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El Libro Del Sueño, Como Dormir Bien Todas Las Noches
El Libro Del Sueño, Como Dormir Bien Todas Las Noches
El derecho del Dr. Guy Meadows a ser identificado como autor de la presente obra ha sido estipulado según
la Ley de Copyright, Diseños y Patentes 1988.
Todos los derechos reservados. Además de los usos reconocidos en la ley de copyright del Reino Unido,
esta publicación solo podrá ser reproducida, almacenada o transmitida, mediante cualquier sistema o
método, con la previa autorización por escrito de los editores o, en caso de la reproducción reprográfica,
según los términos de licencias emitidos por la Organización de Gestión de Licencias de Derecho de Autor
(CLA, por sus siglas en inglés).
Traducción por:
Clarity Translations
www.translationsbyclarity.com
Se han tomado todos los recaudos para satisfacer los requerimientos con respecto a la reproducción del
material con derecho de autor. El autor y el editor rectificarán cualquier omisión en el menor tiempo
posible.
A pesar de que se han realizado todos los esfuerzos para garantizar que la información contenida en este
libro sea correcta, la misma no debe tomarse como consejo médico. Las personas que se encuentren bajo
supervisión médica no deben adoptar el programa, ni cambiar o interrumpir su medicación sin hablar
primero con su médico y seguir su consejo.
Reconocimientos
Quisiera agradecer a todos mis clientes de quienes he aprendido muchísimo a lo
largo de los años. A mi socio Aid, por su trabajo inspirador y sus incansables
esfuerzos para crear The Sleep School. A Pola, por crear todas las maravillosas
ilustraciones y las animaciones. A Jacq, por su fantástica edición.
“Los problemas del sueño afectan al 25% de la población del Reino Unido, y
generan 30 millones de visitas frustradas al consultorio médico. Este libro es un
salvavidas para cualquier persona que tiene problemas para conciliar el sueño. El
enfoque radical del Dr. Guy Meadow para curar el insomnio es increíblemente
efectivo y, lo que es mejor, completamente natural: no se necesitan pastillas, ni
pociones, ni utilería”.
Dra. Hilary Jones
Médica, editora del área salud de Daybreak en ITV, y escritora de temas
médicos.
“Dormir no es algo que se hace en forma consciente; tienes que estar despierto
para hacer cosas conscientemente. Dormir es algo que hace tu cuerpo cuando
quitas la mente del camino… Lo que tienes en tus manos es un enfoque
verdaderamente nuevo. En este libro maravillosamente bien escrito, se abrirá una
puerta que tal vez nunca supiste que existía. Aprenderás cómo quitar a tu mente
del camino… Deja tus problemas de sueño en las manos de este brillante
médico, y comencemos. Aprendamos cómo no hacer nada”.
Steven C. Hayes, Doctor
Co-desarrollador de ACT, Profesor de Nevada Foundation de la Facultad de
Psicología en la Universidad de Nevada y autor de Get Out of Your Mind and
Into Your Life.
Testimoniales de The Sleep School
‘Después de experimentar insomnio por cuarenta años, ha sido un placer
disfrutar de sueño satisfactorio al emplear las técnicas que aprendí en uno de
los talleres del instituto The Sleep School. Las técnicas son sutiles pero
efectivas, y estoy convencido de que eventualmente se convertirán en una
práctica universalmente aceptada entre profesionales médicos’.
David (Reino Unido)
‘¡El período que pasé contigo el mes pasado fue la mejor inversión de dinero
que hice en mucho tiempo! La técnica de concientización y aceptación que me
enseñaste no solo mejoró la calidad y duración de mi sueño, sino que cambió
fundamentalmente la manera que abordo mi vida. Ahora cuando voy a la cama,
me duermo a los pocos minutos, y aunque aún me despierto algunas veces
durante la noche, me vuelvo a dormir muy rápidamente. ¡Gracias por
enriquecer mi vida!’
Rachel (Reino Unido)
‘Cuando comencé a sufrir de insomnio hace unos dos años, pensé que nadie
podría ayudarme a superarlo hasta que me contacté con el instituto The Sleep
School. Las técnicas que me enseñó me ayudaron a comprender que no había
nada que temer, pero lo más importante es que él entendió lo que yo sentía en
un momento en que parecía que nadie más lo entendía. Actualmente disfruto de
un sueño mucho mejor y puedo vivir mi vida nuevamente’.
María, (Chile)
‘¡Fantástico! No sabía que esperar cuando entré, pero el Dr. Guy logró
mostrarme una manera completamente nueva de comprender y enfrentar el
insomnio. Esta nueva perspectiva, junto con métodos lógicos y relajados, ¡ha
mejorado infinitamente mi sueño!’
Sam (Reino Unido)
‘Bueno, lo primero que debo decir es gracias por tu tiempo, esfuerzo y energía;
me has ayudado a volver al ritmo, y a darle un propósito y significado a mi vida
nuevamente. He podido conciliar el sueño casi todas las noches y ahora ya no
voy por la vida sin dormir. Tuve un momento después de empezar en mi nuevo
empleo donde mi sueño comenzó a empeorar. Pero volví a leer todas mis notas y
comencé a hacer los ejercicios que me has enseñado con más frecuencia
nuevamente, y antes de que me diera cuenta volví a dormir. Mi ansiedad
también se redujo dramáticamente, y cuando siento que me estoy poniendo un
poco ansioso, lo primero que hago es notarlo y, debido a que ya no le tengo
miedo, se disipa rápidamente, y puedo seguir adelante sin sentirme
desbordado’.
Henry (Canadá)
‘Cuando llegué por primera vez a The Sleep School estaba harta de estar
enferma y cansada. Apenas dormía 2 o 3 horas por noche. Ahora duermo de 7 a
8 horas la mayoría de las noches. En 6 meses no he tenido que faltar un solo día
al trabajo por estar enferma. El programa que me devolvió el sueño también
cambió mi perspectiva, y la meditación se volvió parte de mi rutina diaria.
Recomiendo este programa a todas las personas que sufren de insomnio’.
Jessica (Reino Unido)
‘Le recomiendo el instituto The Sleep School a todas las personas que sufren de
insomnio; realmente pueden ayudarte a recuperar tu vida. Gracias Dr. Guy,
usted fue mi salvador’.
Katharine (Reino Unido)
‘En primer lugar quiero decir gracias por su apoyo y su ayuda. He llegado a un
punto que no pensé que fuera posible con mi sueño. Ahora duermo mejor, y
aunque a vece tengo noche malas no me afecta de la misma manera que antes.
Los ejercicios de consciencia me han dado la oportunidad de bajar el ritmo y
apreciar el momento, en lugar de dejar que mi mente se dispare y cree
situaciones en mi cabeza que no son reales’.
Aziz (Reino Unido)
INTRODUCCIÓN
La cura para el insomnio de The Sleep School
‘¿Cómo hacen las personas para ir a dormir?
Me temo que he perdido la habilidad’
Dorothy Parker
Si le preguntas a alguien que duerme bien qué hace para quedarse dormido, es
probable que encoja los hombros y diga: “Nada”. Simplemente apoya la cabeza
en la almohada; si se despierta, podría darse vuelta, tomar un trago de agua o ir
al baño, pero se duerme sin pensar en ello.
Si le preguntas a una persona con insomnio qué hace para poder dormir, te
dará una lista larga y detallada de lo que hace durante el día, cómo se relaja antes
de ir a la cama y qué hace durante la noche, pero aun así no duerme.
No parece justo, ¿no? Pero la verdad es que la mayoría de las cosas que le
recomiendan hacer a los insomnes para curar ese mal nunca funcionarán si es lo
único que hacen. Esto se debe a que el enfoque convencional se basa únicamente
en hacer; enfocándose en cómo eliminar el insomnio cambiando cosas en tu
vida. Al principio, esto es exactamente lo que deseas oír como paciente con
insomnio porque quieres liberarte del dolor y el sufrimiento que acompañan la
privación de sueño. No obstante, aunque muchos de los cambios sugeridos
pueden sonar correctos –tales como dejar la cafeína y el alcohol, evitar quedarte
despierto hasta tarde, bajar el ritmo lentamente y realizar técnicas de relajación
antes de ir a la cama– al final pueden involuntariamente poner tu insomnio en un
pedestal.
El sueño pasa entonces a estar más relacionado con hacer algo que con
dormir, lo que para las personas que logran conciliar el sueño normalmente
ocurre sin esfuerzo. Si has seguido un montón de consejos para el insomnio pero
aun así no pudiste dormir, probablemente tuviste una sensación de confusión,
fracaso, frustración o ansiedad; y sin duda todas ellas te mantuvieron aún más
despierto.
Probablemente te han dicho que si puedes bloquear tus pensamientos,
deshacerte de los sentimientos de ansiedad y controlar los latidos fuertes de tu
corazón, estarás más relajado y así será más probable que duermas. Aunque estas
corazón, estarás más relajado y así será más probable que duermas. Aunque estas
cosas ciertamente hacen que sea más difícil dormir, no son el problema. Luchar
por conciliar el sueño sí lo es.
Piensa en todas esas veces que estuviste despierto toda la noche luchando por
dormirte, y lo lograste justo antes de que sonara la alarma del reloj. Si le
preguntas a una persona con insomnio por qué se quedaron dormidos en ese
momento, dirá que la noche ya estaba arruinada, así que ya no tenía sentido
luchar. Aunque esto es una experiencia increíblemente frustrante, desde el punto
de vista de qué causa el insomnio, es esclarecedor.
Lo que aprendí a partir de escuchar a personas como tú y de mi propio
episodio de insomnio es que si tu vida se focaliza en eliminar el insomnio,
paradójicamente puedes quedarte atrapado en esta afección.
El buen descanso nocturno llega a partir de no hacer ninguna otra cosa más
que acostarte y poner tu cabeza sobre la almohada, y el secreto para dormir bien
es volver a aprender cómo hacer precisamente eso: nada.
Armado con el conocimiento de que los buenos durmientes no hacen nada,
hemos desarrollado un programa de cinco semanas que puede mejorar
radicalmente tu sueño. Nosotros creemos que dormir no tiene que ser una lucha.
Te mostraremos cómo dejar de luchar, enfrentar aquello que te impide
dormir, disfrutar de un sueño de buena calidad con frecuencia y volver a
disfrutar de tu vida.
Si quieres dormir bien, entonces tienes que empezar a comportarte como un
durmiente normal. El Programa de Cinco Semanas del instituto The Sleep
School te mostrará cómo:
“Cuando estás en el fondo del agujero del insomnio, es difícil ver una
salida por ti mismo. The Sleep School me tranquilizó y me ayudó a
dejar de pensar en mi propio insomnio, lo cual fue el primer paso
para enfrentar el problema. Ahora tengo una estrategia y ejercicios
mentales para mejorar la manera de abordar mi insomnio. Aún tengo
que enfrentar brotes de desvelo, pero ese fortalecimiento mental me
ha ayudado más que cualquier otro auxilio para dormir o enfoque
médico ‘tradicional’.
Mark, Oregon, Estados Unidos
La Encuesta del Sueño de
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Intento cosas nuevas (por ejemplo, pastillas, pociones, reglas y rituales) para mejorar mi dormir, pero nada
funciona a largo plazo.
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No entiendo por qué las cosas que uso para ayudarme a dormir no funcionan.
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PASO 2 – ACEPTA
Me aflijo por mi dormir deficiente del pasado o me preocupo por mi futuro sueño y se me hace difícil
desconectar mi mente acelerada a la noche.
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Salto de un tema a otro y tengo dificultades para mantener mi concentración y atención durante el día.
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Me doy cuenta de que reacciono de manera inútil para tratar de mejorar mi sueño.
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PASO 3 – ABRAZA
Tengo pensamientos negativos acerca de cómo mi sueño deficiente afecta mi vida y tengo dificultades para
deshacerme de ellos.
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Experimento emociones fuertes (por ejemplo, ansiedad) y sensaciones (por ejemplo, un nudo en el
estómago) cuando trato de dormir o durante el siguiente día, y no puedo controlarlas.
estómago) cuando trato de dormir o durante el siguiente día, y no puedo controlarlas.
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Es difícil para mí no rendirme a las necesidades negativas cuando trato de dormir (por ejemplo, mirar TV,
tomar una pastilla para dormir, beber alcohol para dormir).
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PASO 4 – CREAR
Yo cambio mis patrones de sueño para controlar mi dormir (por ejemplo, me relajo por un largo tiempo, me
voy a la cama temprano o tarde, me recuesto o hago largas siestas durante el día, duermo solo o me levanto
de la cama a la noche).
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Necesito que el ambiente de mi habitación (por ejemplo, iluminación, temperatura, ruido) sea perfecto, de
otra forma no podré dormir.
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Cambio mi estilo de vida (por ejemplo, cambio mi dieta y no socializo) para poder conciliar el sueño.
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PASO 5 – VIVE
No puedo seguir con mi vida completamente hasta que haya superado el insomnio.
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Siento que el insomnio impacta en mi vida negativamente (por ejemplo, en las relaciones, en mi energía, en
mi trabajo).
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Siempre me preocupa volver a sufrir de insomnio y que pueda padecerlo para siempre, incluso cuando mi
dormir ha mejorado.
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Resultados
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Esta semana:
Aprenderemos por qué las Cinco Semanas son diferentes a todo lo que hayas
probado antes y cómo este programa hará que vuelvas a dormir normalmente.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es simplemente la dificultad para dormir. Todos experimentamos
algún tipo de insomnio durante la vida, aunque generalmente solo sufrimos de
un sueño interrumpido por un período corto debido a un evento estresante en
nuestras vidas. Para la mayoría de nosotros, el sueño vuelve a la normalidad una
vez que ha pasado el estrés. Sin embargo, para el 30 por ciento de las personas,
el desvelo continúa y se transforma en insomnio crónico.
el desvelo continúa y se transforma en insomnio crónico.
Insomnio crónico
Definición: el insomnio crónico se define como la dificultad para iniciar o
mantener el sueño, el despertarse temprano y/o experimentar un dormir no
renovador.
Riesgos
La verdad es que algunos de nosotros tenemos mayor riesgo de contraer
insomnio que otros, de la misma manera que podrías estar en riesgo de contraer
una enfermedad cardíaca o cáncer. Estos son algunos de los factores que pueden
aumentar la probabilidad de padecer insomnio:
Disparadores
Sabemos que algunas personas tienen un riesgo mayor de sufrir insomnio; lo que
ocurre entonces es que un evento estresante de la vida sirve de disparador para el
insomnio.
Cualquier tipo de evento puede desencadenar un sueño precario. Puede ser
algo inesperado, como un día estresante en el trabajo, o puede acumularse
lentamente, como lo que experimentas durante la planificación de tu boda.
Cuando tu mente racional está estimulada en exceso, puede crear sentimientos de
preocupación, enojo y tristeza. Podría incluso causar la liberación de hormonas
de estrés, tales como la adrenalina, lo que a su vez estimula negativamente el
centro de vigilia de tu cerebro, y evita así que puedas dormir.
Veamos ahora por qué una reacción al estrés tiene un efecto tan poderoso sobre
nuestro sueño y cómo nuestro cerebro se involucra también, con las mejores
intenciones pero con un resultado negativo: el insomnio.
DATO SOBRE EL SUEÑO
Actividades eléctricas
Las actividades como mirar la TV, escuchar la radio, navegar por internet o
jugar videojuegos en tu teléfono inteligente mantendrán tu cerebro estimulado y
por eso no será propicio para dormir. Sin embargo, muchos insomnes utilizan
esto como estrategias de control para ayudarlos a distraer sus mentes de la falta
de sueño. Lo que comienza como un uso de la TV poco frecuente para distraer la
mente acelerada puede convertirse rápidamente en un hábito nocturno que con el
tiempo pierde su efectividad. Muchos insomnes no pueden dormir a menos que
tengan la TV encendida y terminan mirándola toda la noche. Es fácil notar cómo
tus esfuerzos a corto plazo para dormir un poco pueden dar como resultado un
problema a largo plazo que te aleja más del buen dormir.
Interacción social
Ahora tenemos la capacidad de estar conectados con el mundo exterior incluso
cuando nos recostamos en la cama por la noche. Con unos clics puedes estar
enviando mensajes por Twitter, SMS o Skype con otros insomnes en alguno de
los muchos foros sobre el insomnio. Esta conexión puede parecer un gran alivio
y un antídoto a la soledad de la noche. No obstante, al igual que con las
actividades eléctricas, la estimulación que implica y el nivel de actividad
requerida para esta interacción hace que esto sea algo que deberías hacer solo
durante las horas de vigilia, y ciertamente, algo que debes abandonar si tienes
intenciones serias de poder dormir.
Estar activo
Muchos insomnes se levantan para trabajar, revisan su correo electrónico,
comen, preparan un trago, van al baño, hacen yoga u otro ejercicio, o
simplemente deambulan por la casa. Levantarte de la cama y estar activo puede
ayudarte a aliviar tus pensamientos o a sentirte menos ansioso durante una larga
noche sin poder dormir. Sin embargo, como las otras estrategias de
afrontamiento inútiles que hemos visto, no es una solución a largo plazo, y tus
pensamientos y sentimientos indeseables simplemente están esperando por ti
cuando regreses a la cama. Cuando esto ocurre, no sabes qué hacer más que
volver a levantarte. Si esto se convierte en un patrón, entonces surge un nuevo
problema en el cual tu cerebro comienza a asociar la noche con levantarte de la
cama y estar activo, en lugar de asociarla con descasar en la cama y dormir. Por
eso es fundamental que aprendas a estar en la cama con tus temores y que
abandones la necesidad de escaparte de la habitación para lograr dormir bien en
el largo plazo.
Productos del ambiente
Controlar el entorno donde duermes es otra estrategia común. Dormimos mejor
en ambientes silenciosos, oscuros y cómodos, por eso tiene sentido preparar
nuestro dormitorio de esta manera. Los insomnes a menudo van un paso más allá
y utilizan máscaras para los ojos o persianas ‘black-out’ para eliminar la luz,
utilizan tapones para los oídos o máquinas que reducen el ruido para bloquear
sonidos, o constantemente compran almohadas nuevas y mejores colchones para
aumentar el confort.
Es muy sencillo empezar a utilizar estas estrategias de manera excesiva y
terminar dependiendo de ellas para poder dormir. Se podría argumentar que
tener que usar tapones para oídos o una máscara para ojos no es lo peor del
mundo, pero a menudo estos son solo algunos de los muchos artilugios que
contribuyen a la pérdida general de la confianza en tu propia capacidad para
dormir.
Imagen 1.5 Evitar la cama a la mitad de la noche
Juegos mentales
Contar ovejas mentalmente para inducir el sueño es una de las técnicas más
básicas y conocidas. Funciona al brindarle a la mente una tarea monótona y no
estimulante en la que concentrarse, y de esa manera la distrae de las
preocupaciones que te mantienen despierto. Otras técnicas similares incluyen
contar hacia atrás desde 300 o utilizar tu imaginación para crear una fantasía
atrapante.
Dichas técnicas pueden ser razonablemente efectivas para los durmientes
normales que caen fácilmente en tales distracciones y logran dormirse. No
obstante, si lo usas en exceso, la intención de tratar de dormirte y la acción de
evitar aquello que se presenta en la noche harán que tales técnicas sean inviables
y problemáticas.
Mirar el reloj
Mirar el reloj es otra estrategia de afrontamiento común pero que a la vez agrava
el problema del sueño precario. Tal como utilizas el reloj durante el día para
el problema del sueño precario. Tal como utilizas el reloj durante el día para
organizar tu vida, monitorear el reloj a la noche puede convertirse en una manera
de tratar de controlar tu sueño. Muchos insomnes utilizan el tiempo como una
medida de cuán buena o mala resulta ser la noche y, debido a eso, como un
indicador de si deben o no desplegar otras estrategias de afrontamiento.
Muchas personas crean reglas inútiles tales como: ‘Si no me he dormido
dentro de una hora, entonces tomaré otra pastilla’; o ‘Si pasan dos horas,
entonces me levantaré’; o ‘Si me quedo despierto toda la noche, entonces
llamaré al trabajo para reportarme enfermo y apagaré la alarma’. Calcular
constantemente el tiempo no te ayuda a dormirte y, en todo caso, puede generar
mayores niveles de ansiedad y desvelo.
Aunque todos estos cambios en la salud pueden ser útiles, eliminar todo de esta
manera reaccionaria y decidir llevar la vida de un monje puede poner tu sueño en
un pedestal y avivar más el desvelo.
Es muy fácil interrumpir tu vida hasta que soluciones el insomnio. Los
insomnes informan que han dejado de hacer trabajos voluntarios, de mantenerse
en forma o de hacer sus ejercicios de fisioterapia ya sea porque quieren dirigir
todos sus esfuerzos a solucionar su insomnio o porque no tienen energía para
hacer nada más. La clave es llevar una vida saludable que permita el desarrollo
personal mientras experimentas insomnio, sin que esto lo empeore.
Relaciones
Otra área de la vida que sufre al tratar de controlar el sueño es la de las
relaciones. Algunos insomnes duermen separados de sus parejas como una
manera de controlar el ambiente de descanso. Aunque esto puede ser útil en el
corto plazo, no es bueno para la relación y puede aumentar tu temor a compartir
la cama.
Además, una negativa a salir y encontrarte con amigos, hacer deportes o ir de
vacaciones puede interferir con tu capacidad para sostener relaciones con amigos
o con tu pareja. Al padecer insomnio es más fácil volverte más recluido,
o con tu pareja. Al padecer insomnio es más fácil volverte más recluido,
especialmente porque mantener amistades requiere energía, algo que muchos no
tienen. Algunas personas incluso sienten rechazo a iniciar una relación en primer
lugar por el temor a tener que compartir la cama o estar en forma. En el pasado,
he tenido clientes que pospusieron tener hijos porque les preocupaba no poder
dormir y afrontar la tarea de ser padres. Tales historias remarcan el costo real
que tiene el insomnio para tu vida y por qué es importante completar este
programa de la mejor manera posible.
Trabajo y educación
Con el insomnio, el estrés laboral o la preocupación por no poder rendir en el
trabajo son algo común. Muchos insomnes intentan controlarlo al evitarlo. Esto
puede traducirse en llamar al trabajo para reportarse enfermo después de una
mala noche, lo que puede resultar en un sueño profundo porque la presión se ha
liberado. Para otros, el temor a que su insomnio empeorará si experimentan más
estrés los ha llevado a rechazar ascensos en el trabajo o a dejar de anotarse en
carreras de grado o rendir exámenes. Lo triste es que el temor a no dormir puede
literalmente determinar la vida que terminas teniendo y te aleja de lo que es
verdaderamente importante para ti.
Muchos insomnes involuntariamente permiten que su sueño de mala calidad
dicte el tipo de trabajo que busca. Eligen empleos que brindan un horario
flexible o se convierten en autónomos ya que esto les permite elegir sus horas de
trabajo y así evitan las reuniones por la mañana. Aunque este tipo de control
puede evitar el estrés no deseado, con suerte puedes ver que no resuelve el
problema a largo plazo, sino que meramente es una manera de eludirlo.
Comportarte de una manera que hace que tu insomnio empeore parece tonto,
pero en realidad estás haciendo lo que se da naturalmente. El éxito evolutivo de
los humanos está basado en el principio de que cuanto más control tengas sobre
tu ambiente, más oportunidades tendrás de sobrevivir. Siempre que pudieras
construir un refugio, encontrar alimentos, reproducirte exitosamente y
defenderte, tu expectativa de vida sería más alta. Para lograr esto, tu cerebro
evolucionó para poder usar todas las experiencias de la vida que tienes como una
biblioteca de referencias para resolver tus problemas en el presente o el futuro.
Esto significa que cuando debía construir un refugio, tu cerebro podía identificar
rápidamente los mejores materiales y herramientas para ese trabajo.
Asombrosamente, podía hacerlo incluso con pocos o nulos conocimientos
previos sobre cómo construir un refugio. Ser capaz de procesar toda esta
información y organizarla rápidamente de una forma tan funcional disparó a los
humanos a la cima de la cadena alimenticia.
En los tiempos modernos, nuestras necesidades básicas están generalmente
satisfechas, pero esto no detuvo la capacidad de nuestro cerebro de predecir y
resolver constantemente lo que sucede en todas las áreas de nuestra vida, incluso
con la calidad del sueño. Por ejemplo, si sientes que tienes una cama incómoda,
quizá decidas comprar un nuevo colchón. Si te encuentras en una habitación de
hotel ruidosa, tal vez decidas bloquear el ruido utilizando tapones para oídos o
podrías pedir que te cambien a una habitación más silenciosa. Así de fácil es
para tu cerebro inventar soluciones y hacer cambios cuando algo no te gusta.
Como es muy efectivo, también ejercemos este control en nuestro mundo
interior, como al manejar los pensamientos y sentimientos indeseados, e incluso
con el desvelo.
Por ejemplo, si llegas a casa después del trabajo y te sientes enojado o
estresado, puede ser útil distraerte con un poco de ejercicio o mirar una película.
Es muy probable que después de eso te sientas más calmado y en un mejor
estado para conciliar el sueño. Y si vas a la cama sintiéndote estresado, entonces
contar ovejas o pensar en unas vacaciones que te tomaste en el pasado puede ser
una manera inocua de distraer tu mente, y de permitir que llegue el sueño. Si las
usas con moderación, las estrategias de control sí ‘funcionan’, ya que pueden
calmar la mente acelerada o los sentimientos de enojo, e incluso pueden ayudarte
a dormir.
Sin embargo, en última instancia no puedes deshacerte del estrés con solo
alejarlo o ignorarlo y, de hecho, hacer esto a menudo puede empeorar el
problema. La razón es que la misma parte del cerebro que te ayuda a construir un
refugio puede ayudarte también a crear un problema crónico del sueño. Cuando
se enfrenta al desvelo, tu cerebro identificará rápidamente los mejores materiales
y herramientas para solucionar el problema (por ejemplo, ‘¿Qué pastillas,
pociones, rituales y rutinas puede usar para resolver esto?’). Tu cerebro
comparará tu sueño actual con cómo era en el pasado o se proyectará para definir
cómo podría ser en el futuro (por ejemplo, ‘Si mi sueño empeora, ¡entonces no
podré sobrellevar mi día!’). También intentará determinar algún tipo de línea de
tiempo de tus acciones (por ejemplo, ‘Si no estoy dormido para la 1, entonces
tomaré otra pastilla’).
Tu cerebro es un adepto a buscar soluciones para tu insomnio; no obstante, un
nivel tan alto de actividad es la antítesis del dormir. Podría decirse que los
intentos de tu cerebro por hacer que duermas están literalmente manteniéndote
despierto. La buena noticia es que estás a punto de aprender un nuevo enfoque
más sano y libre de controles para lograr un sueño natural, profundo y renovador
todos los días.
Uno de los obstáculos más grandes entre tú y un buen dormir es cómo ves el
insomnio, lo cual determina cómo te sientes y cómo reacciones cuando lo
experimentas. Si puedes dejar de luchar contra tu insomnio, puedes dirigir tu
energía para permitir que surja el sueño natural, y así volver a vivir tu vida.
Para muchos insomnes, el desvelo es lo peor del mundo y algo que no le
desearían ni a sus enemigos. Muchos lo describen con un sentimiento de odio
y desprecio, y cuentan historias oscuras sobre cómo les ha arruinado la vida.
Piensa un poco en qué significa el insomnio para ti en este momento y luego
escribe tus pensamientos. ¿De qué manera te afecta a ti y a tu vida
actualmente?
Será interesante volver a leer esto cuando hayas atravesado las cinco
semanas del programa.
Cuando la solución se convierte en el problema
A menudo se necesita una sola noche de sueño deficiente para que se siembre la
semilla de la duda en tu mente sobre tu capacidad para dormir. A partir de allí, tu
cerebro tiene la capacidad de predecir, solucionar y entrar en pánico hasta llegar
a un estado de insomnio crónico. Piensa en el tiempo previo a convertirte en un
insomne; probablemente nunca habías siquiera pensado en el sueño, y ahora no
puedes parar de hacerlo.
Como hemos visto en el transcurso de este capítulo, los problemas llegan
cuando empiezas a comportarte de una manera que amplifica tu insomnio. Tus
acciones pueden ayudar a deshacerte de los pensamientos, sensaciones, y
necesidades no deseadas, e incluso del desvelo en el corto plazo, pero terminan
por hacer que el sueño sea menos probable. Por ejemplo, dormir durante el día
puede ayudarte a recuperar algo de sueño y sentirte mejor, pero si continúas
haciéndolo, eventualmente puede ser un obstáculo para llevar una vida normal,
como tener un empleo de tiempo completo. De la misma manera, una rutina de
relajación estricta y prolongada puede ayudarte a calmarte y a dormir
rápidamente, pero también limita tu capacidad de estar con amigos o familia.
Otro problema de estas estrategias de control es que a menudo no perduran en
el largo plazo. Por ejemplo, puedes elegir distraerte de pensamientos no
deseados por la noche escuchando la radio. Si continúas haciendo esto todas las
noches, puedes terminar por necesitar escucharla cada vez más tiempo para
lograr el mismo resultado. Después de un tiempo, puede que deje de funcionar
completamente, pero no te atreves a abandonar este soporte porque temes perder
el control. El problema es que cuando una técnica falla, tu cerebro ya la
reemplazó con decenas de otras, y por desesperación te recostarás en la cama y
las probarás todas.
El dormir es un proceso fisiológico natural que no requiere ningún esfuerzo
consciente ni energía para que suceda, tal como respirar o como el latido del
corazón. Intentar controlar tu sueño en exceso es similar a luchar contra la arena
movediza: te cuesta mucha energía y empeora las cosas.
El costo de tu insomnio
Tómate un momento para pensar en la cantidad de esfuerzo que has hecho para
intentar controlar tu insomnio, y en el costo general que tuvo para tu vida hasta
ahora. Si eres como Linda, los costos probablemente sean muy altos y variados,
como se ve en los ejemplos que siguen:
• Emocionales – la montaña rusa de emociones, estados de ánimo y
sentimientos que experimentas cuando luchas constantemente para mejorar tu
sueño.
• Energía – la que se necesita para luchar constantemente contra tu sueño
deficiente y el esfuerzo adicional requerido para lograr tener una vida
‘normal’.
• Vida – el desgaste de la propia vida en el proceso de intentar controlar el
sueño.
• Salud– el impacto que tiene sobre tu salud el no dormir y el luchar con el
sueño.
• Financiero – el costo financiero de todos los dispositivos, técnicas, libros,
terapias o sustancias que hayas adquirido para mejorar tu sueño.
En esta semana:
• Voy a fallar. El temor al fracaso es una de las mayores razones para luchar
contra el desvelo. Puede ser porque temes que no podrás afrontar el día
después y a las posibles consecuencias de ello, o que simplemente le temas a
no poder realizar el acto de dormir como todos los demás. El Programa de
Cinco Semanas de The Sleep School paradójicamente te enseña a estar
dispuesto a no dormir porque solo cuando puedes aceptar el desvelo es que
puedes conciliar el sueño.
• ¿Por qué yo? En la mitad de la noche, es fácil creer que eres el único que no
puede dormir y que de alguna manera te han elegido para torturarte. La
realidad es que no estás solo, ya que hasta el 30 por ciento de la población
sufre esta afección. Una vez más, puedes elegir creer en este pensamiento o
empezar a soltarlo.
Dolor original o amplificado
Aunque los beneficios de la aceptación y de enfrentar nuestros temores son
claros, muchos de nosotros aún luchamos contra la idea de abandonar el control,
incluso cuando es algo que hacemos en nuestra vida diaria. Probablemente ya
aceptes un nivel de molestia como una manera de resolver los problemas y
avanzar hacia adelante. Por ejemplo, quizá iniciaste una dieta para perder peso y
por eso has estado abierto a experimentar las sensaciones del hambre o del deseo
de comer comida chatarra sin actuar en consecuencia. Tal vez elijas ir al
gimnasio o hacer ejercicios para ponerte en forma y debido a eso estés dispuesto
a soportar el dolor físico que viene con ello. Quizá estuviste dispuesto a aceptar
los síntomas de abstinencia de la nicotina por el bien de dejar de fumar. Si
alguna vez estuviste en una relación que terminó, sabrás lo importante que es
aceptar el dolor de la ruptura antes de que puedas seguir adelante y encontrar una
nueva pareja. Lo mismo ocurre al perder el trabajo; solo al estar abierto a
experimentar las dificultades que a menudo esto trae aparejado podrás encontrar
en ti la fuerza para empezar a buscar otro empleo. Finalmente, estoy seguro de
que algunos de ustedes habrán experimentado la muerte de un ser querido y
habrán notado que solo cuando se permitieron sentir verdaderamente la pena del
duelo lograron empezar a vivir nuevamente su vida.
Aceptar el insomnio requiere estar dispuesto a sentarse junto al dolor y al
sufrimiento que desesperadamente has estado tratando de controlar y evitar; a
apoyarte en ellos, a hacerles lugar e incluso a abrirte a ellos. Al hacerlo, te
permitirás dormir naturalmente y seguir adelante con tu vida.
En esta situación, puede ser útil probar con una visión basada en ACT
(terapia de aceptación y compromiso) de tu dolor y sufrimiento como ‘original’
o ‘amplificado’. El dolor original se refiere al que se presenta naturalmente
debido a los riesgos, disparadores y llegadas de tu insomnio. En contraste, el
dolor amplificado se refiere al dolor y al sufrimiento adicional que se presenta
cada vez que intentas inútilmente controlar y evitar tu dolor original, como ya
exploramos en la Semana anterior.
Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de que eres una persona ansiosa, y
esto te pone en una situación de mayor riesgo de sufrir insomnio que otros.
Tampoco puedes volver el tiempo atrás para no haber tenido esa discusión con tu
pareja que te hizo estar despierto toda la noche preocupándote, y que disparó tu
insomnio. Ni puedes evitar el hecho de que por el momento, tu cerebro asocia el
horario nocturno con el desvelo porque esto es lo que ha aprendido a hacer. No
puedes detener la llegada de pensamientos tales como: ‘Si no duermo, no podré
puedes detener la llegada de pensamientos tales como: ‘Si no duermo, no podré
afrontar el día mañana’, o ‘Me voy a morir si no me duermo pronto’. No puedes
detener los sentimientos de soledad y enojo a la noche, y la desesperación y
depresión durante el día. No puedes evitar el nudo en tu estómago que llega con
solo pensar en no dormir. No puedes parar la necesidad de tomar una pastilla con
la esperanza de dormir algunas horas o tener que enfrentar la vida sintiéndote
excesivamente cansado. Finalmente, no puedes cambiar el impacto más amplio
que la falta de sueño ha tenido en tu vida, tal como tu incapacidad para mantener
una relación, hacer tu trabajo o incluso cuidar tu salud.
Esta es una lista bastante pesada que describe cosas que no le desearías ni a tu
peor enemigo. Es crucial que aceptes la molestia que existe con respecto a tu
insomnio antes de que empieces a avanzar. Como dijo el psicólogo
estadounidense Carl Rogers: ‘Cuando puedo aceptarme a mí mismo tal como
soy, entonces puedo cambiar’. La aceptación de la situación pasada y presente
(es decir, del dolor original) es el primer obstáculo que encuentras para hacer
avanzar tu vida.
La buena noticia es que tú controlas el nivel de dolor amplificado que
experimentas porque no es más que el producto de tu rechazo a sentir tu dolor
original. De hecho, la mayor parte de tu desvelo proviene de tu constante lucha y
de tus intentos por evitar el sueño deficiente, en lugar de provenir del mal dormir
en sí mismo. Por ejemplo, cuando sufres de insomnio es perfectamente normal
tener pensamientos como: ‘Si no duermo, no podré afrontar el día mañana’. No
obstante, es tu lucha por bloquear ese pensamiento de tu mente o cambiarlo por
algo más positivo lo que te mantiene despierto, y no el pensamiento en sí.
Tómate un momento para pensar en tu dolor y tu malestar; y cuánto de ello es
original, y cuánto es amplificado. Para muchos insomnes, hasta la mitad del
dolor que experimentan es el resultado directo de su lucha contra el dolor
original.
Imagen 2.2 Romper el círculo vicioso
Continuación del caso de estudio … Seis meses después recibí una llamada
telefónica de Carlos que me decía que estaba listo para utilizar mi abordaje.
Describió cómo durante ese tiempo había probado innumerables cosas para
deshacerse del insomnio, las cuales prometían reparar su sueño, pero no
funcionaron. A pesar del tiempo, el dinero y la energía perdidos, Carlos estaba
muy contento de haber hecho ese recorrido, porque le había permitido llegar a
aceptar que no existen soluciones rápidas o píldoras mágicas. Y lo más
importante, ahora aceptaba la idea de que recuperarse de su insomnio requería
que estuviese dispuesto a enfrentar la molestia de no dormir, algo que había
intentado evitar desesperadamente. También reconoció que aceptar esta molestia
probablemente no tenía punto de comparación con la alternativa de seguir
luchando contra el insomnio por el resto de su vida.
La concientización y el sueño
Las herramientas que estás a punto de conocer representan una manera
Las herramientas que estás a punto de conocer representan una manera
revolucionaria de superar el insomnio.
Son únicas por el hecho de que no están diseñadas para hacer que duermas. La
forma en que te ayudarán se volverá evidente a medida que practiques, algo que
te alentaremos a hacer durante el día y la noche.
El primer paso para aceptar tu insomnio es notar como luchas en primer
lugar. No puedes empezar a soltar algo que no puedes ver. Esto puede sonar
obvio, pero es muy fácil caer en un patrón de pensamiento inconsciente, en el
que no nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor o de nuestro
propio comportamiento.
Con frecuencia podemos estar haciendo algo o manteniendo una
conversación, pero nuestra mente está en otra parte. Por esa razón no tenemos
recuerdos de esa tarea o, lo que es peor, ¡de lo que dijo la otra persona! Una
situación común en mí es cerrar con llave la puerta de mi casa, alejarme, y luego
cuestionarme si cerré o no.
En un nivel básico, esa ausencia de la consciencia es relativamente inofensiva
y es lo que ocurre cuando sueñas despierto. No obstante, en momentos de estrés,
como cuando no puedes dormir, la falta de consciencia de lo que está ocurriendo
en el presente puede hacer que continúes luchando sin que sepas siquiera lo que
estás haciendo. Puedes pasar el día preocupándote por lo poco que dormiste, o
imaginarte lo malo que será tu día mañana si no logras conciliar el sueño. Pasas
noche tras noche tratando de solucionar tu insomnio, y está claro que este exceso
de pensamiento te mantiene despierto. ¿Es esto lo que tú experimentas?
La buena noticia es que tú ya posees todas las herramientas que necesitas para
tirar de la cuerda y elegir abandonar esta escena. Entonces, ¿qué es la
concientización? Si le dieras a mi hija una pasa cuando tenía un año, ella hubiese
explorado alegremente y con curiosidad cada parte. Antes de llegar a su boca, la
pasa quizá hubiese estado en el interior de su oreja o en su nariz. La hubiese
apretado entre sus dedos o simplemente la hubiese observado por lo que podría
parecer una eternidad para sus impacientes padres, que la alentaban a comer.
Vivir en el momento de esta manera es un lento proceso de exploración que está
fuera de los parámetros normales de tiempo. Está libre de juicios y se lo llama
‘la mente del principiante’. Para mi hija, eso significaba explorar cada pequeño
detalle de la pasa en ese momento, en lugar de pensar cómo se comparaba con
otras pasas que había comido o imaginar cómo sería la próxima. Ella vivía en el
ahora, ¡y tú también puedes hacerlo!
Desafortunadamente, a medida que envejeces, construyes una biblioteca de
experiencias con las que comparas o juzgas todas las cosas. Tu entorno se vuelve
más familiar y tu vida se acelera, lo que hace que pases menos tiempo en el
momento presente. Vas a toda velocidad con la ilusión de que si puedes hacer un
momento presente. Vas a toda velocidad con la ilusión de que si puedes hacer un
poquito más, entonces podrás descansar. Estoy seguro de que ya sabes que ese
pensamiento es una trampa que te lleva a ir cada vez más y más rápido. En este
estado puede decirse que ‘no tienes tiempo de parar para oler las rosas’ y es fácil
caer presa de tu propia mente y quedarte atascado en el piloto automático.
Comenzar a notar
La concientización, o el notar dónde estás y qué estás experimentando en este
momento, implica elegir estar consciente de lo que ocurre incluso si no te
agrada. Esto significa notar los eventos que se presentan en tu mente y tu cuerpo
cuando no estás durmiendo, y elegir hacer lugar para ellos, en vez de intentar
eliminarlos o evitarlos. Significa mirar a tu insomnio desde una nueva
perspectiva, como si fuese la primera vez lo que notas, en lugar de mirarlo a
través de un velo de juicios del pasado. Hacer esto te permite actuar de la manera
más útil, como nos anima a hacerlo este autor:
Vive el momento,
nota lo que está sucediendo deliberadamente,
elige cómo responder a tus experiencias,
en vez de dejarte llevar por reacciones habituales3.
Me gusta esta frase porque remarca el aspecto principal del estar consciente, que
es que siempre tienes una opción con respecto a cómo respondes a tus
experiencias; y que incluso los hábitos más arraigados -tal como creer en los
pensamientos negativos o tener que tomar una pastilla para controlar tu sueño-
pueden romperse si te ves a ti mismo haciéndolos y eliges no seguir.
Cuando estás presente, puedes notar lo que realmente está pasando. El simple
acto de notar que luchas con el sueño puede ser muy útil porque si lo estás
viendo, ya no estás involucrado en ello.
¿Alguna vez notaste cuánto más fácil es ver los problemas de otras personas y
ofrecerles consejos útiles que ver tus propias dificultades? La concientización
ofrece la perspectiva de alguien ajeno sobre tus propios problemas, lo que te
permite responder de la manera más útil al estrés que experimentas en tu vida.
Las herramientas que estás a punto de aprender te ayudarán a observarte a ti
mismo cuando luchas a la noche o en el día, y a ofrecerte a ti mismo el tipo de
apoyo compasivo que le brindarías a un amigo en dificultades.
Para ayudarte a lograr esto, a continuación encontrarás cinco herramientas de
concientización para que empieces a practicar ahora. Cada una está diseñada
para apoyarse en tu propia capacidad natural de conciencia y te ofrece una serie
de técnicas efectivas que puedes usar durante la noche y el día. Solo te llevará
algunos minutos. Antes de empezar, tómate un momento para leer estas tres
simples directivas, ya que te ayudarán en tu práctica en el largo plazo:
simples directivas, ya que te ayudarán en tu práctica en el largo plazo:
• El tiempo es ahora Intenta practicar varias veces por día. Es posible practicar
en cualquier momento y lugar que desees. Puedes estar caminando hacia el
trabajo, sentado en el banco de un parque, en la fila del supermercado,
cocinando la cena o incluso recostado en la cama. Simplemente tómate el
tiempo para notar lo que puedas en ese momento.
• Para empezar, busca un lugar cómodo para sentarte o estar parado, cierra
tus ojos y tómate un momento para acomodarte.
• Cuando estés listo, dirige poco a poco tu consciencia hacia tus sentidos,
para notar lo que puedes escuchar, sentir, oler, saborear o, si tienes los ojos
abiertos, lo que puedes ver en tu entorno. Simplemente haz una lista de
todo lo que notas, ya sea en voz alta o mentalmente. Por ejemplo, ‘Puedo
oír un pájaro’, o ‘Puedo sentir la silla contra mi espalda’.
¿Cuándo utilizarlo?
Puedes utilizar este ejercicio en cualquier momento y lugar, de día o de
noche; ¡Cuánto más practiques mejor! Puedes estar caminando por la calle,
sentado en tu casa o incluso recostado en la cama a la noche. Puedes hacerlo
con los ojos cerrados o abiertos, y si te gustan los desafíos, intenta notar al
menos tres elementos de cada sentido antes de pasar al siguiente.
¿Cuándo utilizarlo?
Mientras que la práctica se puede hacer en cualquier lugar o por el tiempo
que desees, cuando recién comienzas, encuentra tres períodos de tres minutos
en el día para realizarla: una vez a la mañana, una a mitad del día y otra a la
noche. A medida que progreses, puedes empezar a aumentar la duración de la
práctica hasta diez minutos o más por sesión, pero solo si lo deseas. También
puedes realizar esta práctica mientras estás recostado en la cama, despierto, a
la noche.
Consejos útiles
Mantente en el buen camino. Para ayudarte a que recuerdes practicar,
escribe una nota para ti mismo y pégala en algún lugar visible, o programa
una alarma en tu reloj o teléfono. También puedes descargar la aplicación de
The Sleep School que te hará recordarlo y registrará tu práctica.
Un lienzo en blanco. Para comenzar, quizá notes que estás tratando de crear
algún tipo de lienzo en blanco o de vaciar tu mente porque, si pudieras
callarla, entonces lograrías dormir. Aunque esto pueda sonar como una buena
idea, evidentemente es caer nuevamente en una trampa de control, y a
menudo fomenta más pensamientos. Lo que aspiras a hacer es lo opuesto, es
decir que quieres abrir tu mente, dejar que entre un pensamiento, saludarlo, y
luego dejarlo pasar lentamente para regresar a tu respiración.
¿Cuando usarlo?
Esta herramienta se puede utilizar por sí sola o junto con el ejercicio de
prestar atención a tus sentidos y a tu respiración. Al principio puede ser útil
escanear tus sensaciones corporales en un entorno tranquilo, relajante y
seguro. A medida que adquieras más práctica, pueden hacerlo en cualquier
lugar donde te sientas cómodo con cerrar tus ojos. Estas situaciones puedes
fortalecer la versatilidad de tu práctica en lugar de que solo puedas invocar la
consciencia en tu casa cuando todo está calmo y en silencio. También puede
ser útil a la noche si estás despierto.
Consejos útiles
Elección del tiempo. A medida que progreses, quizá descubras que quieres
extenderlo a 10 o 20 minutos, o incluso más. Para una sesión más extensa,
prueba con recostarte en un lugar confortable, y si comienzas a sentir sueño,
abre tus ojos y mira el techo. También puedes hacer pequeñas exploraciones
del cuerpo que duren solo algunos segundos, para que revises tus sensaciones
corporales, por ejemplo al prestar atención al latido de tu corazón mientras
esperas que hierva la tetera.
Elige una actividad que hagas todos los días y focaliza tu atención en ella
momento a momento como si esta fuese la primera vez que lo haces. Si tu
mente se distrae, lo cual probablemente haga, simplemente regrésala y sigue
prestando atención a la actividad. Haz esto con cada tarea por algunos días
antes de elegir focalizarte en la siguiente.
antes de elegir focalizarte en la siguiente.
¿Cuando usarlo?
En cualquier momento y cualquier lugar. Las actividades como cepillarte los
dientes, bañarte, caminar, comer y lavar los platos son buenas para esto. Las
tareas aburridas son geniales, porque a menudo es allí donde tu mente se
distrae más.
Consejos útiles
Recordatorios de práctica. Muchas actividades diarias se han vuelto tan
arraigadas que puede ser difícil siquiera recordar hacer esta práctica. Una
nota adhesiva en el espejo del baño puede ser un recordatorio útil para la
próxima vez que te laves los dientes.
‘El enfoque del insomnio de The Sleep School cambió por completo
mi perspectiva sobre el sueño. La premisa de que puedo dejar de
intentar “solucionar” mi problema y, en su lugar, aceptar mi
insomnio puso todo de cabeza. Descubrí que es muy liberadora la
idea de que mis pensamientos son solo pensamientos y que puedo
elegir observarlos, en lugar de detenerlos. La práctica de la
concientización me ha dado acceso a una perspectiva completamente
nueva que no solo me ayudó a dormir mejor, sino que mejoró toda mi
vida.’
Denise, Vancouver, Canadá.
¿Cuando usarlo?
Practica cada una de las herramientas de concientización mencionadas
previamente por algunos minutos al momento de ir a la cama o durante la
noche. Utiliza las herramientas como una manera positiva de abandonar tus
luchas y colocarte en el lugar adecuado para que ocurra el sueño, en lugar de
utilizarlas para poder dormir. Recuerda al durmiente normal que toma un
trago de agua, va al baño, cambia de posición y tal vez piensa en cualquier
cosa cuando se despierta antes de volver a dormirse. No pasa horas prestando
atención consciente.
atención consciente.
Consejos útiles
Recuéstate. Los ejercicios de concientización pueden realizarse recostado en
la cama en la posición que te parezca más cómoda. Si estar recostado se hace
muy pesado, tienes la opción de pasar algunos minutos sentado o en el borde
de la cama.
Bien despierto. Cuando elijas estar consciente por primera vez en la cama,
quizá te sientas aún más despierto. Después de todo, estas eligiendo
compartir con los mismos demonios contra los que luchaste durante muchos
años, por lo que es natural que te sientas más alerta. Sin embargo, con la
práctica notarás que a pesar de sus esfuerzos por lucir atemorizantes, no
pueden lastimarte y pronto comenzarás a sentirte relajado y podrás disfrutar
de tu cama nuevamente.
Seguir adelante
Esta semana aprendiste a notar lo que se presenta en tu mente y tu cuerpo a cada
momento. Ya no necesitas luchar con tu insomnio y es posible que ya estés
disfrutando de un mejor dormir. Si es así, entonces te pido que continúes con los
cinco pasos, porque hay muchas más cosas que puedes lograr. Esto no es un
remedio rápido sino una solución de por vida para el insomnio.
Si estás experimentando lo opuesto, no te preocupes, ya que es algo muy
normal en esta etapa. La concientización tiene que ver con estar abierto a
experimentar lo que se presenta, y esto puede ser un dolor de tu pasado que no
está relacionado con tu insomnio. En esta etapa, puedes sentir que has abierto la
caja de Pandora y desearías no haberlo hecho. Es completamente normal que te
sientas abrumado y quizá incluso más alejado de un sueño reparador que cuando
empezaste. Con la práctica constante notarás que tu relación con el desvelo se
suaviza, y esto estará acompañado de una mejora de tu sueño. En el próximo
paso vas a conocer algunas herramientas poderosas que te permitirán dar la
bienvenida a cualquier dolor y sufrimiento persistente que podría estar
impidiéndote dormir, de manera que puedas estar más cerca de lograr un sueño
profundo y reparador todas las noches.
En esta semana:
Abrazar lo no deseado
Esta semana quiero presentarte una manera aún más revolucionaria de responder
al insomnio, y que implica emplear el poder innato detrás de tu respuesta de
bienvenida. Vas a aprender a abrazar verbalmente todo lo que se presenta en tu
mente y en tu cuerpo durante el día y la noche, a avanzar hacia ello, a recibirlo,
suavizarlo, hacer lugar e incluso a jugar con ello.
Reconozco que escuchar que te pidan abrazar tu insomnio puede sonar un
poco demente, demasiado lejano ¡o incluso imposible! Es completamente normal
que sientas resentimiento hacia el hecho de que debas ser tú quien retrocede o se
rinde a algo que ha hecho tu vida tan difícil. Sin embargo, confío en que si
sigues leyendo, comprenderás cómo el abrazar tu insomnio es la clave para
lograr que vuelvas a dormir.
Repito, tú ya posees todas las herramientas que necesitas porque el dar la
bienvenida es una parte natural de tu vida diaria. Lo único que debes hacer es
aprender a aplicarlo a tu insomnio para que puedas continuar en tu camino hacia
un dormir de buena calidad todas las noches.
Cuando recibes a un amigo en tu casa, te mueves hacia él, estableces contacto
visual y ofreces alguna clase de gesto amistoso como un apretón de manos, un
beso o una bienvenida verbal. Estas simples acciones están impregnadas en tu
herencia evolutiva y están programadas para informarle a tu cerebro que estás
seguro. En ese momento te relajas mental y físicamente. Tu perspectiva es más
positiva, mejora tu humor y tienes la necesidad de quedarte y disfrutar de la
experiencia. Sin saberlo, tu nivel de alerta se reduce, algo que puede tener un
profundo efecto en tu capacidad para dormir. Tómate un momento ahora para
pensar en cómo respondes a tu insomnio y qué tipo de mensaje crees que esto le
envía a tu cerebro.
Batallas nocturnas
Si eres como muchos de mis clientes, el acto de ir a dormir puede asemejarse a ir
a una batalla, una con resultados inevitables. Desafortunadamente, lo que aportas
es en general lo que obtienes, ¡y el sueño no es la excepción a la regla! Cualquier
intento de luchar, evitar, cambiar o deshacerte de la experiencia de tu insomnio
le dice a tu cerebro que estás bajo amenaza, y dispara tu respuesta innata de
supervivencia.En este momento te pones en alerta mental y físicamente ya que tu
cerebro se prepara para quedarse a luchar o para huir. Tu mente se acelera con
pensamientos, tu estado de ánimo empeora, tus músculos se tensan, tu cuerpo se
encoge y estás más despierto. Por esta razón, la forma en que eliges responder a
tu insomnio determina esta dolencia, y solo si aprendes a abrazarla podrás
reentrenar a tu cerebro para que duerma profundamente una vez más.
¿Cuando usarlo?
Practica abrazar tus pensamientos durante el día y la noche. Cuanta más
Practica abrazar tus pensamientos durante el día y la noche. Cuanta más
práctica puedas hacer durante el día, más fácil será ignorar los pensamientos
nocturnos.
Consejos útiles
La meta. Abrazar tus pensamientos no se trata de deshacerte de ellos o
cambiar su contenido, sino de desenredarte de ellos. Puedes dejar de tenerlos
dentro de tu conciencia al regresar tu atención a lo que sea que estabas
haciendo. A la noche, esto puede ser quedarte quieto y relajado en la cama, y
notar con atención el contacto de la almohada en tu rostro.
Crear distancia. Quizá notes que al caracterizar los pensamientos con una
breve oración descriptiva, creas una distancia entre tú y ellos. También actúa
para desacelerar el pensamiento, lo que te permite acceder a la parte racional
de tu cerebro que sabe que es tu elección si te dejas llevar por él o no.
Temer al sentimiento
Tus reacciones emocionales y sensaciones físicas son un mecanismo de
supervivencia evolutivo que te prepara para huir del peligro o moverte hacia un
lugar seguro. Pueden tener una corta duración y ser intensas, como la necesidad
de correr cuando alguien salta y te asusta o el sentimiento de calidez cuando te
reúnes con un viejo amigo. También pueden ser de larga duración, como lo que
se experimenta al estar enamorado y en el duelo. Las personas experimentamos
la fluctuación de estas sensaciones a medida que responden a los eventos de la
vida las 24 horas del día. Esto explica cómo puedes pasar de estar feliz y
exultante a ansioso y enojado en cuestión de segundos. Solo requiere de la
llegada de alguna noticia triste o incluso que un pensamiento depresivo aparezca
en tu mente para cambiar por completo tu escenario emocional y físico. Ellos
son producto de reacciones químicas que ocurren en tu cerebro y en tu cuerpo; y
que están fuera de tu control. No obstante, esta falta de control es mutua porque
aunque pueden hacer que te inclines por actuar de cierta manera, estas
sensaciones no controlan cómo te comportes eventualmente. Por ejemplo, si vas
a una entrevista, quizá te sientas asustado y tengas la necesidad de salir
corriendo, pero tú decides si lo haces o no.
La conexión entre el sueño deficiente y el poder regular nuestras emociones
ha llegado ncluso a nuestros dichos diarios. Esta es la razón por la que decimos
bromeando: ‘Parece que alguien se levantó con el pie izquierdo hoy’, cuando
alguien está de mal humor, o decimos que un niño está ‘muerto de sueño’ si
empieza a actuar emocionalmente o se molesta con facilidad.
DATO SOBRE EL SUEÑO
Describe. Tómate un momento para describir sin juzgar todas las emociones,
sensaciones físicas y necesidades que ocurren en tu cuerpo. Imagina que son
objetos dentro de ti y que estas ‘observándolos’. Para ayudarte a ser objetivo,
revisa tu cuerpo y responde las siguientes preguntas a medida que avances:
Juega. Una vez que estás familiarizado con esas sensaciones y que puedes
ver que son algo separado de ti, puedes empezar a jugar con ellas en tu
mente. Tómate un momento para darles una apariencia física. Imagina que
estás sentado entre el público en el teatro y las ves a medida que salen una a
una al escenario. Vístelas con ropas divertidas y hazlas actuar según sus
personajes, por ejemplo, un toro enojado que embiste partes del escenario y
sale vapor de sus orejas.
Flotar. Tómate un momento para flotar con tus necesidades a medida que
aparecen y desaparecen durante la noche y el día. Recorre cada detalle de tu
experiencia en tu mente y sé lo más objetivo posible, por ejemplo: ‘Siento la
necesidad de levantarme y tomar otra pastilla’, ‘Mi mente está llena de
pensamientos sobre la “pastilla”’, ‘Mi cuerpo se está poniendo tenso’ o
‘Siento que aumenta el nivel de ansiedad en mi cuerpo’. Fíjate que a pesar de
no sentirte muy bien, puedes fluctuar con estas necesidades y experiencias, y
elegir cómo quieres comportarte en lugar de ser consumido por ellas.
¿Cuando usarlo?
Puedes practicar a abrazar tus emociones, sensaciones físicas y necesidades
en cualquier momento que se presenten, durante el día o la noche. Si solo
aparecen por la noche, entonces puedes empezar a practicar durante el día
recordando una noche de sueño precario reciente y dando la bienvenida a
todas las sensaciones a medida que llegan a tu memoria.
Imagen 3.4 Jugar con tus emociones, sensaciones y necesidades
Consejos útiles
Experimenta tus sentimientos. El objetivo de esta herramienta es sentir tus
emociones, sensaciones físicas y necesidades por lo que realmente son, en
lugar de temerles por algo que no son. Esto reduce la probabilidad de
amplificarlas más y te permite volver a estar en la cama despierto, y que
puedas conciliar el sueño lo antes posible. Dicho esto, esta herramienta no
está diseñada para eliminar, reducir ni cambiar estas emociones en ninguna
manera; pero esto puede suceder cuando te abres a experimentarlas. Si tus
sensaciones desaparecen rápidamente, entonces que así sea, pero recuerda
que este no es el propósito de la herramienta; y si la usas con esa intención en
el futuro, puede que no tenga el mismo resultado.
Describir versus evaluar. A medida que realizas este ejercicio, es muy fácil
sentirte abrumado y pasar de describir a evaluar. Por favor nota que
‘describir’ significa ‘hacer un recuento objetivo y sin juicios de valor de lo
que está sucediendo en el momento’. Por ejemplo: ‘Tengo la sensación de
que mi corazón late fuerte en mi pecho’. Mientras ‘evaluar’ significa ‘dar una
opinión subjetiva y valorativa de tus experiencias’. Por ejemplo: ‘¡Mi
corazón late tan fuerte que creo que tendré un ataque cardíaco!’. Aprender a
describir tus experiencias conscientemente de esta manera te ayuda a ver las
sensaciones según lo que son y a darte cuenta de que aunque pueden ser
incómodas, en realidad no pueden lastimarte. Al mirar tus emociones y
sensaciones, puede ser útil recordarte a ti mismo de este hecho con esta
pregunta: ‘¿Me están lastimando, o son incómodas?’.
Lleno hasta el borde. A veces cuando creas un espacio, los objetos que
imaginas pueden crecer y llenar ese lugar. Si ocurre esto, entonces obsérvalo
amablemente con curiosidad e interés. Si lo deseas, puedes aumentar el
tamaño del espacio con tu imaginación.
La necesidad de bloquearlo. Si sientes la necesidad de bloquear el objeto o
tu mente pensante te ordena constantemente que te deshagas de él,
simplemente agradece a tu cuerpo por la necesidad y a tu mente por los
pensamientos, y vuelve a crear el espacio. El acto de permitir que exista ese
espacio para las sensaciones muestra que estás dispuesto a experimentarlas y
que ya no les temes.
Continuación del caso de estudio …Algo con lo que Mary luchaba mucho era
el cansancio durante el día. ella describió que algunos días se sentía tan
destrozada y cansada que no podía concentrarse en el trabajo y olvidaba cosas
constantemente. Se cuestionaba si realmente tenía que aceptar esos sentimientos
tan horribles para poder dormir adecuadamente, y si alguna vez volvería a
sentirse normal. Le expliqué que aunque no dormir puede hacer que se sienta
horrible al día siguiente, luchar contra ello solo empeoraba los sentimientos. Le
recordé la metáfora del juego del tire y afloje y que cuanto más tirara contra su
insomnio, con más fuerza tiraría su trastorno. Lo más importante, era que
también alimentaría su nivel de desvelo nocturno, porque pasaría toda la noche
pensando en lo mal que se sentiría al día siguiente. Le pedí que conociera sus
sensaciones diarias de la misma manera que lo había hecho a la noche.
Algunas semanas después Mary informó que cuando notaba una sensación, le
ofrecía un saludo amistoso como: ‘Hola, cansancio’ o ‘Gracias por presentarte
hoy, molido’. Ella describió que cuando eran muy fuertes, se los imaginaba uno
por uno pasando por una cinta transportadora, como los premios en uno de esos
viejos programas de juegos que solía mirar. A medida que llegaba cada uno, ella
gritaba su nombre y en realidad empezó a esperar ver quién se presentaba a
continuación. Le sorprendió que con solo notar el ‘cansancio’ en lugar de luchar
contra él, evitó amplificarlo. También informó que desde que adoptó este
enfoque, ya no se preocupa por cómo se sentirá si no duerme, lo cual significa
que duerme bien la mayor parte del tiempo. Además, incluso si tiene una noche
de mal dormir, dice que simplemente sigue con su día lo mejor que puede y
permite que el cansancio la acompañe.
CREA
… tu nuevo patrón de sueño
‘Dormir no es un arte menor: se necesita, para
ello, estar desvelado el día entero’
Friedrich Nietzsche
Esta semana:
Aprenderemos qué hacen los durmientes normales para lograr una buena
noche de sueño y comenzaremos a copiar ese comportamiento.
‘Había visitado a varios médicos, inclusive a especialistas del sueño,
y no encontré alivio alguno en la terapia cognitivo-conductual (TCC)
ni en ninguna de las otras sugerencias y los medicamentos que me
ofrecieron. Era muy frustrante. Hasta el momento en que encontré el
programa de The Sleep School, pensaba que le había sucedido algo
irreparable a mi deseo de dormir y que tendría insomnio por el resto
de mi vida. La explicación que me dieron me permitió obtener una
perspectiva de mi insomnio. El programa no exige hacer cambios o
adaptaciones importantes en tu vida. Es fácil de aplicar y, una vez
que lo dominas, es realmente muy útil para mejorar tu sueño.
También es bueno practicar algunos de los ejercicios frente a los
factores cotidianos de estrés.
Ha pasado un año desde que empecé con el programa y estoy feliz
de decir que duermo maravillosamente bien. En vez de dormir dos,
tres o cuatro horas de sueño interrumpido, como me solía suceder,
estoy durmiendo alrededor de siete horas por noche ¡y más aún en los
fines de semana!’
Lori, Colorado
Recordatorios rápidos
Dormirse instantáneamente – Elegir el lapso de tiempo que planeas pasar en la
cama no significa que instantáneamente dormirás todo ese tiempo. Lo que sí
hace es proporcionar las fuertes bases desde dónde tu nuevo patrón de sueño
puede lentamente surgir y la oportunidad de comportarte como un durmiente
normal, como se plantea a continuación.
Patrón regular – Una vez que hayas elegido la nueva duración de tu sueño,
respétala tanto como sea posible ya que a largo plazo esto ayudará a fortalecer la
calidad de tu sueño. Una pequeña variación no hará ningún daño (por ejemplo,
20 a 30 minutos aproximadamente), pero intenta evitar que se prolongue por más
tiempo.
Mantener la flexibilidad – A medida que te acostumbras a tu nuevo patrón de
sueño, puedes necesitar un ajuste en el tiempo que duermes. Mantener la
flexibilidad asegura que termines con un patrón de sueño duradero que sea
adecuado para ti. Esto podría involucrar de vez en cuando una restricción o una
prolongación del tiempo que duermes. Con cada cambio que hagas asegúrate de
esperar un par de semanas para que haga efecto antes de cambiar nuevamente.
Evita hacer cambios demasiado seguido ya que llevará a confundir y empeorar tu
sueño.
Voluntad – Si sigues las pautas mencionadas es probable que el tiempo que
pasas en la cama sea menor que antes, por lo que necesitarás poner voluntad de
tu parte a fin de mantenerlo. Conllevará acostarte un poco más tarde o levantarte
un poco más temprano y tu mente te dará todo tipo de razones para no hacerlo.
Toma nota de ellas y dales la bienvenida y sigue adelante con tu plan.
Diario del sueño – Si no estás seguro de cuánto tiempo pasas realmente en la
cama, entonces podría ser útil llevar un diario de sueño durante una semana.
Esto te permitirá evaluar si la cantidad de horas que pasas en la cama es acorde a
tu necesidad natural de dormir y si es necesario hacer algún cambio. Por
ejemplo, puede que estés pasando demasiado tiempo en la cama y por lo tanto
valdría la pena disminuir la cantidad de horas.
Continuación del caso de estudio … John explicó que la única manera en que
podía garantizarse 6 horas de sueño por la noche, si bien interrumpidas, era
quedarse al menos 12 horas en la cama. Lograba esto yéndose a la cama a las 9
de la noche y quedándose allí hasta las 9 de la mañana. John dijo que le llevaba
dos horas dormirse y que luego se despertaba cada una hora y media,
permaneciendo despierto una hora cada vez. Dijo que resentía su patrón de
sueño porque afectaba las relaciones con su esposa, familia y amigos, pero sentía
impotencia en cuanto a qué más podía hacer.
Durante la sesión le expliqué a John que sus acciones eran muy comunes y
que aunque le ayudaban a dormir un poco, estaban debilitando
involuntariamente su deseo de dormir. Se dio cuenta de que si quería dormir
mejor, tendría que reducir el tiempo que pasaba en la cama, aunque describió un
sentimiento de mucha ansiedad al pensar en ello. Le sugerí que esto era muy
normal y que no tenía sentido comenzar a restringir su sueño directamente si
sólo iba a elevar aún más su nivel de ansiedad y por lo tanto su insomnio. En vez
de ello, decidimos trabajar en abrazar su ansiedad y en unas pocas semanas John
estaba listo.
Nos decidimos por una duración de sueño de ocho horas, el promedio
nacional. La base fue que cuando John era adolescente solía dormir alrededor de
10 u 11 horas y, dado el hecho de que ahora tenía unos cuarenta años, su
requerimiento sería menor. Su hermano y su hermana también dormían ahora
regularmente unas ocho horas por noche y por lo tanto se estimó que sería la
duración de sueño correcta para él también.
En cuanto a su horario de sueño, se decidió por dormir de 11 de la noche a 7
de la mañana, ya que era realmente la hora en la que él se dormía naturalmente
la mayoría de las noches. Esto significaba que se levantaría a las 7 de la mañana,
lo cual le complacía ya que le permitiría hacer un poco de ejercicio antes de ir a
trabajar, algo que por mucho tiempo no había sido capaz de hacer.
John describió la primera semana como difícil porque, como era esperable,
aparecieron muchos pensamientos y sensaciones no deseadas, para no mencionar
la urgencia por levantarse de la cama. Sin embargo, en vez de dejarse llevar por
tales pensamientos y urgencias, los abrazó y siguió adelante con el plan. Luego
de un mes de respetar su nuevo horario, informó que ahora se quedaba dormido
en 30 minutos, ¡algo que no había logrado por años!
Hazlo compatible con el resto de tu vida. Por ejemplo, fijar la hora para
levantarse a las 8 de la mañana no funcionará si tienes que despertarte más
temprano para llevar a tus hijos a la escuela. Parece todo muy obvio, pero
cuando estás privado de sueño es fácil crear patrones poco realistas.
Tarde
Tomaremos como tarde el momento del día que va desde las 5 de la tarde hasta
cuando decides comenzar a relajarte para ir a la cama. Tradicionalmente se lo
considera un momento para ‘descansar y digerir’ luego de un largo día de trabajo
y por tal razón actúa como un precursor del sueño. Antes de que existiera el
alumbrado público, las personas no tenían otra opción más que bajar el ritmo
durante este momento y por lo tanto estaban más conectados al ciclo natural de
la luz y la oscuridad. El beneficio de este patrón consiste en que el cerebro
aprende a asociar la tarde con la desaceleración, el descanso y eventualmente el
sueño.
Con la disponibilidad de luz artificial, tenemos la capacidad de mantener un
nivel diurno de actividad hasta bien entrada la noche. El resultado es que el
descanso y la somnolencia ahora tienen que competir por tu atención contra otras
actividades mucho más estimulantes y entonces el mensaje ha cambiado o al
menos se ha vuelto confuso.
Para muchos de nosotros, la distinción entre niveles de actividad diurna y
nocturna se ha vuelto difusa, a menudo a costa del sueño. El problema es que es
fácil permanecer con energía cuando las obligaciones laborales, la televisión,
Facebook o Internet mantienen tu cerebro despierto. Por lo tanto, el desafío que
enfrentas es aprender a adoptar una rutina nocturna que te permita hacer todas
estas cosas (o sea vivir tu vida) y aun así tener tiempo para desconectarte
adecuadamente y hacer del sueño una prioridad.
Relajación
Tu relajación involucra todo lo que haces de 30 a 45 minutos antes de acostarte y
apagar la luz. La idea es bajar aún más tus niveles de energía, alerta, actividad y
luz en comparación con la fase de la tarde.
El objetivo de este periodo de tiempo es que estés relajado y por lo tanto es
sensato evitar cualquier estimulación excesiva. Si cotidianamente mantienes la
estimulación a un nivel diurno de actividad y luz hasta el momento exacto en
que te vas a acostar, estás disminuyendo la capacidad de tu cerebro para
desconectarse por la noche. Esta es la razón por la cual los terapeutas del sueño
más tradicionales imponen reglas, como por ejemplo que el dormitorio es sólo
para dormir y tener relaciones sexuales. El razonamiento es que esto evitará
cualquier actividad estimulante no deseada y por lo tanto aumentará la
probabilidad de quedarse dormido.
Aunque tales reglas pueden crear un ambiente no estimulante, les falta
factibilidad porque los durmientes normales no las siguen. El enfoque de The
Sleep School pone mayor énfasis en deshacerse del esfuerzo que conlleva
prepararte para dormir. Sólo liberándote de las reglas y rituales puedes volver a
prepararte para dormir. Sólo liberándote de las reglas y rituales puedes volver a
una relajación normal.
Como sucede con la fase de la tarde, esta relajación no se realiza con la intención
de fomentar el sueño, sino que respeta la necesidad del cerebro de ser informado
de que el sueño se acerca. Deberías hacer esto aproximadamente a la misma hora
la mayoría de las noches.
De esta manera podría describírselo como una especie de ritual, aunque uno
del que no dependes para poder dormir. Todas las acciones se realizan por
costumbre (por ejemplo, cerrar las puertas), por placer (por ejemplo, tomar una
bebida caliente) o como parte de una transición normal hacia la cama (por
ejemplo, desvestirse).
Es flexible, de manera que si quieres mirar una película con tu familia de vez
en cuando, puedes hacerlo. En este caso está bien dejar todo para mañana y
meterse rápidamente en la cama y apagar las luces. La paradoja es que al no
intentar adoptar una relajación focalizada en dormir, naturalmente te quitas de
encima la presión para dormir y por lo tanto aumentas la probabilidad de dormir
realmente.
Noche
Son las horas que transcurren desde el momento en que apagas la luz al final de
tu relajación hasta el momento en que te levantas de la cama por la mañana al
comienzo de tu arranque.
Medalla de oro
Recibes la medalla de oro cuando estás en la cama durmiendo, ya que en ese
momento es cuando mejor conservas la energía y descansas. Si estás en una
relación, esta posición también significa que eres capaz de compartir la cama
con tu pareja.
Medalla de plata
Se te otorga la medalla de plata cuando estás acostado en la cama con tus ojos
cerrados en un estado de tranquila vigilia, a la espera de que llegue el sueño.
Cuando eres capaz de hacer esto, estás en la etapa previa al sueño y si puedes
estar calmo en este momento, estarás bien encaminado para trabajar en pos de la
medalla de oro.
En este punto aceptas el hecho de que estás despierto y tienes la voluntad para
‘ver’ y ‘abrazar’ cualquiera de tus pensamientos, imágenes o sensaciones,
deseadas o no deseadas, que surjan en tu mente y cuerpo momento a momento.
Asumes la posición de un espectador sereno que observa tu mundo interior sin
juzgar ni hacer comentarios.
juzgar ni hacer comentarios.
En esta posición concentras tu energía conscientemente en los beneficios de
estar en la cama descansando. El descanso es un recurso vital para el insomne,
ya que permite ahorrar tu valiosa energía para el día siguiente y así poder
retomar tu vida una vez más. Tienes que reconocer que, paradójicamente, la
clave para domir es tener una actitud relajada de aceptación ante el hecho de
estar despierto por la noche. Cuando puedes deshacerte de la idea de que
necesitas estar dormido, entonces eliminas los obstáculos que se interponen en el
camino que lleva a quedarse dormido realmente.
Estar en esta fase no significa instantáneamente que dormirás, pero esta forma
de respuesta repetida le confirma a tu cerebro que la noche es un momento de
somnolencia y descanso. Con el pasar del tiempo, esto deja lugar para que surja
el sueño natural. Crucialmente, deja sin efecto cualquier asociación negativa
relacionada con el sueño que se haya generado en noches anteriores de lucha y
comienza un nuevo capítulo en tu vida de sueño.
Medalla de bronce
La medalla de bronce también se otorga por estar en la cama despierto, con la
diferencia de que en este estado hay menos aceptación y más lucha, ansiedad,
frustración y resignación. En este punto tu falta de voluntad para experimentar la
vigilia o cualquiera de los pensamientos y sensaciones que se presentan
comienza a amplificar tu insomnio. Cuando te ayudas con estrategias de
superación ineficaces para intentar dormir, involuntariamente elevas tu nivel de
estimulación mental, lo cual te empuja aún más lejos de la fase previa al sueño.
En este estado y en la posición sin medallas es común evitar compartir la
cama, durmiendo en cambio en otro cuarto o en el sofá, en un intento por
controlar tu entorno para dormir. Si se permite que tal situación continúe,
refuerza que tu cerebro haga una asociación negativa entre la noche y estar
despierto y luchar, y por lo tanto te despierta nuevamente noche tras noche.
Sin medallas
Esta posición involucra levantarse de la cama por la noche y realizar actividades
para evitar la convivencia con la vigilia y los pensamientos y sensaciones
asociados al no dormir. Esta posición representa el nivel más bajo de
conservación de energía y el mayor nivel de estimulación, y el hecho de que
abandones la cama significa que estás lo más lejos posible de dormir.
Ascender en el podio de las medallas
La mayor parte de las personas que comienzan este programa están en la
posición sin medallas o de medalla de bronce, pero pronto aprenden cómo
avanzar en forma constante hacia las posiciones de medalla de plata y luego de
oro. Para este momento tienes una idea clara de dónde te ubicas en la tabla de
medallas y puedes ver a dónde te gustaría avanzar, pero la clave es tu voluntad
para ascender. A continuación se desarrollan algunas de las barreras más
comunes que obstaculizan el ascenso en el podio, junto con algunos consejos
útiles sobre cómo evitarlas.
Permanecer en la cama
Si habitualmente, como forma de lidiar con tu insomnio, has escapado del
dormitorio en medio de la noche, la elección de permanecer en la cama puede
parecer como lo peor del mundo. Si te sucede esto, entonces puede ser útil un
adaptación gradual, ya que no tiene sentido acostarse en la cama rígido de miedo
y ansiedad. Recuerda, el objetivo es incrementar lentamente tu voluntad para
experimentar una vigilia tranquila de manera de entrar sin esfuerzo a la fase
previa al sueño, como un durmiente normal.
Un punto medio que puedes utilizar si necesitas un breve respiro es sentarte
en el borde de la cama durante unos minutos. Esto genera algo de separación
entre tú y la cama, como así también un sentido de perspectiva sobre cualquier
incomodidad que haya surgido, antes de volver bajo las frazadas. Puedes utilizar
este momento como una oportunidad para practicar tus ejercicios de consciencia
este momento como una oportunidad para practicar tus ejercicios de consciencia
a fin de poder lograr esa objetividad, sin juzgar. Si la repites, esta práctica puede
ayudarte a romper el círculo de la necesidad de levantarse completamente de la
cama, y así moverte más arriba en el podio de medallas. Si sientes que realmente
necesitas salir del dormitorio, entonces hazlo, pero tiene que ser breve y no
estimulante.
Al comienzo, puede ser útil planear cuánto tiempo por noche estarás
dispuesto a permanecer en la cama con insomnio antes de tomarte un respiro.
Fija como objetivo reducir gradualmente la cantidad de tiempo que pasas fuera
de la cama y la frecuencia de las salidas por noche. Los clientes que han seguido
este enfoque se han encontrado con que pueden aumentar en forma bastante
rápida la cantidad de tiempo que pasan en la cama y se dan cuenta de que, como
resultado, mejora su nivel de energía.
Por favor ten en cuenta que permanecer en la cama no incluye la necesidad de
ir al baño, lo cual es perfectamente natural una vez por noche. Sin embargo, si,
como muchos de mis clientes, la evasión del dormitorio se basa en ir
continuamente al baño, entonces este hábito debe ser restringido también.
Continuación del caso de estudio… Otro problema para John era su hábito de
levantarse de la cama si se despertaba y bajar las escaleras para hacer algo
aburrido. Otro especialista del sueño le había indicado hacer esto y continuó
haciéndolo porque le ayudaba a disminuir su ansiedad nocturna y sobreponerse
al aburrimiento de estar simplemente acostado sin dormir toda la noche.
Desafortunadamente, esta técnica no lo ayudó a dormir, ¡lo único que logró fue
que John sintiese que su cuerpo se había acostumbrado a levantarse para hacer
cosas! Le expliqué que aunque levantarse de la cama puede ser de ayuda para
que las personas alivien a corto plazo sus emociones no deseadas, a largo plazo
puede en realidad perpetuar la vigilia. Aprender a abrazar su ansiedad en medio
de la noche lo cambió todo, porque ahora ya no sentía la necesidad de levantarse
y distraerse. En cambio, podía disfrutar de la comodidad de su cama y
beneficiarse del descanso obtenido por simplemente acostarse en quietud.
Además, al ya no sentir temor de permanecer en la cama, John pronto descubrió
que habitualmente se dormía a los pocos minutos de despertarse.
Mirar el reloj
Controlar constantemente la hora y calcular cuánto tiempo te queda para dormir
es un problema frecuente de estar despierto en la cama. Una manera sencilla de
solucionar el problema es retirar el reloj de la vista para evitar esa indeseada
vigilancia y la consecuente ansiedad. Sin embargo, como el problema radica en
tu reacción a la hora más que en el reloj en sí mismo, simplemente evitarlo no es
una solución a largo plazo, aunque puede ser un primer paso de utilidad. La
clave es cambiar tu relación con la hora. Por ejemplo, si un durmiente normal se
despierta a las 3 de la mañana y mira el reloj, con el conocimiento de que tiene
que levantarse a las 6 para ir a trabajar, se sentirá feliz por tener tres horas más
para quedarse en la cama y habitualmente volverá a dormirse. En cambio, si un
insomne se despierta en la misma situación, a menudo pasará el tiempo
preocupándose porque sólo le quedan tres horas antes de tener que levantarse, y
entonces se queda despierto. Una vez que seas capaz de detectar y deshacerte de
los pensamientos preocupantes y estés dispuesto a experimentar emociones no
deseadas, como se mostró en las Semanas 2 y 3, te librarás de la necesidad de
mirar el reloj constantemente.
Compartir la cama
La mayoría de los terapeutas del sueño sugieren mudarse a una habitación
separada. Estoy en total desacuerdo con esto, ya que compartir la cama lleva al
dormitorio una sensación de amor, consuelo e incluso seguridad;
desafortunadamente, también involucra un mayor nivel de alteración del sueño
bajo la forma de ruidos y movimientos no deseados, diferentes horarios para
acostarse y necesidades térmicas. Tales alteraciones pueden ser la fuente de
desvelos y ansiedad en el dormitorio, con clientes que se preocupan sobre cuánto
sus parejas perturban su sueño o cuánto ellos perturban el sueño de sus parejas
con sus constantes movimientos y vueltas durante la noche. Para algunos
clientes, el temor a compartir la cama es tan intenso que ¡les ha disuadido de
jamás iniciar una relación!
Para tu mente racional, la solución obvia al problema de compartir la cama es
fácil y habitualmente significa que tú o tu pareja se muden de la habitación
principal para dormir en el sofá o en otra habitación. A corto plazo esto puede
proveerte de una mayor sensación de control sobre tu entorno y posiblemente
resulte en dormir mejor. Sin embargo, si dicha actividad se hace un hábito,
puede potencialmente aumentar el temor que rodea al compartir la cama y
fomentar un sueño más precario a largo plazo. Para muchos de mis clientes, esto
además va en contra del valor básico de querer ser capaz de compartir la cama
con alguien que aman, lo cual explica por qué gran parte de mi tiempo lo utilizo
enseñando a mis clientes a compartir otra vez la cama.
Si has pasado muchos años durmiendo separado de tu pareja, la idea de
dormir en la misma cama nuevamente puede ser abrumadora. Es más que
probable que muchos de tus pensamientos y sensaciones negativas querrán
unirse en la experiencia (como hemos discutido en la Semana 3). Una vez más,
tu voluntad para compartir la cama con esos visitantes no deseados determinará
si permaneces en la cama con tu pareja o escapas a otra habitación.
Puedes encarar este proceso lentamente a lo largo de varias semanas,
aumentando de manera gradual la cantidad de noches que pasas compartiendo la
cama. Si la idea de pasar una noche completa en la cama compartida te resulta
demasiado, entonces puede que quieras comenzar con 30 minutos o una hora por
noche y luego avanzar desde ese punto.
Al utilizar todas las técnicas de consciencia y aceptación que abordamos en
las Semanas 2 y 3, el objetivo es aumentar amablemente tu voluntad para
experimentar todos los pensamientos, emociones y sensaciones que aparecen y
comenzar a darte cuenta de que aunque no sean muy agradables, no pueden
hacerte daño.
Puede que pienses que ahora no es el momento adecuado debido a los
compromisos laborales y personales. Habrá momentos mejores que otros, pero
nunca hay un momento perfecto y esperar que ese momento llegue puede
simplemente demorar lo inevitable. Elige una fecha para comenzar y respétala, y
mantén la suficiente flexibilidad para adaptarte a cualquier evento que pueda
surgir en tu vida mientras recorres ese camino.
Si te resulta difícil dormir incluso estando solo, entonces puedes sentirte
inclinado a trabajar en este área antes de atacar el problema de compartir la
cama. Este puede parecer el enfoque más efectivo, ya que así no tienes que
pelear en varios frentes al mismo tiempo. Sin embargo, también puede dar como
resultado que los clientes aprendan a dormir bien en soledad, pero nunca den el
paso final a compartir la cama porque temen dormir mal nuevamente. Por lo
general, lo más sensato es atacar este problema al mismo momento en que se
está aprendiendo a dormir bien. Las técnicas son las mismas, por lo que será
mucho mejor para ti a largo plazo. Involucra también a tu pareja. De esa manera,
no sentirán que los dejan al margen del asunto y pueden ofrecer el tan necesitado
apoyo en medio de la noche.
El arranque
Arrancar en la mañana puede ser tan útil para tu día como relajarte lo es para tu
noche. Recibir luz en tu piel le dice a tu reloj biológico que pare de producir la
hormona promotora del sueño, la melatonina, y que comience a producir la
hormona del despertar, el cortisol. Es el disparo de salida químico para tu día,
pero también es la cuenta regresiva de tu cerebro hacia tu próximo sueño. Si las
mañanas te resultan difíciles, tener un plan regular de arranque también puede
ser una manera de liberar las emociones nocturnas reprimidas, que de otra
manera podrían ser negativamente orientadas hacia tu pareja, tus niños o tus
desprevenidos colegas del trabajo.
Lo que hacen para arrancar los durmientes normales
Por la mañana los durmientes normales:
Día
Estar despierto durante el día genera tu deseo natural por dormir. Sin embargo,
al ser insomne, el cansancio diurno puede ser un desafío importante. Aquí
encontrarás algunos enfoques prácticos adicionales que te ayudarán a
permanecer despierto durante el día y al mismo tiempo promoverán el sueño por
la noche.
Temperatura
Dormimos mejor en ambientes frescos, idealmente alrededor de los 17 a 19
grados Celsius (63 a 66 grados Fahrenheit). Cuando la temperatura está por
arriba o por debajo de esos valores, tu cuerpo puede incomodarse y tu sueño se
ve perturbado.
Si te sientes demasiado acalorado, sudoroso o experimentas sofocos durante la
noche, recuerda que es la manera en que reaccionas lo que determina cuánto se
ve afectada tu capacidad para dormir. Elegir luchar contra ello removiéndote en
la cama, resoplando, tapándote y destapándote o entrando y saliendo de la cama
sólo exacerbará la situación. Elegir observar objetivamente y abrazar las
sensaciones de calor en tu cuerpo y los pensamientos negativos en tu mente no
harán que se vayan, pero tampoco los amplificarán.
Camas y colchones
Sin volverte obsesivo, ten en cuenta que la comodidad de tu cama puede jugar
un papel en la calidad de tu sueño, especialmente si la cama es compartida.
Tener suficiente espacio para moverte puede reducir las posibilidades de que tu
pareja te despierte. Tu elección de ropa de cama y almohada también puede
afectar la calidad de tu sueño, exactamente al igual que tu colchón. En última
instancia, la elección es tuya y la clave es experimentar.
Igualmente, lo que vistes en la cama puede afectar tu nivel de comodidad y
por lo tanto la calidad de tu sueño. Elige ropa suelta que te permita respirar y
moverte fácilmente.
Si necesitas más detalles, hay algunos consejos útiles en nuestro sitio web.
Ruido
El ruido puede ser una verdadera pesadilla si tienes insomnio: puede tanto
disparar como mantener la vigilia. Durante las fases más ligeras del sueño puede
que sólo sea necesario que alguien abra suavemente una puerta o el sonido de
pasos en la habitación para que tu sueño se perturbe. Esto significa que parejas
que roncan, vecinos de fiesta, bebés que lloran, perros que ladran, automóviles
que hacen ruidos, aviones que despegan o incluso sonidos agradables como los
pájaros al amanecer pueden perturbar tu sueño. Una manera simple de controlar
esto es usar tapones para los oídos.
Sin embargo, hay un par de cosas para tener en cuenta. En primer lugar,
aunque bloquean por completo todos los sonidos externos, el nuevo silencio hace
que seas más consciente de los sonidos internos que pueden mantenerte
despierto, como ser el latido de tu corazón. Y en segundo lugar, no dejes que se
conviertan en un accesorio imprescindible para dormir. Es vital que los uses sólo
cuando realmente los necesites. Si quieres saber qué marcas y productos
ambientales para dormir recomiendo, por favor visita www.thesleepschool.org.
Hábitos de vida
Cafeína
La cafeína es una de las primeras cosas a eliminar siempre que alguien comienza
a sufrir de insomnio, pero yo no necesariamente concuerdo con esto, salvo que
seas ultrasensible a la cafeína, en cuyo caso no tiene sentido consumirla cuando
tienes insomnio.
La clave es el equilibrio: encontrar un nivel de consumo que sea práctico
tanto para tu vida como para dormir. Si la eliminas por completo, corres el riesgo
de que se transforme en otra cosa más que haces para solucionar tu insomnio,
algo que puede poner aún más el sueño en un pedestal, elevar el nivel de
ansiedad y empujar tu meta aún más lejos. De la misma manera, si consumes
gran cantidad de cafeína como forma de lidiar con el cansancio proveniente de
dormir mal, entonces es problable que afecte la calidad del sueño que realmente
logres. Probablemente es prudente no tomar más de dos o tres tazas en total y
suspenderlo hacia las primeras horas de la tarde (o sea, justo luego de almorzar).
Si deseas tomar una bebida caliente a una hora posterior, entonces elige una de
las muchas variedades de té herbal disponibles o prueba con el descafeinado,
pero ten en cuenta que este último aún contiene una pequeña cantidad de cafeína.
El alcohol
Tomar de vez en cuando una copa de vino en la cena puede ser algo placentero.
Tomar de vez en cuando una copa de vino en la cena puede ser algo placentero.
Sin embargo, cuando se trata de mejorar tu sueño, es una de las primeras cosas
que se eliminan y por lo tanto otro ejemplo del ‘intento’ por dormirte y una
posible fuente de ansiedad por el sueño. Una vez más, la clave es encontrar un
equilibrio y comprender todos los factores. El alcohol puede hacer que te sientas
más relajado y somnoliento; sin embargo, si se toma en exceso o demasiado
cerca de la hora de acostarse, puede provocar un sueño perturbado y poco
profundo, sueños anormales y despertares frecuentes por la mañana.
A tu cuerpo le lleva una hora metabolizar una unidad de alcohol. Esto significa
que si tomas una copa de vino de tamaño estándar (o sea, 2,5 unidades) con la
cena a las 7 de la noche, habrá sido mayormente eliminado de tu sistema para las
9 y media y en consecuencia tendrá muy poco efecto sobre tu sueño. Si eres muy
sensible al alcohol o tienes un metabolismo lento, entonces este proceso podría
llevar más tiempo. Por lo tanto, sigue adelante y toma esa copa de vino con la
cena si es algo que disfrutas. Dicho esto, si tomas con regularidad más de uno o
dos copas por noche, entonces el contenido de alcohol en tu sangre durante el
sueño podría ser un problema. Disminuir la cantidad podría ser útil tanto para
dormir bien como para tu salud a largo plazo.
Es frecuente que mis insomnes crónicos hayan utilizado el alcohol para
dormir, como una forma de silenciar una mente acelerada o reducir los
sentimientos de ansiedad. Aún cuando podría funcionar para dejarte dormido, el
sueño no es restaurador y te levantarás al otro día sintiéndote cansado, si no con
resaca. Las implicaciones de salud adicionales hacen que no sea una buena
estrategia a largo plazo. Si sientes que actualmente no puedes dormir sin tomar
alcohol, entonces aprender a aceptar la urgencia, como discutimos en la Semana
3, debería ayudar. Si el problema permanece, entonces comenta la situación con
tu médico clínico.
El cigarrillo
A menudo se fuma como estrategia para lidiar con el estrés, por lo tanto los
insomnes recurren al cigarrillo justo antes de acostarse o en medio de la noche.
Aunque fumar podría brindarte una sensación de calma y relajación, la nicotina
es un estimulante y por lo tanto te mantiene despierto.
Obviamente dejar el cigarrillo sería positivo, pero al menos fuma tu último
cigarrillo cuatro horas antes de acostarte y evita por completo fumar en medio de
la noche.
La marihuana
Fumar marihuana puede hacer que te sientas somnoliento y muchas personas
descubren que les ayuda a relajarse y dejarse llevar para dormir. Las
descubren que les ayuda a relajarse y dejarse llevar para dormir. Las
investigaciones muestran que, aunque puede ayudar a que te duermas, en
realidad la marihuana parece interferir con las etapas posteriores del sueño,
fragmentándolo y dejándote más cansado por la mañana. La marihuana también
puede asociarse con la paranoia, algo que no es de ninguna ayuda si tu mente ya
está cansada por demás y repleta de pensamiento preocupantes.
El ejercicio
Mantenerse físicamente activo durante el día puede ayudar a cansar los músculos
y el cuerpo, dos factores de utilidad para fomentar una noche de sueño
reparador. Sin embargo, no es garantía de que eso ocurra y he trabajado con
insomnes que literalmente han corrido maratones para cansarse pero han
terminado en la cama despiertos toda la noche, físicamente exhaustos pero
mentalmente alerta. Como muchos hábitos del estilo de vida, el punto clave aquí
es tu intención. Si haces ejercicio porque es algo que disfrutas y te resulta
saludable, entonces puede tener un impacto positivo sobre tu sueño. Sin
embargo, si lo haces con la intención de dormir, corres el riesgo de recargar
sobre ti mismo aún más ansiedad y presión no deseada e involuntariamente
alejas el sueño aún más.
Ponte como objetivo estar más activo cada día a través de una caminata al aire
libre de al menos 20 minutos. Es sorprendente cómo aún una caminata corta
puede elevar los niveles de endorfinas y mejorar tu estado de ánimo, como así
también ser positivo para tu salud física. Si dispones de más tiempo, haz
ejercicio por al menos 30 minutos, 3 veces por semana, asegurándote de que
incrementas los latidos de tu corazón y tu respiración, como así también que
transpiras un poco. Si has tenido una mala noche y no tienes ganas de hacer
ejercicio, a menudo vale la pena obligarte a hacerlo, ya que generalmente te
sentirás mejor. No es necesario que te esfuerces en exceso, sino simplemente que
te mantengas activo. Sin embargo, la sensibilidad de las personas al ejercicio es
variable; experimenta hasta encontrar lo que funcione bien para ti.
La dieta
Consumir alimentos saludables provee al cuerpo con la energía y los nutrientes
esenciales que ayudan al crecimiento y la restauración, y promueve una buena
salud mental y bienestar general. La mayoría de los consejos para dormir
sugieren la utilización de alimentos para dormir basándose en que ciertos
alimentos contienen la hormona melatonina, promotora del sueño, o los
aminoácidos triptofano y serotonina, los cuales pueden ser utilizados por el
cuerpo para fabricar melatonina. Los llamados alimentos ‘sedantes’ incluyen las
semillas de zapallo, las almendras, el tofu, el pollo, el pavo, la lechuga, el maíz
semillas de zapallo, las almendras, el tofu, el pollo, el pavo, la lechuga, el maíz
dulce, las bananas, los tomates, el arroz, las papas y la pasta. Si bien es cierto
que muchos de estos alimentos sí contienen estos químicos, se encuentran en
cantidades tan pequeñas que tendrán muy poco efecto sobre tu sueño y
potencialmente conducen a una mayor ansiedad si no funcionan.
Haces mejor uso de tu tiempo y esfuerzo al evitar, cuando se acerca la hora de
acostarte, ciertas comidas que pueden interferir con el sueño o moderar la
cantidad que consumes. Por ejemplo, comer bocadillos dulces por la tarde puede
bajar tu nivel de glucosa y provocar que te despiertes con hambre durante la
noche. Lo mismo se aplica a comer chocolate cerca de la hora de acostarse. De
la misma manera, comer un curry picante o algún queso fuerte antes de irse a la
cama podría perturbar tu sueño. Si comes en exceso justo antes de acostarte,
también corres el riesgo de pasar la noche despierto digiriendo tu comida. Come
una cena liviana al menos un par de horas antes de ir a la cama. Si te sientes con
hambre antes de acostarte, entonces come algún bocadillo pequeño, como yogurt
natural, una banana o un bol pequeño de muesli para aguantar hasta la mañana.
Uno de los problemas de dormir mal y estar cansado es que altera las hormonas
que regulan tus niveles de apetito y saciedad. Esto probablemente explica por
qué siempre te sientes con ganas de comer algo dulce y tienes la urgencia de
comer porciones más grandes cuando estás cansado. Por lo tanto, es importante
ser capaz de enfrentar tales urgencias, en vez de rendirse a ellas.
Muchos de ustedes también se despiertan con hambre en mitad de la noche y
entonces bajan a comer algo como manera de solucionar el problema. Aunque
esta técnica a veces puede funcionar, si repetidamente haces una comida
adicional, pronto subirás de peso. También corres el riesgo de que tu cerebro se
vea condicionado a despertarte para comer a esas horas. Tal comportamiento
puede generar creencias negativas como ‘No puedo dormir salvo que coma mi
bocadillo de medianoche’, lo cual fomenta una relación inflexible con el sueño.
La salud
Tu salud juega un papel importante en la calidad de tu sueño y por lo tanto es
importante hacer todo lo que esté a tu alcance para mantenerla. Como
comentamos en la Semana 1, el insomnio deriva de varios desórdenes físicos o
mentales, como por ejemplo depresión, ansiedad, dolor crónico, artritis, cáncer,
cardiopatías, fatiga crónica, tinnitus o incluso algún otro trastorno del sueño
como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas. Obtener la
asistencia médica y el tratamiento correctos para tales desórdenes es vital para
mejorar tu sueño, mientras simultáneamente sigues el presente plan.
VIVE
… tus días al máximo y duerme bien todas las
noches
‘Pero aquel que no se atreve a agarrar la espina
no debería ansiar la rosa’
Anne Brontë
Hacer planes para el resto de tu vida, ya que vivir lo mejor posible te ayuda a
dormir a la noche.
Volver completamente al mundo para tener la vida que deseas vivir, en lugar
de perderla en una batalla interminable con el insomnio.
Durante nuestra primera sesión, le expliqué que todos sus esfuerzos por
solucionar su sueño precario y alejar el dolor eran normales, pero que también
eran parte del problema. Mencioné que, aunque ella culpaba a su insomnio por
todo lo que había pasado, en realidad era su temor a experimentarlo y luego sus
intentos constantes por controlarlo lo que la habían llevado a dejar de vivir su
vida. Le expliqué que lo único que se interponía en su camino era ella misma y
que si estaba dispuesta a enfrentar sus temores, podría empezar a recuperar su
vida y, al mismo tiempo, a reentrenar a su cerebro para que duerma.
Este tipo de evasión del dolor no está limitada al ámbito del insomnio. Todos
hemos tenido momentos en nuestras vidas en los que elegimos no hacer algo
para evitar la posibilidad de experimentar dolor: decidir no ir a una entrevista de
trabajo para evitar sentirnos rechazados; terminar una relación cuando se estaba
poniendo seria para evitar el desamor o dejar una dieta para evitar el dolor de
sentirnos hambrientos.
Aunque evitar ese malestar y vulnerabilidad tiene sentido para tu mente
pensante, que siempre busca protegerte del dolor y del sufrimiento en tu vida, el
efecto tiene corta duración.
Si no estás preparado para sentirte rechazado, ansioso, con el corazón roto,
dolorido o hambriento, entonces quizá nunca vivas la vida que deseas. Una vida
sin dolor y molestias se alcanza sacrificando la vida misma. No se puede tener
una cosa sin la otra. Es únicamente cuando te abres a ser vulnerable y a la
posibilidad de experimentar el dolor que puedes vivir.
Hacer tu vida es por eso la etapa final para curar tu insomnio porque aunque
reconozcas que esta afección está presente, tomas la decisión consciente de no
dejar que maneje tu vida.
La paradoja es que al elegir hacer tu vida con tu insomnio, en vez de a pesar
de ello, eliminas la razón por la que luchabas contra el desvelo en primer lugar.
Menos lucha significa menos excitación nocturna, menos energía desperdiciada
y, por ende, más capacidad para tener una vida rica y significativa, lo cual crea
un entorno desde el que puede emerger el sueño natural.
Luchamos contra el insomnio porque nuestra mente teme a las consecuencias
de la falta de sueño e imagina cómo afectará esto el resto de nuestra vida. El
problema es nuestra respuesta. Dejar de lado parte de tu vida para controlar tu
insomnio, de manera que puedas volver a hacer tu vida, no es una ecuación
viable, sino otro círculo vicioso.
Para dormir bien, has añadido el problema de no hacer tu vida, algo que
disparó el desvelo en primer lugar. La paradoja es que si no estás preparado para
aceptar la molestia de tu falta de sueño, quizá nunca experimentes un dormir de
buena calidad.
Recuperar tu vida
Los insomnes a menudo dicen: ‘Si tan solo pudiese deshacerme de mi insomnio,
entonces podría empezar a hacer mi vida nuevamente’. Si te dejas llevar por un
pensamiento como ese podrías esperar un tiempo muy largo o, lo que es peor,
quizá nunca hagas tu vida. Si te has sentido así, intenta describir cómo sería esta
otra vida y qué estarías haciendo diferente en comparación con lo que haces
ahora.
¿Cómo sería tu nueva vida si no tuvieses que gastar toda tu energía en
controlar tu sueño? Apunta a cosas más valiosas que ‘Yo solo quiero dormir’,
‘tener más energía’ o ‘ser feliz’, porque aunque sean reales, no son lo
suficientemente concretas para que actúes en pos de ellas. Estas son algunas de
las respuestas de valor que recibí:
Una vez que tengas algunas cosas en mente, pregúntate si podrías hacer algunas
de ellas ahora mismo. Quizá la respuesta sea ‘Sí’, porque en realidad no hay
nada que evite que hagas estas actividades. Es el poder que le diste a tu insomnio
lo que te hace creer que no puedes hacerlo. Es cierto que el insomnio debilita;
sin embargo, incluso en los momentos oscuros cuando peor te sientes puedes
elegir actuar de una manera que dirige tu vida hacia cosas de valor. Quizá los
pasos no sean los saltos que tú esperabas, pero aún los pasos pequeños te hacen
avanzar más que si te quedas atascado luchando contra el insomnio.
Tomar medidas
Si tienes intenciones serias de recuperar tu vida, entonces este es el momento de
tomar medidas. Piensa en lo que puedes hacer en las próximas 24 horas que te
acerque a lo que es importante para ti en tu vida y luego hazlo. ¡Recuerda que
cuantos más actos pequeños, mejor!
Dile a un amigo que se junten para un café, lleva a comer afuera a tu pareja,
ve al gimnasio antes de ir a trabajar, comparte tu cama con tu pareja, come un
almuerzo saludable, juega con tus hijos en el parque, ve a mirar una película en
el cine, ayuda a tu vecino, inscríbete en un sitio online de citas o en un curso.
Intenta hacer al menos una acción positiva todos los días y mantén un diario de
todo lo que haces.
Tomar medidas se puede comparar con derrumbar ese primer dominó y luego
mirar la serie de pequeñas acciones que le siguen automáticamente. Es muy
probable que seas bueno en dormir mal porque repetiste malos hábitos. Lo que
estás a punto de hacer ahora es exactamente lo mismo, solo que esta vez tus
acciones te ayudan a volver a hacer tu vida al máximo y a convertirte en un buen
durmiente.
Si el insomnio regresa
Si seguiste el recorrido de este programa, estarás empezando a disfrutar de un
sueño normal nuevamente. Mentalmente te sientes alerta, focalizado, seguro e
incluso feliz con la vida. Físicamente te sientes ligero, lleno de energía y listo
para aprovechar cualquier desafío físico que se cruce en tu camino. La vida es
bastante buena, o al menos mucho mejor que cuando no podías dormir. Ya sea
que hayas dormido bien una noche, una semana o un mes, empiezas a pensar que
lo lograste y que tus noches de desvelo quedaron atrás.
Entonces una noche te das cuenta de que estás despierto. Tu mente empieza a
preguntar qué puedes hacer para solucionarlo, con la esperanza de cortarlo de
raíz lo más rápido posible. Haz probado el sueño normal nuevamente, y estás
preparado para hacer lo que sea por conservarlo. Por desesperación, comienzas a
luchar y a escapar de las sensaciones que empiezan a llegar. Tu corazón se
acelera, se forma un nudo en tu estómago, aparece la ansiedad y tu mente
pensante empieza a calcular lo que puedes perder si regresa el sueño precario.
Parece que tu sueño normal está hecho trizas y que tu insomnio volvió. Pero
espera… La verdad es que el hecho de que hayas aprendido a dormir con
normalidad nuevamente no significa que seas inmune al insomnio. Atención,
tampoco lo es el durmiente normal.
Continuación del caso de estudio … Patricia contó que en el instante que entró
en su mente el pensamiento ‘¿Qué pasa si regresa mi sueño precario?’, fue como
si se hubiese abierto una puerta en su cuerpo que dejó que entraran todos los
otros invitados no deseados. De repente sintió un pinchazo de ansiedad en su
estómago, una aceleración de su ritmo cardíaco, un endurecimiento de sus
músculos y una necesidad abrumadora de bloquear todo esto. Cuanto más
intentaba deshacerse de los sentimientos, más fuertes se volvían y más imágenes
catastróficas aparecían en su mente sobre lo mal que se pondría todo. Ella dijo
que se sintió completamente impotente frente a ellos y aun así no podía evitar
luchar.
Al escuchar que Patricia había batallado contra su sueño toda la noche y notar
su frustración constante, le pedí que volviera a repasar la noche en su mente.
Excepto que esta vez quería que describiese objetivamente y en voz alta todo lo
que se presentó ante ella y en orden. Guié su búsqueda con preguntas
que se presentó ante ella y en orden. Guié su búsqueda con preguntas
descriptivas como: ‘¿Quiénes se presentaron ante ti?’, ‘¿En qué parte de tu
cuerpo sucedía todo esto?’, ‘¿Qué hacían tus emociones?’ y así sucesivamente.
Ella conocía bien estas técnicas y no tuvo problemas en bajar el ritmo y prestar
atención.
Después Patricia describió la diferencia entre lo que había estado haciendo y
lo que hizo recientemente. Instantáneamente pudo ver como en la intensidad del
momento, todo lo que había hecho estaba focalizado en la meta de deshacerse de
su insomnio y que había muy poca aceptación. Se sorprendió al ver cuánto se
había dejado llevar por el sabotaje y cómo su rechazo a permitir que ingresaran
la había llevado a experimentar mayores niveles de pánico, frustración y desvelo
una vez más. Le expliqué que estar abierta a experimentar el sabotaje era una
parte vital de mantener su buen dormir encaminado.
Aceptación
Una de las razones más comunes para el insomnio es la pérdida de la
concientización. Cuando empiezas a dormir mejor y tu vida ya no gira en torno a
lograr conciliar el sueño, es fácil dejar que se te escapen las prácticas de
atención.
Frecuentemente escucho: ‘Todo iba muy bien, así que pensé que no
necesitaba practicar’. No tienes que practicar durante horas todos los días, pero
necesitaba practicar’. No tienes que practicar durante horas todos los días, pero
un poco de práctica como prestar atención a tus sentidos cuando caminas por la
calle o notar tu respiración puede ser suficiente para evitar que te quedes
atascado nuevamente. Todo lo que aprendiste en este libro está relacionado con
aumentar tu consciencia sobre cómo puedes ser un obstáculo para tu sueño, no se
trata de controlarlo. La práctica moderada te ayuda a prestar atención a tus
experiencias a medida que se desarrollan, y te ayuda a elegir cómo responder
ante ellas, no a interponerte en el camino de tu sueño.
El acto de estar consciente será útil en todas las áreas de tu vida. Por ejemplo,
si estás teniendo una conversación y notas que tu mente se distrae pensando en si
vas a dormir esta noche, puedes regresar tu atención a la conversación. De la
misma manera, cuando estás en una reunión, en el gimnasio, mirando TV o en el
teatro, debes estar presente para experimentar completamente lo que estás
haciendo. Si has perdido la práctica con los ejercicios de atención, entonces
vuelve a leer la Semana 2.
Abrazar
Abrazar te permite crear un espacio para los pensamientos, emociones,
sensaciones y necesidades que se presentan en tu interior. Esta acción se
caracteriza por estar dispuesto a experimentarlos, reconocerlos e incluso jugar
con ellos. Al hacerlo, envías un mensaje poderoso a tu cerebro que le dice que
estás a salvo. Como resultado sentirás una menor necesidad de luchar para
evitar, cambiar o deshacerte de estas sensaciones, y así te despertarás menos,
ahorrarás tu valiosa energía y podrás reenfocar tu atención hacia hacer tu vida.
Crear
No tiene sentido construir una casa a menos que tenga buenas bases; de la misma
manera, no tiene sentido trabajar en mejorar tu sueño a menos que crees un
fuerte patrón de sueño para ayudar a que este florezca.
Esto significa prestar atención a los elementos básicos asegurándote que la
duración y el momento de tu sueño sean correctos para ti. Cuando duermes mal
una noche, puede ser fácil caer nuevamente en hábitos negativos como quedarte
hasta tarde en la cama para recuperar el sueño perdido, a pesar de que sabes que
debilitará tu motivación para la noche siguiente y confundirá a tu reloj interno.
Si aún no estás seguro sobre tu patrón de sueño, entonces vuelve a repasar la
Semana 4.
Aprender a vivir
Ahora es tiempo de avanzar a la etapa final del Programa de cinco semanas:
vivir. Algunos de los insomnes que completaron el programa de repente sienten
un nuevo aliento, deciden buscar un ascenso en el trabajo, empiezan a ejercitar
con frecuencia y se inscriben en cursos de la universidad. Se sienten fantástico
porque su vida finalmente se dirige en la dirección que ellos querían. No
obstante, es vital recordar que tu recuperación no es un camino recto. Pueden
ocurrir eventos imprevistos que te desafíen, y una ocasional noche de desvelo es
uno de ellos.
Para otras personas, una irregularidad en su sueño confirma sus temores
originales y se descubren pensando: ‘Sabía que esta buena racha de sueño no
duraría’; y que seguir a su corazón los ha hecho vulnerables al dolor. Para
empeorar las cosas, ahora sienten que tienen mucho que perder y que pueden
caer desde mucho más alto que si simplemente hubiesen mantenido su viejo y
fiel hábito de la evasión.
En este punto, ten la flexibilidad de moderar brevemente tus planes en lugar de
abandonarlos por completo. Esta flexibilidad te permite manejar
habilidosamente cualquier desvelo y dejar que pase tan rápido como llegó. Por
ejemplo, podrías elegir hacer una caminata en lugar de ir a correr, o llamar a un
amigo en lugar de encontrarte con él. De cualquier manera, hacer tu vida de la
manera que tú quieres enciende una sensación natural de alivio en tu interior, la
cual se transfiere a tu sueño. Es mucho más probable que duermas si tu cerebro
sabe que el mundo a tu alrededor es seguro.
He trabajado con muchos insomnes que han elegido dejar de hacer sus vidas
para tratar de luchar contra el insomnio. En todos los casos, la lucha ha sido
inútil y solo los condujo a un recrudecimiento de su insomnio y a la limitación
de su valiosa vida. Recuerda que no puedes evitar experimentar un sueño
precario, pero puedes determinar cuánto le costará eso a tu vida y a ti mismo. Al
adoptar una actitud amable, sin juicios de valor y receptiva hacia el desvelo,
debilitas el poder que este tiene sobre ti.
Tomar medidas
Como dice el refrán, ‘puedes darle un consejo a alguien, pero no puedes
obligarlo a que lo siga’. Durante todo el programa hemos revelado cómo
comenzó tu insomnio, aprendimos a observar y abrazar todas las llegadas no
deseadas en tu cuerpo y mente, aprendimos cómo construir un nuevo patrón de
sueño para ti mismo y, por último, qué significado quieres darle a tu vida. Sin
embargo, todo esto no valdrá nada a menos que actúes. Puedes seguir el camino
conocido del control y la evasión, que puede seguir pareciendo atractivo o
seguro a pesar de que no te ayuda realmente. Por otra parte, puedes seguir un
camino nuevo de aceptación y compromiso, en el que eliges voluntariamente
aceptar tu vida tal cual es en este momento, con tu insomnio, para que puedas
avanzar hacia adelante con firmeza.
De todo corazón espero que ahora te sientas equipado para aceptar el
compromiso y que tomes las medidas para que esto ocurra.
‘Yo había seguido el programa de The Sleep School por unos seis
meses, con resultados generales muy positivos. Naturalmente, pensé
que lo había “vencido”; aunque no me gustaba admitirlo en voz alta,
definitivamente lo pensaba. Lo cual era perfecto porque se
aproximaba un viaje de trabajo de una semana bastante estresante,
seguido por unas vacaciones especiales, y por supuesto quería estar
en mi mejor forma para ambos, lo cual implicaba dormir bien.
A medida que se acercaba el momento, la presión se acumulaba.
Apareció el deseo de alcanzar la perfección en el sueño, de proteger
lo que había cultivado con tanto cuidado. Mientras comenzaba la
inevitable espiral descendiente y mi sueño se deshacía, ¡todas las
herramientas salieron de la caja¡ probé con todas; en algunos
momentos sentía que era un bombero en la mitad de la noche, usando
una herramienta tras otra en un intento desesperado por controlar el
sueño. Mientras tanto, perdía de vista completamente el verdadero
propósito. Esto no era nada nuevo, pero lo sentía como una situación
nueva porque era una recaída.
Mi necesidad impaciente de “solucionarlo” aún estaba allí, hasta
que toqué fondo y me golpeó la realidad de que es una lucha que
nunca ganarás y que la única alternativa es dejarlo pasar.
Eventualmente, pude dar un paso atrás y ver la situación como lo que
realmente era; y así lentamente empecé a practicar a “no hacer”
nada una vez más’.
Christine, Londres
Felicitaciones. Espero que hayas tenido un gran avance con tu sueño y que ahora
descanses y duermas más fácilmente. Sin duda no ha sido el viaje más fácil que
hayas emprendido, pero podría ser el mejor, porque no hay nada como
despertarse después de una fantástica noche de sueño.
Durante el desarrollo de este programa descubriste que luchar por controlar tu
sueño simplemente te mantenía despierto. Al aceptar y prestar atención a lo que
se presenta en tu cuerpo y tu mente a la noche, y abrazarlo cuando sea necesario
–incluso cuando lo único que quieres hacer es luchar contra ello–, habrás
recobrado parte de tu energía y placer por la vida.
Si seguiste el programa, habrás creado un nuevo patrón de sueño que te
conduce naturalmente a un descanso pacífico. Y finalmente has aprendido a
empezar a vivir tu vida al máximo nuevamente. Avanzar con este libro,
practicando la concientización y la aceptación, indirectamente te habrá acercado
a ti y a tu cuerpo al buen dormir, en lugar de hacerlo de manera forzosa.
La aceptación consciente desacelera tu ritmo; abrazar implica seguridad; la
creación genera bases fuertes; y vivir crea alegría. Todo esto fomenta un dormir
maravilloso. Tu tarea ahora es seguir con tu vida como un durmiente normal. Si
ocasionalmente tienes una noche de sueño precario, eso significa únicamente
que ahora eres otra vez un durmiente normal, ¡y que una sola noche no implica
el regreso del insomnio crónico!
Si descubres que nuevamente estás despierto en la cama, relájate y acéptalo;
recuerda las medidas que tomaste en estas semanas que pasaron. Practica
cualquier parte del programa que creas que puede ayudarte.
A continuación encontrarás una lista de puntos importantes para asegurarte de
haber completado los pasos esenciales:
Si completas todas las semanas del libro, los efectos serán sólidos y duraderos,
tanto para tu sueño como para el resto de tu vida.
Si vuelves a dormir bien, como muchos otros que han completado el
programa, entonces disfrútalo; recuéstate y no hagas nada, tal como un
durmiente normal.
Autónomo 65
Baño, tibio 47
Baño, visitas al 35, 118, 162, 186
Bebidas de hierbas 49, 197
Edad, 35
e insomnio, y los requerimientos de sueño 163
ejercicio 63-64, 84, 204-205
Ejercicios de relajación 61-64
Embarazo 35, 37, 221
Emociones, describir y evaluar, 153
control de las, 161
regulación de las, 140-144
y el cansancio, 145-146
no bienvenidas, 147-154
Endorfinas 197
Energía, conservación de 121, 179-181
Enfermedad cardíaca 33, 35
Enfermedad cardiovascular 191, ver también enfermedad cardíaca Estatus
socioeconómico, y el insomnio 36
Estilo de vida, 197-198, 204
cambios en el 66-68
Estrategias de afrontamiento 47-48, 50, 54-55, 183
Estrés 37-41
Estudio sobre el insomnio 26-29
Evitar el dolor 213
Evolución humana 68, 78, 90
Excitación, niveles de 60, 16
Menopausia 37
Menstruación 37
Mente, ‘de principiante’ 93,
‘prejuiciosa’ 104-105, 110, ‘pensante’ 120, 152, 154
Metáfora de la ‘leche, leche, leche’ 137
Mioclono del sueño 178
Mirar el reloj 55, 188-189
Motivación para dormir 175-177
Mujeres, y el insomnio 35
Muñeca quitapenas 155
Niñez, el insomnio 39
Niveles de luz,
cambios en Noche, 170
y el Podio Olímpico 180-183
noches 115, 179, 183-184
Noches de domingo 170
Pasatiempos y deportes 63
Pastillas para dormir, ver medicación
Pavlov, Iván 44
Pensamientos, consciencia de los, 93-96
no deseados 100-103
Pérdida 226
Pesadillas 37
Podio Olímpico de la Actividad Nocturna 180-182
Predisposiciones genéticas,
y el insomnio, 36
y el tiempo para dormir 165-166
Preocupaciones financieras 37, 221
Productos para dormir,
recomendados 200
Programa de Cinco Semanas 16-19
Pulsación 109-110, 112
Queso 206
Respiración,
consciencia de la 107-109, 112, 226
Respuesta de supervivencia 132-133
Ritmo cardíaco 41, 106, 135, 142, 224
Ritmos de respiración 103, 149, 204-205
Rogers, Carl 87
Roncar 37, 189-191, 192
Ruido 33, 200
Vacaciones 64, 83
Yoga 47, 61