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COMPLEJO EDUCATIVO CATÓLICO FE Y ALEGRÍA “SAN JOSÉ”

GUIA 3
ASIGNATURA: Educación Religiosa Escolar
Grado: 3° año de Bachillerato A.
UNIDAD 2: Los Evangelios
DOCENTE: Yaneth Duke de González

Competencia: Capacidad de análisis de los evangelios sinópticos.

Indicador de Logro: Realiza el análisis de los textos, identificando las diferencias y similitudes
en los evangelios sinópticos.

Puedes realizar lo siguiente:

1. Descarga, imprime y pega la guía en tu cuaderno de Educación Religiosa Escolar.


2. Descarga y escribe la guía en tu cuaderno de Educación Religiosa Escolar.
3. Subraya con lápiz de color rojo lo más importante.
4. No olvides la biblia y lápices de colores para la clase.

Tema: Evangelios sinópticos

Sinóptico: Viene de las palabras griegas synopsis, que quieren decir "con una mirada" o "una
ojeada". Y es que colocando los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas en columnas paralelas se
puede observar fácilmente sus semejanzas y diferencias. Existen ediciones sinópticas (en tres
columnas) de los evangelios para facilitar el estudio.

Los cuatro Evangelios

Un hecho se impone a primera lectura: los tres primeros evangelios, de Mateo, de Marcos y de
Lucas, se parecen en muchos pasajes, cuentan los mismos hechos, a menudo en el mismo orden.
Por eso los llamamos Evangelios sinópticos, lo que significa que podríamos disponerlos en tres
columnas yuxtapuestas para comparar sus tres maneras de contar el mismo hecho. Son tantas las
semejanzas y también tantas las divergencias que, hasta el momento, no ha sido posible explicar a
la vez las unas y las otras. Juan, en cambio, demuestra su originalidad desde el Prólogo, y no
coincide con los otros sino de vez en cuando.

Evangelios Sinópticos

Mateo, Marcos y Lucas.

Los tres primeros evangelistas difieren entre si únicamente por una elección más o menos extensa o
por una presentación un poco distinta de los hechos y de las palabras de Jesús. En realidad, cada
uno tiene su propia teología, su manera personal de conocer a Jesús; y es esta Visión profunda, este
testimonio personal, lo que justifica, al fin y al cabo, todas las diferencias.
Marcos da testimonio de una serie de hechos y de acontecimientos en que Jesús manifestó
claramente su poder divino, afirmando al mismo tiempo su libertad respecto al mundo en que vivía.
Poco preocupado por la cronología, distingue algo así como dos etapas: la actividad de

Jesús en Galilea y una misión en Jerusalén antes de su pasión.

Mateo, como dice San Ireneo, escribió su evangelio para los hebreos, es decir, para los judíos de
Palestina que se habían convertido a Cristo. Resalta la figura de Jesús como el Maestro el que trae
la sabiduría definitiva, presente ya en la Escritura. A lo largo de su evangelio se valiendo la vida de
una comunidad, la vida de la Iglesia, cuya misión es mostrar, desde ese momento presente, que el
Reino de los Cielos está más allá, Desarrolla su catequesis alternando metódicamente los hechos y
las palabras de Jesús. Pone una especie de introducción llena de imágenes, que son los «relatos de
la infancia» de Jesús.

Lucas sigue el mismo plan que Marcos, pero entre las dos etapas intercala el largo relato de un
«viaje» de Jesús a Jerusalén, en el que ubica gran parte de los «dichos» de Jesús, que también los
narra Mateo, pero integrados a lo largo de su evangelio. Lucas escribió para los griegos, por lo que
no reprodujo numerosos detalles ligados a las leyes y costumbres judías que no habrían entendido
sus lectores. Como buen griego, suprime las repeticiones que tanto gustaban a los judíos y cuyo
ritmo nos conservó Mateo. Al igual que Mateo, Lucas tiene su propia introducción con episodios de
la infancia de Jesús, y también Su propia conclusión.

La teoría de las dos fuentes

Los evangelios son narraciones anónimas sobre Jesús surgidas entre los años 65 y 90 en el contexto
de las comunidades cristianas. Por mucho tiempo, y sobre todo por la influencia de San Agustín, se
pensó que Marcos era un resumen de Mateo. Sin embargo, gracias a las investigaciones de las
personas especializadas, hoy se sabe con certeza que Marcos es el evangelio más antiguo. Cuando
Mateo y Lucas escriben sus evangelios ya conocen, cada uno por su parte, el texto de Marcos. Sin
embargo, hay textos en los evangelios de Mateo y Lucas que no aparecen en Marcos. Textos
importantes, por ejemplo, como las bienaventuranzas (Mt 5, 1-2 y Lc 6,20-26) o el Padre nuestro (Mt
6,9-13 y Le 11,1-4). Si estos textos no están en Marcos, ¿de dónde los tomaron Lucas y Mateo? Esto
hace suponer que Mateo y Lucas tuvieron otra fuente de donde tomaron esas tradiciones sobre
Jesús. Esta fuente no ha sido encontrada y por eso recibe el nombre de fuente Q. que es la sigla de
la palabra alemana Quelle, que significa fuente. En todo caso, a pesar de las grandes semejanzas
entre los evangelios sinópticos, no son una copia. Cada evangelista le da a su obra un enfoque y
objetivo específico.

Los evangelios son textos narrativos

Los evangelios son textos narrativos que presentan el curso de la vida de Jesús y su enseñanza. Los
autores recogen las tradiciones orales y escritas sobre Jesús y las ordenan en una narración. Un
elemento fundamental en la narración es la trama o intriga; con ello nos quieren expresar que las
palabras y hechos de Jesús solamente se comprenden en el contexto de su vida y de su muerte. Los
evangelios sinópticos coinciden en los elementos básicos de la trama:

a) los protagonistas: Jesús, la multitud, los discípulos, fariseos, autoridades judías, Pilato;

b) un inicio: el ministerio de Jesús en Galilea;


c) un desarrollo: el eco popular que suscita el mensaje de Jesús, las incomprensiones, la hostilidad
por parte de las autoridades, la profundización de la enseñanza, el viaje a Jerusalén;

d) un desenlace: la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección.

Los evangelios son narraciones teológicas

Los evangelistas no Son textos biográficos en el sentido moderno de la palabra, no son un video o
una película sobre la vida de Jesús. Se trata más bien de narraciones teológicas porque nos
muestran la actuación de Dios en la historia por medio de Jesús.

Los evangelios son confesiones de fe porque nos transmiten la fe de la comunidad; es decir, nos
enseñan que aquel campesino de Galilela que anunció el reinado de Dios y fue crucificado, es el
Hijo de Dios. ¿Quiere decir esto que los evangelistas inventan los hechos que narran? Ciertamente
los evangelios no son crónicas históricas, pero sí están basados en la historia, están fundamentados
en tradiciones de hechos reales que se han transmitido en el tiempo. Detrás de cada evangelio hay
una comunidad. Podemos decir que cada evangelista escribe desde y para una comunidad
cristiana. Y su objetivo es actualizar las tradiciones que han recibido de Jesús según la problemática
que viven. Los evangelistas no quieren satisfacer la curiosidad de la gente ni comunicar fríamente
unos cuantos datos de Jesús; lo que pretenden es crear unos relatos interpelantes que muevan a la
fe y seguimiento de Jesús.

Por aquel tiempo, igual que hoy, existía la tentación de caer en un cristianismo espiritualista, evasivo
de la realidad, sin compromisos ni conflictos con el mundo. Los evangelistas escriben sus relatos
precisamente para evitar estos problemas, para que no olvidemos al Jesús histórico, que anunció el
reinado de Dios a los pobres y por eso entró en conflicto con el poder Civil y religioso que lo mandó
crucificar. Los evangelistas nos dicen que el resucitado es el crucificado.

La finalidad de los evangelios

Los evangelios se escriben con una triple finalidad:

a) Despertar y fortalecer la fe de las comunidades cristianas. Cada evangelio fue escrito desde una
comunidad muy concreta y para que esa comunidad conozca a Jesús y siga sus pasos. Lucas lo
dice expresamente en la introducción de su evangelio: "para que conozcas la solidez de las
enseñanzas que has recibido" (Le 1,4).

b) Hacer de la muerte y resurrección de Jesús la clave para comprender sus palabras. Uno de los
evangelios apócrifos, el Evangelio de Tomás, es una colección de palabras de Jesús, pero no tiene
trama narrativa. Los evangelios sinópticos no se limitan a juntar textos, como hace el Evangelio de
Tomás, porque para ellos la fe cristiana no es aprender de memoria una doctrina; es mucho más: es
seguir los pasos de Jesús hasta la cruz.

c) Fundamentar la fe en Cristo resucitado sobre la base del seguimiento de Jesús crucificado. Los
evangelios sinópticos tratan de corregir una espiritualidad y una teología que, en nombre de la
resurrección, prescindían del Jesús de carne y hueso, que tuvo conflictos con el poder y que murió
en una cruz como un delincuente.

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