Está en la página 1de 3

LA PSICOLOGÍA POSITIVA EN EL DESARROLLO DE HABILIDADES

SOCIOEMOCIONALES

Está científicamente aprobado que el desarrollo de emociones positivas favorece


la salud, el crecimiento personal y el bienestar. Una actitud positiva aumenta los
recursos intelectuales, físicos y sociales de las personas, para que puedan
responder de la mejor manera cuando se presentan situaciones inesperadas o
difíciles. Es decir, se asume que una persona que tiene desarrollada una actitud
positiva logra ser más resiliente y promueve a través de las emociones positivas la
capacidad en afrontar, de forma autónoma y efectiva, situaciones que provocan
estrés o cualquier daño psicopatológico en personas con una actitud pesimista.

Una persona que encuentra un medio de realización personal cree poder


generalizarlo a todo el mundo. Pero no es así, tenemos que tener en cuenta la
diversidad de los seres humanos, cada persona es diferente y no existe una sola
forma de ser feliz, válida para todos.

Por eso, la psicología positiva trata de identificar reglas generales, es decir, reglas
que se apliquen al mayor número de casos. Con dicho fin, interroga a miles de
personas y analiza lo que proporciona más felicidad a la mayoría de ellas y
permite descartar los elementos que no aumentan la felicidad de forma probada.

El ser humano cuenta con dos potentes recursos psicológicos que le permiten
soportar las situaciones más dolorosas y seguir adelante: la capacidad de decisión
y la capacidad de cambiar nuestra actitud

El desarrollo de las emociones positivas refuerza los anclajes emotivo-cognitivos


que todos tenemos de forma natural y generando estrategia para la prevención,
actuando como barrera contra los trastornos psicológicos y contribuyendo, de
manera importante, con la capacidad de recuperación.

Sin embargo, no debemos cometer el error de ver a las emociones positivas como
distractores de lo que está sucediendo; tal como demuestran diversas
investigaciones, son más bien elementos activos en la manera de afrontar los
problemas. Como mencionamos antes, las emociones positivas revierten los
efectos fisiológicos de las emociones negativas y amplían los pensamientos y
acciones de las personas, lo que las lleva a encontrar más y mejores soluciones y
a sentirse mejor después de la crisis.

Hay personas que después de una tragedia se obsesionan con el desastre y otras
personas, parecen capaces de sobrellevar, no solo los altibajos habituales de la
vida, sino también las pérdidas y los traumas potencialmente abrumadores. Estas
personas, en vez de abatirse o deprimirse, demuestran la capacidad de lidiar con
circunstancias dolorosas y seguir adelante. Es interesante investigar las razones
de que unas personas queden tan afectadas por la desgracia mientras que otras
sean tan capaces de recuperarse.

La resiliencia puede ser una cualidad inherente a la persona o puede desarrollarse


a través de un proceso de aprendizaje.

El humor y las emociones positivas son factores claves para la resiliencia.


Estudios han demostrado que las personas más capaces de soportar las
dificultades y los traumas de la vida son capaces de ver un sentido en las penas,
que ven los problemas como experiencias útiles de las que aprender y son
capaces incluso de tener sentido del humor en circunstancias difíciles. Las
personas resilientes nunca pierden la capacidad de ver que las cosas pueden ir
mejor en el futuro, aunque el presente sea doloroso y aunque el dolor puede
persistir. Para una persona resiliente los acontecimientos dolorosos suponen un
reto que deciden asumir. El reto consiste en superar lo ocurrido, encontrar fuerza
en la experiencia para seguir adelante.

CONCLUSIÓN

Si queremos vivir en mejores condiciones, tan importante como realizar ejercicio


físico y llevar una dieta balanceada, es cultivar una actitud ante la vida donde las
emociones positivas tengan un gran espacio. Y considerar que tampoco se trata
de sacar las emociones negativas de nuestras vidas ya que, además de imposible,
nos quedaríamos sin el motor fundamental que nos lleva al cambio necesario para
ser mejores y más felices.

También podría gustarte