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comunicación efectiva
Los gestos
Los gestos son sin duda uno de los recursos más presentes en la comunicación, ya que implican
el movimiento de alguna parte de nuestro cuerpo: rostro, mirada, manos… para expresar una
sensación o sentimiento al respecto de algo o de alguien. También pueden demostrar la
aprobación o el rechazo a ellos.
Por lo tanto, se puede observar que la gestualidad habla, pero debemos cuidar las
interpretaciones de ella, pues las imágenes quizás no basten para decodificar al cuerpo. Hubo
otras fotos menos difundidas como las siguientes.
Ahora la exprimera dama se aprecia afable, sonriente e integrada a la socialización. A eso hay
que añadirle contexto: ocurrió en el funeral de Nelson Mandela; en Sudáfrica sucedía
principalmente una celebración. Las personas estaban alegres. Por otro lado, si observan
imágenes de Michelle Obama en otras circunstancias se percatarán que su gestualidad es muy
parecida a la de las primeras fotos. La gestualidad de ella pudo deberse a la exclusión
momentánea, ya que no era incluida en la tertulia o el selfie; o se pudo deber a la sanción,
pues quizás le preocupó la actitud muy relajada de su esposo durante el funeral.
En resumen, a través del lenguaje gestual podemos comunicar emociones y estados de ánimo
ante eventos o personas, y dependen del contexto su completa interpretación. Normalmente
los gestos se usan para enfatizar el contenido del mensaje hablado. ¿Pero qué sucede cuando
hay un desajuste?
Curso: Herramientas para la
comunicación efectiva
En el video mostrado, se visualiza cómo la protagonista comenta sobre la pérdida de quien fue
su pareja sentimental; sin embargo, muestra una risa. Esto es un claro ejemplo de la
incongruencia entre una emoción ante una situación que debiera ser triste, pero se muestra
una sonrisa, que es gesto de alegría.
En cambio, si la frase dicha es apoyada por entonación y gestualidad adecuadas, permitirá que
el oyente decodifique correctamente la intención del hablante:
No es lo mismo decir:
Ahora, imagínense si ustedes se colman de nerviosismo o les disgusta el tema que exponen,
pues el cuerpo lo revelará. Para trabajar ello, se recomienda que se graben con sus celulares o
con una cámara hablando de un tema cualquiera durante un minuto. Así irán conociendo su
lenguaje no verbal y paraverbal. Conocerán si poseen
- el gesto adusto,
- la monotonía oral,
- la rigidez corporal,
- la intensidad baja de la voz,
- los movimientos nerviosos (piernas, manos, vaivén corporal)
- las manos juntas por inseguridad o por soberbia
- los problemas de dicción, etc.
- las muletillas (eh, este, ¿no?, bueno, entonces)
- la mirada esquiva, de lectura, pensativa o derrotista
Asimismo, recuerda mantener el contacto visual con el oyente; y si hay una distancia virtual,
con la cámara. La mirada brinda información sobre nuestro estado de ánimo o el de nuestro
interlocutor. Nuestra mirada acoge, genera confianza, así como revela la seguridad en uno y la
convicción de nuestras ideas. Recuerda mirar hacia distintos sectores del auditorio, y si usas
una cámara, deberás aprender a ver el lente. Evita parpadear demasiado, pues revelas
nerviosismo, y cuida el entrecejo severo, porque transmitirás enfado. Evidentemente,
recuerda que si un tema lo amerita, tendrás que hacerlo, por ejemplo, si se menciona algo
indignante.
También, debes procurar abrir el cuerpo, mostrarte acogedor al espectador, abrir las manos,
los brazos, darle la bienvenida a ti. Para ello, es necesario que primero te sientas seguro.
Puedes practicar un ejercicio propuesto por la psicóloga social Amy Cuddy, quien investigó
cómo las “posturas de poder” pueden subir la testosterona (más confianza) y bajar el cortisol
(menos estrés), e incluso permiten mejorar nuestras probabilidades de éxito. Practica alguna
de estas cinco posturas durante dos minutos, principalmente antes de una exposición,
presentación o entrevista laboral; te percibirás capaz y seguro…
Curso: Herramientas para la
comunicación efectiva
En cambio, evita las posiciones de debilidad, esas que impiden mostrarse, pues en el
experimento, ninguno de los que tomaron esas posiciones obtuvo el trabajo en la entrevista.
Si las posturas generan cambios hormonales y nos permiten sentirnos poderosos y positivos o
débiles y estresados, entonces quiere decir que nuestro cuerpo cambia nuestra mente.
Muy bien estimados y estimadas estudiantes, eso ha sido todo por ahora, ¡nos vemos en el
próximo video!