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UNIVERSIDAD CATOLICA DE HONDURAS

“Nuestra Señora Reina de la Paz”

Catedrático:
Ing. Marvin Reyes.

Asignatura:
Concreto Reforzado.

Integrantes:
✓ Olga Nayelhi Reyes Moreno
✓ Yaritza Celeste Pineda Mejia
✓ Suany Yadira Gradiz Delarca.
✓ Vivian Celeste Escobar Torres
✓ Cristhian Dionicio Dominguez
✓ Murillo Emeron
✓ Josue Amay

Sección:
0801

Fecha: 14/07/2022
1. EL GRÁFICO ESFUERZO-DEFORMACIÓN PARA EL
COMPORTAMIENTO DEL CONCRETO EN SU RESISTENCIA
A LA COMPRESIÓN. (REFERIRSE A LA PRUEBA A
COMPRESIÓN).

MODELO ESFUERZO-DEFORMACIÓN DEL CONCRETO

Para determinar la relación momento-curvatura (M-Ф) en una sección de


un elemento de concreto reforzado es necesario conocer previamente la
relación esfuerzo-deformación unitaria (fc — εc) del concreto en la zona
comprimida. Desde hace muchos años se han efectuado investigaciones
muy profundas sobre la naturaleza de esta relación esfuerzo-deformación
sin que hasta la fecha se conozca un modelo exacto. Sin embargo, los
experimentos de E. Hognestad, et al. (1955) han mostrado que esa relación
es curvilínea hasta el punto cuando el concreto alcanza su máxima
resistencia y en adelante, con el aumento de las deformaciones, los
esfuerzos en el concreto disminuyen hasta que ocurre la falla.
Con el objetivo de comprobar la pertinencia del modelo propuesto en este
trabajo, en la sección 3 se hace un análisis y se compara con los modelos
de Hognestad y el de Todeschini a través de la gráfica momento-curvatura.

Si bien es cierto que empleando el modelo de esfuerzos propuesto por


Hognestad o el de Todeschini se obtiene que β1 es igual con 0.85; sin
embargo, con estos modelos no se cumple la hipótesis de que al momento
de la falla, los esfuerzos en el concreto sean igual.

En el reglamento del CEB se elimina esta última inconsistencia


considerando que para deformaciones mayores que εo, los esfuerzos en el
concreto se mantienen constantes e igual a f'. Sin embargo, esta corrección
tiene como consecuencia que el coeficiente β1 no sea igual a 0.85, si se
considera que se mantienen las otras condiciones.

Con la finalidad de que el modelo esfuerzo-deformación cumpla y sea


congruente con las hipótesis aceptadas en las normas NTC RCDF, en este
trabajo se propone modificar el modelo de Hognestad de la siguiente
manera (figura 4): en primer lugar, la parte curvilínea alcanza el
esfuerzo f"c cuando la deformación en el concreto es de εo= 0.00135, y en
segundo lugar, a partir de este punto se considera que los esfuerzos en el
concreto se mantienen constantes hasta la falla.
2. EL GRÁFICO ESFUERZO-DEFORMACIÓN PARA EL
COMPORTAMIENTO DEL ACERO DE REFUERZO EN
SU RESISTENCIA A LA TENSIÓN. (REFERIRSE A LA
PRUEBA A TENSIÓN).

Según la norma UNE EN 10020:2001 define al acero como aquel


material en el que el hierro es el elemento predominante, el
contenido en carbono es, generalmente inferior al 2% y contiene
además a otros elementos.

El límite superior del 2% en el contenido de carbono (C) es el límite


que separa al acero de la fundición. En general, un aumento del
contenido de carbono en el acero eleva su resistencia a la tracción,
pero como contrapartida incrementa su fragilidad en frío y hace que
disminuya la tenacidad y la ductilidad. En función de este
porcentaje, los aceros se pueden clasificar de la siguiente manera:

Aceros dulces: Cuando el porcentaje de carbono es del


0,25% máximo. Estos aceros tienen una resistencia última de rotura
en el rango de 48-55 kg/mm2 y una dureza Brinell en el entorno de
135-160 HB. Son aceros que presentan una buena soldabilidad
aplicando la técnica adecuada.

Aplicaciones: Piezas de resistencia media de buena tenacidad,


deformación en frío, embutición, plegado, herrajes, etc.
- Aceros semidulce: El porcentaje de carbono está en el
entorno del 0,35%. Tiene una resistencia última a la rotura de 55-
62 kg/mm2 y una dureza Brinell de 150-170 HB. Estos aceros bajo
un tratamiento térmico por templado pueden alcanzar una
resistencia mecánica de hasta 80 kg/mm2 y una dureza de 215-245
HB.

Aplicaciones: Ejes, elementos de maquinaria, piezas


resistentes y tenaces, pernos, tornillos, herrajes.

- Aceros semiduro: Si el porcentaje de carbono es del 0,45%.


Tienen una resistencia a la rotura de 62-70 kg/mm2 y una dureza
de 280 HB. Después de someterlos a un tratamiento de templado
su resistencia mecánica puede aumentar hasta alcanzar los 90
kg/mm2.

Aplicaciones: Ejes y elementos de máquinas, piezas bastante


resistentes, cilindros de motores de explosión, transmisiones, etc.

- Aceros duro: El porcentaje de carbono es del 0,55%. Tienen


una resistencia mecánica de 70-75 kg/mm2, y una dureza Brinell de
200-220 HB. Bajo un tratamiento de templado estos aceros pueden
alcanzar un valor de resistencia de 100 kg/mm2 y una dureza de
275-300 HB.

2- Diagrama Tensión-Deformación

El diagrama tensión-deformación resulta de la representación


gráfica del ensayo de tracción, normalizado en UNE-EN 10002-1, y
que consiste en someter a una probeta de acero normalizada a un
esfuerzo creciente de tracción según su eje hasta la rotura de esta.
El ensayo de tracción permite el cálculo de diversas propiedades
mecánicas del acero.

El ensayo comienza aplicando gradualmente la fuerza de


tracción a la probeta, lo cual provoca que el recorrido inicial en la
gráfica discurra por la línea recta que une el origen de coordenadas
con el punto A.

Hasta llegar al punto A se conserva una proporcionalidad


entre la tensión alcanzada y el alargamiento unitario producido en
la pieza. Es lo que se conoce como Ley de Hooke, que relaciona
linealmente tensiones con las deformaciones a través del módulo
de elasticidad E, constante para cada material que en el caso de los
aceros y fundiciones vale aproximadamente 2.100.000 Kg/cm2.

3. EL CONCEPTO DE “DISEÑO A LA RESISTENCIA”


UTILIZADO EN EL ANÁLISIS Y DISEÑO DE ELEMENTOS
ESTRUCTURALES DE CONCRETO REFORZADO

En la realización de toda obra civil se requiere seguir una serie de procesos


que van desde el diseño del proyecto hasta su presupuesto y ejecución.
Desde la perspectiva del diseño estructural, es necesario seguir un
conjunto de lineamientos y parámetros para su desarrollo, de manera que
resulte satisfactorio para el propietario y que cumpla con los requisitos de
seguridad, economía y estética. Tales lineamientos y parámetros para
tomar en cuenta en el diseño estructural se deben fundamentar en
procedimientos establecidos en normativas locales y especificaciones
actualizadas para lograr con sus objetivos; en este sentido las estructuras
de techo se encuentran en un segundo plano, ya que en el ámbito local no
se cuenta con la reglamentación y cantidad de información necesaria para
definir esos parámetros a seguir en un diseño de este tipo de estructura. En
la práctica común, si no se cuenta con suficiente información acerca del
diseño estructural de estructuras de techo, el encargado de la construcción
asume ciertos detalles y procede muchas veces con la experiencia empírica
para completar la información faltante, ya que por la falta de tiempo o
conocimiento del tema se hace muy difícil completar adecuadamente el
diseño. Esta práctica genera como resultado estructuras de techo
deficientes en el aspecto estructural, ocasionando que los componentes
fallen bajo ciertas condiciones de carga para las cuales no ha sido
diseñados; por otra parte, si la solución está sobredimensionada, genera
costos de ejecución mucho mayores a los que se pueden lograr siguiendo
un proceso de diseño estructural optimo.

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