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En una sociedad anónima, la reserva legal es una especie de ahorro que la empresa tiene que guardar, de

manera obligatoria. Consiste en retener parte del beneficio obtenido por la empresa con la finalidad de aumentar el
patrimonio de la misma, en este caso, por la existencia de normativa legal.

¿Qué es la reserva legal?


Definición: En una sociedad anónima, la reserva legal es una especie de ahorro que la empresa tiene que
guardar, de manera obligatoria.
Consiste en retener parte del beneficio obtenido por la empresa con la finalidad de aumentar el patrimonio de
la misma, en este caso, por la existencia de normativa legal. Sus principales finalidades son la
autofinanciación y la cobertura de posibles pérdidas.

¿Qué cifra hay que llevar a la reserva legal?

Habrá que dotar, de manera obligatoria, una cantidad igual al 10% del beneficio del ejercicio hasta que el total
de la reserva legal alcance, como mínimo, el 20% del capital social de la empresa.
Si la empresa no obtuviese beneficio en el ejercicio, no estará obligada a llevar nada a la cuenta de reservas.
Veamos un ejemplo:
Una sociedad anónima tiene un capital social de 2.000.000 €. La reserva legal, hasta ese momento, alcanza
un importe de 250.000€. Al final del ejercicio, la empresa tiene un beneficio de 500.000€. ¿Qué importe
deberíamos llevar a reserva legal si aplicamos el mínimo del 10% establecido por ley?
La cuenta de reserva legal tendrá que alcanzar el 20% del capital social = 2.000.000 x 20% = 400.000€, por lo
que actualmente faltarían 150.000€.
En este ejercicio, habrá que dotar el 10% del beneficio = 500.000 x 10% = 50.000€.
La cuenta de reserva legal alcanzará entonces la cifra de 300.000€ (250.000€ + 50.000€).

Dividendos
¿Qué son los dividendos?
Los dividendos son la parte de los beneficios corporativos que se le asigna a los accionistas.

Cuando una empresa obtiene beneficios, la dirección decide si lo vuelve a invertir en el negocio o si se lo
paga a los accionistas en forma de dividendos. Las empresas más estables eligen mantener el equilibrio
reinvirtiendo un porcentaje y pagar el resto como dividendos, lo que puede hacerse en efectivo o en forma
de acciones.

Los dividendos pueden compensar el precio de una acción que no se mueve demasiado,
proporcionándoles en cambio a los accionistas un ingreso. Las compañías consideradas de 'alto
crecimiento' generalmente no ofrecen dividendos, dado que reinvierten los beneficios para mantener su
crecimiento ampliando el negocio. En este caso, la recompensa para los accionistas es un precio de las
acciones mayor del esperado.

¿Cuándo se pagan dividendos?


Cada vez que una empresa paga un dividendo debe ser declarado oficialmente por la Junta Directiva.

Por lo general, las empresas que pagan dividendos en efectivo lo hacen semestralmente, aunque en
ocasiones pueden decidir pagar un dividendo extraordinario.

Hay algunas fechas importantes que recordar:


Fecha de anuncio del dividendo
Esta es la fecha en la que la Junta Directiva anuncia la cuantía del dividendo.
Fecha de registro
Esta es la fecha en la que la empresa determina oficialmente quiénes son sus accionistas cualificados o
titulares.
Fecha ex-dividendo
Las adquisiciones de acciones pueden tardar algún tiempo en compensarse. Para evitar cualquier
problema relacionado con la propiedad a la hora de pagar un dividendo, la fecha de registro está
precedida por un punto de límite (normalmente de dos o tres días). En este momento debe poseer
acciones en la compañía con el fin de estar incluido como un accionista y recibir un dividendo.

A esta fecha límite se le conoce como 'fecha ex-dividendo'. Como propietario incluido, una vez haya
pasado la fecha sin dividendos puede vender las acciones y aún así recibir los dividendos.
La fecha de pago
Este es el día en que se pagan los dividendos a los accionistas. Puede transcurrir mucho tiempo entre la
fecha ex-dividendo y la fecha de pago.

Acciones corporativas
Una acción corporativa tiene lugar cuando una empresa que cotiza en bolsa inicia un cambio de negocio
que afectará a sus accionistas, tales como una fusión, una adquisición o un fraccionamiento de las
acciones.

Cualquier acción corporativa, por lo general, tendrá que ser acordada por la Junta Directiva de la
compañía y autorizada por sus accionistas.

Una acción corporativa puede tener importantes implicaciones sobre las finanzas de la empresa,
incluyendo el precio de las acciones y su rendimiento.

Derivados
Los derivados de las acciones son contratos que derivan su valor del precio de una acción subyacente, es
decir, una acción está disponible para realizar operaciones en la bolsa de valores a la forma tradicional.

Derivados es lo que ofrece IG: los contratos por diferencia (CFDs) son un acuerdo para intercambiar la
diferencia del valor de un instrumento financiero (acciones, divisas, índices...) entre el momento en el que
se abre y se cierra la posición.

Así, al comprar un derivado de una acción, usted paga por poseer un contrato en la acción subyacente,
en lugar de la propia acción. Existen muchos tipos de derivados, los más habituales son los CFDs, los
futuros y las opciones.

Merma y desperdicio, ¿Qué diferencias hay?


Cuando realizamos un proceso productivo y obtenemos un producto final, se puede dar que parte de la materia prima que
introducimos se pierda en el camino. Por ejemplo, esto sucede con el plástico cuando inyectamos algún artículo, la
temperatura va calentando el material y al principio no sale la pieza completa y esas son piezas que no se pueden vender.
También sucede cuando, en una pizzería se amasa la pizzas y hay harina que se va perdiendo porque se cae al piso, porque
queda pegada en la mesada o recipiente, etc.

Ahora, lo que se pierde respecto al producto principal, ¿Qué es?


Ese material que se pierde en el medio, puede ser considerado como merma o desperdicio. Ambos son parte de material
que se pierde en el andar de la producción. Ambos pueden ser producidos de forma normal (osea que sabemos que vamos
a perder eso) o de forma extraordinaria. La diferencia se centra en que el desperdicio tiene un valor de reventa y la
merma no.
Es decir, que la merma es todo pérdida, en cambio el desperdicio puede generar beneficios económicos si es que lo
sabemos aprovechar. Muchas veces creemos que nuestra producción no está dando merma, pero en realidad es un
desperdicio y no nos percatamos.

Un ejemplo ecológico
Hace no mucho tiempo atrás, yo no diferenciaba entre la “basura” que tiraba y sacaba todos los días a la calle, todo los
sobrante de lo que consumía iba a la basura. Envases de alimentos, cáscaras de frutas, etc. Pero luego de algunas
experiencias entendí que hay residuos que son reciclables, no solamente que se pueden reciclar, sino que lo hacen solos,
con un efecto natural. Son los residuos orgánicos, los cuales por un simple proceso al pasar más o menos 3 meses se
convierten en tierra.

Si, hacemos una compost, pone un poco de tierra, bastantes residuos, un poco más de tierra y en unos meses tendrás una
tierra bien fértil. Y así, logramos que nuestro tacho de basura quede así:

Esa merma que tenía antes, ahora es un desperdicio y lo utilizo para tener tierra. Y hoy en día, esa tierra mantiene un bello
jardín y se está proyectando como proveedora de alimentos.

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