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Comisión Diocesana de Liturgia

LECCIONARIO
Diócesis Villa de la Concepción del Río Cuarto Novena sobre la
sinodalidad

Primer día
El Espíritu Santo derrama dones y carismas para edificar la Iglesia

PRIMERA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo


a los cristianos de Corintios
12,4-11

Hermanos: Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del


mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor.
Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en
todos. En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común.
El Espíritu da a uno la sabiduría para hablar; a otro, la ciencia para enseñar,
según el mismo Espíritu; a otro, la fe, también en el mismo Espíritu. A este se le da
el don de curar, siempre en ese único Espíritu; a aquel, el don de hacer milagros; a
uno, el don de profecía; a otro, el don de juzgar sobre el valor de los dones del
Espíritu; a este, el don de lenguas; a aquel, el don de interpretarlas. Pero en todo
esto, es el mismo y único Espíritu el que actúa, distribuyendo sus dones a cada uno
en particular como él quiere.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal. 111,1-8

R. El Señor se acuerda eternamente de su alianza

Doy gracias al Señor de todo corazón,


en la reunión y en la asamblea de los justos.
Grandes son las obras del Señor:

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los que las aman desean comprenderlas. R.

Su obra es esplendor y majestad,


su justicia permanece para siempre.
Él hizo portentos memorables,
el Señor es bondadoso y compasivo. R.

Proveyó de alimento a sus fieles


y se acuerda eternamente de su alianza. R.
Manifestó a su pueblo el poder de sus obras,
dándole la herencia de las naciones. R.

Las obras de sus manos son verdad y justicia;


todos sus preceptos son indefectibles.
Están afianzados para siempre
y establecidos con lealtad y rectitud. R.

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo


10,5-8

Jesús envió a los doce con las siguientes instrucciones: «No vayan a
regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. Vayan, en
cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el
Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos,
purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido
gratuitamente, den también gratuitamente.

Palabra del Señor.

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Segundo día
Aprendemos a escuchar con empatía a Dios que nos habla
en su Palabra y en los demás.

PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes


3, 5-12

En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche.


Dios le dijo: «Pídeme lo que quieras». Salomón respondió: «Tú has tratado a tu
servidor, David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia
con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; tú le has atestiguado esta gran
fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. Y ahora, Señor, Dios
mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy
apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu servidor está en medio de
tu pueblo, el que tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni
calcular. Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu
pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de
juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?».
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y Dios le dijo:
«Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la
vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar
con rectitud, Yo voy a obrar conforme a lo que dices: te doy un corazón sabio y
prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie
como tú después de ti.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Sal 5,1-7

R. Señor escucha mis palabras

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Señor, escucha mis palabras,


atiende a mis gemidos;
oye mi clamor, mi Rey y mi Dios,
porque te estoy suplicando. R.

Señor, de madrugada ya escuchas mi voz:


por la mañana te expongo mi causa
y espero tu respuesta. R.

Tú no eres un Dios que ama la maldad;


ningún impío será tu huésped,
ni los orgullosos podrán resistir
delante de tu mirada. R.

Tú detestas a los que hacen el mal


y destruyes a los mentirosos.
Al hombre sanguinario y traicionero
Lo abomina el Señor R.

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 10, 38-42

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su


casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor,
escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la
casa, dijo a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el
trabajo? Dile que me ayude”. Pero el Señor le respondió: “Marta, Marta, te
inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una
sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.

Palabra del Señor.

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Tercer día
El diálogo nos lleva a la novedad.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Proverbios


4, 20-26

Hijo mío, presta atención a lo que te digo, inclina tu oído a mis palabras.
Que ellas no se aparten de tus ojos, guárdalas bien dentro de tu corazón, porque
son vida para los que las encuentran y salud para todo ser viviente.
Con todo cuidado vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la
vida. Aparta de ti las palabras perversas y aleja de tus labios la malicia. Que tus
ojos miren de frente y tu mirada vaya derecho hacia adelante. Fíjate bien dónde
pones los pies y que sean firmes todos tus caminos.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 81, 2-7

R. ¡Canten con júbilo a Dios, nuestra fuerza!

¡Canten con júbilo a Dios, nuestra fuerza,


aclamen al Dios de Jacob!
Entonen un canto, toquen el tambor,
y la cítara armoniosa, junto con el arpa.
Toquen la trompeta al salir la luna nueva,
y el día de luna llena, el día de nuestra fiesta. R.

Porque esta es una ley para Israel,


un precepto del Dios de Jacob:

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Él se la impuso como norma a José,


cuando salió de la tierra de Egipto. R.

Oigo una voz desconocida que dice:


«Abre tu boca y la llenaré con mi palabra.
Yo quité el peso de tus espaldas
y tus manos quedaron libres de la carga. R.

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan


3,1-16

Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los
notables entre los judíos. Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Maestro, sabemos
que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los
signos que tú haces, si Dios no está con él».
Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver
el Reino de Dios.»
Nicodemo le preguntó: « ¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo?
¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?».
Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu
no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace
de Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: «Ustedes tienen que
renacer de lo alto».
El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene
ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu».
« ¿Cómo es posible todo esto?», le volvió a preguntar Nicodemo.
Jesús le respondió: « ¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas?
Te aseguro que nosotros hablamos de lo que hablamos de lo que sabemos y damos
testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando
les hable de las cosas del cielo?
Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre
que está en el cielo.

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De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto,


también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos
los que creen en él tengan Vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el
que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.

Palabra del Señor.

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Cuarto día
Superar los conflictos y divisiones.

PRIMERA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo


a los cristianos de Tesalónica
5, 13-22

Hermanos: Vivan en paz unos con otros.


Los exhortamos también a que reprendan a los indisciplinados, animen a los
tímidos, sostengan a los débiles, y sean pacientes con todos.
Procuren que nadie devuelve mal por mal. Por el contrario, esfuércense por
hacer siempre el bien entre ustedes y con todo el mundo.
Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión:
esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús.
No extingan la acción del Espíritu; no desprecien las profecías; examínenlo
todo y quédense con lo bueno. Cuídense del mal en todas sus formas.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 133,1-3
¡Qué bueno y agradable
es que los hermanos vivan unidos!

¡Qué bueno y agradable


es que los hermanos vivan unidos!
Es como el óleo perfumado sobre la cabeza,
que desciende por la barba –la barba de Aarón–
hasta el borde de sus vestiduras R.

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Es como el rocío del Hermón


que cae sobre las montañas de Sión.
Allí el Señor da su bendición,
la vida para siempre. R.

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo


18,15-21

Dijo el Señor: Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha,


habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para
que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a
hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad,
considéralo como pagano o republicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten
en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará
desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra
para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay
dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos». Entonces
se adelantó Pedro y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi
hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?» Jesús le respondió: “no te
digo hasta siete veces sino hasta setenta veces siete”.

Palabra del Señor.

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Quinto día
En comunidad siempre es mejor.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos


2, 42-47

Todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y


participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones.
Un santo temor se apoderó de todos ellos, porque los Apóstoles realizaban
muchos prodigios y signos.
Todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común:
vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero entre ellos, según las
necesidades de cada uno.
Íntimamente unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus
casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón; ellos alababan a Dios y
eran queridos por todo el pueblo. Y cada día, el Señor acrecentaba la comunidad
con aquellos que debían salvarse.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 99,1-5

R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño

¡El Señor reina! Tiemblan los pueblos.


El tiene su trono sobre los querubines: la tierra vacila.
¡Grande es el Señor en Sión! R.

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Él se alza sobre todas las naciones.


Alaben tu Nombre grande y temible.
¡Santo es el Señor! R.

Tú eres el rey poderoso que ama la justicia,


Tú has establecido lo que es recto,
Tú ejerces sobre Jacob el derecho y la justicia. R.

Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,


adórenlo ante el estrado de sus pies.
¡Santo es el Señor! R.

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan


17, 20-23

Antes de partir de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos:


“No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su
palabra, creerán en mí.
Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros
somos uno –yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo
conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste”

Palabra del Señor.

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Sexto día
Animarse a participar… todos llamados a tener un lugar.

PRIMERA LECTURA

Lectura de la Primera Carta del apóstol san Pablo


a los cristianos de Corintios
3,1-15

Hermanos: Por mi parte, no pude hablarles como a hombres espirituales,


sino como a hombres carnales, como a quienes todavía son niños en Cristo. Los
alimenté con leche y no con alimento sólido, porque aún no podían tolerarlo, como
tampoco ahora, ya que siguen siendo carnales. Los celos y discordias que hay entre
ustedes, ¿no prueban acaso, que todavía son carnales y se comportan de una
manera puramente humana?
Cuando uno dice: «Yo soy de Pablo», y el otro: «Yo de Apolo», ¿acaso no
están procediendo como lo haría cualquier hombre? Después de todo, ¿quién es
Apolo, quién es Pablo? Simples servidores, por medio de los cuales ustedes han
creído, y cada uno de ellos lo es según lo que ha recibido del Señor.
Yo planté y Apolo regó, pero el que ha hecho crecer es Dios. Ni el que
planta ni el que riega valen algo, sino Dios, que hace crecer. No hay ninguna
diferencia entre el que planta y el que riega; sin embargo, cada uno recibirá su
salario de acuerdo con el trabajo que haya realizado. Porque nosotros somos
cooperadores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.
Según la gracia que Dios me ha dado, yo puse los cimientos como lo hace un
buen arquitecto, y otro edifica encima. Que cada cual se fije bien de qué manera
construye.
El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el
fundamento es Jesucristo. Sobre él se puede edificar con oro, plata, piedras
preciosas, madera, pasto o paja: la obra de cada uno aparecerá tal como es, porque
el día del Juicio, que se revelará por medio del fuego, la pondrá de manifiesto; y el
fuego probará la calidad de la obra de cada uno. Si la obra construida sobre el
fundamento resiste la prueba, el que la hizo recibirá la recompensa; si la obra es
consumida, se perderá. Sin embargo, su autor se salvará, como quien se libra del
fuego.

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Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 16,2-11

R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en Ti.

Protégeme, Dios mío, porque me refugio en Ti.


Yo digo al Señor: «Señor, tú eres mi bien,
no hay nada superior a ti». R.

Ellos, en cambio, dicen a los dioses de la tierra:


«Mis príncipes, ustedes son toda mi alegría».
Multiplican sus ídolos y corren tras ellos,
pero yo no les ofreceré libaciones de sangre,
ni mis labios pronunciarán sus nombres. R.

El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,


¡Tú decides mi suerte!
Me ha tocado un lugar de delicias,
estoy contento con mi herencia. R.

Bendeciré al Señor que me aconseja,


¡hasta de noche me instruye mi conciencia!
Tengo siempre presente al Señor:
él está a mi lado, nunca vacilaré. R.

Por eso mi corazón se alegra,


se regocijan mis entrañas
y todo mi ser descansa seguro:
porque no me entregarás la Muerte
ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. R.

Me harás conocer el camino de la vida,


saciándome de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha. R.

EVANGELIO

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X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas


5,1-11

En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para


escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret.
Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían
bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de
Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba
a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar
adentro, y echen las redes».
Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos
sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes». Así lo hicieron, y sacaron tal
cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron
señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos
acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de
mí, Señor, porque soy un pecador». El temor se había apoderado de él y de los que
lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les
pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de
hombres».
Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor.

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Séptimo día
Cada bautizado tiene una misión.

PRIMERA LECTURA

Lectura de la Segunda Carta del apóstol San Pablo


a los cristianos de Corintios
2, 12-17

Hermanos: Cuando llegué a Tróade para anunciar la Buena Noticia de Jesús,


aunque el Señor abrió una puerta para mi predicación, estaba muy preocupado
porque no encontré a mi hermano Tito; por eso, me despedí de ellos y partí para
Macedonia.
Demos gracias a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo, y por
intermedio nuestro propaga en todas partes la fragancia de su conocimiento.
Porque nosotros somos la fragancia de Cristo al servicio de Dios, tanto entre
los que se salvan, como entre los que se pierden: para estos, aroma de muerte, que
conduce a la muerte; para aquellos, aroma de vida, que conduce a la Vida. ¿Y
quién es capaz de cumplir semejante tarea?
Pero nosotros no somos como muchos que trafican con la Palabra de Dios,
sino que hablamos con sinceridad en nombre de Cristo, como enviados de Dios y
en presencia del mismo Dios.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 19,2-8
R. Proclamamos tu gloria Señor

El cielo proclama la gloria de Dios


y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje

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y las noches se van dando la noticia. R.

Sin hablar, sin pronunciar palabras,


sin que se escuche su voz,
resuena su eco por toda la tierra
y su lenguaje, hasta los confines del mundo. R.

Allí puso una carpa para el sol,


y este, igual que un esposo que sale de su alcoba,
se alegra como un atleta al recorrer su camino. R.

El sale de un extremo del cielo,


su órbita llega hasta el otro extremo,
y no hay nada que escape a su calor. R.

La ley del Señor es perfecta,


reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple. R.

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo


28,16-20

Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había
citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo
que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo».

Palabra del Señor.

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Octavo día
Movidos a la conversión pastoral.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos


9,1-20

Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del
Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de
Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino del
Señor que encontrara, hombres o mujeres. Y mientras iba caminando, al acercarse
a Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su
resplandor.
Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?».
El preguntó: «¿Quién eres tú Señor?».
«Yo soy Jesús, a quien tú persigues, le respondió la voz. Ahora levántate, y
entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer».
Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque oían la voz, pero no
veían a nadie.
Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo
tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver, y sin
comer ni beber.
Vivía entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor
dijo en una visión: «¡Ananías!».
El respondió: «Aquí estoy, Señor».
El Señor le dijo: «Ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un
tal Saulo de Tarso. Él está orando y ha visto en una visión a un hombre llamado
Ananías, que entraba y le imponía las manos para devolverle la vista».

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Ananías respondió: «Señor, oí decir a muchos que este hombre hizo un gran
daño a tus santos en Jerusalén. Y ahora está aquí con plenos poderes de los jefes de
los sacerdotes para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre».
El Señor le respondió: «Ve a buscarlo, porque es un instrumento elegido por
mí para llevar mi Nombre a todas las naciones, a los reyes y al pueblo de Israel. Yo
le haré ver cuánto tendrá que padecer por mi Nombre».
Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saulo, hermano mío,
el Señor Jesús –el mismo que se te apareció en el camino– me envió a ti para que
recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo».
En ese momento, cayeron de sus ojos una especie de escamas y recobró la
vista. Se levantó y fue bautizado. Después comió algo y recobró sus fuerzas.
Saulo permaneció algunos días con los discípulos que vivían en Damasco, y
luego comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 103,1-13
R. El Señor es bondadoso y compasivo

Bendice al Señor, alma mía,


que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas


y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura;
Él colma tu vida de bienes,
y tu juventud se renueva como el águila. R.

El Señor hace obras de justicia


y otorga el derecho a los oprimidos;
Él mostró sus caminos a Moisés
y sus proezas al pueblo de Israel. R.

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El Señor es bondadoso y compasivo,


lento para enojarse y de gran misericordia;
no acusa de manera inapelable
ni guarda rencor eternamente;
no nos trata según nuestros pecados
ni nos paga conforme a nuestras culpas. R.

Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,


así de inmenso es su amor por los que lo temen;
cuanto dista el oriente del occidente,
así aparta de nosotros nuestros pecados.
Como un padre cariñoso con sus hijos,
así es cariñoso el Señor con sus fieles; R.

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos


1, 14-15

Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea.


Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: «El tiempo se ha
cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia».

Palabra del Señor.

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Noveno día
Animarnos a caminar juntos.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo


33, 7-17

Moisés tomó la Carpa. La instaló fuera del campamento, a una cierta


distancia, y la llamó Carpa del Encuentro. Así, todo el que tenía que consultar al
Señor debía dirigirse a la Carpa del Encuentro, que estaba fuera del campamento.
Siempre que Moisés se dirigía hacia la Carpa, todo el pueblo se levantaba, se
apostaba a la entrada de su propia carpa y seguía con la mirada a Moisés hasta que
él entraba en ella. Cuando Moisés entraba, la columna de nube bajaba y se detenía
a la entrada de la Carpa del Encuentro, mientras el Señor conversaba con Moisés.
Al ver la columna de nube, todo el pueblo se levantaba, y luego cada uno se
postraba a la entrada de su propia carpa. El Señor conversaba con Moisés cara a
cara, como lo hace un hombre con su amigo. Después Moisés regresaba al
campamento, pero Josué –hijo de Nun, su joven ayudante– no se apartaba del
interior de la Carpa.
Moisés dijo al Señor: «Tú me ordenas que guíe a este pueblo, pero no me
has indicado a quién enviarás conmigo, a pesar de que me dijiste: «Yo te conozco
por tu nombre y te he brindado mi amistad». Si me has brindado tu amistad, dame
a conocer tus caminos, y yo te conoceré: así me habrás brindado realmente tu
amistad. Ten presente que esta nación es tu pueblo».
El Señor respondió: «Yo mismo iré contigo y te daré el descanso».
Moisés agregó: «Si no vienes personalmente, no nos hagas subir de aquí
¿Cómo se podrá conocer que yo y tu pueblo gozamos de tu amistad, si tú no vienes
con nosotros? Así yo y tu pueblo nos distinguiremos de todos los otros pueblos que
hay sobre la tierra».
El Señor respondió a Moisés: «También haré lo que me acabas de decir,
porque te he brindado mi amistad y te conozco por tu nombre».

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Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 25, 1-11

R. En ti ponemos nuestra confianza Señor

A ti, Señor, elevo mi alma,


Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos! R.

Ninguno de los que esperan en ti


tendrá que avergonzarse:
se avergonzarán los que traicionan en vano. R.

Muéstrame, Señor, tus caminos,


enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
y yo espero en ti todo el día. R.

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,


porque son eternos.
No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud:
por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad. R.

El Señor es bondadoso y recto:


por eso muestra el camino a los extraviados;
él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres. R.

Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,


para los que observan los preceptos de su alianza.
¡Por el honor de tu Nombre, Señor,
perdona mi culpa, aunque es muy grande! R.

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Comisión Diocesana de Liturgia
LECCIONARIO
Diócesis Villa de la Concepción del Río Cuarto Novena sobre la
sinodalidad

EVANGELIO

X Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas


24,13-35

Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado
Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre
lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió
caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.
Él les dijo: « ¿Qué comentaban por el camino?».
Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás,
le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en
estos días!».
«¿Qué cosa?», les preguntó.
Ellos respondieron: «Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta
poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo
nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a
muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel.
Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es verdad que
algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de
madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se
les había aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los
nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho.
Pero a él no lo vieron».
Jesús les dijo: « ¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer
todo lo que anunciaron los profetas! ¿No será necesario que el Mesías soportara
esos sufrimientos para entrar en su gloria?» Y comenzando por Moisés y
continuando en todas las Escrituras lo que se refería a él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adónde iban, Jesús hizo ademán de seguir
adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el
día se acaba».

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LECCIONARIO
Diócesis Villa de la Concepción del Río Cuarto Novena sobre la
sinodalidad

Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció


la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se
abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
Y se decían: « ¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el
camino y nos explicaba las Escrituras?».
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén.
Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y estos
les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!».
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo
habían reconocido al partir el pan.

Palabra del Señor.

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