Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TESTIGoS DE LA MISIóN
Hay vidas que marcan, que dejan huellas… vidas en las cuales Dios decide
hablar fuerte, marcar un rumbo, dar una orientación para la propia persona,
pero sobre todo para toda la Iglesia que después de ver esta huella, encuentra
un modo concreto para vivir aquí y ahora el dinamismo misionero de la vida
cristiana que el Evangelio nos propone.
En este mes misionero para Venezuela, tan probada en tantos campos, las
OMP desean promover a través de la Obra de San Pedro Apóstol, la vivencia de
personas (sacerdotes, religiosos y laicos ) que hayan entendido que la Misión del
Señor es algo tan grande que no podían quedarse tranquilos e inactivos,
entendieron que el mundo necesitaba tanto de Dios que decidieron actuar en
consecuencia.
MADRE EMILIA
Es testigo misionera porque nos revela que la Misión de Jesús es un servicio
a los Pobres.
Cuando a Jesús le preguntan los discípulos de Juan si era el Mesías su
respuesta es elocuente los ciegos ven los cojos andan y a los pobres de se les
anuncia la buena noticia. De modo que los signos mesiánicos están todos
ligados a la curación de enfermos y la atención de los pobres, señales todas que
ayudan a entender el Reino de Dios. La Madre Emilia de San José entra en esta
categoría de Misioneros, ella entiende la Misión como un amor apasionado a
Jesús y un amor así de fuerte a los pobres y a los enfermos.
51
Comienzo fuera de sus fronteras…Curazao.
52
San josÉ SÁNCHEZ DEL RÍo (JoSELITo)
“¡Nunca fue tan fácil ganarse el cielo!”
Nacido en Sahuayo,
Michoacán, el 28 de marzo de
1913, hijo de Macario Sánchez y
de María del Río. José Luis
Sánchez del Río, fue asesinado el
10 de febrero de 1928, durante la
persecución religiosa de México
por pertenecer a «los cristeros»,
grupo numeroso de católicos
mexicanos levantados en contra
la opresión del régimen de
Plutarco Elías Calles. Murió
apuñalado dando vivas a Cristo
Rey y a Santa María de
Guadalupe, durante la Guerra
Cristera.
53
El Padre Santiago Machado.
Es un Testigo porque nos enseñó que la Misión que nace del bautismo debe
defenderse y realizarse aun en medio de las adversidades.
El Padre Machado fue un sacerdote Venezolano nacido en La Victoria (Edo
Aragua), en el año de 1850, año crucial que veía levantarse un país después de
la tremenda guerra de la Independencia, la cual había dejado a la nación, más
devastada que ninguna otra del continente. Nació de una familia cristiana y de
quien recibió la Fe, junto con el enorme cariño, que estos buenos padres
supieron prodigarles.
El corazón del padre Machado fue abierto a las necesidades de los pobres
de todas las edades que le circundaban y no había espacio en donde no quisiera
ayudar, no había lugar donde estuviesen los pobres, que el padre no visitara,
para llevar alimentos, medicinas y hasta camas (catres), cuenta que los
mandaba hacer, pues no quería que nadie durmiese en el suelo.
Su amigo el Padre Luis dice de él: “Escuchen, el Padre Machado ha
fundado escuelas de instrucción y de artes y oficios, ha hecho pozos artesanos,
tiene imprenta y redacta un periódico… ha abierto calles y construido
acueductos, ha erigido estatuas de la Madre de Dios y levantado capillas, ha
sido MISIONERO y perseguido por los que en el poder son naturalmente
enemigos de Dios.”
54
ARISTIDES CALvANI SILvA “Cumanés nacido en
Trinidad”
55
FRAY CESÁREo DE ARMELLADA
Es un Testimonio porque nos enseñó que la Misión es a veces salir hasta los
últimos confines de la tierra…
El padre Indio “Emasense tuari”… Así le gustaba que lo llamaran…porque
así lo “bautizaron” los indígenas Pemón. ¿Quién era?... la Misión de la Iglesia del
siglo XX le debe mucho, conozcamos este testimonio.
Nace el 1 de febrero de 1908, en Armellada, León, España. Ingresa al
Noviciado de los Hermanos Menores Capuchinos el 2 de agosto de 1923. Se
ordena de sacerdote el 11 de octubre de 1931.Llega a la misión del Caroní el 8 de
marzo de 1933. Desempeñó muchos servicios en su andadura de misionero con
mucho esmero y entrega. Durante estos años recorrió casi toda la Gran Sabana
conociendo y compartiendo la vida de la cultura de los indígenas Pemón, los
escucha, observa y valora toda la riqueza que existe en la misma cultura,
llegando a recoger sus tradiciones, las narraciones de su cosmovisión y
existencia, escribirá también la gramática y el diccionario de la lengua Pemon.
Es un gran explorador del territorio, recorriendo por caminos y ríos grandes
extensiones, compartiendo la fe y llevando la esperanza de la buena nueva de
Jesucristo. Es el fundador del Centro Misional Santa Teresita de Kavanayén y
otros muchos pueblitos.
En el año de 1945 se incorpora a la misión de Machiques, en el estado Zulia
y al recorrer parte de la Sierra de Perijá, se convierte en el fundador de la Misión
del Tucuco, entre los indígenas Yukpas. Fue uno de los promotores de la
campaña aérea en favor de la pacificación de los indígenas Motilones o Barí.
Después de pasar unos años por España regresa de manera definitiva a
Venezuela, porque ya no podía vivir sin los indígenas. Decía: “soy parte de ellos,
como ellos son parte de mi vida, con ellos he vivido y compartido tantos años
que los llevo metidos muy dentro de mi alma, por no decir clavados en mi
corazón, como una flecha. Por eso regreso para seguir trabajando, luchando,
escribiendo y dando la vida como siempre por los indígenas y las misiones…”
Ya residenciado en Caracas, continúa su investigación, publicaciones y
comparte muchas reflexiones en conferencia por tantos lugares donde es
invitado a dar a conocer las culturas indígenas “Me hice misionero para ir entre
los indígenas, a su propia casa en fraternal visita y no esperar que ellos vengan a
mendigar a nuestras puertas, ir para llevarles servicios y bienes materiales,
sociales y culturales, para compartir con ellos el evangelio de Jesucristo. Ir con el
convencimiento de que allí encontraremos hombres y mujeres con valores
culturales de todo género, de los cuales nosotros debemos respetar, estudiar,
recoger y cultivar. Ir para comprender y estimar sus valores, para entregar la vida
en su servicio, porque esto es verdadero indigenismo integral…”
56
NIÑoS MÁRTIRES DE TLAXCALA
Cristóbal, Antonio y Juan, los “Niños Mártires de Tlaxcala”, asesinados por
odio a la fe en México entre 1527 y 1529. Cristóbal, Antonio y Juan fueron
beatificados, el 6 de mayo de 1990 en la Basílica de Guadalupe de Ciudad de
México; fueron canonizados el 15 de octubre de 2017 en una ceremonia en el
Vaticano. Son considerados los primeros mártires de América.
Cristóbal nació en Atlihuetzia, en el actual estado mexicano de Tlaxcala, en
el entonces Virreinato de Nueva España. Fue hijo del cacique Acxotecatl. Su
educación se debió a la labor evangelizadora que los frailes franciscanos
realizaban en la región entre los años 1524 y 1527.
Después de recibir el bautismo, trató de que su familia iniciaran un camino
de conversión y que abandonaran la adoración de los ídolos. Este compromiso
de Cristóbal por la conversión de su familia provocó el rechazo de su progenitor,
que no dudó en responder con ira ante su hijo. A los 12 años, producto de los
golpes y quemaduras provocadas por su padre, Cristóbal murió. Tras su
fallecimiento, sus restos se enterraron en el antiguo convento de San Francisco,
que en la actualidad es la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de
Tlaxcala.
Por su parte, Antonio y Juan nacieron en la localidad de Tizatlán, señorío de
Tlaxcala. Al igual que Cristóbal, fueron educados por los franciscanos, aunque
luego su formación la continuaron los dominicos.
Los niños trataron de erradicar la adoración de ídolos en su pueblo y en las
aldeas de los alrededores. Sin embargo, fueron descubiertos por pobladores de
Cuautinchán, en Puebla, tratando de poner fin a la idolatría y, como venganza,
los golpearon hasta matarlos.
57
CARLo ACuTIS
“Ciberapóstol de la Eucaristía”
Nace 1991 en Londres
(Inglaterra). Hizo su Primera
Comunión a los siete años y desde
entonces su vida estuvo marcada por
un profundo amor hacia la
Eucaristía, a la que consideraba
como una “autopista hacia el cielo”.
Le encantan los ordenadores y los
usaba para difundir la Fe. Una de sus
aficiones más significativas era
catalogar todos los milagros
eucarísticos del Mundo.
“Cuantas más Eucaristías
recibimos, seremos más como Jesús,
para que tengamos en esta tierra un
anticipo del Paraíso”. Murió de
Leucemia el 12 de octubre de 2006,
de 15 años.
58
CHIARA LuCE BADANo, una vida luminosa
“No tengo nada más, pero tengo aún mi corazón y con él
siempre puedo amar”
Chiara Badano nace en Sassello el 29 octubre 1971. Esperada por mucho
tiempo, es única hija, y recibe de su familia una fuerte educación cristiana. Llena
de talentos, bella y deportista, tiene muchísimos amigos. Se adhiere al
Movimiento de los Focolares cuando tiene tan solo nueve años; allí descubre a
Dios como Amor, y lo convierte en su ideal de vida.
A los 17 años, golpeada por un terrible tumor, lo enfrenta apoyándose
completamente en Dios, también en los momentos más duros. A quienes se
acercan, comunica alegría y serenidad. En un clima de “extraordinaria
normalidad”, donde Cielo y Tierra parecen encontrarse, Chiara advierte que el fin
está llegando, y se prepara como para un casamiento.
Fallece al amanecer del 7 octubre 1990. Poco antes, se había despedido de
su mamá diciéndole: “Que seas feliz, porquéé yo lo soy”.
59
BeaTo PIER GIoRGIo FRASSATI
Pier Giorgio nació en Turín, Italia, el 6
de abril de 1901. Creció en el seno de una
familia muy rica. Su padre fue el fundador y
director del diario La Stampa y su madre
una notable pintora que le transmitió la fe.
En su adolescencia cultivó una profunda
vida espiritual, se hizo activo miembro de
la Acción Católica, el Apostolado de la
oración, la Liga Eucarística y la Asociación
de jóvenes adoradores universitarios.
Llevó una vida austera y destinaba a obras
de caridad buena parte del dinero que sus
padres le daban para sus gastos
personales. Su fuerza estaba en la
comunión diaria y la frecuente adoración
al Santísimo.
Fue deportista, esquiador y
montañista. Escaló los Alpes y el Valle de
Aosta. Asimismo, nunca perdió la
oportunidad de llevar a sus amigos a la
Santa Misa, la lectura de las Sagradas
Escrituras y el rezo del Santo Rosario.
Cuando cumplió 24 años de edad le
diagnosticaron poliomielitis fulminante,
una enfermedad que lo llevó a la muerte
en solo una semana.
Partió a la casa del Padre el 4 de julio
de 1925 y tuvo un multitudinario funeral
entre amigos y personas pobres. San Juan
Pablo II lo beatificó en 1990 y destacó que
“él proclama, con su ejemplo, que es
‘santa’ la vida que se conduce con el
Espíritu Santo, Espíritu de las
Bienaventuranzas, y que solo quien se
convierte en ‘hombre de las
Bienaventuranzas’ logra comunicar a los
hermanos el amor y la paz”.
60