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RESUELTOS Y PENDIENTES
1 Una evaluación de los consensos de política alcanzados en los años 80 se encuentra en el Banco Mundial
(1991).
220 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
Asia oriental, permanece en discusión y hasta el papel que juega el capital frecuente-
mente se pone a prueba2. Sin embargo tal escepticismo no puede deshacer el cuerpo
de la evidencia, respaldado por la intuición, la que vincula el crecimiento económico
con la inversión y las ganancias en productividad3.
Figura 1
Población que vive con menos de $1 PPC por día en áreas en desarrollo,
número y participación de la población, 1987 y 1993
M illo ne s de person as
6 00
1 987 1 993
5 00
4 00
3 00
2 00
1 00
40
30
20
10
0
A sia E u rop a L atino - M ed io A sia Á frica
d el y Asia a m é rica O rie n te d el subsa -
E ste y C entral y el y N o rte de Sur h arian a
P a cífico C arib e Á frica
Nota: PPC, paridad del poder de compra. Ingresos a precios de 1985, ajustado por PPC.
Fuente: Banco Mundial (1998).
2 Pritchett (1997) mostró que el incremento en el logro educativo no tiene un efecto positivo en el crecimiento
del producto. Barro (1997) mostró que la relación positiva entre cociente inversión y crecimiento encontrado
en regresiones de corte transversal de países, refleja una relación revertida entre las perspectivas de creci-
miento y la inversión.
3 Esto se sustenta por las investigaciones sobre los países industriales, en desarrollo y los de Asia oriental
estudiados por Fagerberg (1994); Oulton (1997); Crafts (1998).
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 221
Así, entre los principios más importantes del desarrollo se encuentran: promover
la inversión en equipo e infraestructura y estimular la acumulación de conocimiento
utilizable a través de una diversidad de canales. Puesto que la inversión debe ser
financiada en gran medida con recursos internos, elevar el nivel de ahorros forma
parte de la estrategia en favor del crecimiento.
Figura 2
El comercio, las barreras arancelarias y no arancelarias,
Este Asiático, 1980-94
Po rcentaje s
100
90 C om ercio com o p orcen taje de b ien es d el PIB
80
70
60
50
40 C om ercio com o p orcen taje del PIB
30
Ba rreras no arancela rias
20
10 Tarifas
0
198 0-83 198 4-87 198 8-90 199 1-93
Nota: Las curvas de las barreras arancelarias y no arancelarias son promedios ponderados para todas las categorías de
productos.
Fuente: Rodrik (1998); World Bank (1998).
nes, aunque todavía faltaban muchos años para lograr un acuerdo multilateral que
gobierne la IED. Excepto por el cambio resultante de las tensiones generadas por la
crisis de finales de los años 90, la liberalización del comercio, bajo los auspicios de
las regulaciones multilaterales exigibles, se mantendrá como uno de los más impor-
tantes principios de política para los países en desarrollo y como la vía principal para
su integración a la economía mundial.
Figura 3
Índice de derechos de propiedad e ingreso per cápita, países seleccionados, 1990
20.000
Estad os U nid os
18.000
Japón
16.000 H on g K o ng (C hina) F rancia A u stria
S u ecia
14.000 S inga pur F in land ia
Italia H olanda
12.000 Isra el
10.000
Irla nda
8.000
R ep ública
A rge ntin a de C orea
6.000 C hile
M é xico Á frica del S ur
M a lasia
C olom b ia B rasil
4.000
E cua dor Tailandia
P e rú F ilipinas
2.000 Ind ia E g ipto, R epú blica Á rabe
Ind onesia
P a kistá n
0
0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5 5.0
4 Una relación positiva entre los derechos de propiedad y el crecimiento fue señalada por Barro (1997) y Keefer
y Knack (1997). Olson (1996) sostiene que los países en desarrollo no han explotado completamente todo su
potencial de crecimiento debido a las débiles instituciones que protegen los contratos y los derechos.
224 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
5 Diferentes clases de sistemas legales, sin embargo, confieren diferentes grados de protección. La Porta y otros
(1998) muestran que el grado de protección a la inversión y las sanciones legales son mayores para los países
con un sistema de ley común que para los países con un sistema legal basado en la ley civil. El cumplimiento
de la ley también tiende a mejorar cuando se incrementan los niveles de ingresos.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 225
A medida que hemos asumido este reto, nuestro conocimiento acerca de la pobre-
za ha madurado considerablemente, de modo especial durante la última década. En
primer lugar, existe una comprensión mucho más detallada y matizada de la natura-
leza de la pobreza. Se han desarrollado nuevas herramientas para medir la pobreza:
se aprecian mucho mejor las trampas de la pobreza; se enfocan más claramente los
vínculos entre la pobreza y otras tendencias socioeconómicas; y sus dinámicas son
fortalecidas con un análisis más perspicaz.
En segundo lugar, la cura eventual a la pobreza no está ligada exclusivamente a
las iniciativas de política de largo plazo de maximizar el crecimiento y de mejorar el
funcionamiento del mercado. Ahora está claro que la política de transferir ingresos
de los ricos a los pobres, lo que puede tomar muchos años para llegar a los niveles de
ingresos más bajos, debe complementarse con políticas de inclusión que disminuyan
las agudas disparidades en ingresos y activos, aumenten la acumulación del capital
humano y las oportunidades de empleo, y ayuden a proveer redes de seguridad para
los miembros más vulnerables de una sociedad6.
A medida que acumulamos experiencia, la mezcla y la calidad de las iniciativas
de política indudablemente cambiarán. Pero ahora el debate es acerca de cómo
exactamente los gobiernos y las comunidades pueden atacar la pobreza en contextos
específicos dados los recursos disponibles, el capital social y las capacidades admi-
nistrativas.
6 Véase Ahmad y Yang (1991); Newman, Jorgensen y Pradhan (1991); Pissarides (1991) y Squire (1991).
Dasgupta (1998) llama la atención sobre la asociación entre la pobreza y la desnutrición, la alta fertilidad y la
degradación ambiental.
226 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
En los asuntos más importantes del pasado medio siglo, el papel del Estado ha estado
entre los más polémicos. En un extremo, el fallo de la experiencia es inequívoco: el
socialismo de planificación central ha sido desacreditado de modo concluyente, y ya
no se considera como una alternativa viable. Las variantes del sistema de mercado
ahora proporcionan material para el desarrollo en todo el mundo.
Sin embargo, también es claro que el Estado tiene papeles importantes que jugar.
El problema no es sí el Estado debería dirigir la política macroeconómica, proveer los
bienes públicos, ser responsable por las redes de seguridad, apoyar la privatización,
regular los monopolios naturales o manejar la competencia: el Estado debería hacer
todas estas cosas7. Una importante preocupación de política es cómo dotar al Estado
con la capacidad administrativa para desempeñar estas funciones de manera eficiente.
7 Brada (1996) discute las restricciones sobre la acelerada privatización en las economías en transición, las
opciones disponibles, y la viabilidad de los esquemas parciales en los que el gobierno mantiene su función.
White y Bhatia (1998) examinan el informe con altibajos pero ampliamente positivo de los casos de
privatizaciones en África.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 227
8 Ambos, el “mercado amigable” y los modelos de política industrial exigen grandes capacidades burocráticas
(Véase Evans 1998).
228 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
La globalización
La globalización significa la integración más estrecha a la economía mundial resul-
tante de incrementar los flujos del comercio, las ideas, el capital y del surgimiento de
redes de producción entre múltiples países generadas por las actividades de inver-
sión de las corporaciones transnacionales. Las multinacionales dan cuenta de una
gran parte de la producción mundial, y tal vez un tercio de todo el comercio se hace
a nivel de firmas. Pero la globalización se extiende más allá de la interdependencia
económica para abarcar la transformación del tiempo y el espacio como un resultado
de la revolución de las comunicaciones y de la propagación de la tecnología de la
información. La población se ve ahora más afectada por los eventos distantes. Por la
misma razón, las acciones a un nivel micro pueden tener consecuencias al nivel macro.
Un cambio en el uso de los combustibles o en la intensidad de la energía en la produc-
ción, en alguna parte del mundo, puede tener efectos significativos en muchos países.
El dramático crecimiento del comercio es un aspecto importante de globalización9.
En los pasados 10 años, el comercio de bienes y servicios ha crecido en más del
doble de la tasa mundial del producto interno bruto (PIB), y la participación de los
países en desarrollo se ha elevado de 23 a 29 por ciento10. Un número creciente de
empresas en los países en desarrollo, como sus homólogos de los países industriales,
participan en la producción transnacional y adoptan una perspectiva global al estruc-
turar sus operaciones (Prahalad y Leibenthal 1998; Naciones Unidas 1998a).
Al estimular la difusión mundial de ideas e innovaciones, estos flujos comerciales
y de inversión fueron apoyados por una serie de ocho Rondas de negociaciones
multilaterales para reducir las barreras al comercio, comenzando con la Ronda de Gi-
nebra en 1947. La Ronda de Uruguay, suscrita en 1994, fue la última y la más ambicio-
sa. Con la disminución de las barreras al comercio se espera generar ganancias
9 Una medida notable de la globalización es el aumento en más del doble de la producción mundial total que se
exporta, de un décimo en 1950 a un quinto en 1990. Esta tendencia se refleja en el incremento de los miembros
del GATT y la OMC, de 23 países cuando se firmó el primer tratado en 1947 a 134 en 1999. Otros 30 países han
solicitado su admisión (véase Anderson 1998).
10 El manejo flexible de la cadena de suministro de productos para grandes minoristas y otros compradores por
parte de compañías exportadoras comerciales regionalmente diversificadas (como Li y Fung de Hong Kong)
está cambiando también la naturaleza del diseño, el abastecimiento de insumos y el ensamblaje de productos
(véase Magretta 1998).
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 229
11 El costo de una llamada telefónica transatlántica de tres minutos cayó de US$31,58 en 1970 a menos de US$1
en 1998. Mientras tanto, el uso de los computadores se expandió, más y más personas tienen acceso a la
Internet, y las velocidades de acceso se han elevado de 14,4 kilobites por segundo a 10 megabites por
segundo.
12 Véase Feidstein (1999). Éstos y otros desarrollos tecnológicos son los posibles precursores de la “nueva eco-
nomía” (véase Greenspan 1998).
13 Véase OECD (1998). Hasta ahora, sin embargo, mucha de la inversión extranjera directa en los países en desa-
rrollo va a unos pocas de un grupo de 20 economías del Este asiático y América Latina (Fry 1995: 257).
230 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
La localización
La globalización nos ha conducido a expandidos horizontes, a una mayor interde-
pendencia y a una creciente conciencia de sucesos que van más allá de los confines
de la comunidad y de la nación. La globalización también podría estar impulsando
una tendencia hacia la localización –la cristalización de identidades locales o étnicas
que, en parte, son una reacción a la globalización15. La localización representa una
demanda por mayor autonomía política, fiscal y administrativa, en un entorno geopolí-
tico posterior a la Guerra Fría, en el que se ha fortalecido el jalonamiento de las
fuerzas centrífugas sobre los Estados. El afianzamiento de la identidad y la deman-
da por autonomía están vinculados al surgimiento de la participación política que
le ha dado a mucha gente opinión y generado temas de interés para organizarse.
Las tendencias de la localización también reflejan el surgimiento de regiones econó-
micas que comprenden aglomerados industriales interrelacionados que han explota-
14 La inversión extranjera directa (IED) consiste en inversiones de capital físico y otros activos relacionados con
la producción. Ésta se distingue, al menos conceptualmente, de la inversión extranjera de portafolio (IEP), que
se refiere a las compras de activos líquidos financieros. En realidad, la distinción es de alguna manera confusa,
ya que las transacciones financieras podrían contener elementos de ambas. Sin embargo, la mayor liquidez de
la IEP sustenta el supuesto de que ésta se encuentra más libre de trabas que la IED.
15 Giddens (1998b: 31) nota que la globalización “derriba-crea nuevas demandas y también nuevas posibilidades
de regeneración de las identidades locales”.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 231
Figura 4
Inversión doméstica y extranjera por fondos administrados
institucionalmente, 1980 y 1995
1980 1995
US$0,1 trillones US$4 trillones
(5%)
(20%)
US$1,9 trillones
(95%)
16 Véase Cooke y Morgan (1998); Porter (1998); Scott (1998). El Valle del Silicón y la región de la Emilia
Romana del Nordeste italiano son los más famosos ejemplos, pero a ellos se les han unido muchos otros en
India y China.
232 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
La degradación ambiental
Las presiones medioambientales, por mucho tiempo una preocupación internacio-
nal, se han vuelto más urgentes. Tanto el contenido como la calidad del discurso
sobre el medio ambiente se han transformado completamente en los últimos 20 años.
El peso completo de la mera evidencia científica ahora impone la atención de los
gobiernos y del público. Adicionalmente, con la globalización se ha dado nuevo
reconocimiento a la responsabilidad compartida en beneficio del medio ambiente.
En el escenario internacional han aparecido numerosas organizaciones con un pro-
fundo interés en este tema, entre las que se incluyen organizaciones internacionales,
gubernamentales y no gubernamentales. Estas entidades han sacado total provecho
tanto del escenario de asociaciones ofrecidas por el sistema de las Naciones Unidas
como de las facultades acrecentadas disponibles a través de las nuevas tecnologías
de comunicación, para presionar por instituciones más fuertes que regulen los bienes
comunes globales (Meyer y otros 1998).
El calentamiento global, la pérdida de la biodiversidad y otros problemas relacio-
nados con los bienes comunes mundiales están siendo lentamente reconocidos como
problemas que la comunidad de naciones debe enfrentar colectivamente y que, si no
son atendidos, se empeorarán en la medida en que el planeta se vuelva más poblado
y el desarrollo incremente la utilización de los recursos. Esto constituye un giro fun-
damental en las perspectivas del desarrollo, aunque las implicaciones del cambio
ambiental sigan siendo fuertemente debatidas17.
17 Por ejemplo, los pronósticos actuales indican que para el año 2010 las concentraciones de dióxido de carbono
alcanzaran 600 partes por millón (ppm) –dos o tres veces el nivel de 1750–. Las temperaturas promedio
podrían incrementarse en cerca de 2° Celsius de aquí en adelante. Sin embargo, estas proyecciones siguen
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 233
Figura 5
Cuota del gobierno diferente al nacional en el consumo total
y la inversión gubernamental
P orce ntaje
80
70 India
60
50
40
30
20
10
0
0 1.00 0 2.00 0 3.00 0 4.00 0
Hace diez años, era posible hacer a un lado los retos medioambientales y enfatizar
la prioridad del crecimiento, la estabilidad y la reducción de la pobreza. El mundo
del siglo XXI no nos permitirá tal lujo. No podemos darnos el lujo por más tiempo de
esperar hasta que tengamos un escenario científico completo; se requieren con ur-
gencia acciones en un amplio frente para lograr la sostenibilidad medioambiental.
Aun si las consecuencias del calentamiento global demuestran ser menos graves de
lo que hoy se cree, la toma de acciones inmediatas para detener el proceso es efectiva
en costos y apropiada en vista de las actuales percepciones riesgosas y la inercia
considerable de los sistemas medioambientales que podrían en una etapa posterior
incrementar considerablemente los gastos de mitigación.
siendo debatidas porque la variabilidad del clima sobre los eones, impulsados por mecanismos naturales muy
poco entendidos, está bien documentada. Aun en el campo de la conjetura científica se encuentran la severi-
dad de las fluctuaciones climáticas en un planeta que se calienta, la distribución global de los efectos del
calentamiento sobre la agricultura y las condiciones de vida, y la capacidad de adaptación al calentamiento.
Aunque mayores concentraciones de dióxido de carbono podrían favorecer el crecimiento de las plantas y
ciertamente incrementarían la eficiencia en el uso del agua, cambios en la química de los tejidos hará a las
plantas menos agradables al gusto, y el calor y la presión del agua sobre la vegetación podrían neutralizar
algunas de las ganancias del incrementado dióxido de carbono (véase Goudie 1997; Science, julio 27 de 1997:
496).
234 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
18 Esto es ahora evidente en muchas regiones y se refleja en las tasas crecientes de uso de anticonceptivos
(Gelbard, Haub y Kent 1999).
19 Las proyecciones poblacionales, que usan un enfoque probabilístico, indican que las poblaciones del África
subsahariana, África del Norte y el Medio Oriente se triplicarán alrededor del año 2050 y se cuadriplicarán
para el año 2100, según Lutz, Sanderson, y Scherbou (1997). En algunos países del Subsahara africano, las
epidemias del SIDA disminuirán el crecimiento poblacional al reducir la expectativa de vida en cerca de 17
años entre el año 2010 y el 2015, pero aún así países como Botswana, en donde un cuarto de la población
adulta es positiva al SIDA, pueden esperar que su población se doble para el año 2050 (véase Naciones Unidas
1998b; AIDS Analysis Africa 1998).
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 235
Tabla 1
Población mundial según regiones, 1995, y estimativos para el 2025 y 2050
exacerba por las grandes divisiones étnicas en muchos países en desarrollo. Además,
el potencial creciente de la migración a nivel internacional eleva la probabilidad de
rivalidades étnicas en países que reciben corrientes migratorias.
Existe un lado positivo en el perfil demográfico de países tales como Bangladesh
que tienen una población joven pero una fertilidad declinante. Allí, la caída del co-
ciente de dependencia provee condiciones para un mayor ahorro y crecimiento, simi-
lares a las condiciones experimentadas por las economías del Este asiático. Que los
países puedan aprovechar esta oportunidad dependerá en gran parte del entorno de
las políticas domésticas y externas.
20 Es sensato notar que la oferta mundial de agua fresca no es más grande ahora de lo que fue hace 2.000 años
cuando la población era el 3 por ciento del total actual. Sólo en este siglo, la disminución de fuentes de agua se
ha multiplicado por seis (Hinrichsen, Robey, y Upadhyay 1998).
236 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
países como Egipto, que ya utiliza el 97 por ciento del agua de que dispone y que
enfrenta una creciente población. En la India, se estima que, para el año 2025, la
demanda será igual al 92 por ciento de la oferta de agua21. El desarrollo urbanístico e
industrial incrementará considerablemente la demanda de agua; el sector industrial
actualmente da cuenta del 50 por ciento del uso del agua en Europa, pero sólo del 5
por ciento en África (Feder y LeMoigne 1994).
En el pasado, la inseguridad alimentaria surgió como una fuente de inquietudes
que solamente se disipó frente a la abundante oferta de alimentos. Sin embargo, la
incertidumbre acerca de las condiciones climáticas futuras y la decreciente disponi-
bilidad de agua utilizable en regiones densamente pobladas, introduce impondera-
bles adicionales. La disminución de la oferta alimentaria podría ser mas extrema en
latitudes inferiores22. El aumento en producción de cereales ha disminuido desde
1990 y los reproductores de plantas podrían estar llegando a los límites del potencial
de rendimiento genético (véase Tabla 2). Los incrementos futuros en la producción
de cereales de los países en desarrollo dependerán no solamente de la diseminación
de mejores prácticas de labranza, sino también de las condiciones de los suelos, del
agua y del clima (Brown 1997: Science, agosto 22,1997).
Tabla 2
Cambio anual en la producción de cereales a nivel mundial por década 1950-1995
(Por ciento)
– No disponible.
Fuente: Brown (1997).
21 Véase Banco Mundial (1998). Una condición de problemas de agua se alcanza cuando la disponibilidad per
cápita anual de agua está entre 1.000 y 1.700 metros cúbicos. Cuando la oferta anual cae por debajo de los
1000 metros cúbicos, un país enfrenta escasez de agua. Por debajo de los 500 metros cúbicos, existe absoluta
escasez (véase Wallensteen y Swain 1997). Véase Rogers y Lyndon (1994) para más acerca de la creciente
severidad de las limitaciones de agua en el Medio Oriente.
22 Un informe reciente indica que un 3 por ciento de calentamiento del clima en los próximos 100 años llevará a
un déficit de 90 millones de toneladas en la oferta de alimentos alrededor del año 2050, incrementando el
número de personas con riesgo de sufrir hambrunas a 30 millones. Cerca del 18 por ciento de la población de
África podría verse afectada si esta proyección se cumple (Financial Times, noviembre 3 de 1998).
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 237
Urbanización
Las tendencias de localización, junto con la concentración de la población en las
ciudades convertirán a las áreas urbanas en el foco de la mayoría de las actividades
económicas y políticas. A puertas del siglo XXI, cerca de la mitad de la población
mundial vive en las ciudades. Para los países de mayores ingresos en América Lati-
na, Europa oriental y el Medio Oriente, la urbanización ya superó el tope, aunque la
transformación social e institucional hacia una sociedad urbana aún tiene lugar en
todos los países de ingreso medio.
A medida que muchas ciudades latinoamericanas aumentan su papel en los esce-
narios nacionales e internacionales, los países de América Latina vuelven a redactar
sus reglas constitucionales para regular y definir la descentralización política y fis-
cal. En Europa oriental y en Asia central, los gobiernos están luchando por raciona-
lizar la estructura de las ciudades, la que han heredado grandes infraestructuras con
configuraciones de la actividad económica diferentes al mercado y derechos de pro-
piedad relativamente incipientes. En Asia y África la urbanización es baja, pero se
incrementa rápidamente (véase Figura 6) con transformaciones sociales y políticas
aún en sus primeros estadios.
Aunque un conteo confiable y actualizado de la población pobre urbana en los
países en desarrollo no se encuentra aún disponible, la dispersa evidencia sugiere
que varios cientos de millones de personas están en esta categoría y que el total se
incrementa sostenidamente23. En la medida en que la tierra y las oportunidades de
empleo en el campo escasean, la mayoría de los pobres se dirige a las áreas urbanas
en Brasil, China e India y en muchos países africanos. Una pequeña fracción encuen-
tra empleo formal, el resto, al menos en sus inicios, se gana la vida a duras penas en
el sector informal o produciendo productos comestibles que puedan ser vendidos en
las ciudades (Losada y otros 1998). Para muchos, la vida en las ciudades es precaria
e implica ingresos bajos e inciertos, una dependencia de alimentos callejeros de cali-
dad y sanidad desigual, la carencia de refugio, la exposición a la contaminación de
una variedad de fuentes, y la amenaza de la violencia.
Las instituciones, el capital social y las políticas, que fueron útiles a una pobla-
ción rural estable y dispersa, no se transfieren intactas a las ciudades. Para enfrentar
exitosamente los retos de la industrialización y de los movimientos poblacionales en
las densas áreas urbanas, se requiere de nuevas instituciones y nuevas estructuras
legales. La mayoría del capital social se perdió y debe reemplazarse, reconstituirse y
aumentarse24. La comunidad rural y las relaciones de mercado, que proveen un segu-
23 Haddad, Ruel y Garrett (1999a, 1999b) remiten a un número estimado de 300 millones de pobres en las
ciudades a finales de los años 80.
24 Elster (1989) llega a una conclusión similar cuando discute cómo las normas sociales podrían debilitarse en la
sociedad moderna a causa de la movilidad, la naturaleza efímera de las interacciones, y el ritmo del cambio.
238 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
Figura 6
Urbanización por región, 1996
M ed io O riente
3 y Á frica de l N orte
S ud áfrica A m érica L atina
y e l C aribe
2
E uropa y P aíses
1 A sia ce ntral con alto s
nivele s de
ing re so s
0
20 30 40 50 60 70 80
Pese a que la provisión estatal de una red de seguridad para los pobres que reemplace los esquemas de seguros
basados en el parentesco o en el mecenazgo ha sido ampliamente discutida, la creación de esquemas viables es
y será un reto considerable. La experiencia con las transferencias por objetivos ha revelado elevados costos
administrativos y políticos y pérdidas sustanciales; incluso cuando existe selección directa de metas para los
pobres usando bienes inferiores tales como los granos de baja calidad. Los esfuerzos comunitarios locales,
que podrían llegar a ser más importantes para algunos países en un futuro, tendrán también que superar obstá-
culos tales como la insuficiencia de las capacidades administrativas y de recolección de impuestos, la captura
de los programas locales de la red de seguridad por parte de las élites locales, y la necesidad de una coordina-
ción a nivel estatal o nacional de los programas sujetos a externalidades significativas (véase Bardhan 1996).
25 Véase Scott (1976). Popkin (1979) sostuvo correctamente que la economía moral basada en las relaciones
comerciante-cliente puede a menudo verse restringida, y que la comercialización de la economía rural mejora
las perspectivas generales del campesinado incluyendo su capacidad de sobrevivir a los choques.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 239
Gobernabilidad y regulación
En un mundo donde los intereses globales y locales compiten con y, ocasionalmente,
opacan, los intereses nacionales, los temas de la gobernabilidad están llegando a
dominar muchos aspectos del debate de larga duración acerca del papel del Estado.
El enorme incremento en las transacciones y vínculos internacionales requiere de
innumerables reglas, estándares, convenciones y protocolos. Sin éstos, las fallas de
coordinación podrían ocurrir y la volatilidad podría incrementarse, elevando las pri-
mas de riesgo sobre los flujos comerciales y de capital y elevando los costos de
transacción. Para aprovechar los beneficios de la globalización, es necesario tener
instituciones internacionales que pongan en acción reglas ampliamente acatadas so-
bre las cuales exista un consenso general. Con la continua integración se vuelve más
acuciante la necesidad de tener reglas que medien en las transacciones. Esto significa
240 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
que los gobiernos deben estar dispuestos a aceptar limites a su soberanía y actuar
concertadamente, creando instituciones que restrinjan lo permisible dentro de un
marco acordado que sea avalado por mecanismos legales (tales como la OMC) o in-
formalmente observado (como en el Acuerdo de Basilea sobre Banca)26. Poco a poco,
el sostenido acrecentamiento de las instituciones internacionales, las corporaciones
transnacionales y las ONG ha vuelto realidad la gobernabilidad mundial en muchas
esferas, restringiendo el mandato de los gobiernos nacionales.
La transición de estructuras gubernamentales centralizadas y jerárquicas a formas
multicéntricas y participatorias de gobernabilidad está emergiendo aún más insisten-
temente al interior de los países, debido a las tendencias de localización. El final de la
Guerra Fría extinguió la rivalidad entre los superpoderes, que fue una fuente impor-
tante de tensiones geopolíticas. Ello también removió uno de los soportes de los
gobiernos centralizados –un soporte que fue capaz de movilizar los recursos enteros
del país para los propósitos de seguridad (Deng y Lyons 1998). En la era posterior a
la Guerra Fría, muy pocos países enfrentan enemigos externos, y en un mundo
globalizador, la prosperidad no está relacionada con la adquisición de territorio. Por
lo tanto, la razón original para la creación de los Estados –definir y proteger las
fronteras por medios militares– tiene mucho menos peso. Asimismo, la expansión
territorial es una meta que muy pocos países considerarían perseguir.
Existe otra razón de por qué la capacidad del Estado de hacer la guerra o defen-
derse contra amenazas externas parece menos apremiante está relacionada con la
propagación de la democracia, y la evidente renuencia de las democracias de alcan-
zar sus objetivos de política por medios bélicos (Weart 1998). El desmantelamiento
del Muro de Berlín no extinguió la agresividad de la raza humana y no es probable
que los conflictos armados y la violencia disminuyan (Keegan 1998). Sin embargo,
las guerras entre Estados podrían estallar con menos frecuencia.
Pero las que sí estallen, podrían llegar a ser inmensamente más destructivas en la
medida en que los países adquieran tecnologías armamentistas nucleares y biológicas.
El Tabla 3 muestra los costos de incluso conflictos convencionales de corta duración
en los últimos 20 años27. En este medio, el influjo de la identidad local, la búsqueda de
mayor autonomía y la demanda de derechos por parte de grupos y de individuos condu-
cirá a desviar la centralización hacia formas de gobernabilidad que no puedan sofocar-
26 El Acuerdo de Basilea sobre Bancos se estableció en 1988. Como consecuencia de la crisis financiera del Este
Asiático de finales de 90, el Comité de Basilea ha propuesto una ampliación de las reglas para incluir no
solamente renovadas reglas de adecuación de capital ajustados por riesgo, sino también el suministro mejora-
do de información y prácticas supervisoras que den una mayor discreción a las agencias reguladoras.
27 Morrison y Tsipis (1998) estiman que durante 1914-1990, las guerras causaron aproximadamente un exceso
de 110 millones de muertes, y recomiendan un régimen de seguridad comunitario global que permita a los
países reducir drásticamente el gasto en armamento, proveer un medio para una efectiva respuesta armada a
las crisis y recursos gratis para el progreso económico, reduciendo así las fuentes de tensión.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 241
Tabla 3
Costos de las guerras del siglo XX
(Miles de millones en 1995 en dólares norteamericanos)
Conflicto Costo
Primera Guerra Mundial 2.850
Segunda Guerra Mundial 4.000
Guerra de Corea 340
Guerra del Suez 13
Guerra de Vietnam 720
Guerra de los 6 días (Arabia-Israel) 3
Guerra de Yon Kippur 21
Guerra de Afganistán 116
Guerra de Irán-Iraq 150
Guerra de las Malvinas 5
Guerra del Golfo 102
Fuente: Instituto Internacional para Estudios Estratégicos; Financial Times, abril 9, 1999.
De aquí que los inversionistas tengan mucho de donde escoger y puedan exigir
condiciones favorables al mercado –un estilo de gobernabilidad y de incentivo com-
parables a las de los países desarrollados. Los términos de las relaciones entre el
Estado y la industria también han cambiado por el hecho de que muchos de los gran-
des inversionistas son las gigantes multinacionales con significativo poder en los
mercados mundiales. Los gobiernos de los países en desarrollo no pueden ejercer por
más tiempo un control burocrático; no obstante, pueden ejercer una supervisión
regulatoria sujeta a las normas.
Si los Estados quieren retener su integridad y alcanzar regímenes de goberna-
bilidad viables, una preocupación mayor será el establecimiento de provisiones cons-
titucionales y mecanismos legales que aseguren los derechos básicos y el alcance de
la política participativa. Existen al menos dos dimensiones en la actividad política.
Una es nacional y se relaciona con la selección de los individuos que dirigirán al
gobierno central. Una segunda dimensión, que gana más significado a medida que
crece la percepción de las identidades locales, es la política local o municipal que a
menudo tiene una influencia directa sobre la vida diaria de los pueblos.
Para la mayoría de los países en desarrollo, la política participativa es una expe-
riencia relativamente nueva y basada en las instituciones de los países occidentales
con tradiciones, costumbres y relaciones sociales diferentes. Estos trasplantes y el
marco asociado de derechos legales exigibles y los patrones de conducta han sido
muy lentos en arraigarse. Un número de países que recientemente han abrazado la
política participativa son denominados democráticos, pero muy pocos cumplen con
la promesa de democracia en los niveles nacionales y locales. La corrupción, la
tramitología, las ineficaces decisiones de política y la ineficiente organización públi-
ca son el flagelo de los votantes recién llegados a la democracia (véase Figura 7).
Incluso en países donde la política participativa se ha arraigado en la cultura nativa,
el sistema político tiene todavía que alcanzar un estadio en el que se facilite la entra-
da de individuos con fuertes calidades de liderazgo y con capacidad de presentar a
los electores programas llamativos y progresistas.
La política participativa en los países en desarrollo, aun cuando pueda representar
un significativo avance sobre el autoritarismo de los años de antaño, en general, ha
fracasado en proveer a los recién habilitados para el voto de un buen gobierno, de
mejores resultados económicos, y de verdaderas alternativas. En un mundo sujeto a
las fuerzas de la globalización y de la localización, un fracaso de la gobernabilidad
pone en grave riesgo la estabilidad de los países en desarrollo y es, posiblemente, el
impedimento más serio para el crecimiento futuro.
No existen soluciones simples al problema de la gobernabilidad ineficaz. El proble-
ma debe tratarse, abordando al menos cinco diferentes temas: la política participativa,
las capacidades organizacionales, la descentralización, la desigualdad, y la goberna-
bilidad urbana.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 243
Figura 7
Las percepciones de los empresarios locales sobre el estado de la corrupción
Eu ro pa central y orienta l
0 1 2 3 4 5 6
Nota: Se les pidió a los empresarios locales calificar sobre una escala de 1 (ningún problema) a 6 (problema extremo)
Fuente: Brunetti, Kisunko y Weder (1997).
• Existe una crónica escasez de capacidades. Las agencias públicas luchan por
atraer un buen número de personas talentosas y tienen un pobre historial para
estimular conocimientos internos y para retener a los individuos entrenados. Gru-
pos de excelencia burocrática creados a un alto costo se han evaporado en todos,
excepto en unos pocos países.
• El manejo de incentivos y la estructura de las organizaciones son en general
inadecuados y altamente renuentes a las reformas, aun con la mejor asistencia
técnica.
• El entorno institucional dentro del cual funcionan los entes públicos no conduce
a menudo a la eficiencia y la rendición de cuentas. En términos generales, la
supervisión ordenada por la Constitución es raramente efectiva, las salvaguardias
legales son insuficientes para hacer cumplir las responsabilidades de las agencias,
y la supervisión por parte de la prensa o las ONG tiene poco efecto. Recientemen-
te, la presión internacional ha demostrado, en ocasiones, mejorar el desempeño
organizacional –pero sólo en circunstancias especiales y raramente en formas que
dejen huellas duraderas.
La construcción de capacidades organizacionales es vital para una buena goberna-
bilidad y un buen desarrollo. Ello ha atraído muchísima atención y miles de millones
de dólares en asistencia internacional. Sin embargo, éste continúa siendo un tema de
actualidad y la debilidad de las capacidades organizacionales continuará socavando
los esfuerzos en otras áreas.
La descentralización. Las fuerzas centrífugas liberadas por las tendencias de lo-
calización, fácilmente podrían volverse perjudiciales para muchos países. La expe-
riencia durante la década pasada apunta no solamente hacia el resurgimiento de
tensiones económicas entres regiones, sino también a la posibilidad de nuevos con-
flictos armados. De hecho, los conflictos civiles y las guerras internas –que generan
una posible desintegración– son amenazas más grandes que los conflictos entre na-
ciones. Esto se hizo dolorosamente evidente en el Sudeste de Europa y en partes del
África subsahariana. Las guerras civiles no son solamente más destructivas que las
28 Nellis (1999) estima que la privatización en masa de algunas de las economías en transición generalmente
fracasó en inducir la reestructuración de las empresas o en mejorar el desempeño, porque no existían institu-
ciones y porque las organizaciones públicas o privadas para la supervisión y regulación de las recién privati-
zadas entidades eran débiles.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 245
guerras internacionales; ellas también socavan al Estado y causan pérdidas del PIB
durante y después del conflicto29. Claramente, los procesos de descentralización y las
reglas que gobiernan las relaciones entre el centro y las entidades subnacionales
deben diseñarse en forma consultiva y con una cuidadosa atención al contexto local.
Esto demanda reglas sanas y generales verificadas junto con un conocimiento deta-
llado de lo local.
Pese a que la descentralización ha estado, por algún tiempo, en los primeros lugares
de la agenda del desarrollo, sus procesos se han dado en formas definitivamente des-
iguales. Las reglas fiscales para la efectiva descentralización proveen orientación, pero
existe mucho menos claridad acerca de cómo secuenciar la descentralización, o acerca
de las reglas políticas de reparto de poderes y riqueza entre el centro y las entidades
subnacionales. Tampoco existe mucha claridad sobre cómo construir capacidades
organizacionales, de suerte que las provincias y municipalidades puedan hacer el mejor
uso de la autoridad discrecional entregada a ellas. No hay escasez de propuestas, pero
éstas han fracasado en resolver el problema. La presión por la descentralización sola-
mente incrementa la urgencia de resolver importantes temas sobre la descentralización.
La desigualdad. La ambivalencia respecto a la política participativa en los países en
desarrollo, la tendencia mundial hacia la localización, y los niveles crecientes de
violencia todos toman algo de ímpetu de los altos y crecientes niveles de desigual-
dad. Entre mediados de 1960 y mediados de 1990, el 20 por ciento más pobre de la
población mundial vio caer su porción del ingreso de 2,3 a 1,4 por ciento. Entretanto,
la participación del quintil más rico se incrementó de 70 a 85 por ciento (UNDP 1996).
Aunque la pobreza ha declinado en muchos países –un logro significativo– el
crecimiento en la desigualdad es profundamente perturbador. Este aumento está lle-
vando a una brecha creciente entre las clases opulentas media y alta y una mayoría
relativamente desfavorecida que se rezaga más y más, aunque podría estar amen-
tándose el ingreso per cápita.
Los desfavorecidos a menudo se sienten políticamente marginados y sin voz. Ello
alimenta la apatía, la falta de deseo de participación y hasta, la cólera. La política
democrática es vana y las instituciones tienen poca probabilidad de asegurar su legi-
timidad. Como resultado, el cambio político y la transición de un gobierno centrali-
zado a una gobernabilidad más participatoria podría atascarse.
La ampliación de las desigualdades regionales puede dar lugar a tensiones que
son capaces de dividir a países. La desigualdad a través de las regiones es uno de los
muchos mecanismos que impulsan la localización. Hasta cierto punto, tales desigual-
29 Collier (1999) estima que durante las guerras civiles el PIB per cápita declina a una tasa anual de 2,2 por ciento
relativo a lo que hubiera podido ser sin ellas. Si una guerra dura solamente un año, la pérdida de crecimiento
en los siguientes cinco años de paz es de 2,1 por ciento por año.
246 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
dades pueden ser disimuladas por los convenios políticos y las reglas de transferen-
cias fiscales. Pero la realización de estas tareas requiere de instituciones políticas
maduras y flexibles junto con un sentimiento perdurable de identidad nacional. En
donde tales instituciones y tal sentimiento de identidad se encuentran ausentes –como
en la mayoría de los países en desarrollo–, las tensiones empiezan a aparecer rápida-
mente y solamente un centro muy fuerte, puede temporalmente detener los esfuerzos
de las provincias más ricas de evitar las transferencias de recursos a las más pobres.
Las investigaciones muestran que las regiones al interior de los países están con-
vergiendo lentamente. Infortunadamente, la tasa de convergencia es modesta, aún en
las economías de más rápido crecimiento. En muchos casos, la madurez de las insti-
tuciones políticas –que puede mantener unidos los países– podría no ser capaz de
compensar tal rezago.
Fuera de las ciudades las personas podrían aislarse de las consecuencias violen-
tas, de la apatía y de la divergencia económica regional, pero los habitantes urbanos
–una creciente mayoría– no puede evitar la violencia que podría llegar con la estela
de la amplia descomposición social. Esta violencia es una hemorragia económica
persistente y con tendencia a empeorarse en los países en desarrollo30. Ella destruye
la calidad de vida de todos los ciudadanos en especial la de los pobres. A menudo, los
gobiernos parecen impotentes para controlar su propagación, y se sospecha que las
fuerzas estatales de seguridad apoyan a los perpetradores de la resistencia organiza-
da. Como resultado, el Estado pierde credibilidad y se vuelve aun más difícil crear
las instituciones de gobernabilidad deseadas.
El detener o revertir la desigualdad es probable que sea integral para alcanzar una
buena gobernabilidad y podría influenciar en las perspectivas de crecimiento de largo
plazo31. Las investigaciones han tenido éxito en medir el progreso de la desigualdad, al
identificar sus muy diversas causas, y mostrar cómo reducciones pequeñas en la des-
igualdad pueden tener grandes efectos sobre la pobreza. Sin embargo, los intentos de
redistribución de los ingresos o activos sólo han tenido éxitos limitados. Las reformas
agrarias que favorecen a los pobres enfrentan fuerte oposición de las arraigadas élites.
Existe una resistencia al uso de impuestos directos progresivos para financiar los obje-
tivos de los programas de mitigación de la pobreza, y los lamentables antecedentes de
la puesta en marcha de políticas en muchos gobiernos hacen difícil conseguir el acata-
miento de la obligación de pago de los impuestos (Alesina y Spolaore 1997).
Esto deja como solución a la educación y a los programas de entrenamiento, y a
las medidas que provean de derechos sobre la tierra a los moradores e invasores de
30 Bourguignon (1998), al estudiar los países de América Latina, estima que más del 7 por ciento de su PIB se
pierde como consecuencia de la violencia. El costo del crimen y la violencia en Africa del Sur se cree es igual
al 6 por ciento del PIB (Business Times, febrero 14 de 1999).
31 Véase Kanbur (1998). Campos y Root (1996) consideran al igualitarismo como una de las claves del éxito del
Este Asiático.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 247
32 La concentración de la población en las áreas urbanas mejora las probabilidades de reducir la incidencia de
enfermedades transmitidas por el agua o los insectos, pero puede empeorar la propagación de infecciones de
transmisión como la tuberculosis y la influenza, y de las enfermedades sexualmente transmitidas como el SIDA
(Véase Ridley 1997). La propagación del SIDA es una de las mayores amenazas al desarrollo en África (Lancet,
febrero 17 de 1999).
248 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
mayor autonomía obligará a las ciudades a diversificar sus finanzas en vez de depen-
der solamente del Estado o de los recursos provinciales. Sin embargo, las ciudades
también podrán proseguir un más amplio rango de iniciativas y competir agresiva-
mente por los negocios. El éxito dependerá de sus capacidades para gobernar, admi-
nistrar eficientemente y movilizar los recursos adecuados.
El problema para la mayoría de las ciudades es cómo capitalizar la mayor libertad
política para construir alianzas perdurables entre el sector público y las entidades
privadas, tales como el sector empresarial, las ONG, y los aún más numerosos mora-
dores de los barrios marginales. Tales asociaciones utilizan un amplio espectro de
partes interesadas urbanas que proveen una vía para lograr compromisos con objeti-
vos, explotar una amplia gama de posibilidades innovativas de desarrollo y prose-
guir esfuerzos de múltiples facetas pero coordinados.
Las asociaciones viables se apoyan en la confianza y en un claro sentido de las
reglas como también de las obligaciones por parte de todos los participantes. En el
contexto urbano, lograr tales asociaciones depende, según Putnam (1993), de la efi-
cacia de las relaciones horizontales que están incluidas en el capital social. Es tam-
bién una función de la eficiencia y la justicia percibida de las instituciones que
gobiernan la actividad política. La gobernabilidad participativa sería improbable si
existiese poca rendición de cuentas de parte del sector público, si los pobres no tuvie-
ran voz ni voto, si las elecciones no ofrecieran una alternativa significativa, si las
entidades públicas y privadas fueran incapaces de trabajar mancomunadamente para
alcanzar metas comunes, y si las soluciones legales o administrativas estuvieran dis-
ponibles sólo para unos cuantos elegidos.
El fracaso de la gobernabilidad es la norma en los centros urbanos que se multi-
plican rápidamente en el mundo en desarrollo. Veinte años atrás, cuando la mayoría
de la población vivía en las áreas urbanas y existía la esperanza de que las reformas
administrativas, combinadas con el cambio tecnológico generaran respuestas, la si-
tuación en las ciudades era solamente grave. Ahora, en medio de los escombros de
los fallidos intentos de crear ciudades dinámicas y habitables, el mundo confronta
una incipiente crisis. Su naturaleza aguda se evidencia por la ausencia de anteceden-
tes exitosos. El pequeño conjunto de ciudades que ha alcanzado el estatus de culto
entre los científicos sociales –Curitiba, Brasil, Hong Kong, China; y Singapur– no ha
crecido en una década. Ninguna de las megaciudades existentes o futuras en Asia o
América Latina califica como modelo y muy pocas ofrecen pistas acerca de cómo
mejorar la gobernabilidad y cómo poner en ejecución políticas sanas.
No existe ausencia de teorías y análisis empíricos, pero no contamos con recetas
que puedan hacer funcionar a las ciudades, asegurar una efectiva asociación entre las
diversas entidades públicas y privadas ante la ausencia de una estructura organizacional
que especifique las reglas de interacción, o mitigar la creciente miseria y violencia
alimentada por la escasez de puestos de trabajo, la falta de vocería y el desvaneci-
miento de la esperanza.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 249
33 La guerra del Golfo desplazó 5,5 millones de personas y el conflicto en Afganistán es responsable de 2 millo-
nes de refugiados que viven en campos en la frontera iraní y por 1 millón adicional en Pakistán (Economist,
“Exporting Misery”, abril 17 de 1999).
34 Klare (1999) calcula que el número total de armas pequeñas en circulación al nivel mundial varía entre 500
millones a mil millones, de las cuales de 200 a 250 millones son de propiedad privada de individuos en los
Estados Unidos. Cerca de 70 millones de rifles automáticos AK-47 y 8 millones de rifles automáticos M-16 se
han producido desde 1947.
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 251
Figura 8
Inmigración en los más grandes países anfitriones 1960-1994
35 Las principales amenazas provienen de los vertimientos químicos, las aguas negras sin tratamiento y los
residuos agrícolas (véase Pielou 1998).
36 La urbanización puede resultar en un gran aumento en el uso per cápita del agua para usos domésticos, que
actualmente es 8 por ciento del total del consumo. En los Estados Unidos, el uso anual promedio de una
familia se incrementó de 10 metros cúbicos en 1900 a 200 metros cúbicos en los 90. Se requiere de aproxima-
damente 36,5 metros cúbicos por año para mantener una buena salud (véase Feder y LeMoigne 1994; Hinrichsen,
Robey y Upadhyay 1998).
ASPECTOS DEL DESARROLLO: RESUELTOS Y PENDIENTES 255
Tabla 4
Países fuertemente dependientes de agua de superficie importada
Egipto 97
Hungría 95
Mauritania 95
Botswana 94
Bulgaria 91
Países Bajos 89
Gambia 86
Camboya 82
Rumania 82
Luxemburgo 80
Siria 79
Congo 77
Sudán 77
Paraguay 70
Nigeria 68
Irak 66
Albania 53
Uruguay 52
Alemania 51
Portugal 48
Bangladesh 42
Tailandia 39
Austria 38
Jordania 36
Pakistán 36
Venezuela 35
Senegal 34
Bélgica 33
Israel a 21
/a. Una proporción significativa del abastecimiento de agua de Israel proviene de tierras en disputas
Fuente: Wallensteen y Swain (1997)
Resulta apropiado que terminemos esta revisión de los temas con la seguridad
alimenticia y del agua, un tema que estuvo presente en los albores de los estudios del
desarrollo y cuya importancia continúa sin disminuir después de casi cinco décadas.
La salud de la agricultura continuará siendo un determinante clave del bienestar, del
crecimiento y de la estabilidad política en el siglo XXI. En una era de condiciones
medioambientales que se empeoran y de restricciones severas de recursos, la seguri-
dad alimenticia será un objetivo principal sobre el que los países tendrán que luchar
más esforzadamente por conseguirla. Esta lucha podría extenderse a los derechos por
el agua. Sí ello sucede, las posibilidades de conflictos en ciertas partes del mundo
256 FRONTERAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO
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