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Resumen IFE.

El gobierno argentino ha promulgado docenas de nuevas protecciones sociales y varios


de apoyo financiero para limitar la devastación económica causada por la pandemia del
coronavirus. Una de estas medidas es el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), un
estimulo de 10.000 pesos dirigido a familias del sector informal. Esta población tiene
poca capacidad para resistir un periodo indefinido sin ingreso, y simultáneamente es
difícil de alcanzar con los otros programas de ingresos debido a la naturaleza de la
informalidad.

La crisis del coronavirus afecta particularmente los trabajadores informales por dos
razones: el primero, muchos medios de vida comunes en este sector se han vuelto
imposibles debido a los afectos directos e indirectos de la pandemia. Esta población,
empobrecida por su bajo nivel de ingresos, ahora no pueden vender sus bienes a turistas,
ni pueden ofrecer sus servicios en el mercado informal como limpiar casas, por nombrar
algunos puestos informales. Por lo tanto, estos trabajadores no pueden trabajar en la
calle, no pueden trabajar desde casa, y encima de todo es muy probable que no tengan
los ahorros suficientes para sobrevivir un periodo indefinido sin ingreso.

Además, estos trabajadores no son registrados. Entonces, puede ser difícil de alcanzar a
esta población con programas administrados por el gobierno. Este sector, que forma
alrededor de un tercio de la economía argentina, no cuenta con la seguridad social.

El gobierno de Alberto Fernández promulgó el IFE, a alguna familia que no reciba


ninguna otra forma de asistencia del gobierno, con algunas excepciones. Las familias
que cumplen este requisito generalmente trabajan en el sector informal, aunque el
estimulo aplica también a los trabajadores autónomos hasta cierto nivel de ingreso. Hay
que cumplir ciertos requisitos que, las familias que cumplen las condiciones, según a la
ley, merecen el pago sin tener en cuenta su merito ni la disponibilidad de fondos.

Es importante tener en cuenta los propósitos del IFE, los cuales no incluyen
necesariamente ningún esfuerzo por cambiar las inequidades considerables de ingreso
ya presentes entre de los sectores formales e informales.

El IFE: se concede 10.000 pesos argentinos a toda familia que no reciba ninguna otra
forma de asistencia con algunas excepciones. Si cualquier miembro de la familia recibe
prestaciones asociadas con trabajo formal, prestaciones de desempleado, o cualquiera
pensión, entonces la familia no puede acogerse al IFE. El mismo es compatible sólo con
tres categorías de programas:

 La Asignación Universal por Hijo (AUH), que provee prestaciones mensuales


por niño, similares a las de tradicional seguridad social para las familias del
sector informal, siempre y cuando el niño cumpla ciertas condiciones incluyendo
asistencia escolar y vacunaciones regulares.
 La Asignación por Embarazo Protección Social (AUE);
 Ciertas becas estudiantiles del gobierno

Además, el beneficiario debe ser un “argentino nativo o naturalizado y residente,


con una residencia legal en el país no inferior a 2 años” y “tener entre 18 y 65
años”, según el sitio web oficial ANSES. Los trabajadores autónomos, llamados
monotributistas son eligibles también con tal de que ganen menos que
$313,108.87 un año. Se administran los pagos por el(ANSES, el organismo que
distribuye muchas prestaciones sociales en Argentina.

Hay que tener en cuenta que el IFE dentro de sus metas, como se ha mencionado, no
está intentando sacar a las familias más vulnerables de la pobreza durante el
aislamiento; está intentando sostener el nivel más básico de vida durante dificultades
económicas sin precedente, por eso “de Emergencia” en el nombre.

El tema recurrente es que las familias del sector informal están sujetas a una serie de
gastos aparte del costo de comida (es muy posible que algunas familias no tengan más
remedio que pagar el alquiler o comprar el agua embotellada, necesidades que son tan
importantes como la alimentación). También el precio de medicación o el costo de
escuelas privadas como otros gastos potenciales. De todas formas, los 10.000 pesos del
IFE, incluso con los pagos de la AUH, no son suficientes para permitirse estos costos
adicionales. El autor, incluso sugiere que los cálculos del IFE en conjunto con la AUH
no pueden cubrir el precio de comida por mucho tiempo, y seguramente no durante el
aislamiento.

Muchos de los problemas que enfrentó el sector informal en mayo existían antes de la
pandemia; representan inequidades estructurales que no se pueden resolver por
cualquier suma de dinero, de ninguna manera durante la pandemia. Es muy posible que
las familias del sector informal merezcan más apoyo, y por lo tanto el IFE es
relativamente insuficiente. Pero todavía, un pago más generoso no sería una solución
razonable. Es poco probable que un mayor estimulo abordaría los problemas que afligen
al sector informal, como los débiles derechos laborales y una falta de protección social.

Con respecto a los problemas de acceso para obtener el IFE, se destacan la falta de
acceso a internet, errores en la base de datos de ANSES, la falta de DNI, la nula
comprensión de los datos a completar, problemas con los calendarios de pagos.

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