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Vanesa Reyes Sánchez.

MÓDULO 3. LA NEUROCIENCIA EN LA ATENCIÓN TEMPRANA

UNIDADES 4, 5 Y 6. NEUROPSICOLOGÍA DE LOS TRASTORNOS DEL


NEURODESARROLLO QUE AFECTAN A LA CONDUCTA Y AL APRENDIZAJE
(PARTES I Y II) Y VALORACIÓN NEUROPSICOLÓGICA EN LOS TRASTORNOS
DEL NEURODESAROLLO

ACTIVIDAD 3. Caso clínico sobre trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Presentación del caso

La primera vez que Alberto acudió a consulta tenía 8 años y cursaba 2º de primaria. Le
acompañaba su madre, la cual vino aconsejada por parte del colegio, ya que el niño parecía no
prestar atención suficiente en la escuela y molestaba y distraía a los compañeros. Este tipo de
conducta, además de la inquietud motora, también estaba siendo percibida durante un tiempo
en el contexto familiar. La sospecha de un diagnóstico de TDAH se hizo patente nada más
entrar el niño por la puerta. En los minutos en que introducíamos los datos en el ordenador,
había toqueteado todos los objetos de la consulta, los pocos juguetes que había a la vista
estaban por el suelo, los lápices de colores cambiados de sitio, etc. Parecía como lo describía la
madre, un terremoto.

En la entrevista inicial, la madre comentó que durante los primeros años de vida había sido un
bebé de temperamento difícil: llorón, irritable ante cualquier estímulo, con problemas para
calmarse y con demandas continuas de atención hacia los padres. Un aspecto que destacó en
particular fueron las pautas irregulares en el sueño. Desde bien pequeño se levantaba varias
veces, encendía y apagaba las luces y despertaba a toda la familia. En relación con los hitos del
desarrollo, el inicio de la marcha, la adquisición del lenguaje y el control de esfínteres, se
produjeron con normalidad, aunque el niño había sido algo movido y un poco patoso. Comenzó
a andar a los 14 meses y la madre comentó que se caía con facilidad porque era muy
atolondrado e iba corriendo a todos lados. Cuando acudía al parque mostraba un movimiento
excesivo en comparación con los otros niños de su misma edad, iba de un columpio a otro sin
ser capaz de permanecer en ninguno de ellos y disfrutar del juego.

Asistió a la guardería aproximadamente a los 2 años y medio. En este contexto las maestras se
quejaban repetidamente de que era un niño mucho más inquieto que el resto de sus
compañeros: trepaba por todas partes, le costaba seguir las instrucciones/consignas dadas y
mostraba gran dificultad para adquirir los hábitos básicos de autonomía apropiados a su nivel
evolutivo.

En relación con el entorno familiar, los padres comentaron que en casa existían fuertes
tensiones entre ellos y que, a raíz de esto, Alberto había comenzado a mostrar un
comportamiento más desafiante. La madre presentaba problemas emocionales. Informó de
que su vida era muy estresante y manifestó que era incapaz de manejar el comportamiento de
su hijo, expresando fuertes sentimientos de ineficacia personal y frustración.

Un dato relevante de la historia familiar era la similitud que encontraba la madre entre ciertas
conductas del niño y las del padre, a pesar de que éste nunca hubiese sido diagnosticado de
TDAH.

Como se comentaba unas líneas más arriba, en el colegio el niño se distraía a menudo con
juguetes que llevaba de su casa, tiraba el lápiz y otros objetos al suelo, hacía ruidos con la boca
y canturreaba frecuentemente. No prestaba atención a las explicaciones, no terminaba las
tareas que le encomendaban y cometía muchos errores por descuido y por la excesiva rapidez
con la que pretendía terminarlas. Incluso alguna vez había dejado en blanco el folio reverso de
un examen. Era muy desorganizado y poco cuidadoso con su material escolar, que solía perder
con frecuencia. En consecuencia, necesitaba muchas recomendaciones y advertencias para
lograr objetivos que los niños de su edad dominaban sin esfuerzo.

Cuando llegaba a casa, más de lo mismo: le costaba centrarse y hacer las cosas despacio y
reflexionando. Sobre todo, no conseguía regular su atención ante actividades monótonas,
largas o repetitivas. Ni siquiera cuando había una recompensa de por medio. Un tema que
irritaba particularmente a la madre es que no podía dedicarse a los deberes durante más de 5
minutos, pero sí pasarse horas y horas jugando a la videoconsola.

Por último, otro aspecto que preocupaba tanto a la maestra como a la madre del niño tenía
que ver con los problemas sociales. A pesar de que era considerado un niño sociable al que le
gustaba la compañía, no era fácilmente aceptado por sus iguales ya que se saltaba las reglas
del juego, no toleraba perder e intentaba imponer sus propias normas y gustos. De hecho, no
solían invitarlo a las fiestas de cumpleaños y era elegido en los últimos lugares cuando se
formaban equipos de juego o de trabajo.

Durante la sesión se observa principalmente dificultades para el esfuerzo mental sostenido,


cansancio y fatiga atencional. Se distrae fácilmente mirando alrededor y, como se mencionaba
al inicio de la exposición del caso, toca constantemente los objetos cercanos a él.

Teniendo en cuenta la información expuesta:

1. Elabora una pequeña lista relacionando la sintomatología descrita con la/s posible/s
función/es cognitiva/s afectada/s. Establece esta relación con al menos dos
funciones/procesos cognitivos. (2 puntos)
- Inquietud motora en todos los contextos y movilidad excesiva desde muy
pequeño.
- Atención insuficiente.
- Pautas de sueño irregulares.
- Algo patoso, se caía con frecuencia.
- Similitud de conductas con el padre.
- Distracción frecuente y dificultad para centrarse y hacer las cosas reflexionando
(impulsividad).
- Entre iguales dificultad para seguir normas, necesidad de imponer las suyas
propias (comportamiento desafiante también en casa).
En la lista aparecen las principales dificultades a nivel cognitivo, conductual, motor y
social.

En el área cognitiva destacaría:

- la dificultad para focalizar la atención y realizar tareas de atención sostenida.


- Dificultad en la velocidad de procesamiento, planificación, flexibilidad
cognitiva(imponer sus normas) y la inhibición de respuesta relacionado todo esto
con las funciones ejecutivas.
- Por último la memoria de trabajo que permitiría llevar acabo tareas de
razonamiento, guiar pensamientos, conducta, estaría relacionado con los olvidos
mencionados en la descripción del caso.

2. ¿Qué subtipo de TDAH crees que es el predominante? ¿Por qué? (1 punto)


El caso presentaría un caso combinado en el que aparecen criterios de inatención,
hiperactividad e impulsividad. Cumpliría seis o más criterios de cada uno de los
subtipos.
Inatención.
- Falla en tareas de mantener la atención.
- Presenta dificultades en mantener la atención.
- No termina tareas.
- Tiene dificultad para organizarse.
- Evita tareas que requieren un esfuerzo mental.
- Olvida cosas cotidianas.

Hiperactividad e impulsividad.

- Corretea trepa con frecuencia.


- Se levanta en situaciones que se espera que permanezca sentado.
- Parece que lo impulsara un motor “un terremoto”.
- Interrumpe en juegos o actividades.
- Ruidos con la boca, caturrea.
- No tolera perder y se frustra ante ello.

3. Enumera y justifica al menos dos pruebas neuropsicológicas que aplicarías en la


evaluación del niño y realiza una estimación de cuál/es sería/n la/s puntuación/es que
obtendría en cada una de ellas. (2 puntos)
Para la valoración utilizaría tres pruebas:
- La primera de ellas sería la escala de inteligencia WISC- IV, ya que aunque los datos
de la prueba a nivel global van a estar dentro de la normalidad podría utilizarse
para planificar la intervención. Las tareas en las que el menor puntuaría más bajo
serían: las de memoria de trabajo y velocidad de procesamiento.
- Para valorar la función cognitiva atencional de una forma más específica utilizaría
el test de caras que mediría atención selectiva- focalizada o el D2( aunque quizás
para éste aun sea pequeño aunque se puede aplicar desde los 8años). En ambos
las puntuaciones serían bajas.
- Por ultimo para la valoración conductual utilizaría el BASC que sería una batería de
valoración que aportaría información del área adaptativa y del clínico, donde la
información sería mas significativa en el área de hiperactividad y problemas de
conducta, problemas de atención y de aprendizaje.
-
4. Aparte de los potenciales procesos cognitivos afectados, ¿hay alguna otra información
que puedas extraer del texto y que sea de utilidad para explicar el TDAH que presenta
el niño? (1 punto)
A nivel motor presentaría torpeza motora en los primeros años de vida aunque de cara
a la adolescencia y edad adulta éstos hayan desaparecido, excesiva hiperactividad y
movimiento, lo que indicaría dificultades a nivel comportamental.

5. A continuación, se presenta una lámina con una vista lateral del cerebro. Indica con
colores o flechas 3 regiones o circuitos cerebrales principales que podrían verse
afectados en el TDAH, etiquétalos con sus correspondientes nombres y haz una breve
descripción de sus funciones. (1 punto)

Cortex prefrontal.

Ganglios basales/sistema límbico.

Cerebelo.

Las vías
mesocorticales y
cerúleo – cortex
frontal prefrontal:
tendrían que ver con
los procesos de
atención,
concentración y
función ejecitiva.

Las vías
mesolímbicas y
locus cerúleo
límbica ,
relacionadas con
aspectos
emocionales/mo
tivacionales.
Vías nigroestriales
y locus-cerúleo
cerebelo
implicadas en el
cpntrol
coordinación del
movimiento

Imagen extraída de redbubble.com


6. Artículo sobre “Psicofarmacología del niño y del adolescente**”, sección tratamiento
psicofarmacológico del TDAH. Es de sobra conocido por todos que a muchos de los
niños con TDAH se les prescriben psicofármacos. Describe sobre qué vías
neuroquímicas actúan los psicoestimulantes y cuál es su mecanismo de acción. (1
punto)

El mecanismo de acción de los psicoestimulantes tiene como objetivo aumentar las


concentraciones de dopamina y noradrenalina a nivel intersináptico. El mecanismo
principal es la inhibición de la recaptación de dopamina y noradrenalina intersináptica
en la corteza prefrontal. De ésta manera se corrige la hipodopaminergia en el núcleo
de accumbens(sistema límbico) mejorando la sensibilidad a las recompensas naturales
y la hiperactividad en el estriado y mejora el control inhibitorio de la corteza prefróntal
y con ello las funciones ejecutivas y la impulsividad.

7. Artículo sobre “Psicofarmacología del niño y del adolescente**”, sección tratamiento


psicofarmacológico del TDAH. En la Tabla 1 aparecen distintas presentaciones de
metilfenidato. Selecciona y justifica según tu criterio aquella que suponga un mayor
beneficio para el niño con TDAH escolarizado. (1 punto)
De acuerdo a mi criterio y dado el caso utilizaría utilizaría la Metilfenidato de liberación
modificada (Medikinet) ya que el ajuste de las dosis es flexible, tiene mejor eficacia en
la mañana por lo que puede mejorar el rendimiento sobre todo en el aula y es de vital
importancia dada la edad del menor y teniendo en cuenta que es un contexto donde
debe de permanecer seis horas al día y la mayoría sentado, también las tomas serían 3
al día y no 4 u 5 como lo son otras formulaciones, en el caso de que el menor tenga
interferencia con la comida ya se valoraría otra formula.
8. Pregunta de respuesta abierta (Extensión máxima entre 5-8 líneas). Hace unos cuantos
años hubo un boom con respecto al sobrediagnóstico de niños con TDAH y la
consiguiente prescripción de psicoestimulantes (prácticamente de manera rutinaria).
Comenta desde tu conocimiento y/o experiencia profesional qué opinión te merece
este hecho y qué factores crees que podrían haber contribuido a ello (a nivel familiar,
social, etc.). (1 punto)
Quienes trabajamos en el sistema educativo/clínico sabemos que el TDAH es difícil de
diagnosticar y más aún en edades tempranas donde la movilidad y el nerviosismo son
características habituales de los pequeños, el problema viene cuando esto repercute
en el rendimiento académico o en otras áreas de sus vidas, quizás con éste boom se
encontró “la solución” al niño inquieto que suele molestar en clase y fue el camino
fácil tanto para el contexto escolar como el clínico, sin olvidarnos del interés de las
farmacéuticas detrás de todo esto.
Desde mi parecer los niños son y deben de ser niños inquietos traviesos con esa
curiosidad por el mundo tan particular que los caracteriza, quizás el problema radique
en nuestro sistema que los obliga desde que apenas tienen 3-4 años a estar sentados
gran parte del día.
Como psicóloga creo que si trabajamos con niños es de vital importancia adaptarnos
primero a ellos para que luego ellos sean capaces de adaptarse a nosotros, cuando me
viene un niño por lo general empiezo del suelo hacia arriba, siendo el último paso el
permanecer sentado durante la mayor parte de la sesión.
**La lectura la podéis encontrar en la sección de Contenidos>Unidad 4. Neuropsicología de los
trastornos específicos del neurodesarrollo que afectan a la conducta y el aprendizaje
I>Recursos complementarios>Psicofarmacología en niños y adolescentes (es un
documento .pdf).

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