en bolsa disfrutan de una pu-
blicidad que no tenían antes de cotizar en bolsa. También acceden a una vía de financiación
sencilla, ya que al ampliar capital sus acciones se ofrecen al mundo entero y no hay nece-
sidad de buscar compradores particulares.

¿Cuáles son los tamaños de las empresas por capitalización bursátil?


SuperRocíosCake ha crecido tanto que ha llegado a convertirse en una mid cap con
tiendas por toda Europa. Los accionistas están muy contentos con la marcha de la empresa.
¿Qué es una mid cap?, ¿cómo se suelen clasificar las empresas por su tamaño?
Normalmente, al clasificar las empresas en función de su tamaño atendemos a su nú-
mero de empleados. Así, diferenciamos, las pequeñas y medianas empresas (designadas
con el acrónimo PYME) y las grandes empresas. Aunque este criterio es muy común en los
medios de comunicación, por ejemplo, en el ámbito de la inversión se prefiere clasificar
las empresas según su capitalización bursátil, es decir, según su valor en bolsa obtenido al
multiplicar el precio de una acción por el número de acciones en circulación.

6
De acuerdo con este criterio distinguimos los siguientes tipos de empresas:
• Micro caps: empresas de capitalización bursátil inferior a 500 millones de euros
• Small caps: empresas de capitalización bursátil entre 500 millones euros y 2.000
millones de euros
• Mid caps: empresas de capitalización bursátil entre 2.000 millones de euros y
10.000 millones de euros
• Large caps: empresas de capitalización bursátil entre 10.000 millones de euros y
200.000 millones de euros
• Mega caps: empresas de capitalización bursátil superior a 200.000 millones de
euros
Cabe señalar que cuanto más pequeña es una empresa, más fácil será que sea «opada»
por otra empresa más grande. Esto es algo que debemos tener en cuenta como accionistas,
pues a veces la OPA (Oferta Pública de Adquisición) se hará a un precio superior a nuestro
precio de compra, pero otras veces será a uno inferior. Por eso siempre que compremos
empresas inferiores a mid caps, conviene buscar precios medios o bajos que puedan
resultar atractivos para este tipo de operaciones empresariales.
Posiblemente encuentres que en la Red también se usa el término nano caps, pero al
ser su capitalización inferior a 500 millones de euros podemos referirnos a ellas como
microcaps y tratarlas igual.
Tamaños de empresas por capitalización bursátil: micro caps, small caps, mid caps,
large caps y mega caps. Y recuerda que cuanto más pequeña es la empresa, más fácil es
que sea objeto de una OPA.

¿Qué es una OPA?


SuperRocíosCake lleva un par de años malos. Su cotización en bolsa se sitúa ahora por
debajo de 2.000 millones de euros, lo que la convierte en una small cap. Por si fuera poco,
la empresa ha recibido una OPA de una compañía americana, lo que implica la intención de
comprar una gran parte del accionariado de SuperRocíosCake para controlarla.
Rocío y Antonio han juzgado insuficiente la primera oferta recibida, puesto que el precio
ofertado es muy inferior al precio medio de la acción durante los últimos cinco años.
Además, la compañía americana pretende hacerse con el control mayoritario de la empresa
y excluirla de la bolsa.
Al cabo del tiempo, la compañía americana decide presentar una OPA amistosa, no
hostil, y llega a un acuerdo con Rocío y Antonio: la oferta será superior al precio medio
de los últimos 5 años y por solo un 40% de la empresa. Así, Antonio y Rocío mantienen
sus puestos y la propiedad de un porcentaje de la empresa, mientras que la compañía
americana simplemente será un accionista mayoritario en las juntas.

7
Veamos los distintos tipos de OPA que pueden darse.

OPA hostil y OPA amistosa


Una OPA hostil ofrece a los accionistas de la empresa que la recibe un precio por acción
superior al de mercado y se hace sin acuerdo de la ejecutiva de la empresa «opada». Si
quienes están a cargo de la empresa «opada» no poseen suficientes acciones para im-
pedirlo, la operación puede ocurrir sin su consentimiento. Una OPA hostil suele salir bien
cuando se dirige a empresas donde no hay accionistas mayoritarios claros y la propiedad
está muy atomizada.
En cambio, si es amistosa, puede pasar lo contrario: aunque haya acuerdo con la ejecu-
tiva, si el poder está muy atomizado y la empresa que lanza la OPA no consigue comprar el
número mínimo de acciones que se había marcado como objetivo, la operación puede no
ejecutarse.
—Si soy accionista, ¿puedo negarme a aceptar una OPA?
—Sí, siempre podrás negarte a aceptar la OPA.

OPA de exclusión o de no exclusión


Una OPA de exclusión debe hacerse por el 100% de las acciones, y la intención de la
empresa que la lanza es que la «opada» deje de cotizar en el mercado bursátil. Si, como
accionistas de la empresa «opada», decidimos mantener nuestras acciones, es posible que
perdamos ciertos derechos que teníamos cuando la empresa cotizaba en bolsa. Además,
si en algún momento decidiésemos vender nuestras acciones, su poca liquidez (en ausen-
cia de un mercado será más difícil venderlas) nos obligaría a encontrar compradores fuera
del mercado que probablemente ofrecerían precios poco atractivos para aprovecharse de
nuestra posición de vendedores forzados.
Si la OPA no es de exclusión, no será por el 100 % de las acciones. La empresa seguirá
cotizando en bolsa y si decidimos no acudir a la OPA no perderemos ventajas como, por
ejemplo, la liquidez. De todos modos, conviene que revisemos nuestra decisión de seguir
dentro de la empresa, pues si la OPA se presenta por un porcentaje grande, los nuevos
dueños pueden tomar un rumbo que no nos interese como inversores.
Puede darse el caso de que dos OPA coincidan si una no ha terminado de ser aceptada
por sus accionistas y se lanza otra por un precio mayor. Esta oferta concurrente se conoce
como OPA competidora.
OPA (Oferta Pública de Adquisición): Es una operación mercantil donde una o varias
sociedades realizan una oferta de compra de acciones a una sociedad cotizada con el
objetivo de hacerse con su control.

8
¿Qué ocurre si una empresa crea una filial?
SuperRocíosCake ha decidido crear una filial dedicada a cupcakes de diseño. La nueva
filial se llamará RocíoCupCake, contará con varias tiendas y será una empresa separada
de SuperRocíosCake. Todas las acciones de la empresa filial se emiten como nuevas en el
mercado primario y se reparten entre los accionistas de la matriz.
Esta operación por la que una empresa se divide en dos no genera nuevo dinero. El
mercado descontará el precio de la nueva empresa del valor de la empresa matriz, lo cual
se plasmará en un descenso del precio al que cotizan las acciones de la matriz. Eso fue lo
que ocurrió cuando, por ejemplo, Iberdrola creó Iberdrola Renovables. Ese día, el accionista
pasó a tener en su cartera acciones de la nueva filial (spin-off) automáticamente.
Spin-off: Con este término en inglés se denomina a la empresa filial resultante de se-
parar una parte del negocio de una empresa matriz y darle entidad autónoma. Esta filial
pertenecerá a los accionistas de la matriz.

¿Qué es un índice bursátil?


SuperRocíosCake solo ha cotizado en la bolsa de Madrid, pero desde que la compró la
compañía americana ha crecido tanto que se ha decidido incorporarla al IBEX-35, el índice
de referencia de la bolsa española que agrupa empresas de distintos sectores.
Hay muchos tipos de índices bursátiles según los criterios que se establezcan para su
composición. Los índices de capitalización ponderada, por ejemplo, se construyen aten-
diendo a la capitalización bursátil de cada uno de los valores que lo componen. Ejemplos
de ello serían el IBEX-35 español o el S&P 500 estadounidense.
Los índices por precio ponderado, por ejemplo, agrupan las empresas con las acciones
más caras sumando sus precios y haciendo una media de ellos por un divisor variable. Un
ejemplo sería el índice Dow Jones Industrial Average (DJIA).
En definitiva, puede haber tantos índices como criterios de composición se establezcan.
Índice bursátil: Es una agrupación de valores cuya cotización refleja la evolución de las
empresas de un país, de un sector e incluso de la economía de todo un país.

¿Puede una empresa española cotizar en EE.UU.? ¿Qué es un ADR?


Ahora que SuperRocíosCake está en el IBEX 35, el representante de la compañía ameri-
cana que hizo la OPA ha planteado a la junta de accionistas que debería cotizar también en
el NYSE, lo cual sería posible mediante un ADR (American Depositary Receipt).
Un ADR permite comprar acciones de empresas no estadounidenses en el mercado de
ese país. Es un documento que se realiza a través de un banco de Estados Unidos y que

9
está respaldado por las acciones de empresas de cualquier país. Este documento tiene una
equivalencia con esas acciones que no siempre tiene que ser de 1:1.
Un ADR permite al inversor mantener acciones de la empresa en dólares a cambio de
pagar una comisión al banco que nos hace de pantalla, ya que este será el depositario de
estas acciones originales y nos venderá los ADR. Normalmente, el importe de la comisión
es pequeño y se resta del dividendo que cobra el propietario de las acciones.
¿Significa eso que todas las empresas que cotizan en otros países son ADR? Ni mucho
menos. Es normal que una empresa cotice en diferentes índices, por ejemplo, porque ten-
ga sedes en distintos países. Puede darse también el caso de que una empresa cotice en
EE.UU. sin ser ADR y sin ser estar radicada en el país, como es el caso de KNOT Offshore
Partners LP, que pese a tener su sede en el Reino Unido cotiza en la bolsa de Nueva York
(NYSE).
ADR (American Depositary Receipt): Es un título de propiedad de acciones de compa-
ñías de fuera de Estados Unidos respaldado por un banco estadounidense. El ADR es una
réplica del valor original en el que se aplica el cambio de divisa a dólares. El banco que
respalda el ADR cobra una comisión por el mantenimiento del título y por su intermediación.

¿Qué es la cotización de una acción?


Debido a su rápido crecimiento, el precio de las acciones de SuperRocíosCake varía tan-
to que Rocío y Antonio no saben realmente cuánto vale su empresa. Antes, cuando tenían
una tienda, lo sabían con exactitud, pero ahora tanta volatilidad les genera confusión.
Gracias a los mercados bursátiles internacionales Rocío y Antonio ven que cualquier
persona puede lanzar órdenes de compra y venta por sus acciones desde casi cualquier
lugar del mundo. Cuando una orden de compra coincide con una de venta, se determina un
precio. El precio de una acción en el mercado, por tanto, se establece a partir de los cruces
de órdenes de compra y venta.
El precio diario al que cotizan las acciones de una empresa no influye en los beneficios,
deudas, o costes que tenga la empresa. Simplemente, refleja lo que se está pagando ahora
mismo en el mercado por ella.
Cotización: Es el cómputo de los cruces de órdenes de compra y venta de un valor con-
creto en un momento determinado.
Finalizamos aquí la historia de Rocío y Antonio les deseamos suerte en la aventura
estadounidense de SuperRocíosCake.

10
CONCEPTOS AVANZADOS

Qué hay que tener en cuenta para invertir en renta variable


El término «renta variable» es otra forma de referirse a las acciones de las empresas que
cotizan en bolsa. Antes de invertir en renta variable conviene prestar atención a diversos
factores, por ejemplo, conocer en qué regiones nos interesa invertir. Nos convienen países
con seguridad jurídica, una legislación adecuada y un sistema político estable.
También debemos conocer en qué países hacen negocios las empresas que nos intere-
san. Por ejemplo, si queremos invertir en Unilever, debemos saber que cotiza en el Reino
Unido pero que vende sus productos en países como India o China. Por tanto, la marcha
de la empresa se verá afectada por el desarrollo de su negocio y la venta de sus productos
en esos países.
La divisa a la que cotiza la empresa también es algo en lo que nos deberemos fijar, ya
que una buena diversificación en este punto es importante. Además, para una empresa no
solo es relevante la divisa en la que cotiza. Si vende sus productos, por ejemplo, en Turquía,
la evolución de la divisa de ese país puede influir en sus beneficios.
Otra decisión que deberemos tomar es en qué sectores entrar. Aunque no hay un con-
senso acerca de cuáles son mejores para la estrategia de inversión por dividendos, nos
convienen sectores predecibles y en cuyo futuro podamos confiar.
Actualmente, las mejores empresas para la estrategia de inversión por dividendos son
en su mayoría estadounidenses y cotizan en dólares. En algunos casos se trata de empre-
sas que llevan más de cincuenta años aumentando el dividendo con que retribuyen a sus
accionistas. Por supuesto, también se pueden encontrar empresas interesantes en Europa
y Asia.

Cómo comprar acciones. El bróker


Hoy cualquiera puede comprar y vender acciones rápida y fácilmente. Lo haremos siem-
pre a través de un bróker, que no es más que un intermediario encargado de transmitir
nuestras órdenes al mercado y de ejecutarlas (entre otras cosas) a cambio de una comisión
por sus servicios. La oferta de brókeres entre los que podemos elegir es muy amplia y de-
dicaremos una sesión más adelante a determinar los criterios para elegirlos.

Qué es una ampliación de capital y cómo afecta al inversor


Aunque ya aludimos a ello en la presentación de los conceptos básicos, veamos con
más detalle qué es una ampliación de capital y cómo nos afecta.

11
Una ampliación de capital es el nombre de la operación por la que una empresa saca
nuevas acciones en el mercado primario o en el secundario.
Es importante conocer qué busca la empresa con ello y si supondrá una entrada de ca-
pital o no. Fíjate en lo diferentes que son estas situaciones:
• La empresa A hace una ampliación de capital para reunir dinero y construir una
nueva fábrica. Emite nuevas acciones que son compradas por los accionistas exis-
tentes y nuevos inversores. Entra dinero en la compañía.
• La empresa B hace una ampliación de capital para ofrecer un dividendo flexible y
así reducir la cantidad de dinero que sale de la caja al retribuir a sus accionistas. Las
nuevas acciones son ofrecidas a estos en lugar del dividendo. No entra dinero en la
compañía.
Aunque habría que estudiar el caso concreto y sabemos que no todas las inversiones
que hace una empresa salen bien, a priori la situación de la empresa A sería más deseable,
ya que la ampliación se hace con la expectativa de aumentar los ingresos en un futuro y
supone entrada de dinero en la compañía. Eso sí, esta ampliación del número de acciones
supondrá una dilución de la parte de la compañía que cada inversor posee. En el caso de
la empresa B, este fenómeno puede darse o no, como explicaremos más adelante al hablar
del dividend scrip o dividendo flexible.
Veamos un ejemplo de dilución para entender por qué sucede.
Somos dueños de una empresa que tiene 1.000.000 de acciones de 1 € en circulación.
Podríamos decir, por tanto, que su capitalización bursátil es de un millón de euros. Si se
hace una ampliación de capital creando 100.000 acciones más a 1 € cada una, el total de
acciones en circulación pasaría a ser 1.100.000.
Si teníamos el 51% del millón de acciones que componían la empresa (510.000 acciones)
y se realiza la ampliación de capital que hemos descrito, aunque seguiremos mantenien-
do 510.000 acciones ya no tendremos el 51% del total, dado que la empresa tiene ahora
1.100.000 acciones. El total de acciones necesario para controlar el 51 % de la empresa es
ahora 561.000, ya que (1.100.000 * 51) / 100 = 561.000. Hemos pasado de controlar más de
la mitad de la compañía a tener menos del 50 %.
¿Qué implicaciones tiene esta dilución? Como la parte de la empresa que poseemos se
hace algo más pequeña, esto implica que nos tocará una parte menor de los beneficios
futuros que la empresa genere.
Si la empresa decide abonar un dividendo en efectivo, la empresa fijará una cantidad a
pagar teniendo en cuenta el nuevo (y más elevado) número de acciones en circulación, por
lo que recibiremos una menor proporción de esos beneficios.

12
Una ampliación de capital supone una dilución para el accionista y debemos ver qué se
busca con ello, así como entender bien si es algo ocasional o sistemático. De ese modo
podremos determinar si nos interesa continuar siendo copropietarios de esa compañía.

Split y contrasplit
Un split es una simple operación matemática que aumenta el número de acciones y, por
tanto, disminuye en la misma proporción el valor de cada una. No es ni supone una amplia-
ción de capital, ya que no implica una venta de nuevas acciones y la empresa no consigue
más dinero con ello. El inversor tampoco pierde ni gana.
Si en el mercado hubiese 1.000.000 de acciones de 1 € de una empresa y esta hiciese
un split x 2, pasaría a haber 2.000.000 de acciones de 50 céntimos cada una. Como se ve,
el split no aumenta el capital de la empresa ni sus activos. Su capitalización bursátil es la
misma: 1.000.000 x 1 = 2.000.000 * 0,50.
Las empresas suelen recurrir al split cuando el precio de una acción es muy alto y se
quiere facilitar la compraventa de las acciones, por ejemplo, para hacerlas más asequibles a
pequeños inversores, aumentando así la liquidez de la empresa. Por ejemplo, cada acción
de la empresa que hace los chocolates Lindt vale en el momento de escribir esto 86.800
francos suizos, lo que equivale a 78.488 € o a 92.806 $ estadounidenses. Sin un split, com-
prar sus acciones se convierte en prácticamente imposible para la mayoría.
El contrasplit es el caso inverso del anterior. Si en el mercado hay 1.000.000 de accio-
nes de 1 €, tras el contrasplit habría 500.000 acciones de 2 euros. Por ejemplo, la empre-
sa PharmaMar hizo uno en 2020. Por cada 12 acciones que tenía el accionista, se quedó
con una después de la operación. La compañía pasó de tener 222 millones de acciones a
9,55 € a solo 18,5 millones a un precio de 114 €. Los accionistas un poco despistados sal-
taron de alegría al entrar a su bróker y ver ese precio de 114 €, aunque pronto se dieron
cuenta de que el número de acciones del que disponían había bajado significativamente.
El capital que tenían invertido en la empresa no habría variado con respecto a antes del
contrasplit.

Tipos de dividendos
No todas las empresas pagan a sus accionistas dividendos en dinero efectivo. Si lo ha-
cen, lo habitual es que la cantidad correspondiente se ingrese automáticamente en la cuen-
ta del servicio de bróker donde tengamos las acciones. Pero el dividendo puede pagarse
también en forma de acciones. En este caso, mucho cuidado: si, después, la empresa no
recompra acciones, realmente no nos estará dando nada. Fíjate: si la empresa reparte nue-
vas acciones por un valor total cercano al 5 % de la empresa, no nos estará dando un 5 %
de rentabilidad, sino que realmente estará haciendo una ampliación de capital encubierta.

13
Tengamos siempre en cuenta que el dividendo debe provenir del beneficio obtenido por
la empresa; si su actividad no ha generado beneficios y realiza una ampliación de capital
bajo la apariencia de un reparto de dividendos, el accionista no estará recibiendo nada en
realidad.

Scrip dividend
Se denomina scrip dividend o dividendo flexible a la operación en la que la empresa
abona el dividendo en forma de acciones en vez de en efectivo. Para ello hará una amplia-
ción de capital (emisión de nuevas acciones) y dará a los accionistas derechos de suscrip-
ción sobre ellas.
Los accionistas tienen aquí dos opciones:
• Aceptar los derechos y quedarse con las nuevas acciones. En este caso, la
proporción de la empresa que el inversor posee no varía, (no hay dilución) ya que el
número de acciones que hay en su cartera aumenta en la misma proporción que lo
hace el total de acciones en circulación.
• Vender los derechos. En este caso el inversor rechazará las acciones y venderá
esos derechos a poseerlas que le otorgó la empresa al ampliar capital. La venta
puede producirse a la propia empresa a un precio fijado por ella o en el mercado,
donde ese precio de los derechos se negociará como el de cualquier otro valor.
Esto es lo que comúnmente se llama «elegir el dinero» al hablar de los dividendos
flexibles. Es muy importante que tengamos en cuenta que en este caso nos estamos
«diluyendo» la proporción de la empresa que poseemos disminuye. Esto ocurre
porque el número de nuestras acciones no aumenta, pero sí lo hace el total de ellas
en circulación (al haber hecho la empresa una ampliación de capital).
¿En qué medida se diluye la propiedad del inversor al vender sus derechos de suscripción?
Dependerá de cuántas acciones emita la empresa al hacer la ampliación de capital. Es
habitual que cuando un inversor vende sus derechos de suscripción a la empresa, esta no
los ejerza. Esto quiere decir que las acciones correspondientes a esos derechos no llegan
a ser emitidas, por lo que la dilución de todos los accionistas que eligieron vender sus
derechos será menor.

DRIP (Dividend Reinvestment Plan)


Se denomina DRIP la operación en que la empresa usa el dinero del dividendo para
comprar acciones en el mercado con las que remunerar a sus accionistas. Esta operación
permite al accionista recibir nuevas acciones sin pagar a su bróker la comisión habitual,
pero no le exime de pagar los impuestos correspondientes por el dividendo percibido.
El DRIP ocurre mayoritariamente en empresas del Reino Unido y permite ahorrarte el
conocido Impuesto de la Reina, que se cobra al comprar o vender acciones en la bolsa de
Londres.

14
Política de dividendos de las empresas
Al analizar una empresa para invertir en ella con esta estrategia debemos conocer su
política de dividendos, que a veces puede consultarse en su web. Veamos las prácticas
más habituales.
Repartir dividendo en efectivo y hacerlo crecer de forma regular. En épocas malas,
estas empresas suelen elegir aumentar el payout (porcentaje del beneficio abonado en
dividendos; vigila siempre que no supere el 100% y la empresa se empiece a endeudar) o
eliminar las recompras.
Recomprar acciones. Una forma de retribuir al accionista es que la empresa compre sus
propias acciones, generando o aumentando así su autocartera. La empresa destinaría así la
misma cantidad de dinero a pagar dividendos, pero se repartiría entre menos acciones. De
esta forma, el dividendo que cada inversor recibe aumentaría aunque no se incremente el
efectivo dedicado a ello, ya que las acciones de autocartera no tienen derecho a percibirlo.
Abonar el dividendo solo si hay una cierta cantidad de beneficio «sobrante» disponible,
por lo que los recortes o suspensiones pueden llegar a ser frecuentes. En estos casos,
si la empresa encuentra un uso alternativo a ese dinero puede decidir no retribuir a sus
accionistas, ya que el reparto del dividendo es circunstancial y no un objetivo de la dirección
de la empresa.
Retribuir al accionista con dividendo flexible, con los inconvenientes antes citados.
Dar un dividendo extraordinario. La empresa abona un dividendo que, como su propio
nombre indica, no se dará de forma regular. Se sale de la política regular de pagos de la
empresa y como accionistas no debemos contar con él en el futuro. Esto puede ser por un
beneficio extra o por una acumulación excesiva de liquidez para cubrir futuros pagos de
deudas o hacer alguna compra que por alguna razón decide no llevarse a cabo.
Algunas de estas políticas de dividendo son compatibles entre sí; por ejemplo, hay
empresas que hacen crecer su dividendo de forma habitual y además hacen recompras.
La periodicidad del pago del dividendo puede variar. En Europa no es raro encontrar
empresas que deciden pagarlo, mientras que en EE.UU. es muy común el pago trimestral.
Para nuestra estrategia de inversión nos interesan empresas que no lo recorten y que lo
aumenten con el tiempo o que, si no lo aumentan, sea estable y de alta rentabilidad.

15
¿Cuánto capital es necesario para empezar?
Para responder a esta pregunta vamos a tener en cuenta dos elementos: el porcentaje
máximo de comisiones y nuestro objetivo con la inversión.
En este curso vamos a trabajar a partir de la premisa de que nuestras comisiones de
compra y venta no superen el 1 % del dinero aportado. Por ejemplo, si nosotros compramos
acciones de Logista por valor de 1.000 € no debemos pagar más de 10 € por la operación
(el 1 % del capital que vamos a invertir).
Fijamos como referencia ese 1 % porque un inversor por dividendos debería aspirar a
una rentabilidad neta media anualizada de al menos 5 %. Pagar más de un 1 % de nuestro
capital en comisiones nos parece excesivo e innecesario. Por este motivo, dedicar tiempo
suficiente a encontrar el servicio de bróker más adecuado para nosotros es una decisión
muy rentable.
Debemos tener en cuenta que el capital que aportemos a nuestra cartera para comprar
nuevas acciones tendrá un peso importante en nuestros resultados. Si, por ejemplo, desti-
namos 1.000 € anuales a compras con una comisión del 1 % (10 € por compra), tardaremos
unos 15 o 20 años en cobrar esos 1.000 € anuales en dividendos. Quizá podríamos conse-
guirlo antes, pero esta no es una estrategia en la que ese dinero aportado se multiplique
por 100 o 200 en unos pocos años.
Considerando que más o menos recibiremos lo aportado anualmente en rentas en unos
20 años, debemos valorar qué objetivo perseguimos con la inversión y ver si nuestras
expectativas son realistas. El capital anual necesario no es el mismo si se pretende tener un
complemento a la jubilación que si buscamos cubrir el 100% de nuestros gastos con esos
dividendos.
Así que la respuesta a la pregunta que abre este punto —cuánto capital hace falta—
es un «depende».

¿Cuánto tiempo se tarda en construir una cartera suficientemente


rentable?
Depende de muchas cosas, entre ellas la cantidad aportada inicialmente y la que
aportemos después periódicamente.
Es importante que no renunciemos a comprar empresas de calidad solo por querer
construir una cartera deprisa. Al principio, lo primordial es seguir y estudiar durante un
tiempo las empresas que queremos tener en cartera hasta que el mercado nos ofrezca una
buena oportunidad de compra a un precio atractivo. A este respecto, podemos tomar como
referencia el precio obtenido en una valoración que hayamos hecho nosotros o una media
del precio de las últimas 1.000 sesiones, por ejemplo.

16
Es normal invertir dos o tres años para conformar una cartera cercana a la querríamos te-
ner. Debemos entender que, aunque tengamos un dinero inicial y queramos que empiece
a trabajar para nosotros lo antes posible, es bueno ir ponderando a lo largo del tiempo y no
hacer todas las compras de golpe, ya que nunca sabremos si el mercado está en su punto
más bajo. Dedicaremos más tiempo a esta cuestión en la segunda clase.
Uno de los pilares de esta forma de invertir es el tiempo. Pasados 10 años, aproximada-
mente, será cuando empecemos a ver la fuerza del interés compuesto y el «efecto de bola
de nieve». Para entonces, lo habitual es que los efectos de los recortes o suspensiones de
dividendo y los errores que hayamos cometido en el camino se hayan diluido, asumiendo
que tenemos una cartera correctamente diversificada.

¿Cómo funciona el interés compuesto y qué es el «efecto de bola de nieve»?


Imaginemos que una persona ahorra 500 € todos los meses (6.000 € al año); es un
poco optimista para una persona de 25 años, pero sirve para el ejemplo. Este ahorrador
invierte en una cartera de acciones que le genera anualmente una rentabilidad del 5 % en
forma de dividendos con los que, a su vez, compra más acciones.
Veamos el efecto del interés compuesto en esta tabla:

Invertido Cantidad Dividendos


Edad Sueldo
inicial a invertir teóricos
0 0 6000 0 25 0

1 6000 6300 300 26 25

2 12300 6615 615 27 51,25

3 18915 6945,75 945,75 28 78,81

4 25860,75 7293,04 1293,04 29 107,75

5 33153,79 7657,69 1657,69 30 138,14

6 40811,48 8040,57 2040,57 31 170,05

7 48852,05 8442,6 2442,6 32 203,55

8 57294,65 8864,73 2864,73 33 238,73

9 66159,38 9307,97 3307,97 34 275,66

10 75467,35 9773,37 3773,37 35 314,45

11 85240,72 10262,04 4262,04 36 355,17

12 95502,76 10775,14 4775,14 37 397,93

13 106277,9 11313,9 5313,9 38 442,83

17
14 117591,8 11879,59 5879,59 39 489,97

15 129471,39 12473,57 6473,57 40 539,46

16 141944,96 13097,25 7097,25 41 591,44

17 155042,21 13752,11 7752,11 42 646,01

18 168794,32 14439,72 8439,72 43 703,31

19 183234,04 15161,7 9161,7 44 763,48

20 198395,74 15919,79 9919,79 45 826,65

21 214315,53 16715,78 10715,78 46 892,98

22 231031,31 17551,57 11551,57 47 962,63

23 248582,88 18429,14 12429,14 48 1035,76

24 267012,02 19350,6 13350,6 49 1112,55

25 286362,62 20318,13 14318,13 50 1193,18

La primera columna son los años transcurridos desde que empezamos a invertir, por eso
en la segunda columna hay 0 € en dinero invertido inicial en el primer año.
La tercera columna es el dinero que podemos invertir desde nuestro ahorro año a año.
Como podemos observar, se va sumando a lo invertido inicialmente y se le añaden los
dividendos teóricos generados por nuestra inversión, indicados en la cuarta columna; po-
demos ver cómo van aumentando cada año.
La quinta columna indica la edad del ahorrador-inversor. Por último, en la sexta columna
tenemos el dividendo mensual que podríamos dedicar a sufragar nuestros gastos corrien-
tes.
Viendo las cantidades, podemos constatar que gracias al efecto del interés compuesto
llega un momento en que el importe de los dividendos mensuales supera el de la aporta-
ción mensual. Al reinvertir cantidades crecientes obtenidas mediante dividendos, las rentas
crecen cada vez más rápido.
En este caso, el momento en que los dividendos recibidos superan a la cantidad men-
sual aportada es a los 15 años. Aquí estamos asumiendo una rentabilidad por dividendo
bruta del 5 %, pero puede ser más baja en función de qué empresas decidamos incorporar
a la cartera y cómo se comporten; también puede ser más alta, por supuesto.
Los primeros dividendos serán pequeños, pero debemos entender esta forma de in-
versión como un camino que recorreremos a muy largo plazo, incluso para toda la vida.
Y aunque en los primeros años las rentas percibidas sean bajas, iremos viendo cómo van
creciendo anualmente.

18
La importancia del largo plazo y del colchón de seguridad
Una de las pocas cosas seguras de nuestra vida es que nuestras circunstancias cambia-
rán en algún momento. Puede que ahora no tengamos grandes gastos o que tengamos un
buen puesto de trabajo, pero todo eso puede cambiar de repente. Por eso es importante
que podamos hacer frente a imprevistos que suponen desembolsos de dinero sin tener
que vender parte de nuestra cartera de acciones. Disponer de una cantidad suficiente de
ahorros disponibles a modo de «colchón de seguridad» frente a imprevistos y emergencias
nos ayudará a mantener a largo plazo nuestra estrategia.
También debemos considerar que una situación en la que nosotros pudiéramos necesitar
vender (por quedarnos sin empleo, por ejemplo) puede ser también un mal momento de
mercado en general, por lo que tener que vender implicaría seguramente afrontar pérdidas.
Esto podría evitarse teniendo un colchón de seguridad en forma de ahorros para imprevistos
equivalente a unos 6 meses de gastos mensuales totales.
Una de las principales ventajas de esta forma de invertir es que los dividendos que
percibimos pueden ser utilizados para nuestros gastos mensuales en el caso de que el
colchón de seguridad no sea suficiente o necesitemos alargarlo, por ejemplo, si perdemos
el empleo. Esto retrasaría notablemente la construcción de nuestra cartera, por lo que
debemos hacerlo solo en caso de que sea absolutamente necesario.

¿Qué es mejor, mantener nuestras acciones o venderlas para generar plusvalías?


Buy & hold es la expresión en inglés con la que se denomina la estrategia de inversión
conocida como «comprar y mantener», es decir, conservar en nuestra cartera las acciones
durante largo tiempo sin intención de venderlas.
Muchas personas que invierten en bolsa tienen la expectativa de vender sus acciones a
un precio más alto del que pagaron por ellas, obteniendo así un beneficio llamado plusva-
lía. Pero un inversor por dividendos no busca eso; su intención al comprar acciones es ser
partícipe de los beneficios de la empresa cobrando dividendos, y no entra en sus planes
venderlas solo por el hecho de que hayan subido de precio. ¿Es una cosa mejor que la
otra? No, solo son distintas formas de invertir.
Algo que debemos tener muy en cuenta si buscamos la plusvalía es que los beneficios
de nuestra estrategia dependerán de algo tan volátil como las cotizaciones. Como ya sa-
bemos, estas se forman al cruzarse las órdenes de compra y venta, que frecuentemente se
ven afectadas por las emociones de los inversores. Si bien es cierto que a muy largo plazo
la tendencia de la bolsa es alcista, no sabemos en qué situación estará el mercado en el
momento en que necesitemos vender.

19
En el caso de decidir comprar y mantener, también habrá situaciones donde deberemos
considerar deshacernos de las acciones de una empresa, por ejemplo:
• Los números de la empresa se deterioran mucho, lo que provoca, por ejemplo,
el descenso continuado de beneficios, un aumento significativo de la deuda sin
expectativa clara de retorno, etc.
• Recorte o suspensión del dividendo. Hay inversores para los que esto supone
una venta automática; otros, en cambio, buscan entender qué ha llevado a la
empresa a recortar o cancelar la retribución al accionista.
• La empresa es objeto de una OPA. Debemos ver si la excluye o no del mercado y
en cualquier caso, qué información hay disponible sobre la política de dividendos de
la empresa que la lanza.
• La cotización se dispara de forma muy significativa. Algunos inversores deciden
vender parte de su posición en una empresa cuya cotización sube muchísimo, ya
que consideran que tardarían demasiado tiempo en reunir ese beneficio (plusvalía)
en forma de dividendo. Además, si consideran la cotización a la hora de calcular
cuánto pesa cada empresa en su cartera, ese peso puede dispararse si el precio
de la empresa lo hace. Recomendamos vender para generar plusvalías solo en
circunstancias donde verdaderamente la plusvalía sea muy grande. No olvidemos,
además, que tributaremos por esa ganancia.
Para terminar, queremos insistir en que es muy importante sentirnos cómodos con las
empresas que compramos. Esta tranquilidad será lo que nos permita afrontar bajadas de
cotización con la confianza de que la decisión de incorporar la empresa a nuestra cartera
fue correcta.

20
Calle de José Abascal, 45, 28003 Madrid
www.valueschool.es

También podría gustarte