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SALUD PÚBLICA
ANTICONCEPTIVOS Y FEMINISMO
Medellín
2021
INTRODUCCIÓN
DESARROLLO
En 1838, el ginecólogo alemán Friedrich Wilde creó “pesarios” de goma para pacientes
particulares con moldes hechos a medida. Los pesarios de Wilde se parecían a los capuchones
cervicales actuales. Para el año 1941, la mayoría de los médicos recomendaban el uso del
diafragma como el método anticonceptivo más eficaz. Pero con la invención de la píldora y el
aumento de la popularidad del DIU, el diafragma y los capuchones cervicales perdieron
aceptación en la década de 1960.2
Aunque el condón fue inventado por los antiguos egipcios, aparentemente para prevenir
enfermedades venéreas, no fue hasta 1843, se empezaron a fabricar condones de goma en
forma masiva. Sin embargo, la Asociación Norteamericana de Higiene Social luchó por
conseguir que se prohibiera el uso del condón; prohibiendo así a los integrantes de la armada
el acceso a los condones; lo que ocasionó que hubiese altas tasas de contagio de infecciones
de transmisión sexual en las tropas. Después de ese suceso, el condón pasó a ser el
anticonceptivo más recetado en el año 1924, y durante la Segunda Guerra Mundial, las
autoridades militares adoptaron una actitud más realista acerca del uso de condones; pasando
a fomentar su uso. (Schoijet, 2007)
A principios del Siglo XX, Marie Stopes, británica que abogaba por la planificación familiar,
les recetó esponjas humedecidas con aceite de oliva a 2,000 de sus pacientes indigentes,
como resultado no registró ningún embarazo no planificado en las visitas de seguimiento.2
Finalmente, 1994 empezó a venderse en las farmacias de Estados Unidos la esponja vaginal,
pasando a ser rápidamente uno de los métodos de barrera de venta libre más populares.
(Schoijet, 2007)
En 1926, un físico alemán, Ernst Grafenberg, diseñó el anillo con forma de G, un DIU anular
de amplia difusión y uso satisfactorio. De 1976 a 1988, salieron a la venta marcas registradas,
de las cuales sólo el Progestasert® se mantuvo en el mercado en los EE.UU. hasta julio de
2001, momento en el cual también se lo retiró de las estanterías (Schoijet, 2007).
Actualmente los DIU son más seguros que nunca. El DIU más nuevo del mercado en los
EE.UU. es el Mirena, aprobado por la FDA en diciembre de 2000. Éste libera una pequeña
dosis de progestina levonorgestrel directamente en el útero y reduce el sangrado profuso que
a veces se asocia con los DIU de antes. El “sistema” intrauterino Mirena, según su
denominación, es eficaz hasta por cinco años.2
La esterilización de los hombres se asoció con la castración hasta la época moderna. Incluso
hasta finales del 1800, se esterilizaba a los hombres como una forma desesperada de mejorar
su salud, hacerlos sentir más jóvenes, revertir la impotencia y curar infecciones. Más tarde, a
principios del siglo XX, muchos hombres fueron esterilizados en contra de su voluntad; como
método anticonceptivo era, por lo general, punitiva o eugenésica.2
La primera vasectomía se realizó en 1894, en Gran Bretaña, para mitigar la hinchazón y el
endurecimiento de la próstata de un paciente. A principios del siglo XX, muchos hombres
fueron esterilizados en contra de su voluntad para prevenir la transmisión de enfermedades
hereditarias.2
El uso de la vasectomía como método anticonceptivo voluntario es un concepto relativamente
nuevo. Se le negaba a cualquier hombre que la requiriera, a menos que fuera mayor de 35 y
tuviera al menos tres hijos. Hacia 1960, sólo se habían realizado vasectomías voluntarias en
45,000 estadounidenses. (Schoijet, 2007)
En la lucha de Margaret Sanger por rescatar a la nación de la Ley de Comstock de 1873 (la
cual establecía que el mero hecho de hablar sobre salud sexual podía ser motivo de condena),
el diafragma tuvo un rol especial. Durante un viaje a Holanda en 1915, se enteró acerca del
uso de diafragmas que habían sido creados en Alemania en la década de 1880 y en 1916, fue
arrestada y enviada a prisión por informar a las mujeres acerca de este método. (4)
Durante las décadas de 1940 y 1950, Margaret Sanger hizo un estricto seguimiento de las
investigaciones sobre anticonceptivos y financió personalmente algunos trabajos de
investigación, junto con Katharine Dexter McCormick; financiaron la investigación destinada
a producir un anticonceptivo oral.4 McCormick también financió los primeros ensayos
clínicos sobre la píldora, realizados por el Dr. John Rock, con pacientes de su práctica
privada. En 1956, la publicación Science anunció el éxito de los ensayos clínicos del Dr.
Rock. Cuatro años más tarde, la FDA aprobó la distribución de la píldora anticonceptiva (4).
En los EE.UU. los activistas que defendían los derechos reproductivos tuvieron como
objetivo el uso continuo del DIU en los países en vías de desarrollo, pero un grupo de
científicos convocados por la Organización Mundial de la Salud determinó que el DIU era
seguro y confiable, tanto para países desarrollados como para los subdesarrollados.4
A medida que el movimiento feminista de los ‘60 y ‘70 logró una mayor apreciación de la
igualdad de los sexos por parte de los hombres y los efectos secundarios de los primeros
anticonceptivos orales se hicieron más evidentes; cada vez más hombres se ofrecieron
voluntariamente para la vasectomía. También se optaba por ésta debido a que la esterilización
era más simple y económica para los hombres que para las mujeres. Estos acontecimientos se
combinaron para hacer de la esterilización femenina un método más atractivo, accesible y
aceptable. La revolución sexual de los ‘60 y ’70 había creado el marco para un cambio
radical en las actitudes culturales hacia el sexo y la anticoncepción. A las mujeres se las
invitaba a disfrutar de su sexualidad.4
¿Por qué hay más métodos anticonceptivos para mujeres que para hombres?
Es bien sabido que la mayoría de los métodos anticonceptivos están diseñados para el uso
femenino. La razón principal de este fenómeno es de carácter cultural, pues los métodos de
salud reproductiva asumen que la elección, la adopción y el uso efectivo de la anticoncepción
están influenciados por las actitudes y comportamientos sexuales de hombres y mujeres, y el
uso de métodos específicos puede influir en las percepciones de las personas sobre sí mismas
y sobre la sexualidad de sus parejas. Por lo tanto, se debe considerar que la construcción
social del sexo está inevitablemente ligada a la masculinidad y a la feminidad, pues lo que se
considera masculino o femenino se expresa a través de las normas e ideologías sexuales.
Siguiendo esta lógica, es correcto afirmar que las relaciones sexuales generalmente incluyen
desigualdad de poder basada entre otras cosas, en el género, el cual es el causante de esta
notoria brecha, brecha que se debe al sistema que ha regido en el mundo desde sus orígenes:
el patriarcado. Según José Olavarría, el patriarcado es una función del poder, por lo que la
masculinidad y la paternidad aportan retroalimentación y determinación, y el modelo
hegemónico de masculinidad gira en torno al papel del padre. En otras palabras, en la cultura
del padre, él es el señor supremo y simbólicamente se le otorga el mayor poder porque "él es
responsable de la continuación de la especie.5
Y esta es la razón por la que las mujeres, históricamente, han sido menos privilegiadas que
los hombres, sobre todo en cuestión de derechos. Sin embargo, a través de su constante lucha,
continúan logrando de manera progresiva el reconocimiento de estos. Un ejemplo de ello es
la liberación sexual, la cual se vio expresada a través de la elaboración, la promoción y
finalmente el uso de los métodos anticonceptivos, pues en un sistema patriarcal donde la
crianza no es un asunto equitativo, la mujer se ve en la obligación de mitigar esta situación
puesto que es la directa implicada en la concepción al cumplir la función de parir: de esta
manera surgen los métodos anticonceptivos. Sin embargo, aunque el propósito en principio
fue controlar la natalidad dentro de la sociedad conyugal, trascendió para evitar tanto
embarazos como enfermedades de transmisión sexual (en el caso del preservativo masculino),
no necesariamente dentro de un matrimonio o una relación de unión libre. (6)
Desafortunadamente, los hombres no fueron incluidos con la misma fuerza y relevancia que
las mujeres en el mundo de los métodos anticonceptivos, y esto se ve justificado por la
mentalidad irresponsable y machista de la época. Incluso hoy, la gente ha observado la
marginación de los hombres en el proceso de reproducción. Por ejemplo, en este proceso,
poco o nada acompañan a sus parejas sexuales, o en el embarazo, parto, posparto, desarrollo
de la relación padre-hijo, y el mismo sistema de salud ha fortalecido la exclusión de los
hombres, pues está orientado al cuidado "materno-infantil", que no tiene en cuenta las
necesidades de salud de los hombres. Esta situación es la clara representación de la nula
participación de los hombres en los programas de planificación familiar y de un desarrollo
casi inexistente del sistema de salud dirigidas a empoderar a las mujeres en esta materia.
Existen otras razones por las que los métodos anticonceptivos femeninos predominan sobre
los masculinos, y es el hecho de que hay muchos hombres que se oponen a la planificación,
aun cuando tienen información y acceso a la misma.5 Debido a la discriminación de género
ocasionada por el sistema patriarcal, muchas mujeres se ven en la obligación de reprimir sus
deseos y acciones ante las decisiones y privilegios masculinos, lo que hace que la
negociación de medidas de protección contra el embarazo sea prácticamente nula.(5) En otras
palabras, aunque algunos hombres tengan la opción de planificar (a través de la vasectomía y
el uso del preservativo), no tienen la disposición de usarlos, pues sus razones no son de fuerza
mayor.
Es importante que al hablar sobre anticonceptivos también hablemos sobre educación sexual
sin importar el género, llevar una vida sexual sana y de manera responsable debe ser una
obligación tanto del hombre como de la mujer cuando se hace referencia a una pareja
heterosexual, puesto que ambos se ven implicados en el acto sexual. Fomentar la educación
sexual desde una temprana edad es necesario para que tanto hombre como mujeres sean
capaces de reconocer sus derechos sexuales y reproductivos y cuenten con la suficiente
información para tomar decisiones de manera consciente y autónoma. (8)
La educación sexual se basa en programas académicos propuestos por los gobiernos que
están centrados en la población estudiantil para educar y suministrar información sobre cómo
llevar una vida sexual responsable y digna reconociendo sus derechos sexuales y
reproductivos, además brinda orientación sobre métodos anticonceptivos y ITS promoviendo
el desarrollo de su sexualidad y la construcción de una identidad sexual que promueva el
respeto mutuo. (8)
Los conocimientos sobre anticoncepción son una parte importante para el desarrollo de estos
programas ya que estar al tanto de los métodos anticonceptivos, su adecuado uso y sus
efectos en el organismo fomentando vida sexual responsable, elegir el método que más les
convenga y prevenir ITS y embarazos no deseados. Los anticonceptivos vistos desde el punto
de vista feminista ofrecen una” liberación” a la mujer sobre su sexualidad permitiéndole a las
mujeres disfrutar de este acto de forma activa y segura, dejando de lado el fin reproductivo y
otorgándoles autonomía para decidir sobre su cuerpo. (10)
En salud pública
Aunque no existe un método anticonceptivo que sea 100% eficaz se ha demostrado que el uso
de métodos anticonceptivos ha contribuido a prevenir las infecciones de transmisión sexual y
los embarazos no deseados, disminuyendo la mortalidad materna y la necesidad de recurrir al
aborto inseguro.(12)
En Colombia, la tasa global de fecundidad pasó de 3,2 hijos por mujer en 1986 a 2,07 en
2014, en parte, por el acceso a métodos anticonceptivos; a pesar de ello, existen diferencias
regionales que muestran una necesidad insatisfecha de anticoncepción que oscila entre el
21% y el 32% de las mujeres, en tanto no tienen acceso a métodos modernos (13)
El uso de anticonceptivos es menor entre las mujeres de bajos ingresos con mayores carencias
educativas o pertenecientes a zonas rurales donde se dificulta el acceso a un buen sistema de
salud. Lo que denota que a pesar de todas las políticas nacionales y campañas que ha
desarrollado el gobierno, aún sigue existiendo desigualdad a la hora de tener acceso no solo a
métodos anticonceptivos sino también al sistema de salud en general.
Porcentaje ¿Cuánto
métodos/
de tiempo Efectos secundarios Beneficios
Opciones
efectividad dura?
*Dolor leve en el
sitio de la colocación
*Puede mantenerse en privado
*variaciones de peso
*Ayuda a disminuir los periodos
*Causan más
menstruales dolorosos e intensos.
períodos irregulares
*Reducción del riesgo de embarazo
Hasta 5 o manchado entre
Implante 99% ectópico
años períodos
*Posible protección contra los cánceres
*El implante puede
endometrial y ovárico
causar dolores de
* permite un rápido retorno de la
cabeza.
fecundidad después de la extracción
*No protege contra
ETS ni VIH
*No protege contra *Puede mantenerse en
ETS ni VIH
*puede retrasar el
privado.
retorno de los ciclos *Mejora los cólicos
De un normales por entre 6 y menstruales.
Inyección
mes a 8 meses. * Reduce los síntomas de la
trimestral y 94%
Tres *aumento de peso. endometriosis, la frecuencia de las
mensual * puede reducir los
meses convulsiones en mujeres que tienen un
niveles de colesterol trastorno de convulsiones y la cantidad
HDL ("bueno"). de crisis drepanocíticas en mujeres que
* puede provocar una
tienen la enfermedad drepanocítica.
pérdida mineral ósea
que puede revertirse.
*Náuseas
* Dolores de cabeza
*Pérdida de cabello
* Depresión
*Reacción alérgica al
látex
*Debes usar un *Protege contra las enfermedades de
Un
Condón/ condón cada vez que transmisión sexual
82% encuentr
preservativo tengas relaciones *si es utilizado adecuadamente y
o sexual
sexuales. conscientemente.
*Existe posibilidad
de rotura
Cabe destacar que la sexualidad aún sigue siendo un tema tabú en países como Colombia
donde una gran parte de la población aún sigue creyendo que al informar o educar sobre este
tema se está incitando a la población a tener relaciones sexuales o empezar una vida sexual
activa desde una temprana edad. Lo que realmente se busca al educar a la población frente a
estos temas es brindar acceso a información veraz y a un método anticonceptivo que sea
seguro y asequible para todos con el fin de promover una vida sexual responsable y
placentera es por esto por lo que se hace necesario dejar todos los estigmas sociales de lado
para poder abrir paso a una generación educada que logre disfrutar de sus derechos
reproductivos y sexuales a plenitud.
CONCLUSIONES
● El acceso a los anticonceptivos para las mujeres ha sido durante la historia un tema
que se traduce a la lucha de sus derechos, ya que en la cultura patriarcal en la que aún
vivimos; pero que anteriormente estaba más fortalecida; a las mujeres no se les
permitía acceder a los anticonceptivos, lo que se traduce en que no podían decidir
sobre sus propios cuerpos. Debido a esto, la única alternativa que encontraron fue
manifestarse en contra de la vulneración de sus derechos. Convirtiendo así al acceso
de los anticonceptivos en uno de los motivos para la creación del movimiento
feminista.
● Al ser la sexualidad algo propio del ser humano y la salud reproductiva un derecho, se
hace necesario la implementación de una educación sexual que sea asequible para
todos, centrada en el empoderamiento tanto del hombre como de la mujer. Para esto
se requiere de una desconstrucción social donde la sexualidad no se limite únicamente
a la genitalidad y se logre superar los tabúes que rodean este tema.
BIBLIOGRAFÍA
3. Anticoncepción femenina: las mujeres que lucharon para hacerla posible [Internet].
bayer.com.ar. 2019. [Consultado 25 de Ene 2021]. Disponible en:
https://www.canwelivebetter.bayer.com.ar/salud/anticoncepcion-femenina-las-
mujeres-que-lucharon-para-hacerla-posible
6. Alton, Kaylee. ¿Por qué no hay un método anticonceptivo hormonal para los
hombres? [Internet]. helloclue.com 2019. [Consultado 25 de Ene 2021]. Disponible
en: https://helloclue.com/es/articulos/sexo/por-que-no-hay-un-metodo-anticonceptivo-
hormonal-para-los-hombres
9. Álvarez, Haizea Miguela. Begoña Zugadi, Rodrigo. Por una educación sexual
imprescindible [Internet]. Federación Estatal de Organizaciones Feministas. 2016.
[Consultado 23 de Ene 2021]. Disponible en: http://www.feministas.org/por-una-
educacion-sexual.html