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PARA

ENTENDER LA ECONOMÍA

12 PREGUNTAS ESENCIALES

GALERNA

PARA
ENTENDER LA ECONOMÍA

12 PREGUNTAS ESENCIALES
Bebczuk, Ricardo ÍNDICE
Para entender la economía : 12 preguntas esenciales . -
1a ed. - Buenos Aires : Galerna, 2012. Agradecimientos .................................................................................. 13
288 p. ; 22x15 cm.
Prólogo ................................................................................................... 15
ISBN 978-950-556-579-5
Capítulo 1. ¿Debemos dejar la economía en manos de los
1. Economía. I. Título economistas? ............................................................................................. 21
CDD 330 Tom Cruise, la magia y la economía ................................................... 23
Las intuiciones engañosas.............................................................. 25
Economistas, políticos y ciencias sociales........................................... 27
Razonando la economía: los PRIECO .......................................... 29
Economistas y no economistas: más parecidos que diferentes .... 30
¿Economistas ineptos o problemas muy complejos? ................. 32
¡La economía para los economistas! ............................................ 34
Tirada de esta edición: 1.500 ejemplares.
Capítulo 2. ¿Por qué hay recesiones y cómo se sale de ellas? ....... 37
El «círculo de la vida» ............................................................................. 39
© 2012, QUELEER S.A. Descomponiendo la demanda agregada ............................................ 42
¿Gastamos o no gastamos? ............................................................ 44
Lambaré 893, Buenos Aires, Argentina. Algo seguro acerca de la incertidumbre ...................................... 46
¿Hay un «círculo de la muerte»? .................................................. 47
Hecho el depósito que dispone la ley 11.723.
Capítulo 3. ¿Sirven las devaluaciones? ............................................... 51
Impreso en Argentina. Tipo de cambio nominal y tipo de cambio real .......................... 54
Devaluaciones, ese diablillo encantador............................................. 55
Este libro se terminó de imprimir en el mes de octubre del año Devaluaciones y saldo comercial: una receta incompleta ......... 58
2012 en los TALLERES GRÁFICOS DEL S.R.L., E. Fernández 271, ¡Objeción, señor juez! .............................................................................. 59
Piñeyro, Avellaneda. Tel.: 4222-2121. Tres preguntas ................................................................................. 61
Bueno para algunos, ¿bueno para todos? .................................... 64
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, al- La devaluación como una decisión inteligente ........................... 69
macenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún me- Todo muy lindo, pero, ¿quién paga la cuenta? ........................... 70
dio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o De enfermedades y curas ............................................................... 72
¿Sirven los servicios? ...................................................................... 73
de fotocopias, sin permiso previo del editor y/o autor.
A las pruebas me remito ................................................................ 74
A propósito, ¿cómo le fue a Holanda con su enfermedad? ..... 76
Capítulo 4. ¿Hay que evitar los déficits fiscales? ................................. 79 Aranceles y empleo....................................................................... 142
¿Cuándo y cómo deben usarse el gasto y el déficit fiscal? ........ 81 Entonces, ¿por qué es tan popular el proteccionismo? ............ 144
Nada mejor que una buena multiplicación ................................. 82 Las retenciones .............................................................................. 148
Nada peor que una mala división ................................................ 83
¡Números al rescate! ....................................................................... 85
El déficit fiscal y la deuda pública: el lado oscuro del gasto..... 88 Capítulo 8. ¿Deberían impedirse la entrada y la salida
¿Renunciamos entonces a la política fiscal? ................................ 91 de dólares? .................................................................................................... 153
¿Es malo el endeudamiento? ....................................................... 155
Capítulo 5. ¿Por qué existe la inflación y cómo se la combate? ....... 93 Dime en qué gastas y te diré qué te espera ............................... 156
¿Por qué hay inflación en Argentina? .......................................... 95 A veces, ni la inversión nos salva ............................................... 158
¿Es necesario reducir la inflación? ................................................ 98 Señores números: pasen, por favor ............................................ 160
¿Qué papel le cabe al gobierno en el desarrollo del actual El peor de los mundos .................................................................. 164
proceso inflacionario? ...........................................................................100 ¿Una mano en las malas? ............................................................. 166
¿Cuál debería ser la actitud del gobierno frente a la inflación? ...101 Tres fábulas sobre la entrada y la salida de capitales .............. 167
Inflación e instituciones: mucho en común ............................... 102 ¿El enemigo está afuera? .............................................................. 167
El dinero como nstitución ............................................................ 103 Extranjerización de la economía: es un monstruo grande
El Banco Central como garante de la estabilidad, pero, y pisa fuerte ............................................................................................. 169
¿qué estabilidad? ....................................................................................104 Salida de capitales: ¿son los controles la solución? .................. 172
Independencia del Banco Central made in Argentina ............. 108
Anti-independencia del Banco Central made in Argentina .... 109
Reservas internacionales, ¿reservadas para qué? ..................... 110 Capítulo 9. ¿Cuánto y cómo debería recaudar y gastar el
Fondos privados de pensión: otra institución menos .............. 114 gobierno? ............................................................................................. 179
Marcando la línea.......................................................................... 182
Capítulo 6. ¿Cuánto (y qué) se debería exportar e importar? ........117 Las privatizaciones, ¿avance del sector privado o retroceso
Libre, como el viento, yo soy libre .............................................. 119 del sector público? ................................................................................. 185
¿El libre comercio es el Paraíso? .........................................................121 Privatizaciones: ¿aprobaron el examen? .................................... 186
¿Más se compra afuera, menos se produce adentro? ....................124 Y el péndulo sigue oscilando....................................................... 188
Productores de materias primas: ¿bendición o maldición? .........125 ¿Estado grande, país débil? ................................................................. 189
El tierno argumento de la industria naciente ..................................128 Causa y efecto ................................................................................ 192
Eligiendo ganadores ..................................................................... 130 ¿Matar a la gallina de los huevos de oro? .................................. 195
Materias primas y materia gris ................................................... 131 El volumen y la eficiencia del gasto............................................ 196
El valor de agregar valor .............................................................. 132 ¿Importa la estructura del gasto y de los impuestos? .............. 201

Capítulo 7. ¿Por qué hay barreras a las exportaciones


y a las importaciones? .........................................................................137 Capítulo 10. ¿Cuál es el rol de los bancos y por qué hay
La visión tradicional ..................................................................... 139 crisis financieras? ... .......................................................................... 207
Consumidores versus productores ............................................. 140 ¿Cuánto pagamos por tener un sistema financiero? ................ 209
Incentivos ....................................................................................... 141 ¿Qué recibimos a cambio? ............................................................ 210
¿Consumidores informados?¡...................................................... 141
¿Todo el ahorro pasa por el sistema 257
financiero? ...................................................... 211 ¿Persevera y triunfarás o
La información es poder: 10 mitos sobre el persevera y
sistema financiero .. 212 perseverarás?
...........................................
Capítulo 11. ¿Hay una receta para el crecimiento 259
sostenido De nuevo, el huevo o la
de la economía? ........................................................231 gallina
Recuperaciones versus crecimiento sostenido ...........................................
............................................................................... 261
233
Llegan buenas noticias desde el Imperio Capítulo 12. ¿Podemos
Romano desterrar la pobreza y la
............................................................................... desigualdad?..................... 263
235 I, I, I, pero no de
Tortugas y liebres ................................................236 igualdad
Y el secreto para crecer es ............................. 238 266
Un poco de contabilidad .............................. ....239 Iguales, pero, ¿igual de
La tecnología, ¿qué tecnología? bien o igual de mal?
............................................................................... ...........................................
241 267
Seguimos en la brecha .......................................244 ¿Por dónde arrancamos?
Las importaciones importan ...........................................
............................................................................... 268
246 ¿Quieres ser millonario?
Estrategia o suerte ...........................................
............................................................................... 269
248 Pobreza: la vuelta al
¿Por dónde empezamos? mundo en 80 números
............................................................................... ...........................................
249 272
Ciencia ficción y realidad ..................................251 Entonces, ¿distribuir
Adiós a la economía, hola a otras ciencias.....253 para crecer o crecer para
¿Bye bye a la economía? ¿En serio? distribuir?
............................................................................... ...........................................
255 274
La política, una vez más ¿Cuánto crecimiento se
............................................................................... derrama?
256 ...........................................
Capitalismo versus comunismo 275
............................................................................... Argentina y el derrame
...............................................................................
277
Crecimiento, informalidad y condiciones
sociales
...............................................................................
278
Capitalistas y trabajadores
...............................................................................
280 Para Carlos Rivas y ]osé Fanelli,
¿Queremos al Estado en el medio? por su amistad, su sabiduría y,
............................................................................... sobre todo,
281 por ser tan buena gente

Referencias bibliográficas ...................................... 287


AGRADECIMIENTOS

Quisiera agradecer a los colegas y amigos que leyeron el manus-


crito y me hicieron comentarios, sugerencias y críticas desaten-
diendo mi preferencia por las felicitaciones hipócritas y el elogio
condescendiente. Ellos son Leonardo Gasparini, Daniel Be-
rrettoni, Martín Tetaz, Arturo Galindo, Carlos Rivas, Javier
Finkman y José Fanelli.
Un «gracias» especial a mi amiga Mariana Marchionni,
quien se tomó el trabajo de hacer una lectura aguda y minucio-
sa del manuscrito y no encontró un solo error: encontró muchos.
Con Walter Sosa Escudero hemos charlado largamente no sólo
sobre el libro, sino también sobre el rol de la economía y los
economistas en la sociedad. Martín Guzmán me hizo muy úti-
les observaciones sobre el encuadre conceptual de muchas ideas
volcadas en el libro. Con admirable entusiasmo y generosidad,
mis estudiantes de maestría en la Universidad de La Plata Pa-
blo Garriga, Isidro Guardarucci, Jerónimo Montalvo y Jorge
Puig releyeron el manuscrito, organizaron las tablas y gráficos
y armaron la lista de referencias bibliográficas.
Finalmente, agradezco a las autoridades de la Facultad
de Ciencias Económicas y el Departamento de Economía de la
Universidad Nacional de La Plata por darme el tiempo, el alien-
to y la libertad para escribir este libro. También quiero agrade-
cer la gentil invitación del Departamento de Economía de la
Universidad de Illinois at Urbana-Champaign para dar un cur-
so de grado y otro de posgrado durante el primer semestre de
2012, porque en esos meses pude dedicar muchas horas a com-
pletar y revisar el manuscrito.
PRÓLOGO

El objetivo de este libro es a la vez simple y ambicioso. He bus-


cado razonar y responder, sin rodeos y con la mayor claridad
y objetividad posibles, muchas de las preguntas que nos hace-
mos a diario sobre la economía argentina e internacional.
Todos queremos saber por qué el país crece, por qué exis-
te la inflación, por qué hay crisis y recuperaciones, si conviene
devaluar, cuál es la mejor manera de afrontar los problemas so-
ciales. Nos preguntamos hasta dónde tiene que llegar la acción
del Estado, si hay que frenar las importaciones, si los déficits fis-
cales y la entrada de capitales extranjeros son buenos o malos.
A lo largo de 12 capítulos, formularemos y buscaremos
responder preguntas sobre la economía que nos interesan y nos
preocupan. Toda pregunta debería tener una buena respuesta
corta y haremos el mayor esfuerzo para lograrla.
Si algo distingue a este libro, es que aborda estas fasci-
nantes y espinosas preguntas evitando los vicios más comunes
de los economistas y de los no economistas. Como diremos lue-
go, los economistas complican demasiado lo que no es tan complica-
do, y los no economistas simplifican demasiado lo que no es tan simple.
Mi intención es poner sobre la mesa lo mejor de esos dos
mundos. Del análisis económico, tomo el uso razonado de mo-
delos y datos para entender una realidad sumamente comple-
ja, la consideración amplia de las ventajas, las restricciones y los
resultados colaterales de las decisiones económicas y la diferen-
ciación entre los efectos a corto y a largo plazo. De los no eco-
nomistas, incorporo la visión intuitiva; el foco en las cuestiones
esenciales y las respuestas directas; y el interés por la vincula-
ción entre la economía y la política
16 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 17

Con el mismo espíritu, el libro recoge temas de investi- pia. Con este propósito en mente, plantearé al inicio de cada
gación de los economistas, pero también muchas preguntas que tema las posiciones que existen en torno a esa cuestión y las
me han formulado a lo largo de los años alumnos, políticos, fortalezas y debilidades de los argumentos a favor y en contra.
empresarios y amigos que, sin ser economistas, son agudos Sólo entonces les cederé la palabra a las estadísticas.
observadores de la realidad. Quizá un poco tarde, espero estar No quiero caer en la ingenuidad y la soberbia de pensar
respondiendo sus dudas. que los economistas tienen las respuestas a todos los problemas
Durante el recorrido por estos temas, pondré especial económicos. Si así fuera, los problemas no seguirían entre no-
énfasis en las intuiciones engañosas. Mucha gente, incluso sotros, usted no estaría leyendo este libro y estaría disfrutando
muchos economistas, cree casi ciegamente en ideas que parecen una buena novela, echado en una reposera, tal vez un poco abu-
irrefutables sin necesidad de prueba alguna. Su lógica es tan ter- rrido porque los negocios siguen floreciendo y no le deparan
minante que las eximiría de cualquier crítica. Pues bien, muchas ninguna sorpresa desagradable.
de estas intuiciones son correctas, pero muchas están grosera- Al mismo tiempo, sé que la economía, a pesar de la mala
mente equivocadas. Desde luego, sus fisuras no son evidentes prensa que tiene, sigue siendo nuestra mejor apuesta para diag-
a primera vista y hasta pueden contener alguna dosis de ver- nosticar y resolver estos problemas. Escuchamos muchas veces
dad, aunque no la suficiente para hacerlas ciertas. No hay peor que la economía es un asunto que afrontamos todos en nuestra
mentira que una verdad a medias. vida diaria y que esa experiencia directa resulta suficiente para
Para no malgastar el tiempo en preguntas con respues- lidiar con los desafíos que plantea. De nuevo, una idea sensata
tas fáciles, conocidas u obvias, las vamos a abordar brevemen- en la superficie, pero equivocada si la pensamos bien. La intui-
te y vamos a dedicar el mayor interés a las numerosas preguntas ción de que la intuición basta es una mala intuición. Como en cual-
en las que la intuición nos lleva por caminos errados y peligro- quier tema complejo, para hacer bien las cosas se necesitan
sos. Es mucho lo que todavía no sabemos, sí, pero resulta más preocu- estudio, disciplina y práctica. Si tengo que operarme del cora-
pante lo que no sabemos y creemos saber. zón, ¿elegiré al cardiocirujano entrenado y responsable o al car-
Muchas de mis afirmaciones pueden parecer provocati- diocirujano «intuitivo»?
vas en una primera lectura. No es una búsqueda deliberada de La economía ha aprendido mucho a lo largo del tiempo,
mi parte. Sucede que todos, incluidos los economistas, nos he- en parte como resultado de un gran esfuerzo de investigación
mos acostumbrado a aceptar y repetir intuiciones incorrectas sin teórica y práctica, pero, más que nada, aprendió a los golpes,
ponernos a averiguar si son ciertas. Cuando permitimos que los con los golpes que nos asestaron cientos y cientos de recesiones
datos nos den su veredicto, muchas veces el resultado va a con- y crisis alrededor del mundo. Estos fenómenos traumáticos, con
tramano de nuestras creencias. Si esa contradicción genera con- los cuales se aprende por prueba y error, dejan lecciones imbo-
troversia, bienvenida sea. rrables que la profesión ha capitalizado. La economía actual, con
Por otra parte, mi enfoque va mucho más allá de los nú- todas sus limitaciones, es mejor que la de hace algunas décadas,
meros. Dentro de mis humildes posibilidades, quiero ayudar a está menos enamorada de los modelos matemáticos y más
mostrar cómo se razonan los problemas económicos, para que abierta a las contribuciones de otras ciencias como la sociología,
cada uno de nosotros pueda formarse luego una opinión pro- la psicología, el derecho o la historia.
18 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 19

Un avance que no debemos subestimar es que en los úl- temas, a su vez inspirados en libros y artículos anteriores. Como
timos 30 años se han acumulado datos estadísticos detallados aspiro a que ésta sea una lectura ágil y placentera, he optado por
para 200 países y millones de empresas y familias. A partir de evitar completamente las referencias bibliográficas.
esta asombrosa fuente de información (y de poderosas compu- Sin embargo, me gustaría invitar a los lectores interesa-
tadoras), ya no tenemos que contentamos con razonamientos dos a consultar esas referencias en www.entender-la-
hechos en el aire, sino que podemos examinar datos concretos economia.blogspot.com. También los invito a dejar allí sus
para aceptar o rechazar las teorías. Ante un buen resultado es- comentarios e inquietudes, que responderé lo antes posible.
tadístico, basado en cientos o miles de casos, se diluye el valor Uno trata de escribir el libro que le hubiera gustado leer
de los mensajes sesgados por la ideología o por los intereses y siento que he logrado ese objetivo. Al final de su lectura, us-
particulares de un sector u otro. Las opiniones dejan paso a la ted me dirá si soy el único.
evidencia y la realidad.
Este libro está dirigido a todo lector interesado en la eco- El autor
nomía y no se necesitan en absoluto conocimientos previos.
Como tendrán la oportunidad de comprobar, el tono no es nada
solemne: reservo la solemnidad para cuando me entreguen el
Premio Nobel de Economía por haber escrito estas páginas. No
uso jerga técnica, que sólo comprenderían otros economistas y
que se puede obviar sin perder profundidad en los conceptos.
El libro cubre cuestiones de rabiosa actualidad en Argen-
tina, pero el deseo de entender esta actualidad nos obliga a re-
montarnos atrás en el tiempo para notar el contraste entre
políticas pasadas y presentes y reflexionar sobre sus virtudes y
defectos. Esta búsqueda nos llevará muchas veces a rememorar
la década del '90 e incluso medidas tomadas muchos años an-
tes. Como pretendo discutir ideas y no personas, en las páginas
que siguen no aparecerán nombres propios.
En todos los casos, me apoyaré en datos e investigacio-
nes actualizados sobre Argentina y otros países para así esta-
blecer la verdad o falsedad de muchas ideas populares. El libro-
no es demasiado extenso, pero no debemos confundir síntesis
con superficialidad.
Además de permitir que las estadísticas nos cuenten li-
bremente su lado de la historia, quise condensar aquí los hallaz-
gos de cientos de trabajos rigurosos que han estudiado estos
CAPÍTULO 1 Tom Cruise, la magia y la economía
¿Debemos dejar la economía en manos de los
Lo que hace o deja de hacer Tom Cruise no nos hará más ricos
economistas? ni más felices y, sin embargo, sabemos mucho de él, de su fa-

La gente critica a los economistas por no tener sus pies


sobre la tierra. Los economistas critican a la gente por te-
ner sus cuatro patas sobre la tierra.
Anónimo, posiblemente de profesión economista

No dije que sería sencillo, sólo que sería la verdad.


Morpheus a Neo, en Matrix

No podemos empezar un libro de economía dirigido a no econo-


mistas sin antes discutir qué puede aportar realmente la econo-
mía a la comprensión y solución de los problemas en este campo.
Aprovecharemos esta discusión para despejar (o confirmar) al-
gunos prejuicios sobre el análisis económico y sus practicantes.
En primer lugar, vamos a reforzar algunas nociones ya
presentadas en el prólogo, pero que resultan centrales para en-
tender el enfoque de este libro. Luego, nos dedicaremos a plan-
tear algunos preconceptos en torno al rol y la eficacia de los
economistas. Finalmente, presentaremos un conjunto de 6 prin-
cipios básicos para un buen análisis económico.
Tal vez algunos se sorprendan al ver que economistas y no
economistas usamos los mismos principios al tomar decisiones
cotidianas. Esa curiosa similitud nos lleva a pensar que la apren-
sión hacia los economistas se debe, antes que nada, a las expecta-
tivas desmesuradas sobre lo que esta disciplina puede ofrecer.
24 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 25

milia, de sus películas. En el extremo opuesto, la economía nos trarles por qué sigue siendo por lejos nuestra mejor arma para
afecta a todos y, sin embargo, apenas una de cada mil personas enfrentarlos. En segundo lugar, adoptaremos una visión am-
-con suerte- puede afirmar que entiende de qué se trata. La plia presentando diversas opciones para cada problema y
intención de mejorar esta penosa estadística es un motivo más evaluando luego los méritos y contraindicaciones de las dife-
que suficiente para escribir un libro. rentes alternativas.
Pese a trabajar sobre cuestiones fundamentales como el Para dirimir cuál de esas opciones es la que mejor fun-
crecimiento, la estabilidad o la distribución del ingreso, la eco- ciona en la práctica, nos apoyaremos en la experiencia argenti-
nomía sigue siendo un tema desconcertante, misterioso, casi na y de muchos países, reflejada en datos, análisis estadísticos
impenetrable para la mayoría. Como alguien ha dicho alguna y estudios rigurosos. El criterio dominante es: dejar que los nú-
vez: «Es tiempo de que la economía reciba el respeto y la jerar- meros hablen.
quía que se merece entre las demás ciencias ocultas».
La economía no debería ser como la magia. El gran en-
canto de la magia reside en que sabemos que nos están engañan- Las intuiciones engañosas
do, pero no sabemos cómo. En economía, todos buscamos
exactamente lo contrario: que no nos engañen y, si intentan Una noche, un señor pasa por la puerta de una casa y ve
hacerlo, saber de qué modo. que otro señor está agachado junto a un farol explorando
Después de muchos años de aprender, enseñar y traba- el piso con la vista:
jar en torno a la economía, no deja de asombrarme la enorme -¿ Se le ha perdido algo ?
brecha que parece separar a los economistas del resto de la gen- -Sí, perdí mis llaves unos metros más allá.
te. Debemos empezar por reconocer que hay culpas comparti- -¿ Y por qué está buscando debajo del farol 7
das: los economistas complican demasiado lo que no es tan complicado -¡Porque aquí hay más luz!
y el resto de la gente simplifica demasiado lo que no es tan simple.
La meta principal de este libro es convencernos de que Este viejo chiste ilustra el error de buscar respuestas fáciles a
existe un punto intermedio en el que, apelando a nuestro sen- preguntas difíciles. Uno de los hallazgos más fascinantes de la
tido común, podemos formarnos una clara opinión de lo que psicología aplicada a la economía es que todas las personas,
está realmente en juego en cada decisión económica. incluso aquellas con cargos de alta responsabilidad, se basan
A lo largo de estas páginas, examinaremos muchas cues- primordialmente en razonamientos sencillos e información rá-
tiones centrales en economía, tanto por su innegable impacto pida y fácil de obtener. Por este motivo, no sorprende que, en
sobre nuestro ingreso y nuestro bienestar como por el continuo la práctica, las decisiones de política económica estén más in-
debate que suscitan en la opinión pública. fluidas por la intuición y la lectura de los titulares de los diarios
El enfoque, que se mantendrá en cada capítulo, es sim- que por el trabajo riguroso de economistas profesionales.
ple. En primer lugar, no incurriremos en la necedad de afir- La intuición, en muchas circunstancias, no es una mala
mar que la economía es capaz de explicar y resolver de un consejera; sin embargo, en economía puede resultar fatal. Una
plumazo todos los problemas económicos, pero vov a mos- mala decisión médica puede matar a un paciente; una mala
26 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 27
a favor de sus propios intereses y a costa de otros sectores so-
decisión económica puede dañar a millones. De ahí que deban ciales. Thomas Sowell ha dicho: «La política (practicada desde
extremarse los esfuerzos para evitar errores. el Estado o desde el sector privado) es el arte de disfrazar tus
deseos egoístas como si fueran el interés nacional».
Muchas preguntas vinculadas a la economía tienen res- En la medida en que sepamos desechar los mensajes fal-
puestas intuitivas que nos parecen naturales y obvias. Por ejem- sos, las decisiones económicas se acercarán a las verdaderas
plo, no creo que sean necesarias ni siquiera unas líneas para necesidades de los ciudadanos.
persuadir a alguien de que la demanda de un artículo se redu-
ce si su precio sube, de que la inestabilidad económica es nega-
tiva para el desarrollo de la economía, de que la inflación Economistas, políticos y ciencias sociales
perjudica a los asalariados o de que la educación genera amplios
beneficios sociales. En cambio, muchas otras ideas tienen un Los economistas no toman decisiones económicas (como mu-
aspecto igualmente intuitivo, pero están rotunda y peligrosa- cho, tomarán esas decisiones en su casa, siempre y cuando no
mente equivocadas. La larga lista incluye, entre otras afirmacio- estén casados). Quienes toman las decisiones son los políticos
nes, las que dicen: «hay que atacar la riqueza para atacar la que la gente vota. Aquí hay una división del trabajo muy clara:
pobreza», «el gobierno debería gastar menos», «las economías el político fija los objetivos que desea alcanzar -bajar la inflación,
fuertes tienen superávit externo», «las importaciones perjudi- reducir la pobreza, aumentar el crecimiento- y el economista
can a un país» y «no hay progreso sin industria». presenta los pros y contras de cada estrategia para lograr eso.
¿Por qué están arraigadas estas nociones entre tantas (Hablamos -aquí y, en general, a lo largo del libro- de
personas, incluso entre no pocos economistas? Todos esos enun- economistas dedicados al diseño y análisis práctico de medidas
ciados superficiales tienen una parte de verdad (se sabe que un económicas. Otros economistas se dedican a la investigación
reloj detenido da la hora exacta dos veces al día). Son ideas fá- teórica o aplicada o trabajan sobre temas específicos en las em-
ciles de comprender y transmitir y parecen irrefutables sin ne- presas, en el gobierno o en otros ámbitos.)
cesidad de ningún análisis. Quien las escucha se rinde El rol central del economista no es hacer política. Este
subyugado ante su verdad revelada. Sin embargo, esconden complejo arte es la especialidad de los políticos. En sentido recí-
serias fisuras que iremos desnudando con el devenir de los ca- proco, no pretendemos que los gobernantes dominen la teoría
pítulos. y la evidencia de las distintas estrategias económicas. Cuando el
El interés por indagar sobre estas cuestiones excede la economista y el político asumen el rol del otro, no podemos es-
mera curiosidad intelectual. Estas frases no son inocuas. «Lo que perar más que problemas. Por supuesto, resulta valioso que el
no ves es lo que te puede matar». Al enfocar sólo aspectos par- economista sea consciente de la viabilidad política de sus pro-
ciales del problema, estas intuiciones engañosas pueden condu- puestas y que el político tenga una actitud abierta para evaluar
cir, como veremos más adelante, a resultados catastróficos. 28las opciones económicas a su disposición, pero RICARDO
en ambosBEBCZUK
casos PARA
El mayor peligro es que las autoridades y distintos gru- deben respetar aquella saludable división del trabajo.
pos se refugien detrás de estos enunciados para instalar ideas En economía, las ideas deben primar por sobre las ideo-
logías. Las ideologías políticas son, con frecuencia, estructuras concentrada en la búsqueda de soluciones mecánicas, ajenas al
de pensamiento dogmáticas, sesgadas, concebidas sin la debi- factor humano, pero ello no implica que deba abandonar su ri-
da atención a la complejidad del mundo económico. El buen gor analítico. Muy por el contrario, la economía debe perseve-
economista busca lo opuesto: procurar la objetividad, ser flexi- rar y perfeccionar su orientación cuantitativa, siempre y cuan-
ble ante entornos cambiantes y sopesar en forma meticulosa y do ello la ayude a dar respuestas más efectivas a los dilemas con
desapasionada los beneficios y costos de las distintas rutas para los que se debe lidiar.
atacar los problemas.
La inclusión de la economía entre las ciencias sociales es
un aspecto polémico. Algunos analistas, por dentro y por fue- Razonando la economía: Los PRIECO
ra de la profesión, hacen notar que la economía, como ciencia Hay 6 principios fundamentales de los cuales nos valdremos
social, debería estar menos pendiente de la matemática y las es- para pensar todos los problemas económicos que iremos plan-
tadísticas que de la historia, la sociología, la antropología y la
teando en el libro. Estos 6 principios, con algunas variantes, son
psicología. Aquí, el error de juicio reside en ignorar, nuevamen-
la herramienta primordial del economista. Tomaremos presta-
te, el concepto de especialización profesional: el sociólogo se-
do un viejo recurso del marketing y les pondremos a estos prin-
ría un pésimo economista y el economista sería un pésimo
cipios una sigla. A l°s administradores les gusta poner nombres
sociólogo.
simpáticos, como «las 3 D» del planeamiento o «las 4 C» de las
En el análisis económico, nos guste o no, se «toca el bol-
finanzas. Nosotros bautizaremos PRIECO a nuestros PRIncipios
sillo» de la gente y, por ende, no se puede prescindir del cálcu-
ECOnómicos:
lo de ganancias y pérdidas de los distintos sectores. El perfil
cuantitativo de la economía no implica que sea una ciencia in-
Plazo
sensible a los problemas sociales, sino todo lo contrario. En par-
Recursos
ticular, la economía entiende que la única manera práctica de
Incentivos
resolver la pobreza y la desigualdad, más allá de los discursos
Evidencia
y las proclamas, es el aumento y la redistribución del ingreso.
Como veremos en el último capítulo, este enfoque ha contribui- Causalidad
do muy positivamente a mejorar las condiciones sociales en Oportunidades
muchos países.
Principio 1: Plazo
Por otro lado, la economía ha sido permeable a estas crí-
Los beneficios de corto plazo pueden desaparecer o hacerse
ticas. Muchos economistas incorporan elementos históricos,
negativos en el largo plazo. Las verdaderas soluciones son las
sociológicos y psicológicos en sus estudios y varios de ellos
han recibido ya el Premio Nobel de Economía, una clara señal que perduran en el tiempo.
de la aceptación masiva de esta nueva corriente dentro de la
Principio 2: Recursos
profesión.
La solución de los problemas económicos siempre involucra
La economía ha dejado de ser hace tiempo una ciencia
costos que alguien tendrá que absorber
30 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 31

Principio 3: Incentivos si todo sale bien, me permitirá acceder a ingresos más


El éxito de una medida económica depende crucialmente de que altos. ¿Qué pesa más: el costo que afronto a la corta o
todas las partes afectadas por la medida tengan los incentivos el beneficio que espero a la larga?
correctos para actuar como se espera que lo hagan. 2. Recursos: ¿De dónde sacaré el dinero para pagar la ma-
trícula y los materiales de estudio? Aunque vaya a una
Principio 4: Evidencia universidad gratuita, ¿me las arreglaré si dejo mi tra-
Las decisiones económicas deben tomar en cuenta los resulta- bajo actual?
dos de políticas similares aplicadas en otros países o en el pro- 3. Incentivos: ¿Realmente tengo el impulso para hacer el
pio país en el pasado. esfuerzo de estudiar 5 años o más hasta obtener el títu-
lo? ¿Qué pasa si no me gusta la carrera y termino aban-
Principio 5: Causalidad donando?
Una política será efectiva únicamente si ataca la verdadera causa 4. Evidencia: ¿Cómo les ha ido a mis conocidos que entra-
del problema y si otros factores relevantes no juegan en contra. ron en la universidad? ¿Terminaron la carrera? ¿Cuánto
tiempo les llevó? ¿Están contentos con su decisión?
Principio 6: Oportunidades ¿Han aumentado sus ingresos?
Como los recursos son escasos, es preciso elegir con cuidado su 5. Causalidad: A los que tuvieron éxito, ¿les fue bien sim-
mejor uso a partir de todas las oportunidades o alternativas plemente porque estudiaron o siempre fueron
posibles. inteligentes y esforzados y les habría ido bien de todos
modos? ¿Cuánto influyó en su éxito la carrera que eli-
gieron, la universidad donde estudiaron y su red de
Economistas y no economistas: contactos para conseguir trabajo?
más parecidos que diferentes 6. Oportunidades: Si me paso los próximos años estu-
diando, ¿no me perderé la oportunidad de ganar di-
¿Por qué insisto en reconstruir el puente entre la gente y los nero y progresar en mi trabajo, de conocer a más
economistas cuando todo parece indicar que ese puente ya está personas e incluso de disfrutar más las cosas buenas
más allá de toda posible reparación? Simplemente porque, aunque de la vida?
no nos resulte evidente, todos razonamos nuestros problemas domés-
ticos como si fuésemos economistas. En otras palabras, aplicamos Si este ejemplo no ha convencido al lector, puede revi-
los PRIECO en muchas situaciones cotidianas. Déjenme ofrecer sar los pasos mentales que en su momento siguió para decidir
un ejemplo. Alguien que piensa en hacer una carrera universi- si iba a comprar un nuevo auto, si iba a cambiar de trabajo, si le
taria seguramente se plantea las siguientes preguntas: regalaría un celular a su hijo. ¿Está seguro de que no aplicó este
1. Plazo: ¿Me conviene trabajar menos o dejar de trabajar enfoque?
para dedicarme a mi carrera universitaria? Es verdad
que ahora estaría resignando ingresos, pero la carrera,
32 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 33

¿Economistas ineptos o problemas muy complejos? controversias entre los propios economistas se vincula a la di-
ficultad de medir y priorizar las piezas que componen esos prin-
En general, tenemos expectativas desmesuradas con relación a cipios básicos.
la capacidad del economista para diagnosticar y, sobre todo, Hay un gran paso desde estos principios hasta su apli-
resolver los problemas que a diario enfrenta la economía. Como, cación a situaciones reales. Tan grande como pasar de entender
evidentemente, seguimos buscando después de décadas y si- los rudimentos de la computación a destronar a Bill Gates en el
glos soluciones para los mismos problemas, lo que puede estar mundo de la informática. Y con un agravante: una computadora
pasando es que: 1) los economistas son ineptos; 2) los proble- es una máquina que responde sumisamente las órdenes del
mas son demasiado complejos; o 3) las dos cosas. usuario (excepto en algunas películas de ciencia ficción en las
No voy a descartar de plano la hipótesis de la ineptitud. que se rebelan y quieren dominar el mundo). Si yo ahora pre-
Está claro que los economistas no han brindado últimamente siono la tecla que dice «8», en el monitor veo un número «8». La
una imagen confiable y compacta a la sociedad. Ante cada nue- economía, en cambio, es un organismo viviente, dinámico, cuya
va crisis, ante cada nueva medida económica, los economistas respuesta a un mismo estímulo no es siempre igual; aunque el
se enfrascan en una pelea de egos para demostrar lo acertados estímulo esté bien pensado, el efecto dependerá de las decisio-
que están ellos y lo ridículamente equivocados que están los nes que tomen millones de familias y empresas ante él.
economistas «del otro bando». Esto lo vemos, en Argentina y Esto no significa que la economía opere a ciegas, en me-
otros países, entre economistas de derecha y de izquierda, eco- dio del caos más absoluto, ni que cualquier cosa pueda suceder.
nomistas académicos y no académicos, economistas del sector Lo bueno de la economía y los economistas, con sus insalvables
público y del sector privado... y podríamos seguir con los ban- limitaciones, es que usan principios racionales, elaboran teorías
dos. El disenso hacia el interior de la profesión sugiere que sus y analizan números y experiencias anteriores para reducir la
expositores no están al margen de las modas intelectuales ni de incertidumbre sobre el resultado. Si les pedimos a los economis-
la creencia en intuiciones sin sustento sólido. tas un «8» en el monitor, podemos confiar en que aparecerá un
Lo positivo es que estas tensiones forman parte de un número entre, digamos, el 6 y el 10.
proceso de aprendizaje, accidentado, pero a la vez fecundo. Más Sé que todos queremos ver el «8» que pedimos, pero
allá de todo, estoy convencido de que la economía que se aprende debemos ser realistas y aceptar que nadie, economista o no, por
y se aplica hoy, después de las crisis de los 2000, es una mejor econo- más brillante que sea, nos puede asegurar ese resultado. Si se
mía que la anterior. quiere, el problema es que quien escribe el número no es el pro-
Sin embargo, a mi modesto entender, la decepción que 34 economista ni el gobernante de turno: ellosRICARDO
pio BEBCZUK
les dicen a mi- PAR
generan la economía y los economistas es, sobre todo, conse- llones de familias y empresas que por favor escriban el «8».
cuencia de la apabullante complejidad de los problemas que se En caso de que el pedido esté bien formulado y sea bien
abordan. recibido, tal vez obtengamos el «8» o un número cercano. El
Los PRIECO ya han puesto de relieve que toda propues- problema con dejar la economía en manos de no economistas
ta económica exige un concienzudo análisis previo sobre cos- es que la incertidumbre aumenta porque las decisiones ya no se
tos y comportamientos actuales y futuros. Gran parte de las toman a partir de análisis, sino por intuición. Con mucha suer-
te, quizá veamos el «8», pero no debemos descartar que el mo- maneja un taxi 14 horas por día. Si este último es su caso, ¿de-
nitor muestre un «1» o un «19». (Los anglosajones suelen decir: beríamos inferir que estudiar es un derroche de tiempo y dine-
«mejor tener suerte que ser bueno», pero es raro que alguien ro? Creo que ni usted ni yo llegaríamos a una conclusión tan
tenga suerte todo el tiempo.) temeraria. Ambos diríamos que estudiar mejora sensiblemen-
te la probabilidad de aumentar nuestros ingresos futuros, pero sin
asegurarnos ese escenario.
¡La economía para los economistas! Ni más ni menos podemos decir de los economistas y la
economía, con la complicación adicional de que la incertidum-
El mensaje (repetido, pero no por eso redundante) es que hay bre se multiplica cuando las medidas involucran a millones de
buenos motivos para seguir dejando la economía en manos de personas que toman sus propias decisiones. Si una medida no
los economistas. Como ya dijimos, la decisión última debe es- surte el efecto deseado, tampoco propondremos linchar a todos
tar a cargo de los políticos que representan a los votantes, pero los economistas y quemar sus libros en una plaza pública; debe-
ellos deberían escuchar con más atención -sin necesidad de ríamos estudiar qué salió mal y cómo podemos hacerlo mejor.
obedecer a ciegas- a los especialistas. Tampoco debemos excedernos en los cambios de rum-
Antes hablábamos de las expectativas desmesuradas en bo. Como veremos luego, Argentina y otros países han respon-
relación con el trabajo del economista y el punto anterior nos lle- dido al fracaso de una estrategia económica adoptando la
va de vuelta a esa afirmación. La incertidumbre rodea a todas estrategia contraria y se han encontrado unos años más tarde
las decisiones económicas y, por lo tanto, debemos resignarnos con el desconsuelo de un nuevo fracaso.
a aceptar desvíos con respecto a los objetivos originales. Cuan- No existen de antemano estrategias buenas y estrategias
do del manejo de la política económica se trata, nadie puede ga- malas. Si así fuera, ya todos habrían adoptado las buenas y des-
rantizar a priori una mayor probabilidad de éxito que un echado para siempre las malas. El arte de la política económica
economista bien formado y con experiencia. Si los resultados no es adoptar una estrategia razonable (entre las varias que respe-
se ajustan a las expectativas, habrá que rectificar el rumbo y
36ten los principios básicos anteriores), ejecutarla con sabiduría
RICARDO BEBCZUKy
aprender de los errores. corregir los desvíos indeseables que pueden surgir en el camino.
Con relación a la incertidumbre, no necesitamos pensar Son las propias intuiciones engañosas las que nos hacen
en grandes decisiones económicas. Como ya hemos discutido, caer en fervores extremistas. Si yo digo «el capitalismo puro es
si usted pensó en hacer una carrera universitaria, ha aplicado, el mejor sistema económico porque la búsqueda de mayores
en forma consciente o inconsciente, los PRIECO. Computó be- ganancias estimula el estudio y el esfuerzo de las personas», es
neficios y costos, a corto y a largo plazo, comparó las posibili- posible que gane unos cuantos adeptos. Si luego digo «el comu-
dades que le da el estudio con las de un trabajo de tiempo nismo es el mejor sistema económico porque promueve la igual-
completo. Seguramente se trató de una decisión racional, me- dad social y cura los vicios de la ambición desmedida que trae
ditada con tiempo. En los hechos, las cosas le habrán salido consigo el sistema capitalista», tampoco me iría mal. Ambos
mejor o peor de lo que pensaba. Tal vez usted se hizo millona- razonamientos son breves, claros, impecables... y erróneos. Más
rio gracias a sus estudios, pero tal vez hoy sea un arquitecto que que nada, porque se concentran en el aspecto más atractivo de
cada sistema e ignoran todas sus posibles aristas negativas. Son
buenos slogans de venta, pero pobres (y peligrosos) análisis
desde el punto de vista económico y social.
La fascinación que producen estas intuiciones superficia-
les nos lleva en ocasiones a creer que la mejor respuesta a un mal CAPÍTULO 2
resultado es destruir lo anterior y recomenzar de cero con una ¿Por qué hay recesiones y cómo se sale de ellas?
idea completamente distinta. En este sentido, los dejo con una
última pregunta: si su auto se descompone en la ruta, ¿llaman
a la grúa y lo llevan al mecánico o, en la misma banquina, lo
rocían con nafta, lo prenden fuego y siguen el viaje a pie? Las contracciones económicas son un atributo tan indeseable
como ineludible de las economías modernas. Muy pocos países
han sido inmunes a una caída de la producción en algún mo-
mento: en los últimos 32 años, de un total de 184 países, apenas
7 no han tenido al menos un año de crecimiento negativo. Otra
buena muestra de la inestabilidad económica es la notable fluc-
tuación de la tasa de crecimiento anual de la producción. Para
estos 184 países, en el período 1980-2011, el crecimiento prome-
dio anual ha sido del 3,5%, pero con un máximo de 10,6% y un
mínimo de -6,0% (negativo).
Argentina, bien lo sabemos, no ha estado ajena al vérti-
go de tales montañas rusas. Curiosamente, en estas tres déca-
das, nuestro país ha adherido a la poco envidiable regla del 11:
la tasa de crecimiento máxima fue del 11% (en 1991), la mayor
caída fue del 11 % (en 2002) y tuvo un crecimiento negativo en
11 de esos 30 años.
Las recesiones acarrean descensos en el nivel de vida,
desempleo, conflictos sociales y pérdida de votos; todo esto
explica el desvelo de los gobiernos por evitar su aparición y ali-
gerar sus consecuencias.
¿Por qué los países en algún momento dejan de crecer?
¿Cómo se recuperan de esas fases contractivas? Esas preguntas
son las que nos ocuparán en este capítulo.
El «círculo de la vida»
La dinámica de los ciclos económicos puede visualizarse a tra-
vés de un gráfico. Sin exagerar, en economía todo se resume en
40 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 41

el funcionamiento de esta rueda. Por eso mismo, la llamaremos


el círculo de la vida:
Cómo terminé financiando la comedia
Empecemos por el ingreso. Cuando sube el ingreso de las musical LOS PRODUCTORES
familias y las empresas, sube también su capacidad de gasto.
Las mayores compras de bienes y servicios estimulan una ma- Voy a contarlos una historia personal para ilustrar la idea del
yor producción, que, a su vez, impulsa la contratación de nue- multiplicador. Hace unos quince años, estaba haciendo mi
vos trabajadores. Por último, las mayores ventas de las doctorado en la Universidad de Illinois, en una ciudad llamada
empresas, el mayor empleo y los salarios más altos se combinan Urbana-Champaign. Mi esposa tuvo que ir al dentista y, como
para elevar los ingresos del sector privado. A partir de allí, la mi seguro médico no cubría este tipo de tratamiento, no hubo otra
rueda se retroalimentará, porque el mayor ingreso promoverá opción que pagarlo aparte. El costo era alto; sobre todo, para un
más gasto, más producción y más empleo. Éste es el conocido estudiante de doctorado con una modesta beca mensual.
efecto multiplicador, por el cual un incremento inicial de $ 1 en el
Demos un sallo en el tiempo. Corre ahora el mes de marzo de
gasto se derrama a través de la economía generando un incre-
2012. Invitado por la universidad para dar dos cursos, con mi
mento final superior a $ 1.
esposa volvemos a Urbana-Champaign, esta vez con dos hijos
Por ejemplo, si aumentan las ventas de heladeras, el fa-
bricante y sus empleados gozarán de un mayor ingreso que a cuestas. Vemos en nuestro restaurante de hamburguesas
volcarán a la compra de zapatos, entradas de cine, autos y otros favorito un afiche que anuncia la conocida comedia musical LOS
productos. El concepto del efecto multiplicador parece dema- PRODUCTORES y decidimos comprar entradas para ir a verla. La
siado bueno para ser cierto, de modo que volveremos a él en el obra es montada por la compañía teatral del condado. Es una obra
Capítulo 4. cara, con muchos actores, muchos cambios de vestuario y
complicadas
La parterotaciones en la escenografía.
desagradable es que la rueda también opera en
Nos sentamos
sentido inverso.y Cuando
comenzamos a leer el
el ingreso folleto
baja, de la obra,
también bajantambién
el gas-
de alta calidad, a todo color. En la tapa sobrebale la leyenda:
«Esta obra se ha hecho realidad gracias al generoso aporte del
Dr. Barry Howell». ¿ Barry Howell? ¿Por qué me suena ese
nombre? Porque el Dr. Howell era el dentista que había atendido
a mi esposa quince años antes.
Me gusta pensar que aquellos dólares que salieron de nuestro
bolsillo dieron una curiosa y larga vuelta hasta terminar pagando
el montaje de una obra teatral. Así fue como me convertí en un
mecenas del arte escénico
42 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 43

to, la producción y el empleo y se refuerza así, en sucesivas ron- nente y cómo se relaciona cada uno de ellos con los demás. El
das, la caída inicial del ingreso. Aquí, el multiplicador se con- gasto total de la economía incluye:
vierte en un temido divisor. 1. El consumo de las familias en bienes durables (autos,
Una conclusión incómoda sobre nuestro círculo de la vida electrodomésticos, muebles, etcétera) y no durables (ali-
es que, como el mecanismo se retroalimenta, las economías es- mentos, vestimenta, salud, educación, esparcimiento,
tarían condenadas a expandirse sin límite cuando la rueda se etcétera).
mueve hacia adelante y a desaparecer cuando la rueda va para 2. La inversión en activos físicos. La inversión no impli-
atrás. Sin embargo, el capitalismo ha sobrevivido a estos vaive- ca solamente la maquinaria, el equipo de transporte y
nes sin caer en la sobreproducción ni en la extinción -para pe- las construcciones adquiridas por las empresas. Tam-
sar de sus críticos más acérrimos-. En otras palabras, las bién integran esta cuenta las obras de infraestructura
economías capitalistas han demostrado ser más inestables en el del gobierno (rutas, puertos, escuelas, hospitales, oleo-
corto plazo (digamos, año a año) que en el largo plazo (en pe- ductos, etcétera) y la construcción de nuevas viviendas
ríodos de décadas o incluso siglos). de las familias.
El motivo por el cual se interrumpen los ciclos expansi- 3. El consumo del gobierno. Este rubro incluye los gas-
vos es que las economías son bombardeadas constantemente tos corrientes del Estado en salarios y en el funciona-
por malas noticias. Muchos eventos pueden detonar una fase miento general de la administración pública.
contractiva: la propagación de una crisis internacional, una lar- 4. Las exportaciones. Además de vender a los residentes,
ga sequía, un cambio de gobierno o de gabinete, un proceso algunas empresas locales les venden bienes y servicios
inflacionario, una euforia infundada en los mercados financie- a extranjeros. Las exportaciones constituyen así una
ros, entre otros. fuente adicional de demanda para nuestros productos.
Algunos de los eventos mencionados son producto de la
mala suerte, se originan por desastres naturales o por el conta- Para abastecer esta demanda agregada contamos con dos
gio de problemas extranjeros que están fuera del control de las fuentes de oferta agregada: la producción doméstica (el llamado
autoridades. Otros, en cambio, son auto-infligidos; por ejemplo, producto bruto interno, o PBI) y las compras en el exterior (las
a causa de la impericia para desactivar a tiempo las burbujas importaciones).
financieras o por la ausencia de políticas macroeconómicas o Nos vamos a concentrar en el consumo privado y en la
sociales apropiadas. inversión por dos motivos. El primero: las fases negativas gol-
pean más sobre el gasto del sector privado que sobre el del go-
bierno o del resto del mundo. Por ejemplo, en la crisis argentina
Descomponiendo la demanda agregada de 1998-2002, el consumo privado cayó 21% y la inversión cayó
56% mientras que el consumo público se redujo apenas el 4% y
Si la raíz de estas dificultades es que, como surge del «círculo de
las exportaciones crecieron el 7%. A su vez, la inversión es nor-
la vida», la gente empieza a rebajar su gasto, el primer paso es
malmente más sensible al contexto económico que el consumo
saber cómo se compone ese gasto, qué determina cada compo-
privado, por razones que quedarán claras en un momento.
44 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 45

El segundo motivo: el consumo privado y la inversión a ser frugales hoy para cubrirnos ante el eventual azote de la
representan las tres cuartas partes de la demanda agregada. Si mala fortuna.
se pretende revertir el desplome del nivel de actividad, poco se Puede suceder que nuestro ingreso futuro resulte más
podrá avanzar mientras no mejore el deseo de gasto del sector alto que el actual. Por ejemplo, cuando salimos de la universi-
privado. En Argentina, bastante más de la mitad de la deman- dad e ingresamos en el mercado laboral, cuando nos ascienden
da (57%) es consumo y 17% es inversión. El consumo público en el trabajo o simplemente cuando ganamos la lotería o reci-
(11%) y las exportaciones (15%) completan el 100%. Puede re- bimos una herencia. En estos casos, en los que nuestro consu-
sultar curioso que las exportaciones, siempre mencionadas mo actual es más bajo que el venidero, querremos disfrutar ya
como un puntal de la economía, representen en realidad un mismo parte de la futura bonanza, para lo cual gastaremos todo
porcentaje no muy significativo. Este hecho merece una discu- nuestro ingreso actual y posiblemente pidamos un préstamo a
sión, que se dará en el Capítulo 6. pagar en el futuro, cuando recibamos el dinero.
Estos dos escenarios exponen una clave central de los
ciclos económicos: el gasto y el crecimiento que observamos hoy
¿Gastamos o no gastamos? responden no sólo a nuestra capacidad de gasto actual, sino
también a nuestras expectativas sobre el ingreso futuro. Desde chi-
¿Qué mueve, entonces, las decisiones de gasto en consumo e in- cos, nos dicen que lo que hagamos en el presente determinará
versión? Como todas las decisiones en economía, la gente com- nuestro futuro. Como si eso no fuera ya bastante complicado,
para los beneficios con los costos de gastar su dinero. En el caso ahora estamos diciendo que, a su vez, el futuro condiciona nues-
del consumo, las personas tenemos una clara preferencia por tro presente. Entonces, cómo la gente forma sus expectativas y
mantener un consumo relativamente estable a lo largo del tiem- 46
cómo las autoridades pueden influir sobre ellasRson BEBCZUK
asuntos
ICARDO que PARA
po. Digamos: ¿cuál sería su elección entre: 1) tener por el resto se transforman en natural obsesión para el economista.
de su vida una casa normal y un auto modesto, pero confiable, La inversión se mueve de acuerdo con una mecánica si-
y 2) vivir en una mansión y tener tres Rolls Royce durante cin- milar, que gira sobre las expectativas de ingresos futuros. Si un
co años para pasar después cinco años en una caja de cartón empresario enfrenta una demanda creciente por su producto,
debajo de una autopista? su primer impulso será contratar a más trabajadores y pagar
Es evidente que el bienestar que nos produce consu- horas extra, pero, en algún punto, tendrá que decidir si amplía
mir tiene que compararse con el costo psicológico de pasar su fábrica, si construye una planta nueva, si instala nuevas
penurias en el futuro si merma nuestro ingreso. Si nuestro máquinas. En vista de que estas ampliaciones tomarán tiempo
ingreso actual es de $ 100 y esperamos que nuestro ingreso y rendirán sus frutos a lo largo de muchos años, el empresario
futuro sea de $ 40, lo sensato es gastar hoy $ 70, ahorrar $ 30 que invierte debería estar más pendiente de la evolución futu-
y gastar mañana también $ 70 (los $ 40 de ingreso futuro más ra de la demanda que de las ventas y la producción actuales. Sin
los $ 30 que hemos ahorrado). Por otra parte, cuanto más in- embargo, como el futuro es incierto en la práctica, los empre-
cierto sea el futuro -por ejemplo, si no sabemos cuál puede sarios están demasiado atentos a la situación presente para guiar
ser nuestro ingreso mañana-, aumentará nuestra propensión sus planes de inversión. Esta tendencia a ver lo que está cerca
y no lo que está lejos es un fenómeno que los economistas lla- espera el desempleo o un ingreso en declive; según la misma
man, acertadamente, «miopía». lógica, si el futuro luce más promisorio que el presente, estare-
mos mucho más dispuestos a comprar el auto, incluso solicitan-
do un préstamo. Y eso es lo que nos muestran los datos en
Algo seguro acerca de la incertidumbre Argentina. Entre 1998 y 2002, en las sombrías profundidades de
la crisis, el ingreso de la economía cayó un 18%, pero las ven-
La incertidumbre desalienta, además del consumo, la inver-
tas de automóviles se derrumbaron nada menos que un 82%. A
sión empresaria. ¿Por qué? Porque se trata de un gasto mayor-
su vez, en la recuperación -económica y anímica- del período
mente irreversible: si la demanda resulta más baja que la
2003-2010, el ingreso creció 57%, pero las ventas de automóvi-
esperada y es conveniente desprenderse de máquinas que so-
les aumentaron un 349%. Un efecto parecido se observó entre
brarán, su precio de reventa será muy inferior al precio de com-
1991 y 1994, en los albores de la Convertibilidad.
pra. Ante el riesgo de una reventa desventajosa, muchos
productores preferirán «esperar y ver qué pasa» antes que
hundir capital en inversiones. La incertidumbre abre la puer- ¿Hay un «círculo de la muerte»?
ta a las debacles económicas y es el enemigo número uno de
las recuperaciones. Luego de señalar qué mueve al consumo y a la inversión, po-
Repasemos: el gasto privado, tanto en consumo como en demos volver al punto que nos convoca en este capítulo: las
inversión, depende principalmente de tres factores: caídas y recuperaciones económicas. Las caídas, hemos dicho,
• El ingreso actual responden a la mala suerte (factores internacionales o natura-
• Las expectativas de ingresos futuros les) o a las malas políticas internas. Según nuestro «círculo de
• La incertidumbre sobre esos ingresos futuros
la vida», una vez en movimiento, el derrumbe tendería a auto-
Es bueno remarcar que la intuición (y los primeros ma- perpetuarse, pero esto no es lo que ocurre en la realidad. Por si
croeconomistas) le darían un peso dominante al ingreso actual necesitamos otro indicador sobre la capacidad de rebote de las
como motor del gasto: después de todo, gastamos más o menos economías, no hay casos en las últimas décadas de países que
según lo que ganamos hoy. Lo que omite este razonamiento es hayan tenido crecimiento negativo durante más de cuatro años
que, cuando nos gana el pesimismo, preferimos ahorrar parte consecutivos.
de ese ingreso y, del mismo modo, cuando nos sentimos opti- ¿Por qué el «círculo de la vida» no se transforma en un
mistas, queremos endeudarnos y gastar por encima de nuestro «círculo de la muerte»? Debemos admitir que hemos visto a
ingreso. Así, nuestra percepción sobre lo que depara el futuro países en coma y en angustiante convalecencia, pero ningún
es central para generar olas de retracción o explosión del con- caso terminal. Hay dos explicaciones:
sumo y la inversión. 1. Los mecanismos autocorrectivos
Las ventas de automóviles son un ejemplo. Aunque La política fiscal, monetaria y cambiaría
nuestra situación actual sea cómoda, difícilmente compraremos
un auto nuevo si pensamos que a la vuelta de la esquina nos
48 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 49

El primer caso reposa sobre la habilidad de la economía 2001 y 2007, el costo salarial por empleado cayó 24% y las ga-
para salir de una crisis por sus propias fuerzas, sin ayuda del nancias promedio por empresa subieron 61%, lo que implica
gobierno. Muchos comentaristas descreen de tal habilidad, pero que en la etapa post-crisis no les fue mal a todos por igual, sino
siempre está presente, aun cuando se instrumentan políticas que a algunos (las empresas) les fue mejor que a otros (los tra-
activas desde el Estado. bajadores).
¿Cómo funciona este autosalvataje? Antes que nada, Esas mayores ganancias se derraman sobre la economía
debemos recordar que la economía está compuesta por múlti- bajo la forma de un mayor gasto en consumo e inversión, lo que
ples actores y sectores que no son afectados de la misma mane- pone la rueda en movimiento en la dirección anhelada. Si deja-
ra por una crisis. En particular, no todos los precios se mueven mos las consideraciones sociales a un lado por un momento, ésta
conjuntamente. Dos precios claves son los salarios y los precios puede ser una llave rumbo a la salida del pozo.
de bienes y servicios. De la mano de las tormentas económicas, Aparte de sus controvertidas aristas sociales, el argu-
sobreviene una menor producción, una menor necesidad de mento choca con la idea de que «con bajos salarios hay bajo con-
trabajadores y una suba del desempleo. Los sindicatos pierden sumo y con bajo consumo no hay recuperación». La cruda realidad
fuerza de negociación y la preservación de los puestos de tra- de los datos desmiente esta afirmación al demostrar que el con-
bajo cobra prioridad sobre la pelea salarial: los trabajadores es- sumo de los trabajadores no es el único motor posible de las
tán más preocupados por conservar el trabajo que por obtener recuperaciones. En la economía gastan los trabajadores, pero
aumentos de sueldo. también, y mucho, los empresarios. De esta manera, la recupe-
Muchos precios logran mantenerse al margen de esta ración puede venir de la mano del gasto -en consumo e inver-
tendencia negativa. Como en el caso de los salarios, todo gira sión- de este último sector.
alrededor de la demanda existente. Por ejemplo, las actividades Ahora, ¿por qué se necesitaría la intervención del Esta-
que dependen exclusivamente de la declinante demanda inter- do si la economía, de acuerdo con el párrafo anterior, tiene la
na sufrirán más que los productos de exportación, que pueden capacidad de ponerse de pie sola? Porque queremos que la dis-
reemplazar las menores ventas locales con mayores ventas en minución del empleo y del ingreso se superen rápidamente y
el extranjero. Los servicios, desde la construcción hasta el co- con el menor costo social posible. Necesitamos hablar entonces
mercio, encajan en la primera categoría: la de los productos que de las políticas fiscales, monetarias y cambiarias; en especial, de
sólo se venden fronteras adentro; los bienes, agropecuarios e
su uso y sus resultados en Argentina, pero lo haremos después
industriales, entran en la categoría de los productos que cuen-
de estos breves mensajes publicitarios.
tan con mercado interno y externo. Para verlo con más claridad,
entre 2001 y 2002 el precio promedio de los bienes en Argenti-
na subió 80% mientras que el de los servicios aumentó un mo-
desto 8%.
En promedio, los salarios perderán terreno frente a los
precios y así mejorará la rentabilidad empresaria ya que sus
costos aumentarán menos que sus ingresos. Por supuesto, lo
contrario les sucederá a los asalariados. En Argentina, entre
CAPÍTULO 3 -¿Sabés cómo China se convirtió en China? Devaluó el
¿Sirven las devaluaciones? yuan y empezó a exportar a todo el mundo.
-Corea, Tailandia y otros países del Sudeste Asiático hi-
cieron lo mismo.
-Bueno, sin ir tan lejos, Argentina salió así de la trampa
de la Convertibilidad en 2002.
-¿Mepasas el chimichurri?

Este diálogo se dio durante un asado en mi casa entre amigos


economistas. En ese momento, decidí intervenir en la charla;
primero, para explicar que no estaba totalmente de acuerdo y,
después, para sugerir que buscaran temas más entretenidos
para un viernes a la noche.
En este capítulo, seguiremos hablando de las distintas
opciones para superar las caídas económicas. Ya discutimos los
factores que mueven el consumo y la inversión. Ahora haremos
lo mismo con las exportaciones y las importaciones y le prestare-
mos especial atención al tipo de cambio. Aprovecharemos la opor-
tunidad para debatir sobre otro apasionante contrapunto en
economía: industria versus servicios.
El papel del tipo de cambio y las devaluaciones es uno
de los temas más controvertidos de la agenda macroeconómi-
ca. En la tradición profesional y en el imaginario popular, las
devaluaciones son una herramienta insustituible para resca-
tar a la economía de la recesión y retomar la senda del creci-
miento.
Aunque los argumentos suenen contundentes, hay un
buen número de razones para relativizar las aparentes ventajas
de una devaluación. Como ya lo hemos hecho en otros capítu-
los, primero vamos a escuchar con atención las dos campanas y
54 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 55

luego dejaremos que los datos den su veredicto, pero antes ne- bargo, es dudoso -como veremos- que el costo de producción
cesitamos definir algunos conceptos básicos. no suba después de una devaluación nominal.
De acuerdo con estas definiciones, queda claro que existe
un tipo de cambio real para cada producto: si bien el tipo de cam-
Tipo de cambio nominal y tipo de cambio real bio nominal es el mismo para todos, el precio internacional y el
costo interno de producción son distintos para cada mercancía.
El tipo de cambio nominal es, para el caso argentino, la cantidad
No obstante, para tener una medida promedio, que abarque el
de pesos necesarios para comprar un dólar (u otra moneda ex-
total de la economía, se acostumbra a tomar el índice de precios
tranjera); digamos, un dólar. Éste es el indicador que ocupa con
de Estados Unidos como una aproximación a los precios interna-
frecuencia las tapas de los diarios, que les quita el sueño a mu-
cionales y el índice de precios de Argentina como la medida del
chos argentinos unas cuantas veces por año y que ha provoca-
costo de producción (los precios locales, en general, reflejan el
do la caída de no pocos gobiernos. Es el tipo de cambio nominal
nivel de los salarios, el rubro principal en la estructura de costos).
el que saltó de 1 peso a más de 4 en la crisis de 2002. Sin embar-
La importación se interpreta de un modo ligeramente
go, pese a su notoriedad pública, el tipo de cambio nominal no
distinto. Se compara el valor del producto extranjero (su precio
es la variable de interés cuando hablamos de exportaciones e
internacional multiplicado por el tipo de cambio nominal) con
importaciones.
el precio del mismo bien producido en el país. De todos modos,
El indicador más significativo es el tipo de cambio real, que
en ambos frentes, la exportación y la importación, el efecto del
simplemente mide la rentabilidad de exportar. En cualquier
tipo de cambio real es similar: cuanto más altos sean el tipo de
actividad, la rentabilidad se calcula dividiendo el ingreso de la
cambio nominal y los precios internacionales y cuanto más ba-
venta por el costo de producción: si esta relación de ingreso
jos sean los precios internos, mayor será el incentivo a expor-
sobre costo es mayor a 1, significa que el negocio es rentable.
tar y menor el incentivo a importar. En otras palabras, cuando
Para el caso de la exportación, el ingreso es igual al pre-
se produce una devaluación real (sube el tipo de cambio real),
cio internacional del producto (normalmente, en dólares o
se favorece la producción local de bienes y se desalienta la com-
euros) convertido a pesos al tipo de cambio nominal. Si vendo
pra de bienes extranjeros.
una tonelada de soja a un precio internacional de 500 dólares y
transformo en pesos esos 500 dólares a un tipo de cambio de 4,
mi ingreso (en pesos) será de 2 mil pesos. Si el costo de produc- Devaluaciones, ese diablillo encantador
ción de esta tonelada de soja es menor a 2 mil pesos, mi renta-
bilidad será positiva. Esta rentabilidad no es otra cosa que el tipo La idea de que el tipo de cambio favorece las exportaciones y
de cambio real. Una devaluación nominal de 4 a 8 pesos, diga- desalienta las importaciones explica el casi irresistible atracti-
mos, duplicaría el ingreso (8 x 500 = 4.000). Si el costo de pro- vo que ejercen las devaluaciones reales sobre buena parte de los
ducción se mantiene en 2 mil pesos y el precio de la soja no se políticos, la opinión pública y no pocos economistas. Lamenta-
mueve de los 500 dólares, el tipo de cambio real y la rentabili- blemente, esta fe inquebrantable en las devaluaciones forma
dad subirán en la misma medida que la devaluación. Sin em- parte de nuestra lista de intuiciones engañosas.
56 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 57

Para ver con más claridad el origen del creo devaluacio- nacionales. Por lo tanto, su precio local es el precio internacio-
nista, recordemos que la producción total (el PBI) es igual a la nal multiplicado por el tipo de cambio.
demanda total: Los servicios, por el contrario, no suelen comerciarse con
otros países ya que su valor es demasiado bajo en relación con
Producción total =
el costo de transporte (por ejemplo, una tonelada de arena ar-
Consumo + Inversión + Gasto público + Exportaciones - Importaciones
gentina transportada a Japón tendría un precio exorbitante en
Al impulsar las exportaciones y retraer las importacio- ese país). Entonces, ante la ausencia de un valor internacional,
nes, una medida tan sencilla como una devaluación nominal el precio de los servicios depende de la demanda interna y de
favorecería el ansiado crecimiento de la demanda y, por lo tanto, los costos de producción.
de la producción y el empleo. Si queremos hacer crecer la industria, la devaluación
Como si esto fuera poco, a la larga una política de tipo parecería ser la respuesta a nuestras plegarias. La suba del tipo
de cambio alto también tendría un impacto inestimable sobre de cambio real fortalecerá la producción de bienes exportables
la estructura productiva del país al tornar más rentable la acti- y de bienes que antes se importaban. Esta mayor producción
vidad industrial en desmedro de los servicios. expandirá la actividad industrial y, con el tiempo, gracias a la
Los productos industriales -desde los alimentos y la ves- alta rentabilidad conseguida, la industria supuestamente gana-
timenta hasta los productos con mayor elaboración y conteni- rá terreno sobre los servicios, en provecho del crecimiento y los
do tecnológico- permitirían, en principio, un mayor crecimiento salarios.
de la productividad que los servicios. Esto significa que, a tra- El punto ha sido recogido por una larga lista de trabajos
vés de la incorporación de nueva maquinaria y de mejoras en que han estudiado la llamada «enfermedad holandesa». El origen
la eficiencia productiva, se pueden alcanzar mayores ganancias de este nombre se remonta a la década del '60, cuando en Ho-
y salarios. landa se descubrieron y comenzaron a explotarse copiosos ya-
Por el contrario, los servicios -construcción, electricidad, cimientos de gas que fueron seguidos por cuantiosos flujos de
telefonía, comercio, educación, salud, administración pública- divisas extranjeras. La sobreoferta de divisas deprimió el tipo
no lograrían generar una productividad creciente. Un cirujano de cambio haciendo temer el inicio de un dramático proceso de
no puede operar a más de uno o dos pacientes por día, un pe- desindustrialización. Para algunos observadores alarmados, la
luquero no puede hacer más que un par de cortes por hora y un bendición de nuevos recursos naturales se estaba pareciendo
maestro no puede tener una clase superpoblada. Tampoco pue- bastante a una maldición. Ya veremos si estaban en lo cierto.
den estos proveedores de servicios valerse de maquinaria o tec- Ante tan abrumadores argumentos a favor de las deva-
nología para superar tal limitación (¿podría un peluquero luaciones y del tipo de cambio real alto, ¿deberíamos cerrar el
atender a dos clientes a la vez si tuviera una tijera adicional?). capítulo, dar vuelta la hoja y pasar a otro tema? No. Si me per-
¿Dónde entra el tipo de cambio real en esta cuestión de miten, voy a demostrarles que, cuando descorremos el telón, el
industria versus servicios? Sucede que el precio de los bienes in- detrás de escena no es tan glamoroso.
dustriales se determina, por lo general, en los mercados inter-
58 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 59

Devaluaciones y saldo comercial: real. Por lo tanto, una devaluación tiene una potencia limitada
una receta incompleta para modificar el saldo comercial; especialmente, cuando se la
compara con el crecimiento de la economía.
Hasta aquí, la devaluación parecía una receta infalible para Algo semejante observamos por el lado de las importa-
obtener superávit comercial (vale decir, un volumen de expor- ciones: con cada 10% de incremento en el tipo de cambio real,
taciones superior al de importaciones). No obstante, como en las importaciones bajan menos del 4%; la misma suba en nues-
toda receta, necesitamos información sobre la cantidad de in- tros ingresos (el crecimiento del PBI argentino) da lugar a un
gredientes necesaria. aumento de casi el 30% en las importaciones.
La primera sorpresa es que necesitamos una cantidad Con estos datos en la mano, podemos entender mejor
apreciable del ingrediente devaluación para obtener una porción por qué en los últimos veinte años Argentina ha venido atrave-
modesta del plato superávit comercial. La segunda sorpresa es sando etapas (extremas, como es nuestra costumbre) de déficit
que la receta fallará por completo si no agregamos un segundo y superávit comercial. El cuadro que sigue resume estos vaive-
ingrediente, mucho más potente que el anterior: el ingreso. Las nes:
ventas de cualquier producto, no sólo de los bienes de expor-
Período Saldo comercial Tipo de cambio real Crecimiento del ingreso
tación e importación, dependen de su precio (en nuestro caso,
del tipo de cambio real) y de los ingresos de los compradores. 1991-1998 Negativo Bajo Alto

Podemos estar seguros de que las ventas serán más elevadas 1999-2001 Positivo Bajo, pero creciente Negativo

cuanto más bajo sea el precio del bien y cuanto más altos sean 2002-2003 Positivo Alto Negativo
los salarios y otros ingresos de los consumidores. Sin embargo, 2004-2011 Positivo, pero decreciente Alto, perg decreciente Alto
en general ocurre que el ingreso pesa en nuestras decisiones de
compra bastante más que el precio. Por ejemplo, es probable que A primera vista, el argumento del tipo de cambio real
cambiemos nuestro auto si nos suben el sueldo, pero no es tan parece totalmente sensato: en los '90, el tipo de cambio real era
probable que corramos a la concesionaria simplemente porque bajo y el saldo comercial era negativo (las importaciones supe-
el precio del auto soñado bajó 5%. raban a las exportaciones); después de la crisis de 2001, con la
Lo que queremos decir es que, contra lo que supone mega-devaluación nominal de 2002, el tipo de cambio real su-
mucha gente, las exportaciones y las importaciones no son de- bió y el saldo comercial volvió a ser positivo. Inapelable.
masiado sensibles a una devaluación. De acuerdo con la eviden-
cia que tenemos en Argentina, muy en línea con la de otros
países, un aumento -nada despreciable- del 10% del tipo de 60 ¡Objeción, señor juez! RICARDO BEBCZUK PARA
cambio real sólo incrementa las exportaciones en un 3%. En
cambio, un aumento del 10% del ingreso en los países impor- ¿Inapelable? En la segunda fila de la tabla anterior asoma un
tadores (quienes compran nuestros productos) se traduce en un enigma. ¿Cómo es posible que entre 1999 y 2001 se haya pasa-
aumento de casi el 30% en nuestras exportaciones. El impacto do de un déficit a un superávit comercial pese al bajo tipo de
del ingreso es diez veces más notorio que el del tipo de cambio cambio de la Convertibilidad, cuando arreciaban las críticas con
respecto a un fuerte atraso cambiario? La explicación aparece El gobierno puede devaluar el tipo de cambio nominal
en la última columna, que solemos ignorar cuando creemos que (como se hizo en 2002, cuando pasó, como vimos, de 1 a 4 pe-
todo gira alrededor del tipo de cambio. Lo que pasó en ese pe- sos por dólar), pero no tiene poder directo sobre los precios in-
ríodo es que la economía entró en una espiral de bajo gasto (con- ternacionales ni sobre los costos internos. En especial, si la
sumo e inversión), que arrastró consigo a la producción y al economía crece, es probable que los precios y costos internos se
ingreso, que a su vez enfrió la demanda por importaciones. eleven también. Por todo esto, poco se puede hacer para elimi-
Todo esto derivó en un importante superávit comercial. nar la volatilidad del tipo de cambio real, más aún en economías
Ahora que aceptamos que el ingreso es el factor que de por sí volátiles como la argentina.
mejor explica el saldo comercial, podemos comprobar que, cada
vez que la economía crece, el superávit comercial cae (como
después de 2002) o el saldo se vuelve directamente negativo Tres preguntas
(como durante gran parte de los '90). Por el contrario, los años
de crecimiento bajo o negativo (como el período 1999-2003) es- Si el análisis anterior aguijoneó nuestra curiosidad, seguramen-
tuvieron asociados a superávits externos. Notemos que, bajo te hay tres preguntas, como mínimo, que nos querremos hacer:
esta óptica, el nivel del tipo de cambio real pasa, con justicia, a 1. ¿No era que el atraso cambiario fue la causa del colapso de
un segundo plano. la Convertibilidad?
La relación del crecimiento con el saldo comercial (más La Convertibilidad empezó a hundirse en 1998, con más
crecimiento, menos superávit o mayor déficit) se cumple a lo fuerza desde 1999, hasta desembocar en la crisis del 2001. Para
largo de todo este extenso período. Aunque parezca extraño, muchos, los problemas estuvieron ligados al atraso cambiario,
cuando mejor estamos, más probable es que tengamos un défi- a la consecuente caída de las exportaciones y, por lo tanto, de
cit: una economía pujante insufla fuerza sobre la demanda agre- la demanda agregada. Veamos. Entre 1998 y 2001, la deman-
gada, incluida la compra de bienes extranjeros. da agregada cayó un 10,2%. ¿Las exportaciones? Las exporta-
Otro punto insoslayable acerca del tipo de cambio real ciones crecieron 4,2%. Como fundamentaremos en el capítulo
es que, además de su nivel, es importante su estabilidad en el correspondiente, sin restar importancia a la falta de dinamis-
tiempo. La exportación es un proceso productivo y comercial mo exportador, el verdadero problema de fondo de la Conver-
que requiere un largo período de maduración antes de dar fru- tibilidad fue el descalabro fiscal y su efecto negativo sobre la
tos. Como en toda inversión de largo plazo, el empresario se voluntad de consumir e invertir del sector privado, a lo cual
aventurará únicamente si la rentabilidad esperada es positiva se sumó la desconfianza de los acreedores del gobierno, tan-
por un tiempo prolongado, pero una devaluación será incon- to locales como extranjeros. En todo caso, la difundida convic-
ducente para mejorar las exportaciones si el tipo de cambio real ción de un atraso cambiario acentuó el pesimismo, pero por
es muy inestable en el tiempo. Un buen ejemplo lo tenemos en motivos psicológicos antes que económicos: la gente creía que
la década del '80: a pesar de que el tipo de cambio real fue ex- el atraso cambiario estaba causando problemas y, como res-
tremadamente elevado, sus bruscos cambios se tradujeron en puesta, retrajo su gasto, por lo que los problemas no tardaron
un estancamiento de las ventas al extranjero. en hacerse presentes.
62 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 63

2. ¿ Las exportaciones han sido el pilar del proceso de crecimien- Sin la influencia favorable de los precios internacionales,
to iniciado en 2003? la situación cambiaría habría retomado a la de la época de la
Es cierto que, en el pico de la crisis, entre 2001 y 2003, las Convertibilidad. El popular «índice Big Mac» nos puede ayu-
exportaciones crecieron 9% mientras que el resto de la deman- dar a demostrar esta afirmación. El precio en dólares de esta
da (consumo e inversión) cayó 8%. En base a estas cifras, pode- hamburguesa es una buena medida de competitividad cambia-
mos conjeturar que, en parte gracias a la devaluación de 2002, las ría en relación con Estados Unidos. Cuando el precio en dóla-
exportaciones amortiguaron la caída y de este modo contribu- res del Big Mac es menor en Argentina que en Estados Unidos,
yeron a poner en marcha la recuperación. Sin embargo, de allí diremos que los costos en dólares son bajos en nuestro país o,
en adelante deberíamos desechar la teoría de que las exportacio- lo que es lo mismo, que el tipo de cambio real es alto. En 2001,
nes han sido la estrella fulgurante de la etapa post-crisis puesto el precio de este producto en Argentina era el mismo que en
que ellas explican apenas el 10% del crecimiento acumulado. Estados Unidos, pero al año siguiente -producto de la brutal
La verdadera estrella ha sido el consumo privado, que devaluación- ya era la mitad. Para 2011, el precio interno supe-
aportó el 51 %. El impulso restante provino de la inversión (31 %) raba al estadounidense en un 10%, síntoma indiscutible de que
y del consumo del sector público (8%). En definitiva, como ya ya se ha licuado la ganancia cambiaría de 2002.
insistimos en el Capítulo 2, la economía argentina ha tenido y A esos factores deberíamos agregar la incertidumbre
tiene una baja penetración exportadora y, por ende, la deman- sobre el nivel del tipo de cambio nominal y real que prevalece-
da interna para consumo e inversión es el determinante funda- rá en Argentina en los próximos años, lo cual, como comenta-
mental de los ciclos de expansión y estancamiento económico. mos antes, resta previsibilidad e inhibe la actividad
3. ¿ Cuánto incidió la política de tipo de cambio instaurada en exportadora. La caída del tipo de cambio real en años recientes
2000 sobre estos resultados,? ha generado la expectativa de una devaluación nominal que to-
Si bien las exportaciones no fueron el ariete de la econo- davía no se concretó. En un país acostumbrado a ahorrar en dó-
mía argentina, no hay duda de que su contribución fue positi- lares, esta expectativa se manifiesta en una demanda creciente
va, lo cual nos lleva a preguntarnos por el papel que jugó la de moneda extranjera, ante la cual el gobiernoRICARDO
64 ha reaccionado
BEBCZUK PAR
mega-devaluación de 2002. En los primeros años post-crisis, la con diversos controles a partir de 2011.
devaluación nominal no fue acompañada por un aumento de Más tarde o más temprano, las autoridades deberán
los precios y costos internos, lo cual mejoró la rentabilidad y, por atender el problema de un tipo de cambio nominal casi fijo fren-
lo tanto, el volumen de las exportaciones. No obstante, en lo te a una inflación de precios y costos que ha rondado el 20-25%
sucesivo las presiones inflacionarias escalaron al punto de que, anual. Hemos tratado de mostrar que no pueden usarse alegre-
en el acumulado de 2002 a 2011, ¡los precios se quintuplicaron mente las devaluaciones para resolver otros problemas estruc-
y el tipo de cambio «solamente» se cuadruplicó! Si no cayó el turales; en particular, los desbordes fiscales y sus consecuencias
tipo de cambio real fue porque al mismo tiempo se duplicaron inflacionarias. De todos modos, el atraso cambiario es cierta-
los precios internacionales de nuestras exportaciones. En suma, mente una situación indeseable. Como el atraso cambiario ha
la devaluación fue efectiva al inicio de la post-crisis, pero su coincidido en Argentina con la sobreexpansión del gasto públi-
importancia se ha diluido en los últimos años. co, la clave a futuro consiste en administrar con más prudencia
las cuentas fiscales. Así, ya no serán necesarias las mega-deva- nos en apariencia, ofrecen resultados inmediatos sin costos evi-
luaciones. dentes. A esta altura/sabemos que conviene sospechar de las so-
La encrucijada cambiaria (devaluar o no devaluar) que luciones fáciles (en economía y en la vida en general). ¿Qué es lo
enfrenta la economía argentina actual no es muy distinta a la de que no estamos viendo? Que no existe forma de mejorar la situación
la Convertibilidad en 2001 ni a la que viven algunos países eu- de un sector de la noche a la mañana sin perjudicar a otros sectores.
ropeos por estos días. La principal diferencia es que, en estos Para ver esto en el caso de la devaluación, pensemos en
últimos casos, la devaluación trae aparejada una ruptura insti- un producto exportable: el trigo. Si el productor vende la tone-
tucional grave (la revocación de una ley nacional, en un caso, lada de trigo a 200 dólares en el extranjero y el tipo de cambio
y, en el otro, de un tratado internacional para adoptar una mo- es 4 pesos por dólar, el ingreso será de 800 pesos por tonelada
neda única). La introducción del euro en 2000 tuvo un impacto (no importa si el trigo se exporta o se vende dentro del país ya
positivo en el crecimiento y el comercio de los países miembros, que el productor aplicará el mismo precio en los dos mercados;
pero el contagio de la crisis estadounidense a partir de 2008 ha nunca vendería a 700 pesos en el mercado interno pudiendo
puesto en jaque a algunas de estas naciones, como Grecia, Es- vender a 800 pesos en el extranjero y nadie le pagaría 900 pe-
paña, Portugal, Italia o Irlanda. La razón de esta fragilidad no sos sabiendo que puede importar trigo a 800 pesos).
hay que buscarla en la adopción del euro en sí, sino más bien Si el tipo de cambio sube de 4 a 5 pesos por dólar, el pro-
en la irresponsabilidad fiscal de los gobiernos, como lo ilustra ductor triguero se verá favorecido con un ingreso superior, de
en especial el elevado déficit de las cuentas públicas en Grecia. 1.000 pesos por tonelada. Mientras sus costos de producción no
Recordemos, además, que la zona del euro está compuesta por aumenten, su rentabilidad habrá aumentado. El mismo efecto
17 países y sólo algunos de ellos se encuentran en problemas beneficiará al productor local que decida fabricar bienes que
serios. Por otra parte, no podemos saber si la ausencia de una antes se importaban, cuyo precio se determina en el mercado
moneda común habría sido suficiente para aventar los coleta- internacional. Todo bien, por ahora.
zos de la crisis de Estados Unidos. Las complicaciones comienzan a surgir cuando tomamos
Lo cierto es que hoy se discuten en el mundo, como lo conciencia de que la devaluación alterará también otros precios.
hacemos en este capítulo, los pros y contras de que algunos En primer lugar, el propio aumento del trigo hará que suba el
países abandonen el euro para poder devaluar sus monedas. El precio de la harina y del pan, por lo que los trabajadores exigi-
extenso y caldeado debate en torno a esta cuestión es una prue- rán una suba salarial y esto se repetirá con otros bienes agrope-
ba más de que las devaluaciones pueden ser unas veces la so- cuarios que forman parte de la canasta de consumo en Argentina.
lución y otras veces el problema. La devaluación también encarecerá los electrodomésticos y otros
bienes importables cuyos precios se fijan mayormente fronteras
afuera. La suba de algunos precios y salarios comenzará
66 RICARDOaBEBCZUK
corroer PARA
Bueno para algunos, ¿bueno para todos? la ventaja competitiva inicial provocada por la devaluación.
En países como Argentina, donde el dólar sigue siendo
Muchos políticos se enamoran perdidamente de las devaluacio- un patrón de referencia, la devaluación puede hacer subir tam-
nes porque es una de las pocas medidas económicas que, al me- bién el precio de bienes que no se comercian a nivel internacio-
nal, simplemente porque quienes los producen desean mante- Estos disímiles efectos nos devuelven a nuestra anterior
ner su ingreso en dólares. Si los salarios no logran recomponerse ecuación:
a la velocidad de los precios, los consumidores se verán perju-
dicados por la devaluación. Producción total -
Más claramente: cuando decimos que la devaluación au- Consumo + Inversión + Gasto público + Saldo comercial
menta los ingresos de los exportadores en relación con los cos-
La postura ingenua (o, como veremos a continuación, no tan
tos de producción, estamos diciendo que las ganancias crecen a
ingenua) señala que la devaluación favorece el saldo comercial y, por
costa de los salarios. El tipo de cambio real es la contracara del salario
esta vía, la demanda y la producción nacional. El error es que se
real. Éste es el argumento básico de las llamadas devaluaciones
omiten los efectos colaterales. Una devaluación no sólo influye so-
contractivas, en las que la caída del consumo inducida por la de-
bre el saldo comercial, sino que también puede cambiar los otros
valuación puede llegar a anular la suba del saldo comercial ge-
componentes de la demanda agregada. El cuadro anterior de gana-
nerando una baja y no un aumento de la producción total.
dores y perdedores demuestra que las demás variables que forman
Otro grupo damnificado es el de los productores de todo
parte de la demanda y la producción no siempre son inmunes a la
tipo que importan materias primas. A menos que sus precios de
devaluación. Si la devaluación afecta los salarios reales, la rentabi-
venta sigan el ritmo de la devaluación, ésta devaluación eleva-
lidad de las empresas y el valor de la deuda y del ahorro, entonces
rá sus costos y reducirá su rentabilidad.
el consumo, la inversión y el gasto público podrán subir o bajar.
Por último, las familias y empresas con deudas en mo-
El efecto sobre el saldo comercial y estos efectos adicio-
neda extranjera e ingresos en pesos se sumarán a las huestes de
nales definirán si la devaluación ha sido una buena o una mala
los perdedores, en las cuales también militará el gobierno, cuya
idea. Así, una simple resolución gubernamental para devaluar
deuda externa se hará más onerosa. Por supuesto, quienes cuen-
la moneda desata múltiples y variadas reacciones que deberían
ten con ahorros en dólares en el país o en el extranjero apenas
ponderarse con tiempo y calma antes de estampar la firma.
podrán disimular su entusiasmo frente a una devaluación.
La misma fórmula de antes nos ayudará a iluminar otro
En resumen, las devaluaciones reales crean una lista de
punto crítico e íntimamente relacionado con el anterior, pero
ganadores menos extensa que la de perdedores:
que, a pesar de su transparencia, no ha logrado echar raíces
Si usted es- la devaluación lo... entre políticos y analistas. De acuerdo con esa ecuación:
productor de bienes exportables beneficia
Saldo comercial =
productor de bienes importables beneficia Producción - Consumo - Inversión - Gasto público
productor de bienes no comerciables perjudica
consumidor perjudica Y, como el gasto total es igual a la suma del consumo, la
importador de bienes intermedios o de capital perjudica inversión y el gasto público, llegamos a que
deudor en dólares con ingresos en pesos perjudica
Saldo comercial =
ahorrista en dólares beneficia Producción - Gasto
68 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 69

Esta simple transformación nos regala dos lecciones: Dejando por un minuto la economía, tampoco debemos
1. Cuando un país incurre en un déficit comercial (impor- olvidar que muchas veces la voz de algunos sectores se hace oír
taciones por encima de las exportaciones), la razón es que el más fuerte que la de los demás. Por ejemplo, los sectores indus-
gasto está superando la producción local. No hablamos aquí de triales y exportadores, aunque pequeños, están bien organiza-
una teoría, sino de una sencilla relación contable, que se cum- dos y tienen amplia llegada a los medios masivos y a las
plirá siempre, no importa que el tipo de cambio real sea alto o autoridades para ejercer presión a favor de sus intereses. Para-
bajo. Como siempre, un ejemplo doméstico puede ilustrar el dójicamente, la exposición pública de estos sectores, conforma-
punto. Supongamos que el único producto en la economía es el dos por un bajo número de empresas, es mucho mayor y más
pan y que deseamos comer 5 kilos por mes. Si sólo producimos efectiva que la de millones de consumidores atomizados. Así,
3 kilos, debemos comprar (importar) los 2 kilos restantes. Esto políticos y votantes podemos terminar sintiendo más empatia
se cumplirá siempre, no importa que el precio del pan (el tipo por el exportador al que damnifica un tipo de cambio bajo que
de cambio real) sea alto o bajo. A menos que bajemos nuestras por otros muchos ciudadanos a los que castiga una política de
compras de pan o aumentemos nuestra producción, el déficit tipo de cambio alto.
persistirá. Si llevamos este razonamiento al plano del comercio
internacional, el resultado es que, en caso de que nuestra de-
manda por importaciones sea muy elevada, una devaluación no La devaluación como una decisión inteligente
será suficiente para alcanzar un superávit externo. En una eco-
¿Cómo? ¿Dónde está la inteligencia en una medida criticable
nomía en crecimiento, resulta improbable que la devaluación
desde tan diversos ángulos? Bien, desde el punto de vista de las
reprima la fuerte demanda por importaciones. A la misma con-
autoridades, la devaluación es en ocasiones una alternativa
clusión llegamos en párrafos anteriores, cuando hablamos de la
política de bajo costo comparada con otras medidas. Para tomar
mayor potencia del efecto ingreso sobre el efecto precio.
un ejemplo concreto, retrocedamos al año 2001 en Argentina.
2. Si deseamos balancear el saldo comercial eliminando
El gobierno, fuertemente endeudado y con déficit, debía
el déficit, tenemos dos caminos obvios: el «sanguinario» (bajar
ajustar sus cuentas para reestablecer un clima de cierta confian-
el gasto) y el «amable» (subir la producción). Aquí, una deva-
za macroeconómica. Normalmente, las únicas opciones sobre
luación real será positiva si estimula a los productores de bie-
la mesa son la reducción del gasto público o el incremento de
nes exportables e importables a usar al máximo su capacidad
los impuestos. La devaluación fue una astuta tercera vía que
productiva, pero la misma devaluación puede tener una inci-
cumplió el mismo objetivo sin las agrias reacciones que supo-
dencia perversa si repercute negativamente sobre el gasto de los
nen los ajustes fiscales tradicionales.
sectores perjudicados generando mayores saldos exportables y
La fenomenal suba del tipo de cambio en 2002, de 1 peso
menor demanda por importaciones. En resumen: desde una
a 4 pesos por dólar, dio pie a una inflación acumulada del 40%
perspectiva social, la mejora del saldo comercial puede ser una
entre 2002 y 2003. Al congelar los salarios y otros gastos estata-
buena o una mala noticia, depende de cuál de los dos caminos
les, el gobierno consiguió recortar su déficit en un 40 % ya que
se tome.
los ingresos impositivos siguieron creciendo al ritmo de la in-
70 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 71
dades a lo largo de los últimos 40 años: se hizo cargo de las
flación. Los empleados públicos siguieron recibiendo la misma pérdidas o, mejor dicho, las redistribuyó desde los perdedores
cantidad de pesos que antes, sí, pero a fin de mes salían del su- de la devaluación hacia el resto de la sociedad. Como los per-
permercado con el changuito medio vacío. dedores (deudores en dólares) en general eran familias y em-
presas con altos ingresos -las familias y empresas de bajos
Fue posiblemente el ajuste fiscal más atroz desde la hi- ingresos no consiguen que nadie les preste, ni en pesos ni en dó-
perinflación de 1989-1990. Si el gobierno, en vez de devaluar, lares-, esta redistribución fue marcadamente regresiva; esto es,
hubiese aumentado la carga tributaria a los contribuyentes, el benefició a los estratos más ricos de la sociedad a costa de los
efecto habría sido el mismo, excepto por una cosa: cuando el más pobres.
gobierno cobra más impuestos, asume ante la sociedad el papel El impacto de la devaluación y de la nueva deuda asu-
de villano; en cambio, cuando mantiene los mismos salarios y mida para rescatar al sector privado (para ser más precisos, a
gastos sin subir los impuestos, pero generando inflación, el una fracción privilegiada del sector privado) se alivió con la
gobierno asume el rol de víctima y carga la culpa sobre los em- moratoria sobre la deuda externa en 2002 y la posterior reestruc-
presarios que suben sus precios y los sindicatos que demandan turación en 2005, con lo cual una parte importante de estos cos-
subas salariales. Aquí está la inteligencia. tos se trasladó a inversores extranjeros.
Lección: la devaluación no es ni más ni menos que un impues- Unos simples números a mano alzada nos permitirán
to y, como todo impuesto, nos saca dinero del bolsillo. Que lo haga advertir la dimensión de estas transferencias. En diciembre de
con más «delicadeza» que los impuestos convencionales no la 2001, la deuda total del sector público era de unos 145 mil mi-
hace menos nociva. llones de dólares. Hacia marzo de 2005, después de la mega-
operación de rescate al sector privado, llegaba a 190 mil
millones. El Estado había engrosado su deuda en 45 mil millo-
Todo muy lindo, pero, ¿quién paga la cuenta? nes. Sin embargo, en junio de 2005, tras la renegociación con los
acreedores, la deuda había bajado a 125 mil millones, una ga-
¿Cómo fue que, a pesar de todas las contraindicaciones, la de-
nancia de 65 mil millones (190 -125 = 65) a expensas de los te-
valuación apalancó la recuperación post-crisis? En especial,
nedores extranjeros de bonos del Estado argentino. En total, en
¿cómo absorbió la economía los cuantiosos costos asociados?
el neto, fue un buen negocio para el país. (Obviamente, tenemos
Recordemos que el gobierno, así como muchas familias y em-
72
que ver luego si la decisión de no seguir pagando RICARDO BEBCZUK
la deuda no PARA
presas, tenía una enorme deuda en dólares e ingresos en pesos. La
trajo otras consecuencias negativas, pero no tan visibles.)
devaluación cuadriplicó el valor en pesos de la deuda en dóla-
Contenidos los costos a través de la intervención guber-
res mientras los ingresos, en pesos, crecían a un ritmo mucho
namental, nos falta mencionar que la devaluación también ge-
más lento. Para los trabajadores, este deterioro patrimonial se
neró grandes ganadores. En un país donde el dólar es
sumaba a la erosión de los salarios reales producto de la infla-
considerado uno de los pocos refugios seguros para el ahorro,
ción que comentamos antes.
a fines de 2001 unos 100 mil millones de dólares habían encon-
La estrategia, de mucho riesgo, pero a fin de cuentas exi-
trado su camino hacia cuentas en el extranjero, cajas de seguri-
tosa, fue la que el Estado argentino ensayó en varias oportuni-
dad en los bancos y no pocos mullidos colchones hogareños. tamaño absoluto.)
Estos ahorristas en dólares vieron su riqueza en pesos cuadri- Sin duda, el objetivo final de la política económica no es
plicada de un día para el otro y, con su mayor poder de com- conformar una cierta estructura productiva, sino promover el
pra, contribuyeron positivamente a la recuperación y crecimiento y el bienestar. Poco importa ufanarse de tener una
amortiguaron las malas noticias para otros sectores. economía altamente industrializada si el nivel de vida de los
En suma, la devaluación de 2002 fue exitosa y ayudó, en ciudadanos es insatisfactorio. Ése fue, por ejemplo, el estigma
conjunción con otras medidas, a salir de la crisis. Sin embargo, de la vieja Unión Soviética.
esta evaluación positiva no significa que no haya sido una ma- ¿Deberíamos sorprendernos de que se pueda crecer sin
niobra de altísimo riesgo ni que todos se hayan beneficiado. De un sector industrial portentoso? Como discutimos al inicio del
hecho, fue una medida sumamente regresiva, que dañó princi- capítulo, éste es otro mito, alimentado por motivos que parecen
palmente a las familias de menores ingresos. Afortunadamen- demoledores en la superficie, pero que tambalean ante un exa-
te, el crecimiento posterior, explicado en gran medida por men más meticuloso. No es que la producción industrial sea
factores distintos a aquella devaluación, reparó parte de aque- indeseable, sino que los servicios no son tan malos como se los
llos daños. suele presentar.
Los servicios siempre han tenido mala prensa. Esta apren-
sión es la que explica la continua catarata de medidas proteccio-
De enfermedades y curas nistas hacia el agro y la industria, pero nunca hacia los servicios.
Al calor de esta mirada prejuiciosa, se ha forjado la idea de que,
Si extendemos nuestra vista más allá de la salida de la crisis para a diferencia de la industria, los servicios no generan productos
evaluar estos resultados más o menos inmediatos y nos concen- tangibles y tienen una cierta cualidad artesanal que conspira con-
tramos en los efectos más perdurables de las devaluaciones, tra la eficiencia y el crecimiento. Cuando quieren hacemos pen-
tenemos que retomar la discusión sobre la relación entre el tipo sar en un país pujante, las publicidades televisivas nos muestran
de cambio real, la estructura productiva y el crecimiento eco- a un trabajador con casco, en la fábrica, operando maquinaria
nómico. La visión convencional se ha aferrado a la hipótesis de pesada; jamás presentan a un empleado público, a un joven frente
la «enfermedad holandesa», según la cual la sobrevaluación a su computadora, a un comerciante o a un chef
cambiaría (un tipo de cambio real bajo) abre las puertas a la
desindustrialización y al estancamiento.
A partir de la reciente revisión de unos 50 estudios so- ¿Sirven los servicios?
bre el tema, se ha descubierto que estos procesos parecen efec-
tivamente menoscabar la participación de la industria en la Podemos invocar múltiples motivos para rebatir el menospre-
producción total, pero sin menguar la tasa de crecimiento de la cio hacia los servicios. Al abarcar una vasta amalgama de acti-
economía. (Por supuesto, tengamos en cuenta que, en una eco- vidades, encontramos, entre los servicios, casos de baja
nomía en crecimiento, un sector puede perder participación productividad -como el comercio o la administración pública-,
porcentual en el total sin que ello signifique que se contraiga su pero también casos de alto dinamismo -como las comunicacio-
74 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 75
nes, la informática o la intermediación financiera-.
Por otra parte, los servicios con menor productividad medio, el porcentaje ha venido creciendo del 45% al 55% en los
en general también son más intensivos en mano de obra, lo últimos 40 años.
cual puede considerarse en realidad un beneficio cuando se Para Argentina, el valor se ha movido de 39% en 1965 a
trata de generar puestos de trabajo. A la vez, no hallamos que 59% en 2010. La industria y la agricultura hoy ostentan el 31%
estos sectores, comparados con la industria, alberguen una y el 10% del valor agregado, respectivamente, y tenían el 48%
mayor proporción de trabajadores informales (trabajadores sin y el 13% en 1965. Estos dos sectores también se contrajeron en
protección social, típicamente con salarios bajos): aunque es así los «países industriales», que deberíamos en realidad llamar «paí-
en la construcción y algunas ramas del comercio, no lo es, por ses de servicios». En éstos, los países más avanzados del plane-
ejemplo, en las ramas de la educación, la salud y la adminis- ta, la agricultura pasó del 6% en 1970 al 1 % en 2010 y la industria
tración pública. pasó del 39% al 24%.
Otra acusación recurrente es que los servicios no pueden A la vista de estos números, es incontrastable la coinci-
exportarse. Si ello fuera verdad, sería difícil explicar el 19% del dencia entre el crecimiento de los servicios y el crecimiento eco-
comercio mundial que consiste en servicios como el transpor- nómico en los países de mayor éxito. Ésta es la mejor forma de
te, el turismo o distintos servicios empresariales. Tengamos dejar de lado nuestro ancestral temor a los servicios.
presente también que los distintos sectores de la economía es-
Estos datos no implican, en absoluto, una negación de los
tán interrelacionados. Por ejemplo, la industria y el agro no
beneficios de un sector industrial poderoso, sino que apuntan
podrían prosperar sin una adecuada infraestructura de servi-
a desterrar el desprecio hacia los servicios como fuente de cre-
cios privados y públicos. A su vez, los trabajadores y empresa-
cimiento y bienestar para la economía. El punto es importante,
rios del sector de servicios vuelcan parte de sus ingresos en la
insistimos, porque la intuición engañosa (¡una más!) de que la
compra de bienes primarios y manufacturados.
industria es buena y los servicios son malos muchas veces con-
En países avanzados, se estima que un 40% de la produc-
lleva medidas de fomento para la primera que se financian con
ción de servicios se destina, como insumo intermedio, a la agri-
mayores cargas sobre los segundos.
cultura y la industria. Bajo este prisma, no deberíamos percibir
El crecimiento económico nos da al mismo tiempo la
a la industria y los servicios como rivales, sino como sectores
mejor explicación de por qué los servicios son hoy el princi-
complementarios.
pal sector productor y generador de empleo en el mundo.
Cuando la economía crece y, por ende, también lo hacen nues-
A las pruebas me remito tros ingresos, nuestras necesidades se desplazan desde los
consumos básicos (comida, vivienda) a otros más sofisticados,
Presentados los argumentos, vayamos por las pruebas. En los como el esparcimiento; de repente, comenzamos a pensar en
20 países más ricos del planeta, los servicios representan en la vacaciones, salidas al cine y al teatro, cenas en restaurantes. Al
actualidad el 75% de la economía (ya concentraban el 55% en mismo tiempo, aflora la demanda por más y mejor salud y
1970). En los 20 países más pobres, este número se ha manteni- educación y por servicios públicos y financieros de mayor al-
do en 45% a lo largo de todo ese período. En los de ingreso cance v calidad
76 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 77

De ningún modo hay que inferir de lo anterior que AÑO el HOLANDA RESTO DE
tipo de cambio debería mantenerse bajo o que deberíamos pro- Superado el E«altercado
UROPA cambiario» con mis amigos, el
mover economías sin industria, pero tampoco debemos sobre- resto de la velada transcurrió, entre asado y vino, sin mayores
PBI PER CÁPITA (EN DÓLARES)
dimensionar un fenómeno que, por lo visto, no es tan incidentes.
pernicioso después de todo. A fin de cuentas, un tipo de1970
cam- 12.166 10.085
bio alto o un gran sector industrial no garantizan un alto
2009cre- 27.348 20.759
cimiento. Como veremos más adelante, hay otras condiciones
VARcre-
imprescindibles en esta delicada y dificultosa empresa del .% 125% 106%
cimiento sostenido. INDUSTRIA (EN % DEL PBI)

1970 38,2 40,8

A propósito, 2009 25,6 24,3


¿cómo le fue a Holanda con su enfermedad?
VAR. % -33% -40%

La «enfermedad holandesa» inspiró incontables estudios sobre EXPORTACIONES (EN % DEL PBI)
los peligros de la sobre valuación cambiaría, pero curiosamen-
1970 42,6 19,7
te los trabajos posteriores no volvieron a prestarle atención a
Holanda. Sé que todos nos quedamos algo preocupados 2009 cuan- 76,3 36,5
do supimos que Holanda se había enfermado en los '60. ¿CómoVAR. % 79% 85%
le fue después? Fuente: Banco Mundial
Para tranquilidad de todos, no le ha ido nada mal. Como
se ve en el cuadro, en relación con un grupo comparable de
países europeos, Holanda ha disfrutado en los últimos 40 años
de un crecimiento envidiable, un aumento extraordinario de sus
exportaciones y, si bien la industria ha perdido participación,
esta caída ha sido similar a las de sus vecinos. Así da gusto en-
fermarse.
CAPÍTULO 4
¿Hay que evitar los déficit fiscales?
¿Cuándo y cómo deben usarse el gasto
y el déficit fiscal?

Ningún tema económico polariza más a los observadores que


el manejo del gasto y el déficit fiscal. En una vereda, tenemos a
quienes ven al sector público como un titán que, por su fuerza
y tamaño, es el único capaz de salvar a una economía en apu-
ros. En la otra vereda, tenemos a quienes ven al sector público
como el titán grande y torpe que, en su intento por salvar una
economía, se tropieza y la aplasta.
Ambas facciones guardan en sus alforjas alguna eviden-
cia arrolladora para justificar su postura. Unos invocan la clá-
sica receta keynesiana, que puso de pie a la postrada economía
estadounidense tras la Depresión del '30 y, más recientemente,
a partir de 2008. Otros, en el grupo contrario, bucean en la nu-
trida biblioteca de las crisis argentinas y presentan los desbor-
des fiscales de los '80 y la hiperinflación del período 1989-1990
como pruebas fulminantes de los males que acarrean el gasto
y el déficit fiscal.
En última instancia, detrás de estas evidencias circuns-
tanciales y extremas se oculta el siempre temible fantasma de
la ideología: muchos de estos comentaristas se acercan al debate
con una posición ya tomada e irreductible, a favor o en contra
del Estado; luego, para recubrirla con cierta Rpátina
82 ICARDOcientífica,
BEBCZUK PARA
escogen la evidencia que mejor calza con sus preconceptos.
Nosotros procederemos como lo hemos hecho hasta aho-
ra: plantearemos los argumentos técnicos del bando pro-fiscal
y del bando anti-fiscal para después hacer un breve recorrido
por trabajos empíricos rigurosos que estudiaron estas cuestio-
nes en docenas de países v en largos períodos de tiempo. Deja
remos que estos trabajos científicos nos guíen, a la par del sen- Con semejante efecto multiplicador, seríamos testigos de
tido común, a la hora de extraer conclusiones sobre un tema algo cercano a un milagro: el gasto se pagaría solo. Por ejemplo,
tantas veces dominado por las pasiones políticas. si el gobierno gravara el ingreso final al 30%, recaudaría 1,2
pesos (0,3 multiplicado por 4) por cada peso de gasto público.
De acuerdo con esta cadena de razonamientos, más gasto pú-
Nada mejor que una buena multiplicación blico significaría más ingresos para todos los sectores y, por si
fuera poco, superávit fiscal.
La historia heroica alrededor del gasto público se engendró en
la mente brillante del economista inglés John Maynard Keynes.
Su efectividad frente a la Depresión del '30 cimentó el prestigio Nada peor que una mala división
y la autoridad intelectual y política de la escuela keynesiana
hasta entrada la década del '70. La posición antagónica se centra en las contrariedades que pue-
El corazón de ese modelo es el llamado efecto multipli- den surgir cuando aumenta el gasto público. En primer térmi-
cador, según el cual un peso de gasto público se transforma en no, así como el gasto público inyecta recursos en el circuito
varios pesos de gasto e ingreso privado. Supongamos que el económico, es factible que se produzcan filtraciones, algunas de
gobierno destina mil millones a la construcción de una nueva las cuales ya tuvimos oportunidad de discutir.
ruta. El mayor ingreso les permitirá a los trabajadores de la Una de estas fugas, mencionada en el párrafo anterior,
empresa contratista aumentar sus propios gastos en distintos es el ahorro. Si la nueva política fiscal no despierta confianza
bienes y servicios. Merced a estos gastos, se producirán y ven- entre los consumidores, un alto porcentaje del mayor ingreso
derán más alimentos, electrodomésticos y entradas de cine, pasará a engrosar el ahorro debilitando así el impacto multipli-
entre otras cosas. Por su parte, los trabajadores de estas indus- cador del gasto. Lo mismo pasará si la gente espera un futuro
trias gozarán de mayores ingresos, que a su vez volcarán a la aumento de impuestos cuando el gobierno deba pagar la deu-
compra de otras mercancías, beneficiando a más sectores. da contraída para financiar el mayor gasto estatal. Las impor-
Como la inversión también responde al crecimiento del taciones representan, como ya hemos visto, un segundo canal
gasto, este efecto se sumará al aumento del consumo. A la lar- de fuga. A medida que el ingreso crece, también crece la deman-
ga, con sucesivas rondas de ingreso y gasto, la inyección inicial da por importaciones y disminuye en igual medida el gasto en
de dinero público se derramará sobre el resto de la economía y bienes locales. Para tener una aproximación numérica, si se si-
así se beneficiarán muchas familias y empresas. Aun cuando en guen gastando 75 centavos de cada peso de ingreso, pero 30
cada ronda se ahorre una parte del mayor ingreso, el efecto fi- centavos se desvían hacia importaciones, el multiplicador cae-
84 RICARDO BEBCZUK PARA
nal sobre la economía podría ser altamente positivo, como lo rá de 4 a 1,8.
demuestra una simple fórmula que usan los economistas: por En años recientes, se ha instalado entre los analistas una
ejemplo, si se ahorran 25 centavos de cada peso y se gastan los nueva preocupación sobre la potencia del multiplicador. Según
75 centavos restantes, un peso de gasto público se convertiría una de nuestras intuiciones engañosas, hemos armado el argu-
finalmente en... ¡4 pesos de mayor ingreso, gasto y producción! mento del multiplicador olvidándonos de que un cambio en el
gasto publico, al afectar las expectativas sobre el futuro, proba- sas. Hemos visto que las perspectivas funestas y la incertidum-
blemente alterará el consumo y la inversión. (Recordemos que bre sobre el futuro deprimen el consumo y la inversión, los dos
la omisión de los efectos secundarios ya nos ha llevado a sobre- rubros con mayor peso en la demanda total. Por ende, si el sec-
dimensionar, en el capítulo anterior, la influencia de las deva- tor privado reacciona negativamente, el gasto público no cum-
luaciones sobre el nivel de actividad económica.) plirá en absoluto con su promesa de reactivación y el efecto
Como nos enseñaron los PRIECO, no podemos pensar en multiplicador podrá no materializarse.
un mayor gasto sin pensar en la forma en que hemos de finan-
ciarlo. Para el caso del gasto público, las alternativas son tres -
más impuestos, más emisión de dinero o más deuda- y todas ¡Números al rescate!
pueden depararnos sorpresas desagradables a la vuelta de la
esquina. Luego de plantear las dos posturas, debemos preguntamos cuál
Si el gasto se financia con mayores impuestos, las cuen- de ellas tiene razón en la práctica. Para poner algo de equilibrio
tas fiscales no entrarán en la temida zona roja, pero el impulso entre multiplicadores y divisores, sólo resta sumar evidencia al
positivo del gasto se neutralizará con la menor capacidad de debate. Tengo buenas y malas noticias. ¿Empiezo por las bue-
compra de los contribuyentes, sin contar el costo político que nas? Un aumento del gasto público en general aumenta el in-
supone anunciar una mayor carga impositiva. greso total de la economía. La mala noticia: esta suba del ingreso
La segunda alternativa consiste en recurrir a la emisión es modesta en comparación con lo que predicen los adherentes
de dinero por parte del Banco Central, lo que implica un costo a la teoría del multiplicador.
directo: el Banco Central puede imprimir billetes a su antojo A partir de datos de decenas de países, un reciente estu-
(con un ínfimo gasto de papel y tinta), pero al precio de una dio ha hallado que 1 peso de aumento en el gasto público aumenta 1
mayor inflación. Como veremos en el próximo capítulo, al co- peso el ingreso en los países desarrollados, alrededor de 80 centavos en
rroer el poder adquisitivo de los consumidores y crear incerti- los países de ingreso medio y no más de 50 centavos en los países pobres.
dumbre, la suba de precios puede deprimir la demanda. No debe creerse que estos datos echan por tierra la teo-
Finalmente, el gobierno puede colocar deuda entre in- ría de que el gasto público es una herramienta útil contra las
versores locales y/o extranjeros. El costo no es inmediato, pero recesiones económicas. Por el contrario, un valor positivo, pero
eventualmente se manifestará cuando se acerque el momento no mayor a uno, nos sugiere simplemente que el efecto multi-
de pagar intereses o devolver el dinero. Por ejemplo, dudas plicador no es tal. Las fugas a lo largo del proceso carcomen,
sobre la capacidad de pago del gobierno pueden empujar ha- aunque no truncan totalmente, el impulso favorable de la polí-
cia arriba las tasas de interés o poner en movimiento una crisis tica fiscal. De este modo, la evidencia cae en un terreno inter-
bancaria o cambiaria. En este sentido, el endeudamiento sólo medio entre los dos extremos, una prueba más de los peligros
proyectaría el problema hacia adelante. Volveremos a estos te- de aferrarse a ideas simples y atractivas sin ahondar
86 RICARDO en Bsus fun-
EBCZUK PAR
mas en este mismo capítulo. damentos y en su relevancia fáctica.
Lo cierto es que el temor ante las consecuencias indesea- ¿Cómo funciona este mecanismo en reversa; vale decir,
bles del gasto puede inhibir el gasto de las familias y las empre- cuando el gobierno reduce su gasto o aumenta los impuestos?
Antes que nada, debemos preguntarnos por qué las autorida- Ahora, ¿qué dicen los estudios sobre el efecto de los ajus-
des podrían querer bajar el gasto, con los costos políticos que tes fiscales? Sobre 170 episodios de ajuste entre 1980 y 2009, se
esto supone. La respuesta es muy fácil: los ajustes fiscales se ha encontrado que una reducción del gasto del% del PBI se tradu-
hacen por obligación, no por decisión. Ningún gobierno pla- ce en una reducción del PBI del 0,5% en los siguientes dos años.
nea un ajuste, sino que llega a él cuando lo arrincona el ries- Esta evidencia desmiente el mito de los «ajustes expansivos».
go de una crisis cuyas consecuencias pueden ser más dañinas De todas maneras, el efecto contractivo del ajuste no implica que
que el propio ajuste fiscal. Generalmente, estos ajustes coin- el gobierno esté buscando un suicidio político. Nuevamente: el
ciden con inflación y devaluación galopantes -señales claras ajuste es una medida forzada por las circunstancias y todos los
de que todos están huyendo de la moneda local- y con la in- gobiernos, no importa su ideología, quisieran evitar el trago
capacidad del gobierno de obtener recursos para financiar su amargo de anunciarlo ante la sociedad y después ponerlo en
déficit. Moraleja: Un buen gobierno no es el que no hace un ajus- marcha.
te, sino el que hace las cosas bien antes para evitar que sea necesario Sin embargo, como nos enseñó el Capítulo 1, las econo-
un ajuste. mías se recuperan de las caídas, incluso de las provocadas por
Una fábula en la que nos gusta creer, pero que el punto los ajustes fiscales, y hasta pueden salir fortalecidas porque una
anterior cuestiona, es que hay partidos políticos más o menos economía saneada permite recrear la confianza de los consumi-
afines a la idea de los ajustes. Si uno repasa la experiencia his- dores, las empresas y los inversores extranjeros. Sin el ajuste, la
tórica, descubrirá que es imposible ponerles la clásica etiqueta agonía tal vez se prolongue en el tiempo con consecuencias tan-
de derecha a los ajustes y la etiqueta de izquierda a las expan- to o más nefastas que las del ajuste.
siones del gasto. Por otro lado, en países con un crecimiento más que sa-
Pongamos un ejemplo extranjero. En Estados Unidos, los tisfactorio -desde Australia, Irlanda y Canadá hasta los países
demócratas están más identificados, en los papeles, con una escandinavos-, debemos descartar que estos ajustes hayan te-
presencia fuerte del Estado; los republicanos, con la austeridad nido un efecto negativo a largo plazo, seguramente porque les
fiscal y un menor intervencionismo. En la práctica, no obstan- permitieron revertir expectativas negativas en el sector priva-
te, la política fiscal del gobierno demócrata de Clinton en los '90 do y poner a la economía otra vez en marcha después de un
fue notoriamente contractiva y la del gobierno republicano de tiempo. Algo parecido puede decirse de Argentina: los ajustes
Bush en los 8 años siguientes fue fuertemente expansiva. En fiscales de 1987-1990 (cuando el gasto real cayó 24%) y de 2002
Argentina, el neoliberalismo de la Convertibilidad usó con in- (la disminución llegó al 37% en sólo un año) precedieron
88 a pe-
RICARDO BEBCZUK PARA
tensidad el gasto público en la segunda mitad de los '90 y las ríodos de rápido crecimiento del ingreso.
sucesivas administraciones del período post-crisis (abiertamen- No queremos en absoluto minimizar el aspecto social
te en contra del neoliberalismo anterior) se valieron con igual de los ajustes. Lamentablemente, en la experiencia argentina,
fuerza del ajuste fiscal para poner en caja las cuentas públicas. los ajustes han castigado con dureza a los sectores de meno-
La derecha y la izquierda no tienen demasiada cabida en las res ingresos; en especial, a través de un mayor desempleo y del
duras calles de la economía práctica y terminan relegadas a los recorte de programas sociales. Sin embargo, un ajuste no tie-
discursos de campaña y a las mesas de café. ne por qué ser regresivo. Los gobiernos que ajustan son doble-
mente irresponsables: antes del ajuste, por no mantener un el influjo de la disciplina fiscal, pero ese compromiso se fue
balance razonable entre gastos e ingresos; durante el ajuste, desdibujando ya a mitad de la década. La Convertibilidad fi-
por hacer recaer el peso de la contracción sobre los sectores nalizó con un déficit promedio del 2% del PBI, un pico del 5,4%
más indefensos. Ambas conductas podrían evitarse: en el pri- en 2001 y la crisis más dramática en décadas. La primera fase
mer caso, si se siguen reglas básicas de prudencia financiera; de la post-crisis también arrojó resultados fiscales decorosos,
en el segundo, si se grava a los sectores de mayores ingresos pero, una vez consolidada la recuperación, las cuentas fisca-
y se usa la política social para proteger a las familias más vul- les volvieron a la zona roja, con un promedio del 2% entre 2006
nerables. y 2011.
Como norma general, las expansiones fiscales han fraca-
sado miserablemente en Argentina, sin importar cómo se hayan
El déficit fiscal y la deuda pública: financiado. En los '70 y los '80, los déficits se cubrieron con
el lado oscuro del gasto emisión monetaria y se transformaron, a su debido tiempo, en
inflación. En los '90, esa puerta se cerró, pero no tardó en abrir-
Al evaluar los pros y contras del gasto público, no podemos se una ventana hacia el mercado local e internacional de deu-
escindir a la economía de la contabilidad. La economía es el da, con consecuencias igualmente desastrosas.
análisis de la conducta de las familias, las empresas y el propio La experiencia del último lustro nos pone frente a una
gobierno y de su impacto final sobre el nivel de actividad. La nueva receta que combina la emisión monetaria, la colocación
contabilidad es el frío cálculo de cuánto dinero se necesita (y de de deuda en el país y las fuentes de financiamiento no conven-
dónde saldrá) para poner en marcha esta rueda. La restricción cionales, como el uso de las reservas internacionales del Banco
presupuestaria, amigos, es un invento de los contadores, no de Central y la nacionalización de los fondos privados de pensión,
los economistas. que discutiremos en breve. Si bien hasta 2011 el crecimiento si-
Como hemos dicho antes, el exceso de gastos sobre el guió asegurándole una nota positiva al gobierno, la inflación y
ingreso tributario -lo que llamamos déficit fiscal- debe cubrir- la incertidumbre macroeconómica e institucional abren serios
se con emisión de dinero o con nueva deuda pública y hay interrogantes.
motivos para usar ambas opciones con prudencia. Argentina le Un argumento habitual de los observadores y académi-
ha dado al mundo lecciones sobre estos riesgos y no lo decimos cos es que los países emergentes deberían tener más cuidado en
como un elogio. Salvo períodos esporádicos, durante el último el manejo de sus cuentas fiscales que los países avanzados. Es
siglo nuestro sector público ha incurrido en déficits; estos pro- cierto que los mercados internacionales han sido menos indul-
cesos, en su mayoría, no terminaron bien. gentes con Argentina que con otros países de peor desempeño
Desde fines de los '60 hasta mediados de los '70, el dé- fiscal. Por ejemplo, a fines de los '90, cuando los mercados in-
ficit subió del 1 % al 16% del PBI, hasta regalarnos nuestra pri- 90
ternacionales decretaron que la deuda argentina RICARDO BEBCZUK
era impagable, PARA
mera hiperinflación, en 1975. En la segunda mitad de los ’70 el endeudamiento no llegaba al 50%> del PBI.
y en los 80, el déficit rondó el 15% y esta etapa se coronó con Lo curioso es que, por esa misma época, la deuda prome-
la segunda hiperinflación en 1989-1990. Los '90 debutaron bajo dio en los países avanzados trepaba al 75% del FBI, con Japón
Grecia e Italia por encima del 120%. ¿Por qué el mercado no ¿Renunciamos entonces a la política fiscal?
penalizaba con la misma firmeza a esos países? La explicación
es que los inversores se sentirán más dispuestos a refinanciar la ¿Tenemos que inferir que los déficits deben ser evitados a toda
deuda por largos períodos -en vez de exigir el repago inmediato- costa? No. Definitivamente, no es ése el mensaje. Cuando el
si están convencidos de que el deudor tiene voluntad de pagar. gasto público es la apuesta más efectiva para escapar del «cír-
Países que han entrado en moratoria de pagos en las úl- culo de la muerte» al que nos referimos en el Capítulo 2, se jus-
timas décadas y ostentan un alarmante prontuario de crisis no tifica asumir los riesgos de un déficit fiscal.
inspiran confianza en sus acreedores. En ese grupo está Argen- Una política fiscal apropiada no debería ser distinta a la
tina. Habría que preguntarse por qué los inversores prestaron política de gasto e ingreso de una familia juiciosa con sus finan-
el dinero para arrepentirse poco después. Sin embargo, esta zas: ahorro (superávit) en los tiempos de alto ingreso y desaho-
pregunta no exime de culpa a los gobiernos que no quisieron rro (déficit) en las malas épocas, como en la vieja fábula de la
resistirse a la tentación de tomar cuanta deuda se les ofrecía, sin cigarra y la hormiga. Si supiéramos que no nos esperan circuns-
medir los riesgos a los que se sometían. tancias adversas en el futuro, no tendríamos necesidad de aho-
Unos 10 años después de nuestro default de 2002, todos rrar demasiado, pero es muy ingenuo pensar de esta manera:
estamos aprendiendo algo nuevo: ningún proceso de endeuda- el ahorro de hoy nos permitirá superar dignamente los malos
miento desmedido, aquí ni allá, es inmune a los problemas. Las momentos futuros.
crisis en Grecia, España, Portugal, Italia, Irlanda y otros países Si, de todos modos, preferimos evitar el sacrificio de
(sin olvidar las tensiones alrededor de la deuda en Estados ahorrar cuando nuestro ingreso es elevado, no nos quedará otra
Unidos) son síntomas de que, antes o después, los excesos se alternativa que bajar el gasto a la par que se reduzca nuestro
pagan. De hecho, los países emergentes (donde el déficit fiscal ingreso (además, como ya entreveían los viejos tangos, es muy
promedio es del 1% y la deuda pública asciende al 35% del PBI) probable que nadie nos preste dinero cuando estemos en las
son hoy el modelo de conducta fiscal que envidia el mundo malas). Si hubiésemos acumulado ahorro durante los buenos
desarrollado (con déficit del 5% y deuda del 100%). tiempos, podríamos usarlo luego para amortiguar la caída sin
Este nuevo escenario de zozobra fiscal en los países que tener que disminuir demasiado nuestro gasto.
solían vituperar el manejo del déficit y la deuda en el mundo en Otra forma de decir lo mismo es que debemos ser pru-
desarrollo resuena para muchos como una reivindicación lar- dentes. Una buena regla para la vida en general es «esperar lo
gamente esperada. De todas maneras, sigue siendo cierto que mejor, pero prepararse para lo peor». Justamente, una de las cuali-
el umbral de deuda tolerable para los inversores es y será más dades primordiales que buscamos en los gobernantes es la ca-
bajo en los países emergentes: en Europa, la alarma se disparó pacidad de mantener la sobriedad y frugalidad que el sector
cuando la deuda bordeaba el 100%; en Argentina, antes de lle- privado pierde de vez en cuando, especialmente
92 en las Bfases
RICARDO de
EBCZUK
gar al 50%. euforia y optimismo generalizados.
En los buenos tiempos, la economía se las puede arreglar
sin que el gobierno gaste demasiado porque el gasto privado es
suficiente para sostener el crecimiento. Como este mismo cre-
cimiento hace aumentar la recaudación impositiva, un gobier-
no cuidadoso podría conseguir un superávit de ingresos sobre
CAPÍTULO 5
gastos. Por el contrario, cuando el gasto del sector privado da
¿Por qué existe la inflación y cómo se la combate?
muestras de flaqueza, es el momento de usar ese colchón de
recursos acumulados y aceptar con tranquilidad la aparición de
déficits resultantes de un mayor gasto público (para apuntalar
al alicaído sector privado) y una recaudación en baja debido al
menor nivel de actividad económica.
Tristemente, en la práctica muchos gobiernos no exhiben
esa deseable moderación: gastan mucho cuando la economía
crece y gastan poco (ajustan) cuando la economía se contrae.
Una conducta de este tipo no hace sino acentuar la volatilidad
macroeconómica y desatender la misión del sector público de
suavizar las fluctuaciones.
La evidencia internacional revela que Argentina no es
el único país donde el gasto público es procíclico (esto es, un
gasto que sube y baja a la par del crecimiento económico).
Hasta hace un tiempo, prevalecía la noción de que éste era un
síndrome de países en desarrollo, carentes de instituciones
para contener la voracidad fiscal y las demandas, justas o no,
del sector privado por un mayor gasto público. En realidad,
durante la última década, muchos países se han acoplado a
este inseguro tren. Entre otros compañeros de viaje, tenemos
a China, India, Suiza, Suecia, Francia y Grecia, mientras unos
pocos, como Chile, Alemania o Indonesia, se han bajado hace
pocas estaciones (perdón, años). Lo cierto es que un compor-
tamiento fiscal anticíclico en Argentina nos habría salvado de
más de una crisis.
Como en muchos otros períodos de nuestra historia económi-
ca, la inflación se ha convertido últimamente en un tema de dis-
cusión cotidiana en el país. Durante los 10 años que siguieron
al abandono de la Convertibilidad, los precios se han quintupli-
cado y la inflación ha sido seis veces más alta que el promedio
mundial. Si bien el debate está contaminado por una buena
dosis de política e ideología, es fundamental recordar que la
inflación siempre ha sido y será un fenómeno puramente eco-
nómico. Aplicaremos entonces las herramientas de análisis que
provee la economía para abordar las cuatro preguntas centra-
les que despierta esta delicada cuestión, a saber:
1. ¿Por qué hay inflación en Argentina?
2. ¿Es necesario reducir la inflación?
3. ¿Qué papel le cabe al gobierno en el desarrollo del ac-
tual proceso inflacionario?
4. ¿Cuál ha sido y cuál debería ser la actitud del gobierno
frente a la inflación?

¿Por qué hay inflación en Argentina?


Como la inflación es simplemente el cambio en los precios de los
bienes y servicios, para establecer sus causas debemos entender
cómo los productores fijan sus precios. Todo precio es igual al
costo de producción multiplicado por el margen de ganancia del
productor. Si el costo de producir la mercancía es 10 pesos y el
productor pretende ganar un 20% del costo, el precio final para
el consumidor será de 12 pesos. De estas dos posibles causas de
inflación, las mayores ganancias pueden haber tenido la princi-
96 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 97

pal responsabilidad en los albores de la recuperación post-crisis, ción y trasladarla a un sector siempre mirado con recelo por
pero en adelante, hasta hoy, la suba de los costos de producción cierta parte de la sociedad: los grandes grupos económicos.
aparece como la explicación más convincente. (Supongo que debe Sin embargo, en la práctica, la validez de la teoría tam-
ser claro a esta altura del libro, pero es bueno reiterar que aquí balea gravemente por las siguientes razones:
no estamos tomando posición ni haciendo juicios de valor sobre 1. Si los precios hubiesen crecido al ritmo de las ganan-
la conducta de empresarios o trabajadores. Simplemente, los cias, los empresarios habrían amasado ganancias exorbitantes
vemos aquí como sectores que buscan maximizar su ingreso. A a expensas de los asalariados, contradiciendo la mejora en los
su tiempo, discutiremos las cuestiones sociales.) indicadores de pobreza v desigualdad evidenciada en los últi-
A fin de interpretar el problema, nos conviene remontar- mos años.
nos a 2004-2005, cuando comienza a afianzarse la recuperación 2. Aunque es innegable que el crecimiento desde 2004 ha
económica posterior a la crisis. Con un mayor ingreso en las beneficiado tanto a empresarios como a asalariados, el hecho de
manos de los consumidores, se incrementan sus compras, que que el salario promedio haya crecido 300% entre 2004 y 2011 y los
rápidamente sobrepasan la capacidad de oferta de los producto- precios «apenas» el 180% demuestra que el aumento de las ganan-
res. Aquí tenemos el primer impulso inflacionario: frente a una cias no es el factor crítico en el actual proceso inflacionario.
elevada demanda, los productores ajustan sus precios pese a que 3. Los productores no tienen un. poder discrecional para
los costos de producción -principalmente, los costos salariales- imponer precios y obtener así beneficios exagerados. Por un
todavía seguían deprimidos por el arrastre del desempleo post- lado, en muchos sectores rige una fuerte competencia, con lo
crisis. En esta primera etapa, que llamaremos Fase I, la causa de cual siempre habrá productores (locales o extranjeros) dispues-
la inflación fue un mayor margen de ganancia para las empresas. tos a vender a un precio más bajo resignando parte de su ganan-
Luego tiene lugar la Fase II: cuando aumenta la produc- cia. Por el otro, sin importar el precio que pretenda el productor,
ción y cae el desempleo, los trabajadores recobran cierto poder quien decide si el precio es aceptable o no es el comprador; ex-
de negociación y reclaman mejoras salariales que compensen la cepto en los productos de primera necesidad, los compradores
suba de precios ocurrida en la Fase I. Las empresas acceden a ejercen su derecho a no comprar cuando un precio es abusivo.
estas exigencias, pero trasladan los mayores costos a sus precios 4. No está claro por qué los empresarios adoptarían este
poniendo en marcha una nueva ronda de inflación que moto- comportamiento anticompetitive de suba constante de las ga-
riza, a su vez, una nueva recomposición salarial. En concreto, nancias y los precios recién en los últimos años v no lo hayan
la economía argentina se encuentra hoy atrapada en la Fase II; hecho, por ejemplo, durante los '90, cuando la estructura em-
esto es: una espiral de salarios-precios-salarios. presaria era similar a la actual y el ambiente político era más
¿Qué se puede decir de la mirada que culpa por la infla- amigable hacia estos productores. Pese a esas condiciones favo-
ción actual a los grupos económicos fijadores de precios? En este rables, la inflación promedio anual no llegaba entonces al 1%,
caso, la explicación vendría por el lado de los márgenes de ga- 98
bien por debajo del 25% registrado en los últimosRtiempos.
ICARDO BEBCZUK PARA
nancia más que por el de los costos de producción. La idea es
intuitivamente atractiva y tiene la virtud adicional de deslindar Visto todo lo anterior, hacemos Díen en buscar explica-
a las políticas estatales de toda responsabilidad sobre la infla- ciones menos oscura? y más sólidas. La economía ha descara-
do el misterio de la inflación hace ya mucho tiempo. La infla- manejable siempre y cuando todos corran a la misma velocidad.
ción crónica está siempre asociada con una emisión excesiva de Es justamente este crecimiento más o menos simétrico en el ta-
dinero, la cual tiene lugr cuando el gobierno, a través del Ban- blero de control del auto, y salarios lo que explica que la econo-
co Central, imprime demasiados billetes para pagar sus cuen- mía argentina haya asimilado, al menos hasta 2011, una inflación
tas. Esta inundación de billetes ayuda a veces a que la economía muy elevada sin efectos sensibles sobre el crecimiento.
le escape al fantasma de la recesión, pero el abuso continuo del Lamentablemente, de acuerdo con la experiencia local e
recurso convoca, tarde o temprano, a otro fantasma: el de la internacional, este tipo de inflación neutral no parece ser la nor-
inflación. Con toda lógica, si el gobierno imprime billetes y ma. Un ambiente de alta inflación es inestable por naturaleza,
quienes reciben esos billetes no tienen la intención de guardar- por el mero hecho de que nadie quiere quedar rezagado en la
los, el resultado será un mayor gasto y, si la producción no au- carrera y, si las circunstancias se lo permiten, intentará sacar
menta a ese mismo ritmo, el mayor gasto se traducirá en un ventaja sobre el resto. Las disparidades en el ajuste de precios
precio más alto de los bienes existentes. entre los distintos sectores crea ganadores y perdedores, suman-
Se puede postergar el efecto inflacionario colocando do incertidumbre, tensiones sociales y escaladas de precios que
deuda en el mercado y no imprimiendo dinero, pero, si no se se retroalimentan.
atiende la hemorragia fiscal, la inflación reaparecerá. Si que- Tampoco deberíamos convencernos de que la inflación
remos un ejemplo concreto, pensemos en la Argentina de la es el sacrificio que debemos hacer para seguir creciendo. Dos
segunda mitad de los '90, con baja inflación, endeudamiento datos confirman que el crecimiento no inflacionario no es sólo
creciente y una crisis (con recesión e inflación) en lenta e inexo- posible, sino también deseable: 1) La tasa de inflación prome-
rable germinación. dio mundial es de 4%, frente a un 20% o 25% en Argentina, lo
Un estudio reciente analizó la situación fiscal de los 25 que revela una clara preferencia internacional por la estabilidad
países con más inflación del mundo y los 25 países con inflación de precios; 2) Un amplio grupo de países de Asia y América
más baja. ¿El resultado? El déficit fiscal en los países de alta infla- Latina han logrado crecer a tasas considerables -entre el 6% y
ción es el doble que en los países de baja inflación. el 10% anual- con niveles de inflación del 6%.
Por otra parte, más allá de la euforia característica de un
crecimiento acelerado, en nuestro país ya son visibles las ten-
¿Es necesario reducir la inflación? siones propias de un clima inflacionario. Ejemplos a mano son:
el retraso del tipo de cambio real (el tipo de cambio es uno de
La convivencia de altas tasas de crecimiento económico con una los precios más rezagados en la carrera inflacionaria) y la ero-
inflación del 25% ha creado la falaz sensación de que la inflación sión de la capacidad de compra entre los trabajadores y los be-
no es dañina. El error radica en olvidar que la inflación desata una neficiarios de planes sociales. El hecho de que este servidor esté
carrera entre los distintos sectores de la economía para evitar la escribiendo sobre el tema y usted lo esté leyendo es otra prue-
pérdida de poder adquisitivo. La marcha de la economía es mu- ba categórica de que casi nadie cree en la inflación neutral.
cho más armoniosa y previsible cuando los precios están en re-
poso. En todo caso, si los precios suben, la situación será
100 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 101

¿Qué papel le cabe al gobierno en el desarrollo velocidad para que vaya más rápido. En este caso, el primer
del actual proceso inflacionario? síntoma de sobrecalentamiento es una alta tasa de inflación.
En los últimos 30 años, el mundo ha crecido a un prome-
El gobierno no es responsable directo de la suba de precios ya que dio anual del 3%, con lo cual el crecimiento de Argentina desde
los precios dependen de las decisiones de oferta de los produc- 2003 hasta 2011, por encima del 8% anual, no parece sostenible.
tores y de demanda de las familias y empresas. De hecho, no le Una economía pujante no necesita que el gobierno acelere su rit-
corresponde ningún cargo por la inflación inicial en la etapa post- mo de crecimiento. Argentina ha sido un auto que corría a 140
crisis (lo que antes llamamos Fase I). En cambio, le cabe una res- km/h cuando todos los demás iban a 100 km/h. Como el exceso
ponsabilidad indirecta por haber estimulado la demanda de velocidad siempre nos expone al riesgo de un accidente, está
agregada a través de políticas fiscales y monetarias muy expan- claro que alguien debería levantar el pie del acelerador. Como
sivas en los años subsiguientes: en una economía que ya había discutiremos en el Capítulo 11, no tiene mucha lógica romper
superado la crisis, el gasto público y la emisión monetaria en récords de velocidad para después retroceder; mucho más valo-
constante alza no hicieron más que impulsar la suba de precios. rable es avanzar a menos velocidad, pero sin detenemos.
Las autoridades siempre enfrentan un dilema entre fo-
gonear el crecimiento y mantener a raya la inflación. Sin duda,
en Argentina se ha optado en la última década por priorizar, ¿Cuál debería ser la actitud del gobierno
mediante un alto gasto público, un crecimiento acelerado a costa frente a la inflación?
de una inflación alta. Como la inflación siempre termina olien-
do a salarios bajos y a crisis económica, ese mayor gasto, por Podemos señalar tres críticas a la política anti-inflacionaria del go-
muy bienintencionado que sea, puede terminar siendo un ene- bierno:
migo mortal para los trabajadores. 1. Se ha subestimado la importancia del dilema creci-
Debe quedamos en claro que, si la economía fuese un au- miento-inflación privilegiando las altas tasas de crecimiento sin
tomóvil, su conductor natural debería ser el sector privado. (Ya atender sus consecuencias sobre la suba de precios.
veremos que el Estado tiene un rol indelegable en la provisión 2. Como tibia respuesta al problema inflacionario, se
de bienes públicos. Lo que aquí ponemos en duda, como hici- optó por políticas de control de precios de probada inefectivi-
mos antes, es la expansión excesiva del gasto público cuando la dad, cuyo efecto más palpable ha sido un mayor grado de in-
economía crece por sus propios medios.) Pero, si el sector pri- certidumbre en decisiones relativas a la producción.
vado entra en pánico y quiere bajarse del vehículo y salir co- Se intentó, sin éxito, ocultar a la opinión pública la ver-
rriendo, el gobierno puede y debe tomar el volante hasta que dadera inflación mediante la inaudita intervención del ÍNDEC v
el sector privado se tranquilice v retome la conducción. Esto es la manipulación de los índices de precios. La reducción en el pago
lo que se hace, aquí y en otros países, cuando la economía en- de intereses de la deuda (sobre ios bonos ajustados según la infla-
tra en crisis. ción oficial'» es un beneficio despreciable en comparación con los
SJ el sector privado avanza A buen paso por su cuenta, no costos en términos de confianza de los ciudadanos en las institu-
tiene sentido que el gobierno empuje el auto desde atrás a toda ciones del Estado v de reputación del país a nivel internacional.
102 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 103

En el futuro, sería deseable que el gobierno desande es- sociedad, la confianza es el atributo invisible de consecuencias
tos caminos equivocados, lo cual demanda políticas de gasto más visibles.
más austeras durante las fases de crecimiento económico y el
reestablecimiento de la transparencia y credibilidad de las es-
tadísticas oficiales. El dinero como institución
La existencia de dinero es resultado de un contrato social. Para
Inflación e instituciones: mucho en común realizar transacciones en forma ordenada y eficiente, es preciso
contar con una moneda única que todos acepten a cambio de sus
Debo retractarme de algo que he dicho antes. Al principio de bienes y que pueda cambiarse, a su vez, por otros productos. De
este capítulo, aseguré que la inflación es un fenómeno puramen- lo contrario, deberíamos convivir con las molestias del trueque,
te económico. Pero no a través de oscuras redes conspirativas, que nos obliga a hacer múltiples intercambios en especie hasta
sino simplemente como resultado de excesos en el gasto públi- conseguir el producto que deseamos.
co y la emisión monetaria. No es coincidencia que estos exce- Gozaremos de las ventajas del dinero sobre el trueque
sos sean más comunes en economías con instituciones débiles. siempre y cuando haya un solo tipo de moneda. Para enten-
Las instituciones no son otra cosa que los contratos, es- der las complicaciones de usar muchas monedas distintas,
critos o no, que vinculan a los diferentes actores de la sociedad. basta pensar en las continuas tensiones y crisis de los merca-
En tales contratos se estipulan los derechos y obligaciones de dos cambiarios internacionales, donde se compran y venden
cada parte y los mecanismos concretos (premios y castigos) que unas monedas por otras. La decisión de Europa de unificar sus
se usarán para hacerlos cumplir. Hay instituciones o contratos monedas con la creación del euro fue una respuesta (hoy cues-
entre el Estado y los privados (pagar impuestos y recibir bienes tionada en algunos países) a esos inconvenientes.
públicos), entre privados (compra y venta de mercancías) y Dentro de un mismo país, la solución ha sido delegar en
entre organismos del propio Estado (relación y controles cru- el Estado el monopolio de la fabricación de billetes y monedas,
zados entre distintos estamentos de gobierno). prohibiendo a los particulares emitir su propio dinero. Si todos
Los economistas solían denostar la relevancia de las ins- tuviésemos la autorización, el mercado se inundaría con una
tituciones, pero finalmente, en los últimos 30 años, han enten- cantidad descontrolada de billetes, lo que no tardaría en gene-
dido que son la piedra sobre la que se construye una economía rar hiperinflación. Como en otras intervenciones estatales, el
próspera y justa. Las razones son obvias: si cada vez que ha- supuesto es que el sector público será más sabio y moderado
cemos un intercambio con otros individuos dudamos de que que los privados y se abstendrá de emitir en forma desaforada.
ellos cumplan su promesa, nuestra disposición a producir e No necesito decir que este supuesto no se cumple siempre.
intercambiar productos -base fundamental del crecimiento El contrato exclusivo le otorga al Estado el derecho a pin-
económico- se verá gravemente mermada. La incertidumbre gües ganancias porque el costo de fabricar dinero es muy bajo
y los abusos sin castigo que se producen a su amparo son el en relación con lo que permite comprar. Por ejemplo, el costo
freno más efectivo para el progreso de un país. Dentro de una de fabricar un billete de dólar es de 10 centavos de dólar, de
104 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 105

modo que la Reserva Federal obtiene una ganancia de 99,90 riesgos de poner el monopolio de la creación de dinero en ma-
dólares por cada billete de 100 dólares que pone en circulación nos de un gobierno siempre sediento de recursos.
(los economistas llaman a esta ganancia «señoreaje», en referen- La independencia del Banco Central fue una de las ban-
cia a una atribución similar que detentaban los señores feuda- deras más preciadas del neoliberalismo en los '90, pero queda
les en la Edad Media). claro que la idea es tan vieja como los mismos bancos centrales.
A cambio de este invaluable derecho, el contrato social Hace 20 años, el tema volvió a ocupar la atención de académi-
estipula la obligación de que el Estado vele por mantener el cos y políticos. La inflación venía en franco aumento en muchos
poder de compra de ese billete a lo largo del tiempo. Para ello, países desde los '70 o los '80 y llegaba en algunos (como Argen-
el compromiso asumido es que la provisión de billetes no so- tina) al punto de la hiperinflación. Los analistas coincidieron con
brepase demasiado las necesidades del sector privado para acierto en que la raíz del problema eran los déficits fiscales y su
hacer transacciones y para acumular ahorros. En términos eco- financiamiento incondicional por parte de los Bancos Centra-
nómicos, si la oferta de billetes se dispara con respecto a la de- les. Si el Poder Ejecutivo (el presidente y su ministro de Econo-
manda de billetes, esos billetes perderán valor. ¿Por qué? mía) gastaba mucho, era porque sabía que tema acceso ilimitado
Porque todos querremos gastar los billetes sobrantes y haremos a billetes frescos emitidos por el Banco Central.
que suba el precio de los bienes que compramos. El billete de ¿Qué tal si una ley nacional impone al Banco Central el
100 dólares seguirá diciendo 100 dólares, pero su valor será mu- objetivo excluyente de mantener una inflación baja y, en pos de
cho menor en términos de lo que podemos comprar con él. esa meta, le permite negarse a cubrir los déficits del gobierno?
Cuando hay demasiada emisión, ¡os billetes del Banco Central Ante este Banco Central, más poderoso e independiente, eí Po-
se convierten en billetes de lotería, una lotería en la que el codicia- der Ejecutivo no tendría otra alternativa que poner sus cuentas
do e improbable premio mayor es... no perder. En casi todos los en orden y así se anularía la fuente de la inflación. Los defen-
casos, como en la lotería de verdad, la mayoría pierde. sores de la independencia del Banco Central tenían un buen
punto, pero se olvidaron de que, en el mundo real, hay otros
problemas, además de la inflación.
E! Banco Central como garante de la estabilidad, Hoy sabemos, o deberíamos saber, que el Banco Central
pero, ¿qué estabilidad? tiene cuatro objetivos. Su misión es preservar la estabilidad de:
1. los precios (evitar la inflación)
Cada país ha creado un Banco Central para cumplir el propósito 2. el nivel de actividad (EVITAR LAS RECESIONES)
de mantener la inflación a raya. Desde que Suecia creo el prime” 3. el sistema bancario (evitar las crisis financieras)
Banco Central (que todavía sigue en funciones), allá por l664, en 4. el sector externo (evitar crisis cambiarías)
todos los países el Banco Central ha sido una institución separa-
da del Ministerio de Economía. La separación es no sólo legal, Para la consecución de estos objetivos, el Banco Central
sino también física: normalmente, el Banco Central posee SU pro- debería operar en sintonía con el Ministerio de Economía y su
pio (y, en señera!, imponente) edificio. ¿Por qué esta separación? política fiscal. De hecho, cuanto mejor haga su trabajo la políti-
Porque en aquellos lejanos tiempos ya se tenía conciencia de los ca fiscal, menos trabajo le cabrá al Banco Central. En cierto sen-
106 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 107
que les permiten detectar los riesgos más acuciantes. Una pri-
tido, el Banco Central adquiere más protagonismo en la políti- mera señal de alerta -simple, pero útil - es la comparación in-
ca económica cuanto peor sea la política fiscal. Por ejemplo, temacional. Si el mundo crece al 3% anual y el país en cuestión
cuando el Poder Ejecutivo incurre en déficits inflacionarios, ahí crece al 8% mientras la inflación promedio mundial es 4% y la
está (o debería estar) el Banco Central para contrarrestar esa in- propia asciende al 25%, se deduce que se podrían resignar al-
flación; cuando la política fiscal es insuficiente para sacar a un gunos puntos de crecimiento para contener la suba de los pre-
país de una recesión, ahí está (o debería estar) la política mone- cios y, aun así, mantener un crecimiento apetecible (tengo
taria para insuflar nuevos bríos a la decaída economía. entendido que este ejemplo está inspirado en hechos reales acae-
cidos en un país situado al sur de Brasil).
En los '90, se confió excesivamente en el ataque decidi- El lado positivo de estos dilemas políticos es que, si se los
do a la inflación creyendo que esto resolvería también los otros atiende correctamente en el corto plazo, allanan el camino para
problemas. Tal creencia se nutría con la observación -cierta- el crecimiento de mediano y largo plazo. En otras palabras, en
de que en varios países la inflación había sido la primordial el largo plazo la estabilidad de precios, de nivel de actividad,
causa de inestabilidad en todos los otros frentes. Lo que se la estabilidad financiera y cambiaría actúan en armonía a favor
descubrió más tarde, con crisis como la de Argentina en 2001 de un crecimiento sostenido.
o la de Estados Unidos y Europa a partir de 2007, es que la Cuando un Banco Central sensato se propone bajar la
estabilidad de precios no nos libra de la inestabilidad econó- inflación, no lo hace por un sádico deseo de someter a los ciu-
mica y financiera. dadanos a un martirio eterno de inactividad y desempleo, sino
Esta revelación nos condujo a una lección nueva: si tene- porque la experiencia y los estudios internacionales han proba-
mos varios objetivos y no podemos alcanzar todos al mismo do que la inflación conspira, tarde o temprano, contra un sano
tiempo, debemos cargar contra la fuente de inestabilidad más y duradero crecimiento. Ante un brote inflacionario importan-
amenazante en el momento, mientras dejamos en segundo pla- te, una breve desaceleración económica, sin que llegue a una
no, por un tiempo, los otros objetivos. Al prescindir de reglas recesión, puede garantizar la continuidad del crecimiento en los
mecánicas dirigidas a satisfacer un objetivo excluyen te (como años sucesivos.
lo fue en los '90 la inflación), la tarea del Banco Central se torna La máxima según la cual «en el largo plazo estaremos to-
mucho más desafiante y compleja. dos muertos» es una frase efectista, pero totalmente distorsio-
Como siempre que tenemos objetivos múltiples e interre- nada por el uso. Cuando los economistas hablan del largo
lacionados, se nos presenta el dilema de establecer prioridades. plazo, no se refieren a algo que va a ocurrir dentro de 120 años.
Por ejemplo, la lucha contra la inflación puede obligarnos a des- Se refieren a algo que puede comenzar pronto, en un par de
acelerar el crecimiento del nivel de actividad, de la misma ma- años, y que se mantendrá por un período prolongado. En ge-
nera que el salvataje del sistema financiero durante una crisis neral, los sacrificios macroeconómicos exigen una inversión
puede tener como resultado aumentos del gasto público y de la acotada de tiempo y, bien administrados, arrojan beneficios
inflación. por períodos largos. La realidad es que el largo plazo está a la
Los economistas manejan diferentes señales de alerta vuelta de la esquina y podemos estar bien vivos para disfru-
108 RICARDO
tar de los sacrificios del corto plazo (si es que BEBCZUK
éstos son nece- PARA ENTENDER
Anti-independencia
LA ECONOMÍA del Banco Central 109
sarios). MADE IN ARGENTINA
Para exponer otro ejemplo de oportunidad perdida: la
Convertibilidad se puso fecha de expiración a sí misma en 1996- En la última década, se ha hecho una lectura parcial e incorrecta
1997, cuando el gobierno optó por sostener un crecimiento exa- de la experiencia de los '90. Según esa lectura, la independencia
geradamente elevado a partir de una política de gasto fiscal y del Banco Central es una idea absurda, más teórica que práctica,
endeudamiento crecientes. Si bien no estuvo presente el dilema con un tufillo deleznable a derecha neoliberal. De acuerdo con
entre crecimiento y baja inflación, apareció con toda su furia el esta mirada, los bancos centrales independientes son robots sin
dilema entre crecimiento y estabilidad financiera. El crecimiento alma que buscan la inflación cero sin fijarse en la producción ni
del 8% en 1997 se pagó con una espantosa contracción del 11% en los empleos que se pierdan por el camino. Esta concepción es,
en 2002. ¿No hubiera convenido crecer al 5% todos los años en paradójicamente, tan extrema como la que inspiró la reforma de
vez de subimos a una montaña rusa con dudosas medidas de 1992. Además, hemos visto que la independencia del Banco Cen-
seguridad? tral no nació en los '90, sino en el siglo XVII, cuando no existían
ni los economistas ni la izquierda y la derecha.
Como acabamos de afirmar, el problema del Banco Cen-
Independencia del Banco Central tral en la década del '90 no fue su independencia, sino su estre-
MADE IN ARGENTINA chez de objetivos. La independencia bien entendida no significa
que el Banco Central se oponga a todas las decisiones del Eje-
El período de la Convertibilidad retrata claramente los riesgos cutivo, sino solamente a las que traigan serios riesgos para los
de fijarse un único objetivo: desde 1992, el Banco Central de cuatro objetivos que va señalamos. Para dejarlo más claro: el
Argentina fue independiente y estuvo abocado a controlar la Banco Centra! puede ser independiente y seguir cumpliendo
inflación. El compromiso fue tan fuerte que se renunció, por ley, esos cuatro objetivos.
al uso activo de la política monetaria y cambiaria. El objetivo se Lo esperable es que haya, por regla, una comunión de
cumplió y Argentina pudo poner fin a décadas de alta inflación. intereses entre el Banco Central y el Poder Ejecutivo. ¿Quién
Pero, a fines de la década del '90, la prioridad viró des- podría estar en contra de la estabilidad monetaria, económica,
de la estabilidad de precios, ya alcanzada, hacia la preservación financiera o externa? En todo caso, si bien la división de pode-
de una estabilidad financiera, económica y externa amenazada res entre estas dos cabezas puede generar ocasionales tensiones,
por la misma falta de instrumentos del Banco Central, sumado 110
la sociedad se beneficia, a fin de cuentas, con Run BancoBEBCZUK
ICARDO Central PARA
esto a la indisciplina fiscal y a las condiciones externas adver- que ponga coto a los posibles excesos del Ejecutivo.
sas. Todos sabemos cómo terminó la historia. Un buen ejemplo de independencia con múltiples obje-
Como parte de esa trama, la independencia del Banco tivos es el de la Reserva Federal (el Banco Central estadouniden-
Central se empezó a resquebrajar a inicios de 2001 -todavía bajo se) desde el estallido de la crisis internacional en 2008. Su rápida
el régimen de la Convertibilidad- y se la abandonó plenamen- Y decidida reacción para moverse del objetivo inflacionario al
te en 2005-2006. de la estabilidad económica-financiera demuestra que no se
necesita un Banco Central sumiso y obsecuente con el Ejecuti- en contra de todas las prácticas aceptadas a nivel internacional
vo para defender los objetivos -siempre dinámicos- de la polí- y se aparta del mandato conferido al Banco Central de mante-
tica económica. Lo propio puede decirse del Banco Central ner la estabilidad externa para poder financiar el déficit fiscal.
argentino en el contexto específico de la crisis financiera 2002- En un sentido estrictamente económico, las críticas no son me-
2003, pero no de su conducta durante la etapa de crecimiento nos importantes.
económico posterior a 2005. Se ha justificado el uso de las reservas para pagar deu-
En Argentina, la renuncia a la independencia del Banco da aduciendo que no tiene mayor sentido mantener un volumen
Central se ha pagado, por vía del financiamiento monetario del excesivo de reservas internacionales cuando su rentabilidad es
déficit fiscal, con un aumento de la inflación. El aspecto más mínima y se las puede destinar a cancelar deuda o a otros usos
lamentable es que Argentina terminó de destruir esta institu- de alta prioridad social. Una vez más, nos enfrentamos a un ar-
ción (la independencia del Banco Central como garante del va- gumento infalible a simple vista, pero engañoso si se lo piensa
lor del peso) sin ninguna necesidad. Levantadas en 2002 las dos veces.
restricciones extremas impuestas por la Convertibilidad, se En dos palabras, la razón para acumular reservas es es-
podría haber llegado a un modelo de Banco Central indepen- tar preparado para afrontar situaciones peligrosas para el país
diente sin perder las ventajas de una autoridad monetaria que en el frente externo y cambiario, no para hacer pagos corrien-
mira más allá de la inflación. Por otro lado, tengamos en cuen- tes que se pueden y se deben afrontar con los impuestos recau-
ta que, en orden de prioridades, en un período de rápido creci- dados con ese fin. En definitiva, las reservas constituyen un
miento económico y sin amenazas inminentes a la estabilidad ahorro para los malos tiempos. Por algo se llaman reservas.
financiera o cambiaría, la inflación debería haber estado al tope En nuestras casas podríamos hacer el mismo razona-
de la lista de objetivos del Banco Central a partir de 2004. miento: ¿con qué objeto guardaríamos una reserva para incier-
tas necesidades futuras cuando tenemos hoy buenos destinos
para ese dinero? Si somos previsores, nos abstenemos de que-
Reservas internacionales, ¿reservadas para qué? mar nuestros ahorros hoy mismo porque entendemos que ese
sacrificio se justifica.
Para darle un toque más dramático a este repudio de la inde- Para más detalles sobre las razones en contra del uso de
pendencia del Banco Central, a partir de 2005 el gobierno se las reservas del Banco Central, aquí va una lista:
arrogó el derecho a utilizar las reservas internacionales (dóla- La acumulación de reservas tiene fines bien claros, a
res y otras divisas) para hacer pagos de la deuda externa. (Agre- saber: a) la cobertura de déficits externos (motivo transaccional)-,
guemos que la reforma de la Carta Orgánica en 2012 amplió b) la reducción de la probabilidad de crisis cambiarías y finan-
adicionalmente la potestad de financiar al Tesoro Nacional.) cieras (motivo precautorio); y c) la administración del tipo de cam-
La medida de liberar reservas para pagar deuda es ob- bio para evitar devaluaciones o apreciaciones indeseables.
jetable desde diversas aristas, empezando por lo institucional Queda en claro que el financiamiento del gasto público no figu-
y siguiendo por lo económico. En el primer sentido, el uso de ra ni debería figurar como un objetivo permanente de la acumu-
las reservas para hacer frente a las obligaciones del Tesoro va lación de reservas.
112 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 113

2. Es muy difícil estimar con precisión las necesidades fu- ro, han utilizado intensamente la emisión monetaria, pero no
turas de reservas de un país para atender los tres objetivos an- las reservas internacionales. Como intentamos inculcar a lo
teriores. Aunque la disponibilidad de reservas no configura una largo del libro, si la mayoría se comporta de una cierta ma-
necesidad imperiosa en períodos de crecimiento y optimismo, nera todo el tiempo, debemos prestar atención, entender por
una reversión imprevista de esas condiciones -situación recu- qué lo hace y evitar ser innovadores sin una justificación muy
rrente en las últimas dos décadas, por factores tanto locales sólida.
como internacionales- puede determinar que las reservas dis- 5. Como regía general, el Tesoro debería financiarse con
ponibles se tornen insuficientes. En un país acostumbrado a sus propios recursos y, en lo posible, constituir colchones de
canalizar la incertidumbre hacia la compra de dólares, todas las ahorro fiscal en el ciclo económico ascendente. El acceso irres-
prevenciones son pocas. Entre 2008 y 2011, con un crecimiento tricto a las reservas internacionales relaja la disciplina fiscal
económico inusitado, las empresas y familias compraron unos creando la sensación ficticia de que el Tesoro no debería suje-
80.1 millones de dólares, cifra que casi duplica el stock de re- tarse a una restricción presupuestaria.
servas del Banco Central en los últimos años. En consecuencia, 6. La asignación específica de las reservas al pago de
es muy aventurado sostener que la liquidación de reservas para deuda pública -y no a otros gastos corrientes del Estado- resulta
gastos que corresponden al Tesoro no tendrá ningún costo en engañosa porque lo que importa es el total de dinero que suc-
el futuro. ciona el gobierno para cubrir sus gastos. La operación tendría
3. Aunque se podría aceptar la aplicación de reservas exactamente el mismo resultado si el gobierno pagase los ser-
para cubrir gastos públicos prioritarios durante una profunda vicios de la deuda con impuestos y luego tomase las reservas
crisis económica, esta opción es muy discutible en épocas de del Banco Central para costear gastos corrientes. La lectura más
bonanza económica y alta recaudación fiscal. Incluso en aque- adecuada es que el gobierno, al negarse al control de sus gas-
llas circunstancias excepcionales, debería analizarse si el bene- tos, ha incurrido en un déficit y, sin acceso a financiamiento por
ficio social de contar con más recursos fiscales supera el otras fuentes, se ha visto forzado a apropiarse de las reservas
eventual costo de una crisis cambiaría por agotamiento de las del Banco Central.
reservas. Recordemos que el Banco Central puede imprimir El uso no convencional (a la luz de las prácticas inter-
pesos, pero no dólares. Si bien el pago con reservas no tiene un nacionales) de las reservas del Banco Central tiene un efecto
efecto monetario e inflacionario directo, la reducción de reser- negativo para la reputación del país entre inversores naciona-
vas aumenta la probabilidad de una mega-devaluación con las les y extranjeros. Estos inversores pueden interpretar la indis-
nefastas derivaciones comentadas en el Capítulo 3. Asimismo, ciplina fiscal y su financiamiento vía reservas como una
la crisis estadounidense y muchas otras nos han enseñado que desatención a los cuatro objetivos antes planteados, lo que au-
un evento negativo poco probable no es lo mismo que un evento menta la probabilidad de presiones sobre el mercado cambia-
sin ninguna probabilidad. rio y reduce la probabilidad de una reapertura de los mercados
4. La experiencia reciente con la crisis internacional internacionales de crédito.
muestra que los países, aun urgidos por la necesidad de re-
cursos fiscales para rescatar a! sistema económico y financie-
114 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 115

Fondos privados de pensión: otra institución menos escala; 3) el limitado menú de activos financieros para inver-
tir los recursos -ni antes ni después de esta reforma se desa-
Al inicio de este capítulo, hablamos de que el gobierno optó, a rrolló el mercado de acciones y bonos privados en el país-.
partir de 2003, por financiar su déficit con una combinación de Obviamente, estas empresas privadas tomaron la oportuni-
emisión monetaria, colocación de deuda interna y fuentes no dad de maximizar sus ganancias y, de hecho, su rentabilidad
convencionales. fue muy superior a la de los bancos pese a que no asumían
Este último es un nombre benévolo para calificar el uso ningún riesgo.
de cajas estatales creadas para fines específicos, bien distintos ¿Era necesario estatizar el sistema? Hay dos razones para
a la cobertura de los excesos en el gasto del gobierno. Dado que contestar que no.
estos fines específicos fueron establecidos por ley, pero no fue- Una es que esa medida acentuó la debilidad de la estruc-
ron respetados, estamos diciendo que se rompió un contrato tura institucional en Argentina. El sistema previsional había
social o, en forma equivalente, que se destruyeron instituciones. cambiado, con aprobación del Congreso, hacía sólo 15 años. Al
Tal es el caso de las reservas internacionales. Otro caso que cau- cambiarse las reglas de juego, se afectaron los derechos de pro-
sa igual o mayor perplejidad es la estatización, en 2008, de los piedad de quienes habían contribuido al sistema. En esencia, ya
fondos privados de pensión. que coartaba el control de los aportantes sobre sus fondos, la
El sistema de fondos privados (las AFJP o Administra- decisión no fue nada distinta a la que se aplicó sobre el sistema
doras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) se lanzó en 1994 bancario a través del corralito y la pesificación asimétrica. Sin
como una respuesta al pobre desempeño del sistema de repar- embargo, la reacción de la opinión pública fue diametralmen-
to público, caracterizado por el desmanejo de los recursos, la te opuesta. Agreguemos que Argentina es el único país que dio
baja cobertura ofrecida y las modestas jubilaciones. marcha atrás con la reforma del sistema previsional de las más
Es verdad que los resultados del sistema privado, en su 116 RICARDOy Babraza-
de 30 naciones que abandonaron el sistema público EBCZUK
corta existencia, no fueron especialmente alentadores. Entre ron el privado en los años '80 y '90.
otras cosas, estas administradoras no diversificaron satisfacto- La segunda razón es que se podrían haber revisado los
riamente su cartera; es más, invirtieron la mayor parte de sus aspectos negativos del sistema sin llegar al extremo de su rena-
recursos en deuda pública y en depósitos bancarios, dos activos cionalización. No olvidemos que existía un marco regulatorio
que terminaron en crisis en 2002. El otro punto subrayado por que le otorgaba al Estado amplias prerrogativas de regulación
los críticos estuvo dado las altas comisiones -en total, unos 8.000 y control sobre el sistema. Por ejemplo, se podría haber impues-
millones de dólares entre 1994 y 2008- que percibieron estas to un nivel máximo de comisiones que asegurara una ganancia
compañías de manos de sus aportantes. privada consistente con los gastos y riesgos del negocio; tam-
Este decepcionante desempeño se debió en gran medi- bién se podrían haber cambiado las reglas de inversión para que
da a tres factores: 1) la falta de competencia para atraer afi- se canalizaran más recursos a sectores de alta productividad,
liados -los clientes no comparaban rentabilidades ni siempre y cuando no comprometieran la salud financiera del
comisiones a la hora de elegir su administradora-; 2) el tama- sistema y el nivel de las futuras jubilaciones. Si el sistema pare-
ño reducido del mercado, que no permitía crear economías de cía más inclinado a favorecer el interés privado que el interés
social, el gobierno podía y debería haber ejercido con más fuerza
su poder regulatorio.
¿Mejorará, a la larga, la situación de los jubilados con la
CAPÍTULO 6
vuelta al sistema anterior? Desafortunadamente, habrá que espe- Cuánto (y qué) se debería exportar e importar?
rar unos cuantos años para obtener una respuesta. En teoría, nin-
gún sistema es a priori mejor que otro. A su vez, los números del
sistema estatal muestran que la composición de la cartera de ac-
tivos no ha variado mucho: todavía hay un 70% de títulos públi-
cos y depósitos; la proporción de inversiones en infraestructura
ha aumentado del 2% al 12%, pero este cambio también podría
haberse hecho bajo el sistema anterior.
Finalmente, cuando se habla de las comisiones, debemos
tener en cuenta que la administración estatal de los fondos ge-
nera gastos. La diferencia es que ahora no los pagamos a través
de las comisiones que cobraban las administradoras, sino a tra-
vés de los impuestos que nos cobra el gobierno. Las adminis-
tradoras privadas recibían comisiones de unos 600 millones de
dólares cada año. La administración estatal del sistema previ-
sional insume anualmente 850 millones de dólares.
El libre comercio es como el Paraíso: todos quieren llegar
allí, pero no demasiado pronto.

Libre, como el viento, yo soy libre


En general, los economistas tienen una firme postura a favor
del libre comercio. Desde hace dos siglos, la economía ha de-
mostrado que el intercambio internacional beneficia tanto al
exportador como al importador. La pieza clave para entender
esta conclusión es la noción de ventaja comparativa. Como dis-
cutiremos a lo largo del capítulo, si bien éste no debería ser el
único eje de la inserción internacional de un país, darle la es-
palda a la ventaja comparativa puede acarrear más costos que
beneficios.
Supongamos que el país A produce una computadora a
200 dólares y una tonelada de trigo a 100 dólares. Se necesita-
rán 300 dólares para obtener una unidad de cada producto. En
el país B, el precio interno de la computadora es de 100 dólares
y el del trigo, de 200 dólares, con lo cual también se necesitarán
300 dólares para comprar una unidad de cada producto. Resulta
evidente que el país A es más eficiente que el país B en la pro-
ducción de trigo ya que lo produce por la mitad del precio; por
el mismo motivo, el país B es más eficiente en la fabricación de
computadoras.
Si el país A se especializa en la producción de trigo y el
país B en la producción de computadoras, los habitantes del país
A comprarán en el país la tonelada de trigo por 100 dólares e
importarán la computadora del país B por 100 dólares: pagarán
así un total de 200 dólares en vez de los 300 que pagarían com-
prándole la computadora al productor local. Por su parte, en el
120 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 121

país B se comprará la computadora local por 100 dólares y se ció, el argumento nos produce urticaria cuando lo trasladamos
importará la tonelada de trigo por otros 100. al contexto de un país.
Ambos países acceden entonces a una unidad de cada ¿Por qué decimos que también el mundo está de acuer-
bien con un ahorro de 100 dólares. La razón es que permitimos do? Porque el comercio ha venido creciendo a ritmo incesante
que cada país se dedique a lo que hace mejor bajando los cos- luego de la Segunda Guerra Mundial y ese crecimiento incluso
tos para beneficio de propios y ajenos. se ha acelerado en los últimos 30 años alcanzando niveles inédi-
Si queremos un ejemplo concreto (y sabroso), pensemos tos en la historia de la humanidad. En 1970, las exportaciones
en el bife de chorizo: un kilo de este preciado corte de carne representaban el 14% de la producción mundial; en 2010, habían
argentina puede venderse en otros países a 60 dólares o más. pasado a representar el 29%. Este dato supone que las exporta-
¿No nos conviene exportar parte de nuestra producción y com- ciones mundiales se multiplicaron 18 veces en 40 años, fruto de
prar a cambio otros bienes que no podemos producir en las la remoción de barreras al comercio entre países. Ya hemos re-
mismas condiciones de costo y calidad? marcado que no hay evidencia más aplastante sobre las bonda-
Sé que algún lector estará revolviéndose en su sillón para des de una política que el hecho de que la mayoría de los países
despedazarme con sus contraargumentos. Mientras no quiera hayan optado por tomar ese rumbo. Un país se puede equivo-
despedazarme en persona,, ningún problema,, pero pido unas lí- car, 10 países se pueden equivocar, pero 200 países no se pue-
neas de paciencia; ya llegaremos a esa parte. den equivocar durante 60 años.
Antes decía que generalmente los economistas apoyan
el comercio internacional, pero no están solos en esta cruzada.
¿Quiénes lo acompañan? Primero,, usted; segundo, el mundo ¿El libre comercio es el Paraíso?
entero.
¿Por qué usted? Porque usted, como yo, aplica el prin- Ahora sí, estoy listo para recibir artillería pesada. Hay cuatro
cipio de especialización del mismo modo que en los ejemplos críticas ineludibles al argumento de que el comercio interna-
anteriores. Por caso, si usted es médico y le gusta eí helado, 122 RICARDO
cional siempre beneficia a los países. Las iremos BEBCZUK
evaluando una PARA
podría reducir sus horas de consultorio y fabricar helado ca- por una.
sero. Sin embargo, seguramente esa asignación de su tiempo La primera se asienta en la intuitiva premisa de que el
le parecería un perfecto disparate ya que es mucho más redi- comercio es bueno si permite exportar más de lo que se impor-
tuable atender a algunos pacientes más y luego ir a comprar ta. Después de todo, sabemos que el ingreso de una economía
un cucurucho a su heladería favorita. Del mismo modo, el, es igual al gasto interno (consumo e inversión) más las expor-
TACIONES MENOS las importaciones: sí queremos incrementar el
dueño de esa heladería, cuando tenès algún problema de sa-
lud, no irá a la Facultad de Medicina para poder algún día ingreso y la producción, deberíamos buscar que aumenten las
atenderse a sí mismo. Usted y su heladero ganan íntercam- ventas al exterior fias exportaciones) y que disminuyan las com-
PRAS (importaciones) o, lo que es lo que es lo mismo, procurar
oiando el producto que mejor saben hacer por el que no saben
hacer, en vez de derrochar recursos tratando de autoabaste- que el saldo comercial sea positivo. Esta idea, muy popular en
cerse. Pese a lo inapelable de esta ganancia surgida del comer- los tiempos de la colonización europea del siglo XVI, se dio en
llamar mercantilismo y hoy es considerada tan obsoleta como de estancamiento y también es verdad que la acumulación de
la colonización europea del siglo XVI. déficits comerciales puede generar tensiones cambiarías, pero
No negamos, en absoluto, que exportar mucho favore- éstos son problemas circunstanciales (de corto plazo), que no
ce a los países. Les ofrezco un ejemplo extraído del glamoroso tienen relación directa con los beneficios que reporta el comer-
mundo de las películas. La película más exitosa de la historia cio, aunque no genere excedente de divisas. Estos beneficios son
es Avatar. Desde su lanzamiento en 2009, recaudó la escalofrian- los que crean, de acuerdo con la experiencia internacional, un
te cifra de 2.800 millones de dólares. De esa cifra, 800 millones lazo positivo entre la apertura comercial y el crecimiento a lar-
provinieron del mercado estadounidense y los otros 2.000 mi- go plazo (largo plazo se define como un período extenso, de
llones fueron recaudados en el resto del mundo. Éste es un cla- varias décadas e incluso siglos). Insistimos: es mucho más lo que
ro ejemplo de las ganancias de la exportación: si Estados Unidos se gana que lo que se pierde con el comercio internacional.
hubiera prohibido que Hollywood distribuyera sus películas en No resulta fácil asimilar esta noción de que el comercio
otros países, el ingreso habría sido menos del 30% del que se internacional es bueno aunque no vaya de la mano de exporta-
obtuvo. Las exportaciones amplían considerablemente el tama- ciones muy superiores a las importaciones, pero dejemos que
ño del mercado para nuestros productos. 1.300 millones de chinos nos convenzan. China es citada como
No obstante, para que el comercio internacional nos be- la prueba viviente de un crecimiento apuntalado en el colosal
neficie, sólo se requiere que intercambiemos los bienes que pro- aumento de las exportaciones. Como vemos en la tabla siguien-
ducimos a bajo costo por bienes extranjeros que nosotros te, las exportaciones chinas en porcentaje del PBI se multiplica-
produciríamos a un costo muy alto. En el ejemplo que presen- ron 10 veces entre 1970 y 2010, pero, como el PBI en dólares
tamos al comienzo del capítulo, cada país exporta 100 dólares corrientes aumentó 65 veces, esto implica que... ¡el volumen de
e importa también 100 dólares y, aun así, ambos países salen exportaciones se multiplicó más de 700 veces! Si este número lo
ganando. Sin embargo, ¿cómo puede aumentar nuestra produc- sorprende, prepárese para el próximo: las importaciones tam-
ción total si vendemos al extranjero un monto igual al que com- bién crecieron unas 9 veces como porcentaje del PBI, acopladas
pramos? Como otras veces, la explicación está en lo que no a la velocidad de expansión de las exportaciones. Si bien las
miramos. Lo que ocurre es que este intercambio mejora nues- 124
exportaciones pasaron del 3% al 30% del PBI R estos B40
enICARDO años,
EBCZUK PARA
tra capacidad de compra (¿recuerda que en el primer ejemplo el superávit comercial en 2010 es de apenas el 4% del PBI.
podíamos comprar lo mismo que antes, pero con un ahorro de No menos llamativo resulta saber que esta similitud en-
100 dólares?) y esa ganancia se vuelca a un mayor consumo y a tre exportaciones e importaciones es un hecho común a muchos
una mayor inversión. Al mismo tiempo, las importaciones nos países. Mencionemos dos casos: en el mismo período (1970-
permiten acceder a tecnologías extranjeras incorporadas en esos 2010), las exportaciones en nuestro país se multiplicaron por 3,7
bienes extranjeros -tecnologías que podremos adaptar y dise- y las importaciones se multiplicaron por 3,6; en India, las expor-
minar-, lo cual, a la larga, juega a favor de un mayor crecimiento taciones 5,6 veces, pero las importaciones aumentaron todavía
de nuestra economía. más: crecieron 6,3 veces. Si China e India, las estrellas mundia-
Como hemos discutido en otros capítulos, una mejora en les del crecimiento económico, han logrado crecer con semejante
el balance comercial puede ayudarnos a salir de una situación aumento de las importaciones -e incluso, en el caso de India, con
déficit comercial-, debe quedar en claro que el comercio gene- taciones no amenaza al crecimiento, podemos retomar los ca-
ra beneficios que van mucho más allá del mero superávit. sos de China e India. Si pensamos en el desempleo, el país con
mayores importaciones en el mundo, Singapur (187% del PBI),
tiene un desempleo ínfimo, del 3%, contra un promedio mun-
Exportaciones e importaciones (en % del PBI) en 1970 y en 2010
País Expo Expo EXPO Impo Impo ÍMPO
dial del 9%. En otros países con importaciones muy elevadas,
en 1970 en 2010 2010/1970 en 1970 en 2010 de entre el 75% y el 90% del PBI, como Malasia, Vietnam, Irlan-
¿Más se compra afuera, menos se 2010/1970
produce adentro? da o Bélgica, el desempleo también se mueve en niveles redu-
(1) (2) (3) = (2V(1) (4) (5) (6) = (5)/(4)
Un30segundo10,0
frente de 3ataque es26que cada 8,7 dólar de importaciones cidos. Para no buscar ejemplos remotos, las importaciones
China 3
es 22
un dólar menos de producción local. Lo argentinas crecieron 7 puntos del PBI desde 2002 y el desempleo
India 4 5,5 4 25 6,3que se compra afuera
se 22
deja de producir adentro, y esas fábricas cerradas suponen la cayó del 22% al 7%.
Argentine 6 3,7 5 18 3,6
pérdida de empleos en el país. La realidad es que el aumento de
México 8 30 3,8 10 32 3,2
las52importaciones nunca ha sido la causa2,1de una recesión ni de
Corea 14
desempleo
3,7
masivo.
24
Estas
50
lamentables situaciones tienen que ver, Productores de materias primas:
Alemania 16 47 2,9 18 41 2,3 126 ¿bendición o maldición?RICARDO BEBCZUK PARA
más que nada, con la debilidad de la demanda interna (consumo
Chile 15 39 2,6 14 32 2,3
e inversión) y, a veces, con la baja de las exportaciones.
EE.UU. 6 13 2,2 5 16 3,2 La tercera razón para oponerse al comercio internacional en
Uruguay 14 26 1,9 15 25 1,7 algunos países e? que la especialización basada en las ventajas
Holanda 45 78 1,7 46 71 comparativas puede ser fatalmente desventajosa. En particular,
Lo que debemos recordar aquí es1,5el tema de la causali-
se invoca en este sentido la tendencia decreciente de los precios
Brasil 7
dad,11 del cual1,6hablamos
7 en el Capítulo
12 1.1,7 Las importaciones no
11 de las materias primas en el largo plazo. Esa caída se explica-
Japón
provocan por sí solas caídas del ingreso 1,6
15 1,4 9 14
ni del empleo; la rela-
ría, a su vez, a partir de la retracción de la demanda de mate-
ción va en sentido contrario: cuando aumentan los ingresos in-
Fuente: Banco Mundial
rias primas a medida que aumenta el ingreso de los países. La
ternos, las importaciones aumentan, del mismo modo que
razón se puede identificar fácilmente: cuando el ingreso es bajo,
aumenta la compra de bienes y servicios producidos dentro del
la mayor parte del presupuesto familiar se destina a alimentos
país. El aumento de las importaciones es simplemente un sín-
y otras necesidades básicas, pero, cuando el ingreso sube, tales
toma de que la economía está creciendo.
gastos pasan a representar una fracción pequeña del total.
Si miramos la experiencia argentina de los últimos 20
La realidad es que no hay ninguna evidencia contunden-
años, veremos que las importaciones dieron un salto positivo
te sobre este punto. La tendencia de muy largo plazo resulta
importante en los dos episodios de alto crecimiento económi-
negativa en algunos estudios y positiva en otros, dependiendo
co: 1991-1998 y 2003-2011. En los años de estancamiento, las
del período que se analice (por ejemplo, cuando se desarrolló
importaciones, por su parte, también se retrajeron. En ningún
la teoría en los '50, cundía un gran pesimismo sobre el modelo
caso encontramos evidencia de que la entrada de importacio-
agroexportador, fruto de la disminución de precios en la prime-
nes haya interrumpido una etapa de crecimiento; muy por el
ra mitad del siglo XX; no obstante, esa tendencia negativa des-
contrario, acompañaron la expansión de la economía.
apareció en los siguientes 50 años).
Si queda alguna duda de que el incremento de las impor-
Para Argentina, en el último cuarto de siglo, los térmi- ductiva por medio de intervenciones estatales exige un profun-
nos de intercambio (el precio promedio de las exportaciones do estudio previo sobre las probables ganancias y pérdidas, no
sobre el precio promedio de las importaciones) han aumenta- dentro de 5 ni 10 años, sino en los siguientes 50 o 100. Pronósti-
do 65%. No creamos que ese efecto surge de la bonanza de pre- cos para un período tan extenso son de por sí arriesgados, más
cios internacionales inaugurada en 2002: ya entre 1986 y 2001 aún si no se consideran las múltiples y controvertidas aristas del
la suba fue del 23%. Pese a que la demanda de productos pri- problema. Por ejemplo, acabamos de plantear que no hay evi-
marios puede no aumentar al mismo ritmo que el ingreso, lo dencia contundente sobre la caída tendencial de los precios de
cierto es que aumenta, nunca cae, simplemente porque el mun- las materias primas. Algo similar le cabe a la idea de la diversi-
do sigue creciendo. Esto, sumado a que la oferta internacional ficación de exportaciones. Los estudios existentes revelan que
de materias primas está limitada por la cantidad de tierras fér- la estructura de las exportaciones en las economías más exito-
tiles y recursos minerales, implica que los precios de estos pro- sas ha tendido a concentrarse más que a diversificarse. La di-
ductos no tienen que seguir una indefectible trayectoria versificación es más común en las economías más pobres. La
declinante. razón es que los países exitosos cuentan con la previsibilidad
Con o sin tendencia a la baja, otra queja reiterada es que necesaria para concentrarse en aquello que mejor saben hacer
los precios de las materias primas son muy volátiles, lo que explotando al mismo tiempo las reducciones de costos que vie-
genera incertidumbre en las decisiones de producción y gasto nen con el aprendizaje y el aumento de la producción. Las eco-
de los países en desarrollo. Si bien esos precios son volátiles, nomías más pobres, usualmente más inestables, se privan de
investigaciones recientes demuestran que los precios de las esas ventajas por privilegiar la diversificación como instrumen-
manufacturas resultan tanto o más volátiles. Nuevamente, no to de cobertura ante la incertidumbre macroeconómica. Estos
encontramos aquí fundamentos atendibles para renegar de las resultados y muchos otros, tanto o más complejos, no deberían
ganancias del comercio internacional. pasarse por alto al diseñar una estrategia de cambio en la estruc-
No estamos abogando aquí, de ningún modo, por una tura productiva y comercial.
estructura productiva y de comercio internacional centrada También es muy importante, como veremos a continua-
exclusivamente en productos primarios. Algunas actividades ción, que nuestros deseos estén a la altura de nuestra capacidad
industriales pueden permitir mejoras en la productividad, más y nuestras posibilidades.
empleo de mano de obra y más diversificación productiva. Lo
que no recomendaríamos a la ligera es que el Estado financie
un cambio en la estructura productiva a favor de la industria El tierno argumento de la industria naciente
y en contra de las actividades primarias. Como tendremos
oportunidad de discutir, a algunos países les fue bien y a otros La cuarta y última justificación para limitar la libertad de comer-
mal con estas políticas estatales. El problema reside en que el cio reside en que sería necesario frenar la competencia externa,
riesgo y los costos sociales de equivocarse son
128 extremadamen-
RICARDO BEBCZUK al Pmenos durante LA
ARA ENTENDER algún tiempo, para incubar un sector indus-
ECONOMÍA 129
te altos. trial propio que permitirá, más adelante, impulsar las exporta-
El punto es que la decisión de alterar la estructura pro- ciones manufactureras. Este argumento de la industria naciente se
basa en la idea de que un país puede ganar competí ti vidad en Sea
Estructura como
de las fuere, estas
exportaciones ideas ejercieron una influencia
en 2010
la exportación de ciertos productos si se los protege en las pri- decisiva sobre
Porcentaje las de
del total políticas de desarrollo, alentando la interven-
exportaciones
meras etapas. El aumento del volumen producido y laPaís mejora ción estatal
Agropecuarias a favor
Manufacturas del Petroleras
Alimentos sector industrial y la
Metales y otras sustitución
Total de im-
de la eficiencia a través del aprendizaje se encargarían Corea
de bajar 1 portaciones
89 mediante
1 7productos2 locales.100Dicha estrategia,
el costo de producción hasta hacerlos competitivos en Alemania
el mer- 1 apoyada
82 en fuertes
5 barreras
2 a las
10 importaciones
100 y subsidios a
cado internacional. México 0 la producción
76 autóctona,
6 14 propició
4 cierta industrialización
100 en el
Esta idea subyace en las políticas industrialistasTailandia
aplica- 5 país, 75pero con 13
las desventajas
5 2de duras barreras
100 al comercio
das en Argentina y muchos otros países después de laEspaña Segun- 1 internacional,
73 un15alto costo
5 y baja
6 calidad de 100los productos, un
da Guerra Mundial, sobre las cuales hablaremos en breve. EE.UU.Por 3 bajo nivel
66 de innovación
10 7tecnológica
14 y, sobre todo, una alta ines-
100
el momento, queremos dejar sentada la observación India de que 2 tabilidad
64 económica8 y desigualdad
17 9 distributiva.
100
muchos países crecen sin dedicarse a exportar manufacturas.
Canadá 4 49 Los pobres
10 resultados
26 condujeron
11 al
100desmantelamiento
Como se aprecia en el siguiente cuadro, países exitosos como
Indonesia 7 de este
37 esquema16en dos30oleadas;10primero, a100 mitad de los '70 y
Canadá, Australia, Chile, Indonesia o Brasil no son Brasilgrandes 4 37 31 10 18 100
exportadores de este tipo de bienes. Argentina, que se Argentina
concen-
1 33 51 8 7 100
tra en ias exportaciones agropecuarias, también ha logrado en
Colombia 4 23 12 60 1 100
años recientes crecer a altas tasas.
Australia 2 17 11 31 39 100
Perú 1 14 20 12 53 100
Chile 5 13 17 0 65 100
Fuente: Banco Mundial
130 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 131

luego, en los '90. Aunque esta eliminación tuvo un cariz ideo- estadísticas internacionales, uno de cada dos emprendedores no
lógico por su afiliación al ideario neoliberal, también es cier- sobrevive después del primer año). Los analistas de acciones,
to que el pésimo desempeño suscitó un abierto consenso social con una formación especializada y una remuneración atada a
en contra de estas políticas. En fútbol se dice: «equipo que gana su desempeño, cometen errores groseros en la predicción del
no se cambia». En política y economía, pasa lo mismo: si las crecimiento de las pocas industrias que analizan.
políticas hubieran generado la prosperidad y el bienestar que Los resultados en decenas de países, a través de métodos
prometían en sus orígenes, ningún gobierno se hubiese atre- rigurosos, no han podido encontrar evidencia categórica sobre
vido a dar marcha atrás, independientemente de su postura los beneficios de las políticas industriales. Tampoco sabemos si
ideológica. los países que implementaron esas políticas y lograron tener
A fin de cuentas, el fracaso de la política industrialista en éxito lo obtuvieron necesariamente gracias a ellas. Para afirmar-
Argentina no se debió a los errores de este tipo de estrategia lo, deberíamos estar seguros de que Japón y Corea, entre otros,
económica (como dijimos, otros países tuvieron éxito), sino, más serían hoy países subdesarrollados si hubiesen aplicado otras
que nada, a las debilidades de su puesta en marcha. Las inter- políticas. Afirmar que un país es exitoso únicamente por la in-
venciones estatales de semejante profundidad requieren una dustrialización es tan temerario como decir que Argentina cre-
clase política a la altura de las circunstancias, que reúna visión ció en los '90 gracias al mero abandono del modelo industrialista
de largo plazo, sapiencia técnica, honestidad, capacidad de con- previo. Volveremos a estos temas más adelante; no olvidemos
trol y penalización de los beneficiarios que incumplan sus com- por ahora que las respuestas fáciles no son buenas consejeras.
promisos. Otra vez, el problema de fondo son las instituciones.

Materias primas y materia gris


Eligiendo ganadores
Aunque plantearemos, aquí y en otros capítulos, que la indus-
Las políticas activas del Estado basadas en el subsidio selecti- trialización no garantiza el desarrollo económico y social, tam-
vo a industrias con alto potencial de crecimiento tiene sentido poco estamos de acuerdo con que la estructura productiva de
en los papeles y, de hecho, la mayoría de los economistas apo- un país es inmutable en el tiempo. Algunos críticos de la indus-
yan algunas de estas intervenciones cuando el mercado no pue- trialización centran sus embates en que la estructura producti-
de arreglárselas solo. El problema reside en que es altamente va está determinada por las ventajas comparativas y en que un
dudoso que el Estado pueda identificar a las industrias domés- país con abundantes recursos naturales está condenado a pro-
ticas con mayores posibilidades de transformarse en exporta- ducir y vender materias primas. Argentina sería el caso arque-
doras exitosas, para lo cual se precisaría una formidable típico.
cantidad de información y capacidad de análisis. Hay, por supuesto, algo de verdad en esta afirmación: la
Ni siquiera los emprendedores privados, que conocen existencia de amplias tierras cultivables y fértiles crea una bre-
los detalles de un único negocio y tienen los incentivos para no cha competitiva para el negocio agropecuario difícil de igualar
equivocarse, se salvan de las equivocaciones (de acuerdo con en otros sectores. Sin embargo, la estructura productiva depen-
132 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 133

de de otros factores, como el nivel educativo de la fuerza laboral un kilo de carne fresca. Otro ejemplo: el precio de una botella
o los avances tecnológicos. Esto significa que un país que se em- de vino de calidad supera 15 veces el valor de la uva necesaria
peña en profundizar su nivel de industrialización no debería para producirla. La diferencia de precio entre productos con y
desistir en esa tentativa si está dispuesto a esforzarse en estos sin valor agregado supone un ingreso que queda en manos de
distintos frentes. Siempre habrá altos costos iniciales y resultados los distintos eslabones de la cadena productiva.
inciertos -lo atestigua la experiencia de muchas naciones-, pero Las materias primas sin elaborar son bienes homogéneos
esta búsqueda no está predestinada al fracaso. Corea y otros paí- y el productor no tiene ningún control sobre sus precios; en
ses del sudeste asiático son ejemplos positivos (comentamos el cambio, un producto diferenciado, con una marca establecida
caso coreano en el apartado al final del capítulo). y respetada en el mercado, permite cierto margen de acción a
Para seguir con analogías del mundo del deporte, renun- la hora de fijar el precio. Por esta misma razón, estos mercados
ciar a la industrialización en razón de la abundancia de recur- no se rigen estrictamente por la ley de la ventaja comparativa:
sos naturales sería como decir que un muchacho no puede dados el valor de la marca y la variedad, los vinos argentinos
triunfar en el básquet porque mide 1,80 mientras el promedio se comercializan en Estados Unidos a muy buen precio y com-
entre los jugadores profesionales es de 2 metros. Claramente, parten las góndolas del supermercado con los también muy
será una empresa complicada, pero una dosis especial de talen- valorados vinos de California.
to, una férrea disciplina y algo de suerte ayudarán a que el mu- Por estos motivos, políticas estatales que estimulen los
chacho llegue a la élite del básquet. encadenamientos productivos desde la materia prima hasta el
En los países ávidos de industrializarse, el esfuerzo debe producto exportable y apoyen el establecimiento de canales de
incluir un apoyo estatal cuidadosamente planificado y monitorea- publicidad y distribución en el extranjero son más que bienve-
do. El mayor riesgo es que los sectores protegidos se enriquezcan nidas.
a expensas del resto de la sociedad sin brindar ninguna contra-
prestación efectiva por el logro de la meta industrializadora. Caso de estudio: Corea

Junto a otros casos en el sudeste asiático (Tailandia, Hong Kong,


El valor de agregar valor Taiwan y Singapur), Corea es uno de los países más exitosos con
crecimiento sostenido en los últimos 50 años. Desde 1963, ha
Conocer las luces y sombras de la industrialización no implica crecido a una asombrosa tasa del 7% por año, con sólo dos años
negar la importancia y factibilidad de agregar valor a las expor-
de contracción económica (1980 y 1998). Para que dimensione-
taciones. Sin duda, es mejor para el país exportar zapatos de alta
mos este logro, esa tasa le ha permitido a Corea multiplicar su
calidad que cuero en bruto, vino que uvas, aceite de soja en vez
producción anual 24 veces. A inicios de los ’ 60, Corea tenía una
de granos: así se retienen puestos de trabajo y ganancias que de
mayoría de población pobre y con baja educación, con ahorro e
otra manera se escurrirían hacia el extranjero.
Para verlo con un producto concreto: el precio de expor- inversión por debajo del 10% del PBI y la mayoría de sus expor-
tación de un kilo de carne procesada es 5 veces mayor que el de taciones la conformaban productos primarios sin elaboración (las
134 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 135

pelucas de pelo humano eran la tercera exportación más impor- 60% del total de los préstamos del sistema financiero. Como
tante). Ingentes esfuerzos se han hecho a nivel académico para estos préstamos se pactaron a tasas de interés por debajo de
desentrañar el misterio de tan rápida y duradera transformación. la tasa de inflación, el subsidio anual a los beneficiarios se ha
estimado en 10 puntos del PBI.
Para resumir, la receta coreana es un festival de herejías
contra la economía que todos hemos aprendido a amar y odiar. • Una liberalización parcial del sistema financiero a inicios de
Los ejes del modelo fueron: los ’90, que condujo a un elevado endeudamiento del sector
privado, financiado con capitales externos, proceso que cul-
• Un gobierno no democrático apoyado en una poderosa oli-
minó en la crisis de 1997. Esta crisis, de características simi-
garquía de conglomerados económicos (los llamados CHAE-
lares en varios aspectos a la crisis financiera de Argentina en
BOLS') con presencia dominante en el sistema productivo y
2002, tuvo un costo de saneamiento para el Estado del 16%
financiero. En los ’80. los 10 principales CHAEBOLS generaban
del PBI, pero se superó rápidamente.
el 20% de la producción nacional.
• Una clara estrategia industrialista, planificada por el Estado, Estudios cuidadosos han demostrado que esta política in-
pero ejecutada por grandes corporaciones privadas con estre- dustrial -proteccionismo comercial más subsidios internos
chas conexiones con las autoridades. más tipo de cambio alto y tasa de interés baja- fue efectiva para
• Elevadas tasas de ahorro e inversión (del orden del 30%). modificar la composición del producto y de las exportaciones,
combinadas con el fomento a la educación incluyendo la for- pero no encuentran que esta política haya sido la explicación
mación en ciencias aplicadas, coherente con ese modelo in- fundamental del desempeño sobresaliente de la economía co-
dustrialista. De hecho, el país ya contaba en los ’50 con una reana.
sólida comunidad de ingenieros y otros científicos insertados
en el sistema productivo. La lección para otros países atentos al caso coreano es que
• Sustancial ayuda externa de organismos multilaterales, cré- muchas de estas condiciones no son reproducibles en otros paí-
ditos de bancos comerciales, escasa inversión extranjera di- ses, ya sea porque no serían socialmente aceptables (la falta de
recta y flujos de corlo plazo. El ahorro externo llegó a democracia, el poder de los grandes grupos corporativos, la re-
representar 10% del PBI. presión al sindicalismo), ya sea porque pueden poner en riesgo
• Uso de las de\ aluaciones reales como instrumento de estabi- la estabilidad interna (alto endeudamiento externo, intervencio-
lización y fomento de las exportaciones, con efectos inflacio- nismo en el sistema financiero y productivo). El modelo latino-
narios contenidos a través de la prohibición de los sindicatos americano de sustitución de importaciones no fue muy distinto
y el control de los salarios nominales; especialmente, en el del modelo coreano, pero se aplicó bajo un modelo político mu-
caso de trabajadores fuera del sistema de CHAEBOLS. cho menos estable en el tiempo y, en general, menos afecto al con-
• Direccionamiemo estatal del crédito, a través de institucio- trol directo de la actividad económica.
nes públicas e instrucciones a los bancos privados, hacia
El Capítulo 10 retoma el análisis de las experiencias asiá-
grandes provectos de industria pesada seleccionados por ei
ticas.
propio gobierno. Este crédito dirigido llegó a representar el
Arancel: Impuesto a las importaciones diseñado para prote-
ger al productor nacional de la avaricia de los consumidores.
Ambrose Bierce, El diccionario del diablo
CAPÍTULO 7
¿Por qué hay barreras a las exportaciones
y a las importaciones? La visión tradicional
En diciembre de 2008, el gobierno de Indonesia prohibió diver-
sas importaciones como respuesta a la crisis internacional des-
atada en 2007. La medida generó críticas de la prensa y de los
socios comerciales afectados por la medida. Algunos días des-
pués, la ministra de Comercio, Mari Pangestu, defendió la medi-
da afirmando que «La decisión de impulsar la compra de bienes
nacionales no debe interpretarse como proteccionismo» (si me
permite, señora Pangestu, ésa, no otra, es la definición de pro-
teccionismo).
Indonesia no está sola en su retorno al proteccionismo.
Entre 2008 y 2009, los países del Grupo de los 20 (los países in-
dustriales más algunos emergentes, como Argentina) pusieron
en vigencia nada menos que 390 medidas proteccionistas. La
palabra «proteccionismo», que había aparecido 5 mil veces en
los principales diarios internacionales en el año 2000, pasó a
usarse 70 mil veces en esos medios en 2008.
Las declaraciones públicas de la señora Pangestu refle-
jan la visión negativa -la más popular entre los políticos y bue-
na parte de la sociedad- con respecto a las importaciones. Las
importaciones son, a fin de cuentas, bienes producidos en el
extranjero, que podrían ser reemplazados por producción local
generando así empleo y ganancias en el país. Ante la amenaza
latente de los competidores extranjeros, los aranceles (impues-
tos a las importaciones) y los cupos (límite máximo al número
140 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 141

de bienes importados) se presentan como instrumentos ideales Incentivos


para desalentar la entrada de esos productos.
El otro ángulo del problema es el de los incentivos al produc-
tor nacional. En condiciones de competencia abierta con sus
Consumidores versus productores pares extranjeros, que ofrecen a $ 100 lo que él ofrece a $ 120,
este productor trataría de bajar sus costos y su margen de ga-
¿Dónde flaquea el razonamiento anterior? El error surge de ig- nancia para sobrevivir en el mercado. Ahora, amparado tras la
norar, por un lado, el efecto sobre los demás sectores de la eco- muralla anti-importadora que representa el arancel, el produc-
nomía y, por el otro, los incentivos que crea la protección de los tor se mece en las apacibles aguas del monopolio, que lo libera
productos nacionales. Empecemos por el primer punto. Supon- del peligro de extinción a manos del competidor extranjero.
gamos que un fabricante coreano exporta sus computadoras a un Antes, el productor local luchaba por bajar su precio a
precio de $ 100 mientras que el fabricante nacional las puede pro- $ 100; ahora, cualquier precio que esté por debajo de $ 130 (el
ducir a un valor mínimo de $ 120. Sin ninguna intervención es- precio de importación más el arancel) le permitirá dominar el
tatal, las computadoras coreanas desplazarán a las computadoras mercado. Además de fijar un precio que maximice su ganancia,
nacionales. Si se implanta un arancel de, digamos, el 30%, el im- es muy probable que este fabricante, seguro de contar con una
portador local no podrá venderlas a menos de $ 130 (los $ 100 que clientela cautiva, comience a relajar sus niveles de eficiencia y
debe pagar al productor extranjero más los $ 30 del arancel que a producir computadoras de peor calidad.
cobra el gobierno). Mientras tanto, las computadoras nacionales Otro punto no desdeñable es que el consumidor deberá
continuarán valiendo $ 120, de manera que ahora serán la alter- resignarse a una gama poco variada de modelos nacionales, que
nativa más económica para los consumidores. El objetivo del se acrecentaría si pudieran importarse computadoras de diver-
arancel, en principio, ha sido alcanzado. sos fabricantes alrededor del mundo.
El punto crítico, que ha quedado oculto hasta aquí, es que
los consumidores terminan pagando $ 120 por un producto que
podrían adquirir a $ 100 si se aboliera el arancel. Ahora, el re- 142 ¿Consumidores informados?
RICARDO BEBCZUK PAR
sultado de la medida no parece indiscutiblemente positivo. Se-
guimos teniendo a algunos productores y trabajadores felices ¿Cómo es posible que millones de consumidores acepten com-
con el arancel, pero, al mismo tiempo, millones de consumido- prar productos caros y de mala calidad mientras un grupo pe-
res pagan mayores precios por esa felicidad ajena. Para compli- queño de empresas engruesa sus beneficios a costa de ellos? La
car aún más las cosas, no estamos seguros de que ese puñado razón es simple: a diferencia de los productores, los consumi-
de fabricantes y empleados -unos miles comparados con los dores están desinformados y no tienen coordinación entre sí. Es
millones de consumidores- no puedan encontrar una ocupación poco factible que los consumidores sepan de la existencia de una
tanto o más rentable en otro sector sin necesidad de recibir este computadora coreana que valdría $ 100 y, aunque tengan ese
subsidio encubierto por parte de los compradores. dato, no cuentan con una estructura organizada para reclamar
por el injusto tratamiento que reciben. Además, los $ 30 adicio-
nales pueden ser insignificantes para una familia que compra adquirido y se resistirán a su eliminación. Por último, aunque no
una computadora, pero constituye una jugosa ganancia para el menos importante, el uso del arancel presupone que el sector
fabricante de cientos de miles de unidades. protegido afronta un problema por el lado de la oferta: los pro-
Los productores, por el contrario, son pocos, pero cuen- ductores extranjeros tratan de arrebatarles el mercado a los na-
tan con los medios para influir sobre los encargados de la polí- cionales. El verdadero problema suele venir del lado de la
tica y sobre los medios de comunicación. Su principal demanda: en épocas de bajo crecimiento o de crisis, las ventas
argumento en las campañas públicas a favor de la protección inexorablemente caerán. Incluso con una prohibición absoluta a
arancelaria es la defensa del empleo nacional. Dos argumentos las importaciones, la producción doméstica se resentirá porque
mucho más controvertidos -el aumento de las ganancias de los los consumidores y empresas locales reducirán sus compras. Si
productores y las pérdidas para los consumidores- no suelen este diagnóstico es correcto, las barreras a las importa dones ha-
ser mencionados en el discurso del sector empresario, del cual brán tratado de parar el diluvio con un frágil e inútil paraguas,
daremos un ejemplo real más adelante. por el cual, como si fuera poco, habremos pagado una fortuna.
Lo que es mucho más importante: las autoridades debe-
rían evaluar las alternativas de que disponen para impulsar el
Aranceles y empleo empleo y luego escoger la que suponga el menor costo para la
sociedad. Recordemos que los aranceles elevan el precio de los
El principal motivo práctico detrás del uso de los aranceles y sus bienes, por lo que hay que sopesar la ventaja otorgada a la pro-
distintas variantes es el deseo de mantener o incrementar el em- ducción con la carga impuesta sobre los compradores. Si se con-
pleo, una aspiración legítima de los gobiernos, especialmente en sidera el objetivo de empleo que persigue la política, el arancel
épocas de crisis. Por ejemplo, en los años posteriores a la crisis del será socialmente aceptable en tanto permita preservar un nú-
30 se observaron los aranceles más elevados del último siglo y mero significativo de puestos de trabajo.
medio. Sin necesidad de ir tan atrás en el tiempo, la crisis inicia- La decisión involucra entonces la pregunta: ¿es el aran-
da en 2007 ha reavivado el proteccionismo comercial en distin- cel la opción de política económica menos costosa para la socie-
tos países, como ya observamos al inicio de este capítulo. dad? En el caso que nos ocupa, una alternativa es evitar el
Sin embargo, los aranceles no son necesariamente la res- arancel y subsidiar el costo laboral de los fabricantes naciona-
puesta adecuada. En primer lugar, los aranceles pueden generar les para que puedan competir favorablemente con los produc-
represalias por parte de los socios comerciales, que podrían pa- tores coreanos. Por supuesto, tampoco hay que descartar la
gar con la misma moneda, en contra de los exportadores nacio- opción de mantener un arancel cero y permitir que las indus-
nales. Un ejemplo cercano son las tensas negociaciones con Brasil trias ineficientes dejen su lugar a los productos importados, un
como resultado de las trabas a las importaciones introducidas por punto que ya hemos debatido en profundidad. Más adelante,
el gobierno argentino en los últimos años. En segundo lugar, echaremos una mirada a estos beneficios y costos en el caso
aunque el arancel puede servir como medida de emergencia concreto de la protección al acero en Estados Unidos.
durante una crisis, los beneficiarios lo tomarán como un derecho
144 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 145

Entonces, posibilidad es reducir ciertas partidas de gasto público o incre-


¿por qué es tan popular el proteccionismo? mentar la deuda, pero ambas opciones son objetables por su efecto ,
sobre la popularidad del partido gobernante.
Tras haber desplegado la larga lista de pros y contras, es oportu- La «magia» del arancel (y de otras medidas semejantes)
no hacerse una pregunta que muchos economistas soslayan: si los reposa en su capacidad de generar los recursos necesarios sin
aranceles y otras restricciones parecen tener un efecto neto nega- desgastar la base de votantes del gobierno. Los consumidores,
tivo para la sociedad, ¿por qué siguen siendo una medida popu- como hemos discutido antes, no perciben el sobreprecio causa-
lar en muchos países? Aunque en la actualidad el arancel do por el arancel como un impuesto, aunque no es otra cosa. La
promedio en el mundo se ubica en el 7% (muy por debajo del 15 % opinión pública tampoco toma conciencia de que el arancel pro-
registrado antes de la década del '60 y del 25% de los años '30), voca una transferencia de un sector (los consumidores) a otro
estas medidas no parecen ser un recurso perimido u obsoleto. (las empresas). Esta transferencia ni siquiera figurará en las
De hecho, si bien los aranceles han caído, en parte han cuentas fiscales ya que se realiza directamente a través de la
sido reemplazados por restricciones comerciales más sutiles en suba del precio de mercado del producto protegido.
lo formal, pero más severas como barrera para la entrada de Al mismo tiempo, el anuncio de un freno a las importa-
bienes extranjeros. Un arancel de 30% significa que la compu- ciones que atentan contra el empleo y la producción local pue-
tadora procedente de Corea no se podrá comprar a $ 100, pero de granjearle al gobierno la simpatía de muchos votantes.
sí a $ 130. En cambio, la prohibición absoluta o los cupos máxi- Incluso si continúan existiendo importaciones después de po-
mos implican que el fabricante local se libera de toda competen-
ner en vigencia el arancel, el gobierno contará con una recau-
cia externa. Para evitar sanciones de la Organización Mundial
dación adicional para cubrir el gasto público. En conclusión, las
del Comercio, estas restricciones se justifican bajo motivos hu-
barreras a las importaciones pueden ser una mala idea para la
manitarios, sanitarios o ambientales. Por ejemplo, varios países
sociedad, pero no por ello dejan de ser una buena idea para el
vetan las importaciones desde países que permitan el empleo
gobierno.
infantil o la explotación de los asalariados o que exporten recur-
sos agotables en riesgo de extinción. Caso de estudio: EJ acero en Estados Unidos
Retomando la pregunta, ¿cómo pueden seguir gozando de
tánta aceptación las barreras comerciales a pesar de sus contrain- La industria siderúrgica estadounidense da una prueba de las
dicaciones técnicas? La respuesta reposa ya no en fundamentos bondades de que presume y las reservas que merece el protec-
puramente económicos, sino en cuestiones de estrategia política cionismo comercial. Este caso se inició hace más de cuatro dé-
del gobierno. El apoyo estatal al empleo de los sectores compro- cadas, en 1968, cuando el gobierno aceptó el reclamo de los
metidos por la competencia externa necesita recursos. Esos recur- productores locales y frenó, por medio de límites a las importa-
sos podrían obtenerse aumentando la presión impositiva sobre el ciones, la competencia del acero de Europa. Desde entonces, esa
sector privado y luego transfiriéndolos a las industrias subsidia- política se extendió, bajo distintas formas, hasta la actualidad.
das, pero la suba de impuestos suele despertar descontento en- El lobby de la siderurgia es el más activo y el que más recursos
tre la ciudadanía y el descontento se traduce en menos votos. Otra moviliza en Washington.
146 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 147

¿Ha generado este escudo a las importaciones los fines • La protección al acero ha peijudicado seriamente a las industrias
buscados? De acuerdo con estudios del Institute for International que usan el acero como insumo, que se han visto obligadas a
Economics, los resultados del esquema han sido los siguientes: pagar mayores precios. Este sector incluye a las automotrices y ?
a los fabricantes de maquinaria industrial y de otros produc-
• La protección ha generado a los consumidores un costo anual
tos metálicos. Estas industrias emplean a unos 6,9 millones
de 3.500 millones de dólares.
de trabajadores, nada menos que 57 veces más que la indus-
• De esos 3.500 millones, sólo 700 millones beneficiaron a los
tria del acero. Se estima que. por cada trabajo preservado en
trabajadores. Del resto, 2.400 millones fueron a parar a los
la industria siderúrgica, se han perdido dos puestos de traba-
bolsillos de los accionistas, los acreedores y los importado-
jo en las industrias consumidoras de acero. Estos números
res y 400 millones representan la pérdida de empleo en las in-
dustrias usuarias de acero. confirman, en línea con nuestros principios económicos del
• La contrapartida de estos cuantiosos costos no ha sido una Capítulo I. que la protección a una determinada industria se
mejora en el empleo del sector. Muy por el contrario, el nú- convierte en la desprotección de otras.
mero de ocupados se contrajo de unos 300.000 a principios
El lobby del acero o cómo defender lo indefendible
de los ’80 a 120.000 en 2008. La causa de esta baja del em-
pleo no fueron las importaciones, sino el lenio crecimiento En un comunicado de comienzos de 2009. el American Iron and
de la demanda de acero en Estados Unidos. Steel Institute, vocero oficial de la industria siderúrgica, procla-
• Esta política permitió salvar 9.700 empleos en la industria si- maba: «Países como China. India, Brasil o Rusia utilizan sub-
derúrgica, con un costo para los consumidores de 360.000
sidios, monedas devaluadas y exenciones impositivas para
dólares por puesto.
expandir sus exportaciones. Estas medidas, sumadas a la falta
• El salario bruto (incluyendo los beneficios sociales) de un tra-
bajador siderúrgico es de 72.000 dólares. Este valor implica de atención a la emisión de gases y su efecto sobre el cambio
que cada empleo mantenido costó 5 veces el ingreso normal climático, aumentan el riesgo de pérdida de empleos y la caida
percibido por esos trabajadores. Un generoso seguro de des- de la competitividad de la economía estadounidense. Leves co-
empleo para los trabajadores que resulten desplazados por la merciales fuertes deben ser la base de la agenda pro-industria
competencia externa hasta que consigan un nuevo trabajo para los Estados Unidos».
sería una alternativa igualmente satisfactoria y mucho menos
Es fascinante indagar en la dialéctica que se esconde de-
costosa para la sociedad.
trás de esa frase. En primer lugar, ayunamente atribuye las difi-
• La industria del acero genera apenas el 0.5°.ó del PBI esta-
dounidense y emplea al 0.09% del total de ocupados, con cultades de la industria del acero estadounidense a las prácticas
lo cual se generan distorsiones desproporcionadas en rela- desleales de los competidores extranjeros, lo que desvía el foco
ción con el insignificante tamaño del sector en el total de la de la incapacidad de los ineficientes productores locales para
economía. competir con sus pares de otros países. Notemos también que se
tilda de desleal aquello que, en mayor o medida, ha usado el go-
148 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 149

bierno estadounidense muchos otros para impulsar sus propias países productores de materias primas forman parte de la fron-
industrias. dosa lista de «retenedores».
La inteligencia del discurso no se detiene allí. La última Por medio de las retenciones, el gobierno se apropia de
parte apela desaladamente al sentimentalismo del público y de un porcentaje del precio de venta de las exportaciones. Si el
sus repiesuntantcs para aboyar por mayor protección ¿Quien no precio de la tonelada de trigo es 100 dólares, una retención del
se conmueve ante la malignidad de agravar el problema ambien- 20% implica que el exportador obtendrá un precio neto de 80
tal? Pues bien, los productores foráneos infringen todas las le- dólares. Como éste es el nuevo precio máximo que puede ob-
yes ambientales habidas y por haber mientras, parecería, los tener todo productor, la competencia entre los productores se
gases expulsados por las plantas estadounidenses ayudan a re- encargará de que el precio interno en dólares también baje a 80
constituir la capa de ozono. ¿Cómo no oponerse a la pérdida dc dólares.
empleos? Pues bien, los fabricantes chinos v sus secuaces dc El lado positivo de la medida es que reduce el precio para
otros países están usurpándoles el trabajo a muchos estadouni- los consumidores internos de trigo y le genera ingresos al Es-
denses. ¿No queremos tener una industria pujante? Los extran- tado. En algunos casos, las retenciones se utilizan para estimu-
jeros, dice, están arteramente impidiendo el logro de este lar la producción y exportación de bienes con mayor valor
objetivo nacional. agregado, mediante el gravamen a la materia prima -por ejem-
plo, miel a granel- y la exención al producto elaborado -miel
No debe escapársenos en estos tres puntos la habili-
envasada para la venta directa en el supermercado-.
dad del discurro para transformar un mensaje negativo en uno
El lado negativo es que reduce la rentabilidad de la pro-
positivo: la política anti'-importaciones se ha convertido por
ducción y, por lo tanto, la oferta y el empleo en el sector grava-
arte de magia en una política pro-ambicnlal, pro-empleo y
do. Con menos producción y mayor consumo interno, caen las
pro-industria.
exportaciones.
Por encima de esta lista de beneficios y costos, los argu-
mentos más citados a favor de las retenciones aplicadas en la
Las retenciones última década en Argentina son: 1) la redistribución de las enor-
mes rentas generadas por la mega-devaluación y la suba de
En distintos momentos, el gobierno ha instaurado impuestos
precios internacionales; 2) la reducción del precio interno de los
sobre las exportaciones, ingeniosamente llamadas «retencio-
alimentos y el control de la tasa de inflación, lo cual supone un
nes» para evitar cualquier alusión a un tributo o algo que se le
beneficio en la lucha contra la pobreza; 3) el aumento
150 RICARDOde la re-
BEBCZUK PAR
parezca. Impuestos hay de todos los colores, pero las retencio-
caudación impositiva.
nes tienen el aspecto escandaloso de gravar el objetivo más pre-
Cada uno de estos argumentos amerita una réplica. So-
ciado de muchas estrategias de crecimiento.
bre el primer punto, con la devaluación ganaron muchos sec-
De todas formas, a diferencia de la birome y el dulce de
tores que, sin embargo, están libres de este tributo. En todo caso,
leche, las retenciones no se cuentan entre los inventos argenti-
habría que demostrar, con datos precisos por empresa y por
nos. Se aplican desde hace siglos y en la actualidad más de 60 industria, que el complejo agropecuario ganó mucho más que
los otros sectores. En la misma línea, habría que establecer qué dad su mensaje a través de los medios, un mensaje en general
riesgos implica la actividad rural en relación con el resto de las edulcorado y que busca evitar las ríspidas aristas del análisis
actividades, tomando en cuenta la volatilidad histórica de las económico.
ganancias y la dependencia de factores internacionales y climá- Un punto de sumo interés es que, en una inspección rá-
ticos. Aun si las ganancias ajustadas por riesgo siguen siendo pida de las cifras, las retenciones no deprimieron la producción
abultadas, habría que justificar la doble tributación pues estas agropecuaria. De 1991 a la actualidad, la producción de cerea-
empresas ya están gravadas con el impuesto a las ganancias. les y oleaginosas se ha triplicado mientras que el área sembra-
Sobre el segundo punto, es verdad que la medida tiene da aumentó un 50%. El incremento a lo largo de ese período ha
un impacto favorable sobre el ingreso de los sectores de meno- sido ininterrumpido y ha llevado la producción total a niveles
res recursos. Sin embargo, esto no parece coherente con, por un nunca alcanzados en la historia del país.
lado, el hecho de que la medida favorezca a los pobres tanto Estos datos nos ofrecen dos valiosas lecciones:
como a los ricos (todos acceden a alimentos más baratos) y, por 1. La Convertibilidad no fue tan dañina sobre los produc-
el otro, el hecho de que la inflación acumulada desde 2001 sea tos de exportación como se plantea habitualmente. Ya se mos-
de un 400%. Si se quiere enfrentar la pobreza, la baja de la in- tró en el Capítulo 3 que un tipo de cambio bajo reduce la
flación y el uso de subsidios bien orientados a los pobres resul- rentabilidad de la producción, pero a la vez facilita el acceso a
tan mucho más saludables que las retenciones. insumos y tecnología importada, con un impacto positivo so-
El punto que mejor se sostiene es el del aumento de los bre los costos. Las mejoras tecnológicas de los '90, además, fa-
ingresos del gobierno. Las retenciones son atractivas porque vorecieron una extraordinaria ganancia de productividad
evitan la evasión más fácilmente que el impuesto a las ganan- (rendimiento por hectárea) y, luego de la crisis, la expansión
cias (porque todas las exportaciones se centralizan en la adua- productiva.
na) y porque este impuesto resulta simpático para la mayoría 2. La combinación de un tipo de cambio alto y precios
de los votantes (recae sobre pocos contribuyentes, propietarios internacionales elevados apuntaló el dinamismo después de
de grandes y cotizadas extensiones de tierra). Sin embargo, se 2002 neutralizando el efecto negativo de la suba en los costos
pasa por alto que hay productores pequeños y que la caída del de los insumos importables y la imposición de retenciones. Sin
precio también repercute sobre el empleo y los salarios de tra- embargo, que la producción haya aumentado a pesar de las re-
bajadores rurales de bajos ingresos. Lo cierto es que las reten- tenciones no nos dice cuánto podría haber crecido sin ellas.
ciones agropecuarias -que varían entre el 5% y el 32%, con un Hasta 2008, en un contexto de inflación y tipo de cambio
promedio cercano al 25%- constituyen un 11% de los ingresos real alto, el impacto de las retenciones (tanto negativo como
tributarios del gobierno desde 2003 hasta la actualidad. positivo) fue muy tenue. La situación macroeconómica y social
Las retenciones han sido antes de 2008-2009 un tema de no habría cambiado mucho con o sin retenciones.
153 Lo que
RICARDO aca-
BEBCZUK
debate antes político que económico. En el plano político, las paró la atención era el conflicto político que desataron.
retenciones enfrentan al gobierno con sectores rurales bien or- Después de 2008, el agotamiento de la ventaja cambia-
ganizados para defender sus intereses; la opinión pública se ría, producto de una inflación muy superior a la devaluación
alinea en uno u otro bando según cuál instale con más efectivi- cambiaría y precios internacionales más fluctuantes, invita a
plantear nuevamente la pregunta sobre el efecto de las retencio-
nes en la rentabilidad agropecuaria.
CAPÍTULO 8
¿Deberían impedirse la entrada y la salida de dólares?
¿Es malo el endeudamiento?

¿Cuánto se gana y cuánto se pierde por permitir que los capi-


tales entren y salgan libremente del país? La apertura financie-
ra, como tantos otros temas expuestos en nuestro recorrido, se
ha prestado a interpretaciones extremas y, por qué no decirlo,
desatinadas. Asociada en tiempos recientes al ideario neolibe-
ral de los '90, la apertura financiera ha sido denostada sin pie-
dad por la oleada revisionista de los 2000.
En la teoría económica tradicional, un país abierto a la
movilidad de capitales debería estar mejor que uno cerrado.
Pensemos en países emergentes, como Argentina, con excelen-
tes oportunidades de inversión productiva que esperan ser ex-
plotadas, pero sin suficiente ahorro interno para financiar
semejante cantidad de proyectos. En estos países, los capitales
externos podrían ocupar la brecha que deja la escasez de aho-
rro doméstico. Los inversores de países desarrollados, a su vez,
se beneficiarían colocando sus fondos en activos de alta renta-
bilidad, difíciles de localizar en economías maduras y, por ende,
menos dinámicas. Pongámosle números hipotéticos a nuestro
argumento: si la rentabilidad anual en el país emergente es de
20% y en el país desarrollado es de 5%, para todas las partes
resultará positivo un préstamo al 10%. La posibilidad de enca-
rar estos proyectos hará crecer la economía, a su debido tiem-
po, sin generar tensiones de ninguna clase pues los proyectos
generan suficiente «caja» como para devolver los préstamos
externos y dejar jugosas ganancias internas.
No obstante, la vida nunca es tan fabulosa como la soña-
mos. En el caso de la apertura externa, tenemos que considerar
156 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 157

muchos aspectos que se ignoraron en la idílica hipótesis ante- Ahora, la respuesta nos acerca a la cuestión del uso de
rior. Para empezar, necesitamos hacer una cuenta que todos los fondos y nos aleja de la cuestión menos conducente de si
hacemos en nuestras casas y que no escapa a la contabilidad de la deuda es en sí buena o mala. Cuando la deuda financia un
un país: alto nivel de consumo, resulta más probable que cause com-
plicaciones que cuando financia mayor inversión. De hecho,
Gasto - Ingreso = éste es el punto que divide aguas entre los defensores y los
Endeudamiento detractores de la apertura: posiblemente sin ser conscientes de
ello, los primeros suponen que la apertura financiará inversión
Dentro del argumento anterior, el endeudamiento del y los segundos se aferran a la idea de que la deuda financia
país no sería un peligro, sino una bendición. Desde otra pers- fiestas de consumo.
pectiva, esa misma cuenta delata el riesgo latente de la deuda: En realidad, amortiguar una caída del consumo recu-
un país endeudado es un país que vive por encima de sus posi- rriendo al crédito es una excelente idea. Hemos hablado ya de
bilidades. Si se gasta más de lo que se gana, los problemas no que la gente y los países alcanzan un mayor nivel de bienestar
tardarán en aparecer. Este último es el argumento más popu- si logran sortear las vicisitudes imprevistas de una caída tem-
lar y también el menos atendible para oponerse a la apertura poraria de ingresos contrayendo deuda. El problema reside en
externa. El motivo: ningún endeudamiento es bueno o malo de que los bienes que consumimos hoy nos dan satisfacción inme-
por sí. Lo que resulta bueno o malo es el uso que se les da a los diata, pero no generan la capacidad productiva necesaria para
fondos. Por otra parte, la obcecada discordia hacia la apertura pagar el compromiso asumido, con lo cual un mayor consumo
externa se da de narices con la defensa de la profundización del hoy se paga con menor consumo mañana. La inversión, en prin-
crédito bancario dentro del país: si la deuda significa siempre cipio, está libre de este problema.
una amenaza, da lo mismo que el acreedor sea un extranjero o Si seguimos la recorrida, ya dentro de los respectivos
un compatriota. pasadizos del consumo y la inversión, encontraremos que uno
lleva al sector privado y otro lleva al sector público. Aquí tam-
bién se tiende a pensar que el gasto privado resulta menos pe-
Dime en qué gastas y te diré qué te espera ligroso que el gasto público financiado con deuda.
La causa es que un gobierno irresponsable, pero con ac-
Demos unos pasos más y empezaremos a divisar pasadizos
ceso a un crédito externo a pagar en 10 o 20 años, podría tomar
oscuros en los que deberíamos aventuramos con suma pruden-
esa deuda, hacer gastos que aumenten su popularidad entre los
cia. Como el gasto puede destinarse al consumo o la inversión,
votantes y trasladar el peso del pago a un gobierno posterior.
resulta que:
158
Además, RICARDO
los gobiernos, protegidos por la llamada BEBCZUK
inmunidad PARA
(Consumo + Inversión) - Ingreso = soberana, no quiebran.
Endeudamiento El sector privado no sólo obtiene crédito a plazos más
cortos, sino que además no goza de la ventaja de poder trasla-
dar las cuentas impagas a un inocente desprevenido como el
universo de votantes, de modo que manejará sus decisiones con tos riesgos deben ser cuidadosamente contemplados si se desea
más cuidado para prevenir una futura quiebra. evitar la pesadilla de una crisis. (De hecho, la mayoría de estos
Aunque el gobierno aplique los recursos externos con riesgos está presente también para un préstamo dentro del país,
buenas intenciones y buen criterio, este punto sigue siendo por lo que no hablamos aquí exclusivamente del endeudamien-
válido. Por más que el gobierno invierta estos dólares en la to externo.)
construcción de nuevas escuelas, hospitales y rutas (y, de Un primer aspecto crucial es que el país está asumiendo
paso, corte infinidad de cintas de inauguración besando be- deuda en moneda extranjera, lo que nos expone al riesgo de una
bés para las fotos), dichos bienes públicos no generan los devaluación. En caso de que los recursos no se apliquen a la
dólares para pagar la deuda contraída. Es ocioso aclarar que producción de exportaciones o sustitutos de importaciones, una
estos gastos son imprescindibles, pero para algo se crearon devaluación significativa causará serias pérdidas, sin importar
los impuestos. la calidad del proyecto. El descalce entre ingresos en pesos y
Para ser justos, aclaremos que el sector privado también egresos en dólares (u otras monedas) fue uno de los factores
puede sobreendeudarse. Tal situación se da, por ejemplo, críticos para el origen y la profundidad de la crisis de 2002. Los
cuando las empresas anticipan que el gobierno se hará cargo costos, cuándo no, los absorbió el Estado invitándonos a todos
de las deudas privadas si las cosas no resultan bien. No ha sido a compartirlos.
otro el infortunado desenlace en varios episodios explosivos A este problema cambiario tenemos que sumarle el cam-
a nivel internacional, como la crisis de la deuda en 1982 o la bio en las tasas de interés internacional, sobre las que el país no
crisis asiática de 1997; los salvatajes estatales de 1982 y 2002 tiene control. Aunque los préstamos sean a largo plazo, las ta-
revelan un trasfondo similar. Como antes, el punto es que cual- sas se ajustan con relativa frecuencia. El ajuste en la tasa inter-
quier individuo oportunista intentará aprovecharse de situa- nacional desde fines de los '70 sembró la semilla de la crisis de
ciones con muchas ventajas y pocos costos. Cuando llegue el 1982; del mismo modo, el aumento de la tasa para Argentina
momento de hablar de las crisis, reflexionaremos sobre qué desde 1998, por efecto del creciente riesgo país, hizo lo suyo en
puede y qué debe hacer el gobierno ante estas conductas pri- el camino hacia el colapso de 2001-2002.
vadas. El caso argentino ejemplifica muy bien otro aspecto vin-
culado con el anterior: el resultado final de la inversión depen-
de también de la confianza, tantas veces cambiante, de los
A veces, ni la inversión nos salva inversores internacionales. Cuando entre ellos reina el pesimis-
mo, el capital busca salir rápidamente. Muchos proyectos en
Decíamos antes que, si los fondos se canalizan a inversiones
ciernes, privados de pronto del financiamiento requerido, de-
productivas rentables, el endeudamiento es una opción atrac-
berán ser liquidados en forma prematura.
tiva para el país. Sin embargo, las deudas entrañan riesgos toda
vez que nos comprometemos a devolver los fondos, con inte-
reses y en moneda extranjera, a partir de los ingresos probables,
pero no seguros, que nos reporte la inversión productiva. Es-
160 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 161

Señores números: pasen, por favor PERÍODO INVERSIÓN AHORRO ENDEUDAMIENTO

A) (2) (3) = (1) - (2)


Para dejarlo en claro desde aquí, la evidencia acumulada les da
la espalda a los defensores de la apertura irrestricta. Muchos 1991-2001 25,5 24,8 0,7
estudios han tratado de establecer si la entrada de capitales favo- 2002-2010 27,2 29,0 -1/8
rece el crecimiento, pero los resultados son muy variados y, en
1991-2010 26,3 26,7 -0,4
consecuencia, poco confiables. A ello se suma, aunque se encuen-
tre una relación positiva, que resulta muy complicado determi- FUENTE: BANCO MUNDIAL
nar si la entrada de capitales causa el crecimiento posterior o si
es que el crecimiento actual o esperado atrae capitales. AHORRO, INVERSIÓN Y ENDEUDAMIENTO (EN % DEL PBI)
Si dejamos de lado los estudios formales, podemos mos- ARGENTINA, 1991-2010
trar evidencia más directa que también cuestiona las bondades de
la apertura. Para presentar la pieza clave de esta evidencia, recor- PERÍODO INVERSIÓN AHORRO ENDEUDAMIENTO
demos que el ahorro es igual al ingreso menos el consumo y así:
(1) (2) (3) = (1) - (2)

(Consumo + Inversión) - Ingreso - 1991-2001 17,6 14,5 3,1


Endeudamiento
2002-2010 20,2 23,2 -3,0

Inversión - (Ingreso - Consumo) = 1991-2010 18,8 18,4 0,4


Endeudamiento
FUENTE: BANCO MUNDIAL

Inversión - Ahorro =
Endeudamiento
Estos cuadros contienen más información de lo que apa-
rentan. En primer lugar, nos muestran que los argentinos aho-
Con un pequeño giro en nuestras fórmulas previas, po-
rramos e invertimos menos que el promedio de los países en
demos ver el endeudamiento como los recursos externos que
desarrollo. Evaluaremos más adelante si esta deficiencia pue-
financian la inversión interna una vez que se ha agotado nues-
de incidir sobre nuestra capacidad de crecimiento. En segundo
tro ahorro (este endeudamiento es lo que los economistas lla-
man déficit o superávit de cuenta corriente, sobre el cual lugar, nos confirman que la inversión se mueve en sintonía con
hablamos oportunamente en el capítulo sobre tipo de cambio). el ahorro: el aumento de la inversión entre los '90 y los 2000 vino
Echemos una mirada a los siguientes datos para el con- acompañado por un incremento del ahorro interno. Esta estre-
junto de los países en desarrollo y luego para Argentina en par- cha relación entre inversión y ahorro sugiere que la capacidad
ticular: cié inversión de los países depende primordialmente de su pro-
Ahorro, inversión y endeudamiento (en % del PBI)
Países en desarrollo, 1991-2010
163 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 164

pia capacidad para generar recursos que financien esa inver- tas decisiones financieras el crecimiento actual y futuro de la
sión. Dicho de otro modo, el aporte de los capitales externos a economía.
nuestro proceso de inversión no parece ser tan fundamental Si los recursos externos favorecen el proceso de inversión
como plantea la facción aperturista. y crecimiento sin generar excesivos riesgos macroeconómicos, la
Inspeccionemos un poco más este último punto. Una deuda es una buena noticia. Países como India, Tailandia, Corea
buena forma de medir la contribución de los capitales externos o Malasia combinaron, con envidiable éxito, crecimiento soste-
es calcular cuánto representan sobre el total de la inversión. En nido y endeudamiento. De todos modos, la deuda, ya sabemos,
Argentina, para el período de 1991 a 2010, de cada 100 pesos de entraña riesgos siempre, por lo cual se requiere un minucioso
inversión, los capitales externos financiaron 1,6 pesos (el endeu- monitoreo y eventualmente una corrección del rumbo.
damiento de 0,3% del PBI dividido por la inversión del 18,8); en La falta de reacción ante las señales de alerta deriva fre-
consecuencia, los 98,4 pesos restantes se cubrieron con nuestro cuentemente en crisis profundas como la de Argentina a fines
propio ahorro. de los '90 (cuando el déficit externo llegó al 5% en 1998) o la de
Se desprende de estos datos que la entrada de capitales Grecia en la actualidad (tuvo un déficit externo del 10% en 2010).
ha hecho poco y nada para impulsar la inversión y, además, ha Tailandia y Malasia fueron países deficitarios hasta los '90, pero,
sido muy errática alo largo del tiempo. Si tomamos los dos sub- a partir de la crisis asiática de 1997, pasaron a enlistarse en las
períodos por separado, el endeudamiento financió un 18% de filas de los países superavitarios, sin que esto mellara su desem-
la inversión en los '90 (3,1 dividido por 17,6), pero desde 2002 peño productivo. Otros países sin duda exitosos y superavita-
hasta aquí, en vez de endeudamos, hemos prestado abundan- rios son China (superávit del 5% en 2010) y Alemania (6%).
tes recursos al resto del mundo o, lo que es lo mismo, hemos El caso argentino merece una reflexión especial. Argen-
ahorrado más de que lo invertimos en el país: el ahorro fue el tina se cuenta en el grupo de países superavitarios en crecimien-
23% del PBI contra una inversión del 20%. to, pero uno debe dudar antes de equipararlo con Alemania y
Con estas cifras a la vista, reaparece nuestro repetido China. A partir de los datos volcados en la siguiente tabla, los
mensaje sobre los peligros de empecinarse en una sola visión tres países caen en categorías distintas.
de la realidad. El exceso de ahorro sobre la inversión puede
leerse como una noticia positiva en tanto implica que el país
tiene un ingreso mayor a su gasto; tal superávit implica que
el país está aventando las amenazas latentes de una deuda
elevada. No obstante, hay también una lectura negativa: si
ahorramos más de lo que invertimos, estamos desviando una
parte de nuestro ahorro a usos productivos en otros países en
vez de mantenerlos en el país para ampliar nuestra capacidad
productiva. ¿Qué aprendemos de esta discusión? Simplemen-
te, lo que ya sabemos: endeudarse o prestar no es de por sí
una virtud ni un defecto. Lo que importa es cómo afectan es-
164 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 165

Ahorro, inversión yAlemania es el (en


endeudamiento típico
% delpaís
PBI) desarrollado donde ya esca- externo cubriría apenas el 5% de nuestras necesidades de
sean China
Alemania, los proyectos de2002-2010
y Argentina, alta rentabilidad propios de las econo- ahorro (1 dividido por 20).
PAÍS INVERSIÓN
mías en AHORRO
desarrollo ENDEUDAMIENTO
y, por eso, exporta capital a otros países. Ahora, supongamos que al año siguiente esos capitales
(1)China se inscribe
(2) en (3)
otra
= (1)categoría
- (2) (y la lidera): la categoría de deciden dejar el país. Un 1 % del PBI representa unos US$ 45.000
los países con niveles extraordinarios de ahorro (cerca del 50% millones, un valor no muy distinto al total de las reservas inter-
ALEMANIA 17,8
del PBI) y22,9 -5,1 con una remarcable tasa de inversión
que, incluso nacionales del Banco Central. Estas reservas se esfumarían du-
CHINA (41 %), pueden
40,7 49,1 sostener
-8,4 un holgado superávit externo. Esta alta rante el esfuerzo del gobierno por financiar la salida de capitales
ARGÉN TINA
tasa de ahorro
20,2 23,2
se explica
-3,0
por la enorme reinversión de ganan- (el Banco Central podría abstenerse de intervenir, pero la enor-
cias empresarias, el sector público superavitario y el bajo con- me demanda de dólares ansiosos por retornar al extranjero cau-
Fuente: Banco Mundial
sumo de las familias, que ahorran mucho para compensar la saría rápidamente una mega-devaluación). Por lo tanto, esta
falta de un sistema de seguridad social satisfactorio; además situación de entrada y posterior salida de capitales nos pondría
de estos factores puramente económicos, hay un factor cultu- en el peor de los mundos: un efecto positivo pequeño y tempo-
ral importante: el afán de los padres por acumular un patrimo- rario seguido de una crisis cambiaría con consecuencias nega-
nio elevado para asegurarles un matrimonio ventajoso a los tivas insospechables. Por otro lado, cuando entran, estos fondos
hijos varones. son suficientes para presionar el tipo de cambio hacia abajo y
Argentina está en una tercera categoría, en la que tanto causar burbujas financieras.
la inversión como el ahorro son relativamente bajos. El exceso No es casual que la mayor apertura externa desde me-
de ahorro sobre inversión parece ser una respuesta del sector diados de los '70 alrededor del mundo haya coincidido con la
privado a la alta incertidumbre que se plantea a largo plazo. La erupción de numerosos episodios de devaluación brusca y re-
gente ahorra más de lo que invierte y lo hace por temor a ries- pentina. Distintos estudios han identificado nada menos que
gos económicos e institucionales futuros. Esta baja tendencia a 230 crisis cambiarías desde 1970. Estos eventos eran raros en
la inversión no es un fenómeno nuevo en Argentina. La tasa de décadas anteriores y, cuando ocurrían, su origen se vinculaba
inversión en el país ha rondado el 20% en los últimos 50 años. a problemas comerciales (divisas insuficientes para cubrir las
Nuestros problemas estructurales se remontan a varias décadas importaciones) antes que a problemas financieros (decisiones
atrás y siguen esperando una solución. especulativas de inversores locales y extranjeros).
La mayor vulnerabilidad del sistema cambiario ha con-
vencido a muchos gobiernos de la necesidad de mantener nive-
El peor de los mundos les inéditos de reservas internacionales en sus bancos centrales.
En la actualidad, en los países emergentes estas reservas llegan
La desdeñable asistencia que provee el ahorro externo para al 53% del PBI; ese valor, diez años atrás, ya era del 32%. Si bien
financiar la inversión local puede, sin embargo, provocarle China acapara casi la mitad de estas reservas, la tendencia es
serias contrariedades a una economía en desarrollo. Supon- común a la mayor parte de estas economías.
gamos que la entrada de capitales en Argentina representa
el 1% del PBI. Con una tasa de inversión del 20%, el ahorro
166 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 167

¿Una mano en las malas? Tres fábulas sobre la entrada y la salida de capitales
Podemos darle otra chance de defensa a la movilidad de capi- Argentina ha mantenido una relación tensa e intensa con la
tales invocando un argumento diferente: no importa que entren movilidad internacional de capitales. Además de dos experi-
muchos capitales ni que entren todo el tiempo, sino que estén mentos fallidos de apertura irrestricta (en los '70 y en los '90),
disponibles en los momentos de penuria, como un seguro al que que terminaron en crisis profundas y DEFAULT sobre la deuda ex-
se recurre temporariamente para luego pagarlo. Lamento infor- terna, el sector privado ha desarrollado un apego inclaudicable
mar que esa línea de defensa también está destinada al fracaso. al dólar como reserva de valor.
En la práctica, la entrada de capitales es alta cuando la econo- Los activos argentinos en moneda extranjera -desde in-
mía crece y es baja o negativa cuando la economía está en mala versiones sofisticadas en el extranjero hasta dólares atesorados
forma. Los amigos están en las malas, pero los inversores no en floreros, colchones y placares dentro del país- pasaron de
entienden muy bien el concepto de amistad. 50.1 millones de dólares en 1991 a unos 200.000 millones en
En la misma línea, algunos defienden la movilidad de ca- la actualidad, sin mostrar signos de merma en ningún moifien-
pitales como un mecanismo para diversificar los riesgos domés- to a lo largo de todos estos años. El ahorro acumulado en dóla-
ticos. En ese caso, lo que importa no es cuánto capital ingresa, res, fuera del circuito productivo o utilizado para financiar
sino tener abierta la posibilidad de invertir parte de nuestro consumo e inversión en el extranjero, equivale al 50% del PBI.
capital en otros países para ponerlo a salvo en caso de recesio- Para comparar, los depósitos totales en el sistema financiero
nes o crisis internas. Los estudios demuestran que una cartera local no llegan al 17%.
diversificada internacionalmente mejora su rentabilidad y/o Al mismo tiempo, tanto los políticos como las personas
reduce su volatilidad. De todas maneras, estos beneficios tien- en general muestran una aversión desembozada hacia el capi-
den a diluirse durante las crisis de alcance internacional. La in- tal extranjero y las fugas de capital. Nuestra relación con el dó-
tención al invertir en el extranjero es amortiguar las caídas lar es parecida a la que tenemos con ciertas películas malas: en
locales con buenos rendimientos en el exterior, pero en muchas público decimos odiarlas, pero las miramos encantados cada
crisis recientes los problemas afectaron a muchos países al mis- vez que las pasan por televisión.
mo tiempo haciendo irrelevante la diversificación justo en el Con todo, en el imaginario popular circulan tres fábulas
momento en que resulta más valiosa. Esta y otras razones ex- tan arraigadas como falsas:
plican por qué, alrededor del mundo, la gente tiende a invertir
la mayor parte de su riqueza en su propio país en vez de colo-
carla en distintos países para diversificar el riesgo. No es, cier- ¿El enemigo está afuera?
tamente, el caso de Argentina, donde sabemos lo arraigada que
está la costumbre de ahorrar en dólares, mantenidos aquí o en 1. Los capitales extranjeros son desaconsejables porque
168 RICARDO BEBCZUK
su objetivo es PARA
el extranjero. una ganancia especulativa a muy corto plazo
Estos capitales adoptan nombres como «fondos buitre»,
«capitales golondrina» y otras denominaciones aviarias. Esta
connotación negativa está, en parte, justificada. Es cierto que al- un año o más o de hacer un depósito no remunerado u otra for-
gunos capitales se mueven de acuerdo con esta lógica, lo cual tie- ma de impuesto. Estas restricciones, bien administradas, pueden
ne efectos desestabilizadores sobre la economía receptora cuando alterar favorablemente la composición de los flujos de capitales.
entran y, especialmente, cuando se van en bandada (como las Si nos preguntamos por qué los extranjeros están dispues-
bandadas de pájaros, por supuesto). Sin embargo, su conducta tos a hundir dinero en economías menos estables que las propias,
no se distingue en nada de la del inversor local, grande o peque- no creamos que lo hacen por lo confiables que somos, sino -vaya
ño, cuando cae presa del temor. ¿Es menos condenable el ahorris- ironía- por la poca confianza que inspiramos. Movidas por el
ta que hace un depósito a 30 días (nunca a 1 o 2 años) y lo retira deseo de servir a nuevos mercados y expandir sus ventas, las
para comprar dólares ante cualquier rumor adverso? En ambos empresas extranjeras podrían simplemente vender franquicias
casos, son simplemente personas, con más o menos dinero, que a empresas locales y cobrar regalías. No obstante, ante el temor
tratan de encontrar el mejor refugio para su patrimonio. a posibles fraudes, en países con sistemas legales deficientes es-
Aún más fantasiosa es la idea de que todos los capitales tas empresas optan por instalarse (por ejemplo, una empresa far-
torean la forma de inversiones de cartera destinadas a la com- macológica puede temer que la franquicia local no declare sus
pra de bonos, acciones o colocaciones bancarias de corto plazo. ventas reales para reducir el pago de franquicias). De todos mo-
En realidad, la inversión extranjera directa (IED) constituyó dos, la desconfianza no es inocua. Por ejemplo, en el último lus-
nada menos que el 68% de los capitales extranjeros en el país en tro, la IED en Argentina ha sido mucho más baja que en Brasil e
2010 y este número ha sido igualmente elevado en décadas re- incluso que en países más pequeños, como Chile o Colombia,
cientes (por ejemplo, era del 61% en 2001). donde estos inversores perciben condiciones más amigables.
La IED consiste de fondos que ingresan en el país sin Tampoco hay que caer en la impresión de que la IED nos
pasar por el mercado financiero y se destinan a la adquisición libera de todos los males de este mundo. Las empresas multina-
de empresas en marcha o, todavía mejor, a la creación de nue- cionales pueden hacer maniobras financieras lícitas para reducir
vos emprendimientos. Al incorporar tecnología y prácticas de su exposición a riesgos locales; por ejemplo, incrementar la remi-
negocios novedosas, la IED puede generar importantes derra- sión de utilidades y dividendos o hacer préstamos a sus casas
mes sobre el resto de la economía, más allá de su efecto directo matrices. En Argentina, muchas empresas usaron intensamente
sobre el empleo y la producción. Desde la óptica financiera, la esos mecanismos entre 2001 y 2003. Por otra parte, la IED gene-
ventaja de la IED es que no resulta sencillo desarmar o vender ra, al entrar, los mismos problemas cambiarios, financieros y pro-
una empresa de la noche a la mañana, lo que la diferencia de los ductivos que acarrea cualquier otra entrada de dólares.
activos financieros, que pueden liquidarse en minutos. Esta irre-
versibilidad implica que la IED tiene objetivos de largo plazo
y, por lo tanto, es menos desestabilizadora que otros flujos. Extranjerización de la economía:
Una treintena de países, entre ellos Argentina, han busca- es un monstruo grande y pisa fuerte
do alentar, en general con éxito, la entrada de capitales de largo
plazo como la IED y desincentivar las inversiones extranjeras de 2. Los capitales externos se 1levan recursos que podrían bwertirse en
corto plazo. Para ello, se ha creado la obligación de permanecer el país y promueven la extranjerización de la economía
170 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 171

Si miramos el balance de pagos de Argentina (donde se ha estabilizado en un 81% desde fines de los '90 hasta la actua-
registran todas las transacciones con el resto del mundo), des- lidad.
cubriremos que en 2001 las empresas extranjeras afincadas en En cuanto al segundo punto, el prejuicio con respecto a
el país remitieron a sus países de origen 900 millones de dóla- la propiedad extranjera mezcla desinformación sobre sus cos-
res. En 2010, ese número se multiplicó por 9, trepando a 8.100 tos y beneficios (que esperamos haber evacuado en estos párra-
millones. ¿Significa que el país está cediendo gratuitamente su fos) con la memoria ancestral de los conflictos bélicos de antaño.
dinero o que el gobierno está favoreciendo intereses externos? Ante una guerra convencional entre países, la pérdida de con-
Claramente, esas conjeturas son incorrectas. Lo que pasa es sim- trol sobre industrias y recursos claves comporta un potencial
plemente que el país está cumpliendo con su parte en un con- riesgo geopolítico. Hoy, las guerras entre países son incidentes
trato: las empresas extranjeras invirtieron en algún momento en aislados en regiones apartadas. El eje del poder económico se
el país y la remisión de ganancias a sus casas matrices es el de- ha desplazado del poder político: las grandes empresas del
recho legítimo que asiste a cualquier inversor. mundo han descentralizado sus operaciones en diferentes re-
El enorme drenaje de recursos hacia otros países tampo- giones del mundo y, más importante, su capital está en manos
co significa que la IED no genere beneficios. Primero, estas de accionistas de las más diversas naciones. Los conflictos ya no
empresas contratan trabajadores, abonan salarios, compran in- se resuelven en los campos de batalla, sino en los mullidos si-
sumos y pagan impuestos en el país; sólo después pueden re- llones del lobby de un gran hotel.
mitir ganancias. Asimismo, las empresas no remiten todas sus Más allá de esta aprensión ya obsoleta, no hay motivos
ganancias, sino que suelen reinvertir una parte en la misma para establecer que la propiedad extranjera cause algún daño
empresa. En Argentina, las empresas extranjeras han reinver- con relación a la propiedad nacional. La fuerte penetración de
tido el 25% de sus ganancias entre 2005 y 2008 y el 63% en 2009. las empresas extranjeras no se explica por una imposición im-
A nivel internacional, la reinversión de utilidades explica alre- perialista de otros países, sino por el avance hacia actividades
dedor del 40% de la IED total de los últimos años. que no suscitaban el interés del capitalismo local. Mientras no-
Estos datos nos llevan a otro punto señalado con insis- sotros optábamos por llevar nuestros dólares a otros mercados,
tencia desde distintos sectores. La proliferación de empresas algunos extranjeros vieron oportunidades de negocios en nues-
multinacionales en el país implica que nuestra estructura pro- tro país, ocupando un espacio que bien podrían haberse capi-
ductiva se ha extranjerizado. ¿Es cierto? Sí. ¿Supone este pro- talizado internamente. Las ganancias repatriadas son la
ceso algún tipo de amenaza para el país? No. compensación por el riesgo asumido en una economía
172 RICARDOque, a ve-
BEBCZUK PARA
En cuanto al primer punto, los datos oficiales sobre las ces, espanta incluso a los propios residentes.
500 empresas de mayor facturación del país dan cuenta de que, Por otra parte, la fuerza de las multinacionales no crece
en 1993,161 de ellas eran de capital extranjero y, en el año 2000, en proporción con la debilidad de las economías. Buen ejemplo
llegaban a 282. Ese proceso no se revirtió en la post-crisis y para de ello es que en Alemania las multinacionales extranjeras son
2009 el número no había variado. La producción de estas em- responsables del 37% de la producción manufacturera, en el
presas como porcentaje de la producción total en el país siguió Reino Unido son responsables del 46% y en Australia, del 51 %.
una trayectoria similar: con un ya muy elevado 62% en 1993, se En la misma dirección, la economía que recibe más IED en el
mundo es Estados Unidos y entre las 10 primeras también figu- respecto a la fuga de capitales argentinos hacia el extranjero.
ran Bélgica, Alemania, el Reino Unido y Francia. Desde el comienzo, tenemos acuñada una expresión, «fuga de
A su vez, economías emergentes -en especial, del sudes- capitales», que ya está emitiendo un juicio de valor con respec-
te asiático y de América Latina- exportan capital a otras econo- to a todos los argentinos que compran dólares como forma de
mías emergentes. Argentina tiene unos 21.000 millones de ahorro. Usualmente, se «fugan» criminales o convictos, pero
dólares de IED en otros países. La IED no es un mecanismo de esta expresión se usa sin importar que la transacción financie-
dominación internacional, sino una mera estrategia de expan- ra sea perfectamente lícita.
sión comercial. Las estadísticas de productividad, remuneracio- Hay una cuota de verdad, a simple vista abrumadora, en
nes, normas laborales, gastos de investigación y desarrollo y la mirada negativa sobre la inversión argentina en el extranje-
otros sugieren que las empresas de capital extranjero exhiben ro. Cada dólar invertido en otro país es un dólar menos inver-
normalmente un mejor desempeño que las de origen local. tido en nuestro país que podría servir para crear nuevos puestos
Una vez más, es útil mirar el problema desde un ángulo de trabajo y fortalecer nuestra capacidad productiva. (Nótese
distinto. En Estados Unidos, algunas encuestas revelan que la que es el mismo argumento que lanzamos para revisar la su-
mayor parte de la opinión pública también está descontenta con puesta ventaja de los superávits externos. Quienes defienden los
la inversión extranjera, pero, en este caso, con la inversión de superávits externos suelen ser los mismos que atacan la salida
Estados Unidos en otros países. El debate gira en torno a la pér- de capitales: ironías de la vida.)
dida de empleos dentro del país, ligada a la relocalización o ter- El error principal reside en pasar por. alto los motivos de
cerización de ciertas industrias en otros países. (Aclaremos que esta decisión. La dolarización era un fenómeno desconocido en
la denominación «tercer mundo» es una expresión de tiempos Argentina hasta que la inflación y la inestabilidad se convirtie-
de la Guerra Fría y no tiene nada que ver con los países que se ron en parte del paisaje macroeconómico y el peso se transfor-
usan para tercerizar operaciones.) Desde esta óptica, los bene- mó en una papa caliente que nadie quería tener en las manos
ficiados son los países y los trabajadores donde se radica la IED, ni en los bolsillos. Si estamos a la expectativa de un terremoto
no los países inversores. En vista del crecimiento incesante de que azotará nuestra casa, haremos bien en poner a salvo parte
la IED a nivel internacional y de que se trata de transacciones de nuestros bienes en otro lugar. Frente a este temor, se dolari-
voluntarias, tenemos que esperar que sean mutuamente bene- zan el empresario grande y el chico, la familia y hasta el gobier-
ficiosas. No parece muy lógico que las dos partes se muestren no (si forzamos el argumento, ¡la acumulaciónRICARDO
174 de reservas del
BEBCZUK PARA
como la parte damnificada. Banco Central podría considerarse fuga de capitales!).
En vez de atacar la raíz del problema, en Argentina se ha
recurrido a parches. En los '90, se puso un límite del 10% a la
Salida de capitales: ¿son los controles la solución? inversión en el extranjero de los fondos privados de pensión. En
los últimos años, con la reforma del sistema de pensiones, se han
1. Hay que limitar la fuga de capitales argentinos hacia el exterior
repatriado esas colocaciones y lo mismo ocurrió en la industria
Retomemos ahora el hilo de nuestra discusión anterior.
de seguros, a lo cual se suman el monitoreo y las restricciones
Se ha generalizado una idea sobre lo que habría que hacer con
sobre las operaciones de compra-venta de dólares de empresas
y particulares. Las repetidas iniciativas gubernamentales que Como en el caso del intercambio de bienes, el intercam-
instan a la repatriación voluntaria' de fondos también han sur- bio de dinero a través de las fronteras favorece a las economías
tido un nulo efecto. de ambos lados. Si una empresa extranjera invierte 100 millo-
El control de las inversiones en el extranjero no es una nes en el país y, al mismo tiempo, los residentes de ese país de-
muestra de fortaleza, sino de debilidad de la política económi- ciden invertir 100 millones en el exterior, el flujo neto es nulo,
ca; brinda una pésima señal a los inversores locales y extranje- pero la empresa extranjera gana generando nuevos mercados
ros. En general, los países más ricos y estables, al igual que y ganancias, los locales ganan trabajando para la nueva empre-
varios países emergentes, no necesitan frenar los movimientos sa, los inversores locales que transfieren dólares al otro país
de capitales, más que nada porque sus habitantes no prefieren consiguen diversificar su riesgo y con esos fondos financian
las monedas extranjeras a la propia. Los países que instalan emprendimientos que favorecen a productores y trabajadores
controles sobre las salidas de capitales son los que no logran extranjeros. Estas ganancias no podrían haberse cristalizado sin
controlar como deberían los desequilibrios macroeconómicos. apertura de capitales.
En otras palabras, la mejor manera de evitar los problemas ex-
ternos es evitar los problemas internos.
Esta última afirmación no supone ignorar que las zozo- Concentración de la economía: empresas grandes versus
bras en el frente externo pueden deberse en ocasiones al com- empresas pequeñas
portamiento errático de los inversores; por ejemplo, cuando se
contagia la crisis de un país a otro. Aunque para contagiarse es Aunque nos desviemos por un momcnlo de nuestro tema, la
necesario tener las defensas bajas, la probabilidad de una crisis dcmonización del capital extranjero está emparentada con las
importada suscita la pregunta: ¿debería prohibirse completa- suspicacias que despicrian las grandes empresas en general. Por
mente la salida de capitales? Las experiencias de Malasia y Tai- mucha simpatía que nos despierten las MiPyMEs (micro, peque-
landia tras la crisis asiática sugieren que esas medidas fueron ñas y medianas empresas), no hay evidencia de que ellas provean
efectivas. Sin embargo, fue una medida extrema y temporaria
ventajas indiscutibles en términos de salario, grado de formali-
que funcionó en dos países. Si, con las incontables crisis cam-
dad. productividad, tecnología, exportaciones o cualquier otro
biarías que reportamos, sólo dos países dieron este paso y lo
indicador de desempeño. Desde ya, estas empresas son cuna de
revirtieron unos meses después, algo nos dice que los riesgos
de un mal resultado siguen siendo altos. nuevos emprendedores y son intensivas en trabajo, dos cualida-
Aunque en años recientes se observa una tendencia inter- des apreciables a la hora de promover la innovación y el empleo.
nacional a mayores restricciones que en los '90, la apertura ex- No discutimos que la concentración del sistema econó-
terna sigue en franco crecimiento. El total de activos y pasivos
mico en pocas empresas no sea deseable: dota a los gigantes de
externos en las economías avanzadas ha pasado del 100% del PBI
un amplio margen de negociación frente a terceros (gobierno,
en 1985 al 400% en la actualidad. Para las economías emergen-
tes, ese total se ha duplicado pasando del 60% al 120%. Más allá trabajadores, acreedores). Sin embargo, debemos relativizar esto
de crisis y debates, prevalece la idea de que los flujos de capita- último tomando en cuenta que-justamente porque se trata de un
les generan beneficios con independencia de déficits y superávits. número reducido de compañías- el control gubernamental se
176 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 177

facilita, al contrario dc lo que ocurre con empresas más peque- ventajas, la concentración no es una abominación pergeñada en
ñas dispersas por el territorio. Está claro que los gigantes son algún siniestro mitin dc alto nivel, sino una respuesta natural del
fuertes y atemorizantes, pero les cuesta mucho esconderse. sistema económico ante la cual las intervenciones gubernamen-
tales deberían ser limitadas y juiciosas. Finalmente, no olvide-
En la práctica, las grand.es empresas evaden menos im-
mos que las empresas de distintos tamaños tejen lazos estrechos
puestos, tienen menos préstamos morosos y sus empleados tie-
entre sí. Muchas PyMEs son proveedoras o dientas dc grandes
nen mayor cobertura social. En las crisis, puede ocurrir que las
empresas, de modo que debería propiciarse un crecimiento ar-
grandes empresas ejerzan presión para recibir salvatajes privi-
monioso dc ambos segmentos.
legiados del Estado, como han hecho con éxito en Argentina en
las crisis de 1982 y 2002. Este síndrome del «demasiado gran- A partir de lo dicho, si se desea promover el nacimiento
de para caer» no es fácil de erradicar, pero la solución no reside y la supervivencia de empresas pequeñas, la más grande contri-
en desmembrar a las grandes empresas y convertirlas en unida- bución del Estado sería la mejora del marco institucional. Si se
des más pequeñas y manejables, sino en tratar de prevenir las cri- aceitan los mecanismos administrativos y judiciales para resol-
sis. (Por otra parte, durante las crisis, también las pequeñas ver conflictos entre individuos y empresas (lo cual impulsaría
empresas y las familias bregan en busca de algún amparo esta- la subcontratación), se limitarían las barreras burocráticas para
tal que en general obtienen. Por ejemplo, la pesificación asimé- la registración de nuevas empresas y, si se implantan mecanis-
trica de 2002 benefició a grandes empresas endeudadas con el mos de acceso al crédito para proyectos de alta calidad, se esta-
sistema bancario, pero no marginó a otros deudores. Enarbolar ría dando un paso trascendental a favor de la desconcentración,
la bandera del «demasiado pequeño para caer» da claros réditos sin necesidad de ningún ataque a la concentración. Estas mejo-
políticos y también genera beneficios para la sociedad.) ras institucionales resultarían más efectivas para promover las
MiPyMEs que muchos anuncios políticos altisonantes, imprac-
No parece haber entonces un gran mérito en las políti-
ticables, sin resultados visibles, que alimentan un falso y noci-
cas abiertamente contrarias a las grandes empresas. Por un lado,
vo antagonismo entre empresas grandes y pequeñas.
ia concentración puede ser beneficiosa en sectores con econo-
mías de escala -en las que, una vez desembolsados los altos Otra conclusión importante es que no puede inferirse que
costos iniciales, la producción insume costos adicionales muy el desarrollo basado en empresas de menor porte garantice me-
bajos-. El ahorro de costos por mayor volumen de producción jores resultados en términos de crecimiento, desigualdad y po-
se observa en distintos sectores, desde los servicios públicos breza. Argentina, en la actualidad, mantiene una estructura
hasta muchas acti\ idudes industriales y agropecuarias. Una pro- productiva fuertemente concentrada: las empresas de 200 em-
ducción más eficiente redunda, a la larga, en mayores ganancias pleados o más constituyen apenas el 2% del total de las empre-
y mejores salarios. sas registradas, pero acumulan el 59% de las ventas totales, el
53% del empleo y el 52% del crédito bancario.
Por otro lado, la concentración en grandes empresas per-
mite el control directo de todas las etapas productivas eludien- Pese a esta elevada concentración, ha sido posible en los
do los conflictos con empresas proveedoras. En función de es ras últimos años crecer y mejorar las condiciones sociales. Algunos
178 RICARDO BEBCZUK

datos interesantes: el porcentaje de trabajadores informales -sin


beneficios sociales- ronda el 40%, pero es casi nulo en las gran-
des empresas (aunque puede ser mayor en algunos de sus pro-
veedores pequeños); a la vez, el salario promedio en una empresa CAPÍTULO 9
grande duplica el de una empresa chica. Si miramos alrededor ¿Cuánto y cómo debería recaudar
del mundo, los datos no se apartan mucho de las cifras argenti- y gastar el gobierno?
nas. Las empresas con más de 250 empleados, que constituyen
menos del 2% del total, concentran el 54% del empleo total en
Alemania, el 44% en el Reino Unido, el 48% en Francia, el 57%
en México y el 50% en Brasil.
Los impuestos son el precio de vivir en una sociedad civiliza-
da. Nada más cierto. De todos modos, seguimos discutiendo si
el gobierno es un papá sabio y altruista que nos ayuda con lo
que no sabemos hacer solos o si se trata en realidad de un hijo
inútil y vividor que nos exprime para sostener su vida dispen-
diosa sin siquiera invitamos a la fiesta.
A primera vista, los impuestos constituyen una carga
injusta y forzosa sobre el ingreso que tanto nos cuesta obtener.
En verdad, son la prueba más contundente de que el sistema de
mercado está lejos de ser perfecto. Ningún economista, no im-
porta cuán liberal se diga, negará la necesidad de que el Esta-
do asuma ciertas responsabilidades.
Antes de declaramos en rebelión fiscal, deberíamos pen-
sar que muchos servicios que hoy consideramos imprescindi-
bles no serían provistos en la cantidad deseable si no fuera por
la presencia del Estado. Hagamos una lista:

• Seguridad
• Justicia
• Electricidad, agua, telefonía
• Rutas y puertos
• Educación
• Salud
• Redistribución del ingreso

¿Qué tienen en común todos estos servicios? Por un lado,


requieren una enorme inversión inicial: pensemos en lo que cues-
ta montar un sistema judicial o sanitario a nivel nacional o poner
en marcha la infraestructura para producir y distribuir energía
182 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 183

a las casas y fábricas. Resulta improbable que inversores priva- En general, estos emprendimientos pasan a manos pri-
dos tengan los recursos para encarar esos monumentales gastos. vadas después de que la infraestructura básica ha sido costea-
En segundo lugar, se trata de servicios por los que mucha da por el Estado, como en los casos del tendido de la red
gente no estaría dispuesta a pagar, lo que agrava el problema ferroviaria, caminera o energética. Ya que es ineficiente y cos-
anterior. ¿Por qué no esperar que otros cubran la organización toso duplicar semejante infraestructura, la mayoría de estos ser-
de un cuerpo de policía y luego beneficiarse con una ciudad más vicios son monopólicos (un solo proveedor) u oligopólicos (unos
segura sin pagar un centavo? En la medida en que cada persona pocos proveedores).
especule con que otros se harán cargo, finalmente nadie se ocu- No rige aquí el criterio de competencia, con lo cual el
pará pese a que todos se beneficiarían con el servicio. Es en este Estado debe monitorear e impedir abusos derivados de la po-
punto que el gobierno deberá pasar por alto las reglas del libre sición privilegiada. Además, el objetivo de mantener a bajo pre-
mercado para obligar a todos a financiar el bien público. cio la provisión a algunos sectores puede hacer que el Estado
Por último, una sociedad mínimamente equitativa no subsidie a empresas privadas para cubrir sus déficits operati-
debería excluir a quienes no pueden pagar ciertos servicios bá- vos. En definitiva, el Estado no puede ni debe desentenderse de
sicos, como la educación o la salud, y debería bregar por una los servicios públicos por más que delegue la tarea en privados.
vida digna para todos los ciudadanos. En otros servicios públicos, al Estado no le queda otra
Seguramente usted estará levantando la mano para aco- opción que asumir la provisión directa. Sería inconcebible que
tar, con mucha sensatez, que existen en la práctica proveedores una empresa privada manejase el sistema judicial o la policía por
privados de varios de estos servicios. Las escuelas privadas, las la sencilla razón de que estas instituciones han sido creadas para
empresas de telefonía, los concesionarios de ferrocarriles o de interceder, con la máxima ecuanimidad posible, en los conflictos
peajes en las rutas son algunos. ¿Por qué? ¿Hasta dónde debe- entre distintas personas. Tampoco sería aceptable que todas las
ría llegar la participación privada? escuelas y hospitales fuesen privados porque el sistema no garan-
tizaría el acceso universal y gratuito a la educación y la salud. •
Aunque sea obvio, en este último punto dejemos constan-
Marcando la línea cia de que hablamos de servicios básicos, que hacen a la dignidad
de todo ciudadano en la sociedad actual. Por ejemplo, un hospi-
Empecemos por la segunda pregunta: hasta dónde. En la medi- tal respetable debería admitirme para una operación de urgen-
da en que puedan aplicarse tarifas impidiendo el acceso de quie- cia aunque yo no tenga dinero y el Estado debería asistirme si no
nes no las pagan, como ocurre en todos los ejemplos anteriores, puedo pagar las boletas de luz y gas. No estamos diciendo que
un empresario privado se puede hacer cargo. Para que la admi- 184
todos deberían tener aeceso gratuito a tres cirugíasRICARDO BEBCZUK
estéticas por PARA E
nistración privada, movida naturalmente por el afán de ganan- año y a un celular de última generación con llamadas libres.
cias, no ignore la faceta social del servicio, el Estado debe Aquí está usted nuevamente levantando la mano con
mantener cierto control en dos aspectos: por un lado, para asegu- nuevas preguntas. Me reitera usted que queda pendiente la
rar niveles adecuados de precio, calidad y expansión del servicio; pregunta sobre por qué el Estado resigna a veces la provisión
por el otro, para facilitar el acceso a los sectores de bajos recursos. directa de ciertos servicios públicos o la comparte con empre-
sas privadas. ¿No es cierto acaso que hace apenas medio siglu Aunque raramente se deniega el servicio a quien lo so-
habría sido una blasfemia económica sugerir que los teléfonos, licita, la congestión se traduce en mayores esperas, peor infra-
el petróleo o el transporte estuvieran bajo la órbita privada? ¿No estructura e inferior calidad del servicio. Así, ha emergido una
existen, aunque se trate de servicios esenciales, educación, sa- firme demanda por educación, salud y seguridad privadas de
lud y seguridad privadas? parte de los sectores con poder adquisitivo para costear esto.
En un mundo perfecto, nadie objetaría que el sector pú-
blico brinde todos los servicios públicos sin ninguna intromisión
privada. Por algo escribimos Estado con mayúscula y sector Las privatizaciones, ¿avance del sector privado
privado con minúscula. Sin embargo, no vivimos en un mun- o retroceso del sector público?
do perfecto. En la realidad, el Estado a veces se comporta como
un papá sabio y altruista y a veces actúa como un hijo inútil y El traspaso de muchas empresas públicas al dominio privado a
vividor. Al primero le confiaríamos esta responsabilidad, pero partir de 1990 ofrece un nítido caso de estudio para las soluciones
jamás se la cederíamos al segundo. Hay que ser muy ingenuo sociales frente a servicios públicos insatisfactorios. Desde media-
para pensar que el Estado es siempre el benigno administrador dos del siglo pasado, como sociedad nos movemos pendularmen-
que todos anhelamos. te entre la confianza ciega y el desprecio más absoluto por la acción
El Estado puede ser una entidad abstracta, pero los hom- directa del Estado. En los '80 nos hartamos de los servicios estata-
bres que llevan adelante la tarea no lo son. Son personas de car- les; aunque no eran caros, tenían una calidad y un alcance pésimos.
ne y hueso, con estándares morales y ambiciones similares a los Muchos recordarán los constantes cortes de luz o el sobreprecio
del resto. El papá sabio y altruista aparece cuando la vocación por que debía pagarse por una vivienda con teléfono (la instalación o
el servicio público prevalece sobre la codicia personal y esta pos- reparación de una línea podía demorar meses o años).
tura se refuerza con una estricta política de transparencia, con- La opinión pública se mostró masivamente a favor de la
trol y castigo de la ineptitud y la deshonestidad. De lo contrario, privatización de muchos servicios mal gestionados. De acuer-
nos tocará convivir con la versión real de Isidoro Cañones (para do con encuestas de aquel tiempo, en 1989 el 59% de la pobla-
mayores referencias, ver la colección completa de Patoruzú). ción se mostraba inclinada a las privatizaciones. El proceso
Así como el Estado se hace responsable de los servicios contó, irónicamente, con el beneplácito del propio Estado, se-
que el libre mercado resulta incapaz de proveer, el sector priva- diento de recursos e incapaz de sostener empresas fuertemen-
do vuelve a tomar bajo su esfera aquellos bienes públicos con los te deficitarias. La recaudación total por privatizaciones trepó
cuales el Estado no presta el servicio esperado. En muchos paí- 186
entre 1990 y 2000 a unos U$S 24.000 millones,Run nadaBEBCZUK
ICARDO despre- PARA E
ses -en Argentina con especial intensidad-, los bienes públicos ciable 11% del PBI en 1999.
están congestionados, tanto por el aumento de la demanda (de Si el precio de venta fue justo es todavía materia de ar-
la mano del crecimiento normal de la población y del deterioro dorosos debates, pero no nos adentraremos en tan pantanoso
de las condiciones sociales) como por el lento ritmo de crecimien- terreno por falta de información fidedigna. Desde luego, gra-
to de la oferta (construcción de nuevos hospitales y escuelas, con- cias al beneficio de conocer el pasado, estas inversiones priva-
tratación de nuevos médicos, policías y maestros). das resultaron muy rentables. Si todos hubieran sabido, ya en
1989 o 1990, que Argentina sortearía con éxito la crisis que ve- Por otro lado, las privatizaciones dieron pie a despidos
nía arrastrando, el veredicto habría sido que las empresas esta- masivos. Se estima que unos 75 mil empleados perdieron su traba-
ban subvaluadas y que la negociación estaba viciada por una jo. Este número puede ser incluso mayor si se suman los despidos
alta dosis de corrupción. en los 2 o 3 años previos a la venta, cuando se estaba «poniendo lin-
De todas maneras, al menos como atenuante, no se pue- da a la novia». Sin embargo, no habría que poner esta reducción de
de descartar el argumento contrario, según el cual, en medio de la nómina salarial entre los costos directos de las privatizaciones.
una dramática crisis, los compradores no estaban dispuestos a Es tentador acudir a la idea de «el bueno y el malo» afir-
pagar un precio más alto por proyectos con tremendos riesgos mando que los empresarios privados eran malos por despedir em-
a futuro. De acuerdo con este argumento, si el negocio era tan pleados y el Estado era bueno por contratar a más gente que la
evidente para todos, debería haber habido más contendientes, necesaria. La realidad es que los sucesivos gobiernos usaron a las
incluidas firmas argentinas que, en aquel momento, no se mos- empresas públicas para apuntalar sus políticas de empleo, inflan-
traron en absoluto interesadas por participar. do así las plantillas laborales y los déficits de las compañías. Este
Los dos argumentos -las dos posturas- son persuasivos impulso al empleo debería haberse canalizado (antes y después de
y mi presunción es que ambas se combinaron para llegar a los las privatizaciones) a través de los múltiples ministerios, secreta-
números finales de la negociación. rías y direcciones dedicados al área social, mientras las empresas
Los economistas, como tantas veces, acompañaron un cam- públicas se abocaban a cumplir su misión específica, que es brin-
bio de humor social con respecto al Estado, pero sería demasiado dar el mejor servicio posible en términos de precio y calidad. Los
arrogante y poco realista asumir que la ola privatizadora de los '90 flamantes dueños privados, una vez en posesión de las empresas,
fue liderada en primer lugar por ideas académicas. Los economis- buscaron sanear las finanzas y, entre otras medidas, bajaron cos-
tas suelen ser observadores y analistas antes que promotores de un tos laborales excesivos. Es cierto que no actuaron como filántro-
cambio en las políticas. En otros términos, los economistas suelen pos protectores del empleo social, pero ésa tampoco es su misión
apoyar la participación del Estado cuando la opinión pública es cuando hay un Estado encargado de cumplir tal mandato.
estatista y suelen ser liberales cuando en las calles soplan vientos Para pasar de los números globales a los casos individua-
de esa índole. Si alguien cree que estoy defendiendo a la profesión, les, en la experiencia argentina ha habido éxitos (como las teleco-
la sentencia anterior deja en claro que no es así. municaciones o la electricidad) y fracasos (el transporte, tanto
aéreo como ferroviario). Esta heterogeneidad sugiere que la dico-
tomía «privados eficientes o Estado ineficiente» es un eficaz lati-
Privatizaciones: ¿aprobaron el examen? guillo político y una pobre simplificación de la realidad. Alrededor
del mundo hay muchas empresas públicas con envidiables indica-
¿Qué podemos decir sobre el resultado de las privatizaciones? dores de calidad y eficiencia que, a la vez, cumplen cabalmente sus
En conjunto, las empresas privatizadas muestran una mayor objetivos sociales; también hay muchas empresas privatizadas con
fortaleza financiera que durante su etapa pública precedente. resultados vergonzosos. Para hacer una comparación dentro de la
Los estudios disponibles revelan que la rentabilidad y la eficien- misma industria, los ferrocarriles estatales chinos son una maravi-
cia se duplicaron y que las inversiones se triplicaron. lla y los ferrocarriles estatales rusos son un desastre.
188 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 189

Tampoco podemos saber, a la hora de medir los resulta- Si bien la renacionalización es reciente, los resultados pre-
dos de las privatizaciones, cuál habría sido el desempeño de las liminares no despliegan un gran espacio para el renovado opti-
empresas públicas en Argentina a partir de los '90 si no se hu- mismo estatizador. La razón de fondo para no abrigar
biesen vendido. Lo que podemos entrever es que, si estas em- grandísimas expectativas es que una provisión adecuada de bie-
presas hubiesen encarado, unos años antes de la decisión de nes públicos, sea por medio de empresas públicas o de empresas
venderlas, un proceso serio de reestructuración, la privatización privadas, depende de un Estado fuerte. Contra la creencia de que
no habría ganado consenso en la opinión pública, más allá del las privatizaciones suponen una retracción del poder estatal, no
interés de grupos privados por entrar en este negocio. hay privatizaciones exitosas sin un Estado que marque la línea
A la hora de manejar bienes públicos, a todos nos sim- entre el puro interés privado de los nuevos propietarios y los
patizan más las empresas públicas que las privadas, pero la objetivos sociales que siguen recayendo sobre esas empresas.
paciencia tiene un límite. Nadie puso en venta a las empresas La decepción con las privatizaciones desnuda en parte
públicas: ellas se pusieron en venta solas. la incapacidad del Estado para hacer valer su enorme poder en
tanto regulador, el cual le permite sancionar a las empresas pri-
vatizadas cada vez que se apartan de sus obligaciones contrac-
Y el péndulo sigue oscilando... tuales. El Estado no puede ni debe inmiscuirse en los asuntos
de una empresa privada normal, pero puede (el marco legal y
La post-Convertibilidad trae una nueva vuelta en la trama cuan- contractual se lo permite) y debe (es su obligación velar por el
do aflora una revisión fuertemente crítica del proceso privati- acceso masivo a los bienes públicos) hacerlo cuando se trata de
zador. Una vez más, el descontento no fue exclusivo de una empresa de servicios públicos. De hecho, si el Estado ejer-
Argentina, sino que se vivió en muchos países que habían abra- ciera con eficiencia y honestidad el rol que le toca, debería re-
zado la privatización con fervoroso entusiasmo. Este desconten- sultarnos indiferente que la administración de los bienes
to se nutrió del fracaso de algunas privatizaciones, de los públicos sea pública o privada: en ambos casos, el Estado debe
cuestionamientos del precio de venta, de las abultadas ganan- fijar y hacer cumplir las principales líneas estratégicas. De la
cias posteriores y, por qué no, de un rebrote -más sentimental misma manera, si el Estado no cumple este rol institucional,
que razonado- del estatismo de los '60 y '70. tarde o temprano nos sentiremos defraudados tanto por la
Según una encuesta de 2011, apenas el 32% de la gente cree empresa privada como por la empresa pública.
que las privatizaciones han sido beneficiosas para el país. El pro-
medio para América Latina también es bajo (36%) y declinante
con respecto a la década pasada (46% en 1998). En respuesta a esta ¿Estado grande, país débil?
frustración, durante los últimos años se renacionalizaron en Ar-
gentina el servicio de aguas y cloacas, el correo, el transporte aé- Salgamos de estas cuestiones tan espinosas y retomemos la pers-
reo, varios ramales ferroviarios y el petróleo, entre otras empresas pectiva internacional en relación con el tamaño del sector pú-
públicas. Otro caso resonante es el de las pensiones privadas, que blico y sus implicancias para el crecimiento v el bienestar. Aquí
ya tratamos en un capítulo anterior. nos topamos con dos posturas diametralmente opuestas: una
190 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 191

afirma que el gasto público es una calamidad que deberíamos, acompañó el proceso de desarrollo de las grandes economías. Si
si no evitar, mantener a raya severamente; la otra sostiene que en 1870 tenía valores por debajo del 10% del PBI, el gasto públi-
el gasto público es un pilar esencial y siempre bienvenido para co registró un avance constante hasta la actualidad, cuando se
el crecimiento y el bienestar de la sociedad. sitúa en valores en tomo al 45%, con picos que superan algunos
Los liberales argumentan que el Estado no genera recur- años el 50% (como en Francia) e incluso el 60% (como en Suecia).
sos por sí mismo, sino que los obtiene mediante la recolección de Para verlo desde otro ángulo también impresionante, en térmi-
impuestos. Así, cada peso que gasta el gobierno es un peso que nos reales (ajustado por inflación), el gasto público estadouniden-
le saca al sector privado, que lo habría destinado a un mayor con- se per cápita en 2011 fue 72 veces más alto que en 1870, aumentó
sumo o a la inversión. El daño, según este enfoque, resulta aún de apenas 171 dólares a 12.300 dólares. Notemos de paso que, una
mayor porque la obligación de compartir un porcentaje de nues- vez más, el discurso ideológico queda circunscripto a las campa-
tros ingresos con el gobierno reduce nuestra recompensa final por ñas electorales. En la práctica, los gobiernos de izquierda y de
trabajar, esforzamos, tomar riesgos e innovar. De esta manera, derecha comparten su filosofía: resulta imposible adivinar el sig-
cuanto más alto el gasto público, más altos los impuestos y me- no del gobierno de turno mirando las series estadísticas.
nor el crecimiento de la capacidad productiva.
Los simpatizantes del gasto público, por su parte, reco-
nocen la falacia que se esconde en el punto anterior. Es verdad
que el gobierno extrae sus recursos gravando al sector privado,
pero esos recursos vuelven al sector privado transformados en
bienes públicos y estos bienes públicos operan como un lubri-
cante para el funcionamiento armonioso de los mercados y re-
paran los resultados defectuosos que arroja el capitalismo a
ultranza. En otras palabras, el beneficio social y productivo del
gasto público supera con creces la disminución del ingreso que
sufren los contribuyentes.
Luego de plantear las dos posiciones extremas, nos toca
recurrir a los números para dirimir el conflicto. Primer punto:
el gasto público no parece ser tan malo después de todo. Prime-
ra y contundente prueba sobre la mesa: los países más exitosos
han destinado y destinan una porción muy generosa de su in-
greso total al gasto público.
Como veremos pronto, el último siglo y medio ha sido el
período de más crecimiento de la producción en toda la historia
de la humanidad. ¿Qué pasó con el gasto público en este largo
período? La tabla que sigue nos enseña que el gasto público
192 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 193

Causa y1870-2011
Gasto público en economías desarrolladas efecto países en desarrollo vuelcan a financiar bienes públicos un por-
En % del PBI centaje muy inferior al que vuelcan aquéllos.
AÑO El A
FRANCIA crecimiento
LEMANIA económico
SUECIA JAPÓN simultáneo
REINO al aumento del gasto
ESTADOS De acuerdo con el gráfico siguiente, un 25% parece ser
público no implica necesariamente UNIDOque elUNIDOS
segundo haya sido el el valor promedio de gasto público en los países en desarrollo
1870 13 motor
10 del primero.
9 Ya 9 hemos hablado
9 al
7 inicio del libro sobre mientras que el valor que encontramos en las economías avan-
1913 17 los 15
peligros de 10 buscar8 relaciones 13 de causalidad
8 donde no las zadas trepa al 45%. Una primera deducción a partir de estos
hay. En este caso, muchos estudiosos se inclinan a pensar que datos es que, si un gasto elevado fuera un lastre para el creci-
1920 28 25 11 15 26 12
la expansión del sector público ha sicjo consecuencia más que miento, aquellos países deberían tener un desempeño mucho
1937 29 34 17 25 30 20
causa del crecimiento. Cuando las economías crecen, la deman- más brillante que el que evidentemente tienen. Una segunda
1960 35 32 bienes públicos
da de 31 18
aumenta 32 ritmo incluso
a un 27 superior. deducción es que los bajos niveles de gasto público también
1980 46 48 En tiempos 60 de prosperidad,
32 43 la sociedad
31 reclama, por ejem- explican, en gran medida, la deficiencia en la cantidad y calidad
1990 50 plo,45mejores servicios
59 de
31 salud 40 y educación,
33 una infraestructura de los bienes públicos y en las condiciones sociales de dichos
1996 55 más 49moderna y
64 una más36 equitativa
43 distribución
32 del ingreso. A su países. Se da, por lo tanto, la paradoja que el gasto público es
vez, el surgimiento de nuevas actividades y el aumento de las tran- más bajo donde más se lo necesita. Por un lado o por otro, el bajo
2000 52 45 53 37 37 35
sacciones de individuos y empresas obligan a reforzar la regula- nivel de gasto público se presenta como una mala noticia.
2011 57 46 48 42 46 41
ción estatal y a interceder en los conflictos entre privados; todo esto
Fuentes: Hastacontribuye
1996: V. Tanziayampliar
L. Schuknecht, PUBLIC SPENDING
la presencia del Estado
IN THEen20"'
la economía.
CENTURY, Cambridge University Press, 2000. Desde 2000: Fondo
¿Qué encuentran estas investigaciones al analizar si un en 2011 en algunos países en desarrollo
Gasto público
Monetario Internacional, WORLD ECONOMIC OUTLOOK DATABASE.
mayor gasto público genera más crecimiento? Los resultados En % del ¿Por
PBI qué es el gasto público más bajo en estos países que
sugieren que el gasto público no influye sobre el crecimiento. Esto 194 RICARDO BEBCZUK
en los avanzados, a pesar de las acuciantes necesidades en esta PARA E
es, si tuviésemos dos países iguales en todo, salvo que uno desti-
na el 20% del PBI al gasto público y el otro destina el 50%, no ve-
ríamos gran diferencia en sus tasas de crecimiento. Este resultado área? Principalmente, porque el gobierno tiene una capacidad
es más importante de lo que parece pues señala que la fobia que limitada para recaudar impuestos debido a la extendida infor-
algunos observadores sienten con respecto al gasto público no malidad de la actividad económica y a la falta de voluntad po-
está justificada por ninguna evidencia clara. Al mismo tiempo, un lítica para atacar esta y otras causas de evasión y elusion
menor gasto público, aun sin afectar el crecimiento, muy proba- tributaria. Una vez más, un gasto público bajo se presenta como
blemente tendrá consecuencias negativas a nivel social. una síntoma de debilidad, no de fortaleza.
La experiencia de los países en desarrollo refrenda en gran Para comprobar que detrás de un bajo gasto se cierne la
medida la idea de que el nivel de gasto público no es un obstá- impotencia para recaudar más, la siguiente tabla reproduce la
Fuente:
culo para el desarrollo. Se suele creer que uno de los estigmas del Elaboración propia a presión
partir impositiva
del WORLD ECONOMIC (los impuestos
OUTLOOK del FMI recolectados sobre la produc-
subdesarrollo es la expansión desmedida del gasto público. La ción anual) en varios países, desarrollados y en desarrollo, du-
realidad dice una cosa bien distinta. Además de contar con eco- rante 2011. (Antes de seguir, reparemos en el término «presión
nomías mucho más pequeñas que las de los países avanzados, los impositiva». La presión no suele ser un buen augurio, como
puede verse en las expresiones «estoy trabajando bajo presión»
o «tengo la presión sanguínea muy alta». O sea que esta deno- menor recaudación. Quizá alguna vez escuchó llamar a este
minación hoy aceptada tiene una connotación negativa, más caso patológico «la curva de Laffer» en honor al economista que
cercana a los intereses privados de los contribuyentes que al planteó la cuestión.
interés social del gasto que esos impuestos financian. Hay que Aunque se han dado muchas opiniones en contra y a
tener cuidado con mensajes subliminales de este tipo.) En fin, favor a lo largo de las últimas décadas, la gran mayoría de los
la tabla siguiente sugiere que los países más ricos «presionan» expertos hoy coincide en que se necesitaría una tasa impositi-
más al sector privado que los países más pobres. va de 70% o más para que empiece a caer la recaudación, valor
todavía muy lejano en la mayoría de los países. La explicación

¿Matar a la gallina de los huevos de oro?


¿Qué queda de la idea de que los altos impuestos distorsionan
negativamente las decisiones de trabajar e invertir? Sin profun-
dizar demasiado, podríamos decir que este desincentivo no
parece tan fuerte ya que en países con alta presión impositiva
la gente sigue acudiendo a sus trabajos, cada año se fundan
millones de empresas y se realizan cuantiosas inversiones en
producción y tecnología.
Por ejemplo, en Suecia la alícuota máxima del impuesto
a las ganancias llega al 50% y en Dinamarca llega al 60%; por
cada peso de ingreso, las personas sólo pueden conservar 50
Presión
centavos enimpositiva
un caso alrededor
y 40 en del mundo
el otro. en 2011
Tan elevadas alícuotas no
han impedido que En en %estos
del PBI
países haya, según diversas fuentes
estadísticas, sectores empresarios con una envidiable actitud
innovadora. Entre el 50% y el 70% de las grandes empresas sue-
cas y danesas se embarcan anualmente en programas de inves-
tigación y desarrollo y en el lanzamiento de nuevos productos.
Los especialistas en finanzas públicas han evaluado con
mucha atención el tema. En particular, se han preguntado si el
aumento de la alícuota impositiva no llevaría a la gente a reta-
cear sus horas de trabajo (¿para qué trabajar tanto si el gobier-
no se lleva los frutos?), lo que supone la paradoja de que, en
algún punto, un aumento de la alícuota se traduciría en una
Fuente: World Economic Outlook, FMI
196 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 197
tos para desarrollar cada actividad de gobierno.
es que el trabajo, en la práctica, resulta muy poco sensible a los En definitiva, la administración estatal es una compleja y
impuestos. A pesar de que, en teoría, tiene sentido que la gente oscura maquinaria. Lamentablemente, no hay estándares inter-
reaccione negativamente a una mayor carga de impuestos, que- nacionales para asegurar que un país gaste mejor que otro. Una
da evidenciado que en general no elegimos trabajar menos o medida más directa y accesible, aunque de carácter cualitativo,
directamente irnos a casa para disfrutar del ocio (uno de los es la percepción del público y de expertos locales con respecto al
pocos lujos libres de impuesto). uso de los recursos estatales y al cumplimiento de sus objetivos
básicos. Uno de estos indicadores es el índice de efectividad del
gobierno, del Banco Mundial. A grandes rasgos, cuando se com-
El volumen y la eficiencia del gasto para países desarrollados con países en desarrollo, se observa
alguna correspondencia entre el nivel y la eficiencia del gasto.
¿Hay alguna relación entre el nivel y la eficiencia del gasto pú- Países con alto volumen de gasto, como Suecia, Finlandia o Fran-
blico? Hay dos posibles conexiones que nos interesa explorar. cia, figuran entre los más eficientes, mientras que las naciones en
Algunos comentaristas tienden a pensar que ciertos países gas- desarrollo ocupan los lugares menos meritorios en la tabla.
tan demasiado simplemente porque derrochan los recursos a su De todos modos, esta relación se desdibuja cuando mira-
disposición sin alcanzar resultados sociales satisfactorios. Aquí mos al interior del segundo grupo, donde hallamos una notoria
aparecería una relación negativa: a menor eficiencia, mayor gasto. heterogeneidad. Allí, algunos países con gasto público en tomo
También están quienes afirman que la baja eficiencia en la admi- al 20% del PBI, como Corea o Chile, se ubican entre los 35 mejo-
nistración de los recursos tributarios genera una seria resisten- res (sobre un total de 212 países); otros con gasto cercano al 40%
cia social a pagar altos impuestos. Aquí la relación sería positiva: se sitúan en la cola inferior, como Argentina (112), Brasil (91) o
a mayor eficiencia, mayor recaudación y mayor gasto. Venezuela (180). No vemos en los datos, entonces, una relación
Antes de avanzar, conviene tener en cuenta que no existe única entre eficiencia y nivel de gasto: hay países con alto gasto
ningún método infalible para medir la eficiencia del gasto pú- y alta eficiencia, países con bajo gasto y alta eficiencia y países con
blico. La eficiencia o productividad es la cantidad de insumos alto gasto y baja eficiencia. A partir de estos casos, podemos aven-
necesarios para elaborar una unidad de producto. En muchos turar que no siempre un mayor gasto nos acerca a una aceptable
bienes, la medición es sencilla: si las panaderías en promedio provisión
198 de bienes públicos y que, por lo tanto, hay unBEBCZUK
RICARDO amplio PARA E
usan 400 gramos de harina por cada kilo de pan, el panadero margen para mejorar la asignación de recursos fiscales.
que usa 700 gramos es a todas luces ineficiente. En el caso de Es habitual que nos quejemos de la ineficacia estatal cuan-
muchos bienes públicos, resulta en extremo complicado estable- do, en una oficina pública sobrepoblada de empleados, tardan
cer cuál es el producto. Por ejemplo, ¿la policía hace mejor su mucho en atendernos. Los episodios anecdóticos con una señora
trabajo cuando pone muchos criminales en la cárcel o cuando gorda y displicente que nos dice que sigamos esperando son jus-
logra prevenir el crimen y disuadirlos de cometer sus felonías tamente eso, anécdotas coloridas. El descontrol del gasto públi-
sin que nadie vaya a prisión? A este problema se suma la falta co no se debe a que haya 1.000 o 10.000 empleados administrativos
de estadísticas detalladas sobre el número de empleados y gas- de más. Donde se dilapidan toneladas de dinero es en otras áreas
y en negociaciones con el sector privado que no están a la vista namental no alcanza el 40%.
del público. Tampoco deberíamos adherir a la consigna de que el • Para Estados Unidos, un análisis técnico y detallado del
Estado es ineficiente «porque se roban todo». La corrupción, sin gasto en salud -no basado ya en la percepción del pú-
duda, es un componente del problema, pero explica una porción blico- descubrió sustanciales derroches, del orden del
mínima de los recursos desviados de los objetivos sociales. Excep- 54% de las erogaciones totales. De acuerdo con este tra-
to en países sin infraestructura institucional, como algunas nacio- bajo de PricewaterhouseCoopers, realizado en 2010,1,2
nes africanas, la corrupción tiene lugar a través de sutiles y billones de dólares de gasto en salud, de un total de 2,2
aceitados mecanismos para evitar la detección de esas maniobras. billones, podrían eliminarse sin afectar la actual calidad
Mientras haya que cumplir con formalidades administrativas y del servicio. Este derroche equivale al 0,8% del PBI es-
legales mínimas, ningún gobierno puede apropiarse del, diga- tadounidense, una cifra exorbitante.
mos, 1% del PBI sin quedar en evidencia. Todo esto no significa,
como veremos, que el combate de la corrupción no debería ad- De cualquier modo, hemos visto que estos países exhi-
quirir absoluta prioridad en la agenda de reforma del Estado. ben los mayores niveles de gasto público en el mundo. ¿Qué
Los datos disponibles también desacreditan la hipótesis implican estos números? Que la gente no paga más o menos
que vincula la baja disponibilidad de recursos fiscales con la impuestos según su conformidad o disconformidad con el gra-
voluntad de pagar de los contribuyentes cuando perciben una do de eficiencia del gasto. Una razón: la gente descuenta y acep-
baja eficiencia del gasto. El ranking anterior se refiere a la eficien- ta con resignación una elevada ineficiencia estatal a sabiendas
cia relativa de los diversos países, no a la eficiencia absoluta de que el Estado es nuestra única opción para contar con bie-
dentro de cada país. Aunque solemos pensar que el problema nes públicos (el Estado, que suele denostar y combatir a los
de la ineficiencia del gasto es privativo de economías poco de- monopolios, es el mayor monopolista).
sarrolladas, distintas encuestas prueban que los expertos y los ¿Cómo es la situación en Argentina y América Latina?
ciudadanos comunes en economías avanzadas también se sien- Veamos los resultados de una encuesta anual de 2011:
ten defraudados con la aplicación de los impuestos que les co-
bran sus gobiernos. Por ejemplo:
• Una encuesta de Gallup de 2011 en Estados Unidos re-
vela que la percepción de la gente es que el gobierno de-
rrocha 51 centavos de cada dólar de gasto público. Esta
encuesta se viene realizando desde 1979 con resultados
semejantes, de modo que el dato anterior no es fruto de
un malhumor pasajero.
• Un estudio similar en Europa, elaborado por el Institute
of Public Administration de Irlanda, indica que el pú-
blico percibe un derroche que llega al 60%. En los
mismos países, la confianza en la administración guber-
200 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 201

Estas tres preguntas permiten ver la curiosa ambivalen- ¿Importa la estructura del gasto y de
cia del ciudadano promedio con respecto al Estado. Por un los impuestos?
lado, no estamos contentos con la calidad de los bienes públi-
cos recibidos, pero, por el otro, estamos convencidos de que Un tema pendiente hasta el momento es cuánto influyen dos
debemos delegar esa tarea en el Estado. El disconformismo cosas: en qué gasta y qué tipo de impuestos recauda el gobier-
con el resultado de las privatizaciones, abordado unos párra- no. En los apartados anteriores, discutimos el nivel de gasto y
fos más arriba, confirma la postura social de que el sector pri- recaudación; aquí, sólo estudiaremos su composición.
En el renglón de los gastos, uno podría conjeturar que
nta vado no parece un buen sustituto del Estado
Argentina Promediocuando se trata
de
América Latina salud, educación e infraestructura (transporte y energía) tienen
de servicios públicos.
un mayor impacto productivo que el resto porque mejoran la
na escala de 1 a 10, donde 1 es nada satisfecho
5,9 y 5,1
Otra razón, posiblemente más válida, por la que se pa-
Fuente:calificaría
Latinobarómetro, capacidad productiva y la calidad del trabajo. El punto parece
10 es muy satisfecho, ¿cómo su nivel 2011
de
gan provistos
satisfacción con los servicios altos impuestos
por el Estado? con independencia de su buen uso es que indiscutible e incluso obvio. Sin embargo, la perspectiva cam-
la democracia termina donde empiezan los impuestos. Los go- bia cuando la única forma de aumentar estos gastos es reducien-
na escala de 1 a 10, donde 1 es nada eficiente y 5,2 10 es 5,3
biernos -por desidia, ineptitud o conveniencia- también dan do otros.
muy eficiente, ¿cómo calificaría al Estado?
por sentado que las mejoras en la eficiencia resultan demasia- Si recurrimos a los principios económicos del primer
de acuerdo o muy do complicadas
de acuerdo con y que queello 83%
más rápido
Estado 74% y seguro para sostener una capítulo, ante una restricción presupuestaria (tenemos una can-
tenga los medios para resolver los problemas sociales?
oferta razonable de bienes públicos consiste en una alta presión tidad fija para gastar), surge el dilema del costo de oportunidad
tributaria. (qué ganamos o perdemos gastando en ciertos bienes y no en
En realidad, los gobernantes buscan, como hacemos to- otros). ¿Podemos realmente prescindir de empleados públicos,
dos, minimizar el esfuerzo: es más fácil sancionar un nuevo de policías o jueces? O, más importante, ¿deberíamos compri-
impuesto mediante una ley o un decreto que hacer un minucio- mir el gasto social destinado a la protección de los trabajadores
so y arduo análisis de cada partida de gasto para después eli- activos y retirados?
minar los que sean redundantes. Aunque algunos gastos puedan promover el crecimiento
Una teoría menos indulgente, aun descartando la inep- más que el resto, hay otros, que parecen menos productivos a
titud, es que en muchos casos las autoridades actúan en conni- simple vista, con un impacto apreciable sobre la calidad de vida
vencia con prestadores privados y tienen un rédito por permitir y la igualdad social. Además, ¿quién se animaría a negar que
la inflación artificial de los costos de los servicios públicos. ¿Son un clima de mayor seguridad, de mejor justicia y con menos
en este caso las privatizaciones la mejor solución? Definitiva- conflictos sociales contribuye eventualmente aRICARDO
202 un crecimiento
BEBCZUK PARA E
mente, no. Cuando reina este tipo de comportamiento en el seno más robusto?
del sector público, las privatizaciones son una pésima idea, tan- De un modo similar, determinada estructura de gastos
to como la preservación del sistema vigente. Lo que se necesita puede ser la respuesta a las condiciones económicas y sociales
es una depuración de la burocracia que administra y regula es- imperantes. Si un país gasta más que otros en el combate de la
tos mercados. pobreza y menos en la construcción de autopistas, ¿ese país gas-
ta mal o simplemente busca atacar los problemas más urgentes?
Estructura del gasto público en Argentina y otros países (en %)

TIPO DE GASTO ESTADOS OCDE ARGENTINA


UNIDOS
En la lista de los PRIECO, este punto nos remite al complejo punto Echemos
ADMINISTRACIÓN una mirada
GENERAL 13 a la estructura
13 del
7 gasto público en
de la causalidad: ¿la estructura de gasto explica el crecimiento y Argentina comparada con el promedio de los 33 países de la
el bienestar o éstos explican la actual estructura del gasto? Nues- SOCDE
EGURIDAD (Organización
Y DEFENSA para
18 la Cooperación
8 y6 el Desarrollo Eco-
tra respuesta: como es habitual, la relación corre en ambos senti- nómicos, que agrupa a países, en su mayoría, desarrollados) y
dos. Un cierto número de estudios académicos investigan el Scon Estados
ERVICIOS Unidos. ¿El
SOCIALES 59 hecho de 66 que Argentina
59 aplique una
vínculo entre el crecimiento, la composición del gasto y los im- menor porción de presupuesto público a la administración es-
puestos, pero llegan a resultados divergentes y, por lo tanto, no Statal y ECONÓMICOS
ERVICIOS a la seguridad significa
10 que
13 tenemos28una estructura bu-
son confiables en tanto guía para las decisiones del Estado. rocrática más eficiente y menos problemas de seguridad que los
Lo que queremos decir, a fin de cuentas, es que no debe- Totros
OTAL países? 100 100 100
ríamos de antemano hablar de estructuras de gastos e impues-
tos «buenas» y «malas». Lo que tenemos que juzgar son los Fuente: OCDE y Ministerio de Economía. Datos para 2011 (Argentina)
resultados, no los medios (impuestos y gastos) que se usan para y 2008 (OCDE y Estados Unidos).
alcanzarlos. Si sirve una analogía médica, no decimos que el tra- Lo mismo podemos decir de la composición de los im-
tamiento es exitoso cuando el médico prescribió una gran can- puestos. Una crítica reiterada al sistema tributario argentino es
tidad de antibióticos, sino cuando logra erradicar la infección. su inclinación a los impuestos indirectos, que gravan el consu-
Una clara ventaja de concentrarnos en los resultados es mo (como el IVA) y diversos bienes y servicios, en oposición a
que disponemos de indicadores para comparar el desempeño los impuestos directos, que recaen sobre el ingreso y la rique-
204
za. La tabla que sigue confirma lo dicho: RICARDO BEBCZUK PARA E
de diferentes países a lo largo del tiempo. Si un país gasta el
3% del presupuesto en educación y otro país destina Estructura
el 10%, impositiva en Argentina y otros países (en %)
no podemos estar seguros de que el segundo va a tener TIPO me-
DE IMPUESTO ESTADOS OCDE ARGENTINA
nos analfabetismo y trabajadores más capacitados. Es posible U NIDOS

que, como dijimos antes, el segundo país haya empezado con Y PROPIEDAD
GANANCIAS Un57error común41es creer que 19 un impuesto sobre las ga-
mayores déficits educativos, que sus programas no resulten nancias empresarias siempre perjudica menos a los pobres que
efectivos o que los fondos se usen para aumentar el número un impuesto
CONTRIBUCIONES SOCIALES 25 sobre el 26 consumo. El24error nace de suponer que
de empleados administrativos antes que para contratar BaIENES bue- quien paga el impuesto es necesariamente el sujeto gravado. En
Y SERVICIOS 18 33 57
nos maestros. En cambio, el porcentaje de población analfabeta realidad, el responsable puede trasladar el impuesto (todo o
o de adultos que terminaron la secundaria son datos inconfun-TOTAL parte) a otros.
100 Por ejemplo,
100 el empresario
100 puede elevar el pre-
dibles de los logros del gasto en educación, cuya evolución a cio de su producto o bajar el salario de sus empleados para com-
Fuente: OCDE y Ministerio de Economía. Datos
partir, generosamente, para 2011
la carga con(Argentina)
sus prójimos. De igual
lo largo del tiempo y/o con respecto a otros países puede
y 2008 (OCDE y Estados Unidos).
manera, el consumidor puede negarse a comprar productos en-
monitorearse con suma facilidad. Así, vemos cuán lejos esta-
mos de países equiparables al nuestro y cuánto avanzamos o carecidos por el impuesto, ante lo cual el propio empresario de-
retrocedemos en relación con años anteriores: ésa debería ser bería absorber impuestos como el IVA. Todo dependerá del
nuestra guía para saber si se debe aumentar o reducir este tipo poder relativo de empresarios, trabajadores y consumidores
de gasto. para repartirse la carga de los tributos.
En la práctica, sin embargo, los estudios encuentran que, el impuesto estrella desde hace muchas décadas, incluso en tiem-
en línea con la intuición, el IVA es más regresivo que el impues- pos en que nos ufanábamos de tener una distribución igualitaria,
to a las ganancias (tanto personales como empresarias) y que los libre de pobreza extrema. Segundo, hagamos el siguiente ejerci-
impuestos laborales son soportados mayormente por los traba- cio: eliminemos completamente el IVA. De ese modo, los ingre-
jadores aunque, en teoría, los aportes patronales deberían inci- sos disponibles de los sectores más pobres subirían, por una única
dir sobre sus empleadores. En resumen, Argentina tiene una vez, a lo sumo 21 % (hay que suponer que las familias gastan todo
estructura impositiva regresiva, que castiga especialmente a los su ingreso en bienes gravados con esta alícuota de IVA). Dada la
sectores de menos ingresos. gravedad de los problemas sociales, esa suba sería insuficiente
Nos resta atacar por lo tanto dos preguntas: 1) ¿por qué para modificar significativamente las cifras de desigualdad y
gravamos tanto al consumo (y diversos bienes y servicios) y tan pobreza. Además, la reducción de los ingresos fiscales obligaría
poco, relativamente, las ganancias y la riqueza?; 2) ¿la regresi- a recortar programas sociales, con lo que el efecto neto es incier-
vidad resultante es la causa de los problemas distributivos en to. En conclusión, las políticas redistributivas deberían canalizar-
nuestro país? se por el lado del gasto más que por el de los impuestos.
La respuesta a la primera pregunta es que los impuestos
como el IVA permiten controlar mejor la evasión: en la medi-
da en que se controle celosamente la cadena de producción de
bienes y servicios finales, se logrará el objetivo de cerrar cual-
quier fisura del sistema. Resulta mucho más costoso evitar la
evasión de los millones de trabajadores y empresas que no es-
tán registrados o que subdeclaran sus ingresos. Se estima que
la evasión en el IVA es de un 20% mientras que en Ganancias
llega al 50%. Por otra parte, los sectores formales se ven forza-
dos a afrontar los impuestos que evaden los informales. En 2007,
cuando la presión tributaria total era del 29%, el Estado se apro-
piaba del 37% del ingreso de los formales y apenas del 17% del
ingreso de los informales. Sin duda, sería un paso muy positi-
vo que la evasión se redujera al mínimo, lo cual requeriría re-
doblar los mecanismos de monitoreo y penalización de los
infractores como parte de una política de lucha contra la infor-
206 RICARDO BEBCZUK
malidad. Poner el acento en la concientización ciudadana es una
utopía estéril, que no funciona de por sí en ninguna sociedad.
Con respecto a la segunda pregunta, la respuesta es «no».
Nuestros problemas sociales no se deben a la regresividad del
IVA. Ofrezco dos argumentos. Primero, el IVA se mantiene como
CAPÍTULO 10
¿Cuál es el rol de los bancos
y por qué hay crisis financieras?
Nosotros contribuimos al crecimiento. Una vez que la econo-
mía empieza a encaminarse, nosotros apuntalamos el proceso.
Lloyd Blankfein, gerente general (CEO)
de Goldman Sachs,
en la revista Time, 9 de noviembre de 2009

¿ Las grandes ganancias y los grandes salarios en Wall Street


realmente traerán prosperidad y oportunidades para todos ?
Revista Time, en el mismo número

Estados Unidos ha desarrollado una nueva arma que des-


truye a la gente, pero deja en pie los edificios. Se llama sis-
tema financiero.
Jay Leño

¿Cuánto pagamos por tener un sistema financiero?


En los '70, el sistema financiero recibía el 5% del PBI estadouni-
dense. En la actualidad, ese número ha trepado al 7,5% (como
no tendríamos lugar para tantos ceros, digamos que este núme-
ro, en dólares, es más del doble del PBI de Argentina). Las ganan-
cias bancarias, que en los '60 representaban el 12% de las
ganancias corporativas, en los años 2000 constituían el 41 % de
ese total.
En Argentina, los números no son muy distintos. De
hecho, son más altos. En los '90, el sector financiero embolsaba
el 4% del PBI. En 2010, la cifra fue del 5,3%, nada menos que
unos 22.000 millones de dólares. Y resulta todavía más estriden-
te si se considera que Argentina gasta más o menos lo mismo
que Estados Unidos, en términos de PBI, para contar con un sis-
tema financiero 15 veces más pequeño.
210 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 211

¿Qué recibimos a cambio? edilicia, informática y de recursos humanos, pueden efectuar mi-
llones de transacciones sin que sus costos se multipliquen al mis-
La pregunta que piden estos números es: ¿los beneficios justifi- mo nivel. Además, el mayor alcance geográfico y la aplicación de
can los ingentes costos que acarrea el funcionamiento del siste- herramientas profesionales facilitan la selección de buenos pro-
ma financiero? El argumento de que, a diferencia de la industria yectos y un control más estricto de los deudores.
y el agro, el sector financiero no genera ningún producto tangi- Esta historia es cierta, pero sólo en parte. Sería comple-
ble y de que es entonces un sector parasitario debe ir a nuestra tamente cierta si la gente deseara colocar todo su ahorro en el
ya extensa lista de intuiciones equivocadas. Pero, como veremos sistema financiero. Como la comunicación y los contratos con
en un momento, también figura en esa lista la idea de que el sis- terceros siempre involucran complicaciones, allí los bancos tie-
tema financiero siempre cumple una misión fundamental. (La nen un claro valor agregado. Concédanme un minuto y aclara-
lista de las intuiciones equivocadas es tan flexible que admite un ré ya mismo por qué esa presunción es totalmente incorrecta.
determinado argumento y su total opuesto.)
Como otros proveedores de servicios, el sector financiero
puede hacer un aporte a la economía canalizando el ahorro de ¿Todo el ahorro pasa por el sistema financiero?
unos hacia los proyectos de inversión o consumo de otros. La
transcendencia social de esa mera intermediación es permitir La idea más popular es que las familias ahorran, trasladan ese
que el dinero pase de manos de quienes no le dan ningún uso ahorro al sistema financiero y éste se encarga de prestarlo a las
valioso a manos de quienes pueden darle ese uso. En esencia, empresas para que ellas encaren sus proyectos. Vale decir, las
el dinero es una mercancía con alto valor para algunos y bajo familias ahorran, pero no invierten, mientras que las empresas
valor para los demás; los intermediarios facilitan que esta mer- invierten, pero no ahorran. Incluso los economistas son entre-
cancía se comercialice a un precio (la tasa de interés) que satis- nados, desde el primer curso en la universidad, con esa concep-
face a ambas partes. ción en mente.
Sin estos intermediarios, la transferencia sería muy inefi- En la práctica, una familia que ahorra parte de su ingre-
ciente y riesgosa. Primero, cada ahorrista debería encontrar por so puede aplicar ese ahorro a la compra de una vivienda (este
su cuenta a alguien que desee un préstamo. Si logra dar con un
gasto en construcción residencial forma parte de la inversión
interesado, debería averiguar la capacidad y la voluntad de pago
nacional y, por lo tanto, del PBI). En un caso así, de indudable
de esa persona (o empresa). Después, debería monitorear el uso
de los fondos hasta que llegue el día en que le devuelvan el di- 212valor para las familias, el ahorro se convierteRen inversión
ICARDO sin
BEBCZUK PARA E
pasar por el sistema financiero.
nero. Esta operación, multiplicada por millones de ahorristas y
También es posible que las empresas ahorren una parte
repetida varias veces al año, sería terriblemente costosa. Al cen-
de sus ganancias. Las ganancias retenidas y reinvertidas -esto
tralizar la recepción y posterior distribución del dinero, los ban-
es, no pagadas como dividendo a los propietarios- representan
cos generan economías de escala va que, con su estructura
ahorro empresario. Para una empresa con buenas oportunidades
de inversión, el ahorro empresario es la mejor manera de finan-
ciarse ya que tiene un costo mucho más bajo que un préstamo.
Desde luego, el autofinanciamiento no es gratuito: tiene un cos- este problema «riesgo moral» y gana la tapa de los diarios cada
to de oportunidad (lo que pierde el empresario por no depositar vez que estalla una nueva crisis financiera.
el dinero en el banco), pero ese costo es muy inferior al del prés- Es fácil imaginar que los acreedores no se quedarán de
tamo bancario o al del financiamiento con bonos o acciones en el brazos cruzados esperando que sus deudores los engañen. Los
mercado bursátil. En breve veremos, con números para Argen- bancos responden a esta amenaza subiendo la tasa de interés,
tina y el mundo, que en definitiva el sistema financiero interme- requiriendo documentación y consultando la historia crediticia
dia en una porción minúscula del ahorro nacional. del solicitante. En la misma dirección, para asegurarse de que
los deudores comparten los riesgos de un mal resultado y para
mantener a raya el riesgo asumido, los bancos exigen que el
La información es poder: deudor financie parte del proyecto o aporte garantías. Cuando
10 mitos sobre el sistema financiero ninguna de estas medidas es suficiente, directamente deniegan
el crédito. En una palabra, los acreedores no se hacen cargo de
El gran problema en los mercados financieros es la falta de in- la desinformación que sufren, sino que la transfieren a los pro-
formación que sufren los acreedores. En cualquier otro merca- pios deudores aumentando el costo y otras barreras para acce-
do, uno vende el producto y en el mismo momento recibe el der al crédito. Así, los problemas informativos son arena
pago cerrándose así la transacción. En el mercado de crédito, derramada sobre los engranajes del sistema financiero.
uno cede su dinero a cambio de una promesa de repago, una A partir de esto, no debería parecer sorprendente lo que
promesa tan frágil como las promesas de amor. Así como la voy a afirmar a continuación: el sistema financiero financia una
mitad de los matrimonios se divorcia y el 30% de la gente es parte mínima de la inversión y del consumo del sector priva-
infiel a su pareja (según el último número de Cosmopolitan), al- do. Ya que este libro se basa en preguntas -que nos hacemos
gunos deudores buscan formas de no pagar sus deudas. siempre- y respuestas -que no recibimos casi nunca-, vamos a
El motivo es que, cuando utilizamos el dinero de otros desgranar la evidencia con ese espíritu dialéctico:
y no el nuestro, nos conviene tomar riesgos ya que retendremos 214 RICARDO BEBCZUK PARA E
las ganancias si nos va bien y trasladaremos las pérdidas a nues- 1. ¿Cuán desarrollado está el sistema financiero en el mundo?
tros acreedores si nos va mal (naturalmente, cuando usamos La tabla que sigue muestra el crédito al sector privado
nuestro dinero, nosotros mismos asumimos las pérdidas). como porcentaje del PBI en distintos países y regiones. Este es
Cuanto mayor sea la deuda, mayor será lo que nos ahorremos el indicador más utilizado para medir la profundidad financiera
dejando de pagar y, por ende, mayor será el incentivo a come- de un país. Los datos revelan que, en los últimos 50 años, el sis-
ter este tipo de acciones. Por eso, se suele decir: «cuando uno debe tema bancario ha crecido en forma pronunciada en todo el
algo de dinero, no puede dormir, pero, cuando uno debe mucho dine- mundo -del 68% al 136% del PBI-, pero con asimetrías marca-
ro, el que no puede dormir es el acreedor». Esto puede ocurrir con das entre países. En las naciones de ingreso alto, el crédito pri-
una empresa endeudada con un banco, con un banco endeuda- vado se ha duplicado y ya supera largamente el 150%. El crédito
do con sus depositantes o con un gobierno endeudado con sus se ha multiplicado por 5 en los países de ingreso medio y por 4
inversores nacionales o extranjeros. Los economistas llaman a en los de ingreso bajo. En países como Corea o China, el crédi-
to ya se ubica por encima del 100%; con registros más modes- cimos que el crédito privado en Estados Unidos es del 200% del
tos, también ha avanzado en América Latina. PBI, no quiere decir que el año pasado se haya concedido esa
Con una relación de crédito a PBI de apenas 15%, que no cantidad. Es simplemente la foto, no la película. De cara al fu-
ha variado en medio siglo, Argentina es una frustrante excep- turo, lo que importa es cuánto crédito se origina de aquí en más.
ción. Hablaremos de su caso más adelante. Por ahora, el punto Por ello, resulta tanto o más útil observar el cambio en el crédi-
que queremos resaltar es que, para la mayoría de la gente, los to de un año a otro y hacernos la siguiente pregunta: por cada
datos que muestran que el crédito excede a la producción anual 100 pesos de inversión de las empresas, ¿cuántos pesos provie-
son prueba indiscutible de que el sistema financiero importa, y nen de nuevos créditos otorgados por el sistema bancario?
mucho, para la inversión y el consumo. ¿Estaremos de acuer- Como es obvio, no conviene mirar un año o a un país en
do? Mmmmm. particular porque ello sesgaría las conclusiones. Empecemos
por Estados Unidos, que nos sirve como un buen punto de com-
216
paración. RICARDOelBEBCZUK
En 2007, justo antes de la crisis financiera, crédito PARA E
Crédito al sector privado sobre PBI en 1960 y 2010
PAÍS O REGIÓN 1960 2010 CAMBIO
2. ¿Implican estos valores que el sistema bancario financia una parte bancario financió el...% de la inversión empresaria total de la
PAÍSES DE INGRESO ALTO
importante 69 166
del capital productivo de97la economía? economía.
PAÍSES DE INGRESO MEDIO En 14
apariencia,75 sí, pero 61las apariencias engañan. Tome- Dejé el espacio el blanco y los puntos suspensivos a pro-
mos
PAÍSES DE INGRESO BAJO
el caso
7
de Estados28
Unidos,21
el sistema financiero más desa- pósito, para jugar con usted una inocente apuesta. Apostemos,
rrollado del mundo. El crédito es dos veces el PBI, un número por decir algo, un millón de dólares. ¿Cuál sería su predicción?
AMÉRICA LATINA
realmente 19pasmoso. 44Sin embargo, 25
el capital de la economía Recuerde que hablamos de Estados Unidos antes de la crisis,
ARGENTINA (maquinarias14 y plantas)15 es 3 veces
1 el PBI y el 70% del crédito cuando todavía gozaba de una descomunal expansión financie-
BRASIL bancario se20 destina a57las familias,
37 no a las empresas. En conse- ra. Yo, si fuera usted, apostaría por un 60% o 70%. ¿Sabe cuál
cuencia, con un crédito empresario del 60% del PBI (200% por es el número real? 7,5%. Por cada 100 dólares de inversión,
CHILE 22 86 64
0,3) y un capital del 300% del PBI, estos datos implican que el menos de 8 dólares salieron del sistema bancario*. Si incluimos
MÉXICO 21
sistema financiero en25 Estados 4Unidos financia un mero 20 % todas las otras fuentes de financiamiento (bonos, acciones, cré-
CHINA (60/300) del52 capital 130productivo.
78 Este número ya no resulta en dito comercial), el porcentaje se eleva al 18%. ¿De dónde salió
INDIA
absoluto impresionante,
8 49
menos41
todavía cuando hablamos del el 82% restante? De las propias empresas. Son ganancias que las
sistema financiero más profundo del planeta. ¿Quién financia empresas retuvieron y reinvirtíeron.
COREA
el restante6 80%? Principalmente,
101 95
las propias empresas, a través Si levantamos la mirada para cotejar ese dato con los de
ESTADOS UNIDOS de la reinversión
74 de parte
202 de sus128ganancias. otros años y otros países, nos encontramos con que, en los últi-
FRANCIA 44 114 70 mos 40 años, el autofinanciamiento cubrió el 90% de las necesi-
3. ¿Cambia la conclusión anterior si miramos la inversión empresa- dades financieras de las empresas en los países desarrollados.
ALEMANIA 61 108 46
rio año por año? No estamos frente a una curiosidad pasajera, sino frente a un
Fuente: Banco Mundial Los datos anteriores se refieren al stock de crédito; esto hecho sólido y probado. La explicación, ya esbozada antes, es
es, el crédito neto acumulado a través del tiempo. Cuando de- que los problemas de información ahuyentan tanto a las empre-
sas como a los ahorristas y dan lugar a un bajo nivel de inter- nes en circulación multiplicado por su precio), del 130% del PBI,
mediación financiera. tal afirmación no falta a la verdad. Sin embargo, el hecho de que
Estos mismos datos echan por tierra la simple e inexacta circulen muchas acciones en el mercado secundario -el que
idea de que las empresas invierten, pero no ahorran. El autofinan- compra y vende acciones ya existentes- no significa que las
ciamiento es justamente ahorro empresario. En realidad, las empresas obtengan fondos frescos en el mercado primario -el
empresas son la principal usina de ahorro de la economía en todo que se coloca nuevas acciones-. Cada vez que una empresa eva-
el mundo. No ocupan ese lugar las familias. En Estados Unidos, lúa emitir nuevas acciones, reaparecen los problemas informa-
en 2010, las empresas aportaron el 67% del ahorro del sector pri- tivos que comentamos antes, debido a que los inversores no
vado dejando apenas un 33% a cargo de las familias. A nivel in- pueden reconocer con facilidad a las empresas de alta calidad
ternacional, el ahorro privado en las últimas décadas se reparte y las confunden con las empresas de baja calidad. La subvalua-
en partes iguales entre ahorro empresario y ahorro familiar. ción de los buenos proyectos desalienta la participación de las
empresas en el mercado primario. En los últimos 30 años, a
Recuerde nuestra apuesta: me debe un milión de dólares. pesar de la fabulosa capitalización, el mercado accionario esta-
4. El problema está en las empresas más pequeñas, pero no en las gran- dounidense no generó financiamiento positivo sino... ¡negati-
des, ¿no es así? vo!, de casi el 2% del PBI en promedio anual, porque las empre-
No. Lamento ser tan negativo, pero no es así. El proble- sas han recomprado más acciones que las que han colocado.
ma, sin duda, afecta especialmente a las empresas más peque- He aquí otro ejemplo de un mito sostenido en una lec-
ñas y jóvenes, pero no perdona a las grandes. No necesitamos tura incompleta de los datos. Es cierto que las empresas siguen
mucho para demostrarlo. Si tomamos los balances de todas las emitiendo acciones y las cifras en dólares son demoledoras. Por
empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos desde los '90 ejemplo, la emisión de 200.000 millones de dólares (casi medio
hasta el presente, la deuda ha financiado el 16% de los activos PBI argentino) en el mercado de Nueva York sólo en 2010 pa-
(iba a proponer una nueva apuesta, pero no me gusta robarle rece haber nacido para ocupar la tapa de los diarios financieros,
el dinero a la gente). Este grado de apalancamiento es similar pero lo que vale como bomba informativa -para vender algu-
al de Inglaterra (18%) y está incluso por debajo del promedio nos ejemplares más- no guarda correspondencia con la verda-
mundial (26%). En ningún país el endeudamiento de las empre- dera dimensión para el total de la economía: primero, esa cifra
sas que operan en bolsa supera el 50% de los activos. Por otra es menos del 1,5% del PBI estadounidense; segundo, no hace
parte, distintos estudios muestran que la inversión de estas mención a que las empresas también recompran acciones colo-
empresas cotizantes en bolsa aumenta o cae de acuerdo con la cadas en el pasado, con lo cual el efecto neto sobre el acceso a
disponibilidad de sus propios fondos, lo cual señala que ellas fondos en la bolsa puede ser todavía más bajo o, como vimos,
tampoco cuentan con acceso irrestricto al financiamiento
218 RICARDO BEBCZUK de negativo.
PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 219
terceros. Otra forma de corroborar el pequeño tamaño del merca-
A propósito, también es normal escuchar que el merca- do de acciones estadounidense: ¿cuántas empresas estadouni-
do de acciones de Estados Unidos está altamente desarrollado. denses hacen oferta pública de acciones? Unas 4.300. ¿Cuántas
A juzgar por su capitalización de mercado (el número de accio- empresas hay en total en Estados Unidos? Unos 28 millones.
Conclusión: el 0,02% de las empresas participan en el mercado Ellos estarían diciéndonos que el bajo endeudamiento se
bursátil. debe en gran medida a la ausencia de demanda. La situación no
es muy distinta para las empresas medianas y grandes: aproxi-
5. El problema de fondo es que los bancos no quieren prestar aunque madamente la mitad de esas firmas posee crédito bancario, pero
las empresas tienen una alta demanda de crédito para encarar sus pro- 220
sólo un 10%> manifiesta que la falta de créditoRes
ICARDO BEBCZUK
un freno para PARA E
yectos. Por favor, dígame que es así. su expansión.
Así planteada, perdóneme, pero ni siquiera es una pre- Basados en el más intuitivo paradigma de la alta deman-
gunta. Parece más bien una súplica o una amenaza velada... En da y la baja oferta, los gobiernos de muchos países ponen en
cualquier caso, debo decirle que no, que no es así. Los proble- marcha diferentes sistemas de asistencia financiera a las empre-
mas de información ahuyentan a los oferentes de crédito, es sas excluidas por la banca privada. Los bancos públicos han sido
verdad, pero, al endurecer éstos las condiciones de acceso (suba la respuesta por excelencia en muchos países. En principio, esta
de tasas, acortamiento de plazos, garantías, etcétera), también medida tiene una lógica indiscutible, según la cual el Estado
se contrae la demanda. Por otra parte, muchas empresas y mu- tiene que hacer lo que no hace el sector privado. El problema, a
chos consumidores son reticentes a tomar crédito por el mero nivel internacional, es que el Estado, para cumplir fehaciente-
riesgo de quiebra que entraña un alto endeudamiento. mente este cometido, debería estar mejor preparado que la ban-
La idea habitual en los círculos políticos y en buena parte ca privada para identificar a las empresas que merecen su
de la opinión pública es que las empresas desean crédito (hay apoyo. Aunque dejemos de lado el hecho de que la administra-
demanda), pero los bancos no les prestan (no hay oferta). Cuan- ción de estas entidades públicas está muchas veces en manos de
do uno observa el volumen de crédito en un balance empresa- políticos sin entrenamiento profesional en temas bancarios,
rio, no puede saber si la empresa tiene ese volumen de deuda aunque incluso el crédito se asigne de manera transparente,
porque deseaba sólo eso o quería más crédito y no lo consiguió. quedan dudas de que el Estado tenga una mayor capacidad que
Tenemos otro recurso: a través de encuestas directas a las em- los bancos privados para seleccionar buenos deudores.
presas, puede saberse de primera mano si tienen una deman- El gran desafío para los bancos, privados y públicos, es
da insatisfecha. identificar a las empresas que tienen una demanda genuina de
Y, una vez más, los resultados son contrarios a lo que po- crédito y que, a su vez, tienen capacidad y voluntad de pagar
díamos esperar. Un estudio sobre alrededor de 50 mil empresas la deuda en el futuro. La tarea, queda dicho, no es nada fácil. En
en 71 países entre 2005 y 2009 muestra, para empezar, que ape- general, con contadas excepciones, la evidencia internacional
nas un 28% de las empresas pequeñas utiliza crédito bancario. tiene fuertes reservas con respecto a los bancos públicos y los
Este dato suelto parece estar en línea con la impresión de que programas estatales para mitigar problemas informativos en el
estas empresas no cuentan con el acceso deseado al crédito. Sin mercado de crédito. Los bancos públicos, como otros bienes
embargo, la misma encuesta aporta otro dato que desmiente tal públicos mencionados en el Capítulo 9, deberían brindarnos
creencia: apenas el 16% de esas empresas declara que la falta de servicios que no es capaz de proveer el sector privado. En Ar-
financiamiento es un obstáculo importante para su crecimiento. gentina, la poca información disponible lleva a la conclusión de
¿Cómo tenemos que leer ambos datos en conjunto? que la banca pública no se diferencia mucho de la banca priva-
222 RICARDO BEBCZUK PARA E

da en cuanto al tratamiento crediticio de las MiPyMEs. Está muy difundida la percepción de que el crédito al
Alrededor del mundo, las esperanzas incumplidas por consumo es una práctica extendida en Estados Unidos y otros
la banca estatal llevaron a la privatización de 250 bancos públi- países para financiar gastos no solamente de corto plazo, sino
cos entre 1987 y 2003. De todas maneras, existen al día de hoy también de largo plazo, como la compra de viviendas median-
328 entidades públicas en 154 países. Debe quedar bien en cla- te hipotecas, la compra de otros bienes durables o el financia-
ro que la banca pública no es mala ni buena de por sí. Como todo miento de la educación universitaria. De hecho, dijimos que el
instrumento de política económica, está pensado de antemano 70% del crédito privado tiene como destino a los consumido-
para resolver problemas, no para crearlos. A la vez, como todo res en Estados Unidos y el porcentaje ronda un promedio del
instrumento de política económica, puede ser bien o mal usa- 50% para una muestra amplia de países. Este dato prueba que
do. Algunos estudios que lograron acceder a información de- las familias no sólo ahorran, sino que también se endeudan,
tallada sobre las políticas de crédito de estas instituciones han información que parece bastante obvia, a diferencia de la si-
probado que la banca pública puede promover el empleo y el guiente: en Estados Unidos, en los últimos 30 años, el crédito
crecimiento del sector productivo, como se ha visto en las ex- financió apenas el 7% del gasto de consumo e inversión de las
periencias recientes de Brasil, Chile y Colombia. No obstante, familias. De cada 100 dólares de gasto, 93 dólares se cubrieron
en otros casos la banca estatal veda el acceso a la información con el propio ingreso y ahorro de las familias.
necesaria para realizar esos estudios, lo cual no es una buena Si consideramos el gasto total del sector privado (empre-
señal acerca de los resultados que se podrían encontrar (a me- sas más familias) durante las últimas dos décadas, el crédito
nos que sea muy tímido o demasiado humilde, uno no oculta bancario financió el 10% en los países desarrollados y el 8% en
las cosas buenas de sí mismo). los países en desarrollo. Es hora de revisar la idea de que el sec-
tor privado depende desesperadamente del crédito.
6. ¿ Los consumidores reciben un mejor tratamiento que las empresas
por parte del sistema bancario? 7. ¿Cómo dan estos valores para Argentina?
No. De hecho, para las personas con un trabajo informal Con uno de los sistemas bancarios más pequeños del
o temporario, el acceso al crédito bancario es muy limitado. Las mundo, no deberíamos esperar que ninguno de los indicadores
personas con un trabajo estable tienen un acceso mayor, pero anteriores supere en Argentina lo visto para otras economías.
generalmente el costo es para ellas mucho más elevado que para Aquí van:
una empresa, por dos motivos. Por un lado, un consumidor tí- • En sólo el 15% del ahorro nacional intermedia el siste-
pico tiene pocos activos para garantizar los préstamos y no ma bancario.
puede diversificar sus fuentes de ingreso (como pueden hacer • El crédito privado es del 15% del PBI, dividido en par-
algunas empresas), de modo que el riesgo de repago puede ser tes más o menos iguales entre las empresas y las familias.
alto. Por el otro lado, muchos consumidores no tienen o no bus- • El crédito bancario financia un insignificante 5% de la
can demasiada información para comparar costos y condicio- inversión anual de las empresas y menos del 1% del
nes de los préstamos y, por lo tanto, la intensidad de la gasto de las familias.
competencia es menor que en el segmento de empresas. • Las ganancias retenidas por las empresas cubren el 75%
de la inversión empresaria. • El crédito bancario está muy concentrado en las empre-
• A pesar del bajo nivel de intermediación financiera, los sas de mayor tamaño. Las empresas con más de 50 em-
bancos destinan menos del 20% de sus recursos totales pleados acaparan el 69% de las ventas, el 77% de los
al crédito a las empresas. El resto se vuelca al manteni- puestos de trabajo y el 71% del crédito.
miento de una alta liquidez, a la compra de títulos pú- 224 RICARDO BEBCZUK PARA E
blicos y a otros usos. El bajo nivel de crédito revela una 8. ¿Por qué es.tan pequeño el sistema financiero en Argentina?
vez más problemas de oferta, pero también una anémi- Hay una masiva coincidencia sobre las causas del achi-
ca demanda, derivada, sobre todo, de la incertidumbre camiento progresivo del sistema financiero argentino: el desca-
sobre los ingresos y la capacidad de repago futuros. En labro macroeconómico y la indefensión legal de los ahorristas.
otras palabras, los bancos no prestan demasiado no sólo Como ya dijimos, el sistema financiero está hecho para valien-
porque encuentran más atractivas otras colocaciones, tes, personas que arriesgan su dinero cediéndoselo a un banco
sino también porque no reciben tantas solicitudes de a cambio de la promesa de un rendimiento que haga crecer sus
préstamo como podríamos pensar. riquezas. El problema está en que la mayoría de las personas
• El crédito informal, por fuera del sistema bancario -in- somos muy miedosas y el miedo aumenta cuando la economía
cluido el crédito a través de tarjetas no bancarias, coo- no crece y cuando se percibe una alta inestabilidad del ingreso
perativas, compañías de crédito personal, tiendas y de los precios.
comerciales y otros canales-, financia el 13% del gasto. Estos factores económicos se potencian con los proble-
Debido a este proceso de desintermediación bancaria, mas legales que enfrentan los acreedores cada vez que deben
acentuado por la crisis de 2002, el stock estimado de cré- reclamar la devolución de deudas impagas. El sistema legal en
dito informal llega al 17% del PBI, un valor superior al Argentina no protege adecuadamente a los acreedores y los
stock de crédito bancario. procedimientos legales para recobrar el dinero son lentos, in-
• Un mero 11 % de las empresas pequeñas y un 14 % de las ciertos y costosos. Es cierto que estas dificultades legales exis-
empresas medianas usan crédito bancario. ten en muchos otros países, pero Argentina no califica bien a
• El 67 % de las empresas pequeñas y medianas ni siquie- nivel internacional: sobre 183 naciones, Argentina se ubica en
ra piden crédito y el 76% de ellas asegura que no lo hace el puesto 126 de acuerdo con su régimen legal y en el puesto 110
porque tiene sus propios recursos y prefiere usarlos. por la duración de los juicios. En general, los países que han
• El endeudamiento sobre activos de las empresas que adoptado la legislación anglosajona protegen más a los acree-
cotizan en bolsa es del 17%, un valor similar al de Es- dores que aquellos que adhieren al derecho continental euro-
tados Unidos, pero inferior al de países latinoamerica- peo, entre los que se cuenta Argentina.
nos como Chile, Colombia o Perú. Como en toda decisión política, hay pros y contras en fa-
• Apenas unas 100 empresas hacen cotización pública de vorecer relativamente más a los acreedores o a los deudores. Si
acciones, un porcentaje exiguo de las 576 mil empresas se protege a los acreedores, se robustece la confianza del públi-
registradas formalmente en el país (el número total de co para canalizar el ahorro a través del sistema financiero y au-
empresas se triplica si contamos a las no registradas). menta así el volumen de crédito en la economía. Sin embargo, esa
226 RICARDO BEBCZUK PARA E
protección implica que los deudores que no pueden afrontar sus para sus proyectos.
deudas perderán rápidamente sus bienes o empresas. En una La suspensión temporaria de la Ley de Quiebras en Ar-
sociedad civilizada, hay que pagar las deudas contraídas, pero, gentina en 2002 y el estancamiento del crédito de allí en adelante
desde el punto de vista social, uno puede sentir simpatía por no parecen eventos desvinculados entre sí. Esta ley es necesa-
deudores de buena fe que hicieron su máximo esfuerzo para de- ria para resolver el natural conflicto que surge entre acreedo-
volver el dinero y no pudieron hacerlo por mala suerte o por otras res que quieren cobrar y deudores que no pueden o no quieren
circunstancias ajenas a ellos. ¿Debería eximirse a estos deudores pagar, un conflicto que se exacerba en momentos de recesión y
del repago de sus deudas? La respuesta es un triple no. crisis (cuando la economía crece, este conflicto tiene muchas
Primero, el no pago crea costumbre y se contagia al res- menos expresiones). Esto no significa que el Estado deba siem-
to de los deudores (en lenguaje técnico, las condonaciones ge- pre desentenderse de la suerte de todos los deudores. En Argen-
neran riesgo moral). Un caso ilustrativo es la elevada morosidad tina, por ejemplo, el gobierno protegió a los deudores
en algunos programas de crédito estatal: una vez que algunos hipotecarios para que pudieran mantener sus viviendas. El ob-
deudores dejan de pagar por considerar al crédito un subsidio jetivo era elogiable, pero no el modo. Si, en vez de pasar por alto
no reembolsable, si el gobierno no hace nada por recuperar el los derechos legales de los acreedores, el gobierno hubiese dado
dinero, el incumplimiento se extiende a otros beneficiarios. Por subsidios a los deudores para que pagaran sus deudas, el resul-
ejemplo, en Guatemala, el 79% de los préstamos estatales al sec- tado habría sido el mismo sin tener como consecuencia la retrac-
tor agrícola no se devuelven nunca. Al no pagar los préstamos, ción del crédito hipotecario de allí en adelante. Hoy, el sistema
no pueden hacerse nuevos préstamos, con lo cual la ganancia bancario tiene una cartera de apenas 160.000 créditos hipoteca-
de unos es la pérdida de otros. rios y existen unos 3 millones de familias que desean tener vi-
Un segundo motivo, relacionado con el anterior, es que vienda propia.
lamentablemente no resulta posible distinguir a los deudores de Un análisis reciente ha hallado que, si Argentina logra-
buena fe de los deudores de mala fe, que toman crédito con la ra estabilizar un crecimiento aceptable, bajar la inflación y me-
intención deliberada de no pagar. Si se perdona a todos los deu- jorar la protección a los acreedores, podría pasar de un nivel de
dores, se estaría premiando a los deshonestos, cuyo número crédito del 15% a uno de 65% en sólo 8 años.
crecería ante la expectativa de obtener dinero y huir con él sin
sufrir consecuencias. 9. ¿Ayuda el sistema financiero al crecimiento?
El tercer motivo es que la protección a los deudores de Los economistas, tras utilizar técnicas avanzadas y da-
hoy se transforma en la desprotección de los deudores de ma- tos para muchos países, coinciden en dar una respuesta afirma-
ñana. La ley puede defender al deudor, pero no puede obligar tiva a esta pregunta. Sin embargo, el resultado no deja de ser
al acreedor a seguir prestando en el futuro. Lo que parece una polémico por al menos dos motivos. Primero, como explicamos
medida socialmente positiva (salvar a deudores de la quiebra) antes, el autofinanciamiento suele ser preferible al crédito ex-
se puede convertir en una medida altamente negativa en el fu- cepto cuando aquél se agota y necesitamos crédito para enca-
turo pues reduciría el ahorro intermediado por el sistema finan- rar nuevos emprendimientos. El hecho de que las economías
ciero privando a millones de personas y empresas de crédito modernas hayan podido crecer y salir de crisis sin recurrir de-
masiado al crédito invita a reconsiderar el papel central que 10. ¿Por qué hay crisis financieras y qué hacen los gobiernos al res-
normalmente se le asigna. Segundo, la teoría del crecimiento pecto?
impulsado por el crédito supone que los bancos empiezan a Las crisis financieras no son eventos casuales que se dan
prestar y que los préstamos desencadenan el crecimiento pos- en puntos apartados del planeta. En los últimos 40 años, se re-
terior. No se requiere mucho análisis para rechazar esa secuen- gistraron una 130 crisis profundas, tanto en países desarrolla-
cia de eventos. Los bancos, que también son miedosos (por dos como en desarrollo. La última tuvo como epicentro al país
inclinación propia y porque la regulación estatal los obliga), no más rico del mundo y de allí se transmitió aRICARDO
228 otras economías
BEBCZUK PARA E
se lanzan a prestar hasta no ver que la economía toma un rum- poderosas.
bo ascendente. La frase del gerente de Goldman Sachs que abre ¿Por qué ocurren las crisis? Porque el sistema bancario
este capítulo da fe de que la relación, al menos al inicio, va del es muy vulnerable, en Argentina y en cualquier otro país. Los
crecimiento de la producción al crecimiento del crédito, no al bancos toman depósitos a corto plazo y a tasa fija y prestan a
revés (en caso de que usted necesite más evidencia, en el punto períodos más largos con un riesgo importante. A la vez, los
anterior mencionamos que el tamaño del sistema financiero bancos son meros intermediarios con relación al dinero de otros,
depende de, entre otros factores, el crecimiento del PBI, no al por lo que no invierten esos fondos con el celo y la cautela que
revés). pondrían si fuera su propio dinero. La estricta supervisión es-
Un posible servicio del sistema bancario sería el de pro- tatal y la exigencia de aportar capital propio al negocio ayudan
veer crédito, aunque sea en pequeñas cantidades, para amorti- a mitigar, pero no a desterrar, esas conductas.
guar la caída de los ingresos durante las fases decrecientes de Ante esa fragilidad, las malas noticias económicas -las mis-
la economía. Este crédito, en pequeñas dosis, pero cuando más mas que causan las recesiones que discutimos en el Capítulo 2-
se lo precisa, sería un aporte de sumo valor para la economía. pueden mover al sistema financiero a una debacle. El pánico de
Sin embargo, por el miedo que explicamos antes, los bancos los depositantes y de los propios bancos hará el resto.
suelen contraer el crédito cuando la economía da las primeras ¿Qué hacen los gobiernos al respecto? Corren a salvar el
señales de debilidad. «El crédito es un paraguas que te dan sistema. ¿Por qué lo hacen? Principalmente, porque están con-
cuando sale el sol y te quitan cuando empieza a llover», reza un vencidos de que la economía se paralizará si se detiene el cre-
sabio proverbio. cimiento del crédito. La realidad nos ofreció en párrafos
Esta afirmación no implica que el sistema financiero no anteriores una versión muy distinta: la economía, en épocas de
juegue ningún rol. Lo que aquí decimos es que su contribución, crecimiento y de contracción, se las arregla bastante bien sin el
desde el lado del crédito, es menos importante de lo que cree- aumento del crédito. (Obviamente, si los depositantes quisieran
mos. En cambio, el sistema bancario brinda un servicio inesti- recuperar todo su dinero y los bancos debiesen a su vez recu-
mable a través de la creación de medios de pago que permiten perar todo el crédito concedido, el problema sería muy grave,
sustituir el uso de efectivo con el de cheques, tarjetas y transfe- pero la experiencia internacional demuestra que, durante las
rencias electrónicas en general. Este servicio mejora la eficien- crisis, en general no se contrae el crédito, sino que solamente se
cia y seguridad de transacciones comerciales de todo tipo. reduce su ritmo de expansión.)
¿Qué efecto negativo pueden tener estos rescates? La
falta de castigo a quienes han tomado excesivos riesgos siem-
bra la semilla de futuras crisis al crear la sensación de que las
malas acciones, antes que castigadas, son premiadas. Esta situa-
ción explica el desánimo social que produjo en Estados Unidos
el apoyo casi ilimitado a los bancos de Wall Street mientras la
economía atravesaba su peor crisis en 80 años. En ese contexto
dramático, el sistema financiero recibió un generoso salvataje
que les permitió a los bancos seguir pagando generosos bonos
a sus funcionarios. El programa movilizó unos 700 mil millones
de dólares, casi dos PBI argentinos, de los cuales se han recu-
perado hasta la actualidad unos 560 millones.
En promedio, para las crisis ocurridas desde 1970, el
gasto de rescate del gobierno fue del 16% del PBI, del cual se
recupera en promedio apenas el 3% del PBI. La pregunta que
dejamos flotando es si el esfuerzo fiscal está justificado por los
beneficios sociales que reporta el sistema financiero.
Para pensarlo desde otro ángulo, recordemos el argu-
mento del costo de oportunidad que apareció en nuestros prin-
cipios económicos del Capítulo 1. ¿Qué se podría hacer con ese
dinero? Por ejemplo, cuando una industria cierra sus puertas,
el Estado raramente auxilia a sus propietarios o empleados.
Algunos economistas han dicho, con mucho criterio, que duran-
te las crisis el Estado debería actuar no sólo como prestamista de
última instancia (en socorro del sistema financiero), sino también,
especialmente, como empleador de última instancia (en socorro de
las empresas no financieras y de los trabajadores).
Veámoslo con un ejemplo concreto para Argentina. La
Asignación Universal por Hijo asiste a 3,5 millones de niños y
a casi la mitad de las familias pobres del país. Su costo anual es
el 0,6% del PBI. ¿Cuánto costó el rescate al sistema financiero
en 2002-2003? Un 9,6% del PBI.
CAPÍTULO 11
¿Hay una receta para el crecimiento sostenido
de la economía?
Recuperaciones versus crecimiento sostenido
Muy pocos problemas en la economía pueden resolverse sin que
medie un proceso de crecimiento duradero, lo cual justifica el
esfuerzo de tantos analistas y la curiosidad de todos nosotros
por desentrañar el secreto que parecen atesorar unos pocos y
envidiados países.
El mensaje de este capítulo es a la vez pesimista y optimis-
ta. Es pesimista en tanto concluye que la búsqueda del secreto
resulta estéril. Embelesados por el éxito de varios países asiáti-
cos, muchos han intentado, sin fortuna, hurgar en las profundi-
dades de ese modelo para replicarlo en otras latitudes. Sin
embargo, ya se ha dicho alguna vez, y lo refleja el dibujo anterior,
que esto es lo mismo que querer jugar al básquet como Michael
Jordan mirando un video de sus mejores jugadas (¡buena suerte
a quien haga el intento!). Pese a la inclaudicable labor de muchos
investigadores durante décadas, no se ha podido identificar un
rasgo único e imitable en los procesos de crecimiento acelerado.
El milagro asiático, como todo milagro, es un fenómeno extraño
e irrepetible. Aun así, nos enseñará algunas lecciones.
El capítulo también es optimista porque plantea que el
crecimiento de largo plazo, a lo largo de muchas décadas, pue-
de alcanzarse si se mueven las piezas correctas. Si se apuesta a
un crecimiento menos rápido, pero más estable, los resultados
pueden ser muy auspiciosos. En todo caso, más que apuntar a
un crecimiento anual del 10%, deberíamos tratar de evitar a
toda costa caídas del 10%. Para hacerlo, tenemos que prestar
atención a la economía, pero también al derecho, a la política
y a la historia.
No es la primera vez que aparece en el libro la palabra
«crecimiento». Sin embargo, la naturaleza del crecimiento que
234 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 235

nos ocupó en los capítulos iniciales es muy distinta al que que- Llegan buenas noticias desde el Imperio Romano
remos discutir aquí. Cuando un páís entra en un ciclo de estan-
camiento o recesión, hablamos de problemas de corto plazo que Si abandonamos nuestra fijación con el crecimiento de corto
se solucionan con una inyección de mayor gasto, provenga del plazo (¿cuánto creció el PBI el año pasado?) y levantamos la
gobierno o del sector privado. En estos casos, la economía cuen- vista para observar las tendencias de largo plazo, encontrare-
ta con trabajadores ansiosos por salir del desempleo y con em- mos muy buenas noticias a nivel mundial. Conviene en lo su-
presarios con capacidad instalada ociosa -maquinaria no cesivo referirnos al PBI per cápita o por habitante ya que es una
utilizada a pleno-, pero hay una demanda débil, lo cual se tras- medida del ingreso promedio de la población. Si el PBI total
lada a un bajo nivel de producción. No se produce más ni se crece, pero la población total crece más, en realidad a cada uno
vende más porque nadie compra. Ya hemos visto que hay di- le toca en teoría una tajada más pequeña (George Bernard Shaw,
ferentes salidas para esa encrucijada. el brillante escritor irlandés, ha dicho que «la estadística es la
El problema cobra otra dimensión cuando nos encontra- ciencia que demuestra que, si mi vecino tiene dos autos y yo
mos en la situación opuesta, con una demanda alta y sosteni- ninguno, ambos tenemos uno»). En el siguiente capítulo habla-
da, pero sin trabajadores ni maquinaria disponibles para remos de la distribución de la torta.
abastecer ese deseo de compra. Si la demanda sigue empujan- Ya que los datos nos lo permiten, nos animaremos a ha-
do, la rigidez en la oferta de los bienes hará que empiecen a subir blar de los últimos 2.000 años. Desde luego, la información más
los precios. En estas circunstancias, emerge el principal tema del lejana en el tiempo es precaria, pero, aun así, es la más confia-
capítulo: cómo se hace para aumentar la oferta y permitir que ble que se ha podido reconstruir. Bajo esta perspectiva, el cre-
el crecimiento se extienda por años o décadas. cimiento en los últimos 100 años ha sido a todas luces
Para incrementar la capacidad productiva, es preciso que extraordinario e inédito en la historia de la humanidad.
se incorporen más trabajadores y más capital (maquinarias, Entre el año 1 y el 1700, el PBI per cápita creció a un pro-
plantas, equipos de transporte). Ese aumento en la cantidad de medio anual del 0,01%, muy poco, casi nada. En los dos siglos
factores productivos (trabajo y capital) debería venir acompa- siguientes, la tasa empezó a tomar un cariz más respetable, pero
ñado por mejoras en su calidad: trabajadores más educados y todavía modesto: en torno al 0,4% anual. En el año 1900 entramos
capital con tecnología moderna son llaves para producir más en una era de marcado dinamismo, en la que la tasa de crecimien-
con la misma cantidad de factores productivos. La mayor pro- to anual se ha situado en 1,6%. Al mundo le llevó 19 centurias
ductividad también se apoya en una mayor eficiencia. Una triplicar el ingreso per cápita y nada más que 100 años (desde
empresa puede producir más con los recursos disponibles si inicios del siglo XX hasta hoy) quintuplicarlo. Tiene aún mayor
aprovecha sus economías de escala, si aprende durante el pro- mérito el hecho de que este crecimiento se haya dado pese al cre-
pio proceso de producción o si adopta mejores sistemas de ad- 236
cimiento exponencial de la población (1,4% anual RICARDO
desde B1900;
EBCZUKel PARA E
ministración y operación. porcentaje de los 1.900 años anteriores era del 0,1%).
Es bueno apreciar, de vez en cuando, un plazo tan exten-
so. Estamos afirmando que el ingreso promedio se multiplicó por
5 en 100 años. Si esta cifra no dice mucho, pensemos en la ale-
gría que nos produce un aumento de nuestro salario real (neto en un país, las primeras inversiones suelen ser más rentables que
de inflación) de, digamos, el 20%. Aquí estamos diciendo que, las siguientes. Resulta mucho más probable hacer buenos nego-
para toda la humanidad, el aumento fue del 600%. No está nada cios en un país donde todo está por hacerse que en uno donde las
mal, ni siquiera si se considera que llevó un siglo. mejores oportunidades ya han sido explotadas. Éste es el argu-
Cuando pensamos en la economía mundial, lo primero mento que invocamos para esperar que el capital se mueva des-
que se nos viene a la cabeza son las crisis y turbulencias varias y de los países ricos a los pobres. Si el capital es más productivo
pasamos por alto hechos tan positivos como los que acabamos de cuando es más escaso, los países pobres podrían crecer más rá-
repasar. De todos modos, es cierto que hacia adelante se ciernen pido que los ricos y después de un tiempo podrían, aunque co-
nuevos nubarrones sobre la capacidad del mundo para seguir rran desde atrás, acercarse a esos altos niveles de ingreso.
creciendo y, si queremos ser más dramáticos, para resolver los Por más que nadie niega la lógica de este razonamiento,
problemas creados en parte por este mismo crecimiento acelera- no deja de ser verdad que el crecimiento depende también de
do, pero ahí tenemos tema para, por lo menos, un libro nuevo. otros factores macroeconómicos e institucionales, aspectos en
Otra lección de suma relevancia que surge de estos da- los cuales los países pobres padecen una seria desventaja. En la
tos de largo plazo es que un crecimiento bajo, pero sostenido, práctica, estos factores terminan pesando más que la escasez
es preferible a las seguidillas de crecimientos explosivos que inicial de capital e impiden la anhelada convergencia a los ni-
terminan, justamente, explotando en nuestras manos (por no veles de ingreso de los países ricos.
mencionar otras partes del cuerpo). La tabla siguiente muestra que los países de ingreso media-
Estados Unidos se convirtió en la economía más rica del no crecen más que los países ricos, pero estos últimos crecen al
planeta creciendo, desde 1870 hasta la actualidad, al 1,9% anual doble de velocidad que los más pobres. El ingreso promedio de
per cápita, una cifra modesta en apariencia, pero, en realidad, un habitante en un país rico en 1960 era 49 veces mayor que el in-
el PBI per cápita se duplica con ese crecimiento en apenas 37 greso promedio de un habitante en un país pobre. Si ya esta dife-
años. Gracias a esa tasa baja, pero relativamente estable, el in- rencia era apabullante, 50 años después, en 2010, se estiró a 79
greso por habitante en ese país es hoy 12 veces mayor que hace veces. Los países de ingreso medio han acortado la distancia a 13
140 años. Argentina, con una fluctuación entre períodos de es- veces, pero este número tampoco es para descorchar champagne.
plendor y épocas de catástrofe, creció al 1,3% anual y multipli-
có el ingreso 6 veces, muy por debajo no sólo de Estados Unidos,
sino también del promedio mundial (7,5 veces).

Tortugas y liebres
Este tema nos conduce a otro de igual interés: ¿deberíamos espe-
rar que los países ricos crezcan más que el resto? La teoría ofrece
una luz de esperanza a los países más pobres. En una empresa o
238 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 239

PAÍSES DE PBI per cápita Crecimiento ¿Cuántas veces más alto es el económicas (inversión, apertura, inflación), sociales (educación,
INGRESO: (en dólares) per cápita ingreso de los países ricos con distribución del ingreso, salud), institucionales (sistema políti-
Y el secreto para crecer es...
promedio anual respecto a los demás?
co, respeto a la ley, corrupción, conflictos internos), el clima y
la ubicación geográfica, la cultura, la religión... El número de
1960 La 2010
pregunta1960-2010
que nos desvela1960 es cómo se hace para entrar en
2010
explicaciones ha crecido, pero no es éste el tipo de crecimiento
Alto 12.383 estos senderos
27.370 2,0% de crecimiento
1 perdurables
1 en el tiempo. Repe-
que beneficia a las economías. Más bien, podríamos decir lo
Medio 676 timos lo dicho
2.081 2,9% en párrafos 18 anteriores: 13muchos países han logra- contrario: la multiplicación de variables da una prueba paten-
do salir de una recesión y crecer al 7% o al 10% durante unos
Bajo 253 348 0,8% 49 79 te de nuestro desconcierto y de la malograda búsqueda del «se-
pocos años, pero irremediablemente han sucumbido después.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Banco Mundial creto». En otras palabras, si todo importa, nada importa.
No son estos países los que figuran en nuestra lista de exitosos
La principal dificultad con que tropiezan los estudios es
en materia de crecimiento. No estamos tratando de identificar
que, durante los procesos de crecimiento, se dan muchos cam-
a campeones en los 100 metros, sino a los reyes del maratón.
bios en forma más o menos simultánea: mejora no sólo el ingre-
De hecho, en un capítulo anterior aprendimos que nin-
so, sino también la inversión, la educación, la salud, la
gún país pasa mucho tiempo sumergido en el estancamiento o
estabilidad, las instituciones, la integración con el resto del
en una caída continua de la producción, pero que muy pocos
mundo... Todo ocurre al mismo tiempo y se hace muy difícil
consiguen transformar una recuperación en crecimiento fran-
saber cuál es la causa y cuál la consecuencia.
co. Tristemente, debemos decir que Argentina se cuenta entre
Si se me permite, tampoco debería ser tan preocupante el
los casos en que no se ha logrado eso. La salida de la hiperin-
problema de identificar causas y consecuencias. Ya vimos en el
flación nos depositó en un crecimiento asombroso en los '90,
Capítulo 2 que el crecimiento se dispara por las razones más di-
pero la irresponsabilidad fiscal nos devolvió menos de 10 años
versas, sin necesidad de que antes se abra la economía o aumen-
después a las oscuras profundidades de una crisis. Un par de
ten la inversión o la educación. El desafío empieza después,
años más tarde, logramos dejar atrás esa pesadilla y volvimos a
cuando llega el momento, tras meses o años, de evitar la detención
crecer con fuerza, pero aún hoy pocos expertos se aventuran
o reversión del crecimiento inicial. Si la economía acompaña el cre-
a afirmar que Argentina ha ingresado en un proceso de creci-
cimiento inicial con cambios propicios en otros frentes, existe la
miento ininterrumpido. Como en el mundo del espectáculo, lo
posibilidad de entrar en el selecto club de los países de crecimien-
difícil no es llegar, sino mantenerse.
to sostenido (nótese, de paso, que no dije rápido, sino sostenido).
Tras acumular suficiente información sobre unos 150
países a lo largo de 50 años, los economistas han tratado de
descubrir las variables clave que expliquen el crecimiento de 240 Un poco de contabilidadRICARDO BEBCZUK PARA E
largo plazo. Para no crear suspenso innecesario, la conclusión
es que todavía no sabemos mucho. Los primeros trabajos, allá Los economistas reniegan de la contabilidad, pero la usan todo
por 1990, incluían unas 7 variables explicativas; en los siguien- el tiempo. Una de sus aplicaciones es el cálculo de las fuentes
tes 20 años, el número se estiró a 150 variables y el trabajo ex- de crecimiento. Como dijimos, el crecimiento se puede descom-
ploratorio sigue en pleno avance. Se ha probado con variables poner en la contribución de tres factores: capital, trabajo y tec-
nología. La suma debe dar necesariamente 100% (de allí que en capital físico y humano) que «inspiración» (creatividad e
podamos recurrir a la contabilidad) . En la tabla que sigue, apa- innovación en tecnología y en administración de negocios).
recen datos recientes sobre estas fuentes de crecimiento en los Para Argentina, la situación es distinta. Nuestro creci-
países desarrollados, los países asiáticos de alto crecimiento y miento ha sido más intensivo en trabajo (57%, dos tercios expli-
Argentina: cado por horas de trabajo y un tercio por educación) que en
capital (38%) y tecnología (apenas 5%). Estos datos sugieren que
Argentina ha basado su portentoso crecimiento reciente en el
Fuentes de crecimiento en países seleccionados
Lo primero Capital
Crecimiento que rescatamos
Trabajode la tabla es que el capital
Tecnología recurso menos recomendable de los tres: por un lado, una vez
-la inversión en plantas y equipos- es la principal fuente de
del PBI real alcanzado el pleno empleo, no es posible aumentar demasiado
crecimiento en la mayoría de los países, la oferta laboral, a diferencia de la inversión, que puede crecer
Países desarrollados 2,1 53% 12% 35%pero no en todos. Y,
aunque es el más importante, sólo explica alrededor de la mi- indefinidamente si hay recursos para financiarla; por el otro
(G7)
tad de 8,1
Países asiáticos de 49% 10%
la tasa de crecimiento. En las últimas
41% décadas, ha gana- lado, el crecimiento del trabajo aumenta la producción, pero
alto crecimiento do espacio en esta discusión el impacto de la tecnología reduce el PBI por habitante, que es la medida de cuánto aumen-
Argentina informática
7,9 y de comunicaciones.
38% 57% Por 5% algún tiempo, los exper- ta nuestro ingreso promedio.
tos más autorizados señalaban que «las computadoras están en
Fuente: D. Jorgenson y K. Vu, POTENTIAL GROWTH OF THE WORLD ECONOMY,
todos lados, menos en las estadísticas de productividad». Esta 242 La tecnología, ¿qué tecnología?
RICARDO BEBCZUK PARA E
Harvard University, 2010. Datos promedio para el período 2002-2006.
apreciación ha cambiado con el tiempo. Según datos actuali-
zados, el capital tecnológico explica alrededor de la mitad de ¿Qué se puede hacer al respecto? Habría que aumentar la con-
la contribución total del capital; esto es, un cuarto de la tasa de tribución del capital y de la tecnología. ¿Cómo? En relación con
crecimiento. el capital, habría que aumentar la inversión productiva, que en
El aporte del trabajo (incluida su calidad, tanto en edu- nuestro país ha estado, ya lo vimos, por debajo del promedio
cación formal como en años de experiencia laboral) ronda un mundial, con el agravante de que sólo el 40% de esa inversión
modesto 10% en los dos primeros grupos. El resto del crecimien- va a maquinaria y equipos y, de ese valor, aproximadamente la
mitad se dedica a cubrir la depreciación del capital existente
to provendría del avance tecnológico (desafortunadamente, no antes que a elevar la capacidad productiva de las empresas.
hay forma de medir el progreso tecnológico en forma directa Aclaremos que la baja participación de la inversión en maqui-
pues se trata de un factor intangible, a diferencia del capital y narias y equipos en comparación con la construcción residen-
el trabajo). Así, la tecnología, en su acepción amplia -todo lo que cial y no residencial es un rasgo común a muchas economías,
incrementa el producto sin necesidad de mayor capital y traba- no un problema de Argentina en particular.
jo-, explica un 40% del crecimiento. Si bien este último aumen- En el caso de la tecnología, la respuesta no es tan obvia.
to de productividad es importante, ni siquiera en los países del Muchos observadores confunden este componente con la tec-
sudeste asiático representa la fuente preponderante de expan- nología pura y entonces recomiendan como solución que el país
sión. Parecería entonces que no hay escapatoria a la premisa de invierta en aumentar la cantidad de investigadores y recursos
que, para crecer, se necesita más «transpiración» (más inversión en todas las ramas de la ciencia. Dicha política puede ayudar en
muchos aspectos sociales, pero resulta insuficiente como herra- internacional, los países desarrollados y los asiáticos invierten
mienta para el crecimiento. un 2%, cuatro veces más que nuestro país. En esos países, las tres
En primer lugar, reiteremos que, en nuestra acepción, cuartas partes del gasto tienen financiación de empresas priva-
tecnología es todo aumento en la eficiencia en el uso de los re- das. En Argentina, ese tipo de inversión alcanza apenas una
cursos disponibles. La adopción de mejores sistemas de admi- cuarta parte. Esta diferencia refleja el desaliento que produce la
nistración empresarial, las economías de escala, la integración incertidumbre de largo plazo. La alta participación dei Estado
o tercerización de ciertas etapas del proceso de producción, el en este mercado no debe leerse como una noticia del todo po-
pasaje a una operación continua y el acceso a nuevos mercados sitiva porque es un síntoma de la ausencia de incentivos priva-
para los productos, entre otros factores, pueden llevar a un cre- dos para encarar estas actividades.
cimiento de la productividad. Un ejemplo es la llamada «revo- Quizá usted esté pensando que el 1 % o el 2% del PBI son
lución verde» en el sector agrícola: sin tecnología de punta, a cifras ridiculamente bajas, pero no es así. Usted argumentará
través de la mera diseminación del uso de fertilizantes y pesti- que la inversión en capital físico (el dato de inversión que todos
cidas, se logró en el mundo cuadriplicar la productividad del conocemos) supera el 20% en la mayoría de los países e incluso
sector agrícola en sólo 30 años a partir de la década del '70. el 30% en algunos. Sin embargo, conviene recordar, como hici-
En segundo lugar, no toda actividad de investigación mos antes, que una inversión nacional bruta del 20% se convier-
científica impacta directa e inmediatamente sobre la produc- te en una inversión neta (sacando la depreciación y el gasto en
ción. Por ejemplo, la investigación básica (o investigación pura) construcción) de un 5%. Al mismo tiempo, lo que es más impor-
sirve para establecer teorías y principios nuevos, pero no se tante, el gasto en investigación y desarrollo no sufre deprecia-
compara con la investigación aplicada, que busca crear produc- ción y sienta las bases para futuros avances tanto en el sector
tos o variedades de productos existentes con un fin comercial. donde se genera como en otros (pensemos de nuevo en la elec-
La investigación básica, cuando arriba a resultados novedosos, tricidad o la informática).
puede generar frutos concretos y muy significativos (por citar
algunos casos, la electricidad, la fibra óptica y la genética nacie-
ron como investigación básica), pero no con la rapidez desea-
ble. La investigación aplicada puede brindar recompensas en
plazos más breves y sus resultados están sujetos a menos incer-
tidumbre; especialmente, cuando se aboca al perfeccionamiento
de productos que ya existen: fue muchísimo más laborioso in-
ventar la computadora que, una vez inventada, aumentar su
velocidad y reducir su tamaño.
Aun con estas salvedades, vale la pena dar una mirada
al esfuerzo del país en el área de investigación y desarrollo.
Argentina invierte un 0,5% del PBI en esta materia, la mitad que
Brasil, pero un número similar a los de Chile o México. A nivel
244 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 245

Seguimos en la brecha

Por último, si buscamos mejorar nuestro desempeño tecnológi-


co, no podemos desestimar el principio de especialización in-
ternacional. Nos guste o no, hay una brecha tecnológica
importante entre los países desarrollados y los países en desa-
rrollo, con lo cual implica un desperdicio de recursos tratar de
crear desde cero, con los costos e incertidumbre que ello acarrea,
tecnología que ya está disponible en los países ricos.
Los mismos datos que se relevan para calcular las fuen-
tes de crecimiento nos permiten estimar la brecha tecnológica
con respecto a, por ejemplo, Estados Unidos. Para los países de
bajos ingresos, esta brecha es de 20 veces; para los de ingreso
medio, de 5 veces. Son brechas enormes y conviene detenemos
un momento para tomar clara dimensión de lo que significan.
Para empezar, insistimos en que este número no quiere
decir que en Estados Unidos haya más laboratorios y más cien-
tíficos. Debemos entender la tecnología como productividad o
eficiencia en un sentido muy amplio. Remarquemos también que
estos números ya descuentan que Estados Unidos tiene más ca-
pital físico y humano que los demás países. La brecha de produc-
tividad de la que hablamos aquí no se debe a una mayor dotación
de recursos, sino únicamente a su mejor uso. La constatación de
una colosal ineficiencia productiva en los países de ingresos ba-
jos y medios torna este concepto mucho más intrigante y digno
de discusión dentro de la agenda de políticas económicas.
Para entender qué suponen estos números, imaginemos
que sólo se produce un bien: sillas. Según la brecha que vimos,
con la misma cantidad y calidad de madera, herramientas y
carpinteros, Estados Unidos produce 20 veces más sillas que un
país pobre. ¿Por qué pasa esto? Por diversos motivos, entre
ellos: 1) se desperdicia menos madera; 2) las fábricas son mu-
cho más grandes y eso reduce el costo por silla; 3) no hay tiem-
pos muertos en el proceso de fabricación; 4) el propietario puede
planificar a largo plazo en vez de preocuparse únicamente por jes en barco. No obstante, si tomamos distancia de este evento
los vaivenes económicos y políticos, con lo cual usa su tiempo particular y nos informamos, descubriremos que las probabilida-
para mejorar su nivel de competitividad; 5) como tiene que li- des de perder la vida en un accidente aéreo son de 0,00001%.
diar con competidores nacionales y extranjeros, entiende que su Como suele decirse, los aviones que llegan a destino no son no-
supervivencia depende de su capacidad para mantener un buen ticia. Tendemos a sobredimensionar hechos aislados que son
equilibrio entre precio y calidad. importantes para el interesado directo, pero no para los millones
de personas que componen la economía de un país. Lo mismo
Las carpinterías que superan estos desafíos obtienen pasa con las noticias positivas: a nadie se le ocurriría decir, des-
fuertes ganancias. ¿Implica la búsqueda de menores costos que pués del anuncio del «gordo de Navidad» en la lotería, que la
los carpinteros deben conformarse con un salario más bajo? No. solución de los problemas económicos es que todos recibamos un
El propietario sabe que necesita empleados con alta capacitación billete ganador.
y mucha experiencia para mantener en marcha el negocio, de En cualquier caso, la brecha tecnológica que hemos vis-
modo que los retendrá pagando un salario acorde. En la mis- to nos deja un mensaje alentador: un país rezagado en esta ca-
ma línea, la estrategia de mejorar la eficiencia e incorporar tec- rrera puede dar un enorme paso adelante trabajando sobre la
nología no deja a personas en la calle: probablemente, el éxito eficiencia del proceso productivo y el mejor uso de los recursos
del negocio lleve a su propietario a expandirse y a contratar a existentes, sin necesidad de poner el acento exclusivamente en
nuevos empleados. un aumento de la inversión.
No me malentienda: no pretendo trazar aquí una fábu-
la idílica en la que los patrones y sus empleados viven felices y
en armonía todo el tiempo. Sigue habiendo casos de quiebras Las importaciones importan
empresarias, empleados que pierden su trabajo, trabajadores de
baja capacitación con mala paga (por ejemplo, el muchacho que Una forma de cerrar parcialmente esta brecha es adaptar la tec-
barre el aserrín al final del día) y otros conflictos inevitables en nología que se desarrolló en países avanzados. Se puede obje-
el ambiente laboral. Nuestro punto es que hay que alzar la vis- tar que el propietario de esa tecnología la cederá a cambio de
ta y considerar la situación a un nivel más general y durante un una jugosa regalía, en un intercambio desigual entre el inven-
período más largo. Si consultamos las estadísticas de crecimien- tor monopólico y sus múltiples y ávidos compradores del mun-
to, empleo y desempleo de las economías más dinámicas, nos do en desarrollo. Si bien este arreglo describe algunas
topamos con una perspectiva mucho menos funesta que la que transferencias de tecnología, no es la norma en el caso de mu-
pintan los observadores que emiten sus juicios R
246 aICARDO
partir de intui-
BEBCZUK chos
PARAbienes tecnológicos
ENTENDER de uso cotidiano.
LA ECONOMÍA 247
ciones mal encaminadas o de períodos o casos puntuales. A través del comercio, de la inversión directa y de la co-
Para usar un ejemplo ajeno a la producción, la caída de municación científica a nivel internacional, se producen derra-
un avión es una tragedia para los pasajeros y sus familias. Sen- mes de tecnología que benefician gratuitamente al país receptor.
sibilizado por la cobertura periodística, alguien podría sugerir Con el capital humano necesario para adaptar la tecnología
la prohibición de la industria aeronáutica y el retorno a los via- importada (a través de la llamada ingeniería inversa), es facti-
ble usufructuar esos inventos por fuera del sistema de patentes.
la expectativa de ganancias lo que impulsa a una empresa a ín-
Si duda usted de lo que digo, piense en los desarrollos tecnoló- vertir en investigación y desarrollo. Todo lo que amenace sus
gicos incubados en los países ricos, como el automóvil, el avión, derechos de propiedad sobre los beneficios -un tema al que vol-
el teléfono, la radio, la televisión. Todos estos inmensos avan- veremos- desactiva ese incentivo. Se puede obligar a la empre-
ces, en forma lenta, pero segura, ingresaron en nuestras econo- sa a compartir las innovaciones que ya haya hecho, pero no se la
mías durante la primera mitad del siglo XX. En promedio, puede obligar a invertir después en nuevos proyectos. En última
tardaron 60 años en difundirse alrededor del mundo desde sus instancia, la reducción de estos gastos perjudicará a los países lí-
puntos de origen. No mucho tiempo después, la tecnología de deres, pero también a los seguidores ya que éstos se benefician
las computadoras tardó unos 25 años (menos de la mitad) y, más de un modo u otro con los avances en el primer grupo.
reciente, internet se propagó en apenas 15 años. Una posible excepción serían las vacunas y otras drogas
Dicho de otro modo, si los demás países no hubiesen farmacológicas pues razones humanitarias justifican que se
importado en algún momento esos bienes, deberían haber de- pasen por alto las anteriores reglas de mercado. En estos casos,
sarrollado por sí mismos esas tecnologías, con altísimos costos, tampoco debería forzarse a las empresas a transmitir sus hallaz-
resultados inciertos y la enorme ineficiencia y derroche de re- gos sin pago alguno, sino que los gobiernos del país productor
cursos que supone reinventar lo que ya está inventado. Los pio- y de los países usuarios deberían acordar con la empresa que
neros lograron ganancias en su momento, pero no mantuvieron hace el hallazgo un esquema en el cual todas las partes coope-
control sobre lo que inventaron. Por ejemplo, ningún fabrican- ren para hacer la droga accesible en países de bajo ingreso. En-
te de autos le paga ni le ha pagado derechos al alemán Karl Benz tre 2007 y 2009, se destinaron a nivel mundial unos 8.900
por haber inventado el automóvil a fines del siglo XIX. millones de dólares a la investigación y desarrollo de curas para
A veces, se insinúa que los países avanzados deberían el sida, la malaria, el dengue, la tuberculosis y otras enferme-
transferir a costos muy bajos o incluso gratis sus innovaciones a dades con alta incidencia en países pobres. Para que esas cos-
los países en desarrollo. Sin duda, esta política ayudaría a redu- tosas investigaciones continúen, es necesario que los ingresos
cir la brecha tecnológica, pero no parece una propuesta viable. futuros superen la cifra invertida y compensen los riesgos asu-
Primero, no se puede obligar a una empresa que ha in- midos o bien que el Estado se haga cargo o subsidie los estudios.
vertido años y millones en desarrollar un nuevo producto a A su vez, distintos gobiernos, donantes y organismos interna-
entregarlo gratuitamente a otros países, con el riesgo adicional cionales han aplicado unos 26.000 millones de dólares a la com-
de que los beneficiarios inunden el mercado con el producto una pra de este tipo de drogas para habitantes de países pobres
vez en posesión de los detalles de su fabricación (el costo inicial negociando con los laboratorios privados precios menos one-
para desarrollar una innovación es muy alto, pero el costo pos- rosos que los de mercado.
terior es muy bajo; pensemos, por ejemplo, en un nuevo progra-
ma de computación que, una vez creado, puede reproducirse
248 RICARDO
millones de veces al costo de un simple D VD o incluso BEBCZUK
gratis a PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 249
Estrategia o suerte
través de internet).
Segundo, tampoco conviene hacerlo porque es justamente Mucha gente cree que los procesos de crecimiento se gestan en
250 RICARDO BEBCZUK PARA E
reuniones de alto nivel en las que el gobernante, junto a sus
colaboradores más cercanos, pergeña una estrategia de largo proceso. El Estado debe hacer su parte para apuntalar estos cam-
plazo para sacar al país de la miseria y ponerlo en el sendero del bios -sin duda alguna, positivos para la sociedad-, pero no ha-
crecimiento permanente. bría que confiar en que éstos sean la llave que abra las puertas
Desde luego, las cosas no funcionan así. Por una razón hacia el crecimiento, aunque, eventualmente, en los años venide-
básica: el peor momento para lanzar una estrategia de largo ros, ayudarán a fortalecer y realimentar el dinamismo inicial.
plazo es en medio de una situación económica comprometida. Permítanme citar la inversión y la educación como ejemplos.
Ya planteamos en otros capítulos que, cuando la economía su- Venimos diciendo en diversos capítulos que en el corto
fre los embates de una recesión, se encontrará el adecuado re- plazo es más fácil justificar que el crecimiento genera inversión
medio en el gasto público y privado. El ahorro, que luego que justificar que la inversión precede al crecimiento. ¿Qué em-
financia la inversión, es aliado del crecimiento de largo plazo, presa decidiría hundir recursos en un proyecto cuando la econo-
pero enemigo de las recuperaciones a corto plazo. Tampoco mía misma se está hundiendo? A menos que el empresario tenga
parece una medida política popular o atinada destinar masivos una visión de muy largo plazo y se abstraiga de las circunstan-
recursos a la investigación científica o a la adopción de nuevas cias de ese momento, resulta dudoso que se embarque en estos
tecnologías en el momento en que cunde el desempleo y la con- planes y la evidencia disponible nos dice que las empresas invier-
tracción productiva. ten cuando ven el crecimiento consumado, no antes (no sólo por-
Las estrategias de largo plazo tienen alguna chance de que les cuesta predecir el futuro y usan la información a mano,
surtir efecto cuando se superan las urgencias de corto plazo y sino también porque, cuando las ventas son bajas, no cuentan con
se despeja la incertidumbre que frena cualquier inversión irre- recursos propios y los bancos no les quieren prestar). Esto no
versible. Una vez que la economía consigue ponerse en pie nue- contraría que, una vez en movimiento, la inversión será uno de
vamente, tanto el gobierno como el sector privado pueden los pilares de la continuidad del crecimiento.
tomar la oportunidad de transformar la recuperación en creci- Podemos decir lo mismo de la educación. Aunque el
miento sostenido. El crecimiento de largo plazo surge de golpes de gobierno inicie un plan de escolarización e incluso lo extienda
suerte bien aprovechados. a la educación superior, no hay chance de que esta movida pon-
ga en marcha por sí sola un proceso de crecimiento. En los paí-
ses del este asiático, los años de educación promedio subieron
¿Por dónde empezamos? de apenas 1 en 1900 a 6 en 1960, pero estos países se mantuvie-
ronestancados en ese lapso; luego, de 1960 en adelante, se pasó
El último argumento sirve para desafiar el dogma según el cual, de 6 a 10 años, pero ningún experto le atribuye a este factor un
para crecer en el largo plazo, lo primero, ineludiblemente, es rol protagóníco en el inicio del milagro posterior. Si bien no
aumentar la inversión, elevar el nivel de educación y reformar discutimos su papel en la consolidación de cualquier proceso de
las instituciones, entre otras políticas de desarrollo. Todas es- desarrollo sostenido, tengamos en cuenta que la inversión en
tas transformaciones deberían darse a lo largo de un proceso de capital humano es un gasto de lenta maduración: un graduado
crecimiento de largo plazo, pero no suelen ser el factor desen- universitario habrá pasado unos 18 años estudiando antes de
cadenante, sino, en buena medida, la consecuencia natural del
252 RICARDO BEBCZUK PARA E

hacer su contribución laboral a la sociedad. En el largo plazo, calíptico en el que las máquinas reemplazarían a los humanos
una sociedad educada afianzará la calidad de la mano de obra en las fábricas dando origen a un desempleo masivo. Esto no ha
y la innovación tecnológica, pero habrá que tener bastante pa- ocurrido. Las economías avanzadas en el campo tecnológico no
ciencia hasta que ese resultado se cristalice. padecen desempleo crónico, sino que gozan de niveles de em-
En tanto, no podemos descartar que el crecimiento impul- pleo y salarios superiores a los de otros países. He aquí la base
se la educación. Una economía que se expande acrecienta los in- de esta nueva intuición engañosa: si una empresa introduce
centivos para estudiar pues mejora, como en cualquier inversión, nueva maquinaria o tecnología y sigue produciendo el mismo
las perspectivas de acceder a ingresos mucho más elevados en el volumen que antes, ciertamente deberá desprenderse de algu-
futuro. Un entorno recesivo, excepto para los visionarios, opaca nos trabajadores para no perder dinero.
el optimismo de largo plazo. Del mismo modo, en una economía Sin embargo, el propósito de la incorporación de capital
de más alto ingreso, en la cual las necesidades básicas están sa- y tecnología no es producir lo mismo, sino bajar los costos e in-
tisfechas, empieza a surgir una mayor demanda de educación crementar las ventas, así como introducir nuevos productos in-
como bien en sí, igual que ocurre con otros servicios cuya produc- termedios y finales. Al hacerlo, tanto la empresa como otros
ción es intensiva en capital humano. sectores se benefician y, en definitiva, crece el conjunto de la eco-
Los datos demuestran con toda claridad que los países nomía. Es cierto que algunas tecnologías pueden aumentar la
con mayor ingreso per cápita tienen más educación, más inver- demanda de trabajadores de alta calificación (por ejemplo, in-
sión y más tecnología. Este hallazgo no es incompatible con las genieros encargados de operar y mantener esas tecnologías) y
observaciones anteriores. Una vez que el crecimiento comien- reducir la demanda de trabajadores no calificados (por ejemplo,
za, todas estas variables se acoplan y acompañan e incluso po- si algunas tareas se automatizan), pero estos cambios, de acuer-
tencian el proceso (siempre y cuando sean satisfactorias las do con la evidencia acumulada, parecen tener un alcance sec-
condiciones institucionales que comentaremos luego). Dicho torial y temporario: en economías en crecimiento, los
efecto de potenciación, que puede empezar no mucho después trabajadores desplazados deberían encontrar nuevos empleos.
de que la economía despega, es lo que captan los estudios que En todo caso, si resulta necesario, el Estado podría suavizar la
afirman que la causalidad va del capital físico y humano al cre- transición mediante programas de seguro de desempleo y de
cimiento. Sin embargo, en los decisivos primeros años, el cre- reentrenamiento laboral.
cimiento se alimenta simplemente del rebote económico que El temor a los efectos de la tecnología sobre el empleo es
sigue a toda debacle. similar al temor que infunden los cambios en la estructura pro-
ductiva de un país. Hemos hablado de que en unas pocas déca-
das el sector de servicios se expandió de manera notoria a costa
Ciencia ficción y realidad del agro y la industria. Si lo enfocáramos como un problema es-
tático, en un determinado punto del tiempo, lo que veríamos es,
Un tema controvertido, que no queremos dejar de lado antes de
por ejemplo, un restaurante que abre y una granja que cierra. En
proseguir, es que e! aumento de la tecnología no ha implicado
cambio, si lo enfocáramos como un problema dinámico, dentro
ningún desplazamiento de la mano de obra. En el pasado, al-
de un proceso de crecimiento de la economía, lo que veríamos
gunos autores, científicos y literarios, auguraban un futuro apo-
posiblemente es que algunas granjas cierran y que sus dueños se gredientes, pero seguimos sin saber cuáles son los fundamen-
trasladan a la ciudad, donde se están abriendo atractivas opor- tales y cuánto hay que poner de cada uno para lograr el efecto
tunidades de negocios (por ejemplo, restaurantes) y donde sus deseado. De todos modos, un mismo plato puede prepararse de
hijos irán a la universidad. En otros casos, veremos granjas que, maneras muy diversas y desatar el aplauso de los comensales.
lejos de cerrar, florecen al calor de una demanda creciente por Por eso, la cocina, al igual que el crecimiento, tiene tanto de arte
alimentos destinados a los restaurantes. La economía, aunque nos como de ciencia.
cueste verlo, está en continuo movimiento y transformación. En Si nos detenemos a pensar en los determinantes profun-
algún sentido, es como nuestro propio planeta: aunque tenemos dos del crecimiento, tenemos que sacar la cabeza de la econo-
la sensación de que no nos movemos, giramos todo el tiempo y mía pura y bucear en el derecho y la política. Frente a esos
a mucha velocidad sobre nuestro eje y alrededor del sol. aspectos fundamentales, palidece cualquier explicación del cre-
Si nos sirve otro ejemplo de un cambio profundo y a sim- cimiento basada en el tipo de cambio, la estructura productiva
ple vista imperceptible, allí tenemos la apertura comercial. Un país u otras decisiones macroeconómicas que pueden ser relevantes
cuyas importaciones y exportaciones pasan del 10% del PBI al 40% en el corto plazo, pero no más allá.
-como hemos visto en muchos casos en este libro- atraviesa una ¿Por qué el derecho? Porque una constante en todos los
aguda modificación en su estructura productiva. Esos cambios casos exitosos ha sido el estricto cumplimiento de los contratos,
serían traumáticos en una economía estancada, pero, en una eco- entendido de manera muy amplia. El crecimiento de largo pla-
nomía en crecimiento, el sistema puede ir acomodándose sin ge- zo reposa sobre el desarrollo de fuertes inversiones de lenta
nerar demasiadas tensiones. De hecho, no es simplemente que la maduración, tanto en capital físico como en tecnología. Para
economía puede absorber estos cambios, sino también que los motivar a los emprendedores a asumir estos riesgos, el único
cambios motorizan el crecimiento futuro. No resulta casual que camino es generar confianza, dejar en claro que, cuando llegue
las economías que experimentaron mayor cambio estructural sean el momento, podrán apropiarse de los beneficios sin sufrir con-
al mismo tiempo economías con magníficos indicadores econó- fiscaciones ni impuestos desmedidos, imprevistas demandas
micos y sociales. Tomemos el caso de Irlanda entre 1960 y 2010. salariales de los trabajadores ni tampoco pérdidas a raíz de la
El sector agropecuario pasó de generar el 16% de la producción inflación. Esta certidumbre jurídica mitiga a la vez el temor de
a generar el 1% en ese plazo. Las exportaciones pasaron del 34% los ahorristas a financiar los proyectos. No nos referimos úni-
del PBI al 80% y el PBI per cápita pasó de un promedio de 4.000 camente a depositantes y acreedores en general, sino también
dólares a uno de 28.000 (con un desempleo del 6%). a los propios accionistas de las empresas. Si estos accionistas
vislumbran un panorama confuso, exigirán la distribución in-
254 RICARDO BEBCZUK mediata de las LA
PARA ENTENDER ganancias
ECONOMÍA
en forma de dividendos para luego 255
Adiós a la economía, hola a otras ciencias gastarlos o invertirlos en activos de bajo riesgo dentro o fuera
del país. Eli caso contrario, accederán a reinvertir esas ganan-
¿Qué les impide a muchos países eludir los vaivenes y consoli-
cias dentro de la empresa apuntalando así su crecimiento y el
dar su crecimiento a lo largo de los años? Parece infructuoso
de la economía en su conjunto.
centrar la búsqueda de explicaciones en «los sospechosos
desiempre». El crecimiento es una receta que combina muchos in-
256 RICARDO BEBCZUK PARA E

No debemos confundir el cumplimiento de los contratos su despegue haya coincidido con el fin de su ancestral aisla-
con un ambiente de libertad de mercado, transparencia, igual- miento del resto del mundo ni con el notable crecimiento de las
dad o democracia. Este paradigma primó en algunas experien- grandes economías occidentales, que primero proveyeron ca-
cias exitosas recientes como las de Europa Occidental o Estados pital y luego demanda para la producción exportable. En otras
Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, pero no en palabras, las economías asiáticas no hubieran conseguido dar
Chile en la etapa pre-democrática ni en las economías asiáticas, el salto sin la locomotora occidental.
donde las autoridades, en varios casos no elegidas por el voto Lo mismo cabe para otros casos en los que se invoca el
popular, tuvieron una injerencia significativa en el diseño de la argumento cultural. Se dice que América Latina heredó los
estrategia económica y en la limitación de ciertos derechos so- malos hábitos culturales de España e Italia y que dichos hábi-
ciales. En estos países, el Estado hizo una alianza con los gran- tos son un freno importante para su desarrollo. Sin embargo,
des grupos económicos y esto les garantizó a sus dueños que España e Italia se convirtieron en potencias mundiales. En de-
gozarían de los beneficios de sus proyectos. finitiva, la antropología no parece ser un camino fecundo para
En general, argumentos de este tipo indican que el cre- explicar diferencias de crecimiento económico.
cimiento, al menos en sus primeras etapas, puede estar reñido Una nota adicional: el derecho, la historia y la política no
con el bienestar general de la población. Tampoco hay que des- han escapado a las garras insaciables de la economía, que cada
cartar que estos procesos hayan estado viciados de corrupción vez adopta más y más herramientas y teorías nacidas en otras
u otros rasgos repudiables en una sociedad. En este sentido, el disciplinas sociales.
modelo asiático es como las pirámides egipcias o Las Vegas:
todos admiramos su magnificencia, pero preferimos olvidar
que las construyeron miles de esclavos o la mafia. La política, una vez más
¿Por qué la política? Porque el gobierno, por acción u omisión,
¿Bye bye a la economía? ¿En serio? condiciona el horizonte de planeamiento de las empresas y los
innovadores. No planteamos aquí algo ya obvio y remanido:
Este giro hacia otras disciplinas no debe llevarnos a creer que que la inestabilidad de precios, las tasas de interés y el tipo de
el crecimiento no depende de factores económicos, sino cultu- cambio atentan contra la actividad económica, de corto y de
rales. Por ejemplo, a veces se explica el milagro asiático dicien- largo plazo. Nos referimos a la inestabilidad de las estrategias
do que los asiáticos son más trabajadores, más inteligentes o de desarrollo.
más ahorrativos que los occidentales. No hay ninguna eviden- Si recapitulamos los últimos 50 años en el mundo en
cia al respecto. Un estudio reciente, de hecho, demostró que la desarrollo, la primera parte estuvo signada por la creencia ge-
tasa de ahorro de los asiáticos que viven en Estados Unidos es neral de que el cuello de botella era el sector privado, al cual se
muy similar a la tasa de ahorro de otros residentes en ese país. consideraba incapaz de poner en marcha la maquinaria del cre-
Al mismo tiempo, estos países, pese a sus siglos de exis- cimiento sin la ayuda palpable del Estado. Esta visión prevale-
tencia, recién lograron despegar hace 50 años. No es casual que ció hasta la década del '70. El resquebrajamiento de este modelo
258 RICARDO BEBCZUK PARA E

estatista en los '80 dio paso al flamante consenso de los '90: el (económico, político y social). La propia caída de la Unión So-
cuello de botella eran las intervenciones estatales mal concebi- viética deja poco espacio para la polémica. El despegue de China
das y peor ejecutadas. La insatisfacción con los resultados de esa desde fines de los '70, luego de abandonar el modelo soviético,
década inauguró en los últimos años un renovado entusiasmo aporta otro ejemplo.
por el rol del Estado. En resumidas cuentas, el pensamiento eco- El caso cubano también dio resultados económicos de-
nómico y político en el mundo en desarrollo osciló entre el horror a las cepcionantes en términos de crecimiento. Para algunos obser-
fallas del mercado y el horror a las fallas del gobierno. vadores, el veredicto es menos categórico allí debido al bloqueo
Un buen número de países en desarrollo se alistaron en estadounidense, que podría haber afectado en forma significa-
las filas del desarrollo estatista ya desde los '50. Algunos triun- tiva a la isla. De todas maneras, el apoyo financiero y técnico de
faron, como los países asiáticos, y otros perdieron sin atenuan- la Unión Soviética, la posibilidad de comerciar con el resto del
tes, como Argentina o Latinoamérica en general. Después de mundo (incluido otros países americanos) y el hecho de que,
algún experimento corto y fallido en los '70 con el liberalismo según los análisis disponibles, el levantamiento del embargo
y un nuevo coqueteo con el estatismo en los '80, América Lati- sólo hubiera incrementado las exportaciones cubanas en un 15%
na adhirió con fervor a la ola privatista que asomó en los '90. llevan a pensar que los problemas de la isla han sido más bien
Una década después, insatisfechos con los resultados, muchos estructurales.
países retomaron las raíces estatistas, pero distintos condicio- El eclipse del comunismo ha demostrado que muy difí-
nantes internos y externos han hecho inviable el pleno retorno cilmente pueda haber desarrollo sin el liderazgo productivo del
a la estrategia de décadas anteriores. Hay trenes que no vuel- sector privado. La ausencia de incentivos para maximizar ga-
ven a pasar. nancias, la ausencia de libertades políticas y la falta de control
sobre la eventual ineptitud o corrupción de los funcionarios
públicos son los flancos débiles de un modelo que nació, con
Capitalismo versus comunismo buenas intenciones, para corregir los desvíos del capitalismo
exacerbado de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
Ya que la política se ha colado en nuestra discusión, me voy a En otro capítulo hemos hablado de que un sistema pro-
tomar el atrevimiento de tratar un tema que ha dividido al ductivo capitalista, atemperado en lo social por un Estado fuer-
mundo a lo largo del siglo XX en dos bandos intelectuales, eco- te, puede rescatar lo mejor de estos dos mundos. El modelo
nómicos y bélicos: el capitalismo y el comunismo. Quedan po- europeo occidental -en especial, en los países escandinavos-
cas dudas de que el capitalismo ganó la batalla. Los casos de parece encarnar el ideal de un «capitalismo humanizado». Des-
Alemania y Corea ofrecen un atractivo especial porque ambos de ya, el modelo siempre resulta perfectible, pero ese camino se
países, tras la Segunda Guerra Mundial, se dividieron en dos presenta como el más razonable. Las tensiones actuales alrede-
territorios: uno bajo el eje comunista soviético y otro bajo la in- dor de los altos niveles de déficit y deuda pública no deberían
fluencia capitalista de Estados Unidos. Si comparamos a Alema- llevar a dar marcha atrás con ese modelo. Si bien exige una fuer-
nia Occidental con Alemania Oriental o a Corea del Norte con te presión impositiva y un elevado gasto, la escalada del endeu-
damiento no es consecuencia del Estado de bienestar, como se
Corea del Sur, las diferencias son tajantes en todos los planos
conoce al modelo europeo, sino de los coletazos de la crisis es- sabilidades directas en la producción y en la promoción de
tadounidense y su contagio internacional. Desde la década del emprendimientos privados debe mantener un severo control
'30 y, con más fuerza, después de la Segunda Guerra, el mode- sobre las acciones oportunistas de los beneficiarios privados
lo ha tenido éxito en brindar una respuesta equilibrada a los y públicos. Argentina careció de esos controles. Tampoco de-
problemas del capitalismo y el comunismo. finió con claridad los sectores que iban a ser impulsados ni
destinó recursos masivos a ese fin. Cuando aparecieron ten-
siones que amenazaban la continuidad del modelo, se lo des-
¿Persevera y triunfarás o persevera y perseverarás? armó de la noche a la mañana para ir al otro extremo
ideológico. La misma actitud se asumió a fines de los '90, cuan-
No hemos resuelto el debate sobre la efectividad de las políti-
do la sociedad decretó el deceso del modelo neoliberal y el eje
cas de desarrollo. ¿Cuál es la constante entre los perdedores? La
se desplazó hacia un nuevo y tibio estatismo, más de forma
falta de constancia. ¿Cuál es el factor común de los modelos
que de fondo. En los '80, se acuñó la sentencia, sintética e in-
exitosos? La falta de un modelo en común. Traduzco: entre los
teligente, de que Argentina era un socialismo sin plan y un
países exitosos tenemos a algunos que abrazaron un modelo de
desarrollo basado en el Estado -como los países asiáticos- y a capitalismo sin mercado. Desafortunadamente, esa descrip-
otros que se inclinaron por un modelo más liberal -como Irlan- ción sigue siendo cierta.
da, Chile o, antes, España e Italia-, Los países que fracasaron Si algo rescatamos de estos comentarios es que la única
han probado más de una vez las dos opciones. pista confiable hacia las causas del crecimiento son las 3 I: insti-
El mensaje es claro: ninguno de los dos modelos puede tuciones, instituciones e instituciones. Como decíamos antes, no
declarar su superioridad sobre el otro y la clave parece ser un nos referimos a las instituciones en tanto organismos estatales
compromiso firme, persistente y creíble con el modelo que se concretos, sino en un sentido más amplio y quizá más abstrac-
adopta, sea cual fuere. En ninguno de estos países exitosos el to. Instituciones son las reglas de juego que gobiernan las tran-
camino ha estado libre de obstáculos. En un mundo signado por sacciones entre el sector privado, el sector público y el resto del
centenares de crisis propias y ajenas, estos países no resultaron mundo. Incluyen entonces el marco legal, pero también las con-
indemnes a sus coletazos, pero no renunciaron al modelo de venciones sociales que regulan las relaciones entre empresas e
desarrollo elegido. Al desactivar parte de la incertidumbre, la individuos. Por ejemplo, la tolerancia social a la corrupción y
260 RICARDO Bpara
claridad de objetivos sin duda fue un factor favorable su-
EBCZUK el respeto
PARA a las LA
ENTENDER normas de tránsito constituyen parte de nues-
ECONOMÍA 261
perar tales episodios. tras instituciones.
Cuando se revisa la experiencia argentina, notamos que Nadie podría jugar al tenis profesional si la red sube y
baja a cada momento o si se mueven las líneas de la cancha. Del
ninguno de los modelos sucesivos fue instrumentado con la
mismo modo, un país (sus habitantes) no puede embarcarse en
necesaria convicción y profundidad. La sustitución de impor-
un proceso de crecimiento si teme que los derechos de propie-
taciones se inició más o menos en simultáneo en Aro-entina v en
dad se alteren a mitad de camino. Éste es el tipo de estabilidad
los países asiáticos, pero su instrumentación aquí no llegó tan
más preciado. Según el índice de cumplimiento de la ley del
lejos como allá. Un modelo en el cual el Estado asume respon-
Banco Mundial, Argentina ocupaba en 1996 el puesto 82 entre
183 países y se las arregló para caer y ocupar en 2010 el lugar
143 entre 212 naciones. ¿Sigo o no hace falta?

De nuevo, el huevo o la gallina


¿Un país debería generar buenas instituciones antes de lanzarse
a crecer? Eso sería lo óptimo, pero, como siempre, lo óptimo cho-
ca con lo posible. Además, las buenas instituciones no surgen por
un mero mandato legal que la sociedad obedece. Hasta que la
sociedad no toma conciencia de la necesidad de revisar y conso-
lidar un nuevo conjunto de reglas de juego, poco puede hacer una
reforma legal. Las instituciones crecen como los árboles, lenta-
mente, de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo.
Los '90 dan una buena muestra del optimismo injustifi-
cado en que el Estado puede crear nuevas instituciones median-
te la sanción de leyes en línea con los estándares internacionales.
La propia Ley de Convertibilidad es el mejor ejemplo. Dicha ley
estableció, entre otras cosas, la prohibición de que el Banco Cen-
tral financiara al gobierno. Era una medida auspiciosa, que pon-
dría fin al principal motivo de la inflación crónica en Argentina.
Por un tiempo, la medida logró contener la inflación, pero no
los desbordes fiscales, que se financiaron desde entonces con
más deuda pública. Crisis mediante, quedó demostrado que el
problema institucional de fondo -la incapacidad del gobierno
de controlar su propio gasto y la ausencia de controles cruza-
dos entre los poderes públicos- no se había evaporado con la
entrada en vigencia de esa ley.
Retrocedamos: ¿es necesario que las buenas instituciones
precedan "al crecimiento? La respuesta rápida es «no». El creci-
miento puede iniciarse primero, como en la práctica ocurre en
países con malas instituciones (tal ei caso de Argentina en par-
te de los '90 y desde 2003 hasta hoy), pero la consolidación del
crecimiento exige que el salto institucional vaya tomando for-
262 RICARDO BEBCZUK

ma. Si no se acompaña la recuperación con una mejora institu-


cional, la probabilidad de que la recuperación se interrumpa CAPÍTULO 12
tarde o temprano, por factores internos o externos, es conside- ¿Podemos desterrar la pobreza y la desigualdad?
rablemente alta.
Trabajando duro, he logrado subir desde la nada a un estado de
extrema pobreza.
Groucho Marx

Si algún tema supera al crecimiento como objetivo macroeconó-


mico supremo, es la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
Algunos no querrían ver a la economía involucrada en una cues-
tión que no siempre tiene que ver con los números y el mercado,
pero los economistas entienden esto y son los primeros -salvo por
algún cavernícola que pueda andar por ahí- en sugerir una in-
tervención fuerte del Estado mediante regulaciones, impuestos
y gasto público. Muchas de estas propuestas han sido y siguen
siendo adoptadas con éxito alrededor del mundo. La profesión
ha abrazado con entusiasmo este campo de estudio y, de hecho,
varios investigadores de ese rubro han sido honrados con el Pre-
mio Nobel de Economía. (A propósito, una vez le preguntaron a
George Stigler, ganador del Nobel de Economía, por qué no ha-
bía también un Nobel de Sociología, Psicología o Historia, y él
respondió: «Lo hay: es el Premio Nobel de Literatura».)
Si bastara con las buenas intenciones y con la generosi-
dad de las personas sensibilizadas por el problema, tendría más
sentido dejar a la economía de lado. Sin embargo, pese a mu-
chas iniciativas encomiables, estos esfuerzos aislados no han
sido suficientes. La economía ayuda, con sus herramientas de
análisis, a hacer rendir mejor cada peso de auxilio porque estu-
dia y ha logrado entender el comportamiento de quienes finan-
cian y de quienes se benefician con estos programas. Como
decía un profesor de economía a sus alumnos: «No sé si con la
economía se harán ricos, pero, al menos, entenderán por qué
terminaron pobres».
266 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 267

En este capítulo de cierre, nos proponemos como primer Si en el capítulo anterior hablábamos de las 31 de las ins-
paso describir las tendencias de la pobreza y la desigualdad, dos tituciones, podemos decir ahora que hay otras 3 I igualmente
indicadores sociales clave, y luego nos preguntamos si el creci- vitales para la economía, que ya presentamos en el primer ca-
miento es suficiente para erradicar estos males, qué debe hacer pítulo: incentivos, incentivos, incentivos. En realidad, estas 3 I
y qué ha hecho el Estado al respecto. y las otras están asociadas: para que los incentivos surtan efec-
to, son necesarias instituciones que garanticen que las prome-
sas de ingreso de hoy se convertirán en hechos mañana. Por
I, I, I, pero no de igualdad suerte para todos, ese resultado no es una utopía que sólo pue-
de entregarnos un sistema político ideal: como ya dijimos, un
Para empezar, convengamos en que una sociedad completa- capitalismo sabiamente domado (no así su versión salvaje) nos
mente igualitaria resolvería el problema social, pero crearía puede acercar bastante a una situación en la que nuestro ingre-
otros inconvenientes muy serios. No todas las personas son so refleje nuestra capacidad y todos reciban al menos lo míni-
iguales: algunas son más inteligentes, más laboriosas, invirtie- mo que necesitan. Los números dirán en forma elocuente que
ron más en educación o tomaron más riesgos. Entonces, es jus- no estamos siquiera cerca de ese ideal, pero ha habido progre-
to que estas diferencias se reflejen en un mayor o menor sos y mayor concientización social en los últimos tiempos.
ingreso. Si esa compensación no existiese, las personas más
hábiles o esforzadas podrían decidir no explotar todo su po-
tencial, para perjuicio de sí mismos y de la economía en su Iguales, pero, ¿igual de bien o igual de mal?
conjunto.
¿Qué gobierna nuestras decisiones de trabajo e inver- En un mundo totalmente igualitario, todos recibiríamos una por-
sión? Nos gustaría decir que es la vocación de servicio o el com- ción igual de la torta, pero, debido a una deficiente estructura de
promiso con la sociedad, pero la respuesta correcta tiene menos incentivos, la torta sería mucho más pequeña, con lo cual queda
poesía: el incentivo a la ganancia. Aquí es donde falló el princi- por ver si ganaríamos o perderíamos. ¿Preferimos una torta de
pio comunista que pregonaba «de cada uno, según su capaci- $100 y que nos toque la mitad ($50) o una torta de $200 y que nos
dad; a cada uno, según sus necesidades». Incluso con sus correspondan $70 a nosotros y $130 al resto? Este punto ayuda a
métodos autoritarios, el sistema no consiguió el resultado espe- aclarar que la pobreza (un ingreso insuficiente para cubrir las
rado. Ausente el incentivo de un ingreso acorde a la capacidad, necesidades básicas) no es lo mismo que la desigualdad (la bre-
las personas optaron por trabajar de acuerdo con sus necesida- cha de ingresos entre diversos individuos dentro de la sociedad).
des; del otro lado del escritorio, los gobernantes no se conten- Sí con $50 somos pobres, pero con $70 no, deberíamos estar dis-
taron con un ingreso acorde a sus necesidades y, mucho menos, puestos a tolerar la desigualdad del segundo caso más que la
acorde a su capacidad. Faltaron los incentivos para que cada igualdad del primero. La desigualdad entre personas no pobres
uno diera lo mejor de sí y los controles para evitar lo peor de no reviste la misma urgencia que la pobreza.
cada uno. Se impusieron reglas asfixiantes hacia un lado v se Si bien parece justa y aceptable cierta desigualdad, lo que
dejó sin reglas al otro lado. no resulta justo es la desigualdad de oportunidades: todos, des-
268 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 269

de que nacemos, deberíamos tener derecho a la misma calidad de que una mejor distribución fortalece el consumo dando
educativa y sanitaria y, por supuesto, las necesidades básicas dinamismo al proceso de crecimiento. Otros sostienen que el
cubiertas. De este modo, podríamos, si lo deseamos, desarrollar crecimiento es la consecuencia, pero que la causa no es la igual-
nuestro potencial y acceder a un trabajo que esté a la altura de dad, sino la desigualdad: una mala distribución inicial favo-
nuestra capacidad innata y de nuestro esfuerzo. Tampoco es recería la inversión y el crecimiento porque la tasa de ahorro
justo que las personas sin ciertas habilidades innatas o imposi- de los ricos es mayor que la de los pobres. Finalmente, ciertos
bilitadas por dificultades físicas o mentales sean libradas a su analistas razonan que el vínculo se establece en sentido con-
buena suerte. trario: hay que crecer y el crecimiento traerá consigo una me-
Como en estos casos el mercado no da la respuesta de- jora distributiva y una caída de la pobreza ya que habrá mayor
seada, el Estado debe velar por esta igualdad de oportunidades demanda de trabajadores y subirán así los salarios. Echemos
para unos y proveer un ingreso mínimo digno a los otros redis- una mirada a algunos números para determinar la veracidad
tribuyendo recursos por medio de los impuestos y el gasto pú- de estas teorías tan dispares y establecer cuál se ajusta mejor
blico. Es verdad que la asistencia estatal también atrae a a la realidad.
personas que no entran en las categorías antedichas y que sim-
plemente retacean su esfuerzo. No obstante, el costo de identi-
ficar y excluir a esas personas es muy alto, por no decir que la ¿Quieres ser millonario?
tarea resulta imposible; además, sobre todo, se presenta la ne-
Existen innumerables maneras de medir la desigualdad, pero
cesidad de reducir al mínimo el riesgo de dejar sin protección
un dato interesante y fácil de interpretar es la proporción del
a alguien que realmente la necesite. Estos motivos terminan
ingreso nacional que recibe el 1% de la población con mayores
convenciéndonos de que, dentro de ciertos límites, los derro-
ingresos. Si la distribución fuera totalmente igualitaria, este
ches son preferibles al corte de la asistencia. Por otra parte, es
improbable que el gasto adicional que pueda ocasionarse sea grupo debería recibir sencillamente el 1 % del ingreso. En la rea-
elevado o que sea la causa de una crisis fiscal. lidad, no es así, como se puede ver en la tabla siguiente. Durante
la última década, el 1% más rico (de acuerdo con su nivel de
ingreso) accedía a entre el 6% y el 17% del ingreso nacional.
¿Por dónde arrancamos? Argentina encabeza la lista junto a Estados Unidos. Resulta
curioso que esta desigualdad distributiva no haya cambiado
No hay acuerdo a nivel teórico sobre si la igualdad impulsa el mucho si la comparamos con la de 1950: en unos pocos países,
crecimiento económico o si éste es una condición previa y ne- los más ricos han resignado algo de participación, pero no de-
cesaria para superar la pobreza y la inequidad. Algunos de-
masiado (el mayor cambio se observa en India, donde el por-
fienden una mejora en la distribución del ingreso y una
centaje del que hablamos pasó de 12% a 9%).
reducción de la pobreza como motores de crecimiento ya que,
al contener el riesgo de conflictos sociales, se genera mayor
certidumbre económica. Esa concepción suma el argumento
270 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 271
mal a nadie, no nos queda más que aplaudirlo. La falta de in-
formación impide determinar con exactitud en qué categoría
cae cada caso, pero podemos estar seguros de que muchas for-
Porcentaje del ingreso nacional que recibe el
Esta tendencia se hace más escandalosa cuando observa- tunas han sido ganadas con toda legitimidad y ellas explican
1% de la población con mayores ingresos 272 RICARDO BEBCZUK PARA E
mos, en la última columna, que el crecimiento del PBI real per en buena medida la tendencia a una mayor desigualdad en los
PAÍS 1950 2005 CAMBIO CRECIMIENTO
cápita acumulado entre 1950 y ACUMULADO
2005 se ha DEL
ubicado, con excep- últimos tiempos.
ción de Argentina, entre el 200%PBIyPER el CÁPITA
900%. Casos curiosos son Se habla a veces de la «teoría de las súper-estrellas»: con
los de Singapur, donde el crecimiento per cápita del 870% no la globalización, las personas más hábiles en su especialidad han
ARGENTINA 19 17 -2 62%
impidió que los más ricos aumenten su porción de la torta del visto expandirse en las últimas décadas el alcance comercial de
ESTADOS UNIDOS 10% 11 al 13%,17y el de Canadá,
6 un 204%
país que suele considerarse más su producto más allá de las fronteras nacionales. Buenos ejem-
REINO UNIDO igualitario
11 que
14 el promedio
3 y en207%
el cual, sin embargo, esta cifra plos, entre muchísimos, son los de Bill Gates con Microsoft, J.K.
CANADÁ trepó
11 del 11% 14 al 14%. 3Es evidente
219%que la expansión a largo pla- Rowling con la saga de Harrv Potter y Lionel Messi con el fút-
zo, notable en la mayoría de los casos, no ha tornado más igua- bol. Un caso de película: Avatar, el largometraje más visto de
SINGAPUR 10 13 3 870%
litaria la distribución del ingreso. todos los tiempos, recaudó 800 millones de dólares en su país
NORUEGA 9 Otra 12forma de 3verlo es a379%
partir de datos de riqueza. En de origen (Estados Unidos) y 2.000 millones en el resto del
ALEMANIA el12mundo hay 11 hoy unos-1 25 millones
393% de personas millonarias, mundo. Para saber si la concentración resulta buena o mala para
INDIA personas
12 cuya
9 riqueza
-3 -dinero, activos
249% financieros, propieda- la sociedad, será entonces más productivo mirar la pobreza, no
des- supera el millón de dólares. Estas personas representan el sólo la desigualdad.
FRANCIA 9 9 0 315%
0,5% de la población adulta, pero poseen el 36% de la riqueza
FINLANDIA 8 7 -1 382%
del sector privado a nivel mundial. En el otro extremo, el 68%
SUECIA de8 los adultos
6 ostenta-2una riqueza220%menor a los 10.000 dólares y Pobreza: la vuelta al mundo en 80 números
se apropia de un mero 2% del ingreso mundial.
Fuente: A. Atkinson, T. Piketty y E. Saez, «Top Incomes in the Long Run
Lo preocupante de esta tendencia para el bienestar de Hasta cierto punto, bajo el prisma del largo plazo, el panora-
of History», en JOURNAL OF ECONOMIC LITERATURE, 2011. Datos de crecimiento:
la humanidad depende de sus causas. Si dejamos de lado la ma en términos de pobreza extrema es moderadamente alen-
Banco Mundial. tador. En el mundo en desarrollo, la pobreza cayó del 52% en
pura envidia, el enriquecimiento al tope de la pirámide es re-
pudiable únicamente si se hace a costa de la base de la pirámi- 1981 al 18% en 2009, aunque no podemos olvidar que este
de o bien pasando por alto la legalidad. Esto significa que, si número señala que más de 1.000 millones de personas siguen
las personas se enriquecen empobreciendo a los demás -por sumidas en la pobreza (la medición presentada es el porcen-
ejemplo, si explotan a sus trabajadores o evaden los impues- taje de individuos con un ingreso diario inferior a 1,25 dóla-
tos que los otros pagan- o basan sus ingresos en actividades res; la tendencia es similar con mediciones menos extremas).
ilícitas -tráfico de drogas o armas, actos de corrupción, etcé- El descenso se ha dado en tiempos de predominio del neoli-
tera-, sin duda hay espacio para que el Estado intervenga en beralismo (los '90) tanto como en épocas de primacía del es-
varios frentes. En cambio, si alguien se hace rico gracias a su tatismo (antes y después), lo cual debería ayudarnos a
talento, su esfuerzo o su coraje para tomar riesgos, sin hacer desterrar prejuicios y a confiar menos en el calor de los deba-
tes ideológicos y más en la frialdad de los números al momen- 3 veces más baja que hoy y la desigualdad se reducía a la mi-
to de buscar la verdad. tad. Siempre nos podemos regocijar diciendo que estamos me-
Esta disminución ha beneficiado a todas las regiones, con jor que el resto de la región, pero es un patético gesto de
excepción del África subsahariana, que se mantiene al tope de autocomplacencia.
la tabla con un 51 % de pobres en todo el período. Encontramos Otro lastimoso consuelo sería señalar que ni siquiera los
casos remarcables de reducción de la pobreza en China (pasó países desarrollados han erradicado la pobreza. En los países
del 84% al 16%) y en el sudeste asiático (bajó de 79% a 18%). escandinavos, conocidos por sus amplios sistemas de seguridad
India ha mejorado, pero sin llegar a ese nivel (del 60% cayó al social, la pobreza se sitúa en un 6% y llega al 14% en países con
41%). América Latina se movió del 12% al 8%. En todos los ca- esquemas sociales similares, como Canadá o España. En Esta-
sos, el cambio merece un elogio, no así los altos niveles que to- dos Unidos, un 17% de la población está por debajo de la línea
davía persisten y que desearíamos ver mucho más cerca del de pobreza. Esos valores, lejos de disminuir, muestran un leve
cero. aumento con respecto a la década anterior. (Debemos notar que
Argentina, de acuerdo con esta medición de la pobreza la medición de la pobreza que usan los países desarrollados es
extrema (ingreso diario de hasta 1,25 dólares), obtiene un pun- el porcentaje de personas con un ingreso por debajo del 50% del
taje alto en comparación con los países antes mencionados. En
la actualidad, la pobreza es del 0,9%, con una notable reducción
desde el 15% de 2002, pero con un valor similar al de inicios de
los '90 (0,6%). Si vemos una medición intermedia, de personas
con un ingreso diario mínimo de 2,50 dólares, el porcentaje de
pobres trepa al 6,6% (el promedio de Latinoamérica es 19%); al
subir a 4 dólares, pasa al 14,3% (34% para América Latina). Con
la línea de pobreza oficial, midiendo correctamente los precios,
la pobreza es del 17%.
En todas estas mediciones, la tendencia es la misma: hay
un salto pronunciado en la crisis y se revierte en los años suce-
sivos para devolver al país a los niveles de pobreza de la prime-
ra mitad de los '90, pero sin un real avance estructural en la
contención del problema.
Lo mismo ocurre con la desigualdad: en la primeros
años '90, el 10% de la población de mayor ingreso tenía un in-
greso 20 veces superior que el del 10% de la población de me-
nos ingreso; en la crisis, pasó a ser 40 veces superior y ahora ha
bajado a 21 veces.
En cualquier caso, la pobreza a inicios de los '70 era
ostentan el 32,5% del ingreso total que el 99% del ingreso que
274 RICARDO BEBCZUK consumen quienes
PARA ENTENDER reciben apenas el 1,5%. En definitiva, 275
LA ECONOMÍA no
parece tener mucho sustento en la práctica la idea de que pri-
PBI per capita, de modo que no se puede comparar estrictamen- mero hay que distribuir para luego crecer.
te con las mediciones anteriores. En Argentina, este indicador Así, de acuerdo con estos datos, parece más atendible el
de pobreza arroja un valor del 21% en la actualidad y del 26% argumento de que el crecimiento puede promover una reduc-
en la crisis.) ción de la pobreza, pero, ¿basta con crecer? La esperanza de un
crecimiento con mayor igualdad reposa en la idea de que, en un
Entonces, ¿distribuir para crecer ambiente de fuerte crecimiento, crece la demanda de trabajado-
o crecer para distribuir? res, lo cual empuja el nivel de empleo y los salarios reales de-
rramando los beneficios de la expansión productiva desde las
Hasta ahora, parece sensato decir que las condiciones sociales empresas hacia el resto de la sociedad.
no influyen de manera decisiva sobre el crecimiento de los paí-
ses. Las altas tasas de desigualdad y pobreza en décadas ante-
riores no han impedido que los países crezcan. Para reforzar ¿Cuánto crecimiento se derrama?
este punto, recordemos que los dos procesos de alto crecimiento
El resultado no es siempre el que acabamos de decir. Para en-
en la Argentina reciente se iniciaron en 1991 y en 2003, inmedia-
trever los motivos no hace falta imaginar oscuras conspiracio-
tamente después de deplorables subas de la pobreza y la des-
nes de poder, materia de encendidos e interminables debates,
igualdad.
pero imposibles de demostrar en concreto (los debates nunca
Un síntoma de la disociación entre crecimiento y bien-
estar social es el resultado de una encuesta de opinión pública terminan porque, sin datos, todos los bandos pueden proclamar
en Argentina que ha mostrado que el 94% de la gente opina que su triunfo). La hipótesis del derrame social del crecimiento se
la distribución del ingreso es injusta, pero apenas el 7% consi- basa en un supuesto: si la demanda y la producción crecen, se
dera que la pobreza es el principal problema del país. necesitarán más trabajadores y, si hay una cierta cantidad de
Muchas veces se afirma que una distribución igualitaria trabajadores y la demanda ha subido, el valor de sus servicios
es necesaria para el crecimiento porque el consumo depende de -el salario real- debería aumentar.
la capacidad de compra de los sectores con menos ingresos. Esta En caso de que el supuesto anterior sea cierto, cuando el
idea nace del supuesto de que esos sectores consumen mucho salario no crece de manera similar al crecimiento de la econo-
y ahorran muy poco mientras que los más ricos harían lo con- mía -el derrame es parcial o nulo-, la explicación más plausi-
trario. La evidencia -datos disponibles para Estados Unidos- da ble sería que los empleadores ejercen su poder corporativo para
la razón a ese supuesto, pero las diferencias no son extremas: mantener salarios deprimidos (los economistas no son los úni-
los más pobres ahorran 1 % de su ingreso y los más ricos, el 24 %. cos que hacen supuestos, todos los hacemos, consciente o in-
A partir del último cuadro que vimos, tiene mucho más impacto conscientemente: detrás de muchas de nuestras convicciones
sobre el crecimiento el 76% del ingreso que consumen quienes más profundas hay supuestos sobre cómo funciona el mundo,
supuestos que no sabremos si son correctos hasta ponerlos a
prueba con números).
276 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 277

Un análisis reciente, basado en 60 países durante los úl- jor tecnología, los trabajadores adquieren capital humano me-
timos 20 años, ha encontrado que, con cada 10% de aumento del diante la educación y el entrenamiento en el lugar de trabajo,
PBI per cápita -una buena aproximación a la productividad lo que les permite a las empresas aumentar la producción sin
promedio-, el salario real crece 6,5%. ¿Por qué el salario no crece necesariamente incorporar a más empleados o subir las horas
a la par de la productividad por trabajador? Podríamos plan- de trabajo. Como ya hablamos, todas estas inversiones favore-
tear la pregunta mirando la cantidad antes que el precio del tra- cen a la larga la posición de los trabajadores, pero también im-
bajo. Hay estudios que se han hecho a partir de la siguiente plican que en el corto plazo no todo aumento en la producción
pregunta: si el PBI aumenta 10%, ¿cuánto aumenta el número se traduce en más empleo.
de trabajadores? La respuesta (con datos de 160 países) es 3,5%.
Por una u otra vía, vemos que el empleo no responde con tanta
fuerza como pensamos a la expansión de la economía. Argentina y el derrame
Entonces, la anterior teoría del derrame se queda a mi-
tad de camino al suponer que el trabajo es el único factor pro- En Argentina, la relación entre empleo y crecimiento no es muy
ductivo y que su cantidad es fija. El derrame, en realidad, se distinta que el resultado ya expuesto. Después de la última cri-
produce en distintas direcciones. Cuando la economía crece, no sis, el PBI creció 92% y el empleo, 31 %. La proporción entre es-
sólo crece la demanda de trabajadores, también lo hace la oferta tos indicadores no se aparta mucho del 35% que se hallaba para
de trabajadores y de otros recursos productivos. uná muestra amplia de países.
La fuerza laboral aumenta por el propio crecimiento de También dijimos antes que, con cada 10% de aumento
la población y la consecuente entrada de nuevos jóvenes en el del PBI per cápita, el salario real aumenta 6,5%. En la Argenti-
mercado de trabajo. Cuando se parte de una situación de des- na post-crisis, el valor no difiere mucho: 5,2% (el PBI per cápita
empleo, el retorno al trabajo de las personas desempleadas se aumentó 76% y los salarios crecieron un 40%).
suma a ese crecimiento de la fuerza laboral y lo mismo ocurre Sin embargo, si abrimos una ventana para comparar
con el reingreso de personas que habían abandonado, desani- 1986 con la actualidad, frente a un crecimiento acumulado de
madas, la búsqueda. 90% en el PBI per cápita, el salario real cayó 10%. La causa son
A esto debemos agregar también una mayor participa- las crisis: tanto en 1989-1990 como en 2001-2002, el salario real
ción de las mujeres, que, unas décadas atrás, solían trabajar descendió un 30%. El resultado no es sorprendente. El estudio
como amas de casa y ahora buscan trabajo remunerado. Sólo en antes mencionado sobre la relación entre crecimiento y salarios
los 7 países más grandes del mundo, 152 millones de personas
encuentra que la respuesta positiva de 6,5% por cada 10% de
ingresaron en la fuerza laboral en 50 años (de 212 millones en
aumento en la producción se da durante las fases de expansión.
1960 pasó a 364 millones en 2010). En China, desde 1982, fue-
En cambio, en períodos de contracción de la economía, ante
ron 267 millones (el número trepó de 525 a 792 millones). En
cada 10% de caída del PBI, el salario baja 15%.
Argentina, la fuerza laboral era de 7 millones en 1960 y es de 17
¿Por qué pasa esto? Porque, durante las crisis, aumenta
millones en la actualidad.
Fuera de eso, el trabajo no es el único factor productivo. el desempleo y se debilita el poder de negociación de los traba-
Las empresas también invierten en nuevas maquinarias y me- jadores. En Argentina, el número de empleados no cayó durante
278 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 279

la crisis, pero el número de desempleados pasó de 2 millones alivianar las consecuencias sociales de la informalidad, que ha
en 1998 a 3 millones a fines de 2002. En este entorno, las empre- crecido a paso firme en las últimas décadas, desde el 24% en
sas pueden tener influencia negativa sobre el salario de merca- 1986 hasta el 45% en 2003 para bajar desde allí hasta el 35% ac-
do. En las crisis, lo que se derrama no es crecimiento, sino algo tual. Si este dato no alcanza para justificar la lucha contra la in-
mucho más desagradable. formalidad laboral, basta agregar que el 83% de los pobres son
Sin duda, Argentina, más allá de las mejoras de los últi- trabajadores informales.
mos tiempos, sigue siendo un ejemplo de que los procesos de Más importante aún sería combatir el problema desde la
crecimiento no son suficientes para remover la pobreza y la raíz, hacer que se cumplan las leyes según las cuales los traba-
desigualdad. Si los períodos de crecimiento consecutivo como jadores deben estar registrados y deben gozar de determinados
1991-1998 y 2003-2011 no han arrojado cambios rotundos en la derechos. Esta meta tropieza con, por lo menos, dos obstáculos.
tendencia de largo plazo, las sucesivas crisis desde los '80 pro- El primero: los costos de la seguridad social, que llegan al 44%
dujeron un serio derrumbe en el plano social. del salario. Como parte de estas contribuciones redundarían en
El crecimiento ha ayudado, eso sí, a combatir el desem- una caída del salario de bolsillo, en muchas oportunidades los
pleo. La tasa de desempleo (el número de adultos que buscan propios empleados se avienen por propia voluntad a trabajar
trabajo y no lo encuentran sobre el total de la fuerza laboral) en negro, aunque obviamente, como regla, el que impone las
creció del 5% en 1991 al 18% en la crisis de 2001-2002, y luego condiciones contractuales es el empleador.
se contrajo hasta valores cercanos al 7% u 8%. Se sabe que el
De todos modos, las cargas sociales no constituyen el
desempleo en cualquier país raramente baja del 5%, de modo
principal problema. Además de ser necesarias para construir
que Argentina muestra un positivo avance, aunque, desde hace
una red social para los trabajadores, observamos que estas car-
un lustro, no logra reducciones adicionales del desempleo.
gas también son altas en otros países. En países como Suecia o
Francia las cargas sociales llegan a cerca del 45% de los salarios,
Crecimiento, informalidad y condiciones sociales en Alemania ascienden al 30%; en Estados Unidos -país al que
se suele asociar a un esquema menos opresivo de beneficios
Más allá de esto, no se ha logrado desterrar (ni mucho menos) laborales-, estas cargas también representan el 30% del salario.
el problema de la informalidad; vale decir, la masiva presencia El inconveniente más importante es la evasión imposi-
de trabajadores que no cuentan con ningún tipo de protección tiva de las ganancias. Las empresas buscan pagar menos im-
laboral. La asimetría entre el trabajador formal y el informal es puestos y, para mostrar consistencia entre las ventas y el
muy grande, tanto en las condiciones del empleo como en la número de empleados declarados, contratan a trabajadores in-
remuneración. El informal gana en promedio el 50% de lo que formales. Como dijimos en otro capítulo, la experiencia de al-
gana el formal (aunque parte de esta diferencia se relaciona a gunos países demuestra que se pueden reconciliar altos
su menor calificación). A su vez, el 13% del sector informal se impuestos, formalidad laboral y buenas condiciones sociales.
encuentra desempleado, frente al 3% del sector formal. Sin embargo, el combate decidido a la evasión v la infor-
Dado que los sindicatos no ofrecen respaldo a los traba- malidad exige ir contra las empresas informales y reforzar los
jadores informales, la intervención del Estado es imperiosa para controles y ningún gobierno hasta ahora ha querido absorber
280 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 281

ese costo político y administrativo. La solución, entonces, ha Todos estos datos nos orientan hacia la siguiente conclu-
sido contentarse con una base tributaria más modesta y com- sión: una política de alto impacto positivo a nivel social es la
pensarla con una fenomenal presión impositiva sobre las em- prevención de las crisis. El crecimiento posterior a éstas, por
presas formales y sobre los consumidores generando muy acelerado que sea, logra, como mucho, recomponer la si-
distorsiones que privan al país de enormes beneficios produc- tuación previa, pero no reporta mejoras permanentes y sustan-
tivos y sociales en el mediano plazo. Por ejemplo, con menores ciales en la situación de los trabajadores. Además, en las
niveles de informalidad, podrían bajarse los impuestos al tra- recuperaciones post-crisis, la respuesta de los salarios y el em-
bajo y otros impuestos regresivos, como el IVA. pleo es más tibia que lo que desearíamos.

Capitalistas y trabajadores ¿Queremos al Estado en el medio?

Hasta aquí hemos hablado de la distribución del ingreso per- Otra enseñanza vital de nuestro recorrido previo por el mun-
sonal sin tomar en cuenta si se trataba de trabajadores o de do de los datos sociales es que no podemos prescindir del Es-
empresarios, pero mucha gente está acostumbrada a pensar la tado si queremos combatir la desigualdad y la pobreza. La
desigualdad distributiva en función de estos dos grupos. La máxima «hay que crecer para distribuir» parece ser cierta, pero
división entre trabajo y capital -estamos hablando de eso- ha no del todo. En las etapas de alto crecimiento, el mercado em-
inspirado no pocas discusiones políticas y alguna que otra mar- puja un alza del salario y del empleo, pero no llega a eliminar
cha. No obstante, esa distribución no resulta muy informativa. los problemas sociales. En las etapas de contracción, los avan-
Lo sería si el capital solamente abarcara a los empresarios con ces se pierden y hasta se pueden dar retrocesos con respecto a
alta riqueza e ingreso y si el trabajo sólo alcanzase a los asala- la situación inicial (esto me recuerda a algunos juegos de mesa
riados en la situación opuesta. En los hechos, el trabajo inclu- en los que podemos avanzar muchos casilleros y de pronto nos
ye, por ejemplo, a gerentes de grandes corporaciones que ganan vemos obligados a volver al punto de partida).
varios millones al año y el capital engloba a propietarios de Lo que decimos se aplica a nuestro país tanto como a
pequeños emprendimientos informales. otros. En la tabla siguiente, reportamos el porcentaje de perso-
Aun así, para saciar la curiosidad por esta popular dis- nas pobres en varios países de la OCDE, muchos de ellos desa-
tinción, los salarios han capturado en los últimos 60 años un pro- rrollados, pero también algunos emergentes, como Corea, Chile
medio del 40% del PBI, aunque con notorias fluctuaciones entre o México. La novedad es que distinguiremos dos conceptos. En
el 30% y el 50%. La distribución del 50/50 se alcanzó en la pri- la segunda columna, figura la pobreza tal como aparece en las
mera parte de los '50 y en 1974. En los últimos 30 años, el ma- mediciones oficiales, calculadas según el ingreso laboral más las
yor valor fue un 46% en la primera parte de los '90 y el menor transferencias que brinda el Estado (subsidios, seguros por des-
valor, del 30%, se alcanzó durante la hiperinflación y las crisis. empleo, etcétera). En la primera columna tenemos la pobreza
En la actualidad, el número se ubica en el promedio histórico que resultaría de la falta de esa asistencia estatal. Las diferen-
del 40%. cias son notables v demuestran la necesidad de una red de se-
282 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 283

guridad social para sostener una adecuada cobertura de la po- Estadetabla


Porcentaje nos da
personas otraen
pobres mala noticia: ni siquiera estos paí-
blación de menores recursos. ses se han
Estados Unidospodido librar
y Suecia, de la pobreza crónica pese a su desa-
1975-2009
La pobreza actual en Suecia es del 8,4%, pero llegaría al rrollo
Con económico
y sin y suestatales*
transferencias visible esfuerzo fiscal tanto en capital
26,5% sin las transferencias estatales. En los demás países desa- Estados Unidos
humano (educación Suecia y salud) como en transferencias directas;
rrollados, la pobreza sin transferencias sería al menos 10 puntos
Año Sin Con Sin Con
porcentuales más alta que la actual. En los países emergentes, transferencias
• Los transferencias
datos oficiales detransferencias
pobreza, que incluyen transferencias, aparecen en
transferencias
encontramos el mismo cuadro: la pobreza sin transferencias se- públicas públicas
Ja segunda columna
públicas públicas
ría 2 o 3 puntos más elevada. Veremos en un momento por qué
la discrepancia no es tan acentuada como en los otros países. (1) (2) (1) (2)

1975 23,0 15,4 22,0 3,8

Porcentaje de personas pobres en países de la OCDE 1985 25,6 17,9 26,1 3,3
Con y sin transferencias estatales*
• Los datos oficiales de pobreza, que incluyen transferencias, aparecen
1990 en 25,9 17,9 26,0 3,6
País Sin la segunda columna.ConLos datos corresponden a 2009.
transferencias transferencias
La tabla que sigue confirma que el problema no 1995 es nue- 26,4 16,7 29,6 3,7
públicas públicas
vo. Si nos remontamos en el tiempo hasta 1975, los datos 2000 no 25,5 16,9 27,0 5,3
varían
(1) mucho, excepto
(2) que la pobreza, con y sin transferencias,
2005 26,3 17,0 26,7 5,3
era entre 3 y 4 puntos menor que en la actualidad.
Suecia 26,5 8,4 2009 27,0 17,3 26,5 8,4

Canadá 24,7 12,0 Fuente: OCDE

España 27,2 14,0

Estados 27,0 17,3


Unidos
Corea 17,5 15,0

Chile 21,4 18,4

México 23,6 21,0

OCDE 26,3 11,1


Fuente: OCDE
284 RICARDO BEBCZUK PARA ENTENDER LA ECONOMÍA 285

• especialmente, en Suecia y otras economías de Europa Occiden- los análisis disponibles, para la línea de ingreso mínimo de 2,5
tal. Por lo visto, aunque se crezca y aunque se hayan puesto, en dólares, sin transferencias la pobreza treparía del 7% actual al
el caso de Suecia, la igualdad y el bienestar social como ejes de 16%. Como antes para los países de la OCDE, esta diferencia
las políticas de largo plazo, esto no alcanza para erradicar la deja constancia del rol primordial de las políticas estatales en
pobreza. Por otra parte, no queda claro cuán resistente es el ni- la mejora de las condiciones sociales.
vel de pobreza a un deterioro de los ingresos fiscales. En tanto • Y aquí tenemos una noticia relativamente buena para
el relativo control de la pobreza esté basado en meras transfe- compartir: esa caída de 9 puntos en la pobreza (de 16% a 7%)
rencias y subsidios y no en una mejor y permanente inserción fue posible gracias a transferencias públicas directas de sólo el
laboral, los indicadores sociales quedarán atados a la capacidad 3% del PBI (sobre un gasto público total de 36% del PBI). Para
del Estado para mantener tales beneficios. verlo en un programa en particular, la Asignación Universal
• Suecia destina nada menos que el 35% del PBI a gastos por
sociales; de esos 35 puntos, 20 se gastan en educación y salud y Hijo -que el gobierno introdujo en 2009 y no inmediatamente
los restantes 15 se transfieren directamente a trabajadores reti- después de la crisis- cubre a 3,5 millones de niños y al 46% de
rados y activos. El gasto social total llega en Estados Unidos al las familias pobres. Pese a su elevada cobertura, su costo sólo
llega al 0,6% del PBI.
22% del PBI y en la zona del euro, a un promedio del 31%.
• El gasto social total en Argentina alcanza el 14% del PBI.
• Había quedado por plantear el bajo impacto de las trans-
Este gasto engloba principalmente la educación y la salud
ferencias en algunos países emergentes. Esto está motivado por
(transferencias indirectas, no incluidas en el cálculo de la pobre-
un gasto social mucho más bajo: del 8% del PBI en México, del
za, que benefician en realidad a pobres y no pobres) y las jubi-
11% en Corea y del 12% en Chile. La experiencia de Chile, con
laciones y pensiones (su impacto distributivo también es difícil
todo, merece algún halago. El ingreso de los más ricos en Chile
de establecer porque no se trata de un gasto social focalizado
era 38 veces mayor que el de los más pobres en 1987, pero ha en las familias pobres).
bajado continuamente desde entonces hasta ser hoy de 27 ve- • En el contexto de los países avanzados que citamos an-
ces; de manera similar, la pobreza descendió del 60% al 12%; tes, lo mismo se verifica en Suecia (5 puntos del PBI de transfe-
aunque difícilmente sean valores para estar orgullosos, la pro- rencias para una caída de la pobreza de 16 puntos) y en Estados
fundidad del cambio y su estabilidad en el tiempo revelan que Unidos (menos de 3 puntos de transferencias para una reduc-
el crecimiento puede ejercer un influjo positivo en el plano so- ción de 10 puntos en la pobreza).
cial. Vale la pena recordar que Chile es un ejemplo de reforma • La nota optimista es que estas transferencias son alta-
neoliberal sostenida por décadas. La mejora en los indicadores mente productivas para bajar la pobreza sin convertirse en un
sociales sugiere que esta estrategia de desarrollo no tiene que gasto público insostenible. Volvamos a América Latina, que nos
ser necesariamente regresiva, como se supone muchas veces. ofrece otro buen ejemplo: las transferencias condicionales, que
• Aunque en estos últimos años no se ha logrado perforar brindan asistencia monetaria a las familias a cambio de que sus
el piso de pobreza instalado incluso antes de la Convertibilidad, hijos asistan a la escuela y reciban servicios sanitarios adecua-
Argentina ha conseguido al menos revertir en la última déca- dos. Estos programas se han difundido fuertemente en toda la
da el daño social derivado de la última crisis. De acuerdo con región desde los '90, se aplican en 18 países latinoamericanos y
286 RICARDO BEBCZUK

cubren al 46% de la población pobre, generando un gasto anual


de apenas el 0,4% del PBI en promedio.
Si bien es dudoso que estas transferencias resuelvan de
cuajo la pobreza, son una herramienta inestimable para sacar de REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
esa situación a futuras generaciones dotándolas de mejor edu-
cación y mejor salud, condiciones imprescindibles para inser-
tarse con éxito en el mercado laboral. Ya dije en el Prólogo que este libro se ha apoyado en cientos de
estudios y trabajos recientes, algunos propios y muchos de co-
legas de diversos países que han investigado con cuidado diver-
sos temas. A esta larga lista habría que sumar tantísimos
estudios y libros anteriores que me sirvieron de antecedente y
guía en este trabajo.
Ya anticipé también que, como este libro no pretende te-
ner un perfil académico, decidí evitar el engorro de citar nume-
rosos estudios que podrían ser de interés para una minoría, pero
resultarían una molestia para quienes buscan seguir la lectura sin
interrupciones, nombres raros ni notas a pie de página.
De todos modos, los que no me tengan fe (hacen bien)
encontrarán todos esos estudios en:

www.entender-la-economia.blogspot.com.

Además, los invito a escribir allí sus comentarios y su-


gerencias, que responderé a la mayor brevedad posible.
Se terminó de imprimir en
Talleres Gráficos D.E.L. S.R.L.,
E. Fernández 271/75, Tel.: 4222-2121
Avellaneda, Buenos Aires,
en eí mes de Septiembre de 2012.

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