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Dirección Técnico Normativa

Opinión

T.D.: 10330702

OPINIÓN Nº 067-2017/DTN

Entidad: Servicios y Tecnología S.R.L.

Asunto: Reducción de prestaciones

Referencia: Comunicación S/N de fecha 30.ENE.2017

1. ANTECEDENTES

Mediante el documento de la referencia, el Gerente General de la empresa Servicios y


Tecnología S.R.L., formuló varias consultas sobre la reducción de prestaciones para el caso
de prestación de servicios, contratada bajo el sistema de suma alzada1.

Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas
que absuelve este Organismo Supervisor son aquellas referidas al sentido y alcance de la
normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y vinculados
entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad con lo
dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado, Ley N°
30225 y la Tercera Disposición Complementaria Final de su Reglamento, aprobado
mediante Decreto Supremo Nº 350-2015-EF.

En ese sentido, la conclusión de la presente opinión no se encuentra vinculada


necesariamente a situación particular alguna.

2. CONSULTAS Y ANÁLISIS

De forma previa, es preciso señalar que las presentes consultas se encuentran vinculadas a
la aplicación de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada mediante Decreto
Legislativo Nº 1017 (en adelante, la anterior Ley), y su Reglamento, aprobado mediante
Decreto Supremo Nº 184-2008-EF (en adelante, el anterior Reglamento) 2; por tanto, serán
absueltas bajo sus alcances. Las consultas formuladas son las siguientes:

2.1 “En un contrato de prestación de servicios, contratado bajo la modalidad de suma


alzada, cómo se definen las reducciones a las que se refería el artículo 41 del De-
creto Legislativo 1017 y el artículo 174 de su Reglamento”

2.1.1 En primer lugar, debe señalarse que el artículo 40 del anterior Reglamento había
previsto los sistemas de contratación a través de los cuales las Entidades podían
contratar bienes, servicios y obras; estos eran: (i) el sistema a suma alzada, (ii) el
sistema de precios unitarios, tarifas o porcentajes, y (iii) el sistema mixto de suma

1
Cabe precisar que, del tenor de las consultas formuladas se desprende que estas están referidas al caso de
los servicios generales; por lo que la presente opinión se limitará a analizar las disposiciones sobre tales
servicios.
2
Normas vigentes hasta el 8 de enero de 2016.
2

alzada y precios unitarios.

Ahora bien, de conformidad con el primer párrafo del numeral 1) del mencionado
artículo, el sistema de contratación a suma alzada resultaba aplicable cuando “(…)
las cantidades, magnitudes y calidades de la prestación estén totalmente definidas en
las especificaciones técnicas, en los términos de referencia o, en el caso de obras, en
los planos y especificaciones técnicas respectivas.”

Así, una Entidad solo podía contratar un servicio bajo el sistema de contratación a
suma alzada, cuando era posible determinar con exactitud su magnitud, calidad y
cantidad, información que debía establecerse en los términos de referencia3.

Por otro lado, el primer párrafo del numeral 1) del artículo 40 del anterior Reglamen-
to establecía que, en el sistema de contratación a suma alzada el postor debía formu-
lar su propuesta “(…) por un monto fijo integral y por un determinado plazo de eje-
cución.” (El subrayado es agregado).

De las disposiciones citadas, se desprendía que, cuando el sistema de contratación


elegido por una Entidad para contratar un servicio era el de suma alzada, al presentar
su propuesta durante el proceso de selección, el postor se obligaba a realizar el
íntegro de los trabajos necesarios para la prestación de los servicios requeridos por la
Entidad, en el plazo y por el monto ofertados en sus propuestas técnica y económica,
respectivamente. A su vez, la Entidad se obligaba a pagar al contratista el monto o
precio ofertado en su propuesta económica.

En tal medida, los servicios contratados bajo el sistema a suma alzada implicaban,
como regla general, la invariabilidad del precio pactado, por lo que el contratista se
obligaba a realizar el íntegro de las prestaciones necesarias para cumplir con el servi-
cio por el precio ofertado en su propuesta económica4.

2.1.2 Excepcionalmente, de conformidad con lo señalado por el artículo 41 de la anterior


Ley, una Entidad podía modificar el precio o monto de un contrato,
independientemente de su sistema de contratación, como consecuencia de la potestad
de ordenar la ejecución de prestaciones adicionales o reducciones, siempre que estas
resultaran necesarias para alcanzar la finalidad del contrato.

Al respecto, es importante precisar que la potestad de aprobar prestaciones adiciona-


les o reducciones respondía al ejercicio de las prerrogativas especiales del Estado,
pues se enmarcaba dentro de lo que la doctrina denomina “cláusulas exorbitantes”
que caracterizan a los regímenes jurídicos especiales de derecho público –como es el
régimen de contrataciones del Estado–, en los que la Administración Pública repre-
senta al interés general, el servicio público, y su contraparte representa al interés pri-
vado5.
3
El numeral 50 del Anexo Único del Reglamento, “Anexo de Definiciones”, definía a los “términos de
referencia” como la “Descripción, elaborada por la Entidad, de las características técnicas y de las
condiciones en que se ejecutará la prestación de servicios y de consultoría.”
4
Dicho criterio ha sido plasmado en diversas opiniones como la Opinión Nº 061-2014/DTN y la Opinión Nº
140-2015/DTN, entre otras.
5
DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. Las cláusulas exorbitantes, en: THEMIS, Revista de Derecho de
la Pontifica Universidad Católica del Perú, N° 39, Pág. 7.
3

Como se advierte, la potestad de aprobar la ejecución de prestaciones adicionales, así


como su reducción, había sido conferida a la Entidad en reconocimiento de su cali-
dad de garante del interés público en los contratos que celebra para abastecerse de los
bienes, servicios u obras necesarios para cumplir con las funciones que le ha asigna-
do la ley.

En ese sentido, y teniendo en consideración el carácter excepcional de la potestad de


ordenar la reducción de prestaciones, el área usuaria de la contratación debía
sustentar, previamente, las razones por las que resultaba necesario ordenar la
reducción de prestaciones, para alcanzar la finalidad del contrato.

Asimismo, sustentada la necesidad de ordenar la reducción de prestaciones, corres-


pondía al Titular de la Entidad aprobarla, mediante resolución previa, hasta por el
veinticinco por ciento (25%) del monto del contrato original; tal como lo precisaba el
artículo 174 del anterior Reglamento.

2.1.3 En virtud de lo expuesto, en los servicios contratados bajo el sistema a suma alzada,
debía pagarse el monto total del contrato vigente, el mismo que correspondía a la
oferta económica a la cual se le adjudicó la buena pro, o al monto resultante de la
modificación realizada, de conformidad con el artículo 41 del anterior Reglamento.
Excepcionalmente, el monto originalmente contratado podía modificarse si la
Entidad ejercía la potestad de ordenar la reducción de prestaciones, con el objeto de
alcanzar la finalidad del contrato, siempre que se verificaban las condiciones
previstas para ello en la normativa de contrataciones del Estado aplicable, tal como
se ha descrito en los párrafos precedentes.

2.2 “Aun cuando el contrato sea a suma alzada es posible establecer reducciones a las
prestaciones, y de ser así, ¿la Entidad debía pagarlas por la naturaleza del contrato
o no?”

Como se indicó en la absolución de la consulta anterior, el área usuaria de la


contratación debía sustentar, previamente, las razones por las que resultaba necesario
ordenar la reducción de prestaciones para alcanzar la finalidad del contrato,
correspondiendo al Titular de la Entidad, mediante resolución previa, aprobarla hasta
por el veinticinco por ciento (25%) del monto del contrato original. En ese sentido,
una Entidad podía modificar el precio o monto de un contrato, independientemente
de su sistema de contratación, como consecuencia de la potestad de ordenar dichas
reducciones, siempre que estas resultaban necesarias para alcanzar la finalidad del
contrato.

En ese sentido, en los servicios contratados bajo el sistema a suma alzada, debía
pagarse el monto total del contrato vigente, el mismo que correspondía a la oferta
económica, a la cual se le adjudicó la buena pro, o al monto resultante de la
modificación realizada, de conformidad con el artículo 41 del anterior Reglamento.
Excepcionalmente, el monto originalmente contratado podía modificarse si la
Entidad ejercía la potestad de ordenar la reducción de prestaciones, con el objeto de
alcanzar la finalidad del contrato, siempre que se verificaban las condiciones
previstas para ello en la normativa de contrataciones del Estado aplicable, tal como
se ha descrito en los párrafos precedentes.
4

2.3. “En caso de aplicarse reducciones a un contrato, ¿se entiende que estas prestacio-
nes dejan de formar parte del contrato?”

Tal como se ha indicado, en caso de que la entidad haya aprobado la reducción de


prestaciones, de acuerdo a los requisitos establecidos en el artículo 174 del anterior
Reglamento, dichas prestaciones dejaban de ser exigibles al contratista.

En este punto, debe precisarse que mediante la celebración de un contrato, una


Entidad busca satisfacer un requerimiento determinado; así como la satisfacción del
interés público que subyace a la contratación. En ese sentido, si se ha aprobado
reducir las prestaciones de un contrato, éstas dejan de ser consideradas como parte
del mismo, en virtud de la resolución de la Entidad que ordenó dicha reducción.

2.4. “La suspensión en la ejecución de parte de las prestaciones por un tiempo determi-
nado o indeterminado, en un contrato de prestaciones continuas periódicas, ¿cali-
fica como una reducción de prestaciones?

Tal como se ha indicado en los párrafos precedentes, en los servicios contratados


bajo el sistema a suma alzada, debía pagarse el monto total del contrato vigente, el
mismo que correspondía a la oferta económica, a la cual se le adjudicó la buena pro,
o al monto resultante de la modificación realizada de conformidad con el artículo 41
del anterior Reglamento. Excepcionalmente, el monto originalmente contratado
podía modificarse si la Entidad ejercía la potestad de ordenar la reducción de
prestaciones, con el objeto de alcanzar la finalidad del contrato, siempre que se
verificaban las condiciones previstas para ello en la normativa de contrataciones del
Estado aplicable, tal como se ha descrito en los párrafos precedentes.

De esta manera, en los servicios contratados bajo el sistema a suma alzada, el postor
se obligaba a ejecutar el íntegro de los trabajos necesarios para la prestación de los
servicios requeridos por la Entidad, a cambio del monto del contrato vigente; a su
vez, la Entidad se obligaba a pagar al contratista el monto total de su oferta
económica; salvo que, en su oportunidad, la Entidad hubiera ejercido la potestad de
ordenar la reducción de prestaciones, con el objeto de alcanzar la finalidad del
contrato, y se haya verificado las condiciones previstas para ello, en la normativa de
contrataciones del Estado, en cuyo caso la suspensión de prestaciones sí calificaría
como una reducción de prestaciones.

Finalmente, la anterior normativa de contrataciones públicas no preveía la figura de


la suspensión de ejecución de prestaciones, por lo que la reducción de prestaciones
solo se configuraba de acuerdo a lo establecido en el artículo 41 de la anterior Ley.

2.5. “En el caso se precise la reducción de prestaciones supone que estas dejan de for-
mar parte del contrato, debe entenderse que la Entidad ya no podrá exigir su cum-
plimiento posteriormente, o en su caso de ser necesarias nuevamente, ¿tendría que
tramitarse como un adicional?”

Al respecto, debe mencionarse que los artículos 41 de la anterior Ley y 174 del
anterior Reglamento otorgaron al Titular de la Entidad la potestad de,
excepcionalmente y previa sustentación por el área usuaria, ordenar la ejecución de
prestaciones adicionales en bienes y servicios hasta por el veinticinco por ciento
(25%) del monto del contrato original, siempre que estas prestaciones sean
5

indispensables para alcanzar la finalidad del contrato y que la Entidad cuente con
disponibilidad presupuestal.

Lo señalado anteriormente supone que el contratista tendrá que ejecutar obligaciones


que resultan necesarias para que se cumpla con la finalidad del mismo. En tal
sentido, se entiende que durante la fase de ejecución contractual 6, la Entidad estaría
facultada para requerir un mayor número de prestaciones a las inicialmente pactadas,
siempre que el contrato se encuentre vigente.

Cabe precisar que las prestaciones adicionales de bienes o servicios que ordene una
Entidad a un contratista solo pueden alcanzar, en conjunto, el límite del veinticinco
por ciento (25%) del monto del contrato original.

3. CONCLUSIÓN

En los servicios contratados bajo el sistema a suma alzada, debía pagarse el monto
total del contrato vigente, el mismo que correspondía a la oferta económica, a la cual
se le adjudicó la buena pro, o al monto resultante de la modificación realizada, de
conformidad con el artículo 41 del anterior Reglamento. Excepcionalmente, el monto
originalmente contratado podía modificarse si la Entidad ejercía la potestad de
ordenar la reducción de prestaciones, con el objeto de alcanzar la finalidad del
contrato, siempre que se verificaban las condiciones previstas para ello en la
normativa de contrataciones del Estado aplicable.

Jesús María, 03 de marzo de 2017

PATRICIA SEMINARIO ZAVALA


Directora Técnico Normativo

CLO/.

6
Para tal efecto, se debe tener en cuenta que todo proceso de contratación se desarrolla en tres (3) fases:

 Fase de programación y actos preparatorios , que comprende: i) definición de necesidades y aprobación


del Plan Anual de Contrataciones; ii) realización de un estudio de posibilidades que ofrece el mercado a
fin de determinar el tipo de proceso de selección a convocarse, iii) la aprobación del expediente de
contratación, entre otros; iv) designación del Comité Especial; y,
v) elaboración y aprobación de las Bases.
 Fase de selección, que se desarrolla en las siguientes etapas principales: i) convocatoria;
ii) registro de participantes; iii) formulación y absolución de consultas; iv) formulación y absolución de
observaciones; v) integración de Bases; vi) presentación de propuestas;
vii) calificación y evaluación de propuestas; y, viii) otorgamiento de la Buena Pro, hasta antes de la
suscripción del contrato.
 Ejecución contractual, que va desde la suscripción del contrato hasta el pago por las prestaciones
ejecutadas.

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