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Universidad Sergio Arboleda

Jorge Steven Prieto Villanueva

Historia de la Filosofía Contemporánea

Alejandro de Jesús García Durán

Escuela de Filosofía y Humanidades

Comentario sobre “Labor, trabajo y acción” de Hannah Arendt

Los seres humanos solemos llegar a pensar en qué es lo que nos hace tales, bueno, quizás no
todos piensen en tal cosa, puede que, esta sea la actividad que realizan unos pocos. Incluso, se
llega a pensar sobre cómo vivimos, por qué vivimos de determinada manera, o porque hacemos
lo que hacemos en determinados momentos. Es curioso como nos podemos ir preguntando cada
vez más y más cosas frente a lo que esto de lo que somos y como vivimos se refiere.

Pero es aquí, especialmente acerca sobre la vida donde Arendt nos muestra que hay dos tipos de
vida para los seres humanos, una activa y otra contemplativa, donde se muestra que no se puede
estar en la segunda para siempre, cosa que me parece curiosa por un punto que tocaré más
adelante. Finalmente, Arendt (1957) nos dice “La vida activa no es solamente aquello a lo que
están consagrados la mayoría de los hombres, sino también aquello de lo que ningún hombre
puede escapar totalmente” (p. 1). Esta definición me parece algo interesante, incluso porque se
expresa que ésta la da el punto de vista contemplativo, dejando esto de lado, la vida activa me
parece interesante desde un punto de vista en donde todos los hombres estamos condenados a
vivirla y padecerla pues no podemos salir totalmente de ella.

Ahora, se nos va diciendo que la contemplación es la más alta de las facultades humanas y
además Arendt en el texto expresa “La contemplación como modo de vida del filósofo” (p. 1).
Volviendo atrás, se dijo que en este modo de vida no se puede estar siempre, pero es el modo del
filósofo, me genera una pequeña confusión, puesto que, si no se puede estar siempre en la
contemplación, entonces, el filósofo dejaría de ser filósofo, o solo es filósofo cuando está en la
contemplación o al dejar la contemplación, por haberla tenido como modo de vida, seguirá siendo
filósofo, esto es lo que me confunde en este punto.
Como seres humanos nuestras principales actividades son: labor, trabajo y acción. Donde
podemos visualizar a la acción como esa política, especialmente en la Polis griega, a partir de
aquí vamos a entender esta actividad humana con lo que refiere a la vida política, a la vida en
sociedad del hombre. Con esto, se puede estar de acuerdo, puesto que una de las principales
actividades que tenemos como seres humanos es el darnos cuenta de que vivimos en sociedad,
somos de una polis, por lo tanto estamos en acción con la polis, cosa que, para los griegos era
mucho más importante que lo que es ahora.

Ahora bien, desde lo contemplativo se expresa que lo más importante es el trabajo, dejando muy
rezagada a la labor, pues incluso la acción expresada más como esa vida política es necesaria para
la vida de la contemplación, pero es necesaria solo cuando se ve el trabajo, así como el carpintero
hace su mesa. La vida política acompaña a la actividad del trabajo para el resguardo de la vida
contemplativa, que recordemos es el modo de vida del filósofo, por lo tanto, me hace pensar en
que el filósofo debe tener esta vida política adherida a él junto con la actividad del trabajo, pienso
que, en la antigua Grecia tal actividad puede verse vista quizás en Sócrates o incluso en el mismo
Platón, ahora puede que los filósofos estén en tal modo de vida, pero, siento que en sí la Filosofía
como tal o el hacerla, puede incluso ser mal visto por aquellas personas que no toman en cuenta
para su vida el modo contemplativo.

Es en este punto es bueno decir que, labor y trabajo no quieren decir lo mismo, a pesar de que,
podemos ver muchos contextos en donde las personas utilizan ambos términos para expresar
exactamente lo mismo. La labor es más una experiencia corporal, es, como algo que está en el
organismo como tal, la labor es la fatiga en lo corpóreo.

Es interesante lo que Arendt (1957) expresa “Los bienes de consumo, son el resultado inmediato
del proceso de la labor, son las menos durables de las cosas tangibles.” (p. 3). Estas cosas de
dicho proceso se acaban rápido, así como se producen se acaban, pero es aquí importante el pesar
que en parte estos bienes de consumo son necesarios para la vida del hombre, pues este debe
utilizarlos para el beneficio de su vida, es curioso como lo que menos dura, puede llegar a ser de
lo más necesario.

Pero, así como creamos cosas necesarias y vitales para nuestra vida, también tendemos a crear
cosas que si lo pensamos no necesitamos, creamos más cosas de las que verdaderamente
necesitamos, esto lo expresa perfectamente la autora. Me permito aquí ver la presencia de una
sociedad del consumo, esa sociedad donde solo “queremos” y “queremos” más y más, en donde
así tenga mi celular en buen estado, quiero el ultimo que salió, porque tienen diferentes colores o
incluso, por simple pretensión.

Siguiendo con esta temática, el texto nos va abordando que el trabajo, ese que se hace con las
manos, no crea bienes de consumo, recuerden que es la actividad de la labor, lo que crea el
trabajo de nuestras manos son objetos útiles para la estabilidad y solidez de nuestra vida como
seres humanos, pensemos pues, que cuáles son estas cosas, sería interesante hacer un análisis de
tal cosa, pues como seres humanos tendemos a necesitar muchos objetos útiles, pensemos en un
ahora, en dónde como por ejemplo un objeto útil que hace nuestras manos es una cama, en donde
debemos guardar descanso, un descanso que permite lo que se dice arriba: estabilidad y solidez.

Ahora, es bien sabido que usamos las cosas, pero como todo, dejaremos de usar unas tarde o
temprano, y estas vuelven a la naturaleza de alguna manera, el texto de hecho lo dice, cuando
pone el ejemplo de una mesa que no se usa, que empieza a ser solo madera al destruirla, madera
que, volverá quizás como una composta a la naturaleza, aquí puede decirse que, a pesar de que
usamos a la naturaleza para crear objetos, a esta volverán aquellas que dejemos de utilizar o que
simplemente no utilicemos.

Después, en el texto Arendt expresa “Solo porque hemos erigido un mundo de objetos a partir de
lo que la naturaleza nos da y hemos construido este ambiente artificial dentro de la naturaleza” (p.
5). Los seres humanos hemos cogido a la naturaleza y la hemos convertido en nuestra principal
dadora de material para construir el mundo como se quiere, pero es un mundo, lo expresa bien
Arendt, es artificial, un mundo en donde los objetos se vuelven desechables, donde incluso, en
nuestro contexto, tendemos a ver a las personas como objetos dados por la propia naturaleza.

Reconozcamos al Homo Faber como aquel que utiliza a la naturaleza a su antojo, bien lo describe
Arendt como “el amo y señor de la Naturaleza”, esto puede vislumbrarse de gran manera,
pensemos pues en nuestro contexto, veamos como los hombres utilizamos el mundo de la
naturaleza a nuestro antojo, como de ella sacamos miles de cosas para la manutención de nuestra
vida, como sacamos petróleo, como utilizamos el agua. Somos amos y señores de la naturaleza
porque la utilizamos a nuestro antojo.
Una lección que me deja impactado en este punto es cuando Arendt dice “el Homo faber es libre
para producir, y también solo frente al trabajo de sus manos es libre de destruirlo” (p. 6). Con
esto veo que tiene razón, pues vemos como cuando creemos que algo ya no sirve, lo tiramos y lo
destruimos, pues ya no tiene una utilidad para nosotros, así como producimos y producimos,
destruimos aquellos que la actividad del trabajo de nuestras manos produjo anteriormente.
Solemos impartir violencia sobre la naturaleza cuando producimos las cosas, pero esta violencia
sobre ésta se ve justificada cuando el hombre crea cosas necesarias para lo que ya se ha ido
exponiendo, la solidez y estabilidad de la vida humana.

Ahora bien, hay una política del uso, por decirlo de tal manera, una política que tira lo que ya no
se usa, que tira los objetos a la basura cuando ya no es útil. Es por ello que creo que Arendt
introduce aquí los objetos que crea el pensamiento, que no suelen verse como útiles, pero el
trabajo que imparte la mente es el mismo que hacen las manos humanas para hacer los objetos,
que duran menos, pero que sirven más. Esto me genera varias cosas, por ejemplo, entiendo que,
sea más útil un objeto que algo creado directamente por el pensamiento, pero lo otro es que, qué
sucedería si fuese al revés, sería interesante pensar en ello.

Otra cosa a tener en cuenta es que no solo es el hombre quien vive y habita el mundo, son los
hombres, cosa con la que, me encuentro de acuerdo, a pesar de que, el individualismo es
importante para la construcción de la persona, se debe tener en cuenta que, si no caemos en la
cuenta de que somos “los hombres” quienes habitamos el mundo, tal construcción puede verse
afectada.

Otro aspecto que debe tener en cuenta del texto es que, no es lo mismo la historia de una vida a la
historia del humano, el mismo texto lo expresa con su diferenciación en la lengua inglesa, siendo
el primero Story y el segundo History, esto me parece espectacular, puesto que, solemos a
confundirnos en esta parte, la pregunta que me surge aquí es cuál de estas dos es la que más
importa.

En el texto, Arendt (1957) finaliza “con la creación del hombre, el principio de libertad apareció
en la tierra” (p. 10). Cosa maravillosa, pues me parece que aquí esta expresando que es con esa
voluntad humana de decidirnos por unas cosas u otras, con las que nace ese principio de libertad,
es querer y poder hacer las cosas por medio de quizás un sí o un no.
Finalmente, queda por decir que, desde mi perspectiva, esta conferencia de Arendt refleja de
manera espectacular el como somos los hombres e incluso, me atrevo a decir que es un estudio
casi que profundo a nuestro hombre contemporáneo que se introduce en la sociedad del consumo
y del uso de la naturaleza solo a su favor, no quiero decir que, al antiguo, medieval o moderno no
lo haya hecho, pero es que en nuestro ahora se ve más esa ambición y esa dedicación por usar
siempre la naturaleza a nuestro favor para encontrar nuestro bienestar.
Referencias

Arendt, H. (1957). Labor, trabajo y acción: una conferencia.


Bibliografía

Arendt, H. (1957). Labor, trabajo y acción: una conferencia.

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