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UNIDAD TEMATICA I: LEGISLACION FITOSANITARIA INTERNACIONAL Y NACIONAL

ORGANISMOS INTERNACIONALES DE PROTECCION VEGETAL

Organización Mundial del Comercio en las medidas sanitarias y fitosanitarias

¿Cómo garantizar que se suministren a los consumidores de su país alimentos inocuos, esto
es, "inocuos" con arreglo a los criterios que ustedes consideran apropiados? Y ¿cómo se puede
garantizar que la aplicación de normas estrictas de salud y seguridad no sea una excusa para
proteger a los productores nacionales? El Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias establece las reglas básicas para elaborar la normativa sobre inocuidad de los
alimentos, la sanidad animal y preservación de los vegetales que los gobiernos deben aplicar.
Junto con el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, trata de identificar la manera de
satisfacer la necesidad de aplicar normas y, al mismo tiempo, evitar un proteccionismo
encubierto.

El Acuerdo MSF permite a los Miembros de la OMC establecer sus propias normas en materia
de inocuidad de los alimentos, sanidad animal y preservación de los vegetales. Pero es preciso
que esas normas estén fundadas en principios científicos, que solo se apliquen en la medida
necesaria para proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o para preservar
los vegetales y que no discriminen de manera arbitraria o injustificable entre países en que
prevalezcan condiciones idénticas o similares.

Se alienta a los Miembros de la OMC a que utilicen las normas, directrices y recomendaciones
internacionales, pero pueden adoptar niveles de protección más elevados si existe justificación
científica o sobre la base de una evaluación adecuada de los riesgos. El Acuerdo MSF permite
a los países utilizar diferentes métodos de control, inspección y aprobación para comprobar el
cumplimiento de las normas adoptadas. Es esencial que las reglamentaciones sanitarias y
fitosanitarias de los gobiernos sean transparentes para evitar obstáculos innecesarios al
comercio.
Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias

El Comité MSF es el foro que acoge los debates de los Miembros de la OMC sobre cuestiones
relacionadas con la aplicación del Acuerdo MSF y posibles preocupaciones comerciales. Todas
las decisiones se toman por consenso. Aquí puede encontrarse información sobre los
presidentes del Comité MSF.

En junio de 2020, el Comité MSF adoptó el quinto examen del funcionamiento y aplicación del
Acuerdo MSF. Aquí se pueden consultar todas las decisiones y documentos importantes sobre
la aplicación del Acuerdo MSF.

En junio de 2022 se adoptó la “Declaración sobre Cuestiones Sanitarias y Fitosanitarias:


Responder a los Desafíos Sanitarios y Fitosanitarios Modernos” en la Duodécima Conferencia
Ministerial (CM12).

La transparencia es un principio básico de la OMC. Según el artículo 7 del Acuerdo MSF, los
Miembros notificarán las modificaciones de sus medidas sanitarias o fitosanitarias y facilitarán
información sobre sus medidas sanitarias o fitosanitarias de conformidad con las disposiciones
del Anexo B. El Conjunto de instrumentos de transparencia de los Miembros contiene toda la
información pertinente relacionada con la labor de los Miembros en materia de transparencia
en la esfera de las MSF.

El Acuerdo MSF insta a los Miembros a que fundamenten sus medidas sanitarias y
fitosanitarias en normas, directrices o recomendaciones internacionales, y a que participen en
su desarrollo y examen. El Acuerdo también prevé que el Comité MSF elabore un
procedimiento para vigilar el proceso de armonización internacional y se coordine con las
organizaciones competentes para ello

. ¿Cuáles son las organizaciones de normalización competentes en el marco del Acuerdo MSF?
o La Comisión Mixta FAO/OMS del Codex Alimentarius (Codex) para la inocuidad de los alimentos
o La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) para la sanidad animal y zoonosis
o La Convención Internacional de Protección Fitosanitaria de la FAO (CIPF) para la protección
fitosanitaria
Acuerdos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) en materia fitosanitaria

1.- Convención Internacional de Protección Fitosanitaria


Tratado multinacional, que protege de plagas los recursos vegetales del mundo. La Convención
Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) es un tratado multilateral firmado en 1951 y
forma parte de Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO).
Su objetivo es proteger las plantas cultivadas y silvestres mediante la prevención de la
introducción y propagación de plagas, actualmente, la Convención está integrada por 184
países, denominados partes contratantes; además, es reconocida por el Acuerdo sobre la
Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio
(OMC) como el único organismo internacional con capacidad para establecer normas
internacionales en materia de sanidad vegetal.

La CIPF cuenta con varios mecanismos para fomentar la cooperación entre los países suscritos
o partes contratantes: Desarrollar Normas Internacionales para Medidas Fitosanitarias (NIMF);
proporcionar directrices legales y políticas; y fomentar el intercambio de información
fitosanitaria, a través de informes nacionales, foros y seminarios, entre otros eventos.;
El órgano rector de Convención es la Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF), se reúne en
marzo y abril de cada año y sus integrantes eligen cada dos años a un presidente y
vicepresidente.

México, en la figura del director en jefe del SENASICA, Francisco Javier Trujillo Arriaga,
presidió de manera extraordinaria durante los últimos tres años a la CMF, quien en su sesión
número 15, entregó la estafeta a los representantes de la Organización Nacional de Protección
Fitosanitaria, de Costa de Marfil, Lucien Kouame Konan, quien funge actualmente como
presidente y John Greifer, de los Estados Unidos de América, quien es el vicepresidente.
2.- Convención sobre Diversidad Biológica
El Convenio sobre la Diversidad Biológica es el instrumento internacional para "la
conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la
participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos
genéticos", que ha sido ratificado por 196 países.

Su objetivo general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible.

La conservación de la diversidad biológica es interés común de toda la humanidad. El Convenio


sobre la Diversidad Biológica cubre la diversidad biológica a todos los niveles: ecosistemas,
especies y recursos genéticos. También cubre la biotecnología, entre otras cosas, a través del
Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología. De hecho, cubre todos los
posibles dominios que están directa o indirectamente relacionados con la diversidad biológica
y su papel en el desarrollo, desde la ciencia, la política y la educación, a la agricultura, los
negocios, la cultura y mucho más.

El órgano rector del CDB es la Conferencia de las Partes (COP). Esta autoridad suprema de
todos los Gobiernos (o Partes) que han ratificado el tratado se reúne cada dos años para
examinar el progreso, fijar prioridades y adoptar planes de trabajo.

La Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (SCDB) tiene su sede en Montreal,
Canadá. Su principal función es ayudar a los Gobiernos a aplicar el CDB y sus programas de
trabajo, organizar reuniones, redactar borradores de documentos, coordinar la labor del
Convenio con la de otras organizaciones internacionales, así como recopilar y difundir
información. El secretario ejecutivo es el director de la Secretaría.
3.- Código Internacional de conducta para la distribución y uso de plaguicidas
El Código internacional de conducta sobre la distribución y utilización de plaguicidas describe
la responsabilidad compartida de muchos segmentos de la sociedad, incluyendo los gobiernos,
la industria, el comercio y las instituciones internacionales.

El Código de Conducta, originalmente adoptado en 1985 por la Conferencia de la Organización


de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) y revisado en 2002,
promueve prácticas seguras del manejo de plaguicidas que minimizan los riesgos potenciales
a la salud humana y al medioambiente.

El Código de conducta revisado incluye el enfoque de ciclo de vida del manejo de plaguicidas y
hace un llamado a todas las entidades privadas y públicas a que apoyen su implementación. El
Código de conducta brinda un marco para el manejo de todos los plaguicidas, incluyendo
aquellos destinados a ser utilizados en la agricultura y en la salud pública.

El propósito de este documento es brindar una asesoría general sobre principios y procesos y
requisitos para el registro de plaguicidas, incluyendo la organización institucional y
administrativa. Las directrices subrayan el papel esencial de la colaboración intersectorial e
intrasectorial en el registro de plaguicidas, y hacen énfasis en el importante papel colaborativo
de los sectores de la salud, del medioambiente y de la agricultura en este esfuerzo. Estas
directrices no están destinadas a dar orientación técnica profunda sobre todos los requisitos
de registro; la FAO y/o la Organización Mundial de la Salud (OMS) han desarrollado o están
desarrollando directrices separadas para este propósito. Estas directrices también constituyen
una importante contribución para los trabajos del Enfoque Estratégico para la Gestión de
Productos Químicos a nivel Internacional (SAICM).

La creciente complejidad de la evaluación y valoración de los plaguicidas y de su manejo


requiere recursos sustanciales y una adecuada infraestructura nacional, incluyendo personal
bien capacitado en los diversos aspectos del manejo de plaguicidas.

Las directrices por lo tanto promueven el establecimiento de una única autoridad nacional de
registro de todos los plaguicidas para optimizar el uso de los limitados recursos disponibles
en la mayoría de los países. Las directrices también promueven la transparencia y el
intercambio de información durante el proceso de registro de plaguicidas, así como en el
monitoreo y la evaluación posterior al registro da tal manera a, entre otras cosas, prevenir la
duplicación de los esfuerzos por parte de otras autoridades regulatorias como también para
informar a todas las partes interesadas sobre los riesgos de los plaguicidas. Además, las
directrices promueven las ventajas de establecer requerimientos, procedimientos y
evaluaciones armonizadas (por región o por subregión) de los plaguicidas.

Una legislación de plaguicidas bien concebida y bien manejada, en la que los formularios de
registro de plaguicidas son una parte clave, es crucial para el manejo apropiado y efectivo, y la
regulación y el control de los plaguicidas a nivel nacional. Dicha legislación debería incluir
normas para el manejo de los diferentes aspectos de los plaguicidas a lo largo de su ciclo de
vida e incluir aspectos relacionados con la fabricación, importación, exportación, venta,
almacenamiento, control de calidad, residuos, licencias para vendedores de plaguicidas y
operadores profesionales de control de plagas, publicidad, envasado, eliminación y utilización.

Un esquema de registro efectivo y eficiente de plaguicidas debería garantizar que solamente


los plaguicidas aprobados sean vendidos y utilizados en el país. También se debería prevenir
el ingreso al mercado local de plaguicidas de calidad insuficiente, por medio de una aplicación
efectiva de la legislación. Un esquema de registro bien definido y estructurado también permite
identificar procedimientos para la colaboración de todas las partes interesadas importantes en
el registro y el manejo de plaguicidas.

Los gobiernos deberían diseñar procedimientos adaptados a sus propios requerimientos


específicos y no necesariamente necesitan adoptar todos los elementos de un esquema
regulatorio abarcador tal como se opera en países con mayores recursos. Estas directrices
por lo tanto también contienen una sección con asesoría para países con limitados recursos
humanos y financieros. Sin embargo, todos los países donde se utilizan plaguicidas deberían
tener en operación un esquema efectivo de registro, manejo y control de plaguicidas. Un
esquema de este tipo puede ayudar a los gobiernos a asegurar que el uso de plaguicidas no
represente un riesgo irrazonable para la salud humana, los animales y el medioambiente.
ACUERDOS REGIONALES DE PROTECCION FITOSANITARIA

1.- Organización Norteamericana de Protección a las Plantas (NAPPO)


La Organización Norteamericana de Protección a las Plantas es una organización que
establece normas fitosanitarias para Norteamérica, la cual es reconocida por el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) original y el Acuerdo Estados Unidos, México y
Canadá (AEUMC) recientemente ratificado.

La NAPPO fue creada en 1976 como organización regional conforme al Artículo IX de la


Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF). La NAPPO brinda un foro para que
los sectores público y privado de Canadá, Estados Unidos y México colaboren con la protección
regional de los recursos vegetales y el medio ambiente, a la vez que faciliten el comercio. La
protección a las plantas y la facilitación del comercio se logran mediante la elaboración e
implementación de normas con bases científicas y actividades relacionadas con protección
fitosanitaria que están dirigidas a la prevención de la introducción y dispersión de plagas
reglamentadas de las plantas.

Qué es la NAPPO. La Organización Norteamericana de Protección a las Plantas (NAPPO) es


la Organización Regional de Protección Fitosanitaria para la región de Norteamérica (Canadá,
Estados Unidos, México) y funciona en conformidad con el Acuerdo de Cooperación, el cual es
complementario del Acuerdo de Protección a las Plantas que firmaron los representantes de
Canadá, Estados Unidos y México, para promover y asegurar la cooperación en el área de
protección fitosanitaria en la región de la NAPPO. Para obtener información adicional, consulte
la Constitución y reglamentos de la NAPPO.

Misión de la NAPPO. Proporcionar un foro para que los sectores público y privado de
Canadá, Estados Unidos y México colaboren con la protección regional de la agricultura,
silvicultura y otros recursos vegetales y el medio ambiente, a la vez que faciliten el comercio.
La protección fitosanitaria y facilitación del comercio se logran mediante la elaboración e
implementación de normas con bases científicas y actividades relacionadas con protección
fitosanitaria que estén dirigidas a prevenir la introducción y dispersión de plagas
reglamentadas de las plantas. La NAPPO llevará a cabo funciones regionales,
hemisféricas y mundiales.
Objetivos de la NAPPO:

• fomentar y facilitar las actividades cooperativas entre sus países miembros para
prevenir la entrada, el establecimiento y la dispersión de plagas reglamentadas en la
región de la NAPPO y limitar las repercusiones económicas de las plagas no
cuarentenarias reglamentadas;

• facilitar y promover el comercio seguro de plantas, productos vegetales y otros


artículos reglamentados en el ámbito internacional y

• fomentar las actividades cooperativas en el hemisferio y ámbito mundial, participando


en ellas.

Estructura y manejo de la NAPPO. Los Grupos de expertos de la NAPPO realizan el


trabajo técnico de la NAPPO que incluye la elaboración y revisión de normas regionales,
documentos de ciencia y tecnología, documentos de discusión, módulos técnicos y otros
documentos y proyectos con la debida aprobación del Comité Ejecutivo. Los miembros de
los GE son expertos en áreas específicas que vienen de las tres ONPF de la región de la NAPPO
y son nominados con la asistencia del Comité Consultivo y de Manejo (CCM)y el CE.

La Secretaría de la NAPPO, con la asistencia del CCM, proporciona los mecanismos


necesarios para facilitar la conclusión de todos los proyectos que llevan a cabo los GE.
El Grupo Consultivo de la Industria es un elemento importante de este proceso puesto que
ellos brindan retroalimentación desde la perspectiva de la industria para la elaboración de
normas regionales y otros documentos de la NAPPO.
2.- Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria

El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) es una institución


intergubernamental especializada en las áreas de salud animal, sanidad vegetal, servicios
cuarentenarios e inocuidad de los alimentos. El OIRSA fue fundado en 1953 para brindar
cooperación técnica y financiera a los Ministerios y Secretarías de Agricultura y Ganadería de
sus Estados miembros, en la protección y desarrollo de sus recursos agropecuarios. Esto para
garantizar una producción alimentaria sana y segura.

En sus seis décadas de servicio, el OIRSA ha enfrentado las amenazas que representan las
plagas y enfermedades para la región, actuando con efectividad, capacidad de respuesta y
sentido de anticipación, lo que le ha permitido obtener resultados significativos. Para ello,
trabaja de la mano con las autoridades ministeriales de sus países signatarios, brindándoles
asesoría y apoyo en los programas y proyectos de prevención, control y erradicación de plagas
y enfermedades que estos ejecutan.

En el ámbito de la Salud Animal, el Organismo apoya a los programas regionales de sanidad


porcina, bovina, acuícola, aviar, apícola y trazabilidad agropecuaria, obteniendo resultados
destacados. En conjunto con sus Estados miembros, el OIRSA ha evitado el ingreso de
enfermedades como la Fiebre Aftosa y la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) a la región.
Además, se han obtenido declaratorias de área libre como la de Peste Porcina Clásica (PPC)
en 2011.

En el área de Sanidad Vegetal, OIRSA trabaja para declarar áreas libres de plagas que afectan
cultivos, cítricos y otras frutas. Un ejemplo de la labor realizada es la erradicación del gusano
rosado del algodón (Pectinophora gossypiella Saund) del istmo y retardar la diseminación
de otras plagas de importancia económica y cuarentenaria como el Gorgojo Khapra
(Trogoderma granarium), el Escarabajo Asiático de Cuernos Largos (Anoplophora

glabripennis) y el complejo de moscas de la fruta, entre otras.

El OIRSA -a través de los Servicios Cuarentenarios delegados- también trabaja en la


prevención del ingreso de plagas y enfermedades, que atentan contra la sanidad
fitozoosanitaria de la región. Este esfuerzo se realiza junto a los Ministerios y secretarias de
Agricultura y Ganadería de los Estados miembros. El Servicio Internacional de Tratamientos
Cuarentenarios (SITC) realiza principalmente tres tipos de tratamientos cuarentenarios:
aspersión, atomización y fumigación. El SITC cuenta con más de 90 puestos en los puertos,
aeropuertos y fronteras terrestres de nueve países. El Organismo también administra el

Servicio Nacional de Protección Agropecuaria (SEPA) en Guatemala y Honduras, que


intercepta plagas mediante inspecciones en vehículos, aeronaves y buques.

En cuanto a la inocuidad de los alimentos, OIRSA apoya la implementación de programas de


control de la calidad y buenas prácticas en la producción de alimentos por medio de la
formación de recurso humano, apoyo a preauditorias, asistencia técnica y visitas de inspección.
Asimismo, promueve programas de rastreabilidad de alimentos que permiten garantizar su
calidad a lo largo de todos sus procesos en la cadena de producción y facilitar el acceso a los
principales mercados internacionales.

En completa sintonía con su misión institucional, el OIRSA también administra laboratorios


especializados para la certificación de la calidad de los insumos agropecuarios y productos de
exportación, el Servicio de Inspección en Mataderos (TIF) en México y el área libre de
Moscamed en Honduras.
3.- Acuerdos bilaterales y multilaterales de México en materia fitosanitaria

Los tratados internacionales constituyen el acercamiento de los pueblos, fomentan la paz, las
relaciones de amistad y de comercio; a través de ellos se establecen acuerdos, bilaterales o
multilaterales en materia de medicina, cultura, ciencia y tecnología, industria, turismo,
agricultura, sanidad, medio ambiente, entre otros y representan un factor determinante para
el crecimiento y desarrollo de sus países.

La nación mexicana, antes de ser independiente, inició la regulación de su política


internacional, desde la Constitución de Apatzingán de 1814; el Acta de Independencia del Imperio
Mexicano de 1821; el Acta Constitutiva de la Federación de enero de 1824; la Constitución Federal
de los Estados Unidos Mexicanos de octubre de 1824; las Leyes Constitucionales de 1836; las
Bases de Organización Política de la República Mexicana de 1843; la Constitución Federal de
los Estados Unidos Mexicanos de 1857 y, la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos de 1917, con sus respectivas reformas.

Actualmente, los Estados Unidos Mexicanos es el país, a nivel mundial, que más tratados y
acuerdos comerciales ha firmado con otros Estados en distintas materias, ya sea en forma
bilateral (con otro país) o bien de forma multilateral (con varios países o con organismos
internacionales), en donde se fijan compromisos, deberes y derechos que las partes adoptan
para la buena marcha de las relaciones diplomáticas y los negocios que se tengan que regular:
basta decir que tan solo en materia de libre comercio son 13 los instrumentos comerciales que
se tiene firmados en los que participan 50 países.

Dependiendo del número de Estados que intervienen en la celebración de tratados se clasifican


en:

Bilaterales. Los suscriben únicamente dos naciones para solucionar la problemática específica
que en la materia se presenta entre ellos. En el área conflictual este tipo de acuerdos
internacionales desempeña un papel importante, pero su acción es limitada.

Multilaterales. Se elaboran para ser suscritos por una gran cantidad de países, de cualquier
parte del orbe o de una región geográfica determinada”. A través de los Tratados
Internacionales, o cualquiera de los otros nombres con los que se quieran referir, los países
se vinculan para desarrollar actividades comunes o bien para intercambiar productos que
complementan sus economías, alimentos, tecnología, ciencia, turismo, sistemas educativos,
capacitación, industria, entre otros.

Los Tratados Internacionales, además del intercambio de productos o mercancías, cumplen


también el propósito de pactar el respeto mutuo de sus territorios, de los recursos naturales
y el medio ambiente que geográficamente comparten a través de sus fronteras.

Algunos Tratados son:

Convenio Internacional de Protección Fitosanitaria

• Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales


• Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial del Comercio
• Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados de la
Asociación Europea de Libre Comercio
• Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos Mexicanos y las Repúblicas de El
Salvador, Guatemala y Honduras; Capítulo VIII, medidas sanitarias y fitosanitarias
• Acuerdo Marco de la Alianza del Pacifico
• Convenio de cooperación para la prevención, detección, supresión y erradicación de la
mosca del Mediterráneo, y otras moscas de la fruta de importancia económica
• Acuerdo por el que se establecen medidas de simplificación administrativa para la
importación de madera aserrada nueva procedente de los Estados Unidos de América
o Canadá, para el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-016-SEMARNAT-
2013, que regula fitosanitariamente la importación de madera aserrada nueva
• Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)
4.- Embalaje y etiquetado de plaguicidas

La Norma Oficial Mexicana NOM-232-SSA-2009, plaguicidas establece los requisitos del


envase, embalaje y etiquetado de productos grado técnico y para uso agrícola, forestal,
pecuario, jardinería, urbano, industrial y doméstico.

Esta Norma Oficial Mexicana establece los requisitos, indicaciones y características que
deben cumplir el envase, embalaje y etiquetado de plaguicidas, tanto técnicos como formulados
y en sus diferentes presentaciones, a fin de minimizar los riesgos a la salud de los trabajadores
ocupacionalmente expuestos y de la población en general, durante su almacenamiento,
transporte, manejo y aplicación.

La mencionada Norma es de observancia obligatoria en la República Mexicana, para las


personas físicas y morales que se dedican al proceso de los productos plaguicidas que se
comercializarán en el territorio nacional.
5- Estudio de efectividad biológica

Los estudios de efectividad biológica ayudan a prevenir el daño a los suelos, la incidencia de

plagas y bajos rendimientos por el uso de insumos vegetales no verificados.

¿Por qué se realizan?

Para asegurar que cualquier sustancia o mezcla proporcione los elementos esenciales para

cumplir con el objetivo para el que fueron diseñados.

Dichos insumos deben de comprobar una o varias de las siguientes cualidades:

• Aporta nutrientes a las plantas.

• Modifica alguna de las características físicas, químicas o biológicas del suelo, lo cual

influye sobre el crecimiento y/o desarrollo vegetal.

• Favorece el aprovechamiento de los nutrientes.

• Favorece o inhibe los procesos celulares tales como división, alargamiento y

diferenciación celular en las plantas, afecta el desarrollo de la planta.

• Tiene un efecto bioestimulante al mejorar la eficiencia nutricional, la tolerancia al

estrés abiótico y/o la calidad del cultivo.

• Favorece la retención de agua para las plantas.

• Su aplicación no causa daño a las plantas, al menos en alguno de los tratamientos

utilizados.
6.- Normativa de Construcción de invernaderos NMX-E_255-CNCP en materia fitosanitaria

Bajo la responsabilidad del CNCP (Centro de Normalización y Certificación de Productos) como


Organismo Nacional de Normalización, se desarrolló la Norma Mexicana:
NMX-E-255-CNCP-2013 Invernaderos de cubiertas plásticas – Diseño y construcción –
Especificaciones la cual tiene como objetivo:

• Mejorar el diseño del invernadero y eficientar sus costos de producción


• Establecer niveles de calidad y seguridad de los productos y servicios de un
invernadero
• Acelerar el desarrollo tecnológico en el campo

Esta norma mexicana especifica el proceso a seguir para el diseño de invernaderos con
cubiertas plásticas, así como los principios generales, requisitos de resistencia mecánica,
estabilidad, estado de servicio y durabilidad para el proyecto y la construcción de estructuras
de invernaderos con cubiertas de películas plásticas, para la producción agropecuaria. Esta
Norma no establece los criterios de construcción para el acceso a los invernaderos (por
ejemplo: rampas, pasillos de trabajo, pasarelas o escaleras de acceso a la cubierta).

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