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Las regulaciones del derecho privado, en general, las encontramos en el código civil y
en el código de comercio, principalmente, y en las normas que complementan o modifican
estos cuerpos normativos, el primera data del año de 1887 y el segundo de 1971.
En general el código civil comprende las disposiciones legales sustantivas que
determinan especialmente los derechos de los particulares, por razón del estado de las
personas, de sus bienes, obligaciones, contratos y acciones civiles; por lo tanto, los
particulares en sus relaciones de derecho privado, quedan sometidos a él como derecho civil
nacional, campo de aplicabilidad contenido en los tres primeros artículos de este estatuto.
Pero no todas las relaciones de los particulares son reguladas exclusivamente por la ley
civil, por cuanto el código de comercio señala que los comerciantes y los asuntos mercantiles
se regirán por las disposiciones de la ley comercial, y los casos no regulados expresamente
en ella serán decididos por analogía de las mismas normas mercantiles y en cuanto a las
cuestiones comerciales que no pudieren regularse conforme a la regla anterior, se aplicarán
las disposiciones de la legislación civil; de esa manera, en cuanto a la aplicación general se
integran los dos estatutos, acudiendo al principio de la analogía, tal como se desprende de los
primeros artículos de este código. La anterior apreciación nos muestra, como se presenta una
especie de dicotomía de orden normativo que nos invita a una posterior reflexión sobre este
punto.
En síntesis, el código de comercio se aplica:
• A quienes tienen la calidad de comerciantes, es decir aquellas personas que
profesionalmente se ocupan en algunas de las actividades que la ley considera
mercantiles. Para todos los efectos legales se presume que es comerciante la
persona que se encuentre inscrita en el registro mercantil, cuando tenga un
establecimiento de comercio abierto o cuando se anuncie al público por
cualquier medio como comerciante.
• A los asuntos mercantiles en que intervengan comerciantes o no comerciantes.
• A las personas que ejecutan ocasionalmente operaciones mercantiles, que sin
considerarse comerciantes, quedan sujetos en cuanto a dichas operaciones a las
normas comerciales. (Artículo 11 código de comercio)
• Cuando se celebra un acto que es mercantil para una de las partes y no para la
otra se le aplica la ley mercantil (Articulo 22 código de comercio).
En síntesis en la materia que nos ocupa hay una integración de normas del derecho
privado, que nos obligan a manejar las disposiciones del código civil y del código de
comercio como un sistema normativo, de tal manera , que a las personas particulares, en sus
relaciones de derecho privado les aplicamos, en lo referente a las obligaciones y de los
contratos las reglas que trae sobre el particular el código civil , sin embargo cuando estos
son comerciantes o personas que ejecuten ocasionalmente operaciones mercantiles, que no
se considerarán comerciantes, pero estarán sujetas a las normas comerciales en cuanto a
dichas operaciones o celebran actos de comercio les aplicamos respecto de estos, las normas
mercantiles especiales que establezcan regulaciones diferentes a las contenidas en la
legislación civil.
Conforme al código de comercio se consideran como mercantiles para todos los efectos
legales, las siguientes:
1) La adquisición de bienes a título oneroso con destino a enajenarlos en igual forma,
y la enajenación de los mismos;
2) La adquisición a título oneroso de bienes muebles con destino a arrendarlos; el
arrendamiento de los mismos; el arrendamiento de toda clase de bienes para subarrendarlos,
y el subarrendamiento de los mismos;
3) El recibo de dinero en mutuo a interés, con garantía o sin ella, para darlo en préstamo,
y los prestamos subsiguientes, así como dar habitualmente dinero en mutuo a interés;
4) La adquisición o enajenación, a título oneroso, de establecimientos de comercio, y
la prenda, arrendamiento, administración y demás operaciones análogas relacionadas con los
mismos;
5) La intervención como asociado en la constitución de sociedades comerciales, los
actos de administración de las mismas o la negociación a título oneroso de las partes de
interés, cuotas o acciones;
6) El giro, otorgamiento, aceptación, garantía o negociación de títulos valores, así como
la compra para reventa, permuta, etc., de los mismos;
7) Las operaciones bancarias, de bolsas, o de martillos;
8) El corretaje, las agencias de negocios y la representación de firmas nacionales o
extranjeras;
9) La explotación o prestación de servicios de puertos, muelles, puentes, vías y campos
de aterrizaje;
10) Las empresas de seguros y la actividad aseguradora;
11) Las empresas de transporte de personas o de cosas, a título oneroso, cualesquiera
que fueren la vía y el medio utilizados;
12) Las empresas de fabricación, transformación, manufactura y circulación de bienes;
LAS OBLIGACIONES EN EL ORDENAMIENTO JURIDICO
MATERIAL DE ESTUDIO PARA EL CURSO DE OBLIGACIONES
Debe entenderse que la enunciación que hace el código de comercio, sobre actos
mercantiles y no mercantiles, no es limitativa, sino declarativa y en ese sentido no constituyen
una camisa de fuerza para el intérprete.
De igual forma cuando una persona no comerciante celebra un acto mercantil con un
comerciante se somete a la ley mercantil (artículo 22 del código de comercio).
LAS OBLIGACIONES EN EL ORDENAMIENTO JURIDICO
MATERIAL DE ESTUDIO PARA EL CURSO DE OBLIGACIONES
A las personas que tienen la calidad de comerciantes y a los asuntos mercantiles se les
aplica en principio la ley mercantil; entendiéndose en materia de obligaciones y contratos
como ley mercantil la regulación general que trae el código civil sobre la materia y las
disposiciones especiales que sobre el punto trae el código de comercio; tal como lo dispone
el artículo 822 y no habiendo regulación en ninguno de los dos ordenamientos, se acude a la
analogía primero de las normas mercantiles y subsidiariamente a las del código civil en otros
aspectos diferentes.
En ultimas los dos estatutos del derecho privado se integran y complementan en esta
materia formando un sistema normativo, las normas del código civil le son aplicables a las
obligaciones mercantiles por la remisión directa que hace este estatuto en el artículo 822 y
las normas del código de comercio se pueden aplicar por analogía a las obligaciones y
contratos que regula el código civil.
En nuestro concepto con las disposiciones del código de comercio, acudiendo a la labor
integradora a que hemos venido haciendo referencia, se complementaron y actualizaron hasta
cierto punto las regulaciones del código civil, en relación con algunos aspectos que en su
lugar del desarrollo de esta obra analizaremos con más detenimiento , entre los cuales
destacamos, lo referente a la complementación de las fuentes de las obligaciones contenida
en el artículo 1494 del código civil, con la consagración del abuso del derecho( Articulo 830)
el enriquecimiento sin causa ( Articulo 831 ) la regulación de negocios jurídicos unilaterales
como la oferta( Articulo 845 y siguientes) la responsabilidad civil precontractual ( Articulo
863) la ampliación de la noción de contrato ( Articulo 864) esto unido a otros aspectos que
miraremos en nuestro estudio integral. Pero lo anterior de ninguna manera resuelve las
deficiencias e inconvenientes que existen en nuestro ordenamiento razón por la cual
consideramos que es necesaria una unificación de la legislación, con lo cual además se
aprovecharía para ponernos a tono con los cambios consagrados en los principios fundantes
del estado social de derecho previstos en la constitución de 1991 y el desarrollo del derecho
privado contemporáneo.
De otra parte, con el desarrollo del derecho de consumo y las normas protectoras del
consumidor se han experimentado cambios fundamentales en el ámbito contractual y en el
derecho de obligaciones, que corresponden a todo un movimiento renovador sobre el tema
en Europa a mediados de los años 80. En nuestro ordenamiento dentro del contexto de la
constitucionalización del Derecho Privado, se garantiza la protección del consumidor desde
la Constitución, a partir de la norma contenida en el artículo 78 de la Constitución Política
de Colombia que señala: “la ley regulará el control de calidad de bienes y servicios ofrecidos
y prestados a la comunidad, así como la información que debe suministrarse al público en su
comercialización. Serán responsables, de acuerdo con la ley, quienes en la producción y en
la comercialización de bienes y servicios, atenten contra la salud, la seguridad y el adecuado
aprovisionamiento a consumidores y usuarios.” En desarrollo de esta norma se expide la Ley
1480 de 2011, Estatuto del Consumidor, que entró en vigencia el 12 de abril de 2012.
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