Navegando por

las estrellas
Autor: Iker Sanders
 INTRODUCCIÓN
E
l Polar Express ha iniciado el viaje
hacia el hogar de la Navidad. El sol
está despuntando por el horizonte
y la ajetreada noche queda atrás. El can-
sancio puede hacer acto de presencia, pero
en cuanto los jugadores se disponen a irse
a acostar la voz del duende resuena por
la megafonía del tren: «¡Ayuda! ¡Ayuda!
¡No sé qué camino tomar! ¿Podéis vernir y
echarme una mano?»
EL GANCHO
Cuando los jugadores llegan a la locomo-
tora ven al duende asomado por una de las
ventanas respirando angustiosamente mien-
tras mira al cielo. Cuando mete la cabeza de
nuevo adentro está fuera de sí exclamando:
—¡Las estrellas! ¡Las estrellas se han ido!
Cuando los jugadores logren calmar al
duende este les cuenta su problema. ¡Él siem-
pre ha viajado de noche guiado por las estre-
llas y que ahora no están porque es de día!
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Necesitan encontrar urgentemente un sis-
tema de guiado que les permita viajar de día
y llegar a su destino, el hogar de la Navidad,
antes de perderse en las profundidades del
espacio-tiempo.
EL PROBLEMA
Santa Claus y sus renos, junto con sus duen-
des, o los Reyes Magos con sus camellos,
siempre han viajado de noche entregando
los regalos. Por eso el duende sabe viajar de
noche, pero no de día. ¡De día no hay estre-
llas por las que guiarse!
Los jugadores deberán encontrar por el
tren algún tipo de sistema de guiado que
les indique el camino para poder llegar a su
destino a salvo.
RESOLVER EL PROBLEMA
Los jugadores pueden iniciar la exploración
del tren por todos sus vagones. Hay dos va-
gones que son muy importantes para resol-
ver el problema al que se enfrentan: el de los
renos — donde pueden encontrar a Rudolf,
el piloto de Santa Claus— y el último va-
gón, donde están los tres Reyes Magos.
Entre ambos vagones podrán encontrar el
mapa y la brújula que les guíen a su destino.
EL MAPA
El vagón del reno Rudolf es una estancia
pensada para animales. El abrevadero está
siempre lleno de agua fresca para los renos
que viajan junto a Rudolf, así como setas,
hierbas, flores, corteza de los árboles y ho-
jas de sauces y abedules, que un duende les
suministra todos los días para alimentarlos.
Pero desde que llegaron a Starport, el duen-
de no les ha dado de comer.
Cuando los jugadores entran al vagón,
el mismo reno Rudolf se dirige a ellos para
pedirles ayuda. Está muy preocupado y ne-
cesita saber el paradero del duende que les
cuidaba. Además, han comenzado a pasar
hambre, por lo que también les pregunta si
por algún casual tienen algo para ellos.
 ¡Es la oportunidad perfecta para que los
jugadores negocien con él!
Rudolf ha sido el guía de Santa Claus
durante muchísimo tiempo. Incluso ahora,
que utiliza el tren para repartir los regalos,
Rudolf siempre está en la locomotora su-
pervisando el camino a seguir. No sería de
extrañar que tuviese algún mapa o herra-
mienta que indicara la dirección hacia el
Polo Norte.
A cambio de conseguir el mapa, Rudolf
solo les pide que encuentren al duende y ha-
gan que regrese vivo y a salvo.
La investigación
Si los jugadores no saben muy bien cómo
empezar la investigación, Rudolf podría in-
dicarles el comienzo. Por ejemplo, comen-
zando a buscar por los lugares que frecuen-
taba el duende: su habitación en el vagón
dormitorio, la cafetería del tren o el almacén
en donde guarda el alimento de los renos.
El dormitorio
Los vagones dormitorio están al inicio del
tren, justo detrás de la zona de máquinas.
El pasillo transcurre por un lateral, dejando
todo el espacio restante del vagón disponible
para la disposición de pequeñas habitaciones,
donde el personal del tren puede descansar.
Al principio de cada vagón está el listado
con el personal que duerme en cada habita-
ción, aunque para entrar en la del duende se
propone dejar volar la imaginación de los
jugadores.
Una vez dentro de la habitación, encuen-
tran un horario con las tareas que tenía que
No se recomienda realizar ningu-
na tirada de exploración para
evitar que salga un fallo que
imposibilite que encuentren
la siguiente pista.
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 realizar el duende. Si lo miran detenidamen-
te pueden darse cuenta de que, cuando el
tren aterrizó en Starport estrepitosamente, el
duende debería haber estado en el almacén.
La cafetería
En la cafetería no saben nada del duende,
pero aun así el camarero ofrece un peque-
ño refrigerio a los jugadores a cambio de un
par de monedas: unas galletitas de Navidad
recién hechas de diferentes colores y un vaso
de leche con Shadowquick, uno de los mejo-
res cacaos del mundo.
Dependiendo del color de la galleta que
los jugadores coman, pueden recuperar al-
gunas fichas a discreción del Guía (de base
podrían ser dos fichas).
ᅈ Color y sabor naranja: aporta fichas
de Energía.
ᅈ Color rojo y sabor cereza: aporta fi-
chas de Ayuda.
ᅈ Color amarillo y sabor limón energi-
zante: aporta fichas de Inteligencia.
ᅈ Color morado y sabor uva: aporta fi-
chas de Agilidad.
ᅈ Color azul con sabor piña, marca
A.L.: aporta fichas de Fuerza.
El almacén
Recorriendo el almacén los jugadores pue-
den ver que está todo mangas por hombro.
Los cajones se han caído unos encima de
otros y está casi toda la comida desparra-
mada por el suelo. Además, debajo de todo
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el montón de cajas y comida está el duende
tirado en el suelo, inconsciente.
Los jugadores deberían querer ayudar
al elfo, pero para ello deben hacerlo bien,
aplicando el protocolo PAS (proteger, avisar
y socorrer) usando unos primeros auxilios
muy básicos.
Antes de que cunda el pánico, el Guía
puede narrar que en la entrada del vagón hay
un teléfono y justo al lado una pequeña guía
de prevención de riesgos laborales, en la que
se explica precisamente el protocolo PAS.
1 Proteger: El duende está sepultado
bajo una gran cantidad de cajas y co-
mida. Los jugadores, para poder ac-
ceder, deben retirar todos los objetos
caídos y colocarlos adecuadamente
para que no se vuelvan a caer. Tres ti-
radas de Fuerza de dificultad 10 serán
suficientes para acabar con la tarea.
2 Avisar: El teléfono está disponible,
pero ¿a quién llamar? Deja que los
jugadores hagan volar su imaginación
para ver qué soluciones proponen. Al
final, lo más importante es que ter-
minen avisando a la enfermería, para
que envíen a un equipo de auxilio.
3 Socorrer: El duende está inconsciente
y no se sabe qué heridas puede haber
sufrido. Lo más importante es com-
probar si está respirando y no mo-
verlo, ya que si se mueve y tiene una
herida en el cuello o la espalda se la
podríamos agravar.
El equipo de auxilio llega al poco tiempo
de haber avisado y, tras felicitar a los juga-
dores, se llevará al duende herido para que
se recupere tranquilamente en la enfermería
del tren.
Tras la intervención de los jugadores, el
reno Rudolf está muy contento de saber que
han salvado al duende y que ahora está bien
atendido recuperándose. Tal y como les
prometió, les entrega el mapa.
LA BRÚJULA
Al final del tren se encuentra el vagón de
los tres Reyes Magos. Una estancia llena de
misticismo, ya que los reyes provienen del
lejano Oriente. Una niebla blanca recubre
todo el suelo, mientras un par de inciensos
prenden lentamente aportando su inconfun-
dible olor. Las ventanas están tapadas por
unas gruesas cortinas y las lámparas ilumi-
nan la estancia con un suave tono naranja.
Al fondo, se encuentran los tres Reyes.
Sonrientes y amables, esperaban a los juga-
dores. Lo más llamativo, y que puede llegar
a asustar un poco, es que cuando hablan lo
hacen de una manera muy peculiar o más
bien, mágica. Cada frase es comenzada por
uno de ellos, la continua un segundo y la ter-
mina el tercero. Además, no hablan de forma
directa, sino que siempre utilizan metáforas
o acertijos.
Cuando los jugadores sepan decir la res-
—Un camino estáis buscando… puesta a la pregunta, recibirán de los tres
—…aunque no lo sepáis,… Reyes Magos la brújula que siempre indica
—… ya lo habéis encontrado —dicen el camino a la casa de la Navidad, evitán-
mientras enseñan a los jugadores un doles de esta manera que tengan que hacer
aparato metálico. cálculos matemáticos con respecto a los
—Pero antes de daros la solución, rumbos a tomar.
—… buscar en vuestro corazón,
—…la respuesta a esta cuestión.
—Nicanor tenía un barco y con él
CONCLUSIÓN
surcaba el río; ¿era este un barco Cuando el duende y los jugadores apren-
pequeño o este era un gran navío? Lee den a usar el mapa y la brújula el viaje se
despacio, y encontrarás la solución... vuelve muy sencillo. Sin ningún peligro en
—…ya que, si no lo sabéis, el horizonte toman rumbo a su destino y,
—…difícilmente el camino encontraréis a mediodía, llegan al hogar de la Navidad:
—…y el destino de la Navidad el Polo Norte.
perderéis.

Solución: En el acertijo están escondidos los
cuatro puntos cardinales; Norte, Sur, Este y
Oeste, direcciones que siempre están presen-
tes en todas las brújulas, el objeto que les
han entregado los Reyes Magos como pista.
El Guía tiene la opción de dejar que los ju-
gadores investiguen por su cuenta, o bien
que resuelvan el acertijo con cuatro tiradas
de Inteligencia a dificultad 10 cada una.
PUNTOS DE EXPERIENCIA
Por acabar la aventura los jugadores ob-
tendrán 3 puntos de experiencia cada uno
de ellos, más 1 punto extra al jugador que
mejor haya interpretado a su personaje y
que será decidido por todos los jugado-
res. El o los jugadores que mejor hayan
ayudado al duende extraviado y aplicado
el protocolo de emergencias recibirán 1
punto extra. El o los jugadores que hayan
resuelto el acertijo de los Reyes Magos ob-
tendrán 1 punto extra.

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 PERSONAJES
EL POLAR EXPRESS
Es el tren que utilizan los tres Reyes Magos
y Santa Claus para llevar los regalos a todos
los niños del mundo. Los camellos debían
descansar después de todas las cabalgatas y
en el trineo Santa Claus pasaba realmente
frío. Así que se unieron y decidieron moder-
nizarse, adoptando este tren como su medio
de transporte. La peculiaridad que tiene es
puede ser tan largo como necesidades ten-
gan sus ocupantes. ¡Incluida una cafetería
con galletas siempre recién horneadas!
RENO RUDOLF
Es el maquinista del Polar Express. Lleva
toda su vida junto a Santa Claus, desde
el inicio cuando viajaban en trineo hasta
ahora que se han modernizado. Tiene una
espectacular memoria y gracias a ella aún
puede guiar el tren por los sitios más fre-
cuentados del Polo Norte, pero sin las estre-
llas que le indiquen el camino no es capaz
de ir más lejos.
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LOS REYES MAGOS
Tres antiguos reyes de países tan lejanos en
el tiempo que se han olvidado los nombres
y perdido todo registro de esos lugares. Por
sus venas corre sangre mágica, por lo que
son capaces de hacer cosas que nadie más
podría hacer como, por ejemplo, comuni-
carse entre ellos sin hablar. A menudo uno
comienza una frase, otro la sigue y el últi-
mo de ellos la termina. Son capaces de ver
el pasado, el presente y el futuro, pero ven
todas las posibilidades de futuro a la vez y
no pueden decir cuál será la que de verdad
ocurra. Por ello, cuando hablan lo hacen
con acertijos, dado que no pueden dar nada
por sentado.
Los tres Reyes Magos viven en el vagón
de cola. Un vagón alejado de todo bullicio,
rodeado de misterio y magia. El suelo del
vagón está cubierto de una niebla que im-
pide ver por dónde se pisa, las paredes son
aterciopeladas, y el techo de cristal deja ver
una noche perpetua con sus estrellas en el
firmamento.
Ya estáis a bordo del Polar Express, pero los problemas aún
no han acabado. Con el retraso acumulado por la avería del
tren en la anterior aventura, se ha hecho de día. El duende
responsable del tren no sabe encontrar el camino sin la
ayuda de las estrellas. ¿Qué se puede hacer? La solución está
en el mismo tren, pero para ello, tendréis que explorar sus
mágicos vagones, donde se esconden varias sorpresas.

Autor: Iker Sanders

Imágenes: Shutterstock y Freepik.com
Edición y corrección: Marta de la Serna y Francisco Javier Valverde García
Arte y maquetación: Claudia Andrade
Sistema: Starport

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