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INTEGRANTES:
Pregunta: ¿Cuáles fueron los problemas de la desigualdad económica durante las últimas
décadas del siglo XIX"
Tema: “El problema de la desigualdad económica durante las últimas décadas del siglo
XIX"
INTRODUCCIÓN:
La etnicidad jugó un papel de exclusión social para la sociedad formada, pues la Corona
española estableció una república de españoles y otra de indios que se relacionaron
únicamente a través del control que ejerció el Estado representado por los corregidores.
Así, los españoles y sus descendientes contaron con privilegios para acceder a tierras ricas
para la explotación de recursos naturales. Sin embargo, esta clase constituye alrededor del
10% de la población mientras que el grupo de los indígenas oscilaba entre 56% a 60%, a
pesar de que en el proceso de colonización se eliminó a una proporción considerable.
CONCLUSION:
En resumen, estos diversos análisis concluyen que las extremas desigualdades y los
elevados niveles de pobreza que presenta América Latina generan consecuencias perversas
para los individuos y las colectividades con el consiguiente deterioro de la cohesión social.
Los países con políticas «heterodoxas» que promueven esfuerzos para una mejor
distribución de los frutos del crecimiento, incrementaron el gasto social y promovieron, con
mayor o menor énfasis, la diversificación productiva; en particular, en el mercado interno.
Los países con políticas «ortodoxas» promovieron la inversión extranjera en el sector
primario exportador (minería, petróleo, pesca, soja, etc.), que era considerado como el
principal motor de crecimiento, e implementaron políticas fiscales y monetarias
conservadoras que crearon un clima de confianza para los inversores y condujeron a tipos
de cambio y precios estables. Pero en Perú, el Estado independentista que se formó, heredó
el elitismo presente en la época colonial. No existían leyes que velaran por igual a toda la
población, por el contrario, se seguía beneficiando a una élite privilegiada. No se contó con
fuertes políticas públicas que permitieran una mejor distribución de ingresos entre la
población, entre ellas el acceso a la educación, que fue un privilegio para pocos y que
reforzó la exclusión. Las diferencias raciales fueron las que continuaban marcando la
desigualdad en la nación. Según el censo de 1876, el Perú tuvo una población de raza
indígena que conformó el 57,6% de los habitantes, donde la principal ocupación de la
fuerza laboral fue la agricultura. Asimismo, cerca del 85% de la población no sabía ni leer
ni escribir pues solo una minoría tuvo acceso a una buena educación, que fueron en su
mayoría las personas consideradas de raza blanca. Este panorama ha ido variando
significativamente durante las últimas décadas. Los cambios que la región ha
experimentado en este lapso, simultáneamente con las dramáticas transformaciones que se
observan a escala planetaria, han contribuido a intensificar la participación social y política,
y a instaurar regímenes democráticos en la mayoría de los países latinoamericanos,
mientras los regímenes autoritarios y las violaciones a los derechos humanos son
repudiados por organizaciones sociales, representaciones políticas y entidades
internacionales.
Estos resultados comprueban que a finales de siglo XIX, Perú fue una sociedad con un
importante nivel de desigualdad en los ingresos, lo cual va acorde con la hipótesis de los
autores antes mencionados para el caso de América Latina, donde sostienen que las
sociedades de 1870 ya contaban con un nivel de desigualdad de ingresos que fue
aumentando al pasar de siglo.