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7.1.

Economía neoclásica
Para una mejor comprensión de la economía clásica, será importante marcar
una diferenciación entre economía clásica y neoclásica.

Uno de los paradigmas en la historia de la economía, marcado en el siglo XX,


que hace referencia al cambio de los pensamientos clásicos a neoclásicos como
fundamental, es el hecho de la generación de riqueza.

Cada una de las diferencias de las teorías clásica y neoclásica pueden ser
atribuidas a la idea del valor.

Desde una perspectiva del valor, que está en función de la producción, la idea
de valor es diversa a esta perspectiva y hay diferencia. Así se podrá enlistar
varios criterios de las teorías como son: utilidad, valor, equilibrio, beneficio, entre
otros.

La principal diferencia entre las dos teorías, clásica y neoclásica, se enmarca en


la utilidad. Según los postulados neoclásicos, el equilibrio del mercado estará
dado por la oferta y la demanda, dadas por la escases y la utilidad de los bienes.

Para la economía neoclásica, el valor es interpretado según la oferta y la


demanda en cuanto a los precios; es decir, el valor se refiere a la utilidad.

En lo que respecta al equilibrio, se da en el cruce de las ofertas y demandas


agregadas. El beneficio es considerado como la superación de los ingresos
recibidos sobre los gastos realizados.

7.1.1. El desarrollo de la economía neoclásica


La economía neoclásica se basa en la explicación de los precios relativos, en
función de la demanda agregada, así como el valor de los bienes en función de
la utilidad marginal, entendiéndose como marginal a la última unidad consumida.

La oferta y demanda son los determinantes del precio en el mercado, explicando


a la demanda a partir del principio de la utilidad marginal y la oferta desde el
costo marginal, sin dejar de lado las preferencias del consumidor por bienes de
precios bajos, mientras que el precio más alto es llamativo para los productores,
llegando a un equilibrio.

7.2. Alfred Marshall


“La doctrina económica no es un cuerpo de verdad sino un motor para descubrir
la verdad concreta”. (Alfred Marshall, 1842-1924)

Marshall desarrolló un marco teórico analítico, que es la base de la estructura de


la teoría económica, que se imparte a nivel licenciatura y constituye gran parte
de la política económica actual.

Sus estudios los realizó en Cambridge demostrando interés por las matemáticas
que las impartió luego de graduarse. Pronto se interesó en la metafísica, la ética
y la economía. Su formación temprana despertó en él sentimientos humanitarios,
relativos a mejorar la calidad de vida de los pobres.

El interés por la economía lo convirtió en maestro investigador para luego impartir


esta cátedra en Cambridge, a finales de la década de 1860.

Se estima que entre 1867 a 1890 ideó cuidadosamente los principios del análisis
de la oferta y análisis de la demanda. Esto se dio en un momento histórico
propicio en el que la teoría malthusiana sobre población continuaba demostrando
lo contrario a su postulado:

La insatisfacción y rechazo explícito (1869) de Jhon Stuard Mill y la teoría de los


fondos de salario

El advenimiento de Karl Marx y su nuevo análisis, apelando a la revolución,


justificándose en los resultados supuestos de la teoría clásica.

Escritores alemanes e ingleses habían excluido ciertos principios fundamentales


de la teoría económica clásica. (Leslie y Bageot). Para 1871, Jevons y Menger
habían rechazado la teoría económica clásica en el asiento de la oferta.

La política económica de laissez faire de Adam Smith no se compadecía con las


condiciones de vida de los obreros ingleses.

Marshall durante más de 20 años hizo experimentos entre tres colegas y


alemanes, antes de presentar sus resultados en 1890 en su obra (Principles of
Economics) Principios de la economía.

“Jevons vio que la tetera hervía y gritó con la voz de un niño, Marshall también
había visto hervir la tetera y se sentó en silencio a construir un motor”. Según
Keynes, “esa parte de la doctrina económica que solo ella puede proclamar
universalidad, no tiene dogmas. No es un cuerpo de verdad concreta, sino un
motor para descubrir la verdad concreta”. (Marshall, Cambridge, 1885)

En tal sentido, el método de motor de análisis que Marshall construyó expresa


su humanitarismo y convicción de que el estudio de la economía “proveerá los
medios” para mejorar el bienestar de la sociedad.

Está preocupado por los pobres, producto de su educación y ambiente en el que


fue criado, tanto así que primero se ordenó como ministro de la Iglesia anglicana,
para luego estudiar matemáticas, ser profesor y terminar como economista y
profesor de economía en Cambridge. Combinando su preparación con sus
conocimientos de historia crea un motor de indagación, capaz de adaptarse a los
tiempos, tiempos estos en continuo cambio.

Empezó a desarrollar su estructura matemática y fundamental alrededor de


1870, pero la publican en 1890, luego de que había desarrollado la técnica básica
para el análisis con gráficos e ilustraciones sobre la oferta y demanda.

Es relevante resaltar su posición frente a muchos asuntos, donde su postura


personal aparentemente era no concreta, como queriendo decir que todo
depende. Y es que justamente su teoría, la que se basa en cuestionar lo ya
aceptado y desde su punto de vista plantea su método y, por ende, su teoría de
economía, cambia conceptos tan arraigados como la noción del tiempo en
asuntos económicos.

Marshall (1842-1924) menciona que “la economía política o económica es el


estudio de la humanidad en las ocupaciones ordinarias de la vida, examina esa
parte la acción individual y social que está más estrechamente conectada con la
obtención y el uso de los requisitos materiales del bienestar”.

1. Las preocupaciones humanitarias de origen religioso, llevaron a Marshall


a considerar la eliminación de la pobreza, como la principal tarea de la
economía.
2. Reprobó a las teorías clásicas particularmente a Ricardo por no reconocer
que la pobreza genera pobreza.
3. Marshall de todo corazón creía en la posibilidad de aumentar
significativamente el bienestar de las clases trabajadoras. (Landreth y
Colander, 2006, pág. 287)

Por lo expuesto, en el estudio del pensamiento de Alfred Marshall se recalca


las siguientes definiciones:

Economía positiva. Abarca la rama científica de la economía.

Economía normativa. Considera cuáles deberían ser las metas de la sociedad.

El arte de la economía. Relacionaba los hallazgos de la rama de la economía


positiva con las metas determinadas en la rama de la economía normativa.

7.2.1. El método de Alfred Marshall


El poder de las matemáticas como herramienta del economista le permite hacer
conjeturas, percepciones al construir modelos abstractos, así como, identificar
que la principal falla de la economía clásica es no reconocer que la sociedad
cambia (aunque vislumbró que una combinación del análisis histórico más la
teoría abstracta podrían corregir esta falla).

El método de Marshall es un intento por combinar los enfoques teóricos,


matemáticos e históricos.

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