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HISTORIA DE LA PÍLDORA ANTICONCEPTIVA

Una pastilla por día para evitar el embarazo: aquel invento, que
cumple 60 años, es símbolo de una era de liberación sexual
femenina, aunque aún se debate si sirvió realmente para la
autonomía de las mujeres

-¿Cuál fue el objetivo que enmarcó el desarrollo de la anticoncepción?

-El desarrollo de la píldora debe ubicarse en el cruce de preocupaciones


y debates sobre la relación entre desarrollo económico y crecimiento
demográfico en el contexto de la Guerra Fría. Para los organismos
internacionales y algunos gobiernos, la planificación familiar se planteó
como la solución más efectiva para regular el tamaño de la población.
También, desde la medicina y la psicología se van proponiendo modelos
de maternidad y paternidad que valoran la proximidad afectiva, un
modelo sostenido en la idea de familia "pequeña".

-¿No fue una revolución sexual?

-En realidad, colaboró con el relajamiento de ciertas pautas de moral


sexual, como la exigencia de virginidad a las mujeres hasta el
matrimonio, que se potenció por una mayor presencia pública de los
feminismos que reclamaban la autonomía reproductiva y el derecho al
placer sexual de las mujeres.

Aquel invento cumple seis décadas y hoy más que nunca parecen sonar
las preguntas que enmarcaron su nacimiento. Ícono de la revolución
sexual de los años 60 y símbolo de la autonomía femenina, sin dudas el
anticonceptivo oral se instaló en el imaginario popular como marca de
su época. La primera píldora con fines preventivos, compuesta por
mestranol y noretinodrel, se vendió en Estados Unidos bajo el nombre
Enovid en 1960.

Eran tiempos de transformación. El incremento de la soltería, la


reducción en el número de hijos, la expansión de los nacimientos
extramatrimoniales y el aumento en las tasas de divorcio son tan solo
algunas expresiones que configuraron un verdadero sismo social, que
también tuvo representación en la industria cultural.

Revolución o política de regulación


Gregory G. Pincus y John C. Rock, autores de la dosis que finalmente
llegó al mercado para uso masivo, eran dos profesores formados en
Harvard con ambiciones propias. Pincus, a través de lo que se
vinculaba a la producción de hormonas artificiales; Rock, sobre todo, se
interesaba en las técnicas de fertilidad. En 1954, Pincus realizó uno de
sus primeros ensayos sobre 16 mujeres con trastornos psicóticos
internadas en el Hospital Estatal de Worcester, en Massachusetts. Les
dio anticonceptivos. Pero no solo eso. Además, les cortó el útero para
observar los efectos que generaba la combinación química sobre el
proceso de ovulación. Como correlato, recibió todo tipo de críticas de
parte de la comunidad científica. Fue así que decidieron con Rock
resguardar sus experimentos en tierras con leyes más laxas y un
control político más permeable, y Puerto Rico se convirtió en el prólogo
de la industria anticonceptiva. No sin antes dejar varias consecuencias.
Como parte del experimento, las mujeres allí sufrieron náuseas,
hemorragias y otros malestares. Frente a las dudas acerca de las
condiciones bajo las cuales habían aceptado formar parte del proyecto,
Pincus se defendió en un memorándum escrito para su compañero. Allí
aseguraba que las 265 jóvenes inscriptas eran "suficientemente
inteligentes" y, en todo caso, que para ellas un "embarazo sería un
inconveniente".

-¿Cómo se caracteriza el consumo de la píldora durante esos primeros


años?

-En el imaginario popular se creía que, al tomarla, las mujeres se


volverían lesbianas y no iban a armar familias. Además, la pastilla era
muy cara, solo podían acceder a ella los sectores medios, y había una
condición fundamental.

-¿Cuál?

-Solo te la vendían si tenías el anillo puesto.

-¿Los hombres tomaban algún tipo de responsabilidad anticonceptiva?

- No, no había nada claro. Las mujeres se quejaban mucho de que


cuando venían borrachos no podían decir que no. Y ellos no aceptaban
el preservativo.

-¿Y la pastilla sí?

Sí, la mayoría la aceptaba.

-¿Por qué?

- Veían todo como algo ajeno.


Si bien la píldora ingresó al mercado en 1960, su consumo se
universalizaría una década después. La liberación sexual de los 60 se
profundizó durante los años siguientes, se multiplicaron las consignas
de amor libre, y el hedonismo evangelizado por el movimiento hippie
logró cruzar fronteras. Las protestas contra la Guerra de Vietnam (con
consignas como Haz el amor, no la guerra, entre otras) o el Mayo
Francés se volvieron el prólogo de una época que delineaba a la
juventud como sujeto privilegiado.

-¿Y cuál fue la posición de la Iglesia en ese momento?

-En 1968, Pablo VI anunció la encíclica Humanae Vitae en la que


señalaba que el problema de la sobrepoblación no era la falta de
recursos, sino su injusta distribución, y cerró allí el debate sobre la
aceptación de la anticoncepción hormonal en la Iglesia católica. A partir
de ese momento, la posición oficial fue avalar la anticoncepción
"natural" en el ámbito matrimonial.

Los 80: la píldora como derecho

Rock is dead. El 2 de octubre de 1985, este título recorrió el mundo.


Hacía ya tres años que el Instituto Pasteur de París había identificado el
virus de lymphadenopathy-associated, pero con el fallecimiento del
actor Rock Hudson, sida se volvió una palabra familiar. Si los 60 y los
70 habían sido años de revolución y liberación sexual, los 80 pasaron a
escribirse en términos de prevención, y el preservativo ganó posiciones
como método de cuidado.

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