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CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO.

DE SILVESTRI SAADE 1

P R I M E R A PA RT E
MATERIAL EN ELABORACION

C O N F E R E N C I A S D E C O N T R AT O S
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 2

TABLA DE CONTENIDO

UNIDAD PREVIA AL ESTUDIO DE LOS CONTRATOS ..........................................................3

1. ASPECTOS GENERALES .......................................................................................................3


1. UBICACIÓN DEL TEMA EN NUESTRO ORDENAMIENTO JURIDICO. ......................3

2. NEGOCIOS JURIDICOS .........................................................................................................9

2.1 GENERALIDADES .....................................................................................................................9


3. CONCEPTO ..........................................................................................................................10
4. PRESUPUESTOS O CONDICIONES DE EXISTENCIA DEL NEGOCIO JURIDICO ....11
5. INEFICACIA DE LOS NEGOCIOS .....................................................................................13
6. LA INEFICACIA EN EL CODIGO DE COMERCIO..........................................................14
7. LA INOPÒNIBILIDAD ........................................................................................................14
8. EFECTOS DE LA INOPONIBILIDAD: ...........................................................................15
9. ELEMENTOS O CONDICIONES ESENCIALES PARA LA VALIDEZ DEL NEGOCIO
JURÍDICO .....................................................................................................................................16
1. PLANTAEMIENTO DEL PUNTO EN LA DOCTRINA.................................................16

CAPITULO II EL CONTRATO ..........................................................................................18


2. NOCION ................................................................................................................................18
3. CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS .........................................................................18
POR LOS RASGOS COMUNES ..............................................................................................18
POR SUS EFECTOS ...................................................................................................................19
POR SU PERFECCIONAMIENTO ..............................................................................................20
POR EL EQULIBRIO Y CERTIDUMBRE PRESTACIONAL .............................................21
POR SUS RELACIONES RECIPROCAS ................................................................................21
POR SU DESARROLLO ............................................................................................................22
POR SU CONSAGRACIÓN LEGAL ........................................................................................23
POR EL GRADO DE PARTICIPACIÓN EN EL CONVENIO .............................................23
POR SU MATERIA .....................................................................................................................23
4. ELEMENTOS DE LOS CONTRATOS ................................................................................24

CAPITULO III ETAPAS PREVIAS Y LOS CONTRATOS PREVIOS O PRELIMINARES


...........................................................................................................................................................25

3.1 Promesa de celebrar contrato .....................................................................................................25


PROMESA BILATERAL DE CONTRATO ............................................................................26
PROMESA DE CONTRATO MERCANTIL ...............................................................................27
PACTO DE PREFERENCIA .....................................................................................................30
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PRESENTACION

Este material corresponde a unas conferencias en elaboración, para que sirva como una guía inicial
de estudio a los estudiantes de contratos, la primera parte se refiere a la teoría general de los
contratos y en ella se recogen algunas consideraciones previas al inicio del análisis de cada una de
los tipos contractuales que abordaremos en el desarrollo del curso, en este documento no se agostan
todas las consideraciones sobre los temas, es solo un inicio didáctico, por lo cual, es labor del
estudiante investigar y completar acudiendo a la doctrina nacional y extranjera y a la jurisprudencia
nacional.

UNIDAD PREVIA AL ESTUDIO DE LOS CONTRATOS

1. ASPECTOS GENERALES

1. UBICACIÓN DEL TEMA EN NUESTRO ORDENAMIENTO JURIDICO.


Comprende el objeto de nuestro estudio las obligaciones y los contratos en el derecho privado; las
regulaciones del derecho privado, en general, las encontramos en el código civil y en el código de
comercio, principalmente, y en las normas que complementan o modifican estos cuerpos normativos,
el primera data del año de 1887 y el segundo de 1971.

En general el código civil comprende las disposiciones legales sustantivas que determinan
especialmente los derechos de los particulares, por razón del estado de las personas, de sus bienes,
obligaciones, contratos y acciones civiles; por lo tanto los particulares en sus relaciones de derecho
privado, quedan sometidos a él como derecho civil nacional, campo de aplicabilidad contenido en los
tres primeros artículos de este estatuto.

Pero no todas las relaciones de los particulares son reguladas exclusivamente por la ley civil, por
cuanto el código de comercio señala que los comerciantes y los asuntos mercantiles se regirán por
las disposiciones de la ley comercial, y los casos no regulados expresamente en ella serán decididos
por analogía de las mismas normas mercantiles y en cuanto a las cuestiones comerciales que no
pudieren regularse conforme a la regla anterior, se aplicarán las disposiciones de la legislación civil;
de esa manera, en cuanto a la aplicación general se integran los dos estatutos, acudiendo al principio
de la analogía, tal como se desprende de los primeros artículos de este código. La anterior apreciación
nos muestra, como se presenta una especie de dicotomía de orden normativo que nos invita a una
posterior reflexión sobre este punto.

En síntesis, el código de comercio se aplica:

• A quienes tienen la calidad de comerciantes, es decir aquellas personas que


profesionalmente se ocupan en algunas de las actividades que la ley considera
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mercantiles. Para todos los efectos legales se presume que es comerciante la persona
se encuentre inscrita en el registro mercantil, cuando tenga un establecimiento de
comercio abierto o cuando se anuncie al público por cualquier medio como
comerciante.

• A los asuntos mercantiles en que intervengan comerciantes o no comerciantes.

• A las personas que ejecutan ocasionalmente operaciones mercantiles, que sin


considerarse comerciantes, quedan sujetos en cuanto a dichas operaciones a las normas
comerciales. (Artículo 11 código de comercio)

• Cuando se celebra un acto que es mercantil para una de las partes y no para la otra se
le aplica la ley mercantil (Articulo 22 código de comercio).

En lo referente al caso específico de las obligaciones y los contratos, esta materia está regulada en el
código civil, en el libro cuarto, que acoge orientaciones de la doctrina tradicional francesa plasmada
en el código de Napoleón. Con la vigencia del código de comercio, que es influenciado por el código
civil italiano, se sustrajo por vía general algunas relaciones de particulares, como se indicó en líneas
anteriores, de la regulación del código civil, sin establecer derogatorias de la vigencia de este, pero
en lo atinente a las obligaciones y los contratos, por el contrario, incorporó sus reglas, a la ley
mercantil con la remisión directa que hace en el artículo 822.

El código de comercio trae una remisión expresa a la aplicación de las normas del código civil, sobre
el punto, a las relaciones mercantiles en el artículo citado, que es del siguiente tenor: ” Los principios
que gobiernan la formación de los actos y contratos y las obligaciones de derecho civil, sus efectos,
interpretación, modo de extinguirse, anularse o rescindirse, serán aplicables a las obligaciones y
negocios jurídicos mercantiles, a menos que la ley establezca otra cosa. La prueba en derecho
comercial se regirá por las reglas establecidas en el Código de Procedimiento Civil, salvo las reglas
especiales establecidas en la ley “. De la norma en comento se desprende que lo dispuesto en la
normatividad del código civil y normas que lo adicionan y complementan , es igualmente aplicable a
los contratos y obligaciones mercantiles en todo aquello que no haya sido regulado de manera especial
en el código de comercio.

No se trata de una aplicación por analogía, sino por remisión normativa, lo cual implica que esas
normas civiles pasaron a formar parte de la ley mercantil, sin que con ello se deseche la aplicación
analógica a que aluden los artículos 1 y 2 del estatuto mercantil.

Consecuente con lo antes expuesto, se considera que para efectos de aplicación normativa en las
obligaciones y contratos mercantiles, las disposiciones del código civil se consideran mercantiles por
la remisión antes indicada, y ellas junto con las disposiciones especiales del código de comercio
formarían un bloque, en cuyo caso las reglas especiales del código de comercio se aplican
preferentemente a las normas del código civil en todo aquello en que establezcan una regulación
diferente; en los aspectos que este no regula se aplica la legislación civil.
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Ahora cuando se establece la aplicación analógica de normas, por vía general, por no existir una
regulación a la situación específica en la ley mercantil; conforme a las reglas establecidas en los
artículos 1 y 2 del código de comercio , en primer término hay que buscarla en la ley mercantil, es
decir la analogía interna, si no se encuentra solución por esta vía, se puede acudir a la costumbre
mercantil que tiene fuerza de ley con los condicionamientos del artículo 3 del código de comercio y
que prefiere en su aplicación a las normas del código civil, que conforme a lo previsto en el artículo
2 , son de aplicación subsidiaria.

Pero como hemos venido sosteniendo en líneas anteriores, el artículo 822 el código invoca la
aplicación de la ley civil de manera directa y no subsidiaria en lo que se refiere a los aspectos citados
de las obligaciones y los negocios mercantiles, estas normas están incorporadas a la legislación
mercantil y son por lo tanto parte de la ley mercantil, para los efectos de aplicabilidad de normas.

En síntesis en la materia que nos ocupa hay una integración de normas del derecho privado, que nos
obligan a manejar las disposiciones del código civil y del código de comercio como un sistema
normativo, de tal manera , que a las personas particulares, en sus relaciones de derecho privado les
aplicamos, en lo referente a las obligaciones y de los contratos las reglas que trae sobre el particular
el código civil , sin embargo cuando estos son comerciantes o personas que ejecuten ocasionalmente
operaciones mercantiles, que no se considerarán comerciantes, pero estarán sujetas a las normas
comerciales en cuanto a dichas operaciones o celebran actos de comercio les aplicamos respecto de
estos, las normas mercantiles especiales que establezcan regulaciones diferentes a las contenidas en
la legislación civil.

ACTOS Y OPERACIONES MERCANTILES

Conforme al código de comercio se consideran como mercantiles para todos los efectos legales, las
siguientes:

1) La adquisición de bienes a título oneroso con destino a enajenarlos en igual forma, y la enajenación
de los mismos;

2) La adquisición a título oneroso de bienes muebles con destino a arrendarlos; el arrendamiento de


los mismos; el arrendamiento de toda clase de bienes para subarrendarlos, y el subarrendamiento de
los mismos;

3) El recibo de dinero en mutuo a interés, con garantía o sin ella, para darlo en préstamo, y los
prestamos subsiguientes, así como dar habitualmente dinero en mutuo a interés;

4) La adquisición o enajenación, a título oneroso, de establecimientos de comercio, y la prenda,


arrendamiento, administración y demás operaciones análogas relacionadas con los mismos;

5) La intervención como asociado en la constitución de sociedades comerciales, los actos de


administración de las mismas o la negociación a título oneroso de las partes de interés, cuotas o
acciones;

6) El giro, otorgamiento, aceptación, garantía o negociación de títulos valores, así como la compra
para reventa, permuta, etc., de los mismos;
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7) Las operaciones bancarias, de bolsas, o de martillos;

8) El corretaje, las agencias de negocios y la representación de firmas nacionales o extranjeras;

9) La explotación o prestación de servicios de puertos, muelles, puentes, vías y campos de aterrizaje;

10) Las empresas de seguros y la actividad aseguradora;

11) Las empresas de transporte de personas o de cosas, a título oneroso, cualesquiera que fueren la
vía y el medio utilizados;

12) Las empresas de fabricación, transformación, manufactura y circulación de bienes;

13) Las empresas de depósito de mercaderías, provisiones o suministros, espectáculos públicos y


expendio de toda clase de bienes;

14) Las empresas editoriales, litográficas, fotográficas, informativas o de propaganda y las demás
destinadas a la prestación de servicios;

15) Las empresas de obras o construcciones, reparaciones, montajes, instalaciones u


ornamentaciones;

16) Las empresas para el aprovechamiento y explotación mercantil de las fuerzas o recursos de la
naturaleza;

17) Las empresas promotoras de negocios y las de compra, venta, administración, custodia o
circulación de toda clase de bienes;

18) Las empresas de construcción, reparación, compra y venta de vehículos para el transporte por
tierra, agua y aire, y sus accesorios, y

19) Los demás actos y contratos regulados por la ley mercantil.

Se tendrán así mismo como mercantiles todos los actos de los comerciantes relacionados con
actividades o empresas de comercio, y los ejecutados por cualquier persona para asegurar el
cumplimiento de obligaciones comerciales. (Artículos 20 y 21 del código de comercio)

No se consideran como mercantiles los siguientes:

1) La adquisición de bienes con destino al consumo doméstico o al uso del adquirente, y la


enajenación de los mismos o de los sobrantes;

2) La adquisición de bienes para producir obras artísticas y la enajenación de éstas por su autor;

3) Las adquisiciones hechas por funcionarios o empleados para fines de servicio público;

4) Las enajenaciones que hagan directamente los agricultores o ganaderos de los frutos de sus
cosechas o ganados, en su estado natural. Tampoco serán mercantiles las actividades de
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transformación de tales frutos que efectúen los agricultores o ganaderos, siempre y cuando que dicha
transformación no constituya por sí misma una empresa, y

5) La prestación de servicios inherentes a las profesiones liberales. ( Articulo 23 del código de


comercio)

Debe entenderse que la enunciación que hace el código de comercio, sobre actos mercantiles y no
mercantiles, no es limitativa, sino declarativa y en ese sentido no constituyen una camisa de fuerza
para el intérprete.

De igual forma cuando una persona no comerciante celebra un acto mercantil con un comerciante se
somete a la ley mercantil (artículo 22 del código de comercio).

A las personas que tienen la calidad de comerciantes y a los asuntos mercantiles se les aplica en
principio la ley mercantil; entendiéndose en materia de obligaciones y contratos como ley mercantil
la regulación general que trae el código civil sobre la materia y las disposiciones especiales que sobre
el punto trae el código de comercio; tal como lo dispone el artículo 822 y no habiendo regulación en
ninguno de los dos ordenamientos, se acude a la analogía primero de las normas mercantiles y
subsidiariamente a las del código civil en otros aspectos diferentes.

En ultimas los dos estatutos del derecho privado se integran y complementan en esta materia
formando un sistema normativo, las normas del código civil le son aplicables a las obligaciones
mercantiles por la remisión directa que hace este estatuto en el artículo 822 y las normas del código
de comercio se pueden aplicar por analogía a las obligaciones que regula el código civil.

En nuestro concepto con las disposiciones del código de comercio, acudiendo a la labor integradora
a que hemos venido haciendo referencia, se complementaron y actualizaron hasta cierto punto las
regulaciones del código civil, en relación con algunos aspectos que en su lugar del desarrollo de esta
obra analizaremos con más detenimiento , entre los cuales destacamos, lo referente a la
complementación de las fuentes de las obligaciones contenida en el artículo 1494, con la consagración
del abuso del derecho( Articulo 830) el enriquecimiento sin causa ( Articulo 831 ) la regulación de
negocios jurídicos unilaterales como la oferta( Articulo 845 y siguientes) la responsabilidad civil
precontractual ( Articulo 863) la ampliación de la noción de contrato ( Articulo 864) esto unido a
otros aspectos que miraremos en nuestro estudio integral.

Pero en el anterior análisis de la aplicación normativa deben tenerse en cuenta, los siguientes aspectos
de gran importancia: La constitucionalización del derecho privado, la vigencia de tratados
internacionales y la aplicación del bloque de constitucionalidad y el impacto del derecho de consumo
en las relaciones contractuales.

A partir de la vigencia de la Constitución de 1991, se ha experimentado una transformación en el


sistema jurídico nuestro, con la llamada constitucionalización del derecho en general y del derecho
privado en particular, siendo este uno de los asuntos más importantes para quienes nos dedicamos al
estudio del derecho privado y para los encargados de administrar justicia, es innegable como la
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actividad de la Corte Constitucional y de los jueces constitucionales, en relación con los controles
constitucionales y la protección de los derechos fundamentales ha tenido incidencia en la
consolidación del llamado estado social de derecho, con inclusión de todas las ramas del derecho.

La constitucionalización del derecho, en términos comunes, no es otra cosa que admitir la supremacía
de las normas constitucionales, sobre el ordenamiento legal del estado colombiano, debiendo en
consecuencia este ajustarse en su interpretación y aplicación a la norma constitucional, tal como lo
consagra el artículo 4 de la constitución, de tal forma que en todo caso de incompatibilidad entre la
Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales. Lo
anterior se materializa en la defensa judicial de la constitución a través de los llamados control
concentrado y abstracto y control difuso y concreto, que ejercen los jueces Constitucionales y en
algunos casos los operadores judiciales que actuando en el marco de sus competencias ordinarias
consideran inaplicable una norma a un caso particular por violar el precepto superior. Lo anterior
enmarcado en un Estado Social de Derecho implica el respeto a los derechos y garantías
fundamentales que consagra la norma superior en favor de los ciudadanos.

Pero el fenómeno no se reduce solo a los controles, sino que se concreta con normas contenidas en la
misma constitución que tocan aspectos atinentes o relacionados lo algunos denominan derecho
privado constitucional ( Lafont Pianeta Pedro. Manual de derecho privado contemporáneo) lo cual
nos lleva a pensar que mirado de manera integral no solo existe un derecho privado legislado, valga
decir código civil y código de comercio y disposiciones legales complementarias o relacionadas, sino
también normas constitucionales que por contenido tienen que ver con el derecho privado legislado
y con instituciones contempladas en la constitución como la persona, la familia, la libertad, la
igualdad, la propiedad , la responsabilidad .

Con la globalización de la economía es cada día más creciente la necesidad de que el Estado
Colombiano suscriba convenios internacionales con otros estados, los cuales al ser aprobados por el
congreso de la Republica se incorporan al Derecho interno de la nación y en consecuentemente las
normas del código civil y del código de comercio quedan sometidos a ellos en cuanto a su aplicación
y en otros casos formando parte del bloque de constitucionalidad (Articulo 94).

De otra parte, con el desarrollo del derecho de consumo y las normas protectoras del consumidor se
han experimentado cambios fundamentales en el ámbito contractual y en el derecho de obligaciones,
que corresponden a todo un movimiento renovador sobre el tema en Europa a mediados de los años
80. En nuestro ordenamiento dentro del contexto de la constitucionalización del Derecho Privado, se
garantiza la protección del consumidor desde la Constitución, a partir de la norma contenida en el
artículo 78 de la Constitución Política de Colombia que señala: “la ley regulará el control de calidad
de bienes y servicios ofrecidos y prestados a la comunidad, así como la información que debe
suministrarse al público en su comercialización. Serán responsables, de acuerdo con la ley, quienes
en la producción y en la comercialización de bienes y servicios, atenten contra la salud, la seguridad
y el adecuado aprovisionamiento a consumidores y usuarios.” En desarrollo de esta norma se expide
la Ley 1480 de 2011, Estatuto del Consumidor, que entró en vigencia el 12 de abril de 2012.
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2. NEGOCIOS JURIDICOS

2.1 GENERALIDADES
Diversos análisis se hacen en la doctrina para llegar al concepto de negocio jurídico; La doctrina
Alemana, principalmente y con ella algunos ilustres doctrinantes nuestros, denomina actos jurídicos
a los hechos jurídicos voluntarios partiendo del criterio que el hecho jurídico representa toda conducta
humana, lícita o ilícita, voluntaria o involuntaria.1

Los hechos jurídicos, son hechos de la vida de las personas, que la ley a dotado de eficacia jurídica;
verbigracia el nacimiento de una persona, el cumplir 18 años, la muerte. En una concepción amplia
es toda conducta humana capaz de dar nacimiento, modificar, transmitir o extinguir un derecho
subjetivo o un estado o situación.

Los hechos jurídicos comprenden dos categorías: Los hechos jurídicos voluntarios y los hechos
jurídicos involuntarios; los primeros se imputan a la voluntad de las personas por ejemplo; el contrato,
el testamento etc. Los segundos se atribuyen al sujeto de derecho sin tener en cuenta la intervención
de su voluntad por ejemplo: el nacimiento, la muerte etc.

Los hechos jurídicos voluntarios se subdividen en: Hechos voluntarios lícitos, verbigracia el contrato
y hechos voluntarios ilícitos, verbigracia el delito.

El acto jurídico vendría siendo una categoría especial del genero hecho jurídico, aquellos que son
imputables a la voluntad de las personas y son a su vez de dos clases, lícitos o conformes a derecho e
ilícitos o contrarios a derecho. Los actos jurídicos lícitos comprenden: las declaraciones de voluntad,
denominadas negocios jurídicos y los actos lícitos que no son negocios jurídicos, a los cuales el autor
alemán ENNECCRUS llamaba actos de derecho2, por ejemplo la constitución de domicilio
(Articulo76 código civil). .

Entre los juristas franceses muy seguidos en nuestro medio, se emplea el término acto jurídico para
referirse a las declaraciones de voluntad o negocio jurídico, terminología que influye en nuestro
código Civil en similar sentido, como puede observarse por ejemplo, en los artículos 1502, 1547,
pero que también emplea el término negocio por ejemplo en los artículos 2142, 2145, 2146, 2147,
2160; en todo caso es generalizado entre nosotros hablar de acto jurídico en vez de negocio jurídico.
Para los partidarios de las teorías objetiva del negocio jurídico, entre los cuales contamos al profesor
Italiano Emilio Betti,3 y nuestro medio a Antonio Bohórquez Orduz, los hechos jurídicos son todos
los acontecimientos, naturales o comportamientos humanos, a los cuales la normatividad les atribuyen

1 VALENCIA ZEA ARTURO.oDderecho Civil .T.I

2ENNECCRUS. Citado por Valencia Zea Arturo. Derecho Civil Tomo I. Bogotá: Ed. Temis. 1984. p.
387.

3 Betti Emilio,op.cit.pag.
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consecuencias jurídicas, es decir son relevantes para el derecho; de esa generalidad los que son
comportamientos humanos, se denominan actos jurídicos, es decir, son supuestos de hecho previstos
por el derecho como comportamientos humanos con consecuencias jurídicas, estos actos, especie de
los hechos jurídicos pueden ser lícitos o ilícitos; tratándose de conductas humanas, el acto jurídico es
una especie de hecho jurídico que se caracteriza simplemente por ser un comportamiento humano.4

Aparte de las motivaciones semánticas, la distinción entre actos y negocios


reviste gran utilidad si se observa que el tratamiento que la ley da a unos y otros es bien diverso; así,
los actos jurídicos en sentido estricto no son susceptibles de nulidad o de resolución, etc., lo cual sí
resulta predicable de los negocios jurídicos.

La diferencia entonces entre el acto jurídico y el negocio jurídico, a más de la


evidente relación de género a especie, es que en los negocios siempre encontramos una disposición
de intereses particulares, en tanto que en el acto jurídico no siempre hallamos esa característica; así,
todos los negocios jurídicos son actos jurídicos, pero no todos los actos jurídicos se pueden calificar
como negocios jurídicos””5.

En el desarrollo de esta parte de nuestro trabajo utilizaremos el término negocio jurídico.

3. CONCEPTO

En general la consecuencia o efecto jurídico que se dispone con el negocio es el nacimiento,


modificación o extinción de un derecho subjetivo; Sin embargo no siempre la declaración de voluntad
tiene ese fin exclusivamente, en ocasiones se encamina también a establecer una situación o estado
jurídico, como ocurre por ejemplo con el reconocimiento de un hijo extramatrimonial, esto nos lleva
a
plantear un concepto más amplio cuando hablamos del efecto jurídico perseguido, que es el de
relación jurídica, en el sentido, que la consecuencia jurídica de la declaración de voluntad es crear,
modificar o extinguir una relación jurídica.

Entre los diversos autores podemos destacar las siguientes definiciones:

Alvaro Pérez Vives: "Es el que proviene de la manifestación de voluntad que produce consecuencias
jurídicas"6.

4 Bohórquez Orduz,Antonio.De lo negocios jurídicos en el Derecho privado


Colombiano.Vol.1.universidad Autonoma deBucaramanga. 1998.pag.8.
5 Bohórquez Orduz, Antonio. Op. Cit. Pag.10

6 PEREZ VIVES, Alvaro. Op. cit. p. 20.


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Arturo Valencia Zea define el negocio jurídico así: "Aquel hecho jurídico que contiene una o varias
declaraciones de voluntad de los particulares que, por si o unidos con otros requisitos, persiguen un
determinado efecto jurídico7.

Guillermo Ospina Fernández, lo define: "El acto o negocio jurídico es la manifestación de voluntad
directa y reflexivamente encaminada a producir efectos jurídicos"8.

Para el profesor italiano Emilio Betti, el negocio jurídico "Es el acto con el cual el individuo regula
para sí los intereses propios en las relaciones con otros (acto de autonomía privada), y al que el
derecho enlaza los efectos más conformes a la función económico-social que caracteriza su tipo"9.

Los conceptos anteriores recogen la corriente voluntarista clásica, escuela francesa, la de las
corrientes voluntaristas pandectistas(alemanas) y las objetivistas.

4. PRESUPUESTOS O CONDICIONES DE EXISTENCIA DEL NEGOCIO


JURIDICO

Para que una cosa exista es necesario que concurran los elementos estructurales de ella, que permitan
suponer su nacimiento.

Un negocio para lograr su existencia, requiere también de sus elementos; y su conceptualización varia
según se mire desde el punto de vista de las corrientes voluntarista u objetiva .

Nuestra ley civil, inspirada en la corriente voluntarista clásica, de la escuela francesa, no desarrolla
expresamente una teoría sobre la existencia o inexistencia de los contratos, pero si se llega a ello
teniendo en cuenta algunos preceptos legales y con base en las siguientes consideraciones:

Si miramos el Contrato en general, sin entrar a considerar la operación jurídica que se realiza podemos
deducir algunas conclusiones: a) Hay unos elementos que son esenciales para su nacimiento o para
que este se estructure; tales son: La voluntad (consentimiento), el objeto y la causa, siguiendo los
lineamientos de nuestro estatuto civil, en ese mismo sentido la ausencia de esos elementos llevaría a
plantear la inexistencia del negocio; a diferencia del consentimiento viciado, el objeto ilícito o la
causa ilícita que conducirían a la nulidad del mismo.

7 VALENCIA ZEA, Arturo. Op. cit. p. 388.

8 OSPINA FERNANDEZ, Guillermo y OSPINA ACOSTA, Eduardo. Teoría General de los Actos o
Negocios
Jurídicos. Bogotá: Ed. Temis. 1987. p. 18.

9 BETTI, Emilio. Teoria General del Negocio Jurídico. Madrid: Ed. Revista de Derecho Privado.
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En cuanto al consentimiento; si analizamos las causales de nulidad que señala nuestro Código Civil,
(articulo 1741) no encontramos la ausencia de este como causal, porque es lógico que el acto no
consentido es inexistente porque no logró su formación o perfeccionamiento.

De igual forma se consagra como causal de nulidad el objeto ilícito, pero no la ausencia de este, que
por supuesto hace el acto inexistente, en ese sentido se expresa el articulo 1870 del código civil.
Análisis similar miramos respecto a la ausencia de causa y a la causa ilícita.

b) Hay contratos en los cuales la ley para su perfeccionamiento, además de la concurrencia de los
elementos antes mencionados, exige una solemnidad o formalidad especial como un requisito ad-
sustantian actus, sin la cual en negocio no alcanza su existencia jurídica, ocurre ello en los llamados
Contratos Solemnes. Verbigracia la compra venta de un bien inmueble; casos en los cuales la
solemnidad se convierte en una condición de existencia y su omisión ocasionaría la inexistencia; esto
es fácilmente deducible del análisis principalmente de las siguientes normas: artículos 1500, 1501,
1760, 1457, 1857 Inc. 2o.

Ahora, si miramos el contrato que se pretende celebrar, de manera particular, es decir, una compra
venta, un arrendamiento etc. en cada una de estas figuras contractuales encontramos unos elementos
que los estructuran o los tipifican, son los llamados elementos esenciales conforme a la distinción que
hace el articulo 1501 de código civil , entre elementos de la esencia de la naturaleza y accidentales.
Esos elementos esenciales los distinguimos fácilmente en los contratos típicos o nominados tomando
la definición que el legislador ha hecho de cada uno de ellos; verbigracia; la compra venta el articulo
1849 del código civil la define así: "La compra venta es un contrato en que una de las partes se obliga
a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esta comprar. El dinero que el
comprador da por la cosa vendida se llama precio".

En armonía con el precepto anterior el articulo 1857 de la misma obra, Inc. 1o. señala una regla
general para el perfeccionamiento de dicho contrato así: "La venta se reputa perfecta desde que las
partes han convenido en la cosa y en el precio, salvo las excepciones siguientes:...". Lo anterior nos
permite afirmar que son elementos esenciales en esta clase de contrato la cosa y el precio, los cuales
no pueden tomarse aislados de la definición por cuanto en ella se determinan los alcances de las
prestaciones que surgen para las partes; así como hicimos el ejercicio mental para la Compra Venta
lo podemos seguir haciendo para cada uno de los contratos típicos y determinaríamos fácilmente sus
elementos esenciales.

Las anteriores operaciones nos permiten afirmar que el contrato existe si se ha hecho el recorrido
completo de su definición en la forma prevista por la ley. Lógicamente en los contratos atípicos o
innominados, la autonomía de la voluntad establece esos elementos esenciales.

El Código de Comercio, inspirado en el Código Italiano de 1942, si tiene una norma expresa para
regular la inexistencia, el articulo 898 Inc. 2o. que es del siguiente tenor: "Será inexistente el negocio
jurídico cuando se haya celebrado sin las solemnidades sustanciales que la ley exija para su
formación, en razón del acto o contrato, y cuando falte alguno de sus elementos esenciales", prevé la
norma dos causales de inexistencia a saber: a) La falta de la solemnidad sustancial en los casos en
que la ley lo exige para la formación del acto o contrato, lo cual está en armonía con el precepto
contenido en el articulo 824 del C. de Co. que señala "Cuando una norma legal exija determinada
solemnidad como requisito esencial del negocio jurídico, éste no se formará mientras no se llene tal
solemnidad". b) La falta de los elementos esenciales.
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Es nuestro propósito sacar unas conclusiones, que de manera general y sin pretender decir la última
palabra al respecto, contribuyan al esclarecimiento del tema de la existencia e inexistencia de los
contratos; sobre la base de los planteamientos antes expuestos. En nuestro ordenamiento jurídico se
pude concluir, que para que un negocio se perfeccione, es decir, logre su existencia jurídica, debe
reunir unas condiciones de existencia las cuales son: a) Los elementos esenciales de su formación,
desde un punto de vista general: La Declaración de Voluntad, el objeto y la causa. b) Contener los
elementos esenciales propios de su concepto particular (Los que señala como tales el articulo 1501
del código civil a los cuales llegamos tomando la definición legal del contrato y haciendo su recorrido
completo). c) El cumplimiento de la solemnidad o formalidad constitutiva, es decir, la que prevé la
ley para el perfeccionamiento del acto.

Las corrientes objetivas enfocan el punto de modo diferente, los elementos constitutivos del negocio
son : Forma y contenido.

La forma es el modo como es el negocio, o sea, como se presenta a los demás en su vida de relación;
su figura exterior; la forma a través de la cual el negocio se hace reconocible a los demás, puede ser
una declaración o un comportamiento.10

El contenido es lo que el negocio es, es el elemento central y propiamente característico de la


declaración o del comportamiento ; solo puede calificarse de negocio jurídico la declaración o el
comportamiento, cuando ofrezca un contenido preceptivo en orden a una materia de autonomía
privada y asuma función constitutiva 11

Determinado que el negocio es existente, podemos entonces hacer un juicio valorativo, para
determinar su valides, cuyas condiciones al tenor del articulo 1502 del código civil son: la capacidad
para se parte, la voluntad exenta de vicio, el objeto licito y la causa licita, que pueden llevar a la
nulidad. su eficacia e ineficacia y la inoponibildad

5. INEFICACIA DE LOS NEGOCIOS


En un sentido amplio, La ineficacia hace referencia a todas aquellas situaciones en las cuales el
negocio no produce efectos. En sentido estricto, se presenta cuando un negocio válidamente celebrado
no produce sus efectos o cuando estos decaen posteriormente12

En criterio de la doctrina extranjera, particularmente el autor referenciado en la cita; El contrato puede


tener eficacia vinculante desde el momento en que se perfecciona, por el convenio o acuerdo entre
las partes, pero sus efectos finales que hacen relación a la realización del contenido contractual
pueden darse en un momento posterior.

La ineficacia se puede predicar de los efectos finales del contrato que se encuentran suspendidos
desde un principio, seria el caso de los contratos diferidos, en los cuales los efectos finales deben
producirse solo cuando ocurre un hecho posterior cierto o incierto, plazo o condición, en virtud de la
disposición de las partes o mandato legal.; esto plantearía una ineficacia temporal del negocio o

10 Betti Emilio. Ob. Cit.pag.99


11 Betti Emilio. Ob. Cit.pag 120
12Scognomiglio Renato. Teoría General Del Contrato.Universidad externado de Colombia,.1983. Pag.
333.
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 14

cuando el negocio inicialmente eficaz pierde sus efectos a consecuencia de un hecho sobreviniente,
como ocurre con la condición resolutoria convencional. La otra ineficacia se refiere al efecto
vinculante inicial del contrato que se vería afectado en forma permanente.

Francesco Messineo, sostiene “ Se llama ineficaz el contrato, cuando aun no siendo invalido, no es
apto para producir efectos a causa de presencia de un obstáculo extrínseco . tal ineficacia puede ser
transitoria (otros la llaman eficacia suspendida) como ocurre en el caso del contrato sujeto a un
termino inicial, antes que dicho termino venza; o a una condición suspensiva, antes que dicha
condición se cumpla. Pero pude haber ineficacia permanentemente.13

Cuando se toma la ineficacia en un sentido general o amplio, todas aquellas circunstancias que
implican que el negocio no produzca o pierda sus efectos esenciales, legales o convencionales, se
consideran formas de ella, de tal manera, que este genero amplio comprendería, diversas especies
tales como: ineficacia por inexistencia, ineficacia por nulidad, ineficacia por causales legales
sobrevivientes, ineficacia por inoponibilidad, ineficacia por imposibilidad practica, ineficacia por
disposición particular, ineficacia por declaración jurisdiccional, a todos estos aspectos nos
referiremos en su momento..

6. LA INEFICACIA EN EL CODIGO DE COMERCIO


El código de comercio, contempla la figura en el articulo 897 al señalar: “ Cuando en este Código se
exprese que un acto no produce efectos, se entenderá que es ineficaz de pleno derecho, sin necesidad
de declaración judicial.

La norma transcrita señala una sanción especifica, es decir la toma en un sentido estricto y no
genérico, en relación con los negocios para los cuales la establece, sin necesidad de pronunciamiento
judicial, son casos particulares de aplicación de la figura, por ejemplo los artículos 122,150, 198
inc.3,200,294,297, 318, 362,407, 435, 501,524, 669, 670, 678,712,962,1045,1055,1203,1244,1328
del código de comercio.

Lo anterior nos lleva a plantear que en nuestro ordenamiento positivo, se habla de ineficacia para
referirse a los casos concretos previstos en la ley mercantil, en consonancia con el citado articulo
897., comprendido dentro del capitulo VII, que contempla la ineficacia, la inexistencia, la nulidad, la
anulación y la inoponibilidad como figuras diferentes e independientes unas de otras.

7. LA INOPÒNIBILIDAD
Esta figura en el derecho puede predicarse de los negocios en cuanto no producen efectos frente a
ciertas personas, pero sin perder su valor entre los contratantes.

No equivale a invalides, mientras esta es un juicio negativo de valor del contrato al que le falta alguno
de los requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo según su especie y calidad o estado de
las partes, que conduce a su extinción frente a las partes y a terceros, de tal forma que, una vez
declarada por el juzgador sus efectos se deshacen, retroactivamente como si nunca hubiese existido
en los contratos de ejecución instantánea o hacia el futuro en los de ejecución sucesiva , la

MESSINEO FRANCESCO. Doctrina General del Contrato.. T II. Ediciones Jurídicas Europa-
13

América. Buenos Aires.1952. pag. 311


CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 15

inoponibilidad no conduce a la desaparición del negocio, sino que le resta los efectos en relación
con alguna o algunas personas, todo bajo el entendido de que su validez entre las partes es
incontrovertible. En este caso, el negocio es, en sí mismo, válido, pero es la expansión de sus efectos
propios la que se ve disminuida ante quienes de otro modo, serían sus destinatarios naturales. Es decir
, la inoponibilidad hace siempre relación a alguien que, por determinadas circunstancias, suscitadas
en su propia génesis, no es afectado por el negocio. Pero entre quienes lo celebraron el negocio es
válido y eficaz. La declaratoria de nulidad, en cambio, sea relativa o absoluta, genera la extinción del
negocio y de sus efectos, no sólo frente a las partes, sino también frente a terceros.

Tampoco es la inoponibilidad asimilable a la inexistencia, esta se predica frente a las partes y frente
a terceros, para los cuales el negocio seria inexistente cuando no reúne las condicionas propias para
su nacimiento, mientras que en aquella el negocio existe solo que produce efectos frente a las partes
y no frente a otros

En nuestro código de comercio la figura está prevista en el articulo 901, para aquellos negocios
respecto de los cuales no se ha cumplido la publicidad señalada por la ley.. La inoponibilidad no se
predica frente a las partes que intervinieron en la celebración del negocio.

No obstante, la anterior regulación en el estatuto mercantil, podemos analizar la inoponibilidad desde


el punto de vista de la forma o por causas de fondo, lo primero cuando se omite la formalidad de la
publicidad, cuyo objeto es dar a conocer a terceros que se ha celebrado un determinado acto jurídico,
permitiendo que éstos se enteren o tomen conocimiento de la existencia de un contrato que pudiera
afectarles. Si se cumple con estas formalidades, ese acto o contrato va a afectar a esos terceros; en
caso contrario, el legislador protege a esos terceros estableciendo en su favor la inoponibilidad
mientras no se cumpla con las formalidades de publicidad, seria por ejemplo, lo previsto en el articulo
1766 del código civil, referente a las contraescrituras públicas, las cuales, para producir efectos
respecto de terceros deben cumplir con ciertas formalidades de publicidad, Si no se cumplen estas
formalidades la contraescritura pública será inoponible respecto de terceros. El caso de los efectos de
la condición resolutoria frente a terceros, prevista en el artículo 1548 del código civil, para inmuebles.

Las causas de fondo, guardan relación con la legitimación de los sujetos, Se presenta cuando una
persona no concurre a la celebración de un negocio que la requería para producir sus efectos., seria
por ejemplo, el caso del artículo .1871 del código civil, que señala la valides de la venta de cosa ajena
, pero ese contrato es inoponible al dueño, el no concurrió a la celebración de ese contrato, el
vendedor no estaba legitimado para trasmitir el derecho de dominio sobre la cosa, puede en
consecuencia , el dueño intentar la acción reivindicatoria en contra del comprador. También se
presenta esta clase de inoponibilidad en el mandato si el mandatario se extralimita o se excede en
los poderes que se le han otorgado, estos actos que exceden del poder otorgado van a ser inoponibles
al mandante, porque el mandatario no estaba legitimado en el exceso.

8. EFECTOS DE LA INOPONIBILIDAD:
En esta materia debemos hacer una diferencia entre los efectos respecto de las partes y los efectos
respecto de los terceros.
En relación con las partes: el negocio o contrato, aun cuando sea inoponible, produce todos sus
efectos.
Frente a los terceros: aun cuando el acto sea perfectamente válido, no alcanza a afectarlos. Pero, a
este respecto hay que tener en cuenta que cuando se priva de eficacia a un negocio o contrato respecto
de terceros, es porque existe interés por poder hacerlo valer respecto de éstos y, en consecuencia, al
ser inoponible el acto respecto de terceros, ello en alguna forma va a repercutir en las relaciones entre
los contratantes. Así, por ejemplo, si en la venta de cosa ajena el dueño reivindica la cosa vendida y
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 16

el comprador se ve ante la amenaza de ser privado de todo o parte de la cosa por una sentencia
judicial, éste va a poder hacer valer el saneamiento por evicción que emana del contrato de
compraventa, denunciando el pleito al vendedor para que comparezca al proceso a defender el
derecho que le trasmitió, convirtiéndose en su litisconsorte y en el evento de que la cosa resulte
evicta le restituya el precio le indemnice en los términos del articulo 1904 del código civil; en el
evento indicado, la inoponibilidad que se hace valer respecto del tercero va a producir una
consecuencia en las relaciones entre los contratantes.
Finalmente, es menester afirmar que la inoponibilidad se encuentra establecida en interés del tercero.
Por consiguiente, va a depender del arbitrio de éste el hacer valer o no esta inoponibilidad. Si no tiene
interés en hacerla valer, puede renunciar a ella, porque la ley la establece en su interés y beneficio.
El tercero puede hacer valer la inoponibilidad por vía de acción, como ocurre, por ejemplo, en la
venta de cosa ajena cuando el verdadero dueño hace valer la acción reivindicatoria. O por vía de
excepción, cuando se invoque en contra del tercero el negocio afectado de inoponibilidad, ya que en
tal caso el tercero podrá defenderse haciendo valer la inoponibilidad como excepción. Como ocurre,
por ejemplo, cuando no se dé cumplimiento a alguna formalidad de publicidad, el caso del art.1766
del código civil si las partes del contrato a través de una contraescritura pública modifican lo
contenido en él, sin tomar razón de esta contraescritura al margen de la escritura matriz, este tercero
podrá defenderse alegando que el contenido de esa contraescritura le es inoponible por no haberse
cumplido con las formalidades de publicidad respectivas.

9. ELEMENTOS O CONDICIONES ESENCIALES PARA LA VALIDEZ DEL


NEGOCIO JURÍDICO

1. PLANTAEMIENTO DEL PUNTO EN LA DOCTRINA


Según la opinión de Emilio Betti,14 , los presupuestos de validez pueden agruparse en tres categorías:
según que se refieran al sujeto del negocio en lo que respecta a su "capacidad de obrar" (presupuesto
subjetivo) conforme se relacionen a un vínculo particular entre el sujeto y objeto de la relación que
se califica de "legitimación de las partes" (presupuesto subjetivo-objetivo) y, por fin, según
conciernan a "idoneidad del objeto" del negocio (presupuesto objetivo).

El primer presupuesto, capacidad del sujeto, a la capacidad de obrar, esto es, a la aptitud legal o
jurídica que deben tener los sujetos de una relación negocial para ejercer por si mismos sus derechos.
Así, las personas incapacitadas de obrar, como el infante o el demente, no pueden celebrar un negocio
jurídico válido.

El segundo presupuesto, legitimación de las partes, entraña la específica competencia de los sujetos
para realizar el negocio de que se trate, competencia que descansa en la relación en que las partes se
encuentren respecto de los intereses que van a constituir el objeto del negocio. Comprende dentro de
sí dos aspectos. Uno, el poder de proceder a la regulación de esos intereses concretos, lo que supone
normalmente la exigencia de que esos intereses sean propios. Así, para realizar un determinado
negocio de disposición sobre una cosa determinada se exige, no sólo que se posea la genérica
capacidad de disposición, sino también un específico poder para disponer de esa cosa concreta, el
cual faltará cuando la cosa no pertenezca en propiedad a la parte que realiza el negocio. Este
específico poder de disposición, es precisamente la legitimación, que significa, por tanto, un título
más en la capacidad de obrar que los sujetos deben poseer. El segundo aspecto se refiere a la idoneidad
de las partes que celebran un determinado negocio para convertirse en sujetos activos o pasivos de la
relación, lo cual viene a entrañar un grado más en la capacidad de derecho de las mencionadas partes.

14 Ob.cit pag 166.


CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 17

Así, el impedimento legal que prohíbe al tutor adquirir los bienes de su pupilo o al gobernador de
provincia los fundos situados en terrenos de su jurisdicción, son supuestos de falta de idoneidad de
las partes. que les imposibilita realizar el negocio jurídico de compraventa.

El tercer presupuesto de validez del negocio, idoneidad del Objeto, supone que los bienes o cosas
sobre los que versa el negocio o que constituyen la materia de el, sean susceptibles de experimentar
la regulación que de ellos hagan las partes Así. en los negocios patrimoniales, serán objetos idóneos
las denominadas res in commercio, es decir, las cosas que entran en el tráfico dice de los particulares,
quedando excluidas, por ende las res extra commercium.

CONDICIONES DE VALIDES EN EL CODIGO CIVIL

Nuestro Código Civil artículo 1502 del código civil , señala como elementos de validez del acto: La
capacidad para ser parte, el consentimiento libre de vicios, el objeto lícito y la causa lícita., para su
estudio nos remitimos a nuestra conferencia de obligaciones
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 18

CAPITULO II EL CONTRATO

2. NOCION

Constituye el contrato el más importante negocio jurídico creador de obligaciones, desde la época del
Derecho Romano.

Contrato que viene de contrahere, significa lo contraído, esto es acuerdo creador de relaciones
jurídicas . Nuestro código civil en el artículo 1495 lo define: "Contrato o convención es un acto por
el cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer una cosa".

Algunas observaciones se hacen a esta noción del código civil: En primer término por el contenido
literal, pareciera que solo se refiere a los contratos unilaterales, en cuanto contempla que es un acto
por el cual una parte se obliga, excluyendo los que generan obligaciones para ambos contratantes. En
segundo término, Como puede apreciarse el precepto identifica los términos convención y contrato,
los cuales son objeto de distinción por parte de la doctrina al analizar los alcances de la norma,
considerando, que la convención es el género y el contrato una especie de ella. La convención es el
acuerdo de dos o más personas, sobre una misma cosa (noción Romana). La convención sería todo
acuerdo de voluntades sobre un objeto de interés jurídico; El contrato es la convención que tiene por
finalidad crear obligaciones, en ese sentido la convención permitiría crear, modificar o extinguir obli-
gaciones. En el fondo el artículo en comento encierra una contradicción, comienza tratando los
términos como sinónimos, pero en su desarrollo restringe el contrato a los acuerdos creadores de
obligaciones.

El código de comercio trae una noción más amplia del contrato al definirlo como”: Acuerdo de dos o
más partes para constituir, regular o extinguir una relación jurídica patrimonial." Esta definición, es
mucho mas amplia y se acerca mas a la identidad de los conceptos de convención y contrato, aunque
algunos autores sostienen que debe comprender también las relaciones extrapatrimoniales.

3. CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS


Diversas clasificaciones se han hecho de los contratos ,trataremos de señalar las principales teniendo
en cuenta las previstas por la ley y las que hace la doctrina que presenten interés o importancia
práctica, jurídica o en la formación académica del abogado, asi:

POR LOS RASGOS COMUNES


Contratos de enajenación o transferencia de derechos reales, Contratos que otorgan el uso, Contratos
de gestión de negocios ajenos, Contrato de prestación de servicios, Contratos de aclaración y de
fijación de derechos.

CONTRATOS DE ENAJENACIÓN

Son aquellos en los cuales las obligaciones que surgen para las partes consisten en trasmitir el derecho
de dominio o cualquier otro derecho real y en adquirirlo por la otra parte.
Debe tenerse en cuenta que en nuestro derecho el contrato no transfiere el derecho real, sino que al
generar la obligación de transferirlo, constituye el titulo traslaticio; el modo, la tradición, es el que
complementa la enajenación y consecuente trasferencia del derecho ,por ejemplo la compraventa, la
permuta, la donación.
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 19

CONTRATOS QUE OTORGAN EL USO

Son aquellos en que se trasfiere la cosa a titulo de mera entrega ,y no de tradición, con lo cual se
permite es el uso o tenencia , de manera temporal y limitada Por ejemplo el arrendamiento, el
comodato.

CONTRATOS DE GESTION DE NEGOCIOS AJENOS

Son aquellos en los cuales una parte se obliga a administrar o gestionar los negocios de otra persona,
por una remuneración o contraprestación y aun sin ella. Por ejemplo el mandato, la agencia comercial,
la preposición, la comisión mercantil.

CONTRATO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS

Son aquellos en los cuales la prestación surgida es la prestación de un servicio, cuando es en forma
dependiente y subordinada a cambio de un salario, constituye un contrato de trabajo, cuando no hay
subordinación y dependencia, sino que se presta en forma independiente es un contrato de prestación
de servicios.

CONTRATOS DE ACLARACIÓN Y DE FIJACIÓN DE DERECHOS.

Son aquellos en los cuales las partes fijan sus derechos o solucionan cualquier duda, incertidumbre o
disputa entre ellos, o procuran mecanismos para la solución de sus conflictos por ejemplo la
transacción, la cláusula compromisoria.

POR SUS EFECTOS

1. CONTRATOS PATRIMONIALES Y FAMILIARES

Patrimonial es aquel cuyo contenido y efectos se proyectan en el patrimonio económico de los sujetos
intervinientes ej: la compraventa, el arrendamiento, la permuta.

Familiar es el que concierne a intereses extrapatrimoniales de los contratantes, por ejemplo el


matrimonio .Independiente de que estos eventualmente produzcan unos efectos en el patrimonio de
los sujetos.

2. Contratos Unilaterales y Contratos Bilaterales

Según los efectos para las partes y las obligaciones que producen, el articulo 1496 los clasifica en:
Unilaterales y bilaterales o sinalagmáticos. Unilateral, cuando una de las partes se obliga para con
otra que no contrae obligación alguna, Ej. : Donación, Mutuo, el Depósito Gratuito.

Bilateral, aquel que crea obligaciones a cargo de ambas partes contratantes, ej. : compraventa,
arrendamiento, la permuta.

Algunos contemplan una categoría intermedia entre las dos anteriores que llaman contratos bilaterales
imperfectos o sinalagmáticos imperfectos, para referirse a aquellos contratos que en el momento en
que se perfeccionan son unilaterales toda vez que solo una de las partes resulta obligada, pero que en
su desarrollo o ejecución puede resultar obligada la parte que inicialmente no se obligó; Por Ej. : el
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 20

depósito gratuito inicialmente solo genera obligación para el depositario de restituir la cosa a la
terminación del contrato, pero eventualmente el depositante puede llegar a resultar obligado a
rembolsar las expensas necesarias para la conservación de la cosa o los perjuicios que se hayan
ocasionado por el mal estado de ella.

Consideramos que esa categoría intermedia no tiene cabida en nuestro ordenamiento civil por cuanto
expresamente el articulo 1496 del código civil contempla los unilaterales y los bilaterales y los define;
en consecuencia para saber si un contrato es unilateral o bilateral debemos mirar el momento en que
el negocio se perfecciona, de tal forma que si en ese momento resulta ser unilateral, lo será para todo
el tiempo.

Importancia de esta clasificación: Además de establecer qué parte o partes se obligan, presenta interés
práctico en la aplicación de las siguientes figuras:

a) La llamada condición resolutoria tácita, prevista en el articulo 1546 del código civil solo es
aplicable a los contratos bilaterales.

b) La excepción de contrato no cumplido (exceptio nom adimpleti contractus) prevista en el articulo


1609 del código civil solo es aplicable a los contratos bilaterales.

c) La cuestión de los riesgos solo se presenta en los contratos bilaterales, ya que supone la existencia
de obligaciones recíprocas.

3. Contratos Onerosos y Contratos Gratuitos


Contratos Onerosos cuando tienen por objeto la utilidad de ambos contratantes, es decir, cada parte
se obliga a obtener de la otra una contra prestación, por Ej: la compra venta, el arrendamiento.
Contratos Gratuitos aquellos que solo tienen por objeto la utilidad de una de las partes sufriendo la
otra el gravamen, Ej: la donación, el comodato.

Es importante esta distinción porque los contratos a titulo gratuito generalmente se celebran en
consideración a una persona determinada; en consecuencia si se incurre en un error sobre la persona
el negocio es susceptible de anulación, tal como lo contempla el articulo 1512 del código civil En
cambio los contratos onerosos se celebran generalmente sin consideración a la persona del
contratante, por lo tanto n ellos el error sobre la persona no generaría causal de nulidad.

La doctrina ha hecho una subclasificación de los contratos a titulo gratuito, la cual creemos no ofrece
mayor relevancia, en Contratos de simple Beneficencia y Contratos de Liberalidad. Contratos de
simple Beneficencia Cuando una parte procura a la otra una ventaja sin recibir nada a cambio, pero
sin disminuir su patrimonio, Ej: el mutuo sin interés, el depósito gratuito, el comodato. Contratos de
Liberalidad cuando la ventaja de la parte beneficiada con el contrato es correlativa al
empobrecimiento del patrimonio de la otra parte, Ej: La donación

POR SU PERFECCIONAMIENTO
Contratos Consensuales, Solemnes y Reales

Contratos Consensuales Son aquellos que se perfeccionan por el simple acuerdo de voluntades de las
partes sobre los elementos esenciales del contrato, Ej. : una compraventa sobre bienes muebles, se
perfecciona cuando las partes han convenido sobre el precio y la cosa (artículo 1857 Inc. 1 del código
civil ).
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 21

Contratos Solemnes Son aquellos que para su perfeccionamiento, además del acuerdo de voluntades
de las partes sobre los elementos esenciales, requieren del cumplimiento de una solemnidad especial,
Ej. : la compraventa de un bien inmueble solo se reputa perfecta cuando se otorga la correspondiente
escritura pública, que contiene el convenio sobre el precio y la cosa y las demás condiciones.
(Artículo 1857 Inc. 2 del código civil ).

Contratos Reales Son aquellos que para su perfeccionamiento, además del acuerdo de voluntades
sobre los elementos esenciales, requieren de la entrega material de la cosa, Ej. : el mutuo, el depósito,
el comodato, la prenda.

La noción de contratos reales es criticada porque se considera que los contratos o son consensuales,
que es la regla general por considerarse que el consentimiento es que crea las obligaciones o son
excepcionalmente solemnes; la entrega en cualquier contrato solo constituye la ejecución del mismo,
por ello la tendencia moderna a eliminar los contratos reales.

Esta distinción es importante, por cuanto nos permite establecer a partir de que momento el contrato
se perfecciona y por ende logra su existencia jurídica.

El artículo 1760 del código civil, señala dos aspectos importantes en relación con los contratos
solemnes, desde el punto de vista sustancial y desde el punto de vista probatorio, por el primer aspecto
la omisión de la solemnidad hace que el negocio se tenga por no celebrado y probatoriamente, solo
pueden acreditarse con la solemnidad legal.

POR EL EQULIBRIO Y CERTIDUMBRE PRESTACIONAL

4. Contratos Conmutativos y Contratos Aleatorios

Esta corresponde a una subclasificación de los contratos onerosos, prevista en el artículo 1498 del
código civil

Contratos Conmutativos Son aquellos en que las prestaciones determinadas de las partes se
consideran como equivalentes, es decir, que desde el momento de la celebración del contrato, las
partes saben el provecho o la pérdida que les reporta.

Contratos Aleatorios Son aquellos en que la prestación consiste en una contingencia incierta de
ganancia o perdida, es decir, que cada una de las partes tiene posibilidades, dependiendo de un
acontecimiento incierto de obtener mayor o menor utilidad, Ej: El Juego, la apuesta, los seguros
(Articulo2282 y 2287 del código civil )

Es importante esta distinción desde el punto de vista de la figura de la lesión enorme, la cual por su
naturaleza jurídica solo es aplicable a los contratos conmutativos, según la reglamentación que al
respecto establece nuestro Código Civil que analizaremos en páginas posteriores, excluyéndose de
ella los contratos aleatorios.
.

POR SUS RELACIONES RECIPROCAS


CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 22

5. Contratos Principales y Contratos Accesorios

Contratos Principales Son aquellos que subsisten por si mismo, sin necesidad de ninguna otra
convención, Ej: la compra venta.

Contratos Accesorios Cuando necesitan de otro contrato principal para subsistir, Ej: la hipoteca, la
prenda.

La importancia de esta distinción estriba en la aplicación del viejo aforismo de que lo accesorio sigue
la suerte de lo principal.

6. Contratos Anexos, Conexos y Conjuntos

Se refieren a contratos que son independientes entre si, no es necesario uno para la existencia de otro,
pero que sin embargo se presentan relacionados o en unión, porque asi lo han consentido las partes,
entendiéndose que todos forman parte de una negociación.

POR SU DESARROLLO

6.2.5.1 Contratos de Ejecución Instantánea y Contratos de Ejecución Sucesiva

Esta clasificación no se encuentra contemplada en nues-tra legislación civil, pero ha sido ampliamente
desarrollada por la Jurisprudencia y por la Dóctrina Nacional y Foranea.

Contratos de Ejecución Instantánea Son aquellos en los cuales las prestaciones de las partes pueden
llevarse a cabo en un instante dado, en la época por ellos escogida. Como se diría comunmente pueden
darse dando y dando, Ej: la compraventa.

Contratos de Ejecución Sucesiva o de Tracto Sucesivo, Son aquellos que tienen por objeto
prestaciones repetidas y sucesivas que no se cumplen en un solo instante, sino en la medida en que el
contrato se va desarrollando o ejecutando, Ej: el arrendamiento

Esta distinción es importante en relación con la aplicación de las siguientes figuras:

1. En cuanto a la Resolución por incumplimiento, en los de ejecución instantánea, las cosas se


restituyen al estado en que estuvieren si el contrato no se hubiera celebrado, es decir, produce efectos
retroactivos. (articulo 1544 del código civil )

En los de ejecución sucesiva, algunos autores sostienen que no puede hablarse de resolución, sino
que lo que produce es la terminación o resciliación; sin embargo, nos apartamos de ese criterio, por
cuanto el articulo 1546 del código civil prevee la figura de la resolución para todos los contratos
bilaterales y siendo el arrendamiento un contrato de ejecución sucesiva y bilateral, le es igualmente
aplicable dicho precepto; lo que si es necesario distinguir y precisar son los efectos que se producen
frente a este tipo de contrato puesto que sólo se predican para el futuro y ello significa que las
situaciones ya cumplidas o consolidadas con la ejecución del contrato no pueden retrotraerse,
consecuentemente los efectos de la resolución solo son aplicables para el futuro, es decir a partir del
momento de la declaración.
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 23

2. En cuanto a la declaración judicial de nulidad, en los de ejecución instantánea produce efectos


retroactivos, en los de ejecución sucesiva los efectos solo se producen para el futuro.

POR SU CONSAGRACIÓN LEGAL


7. Contratos Nominados o Típicos y Contratos Innominados O Atípicos

Contratos típicos o nominados, Son aquellos que tienen un nombre y una reglamentación en la ley.
Ej: compra venta, permuta.

Contratos Innominados; Son aquellos que no tiene nombre ni reglamentación legal; son creación
de las partes contratantes en desarrollo de la autonomía de la voluntad.

Es importante esta distinción en cuanto a la determinación de los elementos del contrato, previstos en
el articulo 1501 del código civil los cuales son fácilmente detectables en los contratos típicos y no
así en los atípicos.

POR EL GRADO DE PARTICIPACIÓN EN EL CONVENIO

8. CONTRATOS DE LIBRE DISCUSIÓN Y CONTRATOS DE ADHESIÓN

Contratos de libre discusión son aquellos en los cuales las partes de común acuerdo elaboran las
disposiciones y estipulaciones contractuales .

Contratos de adhesión son aquellos en los cuales una parte elabora las disposiciones contractuales y
la otra adhiere a ellas.

Esta distinción es importante para la interpretación de las cláusulas oscuras, las cuales deben
interpretarse a favor de la parte que adhirió

POR SU MATERIA
9. Contratos Civiles, Contratos Mercantiles, Contratos Administrativos y Contratos de Trabajo

De esta clasificación solo nos interesan los contratos civiles y los mercantiles, por cuanto los
administrativos y los laborales son objeto de estudio de otras materias.
10. Contratos Civiles
Son aquellos que se celebran entre particulares, que no tienen la condición de comerciantes, a los
cuales se aplica fundamentalmente las disposiciones contenidas en el código civil y solo
excepcionalmente por analogía las normas del código de comercio.
11. Contratos Mercantiles

Son aquellos que se celebran entre personas que tienen la calidad de comerciantes o se refieren a un
acto de comercio, y son regulados principalmente por el código de comercio, cuyas normas se
aplicaría preferentemente a ellos cuando hay reglamentación diferente a la que resulte aplicable del
código civil, toda vez que el artículo 822 del C. de Co. establece que los principios que gobiernan la
formación de los actos y contratos y las obligaciones de derecho civil, sus efectos, interpretación,
modo de extinguirse, anularse o rescindirse serán aplicables a las obligaciones y negocios jurídicos
mercantiles, a menos que la ley mercantil establezca otra cosa.
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 24

4. ELEMENTOS DE LOS CONTRATOS

12. Elementos Constitutivos del Contrato

El artículo 1501 del código civil consagra los elementos constitutivos que son elementos propios de
cada tipo de contrato, diferentes de las condiciones de validez que consagra el artículo 1502 del código
civil .

Conforme a la norma mencionada en todo acto o contrato se distinguen tres clases de elementos a
saber: De la esencia o esenciales, de la naturaleza o naturales y accidentales.

Elementos Esenciales

Son aquellos sin los cuales el contrato o no produce efecto alguno o degenera en otro contrato
diferente. Ej: en la compra venta, los esenciales son la cosa y el precio, si la prestación del comprador
no es en dinero sino en otra cosa habrá permuta.

Elementos de la Naturaleza

Son aquellos que sin ser esenciales al contrato, se entienden pertenecerle sin necesidad de una cláusula
especial, es decir, se consideran incorporados al contrato por disposición de la ley, Ej: en la
compraventa, el saneamiento por evicción y por vicios redhibitorios. Por evicción se entiende la
pérdida total o parcial de la cosa que se compra, (articulo 1893 del código civil ) los vicios
redhibitorios, son los vicios ocultos en la cosa vendida o defectos que el comprador no puede advertir
en el momento del contrato y que inhabilitan la cosa para el fin natural o para el convenido; es una
aplicación del principio contenido en el artículo 1603 del código civil según el cual los contratos
obligan no solo lo que en ellos se expresa, sino también a todas las cosas que emanan de la naturaleza
de la obligación o que por ley pertenecen a ello, en el mismo sentido el artículo 871 del C. de Cio.)

ELEMENTOS ACCIDENTALES: Son aquellos que no son ni de la esencia, ni de la naturaleza del


contrato, sino que provienen de la voluntad autónoma de la partes.

Los elementos esenciales son en últimas los que estructuran, constituyen y tipifican el acto. Estos
elementos guardan relación con las condiciones de existencia del negocio.
CONFERENCIAS DE CONTRATOS RENATO ARTURO. DE SILVESTRI SAADE 25

CAPITULO III ETAPAS PREVIAS Y LOS CONTRATOS PREVIOS O PRELIMINARES

LA OFERTA

3.1 Promesa de celebrar contrato

Doctrinalmente se concibe la promesa como un precontrato, en la medida en que constituye un acto


o fase previa a la conclusión de un contrato; sin embargo, debemos entender que siendo la promesa
un acuerdo de voluntades creador de obligaciones es un verdadero contrato, con todas las
consecuencias jurídicas que ello implica. Se trata evidentemente de una figura distinta a la oferta, en
cuanto ésta es una manifestación unilateral de voluntad encaminada a la conclusión de un contrato,
en cambio en la promesa de contrato existe un acuerdo de voluntades que deben cumplir las partes.

Se puede definir la promesa de contrato como el contrato por el cual las partes se obligan a concluir
un contrato futuro.

La doctrina clasifica la promesa de contrato en unilateral y bilateral.

Es unilateral, cuando habiendo convenido ambos contratantes sobre los elementos del contrato, uno
solo de se obliga a concluir el contrato definitivo, en caso de que el otro contratante decida celebrarlo.

Algunos autores como Arturo Valencia Zea tratan la promesa unilateral como sinónimo de la opción
al contemplar que la promesa unilateral u opción consiste en la obligación que un contratante adquiere
de celebrar un contrato en caso de que la otra parte decida a ello15.

Álvaro Pérez Vives, es partidario de que los conceptos de opción y promesa unilateral no deben
identificarse, pues ésta es el género y la opción es la especie y, puede darse promesa unilateral de
venta sin que exista opción16.

13. LA OPCION

La opción se define como el contrato en virtud del cual, una persona concede a otra por término
definido y en condiciones determinadas, la facultad exclusiva de adquirir o de transferir a un tercero,

15 VALENCIA ZEA, Arturo. Derecho Civil. Tomo III. Bogotá: Ed. Temis. 1974. p. 147.

16 PEREZ VIVES, Alvaro. Op. cit. p. 36.


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determinada cosa o derecho, obligándose a mantenerla mientras tanto lo ofrecido en las


condiciones pactadas y quedando libre el estipulante de concluir o no el negocio jurídico.

El articulo 23 de la ley 51 de 1918. reglamenta la opción de la siguiente manera:

1. Debe determinarse el objeto, el precio y todos los elementos del posible contrato.

2. Se debe estipular un término o condición; si es condición deberá cumplirse dentro del término de
un año, de lo contrario se tendrá por fallido.

3. Debe haber conformidad de la opción con los requisitos de validez del acto jurídico (articulo 1502
del código civil ).

4. La ley no exige condición ad solemnitaten, es decir, no se exige que sea por escrito.

PROMESA BILATERAL DE CONTRATO

En la promesa bilateral, ambas partes se ven obligadas a celebrar un contrato. El contrato de promesa
de contratar requiere del cumplimiento de las condiciones establecidas por el artículo 89 de la Ley
153 de 1887, para constituirse en fuente eficaz de la obligación de hacer el contrato prometido, así:

1. Debe constar por escrito, es decir, es un contrato solemne, es un requisito ad solemnitaten. Su


omisión le hace perder eficacia jurídica.

La Corte, sobre este requisito sostuvo:” comoquiera que por ser la promesa de contratar un convenio
solemne, no solamente sus cláusulas primigenias sino también sus adiciones o modificaciones deben
constar por escrito, pues como repetidamente lo ha dicho la Corte la formalidad del escrito es un
requisito unido a la existencia misma del contrato y no simplemente condición ad probationem, razón
por la cual son inadmisibles, para demostrarlas, otros elementos de convicción distintos a la forma
escrita, incluida la confesión de los mismos contratantes”.17

2. Que el contrato prometido no sea de aquellos que la ley declara ineficaces por no cumplir los
requisitos de valides del articulo 1502 del código civil

3. la promesa debe contener un plazo o condición que fije la época en que ha de celebrarse el contrato
prometido, que según la regla cuarta del artículo en comentario, debe estar plenamente determinado,
de manera tal, que para su perfeccionamiento sólo falte la tradición de la cosa o las formalidades
legales.

Conforme lo señalado en los ordinales 3º y 4º del artículo 89, el contrato de promesa debe entenderse
de carácter transitorio, que no puede quedar indefinido en el tiempo para poder cumplir con su
naturaleza de ser un medio para llegar al contrato fin, es decir, el prometido.

17 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia de febrero 25 de 1991. Magistrado Ponente:

Dr. Rafael Romero Sierra


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El plazo o la condición son los hechos futuros que al cumplirse fijan la época en que ha de
celebrarse el contrato. Es decir, La fijación de la época debe hacerse a través de un plazo o una
condición, pero teniendo en cuenta, que en este punto lo primordial es señalar la época, el plazo y la
condición son el instrumento para precisarla. En tratándose de un plazo determinado no hay duda
sobre el cumplimiento del requisito por cuanto su realización es cierta; cuando se trata de una
condición es menester entonces distinguir los conceptos de determinada y de indeterminada, en la
primera la realización del acontecer futuro e incierto debe ocurrir dentro de un lapso tiempo
determinado por las partes y en la segunda, no sólo es incierta la ocurrencia del hecho, sino también
el tiempo en que éste puede ocurrir; de tal manera que para que se tenga por cumplido el requisito,
en análisis ,la condición debe ser determinada y no indeterminada.

4. Que en ella se especifique de tal manera el contrato que para su perfección solo falte la tradición
de la cosa o el lleno de las formalidades legales.

PROMESA DE CONTRATO MERCANTIL

El artículo 861 del código de Comercio, contempla la promesa de negocio, generadora de obligación
de hacer.

La regulación es diferente a la del artículo 89 de la Ley 153 de 1887, en cuanto no señala


solemnidades para la existencia, ni para la validez diferentes a las generales de todo contrato, basta
entonces el acuerdo de voluntades en torno al negocio, prima la consensualidad., mientras que en la
civil se requiere la solemnidad del escrito.

Sobre este punto la Corte Suprema se ha pronunciado en los siguientes términos : ” 2. En torno al
contrato de promesa mercantil, y particularmente en cuanto a su perfeccionamiento se refiere, la
doctrina particular interna ha estado dividida, pues mientras que un importante sector le confiere a
dicha promesa un carácter solemne, exigiendo para su celebración el otorgamiento de una escritura
pública o privada a elección de los contratantes, acudiendo para el efecto, bien a la aplicación
analógica del art. 119 del C. de Comercio, ora a la remisión in extenso del art. 89 de la ley 153 de
1887, de acuerdo con lo dispuesto por los arts. 822 y 861 del C. de Comercio, otro no menos
calificado atribuye al contrato en comentario la naturaleza de consensual, tal como lo expone Alvaro
Pérez Vives, quien invocando la autoridad que otorga la calidad de corredactor del nuevo Código
de Comercio en el tema objeto de examen, explica como al aceptarse su ponencia en materia de
oferta, situaciones precontractuales y formación del negocio jurídico, “perfeccionando la técnica
legislativa con la experiencia de los siglos y además con la ilustración de legislaciones de otros
países y de nuestra práctica comercial, mejoró la forma como venían estructurándose el problema
de la libertad contractual y el principio de la autonomía de la voluntad en el viejo Código, y regresó,
como vamos a verlo al principio de la consensualidad de los negocios jurídicos regidos por el Código
de Comercio vigente, ya que para el Código Civil no alcanzaban las facultades, y por consiguiente
no pudo derogarse este artículo 89 de la ley 153 de 1887.”

3. La Corte Suprema de Justicia en sentencia dictada el 13 de noviembre de 1981 (G.J. CLXVI, No.
2.407, págs. 610 a 683), tomó partido por la teoría consensualista, siendo este criterio ratificado en
sentencia de casación de 31 de mayo de 1990. Sin embargo, no obstante que el impugnante aboga
por la tesis de la consensualidad, en este caso la Corte se considera relevada de confrontar esa
argumentación con la que sostiene la exigencia de la solemnidad del escrito, por cuanto el
desacuerdo no radica sobre este aspecto, ya que el contrato objeto de controversia se perfeccionó
por escrito privado, sino acerca del contenido de ese pacto, porque el recurrente entiende, al
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contrario de lo pregonado por el Tribunal, que por ser consensual el contrato de promesa de
compraventa mercantil, no precisa del elemento de la determinación del contrato prometido.

Al
respecto parece no existir desarmonía conceptual porque la doctrina unánimemente predica,
incluyendo desde luego la jurisprudencia de la Corporación, que dicho contrato debe reunir, como
es obvio, los requisitos esenciales que para su existencia y por principio general reseñan los
ordinales 2º, 3º y 4º del art. 89 de la ley 153 de 1887, es decir, que el contrato a que la promesa se
refiere no sea de aquéllos que las leyes declaran ineficaces por no concurrir los requisitos que
establece el art. 1502 del Código Civil, según glosa que al numeral se hace; que contenga un plazo
o condición que fije la época en que ha de celebrarse el contrato y que se determine de tal suerte el
contrato prometido, que para perfeccionarlo sólo falte la tradición de la cosa o las formalidades
legales. Concretamente la Corte en la sentencia de 13 de noviembre de 1981, luego de anotar que
unos mismos principios orientan los contratos de promesa de compraventa civil y mercantil, acotó
que no obstante la consensualidad que en aquella ocasión se dejó por averiguada, el contrato de
linaje mercantil debe fijar la época precisa en que ha de celebrarse la convención prometida, porque
siendo el contrato de promesa un instrumento o contrato preparatorio de un negocio jurídico
diferente, tiene un carácter transitorio o temporal, característica esta que hace indispensable,
igualmente, la determinación o especificación en forma completa e inequívoca del contrato
prometido, individualizándolo en todas sus partes por los elementos que lo integran.

Pues bien,
esas y no otras son las condiciones esenciales a un contrato de la estirpe que se analiza, aún con
independencia del contenido del art. 89 de la ley 153 de 1887, porque en ellas radica, como ya se
anotó, su carácter preparatorio o pasajero, lo cual implica por naturaleza una vida efímera y
destinada a dar paso al contrato fin, o sea, el prometido. Por ello la Corte en la pluricitada sentencia
advirtió la necesidad de estos requisitos porque un contrato de promesa concebido sin ellos, perdería
su función y su finalidad, que al fin de cuentas es la de generar la obligación de hacer el contrato
prometido, como expresamente lo declara el art. 861 del C. de Comercio. De ahí la sanción
anulatoria que en el marco del Código Civil se impone con respecto a aquellas promesas que no fijan
la época de celebración del contrato prometido o lo dejan indeterminado, la cual cambiaría para la
inexistencia en el régimen del Código de Comercio, pues se estaría, precisamente, frente a un negocio
jurídico carente de uno de sus elementos esenciales (art. 898 inc. 2º del C. de Comercio). Por
supuesto que el análisis comprende implícitamente el lleno de los requisitos que para la existencia y
validez de todo tipo de negocio jurídico, consagra el art. 1502 del C. Civil, porque un elemental
juicio de utilidad lleva a pensar que ningún sentido tendría prometer un contrato que sería
inexistente, ineficaz, o nulo, razón por la cual se impone ese control anterior que en definitiva
propone el ord. 2º del art. 89 mencionado.Para llegar a la anterior conclusión, bastaría la
información obtenida de la lectura del art. 861 del C. de Comercio, pues esta norma una vez declara
el efecto obligacional del contrato de promesa, en su segunda parte estatuye que “La celebración
del contrato prometido se someterá a las reglas y formalidades del caso”, esto es, a los requisitos y
solemnidades que para su perfeccionamiento la ley establezca, lo que en otras palabras significa que
el contrato prometido debe determinarse, especificarse o individualizarse en el contrato de promesa
de manera completa e inequívoca, de modo tal que para su perfeccionamiento sólo quede faltando
la tradición de la cosa o las solemnidades legales, que son las reglas y formalidades del caso en
consideración a la naturaleza del contrato. De ahí entonces, que necesariamente se deba concluir
que sus elementos esenciales deben aparecer en la promesa, porque esta individualización sumada
a la fijación de la época para la celebración, definen, según se explicó, el carácter preparatorio o
transitorio de la promesa. En conclusión, como remate de esta parte del estudio, no resulta admisible
frente a las más elementales reglas de la lógica jurídica, pensar en una promesa de celebrar un
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contrato sin que éste quede identificado cabalmente, esto es por sus elementos esenciales, porque
en ese contrato la obligación de hacer carecería de objeto, o sea de prestación.
En este orden de ideas, tratándose de la promesa de un contrato de compraventa, para dar
cumplimiento exacto al requisito del ord. 4 del art. 89 de la ley 153 de 1887, se requiere que ella
contenga los elementos esenciales de la compraventa, es decir, aquellos que “determinan” dicho
contrato, porque lo especifican y lo individualizan mínimamente, según se analizó, quedando a
discreción de los contratantes una más concreta particularización que implique la inclusión de
elementos accidentales del mismo. Esos elementos esenciales cuando de compraventas solemnes se
trata serían: el acuerdo sobre la cosa y el precio, aunado al señalamiento de la notaría (cuando hay
dos o más), donde debe otorgarse la escritura pública, si esta es la formalidad perfeccionante del
mismo, conforme a criterio jurisprudencial reiterado de la Corporación. Quedan igualmente
excluidos del contenido expreso de la promesa, como condición de validez o existencia de la misma,
los elementos de la naturaleza, que como bien se sabe por ley se entienden incorporados sin que sea
necesaria su estipulación (art. 1501 del C. Civil).18

La promesa constituye un verdadero contrato medio, frente al contrato fin prometido, por ello le es
aplicable la condición resolutoria tacita prevista en el artículo 1546 y su incumplimiento genera
responsabilidad civil contractual, sobre este particular la Corte Suprema de Justicia en sentencia de
febrero 25 de 1991 hizo las siguientes consideraciones: “Desde vieja data esta Corporación ha venido
sosteniendo que la promesa de contratar sólo genera obligaciones de hacer, es decir, que de ella nace
“...como obligación específica para cada una de las partes la de concurrir a la celebración eficaz del
contrato prometido en el término o al cumplimiento de la condición al efecto estipulados... ”; que en
tratándose de promesa de compraventa de bienes inmuebles la obligación de hacer “...consiste en el
otorgamiento de la respectiva escritura pública...”, que corre a cargo tanto del prometiente vendedor
como del prometiente comprador, pues uno y otro son, recíprocamente, acreedor y deudor de esa
específica obligación; que no obstante lo anterior las partes pueden no limitarse a definir los perfiles
de la promesa de contratar de acuerdo con las previsiones que le son propias y que emanan del artículo
89 de la Ley 153 de 1887, sino que le pueden introducir otras previsiones contractuales que, si bien
no la desnaturalizan, la hacen compleja en su desarrollo y ejecución y que obligan a los contratantes
a cumplirlas en la forma y tiempo convenidos. (Sentencias de 26 de mayo de 1898; XIII, 319; 11 de
mayo de 1942 LIV 46; 21 de septiembre de 1942, LIV bis, 84; 18 de junio de 1958, LXXXVIII, 188;
28 de julio de 1960, XCIII, 114; 8 de agosto de 1974, CXLVIII, 195; 25 de septiembre de 1979,
CLIX, 274; junio 7 de 1989, sin publicar).
6. Es indudable que por participar la promesa de contratar de la estirpe de los contratos bilaterales, en
dicho negocio jurídico ya implícita la condición resolutoria tácita, por lo que el fenómeno del
incumplimiento por una de las partes de las obligaciones a su cargo, coloca a la otra en la posición de
poder solicitar su resolución, con apoyo en el artículo 1546 del Código Civil, que es una norma de
carácter general, para lo cual se requiere la concurrencia de los siguientes presupuestos: a) que se
trate de contrato bilateral válido; b) que quien promueva la acción haya cumplido con sus obligaciones
o haya estado dispuesto a cumplirlas y c) que el otro contratante haya incumplido las obligaciones
que le corresponden.19

Corte suprema de Justicia , Sala de Casacion civil y agraria. Sent. 053 Magistrado Ponente: Dr. JOSE
18

FERNANDO RAMIREZ GOMEZ, catorce (14) de julio de mil novecientos noventa y ocho (1998)
Expediente No. 4724

19CorteSuprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia de febrero 25 de 1991. Magistrado Ponente:
Dr. Rafael Romero Sierra
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PACTO DE PREFERENCIA

Consagrada esta figura en la legislación mercantil, constituye un verdadero convenio o contrato,


previo a uno definitivo que crea una obligación para una de las partes de preferir a la otra en la
conclusión de un contrato posterior, señala el artículo 862 del código de comercio: ”El pacto de
preferencia, o sea aquel por el cual una de las partes se obliga a preferir a la otra para la conclusión
de un contrato posterior, sobre determinadas cosas, por un precio fijo o por el que ofrezca un tercero,
en determinadas condiciones o en las mismas que dicho tercero proponga, será obligatorio. El pacto
de preferencia no podrá estipularse por un término superior a un año.

Si la preferencia se concede en favor de quien esté ejecutando a virtud de contrato una explotación
económica determinada, el anterior plazo se contará a partir de la expiración del término del contrato
en ejecución. Todo plazo superior a un año quedará reducido, de derecho, al máximo legal.

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