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UNIVERSIDAD SAN PEDRO FACULTAD DE

DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS ESCUELA


PROFESIONAL DE DERECHO

TÍTULO:
EL ARBITRAJE COMO MECANISMO ADVERSARIAL Y EL ROL
DEL ÁRBITRO

CURSO:
Arbitraje

ALUMNOS:
Dioses Ruiz Andy Eduardo.
Murga Vásquez Diego
Peña Calle Víctor Raúl

DOCENTE:
Dra. Jiménez Rufino Violeta

2022

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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 3
EL ARBITRAJE COMO MECANISMO ADVERSARIAL Y EL ROL DEL ÁRBITRO .......... 4
EL ARBITRAJE COMO MECANISMO ADVERSARIAL: ....................................................... 4
HISTORIA DEL ARBITRAJE EN EL PERÚ.......................................................................... 4
MEDIOS ADVERSARIALES:................................................................................................. 4
CONCEPTO DE ARBITRAJE ................................................................................................. 5
EL ROL DEL ÁRBITRO:............................................................................................................. 6
FIGURAS ASEMEJADAS: ...................................................................................................... 6
Mediador Y Conciliador: ...................................................................................................... 6
Mandatario ............................................................................................................................ 6
Transacción: .......................................................................................................................... 7
DEFINICIÓN: ........................................................................................................................... 7
IMPORTANCIA DE LA ELECCIÓN: ..................................................................................... 8
FUNCIONES: ........................................................................................................................... 9
CARACTERISICAS Y PERFIL:............................................................................................ 10
Designación De Árbitros ......................................................................................................... 12
ARBITRAJE Y PODER JUDICIAL: ......................................................................................... 13
Comparación entre árbitro y juez ............................................................................................ 14
CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 15
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................................ 16

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INTRODUCCIÓN
Hoy en día el arbitraje es considerado como mecanismo de solución de controversias
para diversas materias como contratos comerciales, contratación pública, construcción o
inversiones es algo usual, en menoscabo del uso de foros judiciales locales, debido a la
especialización, inmediatez y flexibilidad que ofrece a las partes.

Ello exige a los profesionales del derecho nuevas exigencias que les permitan afrontar
con éxito los retos y particularidades que requiere este método alternativo de solución de
conflictos.

Por otro lado, aparece la figura del arbitro dentro del proceso arbitral cuya elección
constituye uno de los actos más importantes en todo arbitraje, dado que cumple un papel
protagónico dentro de todo procedimiento arbitral, y es que todo este sistema gira en torno
a su actuar, en la medida de que sobre su integridad moral y buen criterio, así como sobre
sus cualidades académicas y profesionales, descansa la confiabilidad y la eficacia del
laudo arbitral, según Ledesma Narváez sostiene que el árbitro “es la persona natural que
interviene para definir heterocompositivamente el conflicto o situación jurídica incierta,
como expresión de la voluntad de las partes contratantes bajo un ámbito de
confidencialidad”.

En ese sentido, podemos decir que el árbitro es la persona encargada de dirimir una
controversia jurídica o litigio entre dos o más personas que deciden nombrarle como
tercero independiente encargado de resolver el conflicto.

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EL ARBITRAJE COMO MECANISMO ADVERSARIAL Y
EL ROL DEL ÁRBITRO
EL ARBITRAJE COMO MECANISMO ADVERSARIAL:
HISTORIA DEL ARBITRAJE EN EL PERÚ
A lo largo de los años, los países han buscado la optimización de los mecanismos de
resolución de conflictos que poseen dentro de su jurisdicción. Desde la antigua Roma
hasta hoy, la civilización siempre ha buscado solucionar sus conflictos de forma rápida y
efectiva, ya que la demora en la resolución sólo generaba perjuicio e incertidumbre a las
partes involucradas, donde el Perú no ha sido un país ajeno a ello.

La optimización del Poder Judicial y la mejora del marco jurídico de los mecanismos
alternativos de resolución de conflictos, han buscado ubicarse a la altura de lo que exige
la modernidad dentro de sistemas jurídicos internacionalizados. El arbitraje forma parte
de uno de los MARC que posee nuestro país y se han desarrollado dentro del mundo
moderno. Este mecanismo se ha fundado en la libertad y la autonomía de la voluntad de
las partes.

Su evolución ha ido conforme a las exigencias nacionales e internacionales, en la


búsqueda de tener una forma más efectiva para resolver los conflictos que se generan.

MEDIOS ADVERSARIALES:
Los medios adversariales son aquellos en los cuales un tercero asume la
responsabilidad de resolver un conflicto, en sustitución de las partes. Típicamente,
podemos señalar en este grupo al Arbitraje y al Proceso Judicial, asimismo es considerado
un método hetecompositivo porque un tercero ajeno a las partes define la solución del
conflicto.

Ello se sustenta a fin de solucionar determinados conflictos jurídicos y evitar acudir al


Poder Judicial, pues para ello existen otras vías idóneas alternas, que conllevarían a
solucionar los mismos con mayor eficiencia, dado que es de conocimiento que la vía
judicial no es el único medio de solución de controversias, existen medios alternativos
que se basan en la autonomía de la voluntad de las partes, las cuales eligen cómo resolver
sus conflictos.

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En este escenario, la presencia del arbitraje ha sido siempre importante en la historia
de la humanidad, pero sobre todo a partir de mediados del siglo pasado, con el surgimiento
de la globalización, cuando el arbitraje se ha erigido en un medio de solución de
controversias que sirve a diversas materias, entre las que destacan el derecho comercial,
el derecho de contratación pública y el derecho de inversiones.

Lo mencionado se sustenta en que la solución se desarrollaría en un ambiente que


permitiría a las partes involucradas a expresar sus pretensiones, a efectos de concluir con
el conflicto en el menor tiempo posible y evitar sumergirse en un proceso judicial que
podría tardar años en encontrar una solución, la cual muchas veces es tardía. Estas vías
idóneas son los denominados mecanismos alternativos de resolución de conflictos.

CONCEPTO DE ARBITRAJE:

El arbitraje es una institución jurídica heterocompositiva, en virtud de la cual una


tercera persona, objetiva e imparcial, nombrada por las partes mediante convenio,
resuelve en base a una potestad específica el conflicto intersubjetivo de intereses
jurídicos, en caso de ser la materia susceptible de libre disposición por las personas
afectadas por la discrepancia.

En este mismo sentido Ramos, entiende que el arbitraje es la resolución de una


cuestión o disceptación entre partes por medio de un tercero. Donde este tercero asume
el papel de juez y resuelve con su juicio el problema que previamente le han sometido las
partes de mutuo acuerdo.

Por otro lado, Castillo (2011), señala que, “el arbitraje constituye un método de solución
extrajudicial de controversias cuyo origen se sitúa en la voluntad de las partes, que,
mediante la conclusión de un negocio jurídico denominado, confían la solución de un
litigio a un tercero imparcial (arbitro) elegido, directa o indirectamente por ellas
mismas”. (p. 94)

Para García (2012), la palabra arbitraje deriva del latín arbitrare, “juzgar como árbitro,
la cual procede de arbiter, el que asume el papel de juez entre las partes. En tal sentido
el arbitraje es un mecanismo heterocompositivo de resolución de controversias, ya que
existe una tercera persona- ajena a las partes que soluciona el conflicto”. (p.1)

D, castillo, El arbitraje único medio, San Sebastián, 2011.p,1.

M, García, Mecanismo arbitral, Buenos Aires, 2012.p,1.

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Para tal efecto, se debe considerar que solamente se resolverá en dichas vías, las
materias de derecho disponible que puedan ser negociados, sea de carácter civil,
comercial e incluso laboral; entre ellos indemnización por daños y perjuicios, incluso por
accidentes de trabajo, incumplimiento de contrato, entre otros.

Solo si las partes han convenido, de forma previa al origen de un posible conflicto,
someterse a la competencia de un Tribunal Arbitral, compuesto por uno o tres árbitros,
suscribiendo el Convenio Arbitral en el contrato correspondiente, renunciarán a recurrir
al Poder Judicial para someterse a la competencia de los mismos, quienes expedirán el
Laudo Arbitral definitivo, con valor de sentencia, a fin de resolver su conflicto.

EL ROL DEL ÁRBITRO:


FIGURAS ASEMEJADAS:
Mediador Y Conciliador:
Hay quien confunde al árbitro con el mediador o conciliador, ello deriva de que las
tres figuras comparten algo (su género próximo): en todas participa un tercero extraño
que, con niveles distintos de intervención, colabora para resolver la controversia de las
partes. La diferencia específica reside en las facultades del tercero. Mientras que el
mediador interviene para ayudar a las partes a que ellas mismas resuelvan su controversia
y el conciliador sugiere una solución; el árbitro realiza un acto jurisdiccional: emite un
fallo (el laudo) que tiene fuerza de cosa juzgada y que vincula (obliga) a las partes.

Una segunda diferencia es la participación de las partes en la solución de la


controversia. Mientras que en la mediación y conciliación se trata de conducta
cooperativa, en un arbitraje el procedimiento es adversarial.

Mandatario:

Hay quien postula que el árbitro es un mandatario de las partes, por lo cual el arbitraje
es asimilable a un mandato. Se le encomienda la realización de un acto jurídico (resolver
una controversia) cuyo efecto impactará un patrimonio distinto al suyo: el de sus
mandantes. Considero que la caracterización peca de algo importante (que es su diferencia
específica): en el mandato, los mandantes no sólo pueden encomendar qué hacer al
mandatario, sino cómo hacerlo. Tomando esto en cuenta considero que se está forzando
la institución, donde las partes no pueden decirle al árbitro cómo resolver, por lo que la
asimilación parece inadecuada.

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Transacción:
Algunos asimilan al arbitraje a una transacción. El motivo principal reside en que
comparten algo en común: mediante ambos se obtiene a un documento que tiene fuerza
de cosa juzgada. Considero que existen tres motivos por los que la institución dista de
poder abarcar al arbitraje.

El primero es palpable: en la transacción no hay tercero.

El segundo es un poco más sutil: mediante la transacción las partes, haciéndose


recíprocas concesiones, resuelven una controversia. En arbitraje esto no sucede. No hay
recíprocas concesiones. El árbitro determinará a quien asiste el derecho, sin que por dicho
motivo haya ocurrido una concesión frente a la otra parte.

Tercero, el arbitraje resulta en un acto jurisdiccional. La transacción es un contrato. En


la transacción no hay una renuncia de ejercer ante tribunales un derecho de acción. En el
arbitraje sí.

DEFINICIÓN:
En primer lugar, debemos tener claro qué debe suceder para que surja la figura de un
árbitro.
Sabemos que no habrá arbitraje sin convenio arbitral. Luego, y existiendo el
denominado convenio, tendrá que surgir una controversia entre las partes respecto de una
determinada relación jurídica contractual, o de otra naturaleza, a la que haga referencia el
convenio. Ante esto, las partes deberán ponerse de acuerdo y designar a la persona que
solucione la incertidumbre planteada, quien, luego de aceptar la designación, pasará a
denominarse árbitro.
Como podemos observar, recién en este punto cabe hablar, propiamente, de la
existencia del árbitro.
El árbitro es el actor principal de todo arbitraje, pues es quien finalmente resuelve las
controversias por decisión de las partes. Por ello, su rol es esencial para cumplir con la
finalidad del arbitraje.

En tal sentido, existe un viejo adagio que señala que el arbitraje vale lo que valen los
árbitros, lo cual refiere a la importancia del papel que desempeñan. La Ley de Arbitraje
no ofrece una definición precisa de lo que se entiende por árbitro; es por ello que debemos
recurrir a algunos de sus artículos para poder deducir alguna definición legal.

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IMPORTANCIA DE LA ELECCIÓN:
Algo importante que se debe tener presente es que de nada sirve que se hayan
determinado de manera cautelosa los parámetros sobre los cuales se desarrollarán las
actuaciones arbitrales, o el hecho de que en un arbitraje internacional se haya elegido
acertadamente la aplicación de tal o cual ley de fondo, entre otros importantes aspectos,
si es que estamos en presencia de un árbitro poco diligente, con limitados conocimientos
jurídicos, que carezca del más mínimo sentido de equidad, justicia y sentido común, con
poca disponibilidad para atender las actuaciones propias de un procedimiento arbitral, etc.

Al contrario, podríamos afirmar que si es que las reglas elegidas por las partes no son
las más adecuadas y lo acordado por ellas no cumple con los requisitos básicos para que
un procedimiento arbitral pueda desenvolverse con éxito, pero, por otra parte, contamos
con un árbitro con las suficientes capacidades ético-profesionales, tendremos la
tranquilidad de que las actuaciones arbitrales podrán desarrollarse supliendo todas esas
deficiencias.

MUNEE, Cañivano sostiene que “la selección de los árbitros es quizás el acto más
relevante que toca a las partes decidir, porque se juega en él la suerte del arbitraje. Por
más que intervenga una institución, el éxito o el fracaso del arbitraje dependerá en gran
medida de la capacidad de los árbitros para resolver la disputa con equidad y solvencia”.

En este sentido, adquiere la calidad de árbitro aquel que desarrolla las facultades que
son conferidas a través de la celebración del convenio arbitral, por lo que todo el
procedimiento gira en torno a él y en su integridad moral y buen criterio descansa la
confiabilidad y la eficacia del arbitraje como medio de resolución de conflictos.

MUNNÉ, CAVIÑO, La administración del arbitraje. Instituciones arbitrales y procedimiento prearbitral, Editorial
Aranzadi, Navarra, 2002.

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FUNCIONES:
Identificar Las Posiciones De Las Partes: En cualquier conflicto un buen árbitro debe
hacer que las partes identifiquen los fines (intereses y necesidades) que subyacen a las
posturas que defienden (posiciones) como medios para conseguir aquellos. Para ello el
árbitro ha de fomentar una comunicación fluida y clara, formular las preguntas oportunas
para obtener cuanta más información sobre el conflicto mejor y escuchar activamente y
con atención la información transmitida por ambas partes. Solamente así podrá indagar
en los intereses y necesidades de las partes y será posible, por consiguiente, llegar a
puntos en común desde los que poder construir una solución positiva para ambas partes.

Respetar Y Manejar Adecuadamente Los Plazos Y Las Formas Del Proceso


Arbitral: El plazo justo y razonable, es un derecho fundamental y una garantía
primigenia que asiste a las partes del proceso antes, durante e incluso después de un
proceso. En la actividad del término inicial y término final deben implicar un plazo justo
y razonable a efectos de que el árbitro determine la razonabilidad en el trámite y la
conclusión de las diversas etapas del procedimiento que llevarán a un laudo arbitral y su
ejecución.

La garantía arbitral del plazo razonable constituye un presupuesto imprescindible del


debido proceso a efectos de obtener de la sede arbitral un plazo razonable y justo que
permita que las partes obtengan una efectiva y pronta solución a las pretensiones
conforme a los términos y/o presupuestos legales que sean aplicables al caso concreto sin
dilaciones injustificadas por los árbitros competentes que asumieron la causa o tramite.

Analizar Y Evaluar Las Soluciones Adecuadas Y Realistas: El árbitro debe hacer un


estudio y análisis de las soluciones que tenga para poder optar por la mas adecuada y que
se ajuste al caso en cuestión, con la finalidad de así poder emitir un laudo arbitral que
tenga todos los argumentos para su ejecución.

Promover La Actuación De Todas Las Pruebas: Los medios probatorios tienen por
finalidad acreditar las afirmaciones de los hechos alegados por las partes, producir certeza
en el árbitro respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones. Así
poder llegar a convencer al árbitro de que las afirmaciones que las partes hicieron en el

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proceso son acordes con la realidad, que sucedieron realmente, que el árbitro tenga un
firme convencimiento de que el fallo que esta por dictar lo hace en base a la realidad.

Laudar En Estricta Aplicación De La Ley: El laudo arbitral es la resolución por la que


los árbitros resuelven sobre todas o algunas de las cuestiones que las partes le han
sometido al amparo de un convenio arbitral (véase compromiso arbitral). En la Ley
vigente, el laudo produce plenos efectos de cosa juzgada y despliega fuerza ejecutiva
inmediata; se equipará así, en cuanto a sus efectos, a una sentencia judicial.

CARACTERISICAS Y PERFIL:
Según el artículo 20 del decreto legislativo 1071, pueden ser árbitros las personas
naturales que se hallen en el pleno ejercicio de sus derechos civiles, siempre que no tengan
incompatibilidad para actuar como árbitros.

Salvo acuerdo en contrario de las partes, la nacionalidad de una persona no será


obstáculo para que actúe como árbitro.

Imparcialidad:

El ser imparcial se aplica para referirse a aquel que juzga o procede con imparcialidad.
En tanto, la imparcialidad es un criterio propio de la Justicia, el cual establece que las
decisiones deberían tomarse siguiendo criterios objetivos sin dejarse llevar por
influencias de otras opiniones, prejuicios o por razones que, de alguna manera, se
caractericen por no ser apropiadas a la exclusiva función del árbitro.

La imparcialidad que se observa en relación al litigio es una noción de carácter


subjetivo que consiste en no ser parcial o en actuar como prevenido dejándose invadir por
opiniones preconcebidas y circunstancias extrañas a las cuestiones planteadas en el
proceso arbitral.

Asimismo, la garantía de independencia del árbitro precisa, a su vez, de aquélla de la


imparcialidad pues la primera es condición necesaria de la segunda tanto en el decurso
del arbitraje como, particularmente, cuando se proceda a laudar.

Capacidad De Análisis Jurídico:

La capacidad analítica podría definirse como aquella habilidad que le permitirá al


árbitro procesar la información de una forma que, posteriormente ayudará a tomar
mejores decisiones y a obtener mejores resultados.

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Se trata de que el árbitro debe aplicar todo su conocimiento en el tema de
controversia dentro del proceso arbitral, ya que deberá emitir el laudo con una adecuada
e idónea fundamentación.

Habilidad para expresarse:

Esta característica es muy importante toda vez que permitirá que el arbitro tenga una
amplia experiencia en el manejo de las habilidades de expresión, pues para el proceso
arbitral será una herramienta necesaria, ay que le permitirá que la comunicación con las
partes del proceso se desenvuelva de la mejor manera, dando fluidez y sobre todo
entendible durante todo el proceso.

Neutralidad:

El árbitro deberá no estar inclinado por ninguna de las partes del proceso, lo que
significa que no deberá tener favoritismos, dado que debe mantener su honor y reputación,
pues de esa forma podrá proporcionar credibilidad a las partes, llegando así a un correcto
funcionamiento del proceso arbitral.

Respeto y credibilidad:

La credibilidad que debe brindar el árbitro debe ser la más adecuada posible, por lo
tanto, hace referencia a la capacidad de ser creído por las partes durante el desarrollo de
todo el proceso. No está vinculado a la veracidad del mensaje, sino a los componentes
objetivos y subjetivos que hacen que otras personas crean (o no) en dichos contenidos.
Para tener credibilidad, el árbitro debe generar confianza en los demás, lo que permitirá
generar un ambiente de tranquilidad.

Artículo 21.- Incompatibilidad. Tienen incompatibilidad para actuar como árbitros los
funcionarios y servidores públicos del Estado peruano dentro de los márgenes
establecidos por las normas de incompatibilidad respectivas.
A partir de estas disposiciones legales podemos señalar que:

• La Ley de Arbitraje regula a través de una regla general los impedimentos para ser
árbitro. Anteriormente la Ley General de Arbitraje establecía supuestos taxativos de
quienes no podían ser árbitros.

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• El árbitro debe ser una persona civilmente capaz, es decir que no debe estar inmerso en
alguna causal de incapacidad absoluta ni relativa.

Las actuaciones arbitrales son el conjunto de pasos que se siguen en un arbitraje desde
su inicio hasta la expedición del laudo arbitral, e implican el ejercicio de la función
arbitral. La función arbitral es la labor resolutiva ejercida por los árbitros respecto de las
controversias sobre una determinada relación jurídica que las partes deciden someter a
arbitraje.

Designación De Árbitros
Las partes buscan designar como árbitros a personas que gocen de cierta capacidad y
pericia para resolver el conflicto de la manera más eficaz posible; es decir, a profesionales
especialistas en arbitraje y en la materia que es objeto de la controversia que se halla en
discusión.

Los árbitros son designados por las partes. En ese sentido, son depositarios de su
confianza y deben responder a ella. En la designación se determina el número de árbitros.
Un arbitraje puede tener tantos árbitros como lo estimen las partes; sin embargo, lo usual
es que el tribunal arbitral sea unipersonal (árbitro único) o colegiado (tres árbitros).

De acuerdo a la Ley de Arbitraje, el número de árbitros que conformen el tribunal es


fijado libremente por las partes. A falta de acuerdo o en caso de duda, serán tres árbitros.

Resulta vital tener mucho cuidado cuando se nombra a un árbitro. Las cualidades
profesionales y académicas deben primar por sobre cualquier otra consideración.

Ello nos lleva a afirmar que gran daño se hace al arbitraje cuando se nombra como
árbitro a un conocido o a un amigo que poco sabe del tema de fondo de la controversia y
del propio arbitraje. Además, la elección del árbitro va a traer consecuencias evidentes,
pues no se trata de nombrar por nombrar, sino que el sentido común indica que si uno es
parte de un proceso es porque cree que tiene la razón y que sus fundamentos resultan
sólidos.

Sería difícil (pero no imposible) pensar en una parte que se encuentra en un proceso a
sabiendas de que no tiene la razón, ya que estaríamos ante una pérdida de recursos
económicos y de tiempo evidente que pocas personas quisieran asumir (me queda claro
que los ánimos que alimentan ese actuar van por otro lado, como por ejemplo dilatar la

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ejecución de alguna medida, ganar tiempo, no ejecutar prestaciones sino hasta que un juez
lo ordene, etc.).

En ese sentido, si uno cree que tiene la razón, esa creencia debería tener sintonía en
quien juzga, es decir, el árbitro debería entender y tener los conocimientos suficientes
para fallar a favor de esa parte, esto es, en suma, fallar conforme a derecho.

ARBITRAJE Y PODER JUDICIAL:


Queremos partir diferenciando la labor que tiene un juez y un árbitro. El juez tiene
vocación de permanencia, mientras el árbitro no, es más, el árbitro es designado por las
partes, de manera que su trabajo va a durar lo que dure el arbitraje y luego va a seguir
realizando otras actividades.

De hecho, la tarea del árbitro no es una tarea exclusiva, todos sabemos que los árbitros,
aparte de ser árbitros son abogados en estudios, son profesores universitarios, tienen un
ámbito en torno a sus relaciones bastante amplio, bastante mayor en comparación al de
los jueces.

Por lo general, la administración de justicia en una sociedad está en manos del Estado
que, dentro del marco del derecho y representado por el Poder Judicial, impone soluciones
a los conflictos que se presenten en una sociedad (monopolio de la justicia). En la
actualidad, el procedimiento y resultado impuesto judicialmente es generalmente
insatisfactorio; el procedimiento judicial es demasiado largo, incrementa los costos, y el
resultado no siempre satisface las necesidades de especialización y seguridad jurídica de
las partes.

Además, suele demorar demasiado hasta convertirse en final debido a las diversas
instancias que atraviesa. Recordemos que la justicia que tarda no es justicia.

El problema de la administración judicial ha llevado a repensar el concepto de justicia:


así, la justicia no debe tan solo asignar a cada uno lo que le corresponde; sino hacerlo en
un tiempo oportuno.

La demora judicial se debe en gran medida a la sobrecarga en el Poder Judicial, lo cual


lamentablemente suele generar corrupción. Dentro de este contexto, el arbitraje ofrece
determinadas ventajas frente al proceso judicial, tales como:

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• Celeridad: El arbitraje dura menos que un proceso judicial debido a la flexibilidad de
sus actuaciones y la falta de una sobrecarga de procesos.

• Inmediación: El árbitro está en mayor contacto con la controversia puesto que puede
dedicar más tiempo a conocerla y a oír a las partes que un juez.

• Flexibilidad: El arbitraje no sigue un procedimiento ritualista y preclusivo, sino que


en cierta medida puede permitirse cierta flexibilidad que responda mejor a las necesidades
de las partes, siempre que se respete de forma adecuada su derecho al debido proceso.

De acuerdo a ello:
1. La competencia del árbitro para resolver la controversia nace exclusivamente del
convenio arbitral.
2. Las partes designan, es decir, eligen a sus árbitros.
3. Debido a la fuente contractual del nacimiento de sus atribuciones no puede
asimilarse su labor a la de los jueces por tener naturaleza distinta; no obstante,
ambos resuelven conflictos dentro de su competencia.
Este último punto resulta fundamental, pues un árbitro no es un juez, a pesar de que
desarrolle tareas de resolución de controversias, conforme se aprecia a continuación.
Comparación Entre Árbitro Y Juez
En la siguiente tabla se detallan las principales diferencias y similitudes entre un
árbitro y un juez.

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CONCLUSIONES
El arbitraje es un mecanismo alternativo de solución de conflictos mediante el cual las
partes defieren a árbitros la solución de una controversia relativa a asuntos de libre
disposición o aquellos que la ley autorice. El laudo arbitral es la sentencia que dicta el
tribunal de arbitraje y puede ser en derecho, en equidad o técnico.

El árbitro es, visto de este modo, toda persona natural que posee plena capacidad de
ejercicio y que, luego de haber aceptado la designación, tiene como función resolver la
incertidumbre jurídica planteada por las partes dentro de un arbitraje que garantice el
respeto a la Constitución, a toda norma que interese al orden público y a las buenas
costumbres, a las leyes imperativas y al marco normativo que las partes elijan para que
sea aplicado a su controversia.

Hoy en día la doctrina es unánime al aceptar que el árbitro es parte esencial del arbitraje.
Todo el procedimiento gira en torno a él y en su integridad moral y buen criterio descansa
la confiabilidad y la eficacia del arbitraje como medio de resolución de conflictos.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

D, castillo, El arbitraje único medio, San Sebastián, 2011.p,1.


M, García, Mecanismo arbitral, Buenos Aires, 2012.p,1.
MUNNÉ, CAVIÑO, La administración del arbitraje. Instituciones arbitrales y
procedimiento prearbitral, Editorial Aranzadi, Navarra, 2002.

Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/824/82400604.pdf

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