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Recomendación 66/2012

Sobre el caso de V1 a V63, víctimas del delito con motivo de los hechos
ocurridos en el “Casino Royale”, en Monterrey, Nuevo León.

El 25 de agosto de 2011, se suscitó un incendio provocado dentro del


Casino Royale, en donde perdieron la vida 52 personas, 11 resultaron
lesionadas y hubo un número indeterminado de personas que fueron
víctimas de diversos agravios, quienes fueron atendidos por las
autoridades que arribaron al lugar. En las instalaciones del Casino
Royale no se contaban con las medidas necesarias para la protección
civil ni prevención de incendios; situación que no fue inspeccionada
por las autoridades correspondientes, en aras de prevenir hechos
como los suscitados y a pesar de esa omisión, se permitió la
operación del establecimiento en tales condiciones.

En la Recomendación 66/2012, la CNDH sostuvo que, de acuerdo a


la legislación, correspondía a la empresa como patrón, contar con un
plan de atención a emergencias de incendio, con brigadas contra
incendios y dotar a sus integrantes con el equipo necesario; "125.
Además de que, deberán desarrollar simulacros de emergencias de
incendio al menos una vez al año, y tener el acta y la minuta de
verificación satisfactoria de dicha Norma Oficial Mexicana, emitida
por la citada dependencia federal o el dictamen de cumplimiento
expedido por una unidad de verificación acreditada y aprobada o el
acta circunstanciada que resulte de la revisión, verificación,
inspección o vigilancia de las condiciones para la prevención y
protección contra incendios en los centros de trabajo por parte de la
autoridad local de protección civil que corresponda al domicilio del
centro de trabajo en el marco de los programas internos, específicos
o especiales de protección civil".

Si bien la labor de inspección de cumplimiento a la Ley correspondía


a las autoridades, la falta de vigilancia no exime a la empresa del
cumplimiento cabal de la Ley; las empresas cuentan con la
responsabilidad de respetar la Ley y los derechos humanos dentro de
sus actividades; por lo tanto, las empresas de juegos y sorteos, así
como cualquier otra de entretenimiento para el público, deben actuar
dentro del marco normativo aplicable, y abstenerse de cualquier
omisión a la Ley, especialmente en los que se trata de protección de
los/as usuarios/as, debido a su exposición ante emergencias.

Por otra parte, las autoridades de todos los niveles de gobierno


deben presentar coordinación y cooperación para hacer efectivo el
cumplimiento de la Ley y la protección de los derechos de los
gobernados; esto incluye medidas de control y supervisión de las
actividades de los particulares; además, la CNDH se pronunció sobre
la labor de adecuada investigación y deslinde de responsabilidades,
en aras de garantizar un medio de reparación efectivo para las
víctimas, puesto que “176. La Corte también ha advertido que esta
obligación se mantiene ‘cualquiera que sea el agente al cual pueda
eventualmente atribuirse la violación, aun los particulares, pues si sus
hechos no son investigados con seriedad resultarían, en cierto modo,
auxiliados por el poder público, lo que comprometería la
responsabilidad internacional del Estado’. Pronunciamiento de
observancia obligatoria para el Estado mexicano, de conformidad con
el artículo 62, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
y con los numerales 1, 2 y 3, de la Declaración para el
Reconocimiento de la Competencia Contenciosa de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos”.
De todo lo anterior, es evidente la obligación del Estado, a través de
sus autoridades de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos, no sólo creando leyes y reglamentos, sino
haciendo efectivo el cumplimiento de los mismos, supervisando y
fiscalizando a las empresas; además, se puede advertir la
competencia indirecta de la CNDH sobre las empresas privadas,
puesto que aun sin contar con las medidas de seguridad y prevención
de incendios estaba operando, derivado de la omisión del deber de
cuidado de las autoridades, particularmente en la verificación efectiva
de que el Casino Royale contara con las condiciones necesarias para
operar y realizar sus funciones apegándose a la normativa y a las
disposiciones y criterios establecidos por la legislación en las
diversas materias.

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