Está en la página 1de 52

DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

1
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

INTRODUCCIÓN

E
n esta primera unidad del tercer módulo, el alumno se informará sobre la
redacción y las características generales de los llamados evangelios sinópticos,
tres de los cuatro evangelios que forman parte del Nuevo Testamento. Los
cuatro evangelios —tanto los sinópticos (Mateo, Lucas y Marcos) como el de Juan—
narran la vida, muerte y resurrección de Jesús. Para comprender su sentido nos puede
ayudar el saber que la palabra evangelio proviene del griego antiguo, lengua en la que
significa “buena noticia”. En este sentido, para la fe cristiana El evangelio es sólo uno:
la noticia de que a través Jesús Dios ha comenzado a intervenir en la historia.
Podemos decir, entonces que los cuatro evangelios del Nuevo Testamento son
distintas aproximaciones a un único evangelio, que es el de Jesús.
De los cuatro evangelios contenidos en el Nuevo Testamento, tres de ellos tienen una
estructura análoga y se les agrupa bajo el nombre de sinópticos: Mateo, Lucas y
Marcos. A manera de introducción a su estudio, en esta unidad nos informaremos
sobre las circunstancias que dieron lugar a su redacción y sus características
generales.
Los evangelios no narran la vida de Jesús al modo en que lo haría un libro de historia.
Es verdad que tratan sobre hechos que efectivamente ocurrieron; sin embargo, su

2
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

propósito es distinto del que orientaría la redacción de un libro de historia. Uno de los
objetivos de esta unidad es llamar la atención sobre la importancia de aproximarse a
los evangelios, reconociendo en ellos la singularidad de su género literario. Hemos
dicho que los evangelios no son libros de historia; los evangelios tampoco son ficciones
literarias.
Como habremos de ver, un género literario se define por un uso particular del lenguaje
que es el que conviene a la intención comunicativa del autor de un texto. Así, la
intención comunicativa que se halla detrás de un código de leyes difiere de la que se
halla detrás de un texto poético. El lector malinterpretaría los textos si ya desde el
principio se acercara a ellos como si fueran el mismo tipo de texto, olvidando las
diferencias que existen entre uno y otro género. En los evangelios nos hallamos ante
un género que no tiene equivalente en la literatura moderna, y ello es así por lo
singular del propósito de su redacción: establecer un diálogo de fe con los lectores de
todos los tiempos.
Así como cada uno de nosotros, también Jesús nació en un mundo histórico concreto:
dentro del pueblo judío en Palestina, bajo el contexto de la dominación del Imperio
Romano. Una primera parte de esta unidad está dedicada a exponer algunos aspectos
del mundo histórico en el que se desarrolló la actividad profética de Jesús. Para

3
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

comprender el mensaje que Jesús expresó a partir de sus palabras y de su vida misma
— y de la cual los evangelios dan testimonio— tenemos que tomar en cuenta que la
actitud de Jesús ante su mundo histórico en ningún momento fue una actitud de
evasión. Por el contrario, el anuncio del Reino conllevaba salir a su encuentro; tomar
parte en el drama histórico en el que estaba por resolverse un conflicto entre la
continuidad de una historia de opresión y la posibilidad de comenzar una época nueva.
En la unidad veremos que en Jesús llega a su momento culminante un movimiento
profético que desde varios años atrás había planteado un proyecto de liberación.
Otro aspecto por estudiar en esta unidad es el de cómo se llegó a la redacción de los
evangelios y cuáles fueron sus fuentes. Veremos que en los años inmediatamente
posteriores a la crucifixión de Jesús (30 d. C.), el recuerdo de su trayectoria perduraba
de una manera muy fresca en la memoria del pueblo. Se trataba de unos
acontecimientos, palabras y acciones, que acaban de ocurrir hacía muy poco. Por otra
parte, sus discípulas y discípulos se habían dado a la tarea de predicar lo que habían
visto y escuchado de Él.
Pasados algunos años, aproximadamente alrededor del año 60 d. C, ante la necesidad
de comunicar el mensaje de Jesús a las generaciones que llegaron después y de
llevarlo a otros lugares, las primeras comunidades cristianas comenzaron a poner por

4
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

escrito los testimonios de la vida de Jesús. Una de las fuentes a partir de la cual se
empezarían a redactar los evangelios que forman parte del Nuevo Testamento fueron
precisamente esos escritos que elaboraron las primeras comunidades cristianas.
Los llamados evangelios sinópticos fueron los primeros en redactarse: Marcos (70 d.
C), Mateo y Lucas (80 y 90 d. C); mientras que el evangelio de Juan tuvo una
redacción más tardía (100 d. C). De esta manera los evangelios del Nuevo Testamento
provienen de una tradición oral que se remonta a los discípulos de Jesús pasando por
los escritos elaborados por las primeras comunidades cristianas.
Los conocimientos adquiridos en esta unidad le servirán al alumno para apropiarse del
legado de sentido contenido en el mensaje de los evangelios. Es cierto que en ellos
encontramos el testimonio de algo ocurrido en pasado, pero sólo cumplen su destino
cuando respondemos a la interpelación que nos hacen. En los evangelios hallamos
una memoria que nos recuerda el pasado para vivir el presente, y cada vez que ello
ocurre somos contemporáneos de Jesús.
Los Evangelios Sinópticos, los escritos más queridos y estudiados por las y los
discípulos de Jesús de Nazaret, que seguimos peregrinando en la historia, son los más
leídos y queridos porque narran la vida, el mensaje y la obra de Jesús de Nazaret.

5
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

La palabra “evangelio” es utilizada sólo por Marcos (1,1); Mateo prefiere hablar de
“libro” y Lucas de “relato”. Al principio, el “evangelio” no eran cuatro libros sino la
memoria oral y escrita de la vida, misión, muerte y resurrección de Jesucristo. Los
encargados de compartir esta memoria para la humanidad fueron las primeras
comunidades cristianas. Lo que estas comunidades consignan en los evangelios es el
fruto de una experiencia de fe, con el objetivo de convertirlo en fuente catequética para
las nuevas comunidades.
Los evangelios son el mayor testimonio escrito sobre Jesús, sin estos, sólo
conoceríamos lo que muy brevemente comentan los historiadores de su época. Por los
años 150 d.C. los escritos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan reciben el nombre “oficial”
de “evangelios”.
En realidad tenemos mucho camino ya recorrido y deberemos ir recordando lo que
aprendimos en los módulos anteriores. Recordemos muy especialmente el primer
módulo sobre el Jesús histórico. Allí descubrimos y reflexionamos sobre la situación de
Palestina bajo el imperio romano: vimos la resistencia del pueblo de Israel y los grupos
sociales y políticos.
Eso sirve de introducción no sólo a los evangelios sinópticos sino a todo el Nuevo
Testamento. Recordemos también para ubicar a Jesús en relación al Antiguo

6
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Testamento, lo que estudiamos en el segundo módulo. Sería bueno sobre todo


recordar la época del Exilio en Babilonia y el regreso a la tierra, ya que es en esta
época donde se escriben la mayoría de los textos del Antiguo Testamento y donde se
forja el proyecto del Segundo Templo con sus leyes de pureza e impureza, al cual se
enfrentará Jesús y que finalmente lo ejecutará en la cruz.
Finalmente queremos invitarlos\as a estudiar los evangelios sinópticos en actitud de
discipulado, siguiendo lo que nos dice la Dei Verbum: “pues a Dios hablamos cuando
oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras” (Dv, 25).
Para trabajar en la unidad:

• Necesitaremos tener a mano los mapas del Imperio Romano y el mapa de


Palestina en tiempos de Jesús
• Recordemos y tengamos presente al entrar a este Módulo lo que ya vimos sobre
el Jesús histórico en el primer módulo de Cristología y en la última unidad del
Módulo de Antiguo Testamento cuando Roma entra en escena. De este modo
iremos teniendo una visión más global de la Biblia. No olvidemos que el sistema
capitalista nos educa para tener visiones parcializadas de las cosas, de tal modo

7
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

que nos imposibilita unir causas y efectos para evitar que podamos organizarnos
en busca de alternativas.
• Deberemos buscar las citas bíblicas que se mencionan. Manejar la Biblia con
fluidez es uno de los objetivos generales de la Escuela de las CEBs.
• Consultemos el glosario que se ofrece como posibilidad de profundizar algunas
cuestiones

8
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

OBJETIVOS DE LA UNIDAD
• En esta unidad intentaremos obtener una visión global de la realidad que rodeó a
Jesús en su época.
• También descubriremos cómo el Movimiento de Jesús se inscribe dentro de los
muchos movimientos proféticos-populares de su época y ubicaremos las
acciones de Jesús en un contexto de movimientos populares que ansiaban la
liberación.
• Aprenderemos también cómo se fue dando el paso de la experiencia del Jesús
histórico a los evangelios escritos.
• Y trataremos de clarificarnos sobre la cuestión sinóptica

9
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

CONTENIDOS DE LA UNIDAD
Primera parte: las tradiciones sobre Jesús
• El movimiento profético popular de Juan Bautista
• El movimiento profético-popular de Jesús de Nazaret
• Del Jesús histórico a los relatos postpascuales
• Género literario evangelio
Segunda parte: finalidad de los evangelios
• El evangelio y los evangelios
• La Buena noticia de Jesús
• Los evangelios son narraciones teológicas
Tercera parte: los evangelios sinópticos y la teoría de las fuentes

10
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

DESARROLLO
Palestina sufrió durante siglos un proceso continuo de dominación y opresión que
inició desde la sumisión a los babilonios y continuó con los medos, persas y griegos,
hasta llegar a la invasión del Imperio Romano. Fueron siglos de dominación cultural,
opresión política y expropiación económica que empobrecieron a su población. Desde
la “conquista” romana hasta el año 132 d. C., predominó la violencia contra la
población, que además estaba sometida a un altísimo cobro de impuestos.
La verdadera víctima de los imperios siempre, es el pueblo. La población de todo el
imperio romano se calculaba en unos 50 millones de personas. Las grandes ciudades
como Roma y Alejandría tenían de uno a dos millones de habitantes. Antioquía, Tarso,
Corinto, Éfeso podían tener unos 500.000 habitantes. La población de Jerusalén era de
unos 50.000 habitantes, aunque para las fiestas de la Pascua concentraba hasta
180.000 habitantes.
Parte importante y mayoritaria de la población judía la constituía la “diáspora”. Desde
siglos atrás, los judíos se habían instalado fuera de Palestina: unos en Babilonia,
donde se quedaron después del destierro, otros en Alejandría (Egipto), donde
constituían la quinta parte de la población; otros en las ciudades del Asia Menor, donde
Pablo encontrará florecientes comunidades judías (Hch 2,7-13; 13,14; 14,1; 16,13;

11
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

17,2; 18,4;...). Se calcula en tiempos de Jesús, que el 10% de la población del imperio
era judía, de los cuales cuatro millones vivían en la diáspora y solo un millón en
Palestina.
Las clases sociales en Palestina se dividían así: la clase alta estaba conformada por la
aristocracia sacerdotal y laical (sumos sacerdotes, sus funcionarios, los senadores o
“ancianos”, los jefes de recaudadores de impuestos...), que dominaba el templo, el
culto, el sanedrín y la política con Roma. Eran propietarios de la mayor parte de la
tierra y del comercio.
Venía después una clase media, representada en el pequeño comercio, la agricultura y
la ganadería, en los cargos burocráticos, los oficios artesanales (carpinteros, albañiles,
herreros, panaderos, sastres, etc.)
Seguían los pobres, los que solo disponen de su fuerza de trabajo para ganarse la vida
(jornaleros, peones, cargueros, pastores, etc.). En la última escala estaban también las
viudas, los huérfanos, los enfermos incurables o considerados impuros (leprosos,
ciegos, cojos, paralíticos, epilépticos, endemoniados, etc.). Estos vivían de la caridad
pública.

12
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Finalmente venían las y los esclavos, que en Palestina tenían características


especiales. Según la ley de Moisés un judío podía ser reducido a la esclavitud por un
tiempo determinado, ya que en el año sabático recobran su libertad. Los ricos podían
adquirir esclavos paganos, pero estos también debían ser integrados al pueblo de
Israel y quedaban amparados por leyes especiales (Ex 12,44; 20,10; Dt 5,14).
Sin embargo, la división social más conflictiva se daba entre los campesinos (am ha’
aretz = “pueblo de la tierra”) y los poderosos de la ciudad. Su discriminación no solo
era material sino religiosa. Los sacerdotes consideraban que los “am ha’ aretz” no eran
capaces de cumplir la Torah con exactitud, especialmente en los referente a la ley del
sábado, la pureza ritual y el pago de los impuestos. Los sacerdotes saduceos
consideraban que la riqueza era un premio de Dios, mientras la pobreza era señal de
pecado y rechazo de parte de Dios. La única esperanza que quedaba a los pobres,
dado que no existían en aquel tiempo programas de asistencia social como hospitales,
orfanatos o centros sociales de caridad, era acudir a la limosna o “misericordia” de los
más pudientes. Israel había desarrollado la teología de la “misericordia” como una
virtud individual obligatoria, pero dependía de la generosidad y sensibilidad de cada
uno.

13
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Ante esta situación, los pobres de Israel tenían cuatro salidas: a) Irse al exterior
asumiendo el camino de la diáspora. b) Dedicarse a la mendicidad para lograr el pan
de cada día. c) Unirse a las bandas de ladrones que asaltaban en las montañas de
Judea y Galilea. d) Unirse a alguno de los movimientos proféticos y mesiánicos que
prometían la liberación, llevándose sus seguidores a las montañas o el desierto para
esperar la venida del reino mesiánico. 1
La posición de Jesús ante esta realidad fue frontal y se suma a los movimientos que
se oponían a la dominación de los poderosos. El paso de la adolescencia a la juventud
de Jesús se vio envuelto en un contexto de masacres, represión romana, persecución,
revueltas y crucifixiones masivas. Es muy posible que su inconformidad con esta
realidad llevara a Jesús a hacerse discípulo de Juan el Bautista, profeta crítico de las
injusticias que toda esa situación implicaba para el pueblo palestino.

PRIMERA PARTE: LAS TRADICIONES SOBRE JESÚS


EL MOVIMIENTO PROFÉTICO POPULAR DE JUAN BAUTISTA

1
Módulo Sinópticos/ Claretianos/FUCLA

14
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

La época histórica de Jesús se caracteriza por el desarrollo de numerosos


movimientos políticos. Las revueltas para el cambio de la situación social eran casi
siempre movimientos de agitación popular, que se manifestaban de diferentes
maneras: podían ser masas urbanas que protestaban en Jerusalén, demostraciones
de protesta generalizadas con levantamientos en varios lugares a la vez o golpes
campesinos que surgían de tanto en tanto, turbando la pretendida paz romana y la
calma impuesta por el Templo. La forma más elemental de estos movimientos
populares fue el bandidaje social. Quienes habían sido forzados a salir de su tierra por
presiones económicas, o los que tuvieron problemas políticos con los grupos
gobernantes, vivieron del pillaje a los romanos o incursionando en áreas limítrofes. A
pesar de que los bandidos permanecieron en contacto con los pobladores, quienes a
veces se arriesgaban por protegerlos, los gobernantes romanos en sus campañas los
reprimieron duramente. Hay evidencia de tales bandas de bandoleros desde antes de
que Herodes llegara al poder hacia la primera mitad del siglo I d.C. Después de la
desastrosa hambruna de los años 40, el bandidaje judío encaró una escalada de
enormes proporciones y se convirtió en la causa principal del estallido de la revuelta
Judía del 66. Esta fue la revuelta popular más dramática e histórica, la más prolongada
y extendida y duró del 66 al 74 d.C. Estos movimientos y sus líderes permanecieron
por todas partes desde unas pocas semanas hasta varios años, y todos ellos

15
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

asumieron diferentes formas de acción y de protesta, especialmente la revuelta


armada.
En contraste con el mero bandidaje, sin embargo, los movimientos proféticos
encendieron una esperanza, incluso un programa de transformación, para la liberación
de la sociedad. Por ejemplo el movimiento de Juan Bautista.
El mensaje profético de Juan era bien sencillo. Dios estaba enojado con su pueblo y
planeaba castigarle. Estaba a punto de intervenir en la historia para condenar y
destruir a Israel. Juan describía esta destrucción como una gran hoguera ante la que
huyen hasta las víboras (Mt 3, 8, par.), en la que los árboles son cortados y quemados
(Mt 3, 10, 12, par.), y en la que la gente sufrirá un bautismo de fuego (Mt 3, 11, par.).
También hacía uso de las metáforas del hacha y del bieldo. Juan no se al infierno en la
otra vida o a una conmoción cósmica. La hoguera es una imagen del ardiente juicio de
Dios sobre Israel y que será ejecutado, según Juan, por medio de un ser humano.
Juan hablaba de él como «el que viene» (Mt 3, 11, par.; Mt 11, 4, par.). Incluso se

16
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

encuentra ya dispuesto, con el hacha o el bieldo en la mano. «El los bautizará con...
fuego» (Mt 3, 11, par.)2
Jesús tomó la opción de ser bautizado por Juan. Esto implicaba una decisión de
alinearse junto a Juan el Bautista, y no junto a cualquier otro de los movimientos que
se alzaban en aquellos días. Y aunque fue discípulo de Juan el Bautista, luego de un
tiempo, inició un nuevo movimiento profético-popular.

EL MOVIMIENTO PROFÉTICO POPULAR DE JESÚS DE NAZARET


A principios del año 27 aproximadamente, un campesino de Galilea llamado Jesús y
conocido como Jesús de Nazaret, se desprende del movimiento de Juan Bautista y
sale a predicar congregando un buen número de adherentes, un movimiento de
resistencia profética y popular. Iba caminando por los pueblos y aldeas de Galilea y
anunciaba la cercanía del reinado de Dios (Mc 1, 15). En vez de aislarse en el
desierto apartado del mundo, empezó a recorrer los pueblos y aldeas, las plazas,
los mercados buscando a las gentes a las que podía aliviar de sus dolores o de

2
Albert Nolan: Jesús antes del Cristianismo ¿Quién es este hombre?
www.iglesia.cl/especiales/mesbiblia2006/articulos/jesus.pdf

17
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

sus pesares. En vez de ayunar y privarse de bebidas se acercó a las fiestas y a


los banquetes, comiendo y bebiendo y a compartir la alegría de la vida (Mc 2,18-
22); en vez de atemorizar a los pecadores amenazándolos con los castigos más
terribles del cielo, empezó a contarles que Dios ya estaba allí, cuidándolos,
alimentándolos y vistiéndolos (Mt 6,25-33)3. El mismo era pobre hasta el punto que
no tenía donde reclinar la cabeza (Mt 8,20) Su palabra desencadenó un movimiento
que impactó sobre todo en la gente pobre y marginada (Mc 3, 7). Jesús acompañado
de un pequeño grupo de hombres y mujeres, caminan desde Galilea hasta Jerusalén
(centro del poder religioso, político y económico), anunciando el reinado de Dios. Un
reinado que tiene como destinatarios privilegiados a los hombres y mujeres pobres y
marginados (Lc 4,16-20), que busca implantar el proyecto de Dios cuya carta de
navegación es el amor, la justicia, la paz y el desenmascaramiento de los falsos
servidores de Dios que tienen el templo como fuente de explotación. La fuerza de este
movimiento es el amor, sus armas son la palabra de Dios, como una espada de dos
filos (Heb 4,12), y su estrategia cambiar la conciencia de las personas y las
comunidades (concientización).4

3
Teodoro Gallo: “Cristología”- (Internet)
4
Módulo Sinópticos. Claretianos. FUCLA

18
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Jesús no era sacerdote ni escriba. No pertenece a ningún linaje sacerdotal. Los


campesinos de Galilea ven en sus gestos y sus palabras la actuación de un gran
profeta que los impacta: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros» . Su autoridad no
es como la de los letrados; no viene de la institución; no se basa en las tradiciones.
«Este enseñar con autoridad es nuevo». Nace de la fuerza del Espíritu de Dios, que
desciende sobre él en el Jordán para impulsar su actividad curadora e inspirar sus
palabras de fuego. Así resumen su vida los discípulos de Emaús: «Fue un profeta
poderoso en obras y en palabras ante Dios y ante todo el pueblo» Jesús es la
culminación de la corriente profética que atraviesa la historia de Israel. El mensaje de
los profetas se ha encarnado en un profeta, oriundo de una aldea desconocida de la
Baja Galilea, que, movido por el Espíritu de Dios, vive llamando a una conversión
radical y abriendo caminos a la novedad de Dios5
Por eso, mientras los dirigentes religiosos se sienten urgidos por Dios a cuidar la
religión del templo y la observancia de la ley, mientras el césar de Roma, su vasallo
Herodes Antipas y los poderosos terratenientes de Séforis y Tiberíades siguen
explotando a los campesinos de Galilea, Jesús, el Profeta del reino de Dios, se siente

5
A. Pagola: “Jesús, creador de un movimiento profético de seguidores al servicio del Reino de Dios”
(internet)

19
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

enviado por el Espíritu de Dios a promover su justicia e impulsar la liberación. Ese es


su programa. 6
Lo seguían más de cerca un grupo de hombres y mujeres (Lc 8,1-3), a quienes
comunicó su mensaje y les envió a anunciar el reinado de Dios y a liberar al pueblo de
sus dolencias y enfermedades (Lc 9, 1-2). Jesús nunca presenta estas curaciones
como una forma fácil de suprimir el sufrimiento en el mundo, sino como signo que
indica la dirección en la que hemos de actuar para construir el reino de Dios. Jesús
critica de manera radical la cultura dominante de la indiferencia. El sufrimiento de los
inocentes ha de ser tomado en serio. No puede ser aceptado como algo normal. Es
inaceptable ante Dios. La atención al que sufre ha de ocupar el lugar de la
insensibilidad general. «Sed compasivos como vuestro Padre».
Algo escandaloso en el movimiento profético popular de Jesús lo constituye su trato
con la mujer. En la sociedad de aquel tiempo, «el hecho de nacer mujer era una
desventaja; era, tal vez, el signo de que no habían sido escuchadas las plegarias del

6
A. Pagola: “Jesús, creador de un movimiento profético de seguidores al servicio del Reino de Dios”
(internet)

20
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

padre o de la madre» ( Lc 1,13 ) . Las mujeres, al igual que los niños, no contaban para
nada. No podían ser discípulas de un escriba, ni pertenecer a los «partidos» de los
Saduceos, ni de los Fariseos, de los Esenios o de los Zelotas. El papel de la mujer se
reducía al sexo y a la maternidad. Jesús se alzó en medio de sus contemporáneos (y
de la mayoría de cuantos habían de seguirle) como alguien que concedía a la mujer
exactamente el mismo valor y dignidad que al hombre. Manifestó por la viuda de Naín,
por la suegra de Simón, por la mujer que padecía flujo de sangre y por la mujer
cananea el mismo interés que por cualquiera otra persona que se hallara en
necesidad. Y hubo mujeres que se contaban entre sus amigos y seguidores (Mc 15,
40-41, par.; Lc 7, 36-50; 8, 2-3; Jn 11, 5; 20, 11-18). Ellas eran «sus hermanas y su
madre» (Mc 3, 34-35, par.). Por lo que a él se refería, María de Betania había escogido
la mejor parte al sentarse a sus pies como discípula, en lugar de dejar eso para los
hombres y ayudar a Marta en la cocina (Lc 10, 3842). Jesús no tuvo escrúpulos en
mezclarse con las prostitutas (Lc 7, 36-50; compárese Mt 11, 19 con 21, 31-32) o con
mujeres «poco recomendables» (Jn 4, 7-27; 8, 10-11). Las personas eran personas, y
esto era, para él, lo importante7

7
Albert Nolan : Jesús antes del Cristianismo¿Quién es este hombre? o.c.

21
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Jesús no enseña propiamente una doctrina nueva para que sus discípulos la aprendan
y la difundan correctamente. Con una audacia desconocida, Jesús sorprende a todos
afirmando algo que ningún profeta de Israel se había atrevido a declarar: «Dios ya está
aquí, con su fuerza creadora de justicia, tratando de reinar entre nosotros». Empieza
un tiempo nuevo; Dios no quiere dejarnos solos ante nuestros problemas, sufrimientos
y desafíos. Quiere construir, junto a nosotros y nosotras, una vida más humana. Este
«reino de Dios» no es una religión. Es mucho más. Va más allá de las creencias,
preceptos y ritos de cualquier religión. Es una experiencia nueva de Dios que lo re-
sitúa todo de manera nueva. Si de Jesús nace una nueva religión, como de hecho
sucedió, tendrá que ser una religión al servicio del «reino de Dios». La gente se
admiraba de él porque no hablaba como los escribas y maestros de la ley (Mc 1, 22).
Su lenguaje era sencillo y popular. Sus discípulos memorizaban y transmitían las
palabras de Jesús.
Más tarde Jesús decidió ir a Jerusalén; allí entró en conflicto con las autoridades
políticas y religiosas, que lo acusaron ante el imperio romano. Jesús es arrestado,
torturado y asesinado en la cruz por el imperio romano que lo acusa de subversivo y de
las autoridades religiosas judías que lo acusan de blasfemo. Jesús murió crucificado
bajo el poder de Poncio Pilato. Esta vida marcada, por la tensión y el conflicto con las
autoridades políticas y religiosas, terminará en una cruz, condenado por los dirigentes

22
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

del Templo como falso profeta, y ejecutado por el representante del Imperio como
peligroso para la «paz romana» (Mc 15, 15). La crítica radical de Jesús alcanza su
culminación al ser crucificado en las afueras de la ciudad santa de Jerusalén. En la
cruz se revela de manera definitiva su pasión por el reino de Dios y su compasión por
todas las víctimas cuya aflicción asume hasta el final. Resucitado de entre los muertos,
Dios reivindica su vida y su muerte proféticas, declarándolo Hijo amado y Profeta de su
Reino8

DEL JESÚS HISTÓRICO A LOS RELATOS POSTPASCUALES


Jesús no fundó una organización, sino que inspiró un movimiento. Resultó inevitable
que dicho movimiento no tardara en convertirse en una organización, pero, en
principio, se trató simplemente de personas, individuos o grupos dispersos, que habían
sido inspirados por Jesús. Estaban los doce, las mujeres, la familia de Jesús (María,
Santiago, Judas), muchos de los pobres y oprimidos a quienes él había sacado de su
postración; había discípulos/as en Galilea y discípulos/as en Jericó (Zaqueo) y

8
A. Pagola: “Jesús, creador de un movimiento profético de seguidores al servicio del Reino de Dios”
(internet)

23
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Jerusalén (Marta, María y Lázaro de Betania; José de Arimatea y Nicodemo); había


judíos greco-parlantes, como los siete helenistas que fueron inspirados por lo que
habían oído acerca de él (Hech 6, 1-6); había incluso Fariseos y sacerdotes que se
unieron a la comunidad formada en Jerusalén (Hech 6, 7; 15, 5).
A esta primera etapa en que los y las discípulas de Jesús trasmiten lo que vieron y
oyeron, los especialistas la llaman “tradición”; sencillamente los discípulos hacían
memoria de lo que habían oído decir a Jesús, aunque todavía no comprendieran
totalmente su significado. Jesús no dejó nada escrito. Cada cual recordaba a Jesús a
su manera, o se había sentido impresionado por un determinado aspecto de lo que
había oído sobre Jesús. No había en principio doctrinas, ni dogmas, ni un modo
universalmente aceptado de seguirle o de creer en él. Jesús no tenía un sucesor. No
había inspirado la clase de movimiento que pervive a base de nombrar sucesores del
líder originario, pero si el movimiento siguió viviendo, entonces sólo podía ser porque,
en uno u otro sentido, Jesús también siguió viviendo. El movimiento era pluriforme;
diríamos incluso que era amorfo y fortuito. Su única unidad o punto de cohesión lo
constituía la personalidad del propio Jesús. Los primeros cristianos fueron los que
siguieron experimentando o comenzaron a experimentar, de uno u otro modo, el poder
de la presencia de Jesús entre ellos, incluso después de su muerte. Todos y todas
tuvieran la certeza de que Jesús seguía conduciéndolos/as, guiándolos/as e

24
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

inspirándolos/as. Algunos/as de quienes lo habían visto y conocido antes de que


muriera (especialmente las mujeres y los Doce) estaban convencidos de haberle visto
de nuevo vivo después de su muerte, y de que había vuelto a instruirles como lo había
hecho antes. Especialmente las mujeres que descubrieron la tumba vacía, afirmaban
que Jesús había resucitado de entre los muertos.9
Después de la muerte de Jesús y de la crisis que esto significó, aquellos discípulos y
discípulas tuvieron una experiencia que transformó sus vidas: tenían la certeza de que
Jesús, el crucificado, estaba vivo y presente en la comunidad cristiana. La muerte y
resurrección de Jesús les abrió los ojos y les hizo comprender que Jesús era más que
un profeta y un maestro, era el Hijo de Dios. Entonces, volvieron a recordar las
palabras de Jesús, pero esta vez lo hicieron a la luz de la experiencia de la
resurrección; así fueron surgiendo algunas tradiciones escritas o relatos. Estos relatos
nacieron en el contexto de unas comunidades que necesitaban enseñar (catequesis),
necesitaban extenderse (misiones), organizarse (normas de convivencia), defenderse
de los ataques (controversias) y orar (liturgia).

9
Albert Nolan o.c

25
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

¿Cómo se dio este proceso que llevó a la redacción de los que hoy conocemos como
los cuatro evangelios?
a) Como primera etapa está la experiencia directa de los discípulos y discípulas que
vivieron con Jesús y fueron sus testigos presenciales. Jesús los había enviado no a
escribir, sino a predicar lo que habían visto y oído.
b) La segunda etapa comprende la fase de predicación que se llevó a cabo después
de la muerte y la resurrección de Jesús hasta el año 65 aproximadamente, antes de la
destrucción de Jerusalén (año 70). Esta fue la etapa de transmisión oral: a Jesús se lo
proclamó como Cristo y Mesías, el Señor, el Salvador, el Hijo de Dios, iluminando su
persona y su obra a la luz del Antiguo Testamento.
c) La tercera etapa se dio cuando las comunidades cristianas empezaron a
preocuparse por colocar por escrito los recuerdos y enseñanzas de Jesús, que ya
conocían. Discípulos y discípulas, reunidos en comunidades cristianas donde se
ensayaba el seguimiento de lo que Jesús había enseñado, que no habían visto ni oído
a Jesús se dedicaron a esta tarea, sobre la base de los testimonios que habían dejado
las y los apóstoles. Al tiempo que el Cristianismo se difundía fuera de Palestina, estos
textos se escribieron en griego, ya que era el idioma más hablado del mundo en aquel
entonces, adaptándolos por otra parte a las distintas realidades de los judíos de

26
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Palestina, de los judíos fuera de Palestina (= diáspora), de los paganos próximos al


judaísmo (= judaizantes o prosélitos), de los gentiles que no tenían ni idea del
judaísmo, etc.. No fueron escritos con el objetivo de recordar hechos del pasado, sino
de anunciar a Cristo vivo y presente en las comunidades cristianas.
d) En la cuarta etapa, se llega finalmente a la redacción propiamente dicha de los
evangelios, tal como los conocemos: el evangelio de Marcos alrededor del año 70, los
de Mateo y Lucas entre los años 80 y 90, el de Juan alrededor del año 100. Las
redacciones conservan los rasgos y géneros literarios de los anuncios orales. En
primer término, se narra el relato de la Pasión y Muerte de Jesús, añadiendo la
recopilación de sus palabras (en particular las parábolas y las controversias) y de sus
obras (relatos de sanaciones y milagros). Los cristianos que redactaron estos
evangelios son de la segunda generación; así se explican ciertas diferencias que hay
entre estos textos, ya que ninguno de los evangelistas fue testigo directo de los
hechos. Cada uno de ellos ha seleccionado y ordenado el material según su propia
visión de las cosas, con un orden lógico, pero no necesariamente cronológico o
abarcativo de todos los hechos. La Iglesia fue la que reconoció aquellos libros como
"canónicos" por expresar sus mismas creencias tal como las había recibido por la
predicación de los apóstoles y descartó otros (los "apócrifos"), que fueron escritos
posteriormente.

27
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

A partir del año 70 d.C., las nuevas comunidades cristianas recogieron las tradiciones
orales y escritas sobre Jesús y escribieron unos relatos más extensos. No se limitaron
a copiar lo que recibieron, sino seleccionaron y resumieron las tradiciones y, sobre
todo, las actualizaron de acuerdo a la nueva problemática que vivían las comunidades.
Hacia el año 125 d.C., estos relatos sobre la palabra y obra de Jesús fueron reunidos
en una colección; que son los textos de los evangelios que han llegado hasta nosotros.
Ninguno de los Evangelios fue compilado sencillamente fue un esfuerzo editorial
concentrado de unos pocos días o semanas. Al compartirse las memorias de la vida y
enseñanzas de Jesús, fuera en forma escrita u oral, se estuvieron coleccionando en
diferentes iglesias, y es muy probable que el proceso de compilación de lo que llegó a
ser finalmente nuestros cuatro Evangelios estaba ocurriendo en distintos centros y por
un periodo prolongado. Durante este tiempo hubo amplia oportunidad para una
“fertilización cruzada” mientras los creyentes viajaban de un lugar a otro.

GÉNEROS LITERARIOS
Los géneros literarios en general

28
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

No es lo mismo leer un libro de poesías, que de historia o una novela, una obra de
teatro, una carta o un código de leyes. Ante cada uno tomamos una actitud diferente.
Sería un grave error leer una novela tomándola al pie de la letra como si fuera una
historia realmente sucedida; y tomaríamos por loco al que quisiera considerar como
leyes civiles los entusiasmos románticos de unas poesías de amor. Pues este error y
esta locura la cometemos con frecuencia cuando leemos la Biblia como si todo
estuviera escrito en la misma clase de género literario.
Uno es el lenguaje expresado en un libro de profecías y otro distinto el que usa un libro
de leyes como el Levítico. Si se trata de un libro de género poético, como los Salmos,
no podemos tomar sus palabras del mismo modo que las de una carta de San Pablo.
Los géneros literarios son, pues, las diversas formas en que puede expresarse un
autor al escribir algún mensaje, según sea la intención que él busca con su escrito.
Todos nosotros usamos diversos géneros literarios según sea nuestra intención. Así, el
enamorado se dirige a la enamorada de muy distinta forma a la de un periodista que da
una información, o a la forma como un médico escribe una receta. Sería necio quien
interpretase todos los lenguajes de la misma forma.

29
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

En la vida diaria nos topamos con diversos géneros: informativo (histórico) cuando
leemos el periódico, poético si estamos con una persona amada, sapiencial si estamos
delante del pueblo, jurídico si estamos entablando un juicio, etc.

Género literario evangelio


En los escritos del N.T. es muy común el uso de la palabra “evangelio”, está presente
unas cincuenta y cuatro veces, también el verbo “evangelizar” es de uso muy
frecuente: setenta y seis veces aparece en los escritos del N.T.
En el Nuevo Testamento Marcos abrió el camino a este género literario, después lo
siguieron Mateo, Lucas y Juan. Marcos ha creado por primera vez y para siempre un
evangelio: un libro donde se da testimonio del mensaje y realidad, de la llamada y
esperanza escatológica del reino de Jesús, creándose un género literario nuevo sin
equivalente en la literatura contemporánea 10. Marcos ha escrito así un manual de la
vocación cristiana: el texto clave donde se define la identidad de Jesús y de sus

10
Santiago Guijarro Oporto. Los evangelios Sinópticos. Taller Bíblico Superior “Distancia”. P. 10

30
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

seguidores. Su libro es un auténtico catecismo, compendio y expresión del camino que


los seguidores de Jesús han de recorrer para alcanzar el reino.11
El género literario evangelio entrelaza tres realidades diferentes, como si fuera una
trenza: El acontecimiento de Jesús histórico, la situación de la comunidad que está en
la base de dicho evangelio con su visión de fe y sus conflictos y el mensaje teológico o
Palabra de Dios que quiere trasmitir. Rasgos propios de los evangelios como género
literario son la vinculación que tienen a una tradición anterior que siguen con fidelidad.
Esta tradición ha sido conservada y releída constantemente a la luz de la Pascua, de la
Escritura (A. T.) y de la experiencia de la Iglesia naciente. Su contenido sigue un
trazado común, que tiene por base la predicación cristiana primitiva. En su forma
externa es una narración histórica en la que los detalles específicamente históricos no
tienen mucha importancia. Este contraste revela el carácter que tienen de revelación.
Por último, y este es el rasgo que los define con más precisión en su papel propio y en
su destino, tratan de suscitar un diálogo de fe con sus lectores de todos los tiempos”12

11
X.Pikaza: Para vivir el evangelio. Lectura de Marcos. Editorial Verbo Divino-1997
12
Santiago Guijarro Oporto. o.c.

31
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Resumen de la primera parte


Jesús de Nazaret no es un personaje bajado del cielo que comienza a hablar y actuar
en nombre de Dios. Jesús de Nazaret es un personaje histórico que se va haciendo
profeta misionero del Reino en medio de las situaciones históricas concretas que vive
su pueblo. Bebe en el pozo de la cultura de su pueblo y es educado en los valores de
la Ley Mosaica. En su juventud, su especial sensibilidad por las y los más
desposeídos, lo llevan a incorporarse al movimiento de Juan el Bautista, uno de los
tantos movimientos populares que tenían el bautismo como signo de conversión y
pertenencia. Cuando Juan es puesto en la prisión se dirige hacia la Galilea, su región
natal, y allí comienza la predicación de una novedad absoluta: Dios ha decidido
comenzar a reinar, colocándose del lado de las y los pobres y oprimidos, iniciando su
liberación y sanación y desenmascarando las injusticias que se cometen,
frecuentemente en su propio Nombre.
Este Jesús de Nazaret reconocido como profeta por sus obras y palabras, termina sus
días crucificado, pero luego de un tiempo de desesperanza y frustración, quienes lo
habían conocido y seguido, discípulos y discípulas, comienzan a experimentar que
Jesús continúa caminando con ellos y ellas. Esta certeza de su presencia resucitada

32
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

los congrega en comunidades de hermanos y hermanas que recuerdan y predican lo


que vieron y oyeron.
Así van naciendo las tradiciones sobre Jesús, que hacia el año 65 comenzarán a
ponerse por escrito dando inicio a lo que hoy conocemos como relatos evangélicos.

SEGUNDA PARTE: FINALIDAD DE LOS EVANGELIOS


EL EVANGELIO Y LOS EVANGELIOS
El Evangelio es uno solo: Jesucristo. El es la buena noticia de Dios.
Los evangelios recogen las diversas tradiciones del único Evangelio Jesús y lo hacen
con una triple finalidad:

a) Despertar y fortalecer la fe de las comunidades cristianas. Cada evangelio fue


escrito desde una comunidad muy concreta y para que esa comunidad conociera a
Jesús y siguiera sus pasos. Lucas lo dice expresamente en la introducción de su
evangelio: “para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido” (Lc
1,4) y Juan dice: “Para que crean en El” (Jn 20).

33
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

a) Hacer de la muerte y resurrección de Jesús la clave para comprender sus


palabras. El gran escándalo que ha dispersado a los discípulos y discípulas fue
la muerte de Jesús en la Cruz. Hay que ayudar a las comunidades a descubrir
la presencia resucitada de Jesús. Uno de evangelios apócrifos, el Evangelio de
Tomás, es una colección de palabras de Jesús, pero no tiene trama narrativa.
Los evangelios sinópticos no se limitan a juntar textos, como hace el Evangelio
de Tomás, porque para ellos la fe cristiana no es aprender de memoria una
doctrina; es mucho más: es seguir los pasos de Jesús hasta la cruz. Por eso
tejen una trama en forma de relato que se va a convertir en un itinerario para
discípulos y discípulas en el seguimiento de Jesús
b) Fundamentar la fe en Cristo resucitado sobre la base del seguimiento de Jesús
crucificado. Los evangelios sinópticos tratan de corregir una espiritualidad y
una teología que, en nombre de la resurrección, prescindían del Jesús de
carne y hueso, que tuvo conflictos con el poder y que murió en una cruz como
un delincuente13

13
Aguirre y A. Rodriguez, Evangelios sinópticos y Hechos de los apóstoles, Editorial Verbo Divino,
Estella, 1992, 48-50).

34
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Los evangelistas escribieron para ayudar a las personas a conocer mejor a Jesús. Sus
libros tienen la intención animar a la fe y al discipulado, al seguimiento de Jesús. Su
finalidad no era otra que la de mostrar cómo podía Jesús tener relevancia para las
gentes que vivían fuera de Palestina una generación o dos después de la muerte de
Jesús. Los escritores presentaban a las comunidades los hechos de la vida y
enseñanzas de Jesús que ellos mismos habían aprendido o recordado. Y es a estas
comunidades a quienes debemos casi todo el conocimiento histórico que poseemos
acerca de Jesús. Estos evangelios nos dan la perspectiva de Jesús como una figura
histórica, y el conocimiento de su vida y enseñanzas más completa que de cualquier
otra personalidad del mundo antiguo. Sin embargo, lo ofrecen a su manera, desde la
fe, no como biografía, sino haciendo el llamado a otros y otras a compartir su camino
de discipulado.

LA BUENA NOTICIA DE JESÚS


Evangelio es una palabra griega que quiere decir buena (eu) noticia (aggelộ). En la
Biblia griega de los LXX aparece esta palabra en un texto del profeta Isaías (Is 52, 7)

35
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

para referirse al mensajero que anuncia la intervención liberadora de Dios, que es una
buena noticia porque comunica alegría y esperanza al pueblo.
Una estela del año 9 a.C. anuncia el nacimiento del emperador romano Augusto como
un evangelio, una buena noticia. Pablo, sin embargo, utiliza muchas veces en sus
cartas esta misma palabra para referirse a Jesús, la buena noticia de Dios (Rm 1,1;
15, 16).
Justino, hacia el año 165 d.C., es el primero en emplear la palabra evangelio para
referirse a los escritos que nos narran la palabra y obra de Jesús.
¿Qué implica llamar a estos escritos “evangelios”? Implica primero, que contienen una
buena noticia, esto es, que en Jesús Dios se acerca a la humanidad para liberar y
comunicar felicidad y alegría. Pero también implica afirmar que la salvación no viene
del emperador, sino sólo de Jesús; y también que esa buena noticia ya fue
vislumbrada por los profetas en el Antiguo Testamento.
Si Jesús murió crucificado alrededor del año 30 y el primer evangelio fue escrito hacia
el año 65, entonces ¿por qué se tardaron tanto en poner por escrito la palabra y obra
de Jesús?

36
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Una primera respuesta sencilla. No tenían necesidad. La mayoría de los testigos, que
vieron y oyeron a Jesús, estaban vivos, formaban parte de la comunidad y daban
testimonio de lo que habían vivido.
Si leemos cuidadosamente entre líneas los cuatro Evangelios y hacemos uso de la
información de que disponemos acerca de la situación de aquel tiempo, podremos
descubrir mucha información histórica sobre Jesús. Y esto es posible porque, aunque
los Evangelios fueron escritos para una generación ulterior, sin embargo hacen uso de
unas fuentes que se remontan a la época de Jesús y de sus contemporáneos. En
muchos pasajes es posible, incluso, captar las auténticas palabras pronunciadas por
Jesús y reproducir exactamente lo que hizo (sus ipsissima vox et facta). Pero lo que es
mucho más importante es descubrir las intenciones originales de Jesús (su ipsissima
intentio). Si nuestra finalidad consiste en descubrir lo que Jesús trató de llevar a cabo
en su tiempo, entonces será de más valor, en ocasiones, saber cómo vivían y
pensaban sus contemporáneos, y cuál debió ser su reacción ante él, mejor que saber
exactamente cuáles fueron sus palabras y qué forma adoptaron sus hechos. El

37
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

conocer esas palabras y esos hechos sólo tendría valor en la medida en que pudieran
ayudarnos a descubrir las intenciones originales de Jesús.14
Las evidencias ponen de manifiesto que las fuentes escritas de los Evangelios
Sinópticos provienen de los alrededores del año 60 d. C. Varias de ellas pueden ser
rastreadas hasta llevarlas a las notas que se tomaron de los discursos del Señor
mientras las palabras brotaban de sus labios. Las fuentes orales proceden desde los
mismos comienzos de la literatura cristiana, lo que quiere decir que, de hecho, todo el
tiempo nos encontramos con evidencias que proporcionan testigos oculares. Los
predicadores originarios del Evangelio supieron el valor que tiene el testimonio de
primera agua, porque vemos que vez tras vez hicieron uso de él. La afirmación
constante y confirmada que presentaban era, “Nosotros somos testigos de estas
cosas”, y no puede haber sido cosa tan fácil inventar enseñanzas y hechos de Jesús
en aquellos tiempos primitivos cuando abundaban tantos discípulos que recordaban
todo cuanto había dicho y hecho el Señor. La verdad es que las evidencias ponen de
manifiesto que los cristianos primitivos tuvieron sumo cuidado de distinguir entre los
dichos de Jesús y sus propias palabras como discípulos y discípulas. Cuando el
apóstol Pablo discute el enojoso problema del matrimonio y el divorcio en la 1

14
Albert Nolan: Jesús antes del Cristianismo ¿Quién es este hombre? o.c.

38
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Corintios 7, por ejemplo, se cuida muy bien en hacer notar la distinción, “Yo no, el
Señor” y, otra vez, “No yo, sino el Señor”.
Pero no sólo tuvieron que habérselas los predicadores primitivos con testigos
amistosos; hubo otros que estuvieron menos dispuestos, pero que también estaban
enterados de los hechos principales del ministerio y muerte de Jesús. Los discípulos no
podían exponerse a la presentación de inexactitudes, — no digamos nada del
manipuleo malicioso de los hechos, — que hubieran sido descubiertas de inmediato
por quienes se hubiesen sentido más que felices de poder hacerlo. Pero sucedió todo
lo contrario: uno de los puntos fuertes que surgen de la predicación originaria de los
apóstoles, es la confianza con que apelan a los conocimientos que poseían quienes
escuchaban. No sólo dijeron, “Nosotros somos testigos de estas cosas” sino que
agregaron, “como ustedes mismos saben” (Hechos 2:22). Si hubiese existido cualquier
tendencia a apartarse de los hechos de un modo efectivo, la presencia de posibles
testigos hostiles entre el auditorio hubiera servido de correctivo inmediato.
Quiere decir, por tanto, que los Evangelios Sinópticos ofrecen lo que estuvo compuesto
en su mayoría unos cuarenta años después de la muerte de Cristo, material que ya
había tomado forma en una época anterior, y que, además de ser la mayor parte del
material de primera mano, fue transmitido mediante tres canales dignos de entera

39
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

confianza y que concuerdan en la presentación que formulan de los hechos básicos de


la fe cristiana. Cuerda triple que no es cosa fácil romper.15
También debemos tener en cuenta que la cultura judía está fuertemente basada en la
memoria. El padre tenía la obligación de trasmitir las tradiciones religiosas a sus hijos
(Ex 12,26). Por eso decimos que la Biblia es la memoria del pueblo de Dios. Del
mismo modo, los primeros seguidores de Jesús memorizaron y transmitieron las
palabras de Jesús.
Pero hay otra cosa, la memoria del pueblo de Israel no se limita a repetir lo que han
oído, sino que actualizan el mensaje de acuerdo a las nuevas situaciones que viven.
Esto es muy frecuente en el Antiguo Testamento y también lo fue a la hora de
transmitir las palabras y obras de Jesús. Es una memoria que recuerda el pasado para
vivir el presente16

15
Tomado del libro: ¿Son fidedignos los documentos del Nuevo Testamento?, escrito por F.F. Bruce
16
Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos y Hechos de los apóstoles, Editorial Verbo Divino,
Estella, 1992, pp. 22-27).

40
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

LOS EVANGELIOS SON NARRACIONES TEOLÓGICAS


Los evangelios son textos narrativos
Para nosotros hoy la palabra "evangelio" designa uno de los cuatro libros del Nuevo
Testamento que recoge los dichos y hechos de Jesús, pero en griego ("euangelion" =
buena noticia) significó en un primer momento la predicación oral de la buena noticia
de Jesús resucitado. Mucho antes que los llamados "evangelistas", Pablo emplea 60
veces esta palabra.
Los evangelios son textos narrativos que presentan el curso de la vida de Jesús y su
enseñanza. Los autores recogen las tradiciones orales y escritas sobre Jesús y las
ordenan en una narración. Un elemento fundamental en la narración es la trama, el
tejido; con ello nos quieren expresar que las palabras y hechos de Jesús solamente se
comprenden en el contexto de su vida y de su muerte.
Los evangelios sinópticos coinciden en los elementos básicos de la trama:

a) Los protagonistas: Jesús, la multitud, los discípulos, fariseos, autoridades judías,


Pilato;

41
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

b) Un inicio: el ministerio de Jesús en Galilea;


c) Un desarrollo: el eco popular que suscita el mensaje de Jesús, las
incomprensiones, la hostilidad por parte de las autoridades, la profundización
de la enseñanza, el viaje a Jerusalén;
d) Un desenlace: la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección.

Los evangelios no son textos biográficos en el sentido moderno de la palabra, no son


un vídeo o una película sobre la vida de Jesús. Los Evangelios no son biografías,
ofrecen poca información sobre el fondo familiar de Jesús, su crianza y educación.
Lucas se esfuerza en ubicar el tiempo histórico de Jesús (Lc 3,1), pero no pretende
hacer un manual de historia. Los evangelios no explican su desarrollo psicológico, ni
discuten sus móviles o ambiciones. Ni siquiera nos dan una descripción de su aspecto
físico. En silencio pasan por alto la mayor parte de su historia personal, y enfocan unos
pocos años al final de su breve vida. Dedican lo que parece una cantidad
desproporcionada de espacio a los eventos previos y posteriores a su muerte. Se
dedica mucho espacio a registrar las enseñanzas de Jesús, a veces con extensos
“sermones”. Ellos esperan obtener con la lectura del texto, el compromiso de seguir a

42
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Jesús. Para los escritores de los Evangelios Jesús no es solamente un gran maestro y
un noble ejemplo del pasado, sino una persona resucitada y viva, en quien se halla la
salvación.
Se trata más bien de narraciones teológicas porque nos muestran la actuación de Dios
en la historia por medio de Jesús. Los evangelios son confesiones de fe porque nos
transmiten la fe de la comunidad; es decir, nos enseñan que aquel campesino de Galilea
que anunció el reinado de Dios y fue crucificado, es el Hijo de Dios.
¿Quiere decir esto que los evangelistas inventan los hechos que narran? No. Aunque
ciertamente los evangelios no son crónicas históricas, sí están basados en la historia,
están fundamentados en tradiciones de hechos reales que se han transmitido en el
tiempo. El hecho de que escribieran relatos teológicos no significa que inventaron o
alteraron los eventos o enseñanzas que redactaron.
Cada escritor tiene su propia manera distintiva de organizar su material. Hay un
desarrollo básico desde la temprana predicación en Galilea hasta un clímax final en
Jerusalén, y dentro de este marco los incidentes individuales y las enseñanzas se van
entretejiendo, uniendo como tres hilos dentro del tejido: los hechos y dichos de Jesús,
la vivencia de la comunidad donde el evangelio nace y a la cual se dedica y el mensaje
de Dios.

43
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Los Relatos Evangélicos, en su origen, son anónimos. Al difundirse la herejía gnóstica


con sus evangelios apócrifos (de Tomás, de Felipe, de Judas...), la Iglesia declaró que
sólo había cuatro evangelios normativos y los adjudicó a Mateo, Marcos, Lucas y Juan
por sus características y para garantizar sus contenidos.

Detrás de cada evangelio hay una comunidad


Podemos decir que cada evangelista escribe desde y para una comunidad cristiana. Y
su objetivo es actualizar las tradiciones que han recibido de Jesús según la
problemática que viven. Los evangelistas no quieren satisfacer la curiosidad de la
gente ni comunicar fríamente unos cuantos datos de Jesús; lo que pretenden es crear
unos relatos interpelantes que muevan a la fe y seguimiento de Jesús. Cada uno de los
Evangelios fue escrito teniendo presente ante todo un tipo determinado de lectores,
con el objeto de presentar a Jesús de Nazaret como el Hijo de Dios y el Salvador del
mundo. Los Evangelios fueron escritos por creyentes, figuras destacadas en el nuevo
movimiento profético que comenzó Jesús, y la meta que tenían era ganar a nuevos
conversos o animar y orientar a los que ya se habían decidido a formar parte de la
iglesia hacia un discipulado más eficaz. De manera que su material era seleccionado y
presentado con este fin.

44
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Por aquel tiempo, igual que hoy, existía la tentación de caer en un cristianismo
espiritualista, evasivo de la realidad, sin compromisos ni conflictos con el mundo. Los
evangelistas escriben sus relatos precisamente para evitar estos problemas, para que
no olvidemos al Jesús histórico, que anunció el reinado de Dios a los pobres y por eso
entró en conflicto con el poder civil y religioso que lo mandó a crucificar. Además los
evangelistas nos dicen que el resucitado es el crucificado.
Mientras que el proceso de pasar los materiales de una generación a otra permitió una
variación en la manera en que los eventos y las enseñanzas fueron registrados, como
lo demuestran claramente los mismos Evangelios, todo ocurrió dentro de la vida de una
comunidad cristiana que tenía el propósito de preservar la verdad acerca de Jesús, y
dentro de la cual todavía estaba la continuidad de las memorias de aquellos que
habían estado presentes personalmente en ese tiempo. Los Evangelios nos presentan
distintas versiones de la única Buena Noticia. Cada evangelista escribe en base a
diferentes datos y con distintas intenciones, pero Dios le concede su Espíritu para que
lo que escribe sea Palabra de Dios. Cada evangelista tiene un punto de vista claro y un
propósito definido al escribir, cada uno está interesado en comunicar una percepción
levemente diferente de Jesús, y cada uno dirigiendo su Evangelio para satisfacer las
necesidades de la iglesia a la cual escribía.

45
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Una de las tendencias más animadoras en el estudio reciente de los Evangelios es la


disposición creciente de tratar cada escrito como una narración completa en sí, una
historia escrita para ser leída y disfrutada como una obra, en vez de una colección de
incidentes y dichos aislados. Hoy cada uno de nosotros o nosotras tiene un Nuevo
Testamento, pero los primeros cristianos y cristianas conocieron los evangelios no por
haberlos leído privadamente, sino por haber oído la lectura en voz alta en la
comunidad. Una lectura en público del Evangelio de Marcos toma como una hora y
media; los Evangelios más largos ocuparían como dos horas y media. No sabemos si
las comunidades del siglo I hubieran escuchado todo el Evangelio de una vez, o si
hubieran disfrutado la lectura por capítulos. Aquellos que han tenido el privilegio de
escuchar una lectura de todo un Evangelio pueden tener la seguridad de que los
autores hubieran aprobado tal uso de su obra, y probablemente la diseñaron para ese
propósito.

Resumen de la segunda parte


Hay un solo Evangelio: Jesucristo pero hay varias formas de anunciarlo. De esas formas
de anunciarlo tres han seguido el mismo esquema y por ello se llama sinópticos,
mientras que Juan ha sido un escrito más original y se diferencia de los otros tres.

46
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

La finalidad no es hacer la historia o biografía de Jesús sino presentar a Jesús de


Nazaret vivo caminando con sus comunidades e invitando al seguimiento. Este
seguimiento es personal pero no individual: es un seguimiento en comunidad de
hermanos y hermanas. Por eso detrás de cada evangelio hay una comunidad concreta.
Los evangelios no son un manual de historia, pero narran hechos históricos; no son una
biografía, pero nos dan a conocer hechos importantes de la vida de Jesús. Cada
evangelista ha trenzado tres realidades en la trama de su evangelio: los hechos y
palabras de Jesús de Nazaret, la situación de la comunidad donde nace este evangelio,
o que sirve de matriz a cada evangelio y el mensaje de Dios a esa comunidad invitada a
la fidelidad al proyecto del reino anunciado por Jesús. Por ser evangelio hay en los
textos una reserva de sentido que sobrepasa la época en que fueron escritos y hace
llegar su mensaje a través del tiempo y de la historia y sobrepasa las barreras
culturales, de tiempo y espacio.
Estas narraciones teológicas llamadas evangelios nos llaman al seguimiento también
hoy a nosotros y nosotras. Son las comunidades cristianas donde el evangelio de Jesús
resuena con mayor claridad y eficacia, porque son el lugar donde se hace posible hacer
la experiencia del seguimiento de Jesús como hermanos y hermanas.

47
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

TERCERA PARTE: LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS Y LA TEORÍA DE LAS FUENTES


Los tres primeros evangelios: Marcos, Mateo y Lucas, reciben el nombre de sinópticos
porque si se colocan en columnas, se puede tener una visión de conjunto o simultánea
de los tres. Sinóptico es una palabra griega que quiere decir: visión de conjunto o “un
solo golpe de vista”
Los sucesos que encontramos relatados, siguen el esquema de Marcos y muchas
veces son los mismos, pero varían las perspectivas desde las cuales escriben los
autores. Son diferentes sus comunidades (el contexto desde donde se escriben), sus
estilos literarios (la forma de escribir), sus acentos temáticos (los temas que resaltan).
Responden a diferentes conflictos y desean expresar una teología o mensaje que
responda a las problemáticas de sus comunidades. Durante mucho tiempo estuvimos
muy preocupados por descubrir los autores de cada Evangelio, hoy la preocupación se
dirige preferentemente a la comunidad que les dio nacimiento, ya que es esa matriz
vital la que se vuelve decisiva a la hora de entender el mensaje.
Los Evangelios Sinópticos presentan un ordenamiento general de los hechos de la vida
de Jesús que es común a los tres y puede resumirse en cuatro etapas:

48
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

• Testimonio de Juan Bautista e inserción de Jesús en ese movimiento profético-


popular
• Actividad profética de Jesús en Galilea.
• El camino a Jerusalén y actividad profética de Jesús en Jerusalén (última
semana de su vida)
• Pasión, muerte y Resurrección de Jesús.

Veamos algunos rasgos generales de los evangelios.


Los evangelios son narraciones anónimas sobre Jesús surgidas entre los años 65 y 96
en el contexto de las comunidades cristianas.
Por mucho tiempo, y sobre todo por la influencia de San Agustín, se pensó que Marcos
era un resumen de Mateo. Sin embargo, gracias a las investigaciones de las personas
especializadas, hoy se sabe con certeza que Marcos es el evangelio más antiguo y
que Mateo y Lucas dependen de él. A esto se lo denomina la hipótesis “Marcana”

49
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

Cuando Mateo y Lucas escriben su evangelio ya conocen, cada uno por su parte, el
texto de Marcos. Sin embargo, hay textos en los evangelios de Mateo y Lucas que no
aparecen en Marcos. Textos tan importantes, por ejemplo, como las bienaventuranzas
(Mt 5, 1-12 y Lc 6,20-26) o el Padre nuestro (Mt 6, 9-13 y Lc 11, 1-4). Si estos textos no
están en Marcos, ¿de dónde los tomaron Lucas y Mateo? Esto hace suponer que Mateo
y Lucas tuvieron otra fuente de donde tomaron esas tradiciones sobre Jesús. Esta
fuente no ha sido encontrada y por eso recibe el nombre de fuente Q, que es la sigla de
la palabra alemana Quelle, que significa fuente. Se distingue esta “Fuente” comparando
los textos de Mateo y Lucas. Se considera que los textos que están en Mateo y Lucas y
que no están en Marcos, son textos que corresponden a la fuente “Q”. Además Mateo y
Lucas tienen fuentes propias que se identifican con las letras M: Mateo y L para Lucas.
En todo caso, a pesar de las grandes semejanzas entre los evangelios sinópticos, no
son una copia. Cada evangelista le da a su obra un enfoque y objetivo específico 17

17
X. Alegre, Los sinópticos hoy, Fundación Santa María, Madrid, 1989, pp. 32-33).

50
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

RESUMEN DE LA UNIDAD
Hemos visto en esta primera unidad introductoria al tema de los Evangelios Sinópticos,
que detrás de cada Evangelio se entrelazan el hecho del Jesús histórico, la situación de
cada comunidad con su vivencia de fe y sus conflictos y el mensaje teológico que cada
evangelista quiere dar a conocer a su comunidad.
Nos hemos detenido en el Movimiento profético popular de Jesús para procurar
entender este acontecimiento que marcó la fe de los discípulos y discípulas
Hemos constatado que no se puede buscar en los evangelios una biografía de Jesús ni
un libro de historia en el sentido moderno de la palabra, sin embargo tampoco son una
fantasía. Hay hechos históricos que están en la base de estos textos inspirados y que

51
DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA

se constituyen en lo que Pablo Richard llama “un canon dentro del canon”, ya que los
evangelios son la normativa para nuestra vida cristiana.
Estos tres primeros evangelios se llaman sinópticos porque poseen un mismo esquema
que puede visualizarse con un solo “golpe de vista” y coinciden en los elementos
básicos de la trama:

• Los protagonistas
• El ministerio de Jesús en Galilea;
• El viaje a Jerusalén y la profundización de la enseñanza
• La muerte de Jesús en la cruz y su resurrección.

Y finalmente hemos visto la llamada teoría de las Dos Fuentes: la fuente “Q” y la hipótesis
“Marcana”.

52

También podría gustarte