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Los síntomas de la diabetes tipo 1 son graves y generalmente suceden rápidamente, en pocos

días o semanas. Los síntomas pueden incluir:

• aumento de la sed y la micción (orinar)


• aumento del hambre
• visión borrosa
• fatiga
• pérdida de peso inexplicable

A veces los primeros síntomas de la diabetes tipo 1 son signos de un problema médico
potencialmente mortal llamado cetoacidosis diabética. Algunos síntomas de la cetoacidosis
diabética incluyen:

• aliento con olor a fruta


• piel seca o enrojecida
• náuseas o vómitos
• dolor de estómago
• dificultad para respirar
• problemas de atención o sentirse confundido

La cetoacidosis diabética es grave y peligrosa. Si usted o su hijo tienen síntomas de


cetoacidosis diabética, comuníquese con su médico de inmediato o vaya a la sala de
emergencias del hospital más cercano.

Con frecuencia, los signos y síntomas de la diabetes tipo 2 se desarrollan lentamente. De


hecho, puedes tener diabetes tipo 2 durante años, sin saberlo. Cuando se presentan los signos
y síntomas, estos pueden comprender los siguientes:

• Aumento de la sed
• Micción frecuente
• Aumento del hambre
• Pérdida de peso involuntaria
• Fatiga
• Visión borrosa
• Llagas que tardan en sanar
• Infecciones frecuentes
• Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies
• Zonas de piel oscurecida, por lo general en axilas y cuello

Diagnóstico y detección de la DM
Pruebas para la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 y la
prediabetes
• Prueba de hemoglobina glucosilada A1c. Esta prueba de sangre, que no requiere
abstenerse de ingerir alimentos por un lapso de tiempo (ayuno), indica tu nivel
promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 2 a 3 meses. Mide el porcentaje
de glucosa en la sangre unida a la hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno en
los glóbulos rojos.

• Cuanto más altos sean tus niveles de glucosa en la sangre, mayor será la cantidad de
hemoglobina con azúcar unida. Un nivel del 6,5 % o más en dos pruebas de
hemoglobina glucosilada A1c separadas indica que tienes diabetes. Un nivel de
hemoglobina glucosilada A1c entre el 5,7 % y el 6,4 % se considera prediabetes. Un
nivel de hemoglobina glucosilada A1c por debajo del 5,7 % se considera normal.

• Examen aleatorio de glucosa en la sangre. Se tomará una muestra de sangre en un


horario al azar. Independientemente de la última vez que comiste, un nivel de glucosa
en la sangre de 200 miligramos por decilitro (mg/dl), es decir, 11,1 milimoles por litro
(mmol/l) o más, sugiere diabetes.
• Examen de glucemia en ayunas. Se tomará una muestra de sangre después de una
noche de ayuno. Un nivel de glucosa en la sangre, en ayunas, menor que 100 mg/dl
(5,6 mmol/l) es normal. Un nivel de glucosa en la sangre, en ayunas, entre 100 y 125
mg/dl (5,6 a 6,9 mmol/l) se considera prediabetes. Si el resultado es 126 mg/dl (7
mmol/l) o más en distintos análisis, tienes diabetes.
• Examen de tolerancia oral a la glucosa. Para esta prueba, debes ayunar durante la
noche. Luego, se mide el nivel de glucosa en la sangre, en ayunas. Después, bebes
un líquido azucarado y se mide el nivel de glucosa en la sangre periódicamente
durante las siguientes dos horas.

• Un nivel de glucosa en la sangre inferior a 140 mg/dl (7,8 mmol/l) es normal. Un valor
de más de 200 mg/dl (11,1 mmol/l) después de dos horas indica diabetes. Un resultado
de entre 140 y 199 mg/dl (7,8 y 11,0 mmol/l) indica que tienes prediabetes.

Diagnósticos aplicables de enfermería


Riesgo de nivel de glucemia inestable, Riesgo de deterioro de la integridad cutánea, 00099
Mantenimiento ineficaz de la salud.

Intervenciones de enfermería
-Identificar las conductas alimentarías que se desea cambiar para hacer las recomendaciones
pertinentes y mejorar el estilo de vida.

− Establecer metas realistas a corto y a largo plazo para la modificación del estado nutricional.

− Utilizar tablas nutricionales institucionales para ayudar al paciente a valorar su ingesta


calórica.

− Demostrar de manera atractiva el plato del buen comer: frutas, verduras, carne asada, agua
natural suficiente, entre otros.

− Orientar al paciente a considerar factores de riesgo relacionados con su edad, recursos


económicos, cultura y estilo de vida relacionados con la nutrición.

− Instruir al paciente sobre el registro del consumo de alimentos y calorías en 24 horas para
verificar su régimen nutricional.

-Informar al paciente sobre la importancia de evitar o disminución el consumo de los alimentos


no permitidos, como: carbohidratos, sales, azucares, refrescos de cola, etc.

− Orientar a la familia sobre la importancia del apoyo al paciente en los cambios de hábitos
alimenticios.

− Ayudar al paciente a expresar sentimientos e inquietudes acerca del logro de sus metas
para mejorar su calidad de vida.
− Valorar los esfuerzos realizados para resaltar su autoestima.

− Dar seguimiento periódico de los avances en la modificación de la conducta alimentaría del


paciente y retroalimentar con resolución de dudas el programa dietético.

Evaluar la capacidad del paciente sobre el conocimiento del ejercicio y la actividad que realiza.

− Informar al paciente del propósito y del beneficio del ejercicio prescrito para mejorar la
condición cardiovascular del organismo.

− Orientar al paciente para avanzar de forma segura en la actividad y/o ejercicio.

− Advertir al paciente acerca de los peligros de hacer un fuerzo mayor en sus actividades.

− Proporcionar información al paciente acerca de los recursos y/o grupos de apoyo


comunitario para aumentar el cumplimiento del ejercicio.

− Enseñar al paciente una buena postura y mecánica corporal para disminuir riesgos de lesión
durante la actividad.

− Advertir al paciente de los efectos al exponerse al calor y frío extremos, de la conservación


de la energía, de utilizar dispositivos de ayuda, del sedentarismo, adicciones, y otros.

− Difundir la información con carteles llamativos e información precisa.

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