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EL CABALLERO DE LA CARRETA

1. El caballero de la carreta nos muestra muchos de los valores comunes de la época medieval.
Se tratan de valores que caracterizaban a los grandes héroes de las novelas caballerescas.

En mi opinión, todos estos valores se pueden ver en nuestra sociedad actualmente. Bien
podemos nombrarlos uno a uno, comenzando por la valentía. Esta virtud es una de las más
destacadas en la obra, y a su vez, es de las más importantes para los caballeros medievales.

En esta obra, Lanzarote es el mayor representante de esta cualidad, no presentó temor a


combate ninguno, por eso no rechazó ninguna batalla que se le plantó. Se enfrentó a todos los
que le retaron, demostrando con suficiencia que no es un cobarde. Además, no se echó atrás
cuando tuvo que cruzar el puente de la espada, a pesar de las malas condiciones que
mostraban aquel paso; ni en cuando le recomendaron dejar la aventura y no arriesgarse en la
búsqueda de la reina, pensó en echarse atrás.

Actualmente, también es muy común ver esta cualidad reflejado en las personas de nuestro
entorno. Son valientes las que se arriesgan para salvar a los demás, por ejemplo: los bomberos
que se adentran en vivaces llamas para rescatar vidas, los policías que persiguen a
delincuentes para ofrecer paz a la sociedad, o los militares, estos más similares a los caballeros
medievales, que se entregan al gobierno para luchar por la seguridad del país…Pero no solo las
personas que lleven a cabo ciertos cargos por su profesión son valientes, sino que cualquiera
que nos cruzamos por la calle podría serlo. Este pudo ser valiente ya que fue capaz de correr a
la carretera para salvar a un niño de ser atropellado, ese es valiente porque salió en
persecución de un ladrón al ver cómo atracaba un local, aquel otro también lo es porque dio la
cara por alguien que era amenazado por agresores, etc. Incluso podemos ver ejemplos en las
redes sociales, aquellas personas que salen a hablar por otras, son también considerados
valientes.

El valor de la constancia, el cual en el caballero se destaca por su objetivo de rescatar a la reina


a toda costa, es también visible en nuestra sociedad. Toda persona puede plantearse un
objetivo y luchar con firmeza para lograrlo, al igual que Lanzarote en esta obra. Por ejemplo:
un estudiante puede presentar este valor al establecer la meta de sacar buenas notas, un
empresario puede practicar la constancia proponiéndose hacer su trabajo cada vez con mayor
eficacia, el presidente de un país también podría comprometerse a llevar cada vez mejor el
gobierno…

Otro de los valores más importantes es el de la fidelidad a la palabra dada por encima de todo,
se presencia extremadamente bien en la persona del caballero. Este, como se ve en la obra,
siempre da a cumplir su palabra. El ejemplo más relativo sería el de su promesa a la señora que
le encarcelaba: Lanzarote, cuando fue apresado por Meleagante, era custodiado por una
mujer. A ella le pidió permiso de salir del castillo, prometiéndole su regreso después de haber
asistido a un torneo en las tierras de su señor, el rey Arturo. La señora se lo concedió y
Lanzarote cumplió con su palabra, aunque esta le volvería a encerrar en la torre. En la novela,
esta cualidad era característica de los caballeros leales, mientras que, en la sociedad en que
vivimos es destacada en todas aquellas personas que son de fiar. Aquellas que mantienen
siempre las promesas y nunca juran nada sin tener primero una certitud de sus palabras, son
dignas de obtener la confianza de los demás.

Podemos hablar también del espíritu de sacrificio, que en Lanzarote se refleja en varias
ocasiones, como cuando se aventuró al puente para poder ir a salvar a la reina. Es visible en
nuestros días en aquellas personas con una extrema gentileza, que dan todo lo posible por
presentar una ayuda para solucionar cualquier problema que esté a su alcance.

En fin, yo diría que cualquiera que los valores que el autor nos plantean son posibles de
encontrar en nuestra sociedad actualmente.

2. Esta obra, Chrétien la escribió para su señora de Champaña, cuando servía a la familia del
conde de Champagne en Francia. Ya que al principio de la obra menciona que su señora quería
que intentase escribir una historia novelesca.

Sabemos que el ambiente cortesano era muy diferente a los otros, ya que las Cortes están
situadas en la cima de la pirámide social, justo por debajo del rey. Estos no tenían que
preocuparse por los negocios como la burguesía, ni de las labores de campo como los
campesinos, ni de cargos religiosos como el clero. Todas las personas que pertenecían a las
Cortes eran nobles que estaban vinculados al rey, cuyas ocupaciones principales eran: la caza,
la guerra, las reuniones y los juegos.

Ya al inicio vemos reflejada este ambiente, Chrétien inicia la narración en la fiesta de Ascensión
del rey Arturo. Este tipo de celebración era muy común en la edad Media. Los reyes y nobles
hacían muchas, donde se presenciaban grandes banquetes, acompañado de música, bailes y
otros juegos. Otro ejemplo sería, la fiesta que se estaba celebrando en un prado cuando
Lanzarote iba en busca de la reina acompañado de una dama que le dio hospedaje en su
castillo. En aquel prado, según describe el autor, había damas, caballeros, y doncellas que
jugaban a diversos juegos, bailaban al son de la música y había, incluso, quienes practicaban
deportes de lucha.

Además, como parece que el autor se centró en el ambiente cortesano en el que él trabajó su
obra, solo vemos figuras de caballeros, doncellas, reyes…No se mencionan casi ningún otro
personaje de otra escala social, por ejemplo, no se nombran ni a comerciantes ni a campesinos
a lo largo de la novela. Esto hace que la historia esté repleta únicamente de descripciones
sobre el mundo de la cortesía.

Las mujeres nobles en esta época tenían un papel más relevante ya, pero aún así, se puede
decir que tenían la obligación de ir tras el hombre. Una vez que se hayan casado, debían
encargarse de servir bien al marido, cuidar de la casa y de las tareas laborares. Eran ellas
quienes se ocupaban también de recibir a los huéspedes, es por eso por lo que, en la obra
vemos cómo casi siempre eran damas las que salían a recibir al caballero, le preparaban los
banquetes y un lecho en el que descansar. Tenían la función de servir a los hombres.

También, se podría decir que la mujer tiene el papel de amada para los caballeros. Como es
típico de las novelas caballerescas, y como mencionó Cervantes en boca de don Quijote, un
buen caballero siempre deber tener una doncella amada a la que rendir los honores y las
victorias de las batallas. En el caso de Lanzarote, está loco de amor por la reina y por eso,
lucharía y haría todo lo posible para poder salvarla. También, en la escena del torneo que se
realizó en el reino de Arturo, a las doncellas se las atribuyó un papel de recompensa para
aquellos caballeros que saliesen victoriosos de las batallas. Aunque, no se puede decir que las
tratan totalmente como objetos de posesión, ya que la mujer era quien, finalmente, podía
elegir entre los ganadores, el caballero con quien quisiera casarse.

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