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Universidad Autónoma de Nuevo León

FACULTAD DE psicología

UA: Psicofisiología

Nombre: Antonia Betancourt Rocha


Matricula: 2014618
Docente: Dehisy Marisol Juárez García
Semestre: 3er semestre
La drogadicción es un problema grave en la mayoría de las partes del mundo. Por
ejemplo, sólo en Estados Unidos más de 60 millones de personas son adictas a la
nicotina, el alcohol o a ambos; 5,5 millones son adictas a drogas ilegales; y muchos
millones más son adictas a medicamentos de venta con receta.

Habitualmente, las drogas se administran de una de cuatro formas: por ingestión


oral, por inyección, por inhalación o por absorción a través de las membranas
mucosas de la nariz, la boca o el recto. La vía de administración influye en la
velocidad y el grado en que la droga llega a su lugar de acción.

Ingestión la vía oral es la vía de administración preferida de muchas drogas. Una


vez que se han tragado, las drogas se disuelven en los líquidos del estómago y son
transportadas al intestino, donde son absorbidas por el torrente circulatorio. Sin
embargo, algunas drogas atraviesan fácilmente las paredes del estómago (p. ej., el
alcohol) y surten efecto antes debido a que no tienen que llegar al intestino para que
se absorban. Las drogas que no se absorben fácilmente del tubo digestivo o que se
descomponen en metabolitos inactivos antes de que puedan absorberse, han de
tomarse por otra vía.

Las dos ventajas principales de la vía de administración oral frente a las otras vías
son que es sencilla y que es relativamente segura. Su principal desventaja es su
imprevisibilidad: la absorción desde el tubo digestivo al torrente circulatorio puede
estar influida en gran parte por factores tan difíciles de calibrar como la cantidad y
tipo de alimentos que haya en el estómago.

Inyección- La inyección de drogas es una práctica médica habitual, debido a que los
efectos de las drogas inyectadas son intensos, rápidos y previsibles. Por lo general,
las drogas se inyectan por vía subcutánea (SC), en el tejido graso que está justo
debajo de la piel; por vía intramuscular (IM), en los músculos grandes; o por vía
intravenosa (IV) [o endovenosa], directamente en las venas, en los puntos por
donde pasan justo por debajo de la piel. Muchos adictos prefieren la vía intravenosa
debido a que el torrente circulatorio transporta la droga directamente al encéfalo.
Sin embargo, la velocidad y lo directo de la vía intravenosa son ventajas a medias;
tras una inyección intravenosa hay pocas o ninguna oportunidad de contrarrestar
los efectos de una sobredosis, una impureza o una reacción alérgica. Por lo demás,
muchos adictos acaban con tejido cicatricial, infecciones e insuficiencia venosa en
los pocos lugares de su cuerpo donde son accesibles las grandes venas.

Inhalación- Algunas drogas pueden ser absorbidas en el torrente circulatorio a


través de la rica red de capilares de los pulmones. Muchos anestésicos se
administran corrientemente por inhalación, como se hace con el tabaco y la
mariguana. Los dos inconvenientes principales de esta vía son que resulta difícil
regular con precisión la dosis de la droga que se inhala y que muchas sustancias
lesionan los pulmones si se inhalan crónicamente

Absorción a través de las membranas mucosas- Algunas drogas pueden


administrarse a través de las membranas mucosas de la nariz, la boca y el recto. La
cocaína, por ejemplo, suele autoadministrarse a través de las membranas nasales
(se esnifa), aunque no sin dañarlas.

Una vez que la droga ha penetrado en el torrente circulatorio, la sangre la transporta


a los vasos sanguíneos del sistema nervioso central. Afortunadamente, hay un filtro
protector, la barrera hematoencefálica, que hace difícil que muchas sustancias
químicas potencialmente peligrosas, de transmisión sanguínea, pasen de los vasos
sanguíneos a las neuronas del sistema nervioso central.

La tolerancia contingente a la droga se refiere a la evidencia de que solamente se


produce tolerancia a los efectos de la droga que de hecho se experimentan. La
mayoría de los estudios de tolerancia contingente a la droga utilizan el diseño de
antes y después. En los experimentos de antes y después, dos grupos de sujetos
reciben la misma serie de inyecciones de droga y la misma serie de pruebas
repetidas, pero los sujetos de un grupo reciben la droga antes de cada serie de
pruebas y los del otro grupo reciben la droga después de cada prueba. Al final del
experimento, todos los sujetos reciben la misma dosis de la droga, a lo que sigue la
prueba, de forma que pueda compararse el grado en que la droga afecta al
rendimiento en la prueba en los dos grupos.

Mientras que los estudios de tolerancia contingente a la droga se centran en lo que


hacen los sujetos mientras están bajo influencia de una droga, los estudios de
tolerancia condicionada a la droga se centran en las situaciones en que se toman
las drogas. La tolerancia condicionada a la droga se refiere a que se ha comprobado
que los efectos de tolerancia alcanzan su máxima expresión sólo cuando una droga
se administra en la misma situación en que se ha administrado previamente.

Los primeros intentos de explicar el fenómeno de la drogadicción la atribuyeron a la


dependencia física. Según las diversas teorías de dependencia física de la adicción,
ésta atrapa a los adictos en un círculo vicioso de consumo de drogas y síntomas de
abstinencia. La idea es que los consumidores de droga, cuyo consumo ha
alcanzado un nivel suficiente como para producir dependencia física, están
impulsados por sus síntomas de abstinencia a autoadministrarse la droga cada vez
que tratan de reducir su consumo.

Una teoría de dependencia física de la drogadicción trata de explicar el hecho de


que los adictos frecuentemente recaigan tras largos períodos sin droga señalando
que los síntomas de abstinencia pueden condicionarse.

Conforme a esta teoría, cuando los adictos que han permanecido un período
considerable de tiempo sin tomar drogas vuelven a encontrarse en la situación en
que previamente consumieron la droga, se producen los efectos condicionados de
abstinencia, opuestos a los efectos de la droga (respuestas de compensación
condicionadas). Se supone que son estos efectos los que provocan un ansia intensa
por la droga para contrarrestarlos.

Las limitaciones de las teorías de dependencia física para explicar algunos aspectos
de la adicción han dado apoyo a las explicaciones que sostienen que la razón
principal por la que la mayoría de los adictos toman drogas no es para escapar o
evitar las consecuencias desagradables de la abstinencia o de la abstinencia
condicionada, sino ante todo para conseguir los efectos positivos de la droga. Estas
teorías del incentivo positivo de la adicción mantienen que el factor principal en la
mayor parte de los casos de adicción es el ansia de las propiedades de incentivo
positivo (que producen placer) de las drogas.

Prácticamente todos los adictos han dejado en algún momento la droga que
consumían, pero finalmente recaen (empiezan a tomar la droga otra vez). Por lo
tanto, conocer las causas de la recaída es el punto clave para comprender la
adicción y su tratamiento.

Se han identificado tres causas de recaída. La primera es el estrés. La mayoría de


los terapeutas y de los pacientes señalan el estrés como el mayor factor que influye
en la recaída.

La segunda causa de recaída es el priming (una sola exposición a la droga que se


consumía anteriormente). Muchos adictos que se han abstenido de consumir la
droga durante muchas semanas, y por lo tanto creen que han controlado su
adicción, prueban sólo una vez la droga que consumían antes e inmediatamente se
hunden de nuevo en una verdadera adicción. La tercera causa de recaída es entrar
el contacto con claves ambientales (p. ej., personas, momentos, lugares u objetos)
que previamente se han asociado con el consumo de la droga (véase Di Ciano y
Everitt, 2003; Kruzich, Congleton y See, 2001). Se ha comprobado que dichas
claves ambientales precipitan la recaída. El hecho de que muchos soldados
estadounidenses que se hicieron adictos a la heroína mientras luchaban en la
guerra de Vietnam se liberaran fácilmente de su adicción cuando volvieron a su
hogar se ha atribuido a que dejaron el ambiente con el que habían asociado la
droga.

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