Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La nacionalidad es el vínculo jurídico que permite identificar a una persona como parte de una población o
elemento constitutivo del Estado; y está caracterizada por ser un vínculo por el cual el estado ejerce una
competencia sobre sus nacionales dentro y fuera de su territorio. Es el vínculo jurídico entre una persona y el
Estado. Esta vinculación determina varios efectos:
• Originará derechos y obligaciones entre el nacional y el estado.
• Determina la intensidad o grado de participación del nacional en la vida del estado.
• Determina el estatuto jurídico-privado básico de la persona, su capacidad de obrar y su
responsabilidad.
La nacionalidad (competencia personal del estado) en el propio estado tiene una dimensión ad intra y otra
dimensión ad extra:
- DIMENSIÓN AD INTRA: la regla tradicional ha sido la discrecionalidad del estado, regulando él
mismo las cuestiones derivadas de ella. Es un ámbito esencialmente doméstico del estado, así los nacionales
eran primordialmente súbditos y los extranjeros son o eran súbditos de otros estados.
- DIMENSIÓN AD EXTRA: esta dimensión sigue al individuo fuera del estado, se asienta sobre el
vínculo que acredita la pertenencia del individuo a una comunidad estatal. Hay que señalar que la
competencia extra-territorial se aplica de forma restrictiva por encontrarse en otro territorio que hay que
respetar.
Hoy, la dimensión ad intra, es decir, la discrecionalidad del Estado está mínimamente erosionada por la
Declaración de DDHH. El desarrollo progresivo el DI ha conseguido un proceso de progresiva
internacionalización de cuestiones y materias que antes se entendían de competencia exclusiva a los Estados.
La dimensión extraterritorial sigue al individuo fuera del Estado, asentándose sobre el vínculo que une a la
persona con un territorio: la nacionalidad, buques, aeronaves y objetos espaciales tendrán la nacionalidad del
Estado donde estén registrados.
La determinación de la nacionalidad corresponde a cada estado por medio de su legislación interna, no hay
intrusión del derecho internacional en la materia, aunque expone ciertas limitaciones porque la nacionalidad
puede ser oponible a terceros en el orden internacional, y ésta nacionalidad debe ser efectiva para que pueda
oponerse a otro u otros estados en el orden internacional. Esas limitaciones serán con normas escasas y poco
restrictivas, es decir, la comunidad internacional ha pretendido limitar la discrecionalidad de los Estados en
materia de atribución de nacionalidad, aun reconociendo que ésta es una materia que compete a la
jurisdicción interna de los estados.
El derecho internacional exige que la nacionalidad sea efectiva, es decir, que el vínculo jurídico sea real entre
la persona y su estado según el dictamen de la Corte Internacional de Justicia que en 1955 se expuso que: la
nacionalidad es un vínculo jurídico que tiene por base para que un individuo sea más afín con un estado que
con otro, siendo la nacionalidad ficticia no válida en el plano del derecho internacional.
Se parte de una definición amplia y negativa del extranjero como “la persona que no está unida por el
vínculo de la nacionalidad al estado en cuyo territorio se encuentra”. El régimen relativo a los extranjeros es
una manifestación soberana del poder del estado, por lo que el estado territorial regula todas las
circunstancias relativas a extranjeros. Tal conjunto de reglas comporta el “Corpus Nacional del Derecho de
Extranjería”, en el que hay limitaciones (derecho internacional y derechos humanos). Esto no está exento de
limitaciones expuestas por el DI.
-ADMISIÓN
Salvo participación relativa al asilo y refugio se encuentra sometida a la legislación interna del estado, sin
que exista una obligación fundada en el derecho internacional general En principio es la libertad del estado,
respecto a la admisión teniendo en cuenta las obligaciones convencionales.
-PERMANENCIA
La permanencia de los extranjeros en un estado suscita la cuestión de su trato y si el derecho internacional
señala limitaciones o afirma derechos a favor del extranjero, que erosionan o limitan esa competencia.
La primera fuente de derechos para los extranjeros y obligaciones del estado se constituye por los tratados
bilaterales y multilaterales del estado.
TRATADOS BILATERALES son importantes los tratados de establecimiento del comercio y navegación,
para regular las condiciones jurídicas, de seguridad social, evitar la doble imposición, tratados de amistad,
buena vecindad y cooperación, en determinadas materias puntuales que les interesan.
Generalmente los tratados tienen cláusulas específicas sobre el trato de sus respectivos nacionales. Dichas
cláusulas suelen responder a una tipología característica y se pueden dividir en:
•Cláusulas de reciprocidad o trato racional que confieren los mismos derechos de los nacionales.
•Cláusulas de nación más favorecida, por la que un estado concede a los nacionales de otro estado el
mejor trato que se otorga a los nacionales de un tercer estado.
En defecto de estas reglas convencionales, en la actualidad parece fundado en pronunciamiento judicial
nacionales e internacionales, que el estado territorial está obligado a respetar en las personas de los
extranjeros el “estándar mínimo de derechos”, que implica la afirmación de determinados derechos.
El estándar mínimo de derechos son ánimo exhaustivo, según la normativa de los derechos humanos y su
integración en el derecho interno de los estados son entre otros:
o Derecho a la vida.
o Derecho a no ser detenido arbitrariamente.
o Derecho a obtener justicia sin discriminación.
o Derecho a la integridad física.
o Facultad de ejercitar determinados derechos civiles, básicamente como los derechos de familia.
Tradicionalmente los derechos políticos han quedado erradicados del bagaje jurídico del extranjero. No en
vano, están vinculados a la noción de nacionalidad.
Art. 13 CE: 1. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente Título
en los términos que establezcan los Tratados y la Ley.
(Art. 27 CC y art. 15 Código de Comercio).
Descontados los compromisos jurídicos de los tratados y el estándar mínimo de derechos, el estado conserva
un amplio poder discrecional en cuanto a señalar el trato dado a los extranjeros.
-EXPULSIÓN
Normalmente se realiza de forma individual y es una cuestión que depende del poder discrecional del estado,
y se debe diferenciar de la no admisión y de la extradición. La expulsión tiene carácter unilateral.
La expulsión la efectúa el Estado sin mediar consentimiento, mientras que la extradición exige la solicitud de
un Estado y el consentimiento del Estado al que se le solicita.
El DI general no formula ninguna limitación a la facultad de expulsión, los tratados multilaterales sí
contienen algunas limitaciones. Así el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 admite:
- La facultad del estado de expulsar a los extranjeros, pero se podrá realizar en cumplimiento de una
decisión adoptada conforme a la ley.
- Permitiendo a la persona objeto de la expulsión que motive medidas en contrario.
- Esa persona pueda presentar una reclamación ante alguna autoridad competente.
La expulsión de extranjeros sólo será posible si los expulsados encuentran acogida en el territorio de otro
estado, pues las autoridades deportadoras tendrán en cuenta que un estado solo está obligado a recibir a sus
nacionales.
Es apátrida toda persona que no sea considerada como nacional por ningún Estado. Los apátridas pueden
carecer de nacionalidad por 2 motivos:
· La concurrencia en una persona de criterios de nacionalidad excluyentes entre sí que les privan de toda
nacionalidad. Ej: Una pareja de un Estado que usa el criterio de ius soli tienen un hijo en territorio de un
Estado que usa el de ius sanguini, el niño carecería de nacionalidad.
· La perdida de nacionalidad puede ser una sanción penal como consecuencia de la comisión de
determinados delitos recogidos en la legislación penal estatal. (recordar que a nadie se le se privará
arbitrariamente de su nacionalidad de acuerdo con el artículo 15 de la DUDH)
Al no tener un vínculo con ningún Estado, los apátridas se hayan en una clara situación de vulnerabilidad sin
poder acceder a protección legal o a derechos básicos. Para resolver esa situación de indefensión se crean,
en el marco de la ONU, la Convención sobre el estatuto de los apátridas y la Convención para reducir los
casos de apatridia, las cuales establecen una serie de normas dirigidas a los Estados para configurar el
régimen jurídico básico de los apátridas. En la actualidad existen 15 millones de apátridas en el mundo, para
reducir ese número, la ONU solicitó a ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados, en teoría sin
competencias en materia de apatridia) que tratase de reducir los casos. En ciertos casos se les puede
reconocer a los apátridas la condición de refugiado.
El ordenamiento jurídico español ha tendido a eliminar en la medida de lo posible las situaciones que
pudieran dar pie a la apatridia, incluyendo, por ejemplo, un sistema mixto de obtención de la nacionalidad
de origen, combinando los criterios de ius soli e ius sanguini.
Es refugiado toda persona que, debido a fundados temores a ser perseguida por motivos de raza, religión,
nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a un determinado grupo social, de género u orientación
sexual, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera
acogerse a la protección de tal país, o al apátrida que careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país
donde tuviera su residencia habitual, por los mismos motivos no puede o, a causa de dichos temores, no
quiere regresar a él. De esta definición se extraen 4 requisitos para determinar si se es refugiado:
· Se encuentra fuera del país de su nacionalidad.
· Con fundados temores de ser perseguido.
· Por su propio Estado.
· Por los motivos tasados (raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o grupo social).
En la actualidad hay 65 millones de personas forzadas a desplazarse, de ellas, solo 21 millones son
consideradas refugiados. Para regular esta situación se creó, en el marco de la ONU, la Convención del
estatuto de los refugiados. Antes incluso de este TI ya se había creado ACNUR, la agencia de la ONU para
los refugiados, para luchar contra esa situación de indefensión.
Los refugiados pueden beneficiarse del asilo territorial, el cual es una facultad del Estado en el ejercicio de
su soberanía. Este asilo solo se podrá invocar por quienes cumplan los 4 requisitos para ser refugiado. Este
derecho no podrá ser invocado por determinadas personas como quienes hayan cometido crímenes contra la
humanidad. El asilo concedido por un Estado deberá ser respetado por los demás Estados y contará con la
garantía del principio de no devolución (Non-refoulement), que es la garantía básica de que ningún Estado
podrá, por expulsión o devolución, poner a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su vida o
libertad corren peligro.
La protección diplomática es “un principio elemental de derecho internacional que autoriza al Estado para
proteger a sus nacionales lesionados por actos contrarios al derecho internacional y cometidos por otro
Estado, del que no se ha podido obtener satisfacción por las vías ordinarias. Al encargarse de la causa de uno
de los suyos, al poner en movimiento a su favor la acción diplomática o la acción judicial internacional, ese
Estado hace valer, a decir verdad, su propio derecho, el derecho que tiene a hacer respetar en la persona a
sus súbditos en DI”.
· Nacionalidad de la reclamación: En ausencia de acuerdos particulares, sólo el Estado cuyo nacional haya
sido víctima de una violación del DI tiene derecho a plantear una reclamación internacional, además, los
Estados podrán usar la protección diplomática por los apátridas y refugiados que tuviese su residencia
habitual en su territorio. En casos de doble nacionalidad la nacionalidad ha de ser efectiva para invocarla
frente a terceros Estados. De acuerdo con el asunto Nottebohm la protección diplomática deberá ejercerse
por el Estado con el que el individuo mantenga el vínculo efectivo más estrecho. En los casos de doble
nacionalidad no cabe que uno de los Estados reclame a otro.
En lo que se refiere a las personas jurídicas plantea más dificultades debido a la diversidad de criterios
utilizados por los distintos ordenamientos jurídicos para determinar la nacionalidad de las personas jurídicas.
El criterio más aceptado, incluso por el CIJ, para determinar qué Estado es el que debe reclamar es el de
lugar de su constitución y en cuyo territorio tiene su sede. Sin embargo, a esta regla general cuenta con una
excepción, es el caso del vínculo efectivo.
En el caso de las sociedades de capital extranjero una cuestión particular es la de si el Estado del cual son
nacionales los accionistas pueden ejercer derecho de protección diplomática de dichos accionistas. El Estado
de la nacionalidad de los accionistas no puede ejercer la protección diplomática, salvo que la sociedad en
cuestión haya dejado de existir o el hecho ilícito se dirigió contra los propios derechos de los accionistas.
· Agotamiento de los recursos internos: Se considera una norma consuetudinaria que, antes de que el Estado
ejerza la protección diplomática es necesario que el Estado donde la lesión se ha cometido pueda remediarla
por sus propios medios, en el marco de su ordenamiento jurídico interno. Deben utilizarse todos los recursos
judiciales y administrativos previstos en la legislación del Estado en que se comete el ilícito por el individuo
lesionado antes de que el Estado del sea nacional pueda protegerle diplomáticamente, a no ser que por
medio de TI se renuncie expresamente a este requisito. Se trata del respeto de la independencia y soberanía
de los estados y más concretamente de su poder jurisdiccional.
· Conducta correcta del reclamante. La conducta correcta del reclamante o excepción de clean hands no es
un requisito plenamente confirmado en la práctica internacional. si bien la conducta del particular sí afecta
en cierta medida a la reclamación, en la medida en que el Estado del nacional podría optar por no usar la
protección diplomática, o si la usa afectaría al fondo de la reclamación, especialmente en la cuantía. No
obstante, la jurisprudencia internacional ofrece ejemplos en los que el principio la conducta correcta del
reclamante ha sido tomada en consideración, bien como principio general del derecho o como criterio de
equidad imprescindible en la aplicación del Derecho.
Una de las funciones tradicionales del DI es determinar los ámbitos espaciales en los que los estados ejercen
sus derechos jurisdiccionales, supone la fijación del territorio de un estado. Se observa la tendencia de los
estados a ocupar todo el espacio posible.
En la sociedad internacional el concepto de territorio guarda relación con el concepto de estado como órgano
político asentado en una base territorial afirmando su poder. La sociedad internacional está constituida por
unidades políticas territorialmente definidas: principio de igualdad soberana de los estados. Hoy el elemento
de la territorialidad se encuentra dentro de la definición de soberanía; la soberanía tiene una dimensión
territorial necesariamente terrestre, eventualmente marítima y completamente aérea, y debe predicarse la
unidad del territorio del Estado.
Sin embargo, no toda competencia territorial puede afirmarse como soberana en el sentido de exclusiva,
plena e inviolable; en efecto, existen zonas que se proyectan sobre el Estado donde la soberanía queda
limitada: la competencia de los Estados sobre ciertos espacios marítimos como la zona contigua, la
plataforma continental o la ZEE.
Diferencias entre soberanía y jurisdicción: por SOBERANÍA se entiende la autoridad que ostenta el estado y
de la que se deriva su subjetividad internacional. El ejercicio de competencias soberanas se identifica con la
plenitud, la exclusividad y la inviolabilidad de las mismas.
• La plenitud en el ejercicio por el Estado de las funciones legislativas, administrativas y judiciales propias
del Estado.
Se establece de forma general la obligación de prevenir los daños transfronterizos, pero un paso más
avanzado son las relaciones de vecindad que suponen las medidas de cooperación adoptadas por los Estados
vecinos.
Las reglas de Di que regulan la materia, son las reglas basadas en el principio de efectividad complementado
por el principio de relatividad de la efectividad. El principio de efectividad en este punto, significa que es el
ejercicio efectivo de las funciones estatales sobre un determinado territorio, lo que hace que nazca sobre él la
soberanía. La relatividad de la efectividad modula y flexibiliza el principio anterior, en el sentido de que la
intensidad y las características de las funciones estatales han de ser apreciadas sobre la base de las
circunstancias del caso concreto.
El derecho internacional clásico entendió que la adquisición del título a la soberanía territorial tenía lugar
bajo cinco modos o procesos. Estos modos se ordenan en originarios y derivativos:
1) Originarios:
-ACCESIÓN: cuando una porción de tierra, por obra de la naturaleza (accesión natural) o por manos del
hombre (accesión artificial), se incorpora al territorio de un estado.
Requisitos:
-Aumento territorial debido a la naturaleza o mano del hombre.
-Que el territorio que ha crecido sea terra nullius.
-El consentimiento de terceros estados es irrelevante.
-Que se presuma la posesión efectiva de que el territorio ha crecido sin necesidad de actos formales de
apropiación por parte del Estado beneficiado.
-OCUPACIÓN: apropiación por un Estado de un territorio el cual no está sujeto a la soberanía territorial de
otro Estado. Para que se dé un supuesto de ocupación son necesarios dos requisitos:
-Que el territorio sea terra nullius
-Posesión efectiva con animus ocupandi.
2)Derivativos:
-CESIÓN: la renuncia hecha por un estado en favor de otro estado de los derechos y títulos que puede tener
sobre el territorio. Se trata de un modo bilateral de adquisición que se produce normalmente por medio de
tratados. La validez del título que se adquiere por medio de cesión depende de la validez del título del estado
cedente.
-Uti possidetis iuris: Es un principio general vinculado a la independencia de territorios (en especial los que
se encontraban bajo dominación colonial) que afecta tanto al fundamento del titulo de la soberanía, como a
la determinación de las fronteras. Tuvo un gran auge en la descolonización de latinoamerica y tuvo una
función estabilizadora y pacificadora, pues mantenía las nuevas fronteras sobre donde antes estaban las
viejas delimitaciones administrativas. Es una excepción al principio de efectividad respecto a la soberanía
territorial, y afecta incluso a las fronteras marítimas. Estas fronteras establecidas sobre los antiguos límites
son variables por medio de TIs.
- PRESCRIPCIÓN: es la adquisición del título de soberanía sobre un territorio por medio de una posesión
pacífica y continuada a lo largo del tiempo, que suponga el ejercicio de una actividad estatal con ánimo
occupandi y en calidad de soberano.
A diferencia de la ocupación, en la prescripción la posesión se realiza sobre el territorio perteneciente a la
soberanía de otro estado. Para que se dé la prescripción se deben dar unos determinados presupuestos:
-Posesión ejercida a título de soberano. Posesión pública.
-Posesión pacífica e ininterrumpida con la aquiescencia del soberano territorial.
- CONQUISTA: hoy en día no puede ser considerada como un título válido ya que incurre en la prohibición
del uso de la fuerza armada en las relaciones internacionales,
Incluso los usos de la fuerza lícita, p.ej. en uso de una legítima defensa, no pueden hacerse valer como modo
de adquisición de la soberanía sobre el territorio del Estado a cuyo ataque armado se responde.
En la actualidad los supuestos que a la vista de la práctica internacional despiertan mayor interés, son
fundamentalmente los siguientes:
• Por un lado, los territorios bajo administración internacional, es decir, los supuestos en que la gestión
de un territorio se confiere a una Organización Internacional o de varios Estados como consecuencia de un
fenómeno de ocupación militar.
• Por otro, la utilización de bases militares en territorio extranjero.
Todo Estado tiene soberanía absoluta, plena y exclusiva en el espacio aéreo sobre su territorio. El espacio
aéreo de un Estado lo constituye la columna de aire situada sobre su territorio terrestre y, en su caso, sobre
sus aguas interiores y mar territorial, extendiéndose en altura hasta donde comienza el espacio ultraterrestre.
Debido a que la soberanía es plena, se requiere de autorización del Estado para cualquier uso de su espacio
aéreo.
En 1944 se adopta el Convenio de Aviación Civil Internacional (Convención de Chicago), el cual creó la
Organización de la Aviación Civil Internacional (ICAO). Este convenio es la principal norma de DI en la
materia. El art. 1 del Convenio de Chicago afirma que todo Estado tiene soberanía completa y exclusiva
sobre su espacio aéreo. Su artículo 2 dispone que cada Estado contratante se compromete a conceder en
tiempo de paz libertad de paso inocente sobre su territorio, aunque podrán establecer zonas prohibidas o
prohibiciones temporales fundadas en necesidades militares o de seguridad pública. Esta convención se
aplica a las naves civiles dándole una lista de derechos como el paso inofensivo, poder repostar, libertad
para embarcar y desembarcar, etc. Respeto de las naves de Estado (las usadas en servicios militares, de
aduana o de policía) siempre se requerirá autorización.
En la UE se está desarrollando el Single European Sky.
El derecho del mar ha evolucionado, teniendo que realizar la labor de acomodar a él todo el derecho interno
de los estados. Tiene tres fases:
1. Desde los inicios de la sociedad internacional moderna hasta finales de la 2 guerra mundial
En esta fase los intereses eran las comunicaciones, descubrimientos y comercio orden militar,
diferenciándose dos partes: mar territorial (extensión territorial donde el Estado ejerce su soberanía)
y alta mar (donde rige el principio de libertad).
una importante fuente de subsistencia, surgiendo así importantes intereses para los estados
ribereños.
Esta fase termina en Ginebra, en 1973 se inaugura una conferencia de la ONU sobre el derecho del
mar, fruto de la cual se adopta la Convención de la ONU de 1982.
3. Desde los 60 y termina en 1982 con la adopción de una nueva convención sobre el derecho del mar:
convención de Montego Bay
En esta III Conferencia intervienen factores económicos, estratégicos y tecnológicos que determinan
la necesidad de una ampliación del DI del mar.
- Factores económicos: después de 1969, se produce el segundo gran proceso de descolonización de
la historia, el aumento de la independencia de pueblos sometidos a dominación colonial. Estos países
impugnan el régimen establecido en 1958 ya que no participaron en el mismo por ser colonias
territoriales. Sobre todo, sobre los recursos naturales, piden la ampliación del mar a 12 millas y el
establecimiento de una zona exclusiva.
- Factores estratégicos: en plena guerra fría, la URSS y EEUU necesitaban una gran movilidad para
defender sus efectivos bélicos, esta necesidad se encontraba obstaculizada por el Convenio de 1958,
que establecía el paso inocente en los estrechos utilizados para la navegación internacional, no
permitiendo el paso de los submarinos en inmersión ni el sobrevuelo de aviones militares.
- Factores tecnológicos: el avance tecnológico permite el aprovechamiento del suelo y subsuelo del
mar en la plataforma continental y el aprovechamiento de los recursos minerales del fondo de los
océanos.
Las competencias exclusivas del estado sobre el espacio marítimo son las siguientes:
AGUAS INTERIORES
Son las comprendidas dentro de la zona acuática que desde el mar territorial va hacia el interior del territorio
del Estado, comprendiendo ensenadas, puertos, canales marítimos, estuarios, etc.
Sobre las aguas interiores el estado ribereño ejerce soberanía territorial. Es una soberanía más acusada que la
del mar territorial, porque no existe derecho de paso inocente de los buques extranjeros, salvo convenio.
MAR TERRITORIAL
La soberanía del estado ribereño se extiende más allá de su territorio y de sus aguas interiores a la franja de
mar adyacente designada con el norme de mar territorial. Su delimitación viene enmarcada por la regla de 3 a
12 millas marinas. En el caso de Estados adyacentes, se utiliza la regla de la equidistancia, la mitad para cada
uno.
Junto al ejercicio de derechos soberanos sobre el mar territorial, el DI otorga derechos a los Estados sobre el
mar territorial de otros Estados, pues los buques de todos los Estados gozan del derecho de paso inocente por
el mar territorial.
En el caso de Estados adyacentes, se utiliza la regla de la equidistancia, la mitad para cada uno.
Competencias: el Estado ejerce la soberanía sobre el mar territorial, así como del espacio que se levanta
sobre él y del subsuelo. La única limitación es el paso inocente, que incluye la travesía por el mar territorial,
debiendo ser rápida e ininterrumpida y admitiéndose la detención y el fondeo por causa justificada.
Los Estados ribereños mantienen ciertas competencias sobre el paso inocente de buques de otros Estados:
- El establecimiento de leyes y reglamentos relativos al paso inocente
- La asignación de vías marítimas para el tránsito
- Medidas especiales para los buques de propulsión nuclear
ZONA CONTIGUA
Se trata de un espacio marítimo que se extiende más alla del límite del mar territorial y sobre el cual el
Estado ribereño ejerce competencias sobre buques extranjeros rigurosamente tasadas para determinados
fines. La anchura de la zona contigua es de 24 millas náuticas desde la línea de base.
PLATAFORMA CONTINENTAL
El lecho de mar y el subsuelo de las aguas submarinas que se extiende más allá del mar territorial, y a lo
largo de una prolongación natural de su territorio histórico, el borde exterior del margen continental, o bien
una distancia de 200 millas marinas desde la línea de base, en los casos en los que el borde exterior del
margen continental no alcance dicha distancia.
El Estado soberano ejerce derechos de explotación y exploración de sus recursos naturales.
ISLAS
Es una extensión natural de tierra rodeada de agua apta para mantener habitación humana y vida económica
propia. En las islas de mar territorial, la zona contigua, la ZEE y la plataforma continental serán
determinadas según los criterios anteriores.
Por otro lado, tenemos la roca, como aquellos promontorios que no tienen habitantes humanos o no son aptos
para tener vida económica propia, y por ello se les niega el derecho a tener la ZEE y plataforma continental,
pero no mar territorial y aguas interiores si las hubiera.
1. El Alta Mar;
La alta mar estará abierta a todos los estados. La libertad del alta mar se ejercerá en las condiciones fijadas
por esta Convención y por otras normas de Derecho Internacional. Comprenderá para los estados ribereños y
para los estados sin litoral: la libertad de navegación. La libertad de sobrevuelo. La libertad de tender cables
y tuberías submarinas. La libertad de construir islas artificiales y otras instalaciones permitidas por el
Derecho Internacional. La libertad de pesca. La libertad de investigación científica.
La alta mar será utilizada exclusivamente con fines pacíficos y ningún Estado podrá pretender legítimamente
someter cualquier parte de la alta mar a su soberanía.
En cuanto a la navegación y control, todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, tienen el derecho de que
los buques que enarbolan su pabellón naveguen en la alta mar. Los buques poseerán la nacionalidad del
Estado cuyo pabellón estén autorizados a enarbolar. Ha de existir una relación auténtica entre el Estado y el
buque. Los buques navegarán bajo el pabellón de un solo Estado y estarán sometidos, en la alta mar, a la
jurisdicción exclusiva de dicho Estado.
El buque que navegue bajo los pabellones de dos o más Estados, utilizándolos a su conveniencia, no podrá
ampararse en ninguna de esas nacionalidades frente a un tercer Estado y podrá ser considerado buque sin
nacionalidad.
La navegación por estrechos cuyas aguas formen parte del mar territorial de uno o varios Estados es objeto
de regulación autónoma por el DI. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(CNUDM) denomina los estrechos utilizados para la navegación internacional como contracciones naturales
del medio marino que separan dos espacios terrestres y comunican dos partes del mar y por no existir en los
mismos otro espacio diferente al mar territorial de uno o varios Estados. La Convención contempla entre dos
regímenes:
· El paso en tránsito: se aplica a los estrechos que unen espacios abiertos a la navegación (unen dos zonas
de alta mar o ZEE), es el caso del estrecho de Gibraltar. En ellos todos los buques y aeronaves gozan del
derecho de paso en tránsito, es decir, libertad de navegación y sobrevuelo para el tránsito rápido e
ininterrumpido. En estos los submarinos no tendrán que emerger a la superficie. Los buques y aeronaves
tienen una serie de obligaciones como reglamentos de seguridad, de control de la contaminación,
pudiendo los Estados ribereños incluso designar vías marítimas.
· · El paso inocente: se aplica a estrechos más secundarios. El ejercicio de este derecho no puede ser
objeto de suspensión. Los submarinos tienen la obligación de navegar en superficie y de mostrar su
bandera.
Un río internacional es un curso de agua corriente que separa (ríos fronterizos) o atraviesa (ríos sucesivos o
internacionales en sentido estricto) varios estados. Algunos son fronterizos y sucesivos. Las aguas de los ríos
internacionales son susceptibles de una gran variedad de aprovechamientos, pesca, navegación, suministro
de agua, irrigación, energía eléctrica y otros usos industriales. Por su carácter internacional, puede dar
problemas por el uso que haga algunos de los estados
Tradicionalmente se ha pensado que los ríos internacionales eran simplemente para la navegación. Pero sea
descubierto nuevos usos y el avance tecnológico nos lleva a denominarlo cuenca hidrográfica internacional.
Nos encontramos con una gran fragmentación de convenios internacionales. No obstante a pesar de la
pluralidad de tratados internacionales hay algunas normas comunes: Derecho a la libertad de navegación de
los navíos privados:
• Se impone al estado la prevención de daños en el aprovechamiento
• Se establece el principio de participación equitativa en los usos y utilización.
En cuanto a los Canales internacionales, estos son vías de agua creadas artificialmente que ponen en
comunicación dos mares con el fin de facilitar la navegación, y están sometidas a una regulación
internacional.
Tratándose de una vía de comunicación artificial, su construcción requiere el consentimiento del estado en
cuyo territorio se sitúa. Internacionalmente y a falta de acuerdo queda a la soberanía del estado, que puede
decidir libremente quien y como pueden pasar por él.
Las condiciones geográficas y los medios económicos entran en juego el capital extranjero que implica la
aplicación de grandes compañías que llevan intereses de navegación para fines de comercio. Pero también se
encuentran los intereses de las grandes potencias que necesitan dominar tan importantes vías de
comunicación, sobre todo cuando se encuentran en la esfera de su influencia.
Respecto al régimen jurídico tenemos que analizar el tratado internacional de cada uno.
Aunque cada canal internacional tiene su tratado, atendiendo a su contenido, podemos establecer tres puntos
esenciales que son comunes:
· Libertad de navegación comercial, sin limitación por razón del pabellón de la nacionalidad en todo tiempo,
incluso en período de conflicto armado.
· Libertad de paso para los buques de guerra a condición de no efectuar parada o desembarque.
· Se consagra el carácter neutral del canal que no pueda ser atajado ni bloqueado en tiempos de conflicto
armado. Para ello se establecen distintos criterios en cada Tratado.
Los avances tecnológicos del siglo XX permitieron explotar recursos minerales existentes en los fondos
abisales de los océanos ( ej: hidrocarburos), los Estados tienen un gran interés en explotarlos, aunque se
encuentran fuera de los límites de las jurisdicciones nacionales. La Asamblea General de la ONU estableció
la zona como Patrimonio Común de la Humanidad .
El régimen de la Zona se recoge en la Parte XI de la CNUDM, donde se establece que La Zona y sus
recursos son patrimonio común de la Humanidad y que las actividades de explotación de recursos se han de
llevar a cabo respetando el medio marino, la vida humana y el patrimonio histórico y arqueológico.
Por zona se entiende los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo fuera de los límites de la jurisdicción
nacional. Seria en consecuencia, el espacio de los fondos marinos y su subsuelo más allá de las 200 o 350
millas, según sea la delimitación de la plataforma continental de los estados. Ningún Estado podrá
reivindicar o ejercer soberanía o derechos soberanos sobre parte alguna de la Zona o sus recursos. La Zona
estará abierta a la utilización exclusivamente con fines pacíficos por todos los
Estados, ya sean ribereños o sin litoral. La normativa contenida en el convenio de 1982 intenta regular la
explotación racional de los recursos de la zona. A tal efecto, se establece la Autoridad Internacional de los
Fondos Marinos
La CNUDM establece la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, OI que sirve para controlar las
actividades en la Zona. Son parte de esta OI todos los EM de la CNUMD. Su sede se encuentra en Jamaica y
contiene una Asamblea, un Consejo y una Secretaria como órganos principales. Junto a estos se crea La
Empresa concebida como el órgano que realizará directamente las actividades en La Zona.
La Parte XI de la CNUDM fue enmendada por el Acuerdo relativo a la aplicación de la Parte XI” de la
CNUDM, pues el régimen original de la CNUDM no iba a ser eficaz en la práctica. Pretende someter La
Zona a las leyes del mercado atendiendo a los intereses de los Estados industrializados.
5. El espacio ultraterrestre;
El límite de este espacio no está definido, una propuesta es el límite de la atmosfera, aunque
también suele aceptarse una definición funcional de forma que se iniciaría en la órbita
de los satélites más bajos.
De acuerdo con el TI de 1967 (Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en
la exploración y utilización del espacio ultraterrestre), el espacio ultraterrestre no puede ser objeto de
apropiación nacional, estando su exploración y utilización abierta a todos los Estados en igualdad de
condiciones. Otros principios proclamados por este tratado son la desmilitarización del especio
ultraterrestre, el principio de auxilio a los astronautas, el de responsabilidad internacional por actividades en
el espacio y por daños ocasionados por objetos espaciales, etc.
La prohibición de la ocupación del espacio se estableció durante la guerra fría debido al miedo de ambos
bandos a que el rival llegase primer.
Otros TI sobre el espacio ultraterrestre son: el Acuerdo sobre Astronautas, el Convenio sobre Registro de
objetos lanzados al espacio exterior, el Convención sobre responsabilidad por daños causados en la
exploración del espacio o el Acuerdo sobre la luna y otros cuerpos celestes, todos posteriores al primero,
pero aún durante la Guerra Fría.
Podemos definir la misión diplomática como aquella persona o conjunto de personas nombradas por un
Estado,denominado acreditante, para desempeñar funciones diplomáticas bajo la autoridad de un jefe de
misión en el territorio de otro Estado llamado
receptor.22
Aunque la misión diplomática posee unos elementos personales y otros materiales,son aquellos y no estos los
que verdaderamente definen a la misión como tal.Los elementos materiales poseen,como es lógico,un
carácter estrictamente instrumental lo que significa que por sí mismos carecen de relevancia para la
existencia misma de la relación diplomática.Por el contrario,el nombramiento y correspondiente aceptación
del personal diplomático,aún careciendo de medios materiales tan elementales como los locales de sede,etc.,
constituyen una base suficiente para considerar la existencia de la relación diplomática,como lo demuestran
los casos de misiones especiales.
Las categorías del personal de la misión diplomática,definidas en los arts. 1 y 14 del convenio de 1961,son
las siguientes:
respectivas misiones diplomáticas representan a los propios Estados,sus agentes pueden actuar
comprometiendo con sus decisiones y actividades la voluntad y responsabilidad estatal.Esta función de
representación política constituye,por tanto,el sustrato último sobre el que descansa el ejercicio de todas las
demás funciones que se desempe an por los agentes diplomáticos.
3. La diplomacia ad hoc;
La diplomacia "ad hoc",expresión utilizada por primera vez por la Comisión de Derecho
Internacional de las Naciones Unidas,es una diplomacia caracterizada por su temporalidad y su
excepcionalidad.
En efecto,se trata de unas relaciones diplomáticas establecidas con objeto de resolver problemas o
cuestiones internacionales que por su especificidad y/o su breve duración,no son abordadas por las
misiones permanentes.En los trabajos de la citada Comisión de Naciones Unidas,se contemplaban
tres supuestos de diplomacia “ ad hoc “; Los delegados en congresos o conferencias internacionales;
los enviados itinerantes,encargados de desempeñar una misión en varios países,y las misiones
especiales.Estas últimas son definidas en la Convención de 1969 como "una misión temporal que
tenga carácter representativo del Estado,enviada por un Estado ante otro,con el consentimiento de
este último,para tratar con él asuntos determinados o realizar ante él un cometido determinado."
Por último,debemos referirnos a la diplomacia que se desarrolla entre los delegados o representantes
de los Estados reunidos en un Congreso o Conferencia internacional.En función de las categorías
de las Conferencias internacionales podemos distinguir entre:
b).-La diplomacia de las conferencias ordinarias y extraordinarias convocadas por los organismos
especializados y las organizaciones regionales;por ej. la Conferencia de Rio sobre el Medio
Ambiente.
dependen orgánica y funcionalmente (art. 47. 2 de la Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la acción y del
servicio exterior del Estado). Los agentes consulares honorarios se rigen por el Real Decreto
1.390/2007, de 29 de octubre.
En cuanto a la terminación de las funciones consulares, tiene lugar cuando deja de existir el
consentimiento mutuo que está en la base de su establecimiento (art. 25). Otras causas de
terminación operan en caso de conflicto armado y de extinción de la personalidad jurídica
internacional de cualquiera de los Estados interesados.
B) Funcionesconsulares
El artículo 5 de la Convención ofrece una relación detallada de las funciones consulares y sin
carácter exhaustivo, pues como señala su letra m, la oficina puede ejercer otras funciones que le
confíe el Estado que envía, siempre que no estén prohibidas por las leyes o reglamentos del Estado
receptor o que éste no se oponga, así como las que estén reconocidas en los tratados consulares
vigentes entre ambos Estados.
Estas funciones, numerosas y diversas, pueden ser clasificadas en los siguientes grupos: -Funciones
que coinciden en cierto modo con las de las misiones diplomáticas, en las que encontramos las de
protección, fomento de relaciones entre el Estado que envía y el Estado receptor, e información. En
cuanto a la función de protección, se incluye como función consular la de “proteger en el Estado
receptor los intereses del Estado que envía y de sus nacionales, sean personas naturales o jurídicas,
dentro de los límites permitidos por el Derecho internacional” (art. 5 a). A estos efectos, debe
diferenciarse la protección diplomática de la protección consular. La primera supone una solicitud
de reclamación que se presenta al Gobierno del Estado receptor en reparación de un daño
consumado y, por tanto, definitivo; reclamación que requiere una violación del Derecho
internacional y el previo agotamiento de los recursos internos si el daño ha sido ocasionado a un
nacional. Sin embargo, la protección consular comporta la reclamación ante el propio órgano del
Estado receptor del que emane el acto ilícito, que puede ser un órgano local o territorial o incluso, si
lo permiten las leyes del Estado receptor o un acuerdo internacional, un órgano central. Esta
reclamación requiere una violación del Derecho internacional o simplemente del Derecho interno
del Estado receptor, aunque no el previo agotamiento de los recursos internos del Estado receptor.
En cuanto a la función de fomento de relaciones mutuas, la Convención de 1963 incluye
específicamente fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, mencionando también las
relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado que envía y el Estado receptor, y
promover además las relaciones amistosas entre los mismos (art. 5 b). Respecto a la función de
información, que se hará por medios líticos, se restringe a “las condiciones y de la evolución de la
vida comercial, económica, cultural y científica del Estado receptor”, añadiendo que la información
debe darse no sólo al Gobierno del Estado que envía, sino también proporcionando datos a las
personas interesadas .
En el Capítulo V del Proyecto de Artículos sobre la responsabilidad internacional de los Estados, adoptado
por la Comisión de DI, se refiere a las circunstancias o causa que excluyen el carácter ilícito de un hecho del
Estado que, sin la concurrencia de aquéllas, supondría la violación de una obligación internacional. Se trata
de supuestos en los cuales, a pesar de las dos condiciones de la existencia de un hecho internacionalmente
ilícito, no puede concluirse tal existencia dada la presencia de una circunstancia que excluye la ilicitud del
comportamiento de los Estados.
En efecto, la presencia de alguna de esas circunstancias no consiste en excluir la responsabilidad que, de otro
modo, se derivaría de un hecho ilícito en sí, sino más bien en impedir que se califique de ilícito el
comportamiento de un Estado. Las causas o circunstancias excluyentes de la ilicitud suponen la no comisión
de un hecho ilícito y, en consecuencia, la inexistencia de responsabilidad internacional.
En el Proyecto adoptado por la comisión de Derecho Internacional tales circunstancias son las siguientes:
a) Consentimiento válidamente prestado por un Estado a la comisión por otro Estado de un hecho
determinado que no esté en conformidad con la obligación del segundo estado para con el primer Estado.
d) Peligro extremo, ya que la ilicitud quedará excluida si el autor del comportamiento que constituya el
hecho atribuible a un Estado no tenía otro medio, en una situación de peligro extremo, de salvar su vida o la
de las personas confiadas a su cuidado.
e) Estado de necesidad, siempre que el comportamiento, esto es la acción o hecho del Estado que
alegue el Estado de necesidad, haya sido el único medio de salvaguardar un interés esencial del Estado
contra un peligro grave e inminente, y que ese hecho no haya afectado gravemente un interés esencial del
Estado que sufre las consecuencias del comportamiento en cuestión.
f) Legítima defensa, ya que la ilicitud de un hecho de un Estado que no es´te en conformidad con una
obligación internacional de ese Estado quedará excluida si ese hecho constituye una medida lícita de legítima
defensa tomada en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
La responsabilidad internacional produce unas consecuencias jurídicas. En primer lugar, debemos destacar
que persiste la obligación de cumplir la obligación violada. Una vez aclarado eso, la primera obligación que
surge es la de cesar la violación si esta persiste, la segunda es la obligación de no repetición, y la tercera y
más importante es la obligación de reparación integra del perjuicio causado.
· La indemnización, la cual consiste en el pago de una suma correspondiente al valor que tendría la
restitución en especie. Es la forma más usada, en especial, cuando la restitución no es posible.
Cuando se viole, de forma grave, sistemática y flagrante, una norma imperativa de DI (ius cogens) se creará
una relación de responsabilidad internacional general, debiendo todos los Estados cooperar para poner fin a
esta violación, además, no podrán reconocer las consecuencias de la violación, ni prestarán ayuda para su
mantenimiento.
Los tribunales penales internacionales ad hoc tienen sus primeros antecedentes en el juicio contra Peter Von
Hagenbach por los crímenes que cometió en Breisach, siendo juzgado y condenado a muerte por jueces de
distintos Estados. Otro de los primeros avances en este ámbito fue la propuesta de Moynier de crear un
tribunal penal internacional para juzgar las infracciones de la Convención de Ginebra en la guerra franco-
prusiana, aunque el proyecto no triunfó supuso un adelanto notable.
En 1945 se celebra por los vencedores de la 2ªGM el Acuerdo de Londres, por el cual se crea un “Tribunal
Militar Internacional” para juzgar criminales de guerra cuyos delitos carezca de una ubicación geográfica
determinada. Aunque parezca un TI general y abstracto, estaba claramente orientado a castigar los crímenes
de guerra de los vencidos en la 2ªGM, lo cual tuvo lugar en los Juicios de Nuremberg.
Para los delicta iuris Gentium cometidos por japoneses en la misma guerra se estableció el “Tribunal Militar
Internacional para el Lejano Oriente” y que desarrolló sus funciones en los juicios de Tokio.
Su estatuto era muy similar al empleado en Nuremberg, sin embargo, en este caso el Tribunal no se creó por
un TI sino por una orden militar de un general estadounidense.
En la actualidad destacamos el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia, el cual fue creado por
resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y tiene su sede en La Haya. Se encarga de juzgar a los
supuestos responsables de las graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario cometidas en el
territorio de la ex Yugoslavia a partir del 1-1-1991, en especial por las violaciones de las Convenciones de
Ginebra de 1949. Los condenados por este tribunal son encarcelados en distintas prisiones de los EM de la
ONU que se ofrezcan para tal cometido al CS, entre ellos España, y estas penas son supervisadas por el
propio tribunal. Hoy día el tribunal sigue en funcionamiento.
Otro caso actual es el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, creado también por resolución del CS y con
sede en Tanzania. Se encargó de juzgar a los supuestos responsables de las graves violaciones del Derecho
Internacional Humanitario cometidas en el territorio de Ruanda entre el 1-1- 1994 y el 31-12-1994. De la
misma forma, los condenados eran encarcelados en prisiones de los EM que se ofreciesen al CS (entre ellos
España), y las penas son supervisadas por el tribunal. Su labor finalizó en 2015 con 93 personas acusadas.
Ambos tribunales ad hoc fueron creados por resolución del CS, gracias a su facultad para adoptar medidas
coercitivas que no impliquen el uso de la fuerza de acuerdo al Capitulo VII. Destacar que estas resoluciones
son obligatorias para los EM y que los tribunales son órganos subsidiarios del CS con carácter temporal.
Existen, por otro lado, Tribunales penales mixtos o “internacionalizados”, los cuales surgen por acuerdos
entre la ONU y los Estados interesados. En ellos actúan jueces y fiscales nacionales e internacionales y están
habilitados para juzgar delitos comunes y crímenes internacionales. A modo de ejemplo cabe destacar los
Tribunales especiales para Sierra Leona y para el Líbano.
La CPI es un organismo independiente que puede juzgar los crímenes de su competencia sin la necesidad
especial de mandato por parte de la ONU, estando su sede en la ciudad de La Haya, los Paises Bajos.
La CPI no es un sustituto de los sistemas de justicia nacionales, sino que los complementa. Así, solo podrá
investigar, y en su caso enjuiciar y juzgar, en los casos en los que los Estados interesados no lo hacen, no
pueden o no están dispuestos a hacerlo. Esto sucede en los casos en los que el proceso se retrasa
indebidamente o se intenta proteger a los responsables. Esto se conoce como principio de
complementariedad.
Los jueces podrán imponer penas de prisión, y de forma complementaria pena de multa y decomiso de
productos, bienes y haberes procedentes del delito. No podrán imponer la pena de muerte, pero si la cadena
perpetua en ciertos casos.
La investigación de los hechos que fueran constitutivos de delitos se puede iniciar por tres formas (art. 13):
• Por remisión de un Estado Parte a la Corte de una situación particular.
• Por solicitud del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
• De oficio por el Fiscal de la Corte.
Los crímenes que puede conocer la Corte se encuentran limitados a los señalados en el artículo 5 del Estatuto
de Roma, que son:
A) Genocidio (art. 6): cualquiera de los siguientes actos cometidos con la intención de destruir total o
parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso: matanza de miembros, imposición de medidas para
evitar nacimientos, traslado de niños del grupo, etc.
B) Delitos contra la humanidad (art. 7): ataque generalizado o sistemático contra una población civil y
con conocimiento de dicho ataque: asesinato, deportación o traslado forzoso, tortura, violaciones,
prostitución, exterminio, esclavitud, secuestro, etc.
C) Crímenes de guerra (art.8): violaciones graves de los Convenios de Ginebra y de otras leyes y usos
aplicables en conflictos armados internacionales, y cuando no tengan carácter internacional que figure en el
Estatuto de Roma y se cometan como parte de un plan político o a gran escala. Incluye actos como
asesinatos, mutilaciones, torturas, ataques contra la población civil, violaciones, saqueos, etc.
D) Crimen de agresión (art.8 bis): cuando, estando en condiciones de controlar o dirigir efectivamente
la acción política o militar de un Estado, dicha persona planifica, prepara, inicia o realiza un acto de agresión
que por sus características, gravedad y escala constituya una violación manifiesta de la Carta de las Naciones
Unidas. por "acto de agresión" se entenderá el uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la
integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con
la Carta de las Naciones Unidas. Se incluyen: invasión, bombardeos, bloqueo de puertos y de costas, etc.
En un análisis de la realidad internacional vemos como las relaciones entre Estados no están siempre en
armonía y cooperación, sino que muchas veces atraviesan etapas conflictivas por diferentes motivos; estos
factores son los que integran el propio concepto de conflicto internacional.
Los conflictos entre los Estados adoptan a veces la forma de “controversia internacional”, expresión que
puede ser analizada desde dos puntos de vista:
Respecto a la solución efectiva de una determinada controversia internacional, el DI no impone a los Estados
una obligación de resultado, es decir, que tenga que darse una solución efectiva a la controversia, sino que
impone una obligación de comportamiento: la de procurar llegar, de buena fe y con espíritu de cooperación, a
una solución justa y rápida de la controversia. El DI establece dos normas de obligado comportamiento:
• Los Estados tienen el deber de arreglar pacíficamente las controversias internacionales, dejando
libertad de elección del medio.
El art. 33 de la Carta de NUU establece una serie de medios para buscar la solución a la controversia:
negociación, investigación, mediación, conciliación, arbitraje, arreglo judicial, el recurso a organismo o
acuerdos regionales y otros medios pacíficos de su elección.
Esto tiene dos consecuencias: 1) Que los Estados no se pongan de acuerdo en cuanto al medio. 2) Que
convengan un medio, que no llega a ser la solución a la controversia.
El límite a esta libre elección de medio está en que no cabe el recurso a los medios no pacíficos; esta libre
elección de medios lleva intrínseco un principio esencial del DI: el principio de independencia y soberanía de
los Estados.
• Los buenos oficios: junto con la mediación, son dos procedimientos en los que el tercero ejerce
funciones de canal de comunicación entre las partes. El tercero se limita a poner a las partes en
comunicación, bien porque no existe comunicación directa entre ellas, o bien que no se encuentra deseosas
de establecer negociaciones directas. No propone una solución a la controversia, simplemente transmite las
ofertas y contraofertas de las partes.
• La mediación: el tercero tiene un papel más activo, sin limitarse simplemente a poner a las partes en
contacto, debe concertar las pretensiones e intereses de las partes. Por tanto, debe conciliar las pretensiones y
apaciguar los resentimientos nacidos entre los Estados en conflicto.
En la práctica, los buenos oficios pueden terminar en una mediación. Las dos tiene solamente el carácter de
consejo y nunca fuerza obligatoria, manteniendo las partes siempre el poder de acción y decisión.
Tanto la mediación como los buenos oficios pueden ser solicitados por los Estados partes o pueden ser
ofrecidos por un tercer Estado.
• La conciliación: es un medio por el cual un tercero imparcial somete a examen todos los elementos
de la controversia y propone una solución materializada en un informe sobre la base de aquellos elementos.
La propuesta no es vinculante para las partes, pues estas mantienen su libertad de acción y decisión.
3. El arbitraje internacional;
Es un medio de arreglo jurisdiccional de controversias. El arbitraje internacional tiene por objeto el arreglo
de litigios entre Estados, por medio de jueces elegidos por ellos y sobre la base del respeto al Derecho. El
convenio de arbitraje implica el compromiso de someterse de buena fe a la sentencia arbitral. La
competencia del órgano arbitral se asienta en el consentimiento de los Estados parte (principio de libre
elección de medios). El consentiminto puede manifestarse de dos formas:
-A posteriori, una vez producida la controversia y exclusivamente para la solución de aquella. El
consentimiento mutuo se plasma en un acuerdo internacional llamado compromiso
-A priori, con anterioridad al nacimiento de la controversia:
-A través de la clausula compromisoria, que figura en los tratados.
-A través de un tratado de arbitraje para la solución de controversias.
Las condiciones de constitución y composición de los órganos arbitrales responden al deseo de las partes. Se
constituyen ad hoc y hay tres formas:
1. Elegir un único árbitro: normalmente recae sobre un Jefe de Estado o de Gobierno.
2. Comisiones mixtas: compuestas paritariamente por un árbitro nombrado por las partes,
introduciéndose un tercero o quinto para arreglar el desacuerdo
3. Tribunal arbitral: compuestos de forma impar. Cada una de las partes nombran uno o dos y
designaran un tercero o quinto de común acuerdo que presidirá
El arreglo judicial es la solución de controversias dictado por un tercero imparcial, el cual es un órgano
permanente y colectivo, cuya sentencia es obligatoria fundada en el derecho internacional, tras un proceso
contradictorio.
Es un órgano principal de las NNUU, y su estatuto forma parte integrante de la carta de las NNUU. Su
principal característica respecto a otros tribunales es su competencia universal, pues su competencia se
extiende a todos los litigios a los que las partes se sometan.
La CIJ está formada por un cuerpo de 15 elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las
NNUU por un periodo de 9 años. Los magistrados deben reunir las condiciones requeridas para el ejercicio
de las más altas funciones judiciales en sus respectivos países, o ser jurisconsultos de reconocida
competencia en materia de Derecho Internacional. Asimismo, la composición de la Corte debe reflejar las
grandes civilizaciones y los principales sistemas jurídicos del mundo.
Solo los Estados podrán ser parte en los litigios ante la CIJ; no se admiten ni particulares ni Organizaciones
Internacionales.
Los Estados que pueden acudir a la CIJ son:
- Los estados partes del estatuto de CIJ. Poseen esta condición ipso facto como miembros de la
ONU.
- Un estado no parte de la ONU puede llegar a ser parte del estatuto.
- Un estado no parte del estatuto puede llegar a litigar ante el tribunal
La jurisdicción es voluntaria, y tiene que ser aceptada por los Estados parte de la controversia. Tal
aceptación puede manifestarse a través de las siguientes modalidades:
- Aceptación tácita: si el Estado demandado contesta a la demanda, realiza actos de procedimiento
diferentes a la presentación de excepciones a la incompetencia de la Corte o lleva a cabo
comportamientos que sirvan de base a la CIJ para estimarla.
- Acuerdo especial llamado “compromiso”, que se utiliza respecto de una controversia surgida antes
de que las partes hayan decidido someterse a la Corte.
- Tratado en los que se prevén el sometimiento a la Corte de controversias futuras, es la llamada
“cláusula compromisoria”.
- Declaraciones contempladas en el art. 36.2 del estatuto, llamada “cláusula facultativa u opcional”
En cuanto al procedimiento del arreglo judicial, hay que distinguir entre dos fases:
1. Fase contenciosa
- Las lenguas oficiales son el francés y el ingles
- Las partes están representadas por agentes, o en su caso por consejeros o abogados con inmunidades
- El procedimiento se inicia mediante la ratificación del compromiso a la declaración del secretario
Se distinguen dos fases:
- Escrita: presentación de la memoria por parte de los abogados, así como de la contramemoria, y réplica o
dúplica si fuera necesario, acompañado de todo el material o documentos acreditantes
- Oral: audiencia de testigos, con abogados y consejeros. Será pública a menos que una de las partes solicite
lo contrario.
2. Fase consultiva
La corte también desempeña un importante papel de función consultiva mediante la emisión de dictámenes
que en principio carecen de fuerza vinculante desde el punto de vista jurídico. Pueden emitirlos sobre
cualquier cuestión jurídica que le someta la Asamblea General o el Consejo de Seguridad, así como cualquier
otro órgano de la ONU, u organismo especializado autorizado por la Asamblea General.
La sentencia es obligatoria para las partes y en el caso concreto; además el fallo es definitivo e inapelable,
aunque es posible solicitar una interpretación en caso de desacuerdo sobre el significado o alcance. La
revisión de la sentencia por un hecho nuevo es posible, pero este debe de ser un factor decisivo y
desconocido por el tribunal.
1. La prohibición general del recurso al uso o amenaza de la fuerza armada y sus excepciones;
El significado de la prohibición del recurso a la fuerza queda claro con lo dispuesto en la carta de las NNUU.
La organización tiene como uno de sus principios básicos el establecido en el art. 2.4, por el que los
miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al
uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier
otra forma incompatible con los propósitos de las NNUU.
Hay dos excepciones a esta prohibición: la legítima defensa y el uso institucional del uso a la fuerza en el
marco del Consejo de Seguridad.
A.Legítima defensa
El derecho a la legítima defensa se regula en el art. 51 de la Carta de la ONU, este artículo menciona
expresamente los tres límites que condicionan el ejercicio del la legítima defensa:
- La provisionalidad de la acción estatal frente al ataque armado, que se alargará hasta que el
Consejo de Seguridad haya adoptado los medios adecuados.
- El estado tiene el deber de informar al Consejo de Seguridad de las medidas adoptadas para repeler
el ataque del que ha sido objeto.
Los dos primeros requisitos o elementos están vinculados entre sí y suscitan la cuestión del marco
temporal y marco material en el que debe limitarse la acción estatal.
El tercer elemento o requisito comprende que el estado elabora informes detallados sobre el ataque,
los medios defensivos y los objetos u objetivos de la acción defensiva; pero en la práctica los estados
se limitan a informar de los aspectos generales.
Ambos límites aparecen interrelacionados y plantean problemas jurídicos de interpretación en
relación con la proporcionalidad, destacando dos concepciones diferentes:
- De carácter restrictivo: expone que la finalidad de la defensa se limitará a la eliminación del
ataque armado, no siendo proporcional la acción de otra finalidad diferente, ni tampoco sería
proporcional continuar el ataque tras el rechazo del otro ataque.
- De carácter más amplio: expone que la finalidad de la acción defensiva no sólo es rechazar
el ataque armado, sino evitar la situación global de peligro, por lo que resultaría proporcional todos
los medios de defensa adoptados para conjugar dicho peligro.
En cambio se prohíbe la “legítima defensa preventiva”, a tenor de la cual, los estados podrían utilizar
la fuerza armada ante un ataque actual y también ante la hipótesis de un ataque previsible e
inminente pero no efectuado.
También existe la legítima defensa colectiva entre un grupo de Estado. Para que este se dé es
necesario un tratado que lo indique y además que dicho tratado tenga una existencia previa al ataque.
La ONU está autorizada por la Carta a tomar medidas eficaces, pare prevenir y eliminar amenazas a
la paz y suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz.
El art. 42 de la Carta prevé que en caso de amenaza, quebrantamiento o agresión de la paz, el
Consejo de Seguridad podrá intervenir con “la acción que sea necesaria” que implica la posibilidad
real del uso de la fuerza armada.
En el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas se regula el sistema de seguridad colectiva de la ONU.
De acuerdo con los arts. 24 y 25, se le confiere al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de
mantener la paz y la seguridad, y los EM reconocen que el CS actuará en su nombre y sus decisiones son
obligatorias. Sin embargo, este sistema no fue usado hasta 1990 en el conflicto entre Iraq y Kuwait debido a
que el derecho a veto de las 5 grandes potencias impidió su activación, en especial teniendo en cuenta la
tensión entre las potencias con derecho a veto durante la guerra fría.
“Art. 39: El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de
la paz o acto de agresión y hará recomendaciones o decidirá qué medidas serán tomadas de conformidad con
los Artículos 41 y 42 para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.”
De este artículo se desprende que para que el CS actúe deberá existir una amenaza a la paz, quebrantamiento
de la paz o acto de agresión, y es este mismo órgano el que tiene la competencia para determinar si se da
dicha situación.
Respecto a las medidas que podrá tomar el CS, se podrán usar las de los arts. 40 (medidas provisionales), 41
(medidas económicas y políticas, incluida la creación de tribunales internacionales ad hoc como el de
Ruanda) y 42 (el uso de la fuerza armada), además, suelen autorizarse “todos los medios necesarios”.
Las decisiones del CS se toman por mayoría cualificada de 9 de los 15 miembros, siempre que no vote en
contra uno de los 5 EM permanentes con derecho a veto (EEUU, China, Rusia, Francia y Reino Unido – los
vencedores de la 2ªGM), pues el veto debe ser expreso (no sirve la abstención o la silla vacía para paralizar
al CS).
Si el CS finalmente decide actuar comenzaría una operación de mantenimiento de la paz, las cuales son
llevadas a cabo por los Cascos Azules, un “ejercito” compuesto por militares y policías de los distintos EM
que las ofrecerán al servicio del CS cuando este lo solicite. Estas tropas mantendrán su nacionalidad y su
uniforme, además los rangos más bajos solo oirán ordenes de los oficiales de su Estado, pero todos estos
oficiales recibirán las ordenes de un mando internacional establecido por el CS. Las operaciones de paz no
solo buscan pacificar zonas en conflicto, sino también para, por ejemplo, supervisar elecciones nacionales,
prestar asistencia sanitaria o vigilar el respeto de los derechos humanos.