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Salomón Kalmanovitz
INTRODUCCION
Una pregunta fundamental para entender el curso histórico de las naciones que fueron
colonias es la siguiente: ¿dá lugar su origen a una senda predeterminada por las
instituciones legadas, la llamada path dependance acotada por Douglass North? Y es
claro que los determinantes del comportamiento de largo plazo de una sociedad son
de diversa índole: demográficos, geografía y clima, la organización política y legal, la
forma cómo se forman las naciones que logran desprenderse en buena medida de su
1
pasado colonial, dando lugar a configuraciones mixtas por su inserción en el mercado
mundial o como les va en la lotería de las materías primas. En fin y si se quiere, van a
tener una trayectoría propia, una vez se independizaron sin dejar de estar atados a
ciertas instituciones, sobre todo informales como la religión. Estas sociedades deberán
atravesar penosas transiciones para pasar a ser sistemas políticos democráticos y
contar con economías libres de ataduras en sus mercados laborales, de tierras y de
productos, para poder profundizar su desarrollo económico.
Por último aparece el análisis que compartimos en este trabajo de que la desigualdad
extrema y persistente original, en particular el sistema de castas, explica en alguna
medida el desarrollo político de largo plazo del continente. La desigualdad se
manifestó en un sistema tributario atrofiado y escaso gasto en educación y salud que
perpetuaron el atraso. La vinculación con el mercado mundial mejoró la situación
fiscal y permitió la construcción de infraestructuras que propiciaron un desarrollo
económico y urbano importante y la construcción de instituciones cívicas. Sin
embargo, políticas públicas exhuberantes que surgieron al calor de las ideologías
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políticas radicales terminaron en hiperinflaciones y frecuente colapsos financieros que
produjeron retrasos notables en los procesos de desarrollo de la mayor parte de los
países de América Latina. El legado hispánico aparece de nuevo en la forma de
instituciones legales débiles e ineficientes, en sistemas políticos que permiten la
concentración del poder en el ejecutivo y una escasa rotación de ese poder, mientras
que la abrumadora informalidad y una tributación insuficiente debilitan al Estado y
socavan el imperio de la ley.
Así como España debió pasar por dolorosas reformas liberales que logró consolidar
en el muy largo plazo – sería uno de los países que Barrington Moore clasificó como
carentes de revolución desde abajo y que hiciera el tránsito hacia la modernización
capitalista por la vía del fascismo caudillista – sus excolonias van a tener también
grandes problemas para construir sistemas democráticos estables en el tiempo; en
ellos se verán frecuentemente dominados por regímenes personales y corporativos
que impedirán la democracia y frenarán su desarrollo económico. En todos los casos,
se trata de burguesías débiles que deben comprometerse con sectores aristocráticos,
terratenientes y eclesiales para adelantar tareas de modernización, recurriendo al
autoritarismo o al fascismo (Moore, 1971).
¿Qué fue lo que legó Iberia? Una estructura de incentivos que limitaban el desarrollo
del comercio y de los negocios privados, montada sobre una base social desigual en el
acceso a la tierra y a las oportunidades, apoyada en un sistema legal que separaba y
definía las castas y sus derechos además de una tributación excesiva que se llevaba
buena parte del excedente económico. La crisis precipitada por el colapso del imperio
español, invadido por Bonaparte, produjo una miriada de naciones nuevas que
enfrentaron un futuro incierto y que buscaron forjar unas instituciones nuevas
siguiendo los modelos de las revoluciones de Estados Unidos y de Francia, algo que
en la práctica tomó rumbos inesperados, dada la base social en principio muy
desigual.
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La conquista de América y el flujo de riqueza que llegaba a la metrópoli fortalecieron
suficientemente a la monarquía española y a la portuguesa como para no depender de
los hombres ricos de Cataluña, del país Vasco, de Aragón o de Lisboa, que se
congregaban en las llamadas “cortes”, el equivalente de los parlamentos holandeses e
ingleses. De esta manera, el tesoro americano contribuyó a fortalecer y a independizar
a la monarquía de los comerciantes y banqueros de la metrópoli. Si no hubo amenazas
burguesas serias contra las monarquías que gobernaron a España y Portugal, menos
las hubo en sus colonias, de tal modo que la revolución democrática y sus
consecuencias, en particular la supremacía de instituciones parlamentarias, la división
de poderes, la independencia de la justicia y de mandatarios sometidos a la ley, no se
vislumbró en Iberoamérica hasta mediados del siglo XIX y siempre de manera
incompleta.
1
“Tras la persecución de los judíos en 1391, gran parte de ellos consideró como única
posibilidad de supervivencia la conversión al cristianismo, bien de forma voluntaria, bien impuesta en
muchos de los casos por medio de la fuerza. Después de la conversión, su expectativa de convivencia
pacífica con los “cristianos viejos” se cumplió sólo parcialmente. Como consecuencia del derecho
eclesiástico, los conversos eran considerados como cristianos, y por ende disfrutaban de la misma
condición legal que los “cristianos viejos”; sin embargo, se difundió rápidamente una tendencia
excluyente contra ellos en numerosas instituciones españolas. Con el fin de impedirles el acceso a
instituciones del poder y del saber, se decretaron los “estatutos de limpieza de sangre”. Estos estatutos
y las investigaciones genealógicas derivadas de ellos, de hecho, prohibían el acceso a Colegios
Mayores, a Órdenes Militares, a Monasterios, a los Cabildos Catedralicios y a la propia Inquisición, a
aquellos cristianos a los que se les pudiera comprobar sangre “judía, mora o hereje” en sus
antepasados” (Hering, 2007).
4
ultramar, la Inquisición no contó con recursos suficientes para ejercer un control sobre
tan amplios territorios y muchos “marranos”, judíos conversos, pudieron establecerse
en las colonias y algunos se dedicaron al comercio. Esto fue especialmente evidente
con los consulados de México y en los de Rio de la Plata, así como también con
relación al comercio interno que surgió con el desarrollo de la minería, la artesanía y
un sector agropecuario que producía cereales y carne. Así mismo, la frecuencia de las
mezclas entre colonos españoles que llegaban sin mujeres a las colonias e indígenas
presionó para que a los mestizos reconocidos por sus padres se les diera el carácter de
blancos, reafirmando el principio de que en los reinos asociados de ultramar “se
obedece pero no se cumple”, creando una creciente informalidad para superar leyes,
ordenanzas y estatutos altamente represivos y complejos que difícilmente podían ser
llevados a la práctica consuetudinaria.
De todas maneras, la pureza de sangre a nivel legal pero también cultural constituyó
una traba importantes para que mestizos, indígenas y negros pudieran acceder al
comercio, a los colegios mayores, a las mercedes de tierras y a las posiciones de poder
abiertas a los criollos blancos. En las colonias otro elemento que entró a marcar una
enorme distancia social fue la de los descendientes de uniones libres que desafiaban el
poder civil de la Iglesia Católica o que simplemente lo ignoraban porque no habían
sido sujetos de adoctrinamiento. Para sus descendientes se creó el estatuto de “hijo
natural”, que no podía acceder a los colegios para la gente bien que organizaban las
distintas órdenes religiosas y que también podían ser excluidos de los gremios
mayores de la sociedad colonial.
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En diversas fases, la Corona desincentivó las exportaciones distintas a las mineras o
favoreció sus exportaciones de licores en contra de la producción local de aguardiente
y ron, aunque en la última fase de la monarquía borbónica se permitió el libre
comercio entre las colonias y con los países aliados a España. El imperio británico
estaba interesado en incrementar el comercio con sus colonias para que lo proveyeran
de las materias primas que su industria requería y permitieron que surgieran puertos
doquiera hubieran condiciones mínimas de comercio, dadas economías de escala y
presencia de de recursos naturales, unos 100 hacia 1800. Por contraste, en la América
española solo se contaba con 3 que hacían la conexión con la metrópoli: Cartagena,
Veracruz y La Habana, aunque se habilitaron otros como Buenos Aires, Lima
Guayaquil como puertos intermedios. Esto pone de presente que se estaba lejos de
explotar todo el potencial de comercio de las colonias ibéricas, algo que marcó la gran
diferencia se realizó con mucha fuerza durante la primera globalización capitalista, a
partir de1860.
6
acuñación de la plata y del oro. Se fue generando una división del trabajo y una
especialización que con mejoras en el transporte dieron lugar a modestos incrementos
de la productividad de todos los factores que complementados con la recuperación
demográfica dieron lugar a tasas de crecimiento bastante altas para economías
preindustriales. Los borbones había relajada además los monopolios comerciales y
facilitado el comercio intercolonial hacia la década de los noventa del siglo XVIII,
algo que repercutió en significativos incrementos de la producción de los llamados
“frutos”, frente a la tradicional exportación de “caudales”.
30
Millones
25
Pesos plata
20
15
10
5
0
1560 1610 1660 1710 1760 1810
México Perú
7
Produccion de oro en Nueva Granada 1704-1904
Miles de pesos plata
4000
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
1704 1724 1744 1764 1784 1804 1824 1844 1864 1884 1904
Sin embargo, no debe pasar lo mismo con los graneros del Potosí, constituidos por las
economías del Rio de la Plata que logran insertarse tempranamente en los circuitos
mundiales de comercio de los cereales, cueros, sebo y carnes curadas, aunque no deja
de producir fuertes trastornos regionales y guerras entre los inrtereses regionales el
cambio de orientación del comercio.
8
abajo, dada la poca movilidad social. Al absolutismo político se le sumaba el
despotismo religioso que se constituía como la base de legitimación del Estado y que
monopolizaba el ejercicio legal del crédito, ejercido también por corporaciones de
comerciantes los llamados“consulados”. Además, la Iglesia orientaba una educación
de escasa cobertura sobre la población de atrasado contenido filosófico y científico
que se constituiría, de por sí, en una traba adicional al desarrollo económico y a la
formación y acumulación de capital humano en la América hasta el presente.
9
PIB por habitante, 1800-1992
(Dólares Geary-Khamis de 1990)
1800 1820 1850 1870 1913 1992
Argentina n.d 1249 1321 1837 3065 7616
Brasil n.d 652 1362 680 865 4637
Chile n.d 607 731 1295 2946 7238
Colombia 471 425 426 539 868 5025
Estados Unidos 1219 1287 2106 2457 5307 21558
México 680 693 479 720 1570 5112
Uruguay n.d 1004 n.d 1880 3315 2854
Venezuela n.d 347 n.d 529 1068 9163
Fuente: Maddison (1995) y Engerman Sokoloff (1999). El dato de 1800 para Colombia es de
Kalmanovitz 2006 en dólares de 1990 y los demás datos colombianos del siglo XIX son propios,
construidos a partir de la estimación una estimación en pesos y con la metodología de Maddison y Rao
(1996) que propone un ajuste por paridad de poder de compra de las estimaciones en dólares constantes
de 1990, suponiendo para nuestro calculo estabilidad de precios hasta 1870.
Un estudio sobre tributación de Meisel para Colombia, sin embargo, establece que los
costos del sistema tributario español, en especial el de los estancos, eran altos y, por
lo tanto, el negocio era de bajo rendimiento, algo que los nuevos gobiernos
republicanos solucionario acudiendo al arancel externo como la fuente principal de su
financiamiento, eliminando los impuestos obsoletos como el del tributo indígena, la
alcabala, la avería y eventualmente liquidando el diezmo eclesiástico. El
desmembramiento en múltiples republicas aumentó los costos de gobierno, pero lo
que verdaderamente sucedió fue un debilitamiento del Estado que pasó a ser
administrado por una burocracia poco competente. No sólo la burocracia letrada
española es desplazada sino que los pocos intelectuales criollos son víctimas de la
represión de la reconquista en los países andinos y en la Nueva España. En palabras
del historiador Carlos Contreras, la guerra de independencia la ganaron los buenos
pero los malos se quedaron administrando los nuevos estados independientes.
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El legado español, cuyo sistema de justicia no era muy eficiente, se debilita en la
República. En verdad habían 4 sistemas distintos, para blancos, pardos, indígenas y
esclavos, más los privilegios que se derivaban de los fueros militar y eclesiástico,
siendo administrado por letrados. Con lo que sigue a la independencia será notable la
ausencia de letrados, un sistema educativo superior muy racionado y de baja calidad,
mientras que el cambio radical del sistema judicial le hace perder eficiencia después
de la Independencia. El código civil francés es adoptado, reflejo de la tendencia
centralista que ejercen los sectores conservadores y las propias instituciones en
formación y con ello se gana algo de eficiencia. Aunque el sistema legal no es un
freno en sí mismo al desarrollo económico, tampoco actúa como lubricante y tardará
mucho tiempo en surgir una legislación que cobije el desarrollo de las sociedades
anónimas y de los bancos. (Coatsworth, Tortella, 2009)
Uno de las grandes conquistas de la Independencia para los criollos fue el libre
comercio. La liquidación del monopolio de Cádiz, la reducción consecuente de los
costos de transporte, la mayor competencia en el comercio exterior y la eliminación
de los impuestos que pagaban por la seguridad de la travesía del tesoro americano (la
avería, la alcabala, etc.,) abarataron considerablemente las importaciones y le dejaron
un margen superior a los exportadores. Se trataba de la eliminación de un molesto
intermediario que se quedaba con una tajada desproporcionada del negocio. Los
términos de intercambio favorecieron a la América Latina durante la mayor parte del
siglo XIX no sólo porque se redujeron los precios de las manufacturas y aumentaron
los de las materias primas, especialmente durante la segunda mitad del siglo, sino
porque se redujeron los costos de transporte asociados con la revolución industrial.
Gráfica
Términos de intercambio de la América Latina durante el siglo XIX.
140
130
120
110
100
90
80
70
60
1820 1830 1840 1850 1860 1870 1880 1890 1900 1910 1920 1930 1940 1950
12
Source: John H. Coatsworth and Jeffrey G. Williamson, "The Roots of Latin American Protectionism:
Looking Before the Great Depression" in Antoni Estevadeordal et al.,, eds., Integrating the Americas:
FTAA and Beyond (Cambridge, MA, 2004), 37-73.
Gráfica
Índice de precios de transporte 1740-1920
Source: C. K. Harley. (1988), "Ocean Freight Rates and Productivity, 1740-1913: The Primacy of
Mechanical Invention Reaffirmed," Journal of Economic History 48 (December 1988): 851-76.
13
se pudiera liquidar el estanco del tabaco que era una barrera enorme a la exportación
del bien que tenía una gran demanda en el mercado mundial pero era la fuente
principal de ingresos del gobierno nacional.
Grafico
Remisiones de impuestos de Hispano América a España en el siglo XVIII
Source: Carlos Marichal, La bancarrota del virreinato: Nueva España y las finanzas
del imperio español, 1780-1810 (Mexico City,1999), 56.
Pero no sólo España hacía remisiones a su tesoro sino que también “situaba”
transferencias entre las colonias para atender los costos de defensa de sus puertos
fortalezas y de sus flotas.
Gráfico
Remisiones y situados al Caribe desde México.
Fiscal Remittances from Mexico, 1720-1799. Situados to Caribbean and Remittances
to Spain.
14
Source: Carlos Marichal, La bancarrota del virreinato: Nueva España y las finanzas
del imperio español, 1780-1810 (Mexico City,1999), 45.
Table 1
Tax Income of Government of New Spain, 1795-1799
(annual average in silver pesos)
Source: Carlos Marichal and Marcello Carmagnani, “From Colonial Fiscal Regime to
Liberal Financial Order, 1750-1912” in Michael Bordo and Roberto Cortés-Conde,
Transfering Wealth and Power from the Old to the New World, (Cambridge, 2001),
288.
15
Table 2
Tax Income of the Mexican Government, 1826-1831
(silver pesos)
Graph 6
Tax Revenue of the Mexican Government, 1867-1910
120,000,000
100,000,000
80,000,000
Pesos
60,000,000
40,000,000
20,000,000
0
70 7
73 1
76 4
79 7
82 0
85 3
88 6
91 9
94 2
97 5
00 8
03 1
06 4
09 7
0
18 86
18 87
18 87
18 187
18 88
18 88
18 88
18 88
18 89
18 89
19 189
19 90
19 90
19 90
91
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-1
-
-
67
18
16
40000
35000
30000
US$ thousand
25000
20000
15000
10000
5000
0
1830 1836 1842 1848 1854 1860 1866 1872 1878 1884 1890 1896
Year
17
al poder de los criollos, la desorganización de las minas y el colapso del régimen
esclavista en múltiples regiones afectadas por la guerra condujeron a la fuerte
contracción de la actividad económica registrada. La fuente principal de demanda y
que alimentaba el comercio exterior de las colonias, como fuera la minería de plata y
del oro, se vio afectada por el deterioro de los regímenes de trabajo esclavista o los
que se basaban en el trabajo forzado de indígenas y semilibre de los mestizos. De esta
manera, el que fuera el sector líder durante el auge del siglo XVIII se contrajo
primero para estabilizarse después a un nivel más bajo de actividad y, por lo tanto, se
perdió la fuente dinámica de la demanda por alimentos, materias primas y
manufacturas de la tierra e importadas que se mantuvieron durante buena parte del
siglo XVIII.
18
de recaudar impuestos o aumentó la evasión, los estancos se desorganizaron y las
cajas regionales se comenzaron a quedar con los recaudos que alcanzaban a realizar.
Los situados destinados a las puertos fortificados como La Habana y Cartagena
dejaron de llegar, paralizando la otrora intensa vida mercantil de que disfrutaban con
los gastos en construcciones, muelles, de las milicias y el comercio con España se
suspendió del todo.
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La fuerte lucha entre liberales y conservadores conduce a la inestabilidad política y
constitucional
La leyenda negra
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La historiografía hispánica se ha estado defendiendo por siglos de las acusaciones de
que su gesta de conquista estuvo caracterizada por la violencia, la intolerancia y el
trato desigual a los sobrevivientes de su epopeya. Se trata de la “leyenda negra” que
comienza con la Inquisición y culmina con el maltrato y explotación sin medida de
los indígenas. Más recientemente se acusó a los historiadores demógrafos que
demostraron que la conquista española causó una catástrofe demográfica entre la
población aborigen como una muestra más de la misma leyenda negra que
tergiversaba los logros de la civilización cristiana que se diseminó por estas tierras.
Una visión más general sobre el colonialismo europeo ha retomado la idea del
imperialismo como implantando economías extractivas y sistemas políticos
excluyentes que serían los casos de la mayor parte de los países de África, la India y
en un plano intermedio la colonización ibérica (Acemoglu, Johnson y Robinson). Las
colonizacion de poblamiento, que Giovanni Arrighi definiera en su Geometría del
Imperialismo, como los ingleses en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva
Zelandia, heredaron instituciones democráticas que permitieron una mayor igualdad
en la distribución de los recursos y de la riqueza y que incentivaron el crecimiento
económico de largo plazo.
21
distribución del ingreso en las colonias españolas debió ser más igualitaria que en los
países europeos que se estaban transformando rápidamente en economías capitalistas.
La razón es doble: una economía de muy baja productividad donde patronos y
trabajadores recibían ingresos proporcionales a esa productividad por el aducido
escaso desarrollo capitalista, pero con sectores especialmente dinámicos y de relativa
alta productividad, donde escaseaba la mano de obra calificada que recibía, por lo
tanto, altos emolumentos.
Un argumento que empuja de manera similar Coastworth y que recoge Dobado es que
la propiedad de la tierra es al menos tan concentrada en América española colonial
que en las colonias británicas o que en la propia Inglaterra que había pasado por el
proceso de las enclosures y el aumento de los arriendos de la tierra. No existen censos
que puedan corroborar esta hipótesis, como lo admite el mismo Dobado, pero la
forma de otorgar propiedad a los encomenderos por medio de las composiciones y al
resto a través de “mercedes”, otorgadas primero por la Corona precisamente como
“gracias”, y después por los cabildos, cuya participación era condicionada a la pureza
de sangre, debió repartir grandes globos de manera sesgada a favor de las personas de
sangre impoluta. Y tenemos muchos ejemplos de propiedades de enorme extensión y
de personajes que eran dueños de varias de estas estancias o haciendas. Y si bien es
cierto que sobre todo en las colonias esclavistas de la América del norte la propiedad
de la tierra debió ser extensiva y concentrada, en las que no contaban con esta
institución la repartición de la tierra fue limitada y democrática. Es más, la apertura de
nuevos estados hacia 1830 siguió la pauta del Homestead Act que limitaba la
propiedad a la que pudiera cultivar sensatamente una familia, de tal modo que todo el
norte de lo que eventualmente sería Estados Unidos se caracterizó por una propiedad
en manos de granjeros que sirvió de base a la democracia económica y política
norteamericana. De esta esquema se exceptuó California y los otros estados que
fueron robados a México de gran propiedad, concentrada además con base en la
violencia típica de la región de frontera.
Otra visión que nos parece más adecuada informa que como no hubo instituciones
parlamentarias ni en España y menos en sus colonias, la Independencia sorprendió a
los criollos sin experiencia de auto-gobierno. El colapso del imperio español condujo
a la anarquía, a la lucha entre regiones e intereses distintos y a la pérdida del orden
político. Esto de por sí impuso ingentes obstáculos en la construcción de regímenes
democráticos y prósperos. (Summerhill, North, Weingast) Mientras las colonias
anglosajonas con el legado democrático, derivado del parlamentarismo inglés,
optimizaron un nuevo orden político después de la independencia y prosperaron, las
ibéricas se anarquizaron y lograron un desarrollo mediocre mucho después. El estado
monopolista, autoritario y providencial se volvió parte de una tradición y todavía los
caudillos guerreristas son añorados por el grueso de la población.
Ahora hay que preguntarse: ¿Es bueno el argumento de que las condiciones de vida
de los trabajadores de las minas y de que los promedios de estatura de la población no
estaban tan mal prueban de que hubo mucha equidad económica y social y que no se
trató de un imperio que impuso relaciones de dominación política que condujeron a la
extracción a gran escala del excedente que producían las colonias y aún más, en la
medida en que se incrementó desmedidamente la tributación? Más que estar de
acuerdo con Acemoglu et al sobre la pérdida de fortuna que implicó pasar de ser
sociedades tan prósperas como las europeas en el siglo XVI o XVII a quedarse
22
rezagadas por todos los tiempos, gracias a la dominación colonial que fue extractiva,
me parece más precisa la caracterización de Giovani Arrighi en La geometría del
imperialismo para quien las colonias británicas de poblamiento del siglo XVII fueron
evidentemente más prósperas y democráticas que las colonias de dominación política
ejercida sobre la India y África en los siglos XVIII y XIX. En el caso de las colonias
españolas tendríamos un híbrido entre colonia de poblamiento y colonia controlada
política y militarmente por el imperio, en la medida en que hubo migración de
españoles pobres a América, aunque sus números estuvieron controlados,
precisamente para poder ejercer dominio sobre grandes poblaciones indígenas por
parte de las personas más allegadas a la monarquía, mientras esta intentaba ejercer un
poder sin controles sobre la vida colonial, algo que probó ser difícil por la distancia y
por la cooptación de los funcionarios por las elites locales.
Hay un tema que poco se discute en estos debates y es en que España no construyó
muchas bases en sus colonias, para no hablar de su propio territorio, desde las cuales
se pudiera construir una economía capitalista: se trataba de una sociedad
jerarquirizada, con escasa movilidad social y étnica, con instituciones que
inmovilizaban la tierra como la primogenitura, el censo y la capillanía eclesiásticas,
derechos de propiedad sobre la tierra precarios para mestizos y débiles para la
propiedad comunitaria indígena, inmovilización de la mano de obra en las haciendas,
esclavismo en minas y plantaciones, prohibiciones que impedían el surgimiento de
una banca privada, monopolios públicos sobre las actividades más transables,
concesiones de actividades monopolizados por el Estado a privados, basadas en el
privilegio que no en la competencia, sistema legal múltiple y engorroso, sin igualdad
frente a la ley, y un largo etcétera que nos dice que el problema no es la equidad en
abstracto sino de condiciones de crecimiento de largo plazo que serían difíciles de
establecer y sobre de conservar.
Hay que decir que la versión más moderna de la leyenda negra es autocomplaciente
con el exitoso desarrollo del imperio norteamericano y se podría concluir que es
mejor tener imperio que no tenerlo. Es evidente que la política internacional de
Estados Unidos fortaleció el conservadurismo en su área de influencia y fue
determinante en el desarrollo o falta de él de Centro América y del Caribe. En el resto
del continente, la presencia norteamericana fue más atenuada, y no es fácil hacer el
balance de su impacto sobre el crecimiento económico. Sería entrar en la discusión de
si las derechas, apoyadas por el imperio norteamericano, impulsan mejor el
crecimiento económico que las izquierdas que a veces son tan anticapitalistas que
destruyen la trama empresarial de sus países. Posiblemente se puede afirmar que la
derecha conoce mejor los mecanismos del desarrollo capitalista y que sus políticas de
compresión salarial contribuyen a la aceleración de la acumulación de capital.
23
El legado ibérico puede ser muy fuerte en los países andinos y en México pero lo será
menos en las regiones de frontera como en los países del cono sur que se vieron
además poblados más adelante por fuertes corrientes migratorias europeas. Después
de 1822 se van formando nuevas naciones que se mueven por sus propias dinámicas
políticas y económicas. La responsabilidad por sus destinos ya no está en manos del
extinto imperio español sino en sus habilidades para resolver los conflictos políticos y
darse políticas económicas que contribuyan al desarrollo de sus fuerzas productivas.
El legado absolutista, cultural y religioso ciertamente no ayuda a forjar una
democracia liberal que apoye el desarrollo económico.
La leyenda rosa
Para los nuevos historiadores económicos españoles, las reformas borbónicas fueron
racionalistas y promovieron la minería y el comercio, apoyando el crecimiento
colonial y aumentando el recaudo. Lo importante era que contaban con un orden
político que garantizaba el crecimiento económico. (Leandro Prados) Se supone que
sin la independencia, las economías coloniales hubieran continuado su crecimiento de
largo plazo. El costo de la independencia fue la pérdida del orden político que
interrumpió ese crecimiento momentáneamente. Después se recuperaría. Nos
comparan con otras colonias europeas en África y ahí no nos va mal.
Thus, it seems that living standards of miners and qualified workers –measured by the
power purchasing power of nominal wages in terms of grain and silver- were higher
in late colonial Mexico than in contemporary Europe. That brings into question the
idea, much extended among many specialists of the Spanish colonialism in America,
that presents mining in New Spain as an extreme example of unequal and “extractive”
institutions with long term adverse effects on economic development [Engerman and
Sokoloff (1994, 2002 and 2005) and Acemoglu, Johnson and Robinson (2002)].
Irrespective of the effects on growth, that view of colonial Mexico mining is at
odds12 Quiroz (2005), p. 43.14with the evidence available.
• It is difficult to accept that the living standard of miners in late colonial Mexico
should be regarded as conspicuous case of inequality and “extraction”. On the
contrary, miners in Bourbon Mexico basically were a free, mobile and well-paid
group of workers [Humboldt (1822:1991), Brading (1983), Velasco (1989), Swann
(1990), Garner (1993) and Dobado and Marrero (2006)].”
24
Que los salarios fueran altos en poder adquisitivo para los mineros mexicanos es un
hecho que destruye el lugar común de que no habían trabajadores en las colonias
españolas que obtuvieran condiciones aceptables de vida proporcional a la
productividad de la era, incluso si se les compara con las condiciones de los
trabajadores del “centro”.
25
Unos trabajadores bien pagados son perfectamente compatibles con un régimen que
es extractivo del excedente producido en su territorio.
¿Es esa hipótesis cierta?
Es claro que bajo las condiciones coloniales era difícil que se desarrollara y
consolidara una burguesía que no tenía acceso a la administración económica del
territorio ni a las instituciones creadas por el nuevo régimen inglés y holandés o que
venía desatándose en Francia, acá en forma más centralizada que en los casos
anglosajones, o sea a una democracia liberal.
Entonces se trataba de una situación de opresión nacional, de extracción de buena
parte del excedente generado y de la desatención de necesidades de educación de la
población, que sí eran respondidas en los países que habían pasado por revoluciones
democráticas.
26
energía que acelerara el desarrollo económico ni pagar por la educación. No hubo
acumulación de capital humano en forma hasta bien entrado el siglo XX. Todavía hoy
existen grandes poblaciones analfabetas o que no conocen el español.
En la América Latina el crecimiento por habitante durante la primera mitad del siglo
XIX fue negativo, mientras que en la segunda mitad fue más dinámico. Varios países
no hacen el tránsito liberal ni se desarrollan en este período: Venezuela, Colombia,
Ecuador, Perú y Brasil. Despegan el cono sur y Costa Rica, México tardíamente.
En el siglo XX los rezagados avanzan mientras que el cono sur se estanca
relativamente después de la crisis de los 30.
4. Los países exitosos: Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica. Las altas rentas
consolidan un sistema político más liberal?
5. Los países que despegaron tardiamente: México, Brasil, Colombia, Venezuela
6. Los que no lograron desarrollo alguno o muy tardío: Ecuador, Perú, Bolivia,
Haití.
7. Conclusiones: el legado hispánico en las instituciones políticas y las condiciones
para el desarrollo del siglo XX. ¿por qué hay convergencia?
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