Entre los principales avances en torno a lo que llama el documental como
liberalización de las costumbres de mediados de los 60, podemos encontrar la llegada de la Píldora Anticonceptiva a nuestro país (9 pts.): - Analice el impacto en la sociedad chilena, principalmente en las mujeres, a partir de esa época. ¿Qué cambios trajo?
R: La Píldora Anticonceptiva fue un invento revolucionario para las mujeres y sociedad en
general. La llegada de la Píldora Anticonceptiva a Chile fue un invento revolucionario no solo para las mujeres, sino para la sociedad chilena en general; cambiando paradigmas en el aspecto cultural, económico y social. Estamos hablando de una sociedad en la que conceptos como la planificación familiar no existían; había demasiada desinformación (por no decir información nula) en cuanto al matrimonio, la educación sexual y los abortos; respectivamente porque estos temas era un tabú. A la gran mayoría de mujeres nunca se les enseñaba acerca de esto, por lo que al casarse “se tenían a las guaguas y listo”. Motivo que también explica el por qué antes se tenían demasiados hijos. La píldora resolvió muchas problemáticas que tenían las mujeres al concebir una vida; por ejemplo, la falta de recursos económicos para mantener a un bebé, ya que al tener tantos hijos era casi que imposible darles una calidad de vida adecuada a todos por igual. También ayudó a disminuir la tasa por mortalidad tanto materna como infantil y la tasa de natalidad. Igualmente contribuyó a destruir mitos y tabús relacionados con la maternidad, el aborto y la sexualidad, los cuales fueron implantados no solo por la sociedad conservadora, sino también por la misma Iglesia. Enfocándonos en la población femenina, este invento le dio la oportunidad a la mujer de tomar sus propias decisiones en cuanto a su vida personal, familiar y sexual. Antes de esta revolución, la mujer era criada para casarse, procrear y dedicarse a cuidar a sus hijos y las tareas del hogar, incluso cuando la sociedad se “modernizó”, este estereotipo seguía bien impuesto en la sociedad, impidiendo a las mujeres decidir libremente sobre que querían hacer con su vida. Como menciona la psicóloga y directora del Centro de Sexualidad Chilena, Gloria Fenieux, la mujer pasa de ser objeto de la circunstancia a ser sujeto en sí misma. Todo esto implicó el poder plantearse una vida nueva (decidiendo si querían o no tener hijos y cuando tenerlos) tener sus propios proyectos y poder soñar acerca de lo que quiere y no quiere ser. Poco a poco, el hombre y la mujer pasaron a ser personas totalmente independientes, cambiando el concepto de que una chica tenía que casarse y tener hijos para poder vivir de forma digna (lo que en ese tiempo era una realidad). Sin embargo, estos avances no fueron inmediatos, en la actualidad es que podemos verlos aún más reflejados.
Desde tiempos remotos la Iglesia ha prohibido y condenado la anticoncepción. Si bien la Biblia no
prohíbe explícitamente esta práctica, si invita a los seres humanos a “crecer y multiplicarse” motivo por el cual evitar el embarazo iría en contra de este principio. Según la moral católica, es inmoral el uso de métodos anticonceptivos por el hecho de que alteran la naturaleza y el sentido propio del acto conyugal, un acto que debería ser expresión del amor entre los esposos abierto a la llegada de los hijos que Dios pueda enviar. La Píldora Anticonceptiva llega al país en un contexto social bastante religioso y conservador, donde se le tomaba bastante importancia a mantener la estructura familiar constante y se protegía el derecho a la vida. Además, la publicación de la encíclica “Humanae vitae” del Papa Pablo VI en 1968 (la cual define la doctrina de la Iglesia católica sobre el aborto, los métodos anticonceptivos y otras medidas que se relacionan con la vida sexual humana) que prohibía el uso de cualquier método anticonceptivo que no fuera la abstinencia, fue otra gran influencia para los Sacerdotes y Laicos de ese entonces. Y Chile seguramente no fue la excepción. Tomando en cuenta todo esto, para la Iglesia Católica el uso de esta píldora fue muy mal visto y criticado, siendo este un pecado muy grave ya que solo llevaba al goce egoísta, falta de respeto y abuso de la mujer; yendo en contra de los principios religiosos mencionados anteriormente. Además, que se ponía en duda si verdaderamente tenía propiedades abortivas y se le atribuyeron consecuencias erróneas, por ejemplo, que su uso producía cáncer.