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(SOLO LA RESPONSABILIDAD)
+ Índice:
1.1 Concepto.
1.2 Clases.
1.3 Diferenciación con los colaboradores del empresario.
+ Desarrollo:
1.1 Concepto.
El actual concepto de “empresario” es la nueva denominación del llamado hasta ahora por
nuestra legislación “comerciante”.
En la Edad Media el “mercader” era una persona que actuaba en el tráfico, entendido como
interposición en el cambio de bienes y servicios, que adquiere un estatus como consecuencia
de su inscripción en un registro (el libro de matrícula de mercaderes). Esta denominación de
“mercader” se conserva, pero con el tiempo se produce una equiparación entre quien
simplemente participa en la circulación de bienes, al que ya puede denominarse
“comerciante”, y quien interviene en el proceso transformador, el “industrial”, el que
produce los bienes.
Distinción clara, aunque son sinónimos, que debemos de realizar es entre empresario y
empresario mercantil.
Las actividades económicas mercantiles se reconocen por dos criterios: forma y objeto de la
actividad. Respecto al criterio de forma, hay determinadas formas jurídicas que son siempre
mercantiles: Sociedad de Responsabilidad Limitada, Sociedad Anónima, Sociedad
Comanditaria por acciones… Según el criterio de objeto, una sociedad será mercantil si su
actividad u objeto es mercantil.
Deben citarse dos nuevos conceptos: el de emprendedor y el de operador del mercado. Por
“emprendedor” debe entenderse cualquier persona física o jurídica que desarrolla una
actividad económica empresarial o profesional, en los términos establecidos por dicha ley.
En el Anteproyecto del Código Mercantil, la aplicación de las normas que se dictan para los
empresarios se extiende a los demás “operadores de mercado” (productores de bienes y
prestadores de servicios en sentido amplio), incluyendo a los profesionales cuyos bienes o
servicios se destinen al mercado, a las personas jurídicas que ejerzan alguna actividad de las
expresadas en el texto proyectado e incluso a los entes sin personalidad jurídica por medio de
los cuales se realicen estas.
1-. Atendiendo al criterio de la estructura personal del empresario, que es el que sigue el
art. 1 C. de c., pueden distinguirse dos tipos de empresarios:
2-. Por su naturaleza. Si bien el Código está estructurado bajo la consideración de que el
empresario es un particular, también puede distinguirse entre:
⇒ Empresarios mixtos: cuando las sociedades creadas por los poderes públicos permiten la
entrada en ellas de los particulares, que arriesgan también su capital.
3-. Según la dimensión económica o tamaño también debemos distinguir varios tipos de
empresa, en todo caso, se trata de un criterio no formalizado, pero la Recomendación de la
Comisión Europea 2003/361/CE establece:
⇒ Grandes:
⇒ Medianos:
Menos de 50 empleados.
Volumen de ventas o balance inferior a 10 millones de euros.
⇒ Microempresarios:
Menos de 10 empleados.
La cifra anual de negocios no supere los 2 millones de euros.
4-. Asimismo, según su estabilidad puede distinguirse entre:
⇒ Empresario ambulante: sin sede física, y aun dentro del concepto general, puede
distinguirse entre comerciantes de ferias o mercados, comerciantes sobre muestrario y
comerciantes ambulantes.
5-. Según el criterio basado en la distribución que realiza la empresa de sus productos,
distinguimos entre fabricantes, mayoristas y minoristas.
⇒ Los distribuidores suelen tener una relación comercial con los fabricantes que
representan. El distribuidor se convierte en el punto directo de contacto con la fábrica para los
posibles compradores de ciertos productos. Los representantes mayoristas y minoristas
generalmente buscan a los distribuidores para comprar productos para su reventa.
⇒ Los minoristas consisten en pequeñas y grandes empresas con fines de lucro que venden
productos directamente a los consumidores. Por lo general, un minorista puede comprar
pequeñas cantidades de un artículo de un distribuidor o un mayorista. Por ejemplo, un
comerciante minorista que quisiera comprar una docena de lámparas puede contactar con
distribuidores de iluminación para preguntar por los precios.
6-. Por su internacionalidad, distinguimos entre empresario nacional o internacional.
Su definición legal no era clara, así, naviero es la persona “encargada de representar al buque
en el puerto en que se halle”, señalaba el art. 596.2 C. de c., a lo que añadía el art. 595.1. º,
que debía tener aptitud para el comercio y estar inscrito en la matrícula de mercaderes de la
provincia, añadiendo el número 2 del mismo precepto que este representará la propiedad del
buque y podrá, en nombre propio y con tal carácter, gestionar judicial y extrajudicialmente
cuanto interese al comercio.
Pese a la constatable imprecisión de la norma, podía entender que, para el C. de c., naviero es
quien tiene la posibilidad de utilizar el buque en una navegación con fines lucrativos y asume
los riesgos inherentes a esa navegación. De este modo, este concepto coincidiría con el de
“empresario marítimo” y podría ser tanto una persona física, como una persona jurídica.
Precisamente ha sido este concepto el que ha sido recogido, de forma literal, por la Ley de
Navegación Marítima para definir al naviero o empresa naviera reproduciéndose en el art.
145.2.
El naviero que tenga la posesión del buque se considerará también armador. Es “armador”
(señala el art. 145 de la Ley) quien, siendo o no su propietario, tiene la posesión de un buque
o embarcación, directamente o a través de sus dependientes, y lo dedica a la navegación en su
propio nombre y bajo su responsabilidad.
Por último, cabe mencionar que el buque está sometido a un sistema de inscripción dual, pues
deberá estarlo en el Registro de Buques y Empresas Navieras, como en el de Bienes Muebles.
(Los que tienen *** no pertenecen a ninguna de las categorías concretamente, van aparte).
⇒ Colaboradores dependientes.
Tipos:
- Factores, -arts. 282 a 291 C. de c.-, actuales gerentes y directores generales. Dispone
de una capacidad de representación muy amplia, ya que se extiende a todos los actos
típicos concernientes al tráfico de la empresa. Siempre actuará por cuenta del
empresario.
- Mancebos, -art. 293 C. de c.- encargados. Además de actuar siempre por cuenta y en
nombre del principal, existen preceptos recogidos en el Código de comercio
destinados exclusivamente a los mancebos (p.ej., los mancebos encargados de vender
al por menor en un almacén abierto al público se reputarán autorizados para cobrar y
los recibos que extiendan a nombre de su principal serán válidos).
Sin embargo, el Código otorga distintos estatutos jurídicos, para estas categorías. Distingue,
con arreglo a lo dispuesto en el art. 281, entre apoderados generales (los factores) y
singulares (dependientes y mancebos).
⇒ Colaboradores independientes.
La función del mediador será procurar la mera conexión o contacto negocial entre las
partes, por lo que, en realidad, en su actividad no se puede decir que actúe por cuenta
de su cliente. Al ser un contrato consensual se perfecciona por el simple
consentimiento.
Por tanto, dicha figura permite al empresario evitar, bajo determinadas condiciones, que la
responsabilidad derivada de sus deudas empresariales afecte a su vivienda habitual, es decir,
que no pueda ser embargada por deudas empresariales. Para que el empresario pueda
constituirse como “emprendedor de responsabilidad limitada” debe cumplir con los
siguientes requisitos:
Una vez cumplido los requisitos para que el empresario pueda constituirse como
emprendedor de responsabilidad limitada, la limitación no se extenderá a las deudas
contraídas antes de su inscripción en el Registro Mercantil como emprendedor de
responsabilidad limitada, a las obligaciones no empresariales, ni a los créditos de derecho
público.
Existen, además reglas específicas para empresarios que adoptan la forma de sociedad
anónima o de sociedad de responsabilidad limitada y otras, de carácter subsidiario, a fin de
concretar el modo de aplicar esas normas generales a ciertos sectores de la actividad
empresarial.
5) Publicidad registral. La necesidad de que, una vez establecido el libre acceso al mercado,
las relaciones empresariales enmarcadas en este sean ordenadas por el principio de seguridad
jurídica, aconseja que puedan verificar con facilidad y rapidez los datos que identifiquen al
empresario y a sus representantes, así como el conjunto patrimonial, con el que, aquel
responde; y paralelamente, que carezca de eficacia la modificación de esos datos hasta que se
conozca, o en algún caso, hasta que se consienta. Por lo tanto, todos los empresarios tienen un
régimen de publicidad registral, de manera que los datos que identifiquen al empresario y a
sus representantes deben inscribirse en el Registro Mercantil. Es la única característica propia
que ha sobrevivido hasta la actualidad. Se trata de un registro de comerciantes, obligatorio
para las sociedades mercantiles. Respecto al empresario-persona física, la inscripción en el
RM es meramente facultativa, opcional. Ahora, esta inscripción no otorga responsabilidad
limitada, sino que la tiene en atención a otros factores.
6) Procedimiento concursal. El último apartado, es el sometimiento por parte del empresario
a unas reglas que ordenan la concurrencia de los acreedores sobre su patrimonio en caso de
insolvencia: la ley Concursal, cuya universalidad encierra un buen número de disposiciones
particulares para los “legalmente obligado/os a llevar contabilidad”. Hasta la entrada en vigor
de la Ley Concursal en el año 2000, existían dos procesos concursales: Quiebras y
suspensiones de pago (solo para empresarios mercantiles), y las quitas y esperas (para el resto
de los empresarios). Esto ha desaparecido, y la ley Concursal se aplica a todo tipo de
empresarios, dando lugar al concurso de acreedores, el único procedimiento.