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ALIMENTACION DEL PREESCOLAR Y ESCOLAR

Ingestas dietéticas recomendadas: Mila


Macronutrientes Vitaminas

Factores condicionantes de la alimentación: Ale


a) Socioeconómicos: La revolución de la biotecnología alimentaria y los transportes, hace
posible para las poblaciones de los países desarrollados, la disponibilidad de todo tipo
de alimentos en cantidad suficiente en cualquier época del año. Pero en los países no
desarrollados, la ingesta está condicionada por una escasa producción agropecuaria y de
captura de pesca y limitada capacidad para conservar los alimentos. Por lo que son muy
vulnerables a fenómenos meteorológicos adversos, plagas etc.
La escasez crónica de alimentos cíclicamente puede adquirir el carácter de
hambruna. En todos los países, el progresivo desarrollo socioeconómico se acompaña de
cambios importantes en los hábitos alimentarios, que se caracterizan por un mayor
consumo de energía, alimentos de origen animal, proteínas y grasa, productos
manufacturados y azúcares refinados. Actualmente, las demandas dietéticas están
relacionadas con las características organolépticas y el prestigio social que con su calidad
nutricional o necesidades biológicas.
b) Medio familiar: Incluye la incorporación progresiva de la mujer al trabajo, el modelo
de estructura familiar, número de hijos, incorporación temprana de los niños a la
escuela (donde reciben una parte importante de su dieta diaria) y la disponibilidad de
dinero que les permite a los niños comprar una parte importante de los alimentos sin
control familiar.
Es de destacar la pérdida progresiva del papel de una supervisión familiar adecuada
en el número, cantidad y calidad de comidas o alimentos que ingiere el niño, ya que un
porcentaje importante de los preescolares y escolares carece de ella o ésta resulta
insuficiente. Esto es debido a que muchos niños están solos en casa durante horas, con la
despensa repleta de una amplia variedad de alimentos manufacturados a libre disposición, y
también a que no hacen frecuentemente el desayuno ni almuerzo, sino en el comedor
escolar o en una cafetería próxima al colegio.
c) Medio ambiental: Éstos ven al año la televisión más horas que las escolares,
convirtiéndose en su segunda actividad. La televisión es, por tanto, la principal fuente
de información para ellos, que compite con los padres y la escuela. La psicología
industrial ha conseguido niveles eficaces de persuasión hacia los niños para que deseen
consumir los productos anunciados. Es decir, estimula e induce el consumo de
determinados alimentos porque son presentados como saludables y de prestigio social y,
por tanto, se puede tomar la cantidad que se desee sin ningún riesgo y/o porque se
acompañan de regalos.
Además, ofrece un mensaje contradictorio sobre hábitos dietéticos y presenta la
esbeltez, delgadez, no sólo como saludable, sino también como sinónimo de éxito. Estas
circunstancias crean un ambiente fértil para el desarrollo de trastornos emocionales con
repercusión nutricional, miedo a la obesidad, colesterol, grasa, etc. Especialmente en el
sexo femenino, a controlar la ingesta de alimentos.
ALIMENTACION DEL ADOLESCENTE
Ingesta recomendada para el adolescente: Nath
 Energía: Varia según el peso, actividad física y la velocidad de crecimiento. Las
ingestas de energía son iguales en ambos sexos hasta llegar a la pubertad, en donde ya
se establecen las diferencias en función de la aparición de la pubertad y de los modelos
de actividad física. La distribución calórica a lo largo del día debe ser similar a:
desayuno, 20-25% de las calorías totales; comida, 30-35%; merienda 15-20%; cena
25% del total consumido en el día.
 Grasas: Parte importante del aporte energético, 9 kcal/gr. Se recomienda una ingesta
inferior al 30% de la ingesta energética, aunque si la distribución es adecuada, con una
ingesta elevada de grasa monoinsaturada, se podría aceptar hasta un 35%.
 Proteínas: se calculan en base de la velocidad de crecimiento y composición corporal.
Varones: 45 g/ día y 59 g/día y Mujeres: 44 g/día y 46 g/día.
 Vitaminas: Debido a las necesidades aumentadas de energía, los requerimientos de
tiamina, riboflavina y niacina experimentan también un incremento, puesto que
intervienen en el metabolismo intermediario de los hidratos de carbono. También son
más altas las demandas de vitamina B12, ácido fólico y vitamina B6. Se ha observado
que entre el 10 y el 50% de los adolescentes presentan deficiencia de ácido fólico
debido a los hábitos nutricionales y a las necesidades propias de la edad. Este hecho
cobra gran protagonismo en el caso de la adolescente embarazada, en la que esta
deficiencia se ha detectado hasta en el 50% de los casos. El rápido crecimiento óseo
exige cantidades elevadas de vitamina D, y para mantener la normalidad estructural y
funcional de las nuevas células se requieren mayores cantidades de vitaminas C, A y E.
 Minerales: Los que presentan problemas son el calcio, el hierro y el zinc. El
crecimiento y los cambios en la composición corporal que se producen en la
adolescencia justifican la ingesta recomendada de 1.300 mg/día de calcio. Durante esta
época de la vida se necesita ingerir más cantidad de calcio que durante la niñez o en la
etapa adulta. El pico de tasa máxima de depósito de calcio se alcanza a la edad de 13
años en las chicas y de 14,5 años en los chicos, coincidiendo con el pico máximo de
crecimiento, aunque este hecho varía mucho entre individuos según el estado de
maduración sexual y ósea. El lograr una mineralización ósea adecuada cobra una
especial importancia en las mujeres, ya que, si no se alcanza la misma, existe un riesgo
potencial evidente de osteoporosis en la etapa posmenopáusica. Otro nutriente
importante es el hierro. Los adolescentes necesitan un aumento en la ingesta de hierro
debido, a la mayor cantidad de hemoglobina provocada por la expansión del volumen
de sangre y a la mayor cantidad de mioglobina originada por el aumento de la masa
muscular, y también, finalmente, por el aumento de otras enzimas, a esto se añade, en
las mujeres, la instauración de la menstruación que provoca pérdidas añadidas. El zinc
también requiere especial atención durante la adolescencia debido al gran número de
enzimas implicadas en la expresión genética. El adecuado aporte de zinc exige una
alimentación variada no exclusivamente vegetal, ya que los alimentos de origen animal
lo contienen en cantidades importantes, mientras que en los vegetales es mucho menor.
Alimentos o dieta saludable para adolescentes: Mafer
En general, se recomienda comer la mayor variedad posible de alimentos y guardar
un equilibrio energético entre lo que se ingiere y la actividad física que se realiza.
 Pan, cereales, arroz y pasta: proporcionan hidratos de carbono complejos
(almidones) y vitaminas, minerales y fibra. En la práctica, se debe:
a) Elegir panes y cereales integrales con objeto de proporcionar fibra.
b) Comer alimentos pobres en grasa y azúcares.
c) Evitar añadir calorías y grasa, en forma de mantequilla, etc.
 Frutas: proporcionan vitaminas A y C, y potasio. Son pobres en grasa y sodio. En
la práctica se debe:
a) Comer frutas frescas y sus zumos al 100% y evitar la fruta enlatada y/o
edulcorada.
b) Comer la fruta entera.
c) Comer cítricos y melones, que son ricos en vitamina C.
 Verduras: proporcionan vitaminas A y C, folatos, minerales (hierro, magnesio, y
fibra). Además, son pobres en grasa. Un adolescente debe ingerir 2 a 4 porciones
cada día. En la práctica se debe:
a) Comer una variedad para proporcionar todos los diferentes nutrientes que
suministran, incluyendo verduras de hojas verdes, verduras de color
amarillo, verduras ricas en almidón (patatas, maíz, guisantes), legumbres y
otras verduras (lechuga, tomates, cebollas y judías verdes).
b) No añadir mucho aceite a las verduras, y evitar la adición de mantequilla,
mayonesa y aderezos para ensalada.
 Leche, yogur, queso: Los productos lácteos proporcionan proteínas, vitaminas y
minerales y son excelentes fuentes de calcio. Un adolescente debe consumir de 2 a 4
porciones cada día. En la práctica se debe:
a) Elegir leche descremada y yogur descremado.
b) Evitar quesos grasos y helados cremosos.
 Carne, pollo, pescado, legumbres, huevos y frutos secos: proporcionan proteínas,
vitaminas y minerales, incluyendo las vitaminas del grupo B, hierro y zinc. Un
adolescente debe consumir de 2 a 3 porciones cada día (150 a 210 g de carne
magra). En la práctica se debe:
a) Elegir productos con la menor cantidad de grasa posible (carne magra, pollo
sin piel, pescado y legumbres).
b) Preparación a la brasa, a la parrilla o cocidas, mejor que fritas.
c) Consumir con moderación frutos secos son ricos y la yema de huevo.
 Grasas, aceites y dulces: No más del 30% de la dieta debe proceder de las grasas.
Es también importante el tipo de grasa. La grasa saturada, que se encuentran en
carne, lácteos, aceite de coco y de palma, aumenta las tasas de colesterol sérico más
que las monoinsaturadas, que se encuentran en el aceite de oliva o de cacahuete, o
que las poliinsaturadas del girasol, maíz, soja y algodón. La ingesta de grasas
saturadas no debe ser superior al 10% de las calorías diarias. En la práctica se debe:
a) Utilizar carne magra y lácteos descremados o pobres en grasa.
b) Utilizar aceites vegetales insaturados y margarinas que tengan un aceite
vegetal como principal componente.
c) Leer los etiquetados de los alimentos para conocer el tipo y cantidad de
grasas que contienen.
d) Limitar los alimentos que contienen grandes cantidades de grasas saturadas.
e) Limitar los alimentos ricos en azúcares y evitar añadir cantidades extra a los
alimentos.
 Actividad física: suele disminuir en ambos sexos, especialmente en las chicas. La
falta de actividad física se produce por un desconocimiento de los beneficios, falta
de motivación, falta de tiempo y, en muchos casos, falta de instalaciones adecuadas.
Sería importante practicar y reforzar aquellas actividades de la vida ordinaria como
caminar habitualmente, subir y bajar escaleras, etc.
Desequilibrios alimentarios y actualidad nutricional: provocado por:
1) Alteración del patrón de ingesta e incumplimiento de las recomendaciones.
2) Trastornos del comportamiento alimentario.
3) Ingesta inadecuada de nutrientes en adolescentes que practican deportes de
alta competición.
BIBLIOGRAFIAS
 Tratado de Nutrición 3. Tomo III Nutrición Humana en el Estado de Salud. Editor:
Ángel Gil Hernández.

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