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DEBIDO PROCESO

 El debido proceso es un derecho fundamental de inmediato cumplimiento


consagrado en el Artículo 29 de la Constitución Política de Colombia: “El
debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y
administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con
observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia
penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de
preferencia a la restrictiva o desfavorable.Toda persona se presume
inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea
sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado
escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un
debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a
controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia
condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.
Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido
proceso.” También está consagrado en instrumentos internacionales ratificados
por Colombia como la Declaración Universal de Derechos Humanos, la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la
Convención Americana sobre Derechos.
 El debido proceso dentro del ámbito judicial tiene a su vez unos principios como son:
1. El principio de legalidad: puesto que una persona solo podrá ser juzgada por leyes
que existan al momento de haber cometido el hecho punible.
2. El principio del Juez natural: Donde solamente un juez que tenga jurisdicción y
competencia podrá conocer del caso y dar un fallo y siempre teniendo en cuenta todas
las formas establecidas por la ley en cada proceso.
3. El principio de favorabilidad: Donde en materia penal, una persona podrá acceder a
beneficios que otorgue una ley posterior a su condena, más nunca podrá recibir un
castigo mayor por una ley posterior.
4. La presunción de inocencia: Donde se guarda la honra y el buen nombre de las
personas durante las actuaciones judiciales, pues hasta que no haya una sentencia
condenatoria, se presumirá inocente.
5. El derecho de defensa: Todas las personas, sin restricción alguna, tiene derecho a
defenderse en un proceso, por un abogado escogido por él, o por un abogado de
oficio, si no puede pagarlo. Dentro del proceso también podrá controvertir y aportar
pruebas, apelar e interponer recursos.
6. Non bis in ídem: Cosa juzgada, es decir, nadie podrá ser juzgado dos veces por el
mismo hecho.
 En materia administrativa, ha dicho la Corte Constitucional
que: “el debido proceso es exigente en materia de
legalidad, ya que no solamente pretende que el servidor
público cumpla las funciones asignadas, sino además
que lo haga en la forma como determina el ordenamiento
jurídico”, es decir, está estrechamente vinculado con la
legalidad a la que deben estar sometidas las actuaciones
administrativas, lo cual fundamenta la confianza en las
instituciones del Estado. También tiene un componente de
defensa y contradicción, ya sea en las etapas netamente
administrativas o en los tribunales de lo contencioso
administrativo.
DEFECTOS EN EL PROCEDER DE LOS FUNCIONARIOS
JUDICIALES QUE AFECTARÍAN LOS DERECHOS DE LAS
PARTES EN UN PROCESO
 El orgánico (cuando el funcionario judicial que profirió la sentencia impugnada
carece, de forma absoluta, de competencia); el procedimental absoluto (cuando
el juez actuó al margen del procedimiento previsto por la ley para adelantar el
proceso judicial); el fáctico (cuando la decisión impugnada carece del apoyo
probatorio que permita aplicar la norma en que se sustenta la decisión, o cuando
se desconocen pruebas trascendentales para el sentido del fallo); el material o
sustantivo (cuando la decisión se toma con fundamento en normas inexistentes o
inconstitucionales, cuando existe una contradicción evidente y grosera entre los
fundamentos normativos y la decisión, cuando se deja de aplicar una norma
exigible en caso o cuando se otorga a la norma jurídica un sentido que no tiene);
el error inducido (cuando la autoridad judicial fue objeto de engaños por parte de
terceros, que la condujeron a adoptar una decisión que afecta derechos
fundamentales); la decisión sin motivación (debido a que el servidor judicial
incumplió su obligación de dar cuenta de los fundamentos fácticos y jurídicos que
soportan su determinación); el desconocimiento del precedente (cuando la
jurisdicción ha fijado ya determinado tema y el funcionario judicial desconoce la
subregla establecida y afecta, así, el derecho fundamental a la igualdad); y
la violación directa de la Constitución (cuando se desconoce el principio de
supremacía de la Constitución, su carácter vinculante y su fuerza normativa)
NOCION DE SERVICIO PUBLICO
 El servicio público es uno de los temas más importantes del derecho
administrativo, y se ha convertido en la razón de ser del Estado social de
derecho, pues es la materialización de éste en pro del bienestar de todos
los ciudadanos. Garantizar la efectiva prestación de los servicios públicos
es un deber del Estado para con sus asociados, ya sean prestados por él
directamente o por particulares. La noción de servicio público se originó
en Francia, y ha sido desarrollada tanto por la doctrina como por la
jurisprudencia. Los servicios públicos en Colombia se concibieron como
los pilares del bienestar social a partir de la Constitución de 1991, que
establece, en el Capítulo 5 del Título XII, que “los servicios públicos
son inherentes a la finalidad social del Estado”, y que “el bienestar
general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son
finalidades sociales del Estado”. A su vez, la Corte Constitucional ha
dicho que los servicios públicos “constituyen un instrumento necesario
para la realización de los valores y principios constitucionales
fundamentales”.
LA CONCEPCIÓN DE ESTADO SOCIAL DE DERECHO
 El Artículo 1º de la Constitución Política de 1991 dice:
“Colombia es un Estado social de derecho organizado en
forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía
de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el
trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la
prevalencia del interés general”. A su vez el Artículo 2º de
dicha Constitución dice: “Son fines esenciales del Estado:
servir a la comunidad, promover la prosperidad y garantizar la
efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados
en la Constitución; facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afectan y en la vida económica, política,
administrativa y cultural de la Nación”.
DEFINICION DE SERVICIO PUBLICO DADO POR LA CORTE CONSTITUCIONAL

 En, Sentencia C-566 de 1995, en donde el Magistrado ponente es el


Doctor Eduardo Cifuentes Muñoz, menciona: “El presupuesto en el
que se funda el Estado social de derecho es el de la íntima
interconexión que se da entre la esfera estatal y la social. La
sociedad no se presenta más como una entidad absolutamente
independiente y autorregulada, dotada de un orden inmanente ajeno
a toda regulación estatal que no fuera puramente adaptativa y
promulgada en momento de crisis. La experiencia histórica ha
demostrado la necesidad de que el Estado tenga una decidida
presencia existencial y regulativa en las dimensiones más
importantes de la vida social y económica, con el objeto de corregir
sus disfuncionalidades y racionalizar su actividad, lo que llevado a la
práctica ha contribuido a difuminar - hasta cierto punto - las
fronteras entre lo estatal y lo social, reemplazándolas por una
constante, fluida e interactiva relación 24 entre lo público y lo priva”
 En Colombia la definición vigente sobre los servicios públicos se encuentra en el
Artículo 430 del Código Sustantivo del Trabajo; allí son definidos como “toda
actividad organizada que tienda a satisfacer necesidades de interés general
en forma regular y continua, de acuerdo con un régimen jurídico especial,
bien que se realice por el Estado, directa o indirectamente, o por personas
privadas”. Por su parte, la Carta Magna de 1991 resalta la importancia de los
servicios públicos, destinando un capítulo completo dentro del Título XII, sobre el
régimen económico y de la hacienda pública, titulado De la finalidad social del
Estado y de los servicios públicos. Allí, en el Artículo 365, se nos dice: “Los
servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado. Es deber
del Estado asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del
territorio nacional. Los servicios públicos estarán sometidos al régimen
jurídico que fije la ley, podrán ser prestados por el Estado, directa o
indirectamente, por comunidades organizadas, o por particulares. En todo
caso, el Estado mantendrá la regulación, el control y vigilancia de dichos
servicios”. Por su parte, el Artículo 366 afirma que “el bienestar general y el
mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales
del Estado”.
 A su vez, la Corte Constitucional ha dicho que los servicios
públicos están relacionados con la parte dogmática de la
Constitución, agregando que “estos servicios constituyen
un instrumento necesario para la realización de los
valores y principios constitucionales fundamentales,
como se desprende del propio texto del artículo 365 de la
Carta”. También manifiesta la Corte que estos servicios
deben regirse por los principios de eficiencia y universalidad,
los cuales debe garantizar el Estado.
SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS EN COLOMBIA

 El Artículo 14 de la Ley 142 de 1994 los clasifica así:

“Artículo 14.21. Servicios públicos domiciliarios. Son los servicios de acueducto,


alcantarillado, aseo, energía eléctrica... y distribución de gas combustible tal como
se definen en este capítulo.

Artículo 14.22. El servicio público domiciliario de acueducto. Llamado también


servicio público domiciliario de agua potable. Es la distribución municipal de agua
apta para el consumo humano, incluida su conexión y medición. También se
aplicará esta Ley a las actividades complementarias tales como captación de agua
y su procesamiento, tratamiento, almacenamiento, conducción y transporte.

Artículo 14.23. Servicio público domiciliario de alcantarillado. Es la recolección


municipal de residuos, principalmente líquidos, por medio de tuberías y conductos.
También se aplicará esta Ley a las actividades complementarias de transporte,
tratamiento y disposición final de tales residuos.
Artículo 14.24. Servicio público domiciliario de aseo. Es el servicio de recolección municipal de
residuos, principalmente sólidos. También se aplicará esta ley a las actividades
complementarias de transporte, tratamiento, aprovechamiento, y disposición final de tales
residuos. Igualmente incluye, entre otras, las actividades complementarias de corte de césped
y poda de árboles ubicados en las vías y áreas públicas; de lavado de estas áreas,
transferencia, tratamiento y aprovechamiento.

Artículo 14.25. Servicio público domiciliario de energía eléctrica. Es el transporte de energía


eléctrica desde las redes regionales de transmisión hasta el domicilio del usuario final,
incluida su conexión y medición. También se aplicará esta Ley a las actividades
complementarias de generación, de comercialización, de transformación, interconexión y
transmisión.

14.28. Servicio público domiciliario de gas combustible. Es el conjunto de actividades


ordenadas a la distribución de gas combustible, por tubería u otro medio, desde un sitio de
acopio de grandes volúmenes o desde un gasoducto central hasta la instalación de un
consumidor final, incluyendo su conexión y medición. También se aplicará esta Ley a las
actividades complementarias de comercialización desde la producción y transporte de gas por
un gasoducto principal, o por otros medios, desde el sitio de generación hasta aquel en donde
se conecte a una red secundaria.
ENTIDADES QUE PUEDEN PRESTAR SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS-
FUNCIONAMIENTO- REGIMEN JURIDICO
 Por regla general, de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 17 de
la Ley 142 de 1994, las empresas de servicios públicos son sociedades
por acciones cuyo objeto es la prestación de los servicios públicos de que
trata esta Ley. Así, dicho artículo prevé la posibilidad de que dichas
empresas tenga alguna de las formas reconocidas actualmente por el
ordenamiento jurídico, a saber:

(i) Sociedades anónimas

(ii) Sociedades en comandita por acciones y

(iii)Las sociedades por acciones simplificadas.


 A su turno, el Artículo 15 de la Ley 142 de 1994 señala qué personas se encuentran
facultadas para convertirse en prestadoras de servicios públicos domiciliarios. Entre las
diferentes entidades autorizadas se encuentran las “empresa de servicios públicos”. Así, el
legislador señaló que estas empresas se clasificarían, según su composición accionaria, así:

“Artículo 14 de la Ley 142 de 1994. Definiciones. Para interpretar y aplicar esta Ley se
tendrán en cuenta las siguientes definiciones:

Artículo 15.5 de la Ley 142 de 1994. Empresas de servicios públicos oficial. Es aquella en
cuyo capital la Nación, las entidades territoriales, o las entidades descentralizadas de aquella o
estas tienen el 100 % de los aportes.

Artículo 15.6 de la Ley 142 de 1994. Empresa de servicios públicos mixta. Es aquella en
cuyo capital la Nación, las entidades territoriales, o las entidades descentralizadas de aquella o
estas tienen aportes iguales o superiores al 50%.

Artículo 15.7 de la Ley 142 de 1994. Empresas de servicios públicos privada. Es aquella
cuyo capital pertenece mayoritariamente a particulares, o a entidades surgidas de convenios
internacionales que deseen someterse íntegramente para estos efectos a las reglas a las que se
someten los particulares.”
 En ese sentido, las empresas de servicios públicos domiciliarios, independientemente de su
naturaleza o de la composición de su capital, deberán aplicar el régimen jurídico especial
señalado en el Artículo 19, el cual precisa, entre otros aspectos, los siguientes:

“Artículo 19 de la Ley 142 de 1994. Régimen jurídico de las empresas de servicios


públicos. Las empresas de servicios públicos se someterán al siguiente régimen jurídico: (…)

Artículo 19.5 de la Ley 142 de 1994. Al constituir la empresa, los socios acordarán
libremente la parte del capital autorizado que se suscribe.

Artículo 19.6 de la Ley 142 de 1994. Serán libres la determinación de la parte de las
acciones que deba pagarse en el momento de la suscripción, y la del plazo para el pago
de la parte que salga a deberse. Pero la empresa informará, siempre, en sus estados
financieros, qué parte de su capital ha sido pagado y cual no.

Artículo 19.15 de la Ley 142 de 1994. En lo demás, las empresas de servicios públicos se
regirán por las reglas del Código de Comercio sobre sociedades anónimas.
 Así pues, existe un régimen jurídico especial para las empresas
prestadoras de servicios públicos domiciliarios contenido en el
Artículo 19 de la Ley 142 de 1994. Dicho régimen, además,
remite en lo no previsto a las disposiciones del Código de
Comercio sobre sociedades anónimas.

 En consecuencia, a la hora de resolver el régimen jurídico aplicable


a las empresas de servicios públicos domiciliarios es obligatorio
acudir a las disposiciones especiales del Artículo 19 de la Ley 142
de 1994 y, solo si el asunto no se encuentra expresamente
regulado, acudir a las disposiciones del Código de Comercio.
LA RELACION QUE EXISTE ENTRE LOS PRESTADORES DE LOS
SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS Y LOS SUSCRIPTORES Y/O
USUARIOS DEL SERVICIO.
 Debemos comenzar por una breve mención al Capítulo Quinto 5 de la
Constitución Política, que hace referencia a la "Finalidad Social del
Estado y de los Servicios Públicos", pues como suficientemente lo ha
reconocido la Jurisprudencia tanto del Honorable Consejo de Estado
como de la Corte Constitucional, con ocasión de la expedición de la Carta
del 91 cambió la concepción y/o el concepto hasta ese momento vigente
en Colombia respecto de los Servicios Públicos, de suerte tal que su
prestación ya no corresponde al ejercicio de una función típicamente
administrativa a cargo exclusivo del Estado, por el contrario se trata
de una actividad económica que puede ser ejercida por el Estado o
los particulares, siendo un "derecho de todas las personas organizar
y operar empresas que tengan por objeto la prestación de los
servicios públicos, dentro de los límites de la Constitución y la Ley"
 (Artículo 10 Ley 142/94), por lo tanto no se necesita autorización para
prestarlos, salvo cuando se trate de concesiones para el uso de aguas o
del espectro electromagnético (Artículo 25 Ley 142/94), de los permisos
para el uso del espectro radioeléctrico (Articulo 11 Ley 1341/2.009), de
las concesiones para las actividades del servicio público de electricidad
(Articulo 55 Ley 143/94) o cuando se establezcan áreas de servicio
exclusivo (Artículos 40 y 74 Ley 142/94), casos en los cuales el
legislador, como excepciones a la regla general ya enunciada, exige
contar con la correspondiente y previa habilitación, lo anterior en ejercicio
de la competencia que al ente legislativo le otorga el
Artículo 365 Constitucional para fijar el régimen jurídico al que estarán
sometidos los servicios públicos, incluidos los domiciliarios.
 A propósito de lo anterior, el Honorable Consejo de Estado, en sentencia proferida por
la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo el 8 de noviembre de
1.999, señaló:

"La Constitución Política de 1991 al reservar capítulo especial para los servicios
públicos, los califica como inherentes a la finalidad social del Estado, al que se
atribuye como función pública el deber de asegurar su prestación eficiente a todos
los habitantes del territorio nacional. El artículo 365 Constitucional asigna al
legislador la competencia normativa para determinar el régimen jurídico al que se
somete la prestación de los servicios públicos, por tanto, éste será el que
determine la ley, pudiendo ser prestador por el Estado, directa o indirectamente,
por comunidades organizadas, o por particulares (arts 150.23 y 365); de modo que
por una parte se reserva el legislador su regulación y, por otra, la más alta jerarquía
normativa otorga la posibilidad de que agentes económicos privados presten los
servicios, en ejercicio del derecho a la libertad económica y a la iniciativa privada,
en condiciones de libre competencia con el objeto de permitir su prestación
eficiente y con calidad (art. 333)."
 Tal pronunciamiento fue reiterado en los siguientes términos por dicha
Corporación en la sentencia del 19 de junio de 2.008, expediente AP - 19001-23-
31-000-2005-00005-01, Magistrada Ponente: Dra. Ruth Stella Correa Palacio:

“La Carta de 1991, al regular los servicios públicos domiciliarios como un


apartado especial de la Constitución Económica, introdujo un cambio
sustancial: el nuevo ordenamiento constitucional dejó atrás la noción de
servicio público que lo asimilaba a una proyección de la 'función pública' y
optó por un 'nuevo servicio público' basado en el modelo competitivo: a la vez
libre e intervenido por el Estado en su condición de director general de la
economía. De ahí que los servicios públicos domiciliarios dejaron de ser
concebidos como función pública, a la manera de la escuela realista de
Burdeos, para ser tratados como un capítulo singular de la Constitución
Económica dentro de un modelo 'neocapitalista, propio de una economía
social de mercado, que pretende conciliar las bondades de la competencia con
la necesaria intervención estatal, en orden a proteger al usuario final.
En efecto, la prestación de los servicios públicos no reviste el carácter de función
pública. Y no la reviste, porque la Constitución misma dispone que una y otra materia
son objeto de regulación legal separada. Así, el numeral 23 del artículo 150 distingue con
claridad las leyes que 'regirán el ejercicio de las funciones públicas' de aquellas que se
ocupan de la 'prestación de los servicios públicos’. En la misma línea, otros preceptos
constitucionales se ocupan de ratificar el carácter especial que reviste el régimen legal
de los servicios públicos; es así cómo la Constitución dispone que estos están
sometidos al régimen jurídico que fije la ley (artículo 365); se defiere a la ley fijar las
competencias y responsabilidades relativas a la prestación de los servicios públicos
domiciliarios, su cobertura, calidad y financiación y el régimen tarifario (art. 367); se
establece que la ley determinará los deberes y derechos de los usuarios, su régimen de
protección, formas de participación en la gestión y fiscalización de las empresas
estatales que prestan el servicio y definirá la participación de los municipios o de sus
representantes, en las entidades y empresas que les presten servicios públicos
domiciliarios (art. 369); se asigna al Presidente de la República dos importantes
funciones de intervención económica en el mercado de los servicios públicos -
regulación y control- y se determina que esta última la ejerce por intermedio de la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (art. 370); en fin, se imponen unos
términos especiales para la aprobación del régimen jurídico de los servicios públicos
(art. 48 transitorio).
“De otro lado, no debe olvidarse que los servicios públicos son regulados en el marco
del Régimen Económico (Título XII) y no dentro del apartado de la Constitución dedicado
a la Organización del Estado (Título V a X), como sí sucede con la función pública cuyo
entorno constitucional se encuentra consignado en el capítulo 2 del Título V
(arts. 122 a 131 C.P.). “Esta superación de la vieja concepción orientada por el profesor
Duguit conforme a la cual los servicios públicos eran una manifestación de la función
pública, ha sido puesta de relieve en forma, por demás, reiterada por la Sala en múltiples
pronunciamientos (…). “Así, superada la teoría clásica de los servicios públicos que los
asimilaba a una función administrativa e implantada -por virtud de la enmienda
constitucional del año de 1991- una nueva concepción que los reformula como una
actividad económica, inherente a las finalidades sociales de nuestro Estado de Derecho,
es apenas natural que los instrumentos jurídicos que usualmente eran utilizados para
prestarlos también hayan sufrido una significativa transformación. “Por manera que si
en la concepción clásica de la escuela realista de Burdeos los servicios públicos eran
prestados como monopolios estatales y sólo por excepción eran entregados a los
particulares mediante contratos de concesión (Jéze), en el nuevo esquema institucional
el Estado es garante más no prestador único y los agentes (públicos, privados o mixtos)
no requieren de contratos de concesión para la prestación del servicio”.

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