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RESPUESTAS ACTIVIDAD 2

1.- La importancia del método catártico en su momento y qué valor se le adjudicaría


actualmente visto desde el psicoanálisis.

Sin duda el método catártico no es psicoanálisis. Sin embargo, su utilización por parte de Breuer y
Freud en algunos casos – y los límites y dificultades a que dio lugar- constituyen un precedente
relevante para el surgimiento del método freudiano. Es el mismo autor quien señala “El método
catártico es el precursor inmediato del psicoanálisis, y pese a todas las ampliaciones de la
experiencia y las modificaciones de la teoría, sigue contenido en él como su núcleo”. (Freud,
Sigmund, “Breve informe sobre el psicoanálisis”, p. 206, citado por Strachey, James, “Introducción,
Estudios sobre la Histeria, Obras Completas, Amorrrortu editores, p. 22).

En relación a la importancia del método catártico me parece que consiste en diversos elementos:

En primer lugar, la relevancia del método catártico radica en permitir curar –por primera vez- un
síntoma histérico. La forma específica en que dicho método logra tal resultado consiste en que
aquel “cancela la acción eficiente de la presentación originariamente no abreaccionada, porque
permite a su efecto estrangulado el decurso a través del decir, y la lleva hasta su rectificación
asociativa al introducirla en la conciencia normal…”. (Freud, Sobre la psicoterapia de la histeria,
Obras Completas, tomo II, Amorrortu editores, p. 263). En este sentido, resulta elocuente la frase
utilizada por la paciente Anna O. para graficar el método: “talking cure”. En resumen, la
“purificación” del síntoma mediante el método catártico permitió un avance significativo en el
tratamiento de la histeria en particular, y de la neurosis en general, aportando además
antecedentes relevantes respecto del carácter psicológico de las dolencias.

Sin perjuicio de lo anterior, el método catártico resultó eficaz en determinados casos para resolver
el síntoma explícito presente, pero no para evitar su resurgimiento posterior, ni menos la causa
que está en sus orígenes. Al respecto, Freud señala –en relación a histerias de trayectoria crónica-
que “…ahí es cuando uno aprende a lamentar más la falta de una terapia de eficacia causal…”.
(Freud, Sobre la psicoterapia de la histeria, p. 271).

Por otra parte, en la utilización del método catártico, surgieron elementos de gran relevancia que
luego serían analizados por Freud y que constituirán pilares fundamentales de su teoría. Me
refiero a la transferencia, la resistencia, las defensas, la etiología sexual de casos relevantes de
neurosis, el abandono de los estados hipnoides y la superación de la hipnosis como herramienta
diagnóstica (“…también había procesos psíquicos inconscientes, se requería a todas luces un
instrumento especial”. Strachey, Introducción, p. 11).

Quisiera destacar adicionalmente lo que plantea Strachey al señalar que el Principio de


Constancia, que luego será desarrollado en Más allá del Principio del Placer” y que no es
explicitado en la “Comunicación Preliminar”, tendría sus primeros atisbos en el descubrimiento
generado a partir del método catártico al analizar la necesidad de descarga afectiva y las graves
consecuencias sintomáticas para la persona de que esto no se produzca.
En suma, me parece que el valor que desde el psicoanálisis se darías retrospectivamente al
método catártico es, en suma, una metodología en cuyo desarrollo quedaron de manifiesto la
posibilidad de acceder a representaciones no conscientes del paciente y la posibilidad de influir
sobre la sintomatología que ellas generan, por un lado, y por otro, las propias limitaciones y
“fracasos” del sistema dieron lugar al descubrimiento de importantes aportes que luego derivarán
en el psicoanálisis clásico.

Inicialmente, el instrumento era la hipnosis. Presentó problemas y Freud menciona varias veces
como deja la hipnosis empleando la presión de la frente como mecanismo para lograr la
“concentración” del paciente.

Al abandonar la hipnosis se le reveló la resistencia de los pacientes. Pero también como un


proceso de sugestión deliberada.

Luego lo abandona llegando a la asociación libre y a los sueños.

Discrepancias Breuer y Freud: p. 19. Etiología de la histeria: estados hipnoides y defensas.

p. 21: Con posterioridad a Estudios, Freud pone de relieve las diferencias entre psicoanálisis y
catártico: innovaciones de la técnica, extensión del procedimiento a otras neurosis, el motivo de
la defensa, insistencia en etiología sexual y desestimación de estados hipnoides.

También se topa con la transferencia.

2-. Las consecuencias que se derivan, para la teoría y la clínica freudiana, del abandono de la

hipnosis como método de tratamiento de la histeria.

Freud plantea que “… a raíz de mis intentos de extender la aplicación del método de Breuer a un
radio más vasto tropecé con la dificultad de que algunos enfermos no eran hipnotizables. (…)
Como la hipnosis me hacía falta para ensanchar la memoria, para hallar los recuerdos patógenos
en la consciencia ordinaria, debía renunciar a esos enfermos o bien procurar por otro camino es
ensanchamiento” (Freud, Sobre la psicoterapia de la histeria, p. 274).

Por esta razón, Freud se vio obligado a buscar un instrumento que le permitiera –soslayando la
hipnosis- obtener los recuerdos patógenos (p. 275).

El método elegido consistía en buscar la “concentración” de los pacientes, pidiendo que se


acostaran, cerraran sus ojos y apretaba su frente. Gracias a la utilización de este nuevo método
(que luego derivó en la asociación libre) Freud logró que surgieran nuevos y más remotos
recuerdos.

Sin embargo, la relevancia de este paso no sólo radica en superar la hipnosis como mecanismo (y
los problemas propios de dicho método) sino que además fue permitiendo advertir nuevos
elementos para su teoría. De esta forma surgen las “resistencias” (“mediante mi trabajo psíquico
yo tenía que superar en el paciente una fuerza que contrariaba el devenir-consciente (recordar)
de las representaciones patógenas” (Freud, Ibídem, p. 275).

Con posterioridad, este descubrimiento derivó en la teoría de las defensas, y el papel que estas
juegan no sólo en la dificultad para obtener el recuerdo patógeno, sino que directamente en la
etiología de la enfermedad.

De esta forma, en adelante, el abandono de la hipnosis como método diagnóstico fue el inicio de
una serie de descubrimientos y teorización que también abarcan la transferencia (primero como
inconveniente y luego como herramienta analítica), la libre asociación, el auto análisis, análisis de
los sueños, sexualidad infantil y un largo etcétera.

3.- Las nociones de "trauma":

* La inicial de Breuer y Freud:

En la concepción de trauma inicial, la causa del síntoma histérico radica en un trauma psíquico.
Éste, que puede haber consistido en lesión corporal, corresponderá a cualquier efecto que
produzca estados penosos del miedo, angustia, vergüenza, etc. A su vez, el trauma así entendido
puede ser único, o bien la acumulación de varios traumas parciales.

La relación entre el trauma y el síntoma puede resultar directa y unívoca, o bien, comprender una
relación causal simbólica.

Resumidamente se puede señalar que el suceso primigenio (efectivamente existente en la vida del
sujeto) que genera el trauma psíquico no fue descargado en su afecto, permaneciendo asilado
(como un cuerpo extraño), lo que produce que mantenga su fuerza intacta.

El recuerdo descarga su afecto propio mediante la reacción ante el suceso (con efecto catártico), o
bien, mediante su asociación con otras representaciones que disuelven la carga afectiva. Incluso el
simple paso del tiempo puede ir produciendo una disminución espontánea de la potencia afectiva.

Por otra parte, aquellos recursos vitales que no han sido descargados corresponden a aquellos
casos en que se han mantenido fuera de los procesos psíquicos conscientes. Esto se puede
producir por el contenido mismo del recuerdo, al estado psíquico del sujeto en el momento del
hecho. Puede ocurrir, por último, que un trauma psíquico provoque un estado anormal en el
sujeto y que así se vea impedido de reaccionar o elaborar asociativamente un suceso
determinado.

Es importante destacar que el trauma psíquico, mantenido fuera de los procesos conscientes, da
cuenta de la tendencia a la disociación.
Como corolario de esta teoría inicial del trauma surge la hipótesis de que los estados hipnoides,
constituyen la base y condición de la histeria. (tesis que será luego desechada por Freud).

Finalmente, Breuer y Freud desarrollan la teoría del ataque histérico y de los estigmas de la
histeria.
* La posterior divergencia y especificidad señalada por Freud respecto de la anterior:

Con posterioridad a la concepción del trauma antes reseñada, Freud (“Psicoterapia de la Histeria”),
aplicando el método catártico a casos distintos de la histeria, llegó a la conclusión que las neurosis
–de diferente tipo- poseían una etiología referida a factores sexuales.

Por tanto, el trauma psíquico originalmente planteado estaba referido ahora a factores sexuales
de los cuales dependía el diverso tipo de neurosis producida.

Esta evolución teórica, de la mano del progresivo abandono del método catártico y de la hipnosis
como instrumento, fue llevando al autor a traducir el “trauma psíquico” por la idea más general
pero precisa de representación patógena. Con todo, mantiene la noción de la existencia vital
efectiva de un suceso reprimido.

Así, la concepción original de trauma se va ampliando hasta afirmar que “no esperaremos
encontrar un solo recuerdo traumático (con su representación patógena) sino que una seria de
traumas parciales y concatenaciones de procesos mentales patógenos”.

A partir de esta idea, Freud propone una ordenación del material estratificado que vincula al (los)
síntomas con su representación patógena y causa respectiva.

En suma, el dispositivo analítico permite el recorrido con el paciente desde los síntomas hasta los
recuerdos traumáticos, vinculados con la sexualidad.

* La elaborada por Freud en el marco de la teoría de la seducción:

Prosiguiendo con la búsqueda etiológica y la vinculación causal entre síntoma y suceso traumático,
Freud descubre una falta de proporcionalidad entre los recuerdos surgidos de la asociación libre
con la sintomatología respectiva. A ello se suma el hecho que en ciertos casos los pacientes, no
obstante traer al proceso consciente los sucesos traumáticos –generalmente producidos durante
la adolescencia-, no refieren el alivio esperado de su padecimiento.

Estos elementos le sugirieron la existencia de otros aspectos causales diversos. La experiencia


clínica basada en las asociaciones generadas fue mostrando paulatinamente el surgimiento de
recuerdos propios de la infancia. De esta forma surgió el inconveniente lógico entre la hipótesis
del origen sexual como causa de los nudos patógenos y la evidente falta de actividad sexual de la
etapa vital infantil.

La solución al dilema reseñado es resuelto considerando como causa específica de la psiconeurosis


una experiencia sexual precoz producida mediante el padecimiento de un abuso sexual y en el
caso de la neurosis obsesiva, el reproche que el sujeto se plantea a sí mismo por el placer
vivenciado en un suceso de carácter sexual. En la época de la vivencia, dicha experiencia no
genera efecto patológico atendido la falta de significación sexual que el niño o niña le otorga. Con
posterioridad –y de forma retroactiva- durante la pubertad el recuerdo adquiere una significación
sexual con lo cual la resignificación de la experiencia pretérita genera el efecto traumático.
Compararlas y extraer las consecuencias que se derivarían de cada una y de la subsistencia de

la última fuera del marco de la teoría abandonada.

Lo notable de la evolución teórica de las causas de las diversas neurosis y la concepción de trauma
que está a la base de ellas es la manera en la cual la experiencia clínica va aportando antecedentes
que exigen la reelaboración de las hipótesis planteadas y la superación de las mismas.

De esa forma se puede explicar el tránsito recorrido desde el trauma naturalístico experimentado
por el sujeto como trauma psíquico, al factor sexual como condición específica de la neurosis,
derivando posteriormente a la teoría de la seducción temprana reinterpretada y resignificada
retroactivamente como suceso traumático de las diversas neurosis.

Dicha evolución no culmina, con todo, con la última hipótesis mencionada. Ante la falta de
evidencia de la teoría de la seducción, Freud continúa explorando las asociaciones y recuerdos de
sus pacientes llegando a la conclusión de que los sucesos traumáticos no consistían –
generalmente- en experiencias reales si no que en fantasías infantiles. Es este aspecto esencial el
que da el inicio a la construcción de la teoría de la sexualidad infantil.

4.- Las tres hipótesis etiológicas (etiología = estudio de las causas) construidas sólo por Freud
sobre la histeria y sus síntomas, así como los conceptos que sitúa en la base de dichas hipótesis.

Como hemos visto, Freud avanza desde una mirada fenomenológica hacia la búsqueda de las
causas de la neurosis. En ese contexto, distingue tres tipos de causas o hipótesis etiológicas.

En primer lugar las condiciones: ellas son aquellas causas que son indispensables para que se
genere el padecimiento específico, sin embargo, son comunes a la generación de muchas
enfermedades (por ejemplo la herencia).

Luego encontramos las causas concurrentes que corresponden a aquellos factores etiológicos que
actúan desencadenando la enfermedad respectiva. Se citan como ejemplos las emociones
morales y los accidentes traumáticos.

Finalmente, se deben considerar las causas específicas de cada enfermedad que son aquellos
factores específicos y propios de cada tipo de neurosis que afectando la economía nerviosa genera
la sintomatología propia de la especie de neurosis presentada.

Estas causas específicas tienen, en el caso de las neurosis, una naturaleza de carácter sexual.

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