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marketing
Publicado en 12 Nov
Mientras las grandes empresas tienen grandes cantidades de dinero para invertir
en los esfuerzos de marketing, la mayoría de las empresas pequeñas no se
pueden darse ese lujo; es por eso que estas últimas deben encontrar la mejor
forma de sacar el máximo provecho de su dinero.
Así que antes de crear un plan de marketing efectivo, debes saber cuánto dinero
vas a invertir en él para adaptar tus estrategias. Estos son los pasos que debes
seguir para determinar tu presupuesto.
Necesitas conocer la cantidad de dinero que tienes disponible para invertir cada
mes y las posibles variaciones que puedan suceder. Lo más recomendable es que
puedas organizar muy bien tus ingresos, de esa forma tendrás determinado a
dónde va tu dinero cada mes. Divide el dinero en función de tus objetivos para
tener un mejor control.
Una de las ventajas del marketing digital es que hay varios canales que puedes
usar y puedes ser más flexible con tu presupuesto, por ejemplo: anuncios de la red
de búsqueda y red de display de Google, los cuales pueden gestionarse para
evitar gastar en anuncios que no generan acciones; crear contenido de calidad
como videos, infografías, tutoriales, post, etc.; o ads en redes sociales. Trata de
determinar los medios que puede cubrir tu presupuesto, si tienes una cantidad
considerable puedes incluir algunas opciones tradicionales como TV, publicidad
exterior, etc.
Hay tres factores importantes que debes tomar en cuenta para repartir
correctamente tu presupuesto:
El tamaño del presupuesto: Para saber qué medios tienes más
posibilidades de pagar.
Conocer bien a tu público: A quién quieres llegar y los medios a los que
están más expuestos. Escribe una descripción detallada de quiénes son
tus clientes objetivo y los medios de comunicación en los que se
encuentran presentes.
Con esta información, podrás ajustar o buscar nuevas formas de ajustar tu plan de
marketing.
La evaluación es importante
Muchos emprendedores piensan que las acciones de marketing son un gasto,
cuando en realidad se trata una inversión. Comienzan a ser un gasto cuando no
se crean estrategias efectivas que cumplan con los objetivos.