El primer regalo

Autor: Iker Sanders

 INTRODUCCIÓN
E
l príncipe Cascanueces no puede dejar
el robo de la pieza del reloj polar sin
resolver. Tras la liberación del Grinch
y conocer el buen hacer de los jugadores, les
solicitará, a su manera, que le ayuden a re-
solver el misterio.
Además, un par de almacenes de las fá-
bricas de juguetes aparecerán vacíos tras
la siguiente noche. En los vídeos de segu-
ridad se podrá ver la misma marca blanca
destellante que aparecía en la grabación
de la casa del Grinch, solo que en este
caso no se trata de una sola marca. ¡En
el vídeo se pueden ver hasta cinco marcas
diferentes más! ¿Quién está detrás de todos
los problemas?
EL GANCHO
Cuando el Grinch ve en el juicio las graba-
ciones logra atar cabos y descubrir quiénes
son los delincuentes vestidos de blanco. A
la mañana siguiente, después de que todos
hayan descansado, se lo cuenta a los juga-
dores.
Los delincuentes blancos son ¡muñecos
de nieve! No sabe el motivo, pero sí recuer-
da una pequeña broma que le quiso gastar a
uno de ellos, un tal Michael.
Tras las primeras caídas de copos de nie-
ve el Grinch se encontraba en el poblado de
los muñecos de nieve. Ahí estaba contem-
plando cómo se iba formando, como todos
los años, la pequeña villa de nieve. Al poco
tiempo comenzaron a surgir los primeros
habitantes, entre ellos, el joven Michael. El
Grinch, sabiendo que los muñecos de nieve
desaparecen todos los años del mismo modo
que aparecen, no se le ocurrió mejor idea
que comentárselo al recién nacido Michael.
Tras la conversación, el Grinch simple-
mente se fue, dejando al muñeco de nieve
decaído y ensimismado en sus tristes pen-
samientos.
¿Puede que ese muñeco de nieve esté de-
trás de todo lo que está ocurriendo?
2
EL PROBLEMA
La banda de Michael, con su líder al frente,
no ha estado quieta. Al ver que sus planes
están fracasando, no han parado de idear
nuevas fechorías con la intención de estro-
pear la Navidad.
De hecho, cuando los jugadores termi-
nan de hablar con el Grinch, escuchan la
alarma de una de las fábricas del Polo Nor-
te. En cuanto se acerquen descubrirán que
alguien ¡han robado todos los juguetes que
estaban almacenados!
RESOLVER EL PROBLEMA
En los alrededores del almacén se encuentra
el príncipe Cascanueces, junto con sus sol-
dados de plomo, investigando el lugar del
incidente. Cuando los jugadores exploran
las inmediaciones descubren que también
hay cámaras de seguridad grabando. Si de-
ciden mirar la grabación ven que, al igual
que sucedió en la casa del Grinch, unos cin-
co muñecos de nieve estuvieron entrando y
saliendo a lo largo de toda la noche hasta
que dejaron vacío el almacén. Depositaron
la mercancía en trineos de nieve alquilados
con los que luego partieron.
Las huellas de los trineos aún se pueden
ver y se pueden seguir. Por otro lado, los juga-
dores también pueden decidir ir a preguntar
a la compañía de alquiler de trineos de nieve.
En ambos casos, las pistas les llevan a Villa
Snowman, el poblado de los muñecos de nie-
ve. En concreto, a un almacén construido con
nieve a las afueras de la pequeña comarca.
EL ALMACÉN
Más que un almacén parece una pequeña
fortaleza. La entrada está vigilada por dos
muñecos de nieve que llevan un casco ama-
rillo de obras y una lista con las personas
que pueden entrar. Alrededor del almacén
han levantado una muralla, que los jugado-
res pueden intentar saltar con un Éxito por
cada uno de ellos en tiradas de Agilidad a
dificultad 12. Otra opción es presentarse en
la puerta e intentar convencer a los guardia-
nes de que deben dejarlos pasar. Deja que
los jugadores inventen su propia historia y
pídeles una tirada de Inteligencia de dificul-
tad 14 por cada uno de ellos, para ver si han
logrado convencerlos.
Una vez dentro, confirman todas las sos-
pechas: el almacén está lleno con la mercan-
cía robada. Al mismo tiempo, más muñecos
de nieve están intentando tapar las pruebas
del delito.
Los jugadores podrían decidir tomar
dos caminos diferentes. Intentar salir de allí
para informar, o enfrentarse a la banda de
Michael. Si deciden irse sigilosamente, cada
uno de los jugadores debe superar una ti-
rada de Agilidad de dificultad 14; en caso
de fallar son descubiertos y comienza una
lucha encarnizada de bolas de nieve.
Si, por el contrario, los propios jugado-
res deciden enfrentarse a los muñecos de
nieve, pídeles que hagan una planificación
del ataque. Acto seguido estallará el comba-
te de bolas de nieve.
EL FIN DEL COMBATE
Si los jugadores han logrado irse del alma-
cén sin ser vistos pueden informar a la au-
toridad de lo que han descubierto. En ese
caso, el mismísimo Santa Claus les pide que
lo acompañen para poner fin a esta serie de
catástrofes navideñas.
Si, por el contrario, se ha desatado la
guerra entre los muñecos de nieve y los
jugadores, cuando la situación sea casi in-
sostenible con un montón de bolas de nieve
volando por todo el almacén y todos los im-
plicados atrincherados detrás de cualquier
objeto protegiéndose de los proyectiles, con
algún que otro muñeco de nieve, o jugador,
derrotado, la puerta del almacén se abre de
par en par.
En ambos casos, cuando la puerta se
abre, todos pueden ver que se trata del mis-
mísimo Santa Claus con su peculiar ¡Ho!
¡ho! ¡ho! Acto seguido, pregunta el motivo
por el que no le han invitado a la diverti-
da guerra de bolas de nieve. Michael grita
respondiendo y casi llorando de impotencia:
3
 —¡No es un juego! ¡Nada de esto es un
juego!
Tras el estallido emocional de Michael,
este se acerca a Santa Claus y le explica todo
lo ocurrido. Cuenta que el Grinch le expli-
có que su vida sería muy corta, ya que tras
el invierno viene la primavera y con ella la
desaparición de los muñecos de nieve y que,
a raíz de esa conversación, ideó un plan para
evitar que eso ocurriese. En su ingenuidad,
por ser muy pequeño, pensó que, si evitaba
que se entregasen los regalos, la Navidad
nunca se iría. Por eso, trasteó con el tren
para que no pudiera viajar, con el reloj polar
para que no se fabricasen los juguetes y, por
último, decidió robarlos antes de Navidad
con la esperanza de que no los encontrasen
y no se pudiesen entregar.
Pero todas sus ideas han sido en balde
y, rompiendo a llorar definitivamente mien-
tras señala a los jugadores, termina diciendo
que se rinde, que no puede luchar más con-
tra los jugadores ni contra el destino.
Santa Claus lo coge en brazos y después
de consolarlo se ríe cariñosamente. Además,
con un poquito de espíritu navideño levanta
a aquellos que hubiesen caído en la batalla
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de bolas de nieve dándoles un poco de ener-
gía navideña.
—¡Pues empecemos la Navidad con
vuestro regalo!
Y mirando a los jugadores les pregunta:
—¿Os podría pedir un último favor?
¿Podríais ayudarme?
EL PRIMER REGALO
DE LA NAVIDAD
Santa Claus está preparando un regalo de
vida para los muñecos. Algo realmente es-
pecial, pero también muy difícil de realizar.
Para poder terminarlo necesita mucha ayuda.
El corazón de la pulsera
El primer paso es crear la máquina pulsera
de hielo. En uno de los talleres de las fá-
bricas de los duendes pueden encontrar los
materiales necesarios. Siguiendo el plano de
construcción, que Santa Claus les entrega,
pueden unir y soldar todas las piezas. Aun-
que la máquina aún no puede funcionar:
hay que proporcionarle energía.
El Guía puede preguntar a los jugado-
res cómo podrían solucionar el problema.
Después de la avalancha de ideas, sígueles
el juego para ver cómo logran dar energía
a la máquina. Pero si no se les ocurre nin-
guna idea brillante, proponles usar «energía
navideña».
La energía navideña la pueden conse-
guir de la estrella polar. Interrogando a
los personajes de Villa Navidad averiguan
que, ahora mismo, la estrella se encuentra
en la locomotora del Polar Express. Es el
faro que ilumina el camino del tren en su
camino, aunque durante el resto del año la
depositan en la central de energía de Villa
Navidad.
Con una rasqueta y una pequeña caja
para extraer y guardar la estrella, o algo
similar, pueden llegar hasta el faro movién-
dose por el exterior de la locomotora; para
ello deben superar dos tiradas de Agilidad
de dificultad 12.
La energía pone en funcionamiento la
máquina, pero hay un pequeño problema.
¡La máquina-pulsera es enorme!
La reducción
El propio duende ingeniero jefe propone
la solución: ¡usar la máquina reductora de
juguetes! Y es que, para conseguir muchos
detalles en los juguetes, los duendes los fa-
brican muy grandes y luego los reducen.
Pero la máquina está inoperativa, ya
que la energía que queda en la estrella po-
lar ahora mismo no es suficiente. Aun así,
existe una posible solución: ¡la bicicleta con
dínamo energética!
Conectando la bicicleta a la máquina re-
ductora y dando muchas pedaladas, el dí-
namo proporciona la energía suficiente. El
Guía puede pedir al jugador que quiera dar
energía que supere una tirada de dificultad
15 de Fuerza.
El dínamo finalmente funciona y la enor-
me máquina pulsera de hielo se vuelve muy
pequeñita, del tamaño de las muñecas de
sus futuros dueños, los muñecos de nieve.
Pero queda un último problema ¡Solo
hay una máquina pulsera de hielo y hay
muchos muñecos de nieve!
El Guía también puede comentar
la necesidad de interpretar la ac-
ción, con lo que todos los juga-
dores tendrían que tumbarse
en el suelo y hacer como que
dan pedaladas al aire.
La clonación
El mismo ingeniero jefe lanza un pequeño
suspiro antes de hablar.
—No nos queda otra opción que pedir
ayuda a Copypaste.
Copypaste es una criatura capaz de esca-
near cualquier objeto y reproducirlo, pero
trabajar le cuesta horrores. Más ahora que,
en teoría, ya había acabado todas sus tareas
y se había echado a dormir.
Se encuentra en un hangar muy grande y
ahora mismo oscuro. Al fondo del todo se
ve la sombra de una criatura, con un pelaje
blanco invernal, acostada en el suelo y acu-
rrucada mientras respira tranquilamente.
Los jugadores seguramente intenten des-
pertarla, pero les cuesta muchísimo esfuer-
zo; de hecho, tienen que sacar una tirada de
Fuerza a dificultad 14 para que Copypaste
abra uno solo de sus ojos.
Copypaste les dice que es muy importante
descansar, ya que sin un buen descanso los
trabajos realizados pueden salir mal. Tanto
es así que se lo demuestra ahí mismo y, tras
copiar el mural gigante que está en una de las
paredes del hangar, lo reproduce en la otra
pared. Acto seguido, pide a los jugadores que
descubran los pequeños fallos que, posible-
mente, hayan salido por su cansancio. Dejan-
do el problema en manos de los jugadores y
pensando que tardarán un buen tiempo, Co-
pypaste se echa a dormir de nuevo.
Se propone utilizar el juego
de descubrir las diferencias
de dos imágenes supues-
tamente iguales.
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 Con la tarea realizada, los jugadores tie- Rudolf a la cabeza. En el andén de la esta-
nen que volver a despertar a Copypaste. De ción del Polo Norte están todos los habitan-
nuevo el Guía solicita una tirada de Fuerza tes para despedirlos y desearles buen viaje.
a dificultad 12 para conseguirlo. La criatura Justo después del silbato de la locomotora,
abre uno solo de sus ojos y, tras ver que se el tren comienza su peculiar viaje nocturno
trata de las mismas personas, resopla: surcando la noche estrellada mientras el
—No me dejaréis dormir hasta que os mundo duerme.
haga caso ¿no? Bueno, pues decidme, ¿qué La Navidad al final sí pudo ser y todos
queréis? los niños reciben sus regalos a tiempo, para
Una vez hagan las copias de las pulse- disfrutarlos junto con sus amigos y familia-
ras de hielo, los jugadores pueden regresar res en este periodo de vacaciones invernales.
al lugar donde les espera Santa Claus junto Todo, gracias a nuestros jóvenes héroes.
con todos los muñecos de nieve, el príncipe
Cascanueces y el Grinch.
Con todos reunidos, Santa Claus felicita PUNTOS DE EXPERIENCIA
a los jugadores y entrega el primer regalo Por acabar la aventura los jugadores obten-
de Navidad a Michael, su propia pulsera drán 3 puntos de experiencia cada uno de
de hielo, concediéndole su sueño de vivir ellos, más 1 punto extra al jugador que me-
mucho más tiempo, mientras le pide que a jor haya interpretado a su personaje y que
partir de ahora se porte bien y aproveche su será decidido por todos los jugadores.
nueva vida. Como recompensa final, el Guía puede
ofertar a los jugadores obtener un muñeco de
nieve como compañero. Un nuevo amigo que
CONCLUSIÓN les acompañará haya donde vayan mientras
Tras el regalo de las pulseras de hielo, la ban- viven mil y una aventuras mas juntos. para
da de Michael, junto con el propio Michael, Aunque, para poder hacerlo tienen que tener
pueden descansar tranquilos. Cuando llegue una pulsera de hielo, disponible en la tienda
el calor de la primavera no se derretirán y al acabar la aventura.
podrán seguir viviendo para acumular re-
cuerdos y momentos felices.
Aunque por los problemas que han
ocasionado, el príncipe Cascanueces los
ha condenado a servicios comunitarios,
como dejar el reloj aceitado y limpio,
preparar los almacenes de regalos para el
año que viene o dar de comer a los renos
de Santa Claus. Deberes que hacen alegres
y felices, a pesar de que también les hayan
prohibido moverse de su villa a menos que
tengan un salvoconducto.
El Grinch descansa en su casa, intentan-
do cumplir su promesa de ser bueno. Quién
sabe si recibirá un regalo esta vez. Lo que
sí sabe es que este año ha sido especial, ha
conocido a unos niños que le han defendido:
¡ha hecho nuevos amigos!
La noche de Navidad el tren está repleto,
con los regalos, los duendes y los renos con

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 PERSONAJES
SANTA CLAUS
Santa Claus es un señor mayor, de voz grave
y muy, muy travieso (no dudará nunca en
tomar el pelo a los pequeños jugadores con
sus travesuras). Tiene todo el pelo blanco,
con una grande y profunda barba del mis-
mo color, y su voz es tan grave que resuena
por el cielo. Además, no para de decir «¡Ho,
ho, ho!».
MICHAEL, EL MUÑECO DE NIEVE
Un muñeco de nieve parlanchín. Muy listo
y observador, pero muy pequeño. ¡Tan solo
tiene días de vida! Su mayor miedo es desa-
parecer, ya que disfruta de estar vivo y poder
aprender. Su mayor enemigo es el calor y ha
descubierto que después del invierno, viene
la primavera. Asustado, ha pensado que, si
la Navidad no acaba, la primavera no podrá
llegar, así que se puso a pensar: ¿qué sería de
una navidad sin regalos? ¡Eso no puede ser!
¡Seguro que el tiempo se detendría! Así que
ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra.
LA BANDA DE MICHAEL
Son muñecos de nieve que han sido conven-
cidos por el joven Michael para ayudarle
en su lucha en contra de que llegue el calor.
¡Ellos tampoco quieren desaparecer cuando
llegue la primavera!
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 15 5

Puede hacer copias de cualquier cosa y, por

eso, es de gran ayuda para fabricar juguetes
a gran escala.

HABILIDAD:
Lanzarayos: lanza un rayo escáner que te
paraliza durante 1 turno (tirada de Energía
de dificultad 12). Además, copiará la forma
de quien le haya golpeado y podrá hacerse
pasar por él.

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Muñecos de nieve ansiosos por ir de aventuras.
HABILIDADES:
Deslizamiento: se deslizan tan rápido sobre superfi-
cies lisas que alcanzarles tiene una penalización de 1.
Lanzamiento de bolas: en caso de ser atacados lan-
zan bolas de nieve que pueden congelar el lugar del
impacto y hacer perder 1 turno, o impactar (tirada
de Agilidad de dificultad 12) y hacer perder una ficha
de Energía.

ESPECIALIDAD:
Puede montarse y desmontarse en varios pedazos,
así como aumentar o disminuir su tamaño y pasar
por los agujeros más pequeños.

10 2

Incansables, metódicos, serios y justicieros,

son los encargados de mantener la ley y el
orden.

HABILIDAD:
Disparo de perdigones: pueden hacer fue-
go con sus escopetas de perdigones. El ju-
gador puede intentar esquivar el proyectil
haciendo una tirada de Energía a dificultad
12. Si recibe el impacto, pierde dos fichas
de Energía.

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 10 1

Son el cuerpo de élite de las fuerzas de segu-

ridad del Polo Norte.

HABILIDAD:
Lanzamiento de cuerdas de caramelo: con
ellas pueden atrapar y dejar enredados a los
jugadores. Para evitar enredarse hay que su-
perar una tirada de Agilidad a dificultad 12.
Si el jugador se enreda, pierde un turno y
una ficha de Energía quitándose la cuerda.

Aumenta
Mantiene a los tu nivel máximo de
muñecos de nieve Agilildad +2.
con vida y evita que
se derritan.

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Todavía queda un misterio por resolver: si no fue el
Grinch ¿quién robó las piezas del reloj solar? y ¿por
qué? Descubrirlo es vuestra tarea, pero daros prisa.
En Villa Navidad siguen sucediendo cosas extrañas
que ponen en peligro la misión de Santa Claus.
Solo vosotros podéis salvarla.

Autor: Iker Sanders

Imágenes: Shutterstock y Freepik.com
Edición y corrección: Marta de la Serna y Francisco Javier Valverde García
Arte y maquetación: Claudia Andrade
Sistema: Starport

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