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LAS RETENCIONES SOBRE LOS HABERES SALARIALES

Por Nelson Larrañaga Zeni

I. MARCO NORMATIVO

Desde principios del siglo XX, el legislador tuvo una especial preocupación
por proteger la libre disponibilidad del salario por el trabajador. La ley 3.299 del
año 1908 estableció limitaciones severas a la cesión voluntaria de los salarios
por el trabajador y admitió en forma excepcional el embargo de una parte del
salario para atender determinados créditos (alimenticios e impositivos)1. Estas
limitaciones tenían como objetivo asegurar que el trabajador tuviera una
porción de su salario libre para satisfacer sus necesidades y las de su familia.
Pese a esta temprana ley, nuestro país careció por mucho tiempo de una
regulación uniforme sobre las retenciones que podían afectar al salario, el
orden de prioridad de los acreedores y el límite general de retenciones. En
forma desordenada, diversas leyes fueron autorizando a instituciones públicas
y privadas a ordenar retenciones sobre los salarios, por operaciones que
realizaban empleados públicos y privados.
Estas autorizaciones legales indiscriminadas determinaron que muchos
trabajadores, apremiados por sus situaciones personales, contrajeran deudas
importantes con la garantía del salario. Debido a este endeudamiento, se
daban casos en que el trabajador, luego de practicados todos los descuentos,
no tenía nada para cobrar.
En este punto, nuestro país no estaba cumpliendo con el Convenio
Internacional de Trabajo No. 95 sobre la protección del salario, adoptado en el
año 1949, y ratificado por ley 12.030, de 27 de noviembre de 1953. Esta norma
dispone que los descuentos de los salarios solamente se deberán permitir de
acuerdo con las condiciones y dentro de los límites fijados por la legislación
nacional, un contrato colectivo o un laudo arbitral2.
Fue recién en el año 2004 que se cumplió con este encargo del Convenio
Internacional. La ley 17.829, de 18 de septiembre de 2004, estableció un
porcentaje mínimo del salario en dinero que no puede ser afectado por
descuentos, y que necesariamente debe ser pagado en efectivo al trabajador3.
También estableció un orden de prioridad entre los acreedores habilitados
por ley a ordenar retenciones sobre los salarios4. A su vez, exigió el
consentimiento expreso del trabajador para poder efectuar la retención, con

Esta norma fue luego modificada por el Código del Niño, el Código de la Niñez y la
Adolescencia y el Código General del Proceso (art. 381.1).
2
Art. 8º.
3
Art. 3º.
Art. 1º. Este artículo fue sucesivamente modificado y su actual redacción surge de la ley
18.358, de 26 de septiembre de 2008.
excepción de las retenciones ordenadas por juez competente5.
La ley 17.829 fue posteriormente reglamentada por el Decreto 429/004, del
3 de diciembre de 2004. Este Decreto desarrolló algunos conceptos que no
estaban definidos en la ley y pretendió armonizar la nueva ley con el Convenio
No. 95 de la OIT. También tuvo como objetivo tratar de aplicar la ley en forma
más flexible respecto de los descuentos autorizados por el trabajador, que no
tienen una fuente legal.
II. MÍNIMO SALARIAL DE LIBRE DISPONIBILIDAD
La ley establece que el trabajador debe percibir como mínimo un 30%
(treinta por ciento) de su retribución salarial en efectivo, deducidos los
impuestos y contribuciones de seguridad social6. Este mínimo garantizado
también aplica en caso que el trabajador perciba ingresos sustitutivos del
salario, como ser los subsidios de la seguridad social o del Banco de Seguros
del Estado7.
A los fines de la ley, se entiende por retribución salarial, toda suma que
percibe en efectivo el trabajador de parte del empleador en virtud de una
relación de trabajo8. Por tanto, cada vez que el trabajador perciba cualquier
partida salarial en efectivo (salario corriente, horas extras, aguinaldo, salario
vacacional, jornales de licencia gozada, etc.), se le debe entregar como mínimo
un 30% de la misma. El Decreto aclara que para fijar el mínimo intangible, los
anticipos salariales que puedan haberse efectuado, serán sumados a las
partidas que se abonaren en cada oportunidad9.
De lo anterior se desprende que el mínimo garantizado no aplica a las
partidas que tengan naturaleza indemnizatoria (ej. indemnización por despido)
o que se entreguen en especie (ej. alimentación).
La base sobre la cuál se aplica el 30% mencionado, está constituida por la
partida salarial nominal en efectivo menos los impuestos a las rentas y sus
correspondientes anticipos, y las contribuciones especiales de seguridad
social10. De este líquido así obtenido, debe tomarse el 30%, el que estará libre
de descuentos y deberá entregarse en efectivo al trabajador.
III. PORCENTAJE SALARIAL PASIBLE DE DESCUENTOS
Una vez separado el 30% del líquido de la o las partidas salariales que se
abonen en cada oportunidad, el 70% (setenta por ciento) líquido restante puede
ser afectado a descuentos.
1. Los ordenantes de retención y límites
La ley establece que sólo pueden ordenar descuentos o retenciones sobre
retribuciones salariales, aquellas instituciones o empresas que cuenten con
autorización legal. Existen dos condiciones adicionales: (i) que el descuento
ordenado refiera a operaciones (garantía, consumo, etc.), por las cuales la ley
las habilita a comunicar retenciones; y (ii) que se respete el límite de retención
que la respectiva ley los autoriza (ej., 20% del salario)11.

5
Art. 5º.
6
Art. 3º.
7
Decreto 429/004, art. 3º.
8
Decreto 429/004, art. 3º.
9
Decreto 429/004, art. 2º, inciso 3º.
10
Ley 17.829, art. 3º, en la redacción dada por la ley 18.083, de 27.12.2006, art. 107.
11
Ley 17.829, art.6º y Decreto 429/004, art. 5º.
El universo de potenciales acreedores de los trabajadores, que cuentan
con autorización legal para ordenar retenciones, es amplísimo. Resultaría muy
fatigoso para las empresas o instituciones que tienen que efectuar las
retenciones sobre los salarios, verificar si quien ordena la retención tiene
autorización legal para hacerlo y si está respetando el límite que le estableció la
ley respectiva.
En la práctica, y para evitar estas demoras, las instituciones y empresas
que ordenan retenciones, incluyen en su comunicación, el texto de la o las
normas legales que las habilitan a ordenar la retención, con indicación de su
respectivo límite. En la ley se exige que la institución que está habilitada para
realizar, por ejemplo, operaciones de garantía de alquileres y de consumo,
debe especificar cuáles son las sumas que corresponden a alquileres y cuáles
las que corresponden a otras operaciones12.
La ley en forma rígida estableció que ninguna empresa podrá efectuar
retenciones salariales sin autorización legal. Esto significa que la empresa sólo
puede hacer descuentos del salario, cuando la empresa o institución que le
comunica la orden de retención cuenta con autorización legal.
El Decreto flexibiliza esta disposición y entiende que se puede retener del
salario, cuando sea autorizada por la legislación. Con esto, se da entrada a que
el convenio colectivo o el laudo del Consejo de Salarios puedan contener
retenciones sobre salarios13. De esta forma se trató de alinear la ley 17.829,
con el Convenio No. 95 OIT. Este Convenio permite el descuento de los
salarios si hay una ley, un convenio colectivo o un laudo arbitral14.
2. Consentimiento del trabajador
La ley establece que las retenciones sobre los haberes salariales pueden
hacerse siempre que el trabajador otorgue su consentimiento expreso. Se
exceptúan de este requisito, aquellas retenciones ordenadas por juez
competente y las retenciones que ya existían con anterioridad a la vigencia de
la ley 17.82915.
Las instituciones y empresas que tienen autorización legal para ordenar
retenciones, deben hacer constar en la respectiva comunicación de descuento,
que cuentan con el consentimiento expreso del trabajador. Esta autorización
escrita del trabajador deben conservarla hasta que se mantenga vigente la
operación que la generó16.
IV. RANKING DE ACREEDORES
1. Procedimiento previo de cálculo
La ley pone a cargo de la empresa la responsabilidad de administrar las
retenciones sobre las partidas salariales. La norma establece un programa que
consta de varias etapas, que consisten en:
(i) calcular la partida salarial nominal y sobre ella aplicarle las
retenciones por IRPF y contribuciones de seguridad social. De esta
forma se obtiene un líquido de la partida salarial. Estas retenciones
tributarias tienen absoluta prioridad sobre el resto de los

12
Decreto 429/004, art. 5º.
13
Decreto 429/004, art. 1º.
14
Art. 8º.
15
Ley 17.829, art. 5º y Decreto 429/004, art. 4º, incisos 1º y 2º.
16
Decreto 429/004, art. 4º, inciso final.
acreedores;
(ii) separar un 30% del líquido, que no puede ser afectado a
retenciones;
(iii) considerar todas las órdenes de retención que tiene el trabajador y
proceder a ordenarlas en base a un ranking que establece la ley;
(iv) aplicar las retenciones sobre el 70% de la partida salarial líquida
según el orden establecido en la ley.
2. El orden de los acreedores
En mérito a que el trabajador puede tener muchas retenciones, que
pueden dar lugar a que el 70% del líquido de la partida salarial no alcance para
cumplir con todas, la ley establece un ranking de prioridad entre los
acreedores.
El art. 1º de la ley 17.829 estableció originalmente un ranking, el que fue
sucesivamente modificado. Cada ordenante de retención quería posicionarse
en el lugar más alto y por ello bregaba para que se modificara el ranking. Tan
es así que la norma tuvo cuatro modificaciones. La última redacción del art. 1º
de la ley mencionada, fue dada por la ley 18.358, de 26 de septiembre de 2008,
art. 1º.
A continuación, enumeramos el orden actual para efectuar las retenciones,
dispuesto por la norma mencionada en último término:
2.1: Primer lugar: pensiones alimenticias
En el primer lugar, se ubicó a las retenciones dispuestas por Juez
competente destinadas a servir pensiones alimenticias.
La regla general es que el juez puede ordenar una retención de hasta la
tercera parte de la remuneración. En el caso de pensiones alimenticias a favor
de menores e incapaces servidas por sus ascendientes, el juez puede afectar
hasta el 50%17. En este caso, el Juez ponderará el porcentaje a aplicar en
función del número de hijos y sus necesidades18.
En general, los oficios que ordenan este tipo de retenciones no son muy
precisos respecto a los conceptos que deben ser afectados por las retenciones.
En principio, la norma establece que pueden ser afectadas con la retención,
“las remuneraciones por cualquier concepto”19. Por tanto, sólo pueden ser
afectados los rubros de naturaleza salarial.
Dado que la empresa como agente de retención puede tener dudas, lo
aconsejable es realizar la retención en forma preventiva y hacer la consulta al
Juez ordenante de la retención. Una vez que obtenga la respuesta, entregará el
importe retenido a quien el juez le ordene.
Pero esta regla general tiene una excepción. Cuando la retención por
pensión alimenticia sea destinada a menores de edad, la norma especial
establece que recae sobre “todo ingreso de cualquier naturaleza, periódico o
no, originado en la relación laboral…”. Y luego agrega que “Cuando los viáticos
no están sujetos a rendición de cuentas, se computarán a los efectos de la
pensión alimenticia en un 35%”20. Por tanto, se amplía la base de cálculo de la

17
Art. 381.1 del Código General del Proceso (CGP).
18
Ley 17.823 (Código de la Niñez y de la Adolescencia), art. 59.
19
Art. 381.1, inciso 1º, del CGP.
20
Código de la Niñez y de la Adolescencia, art. 58, inciso 1º.
retención, incluyendo cualquier partida, sea salarial o indemnizatoria. Por
fortuna, los oficios judiciales incluyen el texto de esta norma, lo que facilita la
tarea de la empresa.
2.2: Segundo lugar: alquileres garantidos
En el segundo lugar se ubican las retenciones ordenadas por instituciones
que prestan el servicio de garantía de alquileres. Los más conocidos y
extendidos en la plaza son los prestados por la Contaduría General de la
Nación y por ANDA. Estos dos servicios se crearon por ley en la década del
treinta y habilitan a retener hasta un 40% del salario del trabajador.
Existen otros servicios de garantía de alquileres más específicos para
afiliados a determinadas Cooperativas. Estas instituciones también fueron
habilitadas por ley a dar este servicio, además de las operaciones de consumo.
El porcentaje de retención sobre el salario, sumando ambas operaciones, no
puede exceder del 50%.
Sin dudas que fueron leyes de otra época, que ahora se enfrentan con que
el trabajador debe disponer libremente de un 30% de su líquido. Por tanto, con
el 70% del salario líquido restante, el trabajador debe afrontar una retención de
alquileres. Si ésta alcanza hasta el tope autorizado (por ejemplo, 40%), queda
muy poco margen para que el trabajador asuma otras deudas con afectación
del salario.
2.3: Tercer lugar: cuota sindical
En tercer lugar, se incrusta a la cuota sindical como una retención con un
lugar más que preferente en el ranking. Esta ubicación ya estaba en la ley
17.940 sobre fuero sindical y se ahora se mantiene. El único fin es asegurar
que las arcas de los sindicatos no se desfinancien por la preferencia de los
descuentos de otros acreedores. Dado el lugar que se reservó para la cuota
sindical, es difícil que no se pueda cumplir con este descuento.
2.4: Cuarto lugar: créditos sociales del Banco República
En cuarto lugar, se ubica a los créditos sociales otorgados por la División
Crédito Social del Banco de la República. Esta operación crediticia tiene una
antigüedad de más de cien años y tiene una aceptación muy extendida entre
los trabajadores públicos y privados, así como en los sectores pasivos. En
muchos casos, la facilidad para acceder a este crédito ha llevado a que existan
situaciones de crónico endeudamiento del trabajador con el Banco.
2.5: Quinto lugar: operaciones con el Banco Hipotecario del Uruguay
En quinto lugar, la norma coloca a los créditos del Banco Hipotecario del
Uruguay por operaciones realizadas por el trabajador con dicho Banco. La ley
otorga al BHU una autorización genérica para ordenar retenciones, sin
especificar las operaciones que están comprendidas. Esto es altamente
inconveniente y coloca al resto de los acreedores en una situación de
desventaja.
2.6: Sexto lugar: seguros de vida colectivos
En sexto lugar, están las retenciones ordenadas por el Banco de Seguros
del Estado u otras compañías de seguros, siempre que se refieran a primas por
la contratación de seguros de vida colectivos.
2.7: Séptimo lugar: cuota de afiliación por servicios médicos
En séptimo lugar, se ubican las cuotas de afiliación del funcionario público
en instituciones de asistencia médica colectiva u otras instituciones de
asistencia médica en régimen de prepago. El funcionario en forma expresa
debe solicitar al Organismo que se le retenga esta cuota de su salario.
Con la entrada en vigencia del Sistema Nacional Integrado de Salud, la
posibilidad de este descuento quedó reducida al caso que el funcionario público
esté afiliado a una institución médica en régimen de prepago. En este caso, el
importe a retener será la diferencia entre la cuota de afiliación y lo que paga el
Fondo Nacional de Salud a esta institución, de acuerdo a la cápita
preestablecida.
2.8: Octavo lugar: otros créditos
En octavo lugar, la norma ubicó a otras instituciones que no están en la
lista anterior, pero que cuentan con una ley para disponer retenciones sobre
salarios. Esta retención debe referirse a una operación que la ley le autorizó a
realizar. Además, debe respetar el porcentaje máximo de retención (por
ejemplo, 20% o el que fuere según la ley respectiva)21.
En general se trata de Cooperativas que por ley están autorizadas a
realizar operaciones de consumo con sus afiliados y en base a ellas, ordenan
retenciones sobre salarios, previo consentimiento del empleado.
Cabe destacar que el Decreto coloca en este mismo rango, a los embargos
legalmente autorizados, dispuestos por juez competente22.
En el caso que concurran varias instituciones, la prioridad está dada por la
antigüedad en que la institución hizo valer su derecho a retener, en cada
empresa que oficie de agente de retención23.
Para realizar este ranking, debe tomarse la fecha en que cada institución
habilitada a retener, haya comenzado a operar con la empresa que tiene que
realizar la retención. En caso que concurra más de un crédito en un mismo
nivel de prioridad, prevalecerá la operación comunicada con anterioridad a la
empresa obligada a retener24.
El Decreto aclara que cuando no sea posible determinar la antigüedad
entre los diferentes acreedores que hicieron valer su derecho a retener, la
empresa obligada a retener puede solicitar a los acreedores, una declaración
jurada en la que conste dicha antigüedad25.
2.9: Noveno lugar: descuentos voluntarios
En noveno y último lugar están los descuentos voluntarios. Son aquellas
órdenes de retención comunicadas por el trabajador a la empresa, para que le
pague a un tercero. Se trata de obligaciones que contrae el trabajador con
otros acreedores que no tienen autorización legal para ordenar retenciones
sobre salarios. El trabajador consiente en forma expresa este descuento. La
empresa retiene el importe respectivo y luego paga al tercero.
El Decreto establece como principio general que cuando no exista norma
expresa que lo imponga, la empresa no estará obligada a efectuar las
retenciones que les ordene el trabajador para pagar a terceros. El trabajador

21
Ley 17.829, art. 6º y Decreto 429/004, art. 1º.
22
Decreto 429/004, art. 7º.
23
Ley 17.829, art. 2º.
24
Decreto 429/004, art. 7º.
25
Decreto 429/004, art. 7, inciso final.
puede revocar esta autorización de retención en cualquier momento26.
El Decreto permite estas retenciones bajo ciertas condiciones: a) debe
respetarse el mínimo del 30% de libre disposición del salario; b) deben
satisfacerse los créditos que tienen una preferencia anterior al descuento
voluntario, según el ranking legal que analizamos; c) que se trate de
descuentos que se venían realizando con anterioridad a la vigencia de la ley
17.829. En la práctica, estos descuentos se siguen realizando en forma
pacífica, aún cuando sean de fecha posterior a la ley; d) que estos descuentos
redunden en un beneficio directo para el trabajador o su familia27.
V. CONSTANCIA DE INGRESOS
En caso que el trabajador solicite a la empresa una constancia de sueldo o
ingresos para realizar una operación crediticia, la norma establece el contenido
obligatorio que deberá tener la misma.
En la constancia se deberá indicar el sueldo nominal, los aportes
personales e impuestos, el sueldo líquido resultante, las retenciones
permanentes autorizadas por el trabajador con identificación del acreedor, otras
retenciones autorizadas y las pendientes de cumplimiento, el importe líquido
recibido en los últimos tres meses, identificación de la institución destinataria de
la constancia, fecha y firma del habilitado a emitir el documento28.
En el documento se deberá dejar constancia al final el siguiente texto:
“Conforme se establece en diversas leyes que confieren autorización a una
serie de cooperativas de consumo para operar con retenciones de salarios, se
señala que ningún afiliado podrá operar simultáneamente sobre el mismo rubro
en más de una institución”29.
VI. FORMA DE PAGO DEL SALARIO
Finalmente, el Decreto establece que el pago del salario debe hacerse
directamente al trabajador. En caso que el trabajador preste su consentimiento,
el pago debe hacerse mediante transferencia a una cuenta bancaria a su
nombre. Esta operación no debe significar ningún costo para el trabajador30.
Esta última, es la modalidad de pago más utilizada en nuestras prácticas
laborales.

26
Decreto 429/004, art. 8º, inciso primero.
27
Decreto 429/004, art. 8, inciso segundo.
28
Decreto 429/004, art. 9º.
29
Decreto 429/004, art. 9º, inciso final.
30
Decreto 429/004, art. 2º, inciso final.

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