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APUNTES DE DERECHO MERCANTIL

I.- GENERALIDADES

CONCEPTO DE DERECHO MERCANTIL.

Sin dar una definición precisa que agote todas las connotaciones del Derecho Mercantil, la
doctrina es coincidente en establecer que este derecho es una rama especial del derecho
privado que comprende un conjunto de normas que regulan el ejercicio del comercio,
mediante actos de comercio realizados por personas naturales o jurídicas.

Pero, igualmente, caen bajo la égida del Derecho Mercantil, todo lo que concierne a los
comerciantes y a las cosas mercantiles.

Reza el Artículo 1º) de nuestro Código de Comercio, --en adelante C. Com.--: “Los
comerciantes, los actos de comercio y las cosas mercantiles se regirán por las
disposiciones de este Código y de las demás leyes mercantiles; en su defecto, por los usos
y costumbres mercantiles; y a falta de éstos, por las normas del Código Civil.

Los usos y costumbres especiales y locales prevalecerán sobre los generales.”

A causa del dinamismo que evidencian los constantes cambios de la actividad mercantil, en
la actualidad existe una marcada tendencia legislativa, entre los Estados más desarrollados,
en unificar en un solo Código las relaciones civiles y mercantiles, dado a que, muchas
veces, resulta muy complejo establecer qué normas aplicar a una relación jurídica concreta;
pero, en nuestro país, --debemos de señalarlo--, tenemos dos Códigos de Derecho Privado:
el Código Civil (derecho común) y el Código de Comercio (Decreto 73-1950)como un
derecho especial.

FUENTES.

En el Derecho Romano no encontramos fuentes del Derecho Mercantil porque todas las
relaciones jurídicas eran regidas por las leyes civiles. A finales del siglo X, de conformidad
con sus respectivas disciplinas, se conformaron en Roma los colegios de comerciantes que
dieron lugar a las comunidades de mercaderes. Estas corporaciones lograron privilegios
especiales para los comerciantes que quedaban recogidos en los llamados Estatutos, en los
que se comprendían los distintos acuerdos entre las autoridades y los mercaderes
relacionados con la actividad mercantil. Estas actas constituyeron una verdadera fuente del
Derecho Mercantil hasta mediados del siglo XVII. Pues los comerciantes lograron
conformarse como una clase especial que clamaba por un derecho también especial,
diferente al Derecho Civil.

Tomando como fundamento algunas Ordenanzas del Rey Luis XIV, en Francia, se fue
ordenando la recopilación de leyes mercantiles, al principio desconocidas por la Revolución

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Francesa pero que, finalmente, fueron recogidas en el Código Napoleónico de 1808 que, a
su vez, dio origen a la codificación mercantil de gran parte de los países europeos.

Nuestro legislador utilizó como fuentes principales en la redacción del Código de


Comercio de 1950, el Código Civil Italiano de 1943, el Código Suizo de Obligaciones y el
Proyecto del Código de Comercio Mexicano.

Según el precitado artículo 1º. C. Com., la primera fuente es la Ley, concretamente el


Código de Comercio y las demás leyes especiales de carácter mercantil, --tales como la Ley
de la Marina Mercante, Ley de Propiedad Industrial, Ley de Marcas y Patentes, entre otras-
-.

En defecto de las primeras, constituyen fuentes los usos y costumbres mercantiles, es decir,
actos repetitivos de los comerciantes aceptados como si se tratara de normas jurídicas. Los
usos y costumbres locales y especiales propias de una región o dentro de una esfera
determinada, prevalecerán sobre los usos y costumbres generales aceptadas a nivel nacional
o internacional. Los usos y costumbres no pueden transgredir normas generales de orden
público, ni a las leyes mercantiles establecidas en el Código de Comercio y demás leyes
mercantiles especiales; la legitimidad de estas fuentes radica en el hecho de que los
comerciantes las observen como si se tratara de normas obligatorias.

Ante la inexistencia de normas en el Código de Comercio o leyes especiales, así como de


usos y costumbres, las normas generales del Código Civil serán las aplicables.

LOS COMERCIANTES.

En términos generales, es comerciante toda persona natural o jurídica que, en forma


profesional, voluntaria y habitual, realiza actos de comercio.

De acuerdo con este concepto, la calidad de comerciante está determinada por la actividad
mercantil que ejecuta, razón por la cual no podemos separar al comerciante del acto de
comercio, pues si no realiza actos de comercio, no es comerciante. Así por ejemplo, si una
persona se dedica a la venta de bienes inmuebles en forma habitual y profesional, es
comerciante; pero si lo hace en forma casual, o por la necesidad que tiene de agenciarse
fondos, no es comerciante.

De lo anterior podemos deducir que, para ser comerciante, se requiere:

a) Realizar en forma voluntaria y en nombre propio, actos objetivos de comercio, esto


es: actos que las leyes consideran como mercantiles.
b) Realizarlos en forma profesional con finalidad de lucro.
c) Realizarlos en forma habitual, continua y sistemática.

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De conformidad con el Artículo 2º) del C. Com. “Son comerciantes:

I.- Las personas naturales titulares de una empresa mercantil.

II.- Las sociedades constituidas en forma mercantil.

Se presumirá que se realizan legalmente actos de comercio, o que la sociedad quedó


constituida en forma mercantil, cuando de uno u otro hecho se realice una publicidad
suficiente para llevar ese convencimiento al ánimo de un comerciante prudente, y
cuando se abra un establecimiento al público.

Los extranjeros y sociedades constituidas con arreglo a las leyes extranjeras podrán
ejercer el comercio en Honduras con sujeción a las disposiciones de este Código, sin
perjuicio de las limitaciones que legalmente se establezcan. Se considerarán como
comerciantes, de acuerdo con los preceptos de este Código.”

Naturalmente, la ley establece, --en lo sucesivo--, los requisitos, limitaciones y


prohibiciones relacionadas con la calidad de comerciante.

LOS ACTOS DE COMERCIO.

Son actos jurídicos regulados por el Código de Comercio y otras leyes especiales de
carácter mercantil, en virtud de los cuales los comerciantes enajenan o adquieren
mercancías o servicios.

La mayoría de los códigos no se detienen a definir lo que es un acto de comercio debido a


que los mismos adolecen de caracteres comunes. Se contraen a enumerar o clasificar los
distintos actos de comercio.

Así, los actos de comercio se clasifican en subjetivos y objetivos.

Son subjetivos, los actos mercantiles o de comercio que están regulados por el Código de
Comercio y demás leyes especiales de los comerciantes, y por los usos y costumbres
mercantiles, cuyo objetivo principal estriba en regular las transacciones realizadas por los
comerciantes. Son actos mercantiles en la medida en que sean ejecutados por comerciantes.

Esta forma de percibir los actos de comercio se difundió por toda Europa a lo largo de la
Edad Media, logrando vigencia hasta mediado del siglo XIX, época en que fue sustituida
por la tesis del acto objetivo de comercio, en atención a que la primera se sustentaba de una
mera presunción de que, dichos actos, eran propios de los comerciantes.

Son objetivos, aquellos actos mercantiles que, por mandato de la ley y en atención a su
propia naturaleza, son considerados como actos de comercio, independientemente de la
persona que los realice. El hecho de que una persona, no comerciante, realice estos actos,
no desmerita su calidad de acto de comercio; antes bien, para determinar si una persona es

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comerciante, o no, es preciso conocer cuáles son los actos objetivos de comercio. Por esta
razón, el legislador moderno ha optado por enumerar cuáles son esos actos de comercio.

Es importante señalar que no es preciso que ambas partes sean comerciantes, o que ambas
partes realicen actos de comercio, para que la relación jurídica quede sujeta a la legislación
mercantil, basta que una de las partes sea comerciante, o que realice actos de comercio.

Artículo 5º C. Com.: “Los actos que sólo fueren mercantiles para una de las partes, se
regirán por las disposiciones de este Código.”

Los actos objetivos de comercio se dividen en absolutos, relativos y accesorios o conexos.

Absolutos: son aquellos que se consideran siempre mercantiles, en función del sujeto que
los realiza, el objeto en torno al cual se ejecutan, y a las formalidades exigidas por la ley.
Por ejemplo: las operaciones bancarias, las fianzas mercantiles, los depósitos y ahorros, son
mercantiles en función del sujeto; si el acto recae sobre buques, fábricas o sobre títulos de
crédito, será mercantil en función del objeto; y, si el acto se refiere a la constitución de una
sociedad mercantil o de una operación de crédito, será mercantil en función de las
solemnidades exigidas por la ley.

Relativos: cuando el fin que persigue el sujeto que los realiza, se contrae a la participación
o a la especulación en el mercado. Por ejemplo: la compraventa de inmuebles con fines de
lucro, las operaciones habituales de transporte con fines comerciales, o la promoción de
espectáculos públicos.

Accesorios o conexos: cuando los actos, realizados por cualesquiera personas, están
relacionados con derechos y obligaciones de dar, hacer o no hacer, de naturaleza mercantil,
que no implican su transferencia, modificación o extinción, como el caso de los actos de
intermediación o la comisión que, normalmente, son realizados por comerciantes
accidentales, no profesionales.

Nuestro legislador, siguiendo el sistema español, acepta la concepción objetiva del acto de
comercio cuando establece: Artículo 3º): “Son actos de comercio, salvo que sean de
naturaleza esencialmente civil, los que tengan como fin explotar, traspasar o liquidar
una empresa, y los que sean análogos.”

El mismo Código de Comercio, en sus artículos 644 y 646, respectivamente, establece el


concepto y el carácter de la empresa mercantil.

Artículo 644: “Se entiende por empresa mercantil el conjunto coordinado de trabajo, de
elementos materiales y de valores incorpóreos, para ofrecer al público, con propósito de
lucro y de manera sistemática, bienes o servicios.”

Artículo 646: “la empresa mercantil será reputada como un bien mueble.”

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LAS COSAS MERCANTILES.

Doctrinalmente, se conocen como cosas mercantiles todas aquéllas que, por virtud de la ley,
se convierten en prestación u objeto de una obligación mercantil. Suelen clasificarse en
cosas típicamente (o absolutamente) mercantiles y en accidentalmente mercantiles. Las
primeras se denominan así porque tienen su razón de ser en el comercio: nacen y funcionan
para el comercio; las segundas, se consideran mercantiles mientras estén conexas a la
actividad mercantil, pero dejan de serlo cuando pierden toda relación con dicha actividad.
Así, una letra de cambio será siempre una cosa mercantil; pero un libro, es cosa mercantil
mientras esté en el inventario de la librería, pero deja de serlo, convirtiéndose en una cosa
civil, cuando es adquirido por una persona con el propósito de agregarlo a su biblioteca.

Artículo 4º. C. Com.: “Son cosas mercantiles:

I.- Los títulos-valores.

II.- Las negociaciones o empresas de carácter lucrativo y sus elementos, especialmente el


nombre, los avisos, las marcas y las patentes.

III.- Los buques.”

Artículo 5º.) C. Com.: “Los actos que solo fueren mercantiles para una de las partes, se
regirán por las disposiciones de este Código.”

II.- DE LOS COMERCIANTES Y SUS AUXILIARES.

Ya dejamos establecido que la calidad de comerciante se adquiere mediante el ejercicio


habitual, voluntario y profesional de actos de comercio, empero, ¿quiénes tienen la
capacidad para realizar este tipo de actos y poder ser considerados, legítimamente, como
comerciantes?

Toda persona natural debe tener la capacidad legal e intelectual suficiente para realizar
actos de comercio. En cuanto a la persona jurídica, --que también puede ser comerciante--,
estos actos deberán ser ejercidos por sus representantes legales o administradores que,
lógicamente, deben ser personas naturales capaces. Las personas absolutamente incapaces
solamente podrán realizar actos de comercio a través de sus representantes legales, tutores o
curadores, cuando adquieren la autorización judicial para hacerlo, pues el patrimonio del
incapaz no puede ser puesto en riesgo arbitrariamente.

1.- COMERCIANTE INDIVIDUAL.

Las personas naturales legalmente capaces pueden ser comerciantes; los relativamente
incapaces también podrán serlo una vez que la ley los habilite; los absolutamente incapaces

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jamás podrán, por sí solos, ser comerciantes, pues sus actos ni siquiera generan
obligaciones naturales.

Nuestra ley prescribe que la capacidad legal de una persona comienza a los veinte y un
años, sin embargo, para el ejercicio de ciertos derechos, también permite excepciones; por
ejemplo, bastará con tener dieciocho años para ejercer el sufragio. También para ejercer el
comercio en calidad de comerciante, la mayoría de los Códigos se lo permiten a menores de
veintiún años, pero mayores de diez ocho, con la condición de estar legalmente
emancipados o, en su caso, cuando hayan sido habilitados de edad.

En el caso de Honduras, la habilitación de edad se adquiere, por regla general,


judicialmente; pero el Código de Comercio acepta, en su artículo 6 numeral 3., que basta
con la autorización de quienes ejerzan la patria potestad, otorgada en instrumento público y
debidamente inscrita en el Registro Público de Comercio, para que la habilitación se tenga
por hecha.

La emancipación consiste en un hecho que pone fin a la patria potestad, --artículo 199
Código de Familia--, quedando el hijo fuera del dominio de sus padres o de su tutor. Puede
ser voluntaria, en virtud de acuerdo entre los padres y el hijo otorgado en instrumento
público, como cuando el hijo pide, y el padre otorga, la autorización para contraer
matrimonio; o legal, cuando mueren los padres o el tutor y se tiene, al menos, diez y seis
años, cuando se cumplen los veinte y un años, o cuando se obtiene autorización judicial.

Tanto los menores habilitados de edad, como los emancipados, pueden ejercer el comercio
como si se tratara de personas absolutamente capaces; pueden realizar válidamente actos
jurídicos, y contraer todo tipo de obligaciones en virtud de contratos. Consecuentemente,
pueden ser comerciantes y ejercer actos de comercio.

En nuestro medio, las mujeres pueden ejercer libremente el comercio, sin embargo, la
mujer casada, deberá contar con el consentimiento expreso o tácito del marido, en los casos
en que la actividad mercantil pueda poner en precario el cuidado y protección de los hijos.

Artículo 6 C. Com.: “Tendrán capacidad para realizar actos de comercio:

1. Las personas que tengan capacidad de ejercicio, según el Código Civil.


2. Los menores de edad, mayores de dieciocho años, que hayan sido emancipados o
habilitados.
3. Los mayores de dieciocho años, no emancipados, que hayan sido autorizados por
quienes tengan sobre ellos la patria potestad o la tutela. La autorización podrá otorgarse,
sin sujeción a procedimiento judicial alguno, y no será revocable; pero ha de constar
siempre en escritura pública e inscribirse en el Registro Público de Comercio.”

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Artículo 7 C. Com.: “Los comerciantes menores de veintiún años y mayores de dieciocho
se reputarán como mayores de edad, sin estar sujetos a las restricciones del derecho
civil.”

Algunas limitaciones:

a) Aún cuando los padres o el tutor, en su caso, actúen en representación de su hijo, o de su


pupilo, respectivamente, en el ejercicio del comercio, siempre requerirán de la autorización
judicial para poder involucrar en la empresa bienes patrimoniales de los incapaces.
b) Si los incapaces adquieren nuevos bienes mediante donación o herencia, o reciben una
empresa mercantil, será el Juez quien, oyendo el informe de peritos, decidirá si la empresa
podrá ser administrada por el representante legal, o el tutor, o tenga que ser liquidada, con
el objeto de proteger al incapaz. Se respetará la voluntad del donante o del testador, a
menos que el Juez considere un grave peligro a los intereses del incapaz.

Artículo 8 C. Com.: “Cuando un incapaz adquiera por herencia o donación una empresa
mercantil y cuando se declara sujeto a curatela a un comerciante, el Juez decidirá, con
informe de dos peritos, si la negociación ha de continuar o liquidarse, y en qué forma, a
no ser que el causante hubiere dispuesto algo sobre ello, en cuyo caso se respetará su
voluntad en cuanto no ofrezca grave inconveniente a juicio del Juez.”

Prohibiciones:

Existen impedimentos absolutos y relativos para el ejercicio del comercio. La ley prohíbe,
absolutamente, el ejercicio del comercio aun a personas legalmente capaces, por razones de
profesión, o por la situación especial en que se encuentren. Para el caso, los jueces y
magistrados, y los ministros religiosos, no pueden ejercer el comercio en virtud de su
profesión; las personas que tienen suspendidos sus derechos civiles, como los que están
cumpliendo condena o los que han sido declarados en quiebra, tampoco lo podrán hacer.
No obstante, si estas personas ejercieren de hecho el comercio afectando a terceros, tendrán
que ser tenidos como comerciantes en procura de evitar el perjuicio de estas personas, sin
embargo de las sanciones a que se verán constreñidos, como ser la liquidación o clausura de
los negocios que, ilícitamente, puedan haber abierto al público.

Son relativas las prohibiciones que se contraen a ciertos actos de comercio, como por
ejemplo, la que tienen comisionistas que ejercen el comercio por cuenta ajena, quienes
tienen prohibido ejercerlo por cuenta propia en negocios similares.

Artículo 9 C. Com.: “Aunque tengan la capacidad necesaria para ello, no podrán ser
comerciantes, ni tener cargo en sociedades mercantiles:

1. Los privados de este derecho por sentencia judicial.


2. Los declarados en quiebra, mientras no sean rehabilitados.

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3. Los que lo tengan prohibido por alguna disposición legal.”

A diferencia de las personas comprendidas en el artículo 9 C. Com., los menores adultos no


habilitados de edad, ni emancipados, ni autorizados para ejercer el comercio, no podrán ser
comerciantes porque legalmente no reúnen los requisitos que la ley exige; no obstante, sus
representantes legales (padres, tutores o curadores), en virtud de la culpa extracontractual,
responderán por los actos que éstos hayan realizado en perjuicio de terceros de buena fe, a
menos que impidieran los daños o perjuicios, o que anunciaren públicamente que estos
menores están realizando actos de comercio al margen de la ley.

Artículo 10 C. Com.: “Los incapaces que se dediquen al comercio sin haber sido
emancipados, habilitados de edad o autorizados para ello, no adquirirán la calidad
comerciantes, y sus padres, tutores o curadores responderán personalmente de todos los
daños y perjuicios ocasionados a terceros de buena fe por la actuación comercial de
aquellos, si no la impidieren o no anunciaren debidamente al público aquella
incapacidad.”

Artículo 11 C. Com.: “Las personas comprendidas en el Artículo 9 que se dedicaren al


ejercicio del comercio, adquirirán la calidad de comerciantes, sin perjuicio de las
sanciones en que pudieren incurrir.

A petición de cualquier interesado o del Ministerio Fiscal, o de oficio, la empresa


respectiva será judicialmente enajenada o liquidada, previa su clausura.”

Régimen de los artesanos:

Se le llama artesano a toda aquella persona que, por su propio esfuerzo, o con la ayuda de
familiares o de otras personas que se dedican a transformar ciertas materias o a prestar
ciertos servicios, con la finalidad de obtener ingresos económicos por la prestación de su
trabajo.

Se suele identificar al artesano con un pequeño empresario que se dedica, principalmente, a


dar valor agregado a ciertos recursos naturales, como madera, arcilla, piedras, pieles,
conchas, entre otras. Frecuentemente se agrupan en asociaciones de personas que se
dedican al mismo arte u oficio. No se les considera como comerciantes y, por tanto, no
están sujetos a las leyes mercantiles.

La palabra artesanía viene del latín “arti-manus” que significa: arte con las manos. El
artesano transforma con sus manos la materia prima; su producción se caracteriza porque
cada producto tiene sus propias particularidades, a diferencia de los productos fabricados en
serie por las diferentes industrias.

En Honduras la artesanía está regulada por la Ley de Fomento de la Pequeña y Mediana


Empresa Industrial y la Artesanía (Decreto 681-78).

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Artículo 12 C. Com.: “Quienes por sí mismos, o con ayuda de su familia, ejerza una
industria sin exceder los límites del artesanado, así como quienes se dedican a ofrecer
mercancías o servicios al público, con la finalidad principal de obtener una
remuneración por su trabajo, tal como conductores de taxímetros, aboneros, puesteros,
etc., no estarán sujetos a las obligaciones generales de los comerciantes.”

III.- COMERCIANTES SOCIALES

Se les denomina comerciantes sociales a las personas jurídicas legalmente constituidas que
se dedican, en forma profesional y habitual, al comercio. Por medio de sus administradores
y auxiliares realizan actos de comercio.

De conformidad con el Código de Comercio, las personas jurídicas que reúnen estas
características son las sociedades mercantiles, cualquiera que sea su finalidad.
Generalizando podemos decir, que la sociedad mercantil es aquélla que existe con una
denominación o razón social, y que ha sido constituida por dos o más personas que unen
sus esfuerzos y capitales con la pretensión de realizar un fin común que les proporcione un
beneficio económico.

De acuerdo con la doctrina tradicional, la concepción de comerciante social obedece a un


criterio formal, --a diferencia del comerciante individual que obedece a un criterio material-
-, que implica un acto constitutivo previo realizado conforme a los requisitos y
solemnidades que prescribe la ley, y su posterior inscripción en un registro público para
garantizar la legitimidad de sus actos; pero, independientemente de la actividad a que se
dediquen, las sociedades constituidas bajo el régimen del Código de Comercio, deben de
considerarse como comerciantes sociales.

El comerciante individual debe realizar actos de comercio en nombre propio para ser
considerado como comerciante; en cambio, las sociedades mercantiles son comerciantes
sociales por el mismo hecho de su constitución.

Antes de la vigencia del Código de Comercio hondureño, las sociedades estaban reguladas
por el Código Civil; el artículo 1782 de dicho cuerpo legal determina: “La sociedad o
compañía es un contrato por el que dos o más personas estipulan poner un capital o algo
en común con el objeto de repartir entre sí las ganancias o pérdidas que resulten de la
especulación.” Nuestro Código de Comercio no define lo que es la sociedad, sin embargo,
es evidente que el concepto civilista no encaja con la realidad puesto que del acto
constitutivo societario ha lugar a una persona jurídica diferente, independiente de los socios
que la conforman; en todo contrato civil es indispensable la interacción de los contratantes,
que deberán apegarse a las cláusulas y condiciones que voluntariamente han pactado, y en
donde cada una de las partes persigue un objetivo acorde a sus propios intereses. En el
contrato de sociedad mercantil los socios persiguen intereses comunes y, voluntariamente,
se sujetan a un régimen especial preestablecido en el mismo pacto societario.

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Existen innumerables teorías en torno a esta temática; pero como lo aclara el Doctor Jorge
Maradiaga en su obra “Tratado de Sociedades Mercantiles”, nuestra legislación mercantil
se apega a la Teoría del Contrato Plurilateral, por cuanto el contrato de sociedad es de
organización, cuyo objetivo principal es la creación de una entidad jurídica diferente a
través de varias personas que conforman un fondo común a favor de dicha entidad, no
existiendo contraprestaciones entre sí, sino que las reciben de la misma sociedad que han
creado, cuando llega el momento de repartir utilidades o pérdidas.

De esta manera, podemos concluir este tema señalando que las sociedades mercantiles son
comerciantes sociales; personas jurídicas constituidas con la participación de varias
personas (socios) que confían fondos para conformar su propio patrimonio, con la finalidad
de obtener beneficios derivados de la actividad comercial.

Se deduce del Artículo 13 C. Com., que los comerciantes sociales son las sociedades
mercantiles: “Son mercantiles, independientemente de su finalidad:

1. La sociedad en nombre colectivo.


2. La sociedad en comandita simple.
3. La sociedad de responsabilidad limitada.
4. La sociedad anónima,
5. La sociedad en comandita por acciones.
6. La sociedad cooperativa.

Estas sociedades puedes ser de capital variable.”

El capital variable no entraña un tipo especial de sociedad; es sólo una modalidad que
puede afectar a cualquiera de las sociedades prescritas por la ley.

Cabe señalar, también, que la sociedad cooperativa salió de la égida del Código de
Comercio desde el año de 1954 al crearse, en virtud del Decreto 158-54 una ley especial:
“Ley de Asociaciones Cooperativas”, misma que fue sustituida por una nueva ley: “Ley de
Cooperativas de Honduras” (Decreto 65-87) que instituye al Instituto Hondureño de
Cooperativas (IHDECOOP) como organismo rector del sector cooperativo, en sustitución
de la Dirección de Fomento Cooperativo.

Las sociedades cooperativas también son reguladas, en lo que les concierne, por la Ley del
Sector Social de la Economía (Decreto 193-85).

1.- EL CONTRATO DE SOCIEDAD MERCANTIL

Hemos mencionado que el contrato societario tiene características propias, pues por ser un
contrato plurilateral de organización, su objetivo principal es la conformación de una
persona jurídica única, independiente de sus socios; sin embargo, como todo contrato
amerita, para su eficacia, de los elementos esenciales que señala el artículo 1552 del Código

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Civil, como ser: el consentimiento de los contratantes, el objeto cierto que sea materia del
contrato y la causa de la obligación que se establezca, sumándose a estos requisitos las
solemnidades que, en algunos casos, la ley también exige, como ser la obligación de su
otorgamiento en instrumento público autorizado por funcionario competente, en relación
con los artículos 1573, 1574 y 1575 del mismo Código. Las sociedades así conformadas se
denominan sociedades regulares.

Pero si la falta o irregularidad de alguno de estos elementos produce la nulidad absoluta o


relativa del contrato (Artículos 1586 y 1587 C.C.), en el ámbito mercantil, el contrato
constitutivo ya inscrito en el Registro Público correspondiente podrá ser objeto de nulidad
absoluta o relativa de conformidad con los procedimientos prescritos en la ley, pero el
decreto judicial de nulidad, no afecta la existencia de la persona jurídica, --la sociedad--,
que seguirá considerándosele como tal con el objeto de proteger intereses de terceros; la
nulidad del contrato societario obliga a la disolución y posterior liquidación de la sociedad.

Todas las personas son capaces para ser partes en el contrato de sociedad. Claro está que,
los incapaces sólo podrán serlo mediante representante legal de acuerdo con las normas del
Derecho Civil. Empero, si por alguna circunstancia, alguna persona relativamente incapaz
participara por sí mismo en el acto constitutivo, no se produciría la nulidad del contrato de
sociedad, sino sólo la separación del socio incapaz, pero dejando a salvo los derechos que
por ley le corresponden. La separación de un socio sí dará lugar a la disolución de la
sociedad cuando ésta no pueda subsistir por no contar con el número de socios necesarios,
por ejemplo.

Como se expresó anteriormente, las sociedades regulares deben constituirse mediante


instrumento público otorgado ante Notario, e inscribirse en el Registro Público de
Comercio. El contenido de la escritura está señalado en el Artículo 14 del Código de
Comercio. Con relación a este contenido adelantaremos algunas explicaciones para su
mejor comprensión:

a) Clase de sociedad.- Se refiere a cualquiera de las consignadas en el Artículo 13 C. Com.


b) Finalidad de la sociedad.- Es el giro o principal actividad mercantil a que se dedicará la
sociedad a través de su (s) empresa (s), aunque es práctica frecuente establecer que la
sociedad puede dedicarse a cualquier otra actividad de lícito comercio.
c) Razón social o denominación.- Es el nombre con el que se conocerá, públicamente, a la
sociedad en sus relaciones frente a terceros. Es permitido usar la abreviación de esta razón
social, siempre que se haga expresa mención de ello en la escritura constitutiva.
d) Duración.- Es el tiempo en que la sociedad podrá funcionar legalmente; si es indefinido, es
necesario expresarlo en la escritura.
e) Capital social.- Es el conjunto de las aportaciones económicas, o en especies, que hacen
los socios a la sociedad para que esta pueda operar; representa un recurso pasivo porque el
capital es una deuda que tiene la sociedad respecto a sus socios. Puede ser variable, si así se

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expresa en la escritura, pudiendo ser modificado mediante acuerdos societarios dentro de
los límites mínimo y máximo relacionados en la misma; en caso contrario, el capital solo
puede ser modificado mediante otro instrumento público y de acuerdo con las regulaciones
legales correspondientes. Si el capital se aporta en especies o bienes, deberán ser
previamente evaluados.
f) El domicilio social.- Se refiere a la sede de la sociedad; la ciudad o ciudades en donde
operará legalmente. Normalmente se extiende a todo el país porque la sociedad puede abrir
sucursales o agencias por todo el territorio nacional y, algunas veces, hasta en el extranjero.
g) Administración, distribución de utilidades, capital de reserva, disolución y
liquidación.- Estos aspectos, por regla general, también son relacionados en el instrumento
constitutivo; su omisión no es causal de nulidad, pues el Artículo 19 C. Com., así lo
determina: “Si en la escritura social se omitieren los requisitos que señalan las fracciones
X a XVI del Artículo 14, se aplicarán las disposiciones relativas de este Código.” Las
disposiciones relativas son las generales que el Código establece en el Título II, Capítulo I,
Artículos del 13 al 37, inclusive, las que deberán aplicarse supletoriamente en los casos de
omisión.

Artículo 14 C. Com.: “La escritura constitutiva de toda sociedad mercantil deberá


contener:

1.- El lugar y fecha en que se celebró el acto.

2.- El nombre, nacionalidad y domicilio de las personas físicas o jurídicas que


constituyan la sociedad.

3.- La clase de sociedad que se constituya.

4.- La finalidad de la sociedad.

5.- Su razón social o denominación.

6.- Su duración o declaración expresa de constituirse por tiempo indeterminado.

7.- El importe del capital social; cuando el capital sea variable, se indicará el mínimo.

8.- La expresión de lo que cada socio aporta en dinero o en otros bienes, y el valor
atribuido a éstos.

9.- El domicilio de la sociedad.

10.- La manera conforma a la cual haya de administrarse la sociedad y las facultades de


los administradores.

11.- El nombramiento de los administradores y la designación de los que han de llevar la


firma social.

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12.- La manera de hacer la distribución de las utilidades o pérdidas entre los socios.

13.- El importe de las reservas.

14.- Los casos en que la sociedad haya de disolverse anticipadamente.

15.- Las bases para practicar la liquidación de la sociedad.

16.- El modo de proceder en la elección de los liquidadores cuando no hayan sido


designados anticipadamente.”

En base a lo establecido en el precitado Artículo 14 C. Com., exponemos el siguiente


ejemplo práctico de una escritura pública de constitución de una sociedad mercantil; así:

INSTRUMENTO NUMERO…En la ciudad de Tegucigalpa,…a los… días del mes de…


Ante mí: … Notario de este domicilio (generales de ley y número de colegiación
profesional e inscripción en la Corte Suprema de Justicia), comparecen personalmente los
señores… (nombres y apellidos de los comparecientes y sus generales de ley), quienes
asegurándome hallarse en el pleno goce y ejercicio de sus derechos civiles, libre y
espontáneamente dicen: PRIMERO: que en virtud de este acto han acordado constituir,
como en efecto constituyen, una sociedad mercantil Anónima de Capital Variable, que se
regirá por las disposiciones contenida en los estatutos sociales incorporados a este
instrumento y las establecidas en el Código de Comercio, cuya denominación social será
“Manufacturas Seguras, Sociedad Anónima de capital variable”, pudiendo identificarse
como MASESA en sus relaciones mercantiles. SEGUNDO: el domicilio social será la
ciudad de Tegucigalpa, M. D. C., pudiendo abrir sucursales, agencias y oficinas en
cualesquiera otros lugares de la República o en el extranjero, sin que ello implique
modificación de su domicilio. TERCERO: la duración de la sociedad será por tiempo
indefinido. CUARTO: El giro de la sociedad será la fabricación de cajas fuertes y
candados metálicos, así como de otros artículos similares y sus accesorios…sin perjuicio
de poder dedicarse, también, a cualquiera otra actividad mercantil lícita de conformidad
con las leyes de la República de Honduras. QUINTO: el capital social será variable,
siendo el capital mínimo de quinientos mil Lempiras (L. 500,000.00) y el capital máximo
autorizado la cantidad de Diez Millones de Lempiras (L. 10,000.000.00); el capital
constitutivo será de quinientos mil Lempiras (L. 500,000.00), representado por Cinco Mil
acciones nominativas (5,000) con valor de Cien Lempiras (L. 100.00) cada una, mismas
que confieren a los socios idénticos derechos y obligaciones. SEXTO: el capital
constitutivo, que es el mínimo autorizado de quinientos mil Lempiras (L. 500,000.00) ha
sido suscrito íntegramente por los socios comparecientes en la forma siguiente: XXX
suscribe mil acciones nominativas con valor de Cien Mil Lempiras (L. 100,000.00);

13
YYY…ZZZ…QQQ… RRR… y MMM…, habiéndose pagado en este acto, por cada socio,
ciento veinte y cinco mil Lempiras (L. 125,000.00), que representa el veinte y cinco por
ciento (25%) del capital social mínimo suscrito, es decir: Quinientos Mil Lempiras (L.
500,000.00); yo, el Notario doy fe de haber tenido a la vista el Certificado de Depósito…
SEPTIMO: Los aumentos de capital hasta el máximo autorizado… se hará mediante
acuerdos emitidos por el Consejo de Administración… y las emisiones de las acciones…
los certificados provisionales de acciones… Las disminuciones de capital…OCTAVO: los
accionistas tienen derechos preferentes en proporción a sus acciones… NOVENO: Para la
dirección y administración de la sociedad se establecen los órganos siguientes: a)
Asamblea General de Accionistas, Ordinaria y Extraordinaria… (su integración,
atribuciones y funciones) y b) El Consejo de Administración (integración, atribuciones y
funciones)… DECIMO: El Consejo de Administración nombrará un Gerente General…
(atribuciones y funciones del gerente)… DECIMO PRIMERO: la vigilancia de la
sociedad estará a cargo de uno o más comisarios… DECIMO SEGUNDO: presentación
del balance y estado de pérdidas y ganancias…DECIMO TERCERO: elección del
Consejo de Administración provisional… DECIMO CUARTO: En caso de disolución de la
sociedad, la liquidación se verificará de conformidad con lo establecido en los Estatutos y
en el Código de Comercio. En esta forma queda constituida la sociedad mercantil
“Manufacturas Seguras S. A. de C. V., y yo, el Notario, advertí a los otorgantes la
obligación que tienen de registrar la presente escritura en el Registro Mercantil
correspondiente. ESTATUTOS: la sociedad se regirá por los Estatutos siguientes: … Así
lo dicen y otorgan los comparecientes…

Con el objeto de regularizar a la sociedad, además de la escritura pública, la ley ordena su


inscripción en el Registro Público de Comercio; de aquí que la ley manda, al Notario
autorizante, que se advierta a los otorgantes sobre su obligación a realizar tal inscripción,
so pena de sufrir las sanciones que corresponden a esta irregularidad. Ya mencionamos que
la eventual nulidad del acto constitutivo no tiene efectos retroactivos respecto a la
personalidad jurídica de la sociedad, --que aún así subsiste--, pero sí es causal para su
posterior disolución y liquidación.

Artículo 15 C. Com.: “Otorgada la escritura pública de constitución, o la de reforma o


adiciones, el respectivo testimonio deberá inscribirse en el Registro Público de Comercio.

Todo Notario que autorice o protocolice las distintas actuaciones a que se refiere este
Artículo, está en la obligación de advertir a los otorgantes sobre la obligación de inscribir
el instrumento en el Registro Público de Comercio, indicándoles los efectos legales de la
inscripción y las sanciones que la ley impone por la omisión de esta formalidad.

Las sociedades inscritas en el Registro Público de Comercio tendrán personalidad


jurídica, y no podrán ser declaradas inexistentes o nulas con efectos retroactivos.

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Declarada la inexistencia o la nulidad del acto constitutivo, se procederá a la disolución
y liquidación de la sociedad.

La ineficacia de la declaración de voluntad de algún socio se considerará como causa de


separación a favor del mismo, el que tendrá, además, los derechos que le corresponden
según la legislación común.

En el caso anterior, la separación de un socio podrá ser causa de la disolución de la


sociedad, de acuerdo con las disposiciones de este Código.”

Nota: Este Artículo fue reformado por la Ley de Simplificación Administrativa (Decreto
255-2002). Originalmente se ordenaba la calificación judicial previa a la inscripción en el
Registro Público de Comercio.

2.- SOCIEDADES DE HECHO.

Cuando la sociedad constituida en aparente legalidad tiene objetivos ilícitos o realiza actos
ilícitos, de oficio, a instancia de cualquiera persona interesada o del Ministerio Público, será
considerada una sociedad de hecho, y deberá ser declarada nula a pesar de estar inscrita en
el Registro Público de Comercio. Una vez decretada la nulidad, la sociedad será disuelta y
liquidada, sin perjuicio de la responsabilidad criminal de los responsables. Los daños y
perjuicios resultantes de los actos ilícitos serán deducidos de la liquidación; si hay
remanente, será donado a alguna institución de beneficencia del domicilio de la sociedad; si
no basta para cubrir la indemnización, se perseguirán bienes de los responsables conforme a
las reglas del Derecho Civil.

No debemos confundir la ilicitud de los actos mercantiles realizados por una sociedad, con
la ilicitud de sus operaciones en virtud de su mala constitución. En el primer caso estamos
ante sociedades de hecho sin personalidad jurídica; en el segundo, estamos ante sociedades
mercantiles irregulares, que sí gozan de personalidad. En el primer caso, la sociedad de
hecho se declarará nula hasta de oficio, es decir, bastará que el Juez conozca en autos la
causal, o causales, para decretar la nulidad sin más trámite; en el segundo, cabe la
posibilidad de que la sociedad pueda regularizarse toda vez que se realice, en la forma
prevista por la ley, el acto constitutivo, esto es, otorgándose la correspondiente escritura
pública, e inscribiéndola en el Registro Público de Comercio.

Los “socios” en una sociedad ilícita responderán civil y criminalmente por sus actos; los
socios culpables de la irregularidad, o quienes actúen como administradores, representantes
o mandatarios de la sociedad, responderán civilmente, solidariamente, ante los socios no
culpables y terceros a quienes los actos mercantiles, --irregulares--, hubiesen perjudicado.

Artículo 16 C. Com.: “Las sociedades que tengan una finalidad ilícita o ejecuten
habitualmente actos ilícitos, serán declaradas nulas, aunque estén inscritas. La acción

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puede ser ejercida por cualquier interesado o por el Ministerio Público, y tendrán como
consecuencia la disolución y liquidación de la sociedad, sin perjuicio de la
responsabilidad penal que procediere. La nulidad podrá ser declarada de oficio.

El importe resultante de la liquidación se aplicará al pago de la responsabilidad civil; y el


remanente, si lo hubiere, a la beneficencia pública de la localidad en que la sociedad
hubiese tenido su domicilio.”

3.- SOCIEDADES IRREGULARES.

De conformidad con nuestro Código de Comercio (Art. 17), las sociedades irregulares son
aquéllas que se han constituido en instrumento público o en instrumento privado que, por
alguna razón, no han sido inscritas en el Registro Público de Comercio pero que, pese a
ello, la ley les otorga personalidad jurídica. No están comprendidas dentro de éstas, las
sociedades de hecho que realizan actos ilícitos, o que tengan actos ilícitos como finalidad.

El Código de Comercio también se refiere a la existencia de sociedades irregulares:


aquéllas que se han constituido de hecho, sin observar los requisitos ordenados por la ley y
no han sido inscritas en el Registro Público de Comercio, pero que realizan, o han
realizado, actos de comercio afectando a terceras personas. Estas sociedades tienen
personalidad jurídica, a pesar de las circunstancias expresadas. El documento contentivo de
su constitución y las disposiciones del Código de Comercio, regirán a la sociedad en cuanto
a las relaciones internas entre los socios y, en cuanto a los administradores o representantes
de la sociedad, serán solidarios con ésta en la manera que sus actos afecten a terceros,
incluyendo entre éstos, a los propios socios no culpables de dichos actos.

Artículo 17 C. Com.: “Las sociedades no inscritas en el Registro Público de Comercio


que se hubieren exteriorizado como tales ante terceros, consten o no en escritura pública,
tendrán, no obstante, personalidad jurídica.

Las relaciones internas de estas sociedades se regirán por el contrato social y por las
disposiciones de este Código.

Los que realicen actos jurídicos como representantes o mandatarios de una sociedad
irregular, responderán solidariamente del cumplimiento de los mismos frente a terceros.

Cualquier interesado, incluso los socios no culpables de la irregularidad, podrán exigir


daños y perjuicios a los culpables y a los que actuaren como representantes o
mandatarios de la sociedad.”

4.- SUBSANACION DE LA SOCIEDAD IRREGULAR.

Es necesario aclarar que, cuando nos referimos a la subsanación de la sociedad irregular, lo


que tratamos de explicar es sobre la posibilidad legal de que la sociedad pueda

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regularizarse. No hacemos referencia a la subsanación del documento constitutivo otorgado
sin las solemnidades prescritas por la ley, puesto que dicha omisión acarrea la nulidad
absoluta del mismo, imposible de subsanar legalmente. La regularización de la sociedad
implica el otorgamiento del instrumento público constitutivo ante Notario, observando las
solemnidades de ley, y su posterior inscripción, dentro de los quince días subsiguientes a su
otorgamiento, en el Registro Público de Comercio, so pena de requerimiento fiscal y
posterior liquidación. Pasados cuatro meses de ocurrido el requerimiento, la sociedad será
sometida liquidación si no se hubiere comprobado su inscripción en el Registro Público de
Comercio, sin perjuicio de la responsabilidad de los socios culpables y de quienes hayan
administrado de hecho a la sociedad.

Si los actos mercantiles realizados por las personas mencionadas fueren ilícitos o dolosos,
su responsabilidad, al tenor del Artículo 20 C. Com., será subsidiaria, solidaria e ilimitada.
Subsidiaria, porque serán responsables ante terceros, aún ante los socios no culpables, hasta
que se hubiere agotado el patrimonio de la sociedad; solidaria, porque cada una de dichas
personas responderá ante los afectados por todas las obligaciones como si fueran propias;
ilimitada, porque los responsables responderán con su propio patrimonio hasta saldar las
deudas totalmente.

Artículo 18 C. Com.: “Si la sociedad no se hubiere constituido ante Notario, cualquiera


de los socios podrá demandar de los demás el otorgamiento de la escritura
correspondiente.

Si la escritura social o sus reformas no se presentaren para su inscripción en el Registro


Público de Comercio dentro d los quince días siguientes a su otorgamiento, cualquier
socio podrá gestionarla judicial o administrativamente.

Cualquier interesado o el Ministerio Fiscal podrán requerir judicialmente a toda


sociedad mercantil la comprobación de su existencia regular. El requerimiento, además
de ser notificado personalmente, se publicará. Transcurridos cuatro meses del
requerimiento sin que se haya comprobado la inscripción en el Registro, la sociedad se
pondrá en liquidación.

Todo Notario ante quien se otorgue una escritura de constitución social o de reformas,
deberá advertir a los otorgantes la obligación que tiene de registrarla, de los efectos del
registro y de las sanciones impuestas por la falta del mismo.”

Artículo 20: “Las personas que controlen de hecho el funcionamiento de una sociedad,
sean o no socios, responderán ante terceros subsidiaria, solidaria e ilimitadamente, por
los actos dolosos realizados a nombre de ella.”

5.- EL CAPITAL SOCIAL.

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El conjunto o suma de las aportaciones prometidas y suscritas por los socios en el acto
constitutivo, ya sea en dinero o en especies, conforman lo que se conoce como capital
social. Las aportaciones suscritas deberán ser entregadas, --pagadas--, obligatoriamente por
los socios a favor de la sociedad, no obstante, figurarán en el lado pasivo del balance
porque, en función de ellas, la sociedad corresponderá ante cada socio de los eventuales
beneficios de la gestión mercantil realizada por la sociedad. Es obligación, por tanto, de la
sociedad conservar, al menos, el total de bienes que corresponda al conjunto de las
aportaciones de los socios, quienes tendrán derecho a gozar de los excedentes o utilidades
derivadas de la actividad mercantil.

Artículo 21 C. Com.: “El capital social será representado por la suma del valor nominal
de las aportaciones prometidas por los socios. Figurará siempre del lado pasivo del
balance, de modo que en el patrimonio deberá existir un conjunto de bienes igual, por lo
menos, a la cifra del capital.”

El capital social será invariable; sólo podrá ser modificado en aumento o disminución
mediante acuerdo de los socios expresado en otro instrumento público, de modificación o
reforma, que también deberá inscribirse en el Registro Público de Comercio para que
produzca efectos “erga omnes”. Si la sociedad se constituye bajo la modalidad de
“variable”, que implica un capital mínimo y uno máximo, el capital social podrá
aumentarse o disminuirse dentro del parámetro que estos indiquen, sin necesidad de
escritura de modificación; bastará del acuerdo de los socios tomado de conformidad con la
ley.

La ley acepta la posibilidad legal de aumentar o disminuir el capital social.

El aumento de capital requerirá siempre del acuerdo de los socios de conformidad con lo
expresado en la escritura constitutiva y en la ley, y según el tipo de sociedad de que se trate;
pero, en todos los casos, será obligatorio publicarlo e inscribirlo en el Registro Público de
Comercio para que produzca efectos legales.

Nuestro Código acepta como una modalidad al aumento de capital, la revalorización del
patrimonio social. Esta forma de aumento no implica un aumento real de los recursos de la
sociedad, sino que constituye una ficción legal que conlleva a un aumento nominal
ocasionado por la actualización o ajuste del valor del patrimonio de la sociedad, frente a los
cambios originados por la disminución del valor adquisitivo de la moneda o la inflación.
Este aumento constituye un capital de reserva de la sociedad, pues no puede utilizarse ni
distribuirse como utilidades a favor de los socios, a menos que se tratase de la liquidación
de la sociedad, o que los bienes revaluados sean vendidos obteniéndose utilidades. Al
estudiar cada clase de sociedad, analizaremos como funciona esta forma de aumento de
capital.

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La reducción del capital también es posible cuando los socios así lo acuerden, sin embargo,
como puede afectar intereses de los acreedores de la sociedad, la ley concede a éstos el
derecho de impugnarla judicialmente dentro de los treinta días contados a partir de la última
publicación del acuerdo de reducción. Mientras la sociedad no pague a sus acreedores, o
garantice eficazmente su cumplimiento, no será posible la reducción de capital. Si esto no
es posible, habrá que esperar al resultado del juicio para determinar si procede o no.

Artículo 22 C. Com.: “Toda sociedad podrá aumentar o disminuir su capital.

El aumento de capital requerirá el consentimiento de los socios, dado en la forma


correspondiente a la clase de sociedad de que se trate.

El aumento de capital por revaloración del patrimonio es lícito, pero su importe


constituirá una reserva de la que no podrá disponer la sociedad sino cuando se enajenen
los bienes y se perciba en efectivo el importe de su plusvalía.

Todo aumento o disminución de capital debe publicarse e inscribirse en el Registro


Público de Comercio.

Los acreedores de la sociedad, separada o conjuntamente, podrán oponerse ante la


autoridad judicial a dicha reducción, desde el día que se haya tomado la decisión por la
sociedad, hasta treinta días después de la última publicación, suspendiéndose la
reducción entre tanto la sociedad no pague los créditos de los opositores, o no los
garantice a satisfacción del Juez que conozca del asunto, o hasta que cause ejecutoria la
sentencia que declare infundada la oposición.”

Nota: Este Artículo fue reformado por la Ley de Simplificación Administrativa (Decreto
255-2002). El texto original de este Artículo solo ordenaba comunicar el acuerdo a la
Cámara de Comercio.

Aportaciones en especie.

Las aportaciones en especie están aceptadas prácticamente por todas las legislaciones como
una forma de la que se pueden valer los socios para participar en la constitución de una
sociedad mercantil con bienes diferentes al numerario. Las especies que pueden aportarse
como parte del capital social deben consistir en bienes muebles o inmuebles que estén en el
comercio de los hombres, esto es, que tengan valor patrimonial y, consecuentemente,
puedan ser objeto de transferencia mediante actos entre vivos, o de transmisión en caso de
muerte. En términos generales, comprenden aportaciones a capital diferentes al dinero pero
que tienen valor económico. También puede consistir en aportaciones de créditos, derechos
o acciones.

En el caso de aportación de bienes corporales, el socio podrá transferir el derecho de


propiedad u otro derecho real, como el uso o el usufructo. En el primer caso, el bien debe

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ser previamente valorado para convertir en dinero la aportación, y el bien pasará al dominio
de la sociedad; en el segundo caso, solo se transfiere el uso o el goce, --no la propiedad--,
debiendo valorarse en dinero un precio por dichos derechos, mismos que comprenderán la
aportación del socio al capital social. En el segundo caso, el socio aportante deberá
responder de la existencia, legitimidad y solvencia del deudor del crédito, así como de la
existencia y legitimidad de sus derechos o acciones.

En la escritura social deberá consignarse la forma de hacer la evaluación de los bienes


diferentes al dinero, la que será certificada anticipadamente por peritos nombrados por el
socio aportante, por un tercero o por Juez competente.

Para garantizar que la sociedad no será perjudicada adquiriendo bienes sobrevalorados, es


decir, bienes que se transfieren como aportación con un valor económico exagerado al que
realmente tienen, el Código se vale de mecanismos como los peritajes anticipados a la
autorización de la escritura de constitución. Otras veces se recurre al depósito del bien en
poder de la sociedad por el tiempo necesario para asegurarse de que el valor certificado por
los peritos corresponde a la realidad puesto que, de no ser así, cabe la posibilidad de
subsanar dicha irregularidad exigiendo al socio aportante el complemento de su aportación.
Todas estas prevenciones se hacen más que necesarias habida cuenta de que, una vez que el
bien pasa al patrimonio de la sociedad, todos los riesgos sobre las especies aportadas las
asume la sociedad.

Nuestra ley determina que en las sociedades de capital no es posible, lícitamente, aportar
trabajo como aportación a capital; “a contrario sensu”, sí lo sería en las sociedades
personalistas, --mutuales--, como las sociedades en nombre colectivo y la comandita
simple, siempre y cuando así lo disponga la escritura constitutiva. En las sociedades de
responsabilidad limitada es posible aportar trabajo pero como prestaciones accesorias, en el
entendido de que así se exprese en la escritura de constitución. El simple compromiso de
asumir responsabilidades para con la sociedad, nunca podrá ser considerada como
aportación social.

Artículo 24 C. Com.: “Serán admisibles como aportaciones todos los bienes que tengan
un valor económico, que se expresará en moneda nacional.

No es lícita la aportación de trabajo en las sociedades de capital. La simple asunción de


responsabilidad no es válida como aportación.

Salvo pacto en contrario, las aportaciones de bienes distintos del dinero se entenderán
traslativas de dominio. El riesgo de los mismos estará a cargo de la sociedad desde que se
haga la entrega.

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En la escritura constitutiva se expresará el criterio seguido para la valoración de los
bienes distintos del dinero. La valoración será hecha y certificada por uno o varios
peritos designados en el orden de prelación siguiente:

1. Por los interesados.


2. Por un tercero.
3. Por el órgano jurisdiccional competente.

Como nuestra ley permite que también puedan aportarse créditos, acciones o derechos en
lugar del dinero.

Cuando los créditos están incorporados a títulos-valores, la misma ley les otorga la calidad
de indubitables, de tal manera que cuando éstos se transfieren, en este caso, a la sociedad,
serán reconocidas las cantidades representadas en ellos como aportación, excepto cuando
éstos se hayan perdido y se haya publicada su pérdida. Si no están incorporados a títulos
valores, el socio aportante tendrá que responder de la existencia y legitimidad del crédito,
así como de la solvencia del deudor en la misma época de la portación.

También es aceptable la aportación de acciones y otros derechos consignados en otras


clases de documentos; así como también es válida la aportación de empresas. Lo que no es
aceptable es la aportación de trabajo o de industria, o la de asumir responsabilidades, en las
sociedades de capital; en las sociedades de personas sólo es válida en la sociedad en
nombre colectivo y en la sociedad en comandita simple. En la sociedad de responsabilidad
limitada serán válidas como aportaciones suplementarias, siempre y cuando así lo autorice
la escritura constitutiva. El producto derivado de un trabajo en particular, sí podría ser
aportado como una especie cuando puede ser valorado económicamente.

Artículo 25 C. Com.: “A pesar de cualquier pacto en contrario, el socio que aportare a la


sociedad uno o más créditos responderá de la existencia y legitimidad de ellos, así como
de la solvencia del deudor en la época de la aportación, y de que, si se tratare de títulos-
valores, éstos no han sido objeto de la publicación prevista para los casos de pérdida de
los mismos.”

Las aportaciones ofrecidas formalmente por los socios en la escritura constitutiva,


constituyen una obligación del socio para con la sociedad que deberá cumplir en los plazos
y en la modalidad que exprese dicha escritura, de aquí que estas aportaciones vienen siendo
el objeto del contrato social que permitirá a la sociedad el ejercicio del comercio. Salvo que
en dicha escritura se establezca otra cosa, las aportaciones deberán hacerse en dinero o en
especies en forma inmediata; sin embargo, la misma ley da pautas para que las aportaciones
puedan hacerse en forma parcial aunque, cuando se trate de aportaciones en especie, éstas
deberán de efectuarse íntegramente. Es importante señalar que, dependiendo del tipo de
sociedad de que se trate, la ley considera distintos plazos y modalidades para que los socios
puedan pagar sus aportaciones a capital.

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Siendo la aportación una obligación de cada socio, aquel que la incumpla podrá ser exigido
por la sociedad, a través de sus administradores, para que pague la que le corresponde, so
pena de las sanciones establecidas por la ley, o por el contrato social, y las que se deriven
de las acciones judiciales que puedan promoverse en su contra. Si alguno, o algunos, de los
socios dejan de cumplir este compromiso, no justificará a otro socio para no cumplirlo por
su parte.

Artículo 26 C. Com.: “Los socios deberán realizar las aportaciones en la época y forma
estipuladas en el contrato.

Sin perjuicio de lo dispuesto en este Código en casos especiales, o a falta de pacto


expreso en contra, se presumirá que los socios realizarán las aportaciones de dinero en
una cuantía mínima del cincuenta por ciento al constituirse la sociedad, y en su cuantía
total cuando se trate de aportaciones distintas al numerario.

El incumplimiento de la obligación de aportación autoriza a la sociedad a exigirla


judicialmente en la forma conocida. Ningún socio podrá invocar el incumplimiento de
otro para no realizar su propia aportación.

El socio incumplido, incluso el que aporte trabajo, responderá de los daños y perjuicios
que ocasionare a la sociedad.”

Estas obligaciones se extienden a los socios que se hayan incorporado a la sociedad con
posterioridad al acto constitutivo, como los que compran acciones o partes sociales a
alguno de los socios originales. Del mismo modo, también asumirán las obligaciones
sociales existentes con anterioridad a su admisión. En todo caso, podrá eximírsele de
alguna responsabilidad a lo interno de la sociedad, pero de ninguna manera si con ello se
afectan derechos de terceras personas.

Artículo 27 C. Com.: “El nuevo socio de una sociedad responde, según la forma de ésta,
de todas las obligaciones sociales contraídas antes de su admisión, aún cuando se
modifique la razón o la denominación social. El pacto en contrario no producirá efecto
en perjuicio de tercero.”

6.- DE LA REPRESENTACION Y ADMINISTRACION DE LA SOCIEDAD.

La representación de las sociedades mercantiles corresponde a los órganos de


administración a través de uno o varios administradores, de conformidad con las facultades
que les sean otorgadas, que deberán ser suficientes para realizar las actividades necesarias
para la consecución de los fines de la sociedad. Toda persona que es investida con
facultades que le permitan realizar operaciones inherentes a los objetivos o finalidades
sociales, debe ser considerada como un auxiliar de comercio. De aquí que a los
administradores, gerentes, presidentes o vicepresidentes del consejo de administración,
comisarios, liquidadores, factores de comercio, entre otros, son auxiliares de comercio.

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Aunque nuestra ley mercantil no establece diferencias precisas entre la representación de la
sociedad y su administración, al estudiar los diferentes tipos de sociedades, sí se nos
presentan diferencias puntuales. Las asambleas de socios y los consejos de administración
constituyen órganos colegiados que delegan facultades de representación o de
administración en personas naturales, socios o no, que en algunos casos gozarán de
potestades suficientes para crear derechos y obligaciones frente a terceras personas, capaces
de afectar los intereses patrimoniales de la sociedad. Por ejemplo, la Asamblea de Socios
delega facultades para representar a la sociedad, en el Consejo de Administración y éste, a
su vez, las delega en el Presidente del Consejo de Administración, incluyendo la de
nombrar administradores o gerentes, quienes verán limitado su mandato –ya sea en virtud
de la ley o de los estatutos sociales--, a la realización de actos de gestión de negocios
propios de la sociedad, como la organización interna de la misma, la contabilidad y la
contratación de empleados, sin perjuicio de que también podrán representar a la sociedad, si
la ley o la escritura constitutiva no se lo prohíben en forma expresa.

Reza el Artículo 23 C.Com.: “La representación de toda sociedad mercantil


corresponderá a su administrador o administradores, quienes podrán realizar todas las
operaciones inherentes a su finalidad, salvo lo que expresamente establezcan la ley o los
estatutos.”

7.- UTILIDADES O PÉRDIDAS.

Ya mencionamos que las aportaciones de los socios a la sociedad, no son más que sus
propias inversiones. Cada socio pretende lograr beneficios a partir de las actividades de
comercio realizadas por la sociedad a través de los administradores de sus empresas. Es ese
ánimo de lucro de cada socio la verdadera causa del contrato constitutivo, empero, estos
beneficios o ganancias solo podrán obtenerse de los excedentes reflejados en el balance, no
debiendo afectar jamás al capital de la sociedad. De ocurrir esto último, los socios quedan
obligados a restituir el exceso recibido, sin perjuicio de la responsabilidad de los
administradores.

Lo normal es que en la misma escritura social se determine la forma, el tiempo o los


porcentajes en que se distribuirán las utilidades o las pérdidas que puedan resultar del
ejercicio social; de no establecerlo, éstas se distribuirán conforme a lo que prescribe el
Código de Comercio en el Artículo 28, en el entendido de que no es legalmente posible
repartir utilidades si éstas, al tenor del balance, realmente no existen, ya que tampoco es
lícito afectar el capital social. Tanto los administradores como los socios que hayan
permitido y aceptado, respectivamente, la distribución de ganancias contraviniendo esta
prohibición, serán solidarios en la devolución de lo permitido y aceptado.

Ningún socio podrá ser excluido arbitrariamente de recibir las utilidades que le
corresponden y, como “a la misma causa igual derecho”, tampoco podrá ser excluido de las
pérdidas si las hubiere. En este último caso, solo caben dos efectos posibles: o se restituyen
las pérdidas en la proporción correspondiente a cada socio según su participación social, o
se toma el acuerdo de reducción de capital en los términos permitidos por la ley. Esta
situación impide toda repartición de utilidades.

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Cabe puntualizar que en las sociedades que permiten socios industriales, salvo que en el
contrato se pacte otra cosa, sus ganancias se reducirán a la mitad de las utilidades, misma
que será dividida según el número de socios que se encuentren en esa condición; pero estos
socios no participarán de las pérdidas, pues debe de entenderse que trabajar sin retribución
económica, es ya suficiente pérdida.

Artículo 28 C. Com.: “En el reparto de las ganancias o pérdidas se observarán, salvo


pacto en contrario, las reglas siguientes:

1.- La distribución de las ganancias o pérdidas entre los socios capitalistas se hará
proporcionalmente a sus aportaciones.

2.- Al socio industrial corresponderá la mitad de las ganancias, y si fueren varios, esa
mitad se dividirá entre ellos por igual; y,

3.- El socio o socios industriales no soportarán las pérdidas.”

Artículo 29 C. Com.: “No producirán ningún efecto legal las estipulaciones que
excluyan a uno o más socios de la participación en las ganancias”

Artículo 30 C. Com.: “Si hubiera pérdida del capital, éste deberá de ser reintegrado o
reducido antes de hacerse repartición o asignación de utilidades.”

Artículo 31 C. Com.: “La repartición de utilidades nunca podrá exceder del monto de las
que realmente se hubieran obtenido conforme al balance general.

Los administradores que autorizaren pagos en contravención a lo dispuesto en el párrafo


que antecede, y los socios que los hubieren percibido, responderán solidariamente de su
devolución; los primeros por el importe total de lo pagado, y los segundos por las
cantidades individualmente recibidas por ellos. La devolución podrá ser exigida por la
sociedad, por los acreedores y por los socios disidentes.”

8.- CAPITAL DE RESERVA.

Constituye una reserva legal de carácter obligatorio que solo puede ser modificada en los
estatutos sociales, o mediante acuerdos, si se amplía el porcentaje que la ley prescribe, en
caso contrario, serán nulos. Este capital de reserva se calcula sobre las utilidades de cada
ejercicio social; cada año debe de separarse un 5% de las utilidades netas, sin embargo, esta
obligación cesará cuando la suma de las cantidades retenidas alcance la quinta parte del
capital social. Toda contravención a la norma que impone esta obligación, como ser la
omisión de la reserva, su modificación reduciendo el porcentaje, o la utilización de los
fondos de reserva, implica responsabilidad de los administradores y de los socios, pues
estarán obligados a restituir cualesquiera cantidades, hasta la recuperación total del capital
de reserva, sin perjuicio de la responsabilidad penal que pueda corresponder en los casos de
dolo.

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Artículo 32 C. Com.: “De las utilidades netas de toda sociedad deberá separarse
anualmente el cinco por ciento como mínimo, para formar el capital de reserva, hasta
que importe la quinta parte del capital social.

El capital de reserva deberá ser reconstituido en la misma forma cuando disminuya por
cualquier motivo.”

Artículo 33 C. Com.: “Cualquier acuerdo o disposición contrarios al Artículo que


antecede, serán nulos; y en cuanto a las cantidades que fueron indebidamente pagadas
se estará lo dispuesto en el Artículo 31”

9.- RESPONSABILIDAD DE SOCIOS Y ADMINISTRADORES

Una cosa es la responsabilidad de socios y administradores a lo interno de la sociedad, y


otra la responsabilidad de éstos frente a terceros. Dependiendo del tipo de sociedad, --si de
personas o de capital--, siempre habrá que diferenciar también entre la responsabilidad civil
de la sociedad como persona jurídica, y la responsabilidad particular de cada socio o de sus
directores y administradores.

Como principio general, la doctrina admite que toda persona, natural o jurídica, que por
acción u omisión causa daño a otro, está obligada a reparar el daño. El Artículo 2236 de
nuestro Código Civil reza así: “El que por acción u omisión causa daño a otro,
interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado.”

Las sociedades tienen responsabilidad diferente de sus socios porque, como personas
jurídicas, adquieren sus propios derechos y obligaciones. De tal manera, su responsabilidad
civil se contrae a reparar el daño que, a través del ejercicio social pueden ocasionar sus
administradores, representantes, personal y aún sus socios, frente a otras personas, --culpa
extracontractual--. Naturalmente la sociedad, como tal, deberá responder ante sus
acreedores por las deudas que se generen de su actividad mercantil lícita; empero, la
sociedad, por su misma naturaleza, no puede cometer ilícitos; éstos sólo podrán derivarse
de la actitud culposa o dolosa de las personas naturales que interactúan en su nombre. De
aquí que, la misma sociedad, los socios no culpables, los acreedores y terceras personas
perjudicadas por ellos, podrán intentar las acciones de responsabilidad correspondientes, en
la búsqueda de que se le reparen los daños y perjuicios causados. En este sentido, su
responsabilidad es solidaria e ilimitada. Es frecuente la deducción de responsabilidad de los
administradores mediante acciones legales incoadas por la misma sociedad.

Las personas perjudicadas por la sociedad, a través de sus representantes legales, --


administradores--, podrá reclamarle las indemnizaciones correspondientes a su
responsabilidad civil, que podrá extenderse aún al patrimonio particular de los socios, en
proporción a su participación social, si el patrimonio de la sociedad no es suficiente para
reparar los daños y perjuicios causados, por las acciones culposas o dolosas de sus
administradores o de los mismos socios; pero en cuanto a la responsabilidad penal, serán
los administradores o los miembros del consejo de administración, en su caso, los que
responderán por los actos y omisiones culposas o dolosas en perjuicio de sus acreedores.

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Verbigracia: los administradores, directores o liquidadores son responsables penalmente en
los casos de quiebra culposa o fraudulenta de una sociedad mercantil, como lo establece el
Artículo 1408 del Código de Comercio, pues el Código Penal en sus Artículos del 233 al
239, califica esta acción como insolvencia punible.

En conclusión, los socios responderán en función de sus respectivas partes sociales, o hasta
por el total de sus acciones, en lo que respecta a la actividad mercantil propiamente dicha;
pero también serán ilimitada y solidariamente responsables por sus acciones u omisiones
culposas o dolosas realizadas, en nombre de la sociedad, en perjuicio de terceros; del
mismo modo que los directores o administradores serán responsables, hasta criminalmente,
por las acciones u omisiones perpetradas, en representación de la sociedad, frente a terceras
personas, especialmente, en perjuicio de sus acreedores.

Artículo 34 C. Com.: “El embargo practicado por acreedores particulares de los socios
sobre partes sociales de éstos, no representadas por acciones, afectará únicamente a las
utilidades del socio y al importe que resulte cuando sea liquidada la sociedad.

No puede prorrogarse la duración de la sociedad sino satisfaciendo al acreedor


embargante, incluso mediante la liquidación de la parte social del socio deudor.”

Artículo 35 C. Com.: “La sentencia que se pronuncie contra la sociedad, condenándola


al cumplimiento de obligaciones respecto a terceros, tendrá fuerza de cosa juzgada
contra los socios, y podrá ser ejecutada en el patrimonio de los mismos, en el límite de su
responsabilidad, hecha exclusión de los bienes sociales.”

10.- LIBROS DE LOS COMERCIANTES.

Tanto los comerciantes individuales como los sociales estarán en la obligación de llevar
ciertos libros en donde deberán registrarse socios, acciones, actuaciones, asambleas,
inventarios y aspectos contables de la sociedad.

Nuestra ley exige como obligatorios los siguientes libros: el de Socios, el de Actas de las
Asambleas de Socios y el de Actas del Consejo de Administración, el Diario, el Mayor y el
de Inventarios.

Estos libros constituyen una garantía para el Estado, sus acreedores y público en general,
que podrán enterarse de las operaciones de la sociedad, de las actuaciones de sus
administradores, de las participaciones de los socios, del patrimonio social, de los contratos
e, incluso, de la responsabilidad de sus administradores por acciones u omisiones
fraudulentas en nombre de la sociedad, entre otras.

En el Libro de Actas del Consejo de Administración deben quedar registrados los acuerdos
sociales, cómo y quiénes los aprobaron, así como también el otorgamiento de poderes, la
toma de decisiones respecto a asuntos que afectan el patrimonio social. Las actas calzarán
la firma del Presidente y del Secretario del Consejo, o Junta, en su caso.

26
En el Libro de Actas de las Asambleas de Socios constará la elección de los miembros del
Consejo de Administración, aprobación o reprobación del balance, reparto d utilidades,
nombrar o separar gerentes, nombrar comisarios, disolución o modificación de la sociedad
y, en general, todo lo que concierne a las facultades de la Asamblea de Socios.

Respecto a los asuntos contables, reviste gran importancia el Libro Diario en donde se
registran las operaciones de compras, ventas, pagos, cobros, envíos y otras de interés
económico para la empresa social. Así mismo, el Libro Mayor, en donde se registra
sistemática y ordenadamente, bajo el título que corresponde a cada tipo de operaciones, lo
que diariamente se recoge en el Libro Diario.

Todos estos libros pueden ahora llevarse por medios electrónicos, o cualquiera otro medio
confiable, según reforma establecida en la Ley de Simplificación Administrativa (Decreto
255-2002).

Artículo 36 C. Com.: “Las sociedades deberán dejar constancia escrita en todas las
actuaciones y decisiones adoptadas en las asambleas de socios y sesiones de sus
administradores, cuando actúen en consejo o en junta.

Las actas en donde consten dichas actuaciones y decisiones deberán ser firmadas por el
presidente y el secretario, así como por los comisarios que concurran en los casos
pertinentes.

Las actas podrán ser llevadas en hojas sueltas, constar en libros o en cualquier otro
medio que garantice su integridad y perpetuidad.”

11.- INFORMES OFICIALES DE GESTION.

Existía obligación de informar al Ministerio de Finanzas –antes de Hacienda y crédito


Público--, dentro de los tres primeros meses de cada año, sobre el balance anual de la
sociedad, así como de la situación de representantes y administradores. Sin embargo, el
Artículo 37 C. Com., que establecía esta obligación, fue derogado.

IV.- SOCIEDADES MERCANTILES.

Respetando la clasificación relacionada en el Artículo 13 C. Com., se reconocen en nuestro


país cinco formas societarias, dos de ellas, la sociedad de nombre colectivo y la sociedad en
comandita simple, como sociedades de personas, y las sociedades de responsabilidad
limitada, la sociedad anónima y la sociedad en comandita por acciones, como sociedades de
capital. La sociedad cooperativa está regulada por una ley especial: Ley de Cooperativas de
Honduras (Decreto 65-87).

1.- SOCIEDADES DE PERSONAS.

Son sociedades conformadas con dos o más socios que responden en forma solidaria e
ilimitada con la actividad social, estableciendo de común acuerdo la manera de administrar

27
la empresa social, no siendo posible, para los socios, eximirse de responsabilidad. Es una
forma muy frecuente de asociarse entre sectores dedicados a la prestación de servicios
profesionales, agrupaciones productivas y, en general, a los que ejercen comercio a
pequeña escala, tanto a nivel familiar, como gremial.

1.1.- Sociedad colectiva.

Esta sociedad es la expresión más típica de las sociedades personalistas. Está constituida
por un grupo reducido de personas que pertenecen a una familia o grupos que, se dedican a
la misma profesión, arte u oficio, que unen esfuerzos y su propio trabajo, para explotar un
negocio común. Todos los socios participan personalmente en la actividad mercantil,
aportan las cuotas participativas en el monto y forma que lo pactan de común acuerdo, y se
administran de conformidad con lo que decidan los socios, en el entendido de que todos y
cada uno de ellos responden subsidiaria, ilimitada y solidariamente de todas las
obligaciones que se deriven del ejercicio social. En lo que al capital social se refiere,
nuestra ley no especifica cuál debe ser el capital social mínimo.

La sociedad existe y funciona mediante un nombre o razón social que se caracteriza por
calzar los nombres y apellidos, o solo apellidos, de uno, alguno o de todos los socios e,
inclusive, de alguna otra persona extraña a la sociedad que lo permita, debiendo agregarse
las palabras “y compañía”, “y asociados”, “y familia”, o similares, para involucrar a todos
los socios en cuanto a la responsabilidad que deben asumir ante terceras personas. Solo el
hecho de que una persona acepte que su nombre aparezca en la razón social, lo hace
responsable ante terceros del mismo modo en que lo son cada uno de los socios, es decir: su
responsabilidad es subsidiaria, ilimitada y solidaria.

Nuestra ley no permite que se pueda eximir a alguno, o algunos, de los socios de la
responsabilidad que se origina del ejercicio social, pero sí permite que ésta pueda ser
reducida a una cuota o porción determinada.

La responsabilidad es subsidiaria, porque no puede perseguirse su propio patrimonio


mientras la sociedad tenga bienes propios que puedan ser objeto de persecución judicial; es
ilimitada, porque cada socio responde con todo sus bienes por las deudas sociales, cuando
ya la sociedad no pueda hacerle frente a las mismas; y, es solidaria, porque cualquiera de
los socios puede ser demandado para el pago de las deudas sociales, sin que pueda oponer
el beneficio de excusión o el beneficio de separación. El beneficio de excusión es el que
permite al socio exigir a su demandante, que primero persiga los bienes de la sociedad; el
de separación sólo es posible en los casos de mancomunidad pues es el caso en que cada
socio responde solamente en función de su parte o cuota en la deuda.

Artículo 38 C. Com.: “Sociedad en nombre colectivo es aquella que existe bajo una razón
social, y en la que todos los socios responden de modo subsidiario, ilimitada y
solidariamente, de las o0bligaciones sociales.

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Las cláusulas de la escritura social que exima a los socios de la responsabilidad ilimitada
y solidaria no producirá efecto alguno con relación a terceros; pero los socios sí pueden
estipular que la responsabilidad de alguno o algunos de ellos se limite a una porción o
cuota determinada.”

Artículo 39 C. Com.: “La razón social se formará con el nombre de uno o más socios, y
cuando en ella no figuren los de todos, se le añadirán las palabras <y compañía>, u otras
equivalentes, por ejemplo: <y asociados>, <y hermanos>, <y socios>.”

Artículo 40 C. Com.: “Cualquier persona extraña a la sociedad que haga figurar o


permita que figure su nombre en la razón social, quedará sujeta a la responsabilidad
ilimitada y solidaria que establece el Artículo 38.”

1.1.1.- Forma de constitución.

Como toda sociedad mercantil, la Sociedad Colectiva –o en Nombre Colectivo--, se


formaliza en Instrumento Público autorizado por Notario, debiendo inscribirse en el
Registro Público de Comercio y en la Cámara de Comercio e Industrias. La escritura se
redactará conteniendo los requisitos que ordena el Artículo 14 del Código de Comercio,
pudiendo excluirse los últimos siete señalados en dicha norma, los que podrán ser suplidos
por las reglas contenidas, al respecto, en el Código de Comercio.

Los socios deberán comparecer ante Notario con sus respectivas Tarjetas de Identidad,
Registro Tributario Nacional y Solvencia Municipal; expresarán sus generales de ley y el
nombre o razón social de la sociedad, por ejemplo: “Primitivo Maradiaga y asociados”; las
aportaciones de cada socio para conformar el capital social; el giro de la empresa,
verbigracia, confección de uniformes deportivos; la duración y el domicilio de la sociedad.
En la escritura se establecerá el régimen de derechos, obligaciones y prohibiciones para los
socios, tanto en sus relaciones a lo interno de la sociedad, como en sus relaciones con
terceras personas. La constitución de la sociedad será publicada mediante avisos en un
periódico de la localidad y en el Diario Oficial “La Gaceta”.

La escritura social puede modificarse siempre y cuando los socios lo acuerden


unánimemente, o por la mayoría que se establezca en la misma escritura, sin embargo, los
socios que no estén de acuerdo en la modificación, gozarán del derecho a separarse de la
sociedad.

Hay sociedades colectivas que se constituyen bajo regímenes legales especiales. Por
ejemplo, en el caso de las empresas asociativas campesinas, los interesados tendrán que
solicitar al Instituto Nacional Agrario, INA, la autorización necesaria para su constitución.

Artículo 45 C. Com.: “La escritura social no podrá modificarse sino por el


consentimiento unánime de los socios, a menos que en la misma se pacte que puede
acordarse la modificación por la mayoría de ellos. En este caso, la minoría tendrá el
derecho de separarse de la sociedad.”

29
1.1.2.- Derechos y obligaciones de los socios.

En general, los socios gozarán de los derechos consignados en la escritura de constitución


social o en la ley; también estarán obligados a acatar todos los compromisos estipulados en
la escritura social, así como las obligaciones y prohibiciones prescritas por la ley, que
hayan sido omitidas en dicho instrumento.

a) Derechos de los socios:

Los derechos de los socios se contraen, principalmente, a ejercer el voto para la toma de
decisiones trascendentales, o no, para la sociedad. Siendo que los socios tienen la misma
categoría, --salvo las excepciones señaladas por la ley--, las decisiones se tomarán por
unanimidad o por mayoría, según lo estipule la escritura social, como lo establece el
Artículo 45 C. Com., al referirse a la modificación de la escritura social.

El consentimiento de los socios, a través del voto, también se hace necesario en los casos de
cesión de los derechos de los socios, en los de admisión de nuevos socios, nombramiento y
remoción de administradores o, en su caso, para autorizar la enajenación de bienes
inmuebles de la sociedad.

Artículo 43 C. Com.: “Los socios no pueden ceder sus derechos en la compañía sin el
consentimiento de todos los demás, y sin él tampoco pueden admitirse otros nuevos, salvo
que en uno u otro caso la escritura social disponga que será bastante el consentimiento
de la mayoría…”

Artículo 47 C. Com.: “Salvo pacto en contrario, los nombramientos y remociones de los


administradores se harán libremente por la mayoría de votos de los socios.”

Artículo 50 C. Com.: “El administrador solo podrá enajenar y gravar los bienes
inmuebles de la compañía con el consentimiento de la mayoría de los socios…”

Otro derecho del socio es el de información y de control a todo lo que comprende el


manejo y estado de los negocios de la sociedad; de aquí que le asista el derecho para
realizar por su cuenta, o por medio de peritos, el examen de los actos realizados por los
administradores, así como toda la documentación relacionada con la actividad societaria.

Artículo 56 C. Com.: “Los socios no administradores podrán nombrar un interventor que


vigile los actos de los administradores, y tendrán el derecho de examinar por sí o por
expertos debidamente autorizados, el estado de la administración y la contabilidad y
papeles de la compañía, haciendo las reclamaciones que estimen convenientes.”

También tienen los socios, como en toda sociedad mercantil, el derecho del tanto, que
comprende el derecho de los socios, en proporción de sus aportaciones, a tener preferencia
en la adquisición de las partes sociales que pretendan ser cedidas por otros socios a
personas extrañas a la sociedad. Los socios tendrán un plazo de quince días, contados a
partir de la autorización de cesión o venta de las partes sociales de que se trate, para optar

30
por el derecho preferente para adquirir dichas partes sociales. En el caso de no hacer uso d
este derecho, el cedente podrá ceder o negociar su parte social. A personas ajenas a la
sociedad.

Artículo 43 C. Com.: “… En caso de que se autorice la cesión de que se trata en el primer


párrafo de este Artículo, a favor de persona extraña a la sociedad, los socios tendrán el
derecho del tanto, y gozarán de un plazo de quince días para ejercerlo, contado desde la
fecha de la junta en que se hubiere otorgado la autorización. Si fueren varios los socios
que quieran usar de este derecho, les competirá a todos ellos en proporción a sus
aportaciones.”

Los socios gozan también del derecho de separación de la sociedad en tres casos en
particular: 1º) Cuando por voluntad propia cedan sus derechos a otro socio o a un tercero,
siempre y cuando cuenten con la aceptación de los demás socios en los términos del
Artículo 43 C. Com.; 2º) cuando no esté de acuerdo con la modificación de la escritura
social, cuando se haya pactado que la decisión de modificarla se tome por mayoría de
votos; y, 3º) cuando en contra de su voto, el nombramiento de administrador haya recaído
en una persona ajena a la sociedad.

Ahora bien, si por algún motivo un socio se separa de la sociedad en cuya razón social
aparece su nombre, habrá que agregar a la razón social la palabra “y sucesores”, aunque se
siga usando su nombre en dicha razón social. Del mismo modo se procederá en el caso de
que una nueva sociedad adquiera los derechos y obligaciones con todo y su razón social; en
este supuesto, la nueva sociedad usará dicha razón social más el agregado: “y sucesores”.

Artículo 41 C. Com.: “El ingreso o separación de un socio no impedirá que continúe la


misma razón social hasta entonces empleada; pero si el nombre del socio que se separa
apareciere en la razón social, deberá agregarse a ésta la palabra <sucesores>.”

Artículo 42 C. Com.: “Cuando la razón social fuere la que hubiere servido a otra
sociedad cuyos derechos y obligaciones han sido transferidos a la nueva, se agregará a la
razón social la palabra <sucesores>

Artículo 45 C. Com.: “… la minoría tendrá derecho de separarse de la sociedad.”

Artículo 46 C. Com., párrafo tercero: “…Todo socio tendrá derecho a separarse de la


sociedad cuando, en contra de su voto, el nombramiento de administrador recayese en un
extraño.”

Todos y cada uno de los socios tendrán derecho a recibir ganancias o utilidades siempre
que también se reflejen ganancias en el balance general anual. De las utilidades siempre
deberá separarse el cinco por ciento en concepto de reserva social. Ningún socio podrá ser
excluido de estas ganancias, sin embargo, en el caso de los socios industriales, --que
aportan trabajo--, éstos solo recibirán utilidades equivalentes a lo estipulado en la escritura

31
constitutiva, pero calculadas sobre el cincuenta por ciento de las utilidades. Los socios que
han aportado dinero, recibirán sus utilidades en función de sus aportaciones pero calculadas
sobre el cien por ciento de las utilidades.

Salvo que otra cosa se pacte en la escritura social, los socios industriales no soportarán las
pérdidas en el caso de que las hubiere; además, a cuenta de sus utilidades, podrá recibir
cantidades necesarias para su alimentación; pero si no hay utilidades, no tendrá la
obligación de reembolsarlas.

Artículo 57 C. Com.: “Los socios industriales deberán percibir, salvo pacto en contrario,
las cantidades que periódicamente necesiten para alimentos; dichas cantidades y las
épocas de percepción, serán fijadas por acuerdos de la mayoría de los socios o, en su
defecto, y en caso de discrepancia, por la autoridad judicial. Lo que perciban los socios
industriales por alimentos se computará en los balances anuales a cuenta de las
utilidades, sin que tengan obligación de reintegrarlo en los casos en que el balance no
arroje utilidades o las arroje en cantidad menor.

Los socios capitalistas que administren podrán percibir periódicamente, por acuerdo de
la mayoría de socios, una remuneración con cargo a gastos generales.”

b) Obligaciones de los socios.

Para poder constituir esta sociedad, es necesario que los socios aporten dinero o especies
previamente valoradas, pero también pueden aportar trabajo, todo en las cantidades y
forma que estipule la escritura social. Es válido señalar, que el socio que no cumple con las
aportaciones puede ser perseguido judicialmente para que los pague, pues es una deuda que
tiene para con la sociedad.

Por la misma naturaleza de esta sociedad, sobre todo en lo que concierne a la


responsabilidad de cada socio, el legislador no estimó necesario referirse a una cuantía
mínima obligatoria de aportación de capital. La escritura social lo determinará en función
de las posibilidades e intereses de los socios.

c) Prohibiciones.

Es preciso señalar que todas las actuaciones de los socios que resulten contrarias al pacto
social, están prohibidas; como también están prohibidas todas aquellas que se hagan al
margen del consentimiento de los demás socios. Pero el Artículo 44 C. Com. Establece una
prohibición puntual: prohibición de competencia o concurrencia: ningún socio podrá
dedicarse por cuenta propia o ajena a realizar actividades mercantiles que constituyan
competencia desleal en perjuicio de la sociedad, a menos que cuenten con la anuencia
expresa o tácita de los demás socios. La contravención a esta prohibición puede causar la
exclusión del socio culpable, y la posibilidad de que le sean reclamados los daños y
perjuicios que pudiere causarle a la sociedad.

32
Artículo 44 C. Com.: “Los socios no podrán dedicarse por cuenta propia ni ajena a
negocios del mismo género de los que constituyen la finalidad de la sociedad, ni formar
parte de sociedades que los realicen, salvo con el consentimiento de los demás socios.

Se presumirá el consentimiento, transcurrido el plazo de tres meses contados desde el día


en que l sociedad tenga conocimiento de la infracción.

En el caso de contravención, la sociedad podrá excluir al infractor, exigiéndole, además,


el importe de daños y perjuicios.”

1.1.3.- De la administración y representación de la sociedad.

La asamblea de socios es el órgano supremo de la sociedad. Ya mencionamos


anteriormente cuáles son sus facultades y, con el concurso de sus votos, cómo pueden
tomar sus decisiones. Solo la escritura social puede limitar el poder de los socios, como el
caso de en ella se nombre al administrador con carácter de inamovible, como reza el
Artículo 48 C. Com.

Artículo 55 C. Com.: “Las resoluciones que correspondan a los socios se tomarán por el
voto de la mayoría de ellos.

Podrá pactarse, sin embargo, que la mayoría se compute por capitales; pero si un solo
socio representare más de la mitad del capital social, se necesitará, además, el voto de
otro. Salvo pacto en contrario, la representación del socio industrial o del conjunto de
ellos será igual a la del socio capitalista que represente el mayor interés, en el concepto
de que se computará como voto del grupo de socios industriales el adoptado por la
mayoría de ellos.”

Su nombramiento y remoción:

Dada la importancia que tiene la activa participación de los socios en este tipo de
sociedades, en consideración al riesgo que grava a cada uno de ellos en cuanto a su
responsabilidad ante terceros, la ley establece la presunción de que todos ellos concurrirán
en la administración y representación de la sociedad, cuando la escritura social guarda
silencio sobre la forma de administrarse. Todos los socios votarán sus decisiones en forma
unánime, si así lo exige la ley, --modificación de escritura social o cesión de derechos--, o
por mayoría de votos, si así lo estipulare la misma escritura social. En este último caso, los
socios que estuviesen en desacuerdo en cuanto a la decisión adoptada por la mayoría,
Tendrá derecho para separarse de la sociedad.

Artículo 49 C. Com.: “Cuando no se haga designación de administradores, todos los


socios concurrirán en la administración.”

Lo más frecuente es que en la escritura constitutiva se establezca que el nombramiento de


uno o varios administradores estará bajo la responsabilidad de los socios, quienes por
mayoría de votos decidirán su nombramiento, pudiendo éste recaer en alguno, o algunos

33
socios, o en terceras personas ajenas a la sociedad. También en este caso los socios que
votaren en contra del nombramiento, tendrán derecho para separarse de la sociedad. Del
mismo modo se procederá en los casos de remoción del administrador o administradores.

Pero si en la escritura de constitución se nombra a un socio como administrador, éste no


podrá ser removido en el caso de que sea inhabilitado, --por ejemplo: que en virtud de
sentencia condenatoria se le suspendan sus derechos civiles--, o que caiga en estado de
incapacidad física o mental. En otro caso, sólo podrán ser removidos mediante sentencia
judicial con carácter de cosa juzgada. Fuera de este caso, los administradores podrán ser
nombrados o removidos por mayoría de votos.

Artículo 46 C. Com.: “La administración de la sociedad estará a cargo de uno o varios


administradores, quienes podrán ser socios o personas extrañas a la sociedad.

En defecto de pacto que limite la administración a alguno o algunos de los socios, todos
serán administradores y tomarán sus acuerdos por mayoría.

Todo socio tendrá derecho a separarse de la sociedad cuando, en contra de su voto, el


nombramiento de administrador recayese en un extraño.”

Artículo 47 C. Com.: “Salvo pacto en contrario, los nombramientos y remociones de los


administradores se harán libremente por la mayoría de votos de los socios”.

Artículo 48 C. Com.: Cuando el administrador sea socio y en la escritura social se


pactare su inamovilidad, sólo podrá ser removido judicialmente por dolo, culpa,
inhabilidad o incapacidad.”

Sus atribuciones y obligaciones.

Cuando el nombramiento y mandato del administrador conste en la escritura constitutiva,


sólo podrá cesar o ser modificado en los términos señalados en la ley o en dicha escritura.
No obstante, lo más normal es que los administradores cuenten con facultades suficientes
para realizar los actos propios de la actividad mercantil acorde al giro social, aunque
también podrán ser facultados, mediante acuerdo de los socios, para realizar actos de
riguroso dominio como la de enajenar o gravar inmuebles, cuando esta actividad no sea
propia del giro social de la sociedad. Tampoco podrán delegar sus cargos en otros socios o
terceras personas aunque, bajo su propia responsabilidad, podrán otorgar poderes para
cierto tipo de negocios.

Artículo 50 C. Com.: El administrador sólo podrá enajenar y gravar los bienes inmuebles
de la compañía con el consentimiento de la mayoría de socios, o en el caso de que dicha
enajenación constituya la finalidad social, o sea una consecuencia natural de ésta.”

Artículo 51 C.Com.: “Salvo pacto en contrario, el administrador sólo podrá, bajo su


responsabilidad, dar poderes para determinados negocios o para cierta clase de ellos,
pero no podrá delegar su cargo.”

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El derecho de representar a la sociedad frente a terceras personas a través de la firma social,
corresponderá al administrador o administradores que designe la escritura social; en su
defecto, corresponderá al administrador único, en su caso; pero si son varios los
administradores, todos tendrán derecho a representarla haciendo uso de la firma social.

Artículo 53 C. Com.: “El uso de la firma social corresponde a todos los administradores,
salvo que en la escritura constitutiva se limite a uno o varios de ellos.”

En el caso de que sean varios los administradores, sus decisiones deberán ser tomadas en
forma colegiada bastando el voto de la mayoría. Sin embargo, la ley permite que en caso de
ausencia o imposibilidad de alguno o algunos de los administradores al momento de
requerirse de una inmediata decisión porque, de lo contrario, la sociedad correría un riesgo
grave e inminente, un solo socio, o los que estén presentes, podrán tomar le urgente
decisión.

Cuando la decisión no pueda tomarse colegiadamente porque hay empate de votos, ésta
será tomada con el voto de la mayoría de los socios. Los socios que han aportado capital
tendrán derecho a un voto al igual que los socios industriales; pero en el caso de que un
socio capitalista representa más de la mitad del capital social, necesitará de otro voto para
que la decisión sea tomada; en este caso, el voto de los socios industriales se tomará como
un solo voto, que resultará de lo concertado por la mayoría de estos socios.

Artículo 54 C. Com.: “En defecto de estipulaciones expresas en contrario, las decisiones


de los administradores se tomarán por voto de la mayoría de ellos, y en caso de empate,
decidirán los socios.

Cuando se trate de actos urgentes cuya omisión traiga como consecuencia un daño grave
para la sociedad, podrá decidir un solo administrador en ausencia de los otros que estén
en la imposibilidad, aún momentánea, de resolver sobre los actos de administración.”

Además de las obligaciones propias de su cargo, los administradores estarán en la


obligación de informar a los socios sobre el estado de los negocios de la empresa social. Al
menos una vez al año deberán rendir el estado financiero y contable de la sociedad, así
como el balance general y el estado de pérdidas y ganancias durante el período.

Artículo 52 C. Com.: “Los administradores están obligados a dar a conocer a los socios,
por lo menos anualmente, la situación financiera y contable de la sociedad, incluyendo el
balance general correspondiente y el estado de pérdidas y ganancias.”

1.2.- La sociedad en comandita simple.

Históricamente, esta sociedad tiene su origen en el contrato de “comenda”,


específicamente, en el contrato de “comandita de mar” mediante el cual, una persona
entregaba mercancías o dinero (el comanditario) a otra que, a su vez, aportaba también
dinero y su trabajo, en este caso una travesía marítima hacia otros lugares en donde
negociaba las mercancías o adquiría otras (el comanditado), con la finalidad de obtener

35
ganancias de tales actividades, que después distribuían entre ambos. Este tipo de contratos
resultaban sumamente riesgosos, sobre todo para el comanditado, pues muchas veces las
operaciones no alcanzaban los resultados deseados y, en vez de ganancias, se producían
pérdidas; la del comanditario que perdía sus mercancías y su aportación económica, y la
del comanditado, que además de su aportación económica, perdía el trabajo que realizaba.

De acuerdo con la definición contenida en el Artículo 58 del Código de Comercio, la figura


del contrato de “comenda” sufre una importante variación con respecto a la figura del
comanditado pues, en la comandita simple, el comanditado aporta su fuerza de trabajo y
administra lo que recibe del comanditario, pero con el agravante de que responde
subsidiaria, ilimitada y solidariamente de las obligaciones sociales, mientras el
comanditario sólo está obligado a entregar sus aportaciones. Pueden existir un o varios
comanditados, así como uno o varios comanditarios.

Vale señalar que este tipo societario es prácticamente desconocido en nuestro país.

1.2.1. Concepto.

En general, se llama sociedad en comandita, --simple o por acciones--, la que se forma con
dos o más personas de las cuales una, al menos, es comerciante, que persigue fines de lucro
realizando actividades mercantiles y, el otro --u otros--, es un simple suministrador de
capital; el primero, llamado comanditado, se hace responsable de las obligaciones
societarias en forma subsidiaria, ilimitada y solidaria, mientras el otro, el comanditario, sólo
responde con los fondos declarados en el contrato.

Reza nuestro Código de Comercio en su Artículo 58: “Sociedad en comandita simple es la


que existe bajo una razón social y está compuesta de uno o varios socios comanditados,
que responden de manera subsidiaria, ilimitada y solidariamente de las obligaciones
sociales, y de uno o varios comanditarios que únicamente están obligados al pago de sus
aportaciones”

1.2.2. Características.

Las más importantes son:

a) Funcionan bajo una razón social, que se forma con los nombres de uno, algunos o todos, los
socios comanditados. Se le agrega las palabras “y compañía” o “y socios”, u otras
similares, y las palabras “en comandita simple”, o sus siglas S en C. Si una persona extraña
a la sociedad, o un socio comanditario (o varios), permite el uso de su nombre en la razón
social, serán también responsables subsidiaria, ilimitada y solidariamente de las
obligaciones sociales. Todos los que aparecen en la razón social serán igualmente
responsables frente a terceros, si se omiten las palabras “sociedad en comandita” o las
siglas “S en C”.

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b) El socio comanditado, o al menos uno de ellos si son varios, deberá ser comerciante. El
comanditario solo es un inversionista que aporta el capital.
c) El comanditado responde subsidiaria, ilimitada y solidariamente de las obligaciones
sociales; el comanditario, solo responde por el monto de sus inversiones.

Artículo 59 C. Com.: “La razón social se formará con el nombre de uno o más
comanditados, y cundo en ella no figuren los de todos éstos, se le añadirán las palabras
<<y compañía>>, u otras equivalentes. A la razón social se agregarán siempre las
palabras <<Sociedad en Comandita>> o su abreviatura <<S en C>>.

Artículo 60 C. Com.: “Cualquier persona, ya sea socio comanditario o extraña a la


sociedad, que haga figurar o que permita que expresa o tácitamente que figure su
nombre en la razón social, quedará sujeta a la responsabilidad de los comanditados. En
esta misma responsabilidad incurrirán los comanditarios cuando se omita la expresión
<<Sociedad en Comandita>> o su abreviatura.”

1.2.3.- Forma de constitución.

Al igual que la sociedad colectiva, esta sociedad también se constituye mediante


instrumento público autorizado por Notario, con los requisitos contenidos en el Artículo 14
C. Com., pero consignándose los nombres y apellidos de cada socio comanditado y
comanditario, con la obligación de inscribirla en el Registro Público de Comercio y en la
Cámara de Comercio e Industrias. Además, su constitución deberá ser publicada en el
Diario Oficial “La Gaceta” y en un periódico de la localidad.

1.2.4.- Derechos, obligaciones y prohibiciones de los socios.

En este tipo societario será preciso diferenciar entre los derechos y obligaciones de los
socios comanditados, y los que conciernen a los socios comanditarios, habida cuenta que
sus actividades son diferentes, aunque su finalidad de lucro sea la misma. Algunos de estos
derechos son comunes para ambos tipos de socios.

a) Derechos comunes. Son derechos comunes para comanditados y comanditarios, el derecho


a la información, derecho a separación y cesión de derechos y el derecho del tanto, que
están regulados en los Artículos 56, 41, 42 y 43 del Código de Comercio.

El derecho a la información comprende el de enterarse de todo lo que concierne a la


actividad comercial que realiza la sociedad a través de sus administradores, sin embargo,
en la escritura social se suele limitar este derecho a los socios comanditarios,
permitiéndoles esta información, --y sobre todo el derecho a revisar documentos, libros y
contabilidad--, sólo durante las épocas señaladas en dicha escritura. Si la escritura guarda
silencio al respecto, la administración estará en la obligación de poner en su conocimiento
el balance general y el estado de pérdidas y ganancias, al finalizar el ejercicio social,
debiendo poner los documentos de la sociedad a su orden por un término no menor de

37
quince días, a efecto de que los examine personalmente, o haciéndose acompañar por
peritos. En lo demás, los socios gozarán de los mismos derechos que los prescritos por la
ley en las sociedades de nombre colectivo, de acuerdo con lo prescrito en el Artículo 56
C.Com.

Artículo 63 C. Com.: “Los socios comanditarios no podrán examinar el estado y


situación de la administración social, sino en las épocas y en la forma prescritas en la
escritura constitutiva.

Si los estatutos no dispusieren sobre estos puntos, independientemente de la facultad de


nombrar interventor, se comunicará a los socios comanditarios el balance y el estado de
pérdidas y ganancias al final del ejercicio social, poniéndoles de manifiesto, durante un
plazo que no podrá bajar de quince días, los antecedentes y documentos precisos para
comprobarlos y discutir las operaciones. Este examen podrán hacerlo por sí o por
expertos debidamente autorizados.”

Los socios tienen derecho para separarse de la sociedad en los mismos términos que en las
sociedades colectivas, independientemente de que se trate de socios comanditados o
comanditarios, y sin importar tampoco que la razón social continúe siendo la misma; pero
si el nombre del socio que se separa sigue apareciendo en la razón social, deberá agregarse
las palabras <<y sucesores>>, al tenor del Artículo 41 C. Com.

También tienen los socios el derecho de ceder, --vender o donar--, su parte social siempre y
cuando cuenten con la aprobación unánime de los demás socios, o de la mayoría de ellos, si
así lo permite la escritura social. La cesión deberá otorgarse en instrumento público que
tendrá que ser inscrito en el Registro Público de Comercio para que produzca efectos ante
terceros. En este caso los socios gozarán del derecho del tanto, tal como lo dispone el
Artículo 43 C. Com.

b) Derechos de los socios comanditados.

Si bien los socios comanditarios tienen derecho a asistir a las asambleas de socios, en ellas
solo tendrán derecho a voz, pero solo tendrán derecho al voto en los casos que no sean de
trascendental importancia para la vida de la sociedad, como ser admisión de nuevos socios,
cesión de partes sociales, modificación de escritura social, entre otros; en lo relacionado
con la administración de la sociedad, sólo los socios comanditados tendrán derecho al voto.

Artículo 61 C. Com.: “… Los comanditarios podrán asistir a las juntas de socios, si bien
no tendrán voto en los acuerdos que signifiquen una intervención en la vida de la
sociedad.”

c) Obligaciones de los socios.

Los socios comanditados tienen a su cargo la administración de la sociedad dentro de los


límites señalados en la escritura social y la ley, de aquí que responden subsidiaria, ilimitada
y solidariamente de las obligaciones sociales. Estos socios pueden aportar capital e,

38
inclusive, trabajo en calidad de socios industriales; pero siempre serán responsables ante
terceros de las obligaciones sociales.

Los socios comanditarios solo tienen la obligación de pagar las aportaciones a las que se
obligaron en la escritura constitutiva. No tienen más obligaciones. Su responsabilidad ante
terceros queda limitada, solamente, hasta el monto de dichas aportaciones.

d) Prohibiciones de los socios.

Los socios comanditarios no deben realizar actos de administración ni siquiera en carácter


de apoderados o mandatarios, por tal razón su responsabilidad se limita a su propia
inversión; pero si llegaren a transgredir esta prohibición tratando con terceros como si
fueren administradores, la ley los sanciona haciéndoles perder su responsabilidad limitada,
convirtiéndolos en solidariamente responsables por las obligaciones sociales derivadas de
su gestión, o por todas las obligaciones de la sociedad si en forma constante y habitual ha
administrado a la sociedad.

Es necesario aclarar que los socios comanditarios tienen derecho a realizar actividades a lo
interno de la sociedad, como participar en el nombramiento o revocación de
administradores, hacer sugerencias, dar consejos y realizar trabajos como contador,
bodeguero, encargado de almacenes, etcétera, sin perder su responsabilidad limitada. Lo
que no deben hacer, es comprometer a la sociedad frente a terceras personas.

Artículo 61 C. Com.: “Los socios comanditarios no pueden ejercer acto alguno de


administración, ni aún con carácter de apoderados de los administradores o
representantes; pero no se reputarán actos de administración las autorizaciones dadas ni
la vigilancia ejercida por los comanditarios, de acuerdo con la escritura social o con la
ley, ni el trabajo subordinado que presten a la empresa…”

Artículo 62 C. Com.: El socio comanditario quedará obligado solidariamente para con


los terceros, por todas las obligaciones sociales en que haya tomado parte en
contravención a lo dispuesto en el Artículo anterior. También será responsable
solidariamente para con los terceros, aún por las operaciones en que no haya tomado
parte, si habitualmente ha administrado los negocios de la sociedad.”

Solamente en casos extremos, como el de la muerte, inhabilidad o incapacidad del


administrador, cuando en la escritura social se guarde silencio sobre la forma de sustituirlo
y no habiendo más socios comanditados, un socio comanditario podría realizar actos de
administración en forma interina y respecto a los asuntos urgentes y de mera
administración; su responsabilidad quedará limitada a los actos puntuales de su gestión.

Artículo 64 C. Com.: “Si para los casos de muerte o incapacidad del socio administrador
no se hubiere determinado en la escritura social la manera de sustituirlo, y la sociedad
hubiere de continuar, podrá un socio comanditario, a falta de comanditados, desempeñar
interinamente los actos urgentes o de mera administración durante el término de un mes,
contado desde el día en que la muerte o incapacidad hubiere ocurrido.

39
En estos casos el socio comanditario no es responsable más que por la ejecución
adecuada de su gestión.”

La prohibición de competencia o concurrencia solo atañe a los socios comanditados; estos


socios tienen prohibido dedicarse por su propia cuenta, o por cuenta de otro, a negocios que
puedan significar competencia desleal para la sociedad. A los comanditarios no puede
prohibírseles que hagan inversiones de cualquiera índole, puesto que no realizan actos de
administración. El Artículo 44 del Código de Comercio, en consecuencia, sólo podrá
aplicarse a los socios comanditados.

1.2.4.- Administración de la sociedad.

En el entendido de que la administración de la sociedad en comandita simple es exclusiva


de los socios comanditados, salvo las pocas excepciones ya comentadas. Nuestro Código de
Comercio nos remite a los Artículos que regulan la administración de las sociedades
colectivas; citamos, por su importancia, los Artículos 46 (quiénes pueden ser
administradores), 47, 48 y 49 (nombramiento, remoción y concurrencia de
administradores), 50, 51, 52, 53 y 54 (facultades y obligaciones de los administradores).

El Artículo 65 del Código de Comercio, en su párrafo segundo, nos remite a disposiciones


legales que solo son aplicables a los socios comanditarios, no obstante, en lo que respecta al
Artículo 44 (prohibición de competencia), solo puede ser aplicado a los socios
comanditados.

Artículo 65 C. Com.: “Son aplicables a la sociedad en comandita simple los Artículos 41


a 43, 45 a 48, 50, 51, 53, 55 y 57.

Los Artículos 38, párrafo segundo; 41, 44, 49, 52, 54 y 56, sólo se aplicarán con
referencia a los socios comanditarios.”

1.3.- Sociedad de Responsabilidad Limitada.

Sin duda alguna, la Sociedad de Responsabilidad Limitada, “S. de R. L.”, junto con la
Sociedad Anónima y la Sociedad Cooperativa, uno de los tipos societarios más utilizados
en Honduras. Funcionalmente opera como una sociedad capitalista, aunque el capital está
representado por las partes sociales correspondientes a las aportaciones de cada socio, no
por acciones; y, estructuralmente, está configurada como una sociedad personalista con una
característica especial: sus socios sólo responden de las obligaciones sociales hasta el
monto de sus aportaciones, no como ocurre con las demás sociedades personalistas. Lo
anterior significa que los acreedores no pueden perseguir el patrimonio propio de cada
socio. Podríamos señalar que su conformación resulta de un híbrido de la Sociedad
Colectiva y de la Sociedad Anónima.

Hay legislaciones, como la española y la norteamericana, que admiten la existencia legal de


sociedades unipersonales de responsabilidad limitada, en donde el único socio limita su

40
responsabilidad frente a terceros, solo con su aportación, único capital que sustenta a ese
tipo de “sociedad”.

1.3.1.- Concepto.

La S. de R. L., es aquella que se constituye con dos o más personas naturales o jurídicas
que realizan sus aportaciones en partes no representadas por títulos valores, que pueden ser
proporcionalmente o categóricamente desiguales, pero siempre del mismo valor nominal,
que sólo pueden cederse en los casos que expresamente prescriba la ley, y en donde los
socios no responderán con su patrimonio por las obligaciones que contraiga la sociedad
frente a terceros.

En estos mismos términos la define nuestro legislador:

Artículo 66 C. Com.: “Sociedad de Responsabilidad Limitada es la que existe bajo una


razón social o bajo una denominación, y cuyos socios solo están obligados al pago de sus
aportaciones, sin que las partes sociales, que nunca estarán representadas por títulos-
valores, puedan cederse sino en los casos y con los requisitos que establece el presente
Código.”

1.3.2.- Requisitos.

Del concepto relacionado podemos sustraer los siguientes requisitos:

a) Existen bajo una razón social usando los nombres de uno o más socios, o bajo una
denominación social haciendo referencia a la actividad mercantil principal.
b) Los socios no tienen acciones sino partes sociales.
c) Las partes sociales no pueden ser cedidas, salvo las excepciones que prescriba la ley.
d) Los socios gozan de responsabilidad limitada al monto de su participación social.

El uso de la razón o de la denominación social reviste trascendental importancia para los


socios y, en algunos casos, para personas extrañas a la sociedad. Así, cuando se usa el
nombre de alguno, o algunos, de los socios, o cuando un tercero no socio permite el uso de
su nombre, y no se agregan las palabras “Sociedad de Responsabilidad Limitada” o “S. de
R. L.”, se pierde el privilegio de la responsabilidad limitada, convirtiéndose la
responsabilidad de estos socios, --y la de los administradores que lo permitieron--, en
subsidiaria, ilimitada y solidariamente responsables de las obligaciones de la sociedad
frente a terceras personas. En el caso de las personas extrañas a la sociedad, éstas
responderán subsidiaria y solidariamente hasta por el total de las aportaciones del socio
mayoritario.

No es común que una persona, socia o no, permita que su nombre sea utilizado en la
denominación social ya que ésta se forma con el nombre de la actividad principal de la
sociedad; pero si por alguna circunstancia ocurre, la persona será afectada con
responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria por todas las obligaciones sociales.

41
También es necesario señalar que, al igual que las sociedades colectivas, la sociedad puede
seguir operando con el mismo nombre aunque éste entrañe el del socio separado; del mismo
modo, en el caso de transferencia de la sociedad que existe a una nueva, ésta podrá seguir
usando la razón social de la que ha transferido sus derechos y obligaciones; sin embargo, en
ambos casos, deberá agregarse a la razón social las palabras “y sucesores”, al tenor de los
Artículos 41 y 42 del Código de Comercio.

Artículo 67 C. Com.: “La denominación se formará de acuerdo con lo que dispone el


Artículo 91; la razón social se formará con el nombre de uno o más socios. Una y otra
irán inmediatamente seguidas de las palabras <<Sociedad de Responsabilidad
Limitada>> o su abreviatura <<S. de R. L.>>; la omisión de este requisito, con
conocimiento de los socios que figuren en la razón social, hará a éstos y en todo caso a
los administradores culpables, responsables subsidiaria, solidaria e ilimitadamente de las
obligaciones sociales que así se hubieren contraído.”

Artículo 68 C. Com.: “Cualquier persona extraña a la sociedad que haga figurar o


permita que figure su nombre en la razón social, responderá subsidiaria y solidariamente
por el monto de las operaciones sociales hasta por el importe de la mayor de las
aportaciones.”

En cuanto a las partes sociales, éstas no pueden ser títulos valores y no pueden ser cedidas
sino en los términos prescritos por la ley. Lo segundo es consecuencia de lo primero. Si la
ley permitiera que fueran títulos valores, no podría evitarse su libre circulación, pues es
característica de los títulos valores circular libremente como toda cosa mercantil; de aquí
que, si bien las partes sociales pueden llegar a ser cedidas, sólo lo serán en la forma y
circunstancias que la ley lo permita.

Sólo mediante escritura pública puede ser cedida la parte social, pero para ello tendrá que
contarse con la debida aprobación de los socios en la forma que lo mande la escritura de
constitución –por unanimidad o por mayoría--, y deberá inscribirse en el Registro Público
de Comercio y en el Libro de Socios de la sociedad, como lo señalan el Artículo 82,
numeral 5, en relación con el Artículo 77, párrafo primero del Código de Comercio.

Otro aspecto importante sobre la parte social es que cada socio tiene una parte social que,
aunque única, es esencialmente divisible, en el sentido de que puede ceder una fracción de
su parte social o, en su caso, puede adquirir una parte o toda la parte social de otro socio;
esto, claro está, de conformidad con los requisitos legales de mérito. Si un socio tiene una
parte social de quinientos Lempiras y adquiere de otro socio una fracción de doscientos
Lempiras de su parte social, el adquirente tendrá ahora una parte social de setecientos
Lempiras mientras que, el cedente, tendrá una parte social reducida a trescientos Lempiras.
Las partes sociales pueden tener distintos valores, pero siempre serán de cien Lempiras o de
múltiplos de cien.

Artículo 73 C. Com.: “Cada socio no tendrá más que una parte social. Cuando un socio
haga una nueva aportación o adquiera la totalidad o una fracción de la parte de un

42
coasociado, se aumentará en la cantidad respectiva el valor de su parte social, a no ser
que se trate de partes que tengan derechos diversos.”

Artículo 74 C. Com.: “Las partes sociales son divisibles, siempre que se cumpla con lo
dispuesto en el Artículo 43, y que, por efecto de la división, el número de los socios no
llegue a ser superior a veinticinco.”

Artículo 77, párrafo primero C. Com.: “La sociedad llevará un libro especial de socios, en
el que se inscribirá el nombre y domicilio de cada uno, con indicación de sus
aportaciones y la transmisión de las partes sociales. Esto no surtirá efectos contra
terceros, sino después de su inscripción en el Registro Público de Comercio…”

Artículo 82 C. Com.: “La asamblea de los socios es el órgano supremo de la sociedad, y


tendrá las facultades siguientes:

…, …, …, …, 5. Resolver sobre la cesión y división de las partes sociales, así como sobre
la admisión de nuevos socios…”

Lo referente a la responsabilidad limitada ya fue analizado al comentar el Artículo 66 C.


Com.

1.3.3.- Características y forma de constitución.

La S. de R. L., se puede conformar con un mínimo de dos socios y un máximo de


veinticinco socios, con un capital no menor de cinco mil Lempiras (L. 5,000.00) constituido
por partes sociales iguales o desiguales valoradas de cien Lempiras o múltiplo de cien que
deberán ser íntegramente suscritas por los socios quienes, no obstante, podrán pagar o
exhibir un mínimo del cincuenta por ciento (50%) de su valor.

Se constituirán mediante instrumento público compareciendo los socios ante Notario. En el


momento de su comparecencia deberán exhibir el comprobante bancario de que han
depositado a favor de la sociedad en formación, al menos el cincuenta por ciento del capital
suscrito, es decir, el que se obliga cada socio a pagar.

La escritura deberá contener los requisitos relacionados en el Artículo 14 del Código de


Comercio, debiendo inscribirse el testimonio en el Registro Público de Comercio y en la
Cámara de Comercio e Industrias.

A manera de ejemplo exponemos un hipotético instrumento de constitución:

INSTRUMENTO NÚMERO… En la ciudad de Tegucigalpa… a los … días … Ante mí:


NAPOLEON MALAPARTE, Notario…comparecen personalmente los señores:
LUCRECIO ELPELO, agricultor, ZACARIAS LALOTO, técnico en computación, y
PASTOR LOBO CORDERO, estilista, todos mayores de edad…quienes asegurándome
hallarse en el pleno goce de sus derechos civiles, libre y espontáneamente declaran: Que
han convenido en constituir… una sociedad mercantil de Responsabilidad Limitada que

43
sujetan de común acuerdo a las siguientes estipulaciones, requisitos y condiciones :
PRIMERO: la sociedad que en este acto constituyen es de Responsabilidad Limitada, que
girará bajo la denominación social de “CORTES Y RECORTES SOCIEDAD DE
RESPONSABILIDAD LIMITADA”, o sus abreviaturas “CYR S. de R. L.” SEGUNDO:
La finalidad de la sociedad será la de prestar servicio de barbería, cortes, peinados, lavado,
secado, permanentes, alisados, pintado, planchado, masajes faciales y, en general
cualquiera otro tratamiento del cabello, así como también la compraventa de toda clase de
productos relacionados con dicho rubro, así como cualquiera otra actividad mercantil de
lícita compatible con la principal, sin más limitaciones que las prescritas por las leyes
mercantiles de Honduras. TERCERO: el domicilio de la sociedad será la ciudad de… pero,
de ser necesario, podrá abrir sucursales, agencias, filiales y oficinas en cualquiera otra parte
de la República y aun en el extranjero… CUARTO: La sociedad se constituye por tiempo
indefinido… QUINTO: La sociedad se constituye con un capital de CIENTO
CINCUENTA MIL LEMPIRAS (L. 150,00.00) que queda íntegramente suscrito por los
socios, quienes en este acto pagan el cincuenta por ciento en la forma siguiente: el socio
NAPOLEON MALAPARTE paga la cantidad de veinte y cinco mil Lempiras (L.
25,000.00); el socio LUCRECIO PELO paga la cantidad de veinte y cinco mil Lempiras (L.
25,000.00); y, el socio PASTOR LOBO CORDERO paga la cantidad de veinte y cinco mil
Lempiras (L. 25,000.00); acreditándolo con el Depósito a la Vista No en Cuenta Número
… extendido por el BANCO TE, de esta ciudad, en fecha… a favor de “CYR S. de R. L.”
por la cantidad de setenta y cinco mil Lempiras (L. 75,000.00) que yo, el Notario, tuve a la
vista. SEXTO: La sociedad llevará un Libro Especial de Socios, en el que se registrarán los
nombres… con la indicación de sus aportaciones, la transferencia o transmisión de sus
partes sociales, aumentos y disminuciones de capital. SEPTIMO: Los aumentos o
disminuciones de capital se podrán realizar de conformidad con lo establecido en el Código
de Comercio, especialmente, en sus Artículos 43 y 76, requiriéndose para ello de la
unanimidad de votos de sus socios precisándose, así mismo, de la reforma de la escritura
social. OCTAVO: Los socios podrán hacer aportaciones suplementarias en proporción a sus
aportaciones, en el caso de ser concertadas por unanimidad de votos por la asamblea de
socios las que, de darse, conformarán un capital de reserva que podrá ser utilizado para
satisfacer necesidades perentorias de la sociedad, o para ampliar sus negocios. NOVENO:
Los socios podrán retirar sus aportaciones parcial o totalmente en la forma prescrita por la
ley, pero quién pretenda hacerlo, deberá notificarlo a la sociedad anticipadamente, pero la
separación sólo será eficaz hasta el final del ejercicio anual en curso, si se notifica antes del
último trimestre de dicho ejercicio, o hasta el final del ejercicio siguiente, si se hiciere
después; el socio separado tendrá derecho a percibir el valor real de su participación.
DECIMO: La administración de la sociedad estará a cargo de un Gerente General,
designándose para ocupar ese cargo, por tiempo indeterminado, al socio PASTOR LOBO
CORDERO, en el entendido que su permanencia o remoción dependerá siempre de la
asamblea de socios, sus atribuciones serán las siguientes… DECIMO PRIMERO: Las
utilidades netas, o las pérdidas, si las hubiere, se distribuirán anualmente entre los socios en
proporción a sus aportaciones sociales. DECIMO SEGUNDO: De las utilidades netas, si
existieren, se separará un cinco por ciento (5%), como mínimo, para formar el Capital de
Reserva obligatorio, tal como lo ordena el Código de Comercio en su Artículo 32; así
mismo, también se separará otro cinco por ciento (5%) de dichas utilidades, para formar
una Reserva Especial para el pago de prestaciones laborales; las separaciones referidas

44
cesarán, una vez que cada una de ellas represente la quinta parte del capital social. En el
eventual caso de que, por alguna razón, disminuyeren estas reservas, deberán ser
reconstituidas en la misma forma en que se conformaron. DECIMO TERCERO: La
Asamblea de Socios es el órgano supremo de la sociedad, y tendrá las facultades
consignadas en el Artículo 82 del Código de Comercio, tales son: …; las asambleas se
celebrarán por lo menos una vez al año dentro de los tres primeros meses del año, y serán
convocadas por el Gerente General y si éste no lo hiciere, por el Comisario, y si tampoco
éste lo hiciere, por el o los socios que representen más de la tercera parte del capital social;
las convocatorias se harán mediante avisos dirigidos a cada socio por medio de nota o carta
certificada con acuse de recibo por lo menos con ocho días de anticipación a la celebración
de la asamblea, indicando la fecha, día, hora, lugar y orden del día, , instalándose
válidamente la asamblea si concurren socios que representen, por lo menos, la mitad del
capital social; de no existir quórum en la primera reunión, los socios serán convocados una
segunda vez, y la asamblea funcionará válidamente con los socios que asistan. Cada socio
tendrá derecho a participar en las decisiones de las asambleas y gozará de un voto por cada
cien Lempiras de su aportación; las resoluciones se tomarán por mayoría de votos de los
que concurran a la asamblea, excepto en los casos de modificación de la escritura social,
que solo podrá aprobarse con el voto de las dos terceras partes del capital social; o que se
trate de cambiar los fines de la sociedad o se aumenten las obligaciones de los socios, en
cuyo caso se necesitará de la unanimidad de votos. DECIMO CUARTO: La cesión o la
división de partes sociales, y la admisión de nuevos socios, sólo podrá efectuarse con el
consentimiento unánime de los socios; las cesiones deberán inscribirse en el Registro
Público de Comercio para que surtan efecto para terceras personas; en caso de que la cesión
sea autorizada favor de persona extraña la sociedad, los ocios gozarán de un plazo de
quince días contados desde la fecha de la autorización, para ejercer el derecho del tanto,
teniendo derecho preferencial para adquirir la o las partes cedidas; si dos o más socios
desean ejercer este derecho del tanto, lo podrán hacer en proporción de sus respectivas
participaciones sociales. Las partes sociales son divisibles en los términos prescritos en el
Artículo 74 del Código de Comercio siempre que, por efecto de la división, no exceda de
veinticinco socios. DECIMO QUINTO: Para la vigilancia de la sociedad se crea el cargo de
Comisario, el que será electo por la Asamblea de Socios y durará en sus funciones un año,
pudiendo ser reelecto por uno o más períodos, teniendo las facultades y atribuciones que le
confiere el Código de Comercio vigente. DECIMO SEXTO: Si eventualmente el Gerente
General cesa en su cargo, la Asamblea de Socios podrá elegir otro por simple mayoría de
votos; pero si el nombramiento recae en una persona extraña la sociedad, los socios que
votaron en contra gozarán del derecho de separarse de la sociedad. El cargo de Gerente es
personal e indelegable; sólo podrá otorgar poderes a profesionales del derecho colegiados,
para efectos de representar judicial o administrativamente a la sociedad ante jueces y
tribunales, o ante autoridades administrativas. El Gerente General está en la obligación de
informar a los socios, por lo menos una vez al año, la situación financiera y contable de la
sociedad, incluyendo el Balance General y el estado de pérdidas y ganancias del período. El
ejercicio social de la sociedad comenzará el primero de enero de cada año, y terminará el
treinta y uno de diciembre del mismo año. DECIMO SEPTIMO: La sociedad podrá
disolverse o venderse por acuerdo unánime de los socios, o por cualquiera de las causas
prescritas expresamente en el Código de Comercio; una vez disuelta, se procederá a su
liquidación de conformidad con lo previsto en dicho cuerpo legal. DECIMO OCTAVO:

45
Los otorgantes, finalmente, declaran que todo lo expresado en este instrumento comprende
la base legal suficiente para que se tenga formalmente constituida La sociedad mercantil
“CORTES Y RECORTES, SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA”, que
podrá reconocerse con las siglas “CYR S. de R. L.” Yo, el Notario, advertí a los otorgantes
sobre la obligación de registrar esta sociedad en el Registro Público de Comercio, de hacer
la publicación que ordena la ley, de inscribirla en la Cámara de Comercio e Industrias de su
domicilio, de solicitar su Registro Tributario Nacional y de obtener el Permiso de
Operaciones en la Alcaldía Municipal correspondiente. Así lo dicen y otorgan…De todo lo
cual…, Doy fe.

1.3.4.- Derechos y obligaciones de los socios.

Por regla general, los derechos y obligaciones de los socios están consignados en la
escritura de constitución social, con las salvedades que conocemos, pero creemos
importante hacer una relación resumida de los mismos, así:

a) Derechos:

• Derecho para conservar su calidad de socio, excepto en los casos de exclusión por
infracciones, actos dolosos, incapacidades y otros que justifiquen su separación obligatoria
de la sociedad; también goza del derecho para retirarse de la sociedad (Artículo 46, párrafo
tercero).
• Derecho a ser informado, al menos anualmente, de la situación financiera y contable, del
balance general y del estado de pérdidas y ganancias (Artículo 52). Antes de la celebración
de la Asamblea de Socios, una vez convocados los socios, tendrán derecho a inspeccionar
los libros de la sociedad y a conocer de los informes del Gerente o Administrador, así como
el informe del Comisario, habida cuenta de que, como socio, goza del derecho de votar
aprobando, modificando o reprobando el balance general y demás informes (Artículo 82
No. 1).
• Derecho a ejercer el voto. Cada socio tiene derecho a votar en las asambleas de socios; el
poder de su voto tiene relación directa con su participación social; de acuerdo con la ley,
tiene derecho a un voto por cada cien Lempiras de aportación; esto no significa que el socio
votará una vez por cada cien Lempiras aportados; significa que el socio vota una sola vez,
pero su voto equivale al monto total de su aportación dividido entre cien; así, si aportó
L.500.00, su voto vale como cinco; si aportó L. 5,000.00, su voto vale cincuenta; y, si
aportó L. 50,000.00, su voto equivale a quinientos (Artículo 86).
• Derecho a ceder, --vender o donar—su parte social siempre y cuando goce de la
aprobación unánime de los socios, o de la mayoría de ellos si así lo establece la escritura
social; esto en aplicación del Artículo 43 C. Com., que comprende una regla propia de las
sociedades personalistas. Este derecho se tiene sin perjuicio del derecho del tanto que
prescribe el párrafo tercero del Artículo 46 C. Com.
• Derecho preferencial para suscribir aumentos de capital cuando la asamblea los hay
aprobado legalmente, lo que comprende que, en este aspecto, el socio también goza del
derecho del tanto, como lo manda el Artículo 76 C. Com. en relación con el Artículo 43 del
mismo cuerpo legal.

46
Artículo 76 C. Com.: En los aumentos del capital social se observarán las mismas reglas
de la constitución de la sociedad, y los socios tendrán preferencia para suscribirlo, en
proporción a sus partes sociales; a este efecto, si no hubieren asistido a la asamblea en
que se aprobó el aumento, deberá comunicárseles el acuerdo respectivo por medio de
tarjeta postal certificada, con acuse de recibo. Si algún socio no ejerce el derecho que
este Artículo le confiere, durante los quince días siguientes a la celebración de la
asamblea, se entenderá que renuncia a él, y el aumento de capital podrá ser suscrito,
bien por los otros socios, bien por personas extrañas a la sociedad, en los otros casos y
con los requisitos que señala el Artículo 43. Ni la escritura social, ni la asamblea de la
sociedad pueden privar a los socios de la facultad de suscribir preferentemente los
aumentos del capital.”

• Derecho a participar, en su caso, de las utilidades de la sociedad. Lo decimos de este


modo porque, si bien es cierto que no se le puede privar al socio de este derecho, se trata de
un derecho que implica la concurrencia de varios requisitos:

1º) Que existan ganancias de conformidad con el balance general;

2º) Que se separen las reservas legales, o se resarzan las pérdidas de ejercicios anteriores
que hayan afectado dichas reservas;

3º) Que el reparto de utilidades sea aprobado por la asamblea de socios; y,

4º) Que la distribución sea proporcional a las participaciones de cada socio, sin perjuicio de
los casos en que existan partes sociales privilegiadas que permiten mayores beneficios para
los socios que las tenga.

En las disposiciones generales para aplicarse a todas las sociedades, especialmente las
relacionadas en los Artículos, 31, 32 y 33 del Código de Comercio, se regula lo referente a
las utilidades y a las reservas legales.

b) Obligaciones de los socios.

La principal obligación de cada socio, es la de hacer sus aportaciones en la forma y en el


tiempo que lo establezca la escritura social. Los socios deberán hacer sus aportaciones en
numerario o en especies, --corporales o incorporales--, al momento del otorgamiento de la
escritura social; suscribirán la totalidad del capital social que constituye su inversión y
pagarán, por lo menos, el cincuenta por ciento (50%) del mismo, excepto en el caso de que
aporten especies puesto que, en ese caso, deberán pagarlo íntegramente. Cualquiera que sea
la aportación de cada socio, sólo será dueño de una parte social cuyo valor será de cien
Lempiras (L. 100.00) o múltiplo de cien. La suma de las partes sociales de cada socio
constituye el capital social fundacional que, en consonancia con el Artículo 70 C. Com., no
podrá ser menor de cinco mil Lempiras (L. 5,000.00).

Las aportaciones en bienes corporales, muebles o inmuebles, o incorporales, como


acciones, derechos y créditos, no se precisan en la sección que trata de estas sociedades en

47
el Código de Comercio; pero como no las prohíbe expresamente, podrán ser aportadas en
los términos expresados en sus Artículos 24 y 25, esto es: deberán ser previamente
valorados, los primeros, se responderá de su legitimidad y de la solvencia del deudor, los
segundos.

Cualquiera que sea el tipo de aportación, ésta constituye una deuda del socio frente a la
sociedad, por lo que también es aplicable la regla general consignada en el Artículo 26 C.
Com. en cuanto a que la sociedad podrá perseguir judicialmente al socio incumplido,
pudiendo dirimirle la responsabilidad civil que corresponda, la que por lo general se
contrae al pago de indemnización de daños y perjuicios.

Artículo 70 C. Com.: “El capital no será inferior a cinco mil Lempiras; se dividirá en
partes sociales que pueden ser de valor y categoría desiguales, pero que en todo caso
serán de cien Lempiras o de un múltiplo de cien.”

Artículo 71 C. Com.: “Al constituirse la sociedad, el capital deberá estar íntegramente


suscrito. Podrá exhibirse como mínimo el cincuenta por ciento del valor de cada parte
social, pero en todo caso la suma de las aportaciones hechas no será inferior a cinco mil
Lempiras.”

Cuando la escritura social así lo establece, --lo que no es frecuente--, los socios podrán
resultar obligados a pagar aportaciones suplementarias o a realizar prestaciones
accesorias de dar, hacer o no hacer.

Las aportaciones suplementarias consisten en cantidades de dinero, o bienes, que por


disposición de la escritura constitutiva deberán ser pagadas proporcionalmente por los
socios, con el objeto de conformar un capital de reserva, que pueda ser utilizado por la
sociedad, para satisfacer necesidades perentorias tales como reajustes de capital,
incremento de patrimonio, participación en algún negocio sin riesgos para la sociedad, entre
otros.

No son tan frecuentes porque implican un aumento de responsabilidades para los socios que
buscan, en la forma de la Sociedad de Responsabilidad Limitada, no arriesgar más de las
aportaciones necesarias para su formación que, al fin y al cabo, es el límite de su riesgo.

En cuanto a las prestaciones accesorias, también poco frecuentes, comprenden


obligaciones adicionales que, ya sea en forma periódica o permanente, pueden afectar en
forma diferente a alguno, algunos o a todos los socios. Por ejemplo, que uno de los socios
se obligue a entregar a la sociedad el veinte por ciento de las puertas que fabrique
mensualmente; otro socio se obliga a hacerles un decorado especial a un precio quince por
ciento más bajo que el existente en mercado; y otro, que tiene una agencia de
exportaciones, se obliga a prestar sus servicios en forma preferencial, a la empresa de la
sociedad. Así mismo, por ser de la propia naturaleza de la sociedad, los socios pueden
obligarse a no realizar actividades que puedan resultar negativas a la empresa social, como
ser las que constituyen competencia desleal.

48
Artículo 75 C. Com.: “Cuando así lo establezca la escritura social, los socios, además de
sus obligaciones generales, tendrán la de hacer aportaciones suplementarias en
proporción a sus primitivas aportaciones.

También podrá pactarse en la escritura social que los socios estén obligados a efectuar
prestaciones accesorias, y en tal caso deberá indicarse el contenido, la duración y la
modalidad de estas prestaciones, la compensación que les corresponde y las sanciones
contra los socios que no las cumplan.”

1.3.5.- Órganos de la sociedad.

El destino de la sociedad descansa en la interacción de sus órganos sociales. Son dos los
órganos que necesariamente deben de existir en la Sociedad de Responsabilidad Limitada:
la Asamblea de Socios y el Consejo de Administración; cuando la escritura de
constitución así lo establece, también puede nombrarse un Consejo de Vigilancia, aunque
es frecuente que sea nombrada una sola persona para ejercer la vigilancia: el Comisario.

1.3.5.1.- La Asamblea de Socios.

Este es el órgano más importante de la sociedad porque, al estar legalmente constituido, es


el que toma las decisiones de mayor trascendencia de la sociedad. Es el órgano supremo de
la sociedad puesto que es el que tiene la facultad, entre otras, de nombrar o remover al
administrador o gerente, o a los miembros del Consejo de Administración, en su caso. En
este sentido, es la autoridad máxima de la sociedad, en el entendido de que los socios, por sí
solos, o en conjunto, no tienen autoridad alguna; el voto de cada socio solo tiene eficacia
cuando se emite en el seno de la Asamblea de Socios, la que, de acuerdo con la ley, sólo
tiene obligación de reunirse una vez al año.

Las facultades de la Asamblea de Socios están consignadas en el Artículo 82 C. Com.:

“La asamblea de los socios es el órgano supremo de la sociedad, y tendrá las facultades
siguientes:

1.- Discutir, aprobar, modificar o reprobar el balance general correspondiente al


ejercicio social clausurado, y tomar, con referencia a él, las medidas que juzgue
oportunas.

2.- Decretar el reparto de utilidades.

3.- Nombrar y remover a los gerentes.

4.- Designar, en su caso, el Comisario o el Consejo de Vigilancia.

49
5.- Resolver sobre la cesión y división de las partes sociales, así como la admisión de
nuevos socios.

6.- Acordar, en su caso, que se exijan las aportaciones suplementarias y las prestaciones
accesorias.

7.- Acordar el ejercicio de las acciones que correspondan para exigir daños y perjuicios a
los otros órganos sociales, designando, en su caso, la persona que ha de seguir el juicio.

8.- Decidir la disolución de la sociedad.

9.- Modificar la escritura social.

10.- Las demás que correspondan conforme a la ley o a la escritura social.”

Para comprender la forma en que funciona la Asamblea de Socios, es menester establecer


su constitución legal. Para ello serán necesarias las siguientes etapas:

a) La convocatoria y lugar de reunión. En orden de prelación, las asambleas deben ser


convocadas por el Gerente –administrador--, por el Comisario o Consejo de Vigilancia, o
por los socios que representen más de la tercera parte del capital social, si ninguno de los
anteriores lo hiciera. Normalmente se realiza mediante cartas certificadas con acuse de
recibo, que deberán ser recibidas por lo menos ocho días de antes a su realización. En ella
se incluirá el lugar, la fecha y hora de la asamblea, así como la agenda u orden del día, que
comprende los puntos a tratar. Según la ley, el lugar de reunión será el domicilio social,
excepto que los socios acepten reunirse en otro lugar y que esté representado el total del
capital social.

La ley permite que en la escritura social pueda establecerse una forma diferente de
convocatoria que pueda resultar más eficaz, siempre y cuando sea lícita, por ejemplo, en la
actualidad, podría utilizarse el correo electrónico para agilizar la convocatoria.

El Artículo 83 C. Com., manda que la asamblea de socios deberá reunirse por lo menos
una vez al año, salvo que la escritura social permita su omisión, en este caso se enviarán a
los socios las propuestas pertinentes mediante carta certificada con acuse de recibo y, por la
misma vía, los socios remitirán su voto; sin embargo, aún en estos casos, los socios que
representen más de la tercera parte del capital social, podrán convocar válidamente a la
asamblea.

Artículo 83 C. Com.: Las asambleas se reunirán en el domicilio social por lo menos una
vez al año, en la época fijada en la escritura social.

La escritura constitutiva podrá consignar los casos en que la reunión de la asamblea no


sea necesaria. Para tomar acuerdos en estos casos, se remitirán a los socios por carta

50
certificada, con acuse de recibo, los textos de las propuestas. El voto se emitirá por
escrito.

Si así lo solicitan los socios que representen más de la tercera parte del capital social,
deberá convocarse a la asamblea, aun cuando la escritura constitutiva sólo exija el voto
por correspondencia.”

Artículo 84 C. Com.: Las asambleas serán convocadas por los gerentes; si no lo hicieren,
por el comisario o consejo de vigilancia, y a falta u omisión de éstos, por los socios que
representen más de la tercera parte del capital social.

Salvo pacto en contrario, las convocatorias se harán por medio de tarjetas postales
certificadas con acuse de recibo, que deberán contener el orden del día y remitirse a cada
socio, por lo menos con ocho días de anticipación a la celebración de la asamblea.
Cuando alguno de los socios tuviere su domicilio en lugar diverso del de la sociedad, se
aumentará prudencialmente el plazo.”

b) Instalación de la asamblea. Para que la asamblea se considere instalada


válidamente, se precisa que exista quórum, esto es: que los socios presentes en la asamblea
representen, por lo menos, la mitad del capital social, excepto en el caso de que en la
escritura social se requiera un porcentaje mayor; si esto no se logra en la primera
convocatoria, y en la escritura social no se prevé otra cosa, se convocará a una segunda
convocatoria, instalándose la asamblea con el número de socios que asistan a la misma.

Como la ley no estipula cómo se hará la convocatoria y cuándo deberá instalarse la


asamblea, debe de entenderse que se actuará de conformidad con la ley, es decir, todos los
socios serán convocados por cualquiera de los medios que ésta permite. Lo más frecuente
es que en la primera convocatoria se notifique a los socios que, en caso no conformarse el
quórum en dicha convocatoria, quedan convocados en segunda convocatoria para la
celebración de la asamblea para el día siguiente, en el mismo lugar y con los mismos
puntos de agenda, haciendo la advertencia de que se constituirá válidamente con el número
de socios que asistan.

Artículo 85 C. Com.: “La asamblea se instalará válidamente si concurren socios que


representen, por lo menos, La mitad del capital social, a no ser que la escritura
constitutiva exija una asistencia más elevada. Salvo estipulación en contrario, si dicha
asistencia no se obtiene en la primera reunión, los socios serán convocados por segunda
vez, y la asamblea funcionará válidamente cualquiera que sea el número de los
concurrentes.”

Decisiones de la Asamblea. La regla general es que la asamblea decida por mayoría de


votos, sea que se haya constituido en primera convocatoria, sea que lo haya sido en
segunda. El Artículo 82 C. Com., ya establece claramente cuáles son las facultades de la
asamblea de socios; las consignadas en los numerales 1, 2, 3, 4, y 7, implican decisiones

51
que se toman por simple mayoría de votos; las de los numerales 5, 6, 8 y 9, deberán ser
tomadas por voto calificado o por unanimidad, según el caso.

El hecho de que en segunda convocatoria la asamblea pueda quedar instalada válidamente,


no significa que se pueda tomar en ella todo tipo de decisiones, pues la misma ley
especifica cuándo será necesario el voto calificado de los socios que representen las tres
cuartas partes del capital social, y cuándo será necesario el voto unánime de de los socios.

Dependiendo del asunto a tratar, la ley exige el voto calificado cuando se trata de modificar
la escritura social, y del voto unánime, cuando se trate de cambiar los fines u objetivos de la
sociedad, o cuando se trate de una modificación que comprenda el aumento de obligaciones
de los socios que no estén consignadas en la escritura social, como por ejemplo, el pago de
aportaciones suplementarias, las prestaciones accesorias, la cesión de derechos, la fusión de
la sociedad, su transformación, entre otras.

Artículo 87 C. Com.: “Las resoluciones se tomarán por mayoría de los votos de los que
concurran a la asamblea, excepto en los casos de modificación de la escritura social,
para la cual se requerirá, por lo menos, el voto de las tres cuartas partes del capital
social,. A no ser que se trate del cambio de los fines de la sociedad o que la modificación
aumente las obligaciones de los socios, casos en los que se requerirá la unanimidad de
votos. Para la cesión o división de las partes sociales, así como para la admisión de
nuevos socios, se estará a lo dispuesto en los artículos 43 y 74.”

Señalamos que las decisiones que se toman por simple mayoría son las que se refieren a los
cuatro primeros numerales y al numeral 7 del Artículo 82 C. Com.; la doctrina las llama
decisiones ordinarias o acuerdos ordinarios. Por su orden, estas decisiones se refieren a:

• Aprobar, modificar o improbar los balances parciales y estados de pérdidas y ganancias que
requiera al administrador o administradores, o los generales los administradores deben
presentar obligatoriamente, a la asamblea de socios que se celebra anualmente, dando a
conocer el estado contable y financiero de todo el año.
• Decretar la distribución de utilidades siempre que, según el balance general, legítimamente
puedan ser repartidas entre los socios, sin perjuicio de la obligación de hacer la separación
previa de la reserva legal.

• Nombrar el gerente, o los administradores, en su caso; así como cancelarle su


nombramiento, sin perjuicio de deducirles responsabilidades si su separación se debe a su
mala administración.
• Nombrar al Comisario o al Consejo de Vigilancia, en el caso de que así lo mande la
escritura de constitución social.
• Autorizar la persecución judicial del gerente, o administradores, así como en perjuicio del
comisario o miembros del consejo de vigilancia cuando existieren, en los casos que haya

52
evidencias de la comisión de actos irregulares en perjuicio de la sociedad; en este caso,
también decidirán quién, --o quiénes--, se hará cargo del juicio.

Las decisiones que se toman por unanimidad, llamadas decisiones extraordinarias o


acuerdos extraordinarios, se refieren, por su orden a:

• Cesión y división de partes sociales, y aceptación de nuevos socios, excepto que la escritura
de constitución señale, en forma expresa, que se tomen estos acuerdos por simple mayoría.
• Para exigir aportaciones suplementarias y prestaciones accesorias.
• Disolución de la sociedad.
• Modificación de la escritura social para aumentar o disminuir el capital social, acordar
fusiones, transformaciones, cambio de giro social o de domicilio, entre otras.

Nota: Es obligatorio que las sociedades lleven un registro de las actas de asambleas de
socios, ordinarias o extraordinarias; aunque la ley permite otras formas confiables, con tal
de que se garantice su integridad y perpetuidad, tal y como lo establece el Artículo 36 C.
Com.

1.3.5.2.- Administración de la sociedad.

Como en todas las sociedades mercantiles, la administración de las sociedades de


responsabilidad limitada corresponde a uno o más administradores o gerentes, que podrán
ser socios o personas ajenas a la sociedad quienes, de conformidad con el Artículo 78 C.
Com., reciben el nombre de gerentes. Debemos recordar que cuando se trata de nombrar
personas extrañas a la sociedad, los socios que no se muestren conformes con dicho
nombramiento, tendrán derecho a separarse de la sociedad según los términos del Artículo
46 C. Com.

El o los gerentes serán nombrados por simple mayoría de votos los socios en el seno de la
asamblea de socios, sin embargo, es bastante frecuente que ya en la escritura social se hace
su nombramiento, a veces con carácter de inamovibles. Cuando ello ocurre, sólo podrán ser
removidos por sentencia judicial, por culpa, dolo, inhabilidad incapacidad, según lo
expresado en el Artículo 48 C. Com. De no ser así, podrán ser removidos por simple
mayoría en asamblea de socios.

También pueden ser nombrados por un tiempo determinado o indeterminado y, en el caso


de que no se nombre gerente, todos los socios tendrán que concurrir en la administración de
la sociedad, cosa que no suele ocurrir por los inconvenientes que se suscitarían para la toma
de decisiones expeditas que, generalmente, exige la actividad mercantil. Cuando existe un
solo administrador, su poder decisorio es inmediato; cuando hay dos o más
administradores, la decisión debe ser colegiada.

Artículo 78 C. Com.: “La administración de las sociedades de responsabilidad limitada


estará a cargo de uno o más gerentes, que podrán ser socios o personas extrañas a la
sociedad, designados temporalmente o por tiempo indeterminado. Salvo pacto en

53
contrario, la sociedad tendrá el derecho de revocar en cualquier tiempo a sus
administradores.

Siempre que no se haga designación de gerentes, todos los socios concurrirán a la


administración.”

En las sociedades de responsabilidad limitada no existe Consejo de Administración que


represente a la sociedad en sus relaciones frente a terceras personas; tampoco la asamblea
de socios tiene esta facultad. La ley atribuye al gerente, --o gerentes--, una doble potestad:
administrar y representar a la sociedad. Cuando se trata de administrar, nos referimos a su
facultad de controlar toda la actividad a lo interno de la sociedad, por ejemplo,
nombramiento o remoción de personal, ejecución de acuerdos de la asamblea de socios, así
como la realización de todas las operaciones inherentes a la actividad o giro de la empresa
mercantil, con la obligación de mantener informada a la asamblea de socios de los
resultados de su gestión.

El gerente representa la sociedad frente a terceros desde el momento en que tiene el uso de
la firma social, con las excepciones referidas en el Artículo 53 C. Com. Esto les permite
representar judicial y extrajudicialmente a la sociedad, comprometiéndola como tal, aunque
sin perjuicio de que se le pueda deducir responsabilidad, civil o penal, si abusa de su
autoridad.

Por la naturaleza de su cargo, el gerente responde hasta por la culpa levísima, que exige un
cuidado especial y esmerado en el ejercicio de sus funciones; si bien es cierto que el Código
de Comercio no puntualiza respecto a sus obligaciones, la costumbre y el Código Civil así
lo exigen, supliendo de esta forma el silencio del Código de Comercio.

Quizá por el hecho de que se maneje con mayor facilidad el ejercicio administrativo de un
solo gerente, el Código de Comercio regula con mayor precisión la actividad administrativa
de un cuerpo colegiado de gerentes; del mismo modo, la escritura de constitución también
se refiere a tales extremos, haciendo especial énfasis en la toma de decisiones, esto es:
cuándo resolver por unanimidad, cuándo hacerlo por mayoría. Cuando la escritura social
exige unanimidad, solo así podrá tomarse la decisión; si nada señala al respecto, se tomarán
por simple mayoría; sin perjuicio de que en casos graves y urgentes, al faltar alguno de los
gerentes, la decisión se tome por los presentes, en el entendido que en los casos en que la
mayoría decida, los no presentes que desconozcan el asunto, o los que voten en contra del
acuerdo, quedarán exentos de responsabilidad.

Artículo 79 C. Com.: “Las resoluciones de los gerentes se tomarán por mayoría de votos,
a no ser que la escritura establezca otra cosa. Si la escritura social exige que obren
conjuntamente, se necesitará la unanimidad; pero si no estuvieren presentes todos ellos,
la mayoría que estime que la sociedad corre grave peligro con el retardo, podrán adoptar
la resolución correspondiente.”

54
Artículo 80, párrafo primero, C. Com.: “Los administradores que no hayan tenido
conocimiento del acto o que hayan votado en contra, quedarán libres de
responsabilidad…”

El párrafo segundo del Artículo 80 y el Artículo 81 del Código de Comercio, hacen relación
a que la responsabilidad civil o penal de los gerentes puede ser deducida por la asamblea de
socios, los socios considerados individualmente o por los acreedores de la sociedad.
También el Artículo 82, numeral 7, establece que la asamblea de socios decidirá sobre las
acciones que correspondan para exigir la indemnización de daños y perjuicio, tanto al
órgano administrativo, como al órgano de vigilancia.

Así mismo, los socios que no estén conformes con las decisiones de la asamblea respecto a
la responsabilidad de los administradores porque, de algún modo, resulten contrarias a sus
propios intereses, podrán promover las acciones que estimen pertinentes para dejar a salvo
sus derechos.

Los acreedores de la sociedad tienen por sí mismos, o por medio del síndico en los casos de
quiebra mercantil, estarán por su lado facultados para ejercer las acciones civiles o
criminales en contra de los gerentes que, a través de sus decisiones, les hayan perjudicado,
independientemente de las acciones que hayan incoado en contra de la sociedad en su
condición de persona jurídica. Cuando el Juez competente declara la quiebra mercantil,
ordena el nombramiento de un síndico de la quiebra a efectos de que se haga cargo de todos
los bienes y créditos de la sociedad, y proceda al pago de las obligaciones sociales a sus
acreedores, pero también tiene la facultad para dirimir la responsabilidad de los gerentes, en
el caso de que considere que su actuación deba perseguirse civil o criminalmente.

Artículo 80, párrafo segundo, C. Com.: “…La acción de responsabilidad contra los
gerentes en interés de la sociedad, para el reintegro del patrimonio social, pertenece a la
asamblea y a los socios individualmente considerados.”

Artículo 81 C. Com.: “La acción de responsabilidad contra los administradores pertenece


también a los acreedores sociales. En caso de quiebra, la ejercerá el síndico.”

1.3.5.3.- La vigilancia de la sociedad.

La ley no obliga a la sociedad de responsabilidad limitada nombrar un Comisario o un


Consejo de Vigilancia; pero permite, cuando la escritura de constitución así lo indica,
nombrar a alguna persona, socio o no, como Comisario encargado de supervisar la
actuación del gerente o gerentes; por regla general, --aunque la ley no lo expresa--, este
Comisario, o el Consejo de Vigilancia cuando lo conforma un cuerpo colegiado de
comisarios, tienen acceso a los libros contables de la sociedad, --Mayor, Diario e
Inventarios--, por lo que el cargo deberá recaer en Peritos Mercantiles, Contadores
Públicos, o similares, que puedan, con toda propiedad, determinar la buena o mala
actuación de los administradores.

55
Artículo 88 C. Com.: “Cuando la escritura social lo establezca, se procederá al
nombramiento de un comisario o a la constitución de un consejo de vigilancia. El
comisario o los miembros de este consejo podrán ser socios o personas extrañas a la
sociedad.”

Finalmente, el Artículo 89 C. Com., hace la aclaración de que los Artículos 39, 41, 42, 43 y
46 párrafo tercero, que regulan la responsabilidad por el uso de nombres en la razón social,
cesión de derechos, ingreso y separación de socios, son aplicables a la sociedad de
responsabilidad limitada. Así mismo, son aplicables los Artículos 51, 52 y 53, relacionados
con la prohibición para delegar el cargo de administrador, información de los
administradores respecto a los socios, y el derecho a usar la firma social. Igualmente, por
extensión, son aplicables los Artículos 95, 906 y 117 del Código de Comercio: aportaciones
en numerario y en especie.

Artículo 89 C. Com.: “Son aplicables a las sociedades de responsabilidad limitada las


disposiciones de los Artículos 39,41, 42, 43, 46 párrafo tercero, 51, 52, 53, 95, 96 y 117
párrafo segundo de este Código.”

1.4.- SOCIEDAD ANONIMA

1.4.1.- Concepto:

La definición que resulta más acorde con nuestra legislación es la comprendida en la Ley
General de Sociedades Mercantiles de México: “Sociedad Anónima es la que existe bajo
una denominación y su capital está dividido en acciones, se compone de socios que
únicamente están obligados al pago de acciones”.

El Artículo 90 de nuestro Código de Comercio (C. Com.) establece que la Sociedad


Anónima es una persona jurídica con una denominación social, que ejerce el comercio sin
más patrimonio que las aportaciones de los socios que constituye el capital dividido en
acciones.

Artículo 90 C. Com.: “Sociedad Anónima es la que existe bajo una denominación social,
con un capital fundacional dividido en acciones. En la cual los socios limitan su
responsabilidad al pago de las que hubieren suscrito.”

1.4.2.- Características:

a) Es una persona jurídica que nace del contrato de sociedad suscrito por los socios y
que es independiente totalmente de ellos.

b) Es una sociedad de capital en la que los socios no tienen más obligaciones que las de
suscribir y pagar el capital. La sociedad no ofrece más garantías que el patrimonio
constituido con las aportaciones de sus socios. Los socios no tienen la obligación de
responder por las actividades de la sociedad.

56
c) Ejercen el comercio bajo una denominación social que hace referencia a su giro o
actividad mercantil, que no puede ser igual al de otra sociedad; a esta denominación o
nombre de la sociedad deberá agregársele las palabras “Sociedad Anónima” o las siglas “S.
A.” Ejemplo: “Transportes Locales S. A.”, “Compañía Hotelera de Honduras, Sociedad
Anónima”.
d) El capital social se divide en acciones que son títulos negociables que deberán ser
suscritos y pagados por los socios.
e) Los socios solo responden por el pago de sus acciones.

Artículo 91 C. Com.: “La denominación se formará libremente, pero siempre hará


referencia a la actividad social principal; deberá ser distinta de la de cualquiera otra
sociedad e irá inmediatamente seguida de las palabras <<Sociedad Anónima>> o de su
abreviatura <<S. A. >>

Cualquier persona que haga figurar o permita que figure su nombre en la denominación
de la sociedad, responderá subsidiaria, solidaria e ilimitadamente de las operaciones
sociales.”

1.4.3.- Requisitos para su constitución:

Los requisitos se contraen a lo siguiente, --de acuerdo con la reforma que hace la Ley de
Simplificación Administrativa (Decreto Nº255-2002)--.

a) Que se constituya con un mínimo de dos socios y que cada uno de ellos
suscriba una acción cuando menos.
b) Que al momento de constituirse, el capital no pueda ser menor de L.25.000.00.
c) Que se constituya con acciones en numerario, --dinero--, o acciones en especie.
Las acciones que se suscriben en numerario deben pagarse, al momento de la constitución,
por lo menos el 25% de ellas. Las acciones en especie (mercaderías, inmuebles equipos,
etc.) deben estar cubiertas en su totalidad al momento de constituirse la sociedad.

Artículo 92 C. Com.: “Para proceder a la constitución de una sociedad anónima, se


requiere:

1.- Que haya dos socios como mínimo, y que cada uno de ellos suscriba una acción, por
lo menos.
2.- Que el capital social no sea menor de veinte y cinco mil Lempiras (L. 25.000.00) y que
esté íntegramente suscrito.

3.- Que se exhiba en dinero efectivo cuando menos el veinticinco por ciento (25%) del
valor de cada acción pagadera en numerario.

Que se exhiba íntegramente el valor de cada acción que haya de pagarse, en todo o en
parte, con bienes distintos del dinero.

57
En todo caso deberá estar íntegramente exhibida una cantidad igual a lo señalado en la
fracción 3.”

1.4.4.- Formas de constitución:

Existen dos procedimientos para la constitución de las sociedades anónimas:

a) Por fundación simultánea o privada: por comparecencia de los socios


fundadores ante Notario otorgando la escritura social, la que deberá registrarse en el
Registro Público de Comercio; y,
b) Por suscripción pública o constitución sucesiva o continuada de las acciones:
cuando los promotores ponen en venta las acciones para que los inversionistas vayan
depositando en una institución bancaria, lo que será el capital de la sociedad. Este capital
deberá estar constituido dentro de un plazo no mayor de un año.

Artículo 93 C. Com.: “La sociedad anónima podrá constituirse:

a) Por fundación simultánea, mediante la comparecencia de los interesados ante el Notario


que ha de autorizar la escritura social; o,
b) Por suscripción pública.”

1.4.4.1.- Constitución por fundación simultánea o privada:

Los interesados, es decir, los futuros socios, deberán comparecer ante Notario Público para
que autorice la escritura pública de constitución (contrato societario). Esta deberá contener
los requisitos generales prescritos en el artículo 14 C. Com., como ser el lugar y fecha de
otorgamiento, nombres, apellidos y generales de cada socio, clase de sociedad y su
denominación, su duración, capital autorizado, aportación de cada socio, el domicilio
social, forma de administrarse, nombramiento de administradores, forma de distribuir
ganancias y pérdidas, capital de reserva, forma de disolverse y su liquidación.

El Artículo 94 se refiere al capital exhibido o pagado; también al capital autorizado, que


puede ser fijo u oscilar entre un mínimo y un máximo ( en la modalidad de Capital
Variable), y al capital suscrito por cada socio, esto es: el que están obligados a pagar.

La escritura constitutiva deberá hacer mención del número de acciones, de su valor nominal
(L.100.00 o múltiplo de 100) y de la naturaleza o calidad de las acciones en que se divide el
capital social, así como la manera en que deberán ser honradas las acciones que se
suscribieron que aún no han sido pagadas por los socios.

Artículo 94 C. Com.: “La escritura constitutiva de la sociedad anónima deberá expresar,


además de los requisitos necesarios, según el Artículo 14:

1.- El capital exhibido y, cuando proceda, el capital autorizado y el suscrito.

58
2.- El número, valor nominal y naturaleza de las acciones en que se divide el capital
social.

3.- La manera en que deberá pagarse la parte insoluta de las acciones.”

El Art. 95 se refiere a las aportaciones en numerario, es decir, a las acciones que deben
suscribirse por cada socio que tendrán que ser pagadas en efectivo las que, al momento de
la constitución de la sociedad, cada socio deberá exhibir o entregar, por lo menos el 25%
del total de acciones suscritas. El Notario dará fe de estas entregas una vez que los socios
endosen sus respectivos certificados de depósito en una institución bancaria, o mediante
cheque certificado.

Artículo 95 C. Com.: “Las aportaciones en numerario, en la fundación simultánea, se


harán mediante endoso y entrega del certificado de depósito del dinero en una institución
de crédito, o de un cheque certificado. El Notario dará fe de estas circunstancias.”

Los socios podrán pagar parte o el total de las acciones que suscribe, con bienes en especie
(maquinaria, muebles, edificios, etc.) que serán previamente evaluados. Las acciones así
adquiridas deberán estar íntegramente pagadas al momento de otorgarse la escritura de
constitución. Las acciones así obtenidas, se depositarán en poder de la sociedad por el
término de dos años para garantía de la misma; si dentro de dicho plazo el valor reconocido
de los bienes en especie es menor en un 25% a su valor real, el socio estará obligado a
pagar de inmediato la diferencia; de no poder cubrir la diferencia, la sociedad gozará del
derecho del tanto preferencial, respecto a las acciones que faltan por pagarse.

Artículo 96 C. Com.: “Las acciones pagadas en todo o en parte mediante aportaciones en


especie, deben quedar en poder de la sociedad durante dos años. Si en este plazo
apareciere que el valor de los bienes, cuando fueron aportados, era menor en un 25% del
que entonces se le reconoció, el accionista está obligado a cubrir la diferencia a la
sociedad, la que tendrá derecho preferente respecto de cualquier acreedor sobre las
acciones depositadas.”

1.4.4.2.- Constitución por suscripción pública o fundación continuada.

Los promotores del proyecto de sociedad, redactarán un programa que expresará los
objetivos, el capital, domicilio, duración, número de acciones y sus condiciones de
suscripción y pago, así como el proyecto de estatutos sociales.

El programa deberá ser depositado en el Registro Público de Comercio, pero previamente


los promotores fundadores tendrán que gozar de la aprobación y autorización de la
Secretaría de Finanzas, que les faculte para ofrecer al público la suscripción de acciones.
También la Secretaría de Finanzas tendrá facultades para constatar el valor de los bienes
aportados en especie, así como de que se suscriba el total del capital previsto en el

59
programa. Toda forma de publicidad o propaganda que se realice para mercadeo, también
debe ser autorizada por dicha Secretaría. De no llenarse estos requisitos, no podrá
celebrarse la asamblea constitutiva.

Las copias del Programa contendrán las hojas de suscripción en duplicado, las que se
depositarán en una institución financiera o en un banco (o en varios) y se pondrán a la
orden de los inversionistas. El original del ejemplar de suscripción, una vez que es llenado
y firmado por el suscriptor, quedará en poder de los promotores; el duplicado, quedará en
poder del suscriptor.

Artículo 97 C. Com.: “Cuando la sociedad anónima haya de constituirse por suscripción


pública, los fundadores redactarán y depositarán en el Registro Público de Comercio, un
programa que deberá contener el proyecto de los estatutos, con los requisitos
mencionados en el Artículo 94, con la excepción de aquellos que por la propia naturaleza
de la fundación sucesiva no pueden consignarse en el programa.”

Artículo 98 C. Com.: “No se admitirá el depósito del programa en el Registro Público de


Comercio, si no va acompañado de la autorización del Ministerio de Finanzas para
ofrecer al público la suscripción de acciones. El Ministerio de Finanzas se reservará
facultades para cerciorarse de la exactitud de la evaluación de los bienes aportados en
especie y de la suscripción total del capital previsto, debiéndose someter a su aprobación
toda la propaganda que se realice para obtener suscriptores.

El Ministerio de Finanzas dará su visto bueno sobre los puntos anteriores, sin contar con
el cual no podrá celebrarse la asamblea constitutiva.”

Cada una de las suscripciones deberá recogerse por duplicado en cada ejemplar del
programa previamente depositado en el Ministerio de Finanzas, debiendo cada juego
contener los requisitos establecidos en el Artículo 99 C. Com., que reza:

“Cada suscripción se recogerá por duplicado en ejemplares del programa y contendrá:

1.- El nombre, nacionalidad y domicilio del suscriptor.

2.- El número, expresado con letras, de las acciones suscritas; su naturaleza, categoría y
valor.

3.- La forma y términos en que el suscriptor se obligue a pagar la primera exhibición.

4.- La determinación de los bienes distintos del numerario, cuando las acciones deban de
pagarse con éstos.

5.- La manera de hacer la convocatoria para la asamblea general constitutiva y las reglas
conforme a las cuales deba celebrarse.

60
6.- La fecha de la suscripción.

7.- La declaración de que el suscriptor conoce y acepta el proyecto de los estatutos.

Los fundadores conservarán en su poder un ejemplar de la suscripción y entregarán el


duplicado al suscriptor.”

De conformidad con el programa, los suscriptores depositarán en la institución designada,


las cantidades que se hayan obligado a pagar en dinero, para efectos de que puedan ser
retiradas por los representantes de la sociedad una vez que haya concluido su constitución.

Artículo 100 C. Com.: “Los suscriptores depositarán en la institución de crédito


designada al efecto por los fundadores, las cantidades que se hubieren obligado a exhibir
en numerario, de acuerdo con la fracción 3 del Artículo anterior, para que sean
recogidas por los representantes de la sociedad una vez constituida.”

Las aportaciones en especie se transferirán en fideicomiso a la sociedad antes de celebrarse


la asamblea constitutiva; una vez celebrada dicha asamblea, se trasferirán en propiedad a la
sociedad, quedando constancia de ello al momento de protocolizarse el acta de dicha
asamblea.

Artículo 101 C. Com.: “Las aportaciones distintas del numerario se formalizarán al


protocolizarse el acta de la asamblea constitutiva; pero previamente se transmitirán en
fideicomiso para ser aportadas a favor de la sociedad cuando se constituya.”

1.4.4.2.1.- Obligaciones de los suscriptores.

En el caso de las sociedades anónimas por fundación simultánea, los socios están obligados
a pagar las acciones que han suscrito, en la forma que establece la escritura de constitución
social. En el caso de las sociedades anónimas por suscripción pública, la única
responsabilidad de los socios será también la de pagar el capital que han suscrito, en la
cuantía, forma y plazo establecidos en el programa. Si faltan a esta obligación, los
promotores podrán exigirles judicialmente el pago de las acciones insolutas, es decir, las
que faltan por cancelar hasta el total de las acciones suscritas.

En el caso de que los suscriptores falten a su compromiso, los fundadores elegirán entre
tener por no suscritas las acciones del suscriptor moroso, o reclamar judicialmente el pago;
pero en ambos casos podrán exigir el pago de daños y perjuicios derivados del
incumplimiento.

Artículo 102 C. Com.: “Si un suscriptor faltare a su obligación de aportación, los


fundadores podrán exigirle judicialmente el cumplimiento, o tener por no suscritas las
acciones y, en ambos casos, el resarcimiento de daños y perjuicios.”

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Ahora bien, si las acciones por suscripción pública no fueren íntegramente suscritas dentro
del plazo máximo de un año, --o un plazo menor si así lo dispone el programa--, contado
desde el día siguiente del depósito del mismo en el Registro Público de Comercio, o si por
cualquiera otra razón no llegara a constituirse la sociedad, los suscriptores quedarán
exentos de toda obligación, y gozarán del derecho de retirar las cantidades que hubiesen
depositado. En estos casos, la constitución de la sociedad se entiende fracasada.

Artículo 103 C. Com.: “Todas las acciones deberán quedar suscritas dentro del término
de un año, contado desde la fecha del depósito del programa, a no ser que en éste se fije
un plazo menor.”

Artículo 104 C. Com.: “Si vencido el plazo fijado en el programa o el legal que menciona
el Artículo anterior, el capital social no fuere íntegramente suscrito, o por algún motivo
no se llegare a constituir la sociedad, los suscriptores quedarán desligados y podrán
retirar las cantidades que hubieren depositado.”

1.4.4.2.2.- Derechos y obligaciones de los fundadores.

Dependiendo de su forma de constitución, las sociedades anónimas tienen socios con


algunos privilegios, tal es el caso de los socios fundadores.

En las sociedades de fundación simultánea, los socios fundadores son los que comparecen
ante Notario otorgando la escritura pública de constitución. En las de fundación continuada
o por suscripción pública, los fundadores son los promotores firmantes del programa.

Artículo 108 C. Com.: “Son fundadores de una sociedad anónima:


1.- Los firmantes del programa; y,
2.- Los otorgantes de la escritura de constitución de la sociedad.”

En el caso de de la fundación simultánea, no habrá necesidad de celebrar una asamblea


constitutiva porque, en la comparecencia ante Notario, todos los socios han estado de
acuerdo en su constitución; no habrá nada que discutir. Otorgada la escritura, su testimonio
se inscribirá en el Registro Público de Comercio y, desde ese preciso momento la sociedad
quedará legitimada. En cambio, en el segundo caso, una vez suscrito el total del capital
social y pagadas las acciones en la forma señalada en el programa, los promotores estarán
en la obligación de convocar a una Asamblea General de accionistas dentro de un plazo de
quince días, para efectos de constituir la sociedad en forma definitiva, de conformidad con
los lineamientos establecidos en el programa. Este plazo podía ser menor si así lo estipulara
el programa. En todo caso, dicha convocatoria se publicará con la antelación que señalen
los estatutos o, por lo menos, quince días antes de la celebración de la asamblea (Art. 179).

Artículo 105 C. Com.: “Suscrito el capital social y hechas las exhibiciones legales, los
fundadores, dentro de un plazo de quince días, publicarán la convocatoria para la
reunión de la asamblea general constitutiva, de la manera prevista en el programa,
cumpliéndose en todo caso con lo dispuesto en el Artículo 179.”

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Mientras no se celebre la asamblea, no existe legalmente la sociedad, pues solo existe en
formación.- En este momento, los socios fundadores son los únicos responsables de los
actos practicados antes de la asamblea; responsabilidad que será solidaria e ilimitada hasta
llegado el momento de la constitución de la sociedad. Hasta que la asamblea constitutiva se
celebre, la responsabilidad de los fundadores desaparecerá, asumiéndola la misma sociedad
(Art.109). Pero si la asamblea constitutiva llegare a fracasar, los socios fundadores serán los
únicos en asumir las pérdidas.

Los derechos de los fundadores, se contraen a algunas ventajas que perciben, a manera de
retribución. No obstante, la misma ley limita esas ventajas, con el objeto de evitar posibles
abusos otorgándose a los fundadores excesivos beneficios.

Artículo 109 C. Com.: “Las operaciones realizadas por los fundadores de una sociedad
anónima no obligarán a ésta si no fueren aprobadas por la asamblea general. Se
exceptúan aquéllas que fueren necesarias para la constitución de la sociedad.”

Artículo 110: “Los fundadores no pueden estipular a su favor, beneficios que


menoscaben el capital social, ni en el acto de la constitución, ni por lo porvenir. Todo
pacto en contrario es nulo”

Al momento de la distribución de dividendos, los socios fundadores tendrán derecho a


adquirir hasta un diez por ciento (10%), como máximo, de las utilidades realizadas y
líquidas, de acuerdo a su capital, y hasta por un plazo de diez años de duración. Para ello se
podrán emitir “bonos de fundador”, con el objeto de garantizar los privilegios del fundador.
Artículo 111 C. Com.: “La participación concedida a los fundadores en las utilidades
anuales, no excederá del diez por ciento, ni podrá abarcar un periodo de más de diez
años, a partir de la constitución de la sociedad. Esta participación no podrá cubrirse sino
después de haber pagado a los accionistas un dividendo del cinco por ciento, cuando
menos, sobre el valor exhibido de sus acciones.”

Artículo 112 C. Com.: “Para acreditar la participación a que se refiere el Artículo


anterior, podrá expedirse <<bonos de fundador>>.”

1.4.5.- De las acciones.

Por definición, las acciones son títulos negociables que representan cada una de las partes
en que se divide el capital social, deberán tener el mismo valor, y deben ser emitidas una
vez que se constituya legalmente la sociedad. Son verdaderos títulos de crédito que
comprueban por sí mismos los derechos de los accionistas, en función de las cantidades
consignadas en los mismos.

1.4.5.1.- Características:

Si una acción pertenece a varias personas, éstas deberán nombrar un representante común
para que represente a los demás condueños en las asambleas; el representante no puede
enajenar o gravar la acción, a menos que cuente con la aprobación expresa de los

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condueños. Todos los condueños serán solidarios frente a las responsabilidades para con la
sociedad (Art. 114). Las acciones, consecuentemente, no pueden ser emitidas por una
cantidad inferior al valor nominal (Art. 115).

De acuerdo con la ley, cada acción representa una parte igualitaria del capital social. De
aquí que cada socio sea dueño, según las acciones que posea, de una parte del capital de la
sociedad lo que implica, al mismo tiempo, que su acción, o acciones, lo acreditan como
socio. Las acciones son indivisibles, conservan su naturaleza sin que puedan ser
fraccionadas; su valor no puede ser alterado. Cuando alguna o algunas acciones
pertenezcan proindiviso a dos o más personas, sólo una de ellas estará facultada para
representar a los demás en el seno de la sociedad y, en el caso de estar en desacuerdo en el
nombramiento del representante, habrá que recurrir a la vía judicial.

Del mismo modo, el Código Civil, ante el desacuerdo de los condueños y la imposibilidad
de dividir la cosa común, señala como solución la venta de la misma y la repartición del
dinero, tal como se desprende de las reglas contenidas en los Artículos 2223 y 2232 de
dicho cuerpo legal.

Como consecuencia de lo anterior, no existe posibilidad legal de que las acciones tengan
valores inferiores a cien Lempiras; pero pueden tener mayor valor siempre que sea éste un
múltiplo de cien, situación que se da en las sociedades con capitales sociales muy elevados.

Reza el artículo 113 C. Com.: “Las acciones representarán partes iguales del capital
social, y serán de un valor nominal de cien Lempiras o de sus múltiplos”.

Artículo 114 C. Com.: Cada acción es indivisible; en consecuencia, cuando haya varios
propietarios de una misma acción, nombrarán un representante común, y si no se
pusieren de acuerdo, el nombramiento será hecho por la autoridad judicial.

El representante común no podrá enajenar o gravar la acción, sino de acuerdo con las
disposiciones del Derecho Civil en materia de copropiedad.

Los copropietarios responderán solidariamente frente a la sociedad.”

Artículo 115 C. Com.: “Se prohíbe a las sociedades anónimas emitir acciones por una
cantidad inferior a su valor nominal.

1.4.5.2.- Clasificación de las acciones:

Las acciones pueden clasificarse así:

a) Acciones en numerario (las que se pagan en dinero efectivo) y Acciones en especie (las que
se pagan con bienes diferentes al dinero).
b) Acciones pagaderas: las que no están totalmente pagadas o exhibidas. Mientras estas
acciones no sean pagadas, serán nominativas, es decir: estarán a nombre del socio para así
poder conocer a quién reclamar su pago.

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c) Acciones liberadas: son las totalmente pagadas o exhibidas; éstas pueden ser al portador o
nominativas.
d) Acciones ordinarias o comunes: Las que confieren iguales derechos a sus propietarios, ya
sea con relación a las utilidades o al derecho al voto.
e) Acciones privilegiadas o preferentes: las que confieren a su propietario derechos especiales
en cuanto a utilidades y al voto.

El Código de Comercio de refiere a todas ellas en una forma dispersa; pero las comprende.
Así, el Art. 116 se refiere a las acciones liberadas, señalando que son las que están
totalmente pagadas. El Art. 117 prescribe que las acciones que no están completamente
pagadas serán nominativas.

Las acciones pueden ser nominativas o al portador. Las nominativas son las que pertenecen
a las personas designadas en los libros de la sociedad, o de las personas a cuyo nombre se
han transferido o transmitido. Las acciones al portador le corresponden al tenedor del título
y se transfieren al tenedor del título, con todos los derechos incorporados al mismo, tales
como el de asistir a las asambleas o a emitir el voto. Las nominativas pueden convertirse en
acciones al portador una vez que son pagadas por los socios suscriptores. Las acciones
pagaderas deberán ser pagadas por sus suscriptores o adquirentes, quienes serán también
responsables a pagar el importe insoluto durante cinco años, contados desde la fecha del
registro del traspaso. Pagadas las acciones podrán canjearse por acciones al portador, salvo
que los estatutos dispusieran otra cosa (Art. 117).

Artículo 116 C. Com.: “Sólo las acciones totalmente pagadas serán liberadas.”

Artículo 117 C. Com.: “Las acciones que no estén íntegramente pagadas, serán
nominativas.

Los suscriptores y adquirentes de acciones pagaderas serán solo responsables por el


importe insoluto de las mismas durante cinco años, contados desde la fecha del registro
del traspaso; pero la ejecución se hará, hasta la exclusión de los bienes, en orden inverso
al de circulación de la acción.

Las acciones a que se refiere este Artículo podrán canjearse por títulos al portador, tan
pronto como queden íntegramente pagadas, salvo disposición contraria en los estatutos.”

1.4.5.3.- Del pago:

La obligación primordial del socio es pagar las acciones que ha suscrito; mientras eso no
ocurre, es deudor de la sociedad. Si el pago de las acciones no se hiciere dentro de los
plazos establecidos, la sociedad podrá exigirlo judicialmente, o procederá a vender las
acciones suscritas y no pagadas (Art. 118); pero si se exige el pago, y en la acción no se
establece ni el monto a pagar ni el plazo, la sociedad deberá hacer una publicación con, por
lo menos, 30 días de antelación a la fecha de pago, haciendo la advertencia que, de no
pagar, podrá reclamarse el pago judicialmente o se procederá a vender las acciones (Art.
119).

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Si transcurre un mes contado a partir de la fecha en que deba efectuarse el pago y la
sociedad no ha procedido aún con el reclamo judicial, o no ha podido vender las acciones a
un precio similar a las acciones insolutas, deberá procederse a la reducción del capital en la
misma cuantía de las acciones suscritas, debiendo restituirse al socio los valores que
hubiese pagado, con la reducción de los gastos que ocasionare su incumplimiento; también
podría optarse en reducir el capital solo en cuanto a las acciones no pagadas,
entregándosele las acciones pagadas al socio (Art.121).

Artículo 118 C. Com.: “Cuando constare en las acciones el plazo en que deben pagarse
las exhibiciones y el monto de éstas, transcurrido dicho plazo, la sociedad procederá a
exigir judicialmente el pago de la exhibición, o bien a la venta de las acciones.”

Artículo 119 C. Com.: “Cuando se decrete una exhibición cuyo plazo o monto no consten
en las acciones, deberá hacerse una publicación por lo menos treinta días antes de la
fecha señalada para el pago, con la advertencia de que serán cancelados los títulos que
queden en mora, al transcurrir el plazo que se señale para el pago, si la sociedad no
prefiere proceder en los términos del Artículo anterior.”

Artículo 121 C. Com.: “Si en el plazo de un mes, a partir de la fecha en que debiera
hacerse el pago de la exhibición, no se hubiere iniciado la reclamación judicial o no
hubiere sido posible vender las acciones a un precio que cubra el valor de la exhibición,
se declararán canceladas. La sociedad procederá a la consiguiente reducción del capital
social y se devolverá al suscriptor el remanente, una vez deducidos los gastos , o bien,
reducirá su capital en la parte correspondiente a exhibiciones no cubiertas, caso en el
cual se entregarán a los accionistas acciones totalmente pagadas, por la cuantía de sus
exhibiciones.”

1.4.5.4.- De la venta de acciones

La venta de las acciones depositadas en la sociedad por no haber sido pagadas, deberá
hacerse mediante instrumento público autorizado ante Notario; al comprador se le otorgará
un nuevo título o una nueva certificación por las que adquiera (Art. 120); pero la sociedad
no puede adquirir sus propias acciones, salvo que se le adjudiquen judicialmente en pago de
créditos a su favor. Obtenidas dichas acciones, podrá proceder a venderlas dentro de un
plazo de tres meses; pero si no puede venderlas tendrá que reducir el capital en la cuantía
de las mismas y cancelará los títulos; mientras no sean vendidas, estas acciones no pueden
ser representadas en las asambleas (Art. 122). La sociedad tampoco podrá hacer préstamos
o anticipos sobre sus propias acciones (Art.123). Toda contravención a estas prohibiciones,
acarrea responsabilidad personal y solidaria de los consejeros o directores (Art. 124). Esta
responsabilidad depara la obligación de indemnizar a la sociedad, lo que incluye el pago de
los intereses que se hayan establecido en la escritura social, mismos que no podrán exceder
del nueve por ciento anual calculados sobre el valor de la acción, y por un tiempo no mayor
de tres años partir de la emisión de las acciones (Art. 125)

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Artículo 120 C. Com.: “La venta de las acciones a las que se refieren los Artículos que
preceden, se hará por medio de Notario, y se extenderán nuevos títulos o nuevos
certificados provisionales para sustituir a los anteriores.

El producto de la venta se aplicará al pago de la exhibición decretada, y, si excediere del


importe de ésta, se cubrirán también los gastos de la venta y los intereses legales sobre el
monto de la exhibición. El remanente se entregará al antiguo accionista, si lo reclamare
dentro del plazo de cinco años, contado a partir de la fecha de la venta.”

Artículo 122 C. Com.: “Se prohíbe a las sociedades anónimas adquirir sus propias
acciones, salvo por adjudicación judicial, en pago de créditos de la sociedad.

En este caso, la sociedad venderá las acciones dentro de tres meses, a partir de la fecha
en que legalmente pueda disponer de ellas; y si no lo hiciere en ese plazo, se procederá a
la reducción del capital y a la consiguiente cancelación de las acciones.

En tanto pertenezcan las acciones a la sociedad, no podrán ser representadas en las


asambleas de accionistas.”

Artículo 123 C. Com.: “En ningún caso podrán las sociedades anónimas hacer
préstamos o anticipos sobre sus propias acciones.”

Artículo 124 C. Com.: “Los consejeros y directores que contravengan las disposiciones de
los dos Artículos precedentes, serán personal y solidariamente responsables de los daños
y perjuicios que se causen a la sociedad o a sus acreedores.”

Artículo 125 C. Com.: “En los estatutos se podrá establecer que las acciones, durante
un periodo que no exceda de tres años, contados desde la fecha de la respectiva
emisión, tengan derecho a intereses que no excedan del nueve por ciento anual sobre
el valor nominal.”

1.4.5.5.- Derechos conferidos en la acción:

El legítimo propietario de una acción podrá acreditar con el título su calidad de socio, su
influencia en la viuda de la sociedad, el peso de su voto, en fin, le permite ejercer los
derechos que como tal le corresponden y, en su caso, transferir o transmitir su calidad de
socio (Art.126).

Si las acciones son ordinarias, conferirán a los socios igualitarios derechos; si las acciones
son privilegiadas, sus derechos inherentes también serán privilegiados (Art.127), pero para
ejercer estos derechos será necesario la exhibición de las acciones, aunque también podrá
exhibirse la constancia de su depósito en una institución bancaria, o de que se encuentran
secuestrados o a disposición de una autoridad en el ejercicio de sus funciones (Art. 128).

La sociedad tendrá que emitir los títulos dentro de un plazo no mayor de un año; mientras
tanto puede emitir certificados provisionales que, después serán canjeados por los

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definitivos. Lo mismo se hará con los duplicados del programa con los documentos de
suscripción, pero su canje se realizará dentro de un plazo que no exceda de de dos meses,
contados a partir de la escritura de constitución (Art. 129).

Artículo 126 C. Com.: “La acción es el título necesario para acreditar, ejercer y
transmitir la calidad de socio. Se regirá por las disposiciones relativas a títulos-valores,
en lo que sea compatible con su naturaleza o no esté modificado por este Código.”

Artículo 127 C. Com.: “Las acciones conferirán iguales derechos. Sin embargo, en la
escritura social podrá estipularse que el capital se divida en varias clases de acciones,
con derechos especiales para cada clase, observándose siempre lo dispuesto en el
Artículo 29.”

Artículo 128 C. Com.: “La exhibición material d los títulos es necesaria para el ejercicio
de los derechos que incorporan, pero podrán sustituirse por la presentación de una
constancia de depósito en un establecimiento bancario, o por certificación de que los
títulos están a disposición de una autoridad en ejercicio de sus funciones.”

Artículo 129 C. Com.: “Los títulos deberán ser expedidos dentro de un plazo que no
exceda de un año, contado a partir de la fecha de la escritura social o de la modificación
de ésta.

Entre tanto podrán expedirse certificados provisionales que deberán canjearse por los
títulos definitivos.

Los duplicados del programa en que se hayan recogido las suscripciones se canjearán
por títulos definitivos o certificados provisionales, dentro de un plazo que no excederá de
dos meses contados a partir de la fecha de la escritura social. Los duplicados servirán
como certificados provisionales mientras éstos o los títulos definitivos no sean
entregados.

Los certificados provisionales y los títulos definitivos no podrán emitirse antes de la


constitución legal de la sociedad.”

1.4.5.6.- Contenido de las acciones.

Cada acción deberá contener:

a) Denominación (nombre) de la sociedad, su domicilio y duración.


b) Datos de la escritura de constitución y del Registro Público de Comercio en donde conste la
inscripción de dicha escritura.
c) Nombres y apellidos, nacionalidad y domicilio de los accionistas, si las acciones son
nominativas.
d) Capital, número y valor de cada acción.
e) Serie o número de la acción o del certificado provisional, con indicación del número total
de acciones de cada serie.

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f) Las cantidades pagadas de dichas acciones, o la indicación de que han sido pagadas
totalmente.
g) Los principales derechos y obligaciones consignados en la acción y, en su caso, las
limitantes respecto al voto.
h) La firma del, o los, administradores autorizados para firmar el documento.

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