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TEMA 26: MARSHALL Y LA ESCUELA DE CAMBRIDGE Prof. Dr.

Eduardo Escartín González

HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO

TEMA 26

MARSALL

LA ESCUELA DE CAMBRIDGE

Τ26 − 403
TEMA 26: MARSHALL Y LA ESCUELA DE CAMBRIDGE Prof. Dr. Eduardo Escartín González

1.- LA ESCUELA DE CAMBRIDGE externas, en la teoría de la producción; el análisis de


estática comparativa en la teoría del equilibrio parcial;
Jevons, Menger y Walras, fundadores del
las investigaciones sobre las condiciones de óptimo
marginalismo, no llegaron a crear escuela, pese a haber
económico en la teoría del bienestar; y la anulación, en
sido profesores de economía política. En realidad,
parte, de la neutralidad del dinero mediante el «efecto
tuvieron grandes dificultades para vencer las reticencias
Pigou», o de los saldos reales del dinero (según el cual
con que fueron acogidas sus innovadoras teorías.
el dinero tiene más poder adquisitivo en términos reales
Los discípulos de Menger y Walras, continuando al bajar los precios, e, inversamente, cuando suben
las enseñanzas de sus maestros, fueron los que en disminuye su poder adquisitivo, de forma que sin variar
realidad consiguieron crear escuela: Böhm-Bawerk y la cantidad de dinero es posible -en teoría- invertir la
von Wieser la de Viena y Pareto la de Lausana. tendencia deflacionista o, en su caso, la inflacionista).
Los acontecimientos se desarrollaron de forma
algo diferente en Inglaterra. Jevons desempeñó con
2.- ALFRED MARSHAL
independencia su actividad docente durante muy poco
tiempo (1876-1880) y murió pronto, en 1882. La obra Alfred Marshall (Londres, 1842 - Cambridge,
económica de Jevons también tuvo que superar la 1924), recibió su educación secundaria en la Merchant
incomprensión inicial de sus compatriotas, por ejemplo, Taylor's School y se licenció en Matemáticas en el St.
la de J. E. Cairnes que reprochó el empleo de las John's College de Cambridge. Inició su carrera docente,
matemáticas hecho por Jevons y la de Marshall que al primeramente en el St. John’s College hasta 1877, y
principio dirigió severas críticas contra el método luego en el University College de Bristol. Se aficionó a
matemático de investigación de Jevons. Marshall decía la economía leyendo a J.S. Mill entre 1867 y 1868. En
(y era consecuente con sus opiniones en la práctica) que 1875 viajó a Estados Unidos de América donde estudió
en los libros de economía las matemáticas debían el sistema de aranceles proteccionistas. Los resultados
esconderse en apéndices y notas a pie de página. de sus investigaciones se encuentran en Economía de la
Industria (1879) y Teoría pura del comercio exterior
Marshall, sin embargo, por las mismas fechas que
(1879). En 1883 fue profesor de Economía en Oxford y
Jevons ya estaba intentando desarrollar y explicar la
en 1885 obtuvo la cátedra de Economía Política de
teoría económica de John S. Mill a la luz de nuevas vías
Cambridge que desempeñó hasta 1908.
de investigación, según las ideas de Cournot, Dupuit y
von Thünen. Pretendió dar continuidad a la economía Su principal objetivo, como economista, consistió
política inglesa y conciliarla con el marginalismo (como en reformular la teoría económica clásica dándole
dice el lema de sus Principios de economía: Natura solidez mediante principios y razonamientos basados en
non facit saltum -la naturaleza no avanza a saltos-), lo las matemáticas. Sus ideas y explicaciones en clase se
que le ascendió a la paternidad de la escuela neoclásica. desarrollaron a la par que las de Menger y Walras, pero
Más concretamente, es el fundador de la escuela de publicó tardíamente su obra principal Principios de
Cambridge, universidad donde ejerció el profesorado economía (1890). A esta primera edición le siguieron,
durante muchos años y tuvo aventajados discípulos que en vida del autor, siete más; la octava, de 1920, siguió
fueron famosos economistas y continuadores de su usándose como libro de texto durante muchos años.
labor, siendo Arthur C. Pigou el más destacado. Indiscutiblemente su libro fue un éxito, elogiado por la
prensa, desde los primeros momentos; pero se trató de
Esta escuela obtuvo importantes avances, como el
un éxito más bien nacional, ya que en el extranjero
estudio de los costos y las economías internas y
nunca llegó a triunfar, ya que en otros países existían

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versiones neoclásicas similares basadas en el principio Ambas actuaban conjuntamente y tenían la misma
de marginalidad. Otras obras de Marshall son Industria importancia para establecer el precio de las mercancías;
y comercio (1919) y Dinero, crédito y comercio (1923). según el símil de las tijeras, Marshall (ibídem, p. 438)
dice que "la demanda y la oferta ejercen influencias
Lo más destacado de sus Principios es el análisis
coordinadas [...] ninguna de ellas puede aspirar al
microeconómico de la formación de los precios, la
predominio, como no puede pretenderlo ninguna de las
distribución de las rentas y las economías de escala y
dos ramas de unas tijeras”. También había dicho
rendimientos decrecientes dentro de un sistema estático
Marshall (ibídem, p. 289) que: “Discutir acerca de si el
que se equilibra parcialmente por sectores.
valor está determinado por la utilidad o el coste de
A) EL PRECIO Y EL ANÁLISIS DE LOS COSTES
producción sería lo mismo que discutir acerca de si es
La preocupación de Marshall por determinar el la lámina superior de un par de tijeras o la inferior la
precio de las mercancías le indujo a considerar en las que corta un trozo de papel. Es cierto que, cuando se
funciones de oferta y demanda el precio como variable mantiene una lámina fija y se corta moviendo la otra,
dependiente: P = f(X) (Marshall, 1920, p. 695). Su puede decirse al pronto que es la segunda la que lo
representación gráfica es la siguiente (ibídem, p. 87): corta, pero la afirmación no es estrictamente exacta, y
sólo puede disculparse si pretende ser meramente una
p explicación popular de lo que ocurre y no una
a afirmación estrictamente científica”1

No obstante, en su estudio sobre la formación del


r
precio de las mercancías, Marshall terminaría por
n conceder un papel relevante a la oferta y dejó en un
pn plano subordinado a la utilidad, puesto que opinaba, en
contra de Jevons, que las necesidades no estaban dadas
p = f(x)
exógenamente, sino que dependían de las cantidades
ofrecidas (según comenta Backhouse, 1985, p. 126).
x Con esta apreciación, Marshall realzó implícitamente la
O xn t
importancia de la ley de Say. Marshall (1920, pp. 674 y
Función de la demanda 675) criticó la secuencia de Jevons sobre la relación de
determinación de unas variables respecto a otras (que se
Esta representación es la que contemplamos
expuso al final del Epígrafe 4 del Tema 23). Según
actualmente. Sin embargo, hoy en día las funciones de
Jevons, la determinación más significativa, la última,
oferta y demanda son las «walrasianas» [X = f-1(P)],
era que el grado final de utilidad determina el valor.
que son inversas a las «marshallianas» (Lipsey, 1989, p.
Marshall, por el contrario, invierte el orden: “La
70n). Por consiguiente, en los cursos modernos de
utilidad determina la cantidad que ha de ser ofrecida,
economía, y respecto a la convención generalizada en
matemáticas de representar en el eje de ordenadas la
variable dependiente, existe una incoherencia entre las 1 Marshall (ibídem, p. 676) amplía el símil de las tijeras: “El
principio del coste de producción y el de la utilidad final son,
funciones consideradas y su representación gráfica. indudablemente componentes de la ley general de la oferta y la
demanda; cada uno de ellos se puede comparar con una hoja de un
La demanda se deducía de la utilidad marginal del par de tijeras. Cuando se mantiene quieta una de ellas y se corta
moviendo la otra, podemos decir en aras de la brevedad que se corta
consumidor (Marshall, 1920, p. 83) y la oferta de los con la segunda; pero no debe hacerse esta afirmación de un modo
formal ni defenderla deliberadamente”.
costes de producción de la empresa (ibídem, p. 281).

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la cantidad que ha de ser ofrecida determina el costo la expresión dx/dp. A su vez, haciendo operaciones, la
de producción, el costo de producción determina el anterior fórmula de la elasticidad se transforma en la
valor, porque determina el precio de oferta que se siguiente: ε = - p dx / x dp; o bien:
requiere para que los productores sigan produciendo”
dx p
(ibídem, p. 675). Así, Marshall acabó concediendo una ε =− ·
dp x
gran trascendencia al coste de producción en la
determinación del valor. Sin embargo, su teoría está Es preciso advertir que esta fórmula se refiere
muy matizada según sea el plazo en el que se realiza la exclusivamente a un punto de la curva de demanda; y,
producción, de modo que “por regla general, cuanto por tanto, obtenemos un valor distinto de la elasticidad
más corto sea el periodo que consideremos, mayor según sea el punto de la función considerado (excepto
deberá ser la atención que dediquemos a la influencia si la función de demanda es una línea recta que pasa por
de la demanda sobre el valor; y cuanto más largo sea el origen, en cuyo caso la elasticidad sería constante a
el periodo, tanto más importante será la influencia del lo largo de toda la función).
coste de producción sobre el valor” (ib., p. 289-290).
Marshall también enriqueció el estudio de la
Marshall (ib., pp. 90 y ss.) enriqueció el estudio demanda con el excedente de consumidor. Veamos en
de la demanda con el concepto de elasticidad, que ya qué consiste: En los mercados el intercambio sólo es
estaba presente en las obras de Cournot y Mill, según posible si resulta ventajoso para ambas partes; es decir,
Schumpeter (1954, p. 1080). La elasticidad de la los compradores y los vendedores, subjetivamente,
demanda respecto al precio pretende medir, mediante deben valorar más lo que reciben que lo que entregan.
un número abstracto (adimensional), el grado de En el caso de los vendedores, está claro que suelen
respuesta de la cantidad demandada ante una variación obtener los beneficios comerciales y, por analogía, el
infinitesimal del precio, cuando ambas variaciones se intercambio también tiene que procurar un beneficio a
consideran en términos proporcionales. Es decir, ante los compradores, o un “excedente de satisfacción” (ib.,
una variación del precio del 1% (por ejemplo) se p. 107), o excedente del consumidor. Este concepto es
pretende saber si la respuesta de la demanda varía equivalente al del ingeniero francés Arsène Dupuit
también en el 1%, o si es más del 1%, o menos del 1%. quien, a mediados del siglo XIX, utilizó un método
gráfico para calcularlo (Schumpeter, 1954, p. 1152).
Marshall (ibídem, p. 90) determinó el valor de la
elasticidad por el cociente entre las ramas nt y nr de la El excedente del consumidor se puede definir
recta tangente a la curva de demanda (véase en la figura como la diferencia de valor entre lo que estaría dispuesto
precedente) en el punto en el que se desea saber la a pagar el consumidor por una mercancía antes de
elasticidad; es decir, nt:nr. Técnicamente, Marshall (ib., quedarse sin ella y el valor realmente pagado. No
p. 693) la definió en términos diferenciales como el obstante, Marshall (ibídem, p. 107), con absoluta
cociente entre los incrementos proporcionales de la imprecisión conceptual, lo definió en términos de
cantidad demandada y del precio: precios: “la diferencia entre el precio que estaría
dispuesto a pagar antes de privarse de la cosa, y el que
ε = (dx / x) : (- dp / p)
realmente paga por ella, es la medida económica de este
El signo menos se debe a que la función de excedente de satisfacción. Podemos denominarla el
demanda es decreciente y la derivada de la cantidad excedente del consumidor”. Por lo que se refiere a esta
demandada respecto del precio es negativa (dx/dp < 0). definición es preciso señalar que valor es el producto de
Para evitar el inconveniente de tratar con números un precio por una cantidad, que es lo que realmente hace
negativos, Marshall (ibídem, p. 693) cambió el signo a

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Marshall (ibídem, p. 110) en el cálculo gráfico del efectos de justificar una retribución de la misma
excedente del consumidor. Éste se hace midiendo la naturaleza para ambos factores. También quedaría
superficie comprendida entre la curva de demanda, el eje justificado un mismo tratamiento teórico, tanto desde el
de ordenadas representativo del precio y la paralela al lado de la oferta (costes de producción), como desde el
eje de abscisas que pasa por el punto indicativo del lado de la demanda (productividad marginal).
precio de mercado; en la figura anterior sería el área
Respecto a los costes monetarios, Marshall (ib.,
napn. Es evidente que esta área, al ser una suma de
pp. 297 y 310) distinguió entre los costes primarios o
productos de cantidades por precios, mide un valor.
directos (en materias primas, mano de obra, desgaste de
Por lo que respecta al análisis de los costes, la instalación, etc.) y los costes suplementarios (coste
Marshall (ibídem p. 281) distinguió entre costes reales de la instalación fija, salarios de empleados superiores,
y monetarios. Estos últimos son las sumas de dinero gastos generales, etc.); estos tipos de coste equivalen
pagadas a los propietarios de los factores y demás respectivamente a los costes variables y a los fijos que
recursos productivos para que los pongan a disposición modernamente se contemplan. También tuvo en cuenta
de la empresa. Y los costes reales son los sacrificios la influencia del tiempo en la determinación de los
psicológicos que suscita la producción, tanto por los precios (Spiegel, p. 661). El factor temporal intervenía
esfuerzos de los trabajadores, como por la espera de los según la capacidad de adaptación de la empresa a las
ahorradores (que se abstienen de consumir). circunstancias cambiantes. A tal efecto contempló los
siguientes plazos (Backhouse, 1985, pp. 127 y 128):
Para Marshall (ibídem, p. 120), en el ámbito del
coste real relacionado con los factores de la Muy corto plazo es el lapso durante el cual la
producción, trabajo y capital, “la oferta depende, empresa no puede variar la producción. En estas
principalmente, de la superación de la renuncia a circunstancias, la oferta es fija (especialmente en
sufrir incomodidades. Estas últimas son, generalmente, productos perecederos) y, por lo tanto, el precio
dos: el trabajo y el sacrificio que supone diferir el dependerá de la demanda; es decir, de la utilidad
consumo”. Debido a esta circunstancia se requiere una marginal del producto para los consumidores.
compensación al propietario del factor para inducirle a Pero tal afirmación no es estrictamente exacta sin
proporcionarlo (ib., pp. 122 y 196). Esto es evidente en tener absolutamente en cuenta los costes de
el caso del trabajo, que supone un esfuerzo, y en el caso producción (Marshall, ibídem, p. 289).
del capital supone la privación del consumo presente de
Corto plazo es el tiempo que debe transcurrir
una renta para ser ahorrada. Desde este punto de vista,
para que la empresa pueda variar el volumen de
la oferta del factor debe considerarse según su propio
su producción sin necesidad de modificar la
coste estimado por el sacrificio o por la espera que
estructura productiva. De esta forma, como la
supone. De este mismo modo entra a formar parte del
empresa se puede adaptar parcialmente a las
coste de producción de la mercancía. Así, a través del
circunstancias, la oferta es algo flexible y el
coste de producción se conforma la oferta. Marshall
precio dependerá del coste marginal de la
acuñó el concepto de coste real para designar a estos
producción; este coste marginal será el que la
costes que suponen un sacrificio debido al esfuerzo del
empresa trate de compensar con el precio. Éste,
trabajador y a la espera del ahorrador por abstenerse del
por consiguiente, dependerá de las condiciones en
consumo presente de la renta (Marshall, 1920, p. 281).
que se desenvuelvan la oferta y la demanda. Pero
Con el concepto de coste real, Marshall (ibídem, el precio de oferta se ajustará al coste marginal
p. 196) intenta equiparar el capital con el trabajo a los (Marshal, ibídem, pp. 309 a 312).

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Largo plazo es el tiempo que necesita la empresa el desplazamiento hacia abajo de una curva de coste
para variar su estructura y capacidad productiva. como consecuencia del cambio de su función, de forma
Frecuentemente, al modificar la estructura se que la apariencia es una nueva curva decreciente; pero
incorporan nuevas máquinas tecnológicamente “realmente, esas curvas representan trozos de historia
más avanzadas y al aumentar la capacidad en forma de diagramas”. Esta nueva curva decreciente,
productiva se logran ahorros en los costes; es en realidad, es la trayectoria virtual (o curva de costes
decir, en su evolución a largo plazo la empresa envolvente) de la evolución temporal de las curvas de
representativa aparenta desenvolverse con costes a corto plazo. La empresa siempre produce
rendimientos crecientes y consigue disminuir sus según funciones de producción y de costes a coto plazo,
costes medios de producción. El precio de oferta o curvas si se representan gráficamente; pero, en cuanto
se determina por la ley general de igualarlo con el cambian las circunstancias en que se desenvuelve la
coste marginal, pero la interacción de la oferta y producción, hay alteraciones de la función de costes de
la demanda en el largo plazo determinarán un la empresa y su representación gráfica se ve desplazada
precio que se igualará al coste medio de la respecto a la anterior. La curva tangente a todas estas
empresa representativa, en su adaptación a largo curvas de coste a corto plazo que se van desplazando en
plazo (Marshall, ibídem, pp. 307 y 309 a 312). la adaptación de la empresa a largo plazo es la curva
envolvente. Este concepto de curva envolvente y su
Empero, no todas las empresas se desenvuelven
explicación se debe a J. Viner, que lo expuso en su
en esas circunstancias: algunas tienen costes crecientes
artículo Curvas de coste y curvas de oferta (1931).
(o rendimientos decrecientes) y otras costes constantes
o decrecientes. Según Marshall (ib., p. 312) “algunas B) LA EMPRESA REPRESENTATIVA

empresas serán prósperas y otras decadentes”. Marshall, lo mismo que los clásicos, pretendió

Al estudiar estas diferentes situaciones que estudiar un mundo económico de competencia perfecta.

afectan a los costes, Marshall (ib., p. 222 a 231) tuvo en Para ello tuvo que hacer una abstracción de los

cuenta las economías o deseconomías, tanto internas mercados reales que, en su época, eran mucho menos

como externas, que podrían afectar a las empresas en competitivos que a principios de siglo. La existencia de

su adaptación a corto y largo plazo. Respecto a estas grandes corporaciones en régimen de monopolio u

economías (o deseconomías), podemos considerar que oligopolio eran cada vez más frecuentes, entre otras

las internas se generan dentro de la empresa (y dan causas, porque los rendimientos a escala decrecientes

como resultado el decrecimiento de su curva de coste favorecían la concentración de la producción.

medio) y las externas se originan: en el propio sector Sin embargo, a pesar de esta realidad económica
industrial al que pertenece la empresa; en otros sectores palpable, Marshall insistió en el equilibrio competitivo
industriales; o en los mercados de los factores (y dan introduciendo en el análisis el concepto abstracto de la
como resultado el cambio de la función de producción y empresa representativa, o prototipo de las diversas
el desplazamiento de su curva de coste medio). Debido empresas reales de un sector, que iba transformándose y
a los efectos de las economías tanto internas como evolucionando en el tiempo como si se tratase de un
externas, las empresas pueden evolucionar a lo largo proceso biológico de adaptación al medio (Blaug, 1978,
del tiempo en situaciones de costes decrecientes. Pero, pp. 487 a 489). Aunque Marshall (1920, p. 265) se
según Schumpeter (1954, p. 1136), al introducir en el refiere a una especie de “empresa media”, no se trata
análisis tal reflexión, Marshall difuminó la distinción realmente de una empresa promedio, sino de una
entre una función con un tramo de coste decreciente y empresa que representa a la industria y que se

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desenvuelve en las condiciones de economías internas y provechosamente”. Es decir, hasta que el excedente
externas que afectan a su sector industrial. neto atribuible a cada factor de la producción compense
C) LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA SOCIAL
el gasto que ha originado su empleo.

Marshall partió de la idea del flujo circular de la Sin embargo, para Marshall la teoría de la
renta. Supuso que el valor de la venta de todos los productividad marginal no constituía una teoría de la
bienes finales producidos en un año (o sea, descontando distribución porque no explicaba las participaciones
de la producción anual todo lo que hoy consideramos el relativas de los factores de la producción en el
consumo intermedio y los stocks elaborados el año “dividendo nacional”. La teoría de la productividad
anterior) formaba una masa o “renta social” (ibídem, marginal sólo era una teoría de los precios de los
pp. 68 a 69) que también llamó “dividendo nacional” factores en el corto plazo (Blaug, 1978, p. 532). Pero
(ib, pp. 68, 421 y 430). Éste se repartía entre todos los además era una teoría incompleta puesto que con ella
factores partícipes en la producción en pago por la únicamente se contemplaba la demanda del factor, mas
prestación de servicios productivos (ib, pp. 282 y 684). no la oferta (Marshall, 1920, pp. 426 y 427). Esto es,
una empresa está dispuesta a contratar (demandar) más
Marshall (ibídem, p. 119) añadió a los tres
cantidad de un factor mientras su productividad
factores (ya típicos) tierra, trabajo y capital, cuyos
marginal sea superior al coste que la empresa tiene que
servicios participaban en la producción, un cuarto: la
sufragar por él; ahora bien, queda pendiente de saberse
organización empresarial. Correspondía a cada uno de
cómo influye la oferta de ese factor.
ellos el pago de una retribución, a saber: renta de la
tierra, salario, interés y beneficio empresarial (ibídem, Para captar mejor esta idea, y siguiendo la
p. 441). distinción marshaliana de los plazos temporales de la
producción, consideremos que la oferta del factor a
El dividendo nacional se distribuía entre estos
corto o muy corto plazo es fija, en cuyo caso el precio
cuatro factores en función de la necesidad que se
se determinará fundamentalmente por la demanda y, en
tuviera en la producción de los servicios que ellos
este supuesto, es la productividad marginal la que tiene
prestan, pero según la necesidad marginal que de ellos
más influencia; pero si la oferta del factor es
se tiene y no de su necesidad total. Con mayor
absolutamente variable (o infinitamente elástica, lo cual
expresividad dice Marshall (ibídem, p. 447) que el
puede ocurrir en el largo o muy largo plazo), entonces
capital y el trabajo retiran del dividendo nacional sus
la productividad marginal no es tan influyente en la
ganancias en la medida de sus respectivas eficiencias
fijación del precio como la propia oferta del factor.
marginales.
De aquí proviene la severa crítica de Marshall a
En la época de Marshall, tras la asimilación del
Jevons. A este respecto, Schumpeter (1954, p. 1005)
marginalismo, se estaba imponiendo el principio de la
dice que Marshall sostenía que la única aportación
productividad marginal como instrumento de
positiva de Jevons había consistido en esclarecer el
aplicabilidad general para explicar la retribución de los
concepto de la demanda y su intervención en la
factores, pues todos ellos intervenían en la producción
formación del precio a través de los mercados; y que al
esencialmente de un modo similar. Según Marshall
haber resaltado la importancia de la demanda incurrió
(1920, pp. 428 y 429), “todo agente de producción,
en el error contrario al de los economistas que habían
tierra, maquinaria, mano de obra especializada o no
recalcado la importancia de la oferta. Por este motivo
especializada, etc., tiende a ser aplicado en la
adujo Marshall el símil de las tijeras, que ya había sido
producción hasta el punto en que puede serlo
utilizado por Mill (1848, p. 50) pero en otro contexto.

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El beneficio del empresario. retribución debida a la facultad de la persona que dirige


el negocio y a la organización que adopta el empresario
En la parte del coste real referente al capital,
para llevar adecuadamente el principio de sustitución
Marshall consideró un interés que es “la remuneración
entre todos los factores de la producción (según sea su
de la espera” (ibídem, p. 482), al que llama “interés
eficiencia marginal) y que permite la supervivencia de
neto” (ibídem, p. 483). Pero además, en el nombre
la empresa (Marshall, 1920, p. 490). En resumen, el
genérico de interés, o “interés bruto” (ibídem, pp. 483
beneficio es “la remuneración de todo empresario [...
a 487), se suelen incluir otros elementos. Entre estos
por] los servicios directos que presta a la comunidad”
elementos se encuentran (ibídem, p. 483 a 487): la
(ibídem, p. 491-492). Dicho de otra forma, Marshall
prima por el riesgo (debido al estado de inseguridad
(ibídem, p. 64) llama beneficio a la ganancia neta que
comercial y de la organización del crédito); la ganancia
un hombre de negocios espera obtener por encima del
por la dirección (debida a la gestión de un negocio
“interés devengado por su capital al tipo corriente”,
difícil); la prima por el riesgo personal (debida a las
ya que en caso contrario “no proseguiría el negocio”.
especiales características del prestatario, como las
posibles deficiencias de su personalidad y otros Para Marshall, los bienes de capital rinden más
condicionantes que pueden afectarle); la reposición del que un interés y, por ello, opina que, en cierto modo, el
capital depreciado (debida, por lo general, al desgaste rendimiento de los bienes de capital se asemeja a la
en el proceso de producción y a la depreciación de los renta de la tierra. Pero prefiere reservar “el término
valores y la fluctuación de los precios). renta para designar el ingreso derivado de los dones
libres de la naturaleza” (ibídem, p. 64). “Y por este
Según Schumpeter (1954, p. 1139), todas estas
motivo, se utilizará [...] el término cuasi-renta, para
retribuciones forman lo que Marshall y sus discípulos
designar el ingreso derivado de las máquinas y otras
llaman resumidamente beneficio normal. Schumpeter
aplicaciones destinadas por el hombre a la producción.
(ibídem, p. 1140) define el beneficio normal como
Es decir, que cualquier máquina particular puede
aquél que permite invertir y mantenerse en el negocio.
producir un ingreso de la naturaleza de una renta
En cierto modo, este beneficio normal del capital tiene
territorial” (ibídem, p. 64). Según Marshall (ibídem, p.
alguna semejanza con el actual coste de oportunidad
300n), el origen de las cuasi-rentas se encuentra en “los
del capital, que se valora por lo que se dejaría de ganar
costes suplementarios o adicionales” (o sea, los costes
empleando dicho capital en otro uso alternativo. O sea,
fijos). Podemos interpretar la idea de Marshall diciendo
“una cosa nos cuesta realmente el sacrificio de la
que cuando se invierte el capital queda materializado en
utilidad de las demás cosas que habríamos podido
una instalación fija (máquinas, edificios, etc.) que está
obtener con los recursos que se destinaron a la que
ahí de forma similar a la tierra. Para que rindan se
produjimos”, según dice Schumpeter (1954, p. 1001).
requiere incurrir en los costes directos (o primarios) de
Pero este método de análisis de los costes del capital,
producción, de forma que todo ingreso derivado de la
que se debe al desarrollo de las ideas de Menger por los
producción en exceso sobre estos últimos costes
austriacos, está casi ausente en el análisis de Marshall,
constituye una renta, en el caso de la tierra, o una cuasi-
según la opinión de Schumpeter (1954, p. 1001).
renta, en el caso de la industria. Ambos tipos de
Según se induce del análisis de Marshall, el ingresos netos son de la misma especie. La diferencia es
beneficio del empresario estaría constituido por las más bien de grado que de naturaleza. En el caso de la
ganancias excedentes que las empresas obtienen sobre tierra (en un país viejo) “la oferta de la tierra es fija
las retribuciones imputables al capital por los varios (aunque en un país nuevo la oferta de tierra que se
conceptos que antes se señalaron. El beneficio sería la utiliza para el servicio del hombre puede ser

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incrementada) mientras que la oferta de máquinas periódicos que representa el interés, según interpreta
puede aumentarse sin límite alguno” (ibídem, p. 340). Schumpeter (1954, p. 729), posiblemente de esta frase
Por otra parte, una renta pura no existe prácticamente, de Marshall (ibídem, p. 340): “Pero cuando el capital
ya que “casi todo ingreso procedente de la tierra libre ha sido invertido en una cosa particular, su valor
contiene elementos más o menos importantes que se en dinero no puede, por regla general, ser obtenido
derivan de esfuerzos invertidos en la construcción de sino capitalizando la renta neta que produciría”.
casas y abrigos, en la desecación de pantanos, y así
Por el lado de la demanda, el capital se retribuye
sucesivamente” (ib., p. 347). La distinción entre interés
según sea su contribución a la producción en función de
y cuasi-renta estriba en que ésta se debe a las antiguas
la productividad del mismo (Marshall, 1920, p. 426).
inversiones de capital (es decir, al capital fijo) y aquél
La demanda de capital es decreciente porque un alza
se debe al capital libre o líquido (o capital circulante);
del tipo de interés elimina el empleo de la maquinaria
pero “no existe una línea divisoria bien marcada entre
cuyo rendimiento neto no llegue al nivel de ese nuevo
el capital circulante y el que ha sido empleado en una
tipo de interés. Y una baja del tipo de interés induciría a
rama especial de la producción, ni entre las nuevas y
emplear más capital y maquinaria hasta que, al cabo de
viejas inversiones de capital: cada grupo se confunde
sucesivas adiciones, el capital marginal rindiera un
gradualmente con el otro” (ib., p. 340). Marshall (ib.,
excedente neto equivalente a ese nuevo tipo de interés
p. 347) concluye: “Así, nuestra doctrina central es que
(Marshall, 1920, p. 428).
el interés de un capital flotante o libre y la cuasi-renta
de una antigua inversión de capital van gradualmente En lo referente al tipo de interés, Marshall recogió
asemejándose el uno a la otra, y que hasta la renta de la distinción que había hecho Fisher entre tipos de
la tierra no es una cosa por sí misma, sino la especie interés real y monetario. El tipo de interés real es el
principal de un gran género”. resultante de aplicar al tipo de interés monetario una
corrección debida a la tasa de variación de los precios
El interés del capital.
(Blaug, 1978, p. 532). Es decir, el tipo de interés real se
Éste es explicado por Marshall combinando una refiere a un dinero que conserva su poder adquisitivo,
teoría de la espera o preferencia temporal y una teoría tanto en el momento del préstamo como en el de la
de la productividad marginal. En esta interpretación devolución (Marshall, 1920, p. 487). Para efectuar el
coinciden Blaug (1978, p. 522) y Schumpeter (1954, p. cálculo del tipo de interés real se debe hallar el poder
1015n) al analizar los términos “expectativas” y adquisitivo al inicio del préstamo del monto resultante
“productividad” que utiliza Marshall (ibídem, p. 478n). de aplicar el interés nominal a la cantidad de dinero
Las primeras intervienen en la determinación de la prestada eliminando luego el efecto de la inflación. Por
oferta y la segunda en la de la demanda (ib., p. 478). ejemplo, supongamos que se concierta un préstamo al
5% a un año (que en tanto por uno es i=0,05) y que
Por el lado de la oferta, los ahorradores suelen
durante ese tiempo ha habido una inflación del 10%
tener un estímulo para ahorrar más cuanto más alto sea
(que en tanto por uno es f=0,1); el problema consiste en
el tipo de interés (Marshall, 1920, p. 439). El ahorrador
hallar el poder adquisitivo de 1,05 unidades monetarias
tiene que compensar con la remuneración del interés el
al principio del préstamo si no hubiera habido la
sacrificio (o coste psíquico) que le supone la espera del
inflación de 1,1 al fin del periodo considerado. La
disfrute proporcionado por el consumo de la renta. La
solución es tan simple como la resolución de una regla
espera se prolonga en el tiempo porque con el ahorro se
de tres; veámoslo: si por efecto de la inflación 1,1
forma un fondo que se presta y que luego se recupera
equivale a 1,00 al comienzo del periodo, ¿a cuánto
paulatinamente en forma de flujo con los rendimientos

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equivaldrá 1,05? A la cantidad resultante habrá que la desutilidad del trabajo, pero formuló objeciones al
restarle 1,00 para obtener el valor en tanto por uno. Si estudio de Jevons debido a que éste no podía aplicarse
saliera negativo sería porque en verdad el tipo de con carácter de generalidad (Blaug, 1978, p. 398).
interés real es negativo (o sea, la inflación es mayor que
Respecto a la oferta de trabajo, como ya se ha
el tasa de interés nominal) y, pese al interés nominal, se
dicho, el sacrificio que supone trabajar constituye un
pierde poder adquisitivo. En el caso del ejemplo, la tasa
coste real que debe compensarse con el salario. Según
de interés resultante es del –0,0455 por 1 (o –4,55%).
Marshall (1920, p. 435), por regla general, el trabajo
La fórmula que proporciona la solución es la siguiente:
suele responder de forma creciente ante el estímulo de
1+ i un mayor salario. Sin embargo, pueden darse
−1
1± f situaciones en las que, con salarios bajos y en descenso,

En esta fórmula, de los dos signos que figuran en las personas tengan que esforzarse y trabajar más, y en

el denominador se toma el + si f pertenece a una otras, por el contrario, ante incrementos sucesivos del

inflación y el – si f corresponde a una deflación. O sea, salario, la oferta de mano de obra disminuya porque la

en el presente caso sería: (1,05 / 1,1) – 1= –0,0455. mayor utilidad del salario se compensa con la

Con el mismo ejemplo, pero en el supuesto de una desutilidad del trabajo a unos niveles inferiores de la
deflación del 10% (f=-0,1), se tendría que el interés real cantidad de trabajo antes ofrecida (ibídem, p. 435n).
sería del 0,1555 por 1, o sea: (1,05 / 0,9) – 1= 0,1555 Todo esto significa que la curva de oferta de trabajo es
2
(15,55%) Este ejemplo es una adaptación del expuesto decreciente al principio cuando los niveles salariales

por Marshall en las páginas 487 a 488 y tiene la ventaja son bajos; luego es creciente hasta un nivel alto del

de presentar una fórmula para calcular el tipo de interés salario a partir del cual vuelve a convertirse en

real, mientras que Marshall ni se molesta en ofrecerla. decreciente. Para Marshall (1920, pp. 418 y 419), la ley
del salario mínimo de subsistencia no era aplicable en
El salario. el mundo occidental moderno, ya que los deseos a
Marshall estudió el salario con instrumentos satisfacer correspondían a un mayor nivel de vida.
analíticos iguales que los empleados en el caso del tipo Respecto a la demanda de trabajo, Marshall
de interés, o coste real del capital debido al sacrificio también recogió la concepción de Jevons basada en la
que representa la espera para el ahorrador. No obstante, productividad marginal del trabajo. Así, un empresario
Marshall examinó extensamente las aspectos peculiares representativo, el que efectúa una gestión normal,
que concurrían en la mano de obra en el Libro VI, estaría interesado en contratar más mano de obra
Capítulos III, IV y V(pp. 449 a 476). mientras el valor del producto neto que obtuviera
En la oferta de trabajo, Marshall (1920, pp. 121 y mediante la contratación de un nuevo trabajador de
122) se acogió esencialmente al concepto jevoniano de eficiencia normal fuera superior al salario que se le
pagara. Si el salario fuese igual al valor del producto
2 Mediante este ejemplo nos introducimos en la posibilidad de la neto atribuido al nuevo trabajador, el empresario estaría
existencia de un interés negativo, aunque no fue éste el caso
contemplado por Marshall. Este autor expuso (ibídem, p. 478n) tal en el límite de la duda de contratar o no y ese último
posibilidad si existiera una valoración por los bienes futuros más trabajador sería el marginal (Marshall, 1920, p. 424).
elevada que la valoración de los bienes presentes; si así fuera, el
ahorro actual para proveer las necesidades futuras sería tan elevado
que la gente estaría dispuesta a pagar para que le guardaran el dinero
La renta de la tierra.
hasta el momento de emplearlo. Es decir, habría un interés negativo
porque se paga dinero por los ahorros, en lugar de cobrarlo. No cabe Es considerada por Marshall (1920, p. 133) como
duda que Marshall dio la pista a la banca de lo que actualmente hace:
cobrar comisiones por mantener el dinero en cuenta corriente.
el exceso de rendimiento que proporciona un recurso
natural por encima de la remuneración correspondiente

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a la totalidad del trabajo y del capital empleados en la otros factores (trabajo y capital) es, con algunos
explotación de ese recurso natural. requisitos, la renta (ibídem. P. 133). Esos requisitos,
para elaborar una teoría completa de la renta, se
El origen de este tipo de renta se encuentra (tal
refieren a: “primero, el valor del suelo, tal como fue
como decía Ricardo) en “las energías originarias e
ofrecido por la naturaleza; segundo, las mejoras
indestructibles del suelo” (Marshall, 1920, p. 124).
introducidas por el hombre; y, tercero, [...] el
Ahora bien, Marshall (1920, p. 124) nos indica que los
crecimiento de una población densa y rica y a las
economistas han ampliado el término tierra a todas “las
facilidades de comunicación proporcionadas por
fuentes permanentes de [las] cosas útiles, ya se
caminos, ferrocarriles, etc.” (Ibídem, p. 134).
encuentren en la tierra, ya en los mares y ríos, en la
atmósfera o en las cataratas”. La consideración de estas condiciones es
pertinente, porque, generalmente, el concepto de renta
En algunos casos, los recursos naturales tienen un
se refiere a la cantidad de producto de la tierra “que el
rendimiento casi sin la intervención del hombre. Pero es
propietario del terreno puede exigir al arrendatario
generalmente mediante la acción del hombre y del
por el uso del mismo” (ibídem, p. 134). En Inglaterra,
capital como se consiguen los rendimientos de los
donde predomina el espíritu de empresa, se considera
recursos naturales. Algunos de éstos han sido
que el propietario de la tierra proporciona y mantiene
transformados, aplicándoles trabajo y capital, en tal
las mejoras que se hacen y desaparecen lentamente. Por
magnitud (unas veces empobreciendo y en otras
eso, exige del arrendatario todo el excedente que rinda
enriqueciendo) a lo largo de los siglos, que es difícil
la tierra por encima de los gastos del empresario
llegar a determinar cuál es su rendimiento puro debido
agrícola, incluido un beneficio normal, según la
exclusivamente a la acción de la naturaleza. No
estimación de una cosecha y precios normales. También
obstante, se puede considerar que pertenecen a la
se supone que el empresario agrícola es representativo;
naturaleza aquellas acciones sobre las que “el hombre
o sea, que su gestión, capacidad y espíritu empresarial
posee sólo un escaso control” (ibídem, p. 126).
son normales. De este modo, la parte del rendimiento
Otra peculiaridad de los recursos naturales es que, bruto de la tierra que va a parar a las manos del
como se generan sin la intervención del hombre, no terrateniente (durante un periodo moderadamente largo)
tienen precio de oferta (ibídem, p. 124). Recordemos depende poco de los costes de producción y se puede
que el precio de oferta es el que permite “que los considerar que participa de la naturaleza de la renta. En
productores sigan produciendo” (ibídem, p. 675). cambio, la parte que corresponde al empresario agrícola
Respecto a la demanda de recursos naturales, en entra en la formación del precio normal del producto,
el caso concreto de la tierra para cultivo, Marshall porque si sus beneficios no se obtuvieran a través del
(1920, pp. 133 y ss.) explica la formación de la renta precio de venta, no llevaría a cabo la producción
como Jevons, según los rendimientos decrecientes. Así, (ibídem, p. 521). Esta distinción entre la parte del
el agricultor estará interesado en seguir aplicando propietario y la del empresario es la misma que existe
trabajo y capital (por dosis sucesivas) hasta que el “entre las cuasi-rentas, que no entran directamente en
resultado de multiplicar el rendimiento de la última el precio de oferta normal del producto para periodos
porción de trabajo y capital (o sea, la productividad de longitud moderada, y los beneficios, que entran
marginal) por la cantidad total del trabajo y capital sea directamente en dicho precio”.
suficiente para remunerar la totalidad del trabajo y del D) EL EQUILIBRIO MARSHALIANO
capital empleados. En consecuencia, la diferencia entre Marshall sabía perfectamente que todos los
el rendimiento bruto de la explotación y lo pagado a los

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fenómenos económicos están interrelacionados y eligió el té) y que las variaciones de la renta, por ser
3
forman un sistema de conjunto en continuo cambio . relativamente pequeñas, afectaban poco al consumo y a
Quizás hubiera deseado construir un sistema económico la oferta de una mercancía, y, por tanto, no influían en
dinámico y en equilibrio general (como se deduce de las curvas de oferta y demanda de los demás bienes
4
alguna de sus notas en los Principios de economía ); (Schumpeter, 1959, p. 1079). Enriqueció el estudio de
pero consciente de la gran dificultad y complejidad que la demanda desarrollando las nociones de elasticidad y
supone abordar el estudio simultáneo de las fuerzas y excedente del consumidor, pero el sistema marshaliano
los hechos económicos en constante cambio, desistió de queda invalidado, en la práctica, por sus hipótesis tan
tal empresa y, haciendo uso de la cláusula ceteris restrictivas, pues, en realidad, sólo sirve para ricos. La
paribus, centró el análisis en la estática, y, aislando los mayoría de la gente gasta toda su renta mensualmente, y
fenómenos económicos de su interrelación con otros, en algunos conjuntos de productos (alimentación,
adoptó un sistema de equilibrio parcial en el ámbito vestuario y alojamiento) una gran parte de los ingresos
microeconómico. y, por consiguiente, variaciones muy pequeñas en los
precios y en las cantidades repercuten sustancialmente
Las magnitudes agregadas de Marshall no rebasan
en la demanda u oferta de los demás bienes.
el marco de un sector industrial; su idea del dividendo
nacional no dejaba de ser meramente enunciativa al
estar desprovista de operatividad (Spiegel, p. 664).
3.- LA ECONOMÍA DEL BIENESTAR
Marshall limitó los aspectos dinámicos de la economía
a las conexiones entre mercados mediante las ofertas y Arthur Cecil Pigou (1877-1959) estudió en
demandas conjuntas (Libro V, Cap. VI, pp. 315 y ss.), a Cambridge, en cuya universidad fue primeramente
las relaciones que originan economías o deseconomías profesor auxiliar en 1902 y luego catedrático de
internas o externas (Libro IV, Cap,s. IX, X, XI, XII y economía política de 1910 a 1943, sucediendo a su
XIII, pp. 210 a 268) y a la prolongación del análisis a profesor Marshall. Explicó un sistema económico bajo
corto plazo con las tendencias a largo plazo (Libro V, el aspecto del bienestar social partiendo de las teorías
Cap. V, pp. 301 y ss.). de Marshall. Este enfoque investigador en económica
no era enteramente nuevo pues ya había sido aplicado
Considerar curvas de oferta y demanda en las que
parcialmente por autores precedentes no partidarios de
las cantidades de un bien sólo influyen en determinar su
la armonía automática de los intereses privados y
propio precio es el más típico instrumento del análisis
públicos. La teoría del bienestar la expuso en sus libros
parcial, puesto que se elimina toda influencia de los
Riqueza y bienestar (1912) y La economía del
demás precios y la renta de los sujetos económicos en
bienestar (1920). Además, entre otras obras, escribió
la determinación de las cantidades ofrecidas y
Teoría del empleo (1933).
demandadas (Schumpeter, 1954, p. 1079).
La idea de partida es que los intereses privados
Para acometer el análisis parcial, Marshall supuso
frecuentemente no conducen a un máximo de bienestar
que era poca la parte de la renta de los consumidores
social. Es decir, una empresa puede obtener un alto
gastada en la adquisición de un bien (en su ejemplo
beneficio (o bienestar para sus accionistas y empleados)
y, a la vez, perjudicar a la sociedad en su conjunto. Para
3 Véase a título ilustrativo la p. 333 de los Principios de Marshall.
analizar estas situaciones, en las que divergen los
4 Por ejemplo, en el Apéndice Matemático, nota XXI, p. 708, describe beneficios sociales y los privados, Pigou utilizó los
someramente un sistema de equilibrio general, al estilo walrasiano,
con 2n + 2m ecuaciones e incógnitas.
conceptos de «producto social marginal neto» y
«producto privado marginal neto» (Schumpeter,

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1954, p. 1138n). Aquél es el rendimiento total neto para Las empresas que se encuentren en el primer caso
la sociedad derivado del incremento marginal de un de los tipificados suelen invertir poco con detrimento
recurso, sin considerar quién lo recibe individualmente. del bienestar social. Las del segundo invierten mucho
El rendimiento neto percibido por un agente económico con igual resultado negativo para el bienestar social, ya
privado ante la utilización marginal de un recurso es el que fomentan consumos nocivos para la sociedad. En
producto privado marginal neto (Spiegel, p. 665 y 666). todos los casos se reduce el bienestar social.

Algunas empresas pueden encontrarse en La armonía de los intereses privados y públicos se


situaciones que no contribuyen a la mejora u podría lograr si el producto social marginal neto fuera
optimación del producto social marginal neto. Tipos de el mismo para todos los posibles empleos de un
estas situaciones son (Spiegel, p. 666): recurso, ya que, en caso contrario, sería factible
trasladar el recurso de un uso que proporcione poco
1ª. Cuando la empresa no puede obtener todos los
producto social marginal neto a otro con mayor
beneficios de su inversión, si la realizara. Un
rendimiento social. Y, evidentemente, también se
ejemplo de ello serían las inversiones de una
conseguiría la armonía de intereses si existiese la
empresa maderera en una adecuada y regenerativa
coincidencia entre el producto privado marginal neto y
explotación de un bosque; tales inversiones
el producto social marginal neto, porque el inversor
causan mejoras climáticas y evitan la erosión de
privado que sufraga todos los costes y recibe todos los
los suelos que benefician a la sociedad, pero no a
beneficios no merma en absoluto el bienestar social.
la empresa privada. Por tanto, ésta no tendría
interés en ese tipo de inversión. En una situación Pigou creyó que la intervención pública sería útil
parecida se encontraría un arrendatario cuyo para corregir estas situaciones que no conducen al
contrato expirara al cabo de poco tiempo, pues en óptimo de bienestar social. En el caso de las empresas
estas condiciones no estaría dispuesto a invertir que no invierten lo suficiente para alcanzar el máximo
en mejorar y mantener una finca que pronto va a bienestar social por no ser ellas las beneficiarias de
dejar de usufructuar. todo el rendimiento, el estado debería subvencionar la
producción, facilitando así el traslado de los recursos a
2ª. Cuando la empresa no sufraga todos los costes
esta actividad. En el caso contrario, si las empresas se
que el consumo de su producto origina. Por
benefician de una producción barata que origina
ejemplo, los fabricantes de tabaco o bebidas
grandes costes sociales, lo conveniente sería gravar la
alcohólicas no pagan los costes adicionales de
producción desalentándola (Spiegel, p. 666 y 667).
sanidad y policía derivados de las enfermedades y
desórdenes públicos que el consumo de esos La intervención pública también estaría
productos provoca. La empresa sale beneficiada, justificada para evitar las fricciones que obstaculizan la
pero la sociedad se perjudica. flexibilidad de los mercados y de los precios en su
tendencia al equilibrio. Pigou, seguidor de Marshall y
Evidentemente, existen otras situaciones de estos
partidario de la ley de Say, creía que si persistía el
tipos, por ejemplo las empresas que invierten en
desempleo era debido a las frecuentes rigideces del
formación profesional y, luego, sus empleados cesan
mercado laboral y que con ello se ponía de manifiesto
voluntariamente en su relación laboral y se van a otra
un nivel salarial alto. Por consiguiente, según su
empresa; o aquellas explotaciones que esquilman los
opinión, hasta que los salarios no bajaran lo suficiente
recursos (aunque se realicen en áreas internacionales) y
no se eliminaría el paro (Dobb, 1973, pp. 235 y 236 y
las que generan productos que utilizan abusivamente
Lekachman, 1966, p. 67). Keynes rebatió esta idea (los
energías no renovables o contaminantes.

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argumentos de Keynes al respecto pueden verse en el el empleo generados por las obras públicas era inferior
Tema 28, p. 455 y en Lekachman, 1966, p. 97). a la disminución que de ellos provocaba, en el sector
privado, la elevación de los impuestos para financiar las
Pigou, sin ser partidario de la empresa pública, en
obras públicas (Spiegel, p. 668).
su libro Socialismo y capitalismo comparados (1937)
no deja de ensalzar las mejoras sociales derivadas, en 4.- LA NUEVA ECONOMÍA DEL BIENESTAR
teoría, de un régimen socialista. Las mejoras sociales
Los estudios de Pareto y Pigou sobre el bienestar
también se pueden conseguir en el régimen capitalista,
social se desarrollarían posteriormente por economistas
y, como de hecho se han ido alcanzando, los fabianos y
modernos, tanto en el campo teórico abstracto como en
Pigou pueden considerarse precursores del actual
el de la economía aplicada. Se idearon las técnicas
«Estado del bienestar».
adecuadas para su utilización práctica, dando así
Pigou, en su conferencia La teoría general de eficacia operativa al concepto del «óptimo de Pareto»,
Keynes (1949), criticó la obra de su condiscípulo y, o situación que logra mejorar al menos a un sujeto
luego, subordinado académico. Los principales motivos económico sin que nadie salga perjudicado.
de esta crítica se basan (Pigou, 1949, p. 147): 1) en que
Kaldor y luego Hicks modificaron este concepto
Keynes apenas trató la oferta en su modelo, que se
debido a que había grandes dificultades prácticas para
centra fundamentalmente en la demanda y, por lo tanto,
alcanzar una situación pura de óptimo; aplicaron para
olvida la importancia de la oferta en la determinación
ello nuevas versiones del principio de compensación,
de la renta nacional, y 2) en la ausencia de un análisis
que a continuación se exponen.
detallado de las complejas relaciones entre la renta y el
consumo. A este respecto, Pigou hizo ver la incidencia Nicholas Kaldor (1908-1986) fue un economista
de los saldos reales monetarios, como consecuencia de británico nacido en Hungría, profesor de la London
la variación de los precios, en la riqueza real y en los School of Economics y del King's College de
deseos de ahorro, y, en consecuencia, en el consumo Cambridge y asesor del gobierno británico y consejero
(ibídem, p. 160). A este hecho económico se le ha del ministerio de Hacienda para asuntos fiscales. Su
venido a denominar «el efecto Pigou», según el cual, la contribución a la teoría económica abarca un amplio
disminución de los precios en las crisis económicas temario: ciclos económicos, formación de capital,
causan un aumento del valor del dinero y de la riqueza, desarrollos económico, político, fiscal y monetario.
en términos reales, que, al favorecer el consumo, Sus obras más importantes son: Impuesto al gasto
inducen, por sí mismos, una reactivación del proceso (1955); Teorías alternativas de distribución (1956); Un
económico, sin necesidad de la intervención pública. modelo de crecimiento económico (1957); Ensayos
A pesar de estas críticas, Pigou tiene ciertas sobre desarrollo económico (1961); Ensayos de
afinidades con Keynes. Por ejemplo, la conveniencia política económica (1964); Informe sobre impuestos (2
del intervencionismo es un elemento indispensable en vols. 1980); Los orígenes de un nuevo monetarismo
su teoría del bienestar y en la teoría general de Keynes; (1981) y Las fuentes del monetarismo (1982).
y también ambos rechazaron el concepto denominado En lo concerniente a la distribución de la renta,
«criterio de tesorería». Este criterio auguraba una Kaldor supuso que la renta nacional (Y) se debía a la
disminución global del empleo y la producción como producción y de ésta se retribuían sólo dos factores, el
consecuencia de la creación de fondos, mediante la capital, que recibe los beneficios (B) y el trabajo, que
exacción fiscal, para dedicarlos a la construcción de recibe los salarios (W). Así, Y = B + W. A su vez, la
obras públicas; es decir, el aumento de la producción y renta se aplica al consumo (C) y a la inversión (I), por

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lo que Y = C + I. Como esta inversión es neta, equivale encuentra en el segundo sumando afectado por el
al incremento del stock de capital. Además, Kaldor coeficiente ρ y la renta nacional Y.
supuso que la inversión tan sólo se debía al ahorro de
6.- Función de crecimiento de la mano de obra
los beneficios según una determinada propensión (s),
según una tasa n: L = L0 ent.
por lo que I = s B, y que el monto de los salarios se
consumía en su integridad. Igualando ecuaciones se 7.- Función de plena capacidad: K = K*.
obtiene: B + W = C + I; B + W - C = I. Como I = s B, 8.- Función de igualdad del ahorro y la inversión:
resulta que B = (1/s)·I; dividiendo esta última por K, se I = dK* / dt = S = sY.
obtiene que B/K= (1/s)·I/K. Por consiguiente, la tasa de
beneficios del capital (B/K) depende de la propensión Las dos últimas funciones establecen las
al ahorro (s) y de la tasa de crecimiento del capital (I/K) condiciones de equilibrio.
(Backhouse, 1985, p. 366). Resolviendo el sistema, se encuentra que, en el
El modelo de Kaldor, basado en ecuaciones equilibrio, existe un crecimiento equilibrado cuando K
diferenciales de primer orden, es la contribución de este e Y crecen a una tasa igual, equivalente a µ = m + n,
autor a la teoría del crecimiento económico. Establece siendo m la tasa de crecimiento del progreso técnico y n
las siguientes ecuaciones: la tasa de crecimiento natural de la mano de obra. De
modo que Y = Y0 eµt; y K = K0 eµt. Esto significa que la
1.- Función de producción tipo Cobb-Douglas: proporción capital-producto, K / Y, es siempre
Y = A eat Kα L1-α, en la que la renta Y = B + W; eat es el constante en toda la senda de crecimiento si éste es
progreso técnico, K el capital y L la mano de obra. equilibrado, e igual a la relación capital-producto
2.- Función de ahorro: S = Sw + SB = s Y. Como inicial: K/Y = K0 /Y0 (Allen, 1967, pp. 369 a 377).
se aprecia, ahora considera el ahorro procedente tanto Por lo que respecta a la economía del bienestar,
de las rentas salariales (SW = sW W) como de los Kaldor rescató el principio de compensación, con el
beneficios (SB = sB B). que se ampliaban las posibilidades de lograr óptimos de
3.- Función de progreso técnico del tipo: bienestar. Según este principio, cuando ciertas medidas
dy / dt = F(dk / dt), en la que k = K / L, e y = Y / L, económicas presentan una ambigüedad decisoria (pues
donde L representa a la mano de obra empleada. benefician a unos pero también perjudican a otros)
podrían salvarse si tales medidas proporcionaran a los
El progreso técnico se supone que crece a la tasa
sujetos beneficiados un aumento de sus ingresos lo
m, tal que m = a / (1 - α), siendo a un coeficiente propio
suficientemente elevado como para ser gravado y
de la función de progreso técnico.
compensar con esa parte a los que sufren pérdidas; así
4.- Función de stock deseado de capital (K*): todos saldrían beneficiados (Spiegel, p. 670).
K* / Y = v + ρ(B / K).
Hicks realizó un estudio teórico del principio de
5.- Función de inversión (que se deduce compensación usando el concepto de excedente del
derivando la anterior): consumidor, pero aplicado sobre curvas de indiferencia
de la utilidad en lugar de las de demanda. Para ello,
I* = dK* / dt = v(dY / dt) + ρ d(BY / K) / dt.
efectuaba la compensación con una renta que restaurara
En esta ecuación se puede considerar que el mismo nivel de satisfacción anterior a una variación
v(dY/dt) es un acelerador que se ve modificado por la de los precios. Esta variación suponía el traslado del
variación de la tasa de beneficios (B / K) que se punto de equilibrio a una curva de indiferencia distinta

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de la original. Al efectuar la compensación de la renta, Harvard y Premio Nobel de economía en 1972


el punto de equilibrio debería retornar a la curva de (compartido en J.R. Hicks por sus contribuciones a las
indiferencia inicial, aunque en distinto sitio; es decir, en teorías del equilibrio general y del bienestar
una diferente combinación de bienes cuya satisfacción económico), en su libro Elección social y valores
fuera igual a la proporcionada por la combinación de individuales (1951), formula el denominado teorema
bienes inicial. La magnitud del efecto provocado por la de la imposibilidad de Arrow, en el que demuestra la
compensación de la renta se establece mediante la imposibilidad de alcanzar una situación óptima en un
comparación del punto de equilibrio tras la variación sistema de elección por sufragio. Esto es debido a que
del precio y el que resultaría después de la en las votaciones, en el ámbito de la colectividad, no
compensación de la renta (Bilas, 1967, p. 106). rige la transitividad de preferencias existente a nivel
individual. En efecto, supongamos que un primer grupo
Las teorías de los bienes públicos también se
de ciudadanos vota la opción política que implica la
desarrollaron con el objetivo de mejorar el bienestar
siguiente prioridad de realizaciones sociales: se prefiere
social. El origen de estas teorías modernas de los bienes
A sobre B y sobre C. Un segundo grupo de ciudadanos
públicos se encuentra en los artículos de Samuelson,
vota por la opción que prefiere B sobre C y sobre A y
La teoría pura de los bienes públicos (1954) y
un tercer grupo se manifiesta partidario de la prioridad
Exposición gráfica de la teoría de los bienes públicos
de C sobre A y sobre B. Si los tres grupos obtienen el
(1955) (Backhouse, 1985, pp. 355 y 356), aunque
mismo número de representantes parlamentarios no se
siglos antes Séneca ya los tuvo en cuenta.
lograría un acuerdo porque, simultáneamente, igual
Bienes públicos puros son aquellos cuyo disfrute número de votos tendrían los partidarios de A sobre B
por unas personas no impide que otras también puedan (grupos 1º y 3º), como los partidarios de B sobre C
hacerlo. El resto de los bienes públicos se caracteriza (grupos 1º y 2º), y como los partidarios de C sobre A
por la dificultad de adjudicar su coste de producción a (grupos 2º y 3º); de forma similar serían rechazadas las
cada consumidor en la proporción adecuada al uso que preferencias A sobre C (solo la votaría el grupo 1º), B
del bien hace (Spiegel, p. 671). sobre A (solo la votaría el grupo 2º) y C sobre B
Otros instrumentos de análisis, para ayudar en la (votada exclusivamente por el grupo 3º) (Spiegel, pp.
toma de decisiones sobre los proyectos de obras 672 y 673).
públicas, son las técnicas del estudio comparativo de
los costes y los beneficios (Spiegel, p. 671).
5.- EL MODELO NEOCLÁSICO
La aplicación práctica de las teorías del bienestar
Los economistas neoclásicos estudiaron los
presentó fallos. La propia burocracia del sector público
problemas microeconómicos y el equilibrio parcial a
y la toma de decisiones mediante sistemas de votación
corto plazo (aunque alguno de ellos también tratara el
impiden alcanzar resultados óptimos.
equilibrio general). No obstante, esto no quiere decir
La exposición de un problema de esta última que no tuvieran una concepción macroeconómica con
naturaleza proviene del marqués de Condorcet y se le una tendencia al equilibrio a largo plazo y cuyo límite
ha denominado La paradoja de Condorcet, o de la lo establecía la plena ocupación de la mano de obra.
votación (Spiegel, p. 672).
Sin que ningún autor en concreto expusiera
Estudiando esta paradoja de la votación, el una visión general de la economía en el ámbito global,
economista americano Kennneth J. Arrow (nacido en se puede extraer del conjunto de todos ellos un modelo
1921), profesor de las universidades de Stanford y macroeconómico.

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Siguiendo a Angel Rojo (1970, Parte II, pp. 1 incremento del empleo originaba incrementos del
a 47), este modelo macroeconómico que los neoclásicos producto, esto es, de la renta nacional, cada vez
tenían in mente se puede resumir en la consideración de menores, de forma que al llegar a la plena ocupación de
cuatro tipos de mercados: el de bienes y servicios; el de la mano de obra ya no era posible aumentar más la
trabajo; el de dinero y el de capitales. producción ni la renta en términos reales.

Todos estos mercados tendían al equilibrio a La demanda agregada (suma de las demandas
largo plazo, según la ley de Say, mientras existiera de bienes de consumo y de bienes de inversión) estaba
flexibilidad en ellos. Así, por ejemplo, en el mercado de determinada por la demanda efectiva, es decir, la
trabajo el desempleo era debido a rigideces, tales como demanda respaldada por un poder adquisitivo que hacía
que los trabajadores no estaban dispuestos a aceptar posible las compras, tanto de bienes y servicios como
determinadas ocupaciones (al salario correspondiente a de bienes de inversión. Por consiguiente, el mero deseo
la productividad marginal de la mano de obra con pleno de comprar un yate, por ejemplo, si no se dispone de
empleo) o trasladarse a los sitios donde había demanda dinero suficiente no conforma una demanda efectiva. El
de mano de obra (según declaraciones de Pigou ante la poder adquisitivo se lograba por la remuneración a los
Comisión Macmillan durante la Gran Depresión del 29, propietarios de los factores de la producción que habían
recogidas por Lekachman, 1966, pp. 66 y 67). En intervenido en el proceso productivo. Poder adquisitivo
consecuencia, el paro era un paro voluntario y no un que, en último extremo, provenía de las rentas de la
paro intrínseco del sistema económico. tierra, los salarios de los trabajadores, los intereses del
capital y los beneficios del empresario. En términos
El mercado de bienes y servicios, en todo el
reales, las retribuciones equivalían a la productividad
conjunto del sistema económico, quedaba descrito por
marginal de cada factor según la función global de
una curva de oferta agregada y otra de demanda
producción, que en el caso concreto de las salariales
también agregada. La oferta agregada se debía a la
eran W/P= df/dN (siendo W el nivel del salario nominal
producción de bienes y servicios según una función
y P el nivel de precios, por lo que W/P es el salario
global de producción, en la que ésta, es decir la renta
real). El poder adquisitivo para obtener los bienes de
nacional, dependía fundamentalmente de los factores
inversión también se lograba acudiendo al préstamo de
trabajo y capital: Y= F (K, N), siendo Y el producto o
capitales financieros que, aun expresándose en dinero,
renta nacional, K el capital y N el trabajo. Esta función
obedecía a términos reales.
de producción, en un plazo largo, pero no tan largo que
diera lugar a avances tecnológicos, obedece a la ley de La función de demanda agregada5, al igual que
los rendimientos decrecientes, de modo que ∂2F/∂K2< 0 la función de producción, es creciente con el empleo (el
2 2 cual, según la función de oferta agregada, aumenta con
y ∂ F/∂N < 0. Además, la función de producción tiene
un máximo, marcado por el pleno empleo de los la renta nacional): D = D ( N ), tal que dD / dN > 0. El
factores y muy en especial por el de la mano de obra; equilibrio macroeconómico se encuentra cuando D=Y.
en consecuencia, llega un momento en que ∂F/∂N = 0. Pero para que pueda darse un equilibrio estable, ya que
Por tanto, la función de productividad marginal es las dos funciones son crecientes, se requiere que en el
decreciente, especialmente en lo que atañe a la mano de punto de intersección la pendiente de la curva de la
obra si en el corto plazo el capital era constante; en este
caso se podía considerar una función de producción 5 Hay que tener en cuenta que esta función (al igual que la anterior,
referida a la oferta o producción agregada) no relaciona precios con
2 2
simplificada: Y= f (N), tal que d f / dN < 0 y que en un cantidades, sino cantidad demandada con volumen de gente empleada.
Por este motivo, como no es realmente una típica función de demanda,
determinado punto se tenía que df / dN = 0. O sea, un los economistas actuales la denominan función de gasto agregado.

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demanda agregada sea menor que la pendiente de la En efecto, si la oferta de bienes y servicios era superior
curva de oferta agregada. a la demanda, los precios tenían que bajar para que esta
última pudiera absorber el exceso de producción. Pero,
La oferta y la demanda agregadas se resolvían,
a precios bajos, la producción y el empleo disminuían,
para cada caso particular, mediante la ley de la oferta y
excepto si los trabajadores percibían un salario real más
la demanda en los correspondientes mercados de bienes
bajo (lo que implicaba también ausencia tanto de
y servicios atendiendo a los precios6, de forma que, en
rigidez en el mercado laboral como de reivindicaciones
el mercado, la oferta era creciente con el precio, pero,
sindicales) para que, con la reducción consiguiente de
en su globalidad la oferta agregada, no podía
los costes, pudiera descender la curva de oferta en el
sobrepasar la cantidad de producto real correspondiente
mercado de bienes y servicios; así, los empresarios
al pleno empleo; y la demanda, decreciente con el
podrían ofrecer más productos a un precio más bajo
precio, se trasladaba hacia arriba con los incrementos
(pagando unos salarios reales menores) que en la
de las rentas. Por estas razones, si la demanda subía
situación anterior del exceso de oferta con paro.
mucho, por encima de la producción correspondiente al
pleno empleo, todo incremento de la demanda se El mercado de dinero estaba constituido por
traducía íntegramente en alzas de precios sin afectar lo la interacción entre una oferta de dinero establecida de
más mínimo a la producción real. forma autónoma por la Autoridad Monetaria del país
(generalmente el Gobierno) por lo que a corto plazo era
El mercado laboral estaba conformado por la
considerada como un stock fijo, compuesto por el
oferta y la demanda de trabajo. La primera era una
dinero existente en periodos anteriores más (o menos)
función creciente, puesto que cuantos mayores fueran
el incremento de dinero que la Autoridad Monetaria
los salarios más estímulos tenía la gente para trabajar;
había previsto poner en (o retirar de) la circulación. La
no obstante, había alguna excepción cuando, ante un
demanda de dinero estaba determinada por los agentes
alto nivel salarial, determinados asalariados empezaran
económicos privados según las necesidades del mismo
a valorar más el ocio que las horas de trabajo y
en función del volumen de transacciones a que dieran
reaccionaran disminuyendo su oferta de trabajo. En
lugar los intercambios económicos durante el periodo
cambio, la segunda era decreciente sin excepciones, ya
de tiempo considerado (motivo transacciones) y del
que los empresarios no podían pagar salarios por
monto que se requería por razones de seguridad para
encima de la productividad marginal de la mano de
atender imprevistos (motivo precaución). Siendo la
obra contratada. Por tanto, la curva global de demanda
demanda de dinero un flujo (cantidad de dinero por
de trabajo coincidía con la curva de productividad
unidad de tiempo) y la oferta de dinero un stock, que
marginal correspondiente a la función global de
pasaba de mano en mano varias veces por término
producción. Así, ésta determinaba el nivel general del
medio durante el periodo de tiempo considerado (o
salario en términos reales: W/P=df/dN.
velocidad de circulación del dinero), la homogeneidad
La conexión entre el mercado de bienes y entre la oferta y la demanda de dinero para establecer
servicios y el laboral, además de la antes descrita, se su igualdad, en términos de flujo, se lograba:
realizaba a través del principio de la flexibilidad, o
1º, multiplicando el stock de dinero por su
ausencia de rigidez, de precios propio de la ley de Say.
velocidad de circulación, considerada estable a corto
6 Conviene señalar que ahora se trata de las verdaderas funciones de plazo o, por lo menos, una función muy estable de un
oferta y demanda que contempla la teoría microeconómica, ya que en conjunto de variables de las que podía depender si esa
ellas se relacionan cantidades de productos con sus respectivos
precios. velocidad fuera variable. De modo que la velocidad de

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circulación de dinero obedecía a factores institucionales consumo. La demanda de inversión era decreciente
(como el ritmo al que se efectuaba el pago de salarios, porque cuanto más bajo fuera el tipo de interés más
los desfases entre ingresos y pagos en el comercio y la estímulo habría para llevar a cabo las inversiones, al
actividad productiva y otras costumbres económicas), resultar la financiación de éstas más baratas. En
que no eran susceptibles a variar con frecuencia. cambio, la oferta de ahorro era creciente, pues cuanto
más alto fuera el tipo de interés tanto más se alentaría el
2º, las transacciones y previsiones, ambas en
ahorro, al resultar más retribuida la abstinencia del
términos reales, se convertían en términos monetarios
consumo. Mayor remuneración del ahorro significaba
multiplicándolas por el nivel general de precios. Esta
rentas más elevadas en el futuro, que permitían sostener
teoría era eminentemente cuantitativa, ya que todo
la demanda agregada a través del consumo, pese al
aumento monetario, por encima de las previsiones de
decaimiento de la inversión debido a la subida del tipo
incremento del volumen de transacciones y de las
de interés que había provocado el aumento del ahorro.
previsiones por el motivo precaución7, se convertía
directamente en subida de precios, dadas la escasa El efecto Pigou (o efecto riqueza, o de los saldos
cuantía de la variación de la renta nacional en el reales) es el resultado de la inclusión de la riqueza real
periodo de tiempo considerado y la estabilidad de la en la función de consumo; así, según Pigou, la demanda
velocidad de circulación del dinero (o de su función). de consumo de un periodo no sólo dependía de la renta
real de dicho periodo, sino de la riqueza preexistente de
La economía monetaria y la real estaban
cada consumidor. Este efecto daba coherencia lógica al
relacionadas (además de la conexión establecida por la
modelo neoclásico (en el sentido de proporcionar un
teoría cuantitativa) a través del mercado capitales,
mecanismo de autoregulación), porque, siendo la renta
considerados como fondos para el préstamo, en el que
y la riqueza reales equivalentes a la renta y la riqueza
se determinaba el tipo de interés o precio del dinero.
monetaria divididas por el nivel de precios, resulta que
El mercado de capitales formaba parte del en periodos de inflación, con la subida de los precios,
mercado general de bienes y servicios, pues, obedecía a disminuyen los saldos reales y, por tanto, la demanda
la demanda de inversión y a la oferta de ahorro en de consumo. La contención de la demanda es, en
términos reales. Si se estudia por separado es porque en consecuencia, inherente al modelo y constituye así un
este mercado, como se dijo antes, se determinaba el freno a la inflación. Cuando los periodos son de
tipo de interés. Éste era un elemento importante del deflación, el efecto de los saldos reales actúa de forma
sistema económico, aunque sólo tuviera incidencia en que se estimula la demanda de consumo, puesto que
las cuestiones monetarias y ninguna en la producción con el descenso de los precios la riqueza real aumenta
real de bienes y servicios (puesto que el dinero se y, con ella, se incrementa la demanda; de este modo el
consideraba neutral). Sin embargo, y paradójicamente, propio sistema tiende a la reactivación económica sin
también influía en la demanda de bienes de inversión, que se tenga necesidad de la intervención pública8 (lo
que de forma indirecta afectaba a la producción de cual, en el fondo, era lo que se pretendía demostrar, que
bienes y servicios. La demanda de bienes de inversión no es necesaria la intervención gubernamental ni
era uno de los dos componentes de la demanda siquiera para reactivar la economía en periodos de
agregada global, siendo el otro la demanda de bienes de crisis económica).

7 Este volumen de transacciones dependía fundamentalmente del 8 La coherencia lógica de un modelo teórico no significa que, en la
nivel alcanzado por la producción (y, por consiguiente, del nivel de la práctica, el mundo económico real siga esa lógica. O sea, el contraste
renta) en el país. empírico del efecto Pigou ha revelado ser de ínfima relevancia.

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