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PROBLEMAS Y DESAFÍOS EN EL PERÚ

ACTUAL

PRÁCTICA CALIFICADA N°1

DOCENTE
JOSÉ DANIEL BORJA ESCALANTE

INTEGRANTES
REDUCIENDO DUEÑAS BRILLY U18214841
ROMERO MAR CARLOS LEANDRO U19305708
SOTOMAYOR YANAC NELSON VLADIMIR U19207733
TARAZONA MONTOYA REYNA KATHERYNE U18208509
VARGAS GAMBOA ANNIE KRISTEL U19302894
¿Consideras que las ideologías racistas usadas durante la República Aristocrática

permitieron consolidar un Estado-Nación?

La República Aristocrática (1899-1919) inició con el gobierno de Nicolás de

Piérola, dicho periodo se caracterizó por el predominio político y económico de las grandes

familias elitistas, atrayendo mucha inversión extranjera, pero también por un pensamiento

racista y rechazo contra los obreros e indígenas, por lo cual no se permitió desarrollar o

consolidar un estado- nación.

Se entiende por Estado nación a una organización política de población homogénea

que comparte cultura y lengua con un gobierno que tiene como objetivo el bien común, que

consiste en crear las condiciones de crecimiento e igualdad de oportunidades para que todas

las que integran la nación alcancen el mejor nivel de bienestar posible. Durante la republica

aristocrática no se dio la igualdad de oportunidades. Empezando por el poder político,

Nicolas de Piérola opuso a la ley que permitía el voto de los que no sabían leer ni escribir.

Como los sectores populares no podían votar, y solo lo podían hacer los sectores

acomodados se garantizaba la continuación de los gobiernos conservadores. Como

consecuencia las clases bajas no se integrarían al poder político y sus demandas no serían

escuchadas, estas y otras estrategias hacen que ellos conserven el poder por encima de otras

razas.

Las ideologías racistas usadas durante la Republica Aristocrática no permitieron

fortalecer un Estado-Nación, a pesar de que la Oligarquía peruana se propuso a construir

una nación más unida e impulsar la modernización del país. El sector oligárquico ejecuto

una serie de estrategias para conservar el poder por encima de otras razas. Ellos no querían

formar una nación solida con personas con política común, vínculos históricos, culturales

y pertenecer a una misma comunidad que no beneficiaba a los bienes de los oligarcas
El estado que constituyó la oligarquía se caracterizó, en primer lugar, por un débil

desarrollo de sus aparatos administrativos. La sociedad política se encontró atrofiada. Esta

es la razón por la cual resulta sobrevalorada la función de los periódicos o de los organismos

gremiales como la Cámara de Comercio, la Sociedad de minerías, etc. Resulta una

consecuencia natural que la burocracia civil sea poco numerosa.

Solo en apariencia el Estado oligárquico fue un estado nacional. En principios del

siglo XX, la fuerte fragmentación regional que seguía caracterizando a la sociedad peruana.

Esto afecto al bloque oligárquico, distinguiendo a las familias oligárquicas de la costa norte,

vinculadas directamente a la caña de azúcar (Aspíllaga, Pardo, Piedra). En cambio, los

grandes comerciantes y hacendados de Arequipa ejercieron hegemonía. Pero incluso este

grupo a fines de los años 20, cuando entran en contacto con las textilerías limeñas,

comienzan a adquirir una dimensión más nacional

El otro obstáculo para que el estado oligárquico alcanzara una dimensión nacional,

provenía de las mismas haciendas. Los linderos de las haciendas eran también los límites

de su poder. Se permitían, toleraban y fomentaban formas de poder local.

La oligarquía no desarrollo un programa político, no contó con un proyecto en torno

al cual reunir a las otras clases, por eso tampoco se preocupó por constituir un grupo

orgánico de intelectuales que ayudaran a su dominación de clase. No mostró mayor

entusiasmo con los intelectuales, casi como ignorar su rol de profesionales de la ideología.

Mientras que los oligarcas se expresaban en español, conocían otras lenguas modernas

(inglés o francés). Se educaban en Europa. Las clases populares seguían siendo indígenas,

que seguían siendo ignorada o menospreciadas por la clase dominante.

Las condiciones de trabajo durante el período de la República Aristocrática

estuvieron marcadas por el crecimiento económico de la clase media, grandes contratos

firmados por la oligarquía dedicado a la agroexportación, minería y las finanzas con


empresas británicas, y por la explotación laboral en desmedro de los campesinos a través

del enganche y el contrato de trabajo. Estos contratos de las empresas extranjeras eran

injustas y desfavorables para los trabajadores andinos buscaban generar riqueza solo para

la clase oligárquica, olvidándose de las demandas de los trabajadores por mejoras en las

condiciones de trabajo. En ese sentido, Burga y Flores (1987:60) comentan que:

La masificación y la instalación definitiva de los enganchados en la costa

fueron creando las condiciones propicias para los enfrentamientos de clase. Estos

comenzaron a manifestarse en formas de huelgas en 1912(casa Grande), 1917(Cartavio),

hasta llegar al gran paro regional de 1921, que se expande como reguero de pólvora a partir

de la hacienda Roma. Cada fecha constituye un hito importante en el surgimiento y

desarrollo de una conciencia social proletaria […]

Las "Mutuales de Auxilios Mutuos y Cajas de Ahorros", fundadas y conducidas por

obreros de fabrica fueron los órganos de educación política y de lucha reivindicativa. En

consecuencia, en los valles azucareros de la costa norte la caña traerá consigo sindicalismo,

proletariado rural y politización.

Como conclusión del presente ensayo, reafirmamos que la oligarquía no fue una clase

dirigente, porque siempre se mantuvo dependiente del capital imperialista. Al mismo tiempo

porque no pudo articular a otras clases en torno a sus objetivos; tercero, porque carecía de un

origen cultural común con clases populares. La oligarquía se resignó simplemente a su rol de

clase dominante, a respaldarse básicamente en la violencia, esto explica, el escaso interés por

los intelectuales, el menosprecio con que muchos de ellos eran vistos, y la pobreza de la vida

cultural peruana a pesar del apogeo oligárquico. Del mismo modo, la clase elitista buscó solo
su beneficio económico y social, excluyendo al resto de la población (clase obrera y a los

indígenas).
Referencia Bibliográfica

Burga, M., & Flores Galindo, A. (1991). Apogeo y crisis de la Republica Aristocrática. Lima:

Rikchay Perú. Segunda Parte. Capítulo 1: El estado oligárquico, pp. 84-90

Bello, A. y Di Fillipo, A. (2014). Instituciones y Capitalismo Periférico: El Perú de la

“República Aristocrática” (1895-1919) bajo los prismas de North y Prebisch. Revistas

de ciencias sociales, 10(3), p. 518, 519.

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