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Sección: 1T.
5 to Año.
BIOÉTICA Y BIODERECHO
Ahora bien, definir la bioética no es algo sencillo. Existe una gran cantidad de
orientaciones que conforman la bioética, que la nutren para el análisis y
resolución de problemas que han justificado su aparición. Hablar de bioética
es hablar del estudio sistemático de la conducta humana en el área de las
ciencias de la vida y la atención de la salud, en tanto que dicha conducta es
examinada a la luz de los principios y valores morales.
Bioética
El termino está compuesto por dos términos bio (vida) ética (ethos). Con lo
cual llama la atención porque si la ética es aquel saber que tiene como
finalidad regular la conducta humana en sociedad por qué tenemos que
aludir a algo mucho más específico que es la bioética, la regulación de la
conducta humana en el ámbito de la vida humana.
-La protección del patrimonio genético: manipulación del ADN, los exámenes
genéticos predictivos, entre otros.
Principios de la Bioética
Autonomía
Beneficencia
Justicia
No maleficencia
Bioética y Derecho
Importancia de la Bioética
Bioderecho
Pero para que el Bioderecho sea una ciencia con garantías de éxito ha de
respetar ciertas reglas básicas. Debe fundamentarse en una ética capaz de
incorporar una gran diversidad de corrientes de pensamiento, proyectándose
desde una ética aplicada de carácter civil sustentada en la racionalidad
humana. Debe atender al estado actual de la ciencia, siendo capaz de
valorar el alcance de los resultados que ésta aporta. Debe realizar los
análisis jurídicos con carácter interdisciplinar. Y debe, en fin, sustentarse en
los Derechos Humanos.
Ello determinó que, a partir de los años cincuenta del siglo XX, la opinión
pública abandonara, progresivamente, el paradigma anterior, y comenzara a
surgir una nueva sensibilidad hacia las implicaciones éticas y jurídicas de
estos fenómenos y, especialmente frente a la creciente degradación del
medioambiente. Solo que tenemos que tener cuidado con este nuevo
paradigma y no sirva solo a intereses económicos o políticos.
Ello sin perjuicio de que puedan ser procedentes también estudios desde la
dimensión unilateral que puede ofrecer una disciplina jurídica determinada (el
Derecho mercantil en relación con las biopatentes), lo cual puede estar
correctamente indicado cuando se trata de aspectos jurídicos que presentan
una particular complejidad desde esa disciplina, que obligue a una
aproximación unilateral para poder presentar y resolver mejor dicha
complejidad. En todo caso, y sin perjuicio de la matización acaba da de
realizar, siempre que se adopte esta opción analítica hay que ser consciente
de su alcance más limitado e incompleto que si se parte de un estudio
integral.
Por otro lado, precisamente esta complejidad ha propiciado que los juristas
utilicen cada vez con mayor frecuencia los conflictos relacionados con los
seres vivos, especialmente los biomédicos, como banco de pruebas para
contrastar la coherencia y validez de sus construcciones jurídicas más
generales.
Pues bien, todo este entramado ético ha ejercido una notable influencia en el
ámbito jurídico. En primer lugar, porque vemos un reflejo de esta
preocupación generalizada en un Convenio Internacional, vinculante para los
Estados Partes en él, como sucede con el Pacto Internacional sobre
Derechos Civiles y Políticos de 1966, donde se establece, por primera vez en
el Derecho internacional, que «nadie debe ser sometido a tortura, tratamiento
o castigo cruel, inhumano o degradante. En particular, nadie debe ser
sometido a experimentación médica o científica sin su libre consentimiento»
(art. 7.º). Sin embargo, no ha sido sino en los últimos decenios cuando se ha
regulado jurídicamente la experimentación con seres humanos por las
legislaciones de los Estados, pero con la peculiaridad de que en algunos
países (así, en España) se ha procedido a una remisión expresa a la
Declaración de Helsinki, como principios éticos regulativos, de forma que por
una vía indirecta se ha convertido en norma jurídica, y por consiguiente,
obligatoria.
Las certidumbres previas dejan al ser humano más solo e inseguro, pero hay
que estar dispuestos a resolver sin muletas y a asumir las consecuencias. La
Bioética necesita de la reflexión ética previa y del debate ciudadano, pero
después requiere decisiones político jurídicas.
Por su parte el Derecho, desarrolla una nueva rama el bioderecho, pero ésta
únicamente se va a ocupar de la parte de la ética que afecta las relaciones
de alteridad.-