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Métodos de detección de cáncer de mama

Autoexploración
La autoexploración mamaria es una técnica de detección del cáncer mamario basada en
la observación y palpación que hace la mujer en sus propias mamas. En un alto
porcentaje son las mujeres quienes detectan los nódulos que indican una alteración
mamaria. La autoexploración es referida por algunos críticos como una herramienta de
poca utilidad ya que no detecta lesiones tempranas. La Asociación Estadounidense de
Cáncer (ACA) recomienda la autoexploración de glándula mamaria de forma mensual a
todas las mujeres a partir de la menarca, sobre todo en las mayores de 20 años.
Las mujeres son capaces de detectar lesiones de, al menos, 1 cm y, cuando son
superficiales, de hasta 0.5 cm una vez que han recibido capacitación. El impacto
mundial de la autoexploración mamaria muestra datos inconsistentes y no refleja
disminución de la mortalidad, pero algunos reportes refieren un mejor pronóstico para
las pacientes, ya que se detectan lesiones en etapas clínicas I y II. El 90% de los casos
de cáncer de mama son detectados gracias a que la propia paciente detecta un
abultamiento o nódulo, y en estos casos ya se trata de un estadio avanzado de la
patología.
Las mujeres y los hombres se pueden realizar autoexámenes de la mama para detectar
masas u otros cambios. Consulte con su médico si siente algún bulto o nota cualquier
otro cambio en sus mamas. No se ha comprobado que realizarse los autoexámenes de la
mama con regularidad disminuya las probabilidades de morir por cáncer de mama.
Se ha encontrado que la exploración física de la mama permite una detección de hasta
50% de lesiones no vistas en mamografías, con un valor predictivo positivo de 73% y
negativo de 87%. La sensibilidad de mamografía más la exploración física sería del
75%.
PASOS:
Paso 1: párate frente a un espejo con los hombros rectos y los brazos junto a la cadera y
mírate las mamas.
Esto es lo que debes encontrar:
 mamas de tamaño, forma y color normales
 mamas bien formadas, que no presentan deformaciones ni inflamaciones visibles
Paso 2: ahora, levanta los brazos y fíjate si ves las mismas alteraciones.
Paso 3: cuando estés frente al espejo, fíjate si te sale líquido de uno o ambos pezones
(puede ser transparente, lechoso o amarillento, o sangre).
Paso 4: luego, acuéstate y pálpate las mamas con las manos invertidas, es decir, la
mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Procura utilizar un tacto firme y
pausado con las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El
movimiento debe ser circular, del tamaño de una moneda aproximadamente.
Controla la mama completa de arriba a abajo y de lado a lado: desde la clavícula hasta
la parte superior del abdomen, y desde la axila hasta el escote.
Paso 5: finalmente, pálpate las mamas estando de pie o sentada. Muchas mujeres dicen
que la mejor forma de palparse las mamas es cuando la piel se encuentra mojada y
resbaladiza, de modo que prefieren realizar este paso en la ducha. Controla la mama
completa con los mismos movimientos que se describen en el paso.
Mamografía
La mamografía es el examen de detección más común para el cáncer de mama, es un
tipo de examen con rayos X que se utiliza para examinar los senos. Este tipo de
imágenes involucra la exposición de los senos a una pequeña cantidad de radiación para
obtener imágenes del interior de los senos, que permite encontrar tumores que son muy
pequeños al tacto. También, a veces, permite encontrar un carcinoma ductal in
situ (CDIS). En el CDIS, las células anormales revisten el conducto de la mama, y en
algunas mujeres se puede convertir en cáncer invasivo.

Es menos probable que con la mamografía se encuentren tumores en las mujeres


con tejido denso de la mama. En ocasiones, es más difícil de encontrar un tumor cuando
el tejido de la mama es denso debido a que los tumores y el tejido denso de la mama se
ven blancos en una mamografía. El tejido de las mamas de las mujeres más jóvenes
suele ser denso.

Procedimiento:
Durante la mamografía, un tecnólogo radiológico especialmente calificado ubicará su
seno en la unidad de mamografía. Se coloca su seno en una plataforma especial y se lo
comprime con una paleta. El tecnólogo comprimirá su seno gradualmente y, mientras
usted se mantiene inmóvil. Generalmente se toman dos imágenes de cada seno, una
imagen generando una vista desde la parte superior hasta la inferior del seno y una
imagen produciendo una vista en ángulo de lado a lado.

Las mujeres de 50 a 69 años que se someten a mamografías de detección tienen menos


probabilidades de morir por este cáncer que quienes no lo hacen. Con esta técnica puede
detectarse un cáncer de mama de 2mm, no identificable al tacto, por lo que se considera
el estándar de oro en el tamiz de la enfermedad.
Por lo regular, la sensibilidad de la mastografía es de 77 a 95 %, con rango de 54a 58 %
entre las mujeres menores de 40 años—con mayor densidad del tejido mamario—y de
81 a 94 % entre mujeres mayores de65 años.

Examen clínico de la mama


Un examen clínico de la mama es un examen de la mama realizado por un médico u
otro profesional de la salud. El médico palpará cuidadosamente las mamas y el área
debajo de los brazos para detectar masas o cualquier otra cosa que parezca extraña. Se
desconoce si realizarse exámenes clínicos de la mama reduce las probabilidades de
morir por cáncer de mama.
Mediante el ECM, los médicos pueden identificar abultamientos desde los 3 mm,
tamaño para el cual están clínicamente comprobados los beneficios de la detección
respecto a la supervivencia. Con la mamografía como estándar, para el ECM se ha
estimado una sensibilidad de 40 a 69 % y especificidad de 88 a 99 %, con valor
predictivo positivo de 4 a 50 %. Se ha comprobado que la educación médica en la
realización del ECM aumenta la sensibilidad. Además, la técnica permite que médicos y
enfermeras lleven a cabo las actividades de enseñanza en torno a la prevención y
diagnóstico de la enfermedad.
A pesar de la importancia del ECM, su realización sigue siendo baja. Al respecto se han
distinguido barreras psicológicas, culturales, sociales e institucionales: en los médicos,
el sexo y la falta de conocimiento y tiempo, entre otras; por parte de las mujeres, pudor
y vergüenza por mostrar el cuerpo y los senos, y falta de información.
Tratamientos
Cirugía con conservación del seno (tumorectomía)
La cirugía con conservación del seno es una operación para extraer el cáncer mientras se
conserva tanto del seno normal como sea posible. Por lo general, se extirpa algo de
tejido sano circundante y algunos ganglios linfáticos. La cantidad que se extirpa del
seno depende del tamaño y la localización del tumor, además de otros factores. A la
cirugía con conservación del seno también se le denomina tumorectomía,
cuadrantectomía, mastectomía parcial o mastectomía segmentaria. A menudo es una
opción para una mujer con cáncer en etapa inicial, y le permite mantener la mayor parte
de su seno.
La cirugía con conservación del seno permite a una mujer preservar la mayor parte de
su seno, pero es probable que también necesite la radiación.
Después de la cirugía con conservación del seno, la mayoría de las mujeres recibirán
radioterapia. Algunas mujeres podrían también recibir otros tratamientos, como la
terapia hormonal o la quimioterapia.
Radiación para el cáncer de seno
Algunas mujeres con cáncer de seno necesitarán radiación, a menudo con otros
tratamientos. La necesidad de radiación depende de qué tipo de cirugía se realizó, si su
cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos o a algún otro lugar en su cuerpo, y en
algunos casos, de su edad. Los tumores que son grandes o que afectan la piel también
podrían necesitar radiación. Puede que reciba un solo tipo de radiación, o una
combinación de diferentes tipos.
La radioterapia es un tratamiento que usa rayos o partículas de alta energía (como los
rayos X) para eliminar las células del cáncer. Para tratar el cáncer de seno, se pueden
usar dos tipos principales de radioterapia:
Radioterapia externa: este tipo de radiación proviene de una máquina que está fuera
del cuerpo.
Radiación interna (braquiterapia): para este tratamiento, una fuente radiactiva se
coloca dentro del cuerpo por un corto tiempo.
Mastectomía
La mastectomía es una manera de tratar el cáncer de seno mediante la extirpación
quirúrgica de todo el seno. A menudo se hace cuando una mujer no puede ser tratada
con cirugía con conservación del seno (tumorectomía), la cual preserva la mayor parte
del seno. También se puede hacer si una mujer opta por la mastectomía en lugar de la
cirugía con conservación del seno por motivos personales. Las mujeres con un riesgo
muy alto de padecer otro cáncer a veces se someten a una mastectomía doble, la
extirpación.
Mastectomía simple
En este procedimiento, el cirujano extirpa todo el seno, incluyendo el pezón, la areola y
la piel. Dependiendo de la situación, puede o no ser necesario extraer algunos ganglios
linfáticos de la axila. La mayoría de las mujeres, si son hospitalizadas, pueden ser dadas
de alta al día siguiente.
Quimioterapia para el cáncer de seno
La quimioterapia (quimio) es un tratamiento con medicamentos contra el cáncer que se
pueden administrar por vía intravenosa (inyectados en su vena) o por vía oral. Los
medicamentos pasan a través del torrente sanguíneo para llegar a las células cancerosas
en la mayoría de las partes del cuerpo. En ocasiones, se puede administrar quimioterapia
directamente en el líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal.
Después de la cirugía (quimioterapia adyuvante): la quimioterapia adyuvante se
utiliza para tratar de eliminar las células cancerosas que puedan haber quedado o que se
hayan propagado, pero que no pueden verse, ni siquiera en estudios por imágenes. Si a
estas células se les permitiera crecer, podrían establecer nuevos tumores en otras partes
del cuerpo. La quimioterapia adyuvante puede reducir el riesgo de que regrese el cáncer
de seno.
Antes de la cirugía (quimioterapia neoadyuvante): La quimioterapia neoadyuvante
se puede emplear para reducir el tamaño del tumor de modo que se pueda extirpar
mediante una cirugía menos extensa. Por este motivo, la quimioterapia neoadyuvante se
emplea a menudo para tratar los cánceres que son demasiado grandes como para ser
extraídos mediante cirugía al momento del diagnóstico (cánceres localmente
avanzados). Además, al administrar quimioterapia antes de extraer el tumor, los
doctores pueden evaluar mejor cómo responde el cáncer. Si no se reduce el tamaño del
tumor con el primer grupo de medicamentos, su médico sabrá que será necesario
administrar otros medicamentos. También debe eliminar cualquier célula cancerosa que
se haya propagado, pero que no se pueda ver.
Posibles efectos secundarios de la quimioterapia para el cáncer de seno
Los medicamentos de quimioterapia pueden causar efectos secundarios que dependen
del tipo y de la dosis de los medicamentos suministrados, así como la duración del
tratamiento. Algunos de los posibles efectos secundarios más comunes son:
 Caída de pelo
 Cambios en las uñas
 Úlceras en la boca
 Pérdida de apetito o cambios en el peso
 Náuseas y vómitos
 Diarrea
 La quimioterapia también puede afectar las células productoras de sangre de la
médula ósea, lo que puede causar:
 Aumento de la probabilidad de infecciones (debido a los bajos niveles de
glóbulos blancos)
 Tendencia a presentar moretones o sangrados fácilmente (a causa de bajos
niveles de plaquetas)
 Cansancio (debido a bajos niveles de glóbulos rojos y otras razones)

Bibliografía
American Cancer Society. (s.f.). Obtenido de https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-
de-seno/tratamiento/quimioterapia-para-el-cancer-de-seno.html
Cancer, A. S. (s.f.). CIRUGÍA PARA EL CÁNCER DE SENO. Obtenido de Cirugía con
conservación del seno (tumorectomía): https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-
de-seno/tratamiento/cirugia-del-cancer-de-seno/cirugia-con-conservacion-del-
seno-tumorectomia.html
Navarro, M. E. (s.f.). Detección del cancer de mama. Obtenido de http://incan-
mexico.org/revistainvestiga/elementos/documentosPortada/1172289111.pdf

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