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Vive una época compleja. En el siglo XIX se fraguan transformaciones económicas, sociales y religiosas profundas. En
la degradada España de Isabel II, ante el analfabetismo, la pobreza del pueblo, la increencia y los ataques a la Iglesia,
crecen en Eladio sus ideales de regenerar a la sociedad. Dios le llama desde la historia, al mostrarle la postración de
sus hijos, aviva en él la pasión por su gloria y le regala un Carisma.
Desde su fuerte experiencia de Dios, Eladio acoge en su corazón los retos y necesidades de su tiempo y funda el
Instituto de Hermanas Josefinas de la Santísima Trinidad.
Tras diez años de formación a las Hnas. Josefinas-Trinitarias para transmitirles el Carisma, el 18 de marzo de 1897, en
Plasencia (Cáceres), a los 60 años de edad, Eladio recibe la llamada definitiva (muere) a ser “Cantor de la Gloria de la
Stma. Trinidad”, el gran amor de su vida.
Carisma y Espiritualidad
Nuestra Congregación nació para: Dar gloria a Dios Trinidad desde la alabanza personal y comunitaria y desde la
dignificación de la vida de las personas, como Jesús, que “vino al mundo para traer vida y vida abundante” (Juan 10,
10).
Dios Trinidad tiene que ver con la vida de cada persona, en los afanes donde se libra la batalla de cada día y se
construye su dignidad o se atenta contra ella.
Dios Trinidad tiene que ver y sostiene nuestro esfuerzo por construir una sociedad donde la convivencia sea más
fraterna la cultura más humana y el trabajo más justo y humanizador.
El trabajo santificado:
Una forma de vincularnos al amor de Dios por su creación, agradecer los talentos
recibidos
y servir al hermano.