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MAESTRA EN PSICOTERAPIA
Agradecimientos
de mi vida. Agradezco a mi madre por todo el apoyo que me ha dado, sin el cual no hubiera
logrado muchas cosas. Agradezco a mi tía Mirna, por ser una segunda madre para mí.
su amistad conmigo, aún sin conocerme, aún en la distancia, lo que permitió que este
a Rocío, Paco, Dora y Papusa ser una voz más dentro de mi polifonía.
Agradezco a todas las personas que de alguna forma contribuyeron con una voz, con
su escucha, con su vista a la realización de esta tesis. A mis hermanas Andrea, Karina,
Patricia, Karla y Gabriela, por tanta risa. A Paloma, mi paciente escucha y editora de vida.
Agradezco infinitamente a la vida por todas las cosas que he recibido y por las que
Dedicatoria
vida. Lo dedico también a todas las mujeres libres de ser quienes quieren ser y no quienes
deberían ser.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales V
CONTENIDO
CAPITULO I
PRESENTACIÓN…………………………………………………………………………...1
CAPITULO II
PROCESO…………………………………………..………………………………………7
Introducción…………………………………………………………………………....…7
MijaílM.Bajtín:Dialogismo……..…….………….………………………………….…9
John Shotter y Arlene M. Katz: Poética Social…………………………….…………12
Harlene Anderson: Terapia Colaborativa.……………………………………………13
Participantes…………….…..…………………...………………………………………15
El Proceso que Emergió……………..………………………………………………..…16
Primer Momento……………………………….…...…………………………………17
Segundo Momento………………………………….……………………………….…18
Tercer Momento…………………………………………………………………….…18
Cuarto Momento………………………………………………………………………19
Quinto Momento………………………………………………………………………19
Sexto Momento……………………………………………………………………...…20
Séptimo Momento…………………………………………………………………..…22
Octavo Momento………………………………………………………………………23
Noveno Momento………………………………………………….………………..…23
Algunas Consideraciones del Proceso……………………………..………………....24
Otro Momento………..……………………………………………………………….…25
CAPITULO III
SER MUJER: DIÁLOGOS INTERGENERACIONALES…...…………………………...27
Ser Mujer Significa Ser Madre…………………………..…………………………...….30
Conchita…………………………………………………………….…………………30
Mirna Como Hija…………………………………………………………...……37
Gloria Como Hija……………………….…………..……………………………38
Addy Como Hija……………………………………………………...……..……39
Gloria………………………………………………………..……………………...…44
Mirna……..……………………………………………………...……………………45
Addy……………………………………………………………….………….…….…50
Loretito………………………………………………………….…………………….52
Cuerpo de Mujer, Apariencia de Mujer…………………………...……………………..55
De Muchacha Era Rebelde………………….…………………….……………….….…60
Yo Quería Ser Más………………………………………….…….……………….….…68
Yo de chica, Yo No Quería Ser Mujer……………………….…….……………………77
Mujeres en la Actualidad…………………………………..……………………………88
Los Deseos y Anhelos Continúan……………..……………………………………...…98
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales VI
CAPITULO IV
RESPUESTAS A LA HISTORIA……….…………………………………………….…103
Addy………………….……………….……………………………………………..…104
Gloria………………..……………………………………………….…………………105
Mirna…………………..…………………………………………………………….…105
Conchita……………………..…………………………………………………………106
Loretito………………………………..……………………………………………..…108
CAPITULO V
LA ÚLTIMA RESPUESTA………………………...………………………………........110
Los Hubiera o No Hubiera…………………….......…………………………………...114
Otras Respuestas…………………………...…………………………...……………...115
En lo Personal…….………………………………………………………………..…115
En lo Profesional……………..…………………………………………………….…116
Deseos Realizados………………………………………………………………………116
Reflexión Final………..……………………..…………………………..….…….….…116
REFERENCIAS………..……………………………………………………………...…118
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 1
CAPITULO I
PRESENTACIÓN
Esta es la historia de Conchita, una hija, una madre y una abuelita que es muy
querida. Ella es muy trabajadora y cariñosa, no sólo con los miembros de su familia, sino
con toda la gente en general. Parece que tiene una fuerza inagotable, siempre está haciendo
algo, siempre está ocupada y siempre tiene comida para ofrecerte. Yo, su nieta, la considero
una mujer fuerte, diferente a las demás mujeres, y su voz, me ha acompañado siempre, al
igual que su cariño. Aunque en su momento, tal vez no lo vi como lo veo ahora, me siento
dichosa de haber vivido con ella, de haber sido cuidada, educada y consentida por ella. Ella
siempre ha tenido algo para mí, una comida rica, sus palabras dulces, sus apodos cariñosos,
sus fuertes abrazos, sus palabras motivadoras, son buenos deseos, los cuales me han
Pero, ¿Qué relevancia tiene hacer una tesis de maestría que comparta la historia de
la abuela de la terapeuta?, ¿Qué relación tiene esta historia con el trabajo dentro de la
Para mí, como nieta de Conchita, el simple cariño que siento por ella, justificaría
hablar sobre ella, ahora, después de haber conocido su historia, me parece casi una
obligación hacerlo, al menos con las mujeres de mi familia. Pero al principio yo no conocía
todo lo que conozco de ella, y aun así, estaba motivada para conocer sobre ella.
Gehart, 2007), de la cual se basan los tipos de terapia con los que ahora trabajo, uno entra a
la terapia con todos sus valores, se dice que no existe la objetividad, porque somos
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 2
totalmente subjetivos, todo depende del sujeto que ve, su mirada y lo que ve, es visto con
los ojos de sus valores, sus experiencias, creencias, aprendizajes, uno no puede quitarse los
valores, pero si se puede hacerlos públicos, compartirlos con los clientes que tenemos en
frente, para que ellos comprendan de donde vienen nuestros comentarios. De igual forma,
dentro de las terapias posmodernas, se dice que durante las sesiones de terapia, hay un
participante más, nuestro diálogo interno (Andersen, 1994), el cual juega un papel
importante dentro del proceso, ya que son las respuestas internas que van surgiendo
algunas veces, ha estado conmigo durante las sesiones de terapia, ha sido una de las voces
de mi diálogo interno, principalmente en situaciones relacionadas a los hijos, tal vez como
un modelo de madre interna, sin haberme percatado antes de ello, hasta la elaboración de
este documento. Su voz me decía, “yo tengo que hacer todo por darle de comer a mis
veía y oía yo, muy diferente de las historias que me contaban las mujeres que acudían a
terapia conmigo. Al principio pensaba que se debía a que yo, siendo más joven que ellas,
sin hijos y con un mayor número de oportunidades económicas y académicas, hacía que me
resultaran muy disonantes las historias de esas mujeres. Yo quería empoderarlas, hacerles
ver que podían aspirar a otras oportunidades, que ellas podían lograrlo si se lo proponían,
que ellas podían tener un rol más activo dentro del cambio de las condiciones de sus
entornos, principalmente, a través del trabajo y la obtención de sus propios recursos. Sin
embargo, un día me di cuenta, de que la voz interna que escuchaba, la que me hacía decirles
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 3
esto a las mujeres en la consulta, no sólo era mi voz y las voces de los libros estudiados,
sino era también la voz de Conchita. Fue entonces que surgió el interés de saber cómo le
había hecho ella para desarrollar esas ideas, cómo es que ella había pensado que debía
trabajar fuera de la casa por los hijos. De ahí, la mirada se amplió no sólo a Conchita, sino
también a las demás mujeres de la familia, mi mamá y sus hermanas, ya que ellas
compartían algunas, sino es que las mismas ideas de Conchita, ellas también han trabajado
toda su vida, han sacado adelante a sus hijos, han tenido logros materiales a base de su
trabajo, son mujeres que se divierten, salen a pasear y compran sus propias cosas.
importante que éste o ésta, sea capaz de visibilizar las situaciones relacionadas a las
diferencias establecidas por el género, que pudieran darse por sentado como naturales o
como características internas y patologías en los clientes, tal como propone el modelo de
Inicialmente la idea original fue conocer qué hacía que estas mujeres fueran fuertes,
pero esa era sólo mi percepción y cabía la posibilidad de que ellas no se percibieran fuertes,
es por ello que el planteamiento de la tesis se cambió a una idea más general sobre el
significado de ser mujer, para conocer de manera más amplia cómo eran ellas. En ningún
momento se buscó confirmar una hipótesis, ya esta este documento, no está basado en una
Collado y Baptista Lucio, 2006) sino en una indagación dialógica (DeFehr, 2008; Gehart,
indagación con base en el proceso desarrollado por Janice DeFehr (2012) llamado
sistematizada.
La idea de usar este proceso de indagación fue por sugerencia de mi asesor de tesis
de ese entonces en el año 2008, ya que yo insistía en trabajar únicamente con las mujeres de
mi familia, no con otras mujeres, porque no era un ser mujer general, no era cualquier
mujer, eran ellas con las que yo quería hablar, y mi maestra de Metodología de la
Investigación en aquel tiempo también insistía en que no era relevante el parentesco porque
para mí, cobraba relevancia que yo, siendo la investigadora, o mejor dicho la indagadora,
fuera también hija, sobrina y nieta de estas mujeres, yo quería que se dijera que somos
familia, que mi parentesco con ellas era importante, porque haber crecido con ellas, le daba
un tono diferente a sus voces dentro de este documento, que como mencioné anteriormente,
me han acompañado con algunos clientes en mis sesiones de terapia. Así que mi asesor me
tarea de contactarla vía correo electrónico, para conocer más acerca de esta forma de
trabajo.
permitía que mi voz de hija, sobrina y nieta, pudieran estar presentes junto con mis voces
mujeres participantes también tomaba un papel central, ya que ellas mismas tendrían un rol
creación de este documento, sería un proceso de indagación con ellas, no de ellas. Aunque
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 5
esto no fue vivido por ellas de esta forma, ya que ellas no tenían el conocimiento teórico de
este proceso de indagación, sí tuvieron la libertad de compartir sólo lo que ellas querían. En
el siguiente capítulo usted podrá encontrar más detalles sobre la descripción y desarrollo de
personaje principal, y es la voz de ella misma, la que nos va contando su historia, al mismo
tiempo, como los hilos de un tejido, se van entrelazando las historias de Gloria, Mirna y
Addy, que son hijas de Conchita, mamá y tías mías, de igual manera, mis diferentes voces
forman parte de este tejido. La historia entonces se vuelve un “chal” lleno de hilos
multicolores, los cuales corresponden a las voces de las diferentes conversaciones, las
voces de Conchita, Gloria, Mirna, Addy y Loretito, en sus diferentes roles, abuela, madres,
hijas, sobrina, hermana, trabajadora, psicóloga, terapeuta, tesista, entre otras. La metáfora
del tejido de un chal fue compartida por la Dra. María Luisa Molina López y tuvo mucho
sentido para mí usarla porque ejemplificaba lo que pasaba con las voces en la historia
entretejidos, aparecen también las voces de autores, que dan un punto de referencia
académica, filosófica, social, etc., a la historia de estas mujeres. Al igual que un tejido
terminado, esta historia está matizada con diversos temas, los cuales se presentan
entrelazados, y aunque se han separado por títulos y subtítulos para dar organización, se
incluyen unos a otros; hablar de los hijos es hablar del trabajo, y hablar de trabajo es hablar
de dinero y hablar de dinero es hablar de fuerza, y hablar de fuerza es hablar de los hijos, y
así sucesivamente; los temas que conforman la historia son ser madre, la apariencia física,
pensamientos, sentimientos, entre otros. De igual forma, no sólo los temas están
mi mamá, es hablar de Conchita, de mis tías y de mi mismas, al hablar de mis tías, es hablar
después de leerla.
manera de conclusión, que no serán más que una respuesta más a todo este proceso de
indagación.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 7
CAPITULO II
PROCESO
Introducción
conocer ¿Cuál es la percepción de ser mujer y cómo se han construido esta percepción de
ser mujer? El enfoque de investigación fue desarrollado por Janice DeFehr (2008), el cual
Marzo 2012).
2008) los cuales son los enfoques con los que he elegido trabajar, principalmente en la
terapia, aunque Harlene Anderson (1997) señala que más que una forma de trabajo, es una
forma de estar en la vida. Es por ello que para la realización de esta tesis resultó más viable
trabajar con el modelo desarrollado por Janice DeFehr (2008; 2012) llamado Indagación
los individuos, valorar procesos y generar teorías fundamentadas en las perspectivas de los
basada en la lógica positivista del método científico, a diferencia del enfoque colaborativo,
el cual es una de las influencias del modelo de Indagación Social Colaborativa (DeFehr,
manera dinámica centrada en el diálogo que se establece con los otros y es una manera de
Anderson y Gehart, 2007). Dentro de su tesis de doctorado Janice DeFehr (2008) se refiere
Culturales por parte del Instituto Kanankil y The TAOS Institute, el 20 en Marzo 2012, ella
posición que guarde con el fenómeno estudiado en su investigación. Por lo que se sugiere
hacer pública la posición de tiene con los participantes y el fenómeno estudiado, esta es
forma, se muestran ambas caras de las relaciones de investigación que se vuelven visibles
para la persona que lee la investigación y que, paradójicamente, puede acercarnos a proveer
una descripción más clara del estudio que en la investigación convencional. (Gehart,
sobre un tema relevante, sino más desde lo personal, al tener una relación de parentesco
comprender y responder; los escritos de Shotter y Katz sobre Poética Social: “la capacidad
los terapeutas no funcionan como analistas de los diálogos de la terapia, sino que
conversación.
Bajtín (2012) desarrolló su enfoque a partir de la revisión del trabajo de las novelas
social, refractado (en vez de reflejar), por medio de las “voces ideológicas” de sus
personajes para crear el efecto de polifonía, en la que el autor es una voz más entre las
otras. De igual forma este dialogismo es capaz de despertar las actitudes y opiniones del
cuanto objeto (p. 65)”, “al hombre en el hombre (p. 102)”, cada vivencia, cada pensamiento
2012). Shotter (2006) señala también esta consciencia, más que un proceso mental interno,
conciencia ajena no se enmarca en la conciencia del autor sino que me manifiesta como
algo puesto fuera y junto, con lo cual el autor establece relaciones dialógicas. No se trata de
otro hombre que permanezca objeto de mi conciencia, sino de otra conciencia equitativa
que se ubica junto a la mía y en relación con la cual sólo puede existir mi conciencia misma
(Bajtín, 2009).
Bajtín (2012) también presenta un principio de simultaneidad, para él, hay una
dobles, con el diablo, con su alterego, su caricatura, etc.” (p. 97). Solamente aquello que
puede presentarse conscientemente en un plano simultáneo, que puede ser relacionado entre
sí en un mismo tiempo, es esencial y forma parte del mundo, todo es simultáneo, todo
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 11
acordes pero sin fundirse, como desesperadamente contradictorias, como armonía eterna de
voces diferentes o como su discusión permanente y sin solución (p. 100)”. Lo que permite
la heterogeneidad, la polifonía.
del sentido. Los puntos de vista filosóficos del autor no ocupan el primer lugar. Los
propia palabra (Bajtín, 2012 p. 58)”. “Portador de su verdad (Bajtín, 2009 p. 326)”.
Para Bajtín (2012) una relación dialógica, es aquella entre un sujeto portador de un
discurso con el discurso de otro, presente, o implícito. La actividad dialógica, significa ser
comunicarse. La muerte absoluta es no ser oído, no ser reconocido, no ser recordado. Ser
significa ser para otro y a través del otro, ser para sí mismo” (Bajtín, 2009p.327-328). “Ser
es comunicarse dialógicamente (p. 37)”. Cuando se acaba el diálogo se acaba todo. Pero en
realidad el diálogo no puede ni debe terminar (Bajtín, 20012). “El diálogo inconcluso es la
única forma adecuada de expresión verbal de una vida humana auténtica. La vida es
dialógica por naturaleza. Vivir significa participar en un diálogo: significa interrogar, oír,
responder, estar de acuerdo, etc. El hombre participa en este diálogo, todo y con toda su
vida: con ojos, labios, manos, alma, espíritu, con todo el cuerpo, con sus actos” (p. 334,
Bajtín, 2009).
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 12
Como menciona DeFehr (2008) la Poética social no cuenta con una definición clara
sino más bien con pequeñas descripciones del proceso. Shotter y Katz (1996a) señalan
tener una fuerte influencia de la idea de Wittgenstein, “el origen y las primitivas formas de
los juegos de lenguaje están en la reacción” (1953 en Shotter y Katz, 1996a), así como en
expresado lingüísticamente que se crea con el día a día con nuestras prácticas en curso, este
método centra su atención en los eventos que ocurren en las situaciones que nos rodean,
para sensibilizarnos a los eventos efímeros y momentáneos por los cuales somos
“golpeados”. Señalan también que para conocer nuestra “manera acerca de”, dentro de
palabras de Bajtín son los eventos que “ocurren una vez”, los momentos únicos (Bajtín
nuestro alrededor, no podemos ser indiferentes a este mundo que nos rodea, por lo que, de
Esta respuesta incluye todo nuestro “cuerpo, tacto, gusto y olfato, nos “golpea” (Shotter y
Katz, 1996a). Se invita a escoger lo que llama la atención y reflexionar sobre lo que te
los eventos que ocurren una sola vez y que nos “golpean”, y que no podemos no responder.
(Shotter y Katz, 1996b). Esta respuesta será influenciada por los factores del momento y
por las acciones de los otros a nuestro alrededor, es decir, actuar de manera responsiva a sus
conocimiento que viene con la relación con otros (Shotter, 1994). Lo que permite hacer una
investigación, en este caso, indagación, “con” en lugar “de” (Shotter, 2006; DeFehr, 2008).
dentro de una nueva posición, no sólo para obtener una nueva información acerca de
nuestras vidas, sino para “ver”, algo con ellos que no ha sido visto antes, para verlos desde
una nueva forma de vida, una nueva forma de vivir, una forma que queremos “mostrar” nos
en estas notas “poéticas”, estas notas que nos “golpean” y que no podemos no responder”.
sentido; son más formas de acción social que construyen una realidad; el ser es un
“hacer con”, “los participantes se comprometen unos con otros en un mutua y compartida
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 14
Anderson y Gehart, 2007) en como una filosofía de vida que informa y da forma, la forma
el terapeuta trabaja desde la postura del no-conocer, la cual es una postura escéptica y
tentativa acerca del conocimiento, es una actitud en la que se cree que nunca se puede
diálogo interno, con la idea de alimentar el diálogo externo; cliente y terapeuta son
incertidumbre, no se puede saber de antemano hacia donde será llevado el diálogo, es tomar
el riesgo de los cambios imprevistos; la importancia del entendimiento del día a día y de las
Como se podrá haber dado cuenta hay una mutua influencia e interrelación en los
Participantes
realización de este documento han pasado cinco años, por lo que mencionaré los cambios
que me parezcan relevantes compartir dentro de los datos generales. Conchita, mi abuelita,
al momento de la entrevista tenía la edad de 67 años, y ahora tiene 72, es ama de casa,
viuda, tiene 4 hijos adultos, ya con sus respectivos hijos, y 3 hijas, también con sus
respectivos hijos cada una, es madre y abuela de las otras participantes. Gloria, tenía 50
años, ahora tiene 55, es viuda, tiene dos hijas, una de ellas soy soy, es jubilada de IMSS
mujer que antes tenía 47 años, Mirna, ahora tiene 52 años, también es viuda, tiene dos hijas
y un hijo varón, trabajaba en una clínica del IMSS como coordinadora de asistentes
otras participantes y tía mía; la mujer de 40 años, Addy, ahora tiene 45, antes casada ahora
está separada, tuvo dos hijas, de las cuales una falleció a la edad de 9 años en el año 2005,
es secretaria ejecutiva y trabaja en unas oficinas de PEMEX, es hija y hermana de las otras
participantes y también mi tía. Yo, Loretito, inicié este proceso con 27 años, ahora tengo
32, antes soltera, ahora casada, soy psicóloga, antes trabajaba en un hospital rural del
de un trabajo adicional. Mi abuelita y mis tías radican en Ciudad del Carmen, Campeche y
también se considera parte de la indagación, es por ello que aparezco integrada junto con
dentro del dialogismo. Mi asesor de tesis de ese entonces, sugirió que yo trabajara con el
enfoque con el que estaba trabajando/desarrollando Janice DeFehr (2008), sin embargo, era
algo nuevo, aún en proceso de creación. Es así que decidí aventurarme a contactarla, vía
correo electrónico hasta Canadá y ella fue muy amable de compartir conmigo y con el
Una de mis dudas principales era, qué pasos había que seguir en el desarrollo de
Es por ello que decidí llamar Proceso a este capítulo en lugar de metodología, y a
los pasos seguidos, momentos, ya que han estado algunas veces distantes en el tiempo, y
también como los define la misma Real Academia Española (2013) fueron “una porción de
tiempo muy breve en relación a otra, lapso de tiempo que se singularizó por cualquier
Primer Momento
El primer momento fue realizar las entrevistas con la pregunta inicial ¿Qué significa
ser mujer? con las cuatros participantes. Cada entrevista incluyó 6 preguntas generales
sobre ser mujer, de las que luego emergieron otras preguntas según la conversación se fue
realizar una entrevista, se trabaja con diálogos, como en una conversación terapéutica
colaborativa (Gehart, Tarragona y Bava, en Anderon y Gehart, 2007), de forma que los
igual, con el mismo peso autoral (DeFehr, 2008). Durante un diálogo, la conversación fluye
sin un guion establecido, los temas emergen libremente, como respuesta a lo que se está
diálogos con las participantes, sin embargo, aún y cuando se les invitó a agregar preguntas
y llevar las conversaciones por donde ellas quisieran, lo vivieron más como un proceso de
entrevista, estuvieron un poco preocupadas por lo correcto de sus respuestas y por la misma
relajada y ella compartió anécdotas, historias, de manera amplia y amena. Por lo me referiré
durante el resto del documento como entrevistas a las conversaciones realizadas con ellas,
“una entrevista no deja de tener algo dialógico”, cuando le externé mi preocupación por no
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 18
haber realizado un diálogo, por su parte, Gehart, Tarragona y Bava, (en Anderson y Gehart,
dinámico y orgánico” y Jorge Alcázar (en Bajtín, 2012) agrega “toda actividad verbal
presupone una posición dialógica”. Las entrevistas fueron desarrolladas en casa de las
participantes como si fuera una visita social, las de Cd del Carmen, se vivieron como una
visita familiar, llena de alegría y comida rica y otras aquí en Mérida, Yuc., también dentro
Segundo Momento
lo cual se hizo una primera escucha sin copiar nada, sólo disfruté las conversaciones para
después iniciar las transcripciones, tal como Harlene Anderson recomienda para alentar la
Tercer Momento
El tercer momento fue tener una conversación con cada una de las entrevistas
transcritas, respondiendo a los que más llamaba mi atención, respondiendo a lo que “me
psicóloga, la tesista, la terapeuta, las cuales emergieron según se dio el caso con cada
entrevista y en cada momento. En palabras de Bajtín (2012) tuvo lugar una polifonía.
Otras voces que fueron parte de este proceso, son las voces de los autores
consultados y que han escrito acerca del tema, algunas veces para estar de acuerdo y otras
para diferir con la conversación, algunas veces también fueron incomodas porque parecían
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 19
Esta incomodidad me llevó a dejar por un momento los enfoques teóricos, dejé a un lado
las “buenas ideas” (Shotter, 2012), renuncié a la teoría dentro de mi cabeza (Shotter, 1994)
pareció importante para mí, escribí sobre ello, reflexioné sobre ello, mencioné porque era
Cuarto Momento
Como respuesta a las conversaciones realizadas con las entrevistas y las respuestas
emitidas, pensé que otro momento podría ser realizar una segunda entrevista con las
participantes para compartir algunas de las respuestas y saber que había pasado con ellas
acuerdo en tener una segunda entrevista, las entrevistas se realizaron exitosamente; sin
embargo, no fue posible tener una conversación con estas entrevistas, porque se perdieron
de la grabadora de voz antes de transcribirlas, sin embargo fue otro gran momento dentro
Quinto Momento
Como parte de la idea de ser mujer dentro de esta familia, consideré que la visión
como hija, nieta, sobrina, estaba limitada, ya que sólo estaba representada por mí, habiendo
otras mujeres pertenecientes a mi generación, quienes también son hijas, nietas y sobrinas,
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 20
por lo que decidí realizar una entrevista, similar a la primera entrevista con las otras
participantes. Para este momento participaron, una mujer de 32 años, Karina y dos de 18
años, Karla y Patricia quienes son nietas, hijas, sobrinas de las otras participantes y primas
mías. Al igual que la segunda entrevista de las primeras participantes, estas entrevistas
hacer nuevamente las entrevistas, pero ya no sería el mismo momento único e irrepetible
(Bajtín, 1993, en Shotter y Katz, 1996a). También fue una experiencia muy disfrutable.
Estos dos momentos previos pude haberlos omitido del presente documento sin que
ello influyera en el desarrollo de esta presentación, pero me pareció que era importante
señalarlos como parte del proceso que fue emergiendo además de que Janice DeFehr
(comunicación personal 11 de Marzo de 2012) mencionó que era mi elección qué tan
Sexto Momento
información (Gehart, Tarragona y Bava, en Anderson y Gehart, 2007; De Fehr, 2008), por
lo que se decidió presentarla como una historia, siendo el personaje principal mi abuelita,
debido a que fue la conversación más amplia, más amena y que generó un profundo
1996a; 1996b). Junto con la historia de Conchita, se fueron entrelazando las historias de las
otras participantes y al mismo tiempo mi propia historia. Se puede decir que se realizó una
historia dialógica, polifónica (Bajtín, 2012) en la cual cada una de nosotras se muestra
en común, como ser madre, el trabajo fuera de casa, la apariencia física, la autonomía, entre
otros, que fueron compartidos por todas ellas. Fui la tejedora de este chal formado por los
(2006)“creer que el tiempo procede en una secuencia uniforme y lineal, es creer en una
La idea de desarrollar una historia con un personaje principal con los otros
personajes entrelazados fue sugerida por Janice DeFehr durante una conversación personal
mi abuelita, mi mamá y mis tías durante las entrevistas; mis propias palabras puestas entre
comillas, son las respuestas a las conversaciones que tuve con las entrevistas; y mis
palabras sin comillas, son las ideas y reflexiones surgidas en el momento de integrar la
historia, así que usted podrá ver dentro de la historia, tres diferentes momentos de este
proceso de indagación.
que querían ser llamadas por su nombre real. Sólo fueron cambiados los nombres de los
Séptimo Momento
Lo que siguió entonces fue compartir con las otras cuatro participantes, la historia
adicionales como reflexiones, ideas teóricas o más respuestas del momento de la narración,
de forma que ellas la pudieran leer como la historia que es. Al mismo tiempo se les solicitó,
emitir una respuesta de lo que generaba esa lectura en ellas, a través de una carta, un
comentario, un poema, una canción o lo que sea que viniera a su mente al momento de leer
de este documento final. Debido a la distancia y premura del tiempo, este intercambio se
realizó vía correo electrónico, el cual también puede ser usado como un recurso dentro de
historia impresa, para que pudiera leerla a su tiempo y ritmo, después se le realizó una
única pregunta sobre lo que había pasado con ella después de leer la historia. Dicha
no querían que salieran en el documento final, así que algunos pasajes fueron removidos de
omisión de algunas partes otra “respuesta” más, aún y cuando no sea visible dentro del
ellas a través de alguna conversación como se hizo con las primeras entrevistas. Al menos
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 23
Octavo Momento
buscando confirmar teorías sino invitando otras voces más dentro de los temas que
emergieron en la historia, un hilo, o varios más, para el chal multicolor. Como mencioné
eran palabras sin sentido, descontextualizadas. Fue después de realizar la historia que
(Shotter y Katz, 1996a; 1996b; De Fehr, 2008). Sin embargo no se consideraron más
importantes que las voces reales de las participantes, por ser voces teóricas “ya que hablar
de teorías nos limita como un “nosotros” y nos excluye de aquellos de quien estamos
hablando” (Shotter, 1994 p.5). De igual forma aún y cuando se realizó la revisión, no
siempre fueron incluidas estas nuevas voces dentro de la narración, ya que algunas de ellas
me seguían pareciendo distantes y lejanas, además de que como mencionó Alicia Ayora
Talavera (2013) no tendrían que ser necesarias las teorías para dar sentido a una experiencia
Noveno Momento
mismo. Aunque este proceso pudiera ser infinito, ya que las conversaciones no se terminan
(Anderson, 1997), una vez que uno acepta la naturaleza dialógica de cualquier proceso de
nuevas preguntas (Shotter y Katz, 1996a). Pero por razones de realización de este
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 24
documento, decidí detenerme con este último momento, para poder hacer esta redacción
final, sin embargo, ello no implica que no compartiré esta historia con mis primas o
nuevamente con las participantes, lo que estoy segura, generará una respuesta en ellas, aun
En esta “última respuesta” encontrará mis palabras en cursiva y entre comillas, las
cuales corresponden a otros momentos previos durante el proceso; mis palabras sin cursiva
Al emitir las respuestas durante las conversaciones con las entrevistas, tuve la
preocupación de dar una respuesta que pudiera no ser respetuosa con las participantes ya
que algunas veces fueron respuestas de desacuerdo con lo planteado por ellas. No quería
hacer, ni decir nada, que pudiera lastimarlas. Así que respondí libremente y después decidí
que compartir con las otras participantes y en el trabajo final escrito. Sin embargo como
menciona Bajtín (2012) es en los desacuerdos, en la contraposición, incluso con las voces
era la información recibida de las entrevistas previas con las participantes y dudaba sí debía
compartirla o no. Pensé que sería mejor no hacerlo ya que esa información, les seguía
ni de esa forma. Debía conservar una postura de no-saber y seguir siendo curiosa (Anderon,
eran privadas y desconocidas para mí, que me sorprendían y me dejaban sin palabras de
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 25
saber cómo actuar ante determinada información, ya que nuestro parentesco lo hacía, al
menos para mí, más complejo, por ser conversaciones que no tenemos de manera cotidiana.
En el desarrollo de las entrevistas fui cambiando con cada una de ellas. Con mi
abuelita, la conversación fue muy fluida, realmente un diálogo, guiado por una pregunta
inicial que mi abuelita condujo por donde ella quiso ir. Por otro lado, hubo nerviosismo en
Una preocupación más durante el proceso, fue que quería estar del mejor ánimo
posible para poder escribir esta tesis, ya que consideraba, y sigo considerando, sumamente
valiosas las conversaciones que tenía en mis manos, y por lo mismo que no creo en la
objetividad, no quería contaminarlas con mis estados de ánimo poco felices. De igual
mis posturas personales, a lo que pensé que tal vez no estaba siendo del todo sincera y
justa, ya que estás mujeres sí habían hablado abiertamente de ellas, así que me correspondía
a mí hacer lo mismo.
Y “tal vez estaba sola, pero mis acciones estaban totalmente incorporadas en mis
Otro Momento
lector tenga este documento y lo esté leyendo, porque iniciará, sin tener la intención, una
conversación entre esta historia y su historia, sus diálogos internos y todo quien usted es. Y
esta historia tendrá otro sentido, tal vez similar, tal vez diferente, tal vez de acuerdo o tal
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 26
vez de desacuerdo, basado en lo que usted tenga para aportar en relación al tema de ser
mujer, siendo hombre o siendo mujer, su momento será único e irrepetible de la forma
“La palabra y la mirada del otro, del que escucha, lee, aprende, entiende y transmite
p. 54). Así que le invito a hacer una lectura viva, tal como Harlene Anderson (1997) nos
invita a hacerlo con su propio libro. Le invito a dejarse envolver por este cálido chal
multicolor.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 27
CAPITULO III
Creo todo empezó ahí, aún tengo el momento presente, yo estaba dando consulta en
un hospital rural para gente de escasos recursos, Elda era una señora de 25 años de edad,
ama de casa y que acudía a la consulta por indicación de su médico familiar por problemas
principalmente, porque su esposo no le daba dinero, tomaba mucho y casi todos los días no
sabía que iban a comer ella y sus dos hijas, Jimena de 5 años y Aydita de 2 años de edad.
Recuerdo que al escuchar esto muchas ideas vinieron a mí, sobre género, violencia
empleo para que pudiera darle de comer a sus hijas sin esperar a que su esposo le lleve el
dinero, también para que pudiera valerse por sí misma, y ella respondió: “No puedo salir a
trabajar por Aydita, no puedo dejarla con otra persona, ella me necesita, yo la quiero mucho
mi diálogo interno se llenó de las voces de mi abuelita, de las cosas que siempre ella ha
dicho, de las cosas que mis tías y tíos han dicho acerca de ella y de la alimentación recibida,
Eso me hizo pensar que mi abuelita era diferente a las mujeres con las que yo
justificarían la respuesta de doña Elda, pero mi abuelita al mismo tiempo era muy similar a
hermanos y hermanas, sus padres fueron mestizos, gente de escasos recursos, dedicados al
campo, mayahablantes, que aprendieron el Español como segundo idioma, tuvo educación
mínima de lectoescritura, vivía en una casa hecha de palos, con recubrimiento de lodo y
techo de guano, es sus palabras, “yo soy una analfabeta antes que nada, no sé escribir, a ti
te consta que no sé escribir, no sé leer bien o sé leer poco, nada más”, este es el contexto
en el que mi abuelita se crió, no parece más ventajoso que el de doña Elda, ella misma
agrega “yo sufrí mucho de chamaca, de niña, sufrí mucho, sufrí mucho, padecí mucho,
padecí muchas, muchas necesidades”, “me imaginaba pero nunca había escuchado que
haya pasado muchas cosas, nuevamente me viene la idea de una mujer fuerte y una mujer
que no se deja y pienso en las mujeres con las que trabajo en Acanceh, cuando comentan
sus historias en ocasiones recuerdo a mi abuelita y en que sí es posible salir adelante, sé que
implicaría más trabajo, tal vez sea más difícil pero hay que “responder por los hijos”, esta
última frase, “responder por los hijos” es lo que me hizo pensar en ella y preguntarme
acerca de las diferencias que yo percibía ¿qué la hizo a ella ser diferente desde mi
perspectiva?, ¿cómo es que viniendo de contextos similares a los de las mujeres del hospital
donde yo trabajo (trabajaba), ella sobresalió, no tuvo depresión, no tuvo ansiedad?, ¿qué
pensaba ella que salió en la búsqueda de comida y no se quedó a esperar a que su esposo le
Inicialmente la pregunta era ¿qué la hacía ser fuerte?, ¿cómo le hizo ella para ser
fuerte? pero sabía que esta idea de ser fuerte sólo era mi percepción y que ella podía no
considerarse así. Es entonces que consideré que sería más funcional cambiar hacia el ser
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 29
mujer en general, ¿Qué significa ser mujer para ella?, ¿Qué cosas incluye ser mujer?,
¿Cómo es ser mujer?, ¿Qué se siente ser mujer? La pregunta parecía simple, pero me hizo
pensar también, que equivaldría a preguntarle a un pez ¿Cómo se siente el agua?, si siempre
ha estado inmerso en ella, además no quería un ser mujer en general, yo estaba interesada
cualquier mujer, las quería a ellas en específico, porque yo las veía diferentes de las
Aclaro que no buscaba una explicación, un por qué sobre ellas, desde la postura
clasificar, lo único que puedo hacer es compartir su historia, sus historias, mi historia,
nuestra historia, porque somos mujeres en relación, seríamos como el “maac”, “individuos
abuelita, mis tías y de mí, al hablar de mis tías, hablo de mi abuelita, mi mamá y de mí,
hablar de mí, hablo de ellas, al hablar de mi abuelita hablo de nosotras, así que esta es la
historia de Conchita, sus vivencias, sus anécdotas, sus ideas, es su historia, es la de ellas, es
Conchita
Un tema central dentro de nuestra historia fue el de ser madre, no sólo para mi
abuelita, sino también para mi mamá y mis tías, y acabo de darme cuenta que
indirectamente para mí también resultó serlo, ya que, lo que detonó toda mi inquietud por
conocer la historia de las mujeres de mi familia fue que doña Elda no tomara un rol más
activo en la búsqueda de comida para sus hijas, sin darme cuenta, eso me hizo pensar en mi
abuelita, no como mujer sino como madre y lo que ella había hecho con sus hijos en
situaciones similares. Sin embargo aunque es el mismo tema, cada una de nosotras presentó
En palabras de mi abuelita “ser mujer es ser madre”, es “…ser responsable con los
hijos, y así, pues ser mujer… nosotras nos debemos considerar lo máximo…”, “…nosotros
damos vida, damos una vida porque concebimos, durante los nueve meses, después de los
nueve meses es criarlos, hasta que crezcan y seguimos siendo madres hasta que los hijos
son grandes, entonces, pues nosotros como mujeres, nosotras las mujeres, yo considero
que valemos mucho”, “me encantó oír esto de mi abuelita, la idea de que se sienta lo
máximo como mujer me da la idea de una persona que se siente a gusto consigo misma, no
Por su parte mi mamá menciona, “es una responsabilidad ser mujer, no sólo porque
dices que vas a ser mamá, siempre, para mí es una responsabilidad, pues porque, hay
mujeres que no tienen hijos, ¿no? y no por eso dejan de ser, eso no las hace menos
mujeres, es una bendición podría decirse de que tengas hijos, de que los puedas educar”.
Mi tía Mirna dice al respecto “tenemos la dicha de poder ser madres, esa sensación
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 31
Mi tía Addy comparte “significa ser algo muy bonito para mí porque pues a través
de la mujer se dan otras vidas el ser madre y darle un buen ejemplo a mi hija”.
En lo que a mí respecta todavía no soy madre, y confieso que ha sido para mí una
posibilidad más que una certeza, no sé si vaya a serlo porque no lo siento como un anhelo
ni un requisito para ser mujer; confieso también que he dudado en poner esto por escrito
por temor a lo que pudieran pensar o sentir, estas mujeres para quienes, ser madre es muy
importante, no quisiera herirlas con mis palabras. También pensé “la idea de que damos
vida, me parece que es un privilegio que por naturaleza biológica tenemos y creo, con
clonación) sin la participación de una mujer y un hombre, también y me hizo pensar que
pasaría si eso fuera posible y ya no se “necesitara” a las mujeres para ello, ¿se seguiría
Al preguntar a mi abuelita de donde aprendió estas ideas de ser mujer, de ser madre
y valer lo máximo, ella respondió “yo sufrí mucho de chamaca, de niña, sufrí mucho, sufrí
mucho, padecí mucho, padecí muchas, muchas necesidades entonces a base de eso, yo me
fui formando, trabajando, luego me casé con tu abuelo, y luego con la necesidad que pasé
con él, me fui formando poco a poco, poco a poco, y ya luego me di cuenta que nosotros sí
valemos mucho, yo pienso que hasta valemos más que los hombres porque los hombres
engendran un hijo y lo dejan y en cambio una mujer no es capaz de hacer eso, somos pocas
las que lo hacemos”, también “yo lo aprendí de las necesidades que he pasado, porque
económicas, entonces yo luché también para criar a mis hijos, ayude a tu abuelo a trabajar
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 32
y a formarme y a formar a mis hijos como son, tú los conoces, entonces, pues yo pienso que
todas nosotros, debemos hacer lo mismo, primero los hijos antes que nada, antes que nada
y de nadie, Dios y los hijos”. “Al oír a mi abuelita hablar acerca de las necesidades
económicas que pasó que la convirtieron en la mujer que es, me preguntaba ¿qué hubiera
pasado si otra hubiera sido su condición económica, habría sacado ella esa fuerza que yo
veo en ella, ¿de qué otras maneras se hubieran manifestado?, me sorprende y al mismo
tiempo me reafirma algo que yo pienso respecto a las situaciones de la vida, que pueden
hacer sacar lo mejor de ti, que te obligan a desarrollarte y aún y cuando cueste más trabajo
Lo que me contó después mi abuelita, fue algo inesperado, algo que me tomó por
sorpresa, que me desconcertó y que me hizo sentirme privilegiada de haber tenido estas
conversaciones con ella y con las otras mujeres de la familia, ella empezó a hablar acerca
de cómo desarrolló esas ideas acerca de ser madre, “yo creo que nació de mí porque, es
que… otra cosa que te puedo decir es que, yo me sentí rechazada”, “yo desde chica con mi
familia, yo me sentía rechazada, desde con mi mamá, me sentí rechazada”, “nunca imagine
que pudiera sentirse rechazada, pienso en mi como su nieta y el gran aprecio que tengo por
nadie, ni me iba… nadie me iba a sobajar, nadie iba a estar delante de mí, yo me tenía que
salir por sí sola, porque…” yo pregunté si por ser mujer o por qué se sentía rebajada y
pregunté , “tu abuela, (bisabuela) pero aun así, a ella la quise mucho y la sigo queriendo,
porque ella también lucho por nosotros, a pesar de eso”, “no me imaginaba que la
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 33
apariencia física pudiera haber sido significativa para mi abuelita, en general ella no se
maquilla, no se pinta el pelo y no recuerdo que ella lo señalara como algo importante
aunque, sí nos ha dicho muchas veces a sus nietas que estamos preciosas”, y ahora pienso
que todas las palabras de afecto que ella nos ha proporcionado, tal vez han sido para no
hacernos sentir lo que ella sintió, las palabras de mi mamá lo señalan también “a todos
consiente, a todos sus hijos, cuando éramos (niños), a todos consentía, para todos, una
cosita para este, una cosita para… cuando compraba, compraba para todos, y ahora no
sólo a sus hijos sino hasta sus nietos”, “y vecinos” agregué yo.
ser madre, mi abuelita se levantó de un rechazo, a diferencia de mi mamá y mis tías que se
levantaron con el cariño y apoyo que mi abuelita les dio, mi mamá menciona al respecto
“yo siempre me he sentido, con todo lo poco o mucho que he estudiado, me he sentido
realizada como persona, y como madre también, y siento que todo lo que he querido hacer
lo he hecho… he querido pasear, he paseado, según lo que cabe, según mis posibilidades
lo he realizado, hay cosas que quisiera realizar pero, ahora (se ríe) hasta ahora me siento
satisfecha, lo que he logrado ha sido porque he tenido el apoyo de mi mamá, creo que no
darnos lo mucho o lo poco que nos dio, nos apoyó un montón porque si no hubiera sido por
ella, creo que nadie de nosotros hubiera estudiado”, “creo que nunca voy a ser como
ella”, agregó, “ella todo lo puede”; mi tía Mirna por su parte también compartió algo
similar, “tengo el ejemplo de mi madre que sin el apoyo de mi papá pues nos dio lo poco
que pudo, estudios a todos sus 7 hijos”; mi tía Addy de igual forma señala la influencia
ella, porque ella sí, este, pues todas esas cualidades, la humildad, el amor, la comprensión,
todos esos valores que yo pienso que tengo, los veo en ella también, ella le da amor a
todos, y… bueno yo pienso que está bien espiritualmente y… le brinda su amor y amistad,
Tona, y cómo ella influyó en la mujer que fue y que es, “yo aprendí mucho de ella, a pesar
de… sí, aprendí mucho de ella, porque ella nos enseñó a trabajar honradamente, nos quiso
mucho, a pesar de que yo veía que las otras… pues sí, pero sí, nos quería mucho”. “Lo no
dicho, ¿qué significan esas frases inconclusas?”, lo que no se dice y dice mucho al mismo
tiempo. “Pues entonces yo dije no, yo no voy a ser así con mis hijos, yo no voy a ser así, sí,
me voy a procurar que mis hijos no sean como yo fui, como soy”, “yo soy una analfabeta
antes que nada, no sé escribir, a ti te consta que no se escribir, no sé leer bien o se leer
poco nada más y entonces mis hijos no van a ser como yo, ellos sí se van a tener que
superar, van a ser más que yo, entonces yo traté de que mis hijos sean así, y gracias a
Para mi abuelita ser madre es un logro, “para mí no hay nada más que mis hijos eso
es lo único que he logrado, mis hijos, y como mujer estoy orgullosa de ellos, estoy muy
orgullosa de mis hijos y para mí es un gran logro” y como madre, principalmente es que
sus hijos hayan salido adelante, hayan estudiado, “yo veo que todos o casi todos, bueno
todos, creo que lograron su meta, de ser, porque, por ejemplo Juan que quiso lo que quería
ser, Andrés pues también hizo lo que es pero no lo ejerce, pues tu mamá… pues, ¿quién
sabe? porque esa, por la necesidad estuvo aquí (en Mérida), tu mamá es por necesidad que
se vino para acá, pues Mirna igual, también, ella si escogió, Addy si escogió, pues están
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 35
trabajando en lo que estudiaron”, “yo los apoyé mucho, pues, en lo… económicamente con
lo que yo podía y moralmente que yo les infundía mucho amor, mucho cariño, pues
apoyándolos de que ellos tienen que ser alguien, tienen que ser alguien, no van a ser como
su papá y yo que somos, pues tu abuelo también era un simple cargador, yo una
analfabeta, así que nuestros hijos no iban a ser así, no quería que ellos fueran como
nosotros”.
Mi abuelita describió como ella fue mamá cuando creció a sus hijos y las ideas
relacionadas al cuidado de los hijos, “considero, que cada mujer, toda mujer debe de ver
por sus hijos y luchar por sus hijos”, “yo desde que tuve a tu mamá, yo ya para mí ya no
contaba, sino que yo tenía que ver por tu mamá, yo no tenía una idea de ser una mujer en
especial… no, no tenía, yo lo único que quería que yo saliera adelante con mis hijos, que
yo saliera adelante, no para mí, no en mi persona, porque no, yo tenía, entonces, yo pues
como mujer digo, no, yo tengo que ver por mi hija”; “¿Cómo crear formas alternas de
maternidad sin que por ello invaliden a la mujer como persona?, ¿por qué el ser mujer
también “divertirse” al mismo tiempo? (Palomar Verea, 2005), me parecen que no nos
dejan muchas opciones como mujer o no es que no las tengamos sino que socialmente son
consideradas inferiores. También pensaba ahora, ¿si esta admiración que yo siento por mi
abuelita es por la entrega que ella ha mostrado y si hubiera tenido un tipo de maternidad
no hago falta a los muchachos” pero dijo que antes por sus hijos, su trabajo era su fuerza,
“lo único que tenía yo, porque ahora ya no tengo, es fuerza, era mi fuerza para trabajar y
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 36
para…”, “yo no paraba todo el día… lavaba, planchaba la ropa, y les daba de comer y a
mis hijos también, y pregúntale a tu mamá como dice ella, -Yo no me acuerdo. Dice tu tía
Mirna, no sé si tu mamá así lo piense, que nunca les di sólo un plato de frijoles, sólo
frijol”. Y sí esto es algo que mis tías y mi mamá siempre comentan, mi tía Mirna mencionó
“ella jamás, jamás nos dijo este día no van a comer carne o nada más van a comer frijol y
arroz, jamás, todos los días en la casa habían las tres comidas, ¿cómo le hacía? No lo sé,
pero las tres comidas las hacíamos y siempre, siempre, siempre, ella tenía hijos chicos y yo
la veía que trabajaba mucho”; continúa mi abuelita, “yo me dedique exclusivamente a mis
hijos… yo nunca desayunaba en el mercado para no gastar… y digo no porque con esto
mejor… puedo comprar una fruta a mis hijos, aunque sea naranja y plátanos y su pan, y
eso es lo que yo hacía…yo le iba a comprar su pan, pasaba a comprar plátano y naranja y
ya mi hijos ya tenían”, para mi abuelita esto no es sólo es una fortaleza para ella también
es, en sus palabras, “amor de madre para los hijos, y es una obligación, porque yo siento
que yo todo lo que hice por mis hijos, lo poco o lo mucho que hice por mis hijos, lo hice,
por mucho amor y porque es mi obligación, yo nunca esperé… lo poco o mucho que le
pude dar… fue mi obligación, no tienen por qué pagármelo, si quieren buenamente me dan
sino no, y así lo considero”. Respecto a esto se ha señalado que “no es el amor lo que
determina que una mujer “cumpla” con sus “deberes maternales”, sino la moral, los valores
Vera, 2005 p. 43), sin embargo yo “me siento muy agradecida porque yo sí me sentí muy
amada y querida por mi abuelita y esto me pone en una ambivalencia porque, por un lado,
critico y juzgo lo que pudiera parecer cualquier “sacrificio de madre”, pero al mismo
De manera similar, mi tía Mirna al hablar de ser mujer, habla de mi abuelita, y cómo
vivió ella, lo narrado por mi abuelita, como vivió ella el ser hija de mi abuelita, “yo me
siento una mujer hasta cierto punto feliz, feliz, mi vida a veces ha sido dura, pero siempre
he tenido una mente muy positiva, que siempre todo lo que viene va ser mejor y no me
considero una mujer frustrada, o sea, yo siento que hecho lo que he, como mujer, lo que he
deseado lo he logrado, lo he logrado, este, y pues yo me siento feliz con lo que soy”,
“siempre me ha gustado la alegría que tiene mi tía Mirna, como baila, como busca hacer
muchas cosas”, mencionó como ayuda “la seguridad que tengo en mí misma, de que yo lo
puedo hacer y quizá también que cuando fui niña tuve una infancia feliz sin ningún
impedimento para hacer lo que yo quisiera pero a la vez yo siento que mi madre me influyó
dinero y todo lo que queríamos lo teníamos que buscar por nosotros mismos, si por
ejemplo, yo quería ir al cine yo tenía que buscar el dinero haciéndole mandados a las
vecinas, lavándole los trastes o ayudándola en algo para que yo tuviera dinero, porque
tenía yo permiso pero no tenía dinero, y mi mamá nunca nos limitó para decirnos no vas, o
te castigo, nunca nos castigaba, nos pegaba sí pues, porque nos peleábamos, y pues yo
creo, ahorita (ahora) yo la comprendo pues su estrés con sus tantos hijos, 7 hijos, 8 hijos y
este marido desobligado que él nada más cumplía con llevar la comida y no sabía si ibas a
la escuela o si necesitabas otras cosas, pero por la otra parte, él jamás se metió con
nosotros, nunca, nunca, ni para bien ni para mal, nunca nos prohibió nada, lo veíamos
como, pues, sabíamos que era mi papá, le teníamos hasta cierto punto un respeto pero
hasta ahí nada más, él con nosotros jamás se metió y todo lo que fuimos, éramos
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 38
su sacrificio porque a veces, como te vuelvo a decir, me pegaba, nos pegaba casi diario
pero porque me peleaba yo con mis hermanos, con mi hermana y este, sentía yo que ella
nos daba mucha libertad, para hacer nosotros lo que quisiéramos, nunca, bueno al menos
yo no tengo ese resentimiento –Ay mi mamá nunca me dejó ir, mi mamá, si mi mamá me
hubiera dejado. Yo hice lo que quise, siempre hice lo que quise, quizá yo pienso que, yo
quizá hubiera trabajado la hubiera ayudado, pero creo que ella no esperaba nada de
nosotros nada más que creciéramos y saliéramos adelante”. Creo que mi abuelita logro
transmitir muy bien el mensaje de lo que ella quería para sus hijos que salieran adelante
porque son casi las mismas palabras pero dichas por tía Mirna desde su propia experiencia
como hija.
como hija de mi abuelita mencionó, “yo pienso que no tengo la, no la capacidad sino, no
sé, ese, como que, es un don lo que tiene ella que es así”, continúa “es muy trabajadora,
toda su vida ha trabajado para salir adelante ella sin haber estudiado ha logrado mucho y
era como para que diga, –A cómo yo no estudié, ustedes tampoco van a estudiar. ¿No?,
pero pues no, nunca ella dejó de ver por nosotros, de que trabajaba y siempre había, quien
sabe cómo le hacía pero siempre había que comer, nos vestía, todo, pienso que también eso
ha influido en que nosotras también tratemos de trabajar de hacer algo para que se pueda
salir adelante porque si no si te sientas a esperar que te dan algo, ¿cómo?”, “ella nunca
esperó que le dieran nada, ella trabaja o veía que hacer para que podamos comer,
Por su parte mi tía Addy también mencionó las carencias de la niñez, y presentó, no
sólo a mi abuelita, sino también a mi mamá y a mí tía Mirna como parte de la influencia en
su ser mujer, ya que son sus hermanas mayores, además sacó a la luz una escena familiar
que me atrevo a decir, fue trascendental para todos dentro de la familia, principalmente para
las mujeres, además le da entrada a un personaje más dentro de la historia, que había sido
mencionado sin haber tenido una participación activa, mi abuelito Fito. “Nosotros no
tuvimos muchas oportunidades, más bien ellas, mis hermanas, no tuvieron muchas
lado laboral, han salido adelante con todas las limitantes que tuvieron de su vida, en su
yo, en la dos, y del lado de, también han tenido logros con sus hijas, ya tienen alguna
carrera”, también “mi mamá, a ella si la tengo muy así en alto, porque, o sea yo digo -
¿Cómo mi mamá salió adelante?. O sea, con lo poquito que mi papá le daba, ella logró
comentado que cuando Gloria, mi hermana, quería estudiar la secundaria que (mi papá) le
dijo –¿Para que la vas a meter a estudiar?, mejor que se meta de mesera. Entonces y que
dijo ella –No, mi hija no va a ser mesera, cómo va ser posible, mi hija va a estudiar porque
tiene que estudiar algo. Entonces eso también, si veo, mi mamá es un ejemplo muy grande
para mí, porque digo yo, -Mi mamá ¿de dónde? O sea, no sé cómo le hizo, no sé cómo le
hizo si alguien la ayudó, la verdad no sé, pero ella, logró, no se dejó vencer por mi papá,
porque ella hubiera dicho, que le hubiera dicho a mi papá –Ah, pues sí, tienes razón. Mi
hermana (Gloria) ahorita estuviera no sé cómo, su familia, que son ustedes dos, Andrea y
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 40
luchó y salió adelante y mi hermana estudió, la otra también, y ahorita mira ya, ellas ya
están jubiladas, bueno una, porque la otra pues, ya le falta poquito si Dios quiere, pero no
se dejó vencer por mi papá, y no sé cómo le habrá hecho pero sí logró eso”. “Oigo esto y
no dejo de conmoverme, me hace pensar en que esa decisión de que mi mamá estudie, fue
un parte aguas para todos los demás (miembros) en la familia, mis tíos varones, en mis tías,
en nosotras como hijas y nietas, me siento conmovida por esta historia y me hace pensar
que mi abuelita quería estudiar, y pienso que yo quisiera estudiar todo lo que ella no pudo,
pero yo no sé si podría aprender todo lo que ella es, aun sin haber estudiado “formalmente”,
también me hace pensar en ¿cómo hubiera sido nuestra historia como mujeres sí, y
nuestras vidas? No me concibo de otra forma, tal vez yo también sería mesera, o no tendría
carrera, ni tampoco mi tíos y tías, no me imagino la vida de otra forma, me impacto oír
esto, siento una opresión en el pecho de sólo oír esto e imaginarme la vida de otra forma.
¿Lo sabrá mi mamá, habrá escuchado ella esta posible discusión sobre sus estudios, cómo
habrá sido para ella?, No puedo describir lo que me hace sentir esto, realmente me
conmueve y no puedo, ni quiero evitar el llanto que me producen estos comentarios”. “De
igual forma, ¿porque estudiar y no trabajar? Porque también una forma de salir adelante es
trabajando sin necesariamente estudiar ¿qué veía, qué escuchaba, con quién hablaba mi
abuelita que le surgió la idea del estudio?”. Continuó mi tía Addy, “mi papa decía –La
mujer para qué va a estudiar, que no estudie, métela de mesera. Y eso siempre lo tengo
aquí (señala su pecho), que mi mamá me lo dijo, que su primera hija mesera, y ella dijo –
No, cómo va a ser mesera, tiene que estudiar algo. Y todos estudiamos, a todos nos dieron
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la… todos estudiamos”. De hecho mi mamá mencionó y creo sin conocer esta escena algo
relacionado, “tal vez si por él (mi abuelito Fito) fuera tampoco hubiéramos estudiado
porque él decía que las mujeres eran… -Para qué madre van a estudiar, si luego se casan y
no trabajan o sí trabajan van a mantener a su marido. Entonces él así pensaba pero no,
tampoco no dejo que no estudiemos”; ella agrega en otro momento pero muy relacionado a
esta escena, “tal vez si me hubiera yo quedado en Cd. del Carmen, no hubiera yo
nada o hubiera yo hecho otra cosa, sería, no lo puedo imaginar, ni pensar, que hubiera
pasado si me hubiera quedado allá, porque tu tía Mirna también tuvo que, menos tiempo,
pero salió de Cd. del Carmen, un año, pero salió de Cd del Carmen y ya luego regresó, no
quiere decir que allá no se pueda estudiar pero en mi caso no sé qué hubiera pasado”.
consideré prudente decirlo”. Mi mamá continúa, “mi mamá se sacrificó un montón para
darnos lo mucho o lo poco que nos dio, nos apoyó un montón porque si no hubiera sido por
ella, creo que nadie de nosotros hubiera estudiado”, y efectivamente creo si ella no se
hubiera enfrentado a mi abuelo, como dijo mi tía Addy, nadie de nosotros hubiera
ejemplo a seguir, en su ser mujer mi abuelita menciona que ella no siguió ningún modelo
de mujer, “no tuve, como tú dices, un modelo que seguir, no tuve a nadie, pues yo dije las
cosas sucedieron… mis hijos… salieron como Dios quiso” y no fue necesario según ella
porque “cada uno forja su propio, su propio modelo digo yo”. “Me viene la idea de la
formación de género por aprendizaje por indicación directa, pero ahora pensaba que el
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 42
por hecho sin cuestionarse”. Lo que me recordó esta frase “soy constituida por un mundo
que la hubiera apoyado y ayudado en su ser madre, “el apoyo que recibí de unas personas,
de tu tío Paco, que yo le lavaba y le planchaba la ropa, y él me daba dinero, eso era un
apoyo, y quería mucho a tus tíos, a Andrés, a Juan, y todo eso, y yo se lo agradezco, al otro
Paco igual”, “tu abuela (Tona) ayudó a tu mamá a venir aquí, eso es lo único que
agradezco mucho a tu abuela también, que por ella tu mamá esté aquí, porque yo no sabía
qué hacer con tu mamá, ya había terminado la secundaría y me dice pues yo me la llevo a
Mérida, y ya me la trajo aquí y ya con eso, pues ya entonces viniendo tu mamá aquí, ya
luego vino Mirna… pues gracias a esas ayudas que yo tuve de tu tía Teresa, con tu mamá,
con tía Mirna, con todo eso, pues pienso yo, que también en esa parte pude lograr lo
demás”.
Al igual que mi tía Addy, mi mamá y mi tía Mirna mencionaron a mi abuelito, pero
diferencia de la manera cómo mi tía Addy habló de él, “que yo recuerde de mi papá nunca
tuve una muestra de cariño, de afecto, nada de mi papá, nada, inclusive el día que se murió
le di un beso, de eso sí me acuerdo mucho, no, él se dedicaba a darnos de… de mal comer,
a darnos de mal comer y… y su vicio nada más se dedicaba”. Sin embargo, mi abuelita
señaló la relación con él, de una manera totalmente distinta a lo que yo pensaba, ella
mencionó que la fuerza para trabajar, el amor con los hijos y el carácter como los elementos
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 43
que le permitieron crecer a sus hijos de la manera como lo hizo, específicamente del
clase, todos tienen su papel, mira, esto es… -Tú tienes que estudiar porque tienes que
estudiar. Y yo, era lo único que les decía, quizá pues, yo no sé si eran muy buenos tus tíos o
también estaban viendo que sí les hacía falta porque yo les decía, -Aquí tienen que estudiar
porque tienen que estudiar, yo no puedo ayudarles con su tarea, no puedo, no puedo
ayudar, en primera no lo sé, segundo no tengo tiempo, así que aquí, tienen que estudiar
porque tienen que estudiar, por su bien. Y nadie decía nada y bendito sea Dios, con nadie
luche, (se ríe) fue como te digo, primero porque, porque no sabía, segundo, y la prueba es
que, es que ellos decían tienen que ir a la escuela, ver que ellos tengan su uniforme, ver
que ellos, pues yo me preocupe por ellos y pues ellos también, fueron hijos demasiado
venían con su diez aunque sea ochos como tu mamá, ocho se pudo, así tu mamá solo puros
ochos”. Agregó también “yo de chica era más rebelde, o sea de chamaca, de muchacha
era rebelde”, “rebelde porque yo a tu abuela nunca le tuve miedo, a eso le digo mi
rebeldía… “Me parece que se siente orgullosa de no tener miedo de mi abuela, como que si
no temerle fuera un logro” …porque yo hacía lo que, si digo que voy hacer una cosa, yo lo
hacía, yo eso voy a hacer y eso voy a hacer, porque ni a tu abuelo querían y yo dije con
éste me caso y yo me caso con éste porque, por la terquedad, pero me caso con tu abuelo y
él tiene un carácter pasivo, pasivo”, “pasivo digo yo porque es muy callado, es muy, pues
nunca … no es de gritar, no es de decir nada, ni decir, todo estaba bien, todo está bien
para él y así que, entonces eso me fue apagando, ya no tuve con quien pelear, (se ríe) ya no
tuve con quien, pero ya después nacieron mis hijos y ya les impuse esto tienen que hacer
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 44
porque esto tienen que hacer”, “creo que si influyó en que se cambiara mi carácter”. Qué
contrastante la imagen presentada por mi tía Addy acerca de mi abuelito, acerca de su vicio
confieso que no pensaba que mi abuelita lo describiera de esa manera, pensaba que incluso
Gloria
compartido sobre mi mamá y mis tías han sido en relación a mi abuelita, como ejemplo a
seguir y como hijas que vivieron la maternidad de mi abuelita, pero mi mamá y mis tías
desde su ser mujer y ser madre están relacionadas con sus propias hijas e hijos y su propia
pareja. Por su parte menciona mi mamá, “antes te decían, las mujeres no estudiaban, no
hacían nada, que se tenían que casar, que tenían que tener hijos… y nada más en su casa,
que no trabajaban, a esperar hasta que su marido les diera, pero pues nunca, al menos a
mí, nunca me dijeron tienes que hacer esto, para que seas mujer tienes que hacer esto,
esto, esto, o lo otro…”; algo que mi mamá mencionó una diferencia en ella, “yo no quería
que me pasara como a tu abuelita, que tuviera que estar así nada más trabaje, trabaje y
trabaje en su casa y esperando lo poco que le diera tu abuelito, pero ella también buscaba
por su cuenta, pero le daba más trabajo porque no había ella estudiado para nada”,
además “yo no me quería casar y tener hijos así enseguida y, pues yo quería trabajar,
tener mis cosas y hacer, tal vez lo que no tuve, porque ya teniendo hijos, ya es una
manutención y todo eso”. Pareciera que el rol de madre y la responsabilidad que implica
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 45
está muy interiorizado, lo imagino como si de antemano ya se sepa todo lo que hay que
trabajar y esforzarse por los hijos por lo que debe ser una decisión bien pensada. La
brevedad de este apartado se debe a la forma misma en que mi mamá se compartió, sin
Mirna
mujer y su ser madre, mencionó algunas vivencias con sus hijas e hijo y de su relación con
mi tío. Ella inició diciendo, “yo siento que las mujeres, que las mujeres son muy, muy,
tengo el concepto de la mujer que es más fuerte que el hombre, es más dicen que el hombre
es el sexo fuerte pero no es cierto, las mujeres somos más fuertes que los hombres, más
resistentes al dolor, más responsables cuando tenemos que sacar adelante a los hijos… yo
siempre me he sentido fuerte por mi condición de mujer”; “muchas compañeras veo, -No,
que no manejo porque me da miedo. Y le digo –No manejas porque no has tenido la
necesidad de aprender, pero si tuvieras que llevar a tus hijos a la escuela o ir por ellos que
está lloviendo y todo, vas a ver si no vas a aprender a manejar”. Al igual que mi abuelita
mi tía Mirna menciona como para ella los obstáculos la hicieron más fuerte, “los
obstáculos que se te van presentando, es lo que va haciendo que seas más fuerte, yo me
siento una mujer fuerte”. Sin embargo hubo un tiempo en el que no lo sintió así y
desconocía todo acerca de la enfermedad, y mi única hija, y renegaba yo, -¿Por qué Dios,
porque Dios, porque a mí? Pero ya luego comprendí que gracias a Dios tengo cómo tratar
gracias a Dios con el apoyo de mi familia, porque en ese tiempo que Karina enfermó, me
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 46
ayudaron toda mi familia, tus primas, las hijas de tía Teresa, todos los que estaban en
Mérida porque en ese tiempo tu mamá no estaba, me ayudaron bastante, me dieron mucho
que hay que seguir adelante… y me acuerdo una vez que Karina no sé qué me pidió y le
digo –No Kary, porque tengo que comprar tu medicina, porque el doctor me dijo –Si tiene
usted dinero, compre la medicina que es mejor que la del seguro. Y yo le compraba su
medicina y le digo –No, porque tengo que comprar tu medicina. Y me dijo –Pues no me
que nació Karina, yo quise volver a embarazarme y no se pudo, no se podía, y hasta que un
médico me dijo –Hay que hacerte unos estudios. Y me los hice un mes antes de que se
el doctor y me dijo –Mirna qué paso con lo de tus análisis. Y le digo –Sabe que doctor, yo
ya no quiero otro hijo, no quiero otro hijo porque no vaya a salir con la misma enfermedad
que Karina. Y me dice –No pienses así, no sabemos. Y lo fui a ver, me dio un tratamiento y
a los tres meses, ya estaba yo embarazada (se ríe) de Patty, y pues el embarazo de Patty
fue terrible para mí, terrible, terrible por la enfermedad de Karina, que había que estar en
el seguro cada semana, cada mes, ingresada, ingresada, ingresada, me acuerdo que un día
yo estaba llorando porque no sé qué le iban a hacer a Karina y le dice una enfermera –No
llores, no ves que cuando tú lloras, haces que llore tu mamá y le va a hacer mal a tu
hermanito. Y así fue pasando el embarazo de Patty, ya cuando nació Patty pues fue una
alegría muy grande porque yo sabía que Karina anhelaba un hermanito, (se ríe) era su
máxima ilusión, tener hermanito, y nació Patty, todo era novedad, todo bien, pero la tuve
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 47
que dejar, a los 26 días la dejé y me acuerdo que íbamos en el camión y me puse a llorar
porque me dio sentimiento dejar a mi hija y me dice Karina –Si vas a estar llorando, mejor
no me traigas, mejor vengo con mi abuelita, y yo dije pues tiene razón, y ya, porque con su
papá no le gustaba ir a sus consultas porque ya ves cómo era, que todo lo quería rápido,
todo lo quería temprano y todo, y así fue pasando el tiempo y Karina pues fue mejorando y
mejorando, poco a poco y yo, yo me confié… me iban a operar cuando nació Patty para
que ya no tuviera hijos pero por circunstancias, sólo Dios sabe porque, ese día no llegó a
regresar pero viajaba yo a México, viajaba yo a Mérida con Karina y cuando me di cuenta
de los hijos, mi vida que era hasta cierto punto cómoda, del trabajo a mi casa, pues
trabajaba yo en la noche y a Karina la veía tu abuelita, todo tu abuelita, Karina por eso
está muy pegada con tu abuelita porque todo tu abuelita, yo si me quedaba durmiendo todo
el día, sabía que Karina estaba con tu abuelita, pero ya que nacieron los chamacos, llevé,
ahora sí, que un cambio drástico totalmente y ahora sí, gracias a la ayuda de Karina, que
me ayudaba con sus hermanitos, yo siento que pude salir adelante, pues había que
que tu tío a veces me apoyaba y a veces no, a veces se llevaba el carro, me dejaba a pie, yo
tenía que ir por los chamacos, venir, lavar la ropa, todo, todo lo tenía yo que hacer, a
veces hasta me daban hasta las once de la noche y ni siquiera me podía bañar porque se
me dormían los chamacos encima, hasta que llegaba Karina que me los pudiera quitar, fue
una etapa que, yo siento que trabajé durísimo para… pero yo siempre siento que a pesar
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 48
de todos esos trabajos que pasé, yo siento que disfruté a mis hijos como no hice con
Karina, la diferencia fue porque lo tenía que hacer todo yo (lo dice riendo) y ya salía yo
con ellos, me daba yo tiempo, a pesar de que tenía mucho que hacer, me daba tiempo de
llevarlos al parque, andábamos, el otro día estábamos recordando con Patty, que
andábamos buscando parques donde hubieran juego nuevos, los llevaba yo, en ese tiempo
no había malecón, los llevaba yo allá a San Francisco, para mí era un relax llevarlos a san
francisco porque los metía a esos juego que había allá y agarraba una revista, un libro, lo
nos veníamos así en camión, hasta en el carro o como sea, siento que a pesar de tanto
trabajo la pasé bien con ellos, en el crecimiento de mis hijos”. “¿Qué cambio en la mujer
que tú eras antes y que luego que fuiste a partir de ellos?” pregunté durante la entrevista,
“yo siento que me hice hasta cierto punto más fuerte”. “Ya era fuerte, se hizo más fuerte”.
Me parece muy conmovedora a historia de mi tía Mirna, lo que ella pasó con la enfermedad
de Karina y el nacimiento de los niños 14 años después. “Las necesidades que transforman
y nos vuelven otros, o más que otros, nos vuelven uno mismo”, para mí son “mujeres
forjadas en hierro”, menciono esto y “me hace pensar que tal vez estoy sobreestimando a la
mujer y creo que se vale porque soy mujer y son mis parientes”, además no puedo estar
ajenas a mis valores, entro con todos ellos, nada más me queda reconocerlos y hacerlos
hacía pensar “¿Qué hizo que ellas no se derrumbaran ante la adversidad, no tuvieran
dónde radica su diferencia con otras mujeres que yo he visto en terapia, que ante los
diagnósticas porque no llegaron con un médico porque, tal vez tuvieron conversaciones
exitosas entre ellas, ellas mismas se apoyaron entre sí, así que probablemente no se
construyó como una enfermedad como tal sino como más carga de trabajo y como han
comentado ellas mismas, han trabajado desde siempre, también pensaba en “ser experto en
la propia vida”, “solo uno sabe lo que necesita y debe hacer aun y con todas las voces
Por otra parte, “me da la impresión que la imagen sobre los hombres es de
irresponsabilidad, principalmente hacia lo hijos y me hace pensar que es un sesgo y que tal
vez han faltado ejemplos de hombres que sí sean responsables y que de alguna forma
contradiga esta idea”; “por otro lado pensaba que esta idea me parece un estereotipo de
género y no si realmente los hombres estén siendo así, o qué estamos haciendo para
acuerdo porque creo que hombres y mujeres pueden ser y hacer más cosas de las que los
estereotipos señalan”, pero “¿Cómo buscar pareja, cómo formar una familia? si se tiene esta
idea de los hombres, si inicialmente “se confía” en ellos, ¿Qué pasa para que se conviertan
autocumplimiento (Myers, 2000) de esta imagen que se tiene de los hombres?”. “Al mismo
tiempo pensaba, si otros hubieran sido los ejemplos de hombres, ¿No hubieran tenido que
desarrollar esta independencia, esta androginia, esa fuerza, lo pensarán ellas así?”, “¿Se
hubiera presentado?”.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 50
Addy
No puedo dejar de mencionar a mi tía Addy y su ser mujer y su ser madre, como lo
ha vivido ella, “parte de ser mujer es ser madre y darle un buen ejemplo a mi hija, para
que… pues, es muy difícil que ella, ahorita (ahora) con lo que se está viviendo en la
actualidad, es muy difícil tratar de… o sea inculcarle eso, porque ya ves que en la calle
hay otras cosas y eso, y yo trato de darle todo eso a mi hija, todo ese ejemplo, los valores,
de la humildad, del amor, la comprensión y todo eso, pero si ella no lo, o sea, ¿cómo
decirte?, Yo se los puedo… yo le digo, se lo explico a ella, pero ella a veces no, ella agarra
otra actitud, es lo que, me preocupa”, “a la gran mayoría de las mujeres les preocupa la
seguridad de nuestros hijos, o sea, que sean buenos hijos, que tengan valores, que tengan
conocimientos, que le pongan empeño en sus estudios y todo eso”, “sí, mi hija Karla ha
influido en mi… porque yo quisiera que ella, no tanto que me imite a mí, sino que tenga
buenos valores”. “En lo espiritual, mi hija Katia (hace una pausa), porque, del lado de
religión (lo dice con la voz cortada y con los ojos con lágrimas) nos han inculcado en
nuestra religión si tú llevas una vida, pues más bien dentro de lo que es, o sea si tu aplicas
la religión y tratas de dar todos esos, o sea, llevar bien tu religión, estar bien con Dios,
hacer oración, y por todos darle amor, aunque es muy difícil, me dicen que este, yo voy a
ver a mi hija (se le quiebra nuevamente la voz), porque se supone cuando uno muere, pasa
a otra vida, entonces yo quisiera ver a mi hija, y por eso también trato de hacerlo, como a
pero ya a través de la iglesia, de leer, de leer algunas pues, libros que me han regalado,
pues ahí me doy cuenta de que yo no tengo la culpa porque ella está, ya está, ya cada quien
trae su pues, su destino, entonces cuando Dios dice hasta aquí, es hasta aquí y también
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 51
pues, en la situación de ella, pienso, pues que iba a sufrir más aquí, o sea Dios sabe
porque hace las cosas”, “así que mi fortaleza pues es Dios sobre todo, y mi hija Karla, me
da fuerza pues mi hija, que yo vea que ella salga adelante, que logre lo que quiere, sí, esa
“Me dolió verla así, pensaba que ser madre no termina cuando un hijo muere, la
relación se continua, desde otras perspectivas, desde otras realidades”, y pensaba en una
frase dicha por Christopher Kinman (2011)“la muerte no te remueve del rizoma, sólo se
tiene una relación diferente entre la gente que ha muerto y la gente que no ha muerto”,
también “pensaba en la identidad a partir de otros, como vamos siendo en función de las
demás personas y de cómo queremos ser vistos y ser percibidos, y también somos lo que el
“recuerdo que también fue un momento incómodo para mí porque no supe qué hacer, me
siento muy apenada por ella, creo que le debo una disculpa por no reconfortarla, por no
abrazarla en ese momento”, “me preguntaba ahora ¿Cómo la había cambiado esta situación
de este suceso?”. Creo a veces damos por hecho un proceso de duelo e inferimos que hay
dolor, y preferimos no preguntar, pero creo no podemos saber, qué pasa con una persona
hasta que se lo preguntamos. Por otro lado “me quedó la duda si esta información acerca de
nuevamente me siento invitada a ser respetuosa con lo que sea diferente para mí, lo que no
entienda o no comparta, sólo cada uno puede ser experto en su propia vida (Anderson,
Loretito
Por mi parte como mencioné muy al principio, nunca he tenido la certeza de si voy a
ser madre, porque tampoco he tenido el deseo o anhelo de tener un hijo, tampoco considero
que sea algo que me defina como mujer, tenía la certeza de que iba a estudiar, de que iba a
tener un profesión, un posgrado, una casa, pero no un hijo o una hija, la idea ha ido y
venido de mí y ahora con mi reciente matrimonio se ha vuelto una posibilidad más concreta
y ha sido una pregunta obligada y frecuente que he estado recibiendo de muchas personas.
No me gustaría que esto se mal interprete y se piense que rechazo o critico la maternidad
sin embargo no creo que se necesite para ser definida como mujer, lo que sería “disociar a
la mujer de la madre” (Palomar Verea, 2005), también he pensado en “la idea de que si tal
vez yo no tenga hijos ¿Ningún logro será lo suficientemente grande o importante como los
hijos?” y son estas este tipo de ideas con las que no estoy de acuerdo, porque creo que
limitan el ser mujer, para mí ser mujer …y me doy cuenta de que yo misma no tengo clara
la idea de lo que es ser mujer para mí, pienso ahora que esta idea ha estado más en función
de lo que no quiero ser, o lo que quiero ser, en lugar de lo que soy o se es. De igual forma
reconozco que difiero en relación a cómo vivir la maternidad, en los sacrificios que se
espera que se hagan, en desaparecer como persona por ser madre, aunque Bauman (2009, p.
18) menciona “el impulso al sacrificio es el fiel compañero del amor y la amistad”; pero al
mismo tiempo pensaba, como mencioné anteriormente, “¿Si yo hubiera estado dispuesta a
no ser el centro de mi madre, a que ella considerara otras cosas como lo más importante, si
yo me sentiría mal por ello pero sería por aprendizaje de que debo ser lo más importante?”.
Me parece que todas las ideas están mezcladas, me parece que por un lado, desde un punto
de vista académico y teórico, mis críticas, las formas alternativas de ser mujer y ser madre,
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 53
tiene que ver con mi trabajo profesional y al mismo tiempo en como yo desearía vivir mi
propia maternidad, pero al mismo tiempo, como nieta, como hija y como sobrina que he
sido y de la forma como he sido tratada tan amorosa y responsablemente, chocan en mí, y
desearía que no fuera así, desearía no tener estas contradicciones. Tal vez sería más sencillo
tener una visión más tradicional del ser mujer y el ser madre pero al mismo tiempo creo que
disfruto más estas ambivalencias que me hacen pensar, cuestionarme y buscar alternativas
para una maternidad libre de culpas, libre de presiones, libre de “deberías” por una
preciado?, acepto que dar la vida es algo extraordinario, pero ¿cuándo se construyó toda el
diferencias entre la imagen que promueven las distintas religiones? en mi caso, aún y
cuando no lo sigo, tengo como referente la emulación de la virgen María como modelo a
interesa promover esta imagen, quien sale beneficiado con la presentación de esta
imágenes, quien está detrás de los medios de comunicación?” Y fui feliz al encontrar una
pequeña reseña sobre el origen de la celebración del día de la madre en México escrito por
Marta Lamas (2010) en la que brevemente señala como éste fue instaurado para opacar un
exaltando y premiando el rol de “buena madre” vs. el rol de mujeres con libertad
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 54
reproductiva.
qué forma a través de lo que logren en este caso sus hijos es un logro para ella?, ¿Cómo
aprendió esto ella, quien se lo dijo? y pensaba ahora más en una visión relacional, que
somos lo que otros son y los otros son lo que nosotros somos (Gergen, 2009). “Pensaba
también que en general tal vez no les dijeron explícitamente cómo era ser una mujer con
palabras directas sino me parece que puede ser algo que se dio de forma implícita, sin
cuestionar, sin resaltar, sin hacer mención especial… como algo en automático que se da
por hecho, y pensaba nuevamente en mí, en el sentido de que fue hasta que estudie la
carrera que me fue más significativo el término de género y sus roles y estereotipos, la
que lo hice más consciente, que cuestioné, que critico, que busco cambios pero en
retrospectiva, aún y cuando me parece que no fueron en su totalidad los roles más
tradicionales, no cuestionaba muchas cosas, o sólo algunas, pero en general estaba muy
tranquila con lo que se esperaba de mí como mujer y con las cosas que yo sabía “debía
persona, el logro de la maternidad, al pensar que hay cosas más allá, al pensar que no es lo
esto?, ¿Qué pensarían? ¿Se sentirían mal, desvalorizadas, dirían que estoy en un error, o
porque no soy madre no lo comprendo?, ¿Cómo presentar mi sentir, mi pensar sin invalidar
ni hacer sentir mal a los demás?”. Dude en poner estas últimas preguntas pero son mis
respuestas, es el diálogo que surgió y son algunas cosas que pienso, y aunque no piense ni
sienta igual a ellas en muchos aspectos, las respeto y las amo profundamente.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 55
que, de alguna manera, fue un tema importante en esta historia. Dentro del apartado de ser
madre mi abuelita compartió una anécdota de rechazo a su apariencia física que la impulsó
a superarse y ser mejor. Como mencioné anteriormente, cuando ella mencionó que ese
rechazo fue por considerarse la más fea, me sorprendió mucho y me hizo pensar en la
imagen corporal y la apariencia física con un elemento importante del ser mujer, pensaba
en la idea esperada o en mandato social de que la mujer tuviera que ser bella, bonita,
delgada, de buen cuerpo y cuando no se cumple con esta imagen esperada, al igual que
como con otros aspectos esperados del ser mujer, se juzga, se critica, se rechaza, como fue
Por su parte mi mamá cuando comparte sobre la apariencia física menciona, “para
mí me vale, o sea, no es que me valga, pero sí tiene que ver mucho, o sea, te dicen para que
seas mujer tienes que vestirte bien o estar pintadita, arregladita, y a mí eso no, nunca me
aspecto físico, no andar sucia, no toda desarreglada, no que vayas tampoco al último grito
de la moda, porque pues tampoco, pero sí tiene que ver, o al menos eso, desde que estás
chica –Ay que tienes que estar arregladita porque las mujercitas se peinan con sus colitas
y sus zapatitos limpiecitos. Me dio mucha risa escucharla y la manera como lo dijo,
burlándose y como rechazando lo esperado. Ella continúa, “también pienso que según el
trabajo que desempeñes puede ser, no vas a ser modelo y estar gorda, ¿ah? Yo pienso que
depende también de la actividad que tú realices, debes de ir, ser congruente con tu
aspecto”. Ella también compartió sobre su propia imagen, “yo últimamente he dejado, me
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 56
ha valido, de que no me pinto, no me esto, porque antes, cuando era yo más joven, también
tiene que ver, yo me imagino la etapa de la vida, te pones perfume, te pintas, pero, ahorita
(ahora) yo pienso que no es importante, no porque yo ya esté vieja, pero pues no me atrae
lugar de la apariencia física, parece que con la edad, la preocupación se concentra más en la
salud del cuerpo en lugar de su apariencia. “Ya con la edad, ya debes, debes de cuidarte
más o poner más atención a tu salud pues ya no es lo mismo de cuando uno está joven y
pues tratar de mantenerte activa para que, ya ves que sí uno no hace actividades y todo,
tener, ¿cómo, cómo se puede decir? O sea que no estés pensando sólo en enfermedades y
cosas y cuidarte pero no traumarte u obsesionarte con –Ay me puede pasar esto, ay me
puede pasar lo otro, ay me puede… Pero sí cuidarte de lo que comes, de lo que tomas, de
lo que, yo no hago nada de eso”. Al igual que mi mamá, pensaba en la edad como un factor
que influye de manera continua, y pensaba en la paradoja del cambio, de que lo único que
constante cambio según la etapa en la que estemos viviendo. También pensaba en las
instrumento de nuestro asidero en el mundo, éste se presenta de manera muy distinta según
Por su parte mi tía Mirna comento al respecto, al preguntarle sobre las cosas que
incluía ser mujer ella mencionó lo siguiente, “mi cuerpo, cómo me puedo vestir, me puedo
todo, cualquier adorno, o me puedo quedar sin ningún adorno, y me considero bella”. (Se
ríe). “Me encantó oírla decir esto de ser bella”. Ella continúa, “yo pienso que no es
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 57
importante tu apariencia física, pero si te ayuda bastante tener un físico no tan feo, porque
la belleza, muchas veces la tenemos por dentro y tú puedes ver a una persona fea y quizá
hasta te de temor hasta tratarla pero ya, al acercarte a ella vez que es una bella persona y
la sociedad como te ve te trata, pero para mí eso no significa mucho, yo puedo, lo mismo
voy, me pongo maquillaje, que no me pongo nada y salgo así, me da lo mismo, ¡va!, la
apariencia si me importa, pero no como algo indispensable que no pueda yo salir si no voy
maquillada a algún lado o con un vestido así de súper moda, yo me siento bien con mi
persona, como soy con mi cuerpo y me siento que, pues, ¿cómo te diré? Contenta y
agradecida con Dios por mi cuerpo, con mi físico, yo me siento contenta como estoy”. Mi
tía Mirna menciona también como la ha ayudado sentirse contenta con su cuerpo. “Me ha
ayudado, porque, cómo te decía, es el mismo medio, la misma sociedad te va, para las
otras personas importa mucho tu apariencia o quizá la manera de que te relaciones con
ellas pero para mí sí me ha ayudado pues porque, siento que no me da mucho trabajo
creo que por mi físico ni nada sino más bien por la manera de tratarlos o la manera de
cómo soy”. “Como lo plantea ella, la apariencia física te brinda cierta seguridad de inicio,
un primer paso o un primer requisito del bienestar con uno mismo, pero resulta más
Del mismo tema mi tía Addy también compartió algunas ideas. “Es muy importante
causar, cuidar el aspecto de tu cabello, todo, la cara, pues estar gordita, chaparrita, todo
eso también juega, es muy importante porque a veces, bueno, hay ciertas personas que
discriminan, a veces así a las personas, no lo digo en mi caso, porque hasta ahorita, que yo
sepa, nadie me ha discriminado por mi apariencia física, pero sí es muy importante tener
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un buen aspecto, una buena apariencia, la mujer, para eso es porque pues, hay muchas
herramientas para que la mujer dé ese aspecto, o sea, hay infinidad de cosas, maquillaje,
en lo que respecta a la cara, el cabello y, hacer ejercicio, todo eso hay muchas
herramientas para que uno logre tener todo esa apariencia y también es muy importante en
la mujer eso”. “La apariencia física puede ser causa de discriminación, de abrir
oportunidades, de bienestar, rechazo, de confianza en uno mismo”. Ella agrega, “me siento
bien así como soy, yo me quiero y pienso que quien no me quiera así no es problema mío,
mientras yo me sienta bien conmigo misma y todo lo demás no me afecta mucho”. Mi tía
Addy siguió compartiendo y habló sobre una parte específica del cuerpo que es
característico de las mujeres de nuestra familia, los brazos. “Me ven de un tipo de mujer así
como, como maternal porque me lo han dicho, -Ay tú me recuerdas a mi mamá. -¿Por qué?
–Porque, ay no sé. Por la forma de los brazos que tengo (se ríe) a veces me agarran, –Ay,
cómo me recuerdas, es que así tiene los brazos mi mamá. Y me abrazan y así me tienen
abrazada porque les recuerdo a su mamá, yo creo que les recuerdo a su mamá pienso
he renegado de ellos por gordos y he deseado que sean flacos, tal vez mi destino es verme
maternal, que irónico, ni yo lo creo, pero sí me parece que son muy simbólicos de la
haga recordar a una mamá, lo que dejaría fuera una imagen de mamá flaca, como yo
esperaría ser, si soy mamá en algún momento”. Mi tía Addy continúa, “por una parte me
hacen sentir bien pero por otra no, porque me dicen no es que yo este vieja, siento como
que me ven vieja, pero me dicen –No, es que así tiene las manos mi mamá, por estas cosas
(señala las pecas de su mano) y el brazo así gordito. Me lo dicen, pero a mí no me molesta
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reproductor, pero ahora pensaba también en cómo el cuerpo de la mujer se ha usado como
objeto sexual de placer para otros, empezando por las parejas, los tratantes de blancas y los
maternidad misma, y al cuidado de los hijos y las labores tradicionales que se espera de las
mujeres, como el cuerpo de la mujer como un cuerpo para otros, al servicio de otros, ya que
todas las labores domésticas que se espera de manera explícita o implícita de las mujeres,
esté en función de otras personas, los hijos, la pareja, la familia, la sociedad (Beauvoir,
2010).
pensaba en que fui afortunada de contar con una apariencia física, me atrevo a decir,
agraciada, disfruto mucho mi imagen física de mujer, me gustan todas la posibilidades que
tenemos de cambiar y arreglar nuestra imagen a través del maquillaje, los accesorios, el
cabello, pero creo no he estado exenta de sentir que debo cumplir con el estándar de
delgadez, creo que ahora estoy por enfrentarme, dentro de poco, al cambio de la juventud
para acercarme a una madurez que implica la aparición de ciertos signos de la edad como
las canas, las arrugas, el aumento de peso corporal, que empiezan a presentarse y que sé,
llegaron para quedarse, no creo que la apariencia física me defina como mujer pero pensaba
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 60
empezó a mencionar mi abuelita acerca de cuando era niña, me parece que esa mujer fuerte
y diferente que yo veía empezó a formarse desde mucho antes, desde que era “chamaca”
como ella dice, ya que compartió unas anécdotas que disfrute mucho oír, conforme ella las
fue contando, fui imaginando la casa de mi abuela Tona, el olor a leña, el gran patio, los
árboles enormes, las guayas, las tortillas hechas a mano con manteca y sal, el guiso de los
pibes y todos los elementos que disfrutaba cuando acompañaba a mi abuelita a visitar a mi
abuela Tona en Hopelchen, me sentí ahí, presenciando las escenas que mi abuelita
describía, así que dejaré que ella nuevamente vaya contando su historia.
muchacha era rebelde”, “digo yo rebelde porque yo a tu abuela nunca le tuve miedo, a eso
le digo mi rebeldía, porque yo hacía lo que, si digo que voy hacer una cosa, yo lo hacía, yo
eso voy a hacer y eso voy a hacer, porque ni a tu abuelo querían y yo dije con este me caso
y yo me caso con éste, porque, por la terquedad, pero me caso con tu abuelo y él tiene un
carácter pasivo, pasivo”. “Me parece que se siente orgullosa de no tener miedo de mi
abuela, como que si no temerle fuera un logro”. “Pues yo creo que tu abuelo influyó en que
se cambiara mi carácter, como te digo, antes pues era más… era más… como que te digo
que yo nunca le tuve miedo a tu abuela, Rosa le tuvo un miedo, hasta que se murió, en
cambio yo no, y hasta ahora me lo dice ella, -Tú nunca... -Yo no”. “Yo no le tenía miedo a
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hacía a tu abuela, -No lo hago porque no lo hago, porque esto es injusto. Y no lo hacía”¸
“si no lo hacía me sonaba tu abuela pero yo no lo hacía, entonces… por eso yo decía yo
que era rebelde, era terca, era… pero ese carácter, te digo yo, como que me lo apaciguó tu
abuelo cuando me case con él, que él era… que no tenía por qué pelear con él”¸ yo veía
las cosas injustas y yo eso era lo que peleaba”. Me encantó releer esta última frase de mi
abuelita sobre las injusticias y su pleito contra ellas, me hace pensar en las personas que son
que luchan y trabajan porque son capaces de ver, sentir, pensar en un mundo mejor, en
nuevas posibilidades, en que las cosas no tienen que ser como han sido previamente, la
aquello que puede generar una injusticia por género, apariencia física, preferencia sexual,
creencia política, religión, creo son esas personas las que terminan moviendo el mundo y
me hacía pensar en cómo mi abuelita movió el mundo de las mujeres de su familia, a través
De igual forma, mi abuelita comparte otras anécdotas de su niñez que nos permiten
ver un poco más de esa “chamaca rebelde” que ella menciona que fue. En el lugar donde
ella trabajaba de niña había una sirvienta, “a ella la ponían a moler con molcajete un
trastón así (señala con las manos una altura) de achiote, pimienta, ajo, todo, todo… y dale y
dale, dale y luego tenía que lavar, luego venían las mujeres, las otras sirvientas de las
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otras casas, -Ay, que vengo a buscar un poco de recado para fulana. –Ta´ bueno. De eso
que ya molió, -Ay, le voy a sacar a Elsy. Y yo le digo, –Si también ellas son sirvientas. ¿Por
qué no lo van a sacar, por qué no la van a hacer?, tan sirvienta soy yo como ella, ¿Cómo
no la van a sacar?, ¿Por qué no las ponen hacerlo a ellas allá de donde son? Si son
sirvientas de doña Ada ¿Por qué ella no se los dice? Y que las mandan a buscar eso que
hace la pobre señora, pero así bastante y luego a repartirlo. Todavía en el molino, iba yo a
buscar carbón para hervir los biberones y venía ella, -Es que vine a buscar carbón. Que yo
ya había traído desde la bodega arrastrando, venían y llenaban sus bolsas, -Bueno ¿Y esas
qué se creen? -¿Y tú quién eres pa´ decir?, -Yo no soy nadie. Le digo, y que me pongo a
pelear con la señora de la casa, -¿Ustedes creen que están en la misma época de la
esclavitud? Ya se acabó. Les digo. –Yo. Le digo. -Yo no me quedo aquí con ustedes
porque…. Y les dije un montón de cosas, porque, les digo, -Son unos injustos, ¿cómo van a
poner a esa pobre señora a moler? Si tanto lavado que tiene que hacer a mano, luego
moler todo eso, y luego vienen las fufurufas todas a esas a que les den su recado, cuando
ellas lo pueden hacer, porque son igual de sirvientas que nosotros y vienen a buscar el
carbón que arrastrando traigo, tengo que brincar barda, tengo que brincar eso pa´ poder
también, -Eres una escuincla malcriada. -Una escuincla que sabe sus derechos. Le digo, y
me puse a pelear, digo con riesgo de que me tranqueen allá, una chamaca de doce años”.
más. “Una vez para un todos los santos… una que era hermana de ella, (la dueña de la
casa donde trabajaba) cuando llegaba, los restos quería que le dieran a las sirvientas y
entonces, la señora esa, la que es la dueña era muy buena gente digo yo… porque sobraba
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la comida y te daban la comida, pero entonces la hermana, cuando llegaba, no, quería que
te dieran las sobras de ellos, lo que quedaba en la mesa, allá se servían platones y todo
eso, de eso quería que te dieran, entonces un día que era todos los santos, pues yo agarré
la chamaquita que cuidaba, fui a casa de mi mamá y ahí comí pibes, comí todo, regresé,
pero ya a la hora que llegué ya iban a comer, pero yo vi que recogieron los pedazos de pib
que sobraron, de esos que le sacas toda la carne y queda no más la masa y se lo llevaron,
lo pusieron en una bandeja, y llega la señora con la bandeja de pibes, -Aquí esta
muchachas pa´ que coman. Le digo -¿Qué? Le digo, -¿Usted eso lo trae para nosotros? Le
digo, -Esos son restos. Le digo. -Vea usted esto. Y le empiezo a mostrar. -Vea usted, esto
son puros restos. -Y esto. Le digo. -Es para los perros. -Yo no soy perro, soy sirvienta, no
soy perro. -¿Tú lo comes? Le dije a, habían tres señoras grandes, yo era la única
rapazuela que era la que cuidaba a la niña, -¿Lo vas a comer? –No. -¿Tú?, ¿Tú? –Ta´
bueno, está bien. Y lo tiré, ahí en un sumidero que había para los perros, le digo -Tenga su
bandeja, gracias. Al rato llega la señora (a la) que le cuido la niña, la mamá de la niña,
con un pib entero, -Ay. Dice, -¿Qué hiciste tú chamaca de porra? Le digo –Pero es que
doña Araceli ¿Cómo voy a comer eso? Le digo. -Ya toda la carne se la habían quitado, -Ya
Ramona, a la otra Mila, Imelda, ¿Lo van a comer? No, nadie quiso, pues es para los
perros”. Esta es una de las anécdotas que más me gustaron y me impactaron, la frase “No
soy perro, soy sirvienta, no soy perro” fue algo que me acompañó durante algún tiempo, la
preguntarle de donde sacaba esa fuerza para contestar y pelear como lo hacía, ella
respondió, “No sé dónde lo sacaba yo, pero luego me apaciguó tu abuelo (se ríe) es él que
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ya no tenía yo con quien pelear, y ya, ya cuando nacieron mis hijos pues ya, yo no sé cómo,
de veras que yo peleaba de chica, me acuerdo, te juro por Dios, que así le hice a esa
señora, no lo comí se lo boté allá, delante de ella, porque venía cantando -¿Y qué cree que
nosotros somos perros y vamos a comer esto? Como para que agarrara la bandeja o me
Ella misma también menciona como fue tratada en su niñez con una anécdota más.
“Yo de chica sí recibí malos tratos, recibí sí, muchos malos tratos, pero cuando yo crecí,
desde cuando tenía yo como 12 años o menos dije -A mí nadie me vuelve a regañar, yo lo
juro… Porque yo trabajaba, desde que tengo uso de razón yo, me he buscado mi dinero, he
trabajado para mí, si podía yo ayudaba mucho a mi mamá, a veces no había que comer, y
cuando, como estaba cerca de casa de mi mamá, yo me fui, se me hizo fácil, como todos
no le dije nada, creo que estaba yo más chica, entonces cuando llegó el día de pagar, me
mañana no regreso. Ya cuando llegué con mi mamá me empezó a regañar porque era doña
Juanita y todo eso, y digo yo,-De ahora en adelante nadie me regaña, nadie me regaña.
Pues gracias a dios ni tu abuelo, se quiso poner al brinco, estaba yo embarazada cuando
se quiso poner al brinco, estaba embarazada de tu mamá y me dijo -Tú no sales, yo me voy
al cine y tú te quedas, y le digo -¿Y cómo íbamos al cine antes?, además tú me conociste
que estaba allá y ahorita ¿por qué me vas a encerrar? -No quiero, que yo ya me voy. Y se
fue al cine y en eso pasaron una vecinas y en la entrada del cine me quiso jalonear pero
como estaba tu tía chata, yo ya, desde ahí le marque el alto y está bien, y ya, -Yo quise
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andar contigo y no quieres, aquí se acabó, cada quien por su lado. Y desde esa época yo
empecé a andar con mis hijos por un lado y él por su lado y así… porque me van a
ponía al brinco a mi mamá, y por eso decía mi mamá que yo era grosera, era, porque yo
no me dejaba, por eso nos llevamos bien con José, como hasta ahora, porque somos
iguales (ambas reímos) pero claro que tu abuelo en mi carácter o sea influyó tu abuelo
como que me aplaqué un poco, porque tu abuelo al ver como hablaba, yo, ya me hizo, no
que nos hayamos peleado sino que yo me voy al cine, yo me voy a tal lugar, yo me voy sola,
y a veces salimos juntos cuando él quiere, cada quien por su lado, pero él influyó mucho en
ya está. Y tú puedes hacer con ese dinero lo que se te pegue la gana, aunque sea un peso
que te dé, tú gástalo como tú quieras… eso pasó con tu abuelo, así que, si hubiera sido
quizá otro con carácter más fuerte, yo creo que yo hubiera sido de las que se hubiera
revolcado con él, porque yo no permitía que me alzaran la mano, al finado de Luis, una vez
vino y me dijo, -Méteme mi baño, mete mi baño. Y hasta su baño le tenía que llevar. -Lleva
mi baño. -Pues no, yo estoy lavando, anda a sacarlo tú. –Pues ya te dije que me lo lleves. Y
quiso pegarme, pero estaba yo sancochando mi lavado y con eso (un palo) que le voy
dando, cuando me quiso pegar, y me revolqué con él, estaba el polvero ahí en el patio,
pero como yo sí era la rebelde como siempre, a mí fue a la que me pegaron, a mí fue la que
me pego mi mamá”.
Dentro de las anécdotas, no sólo hubo fuerza y rebeldía, sino también hubo
sorpresas, esta historia contada a continuación, por muy sencilla que se muestra, me parece
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que guarda muchos significados, muchos destinos, muchas posibilidades que no fueron,
muchos sentimientos, muchos silencios. “Decían que mi abuelo era uno de esos del centro
y me enfrenté una vez a ese viejo, porque yo era sirvienta en casa de (él que) según era su
hermano, un día estaba yo yendo al lavadero, me habló y estaba ese viejo allá, el que
según era mi abuelo, y ese otro señor me dijo –Ven acá, ¿Conoces al señor?, -¿Cómo no lo
voy a conocer? Sí lo conozco. Y me dice -¿Y sabes que es tu abuelo? –No. Le digo. -De
ninguna manera, no es mi abuelo. -¿Pero sabe qué? Le digo -¿Abuelo porque? Le digo -
¿Abuelo por qué? –Porque éste es el papá de tu mamá. –No. Le digo. -No puede ser. Le
digo, -Si hubiera sido, si usted hubiera sido papá de mi mamá, mi mamá, no fuéramos
nosotros así, nosotros no seríamos las sirvientas, mi mamá hubiera sido estudiada, hubiera
tenido otra vida. Le digo. -No, mi abuelo se llamaba Rufino Canul y disculpe usted porque
yo tengo que hacer, voy a lavar. –Usted. Le digo, -Usted no puede ser mi abuelo porque
entonces yo no sería una sirvienta aquí, porque hubiera tenido otra vida mi mamá”.
Escribo, leo, y siento un profundo malestar, mi corazón late con fuerza, los ojos se me
sigo preguntándome ¿qué cosas hubiera logrado ella? Y no porque considere que no logro
muchas cosas, sino ¿cómo se hubiera desarrollado ella de forma diferente al haber
estudiado? “Sí se lo dije al viejo y ya te digo, no sé dónde me salían las cosas y ahí en su
casa, en la casa de él, -Discúlpeme. Le digo. Y otra vez me dice que no, quería que yo fuera
a México con ellos, -No, le digo, yo aquí con mi trabajo… con mi trabajo yo como, porque
Al escuchar, leer y escribir estas anécdotas me parece que ella misma reconocía su
de una vida mejor que sólo podía conseguir con base en su trabajo, una vida mejor para sus
hijos a través de los estudios, me hace pensar en ella pensando en sí misma y deseando una
vida mejor, una vida con mayores oportunidades, creo que las buscó para ella a través de su
trabajo y se la ofreció a sus hijos y principalmente a sus hijas al exigir que vayan a la
escuela. A lo que Judith Butler (2006) señala “la fantasía es lo que nos permite imaginarnos
a nosotros mismos y a otros de una forma diferente. La fantasía es lo que establece que lo
posible puede exceder a lo real; la fantasía señala una dirección, señala hacia otra
posibilidad, y cuando esta otra posibilidad está incorporada, entonces la hace propia”
(p.306). “El pensar sobre una vida posible es un lujo sólo para aquellos que ya saben que
son posibles. Para aquellos que todavía están tratando de convertirse en posibles, esa
Como una manera de confirmar mi idea de considerarla diferente ella misma señala,
“yo siempre me consideré diferente, porque yo no quería ser…”, “yo no sé cómo otras
ponía de ejemplo a Rosa, -Rosa, esa no se va a ningún lado si no le pide permiso a Aurelio.
–Porque es tonta. Le digo, (me rio) –Yo. Le digo -Jamás, nunca, hasta ahorita (ahora),
gracias a Dios, nunca he hecho nada malo. Le digo. -Nunca he hecho algo malo. Le digo. -
Porque siempre, no, no tengo la idea de hacer nada malo, que malo puedo hacer, entonces
yo salgo. Y así le decía a tu papa (abuelo),-Voy a salir. Yo aviso,-En tal lado, voy aquí,
pero, no tengo que pedir permiso porque yo no tengo que pedir permiso, nunca he pedido
permiso, porque yo no voy a hacer nada malo cuando yo salgo, así que no tengo que pedir
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permiso, yo voy a tal lado y yo sé cómo me porto. Digo. -Así lo hacen ustedes, y que voy a
pedir permiso, a estas alturas, no, no, yo no voy a pedir permiso, a estas alturas. Le decía
yo a Rosa. -No tengo que pedir permiso, si no lo hice cuando, no, no. Tu abuelo, cuando,
desde recién casados quiso imponerme su voluntad pero no sabía la indita que había
agarrado, si porque hasta mi mamá me decía, porque eso es lo que me consideraba yo, me
comparas con tu abuela, como estaba de joven, tu abuela Tona, Rosa, se veían, Teresa que
dicen que es la más bonita de todas, y yo, me consideran y así me considero, la más fea, sin
Además de ser madre un tema que me pareció muy importante dentro de toda esta
historia es el relativo al trabajo, como mencioné al principio, la idea del trabajo fuera de
casa y principalmente para los hijos fue lo que detonó todo mi interés en conversar con las
mujeres de mi familia y su ser mujer. Me ha sorprendido releer las ideas que mi abuelita
tenía desde que era una niña, una de ellas es la relativa al trabajo, ella mencionó, “yo tengo
que trabajar, porque yo, desde que tengo casi 5 o 6 años, yo me ganaba la vida haciendo
hacer con la modista que yo quería pero ya te digo con mi dinero, juntándolo poco a poco,
y quizá desde eso, desde chica me formé ese carácter que tengo lo mío y hasta la fecha,
gracias a Dios y ahorita (ahora) puedo contar con algo mío, tengo algo, mis hijos, tengo mi
casita, tengo algo mío, tengo a mis hijos, tengo… entonces sí logré algo mío”. Creo que
esta es una de las enseñanzas que más se arraigaron en nosotras como mujeres, trabajar,
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De manera similar mi tía Mirna compartió una escena relacionada a cómo inició su
trabajo, “desde niña empecé, yo me di cuenta de que todo lo tenía que obtener por mí
misma, por mí misma”, “yo dejé de trabajar, deje de trabajar cuando tenía yo como 6
vivía yo con tu tío solos, allá en una casa, no teníamos nada, y digo, -A mí no me gusta
esto, yo tengo que trabajar, yo tengo que trabajar. Y gracias a Dios, no sé, cómo lo dicen,
todo pasa porque Dios quiere, escuché que estaban solicitando personal en el seguro, por
la radio, y como iba yo al mercado dije, -Lo voy a pasar a ver. Y lo pasé a ver, yo ni
siquiera tenía, no tenía ni idea de qué era el trabajo en el seguro porque yo había
estudiado para secretaria… pregunté, llevé lo papeles, fui a presentar el examen, Karina
tenían dos meses cuando fui a presentar el examen, a tu tío no le dije nada hasta que tuve
que ir por una noche a buscar el resultado porque él no quería que yo trabajara, y ya fui a
buscar el resultado y se lo tuve que decir, para que me acompañara, porque era en la
noche y no tenía pretexto para salir, y ya, -¿Y cómo? si ni vas a pasar. Y pues
afortunadamente pasé y tuve muchos, muchos problemas con tu tío por mi trabajo, muchos,
quizá fue lo que en cierta forma quizá nos fue separando, por mi trabajo, porque él no
quería que yo trabajara, no quería que yo trabajara, para yo nada más esté en mi casa,
pero yo siento que, si yo hubiera estado en mi casa no tuviera ahorita (ahora) pero nada,
conociendo como era tu tío”. Mi tía Mirna continúa, “una vez, tu tío me dijo –No quiero
que vayas con tu mamá, porque fui con tu mamá y no me saludó, -Ta´ bueno. Le digo –
Mientras tenga a mi madre, voy a ir a ver a mi madre. -Es que tienes mamitis. -Me importa
un bledo lo que digas, pero yo voy a ver a mi mamá. Y yo a él nunca le pedí permiso,
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también habían muchos conflictos por ese lado, le decía –Yo no tengo que pedirte permiso,
te voy a pedir permiso el día que yo te pida dinero para que me vaya a pasear o me vaya a
cualquier lado. Le digo -Yo te digo, me voy tal día, tal fecha voy a salir. Yo siempre le
avisaba, pero nunca le pedía yo permiso, quizá porque desde chica me acostumbraron a
que nada más avisaba y tu abuelita en ese tiempo lo que necesita era ayuda, y le decía –
Mami, ¿en qué te ayudo porque voy a salir?, -Si, has esto, has lo otro. Y rapidito, para que
me dejaran salir, y claro que quizá así me acostumbré, a no pedir permiso, le avisaba yo a
tu abuelita, -Mami voy a Salir. O sino, me iba yo y cuando regresaba sabía que tenía
obligaciones era ya con tus tíos en la casa”. “El dinero compra poder en el matrimonio…
en otras palabras, el dinero habla”, (Carter y McGoldrick, 2005 p. 113). Dinero es poder. Y
quien tiene dinero, tiene poder sobre su propia vida, sobre sus decisiones, tiene libertad de
Por otro lado a diferencia de mi tía Mirna mi mamá menciona brevemente algo
quería trabajar, tener mis cosas”. Acerca del trabajo de mi mamá mi abuelita mencionó
“tu mamá empezó a trabajar y me mandaba dinero para levantar (a) los otros, entonces ya
Me encanta oír cómo han trabajado y cómo a través de su trabajo han conseguido
sus logros, personales y económicos, creo que el trabajo es lo que les ha dado la mayor
autonomía en su vida, a través del trabajo que han realizado han conseguido lo que han
querido en el plano económico. Por otro lado releer estos comentarios generan en mí un
estas mujeres ya habían logrado a mi edad, siento que he fallado en lo que se esperaba de
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mí como mujer, aunque tengo una carrera, estudié la maestría, que dio motivo a este
documento, y compré una casa, reconozco que no me siento satisfecha, en este momento,
trabajo que ellas me han dado, o más bien, siento que me he fallado a lo que yo esperaba de
mí misma como mujer, y no en relación a los logros académicos sino en relación a tener
Simone De Beauvoir (2010 p. 675) “únicamente el trabajo es el que puede garantizarle una
libertad concreta. Tan pronto como deja de ser parásito (la mujer), el sistema fundado sobre
masculino”. También pensaba, si el hecho de ser sólo yo, y no tener hasta ahora hijos que
me permitan moverme como ellas lo hicieron, nuevamente me hace pensar que somos seres
económico, todo este tiempo, lo que ha satisfecho mi necesidad, por lo que no he tenido
que salir a buscar algo que ya sé que voy a tener, ¿Acaso me he convertido yo en doña Elda
y deje de ser una mujer de mi propia familia? Releer mis propias palabras me golpea. Al
mismo tiempo ahora pienso, ¿Tendría que pasar por fuertes carencias para demostrarme a
mí misma que soy fuerte al salir avante, como ellas lo hicieron? Pensaba que la
comparación social (Myers, 2000 p.644), no siempre funciona de manera positiva en mí, ya
que al saberme “de mejores circunstancias” y no estar bien, en lugar de sentirme mejor, me
hace sentir terriblemente mal, por las cosas no logradas, no puedo evitar las lágrimas en mis
Mi abuelita continúa con sus relatos relacionados al trabajo. “Yo quería ser más,
quería ser así, por ejemplo, pues yo cuando estaban chicos tus tíos, pues yo para
trabajaran”. “Yo nunca me conformé, nunca me conformé, desde que tengo uso de razón,
desde chica, yo juntaba mi dinero, yo hacía mandados, 5 centavos, cuando aquella vez me
juntaba, lo juntaba, y cuando veía una tela, yo, –A mí me das de esta tela, metro y medio de
esta tela porque me voy a mandar a hacer un vestido. Yo iba con la modista, es más de tal
moda porque eso es lo quiero, yo así lo hacía, desde chica, no llegaba yo al mostrador, me
encaramaba para mostrar las telas, así lo hacía, yo pongo de todo, como me regalan
Una de las ideas que llamaron mucho mi atención de mi abuelita fue la que a
continuación les comparto, “tenía lo que es la idea, y la sigo teniendo hasta hoy, yo no
debo de enfermarme porque yo me debo valer por mí misma, no debo enfermarme, no debo
tengo que solucionar mis problemas, esa ha sido mi meta, desde que tenía que solucionar
mis problemas por mí misma, porque, ¿cómo te diré? Que quisiera resolver todo”. Creo
esta es una de las premisas más fuertes y firmes en el ser mujer de las mujeres de la familia,
al menos de estas participantes y mía también. La idea de valerse por sí mismas sin esperar
a que otra persona te resuelva la vida, mujeres en acción en busca de sus propios recursos y
agotamiento, físico y emocional, al tener que realizar todas las actividades de trabajo, fuera
y dentro de la casa, y la presión moral autoimpuesta de cumplir con este deber. En como “el
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¿Cómo desarrollar identidades alternas o formas de relación de pareja, familiar, etc., que no
depositen todo el peso del trabajo en una sólo persona? Otra vez pienso en mí, en esta
ocasión como hija, que contribuyó tal vez, a un malestar físico o emocional, al no ser la
ayuda esperada. También pienso en mí, como la mujer adulta actual y vuelve el sentimiento
abuelita, esa fuerza, ese coraje para salir adelante y valerme por mí misma, también no sé,
si las condiciones actuales no son tan favorecedoras, pero tampoco lo fueron para ella, la
pregunta continúa, ¿Qué no he hecho, qué hace falta por hacer? Ella continúa “desde que
tenía 5 años, hacía mandados a mis tías, a mi mamá, es más, a Rosa yo la llevaba, y era yo
la que hablaba, así que íbamos a comprar las dos, pues así veníamos con la compra, puro
niño iba a comprar, yo iba a comprar, por eso te digo que desde chica tenía que yo ir, -Y
cómprame esto, tráeme esto. Las vecinas que no pueden ir a comprar, me mandaban y yo
te digo que me pagaban… por cada mandado me pagaban 10 centavos, sacaba, hasta el
peso sacaba yo, si, (me rio) uno cincuenta, y yo iba a comprar mi tela, tres pesos que
alcanzaba yo, compraba mi tela (me rio), sí y mandaba a hacer mi ropa, yo mandaba a
Mi abuelita sigue hablando de dinero. “Tu abuelo, cuando tenía dinero y me daba,
yo podía hacer con ese dinero lo que se me pegara la gana, él no se metía, si le di de comer
a alguien, si me lo gaste en alguien, o qué hice, o qué, nunca, nunca, nunca (me dijo nada)
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y eso fue una cosa que… yo no tuve necesidad de pelear. Entonces digo, tu abuelo fue él
que me aplacó, porque quizá si hubiera yo buscado un hombre de carácter fuerte, creo de
“ahorita como te digo, que tu mamá cuando viene, me da dinero, pues ese dinero yo lo
guardo, cuando no tengo y quiero comprar cualquier cosa, no tengo que pedirlo, yo lo
compro, es más, me gusta ir al mercado, yo compro esto, compro lo otro, tengo mi bolsa
llena de cosas porque, porque tengo, gracias a Dios hasta ahorita, con un poco que todos
me dan, hasta eso ahorita te digo, estoy disfrutando mucho, no es mucho, pero con lo poco
que me dan, estoy feliz, te lo juro, estoy bien, no anhelo más cosas, nada más quisiera yo
general en que pueden incursionar las mujeres. “Ahora ya no hay estereotipos, de que por
ejemplo, antes la enfermera tenía que ser mujer, o la maestra o la cosas, habían
profesiones exclusivamente para las mujeres, ahora no, ahora todo ya se, ya son,
cualquiera, tanto los hombres como las mujeres pueden incursionar en cualquier campo,
una puede ser doctora, enfermero”. “Ahora que leía esto pensaba, si somos iguales y tanto
hombres y mujeres podemos incursionar en todos los campos ¿Cuál sería el distintivo que
tendría por ser mujer?, ¿Habrá una esencia de mujer que nos caracterice?, ¿Cuál sería el
juega un rol muy importante en lo que es el ambiente laboral, ahí la mujer destaca mucho,
en el ambiente laboral, en lo que es la política, las profesiones, todo eso, ahorita (ahora) ya
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que al hombre, no debe de haber diferencias, pero hay empresas que no lo están
aplicando”. Ella continúa y habla de cómo es su trabajo actual, “en mi caso, si me han
oportunidad de participar en actividades que antes eran nada más exclusivas para los
que es, antes era nada más -¡Ay que para hombres! Yo quisiera tener esa experiencia… lo
tengo aquí en la mente y a lo mejor lo logre”. “Me encanta oír sus planes, me suena como
un sueño por la forma como lo expresa, y al mismo tiempo un reto por el tipo de
experiencia de la que se trata. ¿Qué significaría para ella que lograra subir a plataforma?”
tuviera como meta, recuerdo que fue muy satisfactorio conocer otro ambiente laboral, me
por el trabajo en ese momento se diluyó sin embargo fue sólo un trabajo temporal. Ella
actividades pues están casi ligadas a lo que es ser secretaria, a lo mejor por eso, pero no
he tenido ningún impedimento, ningún este, limitante, para mí fue un logro estudiar,
aunque sea lo poquito que estudie pero estudie algo… así en lo que es laboral, he llegado
hasta el nivel más alto de lo que, en el nivel básico que yo estudié”. “Es la primera que
Releía la historias de estas mujeres y pensaba que para mí una de las certezas de mi
vida fue que trabajaría, que tendría una profesión, me visualizaba como abogada desde muy
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pequeña, y termine siendo psicóloga, fue un cambio drástico y estoy muy satisfecha con la
profesión, con lo que estudié, con lo que he aprendido a lo largo de todo este tiempo en los
diferentes contextos, trabajos, intercambios que tenido con la gente, con los autores, etc.
Sin embargo, el no tener ahora un trabajo estable, que me permita tener un ingreso fijo ha
trastocado todo mi ser. Para mí, el trabajo es parte de mi identidad, parte de quien soy o
pretendo ser, sobre todo desde el enfoque colaborativo (Anderson, 1997) que se propone
como una forma de estar en la vida, y estar de momento, trabajando de manera continua,
haciendo trabajo doméstico de manera frecuente, me hace sentir que estoy perdiendo el
tiempo, que estoy subutilizando mis habilidades y todo lo que he aprendido, por otro lado
hecho vivir lo que dicen, “la invisibilidad del trabajo”, un trabajo que es esperado pero que
trabajo es para mí, era mi principal fuente de ingreso, mi fuente de libertad, el respaldo de
mis decisiones y al ya no tener una fuente de ingreso fija y constante, confieso que me he
sentido totalmente limitada, disminuida. Ahora estoy casada y aunque lo social espera o
estable que la mujer debe ser mantenida, yo no me casé para eso, las mujeres de mi familia
no me enseñaron eso, es por ello que no tener trabajo que me permita un ingreso fijo y
pareciera que nuevamente Simone De Beauvoir (2010 p. 55) entiende mi sentir y tiene unas
palabras para mí, “la emancipación de la mujer no es posible sino cuando ésta puede tomar
tiempo insignificante”.
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hacen seguir pensando en ella como diferente a lo que se esperaba de ella, incluso desde
que era una niña, también como mencioné anteriormente, fueron las anécdotas lo que más
disfruté al realizar esta tesis, imaginarme a mi abuelita como una niña terca, traviesa y
rebelde, como ella misma se describe, “yo de chica, yo no quería ser mujer, porque veía
que había preferencia por los hombres, sobre todo mi mamá, veía yo que a mis tíos los
atendía, hasta el agua para que se lavaran los dientes se les daba, tu tía Leonor, ella era la
que le daba el agua a sus hermanos, que su cepillo, que había que plancharle su ropa,
había que meterles el baño, había que darles su toalla, que sacarle la ropa, que plancharle
la ropa, mis tíos, mi hermano igual, entonces (pensaba), -Cómo no fui hombre porque así
me estuvieran atendiendo. Sí porque con Luis igual, había que lavarle y plancharle la
ropa, y meterle el baño, pero se lo hacía tía, porque yo nunca lo quise hacer, digo ¿a
cuenta de qué? Si es igual que yo, no, nunca lo hice, esos eran mis pleitos con mi mamá,
nunca lo quise hacer, Rosa sí, ella lo hacía, así que, entonces yo decía, -¿Cómo no soy
hombre, porque soy mujer? Sí, de chica decía -¿Cómo no soy hombre? Si yo no fuera
mujer estuviera andando como Luis por allá, andando y tirando pájaros”... “a nosotras
nos metían a trabajar, nosotras trabajábamos bastante, teníamos que hacer y los hombres
no, nada más hacían una cosa y ya”. Cuando menciona trabajar se refiere a todos los
quehaceres de la casa. “Me parece algo curioso como alguien pueden resultarle más
significativa algunas cosas y a otras no, sería como tratar de explicar el gusto por el
chocolate, no tiene lógica sólo te gusta y ya, ya que en relación a las ideas de desigualdad o
inconformidad lo fueron más significativas para mi abuelita que para mi tía Rosa y al
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parecer ambas estuvieron en condiciones similares, así como en la facultad cuando todos
tuvimos las mismas materias cada quien se volvió apasionado de algún tema. Trataba de
recordar si mi experiencia previa familiar hizo que fueran más significativos estos temas
para mí que para otras personas, sí por los ejemplos familiares de estas mujeres que he
tenido, y me preguntaba sí lo han sido de la misma forma para mis primas, tal vez sea como
con mi abuelita, no tienen la teoría sobre perspectiva de género pero lo viven, lo actúan
conversación personal el 11 de Marzo de 2009). Cabe aclarar que esta inquietud decidí
conversado con nuestras mamás y abuelita pero perdí la grabaciones de voz antes de poder
hacer las transcripciones así que no me gustaría poner algo relacionado a ellas que pudiera
ser un recuerdo equivocado. Por otro lado en relación a mi abuelita “¿cuál fue su
hago?”. “Me hizo preguntarme también ¿hay algo que le hubiera gustado hacer que no
pudo realizar por ser mujer?, ¿Qué cosas le hubiera gustado haber hecho y no pudo
continúa con su relato, “después cuando crecí ya no, ya no porque conocí a tu abuelo, pues
me gustaron los muchachos (ríe) y ya no, me gustaba ser mujer pero de chica sí -¿Cómo no
soy hombre? Porque los hombres no más vienen y ya trabajaron y ya estuvo, se acabó y
hay que darles su ropa, hay que meterles su baño, hay que darles su toalla. Y yo se lo decía
a mi mamá, me peleaba yo con mi mamá porque ella quería que nosotras atendiéramos a
Luis pero yo nunca lo atendí, nunca lo atendí, es más una vez me agarre con él porque
quería que yo le metiera su baño pero como estaba yo lavando, estaba sancochando mi
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lavado me tiró, me quiso pegar porque no le quise meter su baño, y que me le tiro encima
también con ese palo, me revolqué con él, ya te digo, yo era rebelde, yo era rebelde de
chica pero por ese sentido que decía y me daba coraje que a los hombres lo atendieran así,
y -¿Por qué nosotros las mujeres después de tanto que hacer también tenemos que
hacerlo?”. Esta última frase me parece fascinante, creo es este tipo de frases que cualquier
activista y defensora del movimiento feminista pudo haber pensado y dicho, creo este tipo
de frases son las que han generado los movimientos y cambios sociales, tal vez mi abuelita
no fue abiertamente una activista social teórica pero lo fue de corazón, de experiencia, de
vivencia, también me hace pensar, aunque ya hice esta pregunta previamente sigo
pensándola ¿qué hubiera pasado si mi abuelita hubiera estudiado, si ella hubiera tenido
acceso a una educación formal incluso a nivel universitario, que cosas hubiera logrado?, A
lo que Simone De Beauvoir me dio una grata respuesta “el destino de la mujer es cultural y
por lo tanto si se le educara de otra manera, no estaría oprimida” (en Dosio, 2007). Mi
mamá desde otro contexto responde también, “no hubiera tenido tantos hijos, bueno a mí
sí, porque soy la primera”, y reímos las dos en ese momento. “Pensaba también en la
querer ser mujer estaba más en función de las actividades que nos encomiendan y no en lo
que somos, pensaba en la cliente transexual de un amigo que tuve oportunidad de conocer y
cuando ella mencionó que le decían que se maquillara y ya, que hiciera cosas de mujer y
ya, y cómo para ella no era sólo hacer cosas sino sentirlo, lo que uno es y no lo que hace,
también pensaba en mí y pensaba que disfruto ser mujer pero no me gusta lavar, cocinar, el
rosado y que esas actividades que se me impusieron, que socialmente me hacen ser mujer,
pero que si otro fuera el contexto otras cosas se esperaría de mí. Pensaba si la identidad de
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nuestro sexo (hombre, mujer) se nos educara igual, ¿Necesitamos las diferencias entre
hombres y mujeres, si la ropa fuera ropa, los trabajos fueran indistintos?, ¿Necesitamos
diferenciarnos por sexo y luego construir el género?, o ¿Son las mismas diferencias las que
nos dan identidad, las que nos hacen sobresalir o encontrarnos separados del otro o la otra?,
masculino?, ¿Quién inventó el género?, ¿Cuál es la historia del género?”. Fui sorprendida
por Judith Butler (2006) al ver que tenía planteamientos similares a los míos en relación al
género en su libro Deshacer el género, parecía que leía mis preguntas en su libro, sin
embargo, he decidido no dar respuesta a estas preguntas en este documento porque sería
“contaminar” las palabras frescas y amenas de estas mujeres con conceptos teóricos
abstractos, lejanos a esta realidad particular además de que no serían más importantes o
reveladoras de lo que ellas han compartido. De igual forma, pensé que estas preguntas
parecían una “externalización” del género, tal como propone la Terapia Narrativa (White y
como para que influyeran en la educación de sus hijas mujeres, agrega, “jamás quise
que me lo hicieran, de ninguna manera, ese era el problema que tenía, porque yo renegaba
por eso y no se lo iba a imponer a mis hijas, no, es más yo les deba libertad hasta donde se
podía, porque no quería que ellos fueran como estábamos nosotros, así como nos criaron a
nosotros las mujeres, no, nunca se me ocurrió imponérselo a mis hijas, yo nunca quise que
les suceda nada, nada, de lo que a mí me sucedió a ninguno de mis hijos, de lo que yo
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pasé… yo dije no, mis hijos no van a ser como yo una ignorante, mis hijas no van a ser
unas sirvientas, mis hijas no van a ser eso… eso precisamente les decía, ustedes no van a
ser como yo, una ignorante, una analfabeta que no sabe nada, ustedes tienen que ser
alguien, tienen que estudiar por ustedes, porque tienen que estudiar y gracias a Dios, no sé
cómo pero cada quien pues, llegaba de la escuela y hacía su tarea y se iba a la escuela,
volvía y regresaba, no había pleito a la hora de la escuela, todo callado, todos se iban,
porque así les decía a cada uno, ustedes tienen que salirse, o sea, los hombres no tienen
que ser como su papá cargadores, ustedes se tienen que superar, tienen que estudiar”.
por una lado pienso en la frase de Harlene Anderson (1997) que dice que hay que ser
humildes con nuestro saber y me parece que mi abuelita lo está siendo con todas las cosas
que ella sabe, por otra lado pienso en todo lo que tiene que ver la validación y legitimación
del conocimiento (Gergen, 2006; Gergen, 2006a; Gergen y Gergen, 2008) y cómo puede
parecer discriminado todo el saber que no pertenece a los académicos, a los esferas
dado toda una cátedra de feminismo, de perspectiva de género, del enfoque colaborativo y
valiosas y enriquecedoras, sé que puedo estar completamente sesgada ante el cariño que
siento por ella, pero eso no hace que yo deje de admirar sus palabras, me parece una mujer
visionaria… las lágrimas han salido de mis ojos y me siento fuertemente conmovida. Pensé
que quisiera estudiar todo (en cantidad) lo que mi abuelita no pudo y hubiera querido
estudiar”. Estas palabras fueron la primera impresión que se generaron en mi al oír las
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regresa a mí. Por otro lado también recordé que “cuando Karina cumplió 15 años, mi
abuelita nos deseó a ambas, a Karina en 10 años más, y a mí al doble, ser unas
profesionistas, a mí en particular, ser una licenciada. Estábamos en Cd. del Carmen, en casa
de Karina, paradas junto al comedor, hasta recuerdo la pared amarilla. Para este año nuevo
(en la celebración del año nuevo 2009) a la hora que me felicitó, mientras me abrazaba, me
deseo que yo pueda obtener más de lo que he logrado, disfruté mucho sus buenos deseos,
en ese momento me conmovieron como ahora que los escribo” y como ahora que vuelvo a
escribir, pareciera que estoy escuchándola, que me está abrazando, que está también,
personal, deja entrever las ideas de ser mujer, que sabe que se esperan aunque ella misma
no pueda identificar de donde las tomó. “se supone que las mujeres son más sensibles, más
protectoras… siempre se relaciona la mujer con ser, proteger a alguien aunque no sean
sus hijos, aunque no sean su familia, sino que siempre tratan de proteger, por ejemplo si es
una enfermera a su paciente, si es una doctora pues también, pero, o que son más, que
escuchan más los problemas de los demás o que, se puede decir sensibilidad o
sentimientos, estar más, involucran más, se involucran más con las personas”. Ella
también señala, “tal vez no sepa yo, expresar en, o sea, lo que pienso o lo que siento, y a
veces eso hace pensar que soy una persona que no, que no… por ejemplo, en el caso de
ustedes, que yo no les diga que las quiero, que yo las apapache, o no sé, entonces se
pudiera pensar que soy ¿desamorada? O no”. Aunque no usa una terminología teórica
también habla de los roles de género que se espera de las mujeres. “Nunca me ha gustado
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hacer cosas de la casa… porque todos dicen que las mujeres deben de barrer, trapear,
pero pienso que no tiene que ser así”. “Me encanta esta idea poco o nada tradicional de ser
mujer, de que tenga que trapear y barrer y no lo veo como una forma de evadir esa
“La mujer puede estudiar, puede ir a tocar algo, aprender a pintar, a hacer otras cosas,
que no necesariamente incluyan las labores del hogar, creo que no, yo no aprendí a
cocinar ni a nada de eso, que está relacionado con eso para que seas una mujer”. “La vida
está llena de alternativas y las cosas no necesariamente tendrían que ser de una sola forma”.
Mi mamá continúa, “no necesariamente tienes que estar barriendo, trapeando, por
ejemplo, puedes desarrollarte en otro campo, tener un negocio, poner un negocio o algo,
tener un cargo público… yo pienso que no, yo no comulgo con esa idea de –Ay, para que
seas mujer, tienes que ser esto, tienes que ser lo otro”. Me gusto escuchar sus ideas acerca
Mi tía Mirna también compartió algunas ideas acerca de lo que se espera de ser
mujer, sin mencionar que haya sido una solicitud directa hacia ella, sino como algo que está
ahí, casi como el aire, invisible pero que está ahí. “Como mujer puedes hacer muchas cosas
que los hombres no pueden, como expresar tus sentimientos, abrazar más a tus hijos o a
cualquier otra persona, llorar, llorar cuando quieras, por algún problema lloras, en
cambio hay hombres que no, o sea que la sociedad no lo permite, y siento que ellos
tía Mirna también compartió anécdotas y sucesos de su niñez, que dejan entrever las
actividades que se esperaba que realizara como mujer y lo que se esperaba para los varones,
aunque no fue muy marcado. “yo sentía a veces que tenía mucha responsabilidad con mis
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 84
hermanitos, que mis hermanos me llevaban 2, 3, 4 años y yos lo tenía que bañar, yo… pero
todos trabajábamos, claro ellos desde chamacos también se los empezaron a llevar a que
trabajaran y buscaran dinero para ellos, no para mi mamá, o sea, nadie ayudaba en la
casa, sino todo lo que tu buscabas era para ti, o para comprar algún gusto que era para
todos, por ejemplo, yo me acuerdo que vivíamos en una casa que tenía un patio muy
grande y ahí con mis hermanos jugábamos béisbol, jugábamos luchitas, jugaban comidita,
ellos con nosotras, nos subíamos a los árboles, jugábamos de todo en ese patio tan grande
que teníamos, que no era de nosotros pero ahí alquilaba mi mamá y, fueron épocas muy
bonitas porque en la noche salíamos a jugar todos, los cuatro que éramos, los más
grandes, salíamos jugar, jugábamos en ese tiempo, aquí no pasaba más que el urbano de
vez en cuando, que era uno por ruta, no habían carros, era una vida tan tranquila, que en
la tarde, en la noche, las señoras salían a la puerta de su casa, y mi mamá nunca salió,
nunca salió porque ella siempre tenía bebé, siempre había un bebé y tan cansada que
salíamos a jugar en la noche y ya luego veníamos porque salíamos los cuatro, nada más
la escuela, que esto, pero así todos sentíamos que todos participábamos, no había así que
no lo hagas, que tu atiende a tu hermano, decía yo que cuando ellos estaban más chico que
me ponían a bañarlos pero no sé porque pero sí los bañaba, o tenía que ver yo que se
bañen, pero no que ellos no hicieran tal cosa, o tú lo vas hacer porque eres mujer, no,
nunca, nunca, mi mamá nunca nos dijo eso, o sea nunca hubo en la casa eso”. Qué bonita
anécdota y que bonita descripción, la cual muestra la diferencia entre los hermanos de mi
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abuelita y los hermanos de mi mamá y mis tías. Los imagino felices, sonrientes y llenos de
energía. Continuando con las ideas, mi tía Mirna también compartió un comentario en el
cual parece que ella siente o piensa que no cumplió con el rol esperado de mujer. “En las
muertes que ha habido en la familia, sí, se murió abuela (Tona), me avisaron: -Se murió tu
abuela. -Así que se murió mi abuela. Pues yo no sentí, digo me dio tristeza porque se murió
mi abuela, pero no así que yo me ponga a llorar, -Ya se murió abuela. Y la empecé a
recordar como la última vez que la vi, así calentando tortillas, dándole de comer al abuelo,
que estaba ahí, peleando con el abuelo, siempre trato de recordarla así, en los momentos
bonitos que viví con abuela, lo que pasábamos con ella, y a veces aquí nos regañaba y
todo; se murió el abuelo, igual, -Ay, que murió el abuelo. -¿Será que yo no tengo
sentimientos, no lloro?”. “La imagen de la mujer está ahí para acercarnos a ella, alejarnos,
rebelarnos, aceptarla, adaptarla, pero siempre ahí”. “A veces siento yo que no tengo
distanciamiento, no así, pero las relaciones no estaban muy bien, me do…, o sea, yo sentí
que, sentía así, yo en el corazón, cuando veía como, cuando estaba enfermo, que me
afectaba, me dolía verlo así, como él se fue quedando inmóvil y todo, y en ese rato que yo
lo, yo pasé todo ese tiempo con él, yo lloraba y él me decía –No llores, porque te vas a
enfermar. Y me decía, –No llores, porque yo ya fallé y tú tienes que seguir adelante por los
niños. Y así, fue pasando el tiempo, fue pasando el tiempo, después paso lo de Katy y ahí si
sentí que… pero te digo, yo veo a otras personas que se ponen a llorar así y horrible,
Karlita, yo sentía que una desesperación tan grande, que si yo tuviera alas me hubiera…
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 86
ahora sí eran dos sentimientos completamente diferentes, porque en un lado, estaba tu tío y
en otro lado estaba Addy, que yo me imagino que estaba sufriendo lo indecible, ahí con su
hija muerta y su otra hija con ella, Karina, bueno yo quería estar en todos lados, yo quería
estar en, con todas las personas, con Addy, con Karina, con tu tío que estaba, me
necesitaba en ese rato y ya ves, ya vine, me dolió muchísimo que se murió Kathia, todos los
días la extraño pero no, en esos momentos siento así que no, que no soy afecta así que –Ay
(simula un grito), cuando me dijeron, yo fui viendo todo el proceso de tu tío y todo, y ya yo
lloraba, así con tu tío, pero ya que me dijeron, que el doctor me explicó que prácticamente
ya estaba muerto y ya, fue pasando los días, mucha gente, hasta me criticaron ya luego me
lo dijeron, -No, si la viuda ni lloraba. “Me parece injusto que se nos juzgue, y hablo
también por mí, por no cumplir con los estereotipos de ser mujer que la sociedad ha creado
como si sólo hubiera una única forma de ser mujer”. Mi tía continúa, “pero sentía yo, que
él ya estaba descansando, que a él no le hubiera gustado vivir así como quedó, porque él
me lo dijo, hasta yo le dije, me acuerdo que íbamos en la ambulancia y me dice –Si quedo
jodido, yo me voy a matar. Y le digo, –¿Cómo te vas a matar que no puedes mover ni los
brazos?, -Yo voy a ver la manera. Y ese día que murió Kathia, fue el último día que yo, que
yo hablé con tu tío y me acuerdo mucho de las palabras de tu tío, –Por mí no te preocupes,
cuídame a los chamacos. Fueron las últimas palabras que yo hablé con tu tío, porque ya en
la noche cayó en el shock, cayó en la insuficiencia respiratoria, y todo el show. Esta parte
de la historia, me hizo sentir triste, por recordar las muertes que estuvieron presentes ese
año en la familia y por escuchar a mi tía Mirna en cómo vivió todo el proceso. Me enojaba
también la idea de que para manifestar el dolor tendrían que hacerse un drama o un show,
Pensaba también que el estilo de mi tía Mirna para compartir sus experiencias, sus
experiencia o anécdota o idea en la que ella pensara o sintiera que se le imponía un tipo de
rol o acciones para realizar y tampoco comentó, como en el caso de mi tía Mirna, ninguna
Por mi parte, las acciones, la forma de ser, los gustos, las habilidades, los
pasatiempos, el trabajo, los sentimientos y todas esas cosas, que se espera que realicen las
mujeres, empezaron a cobrar mayor importancia desde que estudié la licenciatura, ahí fue
donde descubrí que existía algo llamado género, roles de género, estereotipos de género,
discriminación por género (Butler, 2001 y 2006; Gamba, 2009; Gutiérrez Lozano, 2008), y
creo que tuvo mucho sentido para mí ya que, al igual que mi abuelita, yo quería tener las
mismas oportunidades y privilegios que los hombres, no quería ser juzgada por hacer algo
que para los hombres era insignificante, y además, no quería que se me juzgara por no
cumplir las funciones de mujer, que no me parecían para nada atractivas. Yo quería tener
mérito por mis estudios, por mis habilidades académicas, por la fuerza que yo sentía que
tenía en ese momento y me hacía parecer fría o dura. Comencé a pensar que hombres y
mujeres podemos ser iguales, desarrollar los mismos logros, si se hubieran dado las misma
pienso que me hubiera gustado jugarlo. Creo también el tener los antecedentes teóricos del
género me hizo voltear y ver a las mujeres de mi familia y percibir que ellas de alguna
forma, no se estaban apegando del todo a los roles establecidos. La perspectiva de género
ha sido unos lentes que parece tengo presentes todo el tiempo y que me hacen estar muy
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 88
alerta sobre las cosas que fueron construidas para las mujeres y los hombres, y con el
desarrollo de este documento puedo decir que se ha ampliado de voces y ejemplos vivos.
Mujeres en la Actualidad
entretejiendo e incluyendo también a Gloria, Mirna, Addy y a mí misma. Pero ¿Cómo son
estas mujeres ahora? Como mi abuelita misma mencionó, la fuerza que ella tenía se
convirtió en amor de madre y ya no se percibe como una mujer fuerte, como lo fue en algún
momento, no sólo física sino también de carácter. Dejemos que ellas mismas, nuevamente
nos vayan contando sobre cómo son ahora, un ahora de hace 5 años.
“Ahorita (ahora)yo ya me siento como tranquila… porque, pues, veo ya cada uno de
mis hijos sino trabajan (es) porque no quieren, porque todos tienen, tuvieron o tienen con
que trabajar, tu mamá, tu tía Mirna, todos, todos, bendito sea Dios, todos, entonces yo me
siento tranquila, como que, pues, hice lo que pude por ellos, entonces yo me siento
tranquila porque… en lo que cabe de mí pues, no soy nadie, no soy, pues no tuve mucho
que darles, pero sí… ellos lograron quizás, no sé, si lo que ellos querían pero cuando
menos con que defenderse”. Durante la transcripción, me sorprendió oír esta impresión que
tiene de ella misma, de que no es nadie, “¿Qué pensarán mis tíos, tías y mi mamá sobre la
idea que mi abuelita no es nadie?, ¿Qué dirían ellos si escucharan que ella cree que les ha
dado muy poco?” Para mí, al oír esto, por una parte, pienso en humildad por parte de mi
abuelita al mencionar que dio muy poco cuando, hablo por mí y por las cosas que han
mencionado tanto mi mamá y mis tías, que ella en realidad, nos dio un gran ejemplo de
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trabajo, dedicación, esfuerzo y cariño. Por otro lado pienso también en un sentimiento de
menosprecio hacia ella misma, y creo tal vez por su falta de estudios formales, pareciera
que la importancia que pudiera atribuirse uno mismo, tendría que ver con el grado de
“calidad moral” que pudiera desarrollar una persona. De igual forma “me parece que a
veces es una forma de restarles responsabilidad a los hijos es mencionar que “todo es culpa
de la madre” o de los padres como pareja, cuando ellos o nosotros también, tenemos
deben (debieran) ajustarse a las de sus hijas para evitar que se le censure de malas madres”
Al preguntarle de su situación actual sobre las fortalezas con las que ella cuenta
mencionó, “yo considero que no tengo, no tengo fortalezas” y nuevamente “son este tipo
de respuestas que me sorprenden, me extrañan, ante todas las cosas que ella hizo, en cómo
menciona que salió adelante, cómo trabajo, cómo no se dejó y que considere que no tiene
fortalezas, entonces ¿qué significa todo eso para ella? Ella continúa. “Bueno, pienso yo que
pues ahorita (ahora) como que ya soy… sí sé que le hago falta a los muchachos pero no es
algo indispensable así que yo me siento, como te digo, tranquila, cómo que no tengo
porque ser aquella fuerte”. Ahora, antes, después, pensaba en el factor del tiempo y de la
las fortalezas, “pensaba también en la identidad como no estática, como cambiante por los
contextos, por las circunstancias, por la edad, por las relaciones, etc. y que este trabajo sólo
sería una pequeña probadita, un pequeño instante capturado de su ser mujer porque ellas, y
yo, seguimos cambiando día a día, aunque haya una especie de continuidad que llamemos
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 90
una vez por todas, sino que están siempre en el proceso de estar siendo siempre rehechos”
(Butler, 2006 p. 25). Por otro lado me di cuenta de que cuando yo pregunté por “fortalezas”
principalmente para trabajar que ella menciona que ya no tiene, sin embargo sí reconoció
otras fuerzas en ella, “tengo la fuerza del amor con los hijos, porque eso sí, como te vuelvo
a decir, mi único logro es tener a mi hijos y viendo como son hasta ahorita (ahora), que
como te vuelvo a decir, el que no quiere trabajar es porque no quiere, porque, pues todos
tienen con que trabajar, y pues, bajo la pobreza, con tanta necesidad, pues lo lograron
Por otro lado mi abuelita habla sobre la ayuda, cómo algo importante para ella y que
desarrolla de manera cotidiana. “Yo he ayudado a gente, yo ayudo a los que puedo, yo
ayudo a los que puedo, ya viste a Luis, a Emma, yo los ayudo… yo considero que uno debe
de ayudar al necesitado y al que puedas, debes de ayudar, y yo pues sí, toda mi vida he
tratado de ayudar a la gente, sí porque, es más me siento más satisfecha cuando doy que
cuando me dan”. Esto me hacía recordar la vida trascendente o con significado, uno de los
pilares de la felicidad propuestos por Martin Seligman (2002 en Tapia Vargas, Tarragona
Saéz y González Ramírez, 2012). Cómo, cuándo es que ella había aprendido eso, ella
ayudar a la gente, de verás, como tía Teresa, ayuda a la gente, a la que puede ayudar,
quizá de ella aprendí pero no, porque yo a Emma la agarré desde que tenía cinco años,
desde cuando nació tu mamá, como había muerto su papá de ella, ya la agarré a ella, tu
viste como llegó Luis a la casa, y así, a la gente que se puede yo la ayudo”.
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obstáculo por ser mujer a lo que ella respondió muy segura, “no he tenido ningún
conseguí, no tengo ningún obstáculo… yo me siento satisfecha por ser mujer, si porque así
como soy ignorante y todo, pues conseguí, conseguí algo, estoy tranquila porque hay gente
con más posibilidades… o sea, más preparados, y veo que no consiguen lo que quieren,
pues bendito sea Dios, como te digo, primero Dios, he conseguido, conseguí todo lo que
quiero porque pues mis hijos que crezcan, mis hijos sean alguien, tengan trabajo mis
hijos”. Logros relacionales, los logros de los hijos como logros propios (Gergen, 2009),
como los criterios de un buen desempeño de ser mujer, de ser mamá, por un lado pienso
como una comunidad, pero por otro lado pienso que no sólo debería ser responsabilidad de
la mamá sino también de los hijos, que asuman como parte de la responsabilidad social la
consigo misma, cuando se le pregunta que cree que piensan sobre ella otras personas o sus
familiares responde nuevamente para mi sorpresa, “yo creo que no piensan nada… porque
se me hace que, a mí nunca me han tomado en cuenta… lo único que puedo pensar, que
puedan pensar de mí, es que soy inferior a ellos, eso es lo único”. “No sólo me sorprende
sino que también me hace sentir mal porque no pensé que pudiera sentirse inferior”.
“Porque soy como te digo, una analfabeta, pues yo me considero india, negra, todo,
(esboza una sonrisa)”; “Me duele oír que mi abuelita pueda estar viéndose a sí misma
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como inferior cuando yo la considero una gran persona”. “Recuerdo que en el momento de
ni tampoco alentarla y decirle que al menos yo no la veía así y que podía estar segura de
invalidar su sentir sino buscando que vea que ella sí es apreciada por las personas que le
rodean, sus amistades, como ella misma mencionó después. “Yo tengo muchas amistades…
las pocas que tengo yo creo que me ven bien… me invitan a su casa, llegan a mi casa,
nunca tenemos problemas, platican conmigo, me toman en cuenta para cualquier cosa,
pues digo yo, me toman en cuenta”. Parece que le resultara difícil pensar en una opinión
positiva de ella por las demás personas, sin embargo cuando le pregunté sobre la época
actual ella misma reconoció que la ven de diferente manera, no sólo sus amistades sino el
ha faltado el respeto, así, mentiría si te dijera que alguien hasta un hombre que haya
venido a faltarme el respeto, no, yo que he andado sola, he andado sola, pero no sé si me
doy respetar …porque a mí me gusta respetar, yo respeto a la gente porque me gusta que
me respeten, yo eso le digo hasta los chamacos, le digo, respeta pa´ que te respeten, si te
gusta que te respeten, respeta, y a mí como me gusta que me respeten, yo respeto a todos,
yo salgo a la calle y a todos saludo, buenamente, -Hola fulanita, buenos días y buenos
días. Alguna señora y así me tratan, hasta los borrachitos de la esquina paso, -Adiós doña
Conchita, adiós doña Conchita, buenos días. Yo a toda la gente la veo con respeto, para mí
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 93
cualquier gente merece respeto, para mí todo ser humano, hasta los animales necesitan
respeto, porque para mí cuando has visto u oído que yo hable mal o que yo diga algo de
otro, porque para mí toda persona merece respeto”. “Me resultó curioso que durante toda
mi abuelita es algo que ha predicado y que yo pudiera haber aprovechado más de ella,
aprender más de ella. Al mismo tiempo pienso que algo que yo admiro de ella, es que
pueda llevarse con todos, que pueda hablar con todos y tener una buena cara, de alguna
forma, ayuda sin esperar nada a cambio, me gustaría poder ser como ella en ese aspecto, a
veces creo que no soy todo lo respetuosa que intento ser con la gente”.
familia ella mencionó, “yo pienso que lo que soy para ustedes, una abuela”, me encantó
esta afirmación tan sencilla y tan llena de significados al menos para mí, “un familiar más,
o sea, pero sí, yo siento que ustedes me respetan también, me quieren, yo siento que
ustedes me respetan también, me quieren, pues Karina, ya ves cómo me respeta, tú, y como
te digo todos, para mí todos, como te vuelvo a decir a mí nadie me ha faltado al respeto”.
“Me alegra oír que se siente y sabe querida por nosotros y nosotras, sería cuestión de
preguntarle, porque me imagino ha de ser reconfortante saberse querida y apreciada por sus
familiares, ¿Se lo habrá propuesto ella como meta?, ¿Habrá dicho quiero ser querida por
mis familiares o es algo que le salió casi de forma natural?” Ahora me atrevo a
responderme esa pregunta, por las cosas que ella ha mencionado, ella ha cumplido con su
deber, con su responsabilidad sin esperar nada a cambio, simplemente hizo lo que tenía que
hacer. Por otro lado, continuando con su vida actual menciona, “como mujer ¿qué otra
cosa puedo hacer? Sigo no más con mis quehaceres hasta donde yo pueda, porque eso sí,
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le doy gracias a Dios, todas las noches, por haberme permitido un día más de hacer lo que
yo quiero, porque lo que yo quiero, porque yo hago mis quehaceres porque yo quiero,
puedo irme, pero a mí me gusta hacer mis quehaceres como es debido, yo lo hago, hago
mis quehaceres como siempre y yo en la noche doy gracias a Dios por haberme permitido
dedicada, regañona, hábil, también tengo habilidad manual, ya ves que me gusta bordar,
me gusta pintar, por eso digo que tengo… soy hábil mental y manual”. Ella continúa
mencionando lo que ella considera logros en su vida. “Me siento satisfecha con lo que
logré durante mi vida laboral, logré terminar mis estudios, o sea, los pocos o los muchos
que, los tuve satisfactoriamente, pues ya tengo a mis hijas, también es un logro que hayan
estudiado, o sea una ya terminó de estudiar, la otra pues está en camino, también pienso
que es un logro, tener algo pues la casa, es otro logro, y pues las cosas materiales, aunque
lo material dicen que no es importante, pero pues si no lo tienes también no, ¿qué haces si
no lo tienes cosas materiales?”. Sentí una gran satisfacción de escuchar que soy parte de
Al igual que mi mamá, mi tía Mirna nos comparte un poco de la imagen que tiene
sobre ella misma. “siempre me he sentido fuerte por mi condición de mujer, yo siento soy
una persona responsable, responsable, responsable, me siento capaz de hacer las cosas,
pues siempre trato de hacer las cosas con amabilidad, con cortesía, con respeto, siento que
soy una persona honesta con los demás y conmigo misma, no me gusta que me engañen y
por eso no me gusta engañar a los demás y trato a la gente como a mí me gustaría que me
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traten, siempre, siempre hasta en mi trabajo yo siempre lo he dicho, trata a la gente como
quieres que te traten, eso me hace ser fuerte, eso me da la fortaleza para seguir adelante a
pesar de todos los problemas”. También mi tía Mirna comenta sobre la imagen que tienen
otras personas de ella. “Yo pienso que mucha gente tiene, hasta cierto punto, buen
concepto de mí como persona, ellos pueden contar conmigo cuando lo necesitan, tengo
unas amistades de muchos años que, como te diré, que yo siento que ellos me quieren por
mí, no porque, no por mi apariencia, ni nada, sino por mi manera de ser, porque a pesar
del tiempo, me siguen buscando para reunirnos, para salir y no porque nos una un
compadrazgo o algo, sino por el hecho de ser amigos, que fuimos compañeros, o
compañeras, hay hasta de la secundaria, del trabajo, que siempre, siempre hay
tenga tiempo le hablo, les hablo, nos reunimos, simplemente a tomar café”. Aunque mi tía
presenta una visión positiva de su ser actual, hay una situación que le preocupa y aqueja.
injusto que puede ser, responsabilizar de todo a los padres por las cosas que hacemos, me
parece que eso, nos resta responsabilidad, a nosotros como hijos, para portarnos bien, de la
misma forma, pienso que tal vez promueve un rol pasivo como hijos, de estar esperando
que todo lo recibamos de los padres, me parece que, hasta puede resultar cómoda esta
postura, porque nos podría exentar de hacer muchas cosas, de responsabilizarnos por
nosotros mismos, adoptando un rol más activo, más propositivo. También pienso que esta
presión ha recaído más en la mujer, responsabilizándola aún más que a los demás, por los
de los y las hermanas, demás parientes y otras personas externas a la familia, como lo son
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los maestros, las instituciones de salud, los psicólogos, la religión, el gobierno que también
son corresponsables”. Hay una la “creación de una innecesaria ansiedad en las mujeres”
(Bauman, 1998 p. 121) “Siento que es mi única debilidad, Ricardo… y a veces voy en el
carro y (con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos) si me pongo a llorar porque digo,
¿Qué estaré haciendo mal con mi hijo?, ¿Qué estaré haciendo mal? porque ya ves con las
otras dos chamacas no fue así, siento que con él no están bien las cosas, no, no, y mientras
que, siento que mientras más grande van a ser más grandes lo problemas, no, no busco la
manera definitivamente”. “Me preocupa que esto sea una profecía de autocumplimiento
(Myers, 2000 p. 118) y que se esté confirmando el rol de género esperado para los hombres
dentro de la familia”. Ella continúa. “Yo pienso, que hasta cierto punto, yo me siento
responsable porque pues yo soy papá y mamá, y pienso que, no creo que, bueno, yo a veces
pienso que por su condición de varón quizá le haga falta, en ciertas cosas, no la figura
paterna sino, ¿cómo te diré?, actividades por ejemplo, cuando le digo, –Ricky recoge la
basura del patio, deshierba, recoge la hierba. No lo hace, y yo digo, pienso, sería diferente
que si por ejemplo que si me pongo a hacerlo, pero yo estoy lavando, estoy haciendo otras
actividades y no puedo, pero si tuviera una persona, por ejemplo cuando la semana pasada
se fue con Julio a recoger escombro que esto, ay (allá) lo ves trabajando, que esto, por eso
a veces pienso, o sea me da la impresión de que a él como varón si le hace falta tal vez… la
imagen de un hombre que haga actividades con él, esa impresión me da, porque si Julio se
lo lleva y todo, si, si veo que hace las cosas, pero así pues que yo le diga, -Has esto. Tengo
que hacerlo con él, pero hay cosas que no puedo hacer. “Las cosas que hacemos, lo roles
que desempeñamos nos convierte en hombres o mujeres, ¿qué pasa cuando no te apegas a
los roles esperados por los demás, principalmente lo que son marcadamente estereotipados,
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se te juzgaría como menos hombre o menos mujer, y qué pasa con las sociedades más
neutrales donde los roles no están tan polarizados? Recordé un curso de la sexóloga Alma
identidad sexual y en cómo no sólo son las actividades que se realizan o no, las que te
hacen sentir hombre o mujer sino es algo muy complejo de describir, ya que implica
identidad”. Pensaba también en la forma de ejercer disciplina y pareciera que una mujer no
puede disciplinar a un hombre por cuestiones de género, me hace pensar que tal vez el
género de hombre se imponga aún sobre el rol de madre o mujer adulta. “El puesto de la
actual. “Me considero, me considero una mujer que ha tenido, este, éxitos, tanto laboral
pero, o sea, me considero una mujer muy exitosa en lo que respecta a mis hijas y a mi
trabajo… tengo humildad, de ayudar a los demás, o sea, si está dentro de mi ayudarlos,
trato de ayudarlos y darles amor, cariño, compresión, todo eso, yo siento que eso se lo doy
a, a los que me rodean, o sea, a mi hija, a mi familia, como mis amigos”. Parece que esto
que mi tía Addy menciona “dar a los demás”, ellos se lo regresan como ella misma
comenta. “Te sientes satisfecha, te sientes aceptada o sea de que…de que todas las
personas que te rodean te recuerden, o tengan una idea de ti, -Ay pues ella es así. O sea,
que tengan un concepto bueno de ti, no que te digan –Esta mujer es de lo peor o algo, es
mala gente…lo siento por las muestras de cariño y afecto que recibo de otras personas, de
mis amigas, de mis compañeros, de mis familia”. Mi tía Addy es una persona muy querida
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y apreciada por muchas personas y que bueno que lo sabe y lo nota. Por otro lado también
agrega, “todo lo bueno que quiero que mi hija sea espero que lo vea a través de mi”.
Después de pasear por el pasado, con sus anécdotas de esfuerzo y fortaleza, por el
presente y sus respuestas contrastantes, llenas de respeto, rechazo, cariño, y fuerza, también
se vislumbra el futuro en la historia de Conchita, un futuro para ella, para sus hijas, para sus
nietas. Anhelos, buenos deseos, sueños, metas, cosas y situaciones que se piensa sucedan
de la mejor manera.
De las mujeres de la familia Conchita espera “que sepan educar a sus hijos, ¿no?,
que los lleven por buen camino, que los aconsejen, que tengan buena comunicación con
sus hijos, que se lleven lo más que se puedan, que se respeten, que se comuniquen, que se
ayuden”. Todo lo que ella ha hecho con nosotros. Yo quisiera eso para mis hijas, que ellas
quieran a sus hijas, que se preocupen por ellas, que los aconsejen, que si ven que algo está
mal pues que le digan, eso está mal, así que, principalmente que se preocupen por sus
hijos. Que sean honestas hasta con ellas mismas. Que sean como hasta lo que son ahorita
(ahora), pues para mí son mis hijas, pero si le vería sus defectos, pero no yo les veo
defectos, (se ríe) no sé si porque sean mis hijas, pero no…pues que quieran mucho a sus
hijas y que los lleven por buen camino, que los aconsejen, que estén siempre unidas,
siempre, eso es lo que quisiera”. De lo más disfrutable fue conocer sobre las cosas que
todavía le gustaría hacer. “Me gustaría aprender a cocinar más, a costurar, sí porque si me
gustaría hacerlo pero tendría que aprender a escribir y a leer bien y eso siento que no me
entra en la cabeza, (se ríe) si porque la maestra me ha dicho que yo, que sí me enseña”.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 99
“Me encanta que aun y cuando ya es grande en edad, quiere hacer y aprender más cosas y
pensaba que tal vez resintió el no estudiar, por las oportunidades que perdió, por las cosas
que no pudo hacer por no leer y escribir bien”. “…porque tienes que tener tus apuntes, sino
se te olvida, tienes que escribirlo, tienes que… leerlo sí, porque me tienen comprado mi
libro, porque por ejemplo, si vas a aprender tienes que llevar tus apuntes y todo eso yo no
lo puedo escribir, rápido no, quizá si escriba pero así tardado, pues sí, pero a mí sí me
gustaría aprender muchas cosas más, me encantaría, si mi costura hace poco que empecé
todo, costurar, cocinar, costurar así como… tipo modista, eso sí me gustaría también”. A
En relación a los deseos mi mamá por su parte compartió lo siguiente, “me gustaría
irme a Europa, con tu tía Mirna, o sea, conocer también acá, hay lugares de la república
que todavía no, que no conozco, terminar de conocer la parte de la república que no
conozco, trabajar no, trabajar ya no, trabajar así de medio tiempo y nada más (lo dice
riéndose) no pero sí, mantenerte ocupada en algo, que no estés de ociosa…” “Yo también
quisiera irme a Europa con ellas”. “…porque estar de ociosa significa empezar a pensar
que te puede pasar esto, yo eso digo ¿no?, es cuando empiezas a pensar en las
enfermedades, en todo, mientras está tu mente, que no estás haciendo nada o algo,
ocupada, no necesariamente trabajando, sino realizando alguna actividad que disfrute, a ella
le gusta bordar punto de cruz, y el bordado se ha vuelto su principal actividad, borda para
hacer regalos y de vez en cuando por algún encargo, y no es porque sea mi mamá pero
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 100
borda muy bonito. Mi mamá también compartió sus buenos deseos para las mujeres de la
familia. “Me gustaría, primero para mis hijas, que terminen su carrera, que tengan, que
logren sus metas, tanto profesionales como económicas, no sólo, o sea, de mis hijas y de
mis sobrinas, de Karina ojala y algún día pudiera tener un hijo y sino, que le vaya bien
ahorita (ahora) en su matrimonio, si no puede tener hijos, que le vaya muy bien en su
matrimonio, Andreita que termine, ojala que termine bien su secundaria, que entre a la
prepa, y así que todas estén bien principalmente de salud…”. “El estudio como algo
prioritario y muy importante en el logro de las metas”. “…que cuando se propongan hacer
algo lo hagan, no se desanimen y lo hagan bien, lo mejor que puedan, lo que se propongan
hacer, no por una dificultad que se les presente, lo dejen de hacer porque pues no todo es
fácil, si se proponen hacer algo aún y con la dificultades que tengan, que lo logren, que lo
hagan”.
Al igual que mi mamá, mi tía Addy, habló de cosas que le gustaría hacer en un
futuro, para ella, su hija, sus hermanas y sus sobrinas. “Me gustaría seguir estudiando para
que yo pueda, pues, (para tener) una carrera profesional tendría que estudiar, para llegar a
otras metas pero por lo pronto así estoy bien, y ahorita sí lo que me interesa más es mi
hija, que ella sí salga adelante, que la meta que ella tiene fijada ojala que se le cumpla,
cuando ella, cuando ella lo cumpla, yo igual me voy a sentir ya realizada de ese logro”. Mi
tía Addy también mencionó cosas que espera de sus hermanas y sobrinas, sobre algo que es
importante para ella respecto a la religión. “Yo quisiera también, que ellas le dieran todo
ese amor, esa ternura, todo eso que yo le doy a mi hija, quisiera que ellas se lo dieran a sus
hijos, y también yo quisiera que se acercaran más a Dios, porque siento que ellas, mis dos
hermanas están retiradas de eso, están muy alejadas de Dios, yo pienso así y a veces yo les
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 101
hacen caso, porque eso les va a ayudar mucho, en todos los aspectos, te digo, ahí van a
encontrar muchas respuestas. Mis sobrinas, quisiera que se acercaran igual a Dios, que
salgan adelante, no por ser mujer, te vas a quedar así en un lugar, yo la verdad ya no
quiero estudiar, pero si la persona se quiere superar, se quiere, una carrera profesional y
todo eso, que lo siga, que salga adelante, que triunfe, que tenga éxito, o sea tú que, este
qué, bueno que estas estudiando, sigues a pesar de ya terminaste, sigues estudiando, yo
quisiera que tú fueras una profesionista reconocida”. “¡Qué lindo! Yo también quisiera eso
para mí”. Me encantó releer estos buenos deseos, me hacen sentir motivada y con ganas de
seguir aprendiendo más y más. Mi tía Addy continúa, “y en lo que respecta a mis sobrinas
que todavía vienen, que se realicen ellas, que logren lo que quieren, todas las metas, que
tengan en la mente, ojalá y dios quiera que se logren, que sean una profesionistas
encuentre pues, lo que está ahorita (ahora) en su mente, una plaza, ojalá y Dios quiera que
lo logre, y ojala yo también quisiera que se realizara como madre, es lo que yo quisiera,
pues ya ves los limitantes que tiene ella por su enfermedad, por eso quisiera que todo sea
felicidad con ella, respecto a su matrimonio ojala y todo este bien”. Recuerdo que ese año
nieta más grande de la familia Infante Uc y es muy querida por todos nosotros, y ella fue la
primera nieta en casarse, todas estábamos muy emocionadas con su boda, de ahí los buenos
Por su parte mi tía Mirna se concentró más en los deseos para las mujeres de la
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 102
familia que para ella misma. “Yo espero de que sigan adelante, de que sean ellas lo que
quieran ser, que no dejen que alguien las limite, si por ejemplo, de que se busquen una
pareja y que les digan -Pues no, pues ya no vas a hacer esto porque ya te casaste. Yo siento
eso para con todas, contigo, con tu hermanita, con mis sobrinas, con mis hijas sobre todo,
qué ellas hagan lo que quieran hacer, siempre y cuando sean responsables de sus actos”.
“Me encanta esta frase, es lo que yo quiero para mi poder ser quien yo quiera”. Ella
continúa. “Que no permitan que las limiten, que sepan que ellas pueden solas lograr la
meta, cualquier meta que se propongan, pues sí van a tener un compañero, su pareja, su
esposo o como sea la situación, pero que eso no sea una limitante para decir, o sea, no me
gustaría que dijeran, –Es que mi esposo no me deja”. “Esto me parece una expectativa
sobre ser mujer, una mujer no convencional, una mujer independiente, un mujer fuerte, una
mujer con iniciativa, una mujer responsable, sé que peco de sesgo y sobrevaloración, pero
me parece incluso, un rol más saludable, una alternativa de identidad, que de alguna forma
se han ido permeando en nosotras (hablo por mi hermanita y mis primas con temor a
equivocarme) y que lo seguirá haciendo en las futuras generaciones, tal vez no todas
seamos iguales, tal vez haya muchos roles tradicionales, pero la fortaleza interna, creo, o
CAPITULO 4
RESPUESTAS A LA HISTORIA
generar respuestas, respuestas de las respuestas y más respuestas, lo que pudiera ser un
escrita, dentro del proceso de interacción e intercambio con las participantes, ya que he
decidido detenerme aquí, para fines prácticos y académicos y poder concluir este
La historia final, integrada con las entrevistas, las conversaciones y respuestas con
las entrevistas y las respuestas adicionales, como ideas, reflexiones, sentimientos, datos
teóricos, etc., fue compartida con las participantes, vía correo electrónico, para que ellas la
pudieran leer en la comodidad de su casa, ya que no me fue posible regresar a Ciudad del
compartió de manera impresa y se le preguntó personalmente sobre lo que había pasado con
ella después de leer la historia, aprovechando una visita que hizo a Mérida recientemente.
Al compartir la historia con ellas, se les invitó a reflexionar sobre qué pasó con ellas
al momento de leer esta historia, qué produjo en ellas, qué pensaron, qué sintieron, qué
recordaron, teniendo la libertad de escribir unas palabras, una carta, una frase, un poema,
una canción, un pensamiento o sentimiento, que fuera respuesta a la lectura de esta historia.
documento final, donde podrán verlas si así lo desean ya que no fueron compartidas entre
ellas como parte del proceso de indagación, ya que como mencioné anteriormente,
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 104
De igual forma se les invitó a decidir sobre la información que no querían que
apareciera en el documento final impreso, el cual sería público y tal vez leído por otros
historia anterior en todas las participantes, las cuales fueron recibidas vía correo
Addy
“Hola Loretito, ya leí toda la historia, y me di cuenta que tengo como madre
a una gran mujer, que si no fuera por ella no sé dónde estuviera. Me recordó
también mi niñez, recuerdo a tu mamá cuando llegaba de Aguas Calientes con
regalos para todos, recuerdo mucho un teléfono que me trajo un 6 de enero, llegó
con una cámara y nos llevó a tomar fotos a la unidad deportiva (Juan, Andrés y yo).
Recuerdo a tu tía Mirna que cuando empezó a trabajar ayudaba a mi mamá con
$$$ (dinero) y para la feria de Julio y Diciembre a sus 3 hermanitos les compraba
ropa, muchas cosas más que no terminaría, jajaja.
En pláticas que tengo con compañeras de trabajo, me doy cuenta que no
todas las hermanas son como las mías, yo me siento con ellas como si fueran mi
segunda madre; Mirna, me ha dado siempre todo su apoyo incondicional, creo
porque hemos estado juntas siempre, Gloria aunque no está siempre conmigo (ya
que no le gusta la isla para vivir) igual he recibido apoyo de ella. Cuando voy a sus
casas me siento como si estuviera en mi casa, y se los digo a mis compañeras mis
hermanas son más que mis hermanas, nunca nos hemos distanciado, peleado,
insultado, etc. Cuando Mirna ha sido mi enfermera y me voy a su casa me han
dicho: -El arrimado a los 3 días apesta, te debes ir a tu casa. Y les comento -En mi
caso no pasa eso. Y me dice, -Como que no, nada más no te lo dicen. Pero no, yo no
lo siento así, ya que tanto Mirna como Gloria nos dan la confianza de poder estar
en su casa como si fuera nuestra.
En fin, te puedo decir las mujeres de mi familia tienen sus defectos sí, pero
son todas maravillosas, especialmente mi hermosa mamá, que la belleza que dice
ella no tiene, la tiene en el corazón <3.
Saludos cordiales
Addy Verónica ”
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 105
Gloria
Mirna
“Hola sobrinita:
Al leer la historia de mi madre, difiero en algunas cosas con ella, ya que ve a la
mujer solamente como madre, dedicada exclusivamente a sus hijos olvidándose en
algunas ocasiones de su esposo o pareja. Para mí la mujer es un ser humano
extraordinario, hay mujeres muy valiosas que nunca fueron madres y no por eso
pierden su valor, que su meta en la vida es distinta a la maternidad y son
triunfadoras, la mujer sabe ser amiga, compañera, confidente, etc., siempre podrás
tener a una mujer a tu lado cuando la necesites, ya sea tu madre, hermana tía,
abuelita, prima, etc., también hay mujeres muy valiosas que logran tener una
familia integrada con esposo e hijos y eso también es digno de admirarse. Quizá en
mi experiencia de vida, mi familia siempre fue un matriarcado desde la abuela
Tona, grande y fuerte, mi madre y mi tía Teresa, valientes, que se dedicaron sólo y
solas a sacar adelante a sus hijos y lo lograron, pero también considero que es
importante darle el valor que se merece un padre, pero desafortunadamente mi
madre no lo hizo con nosotros y yo no lo hice con mis hijos, espero que mis hijas si
llegan a tener hijos les enseñen a amar a su padre porque también hay hombres
muy valiosos que si saben valorar a las mujeres. Pienso que la maternidad es una
responsabilidad, hay que enseñar a los hijos, a ser independientes y responsables
en todos los sentidos. Pero no vivir solo y para tus hijos, porque ellos tienen que
vivir su propia vida con sus triunfos y fracasos. Pero siempre contaran con mi
apoyo cuando lo necesiten. Siempre me he visto en mi vejez sola, pero no por eso
triste, porque los hijos se van, bueno, deben de irse a sus casas, hacer su propia
familia. y lo único que puedo agregar seria, gracias a la vida que me ha dado
tanto... Saludos. Te quiero mucho, cuídate, saluda a Misael.
Mirna”.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 106
Conchita
historia y posteriormente se le realizó una única pregunta, esto fue durante una reciente
visita que ella hizo a Mérida, antes de saber que haría esto, estuve pensando en cómo
compartir la historia y más aún cómo tener su respuesta y pareciera que el destino, si es que
“L (Loretito). La pregunta nada más era ¿Qué había pasado con usted al ver la
historia, esta historia sobre usted, sobre las otras mujeres, qué pasó con usted?
A (Abuelita). Pues me conmovió mucho pues al ver lo que yo había vivido, me
emocionó, me conmovió, y como que hasta lo volví a vivir, sí, una parte bonita, una
parte tristeza, una parte pero… pues todo bien, pues no, no, porque como te he
dicho, yo no me siento triste a pesar de todo lo que he pasado, yo estuve muy feliz
con mi niñez, con todo, hasta ahorita porque ya viste tu que hasta, yo nunca he
estado triste o algo así, pues porque, pues no, porque la vida hay que vivirla, así lo
sentí, sentí emoción, sentí tristeza, sentí alegría, de todo sentí cuando lo leí, es más,
hasta que como que lo volví a vivir, todo muy bonito, muy, muy bonito, y yo no sé en
qué te basaste en escribir esas cosas que, no sé porque escogiste esas cosas pa´ tu
tesis.
L. Bueno la… hay una parte en la historia donde dice que cuando yo estaba en
terapia había una señora que me decía que –No puedo salir a trabajar.
A. Sí, al principio
L. Me decía, Yo no puedo salir a trabajar porque quien va a cuidar a mi hijo, a mi
hijita, no, y yo no puedo porque la quiero mucho entonces no la puedo dejar. Y yo
recuerdo que la imagen y la voz que se me vino en ese momento fue la voz de usted
que me decía, -No, yo por mis hijos, yo tengo que salir a trabajar, o sea, como muy
diferente a lo que ella me decía.
A. No, por mis hijos, soy capaz de todo.
L. Y digo yo, -Bueno, me imagino que ella también los quería mucho, también los
extrañaba, también no los quería dejar pero por ellos salió, ¿no? Entonces, -¿Qué
pasó?, ¿qué fue diferente en ellas dos como para decir, -Yo sí salgo a trabajar por
mis hijos. Y que ella diga –No, porque la quiero mucho, yo no puedo separarme de
ella.
A. No, porque sí, yo sí he hecho muchas cosas por ellos, pues sí hasta ahora, que
ellos no quieren que yo haga, esto que haga lo otro, pero yo quiero servirles de
algo, y por eso es que sigo estando con ellos, porque si no me dicen, -¿Por qué no
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 107
A. No, bueno también aquí, pero allá en el Carmen tengo que tener mi candado,
tengo que tener mi candado allá, ahora no, hasta allá tengo que tener, sí, porque
vienen y por ejemplo, como yo estoy sola, pues abren se meten, y Ramiro, ¡uy! me
regaña cuando encuentra el candado abierto, pues porque me mantengo sola, pues
es todo hija, pues gracias”.
Loretito
Sosa, que pertenece al álbum “Cantora, un viaje íntimo”, editado por Sony BMG Music en
el año 2009. Aunque habla de la naturaleza y sus diferentes elementos, me parece que
ejemplifica muy bien la relación establecida entre todas nosotras, y nuestro ser relacional
(Gergen, 2009), pensaba también que tal vez, que cada elemento nos represente a cada una
y que al mismo tiempo esos elementos naturales son parte de nosotras mismas también.
CAPÍTULO V
LA ÚLTIMA RESPUESTA
“Ser mujer es estar en relación con alguien más: los hijos, la familia, otras mujeres,
Si se es mujer y madre significa dar todo por los hijos, salir a trabajar, darles
Ser mujer significa tomar tus propias decisiones, tener tu propio dinero, conseguir
Estas son algunos aprendizajes que obtuve de realizar esta tesis con estas mujeres,
estas son las ideas que estuvieron presentes en sus conversaciones, estas son las ideas de las
mujeres propias de esta familia, no de otras mujeres. Estas ideas, como las que a
Estas ideas no son el resultado final de este proceso, como menciona Janice DeFehr (2008;
Shotter y Katz, 1996a; Shotter, 2012) los resultados en un proceso dialógico, emergen
tiene como objetivo producir respuestas útiles a las preguntas de investigación que reflejen
Las ideas anteriores, también son las formas como la palabra mujer ha sido usada en
esta familia por estas mujeres, como menciona Wittgenstein (1953 en Shotter y Katz
1996a), las palabras cobran sentido por la forma en que se emplea en la vida social, son los
“juegos del lenguaje”. Estos usos algunas veces fueron similares entre ellas y otras no,
haciendo, cada una un uso particular de la palabra mujer, adaptándolo a ellas mismas.
Siendo Conchita el personaje principal “me parece que hubo un consenso sobre el
esfuerzo que hizo ella, por ellas, y de que ha trabajo mucho, pensaba que esta tesis podría
ser un reconocimiento por todo lo que ella nos ha aportado” como madre y abuela, y ahora
a mí, también en lo profesional. Pensaba también, ya no sólo en Conchita, sino en las otras
mujeres que han tenido una historia similar y que han pasado desapercibidas, en las que día
a día siguen trabajando y de las que nadie ha contado su historia, a algunas de ellas me las
he encontrado en la terapia.
Al principio del proceso y al empezar a escuchar las historias, pensaba que ellas se
habían rebelado, “tal vez rebelar sea un palabra fuerte y no tan positiva, pero para mí,
rebelarse, es no estar de acuerdo con los estereotipos y con toda la intención, al menos yo,
busco hacer cosas diferentes, pensaba también en “mujeres transgresores” (por el libro
“Las Trangresoras” de Dosio, 2007) como aquellas que no cumple con lo establecido,
aquellas que se atreven a desafiar los roles impuestos, y me parecía un calificativo muy
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 112
fuerte, que la gente externa puede imponer, cuando busca la perpetuación de los
estereotipos, de los cuales salen beneficiados, los que no quieren un cambio, los que se ven
perjudicados en sus intereses particulares son los que van a juzgar negativamente
cualquier cambio que se salga del esquema establecido. Y creo que yo no estoy exenta de
pensé, “tal vez ellas no se rebelaron a lo que se esperaba de ellas sino al contrario, lo
cumplieron muy bien, fueron madres fuertes, trabajadoras, que hicieron, hacen y harán
Lo anterior me hizo pensar en que “ser madre se vuelve una condición desde la cual
se piensa y se ven las cosas, ya que estuvo presente en todos los temas, como una
imposibilidad de ver, sin dejar de ser madres”. Como menciona Oehmichen Bazán (2005,
p. 335) sobre las mujeres mazahuas, “son sostenedoras de su hogar precisamente porque la
principalmente los hijos, otras personas se vuelven la razón y la energía misma para
moverse”. Sin embargo no siempre se es la misma madre, “la diferencia de edad de los
hijos es una influencia también en la visión y el actuar del ser madre, desde una labor ya
concluida, con los hijos adultos, ya mayores, laboralmente activos, en comparación con la
idea de una tarea pendiente por realizar, con hijos adolescentes o aún en formación
universitaria, lo cual me hizo preguntarme ¿La labor de madre termina con la culminación
cómo se ha podido ver, el ser madre no termina, continúa a lo largo del tiempo, “son los
mandatos sociales los que van cambiando, en cada etapa de la vida, se espera algo de tu
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 113
ser mujer”.
Dentro de las conversaciones también pude ver que ellas mismas sí se consideran
fuertes, al menos mi tía Mirna así lo mencionó, “yo pienso que las tres somos mujeres que
solas hemos salido adelante”; “me hice hasta cierto punto más fuerte”, “ya era fuerte, se
hizo más fuerte” (sus palabras y mis palabras como en la historia). Y esa fuerza ha
consistido en “poder hacer lo que quieres”, tomar tu propias decisiones, y no lo veo como
algo de libertinaje sino como un empoderamiento, de tomar sus vidas bajo su propio
control y eso me encanta, me anima, me motiva, me confirma las cosas que yo quiero
lograr” (mis palabras). Sin embargo, creo que esta fuerza y este “hacer lo que quieras”
aunque ellas no lo hayan mencionado así, a mí me pareció que pudo haber tenido ciertos
costos, “no puedo (pude) evitar sentir tristeza de pensar que al menos mi tía, como mujer,
ha tenido (tuvo) que seguir “sola”, es aquí donde pienso en los posibles costos por ser el
tipo de mujer que es, independiente, responsable, resiliente, pero también pensaba que
necesidades que han atravesado. Sería como pensar ¿qué fue primero, el huevo o la
gallina? Y creo que en realidad no me importa, bueno sí un poco, saber cómo surgió
porque creo que no hay una respuesta precisa y no quiero encontrar los porque son así,
sino más que nada conocerlas, aunque confieso que tal vez si he estado (estuve) buscando
los porqués”. Lo que me llevó a pensar que “hablar de las mujeres también es hablar de
los hombres en contraposición, la otredad, la paradoja, el ser a partir del no ser de ellos-
hombres”. “El género propio no se “hace” en soledad. Siempre se está “haciendo” con o
para otro, aunque el otro sea sólo imaginario” (Butler, 2006 p. 13).
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 114
llamarlas “los hubiera o no hubiera”, de los cuales ya se ha dado alguna respuesta dentro
de la historia.
la tesis no sería esta que usted está leyendo y tal vez ni siquiera existiera. Sin embargo las
circunstancias vividas, las que sí sucedieron, por más dolorosas o incomodas que hayan
sido, son las que nos han hecho quienes somos hoy en día. ¿Qué otros hubiera se le
ocurrieron a usted?
mujeres, ellas me han criado, me han alimentado, me han educado, me han consentido, y
pensaba ¿Qué han recibido ellas de mí, qué les he dado yo a cambio?, creo que como hija
cumplí con mi rol esperado de terminar mi profesión, les he dado mi cariño y tal vez no
siempre fui la más obediente de las hijas pero “pensaba en mi responsabilidad social, no
sólo con ellas sino también con el resto de la familia desde mi ser psicóloga, creo que sería
bueno preguntar y no dar hecho y ni quedarme con la duda de lo que esperan, al menos
ellas en lo particular, por el hecho de que yo sea psicóloga… tendrán alguna expectativa
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 115
de mí, no la he sentido, tal vez no me vean tanto en el rol de psicóloga sino más bien como
Una idea que llamó mi atención fue lo dicho Simone De Beauvoir (2010), “mujer
ser para otros, yo pienso mujeres en relación” (las comillas y cursivas son mías, ya que
son mis propias palabras en otro momento), aunque esta relación no necesariamente todo el
Otras respuestas.
En lo Personal…
“Realizar esta tesis me ha dejado una satisfacción muy grande como nieta, hija,
sobrina, prima y hermana. Que afortunada soy de ser nieta, hija y sobrina de estas mujeres
madres responsables”.
Tuve la oportunidad de conocer historias familiares a las que tal vez nunca hubiera
Me hizo desarrollar una admiración más fuerte hacia las mujeres de mi propia
Ellas están presentes en mí, tal vez siempre lo han estado, sólo ahora soy consciente
de ello, como lo dice Gergen (2006 p. 109) “cada uno de nosotros se vuelve otro, tan sólo
un representante o sucedáneo. Dicho en términos más generales, a medida que pasan los
años, el yo de cada cual se embebe cada vez más del carácter de todos los otros, se
coloniza”.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 116
En lo Profesional…
“Me hizo tener ejemplos para compartir durante las sesiones de terapia.
Me hizo estar más atenta a la forma de ser mujer que promuevo dentro de la
Deseos Realizados
relevante compartir ya que fueron mencionados como anhelos, deseos y logros por parte de
están estudiando, sus respectivas licenciaturas. Mi mamá viajó a Europa en Julio de 2010.
sido muy significativo para la familia, ya que es el primer hijo de la primera nieta, así que
Reflexión Final
compartidos a lo largo de esta tesis, durante estos cinco años, han sido desde la perspectiva
actual, cada momento tuvo su propio contexto, su propio humor, su propio ambiente,
durante estos cinco años se presentaron cambios que le dieron un matiz particular a cada
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 117
párrafo, mientras escribía. Los espacios físicos cambiaron, de un consultorio a otro, de una
casa a otra; los acompañantes de escritura cambiaron, de los amigos de clase a mis gatitas
desempleada; mi estado civil cambió, de soltera a casada; trabajé de día, de noche, de tarde,
de madrugada, con calor, con lluvia, nunca con frío; y los sabores fueron los mismos, café
propone Gergen (2006 p. 152) “sólo podemos comprenderlos con referencia a nuestras
las del pasado, ya que cada intento de interpretar las convenciones del pasado procedería, a
su vez, de nuestras convenciones actuales”, así que aunque hubieron cambios, siempre lo
presente.
¿Mi trabajo concluye al terminar esta tesis? Creo que no, es más, creo que empieza
uno nuevo, principalmente relacionado al tema de género y las mujeres, y aunque sé que
desigualdad debida el sexo, debida al género, (mis palabras encontradas en Butler, 2006) y
aunque yo pueda verme a mí y a estas mujeres más allá del género, todavía vivimos en una
sociedad con género. Espero el día en que estas diferencias biológicas o psicológicas no
personal”. Ya que, como dice Simone De Beauvoir (2010 p. 207) “No se nace mujer: se
llega a serlo”.
Ser Mujer: Diálogos Intergeneracionales 118
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